Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Apologética Creación Vs Evolución
Apologética Creación Vs Evolución
Evolución
INTRODUCCIÓN
La colisión ocurrió sin advertencia. Antes del impacto, los pensamientos se enfocaban
en los planes para la cena. Sin embargo, las imágenes del pollo frito y del puré de
papas ahora han sido reemplazadas por una sirena aguda y luces estroboscopias que
se reflejan en las señales de la calle y las ventanas de las tiendas. Aproximándose al
herido a seis minutos de distancia, los médicos de emergencia calculan la situación.
Existen daños internos extensos, y varios órganos comienzan a desconectarse. La
prognosis no es nada prometedora—a menos que se pueda transplantar un riñón y
un hígado saludable en menos de 12 horas. Una llamada es hecha al Registro
Nacional de Donantes de Órganos, y la gravedad de la situación es transmitida a
varios funcionarios de donantes. Dentro de algunas horas, una ambulancia aérea
calificada entrega los órganos en una nevera roja Igloo™. Mientras que el
anestesiólogo comienza las preparaciones necesarias para la cirugía, el paciente se
da cuenta que el cirujano está inspeccionando los órganos donados. Mientras se va
quedando dormido, las últimas palabras que el paciente oye son las del cirujano que
dice: “Pues, supongo que los órganos de un chimpancé funcionarán; después de
todo, compartimos el 98% del mismo material genético”.
En 1962, Francis Harry Compton Crick y James Dewey Watson recibieron el Premio
Nobel en fisiología o medicina por su descubrimiento concerniente a la estructura
molecular del ADN. Sólo nueve años antes, en 1953, estos dos científicos habían
propuesto la estructura helicoidal doble del ADN—el material genético responsable
por la vida. Demostrando el arreglo molecular de cuatro ácidos nucleótidos bases
(adenina, guanina, citosina, y timidina—usualmente designados como A,G,C, y T) y
cómo se combinan, Watson y Crick abrieron las puertas para determinar la
composición genética de los humanos y animales. El campo de la biología molecular
1
llegó a ser reforzado con científicos que querían comparar las proteínas y los ácidos
nucleicos de una especie con los de otra. Solamente trece años después que Watson
y Crick recibieran su famoso Premio Nobel, fue hecha la declaración “que el
polipéptido humano promedio es idéntico por más del 99 por ciento a su homólogo
chimpancé” (King y Wilson, 1975, pp. 114-115). Sin embargo, esta similitud genética
en las proteínas y los ácidos nucleicos dejaban una gran paradoja—si nuestro
material genético es tan similar, ¿por qué no nos parecemos o comportamos como
los chimpancés? King y Wilson reconocieron la legitimidad de este dilema cuando
remarcaron: “La similitud molecular entre los chimpancés y los humanos es
extraordinaria porque en anatomía y vida ellos difieren mucho más que otras
especies relacionadas” (p. 113). Sin embargo, los resultados fueron exactamente lo
que los evolucionistas estaban buscando, y así, la afirmación ha resonado en los
corredores de la ciencia por décadas como la evidencia de que los humanos
evolucionaron de un antepasado como-simio.
2
genes es acerca de 70,000 (Shouse, 2002, 295:1447). Parece que aproximadamente
sólo el 1.5% del genoma humano consiste de genes, los cuales codifican para las
proteínas. Estos genes están agrupados en regiones pequeñas que contienen
cantidades considerables de ADN “no-codificador” (frecuentemente llamado ADN
“basura”) entre los grupos. La función de estas regiones no-codificadoras está justo
ahora siendo determinada. Estos descubrimientos indican que incluso si todos los
genes humanos fueran diferentes a los de un chimpancé, el ADN todavía podría ser
98.5 por ciento similar si el ADN “basura” de los humanos y chimpancés fuera
idéntico.
3
el humano y el chimpancé, usted saldría con $800,000 en sus manos. Considerando
estas proporciones, el 1-2% no parece tan pequeño, ¿verdad?
CÁLCULO DE CROMOSOMAS
tenido 48.
4
Una de las ruinas de los estudios moleculares genéticos previos ha sido el límite en
el cual los chimpancés y los humanos pudieran ser comparados exactamente. Los
científicos a menudo usarían solamente 30 o 40 proteínas conocidas o secuencias de
ácido nucleico, y de esas luego extrapolarían sus resultados para el genoma entero.
Sin embargo, hoy en día nosotros tenemos la mayoría de las secuencias del genoma
humano, de las cuales prácticamente todas han sido hechas públicas. Esto permite a
los científicos comparar cada par de base nucleótido entre los humanos y los
primates—algo que no era posible antes del proyecto del genoma humano. En enero
del 2002, fue publicado un estudio en el cual los científicos habían construido y
analizado el mapa comparativo genómico de una primera generación chimpancé
humana. Este estudio comparó las alineaciones de 77,461 secuencias finales de los
cromosomas bacteriales artificiales (CBA) del chimpancé con las secuencias
genómicas humanas. Fujiyama y colegas “detectaron posiciones candidatas, que
incluían dos grupos en el cromosoma humano 21, que sugieren regiones grandes y
no al azar de diferencias entre los dos genomas” (2002, 295:131). En otras palabras,
la comparación reveló algunas diferencias “grandes” entre los genomas del
chimpancé y del humano.
5
los chimpancés son genéticamente más cercanos a los humanos que a los gorilas.
Otro estudio que utilizó lo que los científicos llaman un “análisis de diferencia
figurativa” (ADF) inter-especie entre humanos y gorilas reveló secuencias de ADN
específicas de gorilas (Toder, et. al., 2001)—o, en otras palabras, los gorilas poseen
secuencias de ADN que no se encuentra en los humanos. Los autores del estudio
sugirieron que las secuencias encontradas en los gorilas pero no en los humanos
“pueden representar una secuencia antigua que se perdió en otras especies, tales
como el hombre y el orangután, o, más probablemente, representen secuencias
recientes que evolucionaron o se originaron específicamente en el genoma del
gorila” (9:431).
Las diferencias entre los chimpancés y los humanos no están limitadas a las
variaciones genómicas. En 1998, una diferencia estructural entre la superficie de la
célula humana y la del simio fue detectada. Después de estudiar tejidos y muestras
de sangre de simios grandes, y de 60 humanos de varios grupos étnicos, Muchmore
y colegas descubrieron que a las células humanas le faltan una forma particular del
ácido siálico (un tipo de azúcar) que se encuentra en todos los otros mamíferos
(1998, 107[2]:187). Esta molécula del ácido siálico se encuentra en la superficie de
cada célula en el cuerpo, y se piensa que realiza múltiples tareas celulares. Esta
diferencia que parece minúscula puede tener efectos de gran alcance, y puede
explicar por qué los cirujanos no podían transplantar órganos de chimpancé a los
humanos durante la década de 1960. Con esto en mente, nadie debería declarar sin
meditar, “los chimpancés son casi idénticos a nosotros”, simplemente a causa de una
coincidencia genética.
CONCLUSIÓN
6
sentido. Desafortunadamente, este no es el caso. Ahora se sabe que los órganos
homólogos son producidos por complejos de genes totalmente diferentes en
especies diferentes. El concepto de la homología en términos de genes similares que
han sido pasados de una ascendencia común ha fracasado... (traducido de una cita
en Fix, 1984, p. 189).
No obstante, los libros de texto y los maestros todavía proclaman que los humanos
y los chimpancés son 98% idénticos genéticamente. La evidencia demuestra
claramente las vastas diferencias moleculares—diferencias que pueden ser
atribuidas al hecho de que los humanos, a diferencia de los animales, fueron creados
a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26,27; vid. Lyons y Thompson, 2002a,
2002b). Elaine Morgan comentó acerca de esta diferencia.