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Tengo 20 años de experiencia trabajando en el desarrollo de proyectos tecnológicos, siendo el

proyecto Y2K (año 1999, Cantv) un proyecto con resultados exitosos que exigió muchos recursos
humanos, tecnológicos y financieros. Los siguientes años tuve el rol de líder técnico en varios
proyectos corporativos, donde asimismo prevalecieron los altos esfuerzos, tiempos, recursos y
costos, y en este caso, los resultados no fueron los esperados. La complejidad de los procesos y la
dificultad de incorporar cambios en la organización y en los proyectos en desarrollo, además de los
cambios económicos, políticos y sociales sucedidos en la década del 2000, influyeron en que
proyectos, con tiempos de desarrollo de 3 y 4 años, y un gran avance en construcción y pruebas no
pasarán a producción. En ese momento el enfoque más usado era el tipo cascada, donde en forma
secuencial se llevaban a cabo las fases del sistema, comenzando por definir los requerimientos o
modelo del negocio, pasando por diseño, desarrollo, pruebas e implementación o pase a
producción; un modelo de desarrollo predictivo donde se esperaba tener claro el producto o
resultado final desde sus primeras etapas y que éste no cambiara significativamente.

En la última década ha cambiado mucho el marco de trabajo, siendo los enfoques ágiles los que
están tomando protagonismo en los equipos de desarrollo de aplicaciones, en especial SCRUM, un
marco de trabajo iterativo e incremental, que reconoce que el mundo es ágil y que los
requerimientos cambian en la medida que madura el entendimiento sobre los productos en
desarrollo, se conocen mejor las necesidades de los clientes, cambian las organizaciones y el
mercado. En un proyecto con enfoque ágil, se pueden ir pasando a producción incrementos del
producto, lo que permite ir dando valor a la organización, mientras se continúa el desarrollo de
funcionalidades adicionales que se van adaptando a las realidades del momento.

SCRUM se basa en la teoría del Empirismo, donde el conocimiento procede de la experiencia,


empleando un enfoque Iterativo e Incremental para entregar sus productos. Asimismo, se
fundamenta en 3 pilares: Transparencia, Inspección y Adaptación, promoviendo la visibilidad de lo
que se construye y asegurando la construcción de elementos que cumplen los objetivos y metas
del negocio. SCRUM también promueve 5 valores: compromiso, coraje, foco, apertura y respeto;
valores que deben estar presentes en los miembros del equipo para llevar a la práctica con éxito la
implementación de SCRUM.

En las siguientes entregas les presentaré los roles, eventos y artefactos que propone SCRUM para
el desarrollo de los proyectos.

Gracias por leerme.

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