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En el periodo revolucionario de 1810 desde el cual el pueblo quiere la instalación de un

nuevo gobierno, se convoca a un cabildo abierto que fue el primer gobierno patrio
simiente para la independencia nacional Argentina.
Luego de varios y turbulentos conflictos civiles, la emancipación definitiva llegó con la
constitución de 1853 , que instauraba como principios básicos la división de poderes, la
igualdad ante la ley y un respaldo absoluto a la propiedad privada y el libre comercio. Los
distintos gobiernos surgidos de la carta magna potenciaron las infraestructuras , alentaron
la inmigración y la inversión extranjera.
Las transformaciones sufridas a partir de 1850 determinan una nueva tipología , aparece
la casa chorizo como resultado de la oleada de inmigrantes europeos, de clase media
urbana, trayendo consigo la herencia arquitectónica de la casa pompeyana, europea.
Muchos se dedicaban a actividades comerciales y rápidamente pudieron acceder a la
vivienda individual, como inquilinos o propietarios.
La ciudad de Buenos Aires, había sustituido lentamente las casas de adobe y paja por
viviendas construidas con muros de ladrillos zaguanes con puerta “cancel”, patios
interiores y habitaciones alineadas a lo largo de los patios, aprovechando así al máximo,
la que ofrecían los lotes urbanos que median 8.66 por 25 mts de largo.
La arquitectura de la casa chorizo suele ser rebozada y utiliza recursos formales como
las molduras, zócalos y cornisas de color uniforme gris , en muchos casos, conservando
siempre la idea de masa.
El esquema es muy simple: la sección se compone de una habitación galería-patio,
ocupando la totalidad de la parcela, de medianera a medianera. En planta van uniéndose
una sucesión indefinida de habitaciones iguales, que ventilan la galería y el patio, con la
zona de servicio al fondo.
.

Después de la caída de rosas 1852 tomó impulso la construcción. Comienzan a


aparecer las casas con techo de azotea, que era el tipo de vivienda de gente pudiente
(Lavalle y 25 de mayo casa de doña Águeda Ponce de león navarro sin ochava)
La población era estable, pero las familias más pudientes tenían casas para su residencia
tanto en Quilmes como en la capital federal.
Los malos caminos y primitivos medios de transporte, hacían preferible permaneces en
Quilmes durante el verano y en la ciudad en invierno. Quedando al cuidado de caseros las
viviendas. Esa costumbre hizo de Quilmes un pueblo de veraneo, razón por las que se
edificaron aquí muchas casa quintas, todas de tres cuerpos distribuidas en forma de H, la
mayoría de estas contaban con un amplio salón central que unía el frente con los fondos,
con una importante claraboya con vidrios de colores que mantenía iluminado el ambiente
durante todo el día.
El patio posterior estaba embaldosado y tenía en el centro un aljibe, seguía un amplio
parque con senderos, estatuas y glorietas. Las casas quintas más importantes que tuvo
Quilmes fueron “el Dorado” de la familia Dorado, la Regina de la familia Fortunato cichero,
la atalaya construida por Horacio bossi casares y luego la residencia de José Evaristo
Uriburu.
luego de una epidemia de fiebre amarilla en 1871 muchas familias pudientes se
trasladaron hacia el norte.
. Durante el gobierno de Rosas se hacen muchas viviendas con techo de azotea, con
tirantes de madera o troncos de palmera, que toman mayores proporciones que las
anteriores.
Las construidas en esquina no tenían ochava salvo raras excepciones.

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