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En Mollendo, uno de los balnearios más importantes de Arequipa, se percibe dos climas en esta época del año. En su
zona céntrica, cerca de la playa, está nublado y hace frío. En la periferia, el sol brilla y es insoportable. Esta
bipolaridad parece reflejarse en la posición de los mollendinos con relación al proyecto minero Tía María, que desató
un conflicto social en Islay, provincia costera a dos horas de la ciudad de Arequipa. En el centro, la mayoría apoya
la minería; mientras que, en los pueblos jóvenes, ocupados por migrantes del valle de Tambo y la sierra, la posición
es totalmente contraria. Están contra Southern.
Esto ha convertido a Mollendo, la capital de Islay, en un escenario polarizado y de guerra. Cuando se reinició el
conflicto contra el proyecto de Southern, este año, las acciones de protesta ocurrieron en Cocachacra, Punta de
Bombón y Deán Valdivia, los distritos agrícolas que pertenecen al valle de Tambo, área de influencia de Tía María.
Para hacer sentir su protesta, los manifestantes y su fuerza de choque, los espartambos, avanzaron hacia Mollendo.
Bloquearon el ingreso a la planta de Petroperú, que abastece de combustible a la ciudad de Arequipa. Ahí se enfrentan
con la policía por el control de esa vía.
Mollendo no solo es una ciudad sitiada. Es preferible callar sobre Tía María, sobre todo si hay una opinión a favor.
Un mollendino cuenta anónimamente lo ocurrido en 2011. Dice que por mostrarse a favor de Southern le destruyeron
su negocio y le quemaron la casa a su tío. “Tuve que escapar hacia Arequipa un mes porque me estaban buscando”.
En 2015, se repitieron los mismos actos de violencia. Ahora no habla ni a favor ni en contra. El intento de sacar
el proyecto minero solo está trayendo penuria, dice. "Queremos paz para trabajar. Si esto sigue así, no vamos a tener
verano, y es la época que más negocio nos trae”, nos dice este comerciante.
Un grupo de ciudadanos formó un colectivo sin nombre que organiza marchas por la paz. Hace dos semanas se
enfrentaron a los mollendinos de la periferia, varios de ellos encapuchados. La policía tuvo que intervenir para que no
se agarren a golpes.
Otro ciudadano sostiene que los opositores del proyecto minero son intolerantes. Para ellos la mina no va y punto.
“No quieren diálogo y de esa forma no se puede avanzar”.
Ante las amenazas de saqueos, el alcalde de Islay, Edgar Rivera, pidió más policías. Los mollendinos de la periferia lo
llamaron traidor. Se constituyeron en el cercado y atacaron los comercios. Los encapuchados destruyeron la moto de
un repartidor de gas y atacaron una camioneta con una niña adentro. Asustaron a los trabajadores de los negocios.
Marilú Marroquín, agricultora antiminera y dirigenta de la junta de regantes de La Ensenada-Mejía, atribuye los
excesos a infiltrados del grupo Terna de la Policía. “Ellos son incendiarios y azuzan a los chicos a atacar. Hemos
atrapado a algunos”, refiere.
Esto último tiene algo de cierto. Varias fuentes hicieron la misma referencia. El día que el alcalde de Islay pidió más
refuerzos policiales, en Matarani los agricultores atraparon a tres infiltrados. “Eso me parece que encendió más las
cosas y provocó que lleguen enardecidos hasta Mollendo. Querían matar al alcalde por traicionarlos. Todo empeoró
ese día”, refiere otra fuente.
Cualquier opinión a favor o neutral respecto a Tía María es respondida con violencia y hasta amagos de saqueo contra
los comerciantes del centro. Los manifestantes no quieren cobertura periodística, sobre todo si es foránea. “Prensa
vendida, mermelera”, insultan cuando aprecian a un periodista haciendo su trabajo.
Un valle cerrado
Si en Mollendo la desconfianza es grande, en el valle de Tambo es peor. Desde la zona de Boquerón hasta
Cocachacra y Punta de Bombón, está bajo el control de los agricultores opositores. Las vías están bloqueadas. Los
vehículos solo pasan con la venia de los tambeños. Miran con desconfianza a los desconocidos. Una foto con el
celular podría incluso alterarlos.
Son pocos carros que llegan con pasajeros. Llegan hasta un punto y luego se debe caminar hasta el poblado más
cercano.
Pese al bloqueo de vías y la paralización, las actividades en el campo se desarrollan de manera normal. En las chacras
los jornaleros fumigan o abonan.
“En noviembre es la cosecha de la papa, trabajamos de noche o cuando nos dan permiso de día. Luego tomamos el
relevo en la huelga. Tampoco podemos perder, es nuestro modo de vida”, explica un agricultor de la zona.
Esto es criticado por los mollendinos, quienes señalan que mientras los espartambos han sitiado la ciudad, evitando
que el comercio se dé de forma normal, “los tambeños siguen con sus actividades normales. Ellos no pierden y
nosotros sí. Eso no es justo. Por eso pedimos que esto se acabe ya”, refiere.
Abordamos un camión rumbo a Cocachacra. En la tolva está una orquesta. Van alegres tocando distintos ritmos. La
mayoría de viajeros son jóvenes que forman parte del grupo de los “Espartambos”. Diestros con la huaraca, un arma
ancestral inca, para enfrentar a la policía.
Diversas manifestaciones sucedieron ayer en Islay. Por la mañana, manifestantes contra Tía María realizaron una
movilización pacífica en Matarani. Por la
tarde, hubo enfrentamientos en Mollendo
con la Policía. Horas después, otras
personas se movilizaron por el centro de
Mollendo, llamando a la paz.
El funcionario señaló que la denuncia sería por el delito de perturbar el orden público y exponer a
personas al peligro. Aún recaba la información necesaria, especialmente los videos del día de la
protesta. Tomarán como antecedente las manifestaciones en otros actos por el aniversario
de Arequipa.
25/08/19
Consultado por la demora en el debate del proyecto de reforma constitucional para adelantar las elecciones, Vizcarra
Cornejo indicó que setiembre es el plazo máximo que se manejaría para la aprobación de su propuesta, por ello
enfatizó que el Legislativo está retrasando la discusión.
“No es que parezca que se están demorando, se están demorando. El anuncio fue el 28 de julio y el 31 presentamos el
proyecto al Congreso. Ya estamos próximos a terminar agosto y lo que ha manifestado la Comisión de Constitución es
que se vería en septiembre y que se van de semana de representación. Va a ser una semana de representación más
larga, al parecer para postergar más aún el debate”, manifestó.
Finalmente, el presidente agregó que el Ejecutivo no maneja aún una eventual cuestión de confianza por la
aprobación de su proyecto.
“Nosotros no adelantamos la decisión que vamos a tomar. La tomamos con un análisis objetivo en función de los
hechos reales. Nosotros hemos planteado que existe un tiempo prudencial para definir este tema hasta el mes de
septiembre”, agregó.
El titular del Congreso, Pedro Olaechea, solicitó la opinión internacional sobre si el proyecto de adelanto de
elecciones al 2020 afecta a la separación de poderes. El órgano al que consultó es la Comisión Europea para la
Democracia a través del Derecho, órgano consultivo del Consejo de Europa.
El pasado 16 de agosto, Olaechea envió una carta a Gianni Buquicchio, presidente de la Comisión de Venecia, como
también se conoce al órgano en mención, en la que hizo un recuento de los hechos que llevaron a la crisis política
actual.
En la misiva se agrega que por los hechos planteados, se mantiene preocupado de un nuevo pedido de confianza por el
adelanto de comicios electorales para “forzar su aprobación”.