Está en la página 1de 10

INTRODUCCION

La perspectiva de estudios de mujeres y género ha favorecido una renovación en el


campo historiográfico que ha apuntado no sólo a la visibilización de sujetos históricos
desconsiderados por la historiografía tradicional sino que, además, ha contribuido a
complejizar el panorama teórico conceptual de las ciencias sociales y humanas.
El presente trabajo analiza la participación política femenina en necochea desde la
apertura de la democracia hasta la aplicación de la ley de cupo en 1991. En ese sentido,
es preciso aclarar algunos conceptos. En primer término, el abordaje del trabajo se hará
sobre la base de una historia de las mentalidades con un objeto de estudio impresiso . tal
impresision demanda de nuestro trabajo un dialogo con otras ciencias sociales como la
sociología o la etnología

¿Cuáles fueron los desafíos y problemáticas para la participación femenina en los partidos
políticos de Necochea desde la democracia?

El tema seleccionado no posee una investigación específica dentro de la ciudad de


Necochea, pero existen algunas investigaciones que hacen referencia a la participación
política en general, para toda América Latina y también otros para Argentina, pero no
localmente. El planteo del problema se direcciona a conocer directamente las causas de la
participación política femenina, ya que podría ser institucional, o referente a una normativa,
referente a un cambio socio-cultural, económico, pero también pueden ser varias las
causas, sabiendo que los acontecimientos históricos siempre son multicausales, esta
investigación no sería la excepción. Los alcances de la propuesta son varios pero lo esencial
es poder llegar a conclusiones mas precisas en cuanto al aumento de la participación
política.

la hipotesis que motivo la presente investigacion es la que plantea que , a pesar de los
esfuerzoa politicos y legales por promover el empoderamiento femenino, existen aun
ciertos patrones socio-culturales que ejercen una fuerza de relegacion de las mujeres de la
esfera politica local. junto a ello, la condicion economica y el status social de las mujeres
influyen determinantemente en la accesibilidad a ejercer cargos electos.

A partir de la vuelta a la democracia la participación política femenina se incremento


considerablemente hacia los asuntos públicos, y las diferencias entre hombres y mujeres en
el mercado laboral. debido a un movimiento de mujeres que pregonaba los derechos
politicos

Una mayor inserción en el mercado laboral Necochense a partir de la democracia produjo


una mayor participación política de la mujer en los partidos políticos.
Identificar las causas de la mayor participación política en Necochea, a partir de la
democracia.

Analizar el papel de la mujer en ámbitos económicos y sociales necochenses.

Comprender los modos en que el género construye relaciones sociales y legitima relaciones
de poder según el contexto.

El ámbito espacial es en la ciudad de Necochea, periodo temporal: desde la democracia con


la presidencia de Raúl Alfonsín hasta la ley de cupo de 1991, este recorte es debido a que si
bien ya había participación femenina con anterioridad, se tomara esta fecha por que es a
partir de la cual se evidencia un cambio y nuevas formas de resistencia, manifestaciones, en
donde desempeñaron un gran papel las mujeres.

MARCO TEORICO

Se han realizado estudios de investigación respecto al tema:

● Las Legisladoras Cupos de género y política en Argentina y Brasil Jutta Marx,


Jutta Borner, y Mariana Caminotti, Buenos Aires, Siglo XXI 2007.

Al calor de los procesos de democratización política, los ciudadanos y ciudadanas de


América Latina recuperaron el derecho de elegir a sus representantes y de postularse para
desempeñar cargos electivos. En ese marco, si bien las mujeres se involucraron activamente
en las luchas contra las dictaduras militares y en los movimientos de defensa de los
derechos humanos, durante las denominadas transiciones su acceso a las instancias
decisorias y representativas fue acentuadamente limitado. A modo ilustrativo conviene
señalar que, hacia 1990, la presencia femenina en las Cámaras bajas (o únicas) de los países
de la región no superaba, en promedio, el 9% de las bancas (Barreiro et al., 2004). Frente a
esta notoria desigualdad en el acceso al ejercicio del poder político, y en medio de un clima
internacional favorable a la promoción de La equidad entre varones y mujeres1 , la década
de 1990 fue el escenario de un conjunto de reivindicaciones y de negociaciones nacionales
que darían lugar a la adopción de cuotas de género para candidaturas legislativas en más de
diez países latinoamericanos.

● Dora Barrancos​, Mujeres en la Sociedad Argentina​, Buenos Aires, Sudamerica,


2007.
Este libro se ha basado en un enorme volumen de investigaciones sobre la vida de las
mujeres desde el periodo precolombino y da cuenta de los cambios de las relaciones de
género en el transcurso de cinco siglos. El feminismo y los cambios notables del siglo XX
minaron preconceptos y pudo avanzarse en ciertos derechos. Del mandato exclusivo del
“ángel del hogar”, se evoluciono a la incorporación de las mujeres a la vida política y a
otros dominios públicos. ​, la autora formula áreas y líneas de investigación que se
convierten, sin duda, en un programa de tareas y propuestas para las nuevas generaciones.
Respecto del debate mujer/género, Dora Barrancos tempera las supuestas contradicciones
entre las categorías “mujer” y “género” y las mixtura sin preocuparse por adoptar una
posición cerrada al respecto. Se apropia de esas categorías sin diluir la especificidad de las
subordinaciones de las mujeres y de lo femenino, según se concibieron en cada momento
histórico, y con el objetivo de rescatar, a su vez, prácticas rupturales.

● Desafíos para la igualdad de género en la Argentina. - 1a ed. - Buenos Aires:


Programa Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD, 2008.

Este documento presenta una estrategia para la inclusión del enfoque de igualdad de
género en el conjunto de acciones que el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (pnud) lleva a cabo en la Argentina. En el marco del objetivo del pnud a nivel
global –promover el desarrollo humano y los derechos humanos–, la igualdad entre
hombres y mujeres constituye un eje central para avanzar en esta dirección, en especial si se
tienen en cuenta las particularidades del contexto argentino actual. ​La estrategia para la tg
(transversalización del enfoque de género) en la oficina del pnud busca: a) el
fortalecimiento y la consolidación de una intervención de mediano a largo plazo, y b) la
promoción de políticas y programasque contribuyan a alcanzar la igualdad de género, tanto
dentro de la ofcina del pnud como en las esferas de decisión e implementación de políticas
públicas del país.

● Gallo, Edith y Giacobone, Carlos A​, Cupo femenino en la política Argentina,​


Buenos Aires, Eudeba, 2000.

​ upo Femenino en la política argentina ​(Eudeba-2001), es un trabajo conjunto de Edit Rosalía


C
Gallo con Carlos Alberto Giacobone. Aquí los autores explican la estrategia usada para que las
mujeres pudieran ocupar un lugar antes totalmente vedado al sexo femenino: el de los cargos
electivos.

La Ley 24.012 de Cupo Femenino intentó subsanar los desequilibrios existentes entre las
posibilidades de mujeres y varones de acceder a los espacios de poder en las estructuras partidarias.
Lo que hace este texto es meterse en las denominadas "acciones positivas". Recupera
convenciones, tratados y conferencias internacionales relacionadas con los derechos de la mujer

Y entre otras cosas, los autores reunieron los debates a nivel nacional y provincial celebrados en
el Congreso de la Nación y en las Legislaturas en torno a este tema. Además, anexaron la
legislación nacional y la normativa específica de cada provincia, incluida la situación particular que
atraviesa aquellas que carecen de este tipo de leyes

Cupo femenino​: Art. 60. — Registro de los candidatos y pedido de oficialización de listas. Desde la
publicación de la convocatoria y hasta 50 días anteriores a la elección, los partidos registrarán ante
el juez electoral la lista de las candidatos públicamente proclamados, quienes deberán reunir las
condiciones propias del cargo para el cual se postulan y no estar comprendidos en alguna de las
inhabilidades legales.
Las listas que se presenten deberán tener mujeres en un mínimo del 30 % de los candidatos a los
cargos a elegir y en proporciones con posibilidad de resultar electas. No será oficializada ninguna
lista que no cumpla estos requisitos.
Los partidos presentarán juntamente con el pedido de oficialización de listas datos de filiación
completos de sus candidatos y el último domicilio electoral. Podrán figurar en las listas con el
nombre con el cual son conocidos, siempre que la variación del mismo no sea excesiva ni dé lugar
a confusión a criterio del juez.

Igualdad de género: El concepto de género se refere a la construcción social y cultural que organiza
nociones sobre aquello que sería “propio” de lo masculino y de lo femenino a partir de la diferencia
sexual. El género es una categoría construida, no natural, que atraviesa tanto la esfera individual
como la social. No se trata, entonces, de una configuración identitaria que afecta exclusivamente a
las decisiones individuales de las personas relacionadas con sus modos de vivir la femineidad o la
masculinidad, sino que influye de forma crítica en la división sexual del trabajo, la distribución de
los recursos y la definición de jerarquías entre identidades y relaciones sociales de género redunda
en el modo diferencial en que hombres y mujeres pueden desarrollarse en el marco de las
sociedades de pertenencia, a través de su participación en la esfera familiar, laboral, comunitaria y
política. De este modo, la configuración de la organización social de relaciones de género incide
sustantivamente en el ejercicio pleno de los derechos humanos de mujeres y varones.

Derechos humanos: ​“​El desarrollo humano es el proceso de expansión de las libertades reales de las
que disfrutan las personas […] Pero las libertades también dependen de otros determinantes, como
las instituciones sociales y económicas (por ejemplo, los servicios de educación y de atención
médica), así como los derechos políticos y humanos.”

Inclusión:

La Inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las


diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad
para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la
educación, en el trabajo y en general en todos los procesos sociales, políticos, culturales y en
las comunidades.
Participación política:

Participación política es la acción de los ciudadanos, y todas las personas, que deben influir en el
proceso político y en su resultado. Según una definición más sofisticada, propuesta por Eva
Anduiza y Agustí Bosch sería "cualquier acción de los ciudadanos dirigida a influir en el proceso
político y en sus resultados. Estas acciones pueden orientarse a la elección de los cargos públicos; a
la formulación, elaboración y aplicación de políticas públicas que éstos llevan a cabo; o a la acción
de otros actores políticos relevantes. La participación política requiere por tanto de un
comportamiento observable llevado a cabo en un ámbito público o colectivo por parte de un
ciudadano para poder ser considerada como tal”. Esta definición incluye:

✔ acciones dirigidas a la composición de cargos representativos.


✔ acciones dirigidas a influir en las actitudes de los políticos.
✔ acciones dirigidas a otros irrelevantes políticamente (empresas, ONG) - por ejemplo, boicot
a productos).
✔ actos a favor o en contra de medidas tomadas (manifestaciones).
✔ Participación en asociaciones de carácter político (partidos políticos, sindicatos).

Capitulo 2: Coyuntura legal e institucional en torno a la igualdad de género verde

1) La ley de cupo femenino (generalidades de la ley). Impacto de la ley

Ley de cupos

​CODIGO ELECTORAL NACIONAL

Ley Nº 24.012

Sustitúyese el artículo 60 del Decreto Nº 2135/93.

Sancionada: Noviembre 6 de 1991.

Promulgada de Hecho: Noviembre 29 de 1991.

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso,


etc. sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1º —​ Sustitúyese el artículo 60 del Decreto Nº 2135/83 del 18 de
agosto de 1983, con las modificaciones introducidas por las leyes Nros. 23.247 y
23.476, por el siguiente:

"Artículo 60. — Registro de los candidatos y pedido de oficialización de listas.


Desde la publicación de la convocatoria y hasta 50 días anteriores a la elección,
los partidos registrarán ante el juez electoral la lista de las candidatos
públicamente proclamados, quienes deberán reunir las condiciones propias del
cargo para el cual se postulan y no estar comprendidos en alguna de las
inhabilidades legales.

Las listas que se presenten deberán tener mujeres en un mínimo del 30 % de los
candidatos a los cargos a elegir y en proporciones con posibilidad de resultar
electas. No será oficializada ninguna lista que no cumpla estos requisitos.

Los partidos presentarán juntamente con el pedido de oficialización de listas datos


de filiación completos de sus candidatos y el último domicilio electoral. Podrán
figurar en las listas con el nombre con el cual son conocidos, siempre que la
variación del mismo no sea excesiva ni dé lugar a confusión a criterio del juez".

ARTICULO 2º —​ Comuníquese al Poder Ejecutivo. — ALBERTO R. PIERRI. —


EDUARDO DUHALDE. — Esther H. Pereyra Arandía de Pérez Pardo. — Hugo R.
Flombaum.

DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN


BUENOS AIRES, A LOS SEIS DIAS DEL MES DE NOVIEMBRE DEL AÑO MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y UNO.

La participación política de la mujer, que históricamente se ha visto restringida, ha


modificado algunas conductas a partir de la sanción de la Ley 13.01 de voto
femenino y la Ley 24.012, de Cupo Femenino. Este es un proceso que adquiere
distintas características y momentos históricos en el país. El derecho de elegir y
de ser elegidas que se plantea por primera vez a mediados del siglo XIX a nivel
mundial, llega a nuestro país a fines de la década del 40 del siglo XX, cuando ya
numerosos países en el mundo tenían incorporada esta conquista en su
legislación. La primera experiencia de voto femenino fue en la provincia de San
Juan en el año 1923, que luego fue anulada por el gobierno nacional. La Ley
13.010 de 1947, le otorgó a la mujer -no solamente un derecho activo- sino
también una gran responsabilidad, que es la de poder ser elegida. Sin embargo, la
misma no garantizó la igualdad de los sexos en el campo político. Ha habido un
notable progreso en muchas áreas de la vida política; pero la participación del
hombre sigue siendo excluyente en la toma de decisiones de todo el espectro
político y económico.

La pertenencia a la comunidad política y el status de ciudadanía han constituido


una preocupación recurrente en las luchas de las mujeres por su inclusión en el
sistema político y se han expresado en los estudios de género en torno a tres ejes
y sus relaciones: la representación política y sus diversas expresiones
institucionales en el sistema democrático, la participación como forma de
expresión directa de demandas y opiniones, y el reconocimiento sociocultural en
términos de igualdad y equidad. La inclusión tardía de las mujeres en la
ciudadanía y las diversas interpretaciones de los arreglos institucionales para
garantizarles espacios de representación en el régimen democrático –diseñados
durante los ´90- pusieron en el centro de la escena a la tensión que recorre los
debates entre la igualdad y la diferencia, entre las modernas y las postmodernas,
entre el liberalismo y el multiculturalismo. Los discursos sobre la ciudadanía de las
mujeres han estado atravesados por estos debates, donde la perspectiva de la
igualdad se orienta por demandas de igualdad de oportunidades y de trato en
términos de género a través de reclamos de inclusión en instituciones
preexistentes; y la perspectiva de la diferencia se presenta como una
revalorización de las características femeninas que resulte en modificaciones
institucionales que las consideren.

Desde algunas perspectivas de la teoría política, la igualdad de oportunidades


puede ser entendida como un trato igualitario o como un resultado igual. La
importancia de esta diferenciación reside en que, partiendo de una realidad
desigualitaria el trato igual no lleva a resultados iguales y, en consecuencia, para
obtener resultados iguales es necesario un trato desigual. De modo que sólo es
posible alcanzar resultados iguales a través de tratos diferenciados. Los grados de
igualdad dependen del equilibrio de las desigualdades, a través de un sistema
eficaz de compensaciones recíprocas entre las mismas (Sartori,1990). En este
sentido, las acciones afirmativas incorporan un trato diferencial en el derecho, a fin
de generar un sistema compensatorio de desigualdades iniciales, que garantice un
resultado más equitativo. Si bien en Argentina, antes de la sanción de la Ley
24.012 (Ley de Cupo), la imparcialidad en el trato para acceder a las cámaras
legislativas estaba garantizada constitucionalmente y por el principio de igualdad
ante la ley, para todos los ciudadanos/as, las posibilidades reales de las mujeres
de ejercer su derecho a ser representantes se veían conculcadas por prácticas
discriminatorias al interior de los partidos. En este escenario fueron necesarias las
cuotas para garantizar la igualdad de oportunidades.

Sanción de la Ley 24.012

Mientras que en algunos países se establecieron cupos en los estatutos de los


partidos políticos que operan en sus elecciones internas en la Argentina se
establecieron a través de una ley nacional que obliga a todos los partidos a
incorporar mujeres en las listas de candidatos/as, inscribiendo en el derecho un
trato preferencial hacia las mujeres. La peculiaridad del caso argentino reside en
que las cuotas operan en el régimen electoral y no en el sistema de partidos,
constituyendo una medida obligatoria para todos los partidos políticos. Argentina
fue el primer país latinoamericano que incorporó cupos en su legislación nacional.
A fines de 1989, la Senadora de la Unión Cívica Radical (UCR), Margarita
Malharro de Torres, presentó en el Senado argentino un proyecto de ley
modificatorio del Código Electoral Nacional, que dio lugar a la Ley 24.012 que tuvo
sanción definitiva el 6 de noviembre de 1991 en una sesión especial de la Cámara
de Diputados. De acuerdo con la letra de la misma, el artículo 60 del Código
Electoral Nacional establece que “Las listas que se presenten deberán tener
mujeres en un mínimo del 30 % de los candidatos a los cargos a elegir y en
proporciones con posibilidad de resultar electas. No será oficializada ninguna lista
que no cumpla estos requisitos”.

La Ley se aplicó por primera vez en 1993 en la renovación parcial de la Cámara


de Diputados de la Nación y fue reglamentada a través del Decreto Nº 379/93 del
Ejecutivo Nacional (Presidente Carlos Menem) que establecía la cantidad mínima
de mujeres en función del número de cargos a renovar. Con la aplicación de la
Ley, un número importante de mujeres accedió a las bancas del Poder Legislativo
Nacional y posteriormente, en las provincias del país, se sancionaron leyes
similares a nivel distrital. La sanción de la Ley también tuvo efectos
internacionales, en la medida que aceleró la presentación y sanción de propuestas
legislativas similares en varios países de la región, entre ellos, Bolivia, Brasil,
Colombia, Costa Rica, Ecuador,

Hasta la aprobación de la ley 24 .01 2 de cuotas o cupo femenino en 1991 y la


reglamentación de la misma por Decreto 379 de 1993, las mujeres fueron incluidas
en el sistema político fundamentalmente como representadas pero difícilmente
como representantes. La Ley 13.010 de sufragio femenino no garantizó que las
mujeres accedieran a cargos parlamentarios con facilidad. Desde 1952 hasta
1993, el promedio de diputadas nacionales fue de 6.33 % demostrando que, a
pesar del derecho a elegir y ser elegida, operaron preferencias masculinas a la
hora de seleccionar las candidaturas. La L ey 24.012 de cuotas o cupo femenino
de 1991 fue sancionada con el fin de garantizar la igualdad de género y ampliar el
espacio de decisión política, promoviendo la participación efectiva de la mujer en
las listas de candidatos a cargos electivos. La ley 24.012 establece que las listas
partidarias deberán estar integradas por mujeres en un mínimo del 30% de los candidatos
a elegir con posibilidad de resultar electas. En la tabla que sigue se observa la distribución
de acuerdo con la cantidad de bancas a renovar. S i bien la finalidad de la ley 24.012 es
lograr la integración efectiva de la mujer en la actividad política, evitando su postergación
al no incluirse candidatos femeninos entre los candidatos con expectativa de resultar
electos; ésta debe llevarse adelante por medio de una unificación de criterios que
posibilite su aplicación, especificando, de esa manera, los niveles de representación para
cada sexo en las listas partidarias y brindar un mecanismo institucional para corregir
paulatinamente el desequilibrio existente en los ámbitos de decisión entre los hombres y
mujeres que se dedican a la política.

En 1994, la reforma de la Constitución avaló el “cupo femenino” reconociendo en el


artículo 37 la igualdad real de oportunidades para hombres y mujeres. Compos ición
femenina del Congr eso nacional por Cámara en 2004

Cámara Compos ición total P or centaje de mujeres legis


lador as
Cámara de Diputados 257 33%
S enado 72 43%

CAPITULOS

1 ANTECEDENTES DE LA INCLUSION POLITICA ARGENTINA

2 LA LEY DE CUPO EN ARGENTINA

3 CONDICIONES DE LA PARTICIPACION POLITICA FEMENINA EN


NECOCHEA

2) Ley de paridad. Impacto de la ley.

La ley de paridad en argentina

El 4 de octubre de 2016, en la Provincia de Buenos Aires (PBA) se sancionó la


Ley 14.848 de paridad de género. Esta norma exige que las listas de candidatos a
senadores, diputados provinciales, concejales y consejeros escolares incluyan un
50% de personas de cada género en forma alternada y secuencial por binomios
(varón-mujer o mujer-varón). Así, junto con Chubut, Salta y Neuquén, Buenos
Aires se sumó ese año a las provincias que adoptaron reglas de paridad más
tempranamente, en los años 2000 (Córdoba, Río Negro y Santiago del Estero). La
Cámara de Diputados de la Nación sancionó la Ley 27.412 de paridad para
candidaturas nacionales a fines de 2017.

Estas reformas llegaron porque las leyes de cupo mínimo encontraron un techo:
luego de más de dos décadas de elecciones con este tipo de medidas, las mujeres
siguen subrepresentadas en los cargos políticos nacionales y provinciales del
país. Frente a ello, las leyes de paridad incorporan nuevos estándares
internacionales para la protec- ción de los derechos políticos de las mujeres. Pero
el cambio en la legislación es apenas un nuevo comienzo: la experiencia
comparada muestra que estas normas no tienen un efecto lineal porque las
dirigencias de los partidos las resisten y porque su eficacia está condicionada por
el marco institucional, político y social.

Frente a este escenario, recomendamos: i) reglamentar la Ley 14.848 para


garantizar su aplicación sin excepciones; ii) automatizar la inscripción de las
candidaturas; iii) monitorear, sistematizar y difundir información sobre la
participación política de las mujeres en la PBA y en los municipios; iv) implementar
programas de educación cívica, sensibilización y capacitación específica para la
correcta aplicación de la ley de paridad de género; v) discutir la introducción de
reglas de paridad en los órganos directivos y disciplinarios de los partidos políticos
y en las juntas electorales partidarias; y vi) regular el financiamiento de la política,
previendo mecanismos específicos para garantizar la participación de las mujeres
en el financiamiento público y promover su acceso a fuentes de recursos privadas.

También podría gustarte