Está en la página 1de 12

Capítulo IV.

La ocupación del espacio a raíz del segundo repoblamiento de

finales del siglo XIX

Namiquipa ocupa un lugar importante en la historiografía de Chihuahua y del norte

de México porque fue uno de los pueblos donde inició el movimiento revolucionario

de 1910.1 Se ha atribuido la participación de los habitantes de la zona en el conflicto

armado, al despojo de tierras que sufrieron durante las tres últimas décadas del

siglo XIX los “rancheros libres”2 que habitaban en esa zona desde la época colonial.

No cabe duda que las haciendas se expandieron, pero el descontento lo

desencadenó la creciente presión demográfica sobre el suelo que experimentó

Namiquipa durante el último tercio del siglo XIX, la cual no está ligada siempre con

el acaparamiento de tierras por las haciendas. La presión sobre la tierra se debe

sobre todo a la llegada de los nuevos pobladores que se asentaron en los terrenos

del pueblo.

Para solucionar los conflictos se abrió la frontera agrícola gracias a nuevas

obras de riego, mientras que una serie de reformas legales permitieron que se

dividieran las tierras del común para que la ocupara el ganado. De ese proceso se

beneficiaron sobre todo los que estaban en posibilidad de pagar la medición de sus

terrenos y los impuestos correspondientes, con el beneplácito del ayuntamiento de

Namiquipa que carecía siempre de recursos. Se trata al mismo tiempo de un

1 Ha llamado la atención de Friedrich Katz, La servidumbre agraria en México, SEP Setentas, México,
1976, y de sus alumnos Daniel Nugent y Ana Maria Alonso. Nugent, 1993, Alonso, 1995.
2 Orozco, 1995. Así denominó el autor a los habitantes del Papigochi dedicados a las actividades

agrícolas y propietarios de sus tierras.


proceso de privatización y de legalización de las propiedades para todos los

vecinos. Se dio también una nueva relación entre labradores y criadores de ganado

al introducir el alambre de púas y al obligar a los agricultores a construir bardas para

proteger sus cultivos.

Durante la década de 1870, los conflictos con los grupos apaches se

volvieron menos frecuentes que en las décadas anteriores. En 1879 un grupo de

apaches comandados por el indio Victorio que habían desertado de las

reservaciones estadounidenses, se asentó en los alrededores de la laguna de

Guzmán, pero fue derrotado en Tres Castillos por contingentes armados por el

entonces gobernador, Luis Terrazas. En 1882 se celebró un tratado bilateral con

Estados Unidos para permitir el paso de fuerzas armadas por la frontera

internacional con el fin de agilizar la persecución de los apaches que fueron poco a

poco apresados o exterminados.3 Con la paz llegó la prosperidad económica

impulsada por las haciendas en expansión que favoreció el poblamiento en el

estado de Chihuahua, en el noroeste de la entidad en particular.

Según Friedrich Katz, los campesinos que conformaban la mayor parte de la

población trabajadora, se unieron a los caudillos regionales con los cuales había

luchado contra los apaches. Así, el clan del gobernador y hacendado Luis Terrazas

ganó legitimidad ante la gente del campo, pero una vez lograda la paz y, al

desaparecer el enemigo común, recrudecieron los conflictos sociales, agudizados

3Almada, 1955. pp. 319-325. Luis Terrazas llegó a la gubernatura mediante elecciones convocadas
por el ejército triunfante del plan de Guerrero (26 de agosto de 1879), que tenía como cabecillas a
Juan Sánchez Pareja, Jesús José Casavantes, Tomas Dozal y Hermosillo, Silviano González y
Francisco María Amaya. Las acciones militares fueron comandadas por Gabriel Casavantes y tenía
como segundo al mando a Jesús José Casavantes. Luis Aboites Aguilar, Breve historia de
Chihuahua, El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, 2006, México, p.128.
por la concentración de la riqueza y el rápido crecimiento económico a partir de la

década de 1880.4 Sin embargo, sería mejor no hablar de “campesino” sino de

“labrador”, categoría que incluye una variedad de trabajadores del campo, 5 con o

sin tierra. Los habitantes varones de Namiquipa eran en su mayoría labradores

como se verá a continuación. Mientras que en el sureste del país las diferencias de

clase coincidían con las de “raza”, ya que los hacendados eran blancos o mestizos

y los campesinos eran indígenas, en el norte se cree que la población era en su

gran mayoría mestiza.6 No obstante, en Namiquipa, la composición de la sociedad

local distaba mucho de ser tan definida. La calidad de las personas se dejó de anotar

desde la primera década del siglo XIX, pero se observa que algunas familias, como

la del capitán del presidio Francisco Vásquez, (identificado como español) incluían

a cautivas indias. Mujeres indígenas estaban a servicio de Jesús María Vásquez

Suárez, hijo del antiguo capitán, durante las décadas de 1840 y 1850. Otras

personas se identificaron como indígenas hasta mediados del siglo XIX, como se

vio en el capítulo II.

En el capítulo primero de la presente tesis mostré cómo durante el siglo XVIII,

en el área de Namiquipa existieron varias haciendas que cambiaron de dueño

generación tras generación. Eran propiedades cuya extensión variaba entre 2,000

y 20,000 has. Para el siglo XIX la información es más escasa, sin embargo se puede

reconstruir la composición de la tierra a partir de los datos contenidos en el

4 Katz, 1976, pp. 181-186.


5 María Aparecida Lopes de Souza, De costumbres y leyes. Abigeato y derechos de propiedad en
Chihuahua durante el porfiriato, El Colegio de México, El Colegio de Michoacán, México, 2005, pp.
81-83.
6 Friedrich Katz, 1976, pp. 181-186.
expediente de la restitución del ejido de 1926, así como de documentos

resguardados en el Archivo Municipal y en el de Parral. Pero es necesario explicar

primero cuáles eran las actividades económicas en las que se ocupaba la mayor

parte de la población. Finalmente trataré de definir en qué sector de la economía se

ubicaron los recién llegados y cómo la presión demográfica agudizó los conflictos

sociales en la jurisdicción.

1. Las actividades económicas

Durante las últimas décadas del siglo XIX y la primera del siglo XX, en el norte de

México se experimentó un crecimiento demográfico y económico sin precedentes.

En parte gracias a la administración más sistemática de la vacuna contra la viruela

y la imposición de medidas higiénicas, ya no hubo grandes mortandades

provocadas por epidemias. Una nueva fase del poblamiento del noroeste de

Chihuahua estaba en proceso, el crecimiento natural, aunado a migraciones

internas propiciaron que la población de Namiquipa se triplicase de 1870 a 1910,

como ya se señaló en el capítulo anterior.

El auge demográfico ocurrió a la par con la expansión de la economía

regional con base en la producción agrícola. El autoconsumo seguía siendo la

norma pero se generaban también pequeños excedentes destinados al mercado

gracias a las obras de irrigación y la ganadería extensiva que promovían las

haciendas. Las principales actividades económicas en Namiquipa eran la labranza

y la cría de pequeños hatos ganaderos. Pero de manera estacional, al igual que en


otros lugares del estado, los habitantes dedicaban parte de su tiempo al comercio o

se empleaban temporalmente en los minerales de la sierra.7

En los valles y lomeríos a lo largo de la vertiente oriental de la Sierra Madre

Occidental, que se extienden desde Janos y Casas Grandes en el norte pasando

por Namiquipa, hasta Parral en el sur, se encuentra una franja continua de

vegetación dominada por gramíneas, apta para el pastoreo, y tierras fáciles de arar.

En los valles intramontanos entre la Alta y Baja Babícora y la laguna de Bustillos,

situados a latitud que oscila entre 2,100 y 1,850 msm, predominaban buenos

pastizales llamados navajita.8 Con una precipitación media anual superior a los 400

mm en años sin sequía, se practica la agricultura de temporal que era dominante en

la región de Namiquipa,9 notable productora de granos desde la época colonial (ver

capítulo I). A las cosechas de trigo y maíz se sumó la producción de frutas a finales

del siglo XIX, que favorece el clima de la región: se plantaron árboles de manzana,

7 AHMN, sección actas y acuerdos, 4 de febrero de 1892. El regidor Pascual Ortiz solicitó una licencia
de 24 días para atender negocios particulares y realizar un viaje hacia los minerales de la sierra.
AHMN, sección actas y acuerdos, 24 de agosto de 1892, el síndico Manuel Antillón también solicitó
licencia de un mes a finales de agosto ya que necesitaba realizar un viaje hacia la sierra. Lopes,
2005, pp. 81-86. Vanderwood, 2003, pp. 179, 180.
8 Andrés Enríquez, “Invasión de plantas arbustivas en los pastizales de Chihuahua” pp. 98-107, en,

Historia ambiental de la ganadería en México, Lucina Hernández, compilador, Institut de Recherche


Pour le Développement, Instituto de Ecología A.C. México, 2001, pp. 101-103.
9 José M. Ponce de León, Anuario Estadístico del Estado de Chihuahua, 1906, formado por la sección

de Estadística de la Secretaría de Gobierno, Imprenta del Gobierno a cargo de Gilberto A. de la


Garza, Chihuahua, 1908. p. 27. En general para el estado de Chihuahua en 1906 se reportó lluvia
anual 572mm, temperatura mínima -10, máxima 41o. Hacia 1908, año en que comenzó una sequía
que se prolongó hasta 1910, se reportó para el estado lluvia anual 356mm, temperatura mínima -8 o,
máxima 42o, en Ciudad Guerrero, cuyo clima es similar al de Namiquipa, se reportó lluvia anual
337mm, temperatura mínima -9o, máxima 34o, es decir que la precipitación anual en este lugar se
encontraba un poco por debajo de la media estatal, no está la información detallada para 1906, pero
con base en los datos generales, la precipitación anual en Guerrero seguramente superó los 500mm.
José M. Ponce de León, Anuario Estadístico del Estado de Chihuahua, 1908, formado por la sección
de Estadística de la Secretaría de Gobierno, Imprenta del Gobierno a cargo de Gilberto A. de la
Garza, Chihuahua, 1910, p. 13. Hacia 1909 continuaba la sequía con 334mm de precipitación anual.
José M. Ponce de León, Anuario Estadístico del Estado de Chihuahua, 1913, tomo V, Num.5,
formado por la sección de Estadística de la Secretaría de Gobierno, Imprenta del Gobierno a cargo
de Gilberto A. de la Garza, Chihuahua, 1909, p. 36.
durazno, pera y ciruela entre otros. Desde por lo menos 1896 el distrito Guerrero

tenía un primer millar de manzanos y hacia 1907 ya se producían 30,000 kg de esa

fruta. Aunque no se cuenta con información detallada para Namiquipa, es posible

las primeras huertas manzaneras locales dataran de principios del siglo XX.10

a) La agricultura

En México, la producción del campo se incrementó durante las últimas tres décadas

del siglo XIX y abasteció sobre todo mercados locales, pero también se ampliaron

las redes del ferrocarril y se agilizaron las comunicaciones11 en los estados norteños

que pudieron exportar con mayor facilidad parte de sus productos. En septiembre

de 1882, la Compañía del Ferrocarril Central inauguró el tramo de Paso del Norte-

Chihuahua y hacia marzo de 1884 se concluyó la vía que unió el referido tramo con

la Ciudad de México y con la ciudad de Chicago en Estados Unidos.12 Se

revitalizaron así las actividades agropecuarias cuando campesinos y ganaderos

pudieron alcanzar el mercado estadounidense para vender animales y granos. Los

capitales extranjeros estimularon a su vez el desarrollo de la minería y de la

explotación forestal, y nació al mismo tiempo una incipiente industria al instalarse

cervecerías, enlatadoras y plantas harineras. Según las estadísticas oficiales, de

1877 a 1907, la producción agrícola de alimentos y bebidas para consumo interno

aumentó entre 1% y 2% anual, y el maíz representó más de 60% del total. Los

10
Ponce de León, 1908. p. 216.
11 Luis Cossío Silva, “La agricultura” pp. 1-133, en, Historia moderna de México, el Porfiriato, la vida
económica, Daniel Cosío Villegas, Hermes, Sevilla, 1974. p. 8. Francisco R. Calderón “Los
ferrocarriles” pp. 483-634. en, Historia moderna de México, el Porfiriato, la vida económica, Daniel
Cosío Villegas, Hermes, Sevilla, 1974.
12
Francisco R. Calderón “Los ferrocarriles” pp. 483-634. en, Historia moderna de México, el
Porfiriato, la vida económica, Daniel Cosío Villegas, Hermes, Sevilla, 1974, pp. 519, 520.
bienes agrícolas destinados a la exportación tuvieron un crecimiento mayor, con un

promedio anual de 4.24% durante el mismo periodo.13

En Namiquipa se cosechaba sobre todo maíz y trigo de temporal en el

invierno. Los rancheros de los pueblos cultivaban pequeños terrenos para su

autoconsumo y para comercializar excedentes, al igual que en la época colonial. En

las haciendas se combinaba la labranza de tierras para el sustento de los

trabajadores con cultivos comerciales como el trigo o el algodón.14 En las veras de

los ríos Santa María y Santa Clara crecían árboles frutales y hortalizas, pero tal y

como ocurrió en Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez, Chih.), de 1885 a 1900 la

sequía y la sobre-explotación de la tierra arruinó las cosechas.15 Los malos

rendimientos del campo en 1892, en particular, causaron al año siguiente una

notable alza de los precios de cereales y leguminosas.16

Después de 1895, los norteamericanos incrementaron sus inversiones en

ganado, minería y haciendas agrícolas en México. Ese año se devaluó el peso y se

abarató el precio de la tierra. Se cree que las élites rurales ya no pudieron competir

con los norteamericanos y unieron sus protestas con las de los “campesinos”

descontentos.17 Sin embargo, en esos mismos años hubo vecinos de Namiquipa

13 Luis Cossío Silva, 1974, pp. 16, 96. AHMCH, fondo Porfiriato y Terracismo, sección Presidencia,
serie acuerdos y providencias, caja 4, expediente 13, 17 de julio de 1882. El precio del maíz se
cotizó en 2.5 reales por almud (7.56 litros).
14 Jane-Dale Lloyd, El Proceso de modernización capitalista en el noroeste de Chihuahua (1880-

1910), Universidad Iberoamericana, Departamento de Historia, México, 1987. pp. 92, 97.
15 Martín González de la Vara, 2009, p. 118.
16 Periódico Oficial de Chihuahua, en adelante POCH, sábado 16 de enero de 1892, época Núm.

213, en Centro Cultural Carlos Montemayor, Rollo 14. Como medida de emergencia se optó por
permitir la libre importación de maíz y frijol proveniente del vecino país del norte.
17 John Mason Hart, “Unrest, Nationalism, and American Capital” en, Rural Revolt in Mexico, U.S.

Intervention and the Domain of Subaltern Politics, Edited by Daniel Nugent, Duke University Press,
United States, 1998, p. 74.
que titularon terrenos solariegos y algunos comenzaron a concentrar propiedades,

como se verá más adelante.

Según los anuarios estadísticos del estado de Chihuahua, en el distrito de

Guerrero durante 1905, 1908 y 1909, se producía maíz, frijol, papa, trigo, chile verde

y seco, así como manzana, pera, durazno, membrillo y chabacano en pequeñas

cantidades. Por otra parte, fue uno de los pocos distritos donde se registró

producción de legumbres.18 Las cosechas de 1905, 1906 y 1907 fueron abundantes,

se dijo que eran las mejores desde hacía medio siglo. Por esta razón, a finales de

1907, los precios de los alimentos básicos se mantuvieron bajos. Pero la sequía,

entre 1908 y 1910, afectó mucho la región que vivía de la agricultura de temporal.

En 1908, la producción de frijol, trigo y papa se redujo a la mitad, el trigo a la tercera

parte con respecto de 1905, por el contrario, la producción de maíz aumentó

ligeramente.19 Al año siguiente se cosechó la mitad del maíz y de la papa y la tercera

parte del trigo con respecto a 1906, en cambio la producción de frijol superó incluso

la de 1905.20

En 1909, en Galeana (a 100 km al norte de Namiquipa), a pesar de la sequía,

los rancheros aportaron dos terceras partes del trigo destinado sobre todo a la

exportación, cuya producción aumentó con respecto a 1905.21 Lloyd realizó este

último cálculo con base en los anuarios estadísticos, en los distritos de Galeana y

Casas Grandes (a 150 km al noroeste de Namiquipa) donde la cantidad de ranchos

18 Ponce de León, 1908. pp. 216, 217 y 220, 221. Ponce de León,1910. p. 172.
19 Ponce de León, 1910, p. 172. El cultivo de trigo en esta zona es de riego.
20 Ponce de León, 1913, pp. 210, 211.
21 Lloyd, 1987, p. 124.
se duplicó de 1905 a 1908,22 tal vez en parte por los mormones quienes fundaron

en esos años colonias en las que implementaron amplios sistemas de riego.23 En

Namiquipa, no se dio ese tipo de migración y los ranchos que carecían de tierras de

riego surgieron dentro de los linderos de las haciendas. En el estado de Chihuahua,

se sembró sobre todo maíz en las tierras irrigables en 1908, pero al año siguiente

predominó la papa. Éste no fue el caso en todas partes, en Galeana los rancheros

más ricos que eran propietarios de tierras de riego, privilegiaron el cultivo de trigo

por los altos precios que se pagaban por ese cereal en el mercado, mientras que el

frijol y maíz quedaron confinados a las tierras de temporal.24 En el distrito Guerrero,

donde dominaban el paisaje las grandes haciendas, la crisis agrícola de 1909 afectó

también el jornal de los peones que se mantenía anteriormente entre $0.50 centavos

o un peso,25 pero no rebasó $0.75 centavos en 1908 y 1909.26

En 1910, por tercer año consecutivo, no llovió y se arruinaron las cosechas,

además se presentaron heladas extemporáneas que causaron un alza del precio de

los productos básicos. En ésta como en otras ocasiones se importaron granos de

los Estados Unidos.27 Si bien en el estado de Chihuahua, las sequías son cíclicas,

en un periodo en que la población crecía exponencialmente, sus efectos fueron

devastadores.28 Como lo vimos en el capítulo anterior, durante 1910 las fiebres

22 Ponce de León, 1913, pp. 210, 211. Ponce de León, 1910, pp. 171, 172. Ponce de León, 1908,
pp. 216, 217.
23 Carlos González Herrera, “Agricultura y el proyecto económico en Chihuahua durante el

Porfiriato” en, Siglo XIX. Cuadernos de Historia, No. 5. Monterrey. 1993. p. 14.
24 Lloyd, 1987, pp. 134, 135. Un fenómeno similar se presentó en Aguas Calientes y Tamaulipas.

John Mason Hart, El México revolucionario. Gestación y proceso de la Revolución Mexicana, Alianza
Editorial Mexicana, Editorial Patria, México, 1990, pp. 235, 236.
25 Ponce de León, 1908, p. 216.
26 Ponce de León, 1910, p. 171, Ponce de León, 1913, pp. 210, 211.
27 Daniel Cossío Villegas, 1974, pp. 22-23.
28 Wasserman, 1998, pp. 229-233.
asolaron a gran parte de la población infantil en Namiquipa. Tal vez resultaron más

afectados los niños cuyas familias se encontraban en condiciones precarias, por las

consecuencias secundarias de la epidemia.

A partir de 1904, los agricultores pagarían $0.25 centavos por dedicarse al

ramo de agricultura.29 Pero no está claro a qué se refería la ley con “agricultores” ya

que así se denominaba a unos cuantos propietarios que se dedicaba a explotar sus

tierras de cultivo, mientras que la gran mayoría de las personas que trabajaban en

el campo, sin ser propietarios, se nombraban labradores, como ya se dijo. No se

conserva en Namiquipa documentación que muestra el cobro efectivo de ese

impuesto por lo que es imposible saber quiénes tuvieron que pagarlo.

De 1888 a 1910, la ocupación de los contrayentes según el Registro Civil de

Namiquipa indica que 63% eran labradores, es decir, trabajadores del campo con o

sin tierra, mientras que únicamente 20.3% se anotaron como agricultores. Gran

parte de estos últimos contrajeron matrimonio entre 1893 y 1894 en Namiquipa,

cuando se privatizaron pequeños terrenos solariegos, como se verá más adelante.

También se encontraban algunos comerciantes, empleados de las oficinas

municipales, así como personas ocupadas en diferentes oficios relacionados con

las haciendas como los que ocupaban cargos administrativos y los caporales.30

Había en Namiquipa un molino de trigo (ubicado en el barrio de El Molino), cuyo

propietario en 1908 era Macario Pacheco, persona que llegó al lugar a finales del

29 AHMN, caja 1, 1904, Instalación y acuerdos de la junta calificadora municipal 1904. 6 de julio de
1905.
30 Ricardo Rendón Garcini “Los trabajadores de las haciendas”, en, Cuatro versiones de la cuestión

agraria mexicana decimonónica, Jane-Dale Lloyd, compiladora, Antologías Universitarias,


Universidad Iberoamericana, Departamento de Historia, México, 1997, p. 212. AHRCN, matrimonios
1907 y 1910.
siglo XIX y al parecer no permaneció por mucho tiempo en ese sitio. También

aparecen en las partidas matrimoniales dos mecánicos, tres mineros, un ingeniero

de minas y una persona en el giro industrial, que bien pudo ser el dueño de una

curtiduría o molino de trigo.31 En los registros de nacimientos y de matrimonio

figuran además otros oficios entonces necesarios para la vida cotidiana, y aquellos

asociados al trabajo en las haciendas como el de vaquero, herrero, carpintero,

tabalartero y zapatero.

Tabla 33. Ocupación de los contrayentes, 1888 a 1910

31 AHRCN, matrimonios, libros # 4 al 16, Lloyd, 1987, p. 115.


Ocupación novios %
labradores 278 63.6
labradores- 4
jornaleros 0.9
jornaleros 8 1.8
agricultores 89 20.3
comerciantes 7 1.6
empleados 6 1.3
mecánicos 2 0.4
mineros 3 0.6
Ingeniero 1
minero 0.2
artesano 1 0.2
cantero 1 0.2
caporal 1 0.2
carpintero 1 0.2
talabartero 1 0.2
obrero 1 0.2
industrial 1 0.2
sirviente 1 0.2
no 31
especificado 7
total 437 100
Fuentes: Archivo del Registro Civil de Namiquipa. Libros de defunciones # 582, 2, 1892-1895,
1898-1903 y 1905-1912. Libros de nacimientos # 1 al 16. Libros de matrimonios # 4 al 16.

También podría gustarte