Luego del resultado de las primarias y del cimbronazo
cambiario, la inflación abandonó el proceso de lenta desaceleración en niveles aún elevados y volvió a trepar un escalón. En agosto, el índice de precios al consumidor avanzó un 4%, una variación casi dos puntos por encima de la marca de julio, pero por debajo de lo esperado este mes por el mercado.
La variación de precios acumuló en lo que va del año
un 30% y sumó en 12 meses un 54,5%. La inflación núcleo, que elimina precios regulados y estacionales, aumentó 4,6% en agosto. Más allá de la quita del IVA, y los programas Precios Cuidados y Productos Esenciales, los valores de los alimentos avanzaron un 4,5% y completaron ocho meses con un alza de 33,3%.
Según los datos del Presupuesto 2020 que el Gobierno
presentará hoy a los gobernadores y el lunes llevará al Congreso, la inflación cerrará el año en 52,8%. Los economistas privados creen que llegará a 55%. Antes de las primarias, el proyectado por los especialistas era 40%. Las principales subas del mes se dieron en el ya mencionado rubro de Alimentos -el que mayor peso tiene en el IPC-, en Salud (5,2%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (6,1%), rubro íntimamente vinculado al dólar. Otras alzas significativas se dieron en los capítulos: Bebidas alcohólicas y tabaco (4,4%), Recreación y cultura (4,2%) y Transporte (4%).
El último Relevamiento de Expectativas del Mercado
(REM) estimó un alza de la inflación de agosto de 4,3% (casi 1,9 puntos por encima de la medición previa estimada sólo un mes antes). El Gobierno anticipaba antes de las PASO que la suba de los precios avanzaría un 1,8% tras la desaceleración reflejada en los últimos meses. En julio la suba había sido 2,2%. Los analistas privados creen que agosto no incluyó toda la inestabilidad cambiaria, que sí se hará evidente con el IPC de este mes. Según el REM del Banco Central (BCRA), en septiembre la inflación será de 5,8% (3,5 puntos porcentuales por encima de la estimación previa).
Cerca del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza,
afirmaban en estos días que el traslado a precios del salto del tipo de cambios será un 60% del que hubo en septiembre de 2018 como consecuencia de la quita del IVA a 14 categorías de alimentos (unos 2000 productos en un supermercado grande) hasta diciembre y de la significativa caída del consumo. A partir de octubre, proyectan los analistas privados, se retomaría una trayectoria descendente, que llegará a 3,4% mensual en diciembre y a 3% en febrero de 2020. Para el Ministerio de Hacienda, ese período tendría una inflación unas décimas por debajo del 3%.
"Hasta las PASO, la inflación acumulaba cuatro meses
consecutivos de caída. En julio había sido 2,2% y los datos adelantados de los primeros diez días de agosto permitían proyectar 1,8% de inflación en dicho mes", dijo a comienzos de este mes el presidente del BCRA, Guido Sandleris, en conferencia de prensa. "Esto no sucederá. Como dije hace poco, la volatilidad financiera de las últimas semanas generará un aumento de la inflación en agosto y septiembre. Sabemos que ello implica más pobreza", agregó entonces Sandleris. "La inflación de agosto estuvo en linea con lo que esperábamos", afirmó a este medio Victoria Giarrizzo, directora ejecutiva de Elypsis. Allí esperaban un 4,2%. "Sobre la ultima semana del mes se vio una desaceleración importante en los precios de alimentos y bebidas, que contuvo al resto de los precios de la economía.Queda un arrastre alto para septiembre, porque, aún si los precios no subieran mas, ya hay un piso de 3% para este mes", dijo.
"Otro factor que contuvo al sector bienes fueron los
faltantes de productos, que hizo que durante algunos días no hubiera precios en determinados sectores. Además de la reducción del IVA, que generó una caída promedio de 4% en los precios de esos productos, que pudo observarse, sobre todo, en los grandes supermercados", indicó la especialista. "El dato se encuentra en línea con lo esperado a partir del efecto de la devaluación post PASO. En términos anuales, la aceleración no es tan marcada debido a que la comparación se realiza contra meses en los cuales impactaba el arrastre del salto cambiario de mayo y junio de 2018. Este efecto prevalecerá en los próximos meses hasta noviembre", dijo Melisa Sala de LCG.