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Primera Lectura
Primera Lectura
FACULTAD DE INGENIERÍA
Lectura 1 :
La tradición europea trata de describir y explicar cuáles son las causas sociales
favorables que permiten el desarrollo científico y tecnológico. En tanto que la
tradición americana estima a la ciencia y la tecnología como un producto y trata
de explicar su influencia en las estructuras y dinámicas sociales. La tradición
europea por tanto, establece una estrecha vinculación entre ésta y el término de
tecnociencia, el cual ya fue abordado en el apartado referente a las
aproximaciones filosóficas de la técnica y la tecnología. La tradición europea se
origina en el llamado “programa fuerte” de la sociología del conocimiento
científico, encabezado por la Universidad de Edimburgo y por los autores muy
conocidos como Barry Barnes, David Boor y Steven Shapin, quienes se
caracterizan por su interpretación radical de los condicionantes sociales de la
ciencia. Por el momento solamente conviene recordar que los escasos estudios
sobre tecnociencia abren la posibilidad de establecer un diálogo entre
implicaciones sociales, económicas y políticas con la amalgama de ciencia y
tecnología, aunque no se debe olvidar que para este grupo de investigadores la
tecnociencia es sinónimo de tecnología en sentido restringido. El término
restringido se refiere que la tecnociencia es entendida como técnica moderna de
base científica y a lo largo del estudio se ha tratado de diferenciar entre técnica
y tecnología en sentido amplio . Otro asunto implícito en la tradición europea es
la tendencia a considerar como principio rector de la relación tecnocientífica al
constructivismo social, el cual enfatiza que la propia sociedad participa de
manera activa en la funcionalización de la tecnología, ya que la propia sociedad
es quien otorga valor a la tecnología y le da el carácter simbólico que también ya
fue referido en este trabajo.
Steve Fuller (1995) propuso a la “epistemología social” como uno de las supuestos
viables para la consolidación del movimiento CTS. Su idea consistió en abrir un
fórum democrático para discutir cuestiones relativas a la producción y
distribución del conocimiento en la sociedad, una especie de foro para la filosofía
política en el ámbito del conocimiento. La propuesta de Fuller (1995, pp. 1-6) está
encaminada en abrir dos foros donde se discutan, por un lado, la normatividad
de la epistemología social, en concreto se hablaría sobre la producción y
distribución del conocimiento. El otro foro estaría abierto para los investigadores
interesados en aportar pruebas empíricas de cómo realmente ocurren las cosas
en la sociedad, es decir, cómo se produce y distribuye el conocimiento en ciertas
sociedades con casos específicos. La epistemología social tendría la función de
tratar de conciliar estas dos perspectivas y emitir recomendaciones para la
democratización del conocimiento en la sociedad.
Los estudios de CTS se encuentran en la actualidad en pleno desarrollo, pretende
presentar a la ciencia y a la tecnología desmitificada de la idea de actividad
autónoma, los nuevos esfuerzos están decididamente encaminados a mostrarlos
como un proceso o producto eminentemente social y cultural, donde los elementos
no técnicos desempeñan un papel decisivo en su desarrollo e interpretación. El
fenómeno científico-tecnológico debe ser visto como una compleja actividad
humana, con un gran poder instrumental, pero manejado y orientado a final de
cuentas por el principio del beneficio cultural y social (López Cerezo,1998, pp. 3-
4) No se trata de minimizar los aspectos técnicos, por el contrario son de gran
influencia, pero por ello mismo, deben ser intencionalmente guiados por el
hombre para generar capital valioso desde la perspectiva humanística, sin
olvidar que los sujetos usuarios son los entes que le atribuyen valor simbólico a
los artefactos a partir de su utilidad y de la generación de valor social y cultural.
Desde otro ámbito podemos indicar que la polaridad entre cultura humanística
y cultura científico-tecnológica no deberían ser extremos opuestos o
confrontados, porque tienen la posibilidad de ser convergentes si se consideran
como dos formas de abordar el mismo tema. Tal es el caso de los artefactos
tecnológicos que muestran su fase científica-técnica en el diseño, construcción y
manejo de productos útiles para los usuarios, pero los mismos beneficiados no
pueden ser unos cuantos que por su condición socioeconómica o por su
conocimiento en el manejo de herramientas info-cominacionales, serían los
directamente favorecidos en contraposición con los entes sin recursos suficientes
para acceder a la tecnología y sin los conocimientos necesarios para manipular
los artefactos tecnologizados. Aunque este último es un planteamiento
humanístico, la corriente de ciencia, tecnología y sociedad trata de equilibrar la
balanza para que los aspectos instrumentalistas no sean los definitorios al
momento de la implementación tecnológica. Ya se ha explicado ampliamente que
los artefactos en sí mismos no deberían ser considerados como motores de
desarrollo tecnológico, pero en la vida cotidiana y a través de la historia, sí son
considerados como elementos determinantes del desarrollo de países y
sociedades. Es más, algunos parámetros para medir el desarrollo de una nación
se encuentra delineada por la cantidad de infraestructura tecnológica, así que no
tan fácilmente se puede aceptar una argumentación tan bien intencionada pero
a su vez tan lejos de la realidad.
Giménez (2003, p. 56) enfatiza que “(…) la cultura implica el conjunto de modelos
de representación y de acción que de algún modo orientan y regularizan el uso
de tecnologías materiales, la organización de la vida social y las formas de
pensamiento de un grupo. En este sentido, el concepto abarca desde la llamada
“cultura material” y las técnicas corporales, hasta las categorías mentales más
abstractas que organizan el lenguaje, el juicio, los gustos y la acción socialmente
orientada”. Está sería una idea muy clara de lo que se pretendió explicar en este
apartado como la combinación o la construcción de lo objetivo con lo netamente
subjetivo y que está presente en nuestra convivencia con la tecnología hoy en día.
PARA PENSAR: