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La perspectiva de género por Marcela Lagarde

Catedra: Género, pluralidad y diversidades.


Estudiante: Elixen Alida Valencia Rojo
Código: 2055075
Programa: 3541 – Licenciatura en música

Se entiende por género la construcción histórica y contextual que ha definido los


roles desempeñados en la sociedad por hombres y mujeres en sus diferentes
etapas de desarrollo. El género es una marca que determina los derechos,
deberes, libertades y limitaciones de cada uno de los actores que intervienen en
esta construcción.

El género por si solo hace distinción entre personas, de acuerdo a sus


características genotípicas, es decir por sus órganos sexuales y reproductivos y de
acuerdo a los mismos, desde el vientre mismo se presume el rol que determinara
su destino en el entorno socio cultural y político en el cual haya tenido la fortuna
de nacer.

Ahora, hablando en primera persona, mi familia está conformada por padre, madre
y tres hijas. El hombre de la casa, mi padre, nacido en una familia igualmente
funcional, de tradición paisa y campesina, con educación básica, porque ni
siquiera llego a mitad de la primaria, pues desde muy pequeño se vio en una
dinámica que para la época era normativa en entornos rurales, que consiste en
que los hombres se dedican a trabajar en labores de campo y las mujeres
permanecen en casa, se hizo adulto con costumbres machistas muy arraigadas.
Mi madre por su parte creció en una familia menos funcional, pues a pesar de
tener a padre y madre presentes, mi abuela fue siempre una mujer trabajadora
que buscaba el sustento propio y de sus hijos, observó patrones diferentes en su
dinámica familiar.

Mi padre y madre engendraron tres hijas, tres mujeres y las dinámicas familiares,
aunque conservan muchos patrones machistas, pues a mi padre se le debe servir
siempre por ser el hombre de la casa, los roles se flexibilizan dadas las
circunstancias y el contexto en el cual vivimos, pues para un solo hombre es
insostenible la idea radical de que el hombre es el proveedor y la mujer protectora,
pues cada una de nosotras hemos tenido que buscar la manera de sostener
nuestras propias necesidades a nivel económico, educativo, etc.
Siendo tres hijas mujeres, de una madre dedicada exclusivamente al hogar, de un
padre de tradición y costumbres muy marcadas, hemos accedido a educación, lo
cual ha permitido a su vez educar y redefinir los roles desempeñados por cada
cual tanto en el hogar, como en la sociedad a la cual pertenecemos.

Este es un ejemplo clarísimo de las relaciones y prácticas de género y considero


que esta es la realidad de la mayoría de hogares en el contexto latinoamericano.

La razón por la cual se naturalizan conductas, relaciones y prácticas de género es


precisamente por el contexto socio cultural en el cual se desarrolla cada individuo,
la estructura familiar, el acceso a educación, información y oportunidades. Siglos
de repetir de manera cíclica patrones aprendidos desde los primeros años de
desarrollo son los que crean estos arraigos a estructuras basadas en el poder
patriarcal.

Sin embargo, el ser humano que es parte de un esquema evolutivo y adaptativo,


redistribuye y rediseña estructuras de poder, pues la época actual en comparación
a cien años atrás se ha ido transformando, resultado de la lucha y la búsqueda de
definir los derechos de cada individuo en su entorno.

Finalmente, a pesar de los procesos evolutivos propios de las dinámicas


socioculturales, aún hay un camino que se debe recorrer para desarraigar
modelos antiguos y diseñar políticas, transformar costumbres heredadas y así
disminuir cada vez más la brecha que aún existe y que esta determinada
netamente por el sexo con el cual se nace.

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