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Ejercicio

Compártanos;
1. Su experiencia con la Palabra de Dios sea en su vida personal, comunitaria y/o trabajo religioso.
Leo la palabra frecuentemente, prácticamente todos los días. Mi Biblia propone varios
planes temáticos de lectura y los trabajo en relación a lo que quiera o necesite aprender y
reforzar. Se ha vuelto cada vez más importante dado que antes me limitaba a leer sólo el
Nuevo Testamento, pero con los planes de lectura el Antiguo Testamento que antes parecía
aburrido, hoy se vuelve casi un Best Seller que no puedes ni quieres parar de leer, no quieres
detenerte y continuar al día siguiente.

Vibro y me maravillo con ella de una forma tan especial, que intento que los jóvenes a los
que preparo para su confirmación, puedan también encantarse con ella para que estén
realmente seguros del amor que Dios les tiene, y estén dispuestos a darlo todo por Él.

La Palabra de Dios se transforma en la droga del corazón, es una droga tan maravillosa
que hago todo lo posible para que otros jóvenes la consuman, pues no tiene contraindicaciones,
sino más bien todo lo contrario.

2. Tres reflexiones personales (suyas) que hayan sido de aporte para usted, mediante este primer
capítulo.

1. Lo primero que llama mi atención es el ejemplo de “la paz sea contigo” y que la palabra
es interpelativa.

El hombre se hace “haciendo”, un tercio de su vida lo dedica a ello. Lo que decimos es


parte fundamental de lo que hacemos. Me hace pensar en las veces en que he dicho “la paz sea
contigo” sin reflejarlo realmente en mis actos, sin darle importancia, sin pensarlo; significa que
me he hecho sin conciencia, no me pongo atención y finalmente seré en parte una desconocida
de mi misma. No solo se aplica a esa frase, pero lo preocupante que me interpela es que si no
se cómo me hago, se me dificulta el reflejar a Cristo en mi vida.

2. En relación al punto anterior, la Lectio es un gran motivador por el punto culmine de cómo
integramos esa lección en nuestra vida, a que me comprometo, como lo llevo a cabo. Me
permite hacerme más semejante a Cristo, considerando para ello los lugares de la Palabra de
Dios. Veo como ante mis ojos y mis manos era solo un elemento con el que debía trabajar,
luego en mi mente era una motivación por aprender y ser mejor, cuando logró entrar a mi
corazón se transformó en mi más grande convicción. Me alegra el hecho de pensar y sentir de
que Cristo gradualmente comienza a vivir en mí no por osmosis, más bien por un amor
recíproco.

3. Las orientaciones acerca de la Palabra me cautivan con lo bien que describen el procesos de los
jóvenes en sus etapas pastorales, acompañan el caminar. Las dos primeras las relaciono con su
etapa de Peregrinación, las tres siguientes con su Discipulado y las dos últimas con su
Apostolado. Sin duda es una forma más sencilla para que ellos entiendan los procesos que
deben caminar.

La Palabra se vive, me gusta porque invita directamente a que Cristo sea el motor de la
vida, invita a responder el llamado que hace de servir, estar dispuesto a aceptar cualquiera que
sea su voluntad, amarlo como Él se lo merece, pues si Dios fue capaz de dejar y dar todo por
mí, yo también quiero intentar al menos dejar todo por Él.

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