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¿Qué es la metacognición?

Este artículo fue redactado y avalado por Carolina López De Luis

· 27 junio, 2017

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Respondiendo a la pregunta que da título al artículo, podríamos decir que la
metacognición es el conocimiento sobre el propio conocimiento.
Implica el examen activo de las tareas cognitivas que estamos realizando y la
consiguiente regulación y organización de los procesos relacionados con la
memoria, la atención, el cálculo… al servicio de un objetivo concreto.
Se trata del nivel de consciencia y conocimiento que tenemos sobre
una tarea y su monitorización. Ilustrando esta definición con un ejemplo, al
hacer un problema matemático, primero analizamos los conocimientos que
sabemos que tenemos en esta área, después las diferentes tareas que debemos
realizar para su solución y la coordinación de todas estas. Una vez desarrollado el
proceso evaluaremos el grado de precisión que hemos tenido al finalizarla.
Muchas veces no somos conscientes del propio pensamiento, no reflexionamos
sobre lo que pensamos. No somos conscientes de todos aquellos procesos,
grandes y pequeños, que nos conducen a actuar de determinada manera o a
resolver cierta actividad. En ocasiones, la dificultad que representa una
tarea viene dada por la falta de valoración de nuestras propias
aptitudes y de las diferentes estrategias metacognitivas que
utilizamos.
Metacognición, analizar nuestro pensamiento
Flavell fue uno de los pioneros en tratar este tema, y tenía su propia
definición sobre la metacognición. Implica a dos factores importantes en la
metacognición:

 El conocimiento de los procesos y productos cognitivos de cada uno.


 El examen, la regulación y organización de ese conocimiento.
“Metacognición significa el conocimiento de uno mismo concerniente a los propios
procesos y productos cognitivos o a todo lo relacionado con ellos”.

-John H. Flavell-

Para una utilización correcta de los procesos mentales es importante servirse de


las habilidades metacognitivas. Son necesarias para la adquisición, el empleo y el
control del conocimiento. Sirven para planificar y regular el empleo eficaz de los
propios recursos cognitivos. No solo es importante tener una buena memoria o ser
muy bueno realizando operaciones matemáticas, hay que saber organizar
estos conocimientos o jerarquizar y secuenciar los procesos.

Brown, fue otro profesor que investigó sobre este tema, y propuso los puntos que
es bueno que conozcamos sobre nuestro propio conocimiento. En definitiva se
trata, según este autor, del control y organización de las estrategias de
las habilidades metacognitivas. Es importante la autoconsciencia (saber lo
que uno sabe) para no incurrir en la ignorancia secundaria (no saber que no se
sabe).

Modalidades metacognitivas
Las modalidades metacognittivas son los diferentes tipos de metacognición
existentes. Cada una de ellos está vinculado a una capacidad cognitiva diferente
y ayuda a planificar y organizar el pensamiento y los diferentes
procesos cognitivos.
 Meta-memoria: se refiere al conocimiento de nuestra propia memoria.
Conocer nuestras habilidades en esta área y la capacidad de relacionar
conocimientos previos con los nuevos conocimientos. Además, la
habilidad para contrastar y conectar a los conocimientos ya almacenados
con los nuevos es muy positivo para la capacidad analítica.
 Meta-atención: trata de el control de la propia atención. La capacidad de
focalizar la atención en un momento determinado en el que se necesita
hacerlo y los factores externos e internos que sabemos que pueden
dificultar el mantenimiento de la atención. Es importante conocer qué
capacidad tenemos para atender y estrategias que pueden ayudarnos,
como realizar descansos cada hora, por ejemplo. La atención es el
primer filtro para registrar información así que es importante optimizarla.
 Meta-comprensión: conocer la capacidad de comprensión que tenemos.
En ocasiones, cuando leemos un texto por encima, creemos haber
entendido perfectamente el significado solo con una ojeada. Sin
embargo, si nos hicieran preguntas sobre el contenido, descubriríamos
que no hemos entendido el texto en todos sus matices. Saber hasta qué
punto logramos comprender un concepto y utilizarlo.
 Meta-pensamiento: el pensamiento sobre el propio pensamiento. Es
poco habitual reflexionar sobre nuestro propios pensamientos. Es decir,
todos pensamos sobre diferentes temas que nos conciernen, pero
realmente pocas veces nos paramos a hacer un pensamiento reflexivo
sobre nuestras propias ideas y creencias. Se trata de cómo pensar y no
tanto de qué pensar, una herramienta que puede ser útil en las escuelas
para incentivar la creatividad.
Todas estas modalidades tienen como objetivo optimizar el
pensamiento, la resolución de problemas o el aprendizaje.

Su relación con el aprendizaje


Durante los años académicos nos enseñan miles de teorías, hechos históricos,
fórmulas matemáticas y corrientes filosóficas, pero es poco habitual que no
enseñen a aprender. Desde la perspectiva de la metacognición, una de las piedras
angulares del conocimiento es aprender a aprender, utilizando habilidades
metacognitivas. Se trata de enseñar a analizar las propias estrategias
de aprendizaje.
Cada uno nos podemos beneficiar de diferentes estrategias mientras aprendemos
que sean más acordes a nuestras capacidades y a nuestra forma de razonar. Por
esto, sería interesante enseñar en la aula las diferentes estrategias
para realizar un aprendizaje significativo del material lectivo y no
uno superficial.
Las personas con unas buenas habilidades metacognitivas se
caracterizan por utilizar mejor la memoria, relacionando mejor y más
rápido el contenido que hay en ella. Además, realizan el procesamiento de la
nueva información una manera más conceptual y profunda. Por ejemplo, cuando
aprenden una teoría son capaces de aplicarla y relacionarla con otras teorías
diferentes.
En el caso de un aprendizaje superficial, el contenido se olvidaría al poco tiempo y
además se aprendería como una entidad separada de todos nuestros
conocimientos previos. Esa capacidad de integrar conceptos y de establecer una
red en la que se relacionen los nuevos aprendizajes con lo ya conocido facilita el
razonamiento y la integración en la memoria de lo que se ha aprendido, incluso
puede ayudar a crear conclusiones y teorías propias.

La teoría de la mente
La teoría está íntimamente ligada a la metacognición, aunque esta primera, se
relaciona más con el pensamiento de los demás y no tanto con el
propio. Podemos tomar al cerebro como una máquina predictiva que tienen
como objetivo la reducción de la incertidumbre del entorno. Se refiere a la
habilidad para predecir y comprender la conducta de otras personas, sus
conocimientos, intenciones y creencias.

Uno de los investigadores más reconocidos sobre la teoría de la mente es el


psicólogo y antropólogo Gregory Bateson. Según él, esta función se desarrolla
tanto en animales como en seres humanos, aunque a distintos niveles. Es más,
demostró con sus estudios que las cachorros de perro eran capaces de distinguir
si se encontraban en una pelea real o simulada con otros cachorros, veían la
intencionalidad en la mente del otro animal.

La teoría de la mente nos permite predecir reacciones en los demás e intuir lo que
piensan o sienten en un momento determinado. Es una función sumamente útil
para la supervivencia y la adaptación a los diferentes entornos. Comprender a los
demás y adelantarnos a lo que van a hacer es tremendamente útil y necesario.
Como animales sociales que somos, es imprescindible facilitar la convivencia y
mantener buenas relaciones.

Tanto la metacognición como la teoría de la mente se refieren al


control y la supervisión del pensamiento, nuestro y de los
demás. Algunas personas pueden tener dificultades en este mecanismo
supervisor y regulador del pensamiento, causándoles algunos problemas a la hora
de realizar tareas cognitivas y comprender a los demás.

Bibliografía
Allueva, P. (2007). Conceptos básicos sobre metacognición. En P.
Allueva, Desarrollo de las habilidades metacognitivas: programa de
intervención. Zaragoza: consejería de educación y ciencia. Diputación general de
Aragón, 59-85.
Lopera, E. (2011), “El aprendizaje-enseñanza de la solución de problemas, la
metacognición y la didáctica de la pregunta, una triangulación dinámica para la
transferencia del aprendizaje”, Revista Pensando Psicología, vol. 7, núm. 13,
pp. 159-170.
Tirapu-Ustárroz, J., Pérez-Sayes, G., Erekatxo-Bilbao, M., Pelegrín-Valero, C.
(2007), ¿Qué es la teoría de la mente?. Rev Neurol. 44 (8): 479-489.

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