En un Pueblo llamado San Sebastian vivía un niño llamado Mateo.

Siempre fue la adoración

de su mamá por lo cual creció lleno de amor y fue formado con muchos principios y valores.
El valor que más le inculcaron fue el de la RESPONSABILIDAD.
Él sabía que debía cumplir con sus deberes ya que aparte de hacer sentir muy orgullosa a
su madre esto también lo ayudaba a ser una mejor persona.

Cuando Mateo culminó sus estudios se le vino una gran idea su cabeza. El siempre soñó y
creció siendo una persona SOLIDARIA por ello se puso en la tarea de crear una cooperativa
a la cuál llamó “TRABAJEMOS JUNTOS”.
Mateo tenía muy claro que para que su proyecto funcionara debía encontrar gente solidaria
y con perseverancia, que le gustara ayudarse unos a otros es decir practicar la
AUTOAYUDA y entre todos buscar soluciones a todas sus necesidades.
Teniendo esto claro decidió regresar a su pueblo y visitar a todos sus vecinos contándoles
acerca de su proyecto, pues allí había gente con muchas necesidades y probablemente
escuchando de lo que se trataba su idea, podrían convertirse en socios o compañeros de
trabajo para de ésta manera progresar juntos.

A Mateo le fue muy bien en su recorrido pues como lo conocían y sabían que era una
persona responsable y solidaria muchos decidieron unirse a la cooperativa y comenzar a
trabajar con IGUALDAD Y EQUIDAD para todos; pues sólo así podrían conseguir grandes
beneficios para mejorar su estilo de vida y el de sus familias.
Todos comenzaron a reunirse en la casa de Mateo la que por ahora sería su sede o lugar
donde llevarían a cabo todos los proyectos de la cooperativa y así trabajando en equipo
lograr sus expectativas, pero faltaba algo muy importante…debían elegir quienes serían las
personas encargadas de administrar la cooperativa.

Mateo siempre fue muy correcto en sus cosas por eso decidió hacer uso de la
DEMOCRACIA y por medio de una votación eligieron quién sería la cabeza o líder de su
grupo.
Y fue así, que después de realizar una votación decidieron que Mateo sería la persona
indicada para ser su líder y representante.

Luego de tener todo listo empezaron a trabajar por sus necesidades, cada socio o
compañero aportó lo poco que tenía para poder reunir dinero y poder realizar su idea
principal….un colegio para los niños del pueblo.
También construyeron una plaza de mercado donde cada socio tenía su puesto o local
donde ofrecía lo que producía en sus fincas y así se ayudaban todos y vendían sus
productos a sus demás vecinos.

Y fue así como poco a poco Mateo cumplió su sueño y logró ayudar a todas las personas
más necesitadas y que confiaron en él.