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de la
(escuela)
de
(población) (entidad federativa)
M i nombre es
E l nombre de mi maestr__ es
É s t e es
M i Libro de S e g u n d o A ñ o
MI LIBRO
DE SEGUNDO AÑO
COMISIÓN NACIONAL
DE LOS LIBROS DE TEXTO GRATUITOS
DEPENDIENTE DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
Vocales
ARTURO ARNÁIZ Y FREG, AGUSTÍN ARROYO CH.,
Colaboradores pedagógicos
SOLEDAD ANAYA SOLÓRZANO, LUZ CORONADO,
Ilustraciones y dibujos de
® Diciembre de 1960
LA MAÑANA
Es la mañanita.
El sol entra en mi cuarto silenciosamente.
Parece que no quiere despertarme.
Duermo un poquito todavía. Pronto la luz me despertará.
¡Amigo sol, buenos días!
Has despertado a mamá y a papá.
Has despertado a los papas y mamas de otros niños.
Ellos han empezado su trabajo.
Yo también estaré listo en seguida.
7
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YA LLEGO ABRIL
Amado Ñervo
VOCABULARIO
9
SALUDOS
10
—¡Quieto, Capi \ — l e digo; mas el perro sigue saltando.
Apoya en mí las patas delanteras y quiere lamerme las ma-
nos, los brazos, la cara.
Doy vueltas, llamándolo. É l salta, mueve la cola alegre-
mente; corre por el patio, ladra; vuelve; seguimos la fiesta.
Entonces se tira en el suelo con las patitas en alto, se
revuelca; yo le acaricio la cabeza y el lomo; él me deja hacer,
cerrando los ojos y moviendo la cola.
Capi nos quiere a todos, pero más a mí. Sabe que soy su
amo.
Mamá le prepara la comida y yo se la sirvo en una ca-
cerola.
Le pongo agua en una lata; agua limpia, que él bebe ha-
ciendo mucho ruido.
Los domingos lo bañamos y lo peino con un cepillo.
Si Carmela y yo nos quedamos solos en la casa, no tene-
mos miedo, porque está con nosotros el Capitán.
11
CUENTO
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Carmela pone la mesa. Tiende el mantel, coloca en cada
lugar los platos, las tazas y las cucharas. Trae las serville
tas y la charola con el pan.
Yo llevo agua limpia a las gallinas y les doy de comer.
Algunas veces, mamá me manda a comprar algo que ne
cesita.
No me gusta hacer mandados; antes, en ocasiones, rehu
saba hacerlos; pero papá me contó una historia, y ahora,
cuando no quiero ir por lo que me encargan, la recuerdo.
L A H I S T O R I A Q U E CONTÓ P A P Á
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Acerco las sillas y las pongo en orden: aquí la de mamá;
en seguida la que ocupará Carmela, mi hermanita; después
la de papá. Por último traigo la mía.
Frente a mamá están la jarra con la leche y un platón con
frijoles. Mamá nos sirve a todos y cariñosamente nos invita
a desayunarnos
Carmela y yo no queremos manchar el mantel, ni hacer
ruido con la cuchara, ni desmenuzar el pan, porque nos han
enseñado a comer correctamente.
Cuando hemos terminado, nos levantamos y vamos a la-
varnos los dientes para conservarlos sanos y blancos.
VOCABULARIO
sorbo — trago.
nutritivo — que alimenta.
desmenuzar — deshacer en partes pequeñas una cosa.
conservarlos — hacer que duren mucho tiempo.
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pan de nubes con azúcar,
cuernos de luna con sal.
Todo el pueblo le decía:
—Don Domingo, ¿ya está el pan?
Don Domingo respondía:
— L o estoy poniendo a dorar.
El panadero hacía pan,
pan de dulce,
pan de sal;
rosquitas para los niños
que lo veían hacer pan.
Miguel N. Lira
¡QUÉ B U E N A S SON T U S MANOS!
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lápiz, los cuadernos, para que no falte nada y el día sea
provechoso.
Al salir, tus manos me acarician. Y o las beso con cariño
y te hago una promesa:
—¡Mamá! ¡Voy a trabajar bien!
Oyendo mis palabras, tú sonríes.
Tus manos preparan nuestras comidas, arreglan la ropa,
ordenan toda la casa, y al llegar la noche, cuando mis ojos
se cierran vencidos por el sueño, me bendicen.
¡Qué buenas son tus manos, mamá!
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POEMA A LA MADRE
26
Mis compañeros y yo conversamos sobre las travesuras del
Pato Pascual como si fuera uno de los nuestros. Seguimos
con interés las aventuras del Ratón Miguelito, y nos dester-
nillamos de risa con el ingenio de los Supersabios.
A las personas mayores — d i c e n — el periódico les lleva
toda clase de noticias interesantes.
Papá me cuenta que a los pueblos pequeños llegan muy
pocos periódicos, y que éstos pasan allá de mano en mano.
Si no fuera por los periódicos, aquella gente no sabría lo
que sucede en otros lugares. Claro que ahora ayudan a in-
formarnos de todo la radio y, en las ciudades grandes, la
televisión.
VOCABULARIO
fardo — bulto.
atado — amarrado.
27
UNA NOTICIA
A n t e s de m a r c h a r al trabajo, papá
lee aprisa las noticias importantes.
Dice que es útil saber lo que sucede en nuestra república
y en las otras partes del mundo.
Ahora ha terminado el desayuno y extiende el periódico.
De pronto, levantándose, e x c l a m a : " ¡ Q u é mala noticia!
¡Otro ciclón! Con sus l l u v i a s t o r r e n c i a l e s ha hecho que los
ríos se desborden . . . L o s Estados de Veracruz y Oaxaca
son los que más han sufrido . . . L a s ciudades de Veracruz,
Tlacotalpan, Amatitlán y T u x t e p e c . . . Cerca de Tuxtepec
viven los abuelitos. ¿Qué habrá sido de ellos? . . . Ahora
m i s m o pido informes. P r e g u n t a r é a m i s paisanos qué noti-
cias tienen."
VOCABULARIO
Una maquinita
lograré tener;
será grande y fuerte,
¡no lo había de ser!
Rodará en los rieles,
con gran rapidez,
por tierras lejanas
que recorreré.
En ella a mi casa
feliz volveré.
Ropa de mezclilla,
la gorra de cuero;
hombre fuerte y hábil,
libre, muy entero;
el cuerpo al trabajo,
y el alma en anhelo
de un mundo mejor,
por claro y sincero . . .
Como es el Helero,
así yo he de ser.
P. G. C.
29
EL VIAJE
VOCABULARIO
31
MI P A D R E
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que se quede en casa, pero él no lo acepta. Se va al trabajo
como todos los días.
Se interesa por nuestros estudios; oye las historias que le
contamos, y, en ocasiones, igual que todos los domingos, nos
lleva a pasear y juega con nosotros.
He oído cuando, de acuerdo con mamá, distribuye el di-
nero que gana. Cuentan diferentes cantidades: casa, alimen-
tos, ropa . . . Si mamá le dice que Carmela ya no tiene
zapatos, o que a mí me pidieron un libro en la escuela, no
se molesta, sino que da para comprarlos. Luego pregunta:
—¿Qué otra cosa hace falta?
Siempre que mamá no puede resolver algún problema de
la casa, ella nos dice:
—Esto lo arreglará papá
m m
VOCABULARIO
VOCABULARIO
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EL REGRESO
VOCABULARIO
RELATO DE PAPÁ
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De Tierra Blanca, pueblo vecino, acudieron al auxilio to-
dos los hombres. Arrancaron de las aguas a las víctimas y
se las llevaron a vivir con ellos. A l l í , en Tierra Blanca, si-
guen acogidos con cariño los habitantes de Tuxtepec. Dis-
frutan de albergue y de alimentos; a los enfermos y heridos
se les cura y atiende.
Tierra Blanca es un pueblo del Estado de Veracruz cuyo
ejemplo no debemos olvidar.
VOCABULARIO
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EL VIENTO
Quise saber qué son los ciclones, que tanto daño causan,
y pregunté a papá. Veamos lo que él me dijo:
*-Cuando el viento sopla suavemente, mueve las hojas de
los árboles.
" A veces sopla con más fuerza. Entonces levanta y hace
girar en pequeños remolinos el polvo y los papeles de la
la calle.
" S i aumenta su fuerza, sacude los árboles y hace caer las
frutas maduras.
" Y cuando sopla con toda su furia, arranca los árboles,
levanta los techos de las casas, hace volar en todas direc-
ciones cuanto encuentra a su paso.
"Este viento furioso, destructor, acompañado de tempes-
tades, se llama ciclón.
"Pero el viento también ayuda al hombre.
" E n los largos días del verano, cuando los rayos del sol,
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ardientes entonces, secan las plantas y hacen sufrir a la
gente y a los animales, el viento trae las nubes que han de
convertirse luego en lluvia refrescante.
" E l hace volar multitud de semillas, y éstas, si caen en
lugar apropiado, germinan. A s í , después, los ganados que
cruzan el campo en busca de hierba fresca encontrarán las
plantas que el viento sembró, y las aprovecharán.
" L a s semillas de algunos árboles, como las del pino, tie-
nen algo que se parece a un ala y que les permite volar le-
jos. De ese modo, las siembra el viento.
" E l viento, además, es una fuerza; los hombres lo saben.
Para aprovecharla han construido torres de hierro y les han
puesto unas aspas que se parecen a los rehiletes con que jue-
gan los niños. Cuando sopla el viento, las aspas se mueven
y se ponen a trabajar: ayudan a subir el agua de los pozos
profundos, a moler el trigo en los molinos, a aserrar madera.
" E l viento es un buen servidor."
VOCABULARIO
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|
LA HUERTA
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r
—¡Muchachos, corten todas las manzanas que quieran!
No lo tuvo que repetir. Carmela, Martín y yo corrimos a
cortarlas.
A u n q u e están entre las hojas, las manzanas crecen con
un mismo lado expuesto s i e m p r e al sol; ese lado se enro-
jece. ¡Dulces manzanas amarillas con su mancha roja, que
el sol les pinta!
Sobre el manzanar revolotean, zumbando, las abejas.
— A q u í ya pasó su fiesta — d i c e don Vicente.
—¿Cuándo es la fiesta de las abejas? —pregunta Carme-
la con curiosidad.
— L a s abejas tienen su fiesta cuando los manzanos están
en flor. Entonces, todo el día vienen y van al colmenar, sa-
len y regresan cargadas de néctar.
A la hora de la comida, don Vicente nos sirvió sidra he-
cha con el jugo de sus manzanas. Me gusta el color dorado
de la sidra y v e r cómo suben en la copa las burbujas de gas.
Al atardecer regresamos a casa. A l g o del sol y de la verde
frescura de la huerta se vinieron con nosotros en una canasta
colmada de manzanas. •
di
VOCABULARIO
LA PINA
LOS CAPULINES
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LAS GUAYABAS
LAS TUNAS
EL ZAPOTE PRIETO
VOCABULARIO
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" A l g u n a s veces, cuando la fruta estaba madura, me ocu-
paba todo el día en asustar las bandadas de periquitos que
iban a picotearla.
"Una señora que se llama doña Luisa me pagaba diez
centavos y yo los espantaba; los periquitos volaban gritando
y haciendo mucho ruido con las alas.
'¡Si vieras qué alborotadores son!
No volaban lejos; veía yo cómo se posaban todos en
otros árboles."
— ¿ Y los ibas a espantar?
— N o ; aquellos árboles no eran de doña Luisa.
— ¿ Y a qué jugabas? Cuéntame de tus amigos.
" H a b í a otros muchachos: Hilario, Roberto, Chema, Flo-
rentino . . . F o r m á b a m o s dos partidos para j u g a r a los en-
cantados.
" E n las ramas de los árboles hacíamos maromas, como
las de los cirqueros que habíamos visto en el pueblo»
"Cortábamos fruta y, si hacía mucho calor, nos bañába-
mos en el río
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Pasa un río muy grande cerca de mi pueblo; tú ni
te imaginas cómo e s . "
VOCABULARIO
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TRABAJO
VOCABULARIO
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CUENTO DE CARMELA
51
L a s mariposas revolotearon entre las flores y se dirigieron
a su casita, c u y a puerta se h a b í a abierto al último rayo del
Sol.
María Valdés
VOCABULARIO
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LOS A M I G O S
VOCABULARIO
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como ella, y repite tanto sus nombres, que me los he apren-
dido: Yolanda, Gloria, Eva, Chabela, Rosa.
A mí me complace jugar en el patio con mis amigos.
A los más los conocí el año pasado; otros son nuevos.
Me gusta trabajar en clase y obtener buenas calificaciones.
Papá revisa con cuidado mis cuadernos y mi boleta men-
sual. Si mis calificaciones son buenas, me dice: "¡Vamos
bien, Pedro!" Y no sé por qué me satisface tanto el oírlo.
También me agradan los ejercicios militares. Cuando todos
marchamos erguidos, en silencio, y el profesor cuenta . . .
"uno . . . dos . . . uno . . . dos " . . . , nuestros pasos suenan
iguales; parecemos soldados de verdad.
¡Y qué alegría me da oír la campana que nos anuncia el
recreo!
Mi maestra dice que hago travesuras.
Sí, soy travieso, pero cumplo mi tarea.
VOCABULARIO
complace — agrada.
me satisface — me deja contento.
AL TRABAJO
56
El otro día mi maestra preguntó a Luis én qué trabajaba
su mamá, y Luis dijo que en nada.
Luis cree que su mamá no trabaja porque la ve quedarse
en casa, y no ha pensado en todo lo que allí es necesario
hacer.
Cuando las personas que van a las fábricas u oficinas, y
los niños que van a la escuela, han concluido su tarea, re-
gresan a su casa a descansar; pero la mamá, que no salió
en todo el día, o casi no salió, sigue trabajando.
VOCABULARIO
57
Todos los días papá nos acompaña hasta cerca de la
escuela.
Carmela va entre los dos, porque él y yo debemos cuidarla.
Encontramos a la vendedora de flores, que lleva a la es-
palda una canasta enorme, y, al brazo, otra pequeña.
Las flores le a s o m a n sobre la cabeza. V a cantando con
voz delgada:
— ¡Las flores, niña! ¡ L o s c h í c h a r o s ! ¡ L a nube! ¡Semilla
de nabo, pirú . . . !
Pasan vendedores, lecheros en bicicleta, señoras camino
del mercado, niños que se dirigen a la escuela.
Varios señores se han detenido frente a un puesto de
periódicos. Están leyendo los títulos. S e enteran así de las
noticias principales.
58
Martín se entretiene con los autobuses que pasan. Sus
exclamaciones nos divierten»
— ¡ M i r a qué lleno va ese autobús! ¡Aquellas señoras ya
no pudieron subir!
Caminamos con paso rápido y conversamos hasta llegar
a la esquina donde papá se despide.
Él nos ha enseñado cómo atravesar la calle con cuidado,
a no correr por ella, a no pararnos ante la gente que vende,
grita o discute.
Podemos andar solos por las calles de la ciudad.
I
VOCABULARIO
59
MARTÍN
60
—Señorita, mi mamá me necesitaba en casa y muchas
veces faltaba yo a la escuela. Por eso no he podido llegar
a tercer año . . .
—¿Dónde vives?
—En . . . en la casa de Pedrito.
Martín calla, apenado por vivir en casa ajena.
La maestra comprende y, para animarlo, le dice:
—Entonces estarás contento, porque Pedrito es un buen
chico. Tú no eres de aquí, ¿verdad? ¿De dónde eres?
—De Oaxaca
Mi maestra lo tranquiliza más con estas palabras:
—Nos gusta que vengas a nuestra escuela, porque, ¿sabes?,
todos nosotros conocemos y admiramos a otro niño oaxa-
qúeño. Un indito inteligente y valeroso que llegó a ser Pre-
sidente de la República.
Y volviéndose al grupo, pregunta:
61
BENITO J U Á R E Z
VOCABULARIO
63
CUENTO DE MARTÍN
E L CONEJITO BLANCO
III
•
Por el camino tropezó con un asno.
El asno le preguntó:
—¿Por qué lloras, conejito blanco?
— ¡Cómo no voy a llorar! Yo tenía una casita de palmas.
Dejé entrar a la zorra, y la zorra me echó fuera.
—Iré yo a darle un susto a esa zorra —dijo el asno, y
corrió hasta la casita de palmas.
—¡Sálgase de ahí la zorra!- —gritó dando un rebuzno
amenazador.
— S i salgo te voy a comer —le replicó la zorra tranqui-
lamente.
—Entonces me voy —dijo el asno, y se fue corriendo.
II Lect — 3 65
I
El conejito, todo lloroso, se retiró también.
IV
Zorra tranquila,
ante el que ruega;
zorra atrevida,
con el que llora;
/ zorra miedosa,
hablándole fuerte;
fue zorra astuta,
mas no fue valiente.
(Anónimo)
UN CONCURSO
VOCABULARIO
y
contribuyen ayudan.
elegimos escogimos.
comunidad todas las personas que viven en un mismo
pueblo, ciudad, provincia o nación.
69
FIESTA
VOCABULARIO
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VIDA R E T I R A D A
(Fragmento)
S e l e v a n t a el telón.
J
vive. Tuyo es este campo, ¿verdad? (Seña-
l¿ lando hacia el campo con un ademán.)
TELÓN
LA TIERRA
VOCABULARIO
Gabriela Mistral
79
RECUERDO
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LOS A B U E L I T O S
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La vida en el campo los ha hecho sanos y enérgicos.
El abuelito nos trajo de Oaxaca algunos regalos.
A mamá le dio un juego de loza para desayuno. ¡Qué bo-
nito es! Puestas sobre la mesa, las jarras y tazas atraen la
mirada por lo alegre y brillante de los colores: rojo, ama-
rillo, verde, azul.
Es un regalo hermoso; mamá está encantada con él.
Para nosotros el abuelo trajo silbatos de barro que figu-
ran animales; pájaros tejidos con palma de colores y ador-
nados con plumas rojas y azules, y una campanita de barro
negro, con sonido casi metálico, que parece que canta cuan-
do suena.
Para Carmela son los pájaros y la campana. Martín y yo
nos hemos repartido los silbatos.
La casa se llena de silbidos agudos y nota^ claras: íli . . •
fli . . . tin , . . tin . . . tin . . .
82
E L BOSQUE DE CHAPULTEPEC
83
los cisnes. Seguía con los ojos los botes tripulados por mu-
chachas y muchachos que reían y cantaban.
Caminando, caminando, llegamos a un campo de juegos.
Allí hay columpios, sube-y-bajas, toboganes.
Carmela, Martín y yo jugamos un buen rato y después lle-
vamos a los abuelitos a pasear en el ferrocarril infantil.
Este ferrocarril tiene una maquinita diminuta y tres va-
goncitos de techos bajos, pues son para niños; pero también
las personas mayores pueden pasear en ellos. Corre el tren
por una vía muy estrecha y la locomotora va silbando como
si fuese de verdad.
VOCABULARIO
84
E L P A R Q U E ZOOLÓGICO
VOCABULARIO
86
LAS ARDILLAS
87
Tienen las ardillas costumbre de esconder, una vez que
han satisfecho su hambre, todo el alimento que encuentran.
Para esto hacen en el suelo agujeritos donde depositan las
provisiones, y luego los cubren con tierra, apisonándola rá-
pidamente con las patitas. También utilizan como despensa
los agujeros que hay en los troncos de los árboles añosos.
Cuando llega el frío del invierno y en el bosque no es
fácil encontrar alimentos, las ardillas no sufren, pues tienen
suficientes provisiones y recuerdan el sitio en que las han
guardado.
VOCABULARIO
provisiones — alimentos.
apisonándolo — apretándola.
despensa — lugar donde se guardan los alimentos.
añosos — que tienen muchos años.
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EL CUENTO DE ABUELITA
PATITAS BLANCAS
II
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El lobo, que ya se relamía pensando en lo sabrosa que
estaría la carne de la ovejita, respondió muy corrido:
—;Patitas blancas? . . . Las mías son amarillas . . . Adiós.
María Enriqueta
VOCABULARIO
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LAS MUÑECAS
92
Carmela suele cambiarle los aretes por otros que compra
en el mercado.
Entre las más bonitas está una muñeca que mi tía Luz
regaló a Carmela en un cumpleaños. Tiene muchos vestidi-
tos, que con ella se guardan en una gran caja.
A Carmela le gusta mucho. Le puede cambiar de ropa
que no necesita coser.
Abuelita quiere que Carmela sepa de costura. Cuando sea
mayor —dice— tendrá que coser, y, para que vaya apren-
diendo, la llama a que la ayude a cortar, hacer o remendar
la ropa de la muñequita de trapo.
VOCABULARIO
93
LOS Ó R G A N O S D E L O S S E N T I D O S
VOCABULARIO
auxiliares — ayudantes.
propia -—debida, adecuada.
introduce —mete.
96
OTROS S E R V I D O R E S
VOCABULARIO.^
y?
asimismo — también.
dentífrico — pasta especial para lavarse los dientes.
salvo — con excepción de.
modales — maneras, costumbres.
introduzcas — metas.
II Lect — 4 97
LAS COMPRAS
VOCABULARIO
99
1
E L P R I M E R O DE M A Y O
100
Pronto los veremos marchar ordenadamente, llevando sus
carteles y músicas por las calles de la ciudad. Y no sólo
desfilarán nuestros obreros por nuestras calles; los de otros
lugares de nuestro país, y los de lejanas ciudades del mun-
do, pasarán hoy también bajo sus banderas.
Hace muchos años, los patrones de las fábricas podían
obligar a los trabajadores a laborar hasta dieciséis horas
diariamente.
Imagina a tu padre entrando al trabajo a las cinco de la
mañana y saliendo de allí a las siete de la noche. ¿Compren-
des lo duro de esa tarea, lo tremendo de esa fatiga?
9
Un día, el l de mayo de 1 8 8 6 , un grupo de obreros de
Chicago, ciudad de los Estados Unidos del Norte, se rebeló
contra los patrones pidiendo mejores condiciones de trabajo.
Los jefes de aquellos obreros fueron perseguidos por la
policía, encarcelados y condenados a muerte.
Pero después de lucha larga y cruel, los obreros obtuvie-
ron lo que reclamaban:
"Mejores salarios" y "ocho horas de jornada al día".
Desde entonces, poco a poco, los obreros del mundo em-
pezaron a disfrutar de las ventajas que habían conquistado
9
sus compañeros de Chicago, y por eso, cada año, el l de
mayo celebran su triunfo.
9
El l de mayo, "Día del Trabajo",, debe ser, igualmente,
festejado por los niños. Piensen que los obreros fabrican
todas las cosas útiles, y, además, que casi todos los niños
son -hijos de trabajadores.
101
Muchos de tus compañeros de escuela, cuando sean
hombres, trabajarán en fábricas y talleres. Quizá tú mismo
llegues a ser algún día un obrero útil.
VOCABULARIO
104
Por ejemplo: él siembra en su rancho caña de azúcar, y
cuando la caña está madura la cortan y la llevan al ingenio,
donde el jugo se transforma en azúcar.
El azúcar se lleva a la ciudad y allí se utiliza para fabri-
car conservas de frutas, caramelos y otras golosinas, y para
endulzar galletas, pasteles, chocolates, bebidas refrescantes
y algunos medicamentos. Mucho del pan que todos consu-
mimos tiene también azúcar.
El azúcar, alimento valioso, no debe faltar en nuestras
comidas.
Los campesinos cultivan el trigo y, al cosecharlo, lo
venden a las fábricas de harina, llamadas molinos.
De la harina de trigo se hacen el pan, las galletas, las
pastas para sopa. Entre estas últimas figuran los ñdeos,
los macarrones, los tallarines v otras.
Hay obradores especiales para fabricar las pastas de
harina.
Lo mismo que el azúcar y el
trigo, se industrializa el algodón.
En los algodonales, los campe-
sinos recogen los capullos del al-
godón. En las fábricas, el algodón
se transforma, principalmente, en
telas para los vestidos.
Los campesinos cuidan de los
animales útiles: vacas, bueyes, ca-
ballos, muías, asnos, borregos, cer-
dos, gallinas.
A muchos de estos animales los
105
aprovechamos en nuestra alimentación; además, obtenemos
de ellos otros materiales, como pieles, pelo, lana, pluma, que
los obreros, con sus máquinas o sus manos, utilizan y trans-
forman.
Mi abuelito, que me explicó cuántas cosas de las que
fabrican los obreros necesitan quienes viven en el campo,
también me ha enseñado cómo los obreros se benefician
con el trabajo de los campesinos.
VOCABULARIO
contribuyen — ayudan.
transformación — cambio,
ingenio — fábrica donde se muele la caña y se hace
el azúcar.
lo cosechan — lo recogen.
valioso — que vale mucho.
obradores,— lugares donde se hacen ciertas labores o
donde se producen ciertos artículos.
industrializar — transformar en artículos útiles.
106
LA B A N D E R A
CORO
III
VOCABULARIO
acero espada,
aprestad preparad,
bridón caballo brioso,
ciña rodee.
oliva hoja del árbol que produce aceitunas,
osare atreviere.
profanar tratar sin respeto las cosas que deben
respetarse.
exhalar lanzar.
guirnaldas coronas abiertas, de hojas y flores.
1 1 1
LA BANDERA
Bandera mía
bella bandera,
te doy mi vida,
mi vida entera.
Hoy que soy niño,
desde la escuela,
lleno de orgullo,
mi canto suena.
¡Canto la imagen,
clara y eterna,
que sola surge
de ti, bandera!
r
anto la vida,
útil y buena,
de tantos hombres
que en esta tierra
por ti trabajan,
piensan y sueñan
Canto la sangre
noble, perfecta:
la de los héroes
que con tus lides
tú nos recuerdas.
¡Bandera mía,
alma bandera,
tuya es mi vida,
mi vida entera!
P. G. C.
L12
E L AHORRO
113
Carmela me ayudó a ponerlas ordenadamente en pilas de
un peso. Después contamos: uno . . . dos . . . tres . . . cua-
tro . . . Si algún día puedo hacer una alcancía grande, gran-
de, ¿cuántos montones de a peso se formarán? Me alcanzará
para comprar muchas cosas a mamá, a Carmela y a todos
los de casa.
Por el camino iba yo muy contento, pues llevaba en el
bolsillo del pantalón dinero para comprar cosas.
Al pasar por " L a Sorpresa" nos detuvimos frente al apa-
rador. Los cochecitos, camiones, tanques, ametralladoras,
boliches, casi no dejaban lugar para las muñecas, las cajas
con juegos de té y trastos de cocina, aunque sí para las pe-
lotas, las bolsas con canicas de todos colores y para otros
juguetes.
Entramos. Pregunté el precio de una caja con seis avio-
nes pequeños —plateados, rojos y azules—, que siempre
había deseado.
No costaba mucho. Pude adquirirla.
Más adelante compré un monedero para mamá, pues el
de ella estaba ya muy usado.
De la pastelería llevamos pastelillos de crema para todos.
Al volver a casa sólo me quedaban sesenta centavos.
Con ellos compré otra alcancía.
VOCABULARIO
116
para no hacer lo mismo, se apartó de nosotros llevándose el
paraguas.
¡Cómo nos reímos!
Cuando llegamos a casa nos secamos. Luego, con la cara
apoyada a los vidrios de la ventana, estuvimos viendo llover
hasta que Martín nos dijo:
—Hagamos unos barquitos de papel para echarlos en
aquellos arroyitos tan ligeros.que están formándose.
Los hicimos; y cuando la lluvia se calmó un poco, Mar-
tín los puso en la calle para que el agua que corría se los
llevara.
117
HISTORIA DEL AGUA CLARA
118
Agüita clara se ríe
con su carcajada fresca:
"No seas boba, piedrita . . .
¿Por qué me tienes vergüenza?
¿Porque eres dura y opaca
y yo diáfana y ligera,
transparente como el día,
y tú como noche densa?
¡Qué importa ser noche o día.
qué importa, piedrita negra!
¡El día enciende los ojos;
pero . . . en la noche se sueña!
Y blanco y negro es lo mismo
para el que pinta las piedras,
para el que ajusta los mares,
para el que mece la tierra."
Yo escuché la voz del agua,
y al oírla me dio pena,
porque los hermanos hombres
no tienen el alma buena,
clara, como el agua clara
que a todos los seres besa . . ,
VOCABULARIO
Y eso es cierto.
El sol calienta el mar, los ríos, los lagos y las fuentes,
los charcos que se forman en las calles.
El calor convierte en vapor una parte del agua.
El vapor sube al cielo y forma las nubes.
Cuando allá arriba sopla un viento frío, el vapor se con
vierte en agua y vuelve a bajar a la tierra en forma de lluvia.
Todos los seres vivimos porque en la tierra hay agua.
El agua calma nuestra sed.
120
Un hombre puede vivir varios días sin comer si bebe agua.
El agua le conserva la vida.
El agua nos da la salud; sin ella no podríamos asear nues-
tro cuerpo, nuestra ropa, nuestro hogar.
Todos hemos visto a los animales domésticos beber el
agua indispensable para su vida, y sabemos cómo los anima-
les salvajes, por la noche, llegan silenciosamente a los ríos
y abrevan allí.
Si tomamos un puñado de tierra y lo examinamos, sólo
vemos terrones y piedrecitas, pero en ellos están escondidos
los alimentos que nutren a los árboles y a las plantas. El agua
disuelve esos alimentos, gracias a lo cual los vegetales pue-
den utilizarlos.
El agua de las lluvias forma los ríos.
Donde un río pasa cantando, los hombres levantan sus
pueblos: saben que el agua es la gran benefactora de todos
los seres vivientes.
Los ríos bajan de las montañas y corren hacia el mar.
Algunas veces encuentran en su camino escalones muy
altos; saltándolos para bajar, forman cascadas.
Los hombres conocen desde hace tiempo el secreto que
les permite convertir en electricidad la fuerza con que cae
el agua.
VOCABULARIO
122
trabajaban para él fabricando lo que necesitaba, muchos
hombres se dedicaron a buscarla.
Pasó el tiempo. Todos creyeron que la Lámpara Maravi-
llosa se había perdido para siempre, y la olvidaron.
123
Nosotros le damos* otro nombre: lo llamamos "Elec
tricidad".
VOCABULARIO
127
la electricidad; por qué ésta hacía que los aparatos se mo
vieran.
Todo el dinero que le daban sus padres lo invirtió To
más en libros e instrumentos: libros que le explicaban
la electricidad; instrumentos que le permitían construir apa
ratos que él ideaba, y de esa manera acabó dedicando toda
su vida a inventar aparatos que los hombres usaran para
aprovechar mejor la electricidad.
El fue quien inventó, entre otras cosas útiles, la lámpara
eléctrica, que noche a noche encendemos en nuestra casa.
El nombre completo de Tomás fue éste:
Tomás Alva Edison.
128
LOS JUEGOS
II Lect — 5 129
Ángel de oro,
fio recita del vergel
que de Francia he venido
por un niño portugués.
Esta no la quiero
porque es perezosa;
ésta me la llevo
por limpia y hermosa.
VOCABULARIO
ase coge.
130
5 5
E L LOBO
(Juego)
Juguemos en el bosque
mientras el lobo no está;
si espera hasta la noche
a nadie encontrará.
Luego preguntamos:
—Lobo, ¿estás?
El lobo responde:
—No; me estoy poniendo los calcetines
Seguimos cantando:
Juguemos en el bosque
mientras el lobo no está .
Preguntamos:
—Lobo, ¿estás?
—No: rae estoy poniendo los pantalones.
Varias veces más preguntamos al lobo si ya está listo,
pero él necesita ponerse la ropa, los anteojos, el sombrero,
y tarda mucho.
La ronda sigue:
Juguemos en el bosque
mientras el lobo no está;
si espera ha sta la noche
i
a nadie encontrará.
—Lobo, ¿estás?
-Síííí . . . —responde el lobo,
Todos corremos. ios. Martín ha
h cogido a Rosita
Ahora Rosita será el lobo.
132
ADIVINANZAS
Agüita salada
I
i) w
qne hasta la reina,
si tiene penas,
lleva en los ojos.
135
i
E L R A M I T O BLANCO
Antonio Machado
136
L A MONEDA PERDIDA
140
E L GALLO PEREZOSO
142
Y Gallo Grande cantó tan fuerte, que despertaron las ga-
llinas, ladraron los perros y la zorra salió corriendo.
— Y tú —preguntó entonces a Gallo Chico—, ¿no tienes
que ayudarme a cuidar el gallinero?
Gallo Chico, sin responder, sólo abrió un ojo, y luego lo
volvió a cerrar y se quedó inmóvil.
VOCABULARIO
144
LA PUNTUALIDAD
145
Luego continuó así:
"Imagínate lo que sucedería si no hubiera relojes.
"Saldrías tranquilamente de casa para ir a la escuela, y
al llegar te encontrarías con que la maestra y tus condis-
cípulos habían empezado el trabajo desde mucho antes,
pensando que ya era tarde.
VOCABULARIO
147
UNA E X C U R S I Ó N
(Primera parte)
148
Cada año, durante algunas semanas, el bosque se llena
de ruidos: voces de hombres, chirriar de sierras, golpes de
árboles que caen.
A los troncos derriba-
dos se les convierte en
rajas chicas.
Las rajas siguen hasta
la fábrica de papel.
Vimos en el patio de la
fábrica cómo apilan las
rajas, sobre grandes tan-
ques, donde las lavan y
les quitan la corteza. Luego las rajas llegan a las máquinas,
que las trituran hasta convertirlas en astillas.
La madera, triturada así, pasa a unos depósitos de acero
donde se la hierve en agua.
Hervida la madera, se convierte en pulpa.
La pulpa se mezcla con más agua y se pone en cubas
enormes que se llaman batidores.
En el batidor, la pulpa de madera parece arroz con leche.
Muy bien batida ya, la pulpa se lava cuidadosamente y
queda lista para ir a la máquina que la transformará en papel.
Esta máquina es muy grande, y su funcionamiento, mara-
villoso. Por un lado entra la pulpa, que todavía es madera,
aunque hecha pasta; por el otro, sale convertida en una tira
de papel de varios metros de ancho v de ocho kilómetros de
longitud, que se enrolla alrededor de un eje llamado mandril.
149
Dijo mi maestra que los chinos fueron los inventores
la fabricación del papel.
VOCABULARIO
150
UNA EXCURSIÓN
(Segunda parte)
152
Tras de jugar y retozar toda la tarde, emprendimos
el regreso.
Nuestras canciones y risas eran como fiesta para la gente
que transitaba por el camino.
VOCABULARIO
153
EL P ÜARILLO
VOCABULARIO
diligente — activo.
murmuro — digo en voz baja.
155
U T I L I D A D D E LOS P Á J A R O S
VOCABULARIO
ocultos — escondidos.
cavan — remueven la tierra.
devoran — comen.
hortalizas — verduras que comemos.
abundan — hay muchas.
se guardarían de — no se atreverían a.
persisten — hacen, sin interrupción, esa labor.
157
UN M A L COMPAÑERO
159
LA C A S A
Llegamos a casa.
¡Cuánta frescura y qué silencio!
Al entrar me saludan con sus colores las flores del jardín.
Todos los cuartos tienen las ventanas abiertas para que
entren por ella el aire v la luz del sol.
A esta hora la casa entera es aseo y orden.
Las alcobas están arregladas.
El cuarto de baño luce brillante: la toalla limpia, los pei-
nes y cepillos en su lugar.
En el comedor, que un pequeño florero alegra con sus
rosas, la mesa se halla dispuesta para la comida.
160
Es la casa que mis padres crearon y que sostienen para
nosotros.
Es la casa, mi casa: limpia y amable como mi madre; pro
tectora y tranquila como mi padre.
Algunas veces, en la escuela o en la calle, me suceden
cosas desagradables o tristes; pero no puedo quejarme ni
debo llorar, porque tengo mi casa, y en mi casa tengo a mis
padres.
VOCABULARIO
VOCABULARIO
166
LOS AZTECAS
168
y las utilizaban en la medicina y la industria. Así obtenían
las tintas con que coloreaban el algodón.
Conservaban la historia de sus hechos y conquistas, para
lo cual los consignaban con dibujos,* no con letras, en amad,
papel por ellos fabricado con la albura del árbol que hoy
llamamos amate.
Así vivieron durante muchos años.
Así los encontraron los españoles que, capitaneados por
Hernán Cortés, llegaron a conquistar a Tenochtitlan en el
año de 1 5 1 9 .
En aquel tiempo era rey de los aztecas Moctezuma Xoco-
yotzin.
VOCABULARIO
169
CUAUHTÉMOC
VOCABULARIO
172
HIDALGO
VOCABULARIO
175
LOS NIÑOS H É R O E S
176
Mexicanos y norteamericanos, echándose unos sobre otros,
rodaban, abrazados con furia, hasta el fondo de las zanjas y
entre el lodo y los yerbazales ensangrentados.
Xicoténcatl, jefe del Batallón de San Blas, mandaba ahí a
los mexicanos y veía, con angus-
tia, que sus soldados y oficiales
caían muertos. ¡El enemigo lle-
gaba más y más numeroso desde
todos los linderos del bosque y
estaba a punto de subir al casti-
iW. . . . Silbaban las balas por
dondecíuiera . . . No se veía ya, a
causa del humo de la pólvora.
Heroico, Xicoténcatl toma en-
tonces la bandera de su batallón,
la Bandera de San Blas, y, en-
volviéndose en ella, grita "¡Viva
México!"
Las balas lo atraviesan. Sobre
su cadáver pasan los norteamericanos y se dirigen al cerro
mientras otros trepan ya por las peñas, abrigándose con los
árboles.
Allá, en lo alto del cerro, los cadetes del Colegio Militar,
niños en su mayoría, esperan y hacen fuego también . . .
¡Van a morir peleando por su patria, peleando por México!
Llegó a lo alto una multitud de enemigos que escalaba
los muros, que derribaba las puertas, que se arrojaba
sobre los valientes defensores del recinto, maltrecho ya por
el estallido de las bombas.
177
Y entonces fue cuando los cadetes niños los recibieron
gritando:
"¡Viva México! ¡Viva el Colegio Militar!"
Así murieron por su patria aquellos niños héroes, aque-
llos alumnos del Colegio Militar que pelearon contra los
invasores. Así murieron Juan de la Barrera, Francisco Már-
quez, Fernando Montes de Oca, Agustín Melgar, Vicente
Suárez y Juan Escutia.
No olvides sus nombres, buen amiguito, y cuando vayas
a pasear por el hermoso Bosque de Chapultepec y goces con
la deliciosa frescura de los árboles, a la sombra de los altos
y viejos ahuehuetes de donde cuelgan velos de blanco heno,
acuérdate de que hubo un día terrible en que todo el bos-
que fue sacudido por el heroísmo y la muerte de unos niños
mexicanos . . .
Heriberto Frías
VOCABULARIO
Amado Ñervo
VOCABULARIO
VOCABULARIO
narras — cuentas.
asombro — sorpresa.
CUENTO DE P R I M A V E R A
VOCABULARIO
mustios — marchitos.
pardos — de color oscuro.
tiñe — da color.
habían emigrado — partieron a otras tierras o lugares.
186
ORACIÓN A L LIBRO
De la vida, el misterio
tú me harás conocer.
De la ignorancia sálvame;
el saber es poder.
¡Ah, guarda entre tus páginas,
con humano fervor,
mis horas de alegría,
mis horas de dolor!
Gastón Figueira
ESTE LIBRO ES PROPIEDAD DE LA REPÚBLICA MEXICANA
a l u m n o * a l u m n a * del
(grado)
de la
(escuela)
**
de
(población) (entidad federativa)
Página
La mañana 7 La huerta
Ya llegó abril 8 Las frutas .
Saludos 10 Conversación . . . . . . . . . . .
f?
El Capitán" 11 Trabajo
Cuento 12 Las tres mariposas. Cuento.
La familia 14 Los amigos . . .
La historia que contó papá 16 La escuela
El desayuno 18 Al trabajo
Corrido de Domingo Arenas 20 La calle
¡Qué buenas son tus manos! 22 Martín
Poema a la madre 24 Benito Juárez
El periódico 26 El conejito blanco. Cuento .
Una noticia 28 Un concurso
El maquinista 29 Fiesta
El viaje 30 Vida retirada
Mi padre 32 El árbol
El cartero 34 La tierra
El regreso 36 La raíz del rosal
Relato de papá 38 Recuerdo
El viento 40 Los abuelitos
Página