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Sistemas de protección contra descargas atmosféricas

Apagones, incendios, muertes, perjuicios. Basta una lluvia y las malas noticias aparecen. Los grandes
centros urbanos son las principales áreas afectadas, ya que estudios indican que la contaminación
atmosférica y las islas de calor contribuyen a la ocurrencia de rayos.

Una descripción simple puede clasificar un rayo como un corto circuito entre una nube y la tierra, un
fenómeno de la naturaleza imprevisible y aleatoria que ocurre cuando la energía acumulada en una
nube alcanza un valor crítico y rompe la rigidez dieléctrica del aire.

Felizmente, estos eventos son estudiados desde hace mucho tiempo y las medidas de prevención están
en un estado bien avanzado. La instalación de un pararrayos, técnicamente llamado Sistema de
Protección contra Descargas Atmosféricas (SPDA), es el medio más adecuado de proteger una
edificación y las personas que estén en su interior.

Los sistemas de protección contra descargas atmosféricas (SPDA), son fundamentales para la seguridad
estructural de las edificaciones y hogares, actuando también indirectamente en la protección de las
personas.

Este tipo de protección está reglamentada por normas técnicas que, entre otros puntos, se preocupa
de la calidad de los materiales empleados en una instalación. Asimismo, las normas prohíben metales
ferrosos galvanizados electrolíticamente.

En casos de ambientes agresivos, las normas exigen la utilización de metales nobles, descartando el uso
del aluminio y elementos ferrosos. El cobre, por ser muy durable es el metal más utilizado como
conductor de bajada y electrodo de tierra en estas aplicaciones.

Un sistema de pararrayos provee una trayectoria que conduce o encauza la energía del rayo a través de
un conducto seguro hasta descargar a tierra, dejando las estructuras que lo soportan y sus contenidos
sin verse afectados.

El sistema, por lo general, consiste de terminales en el techo de la casa (pararrayos) conectados con
cables (conductor de bajada) que pueden trasmitir la electricidad recolectada a tierra por medio del
elemento metálico en contacto con el terreno (electrodo de tierra).

Los terminales del techo pueden disimularse con ornamento para vientos o veleta, el pararrayos debe
estar anclado correctamente al techo para evitar que sea zarandeado por los vientos y tormentas y
pueda dañar el techo o no cumplir su cometido.
Asegúrate de que este sistema de pararrayos sea instalado por un electricista calificado.

Mitos y verdades

“Un rayo no cae dos veces en un mismo lugar”. ¿Cuántas veces hemos oído eso? ¡Pues sepa que es una
gran mentira!, está comprobado que un rayo puede caer más de una vez en un mismo lugar.

Otras creencias populares contribuyen a que las personas tengan dudas sobre este asunto y continúen
arriesgándose. Una de las más comunes es la de pensar que están protegidos por el pararrayos del
vecino. Gran error.

Hay una confusión incluso mayor. Muchos creen que los pararrayos pueden atraer los rayos a sus
edificios y, por miedo, se rehúsan a instalarlos. En realidad, el pararrayos y su conductor de bajada
proporcionan un camino preestablecido y seguro para conducir la energía generada por el rayo a la
tierra. Elementos metálicos en la azotea como la tubería del agua, puede atraer el rayo y la trayectoria
que sigue incluye las llaves de cocina y baños, situación peligrosa.

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