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Madres controladoras

Dª. Trinidad Aparicio Pérez Psicóloga clínica. Psicóloga escolar. Centro de Psicología Alarcón.
Granada.

Las madres absorbentes son aquellas que necesitan tener el control de la vida de
sus hijos. Son tan manipuladoras que en casos extremos pueden llegar a anular la
personalidad de sus hijos, haciendo de ellos adultos inseguros y dependientes.
Veamos a continuación las características más comunes de estas madres, los
efectos que pueden causar en sus hijos y lo que pueden hacer éstos para no
dejarse manipular por ellas.

1. Características de las madres sobreprotectoras.


Son aquellas que necesitan tener el control de la vida de sus hijos en todo
momento, saber lo que hacen e incluso saber lo que piensan, aunque sean
mayores y ya no vivan con ellas.

Son sobreprotectoras, manipuladoras y metomentodo . Pueden llegar a hacer


la vida muy desagradable a sus hijos. Quieren que sus hijos hagan siempre lo que
ellas desean. Piensan que tienen derecho a intervenir en sus vidas aunque ellos
vivan fuera del hogar.

Se sienten seguras cuando son útiles a los demás, no suelen asumir la


independencia de sus hijos y tienden a deprimirse cuando éstos se independizan
y se van a vivir fuera de su casa.

Tienen miedo a perder el cariño de sus hijos cuando éstos se


hacen mayores y sienten celos, cuando sienten apego por
otras personas, bien sean amigos o pareja. Piensan que su
vida carece de sentido cuando no necesitan sus cuidados o
atenciones.
Utilizan el chantaje emocional para conseguir aquello que persiguen, utilizando
frases del tipo "nunca me cuentas nada", "no confías en mí", "crees que
no estoy capacitada para ayudarte". Estas frases se utilizan con la intención
de que el hijo hable sobre aspectos de su vida que ella desconoce y no puede
controlar. Necesita entrometerse para poder opinar y manipular.
Continuamente recriminan a los hijos su forma de vestir, de actuar, de
comportarse o los amigos con los que van si no se ajustan a sus deseos o a lo que
ella espera de ellos. Tienen planificada la vida de sus hijos y sin contar con
ellos, tienen decidido a qué se van a dedicar de mayores y qué estudios van a
realizar.

2. Efectos del control en los hijos


Estas madres pueden llegar a ocasionar muchas veces sensación de asfixia en
sus hijos, provocándoles situaciones de estrés y dando lugar a trastornos
psicológicos como ansiedad, depresión, obsesión....

Cuando llegan a la edad adulta pueden llegar a tener problemas de


personalidad, probablemente se conviertan en personas inseguras y
con falta de confianza en sí mismos, incapaces de tomar sus propias
decisiones y con dificultad para solucionar los problemas que se le
presenten.
Puede ocurrir que el hijo no acepte estar siempre sometido a las normas de
su madre o tener que estar dándole explicaciones de todo lo que hace, incluso el
porqué de su estado de ánimo. En tal caso, suele revelarse y enfrentarse a ella,
surgiendo continuas peleas y discusiones en la casa. Esto precipita en algunos
casos que el hijo se independice y decida vivir fuera de la casa de sus padres.

Si el hijo está ya casado, la actitud de este tipo de madres suele ser


nefasta para el matrimonio. Intentan que el hijo haga lo que ellas
quieren sin contar con la nuera y sin respeto ninguno por los planes
familiares.
Suelen tener actitudes de celos contra la mujer de sus hijos y
establecer verdaderos "tiras y aflojas" con la intención de que el hijo se
ponga siempre de parte de ellas y en contra de su mujer. Conseguir
esto les da sensación de control y se sienten ganadoras frente a su
nuera a la que consideran compite con ellas en influencia sobre su
hijo.
Secretamente serían felices si el hijo se separara de su mujer y volviera a estar
bajo su cobijo. Y su actitud no pocas veces va encaminada a conseguir este
objetivo.

Son verdaderas "mártires" cuando se les contradice, amenazando


al hijo con que van a enfermar por su culpa, con que ya no la
quiere, creando en los hijos sentimientos de culpa. Hacen referencia a
lo mucho que ellas se han sacrificado por sus hijos e intentan crear en ellos
remordimientos haciéndoles creer que son hijos desnaturalizados y
desagradecidos.

Si existen nietos normalmente intentan controlarlos también, cuestionando todo lo


que hace la madre, y tratando de competir con sus madres por su cariño.

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