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En los últimos cincuenta años, Colombia ha vivido un conflicto interno con características

especiales, lo que provocó un alto costo de vidas humanas y consecuencias notables para su
desarrollo. Las estadísticas de las víctimas de minas personales hasta ahora muestran un registro
de 11.567 en 2006, el año en que se registraron la mayoría de los casos; el 80,3% de estas víctimas
resultaron heridas mientras que el 19,7% murió. Es necesario resaltar que varios grupos están
afectados en este conflicto, incluidos civiles, victimarios y soldados de las fuerzas públicas, que
representan el 61% del número total de casos registrados (Dirección para la Acción Integral Contra
Minas Antipersonal, 2017 )

Teniendo en cuenta estas estadísticas, se hace necesario llevar a cabo estudios sobre las
consecuencias de estos eventos en las fuerzas públicas, específicamente con los soldados víctimas
de conflictos del conflicto armado interno en Colombia, evaluando los efectos sobre la imagen
corporal, la ansiedad. , estrés y resiliencia (Dirección para la Acción Integral Contra Minas
Antipersonal, 2017). La imagen corporal se entiende como la autopercepción de una persona o la
percepción de otra de las características físicas e implica tres componentes: (a) perceptual, la
valoración del cuerpo en su totalidad o en algunas de sus partes; (b) cognitivo, las valoraciones con
respecto al cuerpo o parte de él; (c) y finalmente el componente efectivo, los sentimientos o
actitudes alrededor del cuerpo. La percepción de la imagen corporal está influenciada por
diferentes aspectos socioculturales, biológicos y ambientales guiados por los estándares de belleza
de cada cultura, que permiten la formación de diferentes conceptos en torno a la forma y la
decoración del cuerpo (López Sánchez, Suárez, & Smith, 2018; Vaquero-Cristóbal, Alacid, Muyor, &
López-Miñarro, 2013). En síntesis, la imagen corporal se define como la unión entre sentimientos y
actitudes alojadas en la memoria que se evoca al percibir el cuerpo (Gallego delCastillo, 2009 ) Al
construir esto, recurra a elementos de tipo social y cultural que respondan a los ideales colectivos
estéticos que pueden desencadenar problemas de salud en las personas de acuerdo con la
trascendencia individual, es decir, alteraciones de la imagen corporal generadas por juicios
particulares distantes de la realidad (Chávez , Macías, Gutiérrez, Martínez y Ojeda, 2004). Estas
alteraciones de la imagen corporal son el resultado de una alteración del funcionamiento cortical
que puede generar, entre otros, el síndrome del miembro fantasma, que se define como la
percepción de sensaciones de un miembro amputado que todavía está conectado y funciona con
el cuerpo (Raich, 2004). En las culturas occidentales, la imagen corporal parece estar basada en la
juventud y el atractivo físico. Este énfasis puede eclipsar otros atributos personales (Taub, Blinde y
Greer, 1999), que afectan la importancia dada al cuerpo físico y pueden tener un impacto negativo
en las personas con amputaciones, especialmente en la percepción corporal (Sousa, Corredeira y
Pereira, 2009). Después de una amputación, las personas se enfrentan a la pérdida de
funcionalidad y muchas veces a la pérdida de la capacidad de continuar trabajando, lo que
también puede afectar su autoconcepto (Horgan y MacLachlan, 2004); Además, estos estigmas
generan depresión y ansiedad generalizada y tienden a asociarse con un ajuste deficiente en
términos de una mayor restricción de la actividad (Horgan y MacLachlan, 2004). Se ha informado
que la amputación de extremidades es un evento significativamente estresante para un individuo
(Horgan y MacLachlan, 2004 ) En ocasiones, el trauma provocado durante un accidente o una
explosión puede provocar una amputación parcial que debe completarse quirúrgicamente para
evitar complicaciones (Tintle, Keeling, Shawen, Forsberg y Potter, 2010). La amputación
representa una opción quirúrgica irreversible que puede causar desgarro corporal y físico. Varias
investigaciones en este campo informan que la pérdida traumática de una extremidad es un
evento vital muy estresante que puede afectar significativamente la calidad de vida (Sinha y Van
Den Heuvel, 2011). La exposición a tales eventos crea un riesgo de desarrollar un trastorno
depresivo debido a múltiples factores tales como sentimientos de pérdida, autoestigma y
dificultad para superar el impedimento (Mckechnie y John, 2014). Los eventos estresantes que
conducen a la amputación, especialmente si la amputación es inducida por accidente o explosión,
pueden inducir síntomas de trastorno de estrés postraumático (Abeyasinghe, de Zoysa, Bandara,
Bartholameuz y Bandara, 2012).

En este sentido, el estrés postraumático es un diagnóstico común en víctimas del conflicto armado
interno en Colombia y se considera una enfermedad debilitante que ocurre después de un evento
traumático, como un acto violento o un accidente. Debido a los recuerdos recurrentes del evento,
quienes lo experimentan tienen una predisposición a sufrir depresión acompañada de irritabilidad,
ira, culpa, evasión y negación (Instituto Nacional de Salud Mental, 2015). En Colombia Corzo y
Bohórquez (2009), realizó un estudio descriptivo transversal, aplicando la Escala de Trastorno de
Estrés Posttraumático Administrado Clini-cal (CAPS) a una muestra de 140 pacientes
hospitalizados con heridas de combate en el Hospital Militar Central de Bo-gotá. Realizaron un
análisis de datos bivariado donde se midieron la prevalencia y la frecuencia. Con una prevalencia
del 16.66% para el trastorno de estrés postraumático y sin evidencia de trastorno de estrés agudo,
sus hallazgos proporcionan evidencia clara de que las lesiones causadas durante los combates
traumáticos percibidos son un factor de riesgo importante para desarrollar el trastorno de estrés
apostólico traumático. Sin embargo, la amputación como evento produce altos niveles de estrés y
un desafío a las estrategias de afrontamiento del individuo en la pérdida de una extremidad
corporal. Ocampo, Henao y Vásquez (2010) descubrieron que las amputaciones traumáticas traen
consigo alteraciones psicológicas que tienen repercusiones emocionales, familiares y sociales para
las personas que las padecen e implican un cambio radical en su estilo de vida y calidad de vida.
Este estudio muestra que hay 5 etapas de duelo por la pérdida de una extremidad: la primera es
de shock, la segunda negación, la tercera ira, la cuarta depresión y, finalmente, la quinta es la
aceptación. Es por eso que se ha estudiado la resiliencia, aproximadamente desde la segunda
mitad del siglo XX, como un fenómeno basado en la evidencia de que algunas personas tienen una
mayor capacidad que otras para hacer frente a la adversidad (Be-coña, 2006; Rutter,
1985,1993,2006,2007). La resiliencia es una construcción bastante amplia y hay diferentes
definiciones, pero todas se centran en la capacidad de adaptarse y hacer frente a la adversidad
(Vinaccia, Quiceno y San Pedro, 2007).

En estudios relacionados con factores protectores contra la insatisfacción corporal, se ha


encontrado que la resiliencia podría ser un factor de protección significativo (Cook-Cottone y
Phelps, 2003). A este respecto, Choate (2005) propuso un modelo de resiliencia de la imagen
corporal en el que se identificaron cinco factores de protección específicos que podrían servir de
base para un modelo de resiliencia específico. Los factores de protección incluirían: (a) apoyo de la
familia de origen, (b) satisfacción de roles de género, (c) autoconcepto físico positivo, (d)
estrategias de afrontamiento centradas en el problema y (e) niveles de bienestar psicológico.
Además, este modelo de resiliencia implica el mantenimiento de la autoestima, que abarca la
autoestima física (autoestima) y el propósito en la vida (Richardson, 2002) .Ferguson, Sperber
Richie y Gómez (2004) estudiaron 68 víctimas de minas antipersonal en 7 países que utilizan un
protocolo semiestructurado. Los resultados indicaron que la aceptación de los sobrevivientes de la
pérdida de extremidades y su estado de recuperación psicológica se vio muy influida por las
características de resistencia del individuo, el apoyo social, la atención médica y la situación
económica y las actitudes sociales hacia las personas con discapacidad. Los autores concluyeron
que la recuperación de la amputación traumática en los sobrevivientes de la mina debe ser
integral y coordinada, y requiere abordar las necesidades físicas, psicológicas, económicas y
sociales del individuo en el contexto del entorno familiar, comunitario y sociocultural en el que
vive. desarrollado algunos años más tarde en Holanda Van Dongen et al. (2017), aplicaron el MOS-
SF36, EuroQoL 6 y la escala funcional de los cuestionarios de las extremidades inferiores a los
soldados holandeses que habían sido heridos y mutilados en combate entre los años 2005 y 2014
en Afganistán. Los resultados se compararon con personas con lesiones graves no de combate en
las extremidades. En comparación con los pacientes con heridas no de guerra, las víctimas de la
guerra que tenían heridas más graves eran considerablemente más jóvenes, necesitaban
operaciones más frecuentes y largos períodos de rehabilitación clínica. Sus niveles de
funcionamiento y bienestar social y cognitivo fueron considerablemente más bajos que aquellos
con lesiones no relacionadas con el combate. En resumen, se han encontrado pocas pruebas
empíricas sobre las alteraciones en la imagen corporal típicas de las víctimas de los soldados de los
conflictos armados. Esto respalda la necesidad de este estudio, cuyo objetivo es determinar los
niveles y la relación entre la satisfacción de la imagen corporal, el estrés y la resistencia en
soldados amputados víctimas del conflicto internacional en Colombia. Método 2.1 Tipo de estudio
Este es un proyecto de investigación cuantitativa no experimental con un alcance correlacional
(Hernández, & Baptista, 2014) .2.2 Participantes Los participantes fueron 22 soldados que fueron
víctimas del conflicto armado interno en Colombia que firmaron el consentimiento informado para
participar en el estudio. y fueron seleccionados por muestreo de conveniencia no probabilístico.
Los participantes se caracterizaron por tener algún tipo de amputación y llevar a cabo un proceso
en el centro de rehabilitación inclusiva en la ciudad de Bogotá. Todos los participantes eran
hombres, con edades entre 18 y 45 años (media = 29, ,.𝐷 = 7.120), la mayoría sin hijos (54.5%) y
con un nivel de estudios de secundaria completados (50%). El 45,5% tiene amputaciones de la
extremidad inferior debajo de la rodilla. Se verificó la heterogeneidad de la muestra con respecto
al estado civil y el lugar de nacimiento. Se pueden encontrar más datos sobre la muestra en la
Tabla 1

2.3 Instrumentos

En la imagen corporal, el Cuestionario Multidimensional de Auto Relaciones Corporales (MBSRQ)


evalúa los aspectos de actitud relacionados con la imagen corporal considerando factores
cognitivos y conductuales. Esta escala tiene 45 ítems y las siguientes submedidas, todas calificadas
de 0 a 5: SIC = Satisfacción con la imagen corporal, ISC = Importancia subjetiva de la corporalidad,
COMF = comportamientos dirigidos a mantener la condición física, AFA = apariencia física
autoevaluada, y CAF = Cuidado de la apariencia física. Está diseñado para una población de 15
años y más y fue aplicado en la versión adaptada al español por Botella García del Cid, Ribas
Rabert y Ruiz (2009). Se encontró un alfa de Cronbach de 0.812. En estrés, la Escala de estrés
percibido (EEP-14) elaborada por Cohen, Kamarck y Mermelstein (1983), es un instrumento de 14
reactivos tipo Likert con cinco opciones cada una: nunca, casi nunca, ocasionalmente, a menudo y
muy a menudo. Estos dan puntajes de 0 a 4, evaluando la percepción de estrés durante el último
mes. Para este estudio se utilizó la versión colombiana ajustada de Campo, Bustos y Romero
(2009). Se encontró un alfa de Cronbach de 0,728. Finalmente, para la resiliencia, la Escala de
Resiliencia Connor-Davidson (CD-RISC 10) desarrollada originalmente por Campbell-Sills y Stein
(2007) es una escala que consta de 10 elementos en un formato Likert con 5 opciones de 0 a 4
puntos, validado en Colombia por Riveros, Bernal, Bohórquez, Vinaccia y Quiceno (2017). En el
presente estudio obtuvimos un alfa de Cronbach de 0.922.3. Resultados Los resultados se
muestran en un nivel descriptivo para cada una de las variables, seguido del análisis de correlación
entre ellas. De acuerdo con los resultados descriptivos que se muestran en la Tabla 2, se muestran
puntajes altos de más de 4.0 en las variables de comportamiento orientadas a mantener el estado
físico (COMF), el atractivo físico autoevaluado (AFA) y Cuidado de la apariencia física (CAF).
Además, la satisfacción con la imagen corporal (SIC) mostró puntajes promedio a altos y la
importancia subjetiva de la corporalidad (ISC) también demostró puntajes de bajo estrés y altos
puntajes de resiliencia. La Tabla 3 muestra las correlaciones entre el estrés, la edad y la resiliencia
con la satisfacción de imagen corporal (SIC), donde se encontró que existe una correlación
negativa y estadísticamente significativa entre el estrés y los comportamientos orientados a
mantener la condición física (COMF). Sin embargo, no se encontraron correlaciones entre la edad
y la resiliencia con satisfacción de la imagen corporal (SIC) o con otros componentes 4. Discusión El
número de víctimas del conflicto armado interno y las víctimas de amputaciones en Colombia es
de alto impacto social (Dirección para la Acción Integral ContraMinas Antipersonal, 2017). Sin
embargo, solo un escaso número de estudios se han llevado a cabo con este grupo vulnerable, lo
que denota la importancia de realizar investigaciones en esta población. Ocampo et al. (2010),
quienes muestran que las alteraciones traumáticas traen consigo alteraciones psicológicas que
tienen repercusiones emocionales, familiares y sociales para los individuos que las padecen. En
este sentido, los resultados de esta investigación en soldados amputados evidencian bajos niveles
de estrés en relación con los promedios de poblaciones no clínicas basadas en investigaciones en
Colombia (ver Campo et al., 2009). Estos resultados son similares a numerosos estudios en los que
se midió la ansiedad, la depresión, el estrés y la desesperanza en pacientes crónicos colombianos
que presentaron en promedio niveles mucho más bajos de emociones negativas de lo esperado en
relación con la información encontrada en la literatura científica (Vinaccia y Quiceno, 2012). Las
puntuaciones de la imagen corporal muestran comportamientos destinados a mantener la aptitud
física, altos niveles de atracción física autoevaluada y cuidado de la apariencia física, lo que lleva a
la inferencia de que es un elemento importante para la población, teniendo en cuenta que se
encuentran en un período de socialización. ajuste y adaptación a su cuerpo. Por lo tanto, es crucial
que los participantes permanezcan en condiciones físicas adecuadas y, por lo tanto, mantengan su
atractivo. Vaquero-Cristóbal et al. (2013) atribuyen esta preocupación por el cuidado y
mantenimiento de la imagen corporal a una respuesta a la construcción social y cultural de
patrones específicos, que corresponde a los resultados de este estudio. Otros estudios sugieren
que puede haber una sobreestimación de la imagen corporal como representación de distorsión
(Perpiñá y Baños, 2007); Este estudio no incluye medidas de correlación para evaluar este
argumento. Estos resultados también contradicen la investigación de Horgan y MacLachlan (2004),
quienes sostienen que los pacientes con mutaciones tienden a desarrollar niveles bajos de
satisfacción con las imágenes corporales. En cuanto a la capacidad de recuperación, este estudio
muestra puntajes de alta tendencia que pueden estar asociados con Pedraza (2015) que explica la
existencia de características de estos soldados que favorecen el desarrollo de la resiliencia, como
tener buenos niveles de apoyo social, ser religiosos y / o espirituales, usar estrategias de
afrontamiento basadas en problemas, tener niveles adecuados de bienestar, ser parte de familias
funcionales con un sentido de pertenencia a la institución de los militares y una autoimagen
positiva, como se encontró en su investigación con una muestra de 68 soldados colombianos
activos. Se encontró una correlación negativa entre el estrés y los comportamientos orientados a
mantener la condición física (COMF). Esto podría estar asociado con la investigación que propone
que las personas reaccionen de manera diferente a diferentes estresores (Sandín, 2008). Se ha
sugerido que la actividad física regular produce un efecto acumulativo de reducción de la
reactividad fisiológica a los estresores sociales independientemente del tipo de estresores
evaluados (Sandín y Chorot, 2010). Esto implica que el ejercicio físico puede producir un efecto
benéfico y protector contra las reacciones a diferentes estresores y sus manifestaciones
emocionales (ansiedad, depresión, desesperanza) y psicofisiológicas (activación del sistema
simpático) en el individuo (Sandín, 2010) Una limitación de esta investigación es una muestra
pequeña, de acuerdo con criterios de inclusión estrictos, la ubicación y el desplazamiento
constante de los participantes para tratamientos médicos, licencias y lugares de residencia. Estos
factores hacen que sea difícil generalizar los resultados actuales. Se deben realizar estudios
similares con una muestra más grande de miembros de las fuerzas armadas colombianas que
hayan sido objeto de eventos de guerra con y sin mutilaciones y heridas en combate para evaluar
si la presencia de estrés postraumático está más asociado con el daño físico (Corzo y Bohórquez,
2009) argumentó. La escala PSS-14 evalúa este factor de forma genérica. También se recomienda
la validación y el desarrollo de instrumentos clínicos que garanticen la precisión de las mediciones
con esta población, considerando su nivel sociocultural. y características académicas. Es necesario
desarrollar estudios que profundicen las características del estado de la imagen corporal en la
población amputada, con el fin de aclarar las variables involucradas que favorecen los procesos de
rehabilitación y generan las diversas posiciones que se han articulado en investigaciones
anteriores

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