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Director
JOSE MIGUEL CALDERON LOPEZ
Abogado
BOGOTA D.C
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS
2003
A la Memoria de Liliana y William
A nuestros padres: Maria, Armando, Luz Mariela y José Antonio
Por su amor, fe y esfuerzo
A nuestros hermanos y Javier Barragan
Por su incondicional apoyo
AGRADECIMIENTOS
Página
INTRODUCCION
1.4.1 Fundamentos 31
2.2.1 Roma 77
2.2.2 Francia 79
2.2.3 Inglaterra 82
2.2.4 Alemania 83
Es oportuno anotar que para el desarrollo del segundo capítulo se hace un énfasis
especial en el desarrollo que de la institución excepcional ha hecho la Corte
Constitucional como Entidad a cargo del Control Jurídico del mismo y que se ha
realizado a través de su jurisprudencia. Este análisis jurisprudencial parte del
aprehendimiento de los fundamentos presentados en el primer capítulo.
“El ejercicio de un control integral sobre los actos de los poderes constituidos
asegura la primacía de la Constitución como norma de normas que manda la
regla 4 del Estatuto máximo y la misión confiada a su guardiana de preservar su
“primacía e integridad” si la Corte elude el control material de los Decretos que
declaran un estado de excepción, ello significaría que las facultades del
Presidente de la República en esa materia serian supraconstitucionales. Y mas
aun: que esta Corte podría tolerar la actividad inconstitucional del Ejecutivo
renunciando así a su deber de restablecer el imperio del estatuto supremo”4.
“No se ve fundamento alguno para afirmar que los jueces de tutela colaboran
con la jurisdicción constitucional solo desde un punto de vista material, es decir,
En este aspecto la Corte Constitucional determina que los Jueces de tutela hacen
parte de la jurisdicción constitucional solo desde el punto de vista funcional pero no
orgánico como se había señalado en el Auto de 1 de septiembre de 1994.
Por tanto, debe entenderse que los valores constitucionales pertenecen al conjunto
constitucional al configurarse como fines que encaminan la actividad estatal, y como
instrumentos de interpretación para que los derechos consagrados en la Norma
Suprema, se hagan efectivos.
(...) Los principios fundamentales del Estado son una pauta de interpretación
ineludible por la simple razón de que son parte de la Constitución misma y
están dotados de toda la fuerza normativa que les otorga el artículo 4 del texto
fundamental. Los valores son normas que establecen fines dirigidos en general
a las autoridades creadoras del derecho y en especial al legislador; los
principios son normas que establecen un deber especifico, del cual se deriva un
espacio de discrecionalidad legal y judicial. La diferencia entre valores y
principios no es de naturaleza normativa si no de grado, y por lo tanto de
eficacia.”.
En este sentido, tanto los valores como los principios constitucionales están dotados
de fuerza normativa suficiente para exigir su cumplimiento, siendo directrices de
Conforme a esta disposición, hacen transito a cosa juzgada explícita los fallos que la
Corte Constitucional expide en las sentencias de constitucionalidad abstracta, las
cuales son de obligatorio cumplimiento, con efecto erga omnes; al igual que las
sentencias de exequibilidad condicionada, en las cuales señalan las condiciones o
modalidades interpretativas bajo las cuales se entiende que la norma debe
aplicarse para que no viole la Constitución.
La Corte, en este tema, añade que existe cosa juzgada implícita derivada de los
apartes de las motivaciones o consideraciones de las sentencias que “guarden una
unidad de sentido con el dispositivo de la sentencia”; esto se conoce como la ratio
decidendi del fallo; los apartes que no hacen parte del tema central de estudio o no
son estrictamente requeridos para fallar el caso solo tienen carácter indicativo o
auxiliar, constituyéndose en motivaciones obiter dicta. Este criterio se aplica en los
procesos de constitucionalidad.
“En cuanto a la parte motiva, ésta constituye criterio auxiliar para la actividad
judicial y para la aplicación de las normas del derecho en general; solo tendrán
fuerza vinculante los conceptos consignados en esta parte que guarden una
relación estrecha, directa e inescindible con la parte resolutiva ; en otras
Segundo, gozan de cosa juzgada implícita los conceptos de la parte motiva que
guarden unidad de sentido con el dispositivo de la sentencia, de tal forma que
no se pueda entender este sin alusión a aquellos.
Los principios del derecho natural y las reglas de la jurisprudencia servirán para
ilustrar la Constitución en casos dudosos. La doctrina constitucional es a su vez,
norma para interpretar las Leyes (...)
(...) la facultad de señalar los efectos de sus propios fallos, de conformidad con
la Constitución, nace para la Corte Constitucional de la misión que le confía el
artículo 241, de guardar ‘la integridad y supremacía de la Constitución’, por que
para cumplirla, el paso previo e indispensable es la interpretación que se hace
en la sentencia que debe señalar sus propios efectos . En síntesis entre la
Constitución y la Corte Constitucional cuando esta interpreta aquella, no puede
interponerse ni una hoja de papel”17
Además, las definiciones dadas por la Corte en su labor interpretativa han sido
adoptadas como criterios que deben aplicarse en la solución de conflictos por parte
de la rama judicial, así lo vemos en la sentencia T-082 de 2002 sobre la legalidad de
la pena y el principio de la no reformatio in pejus donde se establece:
Con este postulado la Corte advierte que sus interpretaciones no pueden pasar por
alto invocando el principio de autonomía judicial, si no que por el contrario, deben
ser acatadas con el fin de no llegar a decisiones ilegítimas, en esta misma sentencia
señala:
Con esto se reitera que las definiciones que de las consagraciones constitucionales
realiza la Corte para establecer su alcance, son los límites y orientaciones que
deben tenerse en cuenta al momento de aplicarlas a un caso concreto.
El tema también fue regulado en el artículo 23 del Decreto 2067 de 1991, el cual
dispone:
En este caso debía interpretar el alcance del inciso 2 del artículo 230 de la
Constitución que toma la doctrina como criterio auxiliar de la actividad judicial.
Con este criterio confirmamos lo expuesto a lo largo del capitulo, que expone el
aumento de poder de los jueces en la Constitución de 1991 con la creación de la
Corte Constitucional que ofrece una nueva perspectiva respecto a la trascendencia
del precedente judicial, tomando un rumbo que otorga a este concepto un valor
mucho más relevante, abriendo paso a una nueva concepción del papel de la
jurisprudencia como fuente de derecho.
1.4.1 Fundamentos
No obstante, las teorías de ilustres autores empiezan a sentar las bases de una
renovación constitucional Europea en donde la limitación y el control son elementos
primordiales del Estado constitucional. Así, Kelsen postula el control a través de un
Tribunal Constitucional, Laski, defiende el pluralismo frente a las teorías de la
soberanía estatal, Hauriou, afirma que gracias al pluralismo del Estado y del
derecho se dará una concepción garantizadora de la Constitución y Mirkine
Guetzevichque defiende la recuperación del equilibrio entre poderes y la
Constitución orientada al fin de asegurar la libertad27.
Para que la Constitución adquiera ese rango superior dentro del ordenamiento
jurídico debe dotarse de características especiales que le permitan la condición de
suprema. De esta manera, la Constitución emana de un órgano superior a los
poderes constituidos, compuesto directamente por el pueblo, como titular de la
soberanía, o, por una Asamblea a la que el pueblo traslada este poder. En este
sentido la validez de la Constitución se determina por la forma de su expedición, que
puede darse por el constituyente primario o poder fundado sujeto solo al plebiscito
28 Ibidem, p.18.
como vía de expedición, o al acto refrendatario de lo previamente elaborado, a
través del referéndum, o al constituyente derivado o poder reformador permanente,
cumpliendo el procedimiento señalado en la propia Carta. Este procedimiento
manifiesta el carácter político de la Carta y otorga la legitimidad que se deriva del
poder constituyente.
Como norma suprema del ordenamiento jurídico, la Constitución debe ser acatada
por todas las autoridades, creando así la necesidad de la existencia de control
constitucional. Este razonamiento se aprecia en el fallo del Juez Marshall en el caso
Marbury Vs Madison donde dejó por sentado:
“Es una proposición muy obvia para ser contradicha que la Constitución se
impone a cualquier Ley que le repugne o que el legislador puede alterar a la
Constitución por medio de una Ley ordinaria. Entre estas dos alternativas no
hay posición intermedia posible. O la Constitución es una Ley superior que no
puede ser modificada por Leyes ordinarias, o esta en un mismo nivel que las
Leyes ordinarias del legislador y, como otras Leyes, es alterable, cuando al
legislador le plazca alterarla. Si la primera alternativa es cierta, entonces un
acto del legislador contrario a la Constitución no es Ley; si la segunda es
verdadera, entonces las constituciones escritas son intentos absurdos, por parte
del pueblo, de limitar un poder que por su misma naturaleza es ilimitado”.
Así mismo Smend señala que el Estado está en una constante renovación para
poder mantener su existencia, y la Constitución impulsa y motiva la vida del Estado.
Es decir, en la Constitución no se agota la vida del Estado, por lo que es necesaria
la amplitud en su interpretación. Así la Constitución no es solo norma, sino realidad
que esta en constante y permanente renovación,31 la Constitución surge de la
voluntad política; para Georges Burdeau la Constitución es el “Estatuto de Poder” e
“La Constitución dispone, en el fondo que las Leyes no solamente deberán ser
elaboradas según el procedimiento que ella prescribe, sino además que no
podrán contener ninguna disposición que menoscabe la igualdad, la libertad, la
propiedad, etc... Así la Constitución no es solo una regla de procedimiento, sino,
además, una regla de fondo. Por consiguiente, una Ley puede ser
inconstitucional en razón de una irregularidad de procedimiento en su
confección, o en razón de que su contenido contraviene los principios o
direcciones formulados en la Constitución , es decir, cuando la Ley excede los
contenidos que la Constitución señala.”34.
Además establece:
32 Ibídem, p.95.
33 Ibídem, p.197.
34 Ibídem, p.116.
35 MARTINEZ CABALLERO, Alejandro. “Tipos de Sentencias en el Control
Constitucional de las Leyes: Al Experiencia Colombiana”, Bogota: Revista Mensual, Tutela,
Acciónes Populares y de Cumplimiento, Agosto 2000, p.1720
La doctrina extranjera ha definido el control de constitucionalidad como:
39 Aspectos del Control Constitucional en Colombia, Exposición del Dr. Manuel Gaona
Cruz, Universidad Externado de Colombia, 1984, p.73.
esto se reduce a determinados funcionarios; sin embargo este sistema no goza de
la acción pública directa y abierta de los ciudadanos, opera solo para juzgar normas
con fuerza de Ley pero no actos administrativos y no tiene una jurisdicción integrada
que permita al Juez juzgar la validez jurídica del acto en forma integral y simultanea
no solo frente a la Constitución sino también a la Ley o Acto administrativo
superior.40
40 Ibídem, p.80.
41 Ibídem, p.195.
“Un acto administrativo contrario a la Constitución puede anularse por la misma
autoridad administrativa o por un Juez que tiene competencia especifica para
examinar el recurso contra todos los actos de la administración, por otra parte
puede desaplicarse por todos los demás jueces, pues debido al principio de la
separación de poderes no están habilitados para anular una determinación del
órgano ejecutivo, este sistema lo siguen los ordenamientos que reconocen la
distinción entre la jurisdicción ordinaria y jurisdicción administrativa, como el
italiano. En otros ordenamientos que desconocen el Juez administrativo
prevalece el principio de la desaplicación de los actos contrarios a la
Constitución.”42
Así mismo en la providencia del Juez Marshall en 1803 se establece “Si, pues, los
Tribunales deben tener en cuenta la Constitución y esta es superior a toda Ley
ordinaria del legislativo, entonces la Constitución y no tal Ley ordinaria tiene que
regir en aquellos casos en que ambas serian aplicables.”46 Esta sentencia fue
fundamento para que los jueces se atribuyeran la función de control constitucional
en Estados Unidos.
Sin embargo contra esta posición cabe decir que no puede olvidarse que es el poder
constituyente el que legítima al poder constituido, que en este caso es el
parlamento; por lo tanto con el anterior argumento se negaría el concepto mismo de
Constitución, según lo afirma García de Enterria.47
Uno de los dilemas que se vislumbran en el análisis del papel que desempeñan los
Tribunales Constitucionales es si su actuación debe reflejar activismo judicial o la
prudencia judicial.48 Este ultimo analiza si la actuación del Tribunal Constitucional
es democrática y constitucional, pues de no ser así, los jueces no estarían
legitimados para reprimir las actuaciones de las ramas políticas, la actuación del
Tribunal, entonces, solo se daría al existir una violación notoria de la Constitución,
palpable de manera objetiva y donde no cabrían los prejuicios de la Corte que debe
actuar en un contexto eminentemente neutral.
El Tribunal Constitucional se debe tomar como una alternativa que dota a los
ciudadanos de nuevos instrumentos para hacer valer sus derechos, brindando mas
posibilidades de participación política, fortaleciendo los principios pluralistas.
Este ejemplo fue seguido por España, que en 1931 creo el Tribunal de Garantías
Constitucionales, que permaneció hasta la llegada de Franco, y se restableció en
También ha establecido el Tribunal que una Ley no debe ser declarada nula, si
puede ser interpretada conforme a la Constitución.
52 Ibídem, p.263.
de los proyectos de Ley.54 También se considera como forma de defensa de la
Constitución que la mayoría de los órganos estatales sean colegiados y la estructura
federal donde hay una división vertical de poderes que busca equilibrar y controlar
las fuerzas.
53 Ibídem, p.292.
54 Ibídem, p.373.
la expresión política a través de los parlamentarios. Es más, en 1982 cuando se
dicto la Ley de nacionalizaciones del programa socialista del Presidente Miterrand y
hubo una decisión de inconstitucionalidad en ciertos aspectos de esa Ley se dijo
que el Consejo Constitucional de Francia, se estaba oponiendo a la voluntad política
expresada en las elecciones que le habían dado el poder al Partido Socialista.
57 Ibídem, p.201
Por contraste con el sistema de Cortes Constitucionales y sobre la base de un
control judicial de constitucionalidad, en el derecho constitucional de los Estados
Unidos existe la figura de la revisión judicial que da la potestad para negar la
aplicación de una Ley que se considere contraria a la Constitución, y da la facultad
de interpretar las leyes para que se apliquen de acuerdo a los principios
constitucionales y del common law.
El inicio de la revisión constitucional que hacen los jueces de las Leyes, se inició con
la sentencia del Juez Marshall, quien también justificó su razonamiento en algunas
disposiciones constitucionales (aunque la Constitución no otorgue este poder de
manera expresa). Sin embargo se encuentra el artículo 3, sec. 2, 1, que establece
que el poder judicial se extender a los casos que surjan con motivo de la
Constitución y los Tribunales pueden interpretar las disposiciones constitucionales;
el artículo 6, 3, uno de los deberes de los jueces es sostener la Constitución, y, el
artículo 6, 2, la Constitución es la Ley Suprema del País.
En el caso de los Estados Unidos para que el Tribunal pueda declarar como
inconstitucional una Ley debe existir un proceso y en éste se plantea la cuestión de
la constitucionalidad como un incidente procesal, pero el Tribunal no puede hacer
esta declaratoria por iniciativa propia. La facultad para declarar la
inconstitucionalidad la tienen tanto el Tribunal supremo como todos los demás
Tribunales, pero teniendo en cuenta que los Tribunales inferiores deben acatar y
tomar con fuerza jurídica obligatoria las decisiones de los Tribunales superiores,
cuando se hace la declaración de inconstitucionalidad la Ley no sale del
ordenamiento jurídico, simplemente no se aplica para el caso concreto.
El sistema norteamericano de control constitucional coincide con la excepción de
inconstitucionalidad, consagrada en el artículo 4 de nuestra Constitución. El sistema
americano es difuso, incidental, especial y declarativo, mientras que el europeo es
concentrado, principal, constitutivo y responde a una jurisdicción independiente de la
jurisdicción ordinaria, debido a la trascendencia de su función en la guarda de la
supremacía constitucional.
“Hoy en día las mejores garantías para el Tribunal parecen ser las siguientes:
carácter no renovable del mandato ( Alemania, Francia, Italia, Austria, España)
inamovilidad garantizada por el propio Tribunal, y sobre todo, un cierto numero
de incompatibilidades con funciones políticas. De otra parte, es conveniente
tener en cuenta que, a la independencia de los miembros, debe añadirse la de
la misma institución y en este aspecto tanto la autonomía financiera, como
administrativa, de la jurisdicción constitucional van a ser esenciales.”
Para regular los efectos de los fallos de la Corte Constitucional la Ley Estatutaria de
la Administración de Justicia en el artículo 48 establece
Este papel debe desarrollarlo en el contexto del mundo jurídico actual, donde los
Tribunales constitucionales ha dejado de ser de simple legislador negativo, limitado
a declarar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una norma, pues, ahora
buscan, preservar los actos normativos, como expresiones de órganos políticos que
representan la voluntad popular, buscando soluciones constitucionales que no
generen mayores traumatismos en el ordenamiento jurídico y político, aplicando el
principio de seguridad jurídica.
“La modulación de los efectos de las sentencias es una tradición propia del
constitucionalismo colombiano(...).”
“En esta misma sentencia definió las sentencias integradoras como “una
modalidad de decisión por medio de la cual, el Juez constitucional, en virtud
del valor normativo de la carta (C.P. art. 4), proyecta los mandatos
constitucionales en la legislación ordinaria, para de esa manera integrar
aparentes vacíos normativos o hacer frente a las inevitables
indeterminaciones del orden legal. En ello reside la función integradora de
la doctrina constitucional, cuya obligatoriedad como fuente de derecho, ya
ha sido reconocida por esta Corporación. Y no podía ser de otra forma, por
que la Constitución no es un simple sistema de fuentes si no que es en si
misma una norma jurídica, y no cualquier norma, si no la norma
suprema(...)”
1. Sentencias integradoras
64 Ibídem.
“de otro carácter” se encuentran las sentencias de los jueces. Por lo tanto la
Corte al tomar un decisión considera que debe integrar a la normatividad los
derechos reconocidos en la Constitución y en los Pactos Internacionales.
2. Sentencias Interpretativas
3. Sentencias estimatorias
Como efecto de las sentencias estimatorias, la Corte estableció, que para evitar
dejar vacíos normativos, con la declaratoria de inexequibilidad se restauran ipso
jure, las normas que habían sido derogadas si no son contrarias al
ordenamiento constitucional, así lo señalo en la sentencia C-608 de 1992.
4. Sentencias desestimatorias
Los tipos de sentencia definidos corroboran el papel que cumplen las decisiones
de la Corte como fuentes de derecho. De esta manera, cuando una norma
jurídica es declarada inconstitucional, esa norma sale del ordenamiento jurídico,
es decir, se altera este ordenamiento y se generan nuevas reglas, creando
derecho y más aún, cuando se sustituyen preceptos dados en la Ley que se esta
juzgando por otros que se acomoden a las disposiciones constitucionales, o
agrega nuevos preceptos, también se esta creando derecho, además en la
interpretación constitucional, las disposiciones constitucionales se concretizan y
se actualizan con el desarrollo de la sociedad, esto se da sobretodo en las
sentencias interpretativas65.
1.4.5.2 Generalidades en el Derecho Comparado.
Hay que distinguir en los países del common law y los de civil law, en el primero
está el circulo jurídico angloamericano, y predomina el derecho no escrito, por lo
tanto, la posibilidad de interpretación que tienen los Tribunales es mas amplia, por
que los principios del common law se construyen por la interpretación que de la
costumbre hagan los Tribunales, sin embargo, en Inglaterra esta libertad de
interpretación no es tan amplia, por que allí predomina la Ley del Parlamento que se
presume constitucional, así, el Tribunal no podrá hacer una interpretación que vaya
en contra de la interpretación que haya hecho el parlamento, diferente es el caso de
los Estados Unidos donde es la interpretación de los Tribunales la que prima y la
interpretación de la norma debe encuadrarse en los principios del common law.
De acuerdo con este esquema general, los Tribunales constitucionales de cada país
acuden a sentencias que les permitan realizar una interpretación acorde con su
sistema, buscando la solución mas adecuada jurídica, política y socialmente.
Cuenta también con la posibilidad de establecer los principios que deben orientar la
regulación en la materia de la norma declarada inconstitucional, para que este
conforme a las disposiciones constitucionales, estas decisiones se conocen como
sentencias de delegación.68
Con todas las posibilidades que tiene el legislador para realizar su labor
interpretativa es factible que se altere el significado inicial que el legislador quería
dejar plasmado en su obra.
71 Ibídem, p.1725.
72 Ibídem, p.1725.
2. TEORIA DEL ESTADO DE EXCEPCION DE CONMOCION INTERIOR
Las naciones frente al avance que el derecho ha tenido en cada cultura, se han ido
adecuando con el paso del tiempo a la forma de derecho positivo y por lo mismo,
cada pueblo, cada nación, tiene hoy en día una normatividad que contiene las
condiciones generales para la convivencia pacífica y el cumplimiento de los fines del
Estado y de los fines de la persona considerada desde el ambito de su propia
dignidad, y dependiendo del sistema de Gobierno al cual hagamos referencia será
acentuada la busqueda del fin-Estado o del fin-persona.
Sin embargo el Estado como persona de Derecho Público que es, paradojicamente
se enfrenta a las mismas situaciones de peligro a las que se puede ver enfrentado
un particular, y el peligro, por ser tal, algunas veces hace imposible preveer la
manera como van a suceder los acontecimientos y de la misma manera, las
herramientas con que puede ser afrontada dicha situación.
73 "El Estado también reaccióna ante los peligros, aunque carezca de normas que lo
autoricen, pero no está autorizado a causar daño para evitar otro mayor, como ocurre con los
particulares; el Estado de Necesidad, dice Bielsa, el legítimo frente a un hecho extraño a la
voluntad directa del Estado, hecho que entraña para la conservación de este o de la
colectividad a él referida un peligro grave e inminente, ya sea respecto del orden público
interno, ya cuando esté amenazada su integridad política, institucional u orden internacional.
En general añade, se resuelve o consiste en cierta disminución de derechos en defensa de un
mayor bien a la comunidad. Es emergente, circunstancial e imprevisto, al menos en la Ley, y
ninguna cuestión se presenta como no sea la validez de la Ley frente a la Constitución, en
cuanto ésta es el único límite a las nuevas normas dictadas en estado de necesidad”.
(BIDART CAMPOS, Germán. “La Doctrina de la Emergencia y las situaciones de
Excepción”. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 1987. p.581-
582.)
De la misma manera que la anterior teoría acoge la necesidad de la existencia de
los Estados de Excepción y le otorga el carácter de garantía constitucional para el
ciudadano, también existen pronunciamientos enérgicos doctrinales sobre la
inconveniencia de la figura y la manipulación que de la misma hacen los
gobernantes de algunos países para el sometimiento absoluto del individuo al
Estado:
2.2.1 Roma
“La República Romana tuvo una época en que la demagogía furibunda hacía
trepidar su contextura institucional. El sistema defensivo, creado para afrontar
circunstancias críticas de esa naturaleza, consistía en establecer, como fuero
extraordinario del senado, la dispensa de las Leyes o legibus solvere. En
casos muy graves regía el senatus consultum ultimum, decisión que confería
a la autoridad ejecutiva poderes excepcionalmente aumentados para combatir
la emergencia, por el tiempo que pudiese durar.”79
2.2.2 Francia
En cambio, el Consejo de los 500 expidió la Ley Francesa del 10 de Julio de 1791
(10 de Furtidor del año V), por la cual se reguló el ámbito militar y la organización
“La acepción “Estado de Sitio” tiene origen guerrero, pues supone una plaza
militar sitiada por fuerzas enemigas, y en medio de tal estado de cosas, la
característica de las medidas que resultan de tal declaración es la de ser
medidas conducentes a la mejor organización de la defensa. Son formas
legales de movilización de la población civil para la lucha militar y que conllevan
el descaecimiento de algunas garantías individuales en aras del objetivo.”80
La mencionada Ley Francesa de 1791 hacía una regulación diferente para las
plazas de guerra y puestos militares, en atención al nivel de normalidad existente:
- Estado de Paz: (Artículo 6°) Todos los actos de poder civil se encontraban de
manera exclusiva a cargo de los Magistrados y oficiales civiles determinados
por la Constitución. Los militares tenían a su cargo exclusivamente los poderes
relacionados con las tropas y el servicio.
- Estado de Guerra: (Artículo 7°, 8° y 9°) Declarado por el poder Legislativo a
proposición del Rey, quien debía sancionarlo y publicarlo; cuando el Legislativo
no se encuentraba, el Rey podía hacer la declaración bajo su propia
responsabilidad y el Legislativo podía en todo momento revisar dicha
declaración. El comandante militar podía requerir a la autoridad civil para recibir
colaboración.
- Estado de Sitio: (Artículo 10°, 11° y 12°) 81 Aunque no tiene una definición
concreta, se debe entender como ‘plaza sitiada’; y se regulaba básicamente la
Este carácter netamente militar de la Ley francesa fue politizado y desplazado hacia
la población civil bajo el Imperio de NAPOLEON BONAPARTE, quien utilizó la
normatividad referida con anterioridad en la población de Tolosa (1799), y
posteriormente en Brest y Arrás (1811) contra ciudadanos, por la realización de
revueltas, sin la existencia de una guerra, que era el presupuesto fáctico para la
aplicación de la Ley del 10 de Julio de 1791.
Artículo 11. Las plazas de guerra y puestos militares estarán en Estado de Sitio no sólo desde
el momento en que comenzaren los ataques del enemigo, sino luego que a resultas del cerco o
acordonamiento quedaren cortadas las comunicaciones de dentro a fuera y de fuera a dentro,
a distancia de mil ochocientos toesas de las crestas de los caminos cubiertos.
Artículo 12. El Estado de Sitio no cesará sino después de roto el cerco, y en caso de haber
comenzado los ataques, después de haber sido destruidos los trabajos de los sitiadores y
reparadas o puestas en estado de defensa las brechas.
determinó que era constitucional la declaratoria de Estado de Sitio pero
inconstitucionales las penas de muerte impuestas. Este pronunciamiento se
constituye en el pilar del Control de Constitucionalidad actual de los Decretos
legislativos que son producto de los Estados de Excepción modernos.
Durante el Siglo XX, la figura del Estado de Sitio no ha sido muy utilizada. Se
declaró el 5 de Agosto de 1914 por la primera guerra mundial y en abril de 1961 por
el proceso de liberación de Argelia.
2.2.3 Inglaterra
Existe también la figura del ‘Martial Law’ o Ley marcial, consistente en el derecho a
restringir libertades, la suspensión de normas por imposibilidad de aplicación o del
pronunciamiento de los Tribunales cuando estos últimos no puedan administrar
justicia como es debido; en este caso se presenta la extensión de la jurisdicción
militar a la civil, teniéndose la primera, como órgano judicial.
2.2.4 Alemania
89 SAMPER, José María. “Derecho Público Interno.” Bogotá: Editorial Temis, 1982.
p.498-499.
facultades al Presidente de la República pero con el contrapeso de la taxatividad en
las facultades y un carácter restrictivo en su aplicación e interpretación.
De otra parte, el artículo 117 del Acto Legislativo, suprimió el concepto previo del
Consejo de Estado como requisito para la declaratoria del estado de excepción.
A pesar de todo jamás se expidió la una Ley que desarrollara los preceptos del
artículo 121 de la Constitución, hecho que se prestó para permitir un margen
demasiado amplio al Gobierno en relación con la interpretación del artículo 121 y
que finalmente llevo al abuso de la figura.
94 “El artículo 121 de la Constitución Nacional es una norma de orden público jurídico
destinada a permitir el restablecimiento del orden político perturbado; otro ejemplo: dos
personas pactan la mutua obligación de realizar un golpe de Estado. La causa y el objeto son
ilícitos. La condición es ilícita. El hecho es moralmente imposible, por estar prohibido en la
Ley. Hay entonces una violación de normas de orden público jurídico, pero la realización del
El artículo 120 ord. 7 otorgaba al Presidente la libertad de apreciación sobre la
existencia de los motivos para declarar turbado el orden público, puesto que lo
responsabilizaba de la conservación del orden público y del restablecimiento del
mismo en el evento en que fuere turbado. El objeto de esta atribución era lograr
agilidad operacional por parte del Ejecutivo como rama del poder público y
concentrar la defensa del orden público en el mismo de Gobierno y en las fuerzas
armadas.
El Estado de Sitio era declarado para el restablecimiento del orden público donde
fuere turbado o su mantenimiento donde fuere amenazado por un peligro grave o
inminente; Pero ¿porque se podía ver turbado o amenazado el orden público
interno? La palabra “orden público” tiene una relación directa con las estructuras
políticas existentes o elementos perturbadores del orden establecido.95 La
condición de unanimidad que abrió paso doctrinalmente a la conmoción era la
gravedad de la perturbación, similar a la de guerra exterior para la justificación del
ordenamiento extraordinario, pero la realidad demostró que la discrecionalidad del
Ejecutivo se imponía dejando a su criterio la apreciación de la gravedad de la
situación y el Congreso, institución encargada del control político de la
reglamentación de excepción, nunca se pronunció en contra de los motivos
superfluos alegados por el Gobierno.96
Queda claro entonces que para la declaración del Estado de Sitio por causa de
Conmoción Interior se requería una seria amenaza o una efectiva perturbación del
orden público del Estado, quedando al arbitrio del Ejecutivo (al presentarse cada
caso), la determinación de los hechos que devienen en perturbación del orden
público y la gravedad del mismo Al respecto dijo la Corte Suprema de Justicia:
Por lo tanto, aún cuando la facultad del Gobierno de declarar turbado el orden
público tenía un carácter discrecional, la jurisprudencia fue poco a poco añadiendo
ingredientes que hacían de dicha facultad, una facultad reglada; de este modo, se
fue complementando la definicion de “Conmoción Interior”, configurandose así el
concepto de una situación extraordinaria de perturbación o amenaza del orden
público, de gran magnitud, que ponga en peligro la estabilidad estatal, que no
puede ser afrontada por el Gobierno con sus atribuciones ordinarias y que por tanto
La anterior expresión creó la posibilidad de existencia del Estado de Sitio total o parcial; por
consiguiente, al momento de la declaración del estado de excepción, el Gobierno debía
entrar a decidir sí el mismo debía cobijar la totalidad del territorio de la República
(Estado de Sitio total) o únicamente una parte del territorio nacional (Estado de Sitio
parcial), teniendo en cuenta el lugar donde se presentaban las circunstancias de
amenaza o perturbación del orden público y de la extensión territorial del estado de
excepción, es decir, de la zona afectada con el mismo. Ahora bien, normalmente se
presentó el Estado de Sitio total.
Estas facultades constituyen uno de los pilares para la existencia de los estados de
excepción pues al partirse del supuesto de la situación extraordinaria que no puede
ser manejada con las atribuciones ordinarias de policía, se hace necesaria la
imposición al Ejecutivo de una serie de atribuciones que normalmente corresponden
a otras ramas del poder público, para que, con la celeridad que caracteriza el
ejercicio del poder Ejecutivo (al menos en teoría), y el poder de discrecionalidad que
se le confiere, logre restablecer el orden público en un término relativamente corto.
El artículo 121 de la Constitución de 1886 limitó las facultades del Gobierno en dos
sentidos a saber: Su utilización debía tener una relación intima con las causas de
perturbación y las medidas debían tener carácter transitorio (pro tempore).100
Partiendo del artículo 121 de la Costitución de 1886 encontramos tres clases de
Artículo 120...
No.7: “Conservar en todo el territorio el orden público y restablecerlo donde
fuere turbado”.
No. 8: El Presidente puede: “Dirigir las operaciones de guerra como jefe de los
ejercitos de la República.”
No. 9: “Proveer a la seguridad exterior de la República, defendiendo la
independencia y la honra de la Nación y la Inviolabilidad del territorio”.
101 Sin embargo, mediante el Decreto No. 3518 de 1949, se declaró turbado el orden público
y en Estado de Sitio todo el territorio nacional. “Entre los Decretos que expidió el Gobierno
Nacional para conjurar la crisis y en uso de las atribuciones otorgadas por el artículo 121 de
la Constitución de 1886, se encuentra el Decreto Legislativo No. 2663 de 1950 -5 de Agosto-,
La Constitución de 1886 dió especial relevancia a dos puntos a saber: La creación
de impuestos y los derechos y garantías constitucionales:
Sobre los derechos y garantías constitucionales, los artículo 38, 42, 61 y 28103 de
la Constitución de 1886 se encargaron de consagrar la intangibilidad de los
por medio del cual se adoptó el Código Sustantivo del Trabajo. LEY 141 DE 1961
(Diciembre 16). Adóptanse como Leyes los Decretos Legislativos dictados con invocación
del artículo 121 de la Constitución, desde el nueve (9) de noviembre de mil novecientos
cuarenta y nueve (1949) hasta el veinte (20) de julio de mil novecientos cincuenta y ocho
(1958), en cuanto sus normas no hayan sido abolidas o modificadas por Leyes posteriores."
Texto tomado del Diario Oficial, 23 de diciembre de 1961, Año XCVIII, No. 30694.
102 CONSTITUCION POLITICA DE 1886...Artículo 206. En tiempo de paz no se podrá
percibir contribución o impuesto que figure en el Presupuesto de Rentas, ni hacer erogación
del Tesoro que no se halle incluída en el de Gastos.
Artículo 43. En tiempo de paz solamente el Congreso, las Asambleas Departamentales y los
Consejos municipales podrán imponer contribuciones.
103 CONSTITUCION POLITICA DE 1886...Artículo 38: Podrá gravarse, pero nunca
prohibirse en tiempo de paz, la circulación de impresos por correos.
Artículo 42: La prensa es libre en tiempo de paz; pero es responsable, con arreglo a las
Leyes, cuando atente a la honra de las personas, al orden social o la tranquilidad pública”.
Artículo 61: Ninguna persona o corporación podrá ejercer simultáneamente, en tiempo de
paz, la autoridad política o civil y la judicial o la militar.”
Artículo 28: Aun en tiempo de guerra nadie podrá ser penado “ex post facto”, sino con
arreglo a la Ley, Orden o Decreto en que previamente se haya prohibido el hecho y
determinándose la pena correspondiente.
Esta disposición no impide que aun en tiempo de paz, pero habiendo graves motivos para
temer perturbación del orden público, sean aprehendidas y retenidas mediante orden del
derechos de circulación de impresos de correo, de libertad de prensa, de
separación entre la autoridad civil y militar y de libertad personal, pero con la
advertencia de que la regulación era aplicable en tiempos de paz, lo que dejaba
entonces abierta la posibilidad al Ejecutivo de restringir los derechos mencionados
en tiempos de excepción, siempre que se respetasen las limitaciones mencionadas
con anterioridad, a saber, de un lado, la relación estrecha entre la perturbación y la
limitación de los derechos y por el otro la temporalidad de las medidas.
Gobierno, y previo dictamen de los Ministros, las personas contra quienes haya graves
indicios de que atentan contra la paz pública. (...)”
104 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sentencia de 12 de Junio de 1945.
De la misma manera, para llenar el vació jurisprudencial frente al resto de derechos
constitucionales, Gonzalo Gonzalez realizó una interpretación que tuvo gran
relevancia en el modus operandi del Gobierno frente al tema:
Se deben entender como su tenor literal lo expresa, como las facultades otorgadas
al Gobierno por medio de una manifestación por parte del organo legislativo. Era
una posibilidad más de control político por parte del Congreso pues era este quien
determinaba el campo de operación del Ejecutivo y le brindaba las bases para
poder actuar bajo el imperio de los estados de excepción. Desafortunadamente el
“Artículo 121 (...) Mediante tal declaración, el Gobierno tendrá, además de las
facultades legales, las que la Constitución autoriza para tiempos de guerra o de
De todos modos la aplicación durante la vigencia de la figura del Estado de Sitio fue
escasa, debido, como ya lo dijimos, a la ambigüedad de la norma constitucional y a
la dificultad para definir de modo concreto las normas de derecho internacional
aplicables en el derecho interno.
- Para tener carácter obligatorio debían contener la firma de todos los ministros.
(requisito formal ad substanciam actus).
- No podían derogar Leyes, solo suspender las que fueran incompatibles con el
Estado de Sitio.
“2°. – Cuanto a las dos facultades restantes, las que la Constitución autoriza
para tiempos de guerra o de perturbación y las atinentes al Derecho de Gentes,
solo pueden ser ejercidas a través de Decretos, denominados Legislativos, que
deben llevar inexcusablemente la firma de todos los Ministros. Son estos los
Decretos que se dictan “dentro del Estado de Sitio”, o por causa o con ocasión
del mismo y los que están enderezados a conjugar la perturbación o atender las
exigencias de la guerra exterior. Y son también los que constitucionalmente
comprometen la responsabilidad política del Presidente y de los Ministros ante
el Congreso.”108
En relación con el carácter “pro tempore” de los Decretos, hay que dejar claro el
fundamento de la facultad otorgada al Ejecutivo de suspender las Leyes
incompatibles con el Estado de Sitio, dado que dicha facultad no podía extenderse a
la derogatoria o abolición de disposiciones de carácter legal básicamente por dos
razones: Al permitir la abolición se perdía el carácter transitorio de las facultades
ejercidas por medio de los Decretos en comento y además se estaría facultando al
Gobierno para legislar permanentemente sobre asuntos reservados al Congreso en
tiempos de paz.
Para completar la exposición sobre los instrumentos del Ejecutivo para legislar bajo
el Estado de Sitio, es necesario hacer un cuestionamiento: ¿Estos Decretos tenían
el carácter de ‘”Leyes” en el sentido material de la palabra?
Consideramos que sí, puesto que el artículo 118 N° 8 le daba potestad legislativa al
Presidente en el caso de los artículos 76 Ord. 11 y 12, 80, 121 y 122 en cuanto a
sujetos, campo de aplicación y contenido aun cuando los mismos se hacían por
medio de Decretos. Al estar incluido el artículo 121 dentro de la potestad legislativa,
tenemos el carácter de Ley de los Decretos y por ende su obligatoriedad (reiterada
por la norma constitucional) y efectos en igualdad de condiciones frente a los Leyes
en su sentido formal; la única diferencia era su duración, pues culminaba con la
terminación de la perturbación del orden público o de la guerra exterior en virtud del
artículo 121 N°7.
El régimen del Estado de Sitio se presentó con bastantes falencias, como lo hemos
venido anotando a lo largo del texto, dada la extensión de las facultades y la
intromisión de las mismas en la esfera de las garantías constitucionales del
ciudadano; hecho adicionado al amplio margen discrecional al Ejecutivo para la
determinación de las situaciones originadoras del régimen excepcional y para la
interpretación de las normas con carácter ambiguo.
El papel del Congreso en esta étapa histórica del Estado de Excepción era
fundamental puesto que trayendo a colación las facultades del Senado y de la
Cámara de Representantes en relación con la responsabilidad del Gobierno y
111 “En efecto, como éste dispuso que las Cámaras estarán reunidas por todo el tiempo en
que el país se halle bajo el Estado de Sitio, se creó una pasiva conformidad del Congreso con
el mantenimiento del país bajo dicho estado y hasta con la práctica de que el Ejecutivo utilice
los poderes especiales de la legalidad marcial no sólo para dictar medidas directamente
relacionadas con el restablecimiento del orden público sino tambien para regular
prácticamente todas las materias que el artículo 76 de la Constitución señala como de la
competencia del legislador.” (LLERAS RESTREPO, Carlos. “Estado de Sitio ¿Hasta
Cuando?.” Bogotá: Revista Nueva Frontera Número 207 de Noviembre de 1978. p.6.)
112 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sentencia No.17 de mayo 10 de 1982.
verificando las circunstancias de competencias de control por parte de la Corte
Suprema de Justicia, podemos concluir que el Congreso era el único con la potestad
de estar en desacuerdo con los Decretos declarativos y de levantamiento del estado
de excepción, dado que el concepto de control meramente formal por parte de la
Corte Suprema de Justicia constituía la regla, lo cual excluía de paso toda clase de
control material y jurídico que se pudiera hacer sobre los mencionados Decretos.
“Si examinamos el caso del Paraguay, podremos observar que durante las casi
cuatro décadas que duró el régimen de Stroessner, en forma rutinaria, cada
seis meses, el Parlamento aprobaba la renovación del Estado de Sitio
propuesto por el Ejecutivo, confiriendo así legalidad a lo que no era sino un
manifiesto abuso en el empleo de este recurso. En Haití, bajo el régimen de
Duvalier, durante más de dos décadas, fue práctica corriente que la legislatura,
al término de sus breves sesiones anuales, confiriera plenos poderes al
Ejecutivo durante el largo periodo de receso y suspendiera por igual término las
garantías constitucionales más importantes. Como es lógico suponer, en estas
circunstancias, el poder judicial, de hecho o de derecho, carece de facultades
para controlar la oportunidad y la legalidad de la implantación del estado de
excepción (potestad que está reservada a las autoridades políticas) y tampoco
puede hacer cesar el alcance de las medidas concretas que afectan los
derechos humanos de las personas, trátese de una detención, de una expulsión
del territorio, una relegación o un confinamiento en alguna parte del territorio,
etcétera.”113
113 DESPOUY, Leandro. “Los Derechos Humanos y los Estados de Excepción.” Mexico
D.F. Universidad Nacional Autónoma de Mexico, 1999. p.68.
114 LLERAS RESTREPO, Carlos. Op, cit., p.6.
2.3.9 Control Judicial: Corte Suprema de Justicia
La figura del control judicial ejercido por la Corte Suprema de Justicia (Artículos 112,
y 214 de la Constitución) fue incluída en el ordenamiento constitucional con la
reforma del año de 1960 bajo el esquema de discrecionalidad de la rama legislativa
para el ejercicio de la acción y con la reforma constitucional de 1968 se dió un
cambió hacia el control automático de los Decretos Legislativos expedidos bajo el
Estado de Sitio con el objetivo de guardar la Constitución y velar por la garantía de
su normatividad tanto en tiempos de paz como en tiempos de anormalidad.
“El Decreto que declara la turbación del orden público no es revisable por
inconstitucionalidad, exceptuando el caso de los vicios formales de su
expedición. (...) es pues, un acto específicamente político; por no contener
contenido normativo, no cae bajo la jurisdicción constitucional de la Corte.”115
115 POSADA VIANA, Alfredo y MATALLONA ESLAVA, José Ivan. Op, cit., p.25.
Sitio bajo el argumento de la guarda y supremacía absoluta de la Constitución bajo
cualquier clase de circunstancia:
De esta manera se desarrolló la figura del control judicial ejercido por la Corte
Suprema de Justicia, con un examen integral sobre los Decretos expedidos durante
el desarrollo del Estado de Sitio, pero con la inhibición para pronunciarse respecto a
los Decretos que versaban sobre la declaración de la perturbación y la declaración
del restablecimiento de la normalidad, con lo cual éstos quedaban sin control
judicial.
- Guerra Exterior
- Conmoción Interior
118 CARNOTA, Walter. “Una visión introspectiva del nuevo control de constitucionalidad
Colombiano.” Bogotá: Revista Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla No.6. Ministerio de
Justicia y del Derecho. 1993, p.121.
de los principios y derechos consagrados al individuo, que se considera centro de
toda actividad gubernamental.119
Es por esto que la Corte Constitucional, desde su primer pronunciamiento sobre los
estados de excepción, dejó claro el límite establecido para el gobernante en la
aplicación de las facultades extraordinarias conferidas para tiempos de anormalidad
por su deber de velar por el cumplimiento de los postulados constitucionales y, en
especial, de desarrollar el Estado Social de Derecho.
Es por esto, que en este punto, a partir del cual entramos en el análisis de la
institución de la Conmoción Interior, consideramos necesario anotar que cada punto
que se plantea a continuación parte del postulado del Estado Social de Derecho y,
por ende, aunque la Conmoción Interior está planteada como una institución para la
defensa nacional todo el desarrollo que tiene en nuestro ordenamiento gira en torno
de la persona considerada desde su dignidad y la protección de sus derechos y
garantías constitucionales.
2.4.2.1 Introducción
Como podemos concluir de la lectura del artículo 153, la mayoría para la aprobación
del proyecto de Ley es calificada (mayoría absoluta) y el trámite debe adelantarse
en una sola legislatura. Adicionalmente, para las Leyes estatutarias existe un
control previo de constitucionalidad por parte de la Corte Constitucional. Al
respecto, el artículo 39 del Decreto 2067 de 1991 regula el procedimiento que la
Corte Constitucional debe seguir:
Dicho trámite, para la Ley de los estados de excepción se llevó a cabo en el año de
1992. Aunque es preciso decir que era una Ley muy necesaria123 pues en los
123 “Un primer aspecto que debe destacarse es la ausencia de una definición clara y precisa
de los estados de excepción; el proyecto de Ley Estatutaria se límita a reiterar normas
constitucionales, innecesaria y antitécnicamente. El propósito de la Ley Estatutaria no es
reiterar normas que por su naturaleza no requieren refuerzo alguno; de lo que se trata es de
regular, de una manera armónica, coherente y precisa, las facultades conferidas al Ejecutivo,
las oportunidades y requisitos para ejercerlas, los controles, garantías, procedimientos, etc.
Así lo dispone el numeral segundo del artículo 214 de la Carta.” (IBAÑEZ GUZMAN,
Augusto y BARBOSA CASTILLO, Gerardo. “Ley Estatutaria de los Estados de Excepción.”
años de 1992, 1993 y 1994 se expidieron Decretos de excepción (V.gr. el Decreto
333 de 24 de febrero de 1992, Decreto 680 del 23 de abril de 1992, Decreto 1155
de 10 de Julio de 1992, Decreto 1793 de 8 de Noviembre de 1992, Decreto 261 de 5
de febrero de 1993) en los que a falta de reglamentación, la Corte tuvo pocas
herramientas para realizar su función de control previo. La Corte entonces acudió
a la fuente constitucional para la realización del control:
“La Corte observa que el hecho de que aún no se haya expedido la Ley
Estatutaria para regular las facultades del Gobierno durante los estados de
excepción, de que trata el artículo 152 literal e) de la Carta, no impide la
declaratoria de la Conmoción Interior, pues ella no es un presupuesto para la
declaratoria sino un instrumento para el control de su ejercicio.
Ahora, la falta de dicha Ley Estatutaria no comporta tampoco una ausencia de
control de las competencias exceptivas del Ejecutivo. Tal carencia se suple,
ciertamente, con una doble normatividad:
De un lado, la propia Carta fija límites al ejercicio de las facultades de
excepción, así:
a) El artículo 213 establece en su inciso segundo un primer límite teleológico
(...)
b) Un segundo límite es el alcance legislativo parcial de los Decretos
legislativos: sólo "pueden suspender" las Leyes (vid infra), incompatibles con el
estado de conmoción y dejarán de regir tan pronto como se declare
restablecido el orden público. El Gobierno podrá prórrogar su vigencia hasta
por noventa días".124
- La ponencia para primer debate estuvo a cargo del Senador David Turbay
Turbay y se publicó en la Gaceta del Congreso No.45 del 1 de septiembre de
1992. Pág. 1,2,3,4,5,6. Se presentó pliego de modificaciones.
- El texto definitivo fué revisado por una Comisión Accidental, constituída para la
solución de una serie de discrepancias en los artículos 1,4,5,6,7,28,38,44,47 y
51. Luego de esta revisión fue aprobado por la totalidad de asistentes a las
plenarias de cada Cámara.
Cumplidas las exigencias constitucionales, fue sancionada la Ley 137 del 13 de Abril
de 1994 “Por la Cual, se regulan los Estados de Excepción en Colombia”, cuyos
comentarios generales se haran a lo largo del estudió en consideración a su notable
extención.
2.4.3 Causas para Declarar la Conmoción Interior
“Artículo 213. En caso de grave perturbación del orden público que atente de
manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o
la convivencia ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de
atribuciones ordinarias de las autoridades de policía, el Presidente de la
República, con la firma de todos los Ministros, podrá declarar el Estado de
Conmoción Interior, en toda la República o parte de ella,...”
El atículo 6 del proyecto de Ley No.128 de 1992 presentado por el Senador Hernán
Motta Motta, (Gaceta del Congreso No.49 del 2 de septiembre de 1992 pág.2)
contemplaba:
“Artículo 6°. Causales para declarar un Estado de Excepción: Las causales que
lleven a decretar un Estado de Excepción, deben reunir las siguientes
características:
a) Debe tratarse de hechos que constituyan un atentado en contra de la vida
de la Nacion
b) Que ese atentado sea grave y,
c) Que se trate de un atentado real.”
- La Convivencia Ciudadana.
“...se debe tener en cuenta que las graves alteraciones del orden público no
siempre tienen las implicaciones requeridas para poner en peligro la existencia
misma de una democracia constitucional. El que esas graves alteraciones del
orden público no sean deseables no impide que efectivamente se presenten y
de allí por qué en tales casos deba acudirse a las herramientas jurídicas
ordinarias con que cuenta el Estado de Derecho para superarlas. Esto es
entendible pues el régimen político y jurídico no puede ser ajeno a las tensiones
sociales en cuanto ellas hacen parte de la misma dinámica social. Por ello, todo
“En este orden de ideas, considera la Corte que los hechos narrados no tienen
el carácter de coyunturales, transitorios ni excepcionales, que deban ser
conjurados mediante medidas de excepción, sino que constituyen patologías
arraigadas que merecen tratamiento distinto por medio de los mecanismos
ordinarios con que cuenta el Estado para sortear problemas funcionales y
estructurales normales.” 129
Artículo
País. Constitucional Causales.
Se ponga en peligro el ejercicio de la
Argentina Artículo 23 CN Constitución y las autoridades.
No existe definición constitucional de
Chile Artículo 82 CN ‘Conmoción Interior’.
Circunstancias graves que afecten el
orden interior, la seguridad del país o la
Cuba Artículo 67 CN estabilidad del Estado.
Solamente hace referencia a ‘grave
Ecuador Artículo 180 CN conmoción interna’.
Circunstancias extraordinarias, hagan
imposible el mantenimiento de la
normalidad mediante los poderes
España Artículo 116 CN ordinarios de las autoridades competentes.
Cuando las instituciones de la República,
la independencia de la Nación y la
integridad de su territorio o el cumplimiento
de sus compromisos internacionales, estén
amenazados de una manera grave e
inmediata y el funcionamiento regular de
los poderes públicos constitucionales esté
Francia Artículo 14 CN interrumpido
Perturbación grave de la paz pública, o de
cualquier otro que ponga a la sociedad en
México Artículo 29 CN grave peligro o conflicto.
Perturbación interna que amenace la paz y
Panamá Artículo 51 CN el orden público.
Inminente peligro del imperio de la
Constitución o el funcionamiento regular
de los órganos creados por ella, el
Paraguay Artículo 288 CN Congreso o el poder Ejecutivo.
Perturbación de la paz o del orden interno,
circunstancias que afectan la vida de la
Nación, guerra civil o peligro de que se
Perú Artículo 231 CN produzca.
Para dejar totalmente claro que se trata de una facultad discrecional, mas no
arbitraria del Ejecutivo, es importante anotar que la Constitución de 1991 y la Ley
137 de 1994, establecieron una serie de límites a las facultades del Ejecutivo y
también se contempló la responsabilidad del Presidente y sus Ministros en el evento
de hacer una declaratoria de Estado de Conmoción Interior, sin el cumplimietno de
las exigencias y sin el acaecimiento de los presupuestos fácticos necesarios para la
Podemos concluir que se trata de una facultad reglada en cuanto que se presentan
ciertos límites constitucionales y legales y que finalmente la discrecionalidad se
aplica únicamente en el libre albedrio para decidir políticamente el momento
necesario y oportuno para la declaratoria, teniendo en cuenta que es imposible
reglar esta última actuación puesto que estamos hablando de una situación grave y
anormal para la cual es imposible tener una reglamentación abstracta, dado que los
hechos configurativos de la excepción generalmente son imprevistos y
contingentes.134
135 Ibídem.
juicio de valor sobre el supuesto fáctico, pero puede a su vez ser verificable pues se
puede advertir si se trata de una arbitrariedad o un error de apreciación.136
“La visión real del orden público, pues, no es otra que la de ser el garante de
las libertades públicas. Consiste, para decirlo con palabras de André Hauriou,
en la coexistencia pacífica entre el poder y la libertad. No hay libertad sin orden
y éste no se comprende sin aquella. Libertad significa coordinación,
responsabilidad, facultad de obrar con conciencia de las finalidades legítimas, y
no desorden, anarquía o atropello. Toda situación de inseguridad, anula la
libertad, porque el hombre que se ve sometido a una presión sicológica, que le
lleva al miedo de ser agredido por otros, constantemente y sin motivo, no es
verdaderamente libre. El orden público, entonces, implica la liberación del
hombre, porque le asegura la eficacia de sus derechos, al impedir que otros
abusen de los suyos.138”
140 Y en ordenamientos similares como el Peruano: “Todas efectivamente, unas más que
otras, emergencias que debían ser enfrentadas con arreglo a un marco adecuado de
disposiciones con carácter de excepcionalidad. Sin embargo, por extremas que hayan sido las
distintas situaciones no queda claramente fundamentada la permamente excepcionalidad que
hemos venido experimentando durante los últimos años. El supuesto lógico es que ante una
emergencia se actúa en función a una pronta vuelta a la normalidad, pero, en el caso peruano,
parece que se impone un razonamiento inverso: debe evitarse un ambiente de normalidad
mediante una sucesión de emergencias.” (http:// www.desco.org.pe.)
141 DESPOUY, Leandro. Op, cit., p.73-74.
Sin embargo, no se han dejado de escuchar voces de inconformidad por la
imposición de un plazo determinado para la actuación del Presidente de la
República y buscan el retorno al régmien anterior para continuar con la existencia
de estados de excepción permanentes; tal es el caso del actual Ministro de Inteiror,
Dr. Fernando Londoño:
142 Periódico EL TIEMPO. Edición del domingo 25 de Septiembre de 2002. “Las Medidas
son Demasiado Suaves”. Sección 1, p.6.
143 Sobre este particular, lease el informe para la ponencia del primer debate en la plenaria,
titulado: ‘Normas de Excepción: El Estado de Sitio y el Estado de Excepción; La Emergencia
Económica y Social’. (Gaceta Constitucional No.76 del 13 de mayo de 1991, p.13.)
144 CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C-939 del 31 de Octubre de 2002.
Magistrado Ponente: Dr. Eduardo Montealegre Lynett.
Es por lo anterior que el Presidente se encuentra obligado por medio de un Decreto
legislativo145, a levantar el Estado de Conmoción Interior tan pronto cesen las
causas que le dieron origen o cuando la perturbación deje de ser grave e inminente.
Pero si se encuentra bajo el presupuesto en que, pasados los 90 días y las
circunstancias no hayan desaparecido porque ha sido imposible conjurarlas, el
Presidente tiene la atribución de prórrogar el Estado de Conmoción Interior por un
término no superior a 90 días; la prórroga se efectúa por medio de un Decreto
Legislativo debidamente motivado y son la Corte Constitucional y el Congreso los
organismos encargados de realizar el respectivo control y determinar sí
efectivamente es justificada la extensión del régimen excepcional.
Es una teoría sui generis puesto que aunque pueden presentarse nuevos hechos,
conexos con los primeramente declarados, deben de igual manera mantenerse las
causas primigenias de perturbación, porque de lo contrario no tendría un
fundamento constitucional válido dicha prórroga.
145 Puesto que si no se cumple con este requisito formal, el estado de excepción se
mantiene jurídicamente en el ordenamiento. CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia No.
C-451 del 19 de Septiembre de 1996 Magistrado Ponente: Dr. José Gregorio Hernandez y
Hernando Herrera Vergara; Salvamento de Voto de José Gregorio Hernandez Galindo.
Vencidos los 180 días de Conmoción Interior y sí el Presidente de la República
puede demostrar que persisten las causas originadoras del mismo con la
imposibilidad de ser conjuradas y el Senado de la República emite un concepto
favorable, previo (antes del vencimiento de dicho término), puede ser proferido un
Decreto Legislativo de segunda prórroga del Estado de Conmoción. Sin embargo
vencidos los 270 días sin importar el estado en que se encuentre el orden público el
Estado de Conmoción Interior debe ser levantado de manera formal y se debe
declarar el retorno a la normalidad para cumplir con los plazos constitucionalmente
establecidos y evitar la permanencia del Estado de Conmoción olvidando su
carácter temporal.147
148 IBAÑEZ GUZMAN, Augusto; BARBOSA CASTILLO, Gerardo. Op, cit., p.53.
Este problema fue oportunamente corregido por la Asamblea Constituyente en
1991, aunque las disposiciones Constitucionales sobre las facultades conferidas al
Gobierno durante los Estados de Excepción son muy generales y se limitan a
consagrar el principio de conexidad y necesidad.
- Utilizar las prórrogas que le concede la Constitución en los eventos en los que
sea procedente para la ampliación de los efectos de las facultades utilizadas.
149 “Es lo que pudiéramos llamar la paradoja de los estados de excepción: las libertades
públicas y los derechos fundamentales se restringen, en beneficio de esos mismos bienes. Esa
circunstancia brinda un insustituíble criterio de control de los actos del gobernante investido
de poderes excepcionales, y es ése el criterio que ha de guiar a la Corte en el examen de
constitucionalidad de la presente Ley Estatutaria. Prescindir de ese criterio, conduce a trocar
el Estado de Derecho en una forma de organización política que lo contradice y desnaturaliza.
(CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia No. C-179 de 13 de abril de 1994. Magistrado
Ponente: Dr. CARLOS GAVIRIA DIAZ.)
- Disponer con orden de autoridad competente, la aprehensión preventiva de
personas.
Facultades Económicas.
- Modificar el Presupuesto.
Todas las facultades anteriormente señaladas tienen en la Ley un desarrollo
específico pero dada la importancia de los derechos y su posible restricción
dedicaremos un capítulo aparte a su estudio. Es importante advertir que el artículo
51 de la Ley 137 de 1994, establece un control adicional para el Ejecutivo a los
derechos constitucionalmente consagrados y es el establecimiento de la
responsabilidad del Gobierno por los posibles perjuicios que se puedan ocasionar
con el ejercicio de las facultades mencionadas.
151 Para tener plena claridad sobre el tema, consideramos oportuno diferenciar estas
modificaciones que el Presidente puede hacer al Presupuesto con el evento de una eventual
reforma a la Ley Presupuestal, dado que en el primer evento nos encontramos frente a una
potestad otorgada por la Ley 137 de 1994 al Presidente para tiempos de Conmoción Interna,
mientras que la reforma a la Ley Presupuestal es una competencia privativa del Congreso y el
Presidente se encuentra imposibilitado de hacerlo puesto que expresamente se le confiere la
facultad de suspender Leyes incompatibles con el Estado de Conmoción pero no modificarlas
o derogarlas. En este sentido se pronunció el Magistrado Jorge Arango Mejía en el
Salvamento de Voto que profirió en la Sentencia de la Corte Constitucional No. 179 del 13
de Abril de 1994 Magistrado Ponente Dr. Carlos Gaviria Diaz, por medio de la cual se revisó
la Constitucionalidad de la Ley Estatutaria No.137 de 1994.
contribuir a remover las causas que dieron origen a la perturbación del orden
interno y a recuperar la paz.”152
Para concluir esta parte general de las facultades del Ejecutivo, y una vez
analizadas todas las facultades que la Constitución y la Ley le confieren al Señor
Presidente de la República, nos parece importante, dar un vistazo a los
prohibiciones que de manera expresa se consagran para el Gobierno en el artículo
15 de la Ley 137 de 1994:
El literal a) del artículo 15 de la Ley 137 de 1994, consagra la teoría del núcleo
esencial de los derechos, que busca la protección de los derechos esenciales del
individuo en todo momento, sin importar la normalidad, o anormalidad en que se
encuentre el país (como lo veremos en el capítulo correspondiente); el literal b)
propende por el mantenimiento la estructura de la República democrática a la cual
pertenecemos, y el último literal constituye un claro límite a la facultad de tipificación
de conductas penales a la que hace referencia el artículo 44 de la Ley 137 de
1994.155
Pasamos ahora a estudiar trés puntos fundamentales en relación con las facultades
otorgadas al Presidente de la República, el cual, debe estar muy atento a su
cumplimiento pues constituyen límites constitucionales y que son: La
proporcionalidad de las medidas tomadas, la conexidad y la prohibición de juzgar
civiles en Tribunales Militares.
Este artículo advierte que el Presidente de la República debe tener especial cuidado
en aplicar el principio de proporcionalidad a las medidas que tome en ejercicio de
las facultades excepcionales concedidas en tiempos de anormalidad. La Corte
Constitucional, al analizar la exequibilidad de la Ley Estatutaria por la cual se
regulaban los estados de excepción, tuvo la oportunidad de pronunciarse sobre el
concepto de proporcionalidad y al respecto señaló:
“La proporcionalidad hace relación a la justa medida que debe existir entre los
distintos instrumentos que se dicten para contrarrestar el orden perturbado y las
situaciones o circunstancias de crisis que se pretende conjurar.”156
Los Tratados Internacionales, han adquirido suma importancia a través del tiempo y
de la globalización de las naciones. Es por esto que la Asamblea Nacional
Constituyente de 1991 se preocupó por su inclusión en el ordenamiento nacional y
la prevalencia de los mismos sobre el derecho interno; por eso en el artículo 93 se
consagra:
163 “Ahora bien, conviene precisar el alcance y significado del artículo 93 constitucional en
el sentido de señalar que éste no se refiere a todos los derechos humanos consagrados en los
tratados y convenios internacionales en sí mismos y de por sí, sino a éstos cuando tales
instrumentos internacionales "prohiben su limitación en los estados de excepción", es decir,
que para que tenga lugar la prevalencia o superioridad de los tratados y convenios
internacionales en el orden interno, es necesario que se den los dos supuestos a la vez, de una
parte, el reconocimiento de un derecho humano, y de la otra que sea de aquellos cuya
limitación se prohiba durante los estados de excepción.
Así las cosas, el artículo 93 de la Ley fundamental debe ser necesariamente interpretado en
relación con el artículo 214-2 ibidem, que prohibe la suspensión de los derechos humanos y
libertades fundamentales durante los estados de excepción. En este orden de ideas los
derechos humanos, para los fines y propósitos del artículo constitucional en estudio, son
aquellos rigurosamente esenciales para el individuo, valga citar a título de ejemplo, el
derecho a la vida, a la integridad personal, a no ser esclavizado, torturado, desterrado,
desaparecido forzosamente, el derecho a la libertad personal, etc” (CORTE
CONSTITUCIONAL, Sentencia No. C-295 del 29 de Julio de 1993. Magistrado Ponente: Dr.
Carlos Gavíria Díaz.)
De la misma forma el artículo 214 numeral 2° prohibe la suspensión de los derechos
y libertades fundamentales y consagra el respeto por las reglas del Derecho
Internacional Humanitario.
“Esta Corporación señaló que “el único sentido razonable que se puede conferir
a la noción de prevalencia de los tratados de derechos humanos y de derecho
internacional humanitario (CP arts 93 y 214 numeral 2º) es que éstos forman
con el resto del texto constitucional un "bloque de constitucionalidad" , cuyo
respeto se impone a la Ley. En efecto, de esa manera se armoniza plenamente
el principio de supremacía de la Constitución, como norma de normas (CP art.
4º), con la prevalencia de los tratados ratificados por Colombia, que reconocen
los derechos humanos y prohíben su limitación en los estados de excepción
(CP art. 93)” (Negrilla extratextual)164.
165 Palabras del Doctor Fernando Londoño Hoyos, Ministro del Interior, en el Seminario
Internacional: “Colombia 2002-2006”. Marzo 21 de 2002. (http://www.eltiempo.com)
“Por ser los derechos humanos una materia de carácter internacional, sustraída
a la sola jurisdicción doméstica del Estado, es de legítimo interés de la
Comunidad de Naciones la eventualidad de su suspensión, de la que es
elemento integrante la causal que la justifique. Esto significa que la
detemrinación objetiva de la existencia o inexistencia de un peligro nacional
como circunstancia que un Gobierno invoque para suspender el ejercicio de los
derechos humanos es también una materia de competencia internacional.”166
Sin embargo para que se pueda materializar el control al que se hace referencia, en
nuestro concepto, la Ley y la Constitución, junto con los propios Tratados, deben
implementar la posibilidad de que los Orgánismos Internacionales creados por la
Convención Interamericana y el Pacto de Derechos Civiles y Políticos puedan
pronunciarse sobre la viabilidad del estado de conmoción y las medidas adoptadas,
y de su conformidad con el ordenamiento internacional, de la misma manera como
la Corte Constitucional vela por la guarda de la Constitución. De no establecerse un
sistema como la opinión consultiva, el informe a los organismos internacionales
carecerá de un efecto práctico, aunque es evidente que una regla así ofrece serias
dificultades políticas para prosperar.
Entre otros, los Tratados Internacionales ratificados por Colombia, que versan sobre
derechos humanos y que se deben entender incluídos en nuestro ordenamiento son
los siguientes:
166 MONTEALEGRE, Hernan. “La Seguridad del Estado y los Derechos Humanos”.
Santiago de Chile: Ediciones Academia de Humanismo Cristiano. 1979, p.725.
- Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes, suscrita en Cartagena de Indias el 9 de Diciembre de 1985.
Sin embargo para efectos del estudio de los Estados de Excepción, los Tratados
Internacionales de mayor trascendencia son la Convención Interamericana sobre
Derechos Humanos de San Jose de Costa Rica y el Pacto de los Derechos Civiles y
Políticos de las Naciones Unidas.
"Suspensión de Garantías.
167 Entró en vigor el 18 de julio de 1978, y hacen parte de la misma 17 países: Barbados,
Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Haití, Honduras,
Jamaica, Mejico, Nicaragua, Pánamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.
1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la
independencia o seguridad del Estado Parte, éste podrá adoptar disposiciones
que, en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la
situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención,
siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás
obligaciones que les impone el derecho internacional y no entrañen
discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión
u origen social.
2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos
determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho al Reconocimiento de la
Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a la Vida); 5 (Derecho a la Integridad
Personal); 6 (Prohibición de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de
Legalidad y de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión); 17
(Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre); 19 (Derecho del Niño); 20
(Derecho a la Nacionalidad), y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías
judiciales indispensables para la protección de tales derechos.
3. Todo Estado parte que haga uso del derechos de suspensión deberá
informar inmediatamente a los demás Estados partes en la presente
Convención, por conducto del secretario general de la Organización de los
Estados Americanos, de las disposiciones cuya aplicación haya suspendido, de
los motivos que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya dado
por terminada tal suspensión.”
La Corte por su parte tiene 7 jueces propuestos y elegidos por los Estados partes
(artículo 52 de la Convención) y trata casos en los cuales se dice que un Estado ha
De esta manera, se puede concluir que los Pactos Internacionales aplicables a los
estados de excepción, aportan las herramientas indispensables al Gobierno para
poder conjurar la perturbación que se presente al interior del territorio con el debido
respeto de los derechos de los particulares y el mantenimiento del Estado de
Derecho. Por eso se debe exigir al Presidente de la República, como representante
de una sociedad democrática, que acate los postulados constitucionales e
internacionales. El problema no es falta de normatividad sino falta de aplicación de
la misma de manera que se ajuste al fin último de todos los Estados: el interés
general.
Teniendo claro que la Carta no permite la afectación del núcleo esencial de los
derechos y autoriza únicamante la restricción de algunos de ellos, nos parece
conveniente dar un vistazo a estos derechos que efectivamente pueden ser
restringidos por mandato de la Constitución Nacional.
“Lo que no se puede negar es el legítimo derecho que le asiste al Estado, como
representante de la sociedad, para defenderse de organizaciones armadas
ilegales que han descuadernado al país y todos los días pisotean, ellas sí,
cualquier noción de derechos humanos. ¿De cuáles ‘libertades amenazadas’
hablan los críticos de las normas de excepción cuando millones de colombianos
han sido despojados de sus más fundamentales derechos; cuando hay más de
dos mil secuestrados en poder de la guerrilla; cuando no se puede transitar por
las carreteras; cuando se destruye la riqueza nacional; cuando cada día son
asesinados a mansalva alcaldes y concejales elegidos por el pueblo.”176
176 Nota Editorial del Periodico El Tiempo del Viernes 13 de Septiembre de 2002. Sección
1, Página 16.
177 CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. T-403 del 3 de Junio de 1992. Magistrado
Ponente: Dr. Eduardo Cifuentes Muñoz.
A continuación nos permitimos presentar un cuadro con los derechos que el
legislador (en armonia con la Constitución y los Tratados Internacionales) autoriza
restringir bajo el régimen excepcional de Conmoción Interior (Artículo 38 de la Ley
137 de 1994) y los condicionamientos para la constitucionalidad y legalidad de la
restricción en el momento de su aplicación:
Panamá, Perú y Paraguay, contienen también una lista de derechos que pueden ser
suspendidos en caso de estado de excepción.
Los Decretos Legislativos son las herramientas por medio de las cuales el Gobierno
expresa su voluntad y materializa las facultades extraordinarias, a él conferidas
durante los estados de excepción. Su denominación viene desde la Constitución de
1886 y fue ratificada por la Constitución de 1991 en los artículo 213 y 214. Sin
embargo su desarrollo y alcance se encuentra en la Ley Estatutaria 137 de 1994.
- Requisitos de Forma:
- Motivación Suficiente.
- Requisitos de Fondo:
No se puede olvidar que los Decretos Legislativos, en virtud de ser expedidos bajo
un régimen excepcional, tienen -al igual que el estado que lo fundamenta- un
carácter eminentemente temporal y su vigencia debe terminar una vez sean
conjuradas las causas que dieron origen a la perturbación del orden público,
mediante un Decreto del Gobierno que levante el estado de Conmoción Interior180.
Sin embargo su vigencia se puede extender por un término superior al término de
duración del estado excepcional en dos ocasiones:
Este Decreto es condictio sine qua non para el ejercicio de de las potestades
extraordinarias del Ejecutivo, pues se hace tránsito de la normalidad al régimen
excepcional de manera formal y el Presidente se inviste de las potestades
constitucionalmente consagradas para tal evento:
“El Decreto declarativo del estado excepcional cumple una específica función
constitucional, pues contiene y por lo tanto presenta a los destinatarios del
mismo, la expresión de la existencia de una nueva situación constitucional. No
obstante, desde el punto de vista estrictamente jurídico, a través de la
expedición de dicho Decreto, el Presidente de la República hace que se viertan
en él aquellos poderes legislativos excepcionales que el constituyente primario
ha establecido para estos casos, con los presupuestos jurídicos de su
utilización.”181
Los Decretos expedidos con base en las facultades extraordinarias, se encargan del
desarrollo del estado de Conmoción Interior y se constituyen en la materialización
de las facultades otorgadas al Presidente en tiempos de anormalidad. Estos
Decretos Legislativos, debido a su importancia tienen una serie de limitaciones de
orden constitucional en razón a la preservación de los principios democráticos
reconocidos universalmente182:
- Solo pueden referirse a las materias que tienen relación directa y específica con
la situación que llevó a la declaratoria del estado de excepción .
Igualmente, los Decretos Legislativos tienen una sujeción total al Decreto por medio
del cual se declara la Conmoción Interior, en virtud del principio de conexidad, es
decir, de la relación directa que debe existir entre las medidas adoptadas por medio
de los Decretos Legislativos y la situación que determinó el órigen del estado de
excepción. Por esto, la Corte Constitucional ha optado por la declaratoria de
inexequibilidad de los Decretos Legislativos, en el evento en que el Decreto por
medio del cual se declara la Conmoción Interior ha sido objeto de igual
pronunciamiento, y al fenomeno jurídico se le denomina: “Inexequibilidad
Sobreviniente.”
Sin embargo, como los Decretos Legislativos nacen a la vida jurídica en el momento
en que son expedidos por el Gobierno y no en el momento en que la Corte
Constitucional decide sobre su conformidad a la Constitución, existe la posibilidad
de que los mismos, en su tiempo de vigencia con anterioridad al pronunciamiento de
la Corte, produzcan efectos jurídicos; para el efecto, el Consejo de Estado ha
consignado que los efectos jurídicos de los Decretos se extienden hasta el día
siguiente de la notificación de la sentencia por la cual se declara inconstitucional el
Decreto que declara la Conmoción Interior y que en todo caso, el Consejo tiene la
posibilidad de ejercer un control inmediato de legalidad por los efectos jurídicos que
se pudieron producir antes de su decaimiento por la desaparición del fundamento de
derecho que sustentó su expedición (Artículo 66 del Código Contencioso
Administrativo).185
- Que el daño, sea imputable a una autoridad pública, por acción u omisión.
- Que ese daño sea antijurídico. (Que no se tenga el deber de ser soportado en
virtud del pricipio de igualdad ante las “cargas Publicas”.)
En desarrollo del artículo 213 de la Constitución de 1991, la Ley 137 de 1994 en sus
artículos 18, 39 y 40187 impone tres deberes al Congreso en relación con el Estado
de Conmoción Interior:
Estos deberes configuran el control político del Gobierno por parte del Congreso,
control mencionado por el artículo 6° de la Ley 5° de 1992, y se consagraron en
virtud de la busqueda de guardar la estabilidad de la sociedad por medio de la
Mientras subsista la Conmoción Interior, el Gobierno enviará cada treinta días un informe
sobre la evolución de los acontecimientos, las medidas adoptadas, su evaluación, así como de
las investigaciones en curso sobre eventuales abusos en el uso de las facultades.
Cuando haya lugar, las Comisiones de Derechos Humanos y Audiencias, presentarán ante la
respectiva Cámara las recomendaciones que juzguen convenientes y necesarias
Artículo 40. Concepto Favorable del Senado. Si al cabo de 180 días, persistieren las
circunstancias que dieron lugar a la declaratoria del Estado de Conmoción Interior, el
Presidente podrá prórrogarlo nuevamente por 90 días más, siempre que haya obtenido
concepto favorable del Senado de la República.
Para tal efecto, el Presidente deberá solicitar al Senado, con una antelación no menor de 15
días al vencimiento de la primera prórroga, que rinda su concepto y el Senado deberá
pronunciarse antes del vencimiento de dicho término.
imposición de controles al Ejecutivo en ejercicio de las potestades extraordinarias y
de esta manera evitar la arbitrariedad en las decisiones del Gobierno:
“El Gobierno Nacional, como encargado del manejo del orden público y de su
restablecimiento, no sólo durante los estados de normalidad sino también de
anormalidad, es el órgano competente para declarar el estado de Conmoción
Interior y, en consecuencia, es el responsable directo de él, correspondiendo al
órgano legislativo ejercer control sobre la actividad que despliegue el Presidente
de la República durante dicho periodo excepcional, examinando las
circunstancias que dieron lugar a la declaratoria de la conmoción interna, con el
fin de determinar si ellas encajan dentro de los hechos que contempla la
Constitución, como analizar las medidas que se han expedido para restablecer
el orden perturbado en cuanto atañe a su necesidad y eficacia, todo lo cual
tiene como único objetivo impedir que el Presidente se extralimite en el ejercicio
de las facultades que la Constitución le asigna duante tal periodo excepcional, o
abuse de ellas.189
Este control se diferencia del Control Jurídico ejercido por la Corte Constitucional en
que este último se concentra en el análisis formal de la actuación del Gobierno y de
la conformidad de la misma con los preceptos constitucionales de fondo, mientras
que el control polítcio ejercido por el Congreso se fundamenta básicamente en la
conveniencia y viabilidad de las decisiones tomadas por el Gobierno en virtud de la
legitimidad democrática que el órgano legislativo tiene para pronunciarse.190 Como
consecuencia de dicho control, el Congreso puede llegar a configurar un juicio de
responsabilidad al Gobierno, por medio de la normatividad constitucional establecida
para el juzgamiento de altos funcionarios.
191 GALLON GIRALDO, Gustavo; BARRETO SOLER, José Manuel. Op, cit., p.42.
192 CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No.C-328 del 25 de Julio de 1996. Magistrado
Ponente: Dr. Eduardo Cifuentes Muñoz.
La Ley 137 de 1994 en su artículo 55, en desarrollo de los preceptos
constitucionales, reitera la potestad de revisión de la Corporación; adicionalmente
en su artículo 56 consagraba la potestad adicional para la Corte de suspender
provisionalmente los Decretos en caso de presentarse las causales generales para
suspensión provisional de los actos administrativos, contempladas en el Código
Contencioso Administrativo. Esta posibilidad de suspensión provisional fue
declarada inexequible en la revisión previa de constitucional a la Ley 137 de
1994.193
Es claro entonces, que la revisión por parte de la Corte Constitucional del Decreto
mediante el cual se declara la Conmoción Interior no se reduce al repaso formal del
mismo limitado a un control de firmas, sino que tiene un alcance profundo sobre la
motivación del Presidente exigida para el mencionado Decreto.202
Los partidarios de la tesis del Control meramente formal del Decreto por el cual se
declara la conmoción interior, aducen el carácter político del acto por el cual el
Presidente en ejercicio de su poder excepcional decide sobre la conveniencia de la
imposición del estado de excepción y en razón a dicho carácter político, consideran
que el organismo competente para el efecto es un órgano con igual identidad, como
lo es en nuestro caso el Congreso de la República.203 Sin embargo en nuestro
criterio, el control político que ejerce el Congreso de la República no excluye el
control jurídico que ejerce la Corte Constitucional en su función de velar por la
supremacía del ordenamiento constitucional.
Es por esto que el tercer artículo del Decreto 1837 de 2002 por medio del cual se
declara la Conmoción Interior fue declarado inexequible en la mencionada
sentencia.
Sin embargo es interesante hacer una acotación sobre el conflicto que tienen el
Consejo de Estado y la Corte Constitucional sobre el tema, pues a pesar del
pronunciamiento de la Corte sobre su competencia en relación con los Decretos
Declarativos del estado de excepción, el Consejo de Estado la ha desconocido con
ocasión de una demanda de simple nulidad presentada por el ciudadano Hipólito
Hincapie Roldan ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de dicha
Corporación, Sección Primera, contra el Decreto 1837 de 2002. El Consejero
Camilo Arciniegas, Magistrado sustanciador determinó la competencia del Consejo
de Estado, con fundamento en el numeral 2° del artículo 237 de la Constitución que
le asigna al Consejo competencia residual con respecto a la Corte Constitucional y
en su concepto la Corte no tiene la competencia para el conocimiento del
mencionado Decreto.205
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
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la Regulación Económica: El Caso del Sistema UPAC” Bogota: Pontificia
Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales,
Maestría en Estudios Políticos, 2002.
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DAES, Erica Irene. “Los Deberes de Toda Persona Respecto de la Comunidad y las
Limitaciones de los Derechos y Libertades Humanos Según el Artículo 29 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos” . Doc. E/CN. 4/Sub. 2/432/ Rev.2.
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Precedente Constitucional. Análisis de Sentencias y Lineas Jurisprudenciales.
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2000.
LOZANO VILLEGAS, Germán. “El Valor Normativo de las Sentencias de la Corte
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Fuentes del Derecho: El Caso Colombiano.” Bogotá: Universidad Externado de
Colombia, 2000.
SAMPER, José María. “Derecho Público Interno.” Bogotá: Editorial Temis, 1982.
SANCHEZ VIAMONTE, Carlos. “Ley Marcial y Estado de Sitio en el Derecho
Argentino.” Buenos Aires: Editorial Perrot, 1957.
Sentencia de la Corte
Decreto No. Tema Constitucional
Año 1992.
1155 de 1992 Declaración Conmoción Interior. C-556-92 Exequible
1156 de 1992 Procedimiento de Jueces Regionales. C-557-92 Exequible
1195 de 1992 Levantamiento del Estado y prórroga de medidas. C-579-92 Exequible
1793 de 1992 Declaración Conmoción Interior. C-031-93 Exequible
1810 de 1992 Funciones de policía judicial a fuerzas Militares. C-034-93 Exequible
1833 de 1992 Beneficios por colaboración con la justicia. C-052-93 Exequible
1834 de 1992 Protección a testigos, víctimas en el proceso penal. C-034-93 Exequible
1835 de 1992 Uso de recursos de entidades territoriales. C-068-93 Exequible
1873 de 1992 Medidas de Seguridad y Protección a Servidores. C-058-93 Exequible
1874 de 1992 Procedimiento de Jueces Regionales. C-066-93 Exequible
1940 de 1992 Modificación del Presupuesto General de la Nación. C-069-93 Exequible
1941 de 1992 Otorgamiento de competencias a Jueces Penales. C-059-93 Exequible
2006 de 1992 Asunción de perdidas ocasionadas por terrorismo. C-072-93 Exequible
2007 de 1992 Medidas para financiar las nuevas erogaciones C-098-93 Exequible
2008 de 1992 Medidas presupuestales de entidades territoriales. C-075-93 Exequible
2009 de 1992 Se crea una contribución. C-083-92 Exequible
2094 de 1992 Modificación del Presupuesto General de la Nación. C-073-93 Exequible
Año 1993.
0005 de 1993 Competencias en materia penal. C-076-93 Exequible
0006 de 1993 Normas sobre porte de armas, municiones y otros. C-077-93 Exequible
0007 de 1993 Medidas de uso de sistemas de radiocomunicaciones. C-082-93 Exequible
0261 de 1993 Prórroga de la Conmoción Interior. C-154-93 Exequible
0263 de 1993 Medidas para víctimas de atentados terroristas. C-134-93 Exequible
0264 de 1993 Beneficios por colaboración con la justicia. C-171-93 Inexequible
0265 de 1993 Se implementa el pago de una contribución. C-155-93 Exequible
0423 de 1993 Prórroga de la vigencia de un Decreto. C-196-93 Exequible
0445 de 1993 Beneficios a quienes abandonen la subversión. C-207-93 Exequible P.
0446 de 1993 Se ordenan operaciones presupuestales C-206-93 Exequible
0542 de 1993 Facilidades para dialogos de paz. C-214-93 Exequible
0543 de 1993 Se ordenan operaciones presupuestales. C-261-93 Exequible
0709 de 1993 Se adoptan disposiciones en materia penal. C-275-93 Inexequible
0827 de 1993 Prórroga de la vigencia de unos decretos. C-268-93 Exequible
0828 de 1993 Se ordenan operaciones presupuestales. C-271-93 Exequible
0829 de 1993 Prórroga de la Conmoción Interior. C-294-93 Exequible
1400 de 1993 Medidas sobre el impuesto del Decreto 2009 de 1992. C-427-93 Exequible
1495 de 1993 Beneficios a quienes abandonen la subversión. C-415-93 Exequible P.
1496 de 1993 Competencia de los Jueces Regionales. C-426-93 Exequible
1497 de 1993 Se ordenan operaciones presupuestales. C-464-93 Exequible
1515 de 1993 Prórroga de la vigencia de algunos decretos. C-464-93 Exequible
Año 1994.
0874 de 1994 Declaración de Conmoción Interior. C-300-94 Inexequible
0875 de 1994 Se declara la emergencia judicial y se dictan otras. C-309-94 Exequible
0951 de 1994 Medidas en derecho procesal penal. C-310-94 Inexequible S.
0952 de 1994 Levantamiento del Estado y prórroga de medidas. C-338-94 Inexequible S.
1263 de 1994 Se ordena adicionar el presupuesto. C-376-94 Inexequible S.
Año 1995.
1370 de 1995 Declaración de Conmoción Interior. C-466-95 Inexequible
1371 de 1995 Medidas contra la delincuencia organizada. C-488-95 Inexequible S.
1372 de 1995 Medidas en relación con sistema carcelario. C-503-95 Inexequible S.
1410 de 1995 Medidas para reestablecer la seguridad ciudadana. C-519-95 Inexequible S.
1531 de 1995 Se crea la Convivencia Ciudadana en Urabá. C-520-95 Inexequible S.
1532 de 1995 Se adiciona el Presupuesto General de la Nación. C-534-95 Inexequible S.
1590 de 1995 Se dictan normas para reestablecer el orden público. C-535-95 Inexequible S.
1723 de 1995 Medidas para erradicar delitos. C-582-95 Inexequible S.
1724 de 1995 Medidas para asegurar eficiencia de normas. C-560-95 Inexequible S.
1900 de 1995 Declaración de Conmoción Interior C-027-96 Exequible P.
1901 de 1995 Normas en materia de orden público. C-067-96 Exequible
1902 de 1995 Medidas en materia de información. C-045-96 Exequible
2027 de 1995 Medidas de protección a la población civil. C-092-96 Inexequible
2238 de 1995 Medidas para la erradicación de delitos. C-135-96 Exequible
Año 1996.
0100 de 1996 Normas relativas al sistema carcelario. C-136-96 Inexequible
0208 de 1996 Prórroga de la Conmoción Interior. C-153-96 Exequible
0717 de 1996 Medidas de orden público. C-295-96 Exequible P.
0777 de 1996 Prórroga de la Conmoción Interior. C-328-96 Exequible
0900 de 1996 Medidas para controlar las acciónes criminales. C-344-96 Exequible
1303 de 1996 Se levanta la Conmoción Interior. C-451-96 Exequible
Año 2002
1837 de 2002 Declaración de Conmoción Interior. C-802-02 Exequible P.
1838 de 2002 Se crea un impuesto especial. C-876-02 Exequible P.
1885 de 2002 Se adiciona el Decreto 1838 de 2002. C-940-02 Exequible P.
1900 de 2002 Medidas en materia penal contra criminales. C-939-02 Inexequible
1949 de 2002 Se reglamenta el Decreto 1838 de 2002. C-941-02 Exequible
1959 de 2002 Se adiciona el Presupuesto General de la Nación. C-947-02 Exequible
1975 de 2002 Se suspende la ley 333 de 1996 y se regula el tema. C-1007-02 Exequible.
2001 de 2002 Competencia de Jueces Penales del Circuito. C-1064-02 Exequible
2002 de 2002 Medidas para el control del orden público. C-1024-02 Exequible P.
2180 de 2002 Modificación de artículos del Decreto 1900 de 2002. C-1065-02 Inexequible S
2255 de 2002 Medidas sobre Consejos Municipales. C-008-02 Exequible P.
2555 de 2002 Prórroga de la Conmoción Interior. C-063-03 Exequible
2748 de 2002 Se regulan materias en el procedimiento penal. C-149-03 Inexequible
2749 de 2002 Adición al Presupuesto General de la Nación. C-148-03 Exequible P.
2929 de 2002 Delimitación de las Zonas referidas en el Decreto 2002. C-122-03 Exequible
0130 de 2003 Prórroga de la Conmoción Interior. No resuelto
Nota
- Exequible P: Exequibilidad Parcial.
- Inexequible S: Inexequibilidad Sobreviniente.
1. Antecedentes
El Presidente de la República en ejercicio de la facultades que constitucionalmente
le confiere los artículo 213 y 214 de la Carta Política de Colombia de 1991 y la Ley
Estatutaria número 137 de 1994, declaró mediante Decreto Legislativo 1837 del 11
de Agosto de 2002 el estado de excepción de Conmoción Interior en la totalidad
del territorio Colombiano206 por un término de 90 días.
La motivación del Gobierno Nacional para la expedición del Decreto 1837 se puede
sintetizar de la siguiente manera:
- Luis Carlos Hoyos Morales: Solicitó la exequibilidad del Decreto 1837 por
motivación suficiente y necesidad del estado de excepción.
207 “En relación con los presupuestos, el constituyente 1) indicó el supuesto fáctico que da
lugar a la declaratoria y lo circunscribió a una perturbación del orden público; 2) sometió ese
supuesto a una especial valoración, en cuando señaló que la perturbación del orden público
debía ser grave y que debía tener la virtualidad de atentar de manera inminente contra la
estabilidad institucional, la seguridad del Estado o la convivencia ciudadana y, finalmente, 3)
sujetó también ese supuesto a un juicio sobre la suficiencia de los medios en cuanto precisó
que esa grave perturbación no pudiera ser conjurada mediante el uso de las atribuciones
ordinarias de las autoridades de policía. Se trata, entonces, de un presupuesto fáctico, que es
de excepción y como la Corte Constitucional tiene el deber de velar por la
guarda y supremacía de la Constitución, tiene plena competencia para verificar
que los presupuestos exigidos se cumplan.
- Sin embargo este control debe ser netamente jurídico puesto que en razón a la
naturaleza política de la declaratoria de la Conmoción, podría prestarse para un
análisis sobre la conveniencia del mismo y esta clase de control privativamente
corresponde al entre político constitucionalmente consagrado para el efecto: El
Congreso de la República.
Por estas razones se declaró inexequible el artículo 3 del Decreto 1837 de 2002
que excluye de control constitucional, el Decreto por el cual se declara la
Conmoción Interior al hacer referencia al control constitucional exclusivamente de
objeto de valoración presidencial y que está sometido a un juicio de suficiencia sobre los
medios policivos ordinarios.” (C-802-2002)
los decretos expedidos “al abrigo y como consecuencia de la declaración de
Conmoción Interior”.208
Dada la trascendencia del estado de excepción y todos sus efectos (tales como el
otorgamiento de facultades al Presidente, la eventual restricción de los derechos y
garantías constitucionales, etc.), la Corte siempre ha tenido disidentes en sus
decisiones sobre los Decretos Legislativos. En la Sentencia C-802 de 2002 se
presentaron los siguientes salvamentos de voto:
El Magistrado Ponente: Dr. Jaime Córdoba Triviño tiene una aclaración de voto con
el argumento de que si la Corte aceptó que el presidente tenía discrecionalidad
para valorar los presupuestos fácticos y la suficiencia de las medidas de policía
debió llenar el vacío diciendo cuales eran esos límites en la apreciación.
Una vez entregada y aprobada esta tesis, fue proferida la sentencia C-327 del 29
de Abril de 2003,209 (Magistrado Ponente. Dr. Alfredo Beltrán Sierra) proferida por
la Corte Constitucional en ejercicio de su competencia para hacer revisión
automática e integral de los Decretos Legislativos expedidos con ocasión de los
estados de excepción.
209 La decisión se tomó con una votación de 5 votos contra 4. Los Magistrados Manuel
José Cepeda, Marco Gerardo Monroy, Rodrigo Escobar Gil y Eduardo Montealegre
presentaron salvamento de voto.
En la sentencia se declara la inexequibilidad del Decreto 245 del 5 de Febrero de
2003 por el cual se prórroga por segunda vez el término de vigencia del estado de
excepción de Conmoción Interior declarado por el Presidente Alvaro Uribe Velez el
día 11 de Agosto de 2002.
Existe una controversia por el impuesto a la seguridad democrática, que nació para
los colombianos mediante el Decreto Legislativo 1838 de 2002 (proferido en
desarrollo de la Conmoción en referencia); la polémica surge en virtud de la
inexequibilidad de la segunda prórroga de la Conmoción Interior puesto que no
existe seguridad sobre su validez ante el decaímiento del acto jurídico que lo
fundamentó.