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2𝑆 + 3𝑂2 → 2𝑆𝑂3
La masa de azufre que realmente interviene en la reacción química está dada por:
𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑆 𝑝𝑢𝑟𝑜 % 𝑃𝑢𝑟𝑒𝑧𝑎 𝑆
% 𝑃𝑢𝑟𝑒𝑧𝑎 𝑆 = 100% → 𝑀𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑆 𝑝𝑢𝑟𝑜 = 𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑆
𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑆 100%
70%
𝑀𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑆 𝑝𝑢𝑟𝑜 = 100% 20 𝑔 = 14 𝑔 𝑆
1 𝑚𝑜𝑙 𝑂 2 𝑚𝑜𝑙 𝑆𝑂
9 𝑔 𝑂2 ( 32 𝑔 𝑂 2 ) ( 3 𝑚𝑜𝑙 𝑂 3 ) = 0.1875 𝑚𝑜𝑙 𝑆𝑂3
2 2
Debido a que el O2 genera una menor cantidad de SO3, éste debe ser el reactivo limitante. Por lo
tanto, el azufre es el reactivo en exceso. Conociendo esto, ahora se puede calcular la cantidad de
SO3 que se produce a partir de las relaciones molares entre el O2 y este óxido. Partiendo de los moles
de SO3 ya calculados, esto es:
80 𝑔 𝑆𝑂3
0.1875 𝑚𝑜𝑙 𝑆𝑂3 = 14.8 𝑔 𝑆𝑂3
1 𝑚𝑜𝑙 𝑆𝑂3
Sin embargo, recordemos que el rendimiento de la reacción es de 60%, por lo que la masa de SO3
que se produce realmente está dada por:
𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑟𝑒𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑆𝑂
3
% 𝑅𝑒𝑛𝑑𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 = 𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑡𝑒ó𝑟𝑖𝑐𝑎 𝑑𝑒 𝑆𝑂 100%
3
% 𝑅𝑒𝑛𝑑𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜
→ 𝑀𝑎𝑠𝑎 𝑟𝑒𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑆𝑂3 = 𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑡𝑒ó𝑟𝑖𝑐𝑎 𝑑𝑒 𝑆𝑂3
100%
60%
→ 𝑀𝑎𝑠𝑎 𝑟𝑒𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑆𝑂3 = 100% 14.8 𝑔 𝑆𝑂3 = 8.88 𝑔 𝑆𝑂3
Teoría de colisiones
Los aspectos prácticos de la cinética de reacción, como las ecuaciones y constantes de velocidad, se
pueden describir sin pensar nunca en el comportamiento de las moléculas individuales, pero para
profundizar en el tema se debe pensar a nivel molecular.
Las reacciones en fase gaseosa tienen lugar con una velocidad más pequeña, quizás del orden de
10-4 M s-1. Esto debe significar que, generalmente, solo una fracción de las colisiones entre las
moléculas gaseosas dan lugar a la reacción química. Esta es una conclusión razonable; no es de
esperar que de cada colisión resulte una reacción.
Energía de activación
Para que una colisión entre moléculas vaya seguida de una reacción, debe haber una redistribución
de energía de manera que haya energía suficiente en ciertos enlaces clave que deben romperse. No
es de esperar que dos moléculas que se mueven lentamente choquen con energía cinética suficiente
para permitir la ruptura de enlaces. Sin embargo, sí es de esperar que esto suceda cuando dos
moléculas que se mueven muy rápido chocan o quizás cuando una molécula que se mueve
extremadamente rápido choca con otra que se mueve lentamente.
La energía de activación de una reacción es la energía cinética mínima que deben tener las moléculas
cuando chocan para que tenga lugar una reacción química. Así, la teoría cinético-molecular puede
utilizarse para establecer la fracción de moléculas de una mezcla que poseen determinadas energías
cinéticas.
Supongamos que la fracción de moléculas que tienen energía superior a cierta energía hipotética
son las moléculas cuyas colisiones moleculares tienen las mayores probabilidades de dar lugar a
reacción química. Entonces, la velocidad de una reacción depende del producto de la frecuencia de
colisión y la fracción de estas moléculas “activadas”, en otras palabras, depende de la probabilidad
de choques frecuentes entre moléculas con energía cinética suficiente para reaccionar. Como la
fracción de moléculas con gran energía es pequeña generalmente, la velocidad de reacción suele
ser mucho menor que la frecuencia de colisión. Más aún, cuánto mayor es la energía de activación
de una reacción, menor es la fracción de colisiones energéticas y más lenta es la reacción.
Los cambios fundamentales que ocurren en un choque reactivo son la ruptura del enlace N — O en
el N2O y la formación de un enlace O — N en la molécula de NO. Como resultado de la colisión se
forman las moléculas de N2 y NO2. Para que una colisión sea favorable es necesario que durante ella
el átomo de N de la molécula de NO incida contra el átomo de O del N2O. Otras orientaciones como
la del choque del átomo N del NO incidiendo sobre el átomo N terminal del N2O no producen
reacción. En la mezcla de reacción, las colisiones desfavorables exceden en número a las favorables.
Entalpía de formación
Es posible calcular ΔHreacción si se conocen las entalpías reales de todos los reactivos y productos. Sin
embargo, no es posible medir el valor absoluto de entalpía de una sustancia, sino que se determinan
valores relativos con respecto a una referencia arbitraria que, en el caso de las expresiones de
entalpía recibe el nombre de entalpía estándar de formación, ΔH°formación. Las sustancias están en
estado estándar a 1 atm y, por convención, la entalpía estándar de formación de cualquier elemento
en su forma más estable es cero.
Si se considera el elemento oxígeno como ejemplo, el oxígeno molecular (O2) es más estable que su
otra forma alotrópica, el ozono (O3), a 1 atm y 25°C, así que ΔH°formación (O2) = 0, pero ΔH°formación (O3)
= 142.2 kJ/mol. De manera similar, el grafito es una forma alotrópica del carbono, más estable que
el diamante a 1 atm y 25°C, por lo que ΔH°formación (C, grafito) = 0 y ΔH°formación (C, diamante) = 1.90
kJ/mol. Considerando lo anterior, se puede definir la entalpía estándar de formación de un
compuesto como el cambio de energía calorífica cuando se forma 1 mol de compuesto a partir de
sus elementos a una presión de 1 atm.
∆𝐻°𝑟𝑒𝑎𝑐𝑐𝑖ó𝑛 = [∆𝐻°𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛 (𝐶𝑂2 , 𝑔)] − [∆𝐻°𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛 (𝐶, 𝑔𝑟𝑎𝑓𝑖𝑡𝑜) + ∆𝐻°𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛 (𝑂2 , 𝑔)]
Debido a que tanto el grafito como el O2 son formas alotrópicas estables de los elementos, se
establece que ΔH°formación (C, grafito) y ΔH°formación (O2 , g) tienen un valor de cero. Por lo tanto:
𝑘𝐽
∆𝐻°𝑟𝑒𝑎𝑐𝑐𝑖ó𝑛 = ∆𝐻°𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛 (𝐶𝑂2 , 𝑔) = −393.5
𝑚𝑜𝑙
La asignación arbitraria de cero para ΔH°formación de cada elemento en su forma más estable en el
estado estándar facilita los cálculos, pero no los afecta de ningún modo, pues la termoquímica se
enfoca solo en los cambios de entalpía que pueden determinarse experimentalmente.
3𝐶𝑂2 (𝑔) + 4𝐻2 𝑂(𝑙) → 𝐶3 𝐻8 (𝑔) + 5𝑂2 (𝑔) ΔH° = 2219.9 kJ/mol
3𝐶(𝑔𝑟𝑎𝑓𝑖𝑡𝑜) + 3𝑂2 (𝑔) → 3𝐶𝑂2 (𝑔) ΔH° = -1180.5 kJ/mol
4𝐻2 (𝑔) + 2𝑂2 (𝑔) → 4𝐻2 𝑂(𝑙) ΔH° = -1143.2 kJ/mol
𝟑𝑪 (𝒈𝒓𝒂𝒇𝒊𝒕𝒐) + 𝟒𝑯𝟐 (𝒈) → 𝑪𝟑 𝑯𝟖 (𝒈) ΔH° = -103.8 kJ mol-1
Energía libre de Gibbs
El uso del cambio entrópico como criterio básico de espontaneidad es un proceso tedioso que, en
muchos casos, ni siquiera es posible porque no se pueden describir todas las interacciones entre un
sistema y sus alrededores. Con la finalidad de determinar la espontaneidad de una reacción de una
manera más directa, sin tener que considerar los cambios que se producen en los alrededores, se
utiliza otra función termodinámica denominada energía libre de Gibbs (G), o simplemente energía
libre:
𝐺 = 𝐻 − 𝑇𝑆
Todas las cantidades que constituyen esta ecuación son propiedades del sistema y T es su
temperatura. Igual que H y S, G es una función de estado.
∆𝐺 = ∆𝐻 − 𝑇∆𝑆
Entonces, la energía libre representa la energía disponible para realizar trabajo y, con base en lo
anterior, las condiciones para la espontaneidad y el equilibrio a temperatura y presión constantes
en términos de ΔG se pueden resumir como sigue: