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Todas las noches pido a Dios en mis rezos que me permita soñar
contigo para poderme levantar pensando en ti.
No hay cosa que me guste más que dormirme y soñar contigo, y
luego despertarme y correr a robarte el beso que me dé energía todo
el día. ¡Buenos días cariño!
Perdona que te despierte, pero me he visto en la necesidad de
despertarte para poder volver a admirar tus preciosos ojos. Buenos
días cariño.
Solo te pido que te despiertes para poder ver tus serenos ojos y poder
disfrutar y bucear en la profundidad del alma. Ahora que ya estás
despierta, solo te puedo dar los buenos días.
Solo quiero que sepas que cuando me despierto por la mañana y
tengo la posibilidad de disfrutar de tu preciosa mirada, soy la persona
más feliz del mundo. Es como si pudiese ver de cerca dos enormes y
preciosas estrellas en el universo.
Dicen que madrugar es difícil. Pero te puedo asegurar que no hay
pereza cuando pienso en que una vez más puedo ver tus preciosos
ojos.
Uno de los momentos más felices del día es cuando tengo la
oportunidad de despertarme a tu lado.
La mejor manera de comenzar el día es cuando me levanto y veo
reflejada en tu mirada una preciosa sonrisa.