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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA

RECTORADO
DIRECCION DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO
MAESTRIA EN CIENCIAS DE LA EDUCACION
MENCION ADMINISTRACION EDUCATIVA
CENTRO LOCAL YARACUY
ASIGNATURA: LEGISLACION EDUCATIVA

DERECHO EDUCATIVO EN LA SOCIEDAD ACTUAL


ACTIVIDAD I

Autor:
Maiker Alessandro Cárdenas Daza
C.I: 13.502.696

Tutor: Arturo Lugo

San Felipe, Agosto de 2019


El derecho educativo es el principal derecho humano, porque sin el no se
pueden ejercer los otros derechos. Hoy es considerado la herramienta motor para
el desarrollo de la nueva escuela y para lograr la formación ciudadana en la
democracia y la cultura de paz. En la actualidad el estudio, la investigación, el
perfeccionamiento y el desarrollo del derecho educativo es esencial para la
transformación de la sociedad actual.

Desde hace unos años han comenzado a profundizarse reflexiones e


investigaciones sistemáticas dirigidas a plantear y resolver los problemas del
derecho a la educación. Esta preocupación que está en el marco de la
transformación profunda del sistema educativo, se debe tanto a fenómenos
internos y externos del ambiente de la educación y se vincula a desafíos
generalizados de las políticas que buscan los actuales sistemas educativos.

Desde un tiempo hasta la presente fecha el derecho que conforma el


sistema normativo de la educación, se ha tornado complejo, y por lo tanto es
necesario su estudio e investigación, como una petición urgente de las sociedades
contemporáneas. Por otra parte, la enseñanza del derecho educativo aparece hoy
como un área estratégica y de investigación, en cualquier proyecto de cambio de
la legislación educativa en particular y de las normas sociales en general.

De allí la importancia fundamental de valorar la relevancia de la


capacitación docente y de los integrantes de la comunidad educativa en el estudio
del derecho educativo. Es por ello, que en la actualidad se hace necesario ofrecer
un espacio educativo; para el conocimiento, la reflexión y el análisis; de una de las
materias claves e indispensables para la transformación del sistema educativo y la
sociedad actual.

A pesar de la perdida de importancia del derecho como factor hegemónico


en la resolución de conflictos sociales, producto de un desplazamiento del mismo
por otros sectores de poder, como la economía y la administración, sin embargo el
derecho sirve a una necesaria racionalización del poder y es un componente
esencial de las relaciones y estructuras sociales.
Existe una crisis de los modelos jurídicos, que no es solamente una causa
de eficacia del aparato jurídico dominante, sino un problema de fondo estructural y
vinculado a las transformaciones rápidas que se están produciendo en la sociedad
y por ende en los centros educativos que están insertas en la misma. Es que la
sociedad, la cultura y la educación, viven un proceso de transición en el que
conviven conflictivamente, los paradigmas que van perdiendo vigencia, con los
que se están construyendo.

La internalización de la estructura jurídica, producto de la globalización, ha


llevado al descubrimiento de nuevos espacios sociales y educativos del derecho,
que hace necesario su estudio e investigación. Hay que tener en cuenta que la
actual globalización va mucho más allá del área de la economía y las finanzas,
traspasando las fronteras de los estados, hasta llegar a transformar los limites
socio-educativos, planteando nuevos comportamientos de las estructuras
jurídicas.

Hasta hace poco, las cuestiones fundamentales de la enseñanza del


derecho educativo giraba alrededor del análisis y las exigencias de las normas y
del sistema jurídico, por ello se denominaba a la materia “Legislación Educativa”
en carreras de formación docente, y se ignoraba como tal en las carreras de
derecho.

El Derecho Educativo actual se estudia e investiga como una materia que


abarca la totalidad del espacio cultural de la sociedad y se vincula al
descubrimiento de nuevos espacios, actores y roles sociales. Ante la situación que
vivimos, en la cual las normas que regulan el comportamiento humano van
perdiendo validez, se manifiesta una descomposición y colapso de la estructura
social, por los cambios que se están produciendo, provocando incertidumbre y
desencuentros entre los tiempos del derecho y los tiempos sociales, se hace
necesario por lo tanto, la estructuración de un nuevo contrato social.

De allí surge la propuesta de un nuevo mundo jurídico utilizando como


instrumento el modelo jurídico multidimensional y como herramienta el derecho
educativo, para que de ese modo transiten nuevos caminos de legitimación. En
definitiva la enseñanza, el estudio y la investigación del derecho educativo en la
sociedad actual, es ineludible y urgente realizarlo, como una actividad
humanística, en el orden nacional e internacional.

El Derecho Educativo es la llave para ayudar al cambio de aptitud en la


comunidad escolar. Las normas de convivencia constituyen técnicas de motivación
social, o sea instrumentos para inducir a los humanos a comportarse de
determinada manera. Los acuerdos tienen por objetivo la construcción de
consensos por parte de la comunidad educativa.

El fin principal de crear acuerdos es el de reemplazar toda norma impuesta


en forma autoritaria desde el exterior de la unidad escolar con obligación de
acatarla sin haber participado en forma directa en su elaboración. El derecho
educativo traducido en acuerdos de convivencia construye puentes en las
relaciones interpersonales de la comunidad escolar.

El fin de las normas de convivencia no es la información de los integrantes


de la comunidad educativa, sino la transformación personal de cada uno de ellos.
No es la instrucción por medio de lo dispuesto literalmente, sino la construcción de
entendimientos interpersonales, el objetivo real de los acuerdos. Todo esto debe
completarse cuando al volver a sus casas, en familia, en la vida diaria, se pone en
práctica lo aprendido en los acuerdos de convivencia aceptados.

El derecho educativo debe ser un instrumento para la unión de la


comunidad escolar y no para el juzgamiento y la sanción. Para evitar formular
normas incorrectas el integrante de la comunidad educativa debe despojarse de
razones e intereses personales o corporativos, usar la empatía y los valores
previamente concertados, dejando de toda creencia, o todo contenido ideológico y
dogmático.

Para la elaboración de este ensayo en lo que corresponde al contexto


nacional se utilizó un abordaje de investigación y análisis documental en los
principios, mandatos, recomendaciones del pacto internacional de los derechos,
económicos, sociales y culturales (1976); la convención de los derechos del niño y
otros pactos internacionales (2006); así como los principios y mandatos
contenidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), la
Ley Orgánica de Educación (2009); otras leyes y normativas de carácter sublegal
del Estado venezolano; Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la
Educación (2000-2014), textos publicados por el MPPE como la Constitución
Ilustrada y la Colección Bicentenario (2016) e investigaciones, entrevistas y
documentos producidos por universidades, organizaciones de profesionales de la
educación, investigadores y organizaciones no gubernamentales en el quehacer
educativo de Venezuela.

En este sentido la vital importancia del Derecho a la Educación ha sido


universalmente establecida. Está expresamente reconocido en el Art. 26 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, los artículos 13 y 14 del Pacto
Internacional de los Derechos Económicos Sociales y Culturales, así como en
otros tratados internacionales, tales como la Convención sobre los Derechos del
Niño.

Se ha clasificado de distinta manera como derecho económico,


derecho social y derecho cultural. Son, todos esos derechos al
mismo tiempo. También, de muchas formas, es un derecho civil y un
derecho político, ya que se sitúa en el centro de la realización plena y
eficaz de esos derechos. A este respecto, el derecho a la educación
es el epítome de la indivisibilidad y la interdependencia de todos los
derechos humanos (p2).
En este mismo orden de ideas la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela (1999), recoge los principios y fines establecidos en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los Derechos
Económicos Sociales y Culturales (1976), la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (1969), ampliando e incluyendo válidamente, aquellos
principios y conceptos ajustados a la visión política de la administración de turno.
Así, en el texto, el Derecho a la Educación y los derechos de Asociación,
Participación y Reunión Pacifica se garantizan y protegen, lo cual permite el
disfrute y goce del Derecho a la Educación en su plenitud. Igualmente, la
Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela (1999), establece en el
Articulo 102 que, “la educación está fundamentada en el respeto a todas las
corrientes del pensamiento” (p20).

No obstante, partir del año 2000 el Estado venezolano ha impulsado


políticas públicas que han cerrado espacios al Derecho a la Educación de calidad,
plural y fundamentada en todas las corrientes de pensamiento, expresadas en
proyectos que apuntan a la estructuración de una única visión en el campo
educativo, con especial énfasis en el subsistema de educación básica (niveles de
inicial, primaria y secundaria) que cubre la población comprendida entre 0 y 18
años.

En el marco de la concepción y aplicabilidad de la democracia, se entiende


por “pensamiento único” una de las formas más directas de desconocerla y con
ella, de poner de lado los derechos humanos. Puesto que por ser la educación un
derecho humano fundamental, toma en cuenta la variedad de criterios
prevaleciente en cualquier sociedad, independientemente del régimen político que
se haya establecido. El pluralismo, en efecto, es la condición básica del ejercicio
democrático porque por principio incluye, no excluye. Imponer normativamente o
de facto un pensamiento único supone negar la esencia de la democracia. Sin
pluralismo no hay democracia.

El concepto de “pensamiento único” se homologa al de “totalitarismo”,


porque las situaciones totalitarias predominan cuando se emprende la ocupación
brusca o gradual de todos los ámbitos de independencia, autonomía y libertad,
con el fin de segregar las ideas o criterios distintos, que como se sabe son tan
naturales como la sociedad misma.

Como bien argumentaron los rectores de las universidades nacionales en


su recurso de nulidad de la Ley Orgánica de Educación (LOE) del año 2009, “la
infracción del artículo 102 de la Constitución, que define el derecho a la educación
como un servicio público fundamentado en el respeto a todas las corrientes del
pensamiento”, por el artículo 15, numeral 9, de la LOE, que implícitamente
establece como uno de los fines de la educación la ideologización de los
educandos, al condicionar el logro de su “suprema felicidad social”, a la
implantación del modelo socialista, conclusión a la cual se llega cuando se
armoniza el citado precepto legal, con el artículo 2, del Decreto con fuerza de Ley
Orgánica de Creación de la Comisión Central de Planificación, que también se
refiere al logro de la “suprema felicidad social”, definiéndola como el modelo
socialista.

Esa es la misma orientación que se deriva del Plan Económico y Social de


la Nación (2007-2013), denominado en su texto “Primer Plan Socialista”. En fin, la
ideologización implicada en el artículo 15, numeral 9, de la LOE, comporta utilizar
la educación como un instrumento para la construcción del modelo socialista,
derivado de la “doctrina” del Socialismo del Siglo XXI, que se concreta en una
pretensión hegemonizante, la cual lógicamente excluye cualquier otra corriente del
pensamiento en el proceso educativo, razón por la cual el citado precepto de la
LOE contradice al artículo 102 constitucional.” (p20).

La autonomía universitaria, por su fuerza histórica y plena identificación con


el concepto de democracia, se ha convertido en uno de los emblemas de la
educación superior en casi toda Latinoamérica, una de las causas más sentidas y
universalmente aceptadas. La Ley Orgánica de Educación de (2009), la infringe
severamente. El artículo 35 de la Ley Orgánica de Educación (numerales 2, 3, 4 y
5), viola el 109 de la Constitución que la consagra inequívocamente. El indicado
artículo 35 suprime la competencia exclusiva y excluyente de las universidades
autónomas para dictar normas de autogobierno y de organización, precisamente
en las materias referidas en los citados numerales, y porque transfiere a la
Asamblea Nacional la potestad de ejercerla a través de “leyes especiales”, y
también al Ejecutivo Nacional para que la ejerza mediante reglamentos y
resoluciones.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), reconoce
el derecho a la educación en su artículo 102:

Como derecho humano y deber social fundamental, y establece que


será democrática, gratuita y obligatoria, fundamentada en el respeto a
todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el
potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su
personalidad en una sociedad democrática. (p20)
No obstante, al margen de la referida constitución y contraviniendo el
derecho a una educación que garantice la libertad y amplitud de pensamiento, y
que capacite para participar efectivamente en una sociedad libre, como estipula el
artículo 13.1. del Pacto Internacional de los Derechos Económicos Sociales y
Culturales (1976) y otros pactos internacionales en materia educativa, la
imposición de un solo tipo de pensamiento como doctrina oficial del Estado en el
sistema educativo venezolano ha sido una permanente política gubernamental a
partir del año 2000.

En forma de síntesis debemos decir que para eliminar las diferencias y


pacificar los centros educativos, debemos aprender a ser equilibrados y a convivir
teniendo presente que tenemos que educarnos para eliminar:

1) La competencia.
2) El conflicto.
3) La confrontación.
4) El juzgamiento.
5) La Sanción.
6) El individualismo, traducido en premio al mejor.
7) El autoritarismo.
8) La manipulación por medio del premio o del castigo.
9) No quejarse.
10) No culpar.
11) No amenazar.
12) No perseguir.
13) No criticar.
14) No sobornar.
15) Eliminar las diferencias de todo tipo priorizando la inclusión.

En definitiva para concluir: pacificar la escuela significa acostumbrarnos a


no permitir que nos controlen ni querer controlar a las personas que nos rodean,
imponiendo puntos de vistas, sino tomar conciencia de que las normas de
convivencias y las leyes nacionales en las cuales participamos y aceptamos, las
han creado para lograr el bien común y son lo mejor para nosotros y para los
demás.

Referencias Bibliográficas

Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela (1999). Gaceta Oficial


Extraordinaria N° 36.860. Caracas-Venezuela. Asamblea Nacional
Constituyente.
Convención sobre los derechos del niño, (1989). UNICEF comité español.
Ley Orgánica de Educación (2009). Gaceta oficial de la Republica Bolivariana de
Venezuela N° 5929 Extraordinaria. Caracas-Venezuela. Ministerio del Poder
Popular para la Comunicación e Información.
Naciones Unidas, (1976). Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales. Derechos Humanos. Oficina del alto Comisionado.

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