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Proy.


De Reforma
Expte.

Corrientes, Marzo de 2007.-

Señora
Presidente de la
Convención Constituyente
Dña. Josefina Meabe de Matho
SU DESPACHO

El Convencional Constituyente que suscribe la


presente tiene el agrado de dirigirse a Ud., a fin de elevarle el Proyecto de
Reforma de la Constitución que se adjunta.
Sin otro particular, saludo a Ud., muy
atentamente.

Fdo. Lisandro Almirón, Alianza Frente de Integración Nacional.-

DR. LISANDRO ALMIRÓN


CONVENCIONAL CONSTITUYENTE
ALIANZA FRENTE DE INTEGRACIÓN NACIONAL
Señora Presidente:

El presente proyecto tiene por objeto dar cumplimiento con el mandato del
poder pre constituyente previsto en el art. 2 y 3 de la Ley 5.692, incorporando de esta forma
las garantías constitucionales de “amparo” y “hábeas data” al texto constitucional de la
Provincia del Corrientes.

Existiendo argumentos amplios y profundos para demostrar cabalmente la


necesidad de la incorporación de estos derechos denominados de tercera generación para
los tiempos que vivimos y que hacen de soporte a los derechos de incidencia colectiva.

FUNDAMENTOS

La historia del Constitucionalismo, es una parte de la lucha por la Libertad a punto


tal que Mirkine Guetzevich ha expresado que “La técnica constitucional es la técnica de la
libertad” y uno de los primeros profesores del Derecho Constitucional de la Universidad
Nacional de Buenos Aires, José Manuel Estrada señaló en su tiempo que toda “la Ciencia
Política está contenida en la idea de libertad”.

La Constitución Nacional de 1853 está imbuida de una idea iusnaturalista y en una


creencia personalista. Ello así en tanto ha recibido un contenido de Derecho natural, por lo
que esos derechos y garantías el Estado no los “otorga” sino que los “reconoce”. Lo cual
entraña un sentido teleológico de respeto a la persona humana que contiene la Constitución
Nacional.

Estos conceptos fueron muy bien receptados por el constitucionalismo provincial


por lo que podríamos concluir en que todo el sistema constitucional argentino contiene un
articulado de protecciones normadas encaminadas a proteger los derechos que el mismo
consagra, de manera tal que contiene y organiza un sistema de seguridad de los derechos.
Por ello pudo decir Borgeau que la Constitución es una “sistema de garantías”.

“El art. 18 de la Constitución Nacional es conocido comúnmente como el de las


garantías individuales, porque en él se establecen ciertos instrumentos o mecanismos que
otorgan protección a los derechos individuales, algunas a todos ellos, otras en particular
confieren una protección especial y muy privilegiada, a aquellos derechos que se hallan en
los grados superiores de la escala jerárquica, o sea los derechos a la dignidad, a la vida, a la
salud y a la libertad física (…) algunas garantías previstas en el artículo 18 son genéricas,
es decir, que sirven de protección a todos los derechos (v. gr. la del debido proceso), pero
ello no resta trascendencia a lo que se afirmó anteriormente en el sentido de que los
derechos de nivel superior en la escala jerárquica tiene una protección mas intensa, por
medio de garantías especiales.

La tendencia iniciada hace algunas décadas y afirmada últimamente, no solo en el


derecho argentino sino también en el derecho comparado, es la de ir ampliando el ámbito
de protección especial a otros derechos individuales. Clara prueba de ello es la ampliación
del ámbito de aplicación de las acciones rápidas y sumarísimas que antes solo garantizaban
a la libertad física (habeas corpus) y se extienden ahora a otros derechos, mediante la
acción de amparo”1.
El HABEAS CORPUS es incorporado a la Constitución Provincial en su Art 8, y
establece que esta garantía de no será suprimida. En el orden Nacional se precisa aún con
mas detalles, otorgando una vía idónea para salvaguardad la integridad física,
extendiéndola incluso durante el Estado de Sitio.
“La Constitución Argentina ha organizado un gobierno con facultades limitadas. La
omnipotencia del Estado no existe ya en el mundo civilizado. Las limitaciones que impone
nuestra constitución son de orden distinto: una es por razón de los derechos y garantías que
reconoce al individuo”2.

La importancia que reviste la acción de AMPARO en el Derecho Constitucional es


muy claro y se desprende de los debates constituyente de 1994, así podemos decir que “(...)

1
Conf. Miguel Angel Ekmekdjian “Tratado de Derecho Constitucional”, Pág. 223/224
2
Conf. MONTES DE OCA, Manuel, “Lecciones de Derecho constitucional”, p. 49, Ed. La Buenos Aires,
Buenos Aires, 1910.
El amparo es una institución central de la mecánica de garantías que establece la
Constitución Nacional. No hay garantías, no hay derechos consagrados en la Constitución y
en el orden jurídico si no están los instrumentos para hacerlos efectivos. Con este nuevo
artículo vamos a acompañar el esfuerzo que hemos hecho por la reforma constitucional, de
consagración de nuevos derechos, de institucionalización de una nueva situación del orden
jurídico argentino, con la consagración expresa de la institución del amparo, del hábeas
corpus y otras acciones armónicas. Esto va a permitir que cada ciudadano en su condición
de tal, que cada habitante, que cada miembro de la comunidad de este país tenga los
instrumentos necesarios para poder hacer valer en su caso la vigencia de los derechos que
esta Constitución reconoce (...)”3. Por lo tanto el amparo debe ser definido como una
garantía de raigambre constitucional que tiene por objeto principal la protección de los
derechos reconocidos por la Constitución y su ejercicio contra toda limitación, restricción o
amenaza arbitraria o contraria a la ley, generada por la actividad de órganos estatales o
particulares, también esta garantía debe estar dirigida hacia los nuevos, “derechos” e
intereses de la comunidad. Por lo tanto se debe proveer en consecuencia a su adecuada
protección, frente a los requerimientos de los habitantes. En definitiva, los derechos de la
tercera generación han sido expresamente reconocidos, el propio texto constitucional se
encarga además de hacer notar que los restantes derechos de la tercera generación en él
expresados, se encuentra protegido por esta acción, es decir los derechos de incidencia
colectiva.

En referencia al HABEAS DATA, se debe entender al mismo como la protección de las


personas, físicas o jurídicas, sobre sus datos personales. “El hábeas data es un instituto
relativamente reciente, vinculado con el auge de la informática y es consecuencia de la
multiplicación de los archivos de datos acerca de las personas. Constituye una garantía que
tiende a que todos los habitantes puedan acceder a las constancias de los archivos y a
controlar su veracidad y difusión”4.

Las personas nombradas en el párrafo anterior tienen un derecho personalísimo de


"dominio" respecto de sus datos personales. Así debe entenderse el término utilizado en
este instituto, ya que hábeas data significa que "eres dueño de tus datos" o "tienes tus
datos"5.

El objeto de esta garantía constitucional es que no consiste en la protección de


información en sí misma frente al avance de la tecnología, sino en el resguardo de un
derecho de más fuerte raigambre constitucional subyacente, contemplado por el art. 19 de
la ley fundamental, como es
el derecho a la intimidad a través de la información individual 6. De este modo nuestra
Constitución debe incorporar, la protección de los datos personales frente a cualquier
intromisión arbitraria o abusiva que pudiera implicar una violación a la intimidad y a los
demás derechos constitucionales. En relación directa con el derecho a la integridad, es decir
la dignidad humana, el honor, parte integrante de toda persona humana, a la igualdad, a
peticionar a las autoridades7.

La figura del hábeas data, tiene por finalidad “... impedir que en bancos o
registros de datos se compile información, respecto de la persona titular del derecho
que importe la acción, cuando dicha información esté referida a aspectos de su
personalidad que se encuentren directamente vinculados con su intimidad, no
correspondiendo encontrarse a disposición del público o ser utilizado en su perjuicio

3
Informe del Convencional RODOLFO DIAZ, Diario de Sesiones de la Convención Nacional Constituyente,
29° Reunión, 3° Reunión Ordinaria, 11 de agosto de 1994, p. 4044.
4
Conf. Colautti, Carlos E.; “Reflexiones preliminares sobre el ‘habeas data’”, LA LEY 1996-C, 917
5
Conf. Gil Domínguez, Andrés, “La verdad: un derecho emergente”, LA LEY, 1999A, 219

6
Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en autos “Ganora, Mario F. y otra”, LA LEY, 2000-
A, 355
7
Confr. causas: S. 1085. XXXI "Suárez Mason, Carlos Guillermo s/ homicidio, privación ilegal de la libertad,
etc.", disidencia del juez Boggiano y U. 14. XXXIII, "Urteaga, Facundo Raúl c. Estado Nacional - Estado
Mayor Conjunto de las FF.AA. s/amparo ley 16..986", voto del juez Boggiano, de fechas 13 de agosto de
1998 y 15 de octubre de 1998, respectivamente
por órganos públicos o entes privados, sin derecho alguno que sustente dicho uso. Se
trata particularmente de información relativa a la filiación política, ideas religiosas,
militancia gremial, desempeño laboral, participación académica, etc...”8.

Este artículo que va propuesto es fruto de la ciencia y la experiencia legal y


jurisprudencial habida en base y a posteriori de la inclusión, en 1994, del último párrafo del
artículo 43 de la Constitución Nacional, como también de muy valiosos trabajos
académicos y doctrinarios entre los que cabe considerar, en primer orden, un reciente y
enjundioso aporte de la Profesora Basterra.9

En primer lugar se propone, en uso de la habilitación conferida en los términos de la ley


5.692 -y por razones de buena técnica legislativa- consagrar al hábeas data, pero en un
artículo distinto al del amparo, pues, lejos de ser una subespecie suya, importa una acción
autónoma e independiente que poca relación con él guarda. Sólo coinciden ambos en ser
acciones expeditas.

Sin embargo, el hábeas data, a diferencia del amparo, no exige para su procedencia
ni ilegalidad ni arbitrariedad manifiesta.

Tampoco es una acción subsidiaria. Recuérdese que “La incorporación del concepto
de hábeas data dentro del amparo del art. 43 se debió, como ya hemos visto, a la limitación
que encontró el constituyente para incorporar esta garantía, al no haber sido mencionada
dentro de los temas en la ley de convocatoria...”.10

Por ello se insta, para evitar confusiones, que sendas acciones se consagren en
artículos diversos. Empero, como ambas tienen ciertos puntos obvios de coincidencia,
conviene que luzcan en el articulado de forma consecutiva. Lo lógico es que el amparo
preceda al hábeas data ya que es una acción más genérica y comprensiva que éste.

Como se advierte con evidencia, el artículo propuesto innova y es más amplio que el
de la Constitución Nacional dado que habilita, a diferencia de éste, a conocer la “fuente” y
el “origen” del dato.

Asimismo, al establecerse que la presente acción prosperará para conocer datos que
obren en registros, archivos o bancos de datos de organismos públicos o privados -éstos
últimos siempre que ejerzan la función de suministrar informes- se procura eliminar cierta
inteligencia que se le ha dado al artículo 43 al sostener que solo habilita a conocer datos
habidos en registros públicos destinados a proveer informes y no a dar con datos habidos en
registros públicos que carezcan de tal puntual propósito.11

La redacción efectuada permite hacerse de todo dato siempre que obre en registros
públicos sin que importe, en absoluto, que el registro del caso tenga por objeto suministrar
información. Esto significa que todo registro público (corresponda a organismos
provinciales, municipales o para estatales) podrá resultar demandado en los términos de
esta acción, siendo superfluo que sea de su propósito brindar informes. La mayor crítica
que a nivel nacional a tal temperamento se la ha realizado radica en que dicha amplitud
puede llegar a atentar contra secretos de estado y así afectar cuestiones sensibles de interés
general como, verbigracia, la defensa. Sin embargo, tal criterio mal puede ser reproducido a
nivel local. En primer orden, ni las provincias ni los municipios desempeñan cometidos o
funciones de naturaleza análoga ni equiparable a la Nación. A su vez, la acción de hábeas
data tiene por finalidad conocer datos referentes a una persona y no permite hacerse de
cualquier información. Debe mediar interés legítimo. Toda persona puede, por ejemplo,
conocer registros que hacen a su intimidad; mas no le es dado hacerse, por ejemplo, del
estado de desarrollo nuclear o de la ubicación de las bases militares estratégicas. Por ello,
no resulta sencillo que una acción de hábeas data comprometa intereses públicos y, resulta
más difícil aún, que ello ocurra a escala local. Para evitar cuestiones de tal tenor, el
Legislador, al reglar el presente instituto, bien podrá contemplar excepciones y así
8
Hitters, Juan Carlos, El Amparo, el Hábeas Data y el Hábeas Corpus, Rubinzal-Culzoni, 1995, pág. 157.
9
Basterra, Marcela I.; Háberas Data, Derecho Procesal Constitucional, Editorial Universidad, 2005, págs.
141/208.
10
Basterra, Marcela I, Háberas Data, Derecho Procesal Constitucional, Editorial Universidad, 2005, pág. 144.
11
Ver: Ganora, Mario F. y otra”, CNCrim y Correc., sala de feria, agosto 3 de 1997
restringir, siempre que lo haga de modo razonable, el suministro de ciertas informaciones
cuando medien relevantes intereses públicos. Sería aconsejable que dicha reglamentación
disponga que la negativa a suministrar el dato sea fundada y obedezca a razones taxativas
puntuales como son, por ejemplo, la seguridad pública y la prevención y represión del
delito. Caso contrario, si el legislador contemplase excepciones de modo arbitrario –como
ocurrió a nivel nacional (ver art. 17 ley 25.326)- todo cuanto efectúe será de dudosa
constitucionalidad.

En lo que respecta a los registros privados destinados a proveer informes, vale practicar
una consideración. Resulta obvio que no puedan conocerse datos habidos en registros
privados que no pretendan suministrar dato alguno a terceros. Ello encuadra con el respeto
debido a la inviolabilidad de los papeles privados (art. 18 C.N.) y la garantía de privacidad
(art. 19 C.N.). Empero, existen muchos registros de organismos privados que brindan datos
sin que ello permita concluir que tal cometido sea su función esencial. Allí, la
suministración de datos es accesoria y no esencial al objeto del ente. Consecuentemente, ha
habido y sigue habiendo gran confusión a la hora de dilucidar si procede o no el hábeas
data contra organismos privados que no tengan por función estricta la de emitir informes,
pero realizan colateralmente dicha tarea. Los registros de las entidades bancarias o
financieras son ejemplo de ello. Según una tesis más restringida, el hábeas data no resulta
idóneo para conocer del estado financiero que una persona revista según un archivo
bancario. Ello, pues ninguna entidad bancaria tiene por finalidad esencial la de proveer
informes. Consecuentemente, ningún banco sería legitimado pasivo a los fines de esta
acción. La cuestión debe resolverse con atención a la función desempeñada, y no a la
finalidad del ente. O sea, si el ente, por más de no tener por objeto principal emitir informes
a terceros, desarrolla también esa función, merece ser plausible de resultar obligado a
suministrar el dato. Tal es el caso de un banco que suministre al Banco Central información
falaz sobre el estado crediticio de un particular. Va de suyo que el banco, entidad financiera,
no tiene por tarea la de suministrar datos. Pero, siendo la función de brindar informes a
terceros el aspecto a considerar para determinar la legitimación pasiva del órgano –sin que
en nada importe que no consista en su objeto principal-, corresponde concluir que puede ser
demandado vía hábeas data. Tal es el temperamento escogido en el artículo propuesto.
Como se ve, se ha añadido el vocablo “error” pues complementa a los de
“discriminación” y “falsedad” ya que aquél, a diferencia de éstos, está más vinculado con la
realización de conductas culposas que dolosas.

Finalmente, se ha innovado también con respecto al texto federal de 1994, pues se veda
la procedencia de esta acción ante el secreto profesional, manteniéndose incólume la
imposibilidad de afectar el de las fuentes de información.

Por lo expuesto, y conforme a los fundamentos expresados,

LA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES


SANCIONA LA SIGUIENTE REFORMA CONSTITUCIONAL

Artículo 1º: Incorporase a la Constitución Provincial los siguientes artículos:

HABEAS CORPUS.

Artículo ( ) Toda persona, por si o por otra, sin necesidad de acreditar mandato, puede
ocurrir al juez más inmediato, sin distinción de fueros ni de instancia, para que investigue la
causa y el procedimiento de cualquier restricción o amenaza a su libertad personal.

El juez hace comparecer al recurrente y, comprobada en forma sumarísima la eventual


violación, hace cesar inmediatamente la restricción o la amenaza.

Puede también ejercerse esta acción en caso de una agravación ilegítima de la forma y
condiciones en que se cumple la privación de su libertad, sin detrimento de las facultades
propias del juez del proceso. También procederá en los casos de desaparición forzada de
personas.
AMPARO.

Art.: “Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo en las
modalidades que se prevean en la ley, siempre que no exista otro medio judicial más
idóneo que garantice una tutela judicial efectiva, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente, lesione,
restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos o
garantías reconocidos por la Constitución Provincial o la Constitución Nacional.

Podrán también interponer esta acción en lo relativo a los derechos colectivos


cualquier persona y las asociaciones que propendan a esos fines.”

HABEAS DATA.

“Artículo ( ) . Toda persona tendrá el derecho a interponer acción de hábeas data a fin de
tomar conocimiento de cualquier dato o asiento a ella referido, su fuente, origen, finalidad
y uso que obre en registros, archivos o bancos de datos de organismos públicos o privados,
éstos últimos siempre que ejerzan la función de suministrar informes; y en caso de error,
falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o
actualización de aquellos. El ejercicio de este derecho no podrá afectar el secreto de las
fuentes de información ni el secreto profesional.”

DR. LISANDRO ALMIRÓN


CONVENCIONAL CONSTITUYENTE
ALIANZA FRENTE DE INTEGRACIÓN NACIONAL

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