Está en la página 1de 9

La concentración nos permite “meter” una información en nuestra cabeza de manera que toda nuestra atención quede

centrada en un objetivo concreto, y se consiga que no nos distraigan otros tipos de informaciones.

1. Organización: Entorno sin distracciones, antes de empezar trata de apuntar en un papel cuales son las tareas
que realizarás, cómo las harás y en qué orden.
2. Céntrate en una cosa a la vez
3. Relájate: Haz una inspiración lenta por la nariz (5 segundos), retén el aire durante otros 5 o 7 segundos y
expira el aire durante unos 10 segundos (repetir 3 veces).
4. Entrena tu atención:

Por ejemplo, ante esta sopa de letras intenta marcar con un lápiz:

Todos los número 4 que encuentres.

Todas las letras T que encuentre.

Todos los números impares que encuentres.

Todas las vocales que encuentres.

5. La observación consciente consiste en escoger un objeto cualquiera. Puede ser la tapa de un libro, una
lámpara o una taza de café (da igual la cualidades del objeto). Una vez hayas escogido el objeto, debes
observarlo muy atentamente y conseguir centrar toda tu atención en él durante unos 3 o 4 minutos.
6. Al igual que con el otro ejercicio, deberás escoger un objeto cualquiera que tengas a mano (un lápiz, un
tenedor, unos zapatos…) y observarlo de forma minuciosa, centrando toda tu atención en él, e intentando
recordar cada detalle de ese objeto. Una vez hayas observado el objeto lo más atentamente que hayas podido
durante unos 2 o 3 minutos, deberás intentar recrear una imagen mental sobre el objeto en tu cabeza, de
manera que esa imagen sea lo más parecida posible al objeto.
7. Intentar recordar todo lo que has hecho durante todo el día cuando te metes en la cama.

También podría gustarte