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8 cosas que debes saber del

amor verdadero

Raquel Aldana 19, Octubre 2015 en Emociones13536 compartidos





Amor verdadero significa saber reconocer y asumir que las personas
tenemos tantos defectos como virtudes, que probablemente nos
incomoden costumbres, que no todo es de color de rosas y que no vivimos
en un cuento de príncipes y princesas enamorados.
El amor verdadero es algo que va más allá de amar las
coincidencias. Un amor sincero y verdadero es enamorarse de las
diferencias con gran intensidad, ser tolerantes con las incomodidades y
abrir las puertas a la confianza.
Uno no puede decir que ama al otro hasta que no se conocen sus
demonios, su ira, su enfado y sus contradicciones. Hace falta amar de
verdad para comprender que en una relación no todo es belleza, sino que
también hay caos y, junto a él, dinamita.

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En resumen, el amor verdadero es convivir cuidando


muchos detalles, armando rompecabezas y montando castillos de
ilusiones y desilusiones en el aire. Si asumimos esto conoceremos el
verdadero valor de la permanencia, de que hay sentimientos que
perduran, que no son de usar y tirar.
Amar de verdad es un gran desafío. Por eso para conseguirlo tenemos
que deshacernos de todas aquellas ideas que nos impidan sostener la
realidad. Para ello debemos tener claras ciertas premisas que nos
ayudarán a saber lo que es y lo que no es el amor verdadero.
Veámoslas…
1. Enamórate de ti y de la vida, después hazlo
de quien quieras
Para amar sin dependencia ni necesidad hace falta valorarnos a nosotros
mismos primero. O sea, para decir “te quiero” primero debes saber
decir “me quiero”. El amor propio y el conocimiento de uno mismo son
las claves para generar relaciones saludables.

En resumen, para encontrar a la persona adecuada también debemos


prepararnos nosotros para una relación. Esto exige un trabajo interior que
puede resultar costoso pero que, sin embargo, tendrá grandes beneficios.

“Si el amor fuera un árbol, las raíces serían tu amor propio. Cuanto más te
quieras, más frutas dará tu amor a los demás y más sostenible será en el
tiempo”
-Walter Riso-
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2. Amar es querer sin condiciones ni


excepciones
Es natural y normal que no nos guste todo de nuestra pareja. Sin
embargo, las diferencias hacen hermoso y completo al amor. Si solo
amamos aquello que nos gusta o de la forma en que lo idealizamos, el
cariño no se podrá sostener por mucho tiempo, ya que somos seres
repletos de luces y de sombras.

3. Amar no es necesitar, es preferir


La dependencia y el amor están tan reñidos que si les obligamos a
coexistir, se destruyen. Nadie en la vida tiene la responsabilidad de
completar lo que nos falta. Por eso preferir en vez de necesitar tiene
como consecuencia directa otorgarle más valor a la persona que
queremos, pues la valoraremos por quién es y no por lo que nos aporta.
La resolución de este punto está muy ligada al primero; es decir,
necesitamos trabajarnos y cuidarnos a nosotros mismos para no caer en
la “necesidad” de que alguien tape nuestras heridas y elimine nuestras
carencias. Por eso, la clave del amor verdadero está en nosotros
mismos.

4. Ser la pareja perfecta no significa no tener


problemas, sino saber solucionarlos
A veces caemos en el error de creer que para que el amor funcione es
necesario no tener problemas, no discutir, comprenderse al 100% y
siempre estar dispuestos al otro. Sin embargo, el amor verdadero es
hacer frente a lo bueno y a lo malo sin ningún tipo de anestesia. Es
decir, contemplar la realidad tal cual es y resolver los problemas a través
del respeto, del compromiso y de la estabilidad.
5. El amor verdadero no crece de la nada, se
construye
Para construir el amor es necesario formar un equipo y establecer las
normas del juego. Para poder saltar a la cancha deberíamos saber
que son necesarias la comunicación, la escucha sincera y empática,
los diálogos abiertos y la eliminación de pretensiones.
El amor se construirá con los cimientos del apoyo, del reconocimiento y
del cariño verdadero. A través de estas premisas construiremos algo mejor
que un amor: una complicidad.

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6. Para amar de manera plena debes
establecer tus límites emocionales
Una relación sana no está fundamentada en juegos de poder ni en
condiciones, sino que se basa en propósitos conjuntos, equilibrados y
saludables. Así, deberíamos deshacernos de la idea del sacrificio ligado al
amor.

Hay ciertas cosas que no debemos tolerar como son el abuso, el


engaño, la manipulación emocional, el maltrato o la violación de nuestros
valores. Todos ellos se fundamentan en la falta de respeto y la falta de
amor, por lo que rechazarlo significa no sobrepasar nuestros límites
emocionales.

7. Al verdadero amor no se le conoce por lo


que exige, sino por lo que ofrece
El amor no es control ni exigencia, es libertad y confianza. A pesar de
esto, la esclavitud emocional es mucho más común de lo que nos gustaría
reconocer; de hecho, es demasiado común encontrarnos con ideas
erróneas en cuanto al compromiso y la pareja.

Para eso es necesario eliminar victimismos y reproches que pretenden


justificar malas acciones o malas palabras. Este tipo de comportamientos
nos mantienen atrapados en una espiral negativa que nutre nuestra
relación de oscuridad, desconfianza y falsas expectativas.

Del mismo modo, si por estar al lado de alguien tienes que sacrificar parte
de ti y de tu vida, entonces ese amor te está mermando. El amor se basa
en el respeto y en el crecimiento individual de cada uno de los miembros
de la pareja.

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8. Si el amor te aprieta, no es tu talla


Si el amor duele, significa que no es amor, que estamos confundiendo
sentimientos y que nos estamos destrozando. O sea, que si nos estamos
ahogando es el momento de salir del agua. No somos nosotros los que
debemos cambiar para encajar con nuestra pareja, sino que quizás aún no
hemos encontrado un zapato a nuestra medida. En el caso de que la
relación suponga angustia, lo mejor es dejar ir.

Si un miembro de la pareja veta una parte del otro, es hora de


decir adiós y dejar marchar. O sea, es el momento de restablecer
prioridades y comprender que de lo que nos hace sufrir es el momento de
prescindir.

Cada una de estas claves fundamentarán una relación sana y duradera.


Por eso es el momento de deshacernos de todas aquellas ideas que
contradigan valores como la libertad, la confianza y el cuidado de uno
mismo.

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