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LA HOJA

OBJETIVO:

 tratar de reconocer la estructura, la forma de todas las hojas de las


plantas.

INTRODUCCIÓN
Las hojas son sin duda las partes más visibles de las plantas y debido a la
clorofila que contienen determinan el color verde que presentan de ordinario los
bosques y los campos. Nacen siempre de los tallos. La parte del tallo a la cual
está unida una hoja se denomina nudo. Invariablemente se encuentra una yema
en cada axila, si bien puede estar tan poco desarrollada que resulte invisible a
simple vista o bien puede encontrarse recubierta por la base envainadora de la
hoja.
Las hojas se caracterizan generalmente por su forma delicada y ensanchada. A
pesar de que generalmente son muy delgadas, las hojas son capaces de
conservar su forma gracias a un armazón interno, o esqueleto formado por venas
más o menos rígidas. En cuanto al tamaño, las hojas varían desde estructuras
muy reducidas, casi microscópicas, hasta formas de 3 a 6 metros.
Las hojas son los órganos en los que se realiza principalmente la síntesis de los
alimentos hidrocarbonados y por consiguiente son de gran importancia para la
vida de la planta.
La estructura de una hoja parece resultar de un compromiso entres tres
presiones evolutivas opuestas: exponer una superficie fotosintética máxima a la
luz, conservar agua, y al mismo tiempo, asegurar el intercambio de gases
necesarios para la fotosíntesis.
Las hojas presentan una variedad de formas y tamaños que van desde frondes
grandes a escamas diminutas. Estas diferencias en la morfología y el tamaño
guardan una estrecha relación con los ambientes en los cuales vive la planta.
Así puede haber hojas especializadas en otras funciones, tales como el
almacenamiento de alimento o el sostén. Por ejemplo un bulbo, como la cebolla,
consiste en una tallo corto con muchas hojas modificadas, denominadas
catáfilas, que almacenan alimento. La “cabeza” de una col también consiste en
un tallo comprimido que tiene numerosas hojas gruesas superpuestas. En
algunas plantas, los pecíolos son gruesos y carnosos: el apio y el ruibarbo son
dos ejemplos familiares. Los zarcillos de algunas plantas trepadoras, por
ejemplo, del Frijol. Son dos hojas o folíolos modificados.

Morfología foliar

Un nomófilo consta usualmente de una lámina plana y expandida, de un corto


tallito llamado pecíolo que une la lámina al tallo y, en su base, de un par de
apéndices similares a hojas —llamados estípulas—. La presencia o ausencia de
cada uno de estos elementos y la extrema diversidad de formas de cada uno de
ellos ha generado un rico vocabulario para categorizar la multiplidad de tipos de
hojas que presentan las plantas vasculares y cuya descripción se
denomina morfología foliar.
Lámina o limbo

La parte plana, delgada y expandida de la hoja, que contiene la mayor parte de


los cloroplastos, se denomina lámina o limbo foliar. Presenta dos caras: la
adaxial, superior, ventral, haz o epifilo dirigida hacia el ápice del vástago, y la
cara abaxial, inferior, dorsal, envés o hipofilo dirigida hacia la base del tallo.
Cuando ambas caras son del mismo color, la hoja se llama concolora; cuando
son de distinto color, generalmente la adaxial es de color verde más oscuro, la
hoja se llama discolora.

Pecíolo

Muchas hojas tienen un tallito proximal, llamado pecíolo en el caso de los


nomófilos de las espermatófitas o estípite en el caso de las frondes de helechos.
Ese tallito usualmente es estrecho, puede ser cilíndrico o deprimido en la cara
superior, o aplanado y ancho. En muchas ocasiones las hojas no tienen pecíolo
y el limbo se une directamente al tallo. En esos casos la hoja se llama sésil o
sentada. Cuando hay dos hojas sésiles insertas en cada nudo, a veces se unen
entre sí rodeando completamente al tallo como es el caso del clavel (Dianthus).
Muchas especies presentan engrosamientos con aspecto de articulaciones,
denominados pulvinos, los que están situados en la base o en el ápice del
pecíolo, o pulvínulos si se encuentran en la base de los peciólulos de las hojas
compuestas. Ambos tipos de engrosamientos son hinchados, presentan una
superficie arrugada y, funcionalmente, se hallan relacionados con los
movimientos reversibles de las hojas que ocurren como respuesta a estímulos:
las nastias. Los pulvínulos de ciertas especies de del género Mimosa mueven
las hojas en respuesta a los estímulos táctiles.14
Hay estructuras similares a pecíolos pero que, en realidad, no lo son. Por
ejemplo, una hoja o parte de la hoja, normalmente en la base, que encierra
parcial o totalmente al tallo por encima del nudo es una vaina foliar, como ocurre
en las familias de las gramíneas y en muchas apiáceas. Un pseudopecíolo, por
otro lado, es una estructura similar a un pecíolo que surge entre una vaina de la
hoja y la lámina, como se encuentra en varias monocotiledóneas, tales como los
bananos y los bambúes.

Estípulas
Estipulas en la hoja de Rosa (El talloha sido quitado)

Diversos tipos de estípulas.

Muchas hojas tienen estípulas, un par de apéndices similares a hojas que se


ubican a ambos lados de la base de la hoja. Las estípulas pueden adquirir
diversas formas, desde órganos foliáceos, espinas, glándulas, pelos o hasta
escamas. Si las estípulas están presentes, las hojas se dicen estipuladas. Una
estructura especializada, escariosa, que se halla por encima de los nudos en
algunos miembros de la familia de las poligonáceas, se interpreta como una
versión modificada de una estípula y se denomina ócrea. Las estructuras que
remedan estípulas en las bases de los folíolos reciben el nombre
de estipelas (por ejemplo en Thalictrum o en algunas leguminosas). Las
estípulas y estipelas pueden, en algunos casos, funcionar como protección del
desarrollo de los primordios foliares. Las estípulas pueden ser libres o laterales,
cuando no se adhieren al pecíolo y quedan unidas sólo
al tallo; adnatas, peciolares o vaginales si se sueldan al pecíolo en un trecho
más o menos largo; interpeciolares o caulinares cuando las estípulas de hojas
opuestas se sueldan en su punto de contacto; intrapeciolares o axilares cuando
las estípulas de la misma hoja se sueldan por encima del
pecíolo; opuestas cuando las estípulas de la misma hoja se sueldan dando la
vuelta por el lado opuesto al pecíolo; ambiguas cuando se sueldan al tallo y al
pecíolo.

Tipos de hojas de acuerdo con su morfología

Forma de hojas y sus partes

La gran diversidad de tipos de hojas que presentan las espermatófitas puede


clasificarse atendiendo a la forma del limbo, a las características de
la nervaduraprincipal (1) o de las nervaduras secundarias (2), al aspecto del
borde (3), de la base (4) y del ápice (5) del limbo.
Esquemas representativos de los tipos de hojas según su forma, margen o borde
y nerviación.
Las hojas son extraordinariamente variadas en cuanto a su forma, la que suele
ser característica de cada especie, aunque con grandes variaciones entre
individuos e incluso dentro del mismo individuo. Se puede distinguir, en primer
lugar, entre las hojas que presentan pecíolo –hojas pecioladas– de las que no lo
poseen –hojas sentadas o sésiles-. En este último caso el limbo suele tener una
base de contacto más amplia con el tallo que sostiene a la hoja –hojas
abrazadoras– pero si lo rodea hasta el punto de que por detrás de la rama se
sueldan los dos lóbulos de la hoja, la misma se llama perfoliada. Las hojas cuyo
limbo se prolonga hacia abajo formando un ala a lo largo del pecíolo y con el
entrenudo se denominan decurrentes
En atención a la forma del limbo, se aplican las siguientes denominaciones a las
hojas: redondas, ovaladas, elípticas, alargadas, lanceoladas, espatuladas,
cuneiformes, lineales. Como formas especiales, se pueden citar las hojas
peltadas, acorazonadas, arriñonadas y aflechadas.

MARCO CONCEPTUAL

Abrazadora: referido a las hojas, cuando éstas rodean por su base al tallo;
sinónimo de amplexicaule.
Acodada: doblada en ángulo.
Acrescente: que sigue creciendo durante la fructificación.
Acúleo: protuberancia rígida y punzante, de origen epidérmico; sinónimo de
aguijón.
Acuminada: hoja que se estrecha paulatinamente en un ápice alargado.
Adpreso: situado muy próximo, en paralelo, sin llegar a unirse.
Aguijón: protuberancias rígidas y punzantes en la epidermis de un órgano (tallo,
hoja, etc.).
Alado: con alguna estructura laminar a modo de ala, como algunos frutos o
tallos.
Alterna: referido a las hojas, cuando éstas se insertan en el tallo a distintos
niveles, una en cada nudo.
Amplexicaulo: referido a las hojas, cuando éstas abrazan por su base al tallo.
Androceo: conjunto de órganos masculinos de una flor: estambres.
Angustisepta: se dice de la silícula (fruto de las crucíferas), cuando el tabique
que separa las dos valvas es perpendicular a su parte más ancha, como en
Capsella bursa-pastoris.
Antera: parte apical del estambre, donde se encuentra el polen, dentro de los
sacos polínicos.
Antrorso: dirigido hacia la parte apical del órgano al que se refiere.
Anual: plantas completan su ciclo en un año; sólo tienen tallos fértiles,
portadores de flores o esporangios; ver terófito.
Apical: situado hacia la parte más alejada de donde se origina un órgano.
Ápice: extremo de un órgano situado en el punto opuesto de donde se origina.
Apiculado: hoja que se estrecha bruscamente en el ápice.
Aquenio: fruto seco, monospermo e indehiscente, como los de la familia
Compositae, también denominado cipsela.
Araenosa: cubierta de pelos largos y entrecruzados, de modo que recuerdan a
la tela de una araña.
Arista: estructura linear, rígida que se inserta en diversas posiciones en las
glumas y glumelas de las gramíneas.
Articulado: dividido en segmentos.
Arvense: planta que vive en los campos de cultivo.
Aserrada: con dientes en el margen al modo de una sierra.
Asurcado: con surcos a lo largo de las ramas o el tallo.
Aurícula: expansión lateral en la base de las hojas; son características las de
las gramíneas y que junto a la lígula resultan útiles para su identificación en
estado vegetativo.
Axilar: situado junto al punto de inserción de una hoja, bráctea o rama en el tallo.
Basal: en la parte de debajo de un órgano.
Baya: fruto carnoso, indehiscente y polispermo; presenta el epicarpio delgado, y
el mesocarpio y endocarpio carnosos.
Bienal: planta que necesita dos años para completar su ciclo; en el primero
desarrollan un tallo con hojas y la raíz, y en el segundo el tallo con flores que
producirán las semillas.
Bilabiada: corola o cáliz que presenta dispuestos los pétalos y sépalos en dos
grupos, como los labios.
Bráctea: estructura laminar situada en la base de la inflorescencia; normalmente
menores y más sencillas que las normales.
Bractéola: órgano laminar, más sencillo que una hoja, que se sitúa en la base
de una flor.
Bulbo: tallo subterráneo de reserva, carnoso; normalmente está formado por la
base engrosada de hojas o escamas. En su parte interna se encuentra la yema
apical y en su base desarrolla raíces adventicias.
Cáliz: verticilo floral formado por los sépalos.
Caméfito: planta con las yemas de recambio situadas hasta una altura 0,25 m;
suelen ser pequeñas matas o herbáceas perennes.
Canaliculado: que forma una canaladura, como en la base de algunas hojas.
Capítulo: inflorescencia con el eje ensanchado en su extremo (receptáculo),
donde se insertan las flores, rodeadas por brácteas (involucro). El conjunto es
funcionalmente como una flor. Esta inflorescencia es característica de la familia
Compositae. En el capítulo puede haber sólo flores flosculosas, sólo liguladas, o
una combinación de flósculos en el centro del capítulo (disco) y lígulas en el
exterior (radios).
Cápsula: fruto seco, polispermo y dehiscente derivado de la fusión de 2 o más
carpelos; la dehiscencia puede ser por poros (poricida en Papaver), a lo largo de
suturas (loculicida), etc..
Carinado: que al plegarse sobre sí mismo da lugar a un canto o cresta marcada.
Cariópside: fruto seco, monospermo e indehiscente en el que la cubierta
seminal se suelda a la pared del gineceo. Es característico de la familia
Gramineae.
Carnoso: fruto que presenta alguna parte del pericarpio carnosa.
Carpelo: hojas transformadas que componen el gineceo de las flores; cuando
son varios pueden formar un sólo pistilo, con una o varias cavidades, o varios
pistilos independientes.
RESULTADOS
HOJA CLAVEL

Corte Transversal de hoja de Clavel

DESCRIPCION:

El corte transversal de la lámina foliar del clavel nos deja ver claramente los
principales tejidos de una dicotiledónea donde se pudo observar el tejido
epidérmico adaxial y abaxial. La cuticular de la epidermis abaxial es un poco
mas gruesa. además el tejido fundamental o mesofilo el de tipo heterogéneo
isobilateral ya que tejido en empalizada se observan sobre las dos caras del
limbo foliar, y el parénquima lagunoso queda en el medio, en el centro la vena
mayor con el tejido conductor floema y xilema, también se pueden evidenciar
algunas venas menores. Morfológicamente los claveles poseen hojas lineales,
angostas, opuestas y envainadoras, y cada tallo forma una flor terminal de no
menos de cinco pétalos festoneados (con ondas) o con dientecillos. Poseen
venación acródroma.
CONCLUSIONES

 Hay varios tipos de tricomas y una misma planta puede presentar varios
de ellos. Asimismo, los tipos de tricomas varían entre las distintas
especies, por lo que son útiles en taxonomía, para caracterizar e
identificar especies y géneros. La hoja que no presenta tricomas se
dice glabra
 Las estomas se clasifican de acuerdo al número y disposición de las
células anexas. Se dice anomocítico o ranunculáceo cuando no presenta
células anexas, es el tipo más frecuente en las dicotiledóneas y en
algunas monocotiledóneas, como las amarilidáceas y las dioscoreáceas.
Cuando el estoma posee dos células anexas dispuestas paralelamente
con respecto a las oclusivas, se denomina parasítico o rubiáceo.
 La epidermis es usualmente el tejido protector de la hoja, aunque
excepcionalmente las pérulas —escamas que rodean la yema— de
algunas dicotiledóneas leñosas pueden desarrollar una peridermis para
cumplir idéntica función. Las células epidérmicas de la mayoría de las
especies carecen de cloroplastos. Sin embargo, en las hidrófitas
sumergidas y en las higrófitas las células tienen cloroplastos. La cutícula
es generalmente más gruesa en la epidermis adaxial.
 Otro tipo de hoja de monocotiledónea se presenta en las aráceas, en las
que existe un pecíolo entre la vaina y la lámina. En el camalote el pecíolo
está inflado y cada hoja presenta una única estípula, membranácea,
situada entre la hoja y el tallo. En Potamogeton las hojas presentan un par
de estípulas, una a cada lado, que pueden estar parcialmente soldadas a
la hoja. Las hojas de las marantáceas presentan pulvinos entre el pecíolo
y la lámina, que les permiten cambiar la posición de la lámina foliar de
horizontal (diurna) a vertical (nocturna).

BIBLIOGRAFIA

 Santamarina Siurana, Mª Pilar, García Breijo, Francisco José,


Roselló Caselles, Josefa y Vilella Fayos, Vicente (2004). “Biología y
Botánica” (Tomo I). Servicio de Publicaciones de la Universidad
Politécnica de Valencia. SPUPV-2004.222; Colección: Libro Docente.
Valencia; ISBN: 84-9705-653-1
 García Breijo, F.J., Roselló Caselles, J. y Santamarina Siurana, M.
Pilar, (2006). “Iniciación al Funcionamiento de las Plantas.”
Universidad Politécnica de Valencia, D.L. 2006. – 183 p. Ref.:
2006.4198; ISBN 84-9705-944-1

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