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Universidad de la Defensa Nacional

Instituto Universitario Aeronáutico

ECONOMÍA
Actividad Obligatoria Grupal

Profesor: Jorge Córdoba


Alumnos:
Cristian A. Sanhueza
Gonzalo J. Carbo
Jorge G. Zamudio
María J. Orecchia

2019
Consigna:
En esta oportunidad la actividad es un foro de debate. Les propongo debatir lo siguiente:
Somos individuos pertenecientes a una sociedad, donde cada uno de nosotros tiene derechos y
obligaciones. Además hemos estudiado que los recursos son escasos debido a las necesidades
ilimitadas. Por lo tanto las preguntas disparadoras son:

¿se pueden solicitar/reclamar derechos ilimitadamente?


¿qué es la ilusión fiscal (pueden consultar internet)? ¿tiene relación con la pregunta
anterior?

Toda sociedad organizada tiene limitadas posibilidades de producir y de consumir. Un


modelo económico que representa tal limitación es el de la “Frontera de Posibilidades de
Producción (FPP)”, el cual ilustra cómo se administran los limitados recursos disponibles en
una economía para producir dos tipos diferentes de bienes. Todo incremento en la
producción de un bien implica resignar la posibilidad de producir cierta cantidad del otro
bien. Así se introducen los conceptos de costo de oportunidad y de ley de rendimientos
decrecientes, los cuales orbitan alrededor de la idea central de “administración de la
escasez”. Cuando existen grupos de personas con bajos recursos, el que sale a proveer las
necesidades básicas es el Estado y los que se hacen cargo de esta cuenta son los que
poseen mayores recursos, es decir que todo avance en las demandas de un individuo o de
un grupo social no es aislado ni neutro, ya que siempre incide en mayor o menor medida en
los intereses y demandas del resto. Se pueden incrementar las demandas de un modo
sustentable (demandas de consumo, de salud, de educación, de seguridad, etc) en la
medida en que se incremente proporcionalmente la capacidad productiva o de generación
de riqueza de una comunidad, lo cual no siempre sucede, es por ello que este error en la
evaluación de los costes y beneficios que suponen para los ciudadanos las actuaciones del
sector público conduce a una mayor demanda de bienes públicos, lo que provoca, a su vez,
que el gasto público aumente por encima del nivel que sería económica y socialmente
eficiente. Los privilegios de unos pocos son sacrificios para el resto de la ciudadanía.
Para conseguir revertir una situación de creciente desigualdad de oportunidades y
precariedad social, el Estado debe regular y garantizar las recaudaciones fiscales.
Lamentablemente en nuestro país como en el mundo, la evasión y la elusión fiscal están en
el corazón de este grave problema. El delicado equilibrio entre el sector público y el sector
privado pone nuevamente de manifiesto el dilema de la administración de la escasez, puesto
que ambos reparten recursos limitados provenientes del mismo sistema económico.
Relacionado con lo anterior se encuentra el concepto de “ilusión fiscal”, el cual trata sobre la
percepción limitada que los ciudadanos tienen sobre la real carga tributaria que soportan, y
la escasa información que reciben respecto al real destino de lo recaudado por la
administración pública, es decir que el individuo percibe de forma sesgada los costos y
beneficios de la acción pública. Bajo el efecto de la ilusión fiscal, o bien el individuo piensa
que recibe más beneficios del Estado de los que realmente recibe, o bien percibe que su
contribución al presupuesto público es menor de lo que en realidad es, o ambas cosas.
El sistema tributario generalmente está caracterizado por su opacidad, la cual, según
algunos economistas, no es casual sino que es deliberadamente instrumentada por la
administración pública a través de diferentes mecanismos, en aras de fomentar la "ilusión
fiscal" que tiende a reducir la resistencia ciudadana a la demanda tributaria por parte del
Estado.
Escribía en 1896 el economista sueco Knut Wicksell, que un individuo solamente podría
realizar una elección racional entre varias propuestas de gasto público si se le presentaba al
mismo tiempo la carta de pago de sus impuestos.

Conclusión:
Si nos preguntamos nuevamente, ¿Se puede solicitar derechos ilimitadamente? debemos
responder obviamente que no, ya que como se menciono en párrafos anteriores:
“todo avance en las demandas de un individuo o de un grupo social no es aislado ni neutro, ya
que siempre incide en mayor o menor medida en los intereses y demandas del resto.”
En cuanto a la Ilusión fiscal, se relaciona estrechamente con la provisión de estos derechos,
mientras exista la opacidad en el sistema tributario y la correcta o incorrecta administración
de los mismos.

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