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CARRERA DE CIENCIAS POLICIALES

Y
SEGURIDAD CIUDADANA
ETICA POLICIAL

UNIDAD 3
DEL RESPETO DE LOS DD.HH., COMPORTAMIENTO CON LOS
INFRACTORES DE LA LEY Y LOS DERECHOS DE LOS MIEMBROS
POLICIALES FRENTE A LA SOCIEDAD Y A LA INSTITUCIÓN

CONTENIDOS
RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS
EJERCICIO DE LAS LIBERTADES INDIVIDUALES
DEBER DEL POLICIA: DEFENDER Y RESPETAR LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS
LA VIDA, LA LIBERTAD Y LA SEGURIDAD COMO BIENES SUPERIORES DEL HOMBRE
USO LEGITIMO DE LA FUERZA

CRNL. ABG. ARTURO CEVALLOS A.

2017- 2017

1.1
1.2
1.3
1.4
1.5
1. DERECHOS HUMANOS: DEFINICIÓN. –

Cuando hablamos de derechos humanos, nos


referimos a los principios, facultades y
condiciones inherentes al ser humano y que
permiten alcanzar sus proyectos de vida con
dignidad, es decir, se constituyen en una
prerrogativa, poder o facultad de actuar o exigir.
Los Derechos Humanos, entonces son todo el
conjunto de principios y derechos civiles y
políticos, económicos, sociales y culturales, y
colectivos y difusos que buscan configurar una existencia digna para todas las
personas y su ejercicio o reconocimiento no dependen de las particularidades de
cada una de ellas como por ejemplo su etnia, religión, nacionalidad, identidad
sexual, cultura, discapacidad o cualquier otra característica o condición humana,
pues su principio más importante es la Universalidad.

2. EJERCICIO DE LAS LIBERTADES INDIVIDUALES

La libertad individual es el valor constitutivo de la persona humana, en cuanto al


fundamento de sus deberes y derechos, conforme al cual cada uno puede decidir
autónomamente sobre las cuestiones esenciales de su vida, haciéndose
responsable ante la sociedad de las consecuencias de sus decisiones y de los
resultados de su propia acción.

En las distintas épocas y contextos históricos, la libertad de las personas tiene


expresiones y formas de realización diferentes, más o menos profundas, dando
también lugar a distintos tipos de exceso y distorsiones.

En la época moderna la libertad individual se presenta fundamentalmente en tres


niveles de actividad: la libertad de pensamiento y de opinión, la libertad
política y de asociación, y la libertad de trabajo e iniciativa económica.

No cabe duda que a la afirmación progresiva de estas libertades se puede atribuir


el inmenso desarrollo, profundamente revolucionario en su contenido, que han
tenido las ciencias, la política y la producción en las sociedades modernas y
contemporáneas. Cabe observar, al mismo tiempo que este desarrollo
multifacético ha dado lugar a crecientes procesos de socialización de las mismas
ciencias, política y producción; socialización que implica tanto la distribución de
los beneficios de tales actividades entre los miembros de la sociedad, como
también el despliegue de éstas a través de grandes asociaciones y
organizaciones.

Además, la afirmación irrestricta de la libertad individual no acompañada


suficientemente del reconocimiento y promoción de otros valores esenciales de
la persona humana como ser social, como la fraternidad y solidaridad, puede
conducir a un empobrecimiento de la dimensión moral de las actividades y
comportamientos individuales y colectivos, a la acentuación de las injusticias y
desigualdades sociales, a una conflictividad permanente y no siempre
constructiva. En las sociedades con un grado de desarrollo limitado y
desigualdad el énfasis que se ha de poner en estos valores de solidaridad y
ayuda mutua deriva fundamentalmente de la necesidad de encontrar soluciones
globales y rápidas al problema de la satisfacción de las necesidades básicas en
extendidos sectores sociales, lo cual es una condición necesaria para la
existencia misma de la libertad individual. En lo dicho están implícitas una serie
de anotaciones críticas respecto de los planteamientos de varios de los autores
de la revista que comentamos. Se aprecia en ellos una cierta unilateralidad, en
cuanto a la preocupación principal pareciera ser la afirmación de la libertad de
iniciativa económica, quedando en segundo lugar la preocupación por la libertad
de pensamiento, y bastante oscurecida la libertad política y de asociación. Son
afirmadas como garantía principal de la libertad individual, la propiedad privada
y la ausencia de interferencias gubernamentales en el libre juego del mercado,
sin considerar que la concentración excesiva de la propiedad a que puede
conducir el mercado atenta contra la libertad de quienes quedan excluidos de la
propiedad de sus medios de trabajo. Sin considerar que la asociación política
crea espacios de libertad alternativos para quienes no pueden fundarla sobre la
propiedad que no tienen. Sin considerar que la vía de acceso hacia una libertad
más profunda y definitiva es la búsqueda de la verdad, y que el apoyo
institucional, jurídico y económico de esta búsqueda es la condición principal
para la construcción de una sociedad de hombre libres.
En algunos de los planteamientos que comentamos se puede apreciar, además,
un cierto anacronismo en la consideración del problema. En cuanto hacen un
reconocimiento muy parcial del valor de la socialización, que es vista no como
un resultado y complemento de la libertad individual sino como su negación, no
parecen recibir adecuadamente el hecho que, en las sociedades organizadas y
complejas actuales, la defensa de la libertad individual consiste, en gran medida,
en garantizar el desarrollo de las iniciativas personales en el seno de las
asociaciones y organizaciones (incluido el Estado) de las que los hombres
forman parte. La historia, en efecto, no ha transcurrido en vano, y el problema es
hoy inmensamente más complejo que hace dos siglos cuando consistía
principalmente en la afirmación jurídica del individuo auto dirigido y sujeto de
iniciativa.

2.1. EL “MODELO” DEL ESTADO DEMOCRÁTICO MODERNO

La democracia es un método y una organización de Gobierno de la


sociedad. Ella surgió históricamente como una manera de construir el orden
social en una sociedad que reconoce a los individuos la libertad de
pensamiento, de asociación y de trabajo. Disueltos los vínculos
tradicionales entre los hombres, dados por la adhesión de todos a un mismo
sistema de ideas y creencia, por la adscripción a funciones productivas
predefinidas que se heredaban de padres a hijos y por la pertenencia
estable a grupos jerárquicamente ordenados, la sociedad adquirió en los
albores del mundo moderno una movilidad y dinamismo tal que el problema
del orden social necesario se presentó en un nivel cualitativamente superior
y más complejo que el que había tenido en todas las sociedades anteriores.
Surgieron formas de pensamiento diferentes y opuestas, se formaron
intereses económicos individuales y de grupos que se contraponen entre
sí, los hombres se organizaron por afinidades ideológicas y de intereses,
dando lugar a múltiples asociaciones que se proponen objetivos
contrastantes.

El modelo que construyen, y que progresivamente, a través de largos y


complejos procesos revolucionarios se va estructurando primero en Europa
y que se va extendiendo luego a otras regiones del mundo, contiene los
siguientes elementos fundamentales, que delimitan lo que hoy podemos
entender por democracia moderna:

2.1.1. Autonomía de la sociedad civil respecto de la sociedad


política. La garantía de la autonomía de la sociedad civil es la
sujeción del Gobierno a un orden constitucional que establece los
límites de su poder y los derechos de los ciudadanos.

2.1.2. Representación de la sociedad política y de los poderes


públicos. El poder político debe ser representativo de la sociedad
civil en sus distintas y múltiples expresiones. El instrumento principal
de la representatividad del estado es el voto libre, universal y
secreto, a través del cual se escoge a los gobernantes.

2.1.3. Gobierno de las mayorías, con reconocimiento de los derechos


de las minorías. La institucionalidad del Estado no es monolítica,
sino que tiene la estructura dual que contempla el Gobierno de las
mayorías y la oposición legítima de las minorías.

2.1.4. Carácter no ideológico del Estado. El Estado no tiene una


ideología oficial permanente es institucional y formalmente neutro
respecto de las ideologías y formas de pensamiento que se
desarrollan en la sociedad civil.

2.1.5. Separación institucional de los poderes públicos. Con el objeto


de impedir los excesos del poder y su autorreproducción por parte
de un grupo determinado puesto en condiciones de manejar todos
los instrumentos decisivos, los poderes legislativo, ejecutivo y
judicial están institucionalmente separados y son independientes en
su funcionamiento, existiendo instancias de coordinación y de
control recíproco.

2.2. DEBER DEL ESTADO

El más alto deber del estado consiste en respetar y hacer respetar los
derechos humanos que garantiza esta constitución.

Art. 17.- El Estado garantizará a todos sus habitantes, sin discriminación


alguna, el libre y eficaz ejercicio y el goce de los derechos humanos
establecidos en esta Constitución y en las declaraciones, pactos, convenios
y más instrumentos internacionales vigentes.

Art. 18.- Los derechos y garantías determinados en esta Constitución y en


los instrumentos internacionales vigentes, serán directa e inmediatamente
aplicables por y ante cualquier juez, tribunal o autoridad.

Art. 19.- Los derechos y garantías señalados en esta Constitución y en los


instrumentos internacionales, no excluyen otros que se deriven de la
naturaleza de la persona y que son necesarios para su pleno
desenvolvimiento moral y material.

Art. 20.- Las instituciones del Estado, sus delegatarios y concesionarios,


estarán obligados a indemnizar a los particulares por los perjuicios que les
irroguen como consecuencia de la prestación deficiente de los servicios
públicos o de los actos de sus funcionarios y empleados, en el desempeño
de sus cargos.

Art. 21.- Cuando una sentencia condenatoria sea reformada o revocada


por efecto de recurso de revisión, la persona que haya sufrido una pena
como resultado de tal sentencia, será rehabilitada e indemnizada por el
Estado, de acuerdo con la ley.

Art. 22.- El Estado será civilmente responsable en los casos de error


judicial, por inadecuada administración de justicia, por los actos que hayan
producido la prisión de un inocente o su detención arbitraria, y por los
supuestos de violación de las normas establecidas en el.

2.3. DE LOS DERECHOS CIVILES

Art. 23.- Sin perjuicio de los derechos establecidos en esta Constitución y


en los instrumentos internacionales vigentes, el Estado reconocerá y
garantizará a las personas los siguientes:

1. La inviolabilidad de la vida. No hay pena de muerte.

2. La integridad personal. Se prohíben las penas crueles, las torturas;


3. La igualdad ante la ley. Todas las personas serán consideradas iguales
y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin
discriminación

4. La libertad. Todas las personas nacen libres. Se prohíbe la esclavitud,


la servidumbre y el tráfico de seres humanos en todas sus formas.

5. El derecho a desarrollar libremente su personalidad, sin más


limitaciones que las impuestas por el orden jurídico y los derechos de los
demás.

6. El derecho a vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado


y libre de contaminación. La ley establecerá las restricciones al
ejercicio de determinados derechos y libertades, para proteger el medio
ambiente.

7. El derecho a disponer de bienes y servicios, públicos y privados, de


óptima calidad; a elegirlos con libertad, así como a recibir información
adecuada y veraz sobre su contenido y características.

8. El derecho a la honra, a la buena reputación y a la intimidad personal y


familiar. La ley protegerá el nombre, la imagen y la voz de la persona.

9. El derecho a la libertad de opinión y de expresión del pensamiento


en todas sus formas, a través de cualquier medio de comunicación, sin
perjuicio de las responsabilidades previstas en la ley,

10. El derecho a la comunicación y a fundar medios de comunicación


social y a acceder, en igualdad de condiciones, a frecuencias de radio
y televisión.

11. La libertad de conciencia, la libertad de religión, expresada en forma


individual o colectiva, en público o en privado.

12. La inviolabilidad de domicilio. Nadie podrá ingresar en él ni realizar


inspecciones o registros sin la autorización de la persona que lo habita
o sin orden judicial, en los casos y forma que establece la ley.

13. La inviolabilidad y el secreto de la correspondencia. Esta sólo podrá


ser retenida, abierta y examinada en los casos previstos en la ley.
14. El derecho a transitar libremente por el territorio nacional y a
escoger su residencia. Los ecuatorianos gozarán de libertad para
entrar y salir del Ecuador.

15. El derecho a dirigir quejas y peticiones a las autoridades, pero en


ningún caso en nombre del pueblo; y a recibir la atención o las
respuestas pertinentes, en el plazo adecuado.

16. La libertad de trabajo. Ninguna persona podrá ser obligada a realizar


un trabajo gratuito o forzoso.

17. El derecho a una calidad de vida que asegure la salud, alimentación


y nutrición, agua potable, saneamiento ambiental; educación, trabajo,
empleo, recreación, vivienda, vestido y otros servicios sociales
necesarios.

18. El derecho a guardar reserva sobre sus convicciones políticas y


religiosas. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre ellas.

Art. 24.- Para asegurar el debido proceso deberán observarse las


siguientes garantías básicas, sin menoscabo de otras que establezcan la
Constitución, los instrumentos internacionales, las leyes o la jurisprudencia:

1. Nadie podrá ser juzgado por un acto u omisión que al momento de


cometerse no esté legalmente tipificado como infracción penal,
administrativa o de otra naturaleza, ni se le aplicará una sanción no
prevista en la Constitución o la ley.

2. En caso de conflicto entre dos leyes que contengan sanciones, se


aplicará la menos rigurosa, aun cuando su promulgación fuere
posterior a la infracción; y en caso de duda, la norma que contenga
sanciones se aplicará en el sentido más favorable al encausado.

3. Las leyes establecerán la debida proporcionalidad entre infracciones


y sanciones. Determinará también sanciones alternativas a las penas
de privación de la libertad, de conformidad con la naturaleza de cada
caso, la personalidad del infractor y la reinserción social del sentenciado.
4. Toda persona, al ser detenida, tendrá derecho a conocer en forma clara
las razones de su detención, la identidad de la autoridad que la ordenó,
la de los agentes que la llevan a cabo y la de los responsables del
respectivo interrogatorio. También será informada de su derecho a
permanecer en silencio, a solicitar la presencia de un abogado y a
comunicarse con un familiar o con cualquier persona que indique.

5. Ninguna persona podrá ser interrogada, ni aun con fines de


investigación, por el Ministerio Público, por una autoridad policial o por
cualquier otra, sin la asistencia de un abogado defensor particular o
nombrado por el Estado, en caso de que el interesado no pueda designar
a su propio defensor. Cualquier diligencia judicial, preprocesal o
administrativa que no cumpla con este precepto, carecerá de eficacia
probatoria.

6. Nadie será privado de su libertad sino por orden escrita de juez


competente, en los casos, por el tiempo y con las formalidades prescritas
por la ley, salvo delito flagrante, en cuyo caso tampoco podrá
mantenérsele detenido sin fórmula de juicio, por más de veinticuatro
horas. Se exceptúan los arrestos disciplinarios previstos por la ley dentro
de los organismos de la fuerza pública. Nadie podrá ser incomunicado.

7. Se presumirá la inocencia de toda persona cuya culpabilidad no se


haya declarado mediante sentencia ejecutoriada.

8. La prisión preventiva no podrá exceder de seis meses, en las causas


por delitos sancionados con prisión, ni de un año, en delitos sancionados
con reclusión. Si se excedieren esos plazos, la orden de prisión
preventiva quedará sin efecto, bajo la responsabilidad del juez que
conoce la causa.

9. Nadie podrá ser obligado a declarar en juicio penal contra su cónyuge


o parientes hasta dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo
de afinidad, ni compelido a declarar en contra de sí mismo, en asuntos
que puedan ocasionar su responsabilidad penal.
10. Nadie podrá ser privado del derecho de defensa en ningún estado o
grado del respectivo procedimiento.

11. Ninguna persona podrá ser distraída de su juez competente ni juzgada


por tribunales de excepción o por comisiones especiales que se creen
para el efecto.

12. Toda persona tendrá el derecho a ser oportuna y debidamente


informada, en su lengua materna, de las acciones iniciadas en su
contra.

13. Las resoluciones de los poderes públicos que afecten a las personas,
deberán ser motivadas.

14. Las pruebas obtenidas o actuadas con violación de la Constitución o


la ley, no tendrán validez alguna.

15. En cualquier clase de procedimiento, los testigos y peritos estarán


obligados a comparecer ante el juez y a responder al interrogatorio
respectivo, y las partes tendrán derecho de acceso a los documentos
relacionados con tal procedimiento.

16. Nadie podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa.

17. Toda persona tendrá derecho a acceder a los órganos judiciales y a


obtener de ellos la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos
e intereses, sin que en caso alguno quede en indefensión.

2.4 DE LOS DERECHOS POLÍTICOS

Art. 26.- Los ciudadanos ecuatorianos gozarán del derecho de elegir y ser
elegidos, de presentar proyectos de ley al Congreso Nacional, de ser
consultados en los casos previstos en la Constitución, de fiscalizar los actos
de los órganos del poder público, de revocar el mandato que confieran a
los dignatarios de elección popular, y de desempeñar empleos y funciones
públicas.

Art. 27.- El voto popular será universal, igual, directo y secreto; obligatorio
para los que sepan leer y escribir, facultativo para los analfabetos y para
los mayores de sesenta y cinco años. Tendrán derecho a voto los
ecuatorianos que hayan cumplido dieciocho años de edad y se hallen en el
goce de los derechos políticos.

Art. 28.- El goce de los derechos políticos se suspenderá por las razones
siguientes:

1. Interdicción judicial, mientras ésta subsista, salvo el caso de insolvencia


o quiebra que no haya sido declarada fraudulenta.

2. Sentencia que condene a pena privativa de libertad, mientras ésta


subsista, salvo el caso de contravención.

3. En los demás casos determinados por la ley.

Art. 29.- Los ecuatorianos perseguidos por delitos políticos tendrán


derecho a solicitar asilo y lo ejercerán de conformidad con la ley y los
convenios internacionales. El Ecuador reconoce a los extranjeros el
derecho de asilo.

3. DEBER DEL POLICÍA: DEFENDER Y RESPETAR LOS DERECHOS


HUMANOS DE LAS PERSONAS.

3.1. POLICÍA NACIONAL

La Policía Nacional integra la Fuerza


Pública cuya misión fundamental es
garantizar el orden interno, la paz, la
seguridad individual y colectiva. Se
constituye en auxiliar de la justicia, su
actividad es de naturaleza eminentemente
social.

3.2. EL POLICÍA
El Policía es un profesional que, en el marco de una estructura
jerarquizada, debe desarrollar su acción a través de un cuidadoso,
metódico y constante esfuerzo de su voluntad y de su intelecto en beneficio
de la colectividad.
3.3 CÓDIGO DE ETICA PROFESIONAL DE LA POLICÍA NACIONAL DEL
ECUADOR

3.3.1. DEBERES DEL POLICIA ECUADOR


 Como Policías ecuatorianos, nuestro deber es respetar y hacer
respetar la Ley, servir a la comunidad, proteger a las personas de
actos ilegales, respetar y proteger la dignidad humana.
 Defender los derechos humanos de todas las personas, solo
utilizara la fuerza estrictamente cuando fuere necesaria en
cumplimiento de la misión. La prudencia, rectitud, energía y respeto
deben caracterizar sus actuaciones, cuidará que su vida privada
sea un ejemplo para todos, mantendrá la calma y el valor frente al
peligro, al desprecio y a la envidia.
 El policía Sera honesto en pensamiento y obras, tanto en la vida
profesional como privada. realizara esfuerzos para actuar siempre
oportunamente, sin permitir que sus sentimientos personales,
perjuicios, animad versaciones o amistades influyan en sus
decisiones.
 Perseguirá incansablemente al delincuente, hará cumplir la Ley con
cortesía, pero con firmeza, sin emplear la fuerza o violencia
innecesarias, o peor esperando gratificaciones.

3.3.2 DEL RESPETO DE LOS DERECHOS HUMANOS


Art. 18. Como un principio Institucional, el Policía nunca debe perder
de vista que la finalidad de su trabajo es favorecer, dentro del marco
de un servicio público, el ejercicio de las libertades individuales, en
la medida que estas no causen perjuicios a las libertades de los
demás.
Art. 19. Es deber de todo Policía defender y respetar los derechos
de las personas contemplados en la Constitución Política de la
República del Ecuador, tales como: La inviolabilidad de la vida y la
integridad personal; prohibición de las torturad y todo procedimiento
inhumano y degradante; la libertad y seguridad personal. Nadie
podrá ser privado de su libertad sino en virtud de orden escrita de
autoridad competente, en los casos, por el tiempo y con las
formalidades prescritas por la ley salvo delito flagrante.”
Art. 20. El miembro de la Institución policial deberá siempre
considerar que la vida, la libertad y la seguridad son los bienes
supremos del hombre a las cuales tiene derecho; en consecuencia,
guiara su conducta en el sentido de reducir al mínimo la posibilidad
de violarlos o emplear la fuerza. Pero si debe intervenir, lo hará
exactamente de acuerdo con los deberes que corresponden a su
función y las limitaciones contempladas en la Ley. Así el Policía
evitara los actos arbitrarios.
Art. 21. El Policía respetara la vida privada de las personas no
efectuara indagaciones o registros, sino en los casos de sospecha
fundada contra un ciudadano y apegado a las normas vigentes.
Art. 22. Ningún Policía encargado de hacer cumplir la Ley podrá
infringir, instigar o tolerar actos de tortura, tratos inhumanos o
degradantes, ni invocar la orden de un superior o circunstancias
especiales como justificación.
3.4. CÓDIGO DE CONDUCTA PARA LOS FUNCIONARIOS ENCARGADOS
DE HACER CUMPLIR LA LEY.

Art. 1.- Cumplir en todo momento los deberes que impone la ley.

Art.2.- Respetar y salvaguardar la dignidad humana y defender los


derechos de las personas.

Art. 3.- Recurrir a la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario, y en


la medida que lo requiera el desempeño de sus funciones.

Art. 4.- Respetar la confidencialidad, a menos que el cumplimiento del


deber o las necesidades de la justicia exijan absolutamente lo contrario.

Art.5.- Prohibición de infligir, instigar o tolerar torturas u otros tratos o penas


crueles, inhumanas o degradantes.

Art. 6.- Proteger la salud de las personas que están bajo su custodia y de
proporcionar asistencia médica cuando se precise.

Art. 7.- Prohibición de cometer actos de corrupción.


Art. 8.- Respetar la ley y este Código. Deben informar a sus superiores de
toda violación de la ley y del Código.

4. LA VIDA, LA LIBERTAD Y LA SEGURIDAD COMO BIENES


SUPERIORES DEL HOMBRE

4.1 LA VIDA

En el latín es donde se encuentra el origen etimológico


de la palabra vida. Concretamente procede del vocablo
vita, que a su vez emana del término griego BIOS.
Todos ellos significan precisamente vida.

El concepto de vida puede ser definido desde diversos


enfoques. La noción más habitual está vinculada a la
biología, que sostiene que la vida es la capacidad de nacer, crecer,
reproducirse y morir. En este sentido, la vida es aquello que distingue a
hombres, animales y plantas, por ejemplo, de los objetos como una roca o
una mesa.

La vida también es el estado de actividad de los seres orgánicos y la


fuerza interna que permite obrar a aquel que la posee. Otra forma de
interpretar la vida está vinculada a la capacidad de un ser físico de
administrar sus recursos internos para adaptarse a los cambios que
se producen en su medio.

El derecho a la vida es una de las garantías constitucionales absolutas, el


primer derecho, un bien natural, que todos intuyen por instinto, es un
derecho innato.

El derecho a la vida constituye el soporte físico de los demás derechos


fundamentales, ya que, si este derecho es violentado, desaparece el titular
del mismo. Por lo tanto, es deber del Estado proteger la vida humana frente
a cualquier agresión de los individuos y sancionar severamente a todas las
personas que atenten contra este derecho.

4.2. LA LIBERTAD.
Es un concepto abstracto de difícil definición; en principio, está vinculada a
la facultad que posee todo ser vivo para llevar a cabo una acción de
acuerdo a su propia voluntad.

A partir del siglo XVIII, la libertad comenzó a unirse a otras facultades o


virtudes, como la justicia y la igualdad. Este cambio social fue acompañado
por el desarrollo de nuevas formas de organización de la sociedad y el
surgimiento de regímenes políticos hasta entonces inéditos.

Un ser libre no está atado a la voluntad de otros de forma coercitiva.


La libertad garantiza el respeto por la voluntad individual e implica que cada
uno debe hacerse responsable de sus actos. Se conoce como libertinaje
a la libertad absoluta, lo cual lleva inevitablemente al descontrol social.

4.2.1 DERECHOS DE LIBERTAD

1. El derecho a la inviolabilidad de la vida. No habrá pena de


muerte.

2. El derecho a una vida digna, que asegure la salud, alimentación


y nutrición, agua potable, vivienda, saneamiento ambiental,
educación, trabajo, empleo, descanso y ocio, cultura física, vestido,
seguridad social y otros servicios sociales necesarios.

3. El derecho a la integridad personal, que incluye:

a) La integridad física, psíquica, moral y sexual.

b) Una vida libre de violencia en el ámbito público y privado. El


Estado adoptará las medidas necesarias para prevenir, eliminar
y sancionar toda forma de violencia, en especial la ejercida
contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes, personas
adultas mayores, personas con discapacidad y contra toda
persona en situación de desventaja o vulnerabilidad; idénticas
medidas se tomarán contra la violencia, la esclavitud y la
explotación sexual.

c) La prohibición de la tortura, la desaparición forzada y los


tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes.
d) La prohibición del uso de material genético y la
experimentación científica que atenten contra los derechos
humanos.

4. Derecho a la igualdad formal, igualdad material y no discriminación.

5. El derecho al libre desarrollo de la personalidad, sin más


limitaciones que los derechos de los demás.

6. El derecho a opinar y expresar su pensamiento libremente y en


todas sus formas y manifestaciones.

7. El derecho de toda persona agraviada por informaciones sin


pruebas o inexactas, emitidas por medios de comunicación social,
a la correspondiente rectificación, réplica o respuesta, en forma
inmediata, obligatoria y gratuita, en el mismo espacio u horario.

8. El derecho a practicar, conservar, cambiar, profesar en público o en


privado, su religión o sus creencias, y a difundirlas individual o
colectivamente, con las restricciones que impone el respeto a los
derechos.

9. El derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y


responsables sobre su sexualidad, y su vida y orientación sexual.

10. El derecho a tomar decisiones libres, responsables e informadas


sobre su salud y vida reproductiva y a decidir cuándo y cuántas
hijas e hijos tener.

11. El derecho a guardar reserva sobre sus convicciones. Nadie podrá


ser obligado a declarar sobre las mismas.

12. El derecho a la objeción de conciencia, que no podrá menoscabar


otros derechos, ni causar daño a las personas o a la naturaleza.

4.3 SEGURIDAD

El término seguridad posee múltiples usos. A grandes rasgos, puede


afirmarse que este concepto proviene del latín securitas, hace foco en la
característica de seguro, es decir, realza la propiedad de algo donde no
se registran peligros, daños ni riesgos. Una cosa segura es algo firme,
cierto e indubitable. La seguridad, por lo tanto, puede considerarse como
una certeza.

Existen muchos tipos de seguridad, tantos como actividades pueda realizar


el ser humano. A través de la provisión de bienestar social o asistencia, los
Estados deben garantizar la protección de todos, especialmente los
miembros más vulnerables de la sociedad, en caso de desempleo,
maternidad, accidente, enfermedad, invalidez, vejez u otras circunstancias
de la vida.

Dentro algunos tipos tenemos el derecho a la seguridad social, es un


derecho irrenunciable de todas las personas, y será deber y
responsabilidad primordial del Estado. La seguridad social se regirá por los
principios de solidaridad, obligatoriedad, universalidad, equidad, eficiencia,
subsidiaridad, suficiencia, transparencia y participación, para la atención de
las necesidades individuales y colectivas.

5. USO PROGRESIVO DE LA FUERZA.

5.1 BASE LEGAL DEL USO DE LA FUERZA EN LA POLICIA NACIONAL


DEL ECUADOR.

El artículo 3 del Código de Conducta para


Funcionarios encargados de hacer cumplir
la Ley, como norma de derecho
internacional público aprobado por la
Organización de la Naciones Unidas, faculta
a los funcionarios públicos encargados de
hacer cumplir la ley usar la fuerza cuando
sea estrictamente necesaria en la medida
que lo requiera el desempeño de sus tareas

El primero de los Principios Básicos para el Uso de la Fuerza y Armas de


Fuego, adoptado en el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La
Habana, República de Cuba, del 27 de agosto al 07 de septiembre de 1990,
establece que los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir
la ley adoptarán y aplicarán normas y reglamentaciones sobre el empleo
de la fuerza y armas de fuego contra personas y al establecer esas normas
y disposiciones, los gobiernos y los organismos encargados de hacer
cumplir la ley examinarán continuamente las cuestiones éticas
relacionadas con el empleo de la fuerza y de armas de fuego

El segundo considerando de los Principios Básicos para el Uso de la Fuerza


y Armas de Fuego, establece que la amenaza a la vida y a la seguridad de
los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley debe considerarse
como una amenaza a la estabilidad de toda la sociedad

Mediante Acuerdo Ministerial No. 1699 de 18 de agosto de 2010, se


dispuso que la Policía Nacional, en el cumplimiento de sus labores
profesionales, adopte las Directivas sobre la Detención, Aprehensión, Uso
Progresivo de la Fuerza, Armas No Letales y Letales, Políticas de Salud
Mental e Investigación, Apoyo Psicológico.

El Consejo de Generales de la Policía Nacional, resolvió aprobar el


Reglamento del Uso Adecuado de la Fuerza para la Policía Nacional del
Ecuador, dejar sin efecto la Segunda Directiva, sobre el Uso Progresivo de
la Fuerza, Armas No Letales y Letales; la Tercera Directiva sobre la
Utilización del Arma de Fuego y Apoyo Psicológico, aprobadas con Acuerdo
Ministerial No. 1699 de 18 de agosto de 2010; y, solicitar al Comandante
General de la Policía Nacional, alcance del Ministro del Interior el acuerdo
Ministerial respectivo.

Es necesaria la aprobación del Reglamento del Uso Adecuado de la Fuerza


para la Policía Nacional del Ecuador, por parte de esta Cartera de Estado,
con la finalidad de cumplir la misión constitucional policial, garantizando los
derechos humanos de los ciudadanos y el respaldo al desempeño
profesional del servidor policial, que además permita disponer de reglas
claras y capacitación en el uso adecuado de la fuerza conforme a la
Constitución de la República del Ecuador y los instrumentos internacionales

5.2 JUS COGENS


La importancia del Jus cogens o derecho imperativo internacional se deriva
de su contenido. Sus normas protegen valores esenciales compartidos por
la comunidad internacional. Se puede decir que el Jus cogens es la
encarnación jurídica de la conciencia moral de la sociedad internacional.

Es el artículo 53 de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados,


el que define el Jus Cogens como el conjunto de normas imperativas de
derecho internacional general, establecidas por la comunidad internacional
de Estados en su conjunto. Las normas de Jus cogens no pueden ser
derogadas, salvo por otra norma del mismo rango. Cualquier tratado
internacional contrario a una norma de Jus cogens es nulo.

Aunque no existe ningún catálogo oficial de normas imperativas, se


considera que lo son, entre otras, la prohibición del uso de la fuerza, la
prohibición del genocidio, la prohibición del racismo y el apartheid, el
derecho de autodeterminación de los pueblos, la prohibición de la tortura,
así como las normas fundamentales del Derecho humanitario.

Las normas de Jus cogens generan obligaciones frente a todos los sujetos
de la comunidad internacional, por lo que el alcance de la responsabilidad
derivada de la violación de una norma imperativa es más amplio que la que
surge de un ilícito común.

La relación entre la consolidación del concepto del Jus cogens y los


derechos humanos es evidente y por eso el derecho imperativo ilustra
perfectamente el proceso de "humanización" del Derecho internacional.

5.3 REGLAMENTO DE USO LEGAL, ADECUADO Y PROPORCIONAL DE


LA FUERZA PARA LA POLICÍA NACIONAL DEL ECUADOR

CAPITULO 1 GENERALIDADES

Art. 1.- Ámbito.- El presente Reglamento es de aplicación obligatoria por


parte de las servidoras y servidores de la Policía Nacional, y permite la
regulación del uso adecuado de la fuerza en el cumplimiento de las
funciones específicas del servicio policial contempladas en la Constitución
de la República, normas internacionales ratificadas por el Estado
ecuatoriano y demás normativa interna que regule la materia, en
salvaguarda de la integridad de las personas, sus derechos y bienes,
preservando las libertades, la paz pública, la seguridad ciudadana y la
prevención de la comisión de infracciones, dentro del territorio nacional; y,
aplicando los principios de legalidad, proporcionalidad y necesidad.

Art. 2.- Facultad del uso de la fuerza. - La Policía Nacional, es la


institución del Estado facultada constitucionalmente a través de sus
servidoras y servidores policiales, para ejercer el uso de la fuerza en
salvaguarda de la seguridad ciudadana, el orden público, la protección del
libre ejercicio de los derechos y la seguridad de las personas dentro del
territorio nacional. El uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional se
aplicará para neutralizar, y preferentemente, reducir el nivel de amenaza y
resistencia, de uno o más ciudadanas o ciudadanos sujetos del
procedimiento policial, evitando el incremento de dicha amenaza y
resistencia, para lo cual utilizarán en la medida de lo posible medios de
disuasión y conciliación antes de recurrir al empleo de la fuerza. Las
servidoras y servidores de la Policía Nacional, en el desempeño de sus
funciones, podrán utilizar la fuerza y armas de fuego solamente cuando
otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el
logro del resultado previsto, siempre el uso de la fuerza deberá ser una
medida excepcional proporcional.

Art. 3.- Capacitación policial para el uso de la fuerza. - Las y los


servidores de la Policía Nacional deberán ser capacitados, actualizados y
evaluados permanentemente en legislación Penal, uso adecuado de la
fuerza y la utilización de las armas incapacitantes no letales y letales, así
como los equipos de autoprotección. La Policía Nacional capacitará
periódicamente a las y los servidores policiales en legislación nacional e
internacional relacionada con el uso de la fuerza, procedimiento penal,
derechos humanos, uso y manejo de las armas incapacitantes no letales y
letales de dotación policial, técnicas policiales de arresto e inmovilización
de infractores y presuntos infractores de la ley, uso adecuado de la fuerza
en procedimientos policiales, solución pacífica de conflictos a través de la
negociación y la mediación, comportamiento y manejo de multitudes
pacíficas y violentas; y, otros medios lícitos que limiten el uso de la fuerza
a los niveles razonables de la agresión y riesgo generado.

Art. 4.- Definición de términos. - Las palabras empleadas en el presente


Reglamento se entenderán en su sentido natural y obvio, según el uso
general de las mismas, sin embargo, las que se detallan a continuación se
entenderán de acuerdo a los siguientes preceptos:

ACTO DE SERVICIO. - Es toda acción que ejecuta la o el servidor policial


en el cumplimiento especifico de sus funciones policiales, en cualquier
momento o circunstancia en que se halle acorde con la Constitución de la
República y la ley.

ARMAS DE FUEGO. - Es el conjunto de mecanismos que actúan de forma


coordinada proyectando un cuerpo físico al espacio que son dotadas por el
Estado a las y los servidores policiales para el cumplimiento de sus
funciones específicas.

ARMAS NEUTRALIZANTES NO LETALES. - Son las entregadas en


dotación policial, que, de acuerdo a sus características, al ser utilizadas por
los servidores policiales en el cumplimiento de sus funciones específicas
permiten neutralizar, sostener, y/o debilitar momentáneamente a las
personas y animales.

CRISIS. - Es la alteración grave del orden público, previsible o imprevisible,


ocasionada por la acción humana o de la naturaleza, que puede afectar la
vida o integridad de las personas, la propiedad pública o privada, que
genera altos niveles de incertidumbre y requiere de atención inmediata por
parte de las autoridades.

DISUASIÓN. - Es la inducción al infractor o presunto infractor de la ley, al


desistimiento de sus intenciones en contra de bienes jurídicos protegidos.

DOTACIÓN POLICIAL. - Son las armas, municiones, equipos,


implementos, uniformes y para el cumplimiento especifico de las funciones
policiales, que han sido entregados por parte de las o los servidores
policiales. y medios estado a Ministerio \igual' del Interior.
FUERZA POLICIAL. - Medio restrictivo a través del cual las servidoras y
los servidores policiales deben ejercer el control de una situación que
atenta contra la seguridad, el orden público, la integridad de las personas y
de los bienes, dentro del marco de la Constitución de la República, la Ley
y los Reglamento.

NEUTRALIZAR. - Acción y efecto de reducir, debilitar y contener al infractor


o presunto infractor de la ley, por la intervención de la o el servidor policial,
para contrarrestar el quebrantamiento del orden jurídico y disminuir su
capacidad de generar daño a los ciudadanos, autoridades o los bienes
públicos o privados.

OPERATIVO POLICIAL. - Conjunto de acciones y efectos que se generan


para cumplir una misión específica, debidamente planificada, dispuesta o
coordinada, que se ejecuta en el cumplimiento específico de las funciones
de competencia de la Policía Nacional.

OBEDIENCIA DEBIDA. - Las servidoras y servidores emanados de sus


superiores, los excesos en sus actuaciones no les eximirá de las acciones
administrativas y penales que correspondan, según la gravedad del caso.
Es imputable a todo superior la responsabilidad por las órdenes que imparta
y las consecuencias omisión en el cumplimiento de sus deberes. policiales
serán obedientes de las órdenes Y Ministerio del Interior

OPORTUNIDAD. - Es el principio que determina la efectividad en el uso de


la fuerza en el momento necesario para contrarrestar, controlar o repeler
una acción de resistencia o agresividad del presunto infractor de la ley.

PERSUASIÓN. - Es convencer o inducir en forma racional al infractor o


presunto infractor de la ley, para acatar las órdenes de las y los servidores
policiales.

PORTE. - Acción y efecto de llevar consigo armas o equipos de dotación


policial para el cumplimiento específico de sus funciones policiales.

RACIONALIDAD. - Implica el ejercicio del pensamiento lógico, que permite


a través de la conciencia, experiencia y conocimientos técnicos, tácticos o
estratégicos, hacer una valoración mediante la utilización de sus sentidos,
de los medios físicos, jurídicos, geográficos, climáticos, psicológicos,
materiales, etc., que le rodean a los miembros policiales y que le facilitan,
permiten, impiden u obstaculizan cumplir con su deber.

RESISTENCIA VIOLENTA. - Acción y efecto de violentar el natural modo


de proceder, quebrantando el orden jurídico establecido, en forma personal
con instrumentos u objetos con potencial de daño físico o psicológico, a la
o el servidor policial o a terceras personas durante la intervención policial.

RESTABLECIMIENTO DEL ORDEN. - Es el estado resultado del uso


sistemático de métodos, técnicas, tácticas y tecnologías por parte de las o
los servidores policiales, para que la situación vuelva a su estado normal.

USO ADECUADO DE LA FUERZA. - Empleo progresivo o diferenciado de


la fuerza por parte de las o los servidores policiales, de acuerdo al nivel de
resistencia presentado por el o los presuntos infractores,

5.4 DEL USO DE LA FUERZA

Art. 8.- Uso de la fuerza. - Cuando se estén afectando o exista inminente


riesgo de vulneración de los derechos y garantías constitucionales de
personas naturales y jurídicas, la paz pública y la seguridad ciudadana, las
y los servidores policiales utilizarán la fuerza, al no existir otro medio
alternativo para lograr el objetivo legal buscado: ésta será de forma
oportuna, necesaria, proporcional, racional y legal.

Art. 9.- Orden contraria a la ley de uso de la fuerza. - Ningún servidor


policial podrá ser objeto de proceso y sanción por negarse a ejecutar una
orden ilegitima de uso de la fuerza si ésta, fuere notoriamente
inconstitucional o ilegal, o que pudiera constituir un delito; dicha orden a
más de no ser cumplida, será informada al superior jerárquico inmediato de
quien la emitió.

Art. 10.- Casos del uso de la fuerza. - Cuando resultaren ineficaces otros
medios alternativos para lograr el objetivo legal buscado, las y los
servidores policiales podrán hacer uso de la fuerza en las actuaciones del
servicio específico policial que a continuación se detallan:
1. Para proteger y defender a las personas y demás bienes jurídicos
tutelados por la Constitución y la Ley.

2. Para neutralizar a la persona que se resista a la detención ordenada por


una autoridad competente, o por cometer infracciones flagrantes.

3. Para restablecer el orden público.

4. Para mantener y precautelar la seguridad ciudadana.

5. Para prevenir la comisión de infracciones.

6. Para proteger y defender los bienes públicos y privados.

7. En caso de legítima defensa propia o de terceros.

8. Para mantener la seguridad en sectores estratégicos.

9. Para la recuperación del espacio público.

10. Para el cumplimiento de orden legitima de autoridad competente.

11. Para la protección de la escena del delito y el lugar de los hechos.

12. Las demás actuaciones establecidas en la Constitución y la ley. El uso


de la fuerza que necesariamente se llegare a efectuar en los casos
descritos, se realizara ciñéndose a los principios básicos del uso de la
fuerza, descritos en el presente Reglamento.

Art. 11.- Niveles del uso de la fuerza. - Los niveles del uso adecuado de
la fuerza en la actuación policial son:

1. Presencia policial para lograr la disuasión.

2. Verbalización, a través de la utilización de diálogos y/o gesticulaciones


que sean catalogadas como órdenes y con razones que permitan a la o
las personas interferentes facilitar a las o los servidores policiales cumplir
con sus funciones.

3. Control físico, reducción física de movimientos, mediante acciones


cuerpo a cuerpo a efecto de que se neutralice a la persona que se ha
resistido y/o ha obstaculizado que la o el servidor Policial cumpla con sus
funciones.
4. Técnicas defensivas no letales, utilización de armas incapacitantes no
letales y armas de fuego con munición no letal, a fin de neutralizar la
resistencia violenta de una o varias personas.

5. Fuerza potencial letal, utilización de fuerza letal o de armas de fuego con


munición letal, a efecto de neutralizar la resistencia o actuación
antijurídica violenta de una o varias personas, en salvaguarda de la vida
de la servidora o servidor policial o de un tercero frente a un peligro
actual, real e inminente.

Art. 12.- Niveles de resistencia del intervenido. - El nivel de fuerza a


utilizar por la policía dependerá de la resistencia del intervenido, esta
resistencia puede incrementar gradual o repentinamente del primer nivel
hasta el máximo nivel o viceversa; o iniciarse en cualquier nivel e
incrementase o reducirse gradual o repentinamente:

1. Riesgo Latente. - Es la amenaza no perceptible inherente a toda


intervención policial.

2. Cooperador. - Acata todas las indicaciones de la o el servidor policial


durante la intervención sin manifestar resistencia.

3. No cooperador. - No acata las indicaciones del efectivo policial. No


reacciona, ni agrede.

4. Resistencia física. - Se opone a su sometimiento, inmovilización o


conducción, llegando al nivel de desafío físico.

5. Agresión no letal. - Agresión física al personal policial o a otras


personas involucradas en la intervención que no llega a poner en riesgo
sus vidas; y,

6. Agresión letal. - Acción que pone en peligro inminente de muerte o


lesiones graves al efectivo policial o a personas involucradas en la
intervención.

Art.13.- Prohibición del uso de la fuerza. - Las y los servidores de la


Policía Nacional en el ejercicio de sus funciones específicas del servicio
policial no podrán hacer uso de la fuerza con fines de venganza, retaliación,
intimidación; o para obtener beneficios personales o de terceros; en cuyo
caso, se informará inmediatamente a la superioridad y autoridades
competentes para los fines de ley.

Art. 14.- Uso de Armas de fuego con munición letal.- Las y los servidores
de la Policía Nacional sólo emplearán armas de fuego con munición letal
en defensa propia o de otras personas, en caso de peligro actual, real e
inminente de lesiones graves o de muerte, o con el propósito de evitar la
comisión de un delito particularmente grave que entrañe una seria amenaza
para la vida o con el objeto de detener a una persona que represente ese
peligro y oponga resistencia o por impedir su fuga y solo en el caso que
resulten insuficientes medidas menos extremas para lograr dichos
objetivos. En cualquiera de estos casos, sólo se podrá hacer uso
intencional de armas de fuego con munición letal cuando sea estrictamente
inevitable para proteger una vida o la integridad propia o de terceros. Las y
los servidores de la Policía Nacional, deberán identificarse y advertir de su
intención de emplear el arma de fuego a menos que este acto ponga en
grave riesgo la integridad o la vida suya o de terceros. Cuando el empleo
de las armas de fuego con munición letal sea inevitable, los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley, cumplirán con los siguientes preceptos:

1. Ejercerán moderación y actuarán en proporción a la gravedad del delito,


al objetivo I se persiga y de acuerdo al nivel de resistencia del
intervenido.

2. Propenderán a causar el menor daño posible.

3. Procederán de modo que se presten lo antes posible asistencia y


servicios médicos a las heridas o afectadas.

4. Procurarán notificar lo sucedido, a la brevedad posible, a los parientes o


amigos íntimos de las personas heridas o afectadas.

5. Observarán los principios de legalidad, necesidad y


proporcionalidad. Los disparos de advertencia no se considerarán
práctica aceptable, por no atender a los principios del uso de la fuerza y
en razón de la imprevisibilidad de sus efectos, su inobservancia será
sancionada disciplinaria, administrativa y penalmente.

5.5 PRINCIPIOS DEL USO DE LA FUERZA

Es de suma importancia y obligatoriedad que todas las intervenciones


policiales se basen en los principios de:

a. Legalidad

b. Necesidad

c. Proporcionalidad.

Estos principios deben ser puestos en práctica con un alto grado de


racionalidad y sustentados en una conducta ética.

Legalidad

Todos los actos que realiza el efectivo policial en el cumplimiento de su


función deben estar amparados en las normas legales (ley, reglamentos,
directivas, entre otras); de igual forma los procedimientos que adopte el
efectivo policial deben ceñirse a todas las disposiciones legales nacionales
e internacionales.

El uso de la fuerza debe estar dirigido a lograr un objetivo legal.

Necesidad

La intervención policial debe ser la respuesta a una situación que


represente una amenaza y que requiera de una acción inmediata para
evitar su agravamiento en actos delictivos o ilegales.

El uso de la fuerza es necesario cuando no existe otra forma de lograr un


objetivo legal.

Proporcionalidad

Es la equivalencia entre la gravedad de la amenaza y la cantidad de


fuerza empleada. En otras palabras, la cantidad de fuerza debe ser
proporcional al objetivo legal deseado y a la gravedad de la amenaza
sufrida.
Se debe considerar, entre otras circunstancias:

a. La intensidad y peligrosidad de la agresión

b. La forma de proceder del agresor

c. Los medios de los que disponga el policía para defenderse.

Por tanto, cuando las consecuencias negativas del uso de la fuerza sean
superiores al objetivo legal pretendido y a la gravedad de la amenaza
sufrida, se recomienda al policía abstenerse de seguir usando la fuerza.

El uso de la fuerza es proporcional cuando existe un equilibrio entre la


gravedad de la amenaza y la cantidad de fuerza empleada para alcanzar
el objetivo legal deseado.

BIBLIOGRAFIA

http://www.codhem.org.mx/localuser/codhem.org/difus/trip/tripdrsegpub.pdf

http://docs.ecuador.justia.com/nacionales/codigos/codigo-de-etica-profecional-
de-la-policia-nacional.pdf

http://www.jurisprudencia.gob.sv/documentosboveda/d/2/1990-
1999/1992/08/88a28.pdf

https://reddeapoyo.org.ve/la-policia-garante-de-los-derechos-humanos/

Código de conducta para los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.

https://es.slideshare.net/Monserrat2/15-cartilla-derechos-deberes-policas

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