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El plano
En el origen
del cine·
Colección dirigida por Joel Magny
y Frédéric Strauss

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3

Sumario

IV. Arqueología del plano. 49


Prefacio .4
..... 50
Estética de la «vista»
Estética del «cuadro» .... 53
Primera parte 7 Del «cuadro» al «plano» .57
1. Reconocimiento. . . 7 Supervivencia y mutaciones del plano .. 61
El plano como unidad creada. 7
Epílogo .. ................ .63
Rodaje y montaje. ...7
La anticipación del plano 8
El plano como unidad percibida. 11
SEGUNDA PARTE
Complicaciones: e! plano compuesto. 13 Documentos de trabajo, textos, análisis de planos. . 65
El espacio compuesto. ..13
Documentos
El tiempo discontinuo 14 .66
La mujer del cuadro,de Fritz Lang - el encuentro
La operación plástica. 15
La mUlerdel cuadro,de Fritz Lang - e! despertar. . .... 68
Fronteras de! plano . ...16 Textos
Primer plano: Jean Epstein, Fernand Léger, Béla Bálazs ......................... 7O
11. El plano como relación. ..19 Análisis de plano
Rodaje: el plano coral. 19 ..72
Pather Panchali. de Sarya¡it Ray .
La cánlara, instrumento de una relación con el mundo .. 20
Textos
Lo visible y su interpretación. . . 26
La integración narrativa: Lev Kulechov, Charles Pathé. .. ... 74
Documentos
111.El trabajo del plano ... 29
Los cuatrocientosgolpes,de Fran<;ois Truffaut - primer día de rodaje .... 76
El espacio del plano. .30
Análisis de plano
L.J. distancia . .31 Los cuatrocientosgolpes,de Fran<;ois Truffaut. .... 78
El encuadre. 32
Textos
El cl1cucJdre receptáculo ... 33
El montaje y el plano: S. M. Eisenstein, Andrei Tarkovski 80
El cIl(ucJdrc dincimico ........•... 35 Análisis de plano
E/COr1t: .36
Playtime, de Jacques Tati . .. 82
El fuero de wmpo .37
Textos
Lel SIIPl·rlkil'. .. 37
Pasar a la acción: Alain Bergala, Johan van der Keuken, Jacques Rivette .... 84
'nJlll(1ii(j.~ rCClks, lCJlllufios proyectados, tamaños relativos. 38 Análisis de plano
('olorc~ \,o]m; IIIHJ Ida. .. 40
¿Dóndeestá la caso de mi amigo', de Abbas Kiarostami .86
La i rnagcl1 COI1 el sOllido 40
Textos
Fuelltes IllUclJs, rll(.:ntl'~ invisibles. .41
Ética del plano: Johan van der Keuken, Roberto Rossellini, Jacques Rivette. ..88
]JUnLO ele ViSIJ, PlIJlto ele escucha .. .42
Anexos
Cones SOIIOI'OS, (.'Or1l'S visllales. 42
Cuadro cOlnparativo. 90
El tiempo de un plano. 43
Del plano general al primer plano , . . .... 92
El plano corno rHJrco 1l.'IIlpOral 43
El plano como lrJ.vl.'~ícldel Ik'l11po. .43
Bibliografía 94
El plano como momentO e1el Gime. ..44
~or lo tanto, el plano permite hacer al cine dos tipos de preguntas. En
primer lugar, preguntas sobre su elaboración, que tocaremos sobre
todo en el capítulo 2: ¿ en qué consiste «hacer» un plano) ¿Qué pue-
de llevar a un cineasta a tomar una decisión y no otra (sea en cuanto
al emplazamiento de la cámara, la iluminación, el sonido o la inter-
pretación de los actores)? Y, segundo, preguntas sobre sus cualidades
visuales y sonoras: ¿qué se puede ver y describir en un plano? ¿Cómo
crea sentido un plano) ¿Cómo hace avanzar al relato? ¿En qué estrate-
gia de formas, colores, movimientos participa) El capítulo 3 aporta
elementos para una posible respuesta, al tratar la organización visual
del plano, la relación entre imagen y sonido, la temporalidad del pla-
Prefacio no y su relación con la película.
'1 Dos capítulos críticos enmarcan esta reflexión. El primer capítulo de-
I
I fine el objeto «plano» y lo confronta a una serie de figuras proble-
I1
máticas que limitan su campo de aplicación. El último capítulo trata
de la palabra «plano» y su origen: ¿porqué y desde cuándo un plano reci-
be el nombre de «plano») Las dos preguntas dan paso a un acerca-
miento histórico que, partiendo de la etimología, nos devuelve al
problema de la creación: ¿qué es un plano, y en qué consiste crear un
plano según lo llamemos «vista», «cuadro» o «plano»)
No podemos reflexionar sobre las películas ni sobre el cine en gene- Esta obra pretende «poner en escena» estas cuestiones incorporando
ral sin encontrarnos con la noción de plano y sin planteárnoslo como a su tema de estudio distintos enfoques más concretos, para que se
. problema. hagan eco y enriquezcan mutuamente: examen de documentos rela-
Al menos por dos razones cabe considerar al plano como origen del tivos al rodaje de un plano; análisis de planos con independencia de
cine: en primer lugar, porque en los inicios del cine las películas cons- las condiciones en que se crearon; montaje de textos, escritos sobre
taban de un solo plano y, en segundo, porque para hacer una película todo por cineastas que se interrogan sobre su oficio.
el primer paso consiste en rodar un plano.
Hay otra razón para abordar el cine a través de la idea de plano: el pla-
no implica tanto al cineasta como al espectador. Es una «pieza suelta»
de la maquinaria-filme en construcción, pero también una pieza visi-
ble, contemplada por el espectador durante la proyección.

1I
Primera parte
Capítulo 1

Reconocimiento

El plano como unidad creada

Rodaje y montaje
Si queremos dar una rápida de0nición de «plano», diremos simple-
mente que la realización de una película se compone de dos grandes
operaciones: el rodaje de los planos y el montaje de los planos.
Para ser más exactos, cuando velUOSun filme sabemos que en un mo-
mento dado hizo falta colocar película en una cámara, ponerla en
marcha y luego detenerla una vez transcurrido cierto tiempo. Esta
operación simple podía bastar para hacer una película en los prime-
ros aÚos del cine, pero hoy lo más normal es repetirla cierto número
9
8

de veces en toda clase de sitios y durante semanas. Se consigue así


cierta cantidad de película impresionada, constituida por el conjunto
de fragmentos filmados día a día. Estos fragmentos individualizables
no necesariamente aparecerán así en la película: el montador no se li-
mita a modificar su orden, puede suprimir algunos o subdividirlos en
fragmentos y diseminarlos por todo el metraje.
De lo que estamos seguros, en cualquier caso, es de que todos los
fragmentos que constituyen la película se rodaron antes o después, y
fueron luego seleccionados, recortados y ajustados entre sí. Esos frag-
mentos, esos «bloques de espacio y tiempo», 1 son lo que llamaremos
los planos de una película.

La anticipación del plano


Antes de existir sobre una pantalla, la película ha existido en fase de
Un instrumento del montador: la prensa de encolado, con la que se unen los
proyecto. De ese proyecto suelen quedar rastros escritos, entre los planos. El montaje se está convirtiendo cada vez más en una operación virtual: los
fragmentos de película se introducen en la memoria del ordenador y se manipulan con
cuales muy a menudo encontramos proyectos de planos, planos es-
un simple ratón.
critos que no siempre aparecen en la película terminada, pero que
fueron imaginados, pensados, premeditados, antes y enprevisión del ro-
bución de esos planos en jornadas de rodaje, con arreglo a un orden es-
daje y el montaje.
tablecido según las respectivas disponibilidades, de decorados, de me-
Al consultar los documentos preparatorios de una película conservados
dios técnicos necesarios, etc. Posteriormente, la hoja de producción y el
en archivos, descubrimos que el «plano» participa en una cadena de
parte de script nos permitirán seguir día a día el rodaje propiamente di-
fabricación, una organización y una división del trabajo que en los
cho de la película. En ellos vuelven a aparecer los planos numerados. Sa-
grandes estudios de Hollywood fueron en extremo rigurosas y restric-
bemos qué planos se rodaron en cada jornada, cuántas tomas se necesi-
tivas. Si eso que llamamos «guión literario» enumera únicamente el en-
taron para cada uno y, eventualmente, el número de planos «en el saco»
cadenamiento de secuencias y diálogos sin mencionar nada de su orga-
desde que empezó el rodaje o los que aún quedan por rodar.
nización en planos, en el «guión técnico», en cambio, los planos están
La exactitud de la documentación puede variar de una película a otra.
ahí, sumariamente descritos y acompañados de lU1 número que permi-
A veces aparece surtida de notas y correcciones manuscritas, croquis
tirá al equipo técnico localizar-
[. Philippe
cinéma:
Dubois,
déplacemenrs
«La question
estbétjques»
vidéo faee aul
en Frank Eeau,
los fácilmente durante el rodaje.
y dibujos. A veces, un storybomd delimita todavía más la forma de la pe-
Philippe Dubois. Gérard Leblanc (bajo la dirección lícula que ha de nacer.
Otro documento, el «plan de
de), Cinému el dernieres lechnoloaies, Par:ís/Bruselas, INA Cotejados con la película, toda esta documentación permite historiar
De Boeck universiré, 1998. rodaje», nos muestra la distri-
10 11

la gestación de los planos: planos premeditados, modificados, despla-


zados, no rodados o rodados pero no montados, tomas descartadas2
En todo caso, su existencia misma y su institucionalización plantean,
ya de por sí, algunas preguntas.
Si cineastas como Fritz Lang o Alfred Hitchcock se preocupan enor-
memente por preparar cada plano hasta el menor detalle, otros reivin-
dican en cambio un importante margen de maniobra durante el roda-
je. Rossellini denuncia el absurdo del guión y subraya su función
puramente económica;3 ]ean-Luc Godard, por su parte, se pregunta
acerca de la extraña operación consistente en pasar por la escritura para
llegar a la imagen, y se entrega a un ejercicio sorprendente: realizar un
guión-película (Scénariodu film Passion, [1983]), partiendo de la película
ya realizada. Sin llegar a este extremo, a menudo ]acques Rivette ela-
bora el guión de sus películas mientras rueda y monta: la historia de la
película se desvela entonces en el acto mismo de su creación. En el caso
Fotogramas procedentes de cuatro planos fijos sucesivos de Octubre (Oktiabr,
del cine documental, el plano nace más que nunca de una confronta-
1927), de Sergei M. Eisenstein: cuatro puntos de vista, cuatro escansiones.
ción directa con lo real a partir de un proyecto imposible de planificar
plano a plano, y luego de una segunda confrontación durante el mon- El plano como unidad percibida
taje con el conjunto de fragmentos de película rodados, durante la cual En una obra de arte, el proceso de fabricación es siempre más o me-
el proyecto del filme ha de ser reinventado o redescubierto. nos visible. Si quisiéramos contar las pinceladas de que consta la Gio-
El guión técnico saca a la luz, por tanto, otro aspecto del plano, me- canda, nos costaría un enorme trabajo hacerlo: los rastros del gesto
nos relacionado con el bloque de espacio y tiempo que con la institu- del artista, los «toques» se funden en la obra y son indiscernibles.
ción del cine en tanto economía «planificada»4 en el seno de los es- En cine, por el contrario, el espectador puede discernir entre lo que
tudios. Si nos atenemos a su historia, la noción de plano pertenece de surge en el rodaje y lo que surge en el montaje, porque el espectador
pleno derecho a esta economía. Hacer una película es posicionarse ve los cambios de plano. Por otra parte, abundan los ejemplos publica-
frente a una organización del trabajo instituida, es decir, acomodarse, dos de guiones de películas plano a plano, elaborados en la mesa de
vulnerarla o aprovecharse de montaje o con un magnetoscopio, mediante un simple visionado
2. Existen varios estudios de guiones centrados Cl~ ella, y decidir así cuándo entrará de la película.
esta cuestión: véase la bibliografía en la pág. 94
3. Véase pág. 89. en juego la reflexión sobre los ]acquesAumont habla del cambio de plano como de un «pequeño trau-
4. No es ac¡ui, sin embargo, donde hay que buscar
planos, y cuáles serán las moda- ma visual», y recuerda que los primeros espectadores «vivían a veces
el origen de la palabra plano: volveremos a ello
en el capítulo 4. lidades de esa participación. los cambios bruscos Como una verdadera agresión, una monstruosidad
-- ---------- \

12 13

su elaboración. El plano, en cambio, encarna aquello que, en la pelí-


cula, remite a la realidad del rodaje, a la presencia real del espacio y de
los cuerpos situados delante de la cámara y cuya huella capturó la pe-
lícula entre el arranque del motor y su detención; remite a la duración
de esa presencia y a los tijeretazos del montador, que recortan esa du-
ración y fijan los límites temporales del plano.

Complicaciones: el plano compuesto


El plano percibido corresponde a la unidad de montaje, es decir, al
fragmento de película seleccionado y colocado en su lugar durante el
montaje, pero es evidente que percibimos los «cortes» que lo delimi-
tan como otros tantos cambios acaecidos a la propia imagen de un
plano a otro (un cambio de punto de vista, de decorado ...). En el caso
más simple, el que hemos considerado hasta ahora, el fragmento de
película corresponde a un momento único del rodaje, pero también
El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man, 1957), de Jack puede suceder que el plano percibido, el bloque homogéneo de es-
Arnold. Superposición, gracias a la técnica del travelling matte, de una figura (el hom-
pacio y tiempo del plano percibido, resulte de la combinación de va-
bre) y un fondo (la puerta y el gato) filmados por separado: cuando un hombre filma-
do en plano general se encuentra con un gato filmado en primer plano ... rios registros distintos.
Es lo que ocurre en tres familias de casos bastante extendidos:
ocular»s El cambio de plano puede ser brutal, pero, se ajuste o no a las
«leyes» del raccord formuladas en las gramáticas del cine, en la mayoría Primer caso: el espacio compuesto
de casos es casi transparente. Aunque, si le prestamos atención, si no nos A veces ocurre que aquello que, en la ficción construida por la pe-
dejamos «distraer» por la película, seremos capaces de verlo. lícula, se supone que es un espacio unitario y homogéneo, en reali-
Por lo tanto, el plano no es sólo una unidad de fabricación de la pe- dad se obtenga por yuxtaposición y/o superposición de espacios dis-
lícula: el plano es un momento de la película identificado por el es- tintos. Desde la primera mitad del siglo xx, mucho antes de que
pectador, una unidad que, en la película, es testimonio del acto crea- apareciera el software de tratamiento de imágenes, toda clase de proce-
tivo del rodaje y del montaje. dimientos (sobreimpresión, travelJing matte, transparencia, máscara-
Al fin y al cabo, se podría hablar de cine sin mencionar nunca el plano: contramáscara...) ya permitían semejante operación. Advertidos o no,
bastaría con hablar de la imagen. estos procedimientos comprometen la evidencia del plano en tanto
s. ]acques Aumont, L'oei! interminable, París, SégUi~
Pero la imagen no cuenta nada que fragmento de realidad, bloque homogéneo e indivisible, rastro
1989, pág. 97 (trad. casr.: Elojo Inrerminoble,
Barcelona, Pa,dós, 1996). acerca de lo sucedido durante material del rodaje. Dos seres pueden compartir pantalla sin haberse
15
14

Invención de un lugar híbrido (Los pájaros [The birds, 19631, de Alfred Hitch-
cock). La parte superior del plano rodado ha sido sustituida por una pintura en trompe-
I'oei! filmada por separado (foto de la izquierda). La yuxtaposición de las dos mitades
encontrado nunca durante el rodaje (ejemplo: el hombre miniaturi- de imagen heterogéneas crea un espacio coherente y unitario. El espectador no avisa-
do no ve nada: no todos los trucajes se traducen en sensacionalismo.
zado y el gato de El increíble hombre menguante [The Incredible Shrinking
Man, 1957J, o dos personajes interpretados por un mismo actor), y
dentro de un espacio-tiempo pretendidamente continu06 Cuando es-
pasearse por un lugar que jamás visitaron y que tal vez ni siquiera
tas soldaduras temporales se efectúan digitalmente, resultan imposi-
existe.
bles de detectar.

Segundo caso: el tiempo discontinuo


Tercer caso: la operación plástica
En esta familia de casos, la duración supuestamente continua del pla-
En nuestros días, las herramientas informáticas permiten aplicar una
no está en realidad constituida por varios fragmentos de tiempo pues-
transformación plástica a todo o a parte de un plano rodado al modo
tos en sucesión. El «truco de la manivela» al que tan a menudo recu-
tradicional. El suceso plástico no es homogéneo en el rodaje, pero,
rrió Georges Mélies consiste en interrumpir el movimiento de la
como en el viejo truco de la manivela, ello no impide que se integre
película dentro de la cámara durante el tiempo de escamotear un
literalmente al plano (atribuido a
cuerpo, cambiar de vestuario, reemplazar un objeto por otro, etc. ¡ZLO que podemos llamar «plano» en un
un cuerpo, por ejemplo el de Jim filme de animación remite, por supuesto, a
Aunque el corte temporal produce un leve salto, en el régimen de fic- la misma ilusión de continuidad temporal.
Carrey en La máscara [The Mask, La animación se realiza imagen a imagen y
ción instaurado por Mélies dicho salto es atribuido a los cuerpos y a
1994J). no admite el registro continuo.
los objetos: son ellos los que aparecen, desaparecen y se transforman
16 17

Fronteras del plano


Si queremos salvaguardar la noción de plano, incluyendo el caso muy
extendido del plano compuesto, tendremos que modificar ligera-
mente su definición. En vez de considerar el plano como fragmento
rodado/montado de filme, como pieza de fabricación del filme, ten-
dremos que considerarlo como un bloque de espacio y de tiempo fic-
ticio, construido por el filme. Pero aun así esta definición no abarca
todo el campo del cine: ¿cómo definir, en efecto, el plano de un filme
cuando un filme se ha realizado sin cámara (los filmes hechos con
negativos pintados o raspados de Stan Brakhage o Len Lye, los trozos
de película expuestos directamente a la luz por Man Rayen su Retour el
la raison [1923]), o cuando los perceptos producidos por el filme no
permiten discernir ese percepto singular que es el cambio de plano?
Muchas películas de las llamadas «experimentales» escapan así a la
noción de plano. Para estudiarlas y detectar su estructura, tenemos Fanny Ardant y Gérard Depardieu al teléfono en La mujer de aliado (La Fem-
que proceder de otro modo, inventar conceptos más apropiados. Las me d'a coté, 1981), de Fran90is Truffaut. La pantalla se escinde en dos partes (split-
screen). Dos imágenes en una: ¡cuántos planos?
películas de este tipo quedan fuera del alcance de nuestra obra.
El caso de la creación en vídeo es igualmente problemático. Se podría
creer que vídeo y cine plantean cuestiones similares, ya que es per- puede verse puntualmente cuestionado por la imagen: las sobreim-
fectamente posible rodar una película en vídeo igual que se haría con presiones y las split screens (véase la foto de esta página), al producir
negativo fotográfico y una cámara. Pero de hecho, como subraya Phi- yuxtaposiciones y superposiciones de espacio-tiempos presentados
lippe Dubois, el vídeo permite procedimientos específicos de compo- como tales, constituyen otras tantas refutaciones del plano. Sea como
sición y tratamiento de imágenes (incrustación, mezcla...) que no re- fuere, la noción de bloque de espacio-tiempo se enfrenta una y otra
miten al montaje de bloques espacio-temporales. También aquí la vez a una relación que no existía cuando, a finales de la década de
noción de plano puede mostrarse inoperante. En un momento en que 1900, la palabra plano hizo su aparición en la esfera cinematográfica:
las cámaras de vídeo digital se emplean cada vez más para realizar pe- la relación entre imagen y sonido. Hacer una película sonora no con-
lículas proyectadas en salas comerciales (véanse las recientes expe- siste sólo en rodar y montar planos, sino en montar imágenes y soni-
riencias de Agnes Yarda, Alain Cavalier, Philippe Grandrieux y ]ean- dos. ¿En qué medida se integra el sonido en el espacio-tiempo del pla-
Luc Godard), será interesante valorar qué papel juega el vídeo en no? ¿Qué pasa con el plano en el caso de la post-sincronización, de la
revolucionar esta práctica fundamental del cine: la creación de planos. voz en off, o cuando una voz, un ruido, una música se extienden du-
Incluso dejando a un lado el vídeo y el cine experimental, el plano rante varios planos?

1
l
19

Quizá porque encarna la evidencia del cine (rodar/montar), el plano


se desmonta cuando tratamos de incluir en su definición demasiados
casos particulares. Es preferible, en consecuencia, atenerse al caso fun-
damental del plano resultante de la fragmentación de un momento
Único del rodaje. En adelante consideraremos como parte integrante
del plano a todos los acontecimientos, tanto visuales como sonoros,
que tengan lugar entre dos cortes.

Capítulo 2

El plano como relación

Rodaje: el plano coral


Cuando a finales del siglo XIX los hermanos Lumiere rodaron sus pri-
meras películas, el rodaje era una actividad casi tan ligera como pue-
da serlo hoy, para un aficionado, el uso de su cámara de vídeo. La cá-
mara era pequeña, fácil de transportar, y las películas se rodaban a la
luz del día. El cineasta, entonces llamado operador de toma de vistas,
podía ser un viajero solitario.
Aunque semejante práctica siga siendo factible (gracias a las cámaras
de 16 mm y, más recientemente, al uso en cine de las cámaras DV), en
la mayoría de casos el rodaje de un plano moviliza a un equipo com-
pleto acompañado de un importante despliegue de medios técnicos.
20 21

El cineasta suele trabajar con un director de fotografía, responsable de


la puesta a punto de la cámara y de la compleja disposición de fuen-
tes de luz para modelar el espacio filmado; el ingeniero de sonido
aporta los medios técnicos necesarios para construir el universo so-
noro de la película, mientras que el microfonista sostiene en sus bra-
zos una pértiga de cuyo extremo cuelga un rrÜcro, procurando po-
nerlo lo bastante cerca de los actores y sin invadir el campo de visión
de la cámara. Los movimientos y la puesta a punto de la cámara, a me-
nudo pesada, suelen necesitar la participación de varios técnicos, lo
mismo que la instalación de las fuentes de luz.
El esfuerzo del cineasta consistirá entonces en coordinar un conjunto
complejo, sin ceder un ápice respecto a un deseo que a veces no com-
parten el resto de participantes en el proyecto.
Para un cineasta, pensar un plano depende de su capacidad de crear
las condiciones de rodaje más favorables para realizarlo. Imaginar un
El cineasta y su actriz, cara a cara: DavidW. Griffith a la cámara. Captura de un
plano es elegir las herramientas en función de su manejabilidad, peso,
estado anímico, momento de soledad ante unos ojos que observan.
rendimiento técnico y también de la temporalidad de rodaje que su-
ponen (puede que el cineasta busque la rapidez de ejecución, pero
también puede elegir adrede una maquinaria pesada); es elegir un una cámara con un espacio y con los cuerpos que lo ocupan. En su
equipo y entablar una relación con él, encontrar las palabras no para uso de la cámara, el cineasta puede tomar cierto número de decisio-
explicar su proyecto sino para favorecer su ejecución. Con estas deci- nes, puede intervenir en una serie de parámetros. Puede orientar la
siones el cineasta define un espacio de restricciones y libertades que cámara hacia arriba (contrapicado) o hacia abajo (picado). Puede dejarla
informará el propio contenido del plano. inmóvil durante toda la duración del plano, obteniendo un «plano
fijo», pero también puede decidir moverla.
La cámara, instrumento de una relación Se distinguen entonces dos clases de movimiento: el travel1ing y la pano-
con el mundo rámica. El travel1ing es un movimiento de traslación de la cámara (se ha-
Pensar un plano es pensar en el decorado, en los. personajes, en la in- bla de traveIling de avan.ce, retroceso o lateral) que puede efectuarse so-
terpretación de los actores, en la luz que moldeará los cuerpos y el es- bre raíles «de travelling» previamente colocados, o con ayuda de un
pacio, que subrayará la geometría o que por el contrario la organiza- vehículo con ruedas. La panorámica es un movimiento de rotación de
rá en gradaciones de sombra y luz, etc. Todas estas operaciones, sin la cámara alrededor de un eje vertical (la cámara barre entonces hori-
embargo, desembocan en una sola operación: la confrontación de zontalmente el espacio~de izquierda a derecha o de derecha a izquier-
23
22

da) u horizontal (la cámara se inclina entonces de arriba abajo o a la


inversa). A veces el espectador identifica otros movimientos de cámara
sin que deba documentarse acerca del rodaje: los planos con cámara
«al hombro» (en inglés: handhe1d
511ot5,
planos con la cámara «sostenida
en la mano»), identificables por la inestabilidad del encuadre resultan-
te, y los planos tomados con 5teadycam,cámara dotada de un complejo
sistema de suspensión que amortigua los choques, lo que ofrece una
gran libertad de desplazamiento al operador y confiere a los movi-
mientos de cámara una muy especial fluidez (los largos recorridos del
pequeño Danny a través del laberinto y los pasillos del hotel Overlook
en El resplandor[The shining, 1980] se rodaron con steadycam).
El cineasta también puede influir en otros parámetros: puede explotar
características ópticas de la cámara como el enfoque, la distancia fo-
1
cal, el zoom.Si la distancia focal del objetivo es larga, la zona nítida
apenas se extenderá más allá del punto enfocado. Si la distancia focal Jacques Perrin como romántico marino en las calles de Rochefort: rodaje de
Las señoritas de Rochefort (Les Demoiselles de Rochefort, 1967), de Jacques Demy. Se
es muy corta, la profundidaci de campo resultante asegurará que to-
han instalado raíles de travelling para permitir un desplazamiento fluido de la cámara.
dos los objetos situados en el campo de la cámara aparezcan enfo-
cados, sea cual sea la distancia a que se encuentren del objetivo.
Por último, desde principios de los años sesenta las cámaras permiten
La distancia focal no sólo influye en la profundidad de campo. Una focal
efectuar zooms,también llamados «travelling5ópticos». El zoompermite
larga reduce el campo de visión, al acercar como un telescopio la por-
modificar en continuo la distancia focal del objetivo a la velocidad de-
ción de espacio visualizado por la cámara. También tiende a comprimir
seada por el cineasta. Durante un zoomde avance (ampliación de la ima-
el espacio (filmado con focal larga, un personaje avanzando en dirección
gen) la distancia focal aumenta; y al revés, ésta disminuye con un zoom
a cámara parece no moverse del
de retroceso (efecto de alejamiento). En general, las deformaciones
1 Si la distancia focal es inferior a 35 mm
hablaremos de focal corta; entre 35 mm y SO mm,
I sitio). El campo de visión de la
ópticas derivadas de la variación de focal permiten al espectador dife-
cámara se ensancha conforme
nos situamos en las focales normales; la distancia
renciar fácilmente un zoomde un travellingde avance o retroceso.
focal de los teleobjetivos puede alcanzar los se acorta la distancia focal. El es-
200 mm y más (véase David Bordwell y Kristin El cineasta todavía puede plantearse otra cuestión: la altura a la que desea
Thompson, L'art du film: une introduction, Bruselas, De
pacio se abre, gana profundi-
instalar la cámara. El cineasta japonés Yasujiro Ozu, por ejemplo, es céle-
Boeck Université, 1999) (trad. cast.: El arle dad; en casos extremos, un ob-
cinematográfico, Barcelona, Paidós, 1995). A la focal bre por la posición, a menudo muy baja, en la que emplaza su cámara
normal se la denomina así en razón de su jetivo dotado de Wla focal muy
«neutralidad»: SI uno mira a través del visor de una para filmar Wl0S cuerpos que con frecuencia están sentados alrededor de
corta produce una deformación
cámara dotada de una focal normal. el tamaJio de mesas bajas y, por lo tanto, se encuentran a muy poca distancia del suelo.
los objetos observados prácticamente no cambia, convexa de la imagen.
24
25

De izquierda a derecha: Pather Panchali (1955), de Satyajit Ray, y Los cuentos


de Tokio (Tokyo Monogatari, 19531, de Yasujiro Ozu. Mujeres sentadas o arrodilladas.
Satyajit Ray elige un picado que aporta dramatismo; Ozu pone la cámara a la altura de
sus personajes. jar que los personajes atraviesen el espacio delimitado o evolucionen
en el interior del cuadro; puede cerrar el encuadre, mediante un tra-
velling de avance o un zoom, sobre un rostro cuya expresión desea in-
Más raramente, en busca de un efecto dramático y desestabilizador,
terrogar, o sobre un gesto concreto; puede decidir variar el enfoque
un cineasta decide inclinar su cámara a un lado u otro. Así filmó Al-
para pasear la mirada del espectador a través de la imagen, o para di-
fred Hitchcock el campanario fatal de Vértigo (19 S8).
solver los contornos de un cuerpo haciendo emerger en distintas re-
Para no ser arbitrarios, la elección de un movimiento de cámara, una
giones de la imagen otras formas que hasta entonces eran impreci-
distancia focal, etc., deben formar parte de una meditada relación
sas. También puede, jugando con la distancia focal, construir un
entre el cineasta y el espacio o los personajes que ha decidido filmar.
espacio uniformemente nítido o privilegiar una sola zona (por
El cineasta puede optar por ejecutar un travelling para acompañar el
ejemplo, la que ocupa el personaje principal, destacándolo sobre un
desplazamiento de un personaje o bien para hacernos penetrar sólo
fondo desenfocado) Son sólo algunos ejemplos. La apuesta del pla-
a nosotros en un lugar; puede hacer una panorámica para ir al en-
no reside en la capacidad de hacer de la manipulación de parámetros
cuentro de un personaje fuera de cuadro, pero cuya voz de repente
técnicos una relación compleja con la realidad, con los personajes,
se ha dejado oír en el plano; puede negarse a mover la cámara y de-
con el espacio, etc.
27
26
vclfing, de panorámica o de zoom, es decir, de la cámara. Entonces no es-
Esta relación no se limita al punto de vista. En un bello texto, Johan
tamos describiendo la imagen, sino la interprcwción que nuestro cerebro
Van der Keuken evoca su experiencia como cineasta describiendo tres
hace de datos visuales complejos distribuidos en una superficie plana,
aspectos de la cámara: «El aspecto de instrumento musical donde uno
en términos de punto de visw sobre un espacio enprofundidad4 Dicho de otro
toca su partitura, donde uno improvisa, donde uno interviene direc-
modo, al mirar un plano no sólo vemos lo que se filmó, sino, como
tamente; el segundo es el boxeo, con la fuerza de impacto de la cá-
escribió Pasolini,5 «sentimos» la cámara o, de manera más abstracta,
mara; y la caricia, porque los movimientos minúsculos que afloran en
sentimos una instancia que organiza lo visible, lo confronta, lo inter-
la piel de los seres y las cosas me interesan enormemente» 2 Más com-
preta (al modo de un músico), se manifiesta en él y enteramente por
bativo, Eisenstein habla del «punto de vista de la toma concebido
él. Lo que nos llega de un plano, lo que debemos tratar de describir,
como materialización del conflicto entre la lógica organizadora de la
aquello a lo que debemos volvernos sensibles, no es sólo lo que el pla-
realización y la lógica inerte del fenómeno, que en su colisión produ-
no nos hace ver directamente, lo que pone en escena, sino la mani-
cen la dialéctica de la síntesis cinematográfica»3
festación de una tensión entre lo visible y la instancia que regula su
visibilidad (una instancia que se adelanta, que se desvía, que insiste,
Lo visible y su interpretación
que acompaíi.a, que espera, que vacila, que reúne o que separa, que
Cuando describimos un plano y hablamos de zoom de retroceso, de tra-
velling de avance o de ligero contrapicado, estamos haciendo algo muy precisa, que deshace, etc.).

curioso: describimos la imagen aludiendo a algo que no está en la


imagen, algo que no vemos: la cámara, el aparato «tomavistas».
Para aquel que va a rodar un plano esta elección es perfectamente le-
gítima: más que la imagen en sí, quizá le interese describir cómo
puede obtenerse dicha imagen. En realidad, esta elección no lo es: a
menudo nos resultaría muy difícil describir la traducción visual com- ~En el caso del plano rodado/montado se trata
naturalmente del punto de vista de la cámara
pleja de un movimiento de cáma:a si no pudiéramos, simplemente,
respecto del espacio filmado. En cambio, en el caso
nombrar su causa. del espacio compuesto mencionado en la primera
parte, el espacio unitario y el punto de vista
Como sea, la descripción de un plano pone de manifiesto la doble re- respecto a ese espacio son percibidos sin que por
lación que establecemos con su contenido. Tan pronto describimos lo ello remitan a un punto de vista ni a un espacio
existentes. Señalaremos, asimismo, que es
que vemos: el decorado, los personajes, sus posiciones relativas y des- perfectamente posible sll11ularun tmi'eIling de avance
en un dibujo animado, «simplemente»
plazamientos, el vestuario que llevan, la forma en que están ilumina-
reproduciendo en una superfLcie plana los datos
dos, o la distribución entre zonas enfocadas y desenfocadas de la ima- visuales complejos comÚnmente producidos por
un desplazamiento real.
2. Véase la continuación del texto en la pág. 85. ~ gen y la profundidad de 5. Pier PaoJo Pasolini, «Le cinéma de poésie», en
3. s.M. Eisenstein. «Hors cad re" (1929). Ca!JI.m du Can1pO.. cOlno, para explicar L'expériencc hérétique, ]n/lgue el cinénHl, París, Payot, ! 976,
CInema na 215, septiembre de J 969, pago 25. Vease
pág 15+.
también el texto deAlain Bergala. pág. 8+. lo que ven10s, hablan10s de tra-
29

Capítulo 3

El trabajo del plano

Una pregunta se impone: ¿cómo precisar esa relación instaurada en el


plano? ¿Dónde actúa, cómo se teje exactamente en la imagen? ¿En qué
aspecto de la imagen podemos fijarnos para entender mejor la rela-
ción que el cineasta entabla, con el lugar filmado y con los personajes
que evolucionan allí? Para organizar nuestra reflexión, proponemos
cuatro ejes de investigación: la construcción y ocupación del espacio;
las relaciones de la imagen con el sonido mientras dura el plano; el
plano en tanto que experiencia temporal; el plano en su relación con
la totalidad de la película.
30
31

sa.r su plano en términos de distancia, de encuadre o de superficie,


potenciando uno u otro de esos aspectos o tratando de combinarlos.
Del mismo modo, nosotros también podemos, a la vista del plano,
juzgar esos tres aspectos.

La distancia
La distancia implica un punto de vista (a cierta distancia del objeto fil-
mado) , pero en realidad expresa una idea bastante distinta. Mientras
que el punto de vista constituye la cúspide de una pirámide visual que
se ensancha a partir de ese punto, la distancia mide la separación y
tensión entre dos puntos, evocando un hilo más o menos tenso entre
el cirí.easta y el objeto de su atención. Alain Bergala evoca en este sen-
tido la metáfora del elástico, un elástico que se podría tensar o des-
tensar a instancia de uno u otro de los protagonistas.
Plano de conjunto recurrente en ¿Dónde está la casa de mi amigo? (Khane-ye
doust kodjast?, 1988), de Abbas Kiarostami, de inolvidable composición: el sendero en ¿ Qué razones nos pueden llevar a interesarnos por la distancia en un
zigzag trazado sobre la colina desnuda; el árbol plantado en la cima. El propio plano
plano? ¿Qué explica una distancia? La distancia puede ser la que un per-
está sólidamente arraigado en el filme, es físicamente «ineludible»: Ahmad debe pasar
una y otra vez por él, sin atajos. sonaje deba franquear para ir a alguna parte, la que le separa de un pun-
to. ¿Se sitúa la cámara del lado del personaje? ¿O bien va a esperarle del
otro lado, manteniéndolo en su campo de visión desde el límite de esa
El espacio del plano
distancia a franquear? La distancia también puede mostrarse infran-
Aquí puede sernas útil adoptar la perspectiva del cineasta: al poner su
queable, cerrada. Por ejemplo, cuando un personaje es filmado a través
cámara en uno u otro lugar, al elegir una u otra distancia focal, al des-
de los barrotes de una prisión, o a través de un cristal, o desde la otra
plazar o no su sámara, el cineasta actúa simultáneamente sobre varios
orilla del río. La distancia mide, por último, la libertad de que goza un
parámetros del plano: determina una distancia respecto a cada uno de
cuerpo filmado: ¿hasta dónde se le permite alejarse, hasta dónde pue-
los objetos que filma; fija una serie de relaciones de tamaBos (relación
de llevar el ejercicio de su libertad dentro del encuadre?
entre tamaño proyectado y tamaño real de cada uno de los objetos
Dentro del encuadre, la distancia se declina en plural. El conjunto del
filmados, y relación entre los tamaños relativos de todos los objetos
encuadre queda tensado por las distancias establecidas entre la cámara y
en pantalla); también delimita un campo de visión, un encuadre; y
los distintos ocupantes del encuadre, pero también entre los constitu-
por último, compone lo que luego será una imagen proyectada sobre
yentes del encuadre entre sí. De este modo, una relación entre persona-
una pantalla, es decir, una superficie plana. Para elegir entre todas las
jes puede expresarse en la distancia que los separa y en la forma que la
opciones de que dispone, el cineasta puede entonces empezar a pen-
cámara tiene de medir esa distancia (¿una panorámica de uno a otro?
33
32
determinar su movilidad. Por consiguiente, antes de empezar a rodar,
antes de plantearse, plano a plano, la cuestión del «encuadre», el ci-
neasta también deberá elegir el formato del marco para todos los pla-
nos. En efecto, existen varios formatos de encuadre, donde el «for-
mato» se define por la relación ancho/alto de la imagen o, para ser
más exactos, por una altura fija frente a una anchura variable de la
imagen proyectada. Esta relación casi puede duplicarse de un filme a
otro (del formato 1: 33 del cine mudo al 2: 5 5 del CinemaS cope pa-
sando por el formato estándar europeo actual de 1: 6 5 Y el estándar
americano de 1:85). De nuevo, decidir el formato equivale a definir
un espacio de restricciones y libertades en la composición de la ima-
gen. Eisenstein lamentaba la ausencia de un formato cuadrado, al que
consideraba rico en las máximas potencialidades dinámicas. Por su
parte, lean Renoir señalaba que la aparición de la pantalla ancha en los
años cincuenta para competir con la televisión en cierto modo había
condenado un plano emblemático de los años veinte: el primer plano
del rostro (¿cómo aislar un rostro cuando el marco es una gran ban-
Sombras (Shadows, 1959), de John Cassavetes. "El primer plano no se limita
a aislar el objeto del espacio en el que se encuentra, más bien se diria que lo extrae de
da horizontal?). Fritz Lang decía que el CinemaS cope estaba hecho
él para transferirlo a un espacio conceptual que obedece a unas leyes distintas.» (Béla para filmar serpientes y entierros. Sin embargo, otros cineastas (Stan-
Balázs)
ley Kubrick, Nicholas Ray, Douglas Sirk, Sergio Leone ...) se sintieron
de lo más cómodos con la horizontalidad de la pantalla ancha. Una
¿una toma de conjunto que los incluya a ambos?). En la coreográfica
vez elegido, el formato se mantiene de principio a fin de la película.
puesta en escena de Alto, bajo, frágil (Haut Bas Fragile, 1994), de ]acques
En cambio, de un plano a otro la naturaleza del encuadre puede variar
Rivette, el juego/de la distancia es el juego del deseo y la seducción, que
considerablemente. Siguiendo a Gilles Deleuze, podemos distinguir
atrae a los cuerpos entre sí y los separa, que los hace gravitar unos alre-
dos grandes tendencias del encuadre: el encuadre receptáculo y el en-
dedor de otros como planetas de un pequeño sistema solar.
cuadre dinámico.

El encuadre
El encuadre receptáculo
Cuando el cineasta mira por el visor de la cámara, ve una porción de
El cineasta puede concebir el encuadre como una especie de pequeño
espacio enmarcado. Rodar un plano es, por lo tanto, definir un marco
recinto cuyo interior debe acondicionarse (Eisenstein lo compara a
(poniendo la cámara en cierto lugar, eligiendo un objetivo de mayor
una hoja en blanco a rellenar). Este encuadre se puede definir por su
o menor distancia focal), es decir, decidir qué va a incluir o'qué va a
34 35

capacidad,por la composiciónque en él se organiza y por la restricciónque 4.n espacio, el encuadre puede ser utilizado por el cineasta como ins-
ejerce sobre sus ocupantes. trumento de restricción para los cuerpos. Entonces será como si el
Para Gilles Deleuze, el encuadre es inseparable de dos tendencias: la cuerpo, en vez de evolucionar en un espacio parcialmente encuadra-
1
saturación y la rarefacción (sea por el aumento o reducción del nú- do por la cámara, tuviera conciencia de ocupar un encuadre cinema-
mero de componentes del plano, sea por el crecimiento o reducción tográfico, como si los límites del encuadre se convirtieran para él en
de un componente principal). Así, durante una escena de mesa en La fronteras físicas. En Sombras(Shadows, 1960), de Cassavetes, es como si
sombradeuna duda (The Shadow of a Doubt, 1943), de Alfred Hitchcock, el encuadre, cerrándose sobre los rostros que casi se tocan en el fragor
el encuadre se cierra sobre el rostro de un personaje, de modo que el de la conversación, ejerciera de algún modo una presión sobre ellos,
rostro parece invadirlo efectivarrlente y saturarlo con su odio, hasta el creando una tensión entre la movilidad de los rostros y la fijeza de
punto de que el grito de protesta surgido desde fuera de campo re- unos bordes que a veces traspasan los rostros, aunque sin llegar nun-
suena como un grito de asfixia.Esa facultad del encuadre es la que de- ca a librarse del todo de ellos. De forma distinta, en el inicio de Pather
signan términos como «plano general» y «plano de conjunto», que Panchali(19 SS) vemos a Durga, la hermana mayor de Apu, agazaparse
precisan lo que el encuadre es capaz de englobar, lo que puede conte- en el estrecho espacio que el encuadre le cede entre la espesa jungla.
ner en su interior: en este caso, una cantidad razonable de decorado o En La huelga(Stacka, 1924), de Eisenstein, el encuadre que va cerrán-
de paisaje alrededor de los personajes. dose sobre los obreros parece participar de la represión que padecen,
Dado que el encuadre contiene cierta cantidad de elementos, pode- atenazando sus cuerpos para aplastarlos, aglutinarlos y finalmente
mos preguntarnos cómo se organizan todos esos elementos en el es- aniquilarlos.
pacio encuadrado. Al contemplar ¿Dóndeestá la casa demi amigo?(Khane-
ye doust kodjast, 1988), pronto nos damos cuenta de que a Abbas El encuadre dinámico
Kiarostami le gusta utilizar los pilares de los balcones, los hilos tendi- El encuadre receptáculo se opone al encuadre como «construcción
dos para secar la ropa, los quicios de puertas y ventanas, para estruc- dinámica en acto, que depende íntimamente de la escena, de la ima-
turar sus planos, para recortar el encuadre en áreas menores en cuyo gen, de los personajes y de los objetos que lo llenan»2 En este caso,
interior van a alojarse, como por arte de magia, los personajes. Por el encuadre se percibe como reactivo, como elemento que se pliega a
otra parte, en muchos planos con cámara móvil Kiarostami se las in- los gestos, las reacciones, los giros visuales y sonoros que se producen
genia para que el plano vuele de una composición estructurada a otra en el plano (y donde la reacción puede ser no un movimiento, sino
(hacia el final de la película, las reglas de composición cambian bru- una variación del enfoque, un zoom...).
talmente: el espacio ya no está estructurado geométricamente, sino Resulta interesante analizar los planos de PatherPanchaliy ¿Dónde está la
que está constituido por una noche espesa y mágica, iluminada por casa demi amigo?fijándonos en cómo un encuadre reactivo puede trans-
las proyecciones coloreadas de formarse en encuadre receptáculo, y viceversa.
I GUles Deleuze, L'imagelllouvement, París, MinuÍl, I los vitral es). Todas estas categorías de encuadres
1983, pág. 24 (trad. cast.: La imagen-movmlienlo,
Barcelona. Paidós, 1987). En la medida en que delimita se podrían matizar todavía más. Exis- ¡;-;b¡d
36 37

te, por ejemplo, otra variedad de encuadre, que cabría calificar de in- z~calo lo forma esa misma línea. Cuando un gesto acabe vinculando
diferente: un encuadre que, sin esperar que los personajes se plieguen a a los dos personajes (el niño tiende la sábana a la mujer, que la toma),
sus límites, rechaza sin embargo regular su propia dinámica en fun- la cámara se negará a seguir el gesto y a conectar las dos células.
ción del contenido. Se produce entonces un divorcio entre la dinámi-
ca del encuadre y la de los personajes. El encuadre corta por la mitad El fuera de campo
los cuerpos sin preocuparse por ellos,los abandona en pleno tormen- Desde el momento en que se percibe como fragmento de un todo
to o en mitad de una frase, y traza su camino con absoluta indepen- más amplio, el encuadre define un fuera de campo, es decir, un espacio
dencia. Jean-Luc Godard llevó a cabo una temprana experiencia de imaginado por el espectador que prolonga el espacio visible. La ten-
esta situación tan especial, no exenta de violencia tanto para los per- dencia del espectador a prolongar imaginariamente el espacio más
sonajes como para el espectador. allá de las fronteras del encuadre es tan acentuada que André Bazin la
proclamó rasgo distintivo del cine, en oposición al encuadre pictóri-
El corte co, según él exclusivamente polarizado hacia dentro.4 Sin embargo,
El vocabu~rio francés para designar la escala de un plan03 quizá re- hemos visto que el encuadre puede ser tratado como sistema cerrado:
sulte elocuente. Cuando se habla de plan taille (plano cintura), de plan es lo que sucede, en concreto, en numerosos planos de Play time.
poitrine (plano pecho) o de plan épau1e (plano hombro), queda claro que Estas diferencias vienen determinadas por el lugar de corte, por una
el encuadre se define nombrando el lugar de un corte. Para hacer un mayor o menor estanqueidad del encuadre y por su «movilidad»,s
plano, puede que el cineasta no se pregunte qué puede caber en el por la estabilidad de la composición, por los indicios sonoros inter-
cuadro ni a qué distancia quiere ponerse del tema filmado, sino cómo pretados por el espectador como procedentes de un exterior y, por su-
recortar un pequeño rectángulo de espacio a partir de un conjunto puesto, por los planos que se encuentren en las proxirÚidades (si en
más amplio (rectángulo que puede crecer o disminuir de forma diná- un momento anterior de la película se nos ha mostrado la porción de
mica, de lo particular a lo generala a la inversa) . espacio filmado integrada en un plano más abierto, entonces el fuera
¿Dónde está la casa de mi amig07 propone un ejemplo muy particular de de campo se instala más nítidamente en la mente del espectador).
segmentación del espacio. Es un espacio de dos «plantas» (la calle; un
¡::'ndré Bazin, «Peintureet cinéma», en
balcón). El joven protagonista recoge una sábana caída en el suelo y La superficie Qu'est-ce que lecinéma?, París, Cerf, 1985, pág.
188 (trad. cast.: ¿Quieselcine? Madrid.
trata de lanzársela a la mujer que lo interpela desde el balcón. Para fil- El encuadre no sólo delimita un cam-
Rialp. 1991).
mar la escena, Kiarostami ha decidido tratar la línea de separación ho- po de visión: delimita una superficie, 5. Hablar de «movilidad» del encuadre
equivale ya a admitir la existencia de
rizontal constituida por el suelo del balcón como una frontera infran- la de la imagen proyectada. Para el un espacio explorado por la cámara. Para

queable. De esta frontera se deducen rigurosamente dos encuadres y espectador, por lo tanto, el plano es el espectador, naturalmente, el marco de la
pantalla nunca es móvil: la imagen es la
dos planos: los planos del nÜlo, cuya línea fronteriza está constituida visión de un espacio en profundidad que cambia en su iI,lterior, y las

por el borde vertical superior, y, a la vez, representación plana. variaciones de la imagen se interpretan
como una movilidad del campo de visión
3. Véase el cuadro de la pág. 90. I y los planos del balcón, cuyo Cuando se enfrenta a un espacio tri- de la cámara en el espacio.
38 39

El dinero (~rgent, 1983), de Robert Bresson, o el corte violento: a la izquierda,


la diosa caja registradora y el busto de Pascal en el billete de 500 francos cuidadosa-
mente extendido; a la derecha, el cuerpo sin cabeza de las fuerzas del orden.
era para Georges Mélies más que un truco que permitía ampliar o re-
dimensional, el cineasta también es consciente de estar componiendo ducir a los personajes en un decorado fijo filmado por separado y su-
una imagen plana. perpuesto a los personajes por sobreimpresión (véanse, por ejemplo,
Así, un plano se descifra por partida doble: un personaje que avanza rhomme ella téte de caoutchouc y La danseuse microscopique, ambas de 1910). En
hacia la cámara es también un personaje que crece en la superficie de cuanto a las primeras películas que hacia 1900 colocaron primeros
la pantalla. Una carretera filmada de frente y que se pierde en el hori- planos entre planos más abiertos, a menudo legitimaron este uso esce-
zonte es también una forma triangular. Una pared roja, un traje azul, nificando un instrumento óptico con poderes de ampliación (lupa o
una flor rosa también son manchas de colores sobre una superficie: telescopio).6 En muchos planos de sus películas, Orson Welles suprime
en la tela de la pantalla el cineasta traza líneas, organiza figuras geo- todos los indicios de distancia para jugar, dentro del cuadro, no ya con
métricas, intensidades lumínicas, se sirve de los objetos que pone en las relaciones de distancias entre personajes sino con las relaciones de
escena como de una paleta de colores. tamaño. En It's AllTrue(1993), asistimos a una procesión en la que los
cuerpos se distribuyen en profundidad, de manera que los más cerca-
Tamaños reales, tamaños proyectados, tamaños relativos nos ocupan toda la altura de la pantalla mientras que los más alejados
La proyección cinematográfica, al revés que la televisión, tiene un po- parecen circular a los pies de los primeros. La cámara está colocada a
der de ampliación al que los primeros espectadores y cineastas se mos- ras de suelo, con lo que las figuras fil-
traron especialmente sensibles. Es sorprendente comprobar que el des- madas se recortan sobre el fondo uni- ~réase «el primer plano primilivo» en
Phdippe Dubois (dir). LeGros 1'1011. revista
plazamiento de la cámara encima de un carro (es decir, un trcJvelling) no forme de un cielo sin nubes. El suelo belga de cine, nO 10, invierno 1984-1985.
40 41

no es más que una estrecha tira de tierra que apenas asoma por el bor-
de inferior del encuadre. Nada permite medir, «ver» la distancia física
que separa los cuerpos. y al mismo tiempo se impone, casi con la mis-
ma violencia que en un filme trucado de Mélies, la copresencia en el
encuadre de cuerpos gigantes y cuerpos miniaturizados.

Colores sobre una tela


En otro orden de cosas, descubrimos que en Playtime]acques Tati com-
pone gran número de planos pensando tanto en la organización de un
espacio en profundidad como en la de una superficie plana, la de la
pantalla. Así, en el edificio de oficinas al que Hulot acude probable-
mente en busca de empleo, ]acquesTati desdobla el guión. Al guión en
profundidad, donde a cada plano Hulot se enfrenta a un espacio com-
partimentado, disgregado en superficies acristaladas, Tati le superpo-
ne otro guión: el de un gris monocromo (el gris de las paredes, del
suelo, de los trajes de los empleados) por el que se pasean colores (un lago y Roderigo en Olelo (Othello, 1952), de Orson Welles, o el uso de la pro-
fundidad de campo enWelles. La relación de tamaño es tanto más impactante en cuan-
autobús rojo sobre un cartel publicitario, las casillas multicolores de
to a cada uno de los personajes se le concede media pantalla, como si un primer pIa-
un interfono, las pequeñas carpetas azules, rosas, naranjas transporta- no y un plano de conjunto se encontraran yuxtapuestos.

das bajo el brazo de grises empleados).


da (esto es, el montaje de la «banda sonora», por yuxtaposición pero
La imagen con el sonido también por superposición de sonidos).
Desde finales de l?s años veinte, dos guiones «concurrentes» (es de-
cir, que discurren conjuntamente) se sumarán al doble guión de la su- Fuentes mudas. fuentes invisibles
perficie y la profundidad que el plano convoca: el de la imagen y el Son muchos los interrogantes que plantea la relación imagen/soni-
del sonido. El sonido aporta al cineasta una serie de decisiones técni- do en un plano sonoro. ¿Vemos todo lo que oímos, o bien el plano
cas extra que deberá tomar durante el rodaje (elección del sonido recoge sonidos ajenos, venidos de otro lugar o del interior de una
«directo» grabado en el momento mismo del rodaje, o post-sincro- conciencia? ¿Oímos todo lo que vemos, es decir, lo que en la imagen
nización; uso de microfonista o empleo de pequeños micras HF ina- puede constituir úna fuente sonora? ¿Quedan todos los sonidos del
lámbricos, disimulados en el vestuario de los actores, etc.). En una mundo representados por igual? Al plantear esta pregunta nos damos
película sonora, por lo tanto, el plano es la resultante de cuatro ope- cuenta de que con bastante frecuencia el plano privilegia una o dos
raciones: el rodaje y la grabación de los sonidos; el montaje y la mez- fuentes en la imagen (por lo general, voces), e impone silencio al
42 43

resto. Cada una a su modo, las películas de ]ean-Luc Godard y Jac- labp, de un motivo musical, de un ruido, de un timbre de voz; nos
ques Tati contribuyen a cuestionar la tradicional preeminencia de la permiten aguzar el ojo y el oído, desacostumbrarnos a ver y a oír.
palabra. Hay que prestar atención al modo en que Godard eclipsa de-
liberadamente las voces tras ruidos desagradables, cercena brutal- El tiempo de un plano
mente su ritmo o las trata como material sonoro y no COlUO instru-
mento de lenguaje; hay que escuchar el modo en que Tati, sobre todo El plano como marco temporal
en Playtime, arropa los acontecimientos más ínfimos (la caída de un Cuando el montador corta un plano está definiendo un marco tempo-
objeto, unas toses, el roce de los batientes de una puerta) con todo ral. Como el marco espacial, este marco temporal puede aparecer
su esplendor sonoro sin preocuparse por su importancia en el en- como un sistema cerrado; también puede prolongarse suavemente,
cuadre. proyectarse hacia el plano siguiente; o, por último, puede impactamos
con la violencia del corte operado sobre un acontecimiento, truncán-
Punto de vista, punto de escucha dolo, amputándolo sin que el plano siguiente lo continúe y complete.
El plano sonoro también permite al espectador vivir una experiencia
singular, imposible para un cuerpo ordinario: la separación del ojo y El plano como travesía del tiempo
el oído, del «punto de vista» y el «punto de escucha»: se puede, en Para el espectador, sin embargo, el marco temporal sólo existe a poste-
efecto, hacer oír con total claridad un diálogo de dos personajes si- riori, cuando tras haber visto el plano en su totalidad puede proyectar
tuados al fondo de la imagen. Así pues, podemos analizar un plano sobre él una mirada retrospectiva. Pero mientras contempla la pelícu-
tratando de determinar el punto de escucha y el punto de vista en su la el espectador no se encuentra con un marco temporal, sino que ex-
relación mutua. perimenta una duración.
La duración de un plano no es algo que pueda medirse como una dis-
Cortes sonoros, cortes visuales tancia o abarcarse con la mirada. Tenemos que pasar por ella, atravesarla
El sonido suele emplearse como elemento de continuidad entre planos físicamente (salvo que sea ella la que nos atraviese, la que fluya por
de una misma escena. Sin embargo, como sonido e imagen se montan nuestro cuerpo, poniéndolo
a prueba), mientras repartimos nuestra aten-
en dos bandas autónomas, existen otras combinaciones posibles de ción entre todos los acontecimientos que se desarrollan simultá-
cortes sonoros y visuales, a menudo violentas. ]ean-Luc Godard las ha neamente, yeso sin saber cuándo terminará la travesía (aun cuando
explorado sistemáticamente en sus películas: corte sonoro practicado creamos «ver venir» el final, cosa sobre la que siempre podemos equi-
en mitad de un plano; continuidad sonora brutalmente interrumpida vocarnos). La relación entre duración y contenido es un potente ins-
por un corte visual (personaje interrumpido en mitad de una frase). trumento de condicionamiento y dinamización de la mirada. Un pla-
No se trataba sólo de hacer entrar en el ámbito de lo posible unas prác- no que dure más allá de la pura necesidad funcional que le suponemos
ticas de montaje hasta entonces proscritas, sino de descubrir su poder nos obliga a replantear la imagen según criterios menos directamente
significante. Esos cortes brutales permiten acentuar el valor de una pa- ligados al relato, moviliza nuestra atención sobre «lo accesorio», mo-
44 45

difica nuestra apreciación del «tema» de la imagen. La duración es, E:r:trelos términos comúnmente empleados para calificar globalmente
pues, un acontecimiento de pleno derecho que, según los casos, pue- un plano, el «contra campo» define precisamente el espacio de un pla-
de invitarnos a una actitud más contemplativa o desorientarnos, irri- no en relación con el campo delimitado por un plano adyacente. Una
tarnos o crear un sentimiento de ansiedad e inquietud. secuencia puede estar constituida por una serie de «campos/ contra-
A esa facultad de la duración recurre Satyajit Ray cuando filma el regre- campos», es decir, planos que muestran alternativamente una porción
so del padre de Apu. Durante su prolongada ausencia, la familia deApu de espacio y su opuesto (típicamente, en una conversación, un inter-
se ha visto afligida por un duelo que él todavía ignora. Le vemos entrar locutor y luego el otro) 8 La relación campo/ contracampo puede estar
en el encuadre, en plano de conjunto, marcar una parada ante el árbol previamente establecida por un plano de conjunto que comprenda los
caído sobre el muro que rodea la casa, y luego continuar su camino, dos espacios (en inglés se habla de establishing shot). Pero, aun en el su-
acompañado por una panorámica. Al llegar al patio se vuelve a detener puesto de que refleje una relación espacial real dada en el lugar de ro-
dándonos la espalda, pasea una mirada de inquietud a su alrededor. daje, para el espectador la relación campo/ contra campo queda siem-
Prosigue acto seguido su camino hacia la derecha del encuadre, pero pre establecida o construida por el filme: se precisa cierto número de
esta vez la cámara no le acompaña y él sale de campo. Durante largos indicios para identificarla (un personaje como referencia, elementos
segundos, nos quedamos solos frente al patio, en compañía de una vaca de decorado visibles en los dos planos, dirección de las miradas, etc.).
que, impasible, pace en su corral. Finalmente, el padre reaparece en el La posibilidad que el montaje ofrece de construir un espacio abierto
patio, desorientado, y llama a su hija; su mujer pasa junto a él como un de 360 (un espacio en cuyo interior podamos «volvernos»; recorde-
0

fantasma. En este bellísimo plano, los interminables segundos pasados mos que el término inglés para contracampo es reverse shot) , un espacio
en compañía de la vaca abren en el plano una brecha (cuyo reflejo es la imaginario sin límites, habitado por el relato, se impuso muy pronto
brecha del muro caído) que transmite de manera admirable el vacío como una finalidad del plano, como su vocación prioritaria, hasta el
abierto en el hogar deApu por la pérdida de uno de sus miembros. punto de ir dando origen, gradualmente, a un conjunto de leyes y
prohibiciones que los cineastas tuvieron desde entonces que aprender
El plano como momento del filme a transgredir.
En un filme narrativo, el plano participa en un doble proceso que Cabe, sin embargo, contemplar la relación entre plano y filme con
implica la totalidad del filme: la elaboración de un relato y la cons- mayor libertad, sin limitarnos a la mera función narrativa. Cuando el
trucción de un universo de ficción. Cada plano pone su grano de plano aparece, ya hemos acumulado un saber (sobre la trama, las mo-
arena en el proceso al asociarse con otros planos para presentar un tivaciones de los personajes, el escenario de la acción, etc.), nos hace-
conjunto de acontecimientos cuya organización forma un relato,? mos cierta idea de qué podría sucederles a los personajes, cómo po-
completando así nuestra re- dría ser el fuera de campo del
~En castellano se habla de
7. En los documentos preparatorios de un film~ presentación mental del espa- plano que acabamos de ver (en «campo/contracampo» para el conceplo
general y de «plano/contrapIano» en el caso
narrativo, este relato puede dividirse en una serie cio-tiempo en el que se desa- Playtirne y en otras de sus películas, específko de un intercambio de miradas y/o
de grandes unidades narrativas compuestas por
múltiples planos: son las «secuencias». rrolla la historia. ]acques Tati se divierte precisa- palabras entre dos personajes (N.del L).
46 47

mente dando pie a falsas conjeturas sobre el fuera de campo, sor- ql~e constituyen otras tantas bazas para el cineasta. En vez de montar
prendiéndonos cuando éste nos es finalmente revelado), o también sus planos con el objetivo de construir un espacio coherente, Eisens-
qué es posible en el régimen del filme (por ejemplo, a veces nos pre- tein se dedica a hacer circular un motivo (un círculo, por ejemplo) de
guntamos si la película que estamos viendo admite un final infeliz o plano en plano, o a producir contrastes formales y luminosos entre
si el happy end es «obligado»): no sólo recibimos el plano con nuestro planos sucesivos para generar una tensión dramática creciente, hasta
libre albedrío sino tal y como el filme nos ha construido a nosotros: el punto de considerar que el plano en sí no es nada: sólo el montaje
con un saber, una memoria, una expectativa. de los planos puede dotarlo de sentido. Ballet mécanique, película reali-
Por lo tanto, la construcción del plano puede jugar adrede con este sa- zada por el pintor Fernand Léger en 1924, está montada en su totali-
ber, esta memoria, esta expectativa: puede completar nuestro saber o dad con el propósito de generar encuentros de formas, movimientos,
rectificarlo, reavivar nuestra memoria o sembrar una duda en nuestro composiciones: no hay historia o, mejor dicho, la historia del filme es
espíritu, satisfacer una expectativa o prolongarla. Las películas llama- la de esos encuentros extraordinarios (por ejemplo, Fernand Léger
das «de suspense» son, claro está, las primeras que en este sentido nos pone de manifiesto, al montarlos sucesivamente, un chocante e ines-
vienen en mente, y desde luego resulta muy interesante estudiar los perado parecido entre un embudo y el ojo de un loro) 9

planos de las películas de Hitchcock preguntándose en cada caso El estudio del montaje excede los límites de esta obra. Si pese a todo
cómo compone el plano, cómo emplea la distancia y el encuadre para resulta oportuno interesarse aquí por los principios de montaje que
reconstruirnos a nosotros, los espectadores. Aunque el director tam- supuestamente garantizan la construcción de un espacio-tiempo fic-
bién puede darle un matiz más lúdico a ese encuentro del plano con cional unitario, es porque su consolidación en la primera década del
los que le preceden. siglo xx en Estados Unidos coincide con un acontecimiento que nos
¿Dónde está la casa de mi amigo? rebosa de esas pequeñas situaciones de sus- afecta directamente: la aparición en Francia de la palabra «plano» en
pense organizadas: cuando por ejemplo el niño ve a un chaval trans- el sentido que nosotros le hemos dado de bloque de espacio y tiem-
portando pn tablón de madera, Kiarostami se divierte situando el ta- po, y la posterior cristalización de un vocabulario técnico relativo a la
blón justo delante de la cabeza del niño, de manera que nos pasamos escala del plano.
cierto tiempo preguntándonos si es o no el niño que buscamos. La Tras examinar dicho vocabulario, sin embargo, pronto descubriremos
película también juega con nuestra memoria de las formas. En uno de que, lejos de ser un instrumento de descripción neutra, éste se adap-
los planos iniciales, el encuadre sitúa a un caballo blanco en segundo ta especialmente a una categoría concreta de planos:
término, justo entre dos pilares. En el siguiente plano, una camisa - cuyo patrón-unidad de medida es el cuerpo humano;
blanca ocupa exactamente el mismo lugar en la imagen (está tendida - caracterizable por una distancia o
en un patio), y no podemos dejar de notar que la camisa, blanquísi- lln tamaño y que por lo tanto impli- ~Debemos recordar la frase de Lautréamont,
en quien los surrealistas reconocieron a un
ma, dispuesta de modo peculiar con sus dos mangas colgando muy ca una marcada jerarquización de precursor de sus investigaciones: «Bello como
verticales, se asemeja enormemente ... a un trasero de caballo. sus componentes (para hablar de un el azaroso encuentro entre un paraguas y una
máquina de coser sobre una mesa de
Mientras vemos una película almacenamos formas, colores, sonidos, plano «cercano», en efecto, hace disección»,
49

falta designar, de entre todos los componentes del plano, la persona o


la cosa a la que se ha acercado la cámara, es decir, la más «importan-
te», aquella que podemos nombrar como el «tema» exclusivo del
plano. Asimismo, el «primer plano» implica que el tamaño de un solo
objeto en el plano está en disposición de cualificar al plano en su con-
junto) ;
- relativamente estable: si la distancia entre la cámara y el «tema» del pla-
no cambia a lo largo de la duración del plano, no podremos hablar en-
tonces de untamaño de plano sino de varios tamaños de planos sucesivos. Capítulo 4
Resulta evidente, entonces, que el término genérico «plano» está his-
tóricamente ligado a una estética que implica principios tanto de mon-
taje como de composición. ¿Cómo se entiende esta relación) ¿Por qué Arqueología del plano
se impuso este término? ¿Por qué no lo hizo antes) ¿Cómo eran los
planos antes de llamarse así? Estas preguntas nos obligan a sumergir-
nos brevemente en la historia.

Durante algo más de una década, entre 1895 Y la segunda mitad de


los años 1900, el cine existirá sin que se haga mención del «plano»
en el sentido en que lo hemos definido en la primera parte de este li-
bro. En su lugar, se habla de «vistas» o de «cuadros». Técnicamente,
estas palabras son sinónimos de plano en tanto que bloque continuo
de espacio y tiempo. Pero si las observamos más de cerca, descubri-
mos que «vista» y «cuadro» definen dos estéticas distintas, o en otras
palabras dos maneras distintas de concebir el plano, dos maneras de
Vista Lumiére no catalogada, rodada en 1896 (sin duda por Louis Lumiére, en
familia). proyectada con el título de Enfants au jouets o Enfants et jouets. La sombra de
pensar el encuadre, la distancia, el punto de vista, etc. A ellas nos de-
un testigo fuera de campo (quizá el operador) atraviesa el encuadre. dicaremos ahora, antes de abordar el «plano».
50 51

Estética de la «vista»
Cuando Louis Lumiere y sus operadores rodaron los primeros filmes
proyectados públicamente en Francia en el marco de una exhibición
comercial, llamaron a esos filmes «vistas». 1 ¿ Qué es una vista? ¿ Cómo
se hace una vista? La toma de uno vista consiste en elegir un motivo (un
gato; dos bebés; un desfile militar; el estanque de las Tullerías; la Pla-
ce des Cordeliers en Lyon; el andén de una estación; etc.); un emplaza-
mientopara la cámara (cercano, alejado, de frente, lateral...); un momen-
to (y por lo tanto una luz, ya que las vistas se ruedan al aire libre).
Una vez fijados esos parámetros, el operador gira la manivela de la cá-
mara sin interrupción hasta agotar los diecisiete metros de película
que contiene. Lo cual, proyectado a razón de 16 imágenes por segun-
do, representa un filme de alrededor de un minuto, constituido por
un único plano. La duración,parámetro esencial del plano, es aquí in-
mutable. La cámara está fija, pero puede encontrarse a bordo de un
tren o un barco: las vistas así obtenidas se llaman panoramas. Départ des cyclistes, vista rodada en Lyon el12 de julio de 1896, sin duda por
Louis Lumiére. Premeditación (hacia falta estar en la salida de la carrera) y azar com-
Noel Burch resume del siguiente modo el programa de las vistas Lu-
puesto: multitud, movimiento, polvareda.
miere: se trata de «"capturar" una acción, conocida en sus líneas ge-
nerales y previsible con unos minutos de anticipación, pero aleatoria
en todos sus detalles»2 Este programa define, independientemente del En un opúsculo redactado hacia 1894, un año antes de inventarse el
mom~nto histórico, una actitud. del director, e incluso una ética, que cinematógrafo, Louis y Auguste Lumiere habían dirigido a los fotó-
otros cineastas reivindicarán, adaptándola a sus respectivos programas: grafos aficionados una serie de consejos. Hace falta, escriben, «sor-
lo hace Philippe Garrel cuando rueda una sola toma de cada plano, con prender a la naturaleza bajo su mejor ángulo»; en cuanto a la figura
la deliberada asunción de riesgos que semejante decisión comporta, o humana, «el objetivo consiste en fijar, entre las actitudes que pueda
lo hace ]acques Rivette, en su adoptar el modelo, la pose accidental que satisfaga las reglas indicadas
1. Lo que llamamos estética de la vista conCiern~ forma de construir películas [de la composición, heredada de una tradición pictórica], sin sacrifi-
específicamente a las vistas Lumiere. En efecto, en
los años diez el término «vista» aparece empleado buscando un equilibrio entre car un ápice de naturalidad y verdad» 3

en el sentido genérico de filme. sea o no un filme escritura e improvisación, in- Sin duda, el cinematógrafo Lumiere persigue idéntico objetivo, pero
de plano Único (en el segundo caso se habla de
«vista compuesta>,). e independientemente del yectando una parte de libertad abre a lo aleatorio y lo acci-
género y la estética del mme. ~El texto de este opÚsculo se reproduce en:
y azar en una puesta en escena dental el intervalo de tiempo
2. Noel Burch, La Lucarne de J'infini, París, Nathan, Bernard Chardere, Lumieres sur Lumiere, lyon, lnStllUt
1990. pág 21 globalmente controlada. incompresiblede un minuto, o Lumiere, Presses Universitaires de Lyon, 1987.
52 53

Una escena del filme de Ferdinand Zecca Tempete dans une chambre á cou-
cher (1901).

Le Tour du monde en 80 jours, de Adolphe d'Ennery, basado en la novela de


Jules Verne y creado el 3 de abril de 1876 en el Chiitelet.

Estética del «cuadro»


sea, un tiempo que quizá parezca corto para un filme, pero que supe- La estética del «cuadro» (tableau), cuyo instigador a finales del siglo
ra la duración media del plano en buen número de ellos. Esta incom- XIX fue Georges Mélies, no es tanto herencia de la pintura como de la
presibilidad constituye una extraordinaria sumisión a lo aleatorio, tradición del espectáculo.
por tenue que éste sea: los paseantes que van y vienen en todas direc- El término rableau se aplicaba entonces a por lo menos dos clases de es-
ciones; la irrupción de los tranvías en el encuadre; los caprichos de pectáculos: los del Chatelet y las escenificaciones con figuras de cera
animales y hombres, del humo y del viento, del polvo y del sol. Tam- del museo Grévin.
bién lo que hoy se tendría por un error, perfectamente admisible sin Los espectáculos que podían verse entonces en el teatro del Chatelet y
embargo en el programa de una «vista»: el embeleso de una pasean- en otras salas se dividían en actos y «cuadros». En 1880, por ejemplo,
te ante la cámara en una vista tomada en la Place de la République en el Chatelet monta una fantasía en tres actos y treinta cuadros titulada Les
París, o, en una vista del estanque de las Tullerías, la inesperada obs- Pilules du diableo Cada uno de los tres actos se cierra con un cuadro titula-
trucción de una espalda en primer término que eclipsa la perspectiva do «apoteosis»; el libreto anuncia 90 transformaciones y metamorfosis.
cuidadosamente compuesta por el operador, y que es apartada con la Entre la naciente industria del cine y el music-hall se produce un inter-
punta de un paraguas. cambio de personas, mercancías e ideas: los selenitas de Viaje a la luna
54 55

Histoire d'un crime : las figuras de cera del museo Grévin. Primer cuadro: el Historie d'un crime, la película (1901), de Ferdinand Zecca. El decorado del
asesinato. «Estamos en la caja de una sucursal bancaria, es de noche, el vigilante que, museo Grévin se reconstruye escrupulosamente (la ropa colgada en el centro, el al-
como de costumbre, duerme allí se ha visto sorprendido en mitad del sueño por el manaque a la derecha, la caja fuerte a la izquierda ... ).
asesino, que le asesta una terrible puñalada en el corazón. El criminal ha forzado la
caja fuerte y se apresura a robar los valores y billetes de banco que contiene, mientras
se vuelve para comprobar que la víctima sigue inmóvil.»
zar con la máxima fidelidad el suceso evocado. L'Histoired'un crime,en-
tonces un éxito clamoroso, no consta de una única escena sino de «sie-
(Voyage dans la lune, 1902), de Georges Mélies, son acróbatas de Fo- te cuadros distintos que representan las siete peripecias más importan-
lies Bergere, y las estrellas del cielo bailarinas de ballet del Chatelet; tes del drama» A El crimen; El arresto; La confrontación; El tribunal; La
Lucien Nonguet, antes de convertirse en operador de la firma Pathé, celda del condenado; Los preparativos; La ejecución. En 1901, Ferdi-
es jefe de figuración en el Chatelet; en los espectáculos teatrales se in- nand Zecca convertirá, para la productora Pathé, L'Histoired'un crimeen
tegran cortos a modo de intermedio, y a su vez los espectáculos pro- una película en seis cuadros (el cuadro del tribunal queda eliminado)
porcionan a los cineastas la materia prima de sus películas, como Les con idéntico título. Por lo general, en la primera década del siglo xx to-
Quatrecentscoupsdu dioble,en cine convertidos en LesQuat'cents[orcesdu dia- da la producción cinematográ-
ble,«gran pieza fantástica en 3S cuadros» realizada por Mélies. fica francesa tiende a elaborarse G.según los términos de! calálogo del museo
El museo Grévin, que había abierto sus puertas en París el año 1882, según un mismo principio: la Grévin editado entOnces. También citado en laegues
Deslandes y )acques Richard. Histoire comparée du
presentaba sus figuras de cera en inmóviles escenas que debían sinteti- sucesión de tableaux vivclJIts. cinEma, LOmo 2, Casterman, 1968, pág. 310.
56 57

La estética del «cuadro» se distingue de la vista Lumiere ante todo en vist'!, Lumiere, el tiempo se abría, como la caja de Pandora, a lo alea-
que requiere una preparación y una organización próximas a la «pla- torio. La duración del cuadro, en cambio, es un marco restrictivo: la
nificación» tratada en el primer capítulo de esta obra: «La composi- peripecia, el número, la acción, el episodio narrativo deben caber en-
ción de una escena», escribe Mélies, «de una pieza, drama, fantasía, teros y llenarlo de principio a fin6
comedia o escena artística, requiere naturalmente la elaboración de
un guión producto de la imaginación; luego, la búsqueda de efectos Del «cuadro» al «plano»
para llegar al público; la elaboración de croquis y maquetas de deco- Entre la primera década del siglo xx y nuestros días la palabra «plano»
rados y vestuario; la invención del plato fuerte, sin el cual ninguna ha sustituido a la palabra «cuadro» para designar el bloque de espa-
vista tiene éxito (...). La puesta en escena también se prepara de an- cio y tiempo en el filme. ¿Cómo se operó esta sustitución, qué revo-
temano, igual que los movimientos de la figuración y la colocación lución estética expresa, y cómo acabó la palabra «plano» adoptando
de los actores. Es un trabajo absolutamente análogo a la preparación de un sentido que sus orígenes no parecían indicar? En los terrenos pic-
una obra teatral (...) .»5 Mientras que la vista constituye un plano úni- tórico y teatral, la palabra plano llevaba mucho tiempo designando
co, el cuadro comienza, a partir de 1900, a integrarse en una serie. «cada una de las superficies planas perpendiculares a la dirección de
Entra a formar parte entonces de un programa narrativo yespectacu- la mirada y que representan las profundidades, los alejamientos en
lar: cada cuadro constituye, en el seno del filme, una pequeña escena una escena real o figurada en perspectiva»,? superficies planas entre
autónoma que representa de forma más o menos clara y satisfactoria las cuales se distinguía el «primer plano», el «segundo plano» o tam-
un episodio de la historia. bién el «último plano». Todavía queda muy lejos el concepto de blo-
El espacio del cuadro consiste efectivamente en una escena construi- que de espacio y tiempo, aunque un breve examen semántico de los
da en un «teatro de toma de vistas», y cerrada en profundidad por guiones Pathé de 1908 nos permitirá delimitar mejor la relación en-
una tela pintada en trampantojo. El emplazamiento de la cámara, va- tre las dos nociones. La palabra «plano» se emplea allí a veces en el
riable de una vista Lumiere a otra, se fija aquí de modo tal que el en- sentido clásico de superficie plana vertical, para precisar el contenido
cuadre limite exactamentela escena construida, o lo que es lo mismo, de un «cuadro». Por ejemplo, en el guión de Huit joursd'absence,cuadro
indica Mélies, justo a diecisiete metros del frontal de la escena y exac-
tamente frente a ella.
noveno,
«Cuando
leemos lo siguiente:
el cartero ya se ha
r-:- Precisemos que louis Lumiere
también realizaron pequeñas ficciones
y sus operadores

cuidadosamente minutadas y encuadradas (siendo


Lá escena sólo admite una relación frontal de espectáculo a especta- ido, la gente se reúne en el pri-
la más célebre de ellas. sin duda. El regador regado).

dor, a veces subrayada por las mer plano». En la mayoría de esas ficciones, sin embargo, la
elección del punto de vista y la puesta en escena
S. Georges Mélies, «Les vues cinématographiqu~
interpelaciones directas de los A veces, sin embargo, el uso es obedecen a principios alejados de la estética del
en Annuaire général el imernotiona! de la photographic, París, actores al espectador. Enmarca- algo distinto, como en esta cuadro.
Plon. 1907. Reproducido en inglés en: Richard 7. AlaÍ n Rey (baJO la dirección de), Dictionnaire

Abel, French film theory ond criticislTl 1907-! 939, vol. !, da en el espacio, la acción tam- descripción del doceavo cua- historique de la langae franlaJsc. París. Robert. 1998 (al

Princeton, Princeton University PIess. Extractos que, de todos modos, el lector hará bien en no
bién debe ceñirse a la duración dro de un filme titulado Idylle
publicados en francés en Larcvuedu cinéma n° 4, 15 acudir para lo relativo al plano específicamente
de octubre de 1929. de donde sale mi cita. del plano, que varía poco. En la romaine: «Primer plano de la cinematográfico) .
58 59

chica en el cabaret», o también, en el quinto cuadro de L'Héritagedu f(j-


pin:«Una calle de una pequeña ciudad, la tienda de abastos: sucesión
de pequeños cuadros de primer plano ( .. )>>
En el segundo ejemplo, el «primer plano» se convierte en una indi-
cación de escala: no es la chica quien está «en primer plano» de la es-
cena, es el cuadro el que es «un primer plano dela chica». En otras pa-
labras: ya no se encuadra una escena, sinoquese eligeun plallo.En cuanto
a la palabra «plano», ya no es sólo el lugar donde está la chica: desig-
na metonímicamente lo que de ella se hace, a saber, un (primer) pla-
no. En pocos años, ya se podrá emplear, sin que nadie se sorprenda,
esa extraña expresión: «Rodar un plano».
En el tercer ejemplo, el «cuadro» se subdivide en una sucesión de
<~cuadros de primer plano», y finalmente tiende a adoptar un sentido
equivalente al de «secuencia»: el bloque de espacio y tiempo y la uni-
dad narrativa, hasta entonces confundidos en una misma palabra,
tienden a disociarse. Un emblema del anti-cuadro: el primer plano de una mano (Tempestad sobre
En los años diez, la explotación narrativa del «primer plano» se reci- Asia iPotomok Ghinguis Khana, 1928], de Vsevolod Pudovkin). Manos ensangrentadas,
manos que agarran un revólver, puños convulsiva mente cerrados: síntesis del drama
be en Francia como un invento americano. Aparece entonces aquí y cinematográfico.
allá la expresión «primer plano americano»,luego convertido en «pla-
no americano», pero que entonces, rompiendo con el plano de con- puede datarse en los Estados Unidos en los años diez. Esta revolución
junto del «cuadro», designa indistintamente toda vista próxima de un culminará, en los años veinte, en lo que podemos llamar «cine clásico
objeto, rostro, etc. A principios de los años veinte, el «primer plano» de Hollywood» y, más ampliamente, en una forma fílmica dominante
pasa a engrosar el vocabulario del cine: ningÚn otro «plano» será ob- que Noel Burch denomina «modo de representación institucional».
jeto de tantos textos, de un entusiasmo que roza ellirism08 Cristali- Ya hemos identificado dos de sus rasgos esenciales: fragmentación de
za, en resumen, la terminolo- la escena en planos; fragmentación de la unidad narrativa en varios
8. Véase la pág. 70.
9. Tendríamos entonces que remontarnos a la
I gía que hoy conocemos. bloques de espacio-tiempo. Una cosa está clara: la sustitución del cua-
prj¡nera década del siglo xx y pasar por los flImes
El vocabulario que hemos here- dro por el planose identifica exactamente con la de la «sucesión de pla-
de dispositivo voyeurista, por las Pasiones dado expresa, pues, una revolu- nos» por el montaje.Tres grandes principios aparecen íntimamente li-
cinematográficas y las fllmaciones de c0l11bates de
boxeo, O por la evolución dellcma de la carrera- ción estética que no tenemos gados en la forma que estudiamos:
persecución en el cine primitivo. Para profundizar
aquí la obligación de recorrer - Principiode ecollomÍCI
[]C1rwtiva.
Este principio se describe con toda clari-
en el tema hay que acudir a las obras dedicadas a
los inicios del cine incluidas en la bibliografía. con detalle,9 pero cuyo foco dad en los escritos de los cineastas Vsevolod Pudovkin y Lev Kulechov.
60 61

Cada plano sólo debe mostrar lo necesario para el relato, y sin exce- no fu,:: concebido corno una sola estancia, sino según los planos ne-
der el tiempo necesario. El cineasta debe identificar los elementos más cesarios, en cuatro partes distintas, cada una de ellas construida a par-
importantes de cada escena y luego aislarlos, destacarlos y organizar- tir de la otra». 11 Lo que el montaje permite entonces no es descom-
los en una sucesión de planos cuya duración se convierte en paráme- poner una escena unitaria en planos de detalle, sino sintetizar un
tro del montaje y tiende a disminuir. Estarnos, pues, ante una estética espacio continuo (el gabinete de trabajo) a partir de fragmentos dis-
de centramiento que tanto puede manifestarse en las estrategias de continuos de decorado. Las «leyes» del raccordy las figuras de monta-
iluminación corno en el uso de máscaras circulares negras, en la com- je tales corno el campo-contracampo deben contribuir a esa síntesis.
posición, en los tamaños de plano o en los ángulos de torna: el espa- La escena del cuadro, en su rigurosa frontalidad, habría admitido un
cio del plano no es un campo indiferenciado, está jerarquizado, estra- solo contracampo: la sala con los espectadores. El espacio diegético
tificado, centrado en un objeto, una figura, un acontecimiento. «envolvente» implica por el contrario la desaparición de un espacio
Este centramiento responde a una exigencia de eficacia y claridad. A específicamente espectatorial. Al principio de la cámara «observador
diferencia del cuadro primitivo, en cuyo aspecto «hormigueante» y activo» le corresponde simétricamente el de «espectador invisible»
«confuso» insiste Burch, la el plano está ideado para dirigir, para cen- imaginariamente incorporadoal espacio de la ficción. 12

trar la atención del espectador: debe ser inmediatamente descifrable


por el espectador, ahorrarle todo esfuerzo de interpretación de la ima- Supervivencia y mutaciones del plano
gen y, sobre todo, no distraerle de lo esencial. Así nace lo que Hitch- Ni que decir tiene que el cine clásico de Hollywood, o en sentido
cock denominará la «dirección del espectador». amplio el conjunto de filmes narrativos que se conforman más o me-
- Principiodelobservadoractivo.De algún modo (al menos es así corno Pu- nos a una «gramática» común, no constituye la única alternativa po-
dovkin elabora su pedagogía del montaje), la sucesión de planos rele- sible a la escena teatral del «cuadro». La pléyade de filmes que pu-
va al espectador de su ejercicio de atención convirtiéndose ella misma sieron en crisis la estética clásica, aplaudidos por críticos como André
en espectador, en «observador activo». La variación en los ángulos de Bazin y Alexandre Astruc después de la Segunda Guerra Mundial,
torna, la variación en las distancias de un plano a otro se teorizan atrajeron la atención sobre la inadaptación del concepto de «plano».
corno una variación en el punto de vista (para el espectador, en ellu- De Orson Welles, Alexandre Astruc escribió en 1948: «Rompiendo
gar del espee.tador) sobre un acontecimiento que debe ser restituido con el montaje, donde se salta
en toda su diversidad. de un plano al otro, y con los
~. Lotte Eisner, Murnau,Ramsay poche cinéma,
- Síntesisdeespacio-tiempo;
principiodelespectadorinvisible.Si no es preciso li- movimientos de cámara que pág. 38. Citado en BenoÍt Peeters, ]acques Faton,
Philippe de Pierpont, Storyboard, le cinéma animé, Yellovv
mitarse a una vista de conjunto del espacio escénico, la construcción enlazan los distintos momen- Now. ]992.
misma del espacio puede a su vez fragmentarse en elementos de de- tos de una acción, trata sus se- ! 2. Fue durante los años diez cuando la mirada a la
cámara fue proscrita por las productoras
corados discontinuos. El decorador del Faustode Murnau (filrr1e ale- cuencias en planos práctica- norteamericanas: en un reglamento destinado a los
actores que contrataba, la sociedad Selig incluyó la
mán de 1926), Robert Herlth, cuenta mente fijos en los que la
prohibición expresa de mirar hacia la cámara (véase
10.NoeJBurch.op.Cil.,pág 146. I que «el gabinete de trabajo de Fausto acción se desarrolla en distin- Noel Burch, 01'. cil.. pág. 208)
62 63

tas profundidades sin que la cámara necesite moverse. Varias acciones Epí~ogo
se simultanean pues en un mismo encuadre fijo, como en la gran es- Las categorías presentan algunas ventajas, pero también tienen el gran
cena de baile de El cuartomandamiento.
Este proceder obliga alojo del inconveniente de mantenernos a distancia de las películas, y a distan-
espectador a llevar a cabo su propia planificación, a encontrar por sí cia de los planos. Conviene pues, en cierta medida, olvidarlas para ex-
mismo en una escena esas líneas dramáticas que normalmente los plorar las películas, con precisión y sin apriorismos, fuera de esque-
movimientos de cámara se encargan de trazar. Acción y reacción se mas ·históricos; abrirnos de este modo a su capacidad de invención
inscriben así en un mismo plano». 13 personal y no sólo a aquello que las creemos capaces de inventar.
Ahora bien, como apunta lean Mitry, desde el momento en que un En su opúsculo dirigido a fotógrafos, los hermanos Lumiere constata-
«plano» ya no corresponde a su determinación sino a la organización ban con tristeza: «Debemos confesarlo (...) los medios del fotógrafo
de un campo en profundidad, «es el campo en su totalidad lo que con- son muy limitados. El pintor, el dibujante, pueden suprimir y añadir a
viene definir y, por encima de todo, un lugar cualquiera de éste».14 voluntad: el fotógrafo no dispone de esas ventajas, por la falta de plasti-
Idéntico problema plantean los movimientos de cámara: «( ...) como cidad de sus herramientas. Él se sirve de la luz con ayuda de objetivos y
un plano es, por definición, una determinación espacial fija, hablar de productos químicos; todo lo que le está permitido reside casi exclusiva-
plano único cuando se trata de un travelling
es un contrasentido». 15 mente en una selección, una opción de emplazamiento e iluminación».
Este cuestionamiento del plano revela, más allá de la simple cues- En realidad, más que enunciar una verdad, los hermanos Lumiere es-
tión de la profundidad de campo, el surgimiento de una nueva mi- taban trazando un marco en cuyo interior habían elegido evolucionar,
rada sobre la sociedad, sobre el cuerpo humano, sobre la represen- o que no tenían intención ni deseos de modificar. Como hemos visto,
tación, sobre el relato, y sobre los propios medios del cine. Una ese marco no era el mismo que se había fijado Mélies: pintor, dibujan-
estética «moderna» queda, así pues, definida a contrarioen los años te, Mélies ideaba él solo sus decorados y su vestuario, y se concedía po-
sesenta, a través de un conjunto de desviaciones respecto a la esté- testad para suprimir o agregar accesorios, figurantes y hasta planos. A
tica clásica implícita en la palabra «plano», desviaciones cuya lista cambio, la variación del punto de vista no entraba en su campo de po-
abierta puede elaborarse con los filmes de, entre muchos otros, sibles: no quería disponer de esa libertad (o no sabía cómo hacerlo).
Rossellini, Antonioni, Bergman, Resnais, Godard o Cassavetes (y En esta breve historia del plano lo que debemos retener es la idea de
que, con independencia de la historia del cine, son otras tantas po- una historia del cine y del plano como invención
de unposible: un posible
tencialidades del plano): relación no funcional del plano con el no sólo técnico (lo que una sociedad domina en una época dada) e
relato, tiempos muertos, am- ideológico (lo que una sociedad admite), sino un posible conquista-
13. Alexandre Astrue, «Notes sur Or50n WelleS)~ bigÜedades, improvisación, do, descubierto, arrancado por el cineasta a los dictámenes de la téc-
La Table ronde, nO2. rebrero de 1948.en Du SlyIo <Í la planos desconectados entre nica y la ideología, con ayuda de ciertos instrumentos, y que sólo se-
Ctlmém... el de la cUllléra au slylo. Écrits (1942-1984),
París. L'Archipel. 1992. pág. 322. sí, efectos de distanciamien- remos capaces de apreciar si nosotros mismos nos sustraemos a
14. Jean Mitry, Esthétiquc el psychologie du cinéma, tomo
to, figura humana como terra nuestros esquemas de pensamiento.
J, París, Edilions Universitaires, 1963, pág. 155.
IS.IIM incognita.
64 65

Segunda parte

Documentos
de trabajo,
textos,
análisis
de planos

Foto de rodaje de La mujer del cuadro


(TheWoman in theWindow, 1944), de Fritz Lang:
el director prepara junto a la actriz Joan Bennett
la escena de su primera aparición en la película.
Documentos I I

La mujer del cuadro


- el encuentro
Al salir de su club, Richard este hombre casado, transito-
Wanley fantasea ante un retrato riamente célibe por las vaca-
fe:nenino expuesto en el esca- ciones de su esposa y sus dos
parate de una galería de, arte. hijos. De repente el retrato co-
Ensueño erótico de una noche bra vida, el sueño toma cuer-
de verano neoyorquina para po: se le aparece una joven de
carne y hueso.
Varios dibujos de Lang visuali-
zan este momento clave de la
película en el guión técnico fe-
eludo el 10 de abril de 1944.
Un dibujo en planta indica las
posiciones respectivas del cua- Dibujos y «planta» extraída
del guión técnico. En el dibujo en
dro, de Wanley (¿R de Edward planta el decorado aparece en con-
G. Robinson, el actor?) y de la trapicado, para marcar las posicio-
nes en el suelo de la cámara y los
mujer (W de Woman), y el án- personajes.
gulo de toma que los reÚne.
Fritz Lang ha dibujado la ima-
gen tal y como debe aparecer
en la pantalla, así como una El protagonista de La mujer del
toma de detalle del cuadro, so- cuadro, Richard Wanley, es crimi-
bre el que se forma el reflejo nólogo; en 1931, Fritz Lang ya
del rostro de loan Bennett. Al- había recurrido a un escaparate I~
gunas indicaciones suplemen- para enmarcar el rostro del ase-
tarias: necesidad de un fondo sino de El vampirode Düsse1dorf (M-
negro para que el reflejo se vea Eine Stadt einen Morder, 193 1) ,
Fieles a los dibujos, los planos
claramente; interrogantes acer- mostrando a un hombre prisio-
correspondientes del filme. ,.\
ca de los contraplanos a realizar. nero de sus pulsiones.
Documentos I i
69

Fritz Lang dibujó, sobre


La mujer del cuadro 1,
una vista de conjunto, las cuatro
porciones de espacio sucesiva-
el despertar mente encuadradas en el plano.
Las transiciones en continuo de
un encuadre al otro se indican
mediante flechas de enlace.

Planificación clásica
inicialmente prevista: suce-
sión de planos y plano-con-
traplano Wanley/camarero.

);!!,.¡ ¡;"

Pero una nuno se posa en su 1"jOW>.'{"HOllt:.

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hombro; un travellingde retroce- \


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so amplía el encuadre. Estamos
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en el club, donde Wanley se ha- cws,; $)!Ol' -, ft¡1" \~' S P10!lE ¡ ,

bía quedado dormido al prin- :~::~:::3:::::).\M fwl1yH~rPD.


tlQ h J.iHlng in • Oh~'1(" hit h~~d oo-~.,.
cipio de la película. Fin de la 'Sre'f/,4.RP'S
'10:;C!!
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Xt'~ Un"O;hU"i:1i. ~\j'Uto: 1,.rOh1.
pesadilla.
En vez de rodar esta escena en
ft¡:\FBIU':¡;Al:VtJ>,.';;I.USUlt':lO~\

TI''''' ~,.Q"",rd ~M,!<o~ ",,,.a

t(t;¡"~"~rt~,
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varios planos, como disponía WWU;Y \

O~. ;jt·;!~) 'r."I.l .. It~. \r{u w"f-"


el guión técnico siguiendo la
pauta clásica, Fritz Lang ha todo caso, la letra de Lang). Se
Fotogramas de la película: el primero corresponde al plano 204 del trata en efecto de un plano tru-
optado por un plano único du-
guión técnico (Woman at phone). Los demás fotogramas proceden del plano
realizado según el dibujo de Lang. rante cuyo transcurso el encua- cado, ya que fue necesario cam-
dre pasa por cuatro fases suce- biar elementos del decorado
Atrapado en una pesadilla de la siempre, suena el teléfono. Un sivas, como indica con preci- mientras el rostro de Wanley
que ya no puede escapar, Wan- travellinghacia atrás re encuadra a sión un dibujo preparatorio de ocupaba todo el encuadre para
ley ha ingerido una fuerte dosis Wanley en su butaca: el somní- su puño. En la página corres- poder pasar sin cortes del deco-
de somníferos. Está en su apar- fero hace su efecto, Wanley se pondiente del guión técnico rado de su apartamento al del
tamento. En una mesita cerca queda inerte. Travellingde avance puede leerse la anotación trick club (obsérvese, en concreto, el
de la butaca, junto al icono de sobre el rostro, muy ilumina- shot, sin duda obra de la script cambio de pinturas al fondo),
la paz conyugal perdida para do: Wanley se hunde, es el fin. durante el rodaje (no es, en de la pesadilla a la realidad.
I
Textos
I I Los objetos al poder
71

Primer plano Fernand Léger, «A propos du cinéma» na 7 Conmueve como un rostro. Nunca
(193 O- 3 1), en Fonctionsde la peinture,París, Folio antes de este invento habría sospechado
¿Por qué ese entusiasmo con el primer plano en los años veinte? Essais,Gallimard, 1996, pág. J 68. La pintma usted la personalidad que poseen los
moderna ha destruido al «tema» en pintma.
¿Qué se descubrió al acercar la cámara a un rostro o a un objeto?Tres fragmentos.
¿Qué lo sustituirá? «El objeto», responde
figuras arrojan luz sobre estas preguntas: Jean Epstein, quien antes El cine personaliza "el fragmento" y lo
Fernand Léger. En ese descubrimiento del
encuadra; es un nuevo "realismo" de
de ser cineasta dio, con Bonjour cinéma, un texto poético-teórico objeto por las artes plásticas, el cine ocupa, a
su juicio, un puesto esencial. consecuencias quizá incalculables.
seguido luego por muchos otros; Fernand Léger, pintor y autor de Un botón de falso cuello, colocado bajo
una película que marcaría los años veinte; Béla Balázs, teórico del «Es una invención diabólica que puede el proyector, aumentado cien veces, se
cine cuyo nítido eco se deja oír en algunos pasajes de hollar e iluminar todo lo que ocultamos, convierte en un planeta radiante. Un li-
La imagen-movimiento, de Gilles Deleuze. proyectar el detalle aumentado cien ve- rismo absolutamente nuevo del objeto
ces. ¿Acaso sabía usted lo que era un transformado acaba de nacer, una plásti-
"pie" antes de haberlo visto vivir dentro ca va a esbozarse sobre estos hechos
de un zapato bajo una mesa, en la panta- nuevos, sobre esta verdad nueva.»

La emoción, la idea
Un mundo nuevo
Jean Epstein, «Grossissement» (1921), en
yo lo devoro. Ese rostro está en mí como
Bonjourcinéma(Écritssur le cinéma,tomo I, París,
un sacramento. Máxima agudeza visual. Béla Balázs, Le cinéma,na~lreet évolutiond'un art núsculas y aquélla es el resultado de és-
Cinéma club/Seghers, 1974, págs. 93 y 98).
El primer plano delimita y dirige la aten- nouveau (1948), París, Payot, 1979, págs. 51-52. tas. Las grandes líneas nacen, en la ma-
«Ojalá pudiera dar una idea del amor ción. Me obliga, indicador de emoción. yoría de casos, de nuestra miopía y de
que siento por los primeros planos ame- No tengo ni el derecho ni los medios de «Elrostrodelas cosas.El primer mundo nue- nuestra superficialidad, que no tienen en
ricanos. Nítidos. La pantalla, súbitamen- distraerme. Imperativo presente del ver- vo descubierto por la cámara en la era cuenta la sustancia viva que se agita, que
te, despliega un rostro y el drama, cara a bo comprender. Como e! petróleo palpi- del mudo fue el mundo de las cosas di- bulle, que mana, si no es de un modo
cara, me tutea y aumenta hasta intensida- ta bajo el paisaje que a tientas sondea el minutas, las cosas vistas con la proximi- demasiado generalizador. La cámara ha
des imprevistas. Hipnosis. Ahora la Trage- ingeniero, se disimula allí la fotogenia y dad más extrema, las cosas ocultas de la sacado a la luz la célula como elemento
dia es anatómica. El decorado de! quinto toda una retórica nueva. No tengo dere- vida más ínfima. Pero el cine ha hecho fundamental de la materia viva, ha abier-
-acto es ese rincón de mejilla, desgarrado cho a pensar en ninguna otra cosa que algo más que mostrar cosas y aconteci- to ese territorio en e! que unos inicios
secamente por una sonrisa.» (...) no sea ese teléfono. Es un monstruo, una mientos hasta entonces desconocidos: ínfimos preparan sucesos de envergadu-
«El primer plano altera el drama gracias a torre y un personaje. Poder y alcance de la aventura de diminutos escarabajos en la ra; en sí, el más violento deslizamiento
la impresión de proximidad. El dolor se su susurro. Alrededor de ese pilar los des- selva virgen, el drama de un gallo en un de terreno no es más que el resultado de
halla al alcance de la mano. Si extiendo el tinos giran y entran y salen de él como corral o el erotismo de las flores. La cá- los movimientos de pequeÜos guijarros
brazo, te toco, intimidad. Cuento las pes- de un palomar acústico. Por ese hilo puede mara ha hecho algo más que descubrir y moléculas. Una legión de primeros
taÜas de ese sufrimiento. Podría sentir el circular la ilusión de mi voluntad, una la poesía de los paisajes en miniatura. Ha planos puede mostrarnos ese instante en
sabor de sus lágrimas. Nunca un rostro se risa que amo o una cifra, una espera o un hecho algo más que aportar nuevos te- que "la cantidad se transformaen calidad"
acercó tanto al mío. Ese rostro me acosa a silencio. Es un borne sensible, un nudo mas. Con el primer plano, el cine tam- (Marx). El primer plano no se ha limi.ta-
un suspiro de distancia, y yo soy quien lo sólido, un relé, un transformador miste- bién ha descubierto las raíces secretas de do a ampliar la imagen que nos hacemos
acecha frente a frente. Ni siquiera es cier- rioso del que puede emanar todo el bien la vida que ya conocíamos, que tenía- de la vida: la ha profundizado. Al primer
to que haya aire entre nosotros, porque y todo el mal. Se asemeja a una idea.» mos la ilusión de conocer. Porque la vida plano no le basta con mostrar cosas nue-
más grande la constituyen esas vidas mi- vas, sino que IlOS revela su sentido.»
I Análisis de plano I 73

I
Pather Panchali
Siempre resulta interesante es- pozo. Esta mujer, a la que había-
tudiar la estrategia adoptada mos divisado antes, aunque de
por un cineasta para presentar muy lejos, se revelará precisa-
al espectador los personajes mente como Harihar. Nos basta
Chismes en la
principales de la película. Unas con este plano para adivinarlo. azotea. En primer tér-
veces el encuentro es inmedia- Con su palabra,luego con su mo- mino, la mujer que
tiende la ropa se in-
to, otras diferido; en ese plano vimiento y por últiITlo con su mi- digna contra los hur-
que aparece aproximadamente rada, la mujer de la azotea nos tos de una chiquilla
cuya madre descubri-
tres minutos después de ini- habrá llevado, pues, hasta Hari- remos a continuación,
ciarse la película, la mujer que har. Altiva y hostil, la mujer se abajo, en el patio. El
último fotograma (pIa-
tiende la ropa en primer térmi- encuentra en posición elevada no medio de la madre)
no reviste un papel muy parti- respecto a Harihar y lo seguirá está sacado del plano
t) siguiente.
cular: el de mediadora. estando durante el resto de la
Segundos antes, ha sorprendi- película. Harihar, por el contra-
do a Durga, la hermana deApu, rio, está al descubierto, expues-
robando guayabas. Ahora la ve- ta en medio del patio a los hu-
mos comentar el hurto con millantes comentarios de las
acritud, y precisar la identidad demás mujeres, que resuenan
de la ladronzuela: es la hija de en toda la profundidad del es-
una tal Harihar. pacio y siguiendo varios ejes,
Cuando la mujer da unos pasos en cuya intersección se en-
hacia el borde de la azotea, la cuentra la mujer de la azotea.
cámara hace una panorámica Decididamente, parece que esta
para seguirla y luego, siguiendo mujer lleva las riendas del pla- quedan directamente fuera de randa secamente de la ropa,
la dirección de su mirada, deja no. Ocupa la parte anterior de la campo. Antes incluso de dirigir hace aparecer y desaparecer al-
atrás la azotea para ensel1ar un escena, mientras que sus inter- los movimientos de cámara con ternativamente a su interlocuto-
patio hasta entonces fuera de locutoras o bien se reducen a sus propios desplazamientos, ra en segundo término, como
campo, en el que descubrimos a una pequel1a silueta encuadrada ella obstruye la profundidad del para afirmar aún más su autori-
una mujer sacando agua de un por una ventana alejada, o bien espacio tendiendo su sábana. Ti- dad sobre el encuadre.
I
Textos 75
I Consejos a los operadores
La integración narrativa Charles Pathé, «Étude sur l'évolution de miemo del autor. Ejemplo: el hombre
l'industrie cinématographique fran~aise», con está en su despacho, escribe o piensa.
e! subtítulo «Destinée aux auteurs, scénaristes, Constituye un error grave mantener en
En los años diez, la integración del plano en una lógica narrativa que
Inetteurs en scene, opérateurs et artistes»
implicaba una manera específica de planificar las escenas y de la imagen una porción de ese despacho,
(mayo de 1918), en Marcel L'Herbier,
y hasta la mesa sobre la que escribe, si
encuadrar una acción hizo pasar al cine de la era del «cuadro)) a la del Intelligence
ducinérnotographe
(1946), París,
tales accesorios no son indispensables.
«plano)). Los siguientes textos son un testimonio de esa mutación: los Éditions d'Aujourd'hui, 1977, págs. 225-226.
Los grandes decorados y mobiliarios
escribieron personas que la vivieron directamente. Entre ellos, un «El operador inteligente y amante de su completos sólo deben mostrarse e! tiem-
gran productor de la primera década del siglo xx, Charles Pathé, y profesión puede ser un colaborador po necesario para crear una atmósfera de
uno de los primeros cineastas-teóricos del montaje en la Unión muy valioso para el director y e! artista. verdad que persista lo bastante en la
Soviética, Lev Kulechov. Además de tener la responsabilidad de imaginación del espectador como para
una fotografia impecable, él es quien que, una vez excluidos del cuadro, éste
debe indicar las condiciones en las que comprenda más a fondo la psicología de
se pueden obtener los distintos efectos la acción, y para luego poder volver, me-
de iluminación con un resultado ópti- diante fundidos varios, a los intérpretes,
Economía del relato: la secuencia mo. También puede, como ya dije sobre únicos encargados de exteriorizar el
del revólver los artistas, suplir la inexperiencia de és- pensamiento del autor. Su influjo sobre
tos ralentizando o acelerando la veloci- el espectador será más pronunciado cuan-
Lev Kulechov, "La Banniere du la pantalla puedan verse a la vez la mesa, dad del negativo, en caso de que el actor, do ocupen en la pantalla un lugar más im-
cinématographe» (1920), en F. Albera, toda la habitación y el personaje de pies llevado por la acción, olvide dar a su ac- portanteno sóloen alturasinoensuperficie.
En la
E. Khokhlova, V. Posener, Koulechovel les siens, tuación distintos matices en razón de su mayoría de casos, con el busto es sufi-
a cabeza, cuando lo esencial de la escena
Ed. del Festival Internacional de Cine de
es la apertura del cajón, el revólver y el mayor o menor proximidad al objetivo. ciente, y los pies, todavía menos que las
Locarno, 1990, págs. 80-81.
rostro del actor, los ojos del espectador Siempre es el operador quien decide la rodillas, sólo deben aparecer si son in-
«En su afán por reducir la longitud de no podrán focalizarse y vagarán por la focal del objetivo a utilizar en cada cua- dispensables. (...)
cada uno de los componentes de! filme, superficie de la pantalla, buscando el dro, el cual puede cobrar mucho impac- Si no revela él mismo sus negativos, el
la longitud de cada fragmento tomado gesto del actor necesario en el instante '1 to según se emplee, sobre un mismo operador tiene la obligación de asistir a
por separado y filmado desde e! mismo dado. Si, a la inversa, planificamos la es- plano, un objetivo de 30, 40, SO u 80 ese trabajo que debe realizarse todoslos
lugar, los americanos han encontrado el cena según los momentos que la com- milímetros. Este detalle no suele captar días,es decir, a medida que se va ejecu-
modo de resolver las escenas complejas ponen: 1) la mano abre e! cajón, 2) el lo bastante la atención de quienes parti- tando y no de golpe. En muchos casos
filmando únicarnente el instante del mo- revólver, 3) el rostro del actor, podremos cipan en la obtención de un negativo podrá, ya desde el día siguiente, indicar
vimiento indispensable para la acción, y mostrar cada instante a escala de toda la cuando se realizan planos americanos, y al director qué cuadros son fallidos des-
situando la cámara de manera que el es- pantalla, y el espectador lo percibirá di- menos aún en los primeros planos, que de un punto de vista fotográfico, los
pectador capte y perciba el sentido del rectamente (porque su mirada no estará son más próximos. cuales podrán rehacerse con unos gastos
movimiento en cuestión con la máxima permanentemente distraída por algún El resultado en la pantalla cambiará radi- mínimos. Finalmente, no debe confiarse
claridad y simplicidad. Tomemos una es- elemento inútil de la imagen). (...) En calmente cuando se empleen objetivos por completo a su memoria y debe ano-
cena cualquiera para ilustrarlo. Por ejem- otras palabras, para producir una impre- de distintos ángulos y focales. Siempre tar, en un cuaderno, todas las circunstan-
plo, un actor abre el cajón de ulla mesa, sión, importa menos el contenido de que sea posible, resulta muy provechoso cias particulares, especialmente las de
encuentra un revólver y piensa en matar- cada fragmento que el modo en que és- llenarla pantalla sólo con la porción del o iluminación, que hayan acompallado la
se. Si filmamos la escena de modo que en tos se encadenan, se combinan.» de los personajes que traduzca el pensa- toma de cualquier cuadro.»
Documentos ~ 77
,
INTERIEUR LOINoD - JOffi1
SOal!ile"ild'Antoine réveillé brl.ltalement par ss. mere "Allons dép~che-
Los 400 golpes toi. 11 cst hui t Mures moins le Cl,.uart".
Peut-ª"tre en arriere-plen sonore (chambre dI échos)
Quo je dégradasse les murs de la classe
- primer día de rodaje Que tu dégradasses ••••
(ÜU bien 11 suffira <¡u'!l range .sa punition dana son eac en la
regardant.)
.wtoine boH son café h~ti vement tandis que son pero entre dans
la cuisine en baillant, une pairo de chaussettes a la main.
Production ,,~ FlLMS ])U CA,.Iij(OSSRH
10, Na, Baril9lin .- Purie 16° M. LOINaD : y a presque plus de chaussettes autour de
Ti'il. B1.~ 5-'ir<60 - PO!Jte 62 Muestra del guión: mes trous ~~__
secuencia 18. En la pelicu- ~ l Ache-tiz-en d~autres. Elles sont fichues

la, Antaine recuerda el cas- celles-n.o


M. LOINOD (a son fila) : Comment t'es encere iei, toi
mlILLE_~~
tigo mientras seca el vaho
.Antoine tnanQ.uede s! étouffer en finissant son café
LUIIDI 1e tiOV&fF.RE; 1m
Plan del primer del cristal.
día de rodaje de Los
cuatrocientos golpes
noRÁnIE 3 9 JI ... t8 l! (1 R pClur déjc.uner) (Les 400 coups, 1959):
JlE.~~.70iJS : 9 E ,. 82. 1'UO l-!al'elldat - Parlo. 18° - 6oQO 6ttlgC au fCtl:i de la COUl" actores y atrezzo nece- wnD:r 10 !roYJ:;l.J.ERE 1958 ... J9r 1M de tgumnee e II - 18 R
.~t ; ellos l-oinod .. Jour sario, programa del día Itso-olblo 82, r.w ~larocdat _ Pw'i3 t8° ... Liana 6t3ge a:u fond do la cour
l1!w_~1JE : 18 - 54 - 49
(rodaje de los planos de
~ s cOOz Jul:ien loinod
rólitorllG : 52 ~. 53 las secuencias 18, 34 Y
49)
.Acteu''':''s RBleg ~~ .!r?.1;ATo~
a
9 11
II
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...Inote.llation
H ~ ... ¡W3c en
ct t:"JOl)U18o
plaCe do. plOO lIo 18
!In oottriol SU6iDo ótnao •

CJairO: MAUlUEB Gilr,crto l-=,iOod O - í ....te.bli~r 98 9 H 30 Mp6titiou avec lro octoura - tiJ:008o deo liGlell ... monf;a.¡Jc C!S.t6riellutt1aro
llI8lltC-U'~ 1
All>o.rl REH Juli.!:u Loinoo. O 9R lO 1I 30 SUito rO~ lu:rdbro

Jeah-Pien'Qo !&UD Aa'como l-oincd 0-2 9 K 11 R .. RópétiGion en lumibra ... lWG'O aotoora.
11 H '30 On tourna la le/t ... can tó:ooln
Dm:iiel Cori1'l.llUER Bcrtrend P.fuuricct prf,-u 10 E
11 H 40 Fin üu plDn. 10/1
C!'<~7!EEmt dOOor ~ Ctili:iinO ... lB/2 .. rOg.1.n&o

12 n .. D6p.<ll't d6jeuJ:!et'
El parte de
.lit d'ft..ntoinc pratiesbla (drapz tointlis) 13 n 15 _ RopriBO re¡;1ncO dal:w cuillino - cuita
c.al"teb-le Antoiru> .• La Puni tion - 1:5 H 25 ... Rópótiticn a'I1eC lea aotouro. producción nos per-
1 pai.r3 do CM\L91urí:tes '~:rou6ea - c!lfó chaud - bol·· pain -. u€'\L'P"!.'(l - cuÚlcl"I9 _
clx..~il' OD.le ~. !lhUo c:r;i;i..·Q!'cuilJ.ard - ca:rl;eble P~U1'icet ~. I po5ta <lo :radio - 1) H '5 - on tou.rne lo Hl/2 mite seguir todas las
lit. das par.inta prnticablQ .. I tub ... üel"?ic'¡;-~cs ópongo - SSV"M - 'COr.Chl,)D~ 1:;1 11 50 ... Fin du plan .. son. eeul
ot pl'6paro.tion oon~
etapas de la jornada
i.~S-·_CIEliS 14 II Mpétit:l.OIl du 18/' ... et 001te rec;lDeo de rodaje: ensayos,
Heu¿¡~z..vol.l~ ~ ~'B
14 l! 25 R6p6titiOll pour le jau colocación de una vía
14 11 }5 en toum3 le t8/, de travelling, cam-
15 n Fin du pl.on 18/' .. plan l'aI'1:0r00h6 ClUX" Mtoino
15 n 20 On tourno le t0/4
bio de decorado, etc.
I 15 n 25 ¡¡'in du plt;ln 18/4

C~ent a:z:e et oilqucnoo _ ~porntion Ch1 34A

16 ti 15 ?in du plan }4Al ... et cl.oo en placo plan rupproché

Primer día de rodaje del pri- je. hasta el 3 de enero de 16 TI }5 Rd~titio.n du ~


1611 45 _ On t:.our-...s lo 34 (bouclOO ooa.ocnt ~ la o.um&ra pour lJ.¡, a:me f'oi3)

mer largometraje de Franc;:ois 1959. El plan de rodaje y la 16 Il 50 .. i'i::L du plon. }4A2 1'1>
chIlngomao.t aro }Xml' le 34-
Truffaut. Lunes, 10 de no- hoja de producción permiten "/ H 15 ~ en te""", la ~ ",,"
17 R 20 - f1n du plan 34~ A4
viembre de 1958. El plan de hacer un seguimiento de la p¡v..lpara:t:ion du plan }4
poco d'un ra1l ... rlIlJl...aG9 lum1bre
rodaje prevé 44 días de roda- jornada. 17 II 50 ... ou1ta ~~ lllOl11.bro .. pl.oobo aautant aur ltétaBG.
OU1gntion ~ E.d.t.

Rópátiticn ;}al pa.;r le leoderordn

18 II .. Fin. au too.mP..¿'O
Análisis de plano 79

En el plano anterior (fo-


Los cuatrocientos golpes tograma 11,Antaine Doinel (Jea n-
de va, o si el niño estuviera eje-
Pierre Léaudl ha conseguido bur- cutando una acción delimitable
lar a un celador. Ahora corre por
En el plano anterior al que nos en el tiempo, quizás podríamos
una carretera rural.
ocupa, Antaine Doinel ha lo- anticipar el final del plano. Pero
grado, escondiéndose debajo esta carrera inmóvil podría
de un puente, escapar del cela- perfectamente no acabar nun-
dor del correccional en el que ca. Cuanto más dura el plano,
le habían internado. Este plano más improbable parece su fin.
es, por lo tanto, la «continua- El tiempo desaparece.
ción» de la evasión. Sin embar- Queda el cuerpo: no asistimos
go, el plano acaba por agotar su a la evasión del personaje An-
contenido inmediato y su posi- taine Doinel, vemos el cuerpo
ble suspense. Truffaut hubiera de ]ean-Pierre Léaud implicado
podido filmar a un niño acorra- en un esfuerzo físico real, ve-
lado que lanza miradas inquie- mos su cuerpo que trabaja. El
tas tras de sí, que se esconde en niño está filmado de perfil o de
la cuneta a la mínima alerta. tres cuartos frontal, su mirada
Pero no hace nada de eso. siempre orientada hacia el
Antaine Doinel corre con trote margen derecho del encuadre.
regular por una carretera rural. Al filmarlo así, Truffaut le niega
La cámara lo acompaña en un el horizonte. El espacio se con-
largo.. travellingde gran fluidez. quista paso a paso, metro a me-
No hay coches, ni presencia se escucha el sonido regular de tro, arde bajo sus suelas, pero
humana alguna que distraiga los pasos sobre el suelo alfom- nunca está por delantede él. Al fil-
nuestra atención irrumpiendo brado de hojas y el ocasional marlo de perfil, al mantenerlo
en el encuadre. Primero cu- canto de los pájaros. en el centro del encuadre, Truf-
bierto de setos, el espacio se va Lo impresionante de este plano faut encierra a su personaje en
liberando poco a poco: prados, es su extraordinaria regulari- el presente, entre un pasado ya
árboles, granjas desfilan tran- dad. El paisaje desfila; Jean-Pie- desvanecido y un futuro siem-
quilamente ante nuestros ojos rre Léaud corre en el centro del pre desterrado más allá del en-
bajo un cielo inmutable. Sólo encuadre. Si supiéramos adón- cuadre.
I
Textos
I I \ Temporalidad del plano 81

El montaje y el plano I Andrei Tarkovski, LeTemps seellé,París, Ed. de


I'Etoile/Cahiersducinéma,1989,págs.109-111.
analogía con el tiempo que transcurre
dentro del plano. Expresado brevemente,
«Tampoco se puede asentir a la idea de el ritmo cinematográfico está determi-
Los siguientes textos dan idea de la oposición entre «cineastas del que el montaje es el elemento más im- nado no por la duración de los planos
plano» y «cineastas del montaje», unos sensibles a la dinámica portante para dar forma a la película, de montados, sino por la tensión del tiem-
propia del plano, los otros buscando en su lugar los efectos de que la película surge en la mesa de mon- po que transcurre en ellos. Si el montaje
taje, como afirmaban en los años veinte de los cortes no consigue fijar el ritmo,
sentido por el lado de la articulación o la colisión de fragmentos.
los partidarios de un "cine de montaje", entonces el montaje no es más que un
Cineasta del montaje por excelencia, Eisenstein nunca dejó de medio estilístico. [...]
el cine de Kulechov y Eisenstein.
profundizar en el concepto. Para AndreiTarkovski, el montaje viene, A menudo -y con toda la razón- se ha El tiempo fijado en un plano es lo que
por el contrario, dictado por la temporalidad de cada plano. afirmado que todo arte trabaja necesa- dicta al director el principio de montaje
riamente con un montaje, es decir, con que corresponde en cada caso. Por eso
una selección y nueva composición de aquellas partes de una película que no
partes y elementos. Pero la imagen fílmi- son "montables" -como se dice--, que no
Montaje'en el plano ca surge en los planos y existe demro de se pueden unir, son las que por principio
cada uno de ellos. Por eso, en los traba- transcurren en tiempos diferentes. Por
S, M. Eisenstein, «Hors cadre» (1929), [Sigue una crítica de películas artísticas ante~
Cahiers du cinéma n° 215, sept. 1969, pág. 25. jos de rodaje tengo en cuenta el flujo de eso, el "tiempo real" y un tiempo elabo-
riores a la Revolución.]
tiempo dentro del plano e intento re- rado de modo artificial no se pueden
«El encuadre no es en modo alguno un Sí que son "cinematográficos", en cam- construirlo y fijarlo con precisión. El montar [ ..J. La consistencia temporal
elemento de! montaje. El encuadre es bio, el conflicto de direcciones gráficas montaje, por el contrario, coordina pla- que recorre un plano, la tensión del tiem-
una célula del montaje. Más allá del salto (de las líneas), el conflicto de planos nos ya fijados en cuamo al tiempo, es- po que crece o se va "evaporando", eso lo
dialéctico, el encuadre/el montaje se (entre sí), el conflicto de volúmenes, el tructura con ellos el organismo vivo de podemos llamar la presión del tiempo
inscriben en una misma serie. ¿Qué es lo conflicto de masas (volúmenes cargados la película, en cuyas venas bulle con una dentro de un plano. Según eso, el monta-
que caracteriza, pues, al montaje y a su de distintas intensidades luminosas), el presión rítmicamente variable el tiem- je sería una forma de unificación de par-
embrión, el encuadre) La colisión. El conflicto de espacios, etc. Conflictos que po, que garantiza su vida.» tes de una película teniendo en cuenta la
conflicto de dos fragmentos colocados sólo esperan un aumento de intensifica- «El corte de los planos en el montaje y presión del tiempo que se da en ellas.»'
uno alIado del otro. El conflicto. La coli- ción para estallar en pares de fragmentos su estructura no crea -como se suele
sión. (...) Conflicto dentro del cuadro: antagonistas. El primer plano y e! plano pensar- el ritmo de una película. El rit- l. Esculpir en el tiempo, Madrid. Rialp. 2002 (6" ed).
montaje potencial, que rompe su jaula general. Secuencias de distintas orienta- mo de una película surge más bien en págs. 140-143.
rectangular en un incremento de inten- ciones gráficas. Secuencias tratadas en
sidad y que proyecta su conflicto, duran- volúmenes y secuencias tratadas en su-
te el montaje, hacia los choques entre perficie. Fragmentos oscuros y claros, iContra el plano autónomo!
planos montados; (...) y si de verdad hi- etc. (...) y lo mismo para el problema de
ciera falta encontrar una comparación la teoría de la iluminación. Sentir la ilu- S. M. Eisenstein, «Eh! de la pureté du lan- Sin e! apoyo de una reflexión sobre el
para el montaje, la falange de los frag- minación como la colisión del flujo lu- gage cinématographique" (1934), en montaje y la composición, devienen
Cahiers du cinéma n° 210, marzo de 1969. juguete estético, fin en sí mismo.
mentos del montaje -los «encuadres»- minoso con el obstáculo, semejante al
debería compararse a la serie de explo- chorro de una manga de incendio im- «En las películas es posible encontrar Cuanto mejores sean las imágenes del
siones de un motor de combustión in- pactando contra un objeto, o al viento buenos planos aislados, pero en esas filme, más se aproximará éste a un
terna multiplicándose en dinámica de rompiendo contra una silueta: todo ello condiciones las cualidades pictóricas y fárrago deslavazado de frases bonitas,
montaje mediante los «impulsos» de un debe conducir a replantear el uso de la los méritos personales de la imagen se al escaparate de un bazar, a un álbum
automóvil en plena carrera o un tractor. iluminación. C.»> transforman en su contrario exacto. de sellos coloreados.»
Análisis de plano 83

Play time corado justo donde nace el pa-


sillo, sin ofrecernos indicio al-
Es uno de los planos más im- guno de su presencia fuera de
pactantes de Play time (1967), campo. El vértigo producido
cinta donde éstos no escasean. por este plano se debe, por lo En un plano sorprenden-
te, Jacques Tati filma la espera de
Su composición recuerda a la tanto, a su radical heterogenei- un personaje al que vemos avan-
de la Flagelaciónde Cristo pintada dad con el espacio al que pese a zar hacia nosotros por un intermi-
nable pasillo filmado frontalmente.
en 1455 por Piero della Fran- todo prolonga. Es una inver- El primer fotograma corresponde
cesca. El encuadre se divide ne- sión en toda regla de los prin- al plano anterior.

tamente en dos mitades: a la iz- cipios del raccord: en vez de


quierda una superficie gris, construir un espacio homogé-
sobre la que se recortan dos neo armonizando fragmentos los zapatos repicando sobre el
personajes en primer término; discontinuos de decorado, Tati embaldosado) .
a la derecha un pasillo en pers- crea una discordancia de espa- Los gestos del portero, que con-
pectiva, vertiginoso en su geo- cios a partir de un decorado tiene la impaciencia de Hulot
metría y profundidad, de nitidez único hábilmente seccionado (<<Oh la la»), son los mismos
casi irreal. Como para demos- en el montaje. que nos dirige a nosotros Jac-
trarnos que no se trata de un En este plano decididamente ques Tati cineasta. Aviso al espec-
trompe-I'oeil,un empleado apare- rico, dos escenas paralelas se tador impaciente: Playtimese to-
ce al fondo del pasillo y lo reco- desarrollan en cada una de las mará todo el tiempo que haga
rre de principio a fin, hasta in- mitades de la pantalla: la mitad falta. Mensaje aún más provoca-
corporarse al primer término. izquierda, con su portero a la dor teniendo en cuenta que este
El impacto producido por este antigua que va a escrutar el ho- plano es totalmente «impro-
plano es tanto más violento en rizonte del pasillo mientras se ductivo», ya que el hombre tan
cuanto nada en los planos ante- toma el tiempo de fumarse un esperado se limita a instalar a
riores nos había preparado cigarrillo, parece ironizar ama- Hulot en otra sala de espera an-
para semejante desmesura. Pa- blemente sobre la muy solemne tes de desaparecer. Pero la pro-
recía, en cambio, que el inter- mitad derecha (contraste tam- ductividad del relato, y la de las
fono cerrase la sala de espera bién sonoro: por un lado los sociedades industrializadas, es
por la derecha. Tati se ha preo- murmullos del portero, por el justamente el blanco de las iro-
cupado, pues, de cortar el de- otro el ritmo metronómico de nías de Tati en Playtime.
Textos 85
Acariciar, pegar, jugar
Pasar a la acción Johan van der Keuken, Aventures d'un regord, París, al encuadre, por explorar. El encuadre,
Cahiers du cinéma, 1998, págs. 184-185. por lo tanto, es siempre aproximativo.
¿Qué sucede en el momento preciso en que se crea el plan07 ¿Cómo se Hoy tengo cada vez más la sensación de
encarnan el pensamiento y el deseo d~ un cineasta en un gesto preciso, «El patinajey la cámam.Para mí, la cámara no ser verdaderamente yo quien dirige
en un acto concreto de puesta en escena y montaje? Los cineastas tiene tres aspectos: el aspecto de instru- la cámara, sino que me basta con se-
mento musical donde uno toca su parte, guirla a ella. Ella vuela, y yo vuelo detrás
Jacques Rivette y Johan van der Keuken (autor de documentales y
donde uno improvisa, donde uno inter- de ella. Cuando era niÚo, teníamos unos
fotógrafo) describen este proceso, también analizado por Alain Bergala patines de madera que se ataban con
viene directamente; el seguf);do es e! bo-
respecto al cine de Jean-Luc Godard en los años ochenta. xeo, con la fuerza de impacto de la cá- fuerza a los zapatos mediante cordeles.
mara; y la caricia, porque los pequelios Cuando por fin supe patinar bien, sentí
movimientos que afloran en la piel de que los patines debían ir casi flotando
La disposición y el ataque los seres y las cosas me interesan muchí- por debajo de los pies. Lo mismo pasa
simo. En estos últimos años he tenido la con la cámara. En estos últimos aÚos, he
Alain Bergala (cineasta, crítico, profesor de Sin embargo, uno de los placeres del ci- sensación de haber aprendido mucho sentido que podía dejarla planear. Es
cine), «The Other Side ofthe Bouquet» neasta, desconocido para el director de sobre la cámara. Antes hacía muchos como si pesara menos, y tal vez se trate
(1992), en Nul mieux que Godord,París, Ed. teatro, es que su arte, como el del pintor, desencuadres que no forzaban la llegada de ese latido del que hablábamos, que
Cahiers du cinéma, Collection essais, 1998, le permite disociar la disposición y el de un plano nuevo, sino de una varia- permite que el ritmo de las cosas venga
págs. 105 -1 06.
ataque. ción del mismo plano. Era como decir: a la cámara.»
Si hemos de creer a Robert Bresson, siempre habrá un fuera de campo, junto
«En la puesta en escena y filmación de quien ha practicado magistralmente este
todo plano se conjugan dos operaciones placer perverso a lo largo de toda su
mentales no siempre fáciles de deslindar obra, un día Auguste Renoir le dijo a El cuerpo fragmentado
en la cronología real del rodaje: la disposi- Matisse: "A menudo pinto los ramos por
cióny el ataque.Cuando un cineasta de fic- el lado que no los he preparado". Jacques Rivette, en su entrevista con Serge -luego a veces me arrepiento- de retro-
ción se dispone a filmar un plano, siem- Del mismo modo, en cine Godard puede Daney en la película de Claire Denis Jorques ceder, retroceder porque sólo el rostro ..
pre necesita (y poco importa por ahora disponer en un mismo espacio una chi- Rivette,le veilleur (1990), comenta su Tengo ganas de ver las manos, y si veo
cuál de los dos gestos predomine en él) ca, una mesa, sobre la mesa un ramo de repugnancia ante la idea de fragmentar el las manos también me entran ganas de
rostro.
disponersus figuras en e! espacio, y decidir flores, y en el último momento atacar su ver el cuerpo, siempre me entran ganas
e! modo en que va a atacarese espacio y plano haciendo que el ramo de flores «No quiero separarlo, trocearlo. Sé que de ver todo el cuerpo y, de paso, también
ese motivo, es decir, desde qué ángulo, enmascare parcialmente el rostro de la hay muchos cineastas que, consciente o a la persona en el decorado y a la o las
con qué focal y a qué distancia. En la mujer. Esta pulsión de no atacar el plano inconscientemente, funcionan al revés, personas para las que ese cuerpo actúa,
mayoría de películas, en las que los (o la escena) en el sentido en que uno la partiendo de esta idea del cuerpo frag- reacciona, se mueve, siente, etc.
autores se esfuerzan por permanecer en dispuso, esta propensión a desligar cada mentado -no sólo el rostro, puede ser la En realidad, todo se debe a que no tengo
segundo plano respecto a la historia que vez más a menudo la disposición y e! mano, cualquier parte de! cuerpo- pero el temperamento, el gusto o el talento de
han de contar, el ataque sigue siempre el ataque son, aunque él nunca lo mencio- es evidente que el rostro es la parte pri- hacer un cine de montaje. Mi cine, por el
sentido de la disposición, y ese sentido ne, lo que más obstinadamente, unas ve- vilegiada del cuerpo troceado y. por mi contrario, funciona más a partir de la
común es a un tiempo el vector de la le- ces en secreto, otras abiertamente, traba- parte, sé que cuando llega el momento noción de continuidad de los aconteci-
gibilidad del plano y el garante de la ja el acto cinematográfico godardiano de de plantarme detrás de la cámara, de po- mientos tomados más o menos en su
buena fe del contrato con el espectador. los alias ochenta.» nerme frente al visor, tengo la tendencia globalidad.»
I Análisis de plano I 87

I tura estable en cuyo interior pa-


¿Dónde está san a inscribirse los dos niños.
Este momento del plano hace
la casa de pensar en una vista Lumiere.
mi amigo? Los niños miran a un burrito
que asoma la cabeza fuera del
Tras la secuencia inicial de la pe- establo; nos dan la espalda,
lícula en un aula de colegio, Ab- como los niños del estanque de
bas Kiarostami filma la salida de las Tullerías filmados casi un si-
la escuela. Pueden distinguirse glo antes. El encuadre ciñe ne-
tres grandes fases en este plano: tamente el espacio, pero se deja
primero el encuadre tiene como atravesar por el desorden de
centro una máquina agrícola de acontecimientos imprevisibles:
un magnífico azul turquesa. El una gallina que de repente apa-
Al salir de clase: tras una secuen-
artefacto actúa como un imán cia en el aula, durante la cual el maestro rece y golpea con el ala la cabe-
amenaza a un alumno (fotograma 1) con
sobre los niños que, a medida za de un chaval que acababa de
expulsarle si se vuelve a olvidar su cua-
que salen corriendo de la escue- derno con los deberes, un plano muestra acercarse (imposible no imagi-
la, se van agolpando a su alrede- la salida de la escuela. El último fotogra- nar este surgimiento como
ma corresponde al plano siguiente.
dor hasta llenar el encuadre. algo cuidadosamente organiza-
Adelantándose al personaje do: un ayudante esperando el
principal, el encuadre espera a estabilizar. Comprendemos signo de Kiarostami para arro-
, I
que este aparezca en campo entonces que el uso del zoom ha jar al ave dentro del encuadre,
para «activarse» por sí mismo: permitido al cineasta reencua- precipitándola sobre uno de los
cuando Ahmad y N ematzadé drar a los niños de manera que chicos); un niño que empuja a
aparecen al fondo y giran a la dos postes enmarquen con Ahmad y N ematzadé por su
izquierda, la cámara abandona exactitud la composición. En derecha. Los dos se lanzan a
la máquina y los niños para se- esta tercera fase, el encuadre ya perseguirlo; persistiendo en su
guir a los dos muchachos me- no se construye alrededor de nueva estructura, el encuadre
diante una panorámica combi- un núcleo (primera fase), ni deja que sus ocupantes se vayan
nada con un zoom. tampoco se somete a la dinámi- sin inmutarse, delegando en un
Cuando los dos chiquillos se ca de los personajes (segunda nuevo plano la tarea de recupe-
detienen, el encuadre se vuelve fase): ahora define una estruc- rar a los niños en su carrera.
I

I Textos
I Contra el guión técnico
89
,
Etica del plano Roberto Rossellini, Le cinéma révélé, Champs la izquierda: plano nmericano-travellinglate-
Contre-champs, París, Flammarion, 1984, wl-cámampnnorámicay encuadre ... Es un poco
¿Qué hace moralmente aceptable un plano para un cineasta? ¿Qué· págs. 70-71 (declaraciones recogidas por como si un novelista hiciera un guión
Maurice Scherer y Fran~ois Truffaut, técnico de su libro [..} En cuanto a la
consideraciones éticas dictan su relación con el espacio,
Cahiers du cinéma nO 37, julio de 1954).
los actores, la realidad? Un crítico y futuro cineasta, columna de la derecha, es donde se en-
«- Tiene famade rodarsinguióntécnico,improvi- cuentran los diálogos. Yo no los improvi-
Jacques Rivette, se posiciona en un texto célebre.
sandoconstantemente ... so sistemáticamente; están escritos desde
Los cineastas Johan van der Keuken y Roberto Rossellini,
- Esto es en parte una leyenda. Tengo pre- hace tiempo y, si los doy en el Último
principal figura del neorrealismo italiano, se explican sente en mi mente la «continuidad» de momento, es porque no quiero que el
acerca de sus métodos de rodaje. mis películas: además, tengo los bolsillos actor -o la actriz- se acostumbre a ellos.
llenos de notas. No obstante, debo confe- Esta dominación sobre el actor la logro
sar que nunca he entendido bien la nece- también ensayando poco y rodando rápi-
sidad de tener un guión técnico si no es do, sin demasiadas tomas.»'
para tranquilizar a los productores No
El «casi» dominio de lo real hay nada más absurdo que la columna de 1 El cine revelado,Barcelona, Paidós, 2000.

Johan van der Keuken, Aventures d'un regard, que todo punto de vista es ambiguo, ar-
pág. 43. bitrario, y que también viene seguido
por un infinito número de puntos de vis-
Una cuestión de moral
«Todo el problema de la composición ta. A grandes rasgos, por lo tanto, existen Jacques Rivette, «De l'abjectiofi», Cahiers du sos problemas de la forma y el fondo. del
fílmica, ficcional, consiste en resolver dos clases de desplazamiento del encua- cinéma n° 120, junio de 1961, págs. 54- 5 5. realismo y la fantasía, del guión y la «mi-
cierto número de temas, que distan de dre: uno trata de encontrar dentro del «( ...) se ha citado mucho, a izquierda o a senscene», del actor libre o dominado y
estar resueltos en la realidad. Encuadrar, propio plano una información nueva derecha, y en la mayoría de casos con no- demás; digamos que podría ser que todos
afirmar el punto de vista sobre la reali- -son, por lo tanto, varios encuadres en table estupidez, una frase de Moullet: la los sujetos nacieran libres e iguales en de-
dad, ya es algo positivo, posibilita al me- un mismo plano- y otro, que considero moral es cuestión de traveJlings
(o la versión rechos; lo que cuenta es el tono, o el
nos una comunicaCión sobre la realidad, bastante personal, consiste en conservar de Godard: los travellingsson una cuestión acento, el matiz, como quiera llamársele:
y una definición de la realidad es al me- casiel mismo punto de vista pero despla- de moral); se la ha querido ver como el es decir, el punto de vista de un hombre,
nos hablar, cosa preferible a no hablar. zando ligeramente las relaciones espacia- colmo del formalismo [...J. Y, sin em ba.r- el autor, mal necesario, y la actitud que ese
Pero por otro lado, con esto se tiene la les en el encuadre para, precisamente, go, vean ahora, en Kapo (1960), de Gilles hombre adopta frente al mlmdo y frente a
ilusión de que la realidad social y políti- acentuar ese "casi". Muchas cosas son Pontecorvo, el plano en el que Riva se sui- todas las cosas: lo cual puede expresarse
ca puede dominarse en el acto de la com- iguales y, al mismo tiempo, son casiigua- cida, lanzándose sobre la alambrada elec- por la elección de las situaciones, la cons-
posición. Este punto de vista sobre la les. Mostrar la realidad consiste, por lo trificada; el hombre que en ese momento trllCción de la intriga, los diálogos, la in-
realidad es, por lo tanto, muy ambiguo y tanto, en multiplicar esos "casi". decide efectuar un travellingde avance para terpretación de los actores, o la pura y
por esa razón debe ser destruido simultá- Tengo que insistir en otra cosa: el despla- reencuadrar el cadáver en contrapicado, simple técnica, "sin distinciones y en igual
neamente. En mis obras el encuadre mu- zamiento del encuadre se realiza siempre cuidándose de inscribir exactamente la medida". (.. ) Hacer una película es, pues,
chas veces viene seguido por un despla- en un mismo eje, sobre la superficie pla- malla levantada en un ángulo de su en- mostrar ciertas cosas, y al mismo tiempo,
zamiento que en realidad no va hacia un na. Para mí es importante subrayar que el cuadre final, ese hombre sólo merece el y en la misma operación, mostrarlas de
encuadre nuevo, sino que precisamente cine es la proyección de una ilusión lu- más profundo de los desprecios. Desde determinada manera, siendo estos dos ac-
desplaza un poco las cosas, y que indica minosa sobre una superficie plana.» hace unos meses nos atosigan con los fal- tos rigurosamente indisociables.»
Anexo 91
Cuadro comparativo Inserto y plano de recurso

El siguiente cuadro se compone de cuatro columnas. En la primera recuperamos las El inserto y el plano de recurso aluden al carácter intrusi va de un plano dentro de una
definiciones propuestas por Vincent Pinel (Voea!Julairctcehniquedu einémo,París, Nathan, secuencia. Ira Konigsberg defme el insertshot como un plano detalle insertado en una se-
1996). En la columna siguiente indicamos el término inglés/americano equivalente cuencia durante el montaje. Vincent Pinel describe el inserto únicamente por la escala (se
propuesto por el mismo autor. Las definiciones contenidas en las dos últimas colum- trata de «un primerísimo primer plano que descubre una parte de Wl cuerpo o de un
nas proceden de dos fuentes americanas: Ira Konigsberg (Thc CompletcFilm DiClionclfy, 2' objeto»), y por otra parte insiste en el valor de inserto del plano de recurso, definido
edición, Nueva York, Penguin Reference, J 997); David BordweJl y Kristin Thompson como «un plano, generalmente breve, inserto[el subrayado es mío] en la continuidad de
(Film Art, an introduetion,3' edición, McGraw-Hill, lne., 1990). otro plano o introducido entre dos planos para facilitar la transición de uno a otro».

Fuente Pinel Equivalente inglés Fuente Fuente


(fuente Pinel) Konigsberg Bordwell/Thompson

Plano general Extreme long shot Paisaje o decorado visto a una gran Figura humana apenas visible,
Plano que abarca un vasto conjunto que incluye distancia vistas de paisaje
en su encuadre el decorado construido

Plano de conjunto Long shot Personajes integrados en un entorno que continúa siendo preponderante
Plano que encuadra el conjunto del decorado construido

Plano americano «Plano americano)) Personaje encuadrado a partir de las rodillas


Plano que corta a los personajes por el muslo,
traducido por medium clase shot

Plano de semi-conjunto
Plano que sitúa a los personajes en su medio
encuadrando buena parte del decorado

Medium long shot Sinónimo de plano americano Misma distancia que el plano americano,
pero con un objeto y no un cuerpo

Plano medio Full shot


Plano que presenta a los personajes de pie (no mencionado)
------------------------
Plano medio-corto Medium shot Personaje encuadrado a partir de la cintura

Plano corto Medium close-up Personaje encuadrado a mitad del pecho Figura encuadrada a partir del pecho
Plano que encuadra alla los personaje/s a la altura (también se le llama medium close shot)
de la cintura (plano cprto cintura) o del pecho
(plano corto pecho)

Primer plano Close-up Cabeza y hombros del personaje El plano sólo muestra la cabeza, o las
a) Plano que aísla un rostro, generalmente encua- o una parte del cuerpo manos, o los pies, o un objeto pequeño
drado a la altura del nudo de la corbata, u otro deta-
lle del cuerpo.
b) Plano que encuadra todo o parte de un pequeño
objeto (close-up).

Primerisimo primer plano Extreme close-up El plano aísla una parle del rostro, un pequeño objeto, un detalle
Plano que encuadra una parte del rostro o un deta-
lle del cuerpo: un ojo, una boca, un dedo, etc.

! ,-
Anexo
Del plano general
al primer plano 3. Ernest
Borgnine, Scott
No siempre resulta fácil nombrar con precisión el tamaño de un Brady, Ward Bond,
Joan Crawford y
plano en un instante dado. Las definiciones propuestas se han Ben Cooper en
elaborado empíricamente: son el reflejo de un uso, y por supuesto no Johnnv Guitar
IJohnny Guitar,
dan cuenta de toda la casuística de figuras posibles. Sin embargo,
1953), de Nicholas
pueden facilitar la descripción de un plano y proporcionar una Ray.
primera aproximación satisfactoria. Para una mayor precisión, se
debe renunciar a la terminología estándar.

4. Catherine
Deneuve y
1. Intolerancia Frangoise Dorléac
Ilntolerance, 1916), en Las señoritas de
de D. W. Griffith. Rochefort I Les
Demoiselles de
Rochefort, 1968),
de Jacques Demy.

5. Rita
Hayworth en La
2. Valentina Cortese, dama de
Rossano Brazzi, Shangai IThe
Humphrey Bogart y Lady from
Ava Gardner en La Shangai, 1948),
condesa descalza de Orson
IThe Ba refoot Welles.
Contessa, 1954), de
Joseph L.
Mankiewicz.
94
95

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montaje y el primer plano de un rostro).
Jurgenson. Albert y Sophic Brur\et, Protiquedu montage, París, FEM1S, 1990 (trad. cast.: Práctica delmon-
Comolli, Jean-Louis, «Technique et idéologie», Cohiers du cinénw, n° 229-231, 233-235 Y 241. taje. Barcelona. Gedisa. 1992) (entrevista con el montador de Mon ancle d'Amérique, de Alain
(Comolli remite especialmente a los textes de Mitry y Bazin. Las tesis de C01110lli deben situar- Resnais. y HotelTerminus. de Marcel OphÜls, entre otras películas).
se en e! contexto de los ""os setenta, pero han desempeÚado un papel importante y saludable Nougaret. Claudine y Sophie Chiaraut, Leson direcrau cinémn. París, FEMIS, 1997.
en la reflexión sobre los instrumentos y los métodos del historiador del cine). Peeters. Benoit. Jacques Faton y Philippe de Pierpont, Storyboord,le cl!léma animé. Yellow Now, 1992
Eisenstein, Sergei M., «Histoire du gros plan», en Mémoires/3. Oeuvres 6, París, Unlon Générale (un clásico sobre el uso de los esbozos en la preparación de películas, seguido de breves entre-
d'Editions, col. ,<10/18». 1983 (sobre el primer plano en literatura: no se enco<ltrará esta obra vistas con cineastas sobre su función en la concepción de sus planos; textos ilustrados por
en librerías; búsquese en bibliotecas especializadas).
numerosos dibujos y documentos).
BIBLIOTECA LUIS ANGEL ARANGO - B DE LA R

Agradecimientos del autor 11111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111

Marie Vercambre (Musée Grévin) ,_Nicolas Azalbert, Cyril Beghin, 2 9004 01721613 5
el Centre Audio-Visuel et Informa tique (CAVI) de la Universidad Paris III,
Laurent Mannoni, Laurent Le Forestier, Caroline Oury y más
en panicular Stéfani de Loppinot, Pauline Le Diset, Gabrielle Hachard,
Nathalie Bourgeois y Nai'ri. Nahapétian.

Coordinación: Claudine Paquot.


Concepción gráfica original: estudio Nathalie Bay!aucq.

Créditos fotográficos
Foto Marie Fouque 9 - Col. Vincent Pille! 11, 41, 66 - Universal Studio
12, 14-15, 18 - Alain Venisse/Films du Carrosse 17 - Hélene Jeanbrau /Ciné- Tama-
ris 23, 93 abajo - Specta Films 28 - Specta Films/col. Vincent Pinel 83
- Celluloid Dreams 30 - Celluloid Dreams/col. Jacques Petat 86-87 - Faces Distribu-
tion 32 - Marions Film 38-39 - Bibliotheque nationale de France 52
- Cinématheque fran<;aise 53 - Musée Grévin 54 - Col. BIFI 55, 64-65, 67, 69-
Col. Emmanuel Siety 68 - Films du Carrosse/col. BIFI 76-77 - Films
du Carrosse/col. Jacques Petat 78-79. United Artists 92 abajo - Republic Studios 93
arriba - Columbia/col. Vincent Pinel 93 abajo.

Título original: Le Plan


Publicado en francés, en 200 1, por Cahiers du Cinéma, París

Traducción de Caries Roche


Cubierta de Ferran Cartes y Montse Plass

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y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo pÚblicos.

© 200 I CAHIERS DU CINÉMA, les petits Cahiers, SCÉREN-CNDP


© 2004 de la traducción, CarIes Rache
© 2004 de todas las ediciones en castellano,
Ediciones Paidós Ibérica, S.A.,
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona,
http://www.paidos.com

ISBN 84-493-1575-1
Depósito legal: B-17 .93812004

Impreso en Grafiques 92, S.A.


Avda. Can Sucar;ats, 91 - 08191 Rubí (Barcelona)

Impreso en España - Printed in Spain

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