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1. Introducción
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5Tampoco puede descartarse, por supuesto, la hipótesis menos probable de que se trate de un poema
escrito por un aragonés para una audienda castellana. En todo caso, la lengua del poema es castellana o,
al menos, rayana. La grafía es claramente aragonesa, con profusión de "y" griegas, aunque con un caracter
exagerado que corresponde a la idiosincrasia de la grafía de Miguel Sancho, a la cual corresponde sin duda
la copia conservada.
6VAN DIJK, Teun A., La ciencia del texto: un enfoque interdisplinario, Barcelona, Paidós, 1989.
VAN DIJK, Teun A., La noticia como discurso: comprensión, estructura y producción de la información,
Barcelona, Paidós, 1990. Su idea básica consiste en postular un nexo funcional entre el proceso de produc-
ción del texto, su proceso de recepción, y referir ambos al contexto del proceso comunicativo.
7Efectivamente los notarios, dedicados muchos de ellos además al comercio y a la gestión de rentas
muebles e inmuebles, constituían uno de los nŭ cleos de la oligarquía darocense, y aparedan en numerosos
casos como oficiales del concejo.
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8 APD [Archivo de Protocolos de Darocal, n. 1234, [fol. 119 tris], doc. 308. Las anotaciones personales
realizadas en los protocolos son relativamente frecuentes en las guardas y cubiertas, no así en su cuerpo.
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16E1 Cronicón de Valladolid (1333-1539) , Valladolid, Grupo Pinciano, 1984, p. 136 señala como la
fecha de nacimiento del príncipe la del 30 de Junio de 1478, en torno a las diez u once de la mañana, en la
ciudad de Sevilla. El 9 de Julio de ese mismo año fue bautizado en la Iglesia mayor de Sevilla por el carde-
nal D. Pero González de Mendoza, arzobispo de Sevilla. La celebración del nacimiento del príncipe fue
también celebrada en textos literarios: en la Consolatoria de Castilla , de Juan Barba, se incluye una copla
castellana sobre el nacimiento del principe: "Sevilla la que fundó/ Ercoles el muy famoso/ plugo a Dios
que meregió/pringipe tan copioso./ Pues nagistes en Sevilla,/poderoso, syngular,/ya podéis todo ganar/ y a
Granada y su quadrilla,/ y ternéis para gastar/ y aun xabón para tirar/los borones de Castilla." Cfr. CATE-
DRA, Pedro M. , La historiografía en verso de la época de los Reyes Católicos: Juan Barba y su 'Consola-
toria de Castilla' , Ediciones Universidad de Salamanca (Acta Salmanticensia, Textos Medievales, XIII),
Salamanca, 1989, pp. 217-218. Seg ŭn ZURITA, el principe nació efectivamente el 30 de junio de 1478,
aunque cita que segŭn las memorias del doctor Lorenzo Galindes de Carvajal lo hizo el día 28 de dicho
mes. Sería bautizado el 15 de julio, apadrinado por el veneciano Nicolás Franco, obispo Paternino legado
del papa en España, y los embajadores de Venecia y algunos grandes. El padre de Fernando II intentó por
todos los medios que su nieto fuera traído a Aragón, pero sus padres insistieron en encargarse ellos mis-
mos de su educación [Jerónimo ZURTTA, Anales de la Corona de Aragón, Vol. 8. Zaragoza, Diputación
Provincial, Institución Fernando el Católico, 1979, pp. 336-3371.
17"Los desposorios entre Felipe el Hermoso y Juana tuvieron lugar en Malinas, el 5 de Noviembre de
1495, ostentando Francisco de Rojas-hombre alcanzado cuya pobreza de vestuario fue objeto de criticas-
la representación de la infanta en el acostumbrado ceremonial de tomar personalmente posesión del lecho
de los futuros cónyuges. Casi al mismo tiempo se celebraba en Valladolid otra ceremonia semejante para
unir a Juan y Margarita; el bastardo Baudouin representó a esta ŭltima. En ningŭn caso hubo dote, por-
que, siendo la obligación reciproca, a causa del doble matrŭnonio, se suprimió en ambas partes: es induda-
ble que, con ello, fue también eliminada una fuente de disputas. Se compensaba el perjuicio que podía
producirse a ambas esposas fijándoles, en uno y otro país, rentas iguales, de veinte mil escudos al año. Las
de Margarita de Austria fueron situadas en And ŭjar" [SUAREZ FERNANDEZ, Luis, y FERNANDEZ
ALVAREZ, Manuel, La España de los Reyes Católicos (1474-1516), en la Hŭtoria de España dirigida por
Ramón Menéndez Pidal, Madrid, Espasa-Calpe, 1978, p. 426].
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Estando los Reyes Católicos en Burgos, [de] que la princesa madama Mar-
garita avía llegado les vino nuebas, y abía desembarcado en España. De que
recibieron mucho placer, y lo mismo higo toda la corte, convidándose muchos
de los grandes para ir por ella, a la traer. Principalmente el condestable don
Bernardino de Velasco, el qual lo suplicó más ahincadamente a Sus Altezas,
que le hiciesen la merced de le dar licencia para ir aquel camino por la Prince-
sa, pues su venida avía de ser por los más lugares de su tierra.
Y ellos se la dieron; y se partió de Burgos muy acompañado de señores y
cavalleros y muchas otras jentes, y fue donde estava la Princesa, y la trajo a la
ciudad de Burgos, haciéndoles muchas fiestas y regocijos en todos los lugares
por do pasaron. Y tres leguas antes de llegar a la ciudad, le salió el Rey Católi-
co al camino, y la vino acompañando y hablando con ella y con los que con ella
venían, con mucho placer y regocijo.
Y sabido por la Reina su venida, salió hasta los corredores de la casa, a la
regibir, con sus damas, muy ataviada con muchas perlas y piedras preciosas y
ricos atavíos, conforme a su estado. Y no menos venía la princesa madama Mar-
garita; porque como ella fuera muy hermosa y muy blanca, pareciale en estremo
la mucha riquega de oro y piedras preciosas que sobre sí traía. Y no menos had-
an sus damas, las quales todas venían vestidas a sus usos. Donde fue mucho de
ver el recebimiento que la Reina le higo.
Y besándola y abragándola muchas veces, la Ilevó consigo a su aposento."
isSobre la sensación de amenaza con que los franceses vieron este doble proyecto matrimonial, Cfr.
MARTIR DE ANGLERIA, Pedro, Estudio y traducción de José LOPEZ DE TORO, Epistolario , en
Documentos inéditos para la historia de España , Madrid, 1953, tomo IX, p. 296.
19SUAREZ FERNANDEZ, Luis y FERNANDEZ ALVAREZ, M., Op. cit., pp. 426-427.
20SANTA CRUZ, Alonso de, ed. y estudio de Juan de Mata Carriazo, Cránica de los Reyes Catálicos,
dos vols., Publicaciones de la Escuela de estudios Hispanoamericanos de Sevilla, 1951, pp. 164-165.
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Temblamos al pensar que todo esto algŭn día nos acarree a nosotros la
infelicidad y la perdición de España. Preso en el amor de la doncella, ya está
demasiado pálido nuestro joven Principe. Los médicos, juntamente con el Rey,
21 Si excelente fue la acogida, también lo fueron los festejos de celebración de la boda, aunque un des-
graciado suceso vino a empañar la alegría. Pedro Martir de Anglería en una carta al cardenal de Santa
Cruz, fechada el 29 de Abril de 1497, describe lo sucedido con singular estilo, y se permite aventurar que
la desgracia se cierne sobre dicho matrimonio: "Se organizaron juegos de cañas al estilo troyano y demás
solemnidades, cual convenía a la pompa real. Mas advierte que, seg ŭn su costumbre, la Fortuna mezcló su
infausta copa de hiel entre tanta alegría: a rienda suelta, los jóvenes de la corte corrían a porfía por las
calles de la ciudad. A Alonso de Cárdenas, el hijo más querido del Comendador Mayor de Santiago, se le
puso de pie el corcel, derribando por la cabeza al joven, en pleno florecimiento de la vida y de la opulen-
cia; le pisoteó el pecho y le quebró las costillas. Dicen que apenas sobrevivió cuatro horas, sin pronunciar
una palabra. Esta muerte perturbó estos nuestros regocijos de bodas y las canciones nupciales. Los próce-
res cambiaron los tejidos de oro por el traje de luto para ir a consolar al padre del joven. No obstante,
hubo que Ilegar hasta el final de los aplausos comenzados, pero ya sin alegría. Anonadados todos con la
inesperada desgracia de tan distinguido joven, ya nadie se atreve a soltar las riendas. Bajo el peso del
dolor, parecen presagiar que estas bodas no van a ser felices por mucho tiempo." MARTIR DE ANGLE-
RIA, P., Op. cit., p. 332.
22MARTIR DE ANGLERIA, Pedro, Epŭtolario , tomo IX, p. 334.
23"Nuestro joven, ardiendo en amor, consiguió de sus padres se le dispusiera el lecho matrimonial, Ile-
gando, por fin, a los deseados abrazos". MARTIR DE ANGLERIA, P., Op. cit., p. 332
24SUAREZ FERNANDEZ, Luis, Op. cit. , p. 507, cita el libro del Duque de Maura, El principe que
muria de amor, Madrid, 1944, Cfr. 182 y sigs., como uno de los libros que aceptan esta versión.
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aconsejan a la Reina que alguna vez que otra aparte a Margarita del lado del
Príncipe, que los separe y les dé treguas, alegando que la cópula tan frecuente
constituye un peligro para el Principe. Una y otra vez la ponen sobre aviso
para que observe cómo se va quedando chupado y la tristeza de su porte; y
anuncian a la Reina que, a juicio suyo, se le pueden reblandecer las médulas y
debilitar el estómago. Le instan a que, mientras le sea posible, corte y ponga
remedio al principio. No adelantan nada. Responde la Reina que no es conve-
niente que los hombres separen a quienes Dios unió con el vínculo conyugal.
Le arguyen que el Principe desde la infancia ha sido de naturaleza débil y que
ha sido criado a base de pollos de gallina y de otros alimentos flojos de esta
clase, como un inválido. Le aconsejan no confie en el ejemplo del marido, al
cual desde el vientre de su madre dotó la naturaleza de una admirable robustez
de cuerpo, repitiéndole que existe una gran diferencia entre el padre y el hijo.
La Reina no escucha a nadie y se obstina en su decisión de mujer. Se ha trans-
formado en otra que nunca hasta ahora habíamos sospechado en ella. Yo siem-
pre he proclamado que era una mujer constante; no quisiera llamarla contu-
maz; se confía demasiado. Ya he divagado bastante. Dios lo enderece todo en
bien".
25MARTIR DE ANGLERIA, P., Op. cit. , pp. 334-335. En torno a esta carta, y a la versión que atri-
buye la muerte del princpe Juan al exceso erótico, comenta HILLGARTH, J.N., Los Reyes Catálicos
1474-1516 , Barcelona, Grijalbo, 1978, p. 256 que "la precisión de la profecía que contiene hace que uno se
pregunte si no fue insertada después de la muerte del principe en Octubre del mismo año. Causas más
prosaicas, como un ataque de viruela, pudieron contribuir a su fin".
26 Sobre este episodio, María Goyri de Menéndez Pidal cita en su artículo "Romance de la muerte del
principe D. Juan (1497), Bulletin Hispanique, VI, 1904, pp. 29-37 los libros de Fernández de Oviedo, Libro
de la cámara del Principe D. Juan. Bibliófilos españoles, Madrid, 1870; el libro de GOMEZ IMAZ, Algu-
nas noticias referentes al fallecimiento del principe don Juan , Sevilla, 1890. Cfr. también CAMON
AZNAR, J., Sobre la muerte del principe don Juan, Madrid, Real Academia de la Historia, 1963.
27En el Cronicón de Toledo, p. 174 se hace alusión a que el día 21 de Mayo de 1488 "adoleció el Sr.
príncipe en Murcia[...] de disenterta con tenasmo é fiebre continua". Al poco tiempo enfermó de viruelas.
Segŭn sefialan SUAREZ, y FERNANDEZ, Op. cit p. 507, nota 2," los médicos aconsejaron fortalecer al
muchacho con carne de tortuga, y esto dio origen a una b ŭsqueda angustiosa de estos animales para su ali-
mentación".
28La recepción a los príncipes en la ciudad de Salamanca fue magnífica, tal y como señala Mártir de
Anglería: "Así, pues, el día 28 de septiembre entró el Prícipe en Salamanca; y fue tanto el aplauso de
trompetas y atabales con que sus vecinos le recibieron, que parecía rasgarse el aire de j ŭbilo. i0h, que
melodías de citaras, qué diversidad de cantos, qué himnos nupciales preparó el clero! No salieron con más
alegría en la fabulosa Tebas a recibir a su Baco cuando regresaba vencedor de la India, ni a su Hércules
cuando venía de España. Bien merecía la pena contemplar en el campo las formaciones de la caballería
ligera; era no sólo hermoso, sino admirable, ver los jaeces de los caballos, los adomos de los jinetes. Cree-
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rías que en aquel día se dieron allí cita todas las riquezas de España. Los coros de niños y niñas, desde los
tablados construídos en las plazas y desde las ventanas de las casas, imitando celestes armonías, recreaban
en extremo los ánimos de los transe ŭntes. Con juncias, perfumados tomillos y demás hierbas olorosas esta-
ban alfombradas las calles por donde había de pasar la comitiva. Todas las portadas estaban adornadas de
ramas verdes y las paredes de las casas cubiertas de artísticos tapices admirablemente fabricados por arte-
sanos flamencos.", Op. cit. , pp. 344-345.
29Alonso de Santa Cruz describe la despedida entre ambos, y el impacto que la muerte tuvo en sus
padres (op. cit., p. 168).
30Ibidem.
31 E1 cadáver fue trasladado a Avila, donde se realizaron los funerales, "conforme a la tradicional cos-
tumbre española, vestida toda la corte de tosco sayal", comenta Mártir de Anglería, Op. cit. , p. 346, para
añadir a continuación que "allí queda enterrada la esperanza de España entera". Esta concepción de las
consecuencias de la muerte del príncipe será recogida por los textos literarios que tratan este motivo. Már-
tir de Anglería se refiere al príncipe Juan como "la ŭnica luz de toda España se ha extinguido", y el " ŭnico
ojo que tenía [España]. Obsérvese el parecido, con obvia funcionalidad enaltecedora, con los términos
que aparecen en el poema estudiado: "Espejo y guía" y "Ilugero de nuestra España".
32[...) Los recibímos en Toledo y, después de pasar allí un mes no completo, nos encaminamos hacia
Aragón con el fin de que los Reyes conozcan los reinos que heredarán por derecho paterno. Se convocan
las Cortes y las Juntas. Celebrarán sus reuniones, pero recelamos que surjan algunos inconvenientes. Estos
tarraconenses, lo mismo que los aragoneses, los valencianos y los catalanes, son gente terca. Con pies y
manos pelean porque no sufran menoscabo sus derechos. Conforme a la vetusta constitución de su patria
y a sus tradicionales leyes, guardan severamente lo estatuído de que ninguna Reina empuñe entre ellos el
cetro. Quieren que, en defecto de legítima prole masculina, sea proclamado Rey el varón más próximo al
Rey que muere, de quienquiera que sea hijo. No obstante, alimentamos una débil esperanza: Manuel ha
traído encinta a su esposa Isabel. Si ésta Ilega a alumbrar un varón, yo te prometo que se-acabarán todas
las discusiones sobre esta materia, pues no habrá nadie más próximo al Rey —supuesto que no tiene
hijos— que el nieto por parte de la hija. Ahora bien; si da a luz una niña, los tendremos a ellos por herede-
ros de los reinos, aunque sea difícil que se inclinen a este criterio." MARTIR DE ANGLERIA, Carta al
Arzobispo de Braga, fechada el 22 de Junio de 1498, Op. cit. , pp. 368-369. Sobre la castellanofilia de Már-
tir de Anglería, y su valoraciones sobre las actitudes del reino aragonés, Cfr. ARMILLAS VICENTE,
José Antonio, "Aragón visto por un humanista: Pedro Mártir de Anglería", Estudios del Departamento de
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Historia Moderna , Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza, 1974, pp. 25-39, donde se hallará abundan-
te bibliografía sobre la cuestión. Sobre el episodio concreto de las cortes aragonesas de 1498, Cfr. p. 30.
Sobre la ideología, en general, y sobre la obra de Mártir de Anglería, Cfr. LOPEZ DE TORO, José,
"Pedro Mártir de Anglería, cronista intimo del Emperador", Hispania , XVIII, 1958, pp. 469-504; TORRE
REVELLO, José, "Pedro Mártir de Anglería y su obra De orbe novo", Thesaurus , XII, 1957, pp. 133-153;
RAMOS PEREZ, Demetrio, Variaciones ideológicas en torno al Descubrimiento de América. Pedro Már-
tir de Anglería y su mentalidad ,Valladolid, Seminario Americanista de la Universidad de Valladolid,
(Cuadernos Colombinos, X)„ 1982; RAMOS PEREZ, D. , El efecto rectificador que impuso a la literatura
el hallazgo de un nuevo mundo: el caso de Pedro Mártir de Anglería en Medina del Campo , Valladolid,
Real Academia de Bellas Artes; MESEGUER FERNANDEZ,Juan, "El cardenal Cisneros en el epistola-
rio de Pedro Mártir de Anglería", en Homenaje a Pedro Sainz Rodriguez , III, Madrid, Fundación Univer-
sitaria Española, 1986, pp. 495-509. Sobre el sentimiento nacionalista aragonés en la época, Cfr. José
Angel SESMA MUÑOZ, "Estado y nacionalismo en la Baja Edad media. La formación del sentimiento
nacionalista aragonés", Aragón en la Edad Media , VII, Zaragoza, 1987, pp. 245-273.
33La crisis sucesoria despertaba los dormidos conflictos entre la absorbente monarquía y los privile-
gios regionales. Se adivinaba también un recelo contra la unión de la Corona con Portugal porque, ilustra-
dos con la experiencia presente, los procuradores temían admitir para el país un rey lejano que nunca, o
casi nunca, residiría en él. No debemos juzgar los hechos seg ŭn el cauce marcado por ideas muy posterio-
res. Lo que a los historiadores del siglo XIX les parecía un bien absoluto, difícilmente podía serlo para
quienes padecían las consecuencias de un régimen político que destruía ancestrales instituciones tan queri-
das como si fuesen el exponente de la libertad. Un rey próximo, propio, exclusivo, es el principal deseo
polftico que abriga una mente medieval." [SUAREZ FERNANDEZ, FERNANDEZ ALVAREZ, Op.
cit. , pp. 477-478].
34 E1 probema sucesorio aragonés estaba resuelto de forma muy precaria. Mientras Manuel, desolado,
emprendía el regreso a Portugal, y el cadáver de su esposa recibía sepultura en Santa Isabel, de Toledo, las
Cortes de Zaragoza, continuadas bajo sombría atmósfera, prestaban juramento al principe recién nacido
(22 de Septiembre de 1498), bajo reserva, puramente nominal, de que si del matrimonio de los Reyes
Catóicos pudiera nacer a ŭn otro hijo varón, éste, y no su nieto, sería el heredero." [SUAREZ FERNAN-
DEZ, FERNANDEZ ALVAREZ, Op. cit. , p. 478].
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mente reclamada por Maximiliano, su padre, que la casaría más tarde con
Filiberto de Saboya.
Hasta aquí llega el relato de los sucesos históricos que nos ayudan a
contextualizar el poema, pero para comprender un poco mejor la funcio-
nalidad del texto, resulta de indudable importancia tener en cuenta que
esta inédita elegía funeral" a la muerte del principe Juan no es la ŭnica
manifestación literaria que se produjo con motivo de tan luctuoso suceso,
y que, por tanto, se relaciona con toda una serie de textos contemporáne-
os de tema similar que conviene recordar para confrontar similitudes y
diferencias. Giuseppe Mazzocchi ha serialado que a pesar de no disponer
de un completo inventario de todo lo que se publicó con motivo de este
acontecimiento, "en su conjunto, todos los textos que se compusieron [...]
nos dan una pauta casi exhaustiva de los géneros literarios más practica-
dos durante el reinado de los Reyes Católicos, de la poesía narrativa en
latín al romance popular, del tratado en prosa a la carta consolatoria, de
los géneros líricos menores a poemas elegíacos de mayor extensión"", lo
que parece demostrar que la muerte del principe fue un suceso que con-
mocionó profundamente a sus contemporáneos,y obtuvo amplia repercu-
sión literaria.
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Vidale, 1906, p. 35." p. 94.3]. Se tiene noticia asimismo de un breve poema griego sobre este tema, tres dís-
ticos de Constantino Láscaris , Cfr. J.-P. Migne, Patrologia Graeca , 161, col. 969.
En cuanto a la Iírica en castellano hay que tener en cuenta, en primer lugar, las composiciones de
Juan del Encina sobre el tema: "Son el romance Triste España sin ventura, y el villancico A tal pérdida tan
trŭte que se encuentran completos sólo en el incunable de la Tragedia trobada del mismo Juan del Enci-
na, A la dolorosa muerte del Principe don Juan de gloriosa me/ moria: hijo delos muy catolicos Reyes de
España. Don / Femando el quinto: y doña Isabel la tercera deste nombre / Tragedia trobada por Juan del
Enzina. [s.]. s.i. s.a.] , [6] hojas, Fol., got., 2 columnas." notas 5 y 12, pp. 94-95. Seg ŭn señala MAllOC-
CHI, de este incunable existen dos ejemplares, uno se encuentra en la biblioteca de la Real Academia
Española (1-8), encuadernado con el Cancionero de las obrczs de Juan del Encina, recogido por Cotarelo
en apéndice a su edición fascimilar, Cancionero de Juan del Encina. Primera edicián. 1496. Publicado en
facsimile por la Real Academia Española , Madrid, 1928. Este ejemplar está incompleto (le faltan 22 coplas
del texto y el romance y el villancico finales). El otro ejemplar está completo. Perteneció a Salvá y Here-
dia, y se encuentra en la biblioteca de la Hispanic Society of America, encuademado con la edición de
1516 del Cancionero; de aquí proceden las dos ediciones modernas de Clemente Terni, y Ana María Ram-
baldo.
Otra composición de extraordinario interés son las décimas del Comendador Román, transmitidas en
un sólo incunable, cuya descripción es la siguiente: Esta obra es sobre el / fallecimiento del Principe nues-
tro se-/ ñor que santa gloria aya: Hizola el co/ mendador rroman criado delos Reyes/ nuestros señores.
[s.].-s.i.-s.a.], [8] hs. Fol. got. 2 columnas. Seg ŭn K. Haebler, Tipografta ibérica del siglo XV , La Haya,
Leipzig, 1902, n. 583; y F. Vindel, El arte tipográfico en Espaii a durante el siglo XV. Vk Valladolid, Toledo,
Huete y Pamplona, Madrid, 1950, pp. 85-87, fue impreso en Toledo en 1498 por Antonio Téllez.
Existen también varios romances, con diferentes versiones, sobre el tema de la muerte del principe
Juan. Cfr. M. Goyri de MENENDEZ PIDAL, "Romance de la muerte del principe don Juan (1497),
Bulletin Hispanique , VI, 1904, pp. 29-37; Narciso ALONSO CORTES, "Romances tradicionales", Revue
Hispanique , L, 1920, pp. 223-224; Abraham GALANTE, "Quatorze romances judeo-espagnols", Revue
Hispanique , X, 1903, n° 13, pp. 604-605; Paul BENICHOU , Romances judeo-españoles de Marruecos ,
Buenos Aires, 1946, n° LXIV; Michael MOLHO , Usos y costumbres de los sefardies de Salánina , Madrid,
1950, p. 269; José PEREZ VIDAL, "Romances tradicionales. La muerte del principe Juan", Reviste de
Historia , XVII, La Laguna, 1951, pp. 312-317
En lo relativo a textos en prosa, MAllOCCHI señala un tratado de Alonso de Ortiz, Fallecimiento
del Principe don Juan , Biblioteca Universitaria de Salamanca, Ms. 367. El manuscrito tiene 37 ff. ; el trata-
do ocupa los primeros 32, los ff. 33-37 contienen una Oración consolatoria a los Reyes Católicos. Cfr.
Alonso de Ortiz, Diálogo sobre la educacián del Principe don Juan, hijo de los Reyes Cat6licos (ed. de
G.M.Bertini), Madrid, Porrŭa Turanzas, 1983, pp. 15-19. AA.VV. , Bibliography of Old Spanish Texts ,
Madison, Hispanic Seminary of Mediaeval Studies, 1984, 3' ed., n. 2700.
Y, por ŭltimo, existen una serie de cartas consolatorias que se dirigieron a los monarcas después de la
muerte de su ŭnico hijo varón. Estas misivas, señala MAllOCCHI, debieron de ser muchas, aunque las
ŭnicas que se conocen bien son las de Fray Iffigo López de Mendoza. El ŭltŭno que las publicó fue Julio
Rodriguez Puértolas, Fray lñigo de Mendoza y sus "Coplas de vita Christi", Madrid, Gredos, 1968, pp. 80-
83. Las cartas que fueron escritas después de la muerte de la infanta Isabel (23 de Agosto de 1498) se
refieren a la muerte de ésta y del príncipe don Juan a la vez.
37 1anto la composición de Juan del Encina, como la del Comendador Román son obras de extensión
mucho mayor que las dos estrofas de nuestra composición. Esto trae como consecuencia sensibles diferen-
cias. La composición de Juan del Encina desarrolla, tras una introducción repleta de alusiones mitológicas,
el resumen de la vida del principe (nacimiento, niñez, boda y muerte), vv. 17-96; contin ŭa con la reacción
de los Reyes a la noticia de la enfermedad y muerte de su hijo (vv. 153-184); la fecha y el lugar de la misma
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(vv. 265-280 y vv. 329-360); la consideración que para todos tuvo el fallecimiento del príncipe (vv. 705-
712), terminando con nuevas alusiones a los Reyes y a la princesa Margarita. La composición del Comen-
dador Román presenta 37 coplas introductorias, en las que se desarrolla una meditación general sobre la
muerte, entre las cuales se alude de forma muy breve a la historicidad del hecho (XXIV-XXVI), y conti-
nŭa con un nŭ cleo central, fuertemente alegórico, que desarrolla un encuentro entre la Razón y el senti-
miento sobre la muerte del principe, y un duelo entre la Razón y la Muerte con el mismo tema, para ter-
minar con tres coplas finales dirigidas a los Reyes. Cfr. G. MAllOCCHI, Art. cit.
38 Poco tiene que ver el poema que nos ocupa con la composición de Juan del Encina en el aspecto
retórico, pues la ambiciosa obra de Encina (que entrecruza la sucesión histórica de los hechos con conti-
nuas reflexiones fllosófico-morales) está repleta de erudicción clásica y mitológica (Cfr. como ejemplo las
estrofas 1-2), y presenta un nivel de elaboración del lenguaje muy destacado, como correpsonde a una
composición que apunta hacia el modelo literario de Juan de Mena (Cfr. G. MAllOCCHI, Art. cit. , p.
103). El uso de frecuentes alegorías en las décimas del Comendador Román, (repletas por lo demás de
abundantes comparaciones, metáforas y símbolos muy bien señalados por MAllOCCH11, también dis-
tancia a esta obra de la sencillez retórica de nuestro poemita:
39Existen toda una serie de referencias en las obras de Juan del Encina y el Comendador Román, que
no aparecen en las estrofas que incluye el notario darocense en su documentación: las alusiones a lo
incierto de la muerte, y al carácter "democrático" de ésta ( Cfr. C. Román, vv. 1-30; J.del Encina, vv. 289-
304); la comparación de la corte terrena y la celestial (Cfr. C.Román, vv. 231-240, vv. 351-355, vv. 1011-
1012; J. del Encina, vv. 313-464); tópicos de la poesía elegíaca del XV como la referencia a la tierra o el
ataŭd que guarda el cadáver (C.Román, w. 271-280; Encina, vv. 281-288). Cfr. G. MAllOCCHI,Art. cit. ,
pp. 97-102.
40Las citas de esta obra de Encina las he tomado de Juan del Encina, ed. introducción y .notas de Ana
María Ramblado, Obras completas. IL , Madrid, Espasa-Calpe, Clásicos Castellanos, 1978, pp. 155-182.
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figuras del principe Juan y la princesa Margarita, alguna de ellas casi lite-
ralmente semejante a las que aparecen en las dos estrofas darocenses:
"Desde allá, desde el cielo, la tierra dotaste/de Principe tal que tal nunca
fue " (vv. 41-42); "Con otro serior, perdiéndole tal/salvo si fuese al Principe
igual: igual en el mundo no creo que oviesse " (vv. 790-792); "La perla pre-
ciosa por mar nos traxeron,/la gran Margarita, la flor de Alemania;/juntó-
nosla Dios con la flor de Esparia/que nunca en el mundo tales dos se vieron
"(vv. 49-52); "Mostró Salamanca tal gozo en llegando/los principes ambos,
tan bien recibidos " (vv. 73-74); "La Reyna, su madre, su muerte no
vio,/que estava en las bodas y en su regozijo,/casava la hija, muriósele el
hijo;/hijo, y iqué hijo!, qual nunca nació " (vv.177-180). Del mismo modo,
las metáforas y términos enaltecedores del poema darocense "espejo",
"guía", "llugero de nuestra Esparia" no son muy diferentes de los utilizados
por Encina: "Murió nuestro Principe, joya preciosa "(v.250); "el que era de
Esparia triunfo y victoria "(v.662); "Sus padres perdieron un hijo
acabado//a flor de sus bienes, la luz de sus ojos "(vv.705-706); "perdieron
los Reyes un muy claro espejo /que todas las virtudes en él reluzian/en él
los primores ya resplandecían" (vv.737-739); "perdióse el luzero de toda la
corte" (v.745); "el sol que les daba claror a su lumbre" (v.745); "la gloria
de España ya toda es perdida" (v.413); "El nuestro luzero , primor de pru-
dencia" (v.481); "la gran flor de España llevó Dios en flor" (v.793).
El villancico de Encina "A tal pérdida tan triste", y el romance "Triste
Esparia sin ventura" del mismo autor presentan también algunas similitu-
des con las estrofas darocenses como el tópico de la ausencia de consola-
ción posible, la magnificación de la pérdida que supuso para Esparia la
muerte del principe, y la invitación al llanto. Las décimas del Comendador
Román por su parte, aunque utilizan un lenguaje profundamente alegóri-
co muy diferente al del poema darocense, desarrollan temas similares.
Existe, en consecuencia, una serie de rasgos temáticos, y en alguna oca-
sión hasta formales, como hemos visto, que unifican a los textos poéticos
que tratan el tema de la muerte del principe Juan.
Por supuesto, como ya hemos serialado, el breve poemilla darocense
no se puede comparar de forma ventajosa desde el punto de vista literario
con las composiciones de Juan del Encina, las décimas del Comendador
Román, u otras célebres elegías del siglo XV". De hecho, esta "defun-
ción", segŭ n la diferenciación que establece Camacho Guizado", tiene
41 Nos referimos, por ejemplo, a las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique, ampliamente
estudiadas; o las endechas a la muerte de Guillén Peraza ( Cfr. el excelente estudio de Francisco RICO,
"Las endechas a la muerte de Guillén Peraza", en su libro Texto y contextos. Estudios sobre la poesía espa-
Flola del siglo XV , Barcelona, Critica, 1990, pp. 100-158, particularmente interesante por su análisis estilís-
tico, histórico, y contextual de dicha composición).
42Camacho Guizado al estudiar la elegía cortesana del siglo XV diferencia los "poemas de muertos",
que se centran en aspectos que atañen a una muerte concreta, de los "poemas de muerte", que aluden al
322
EL IMPACTO DE LA MUERTE DEL PRINCIPE JUAN EN DAROCA (1497-1498)
pocos de los elementos que han hecho célebres a las anteriores elegías:
Aunque no se indica el tiempo en el que se produce la muerte (elemento
que aparece en algunas "defunciones" del XV), la composición se abre, de
acuerdo con la retórica del género, con una exhortación general al llanto,
que presenta una sutil gradación del orden jerárquico-social ("grandes,
chicos de Castilla"), y prosigue con una reiteración anafórica del término
"lloremos" que acomparia a las fórmulas tópicas de magnificación del
dolor. La ausencia de nombres propios identificadores se suple con la
mención de los títulos, y en el caso del difunto, con una serie de términos
metafóricos enaltecedores (espejo, guía, llugero de nuestra Esparia), que
anteceden a los tres ŭltimos versos de la primera estrofa, de hondo signifi-
cado polftico a la luz del contexto histórico.
La segunda estrofa, dedicada a la princesa, resalta su origen, recuerda
la extraordinaria bienvenida que le dieron los nobles, y se solidariza con
su dolor, con términos y recursos muy similares a los de la primera estrofa.
Por su brevedad y condensación carece de los interesantes tópicos elegíacos,
alusiones mitológicas, y alegorías de las otras composiciones, pero, no
está su mayor virtud en lo estrictamente literario, dónde radica el interés de
la composición?. La respuesta creemos que está en su importancia como tes-
timonio ideológico, político e histórico del impacto que supuso la muerte del
principe Juan, (y la crisis sucesoria consiguiente), en la ciudad de Daroca.
Un nŭmero suficiente de estudios avalan ya la utilización de fuentes
literarias 43 para estudiar la ideología política en el siglo XV, dado que
existen abundantes textos de este tipo que aportan datos sobre la con-
cepción del poder real" en la época. Al respecto, José Manuel Nieto
sentimiento general ante ésta. Al primer tipo, recogiendo la sugerencia de Salinas, le denomina "defun-
ción". Cfr. CAMACHO GUIZADO, Eduardo, Op. cit , pp. 66-68.
43En el imprescindible artículo de José Manuel NIETO SORIA, "Apología y propaganda de la reale-
za en los cancioneros castellanos del siglo XV. Diseño literario de un modelo político", En la España
Medieval , n° 2, 1988, pp. 185-221, el autor recuerda que el profesor Alan D. DEYERMOND en su partici-
pación en el coloquio sobre la Génesis del Estado Modemo en los reinos Hispánicos. El siglo XV , Centro
de Estudios Históricos, CSIC, Madrid 5 al 7 de Noviembre de 1987, "puso especial énfasis en defender la
conveniencia de utilizar fuentes literarias en el estudio de los problemas de ideología política que se plan-
tean en la Castilla del siglo XV". p. 185. Otros trabajos de excepcional interés que avalan el enfoque son el
de Angus MACKAY, "Ritual and propaganda in fifteenth-century Castile", Past and Present , n° 107,
mayo 1985, pp. 3-43; y el de Pedro M. CATEDRA, La historiografía en verso en la época de los Reyes
Catálicos. Juan Barba y su Consolatoria de Castilla' , Salamanca, (AS, Textos medievales, XIII), 1988, pp.
49-67. Cfr., como ejemplos concretos de análisis político-ideológicos de textos literarios, FONSECA, Luis
Adao da, "Una elegía inédita sobre la familia de Avis. Un aspecto de la propaganda política en la penínsu-
la Ibérica a mediados del siglo XV ", Anuario de estudios medievales , 16, 1986, pp. 449-464; LOMAX,
Derek W., "Un poema político de 1462, en Homenaje al profesor Juan Torres Fontes, Universidad y Aca-
demia Alfonso el Sabio, Murcia, 1987, pp. 892-899; RODRIGUEZ PUERTOLAS, Julio, "Poesía satírica
medieval: Coplas de la panadera ", CT , IV, 1983, pp. 375-404; y FERRER-CHIVITE, Manuel, "Sobre las
Coplas del Tabefe y su fecha", en Actas VIII A1H , 1986, I, pp. 519-526.
44José Manuel NIETO SORIA en su artículo ofrece un inventario bibliográfico muy completo de esta
cuestión. Para ámbito no hispánico: Cfr. BOUTET, D., y STRUBLE, A., Littérature politique et sociéte
dans la France du Moyen Age , Paris, 1979; KANTOROWICZ, E.H, The king's two bodies. A study in
323
LUIS FERNANDO GARCIA MARCO / FRANCISCO JAVIER GARCIA MARCO
Medieval Political Theology , Princeton, 1981; KRYNEN, J., Idéal du prince et pouvoir royal en France á
fin du Moyen Age (1380-1440). Etude de la littérature politique du temps, Paris, 1981; PETERS, E., The
shadow king. Rex Inutilis in Medieval Law and Literature, 751-1327 , New Haven,1970. Para el ámbito his-
pánico, Cfr. BERMEJO, J.L., Derecho y pensamiento político en la literatura española , Madrid, 1986;y
Máxirrtas, principios y símbolos políticos , Madrid, 1986; FERNANDEZ DE VELASCO,R., Referencias y
trasnscripciones para la historia de la literatura política en • España , Madrid, 1945; MACKAY, A., "Ritual
and propaganda in Fifteenth-Century Castile", Past and Present , 197 (1985), pp. 3-43; MARAVALL,
J.A., Estado moderno y mentalidad social Siglos XV al XVII , 2 vols. Madrid, 1972; y TATE, R.B., "The
political allegory in Fifteenth-Century Spain: A Study of the Batalla campal de los perros contra los
lobos by Alfonso de Plaencia", Joumal of Hispanic Philology , I, (1979),pp. 169-186
45NIETO SORIA, José Manuel, Art. cit.,pp. 195-196
46Sobre estos aspectos seriala Nieto Soria los trabajos de ANDRES DIAZ, R. DE, "las 'entradas rea-
les' castellanas en los siglos XIV y XV, seg ŭn las crónicas de la época", En la España Medieval, IV. Estu-
dios dedicados al profesor don Angel Ferrari N ŭñez , I, Madricl, 1984, pp. 47-62; y "Las fiestas de caballería
en la Castilla Trastámara", En la España Medieval, V, Estudios en memoria para el profesor don Claudio
Sánchez-Albornoz , I, Madrid, 1986, pp. 81-107; de la tnisma autora; DEYERMOND , A.D, "The sermon
and its uses in Medieval Castilian Literature", La Cránica , VIII, 1980, pp. 127-145; CATEDRA, P.M.,
Dos estudios sobre el sermón en la España Medieval, Universidad Autónoma de Barcelona, Bellaterra,
1982 (Cfr. además, del mismo autor "Acerca del sermón politico en la Esparia medieval: a propósito del
discurso de Martín el Humano en las cortes de Zaragoza de 1398" BRABLB, XL, 1985-1986, pp. 17-47); y
O'KANE, E., Refranes y frases proverbiales españolas de la Edad Media , Madrid, Paris, 1971. Ariádanse a
estas referencias el libro coordinado por Adeline RUCQUOI, Realidad e imágenes del poder.. España a
fines de la Edad Media, Valladolid, Ambito, 1988, que incluye trabajos de indudable interés para esta
cuestión. Cfr. sobre todo, DEYERMOND, A., "La ideología del estado moderno en la literatura españo-
la del •siglo XV", pp. 171-193, que aporta mucha bibliografía sobre estos temas; RUIZ, Teófilo F., "Fiestas,
torneos y simbolos de realeza en la Castilla del siglo XV. Las fiestas de Valladolid de 1428, pp. 249-265;
YARZA LUACES, Joaquín, "La imagen del rey y laimagen del noble en la Castilla del siglo XV", pp.
267-291; y José Angel SESMA MUÑOZ, El sentimiento nacionalista en la Corona de Aragón y el naci-
miento de la Esparia modema", pp. 215-231.
324
EL IMPACTO DE LA MUERTE DEL PRINCIPE JUAN EN DAROCA (1497-1498)
• 325
LUIS FERNANDO GARCIA MARCO / FRANCISCO JAVIER GARCIA MARCO
50Para los no familiarizados con la estructura de las actas municipales y del propio concejo de Daroca
--en todo semejantes a los de otros concejos aragoneses—, puede ser interesante conocerlos a grandes
rasgos. El gobierno de Daroca estaba presidido por el justicia, representante del poder jurisdiccional del
rey en la ciudad y en la Comunidad de Aldeas de Daroca; la potestad de emitir legislación de obligado
cumplimiento (estatutos) así como de aprobar los pagos importantes (y, por tanto, las decisiones políticas
de especial transcendencia) residía en la asamblea de los ciudadanos y vecinos, Ilamada concello, o cons-
ceo; el gobiemo de los asuntos cotidianos quedaba en manos de una comisión permanente —el consello o
consejo-- formada por los oficiales del concejo, que se extraían mediante sorteo el día de Epifanía y que
debía reunirse todos los viernes hábiles del año. Las actas del concejo proporcionan el tipo de reunión que
se celebra (consello o concello), el día y lugar, la mención de los asistentes y, seguidamente, los acuerdos
que se van tomando (generalmente, sangrados en párrafo aparte y titulados seg ŭn su tipologfa: diputación
o poder, provisión, provisión de letras, etc.).
51 Contamos con un dato sin fecha procedente de la sección de datas extraordinarias que, no obstante,
es anterior a los preparativos del duelo, puesto que figura un par de páginas antes de los demás albaranes
referentes al tema que nos ocupa. Al parecer se debió dar una cena al mensajero que trajo la noticia de la
muerte del príncipe junto con algunos de los oficiales, pues consta que Johan Ximeno, procurador del con-
cejo de Daroca, libró a Villareal, casero, el importe de la «cena del sefior príncipe», el cual otorgó un ala-
barán de 3 sueldos 2 dineros, así como otros seis sueldos para ayuda de la "cenada" (1497. Daroca. AMD.
• Actas. 1997. 88 v. Data extraordinaria). No parece que se trate de una cena al conjunto de los oficiales,
pues éstas solían costar entre doce y treinta sueldos.
326
EL IMPACTO DE LA MUERTE DEL PRINCIPE JUAN EN DAROCA (1497-1498)
Daroca don Miguel Diaz Garlon, justicia, Miguel Lopez, almotacaf, Jay-
me Christian, lugartenient, Johan de Loperuelo, juez, Pero Menor, Jayme
Sebastian, Pero de Huerta, Francisco Pallares, Bartholome de Loperuelo,
jurados, Domingo Thomas, Bartholome Lop, Anthon Martinez, regidores,
Mastre Garcia Sebastián, Martín Medel, Polo de la Abadia, y Pero Torral-
va, consejeros," diputaron al lugarteniente y al jurado Domingo Thomas
para que fueran a Romanos a tomar unas marregas, y proveyeron que la
ciudad pagase el loguero de las mulas que ayudaran a su transporte.53
La adquisición de las ropas de luto se encargó a Miguel de Belcayre s' que
cobró tres sueldos por un viaje de un día «a comprar marregas al campo
de Romanos para don Pero Menor»", tres sueldos por un viaje a Cucalón
y Ferreruela a comprar marrega para Rodrigo Falcón, regidor.56
En el siguiente consello, celebrado el día veinte de octubre, viernes, don
Miguel Diaz Garlon, justicia, Jayme Christian, lugartenient, Miguel Lopez,
almotacaf, Pero Menor, Pero Azaylla, Jayme Sebastian, Francisco Pallares,
Pero de Huerta, Bartholome de Loperuelo, jurados, Domingo Thomas,
Bartholome Lop, Anthon Martinez, regidores, Mastre Garcia Sebastián,
Martín Medel, Polo de la Abadia, Miguel Marlo, y Pero Torralva, conseje-
ros," proveyeron efectivamente el pago del transporte de las marregas, a
saber, 25 sueldos a Garcia Martín por 5 días que invirtió en ir a buscar las
marregas, y 23 sueldos 4 dineros a Alonso de Huviedo que estuvo con una
acemila dichos cinco días. " Ese mismo día acordaron que el procurador y
el notario de Daroca rogaran y requirieran al escribano de la Comunidad
que los oficiales de la comunidad acudieran a Daroca para hacer juntamen-
te con la ciudad la fiesta y obsequios por el principe. 59 Igualmente, solicita-
ban a sus contactos en Zaragoza —concretamente al abogado de la ciudad,
micer Lorenço— información sobre el ceremonial seguido en Zaragoza y
el tiempo que se debía guardar el luto. 6° Por fin, diputaron al procurador,
regidores y al jurado Pedro de Huerta para "taxar las costuras de las
marregas", es decir, para alcanzar con un sastre un acuerdo sobre el coste
de la hechura de las ropas de luto. 6 Estas fueron, por fin, encargadas a
327
LUIS FERNANDO GARCIA MARCO / FRANCISCO JAVIER GARCIA MARCO
mastre Johan de Leon y mastre Pedro Romano, sastres, que cobraron doce
sueldos de la «hechura de las germayas marregas»."
El día 27, don Miguel Diaz Garlon, justicia, Jayme Christian, lugarte-
nient, Miguel Lopez, almotacaf, Johan de Loperuelo, juez, Pero Menor,
Jayme Sebastian, Pero Azaylla, Francisco Pallares, Pero de Huerta, Bartho-
lome de Loperuelo, jurados, Domingo Thomas, Bartholome Lop, Anthon
Martinez, regidores, Mastre Garcia Sebastián, Martín Medel, Polo de la
Abadia, Miguel Margo, Pero Torralva, consejeros,63 diputaron al justicia,
Pero menor, a Jayme Sebastian, Polo de la Abadia y Pero de Huerta para
que dispusieran las exequias del prŭicipe Juan.64 Paralelamente el consejo
proveía el pago de los 565 sueldos y 6 dineros de las marregas que se com-
praron para el luto del principe Juan65, la compra de ocho codos de sayal
para cada nuncio, pues no se podían encontrar de marrega.' No obstante,
sendos nuncios tuvieron finalmente sus marregas para las obsequias, 17
codos a 2 sueldos 4 dineros el codo, que supusieron en total 38 sueldos 8
dineros."
El viernes tres de noviembre el consejo de Daroca prové los ŭltimos
preparativos para la ceremonia. Don Miguel Diaz Garlon, justicia, lugar-
tenient, Miguel Lopez, almotacaf, Pero Menor, Pero Azaylla, Jayme
Sebastian, Pero de Huerta, Bartholome de Loperuelo, jurados, Bartholo-
me Lop, Anthon Martinez, regidores, Mastre Garcia Sebastián, Polo de la
Abadia, Miguel Margo, Pero Torralva, consejeros, 68 diputaron a Miguel
Lopez, Jayme Sebasfian, Pero de Huerta, Polo de la Abadia, Bartholome
de Loperuelo, Anthon Moreno, mastre Johan Caydi y Francisco del Poyo
para que trajeran "el cos present" desde el convento de San Francisco has-
ta la iglesia colegial de Santa Maria de los Corporales 69; dispuso se ofrecie-
ran por cuatro personas sendas candelas "y XX sueldos digno 1111 sueldos
328
EL IMPACTO DE LA MUERTE DEL PRINCIPE JUAN EN DAROCA (1497-1498)
71 «Diputo el dicho consello a Jayme Sebastian y Pero de Huera para para (sic) proveyr las companyas
que dassen los cirios para las dichas obsequias.» (1497.11.03. Viernes. Daroca. [Casas Comunes]. AMD.
Actas (consejo). 1997. 30 r. Diputación).
72 1497.11.10. Viernes. Daroca. [Casas Comunes]. AMD. Actas (consejo). 1997. 30 r.-30 v. Consello.
73 «El consello provio las obsequias iuxta el tenor del memorial de dado por el dicho procurador cada
una partida por menudo segunt lo dio el procurador.» (1497.11.10. Viernes. Daroca. [Casas Comunes].
AMD. Actas (consejo). 1997. 30 v Provisión).
74 Un intento de dar "conto" total fue tachado poSteriormente sin completar: «Item, fueron paguados
por el dicho procurador de las obsequias del senyor principe en universo segunt dio la cuenta en presencia
de los officiales, ay provisión a X de diziembre.» (1497. Daroca. A/v1D. Actas. 1997. 91 v. Data extraordi-
naria). Al parecer el libro de actos comunes no fue adecuadamente cerrado, pues el asiento tachado hace
referencia a una provisión del diez de diciembre, y el ŭltimo acto asentado data del 1 de dieciembre.
75 1497. Daroca. AMD. Actas. 1997. 91 v. Data extraordinaria.
76 «Item, ffueron pagados por el dito procurador a don Pero Menor, obrero de la Puerta la Villa, por
cierta fuesta que se tomo para los cadafalsos de las obsequias.» (1498.03.28 Daroca. AMD. Actas. 1997. 93
r. Data extraordinaria).
n Item, ffueron paguados pro el dicho procurador a mastre Brahem moro que paro los dos cadafal-
sos de sus trabajos XX s.» (1497. Daroca. AMD. Actas. 1997. 92 r. Data extraordinaria).
329
LUIS FERNANDO GARCIA MARCO I FRANCISCO JAVIER GARCIA MARCO
madera otros catorce sueldos." García el tendero recibió dos sueldos y seis
dineros de cinco libras de clavos palmares, tasados a seis dineros la libra, y
un sueldo y diez dineros por cuatrocientos veinte farchiles. Johan Monge-
los recibió nueve sueldos por diecisiete libras de clavos a seis dineros la
libra, y un sueldo ocho dineros de cuatrocientos "fachiles". Se pagaron dos
sueldos y dos dineros por dos cahices de yeso que se utilizaron para asen-
tar las vigas al suelo. Se compraron seis dineros de tachas a la tariería de
San Luis, ocho de palones y dos sueldos de seis palones a Miguel Margo.
El cubero recibió dos sueldos de acortar dos ripias y dos cabijos, y a los
peones que llevaron los bancos a las iglesias para tener los cirios se les
pagó por manos de Johan Sebastián tres sueldos." También constan los
albaranes del transporte del resto del material para la construcción de los
cadalsos (dos sueldos al hijo de Belenguer y a García Polo), de cuatro
lazos para suj etar los cirios (un sueldo y dos dineros), del salario de
Miguel Romeo que estuvo dos días en San Francisco (tres sueldos), y los
estipendios del diácono y subdiacono que ayudaron en la misa mayor de
difuntos (dos sueldos)."
El capftulo general del clero cobró cincuenta sueldos, sin duda en
concepto de la misas celebradas o quizá del toque de campanas," y el diá-
cono y subdiácono que ayudaron en la misa mayor cobraron dos sueldos,
segŭn se ha serialado. 82 También participaron en la ceremonia tres canto-
res, que fueron traídos ex profeso por el justicia, y que con un sueldo de
cordel costaron 29 sueldos."
A partir de los abundantes datos reseriados, podemos proceder a la
reconstrucción de las exequias. Escasos días después de la muerte del
78 " Item, ffueron paguados por el dicho procurador al dicho Brahem por de ffazer los cadafalos y de
tomar la madera a sus duenyos XIIII sueldos y mas que pago a capitol general 50 s. es por todo LXIIII s.»
(1497. Daroca. AMD. Actas. 1997. 92 r. Data extraordinaria).
""Item, ffueron paguados por el dicho procurador a Garcia el Tendero por V libras clavos palmares a
VI d I. II s VI, mas por CCCCXX farchiles I s X, y mas a mastre Johan Mongelos por XVII libras clavos a
razon de a VI d VIIII s., y mass del mesmo de CCCC farchiles I s VIII d, mas por II c. algez para adobar
los forados de las vigas de los cadafalos II s II; item de tachas VI d a los de la tanyeria de Sant Loyx que se
gastaron de palones VIII s y a Miguel Março de VI palones II s; y al cubero por dos ripias y dos cabijos
que acortaron II s; item a los que levaron los bancos a las iglesias para tener los cirios por medio de Johan
Sebastian III s que es por todo X)OCII s VIII.» (1497. Daroca. AMD. Actas. 1997. 92 r. Data extraordina-
ria).
8°"Item, ffueron paguados pro el dicho procurador al fijo de Belenguer y a Garcia Polo que ayudaron
a traher la monobra a los cadafalsos II s y mass de cuatro lazos para tener los cirios I s II y a Miguel
Romeo de (iL ) de los dos dias que se gasto en San francisco y provision III s y al diacono y subdiacono
que ayudo a la missa mayor el dia de las obsequias II s que es por todo VIII s II.» (1497. Daroca. AMD.
Actas. 1997. 92 r. Data extraordinaria). Respecto al probable toque de campanas, véase LALIENA y
IRANZO (1991, p. 57-58).
81 Vid. supra.
82 Vid. supra.
83 «Item, ffueron paguados pro el dicho procurador a tres cantores que fizo aturar el jsuticia para la
fiesta de las obsequias al vizcayno XVI s al frayre VI s al royo estudiant VI s y mas I sueldo de cordel, es
por todo XXVIIII.» (1497. Daroca. AMD. Actas. 1997. 92 r. Data extraordinaria).
330
EL IMPACTO DE LA MUERTE DEL PRINCIPE JUAN EN DAROCA (1497-1498)
331
LUIS FERNANDO GARCIA MARCO / FRANCISCO JAVIER GARCIA MARCO
tante fino, si atendemos a que cobró varios jornales, y que utilizó gran
cantidad de clavos. Ambos cadalsos quedaron rodeados de velas fijadas en
bancos.
84 LALIENA CORBERA, Carlos; IRANZO MUÑIO, María Teresa, "Las exequias de Alfonso V en
las ciudades aragonesas. Ideología real y rituales pŭblicos", en Aragán en la Edad Media. IX , 1991, pp. 55-
75.
332
EL IMPACTO DE LA MUERTE DEL PRINCIPE JUAN EN DAROCA (1497-1498)
85De las que por otra parte estos proceden. Efectivamente, tanto jurados como regidores y consejeros
representaban proporcionalmente a los ciudadanos —fundamentalmente notarios y mercaderes--, a los
artesanos y a los labradores.
86 Los acontecemientos han sido resumidos por CORRAL LAFUENTE, José Luis, Historia de Daro-
ca, Daroca, Institución Fernando el Católico, 1983, quien proporciona la bibliografía clásica sobre el tema.
Este autor ha resaltado en numerosas ocasiones el papel de la Calle Mayor como "eje sagrado" de la ciu-
dad, donde los edificios religiosos se sucedían cada cincuenta metros.
87Copia de las ordinaciones del regimiento de los officios de la ciudat de Daroca clamadas del saquo
fechas por la dicha ciudat con intervencion y consentimiento, auctoridat y decreto del muy egregio senyor
mossen Joan de Coloma, cavallero secretario mayor y comissaario del Rey nuestro senyor. En: [Libro de
Ordinaciones de Daroca] [Manuscritol. Daroca : Archivo Municipal de Daroca, s.a. Fol. CXXXII r.-
CXXXXXI v; doc. 94, § XXVIII. [XXVIII] Item, por quanto por la honra de la dicha ciudat es bien que'l
justicia de aquella et en su absencia el lugartenient suyo quando yran a missa en los dias y fiestas infras-
criptos ayan de yr acompanyados. Por tanto, statuymos y ordenamos que los juez, almotalaf, lugartenient
de jsuticia quando el jsutici no sera absent jurados, procurador de ciudat, notario de ciudat, y todos los
regidores de la dicha ciudat sean tenidos de acompanyar al dicho justicia et en su absencia al lugartenient
suyo quandoquiere que yran a missa e vernan de missa en los dias de Pascual, dias de Nuestro Senyor
Jesuchristo, de nuestra Senyora, los domingos, dias de los apostoles y evangelistas e dias de votos de la
333
LUIS FERNANDO GARCIA MARCO / FRANCISCO JAVIER GARCIA MARCO
dicha ciudat dius pena por cada vegada de tres dineros de yda y tres dineros de venida de missa. Las qua-
les penas haya el dicho justicia de executar y levar y aquellas convertir en una o en dos yantares para los
sobredichos officiales, sino que al tal official justo impedimento lo scusase del qual sea conocedor el dicho
justicia. Queremos empero que'l dicho justicia o su lugartenient en su absencia, pueda dar licencia al offi-
cial que justament aquella le demandara.
°GIESEY, Ralph, The royal funeral ceremony in Renaissance France, Geneve, Librarire E. Droz,
9
1960, 233 p., p. 40. Hace constar como el tratamiento funerario que aplicaba a los reyes franceses e ingle-
ses se extendía al resto de la familia real: principes, princesas, etc. Sobre los ceremoniales que rodeaban
las exequias de los reyes hispanicos y sus familias, véanse los recientes trabajos de Ada ALLO, Las exe-
quias de la casa de Austria en España, Italia e Hispanoamérica, tesis doctoral, Zaragoza, 1992, y José
Manuel NIETO SORIA, "Del rey oculto al rey exhibido: un sintoma de las transformaciones políticas en
la Castilla Bajomedieval, en Medievalismo, n.° 2, 1992, pp. 5-27.
89GIESEY, Ralph, op. ciL, 233 p.
90Ciertamente desaparece toda nueva mención a diferencias de clase en el resto del poema.
334
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LUIS FERNANDO GARCIA MARCO / FRANCISCO JAVIER GARCIA MARCO
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EL IMPACTO DE LA MUERTE DEL PRINCIPE JUAN EN DAROCA (1497-1498) .
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