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Federalismo Electoral: Organización Electoral en las Jurisdicciones Provinciales

Argentinas

Alejandro Tullio

En la argentina coexisten 25 sistemas y autoridades electorales.

La Constitución Argentina en sus artículos 1º, 121º, 122º y 123º 1 establece la


naturaleza del régimen federal, donde las provincias como entes preexistentes que
constituyen la Nación, se reservan para si toda facultad no delegada
expresamente, dictan su propia constitución y eligen sus autoridades, sin
intervención del Gobierno Federal.

Esta afirmación constitucional constituye una reivindicación necesaria en un


proceso sociohistórico en el que el poder jurígeno federal recaía en las provincias

Ello implica que los organismos del Estado nacional con competencia electoral,
Cámara Nacional Electoral, Juzgados Federales con competencia Electoral y
Dirección Nacional Electoral, no participen necesariamente de los procesos
electorales que se celebran en muchas provincias argentinas.

Las cláusulas constitucionales citadas determinan que cada estado provincial


tenga su andamiaje institucional lo que incluye no solo su propio sistema electoral
sino, sus órganos electorales.

Esta característica permite la coexistencia de una multiplicidad de sistemas a nivel


subnacional los que provocan distintas formas de representación política.

Consecuentemente hay actualmente en nuestro país mas autoridades electas con


legislaciones locales, en elecciones organizadas por autoridades provinciales y
con resultados proclamados sin ninguna intervención de la Justicia Nacional
Electoral.

1
Artículo 1°- La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana
federal, según la establece la presente Constitución
Artículo 121.- Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta
Constitución al Gobierno Federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos
especiales al tiempo de su incorporación.
Artículo 122.- Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas. Eligen sus
gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia, sin intervención del
Gobierno Federal.
Artículo 123.- Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por
el art. 5° asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden
institucional, político, administrativo, económico y financiero.
Sin perjuicio entonces de las atribuciones y funciones de la organización electoral
del nivel nacional corresponde conocer las particularidades que el federalismo
conlleva a nivel electoral.

Un tercio de las veinticuatro de las provincias tienen un Poder Legislativo


Bicameral. Entre estas, seis renuevan parcialmente sus miembros y dos los
renuevan totalmente. Las restantes dieciséis provincias, con Legislatura
unicameral, tienen distintos sistemas electorales.

Asimismo aplican distintas formulas de conversión de votos en bancas. En su


mayoría aplican el sistema D´Hondt, con o sin piso, pero coexisten
circunscripciones uninominales, lista cerrada y bloqueada, representación regional
proporcional, lista Incompleta mixta, ley de lemas.

Para elegir al Poder Ejecutivo de cada Provincia, Gobernador y Vice, existen


distintos sistemas, prevaleciendo la elección directa por mayoría simple, aunque
también existen provincias que aplican la ley de lemas o los sistemas de mayoría
absoluta con ballotage.

Esta diversidad se expresa también en los órganos de la administración electoral.

Una primera clasificación, de acuerdo a la competencia, distingue entre las


provincias cuyos órganos electorales tienen competencia en materia electoral y de
partidos políticos2 de las provincias que tienen órganos diferenciados para cada
materia3.

Un segundo criterio de clasificación de acuerdo a la integración, encuentra los


siguientes tipos:
Integración Judicial4: Sus miembros son miembros del Poder Judicial.
Integración Mixta5: Sus miembros son magistrados y cargos políticos.

Otro criterio de clasificación radica en la existencia de una o mas instancias


procesales específicamente electorales:6
Instancia única7: El órgano electoral resuelve con apelación
ante un Tribunal Judicial Superior.
Doble instancia8: primera instancia a cargo de un Tribunal
unipersonal, con competencia en todo el territorio de la provincia y por lo general
2
Provincias de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja,
Mendoza, Misiones, Salta, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
3
Catamarca, Córdoba, Corrientes, Neuquén, Río Negro, San Luis y Tierra de Fuego.
4
Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Santa Cruz, Chaco, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja,
Misiones, Salta, San Juan, y Santa Fe
5
Mendoza, Chubut, Entre Rios, Santiago del Estero, Tucuman.
6
Pueden existir recursos pero se interponen ante organismos no específicamente electorales.
7
Provincia de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy,
La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del
Estero, Río Negro, Tierra del Fuego y Tucumán
8
Córdoba, Catamarca, Corrientes Neuquén y San Luis
con fuero propio y designación de un magistrado específico para atender dicho
fuero. La segunda instancia, se encuentra a cargo de un organismo colegiado
específico.

Ahora bien, cuando las provincias en ejercicio de su autonomía convocan a


elecciones el mismo día que las elecciones nacionales, por razones de economía
procesal y de unificación de criterios, las elecciones se realizan bajo un único
procedimiento, llamado de simultaneidad, y bajo la autoridad federal en materia
electoral, la que de todas maneras, actuará en cooperación con la autoridad
electoral local ya que esta última realiza operaciones jurídicas previas al acto
comicial como la oficialización de las candidaturas locales y la proclamación de los
electos, una vez aplicados los sistemas locales a la suma aritmética de los votos
informada por la autoridad federal.

Esta multiplicidad de órdenes normativos e instancias puede ser atacada desde


algunos puntos de vista pero nuestra realidad histórica y política, marca la
necesidad de trabajar en homologar sistemas de garantías de los derechos
políticos, expandir la participación democrática, brindar seguridad jurídica, todo
ello sin avasallar las autonomías provinciales.

Los órganos electorales provinciales han tenido una creciente importancia en la


vida institucional de sus provincias desde que el procedimiento de simultaneidad,
que era el preeminente en los años 80, ha ido dejándose de aplicar
progresivamente y en el año 2007, solo 10 provincias celebraron elecciones para
cargos locales simultáneamente con las nacionales. Esta importancia se ha
reflejado en una producción jurisprudencial creciente en cantidad y calidad, lo que
redunda en un fortalecimiento del federalismo electoral.

Así como consideramos que algunos procesos de la administración electoral


deben ser desarrollados únicamente en jurisdicción federal y puestos a disposición
de la jurisdicción local, como los registros de electores; e incentivamos la
cooperación entre el organismo electoral especializado en el Poder Ejecutivo
como es la Dirección Nacional Electoral con las autoridades electorales locales,
creemos que si bien son las condiciones sociopolíticas las que determinan en
cada caso la conveniencia o no de realizar actos electorales en forma simultánea
con las elecciones nacionales, respetar la autonomía provincial y las mandas
constitucionales, requiere de autoridades electorales provinciales en capacidad de
ejercer plena y autónomamente sus facultades, lo que implica una
profesionalización de las mismas en todo el país.

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