Palabras de bienvenida

Con mucha alegría les damos la bienvenida. Cada año renueva las expectativas de todos nosotros
de recorrerlo juntos. Aquí estamos, otro año más. Los docentes ingresamos a las salas sabiendo
que nuestros pequeños alumnos están transitando una etapa fundamental en su crecimiento.
Años de infancia, días de juegos y aprendizajes, vivencias simples y profundas. Ronda de charla.
Merienda entre todos. Acuerdos y desacuerdos, debates y diálogos. Aprender a compartir. Etapa
para construir, fantasear, imaginar.

La primera infancia es el momento clave, la raíz, la simiente de la constitución corporal, afectiva y

emocional. De acuerdo al modo que cada uno de los chicos sea amado, protegido y resguardado
en estos años, será como desplegará su vida futura.

Es por esto que en el Jardín ponemos tanto énfasis en promover una crianza familiar que les
brinde contención, confianza y arraigo emocional.

Ustedes, familias, son las primeras educadoras de sus hijos. Ustedes desarrollan esas funciones
únicas que no cambiarán con el paso del tiempo: criar y cuidar. Brindarles calidad de atención,
calidez, brazos, generosidad, paciencia, comprensión, cuerpo, mirada y sostén. Respetarles a sus
hijos el sueño, la vigilia, el hambre, el juego, el ritmo, el contacto, la curiosidad, tratándolos con
dulzura y dedicación. A medida que ellos crecen en autonomía, es imprescindible que tengan
señales y límites que los orienten.

En el Jardín pondremos todo de nosotros para que nuestros chicos aprendan, jueguen y se
diviertan en un clima de afecto y contención fundamentales para los años de una infancia feliz.

El Jardín los recibe abriendo puertas, iluminando salas, despertando oportunidades.

Recemos al Sagrado Corazón pidiéndole que nos ilumine en la hermosa tarea de educar, a
nuestros hijos, a nuestros alumnos.

Bienvenidos a la gran familia