Está en la página 1de 2

CAPITULO l

ORIGENES DE LA MIGRACION INTERNA Y EXTERNA

Desde el tiempo de época colonial, Guatemala se mantuvo relativamente al margen


de las corrientes de inmigración en el periodo de la posguerra mundial. Por el
contrario, se ha encontrado en diversas etapas de emigración a nivel interno y
externo, la que en algunos períodos de tiempo ha tenido dependencia y relación con
diferentes etapas políticas, jurídicas y económicas.

Si bien en Guatemala las primeras olas migratorias hacia el exterior se remontan a


la década de 1970, la profunda crisis económica de los años 80 y 90 por el conflicto
armado interno y la pérdida de credibilidad del Estado y sus instituciones, hicieron
que en todo el país se desatara una emigración internacional sin precedentes. La
emigración hacia Estados Unidos en particular experimentó un incremento
espectacular a partir de 1980.

La migración de guatemaltecos al exterior se puede clasificar en dos grandes


grupos, de acuerdo a sus características y país de destino. El primero se dirigió al
sureste de México, migración rural principalmente y de carácter temporal, el
segundo, se dirigió a Estados Unidos y es de carácter tanto temporal como
definitivo, calculándose que ya para los años 90 una décima parte de la población
total guatemalteca residía en los Estados Unidos, es decir, alrededor de 1.2 millones
de personas (89% del total de los emigrantes), México (6%) y Canadá (2%) A partir
de la década de 1990, la emigración hacia países de la subregión se incrementa. Si
bien los guatemaltecos siguieron emigrando a los Estados Unidos, los países
limítrofes también se convirtieron en destinos importantes. Del total de la emigración
a países vecinos o cercanos, se registraron importantes a Honduras (15%), El
Salvador (23%) y Belice (54%) (CELADE, 1991). La emigración al resto de países
de las Américas se dirigió principalmente hacia Estados Unidos (77% del total). En
este período Guatemala perdió casi un 6% de su población económicamente activa
(CEPAL, 2002).
En 1990 había aproximadamente 46.000 guatemaltecos en México; una década
después la cifra había descendido hasta 30.000 como resultado del retorno de los
refugiados, una vez que se había alcanzado la estabilidad política en Guatemala.
La mayor parte de la esta emigración se había concentrado en la zona fronteriza
entre ambos países y destinados a las campañas agrícolas del estado de Chiapas.
También es importante resaltar que en los últimos tiempos se ha dado un auge en
la migración de tránsito hacia México y Belice con destino a Estados Unidos
(CELADE, 2004).

La población inmigrante guatemalteca en los Estados Unidos ha tenido una


extraordinaria evolución desde los años 1980. Hubo un aumento importante en sus
números a partir de 1980, cuando se pasó de unos 63.000 guatemaltecos
registrados en los censos estadounidenses (1980), a unos
226.1 en 1990; diez años después ya había más de medio millón de guatemaltecos
viviendo en EE.UU. Para 2009, de los 2.9 millones inmigrantes centroamericanos
viviendo en los Estados Unidos, casi 800.000 (27.4%) eran de Guatemala.

El saldo migratorio guatemalteco ha pasado de ser prácticamente cero a mediados


del pasado siglo XX, a 7,4 personas por cada mil a principios del siglo XXI. Sin
embargo, a pesar de que el número de guatemaltecos que viven en el extranjero ha
seguido en aumento, en la última década se ha observado una desaceleración de
la emigración (Banco Mundial, 2010; CELADE, 2002 y 2004).

Las remesas de los emigrantes guatemaltecos han sido y seguirán siendo un pilar
fundamental de apoyo económico para cientos de miles de familias urbanas y
rurales. En 2005, alcanzaban los USD $3 mil millones. Casi todas las remesas (el
97.6%) son enviadas de los Estados Unidos, y cada hogar recibe, en promedio,
unos USD $306 por mes. Las remesas de Guatemala ahora exceden el volumen
total de sus exportaciones anuales o los ingresos del turismo.

También podría gustarte