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EL PERRO AGRESIVO

Del mismo autor

Le Jour, éditeur, Montréal :


Chiens hors du commun, 1996
Chats hors du commun, 1998
L’éducation du chien, 1998
Mon chien est bien élevé, 2000
Mon jeune chien a des problèmes, 2000
Mon chien est-il dominant ? 2000
L’éducation du chat, 2000
Le chien qui vous convient, 2001

Dentro de la colección Mon chien de compagnie :


46 Títulos sobre las razas de perros

Éditions de l’Homme, Montréal


L’éducation du chien, 1983
L’éducation du chat, 1993

Éditions Vander, Bruxelles


Le chat cet inconnu, 1985
Mon chien est d’une humeur de chien, 1987
L’homéopathie, pour votre chien, pour votre chat, 1989

Delcourt Productions, Paris


Ma vie de chat (dibujos de Bruno Marchand), 1991
Joël DEHASSE

EL PERRO AGRESIVO
Manejo del perro agresivo en consulta clínica

Traducido por Dra Eva Biosca Marcé

Publibook
Dibujos : Joël Dehasse
Sitio de Internet del autor : http://www.joeldehasse.com
Título original en francés : Le chien agressif, Publibook. com.
© Joël Dehasse

Dialogar con el autor y encontrar esta obra acompañada de


la crítica de nuestro club de lectura, comentarios de los
lectores sobre el sitio Publibook :

http://www.publibook.com

Publibook, París, 2002.

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IDDN.FR.010.0099175.000.R.P.2002.035.40000
Para todos los perros
Que viven en un entorno impuesto,
Sin poder… escoger.

Para los autores


A quienes se les ha dado la oportunidad
De ser editados y leídos.

Acordaos :
No es que al clamar
algo a viva voz
por ello sólo
se diga la verdad
Prefacio

« Soy un perro, soy un depredador, y muerdo. Esta es mi


naturaleza. Por supuesto, sé controlar mis mordiscos, pues
no muerdo indiscriminadamente »
El perro se sacude la cabeza, disgustado, y continua : Soy
yo agresivo ? soy peligroso ?
Algunos de mis semejantes no son muy tratables, ni
recomendables. Sin embargo, vivimos en buena armonía con
vosotros humanos desde hace más de 15.000 años. Si,
algunos perros han comido a humanos y algunos humanos
han comido a perros. Tanto los unos como los otros somos
especies predadoras. No obstante, en lo que concierne al
libre albedrío, nosotros no lo tenemos ; sois vosotros quien
decide quién se reproducirá y con quién, en qué condiciones
creceremos… No se os ocurre pensar que tenéis vuestra
parte de responsabilidad cuando, de vez en cuando, un perro
deja maltrecho a un humano ?

Realmente, no sé lo que piensan los canes. Sólo trato de


inferirlo y, en la base de lo que deduzco, a partir de
observaciones y modelos de reconstrucción de la realidad del
perro, nuestra, y de los sistemas (humanos) en los cuales los
perros y otros animales han sido integrados.

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Introducción

La psicología popular describe al perro agresivo como un


can malo, dominante, y responsable de actos intencionales y
malignos. Pero el perro agresivo es otra cosa. Puede ser
defensivo u ofensivo, controlado o no, previsible o imprevi-
sible…, puede pellizcar o morder fuerte,… asimismo puede
ser encantador y afectuoso, tomar iniciativas, ayudar a las
personas en caso de necesidad. Presenta una multitud de
facetas.
He escrito la presente obra para explicar qué es realmente
la agresividad en el perro, así como sus múltiples facetas, a
fin de poder, prevenir y tratar los problemas ligados a la
agresividad y para que el can, aunque agresivo, pueda vivir
con nosotros en nuestras familias o dentro de una manada
de congéneres con el menor riesgo de accidentes.
Todo perro puede morder. El protagonista de la gran
mayoría de los mordiscos es el perro de la familia o un perro
bien conocido por la víctima ; raramente se trata de un perro
errante. Los mordiscos ocurren en el domicilio, siendo
menos frecuentes en los lugares públicos.
En lo que se refiere a los accidentes, los hay y los habrá
siempre. Por mi parte, me gustaría que esta guía ayudara a
reducir la frecuencia e intensidad de esos accidentes.

Este libro es una guía educativa y terapéutica. Los


comportamientos agresivos precisan siempre una evaluación
por parte de un experto. En efecto, incluso ante una
secuencia agresiva normal, existe un peligro para el entorno,
pues se hace conveniente calcular dicho riesgo. La ley y la
ética nos obligan a auxiliar a una persona que se halle en

9
peligro y los mordiscos caninos ponen a las personas en
peligro. No obstante, no es posible hacer una evaluación del
riesgo de peligrosidad sin realizar un peritaje.
Quién es el perito experto ? El veterinario es el más indi-
cado a jugar ese papel por su situación única, en la
intersección entre lo psicológico y lo somático, entre lo
fisiológico y lo patológico.
Etólogos, zoólogos, psicólogos y personas de otras
profesiones que abordan el tema del comportamiento, en
particular el comportamiento animal, tienen también su nivel
de especialidad y pueden enseñarnos enormemente sobre el
comportamiento del can. El veterinario, no obstante, tiene la
ventaja de poder acceder a muchos más campos científicos,
y esto le coloca dentro de una posición privilegiada, al
permitirle integrar los conocimientos de diferentes ciencias
en el interior de la medicina del comportamiento. Así pues,
dentro de este modelo, la palabra medicina del comporta-
miento, no es empleada en vano.

Este libro es una guía. Haced de él un libro de trabajo :


doblad las esquinas de las páginas, pegadle notas, subrayadlo
coloread el texto y sobretodo no lo dejéis a nadie, pues no os
lo devolverán, perderéis su rastro y la historia de su
peregrinación.

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En la Consulta : « mi perro ha mordido »

He aquí unas historias, que vemos y oímos todos los días.

Sam ha mordido
Sam es un pastor alemán de tres años. Ha estado
durmiendo en su cesta apoyado sobre su espalda. “Mi
hermana ha ido a acariciarlo”, dice la propietaria del perro.
“Y Sam le ha mordido la nariz. Si esto se repite le
pondremos la inyección. Lo queremos mucho ¿y es así como
nos lo agradece, mordiendo ?
Esta señora piensa que Sam a mordido voluntariamente,
para hacer daño. Pero, ¿es esta la única posibilidad ? Sam no
ha gruñido, sin embargo cuando se le molesta, gruñe.
Puede que Sam haya mordido :
! intencionadamente para hacer daño
! para defender su canasto y su lugar de descanso.
! accidentalmente, al levantarse para recibir la caricia.

Nuestras hipótesis nos llevan a conclusiones muy


diferentes para el tema de la eventual eutanasia de Sam.
Si Sam se ha tendido sobre su espalda para recibir caricias, y
seguidamente muerde sin amenazar, esto es ciertamente
grave. Si Sam defiende su lugar de descanso, esto es más fácil
de manejar ; simplemente bastará con no molestarlo. Si Sam
se ha levantado y ha golpeado con su boca abierta con los
dientes al descubierto la nariz de la señora que se agachaba,
esto ha sido un accidente ; el animal no quería morder.

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Zoé ha mordido
Zoé, una Jack Russel de 2 años que ha mordido a su
dueño en el momento en que éste le estaba acariciando en la
cabeza. Le ha mordido seriamente, haciéndole sangrar.
Además persigue a los deportistas que pasan corriendo, roe
las ruedas de las bicicletas y los cortacésped.
Este perro es un amor, en absoluto para nada malo. El
único problema, que es el motivo de la consulta, es que en
casa hay una niña de siete meses que anda con el auxilio de
sus andadores sin saber controlar su dirección. ¿puede el
animal representar un peligro para la niña ?
El cálculo de la peligrosidad de un perro hacia su víctima
potencial es muy diferente al tratarse del abuelo o de la niña.

Tex ha mordido
Tex es un macho de scottish terrier de 5 años que a
mordido seriamente (más de tres veces) a sus propietarios
cuando éstos le acariciaban. A causa de un hueso suculento,
Tex también ha llegado a saltar al vientre del señor,
mordiéndole severamente y atravesándole la ropa.
Por lo demás, Tex es un perro… encantador.
Después de un tratamiento médico, Tex se ha revelado
menos agresivo y más fácilmente manejable, y el bienestar de
todos, perros y humanos, se ha visto considerablemente
mejorado.

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Definir la agresión

Una fórmula precisa


Dada la confusión entre agresividad, maldad y asimismo,
dominancia, desobediencia y aserción, creo que en primer
lugar es necesario empezar por definir todos estos términos.
En primer lugar, la ciencia se basa sobre conceptos claros los
cuales deben, ellos mismos, tener una formulación la más
precisa posible.
El lector erudito en las ciencias del comportamiento,
puede pasar directamente al capítulo siguiente. En cambio, el
lector que no está familiarizado con estos términos deberá
leer este capítulo.

Tener que dar definiciones presenta la aridez de un léxico o


de un diccionario. Algunos ejemplos y explicaciones se
hallarán en los capítulos siguientes.

! La agresión en etología ha sido definida como una


amenaza o un acto físico contra el equilibrio psíquico y
físico de un individuo. Armin Heymer (1977) añade :
« reduciéndose así también su libertad y potencialidad
genética ». Irenaüs Eibl-Eibesfeld (1984) precisa que
« todo comportamiento que tenga como resultado
obligar a otro individuo a permanecer a una distancia, ya
sea ésta espacial, o socialmente (jerarquía), puede
definirse como comportamiento agresivo, aun en
ausencia de daño físico ». Una amenaza es pues, ya una
agresión. Esta definición no es satisfactoria porque
incluye solamente las agresiones ofensivas. ¿Cómo
definir el comportamiento de un perro que se defiende

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mordiendo ? El animal está tratando de conservar su
propio equilibrio, y no de alterar el de otros. Por
consiguiente, definiría el comportamiento de agresión
como una secuencia de actos que amenazan con llevar –
o llevan – a un contacto físico o psicológico dañino y/o
a un perjuicio (por ejemplo, una pelea) incluso cuando
falte la intención de dañar.

La agresión se define como un comportamiento que


conduce a – o donde el objetivo aparente es – un ataque
a la integridad física (y/o psíquica) o a la libertad de un
otro individuo

! Es agresivo el perro que se encuentra en un estado de


motivación emocional o cognitivo (intelectual) que
acarrea una mayor probabilidad de producir comporta-
mientos agresivos.
! El comportamiento agonistico engloba todos los
comportamientos necesarios a la resolución de un
conflicto, es decir, la agresión misma, pero también las
amenazas, la fuga, las actitudes de apaciguamiento y de
sumisión, etc.
! La agresividad es la motivación de la agresión ; esta es
también la terminología corriente que designa los
comportamientos agresivos.
! La peligrosidad es la evaluación del peligro, del riesgo
traumático (psicológico o físico) para una víctima
potencial. Dicha peligrosidad puede conectarse a un
ataque con mordedura, a atropellamientos, empujones y
a otros comportamientos del perro. Se denomina
peligroso aquel perro que ha puesto en peligro la
integridad física y/o psíquica de un ser humano o,
eventualmente, de otro perro. Un perro es
potencialmente peligroso cuando presenta un conjunto
de características que hacen que la integridad física y/o
psíquica de un individuo pueda verse en peligro debido a
sus comportamientos (agresión, persecución, predación,

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movimientos impredecibles o poco controlables por el
cuidador, etc.). La peligrosidad es una noción antro-
pocéntrica, necesaria para el respeto de la seguridad
pública y privada. La peligrosidad de un perro puede ser
evaluada con atención a cada especie animal que el perro
amenace : el ganado vacuno, las aves de corral, los
animales de compañía, los humanos ¡y los otros perros !
! La maldad es un término antropomórfico muy incómodo
de utilizar, puesto que implica una intención de rencor,
una noción ésta difícil de admitir con referencia a los
perros a razón de sus niveles de inteligencia, así como de
nuestro insuficiente conocimiento de sus motivaciones.
! La dominancia se define como la capacidad para obtener
privilegios y de defenderlos. Se observa cuando el perro
dominante recurre a posturas erguidas y comporta-
mientos ritualizados ante las cuales los perros dominados
se someten. Asimismo, el perro dominante puede
recurrir a comportamientos de agresión definidos como
competitivos o jerárquicos.
! La desobediencia es el rechazo a obedecer las órdenes que
el perro entiende, ve y comprende, y a las cuales ya ha
obedecido anteriormente. La desobediencia está más
ligada a problemas de motivación y técnicos que a
cualquier estatus social. Un perro dominante obedece
muy bien, si las consecuencias de su comportamiento le
son favorables.
! La aserción, o afirmación de sí mismo, se define como una
manifestación de deseos, necesidades y opiniones sin
agredir a los demás. Dentro de la aserción, no existen
expresiones de emociones de cólera o de miedo. Ante un
conflicto, el individuo asertivo elabora soluciones y
compromisos que permiten que cada uno gane algún
beneficio (dos ganadores) mientras que el agresivo gana
en detrimento de su adversario (un ganador y un
perdedor). Dentro de los comportamientos asertivos,
nos encontramos con posturas erguidas y gruñidos

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(rugidos) sin evidenciar las armas (los dientes), es decir,
manteniendo una expresión llana.

Añadiremos a esta lista algunas definiciones suplemen-


tarias :
! El apaciguamiento es la capacidad para impedir o desviar
(disuadir) la agresión del congénere antes de la fase de
ataque a través del empleo de posturas mímicas y rituales
no agresivos. El apaciguamiento permite evitar el ataque.
! La ruptura del contacto es un apaciguamiento frente a una
amenaza expresada por un congénere mediante
mantenimiento de una postura asertiva y desvío de la
mirada y de la muestra o exposición de las armas (el
perro gira la cabeza sin modificar su postura corporal,
que generalmente permanece estable).
! La sumisión es la capacidad de parar la agresión de un
congénere durante el ataque y evitar mordiscos graves
empleando posturas mímicas y rituales no agresivos.
Generalmente las armas (los dientes) son ocultadas. Las
partes corporales vulnerables son expuestas y el animal
vencido, que se somete, permanece inmóvil. La posición
típica del perro que se somete es supina, mostrando el
abdomen y exponiendo el cuello por su parte ventral al
adversario, con la mirada alejada y los miembros
posteriores ligeramente abiertos.

Posturas de dominancia (alta) y de sumisión (baja)

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¿Agresión o caza ?
¿Se puede hablar de agresión cuando la víctima del perro
es un conejo o una perdiz ?
Se habla entonces, de comportamiento de caza. Los
autores debaten para determinar si la caza es una clase de
agresión o no lo es. Para la simplicidad y congruencia de mi
discurso, considero la caza como una agresión de predación,
con sus secuencias particulares. Efectivamente, como
veremos, hay casos donde los perros recurren a agresiones
del tipo de predación o predativas hacia el ser humano u
otros perros.

¿Un grupo social de perros y de humanos ?


Otra razón de discusión entre científicos será saber si el
ser humano y el perro forman una manada. La sugerencia
que expongo en “Mon chien est-il dominant ? (Le Jour, éditeur)
es que sí que ocurre así.
Me refiero al concepto de familia-manada y, desde allí, de
las agresiones ocasionadas por los perros hacia los humanos,
que son a menudo comparables a las que acontecen entre
perros. Las secuencias pueden variar, pero las definiciones
permanecen válidas. Si se rechaza esta hipótesis será
necesario inventar nuevas definiciones.

17
El marco de reflexión

La medicina del comportamiento


La epistemología es, por su etimología, el estudio de la
ciencia. Esta estudia los principios, los métodos y los
resultados de las ciencias, para extraer su lógica y filosofía.
Esta palabra es a menudo utilizada para definir el esquema
de pensamiento de una ciencia, el marco de sus conoci-
mientos. Las informaciones que proporciono seguidamente
obedecen al marco de pensamiento particular a de la
medicina del comportamiento.
Cuando uno observa los perros salvajes y los lobos, se
aprecian secuencias agresivas. En casi todos los casos, dichas
secuencias se adaptarán a las circunstancias, a la
supervivencia del individuo y de la especie, y a la evolución
del grupo familiar o social. Aquellos animales que mostraran
una agresividad extraña, no adaptada, serían eliminados
directamente o indirectamente por la selección natural.
Efectivamente, los perros anormalmente agresivos serían
excluidos del grupo social y deberían vivir en solitario, con
ello se puede considerar que es como una muerte lenta y sin
recursos. Los que pudieran sobrevivir, no se podrían
reproducir y su genética sería por lo tanto eliminada, no
habiéndose transmitido a las siguientes generaciones. Dentro
de los dos casos, la genética del individuo “incoherente” está
destinada a desaparecer tanto a corto como a largo término.
Hoy en día convivimos con perros domésticos, que han
adquirido la capacidad de vivir con una especie ajena y de
crecer en su hogar. Han perdido parte de su naturaleza
salvaje, y también se han desligado del efecto despiadado de
la selección natural. Es esta una paradoja. El ser humano ha

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logrado seleccionar a perros domésticos más sociables pero,
al mismo tiempo, en ocasiones les ha desatado de sus
mecanismos de regulación de la agresividad, convirtiéndolos
en posiblemente peligrosos.
La observación de los perros salvajes y de los lobos es la
misión de la etología, la ciencia del comportamiento. La
observación de los perros domésticos dentro de su encuadre
familiar o profesional, la comprensión de sus comporta-
mientos, así como la gestión y la modificación de los
problemas comportamentales, es el objeto de la etología
aplicada y de la medicina comportamental.

El acercamiento : teórico o práctico


Hablar de agresividad en el perro, puede hacerse desde
diferentes puntos de vista. El acercamiento intelectual se
enriquece de conocimientos cada vez más avanzados. El
práctico – el de este manual es esencialmente práctico – está
encaminado a tratar la agresividad del día a día cotidiano.
La gestión de la agresividad en el perro se realiza desde
diferentes planos :

Tipo de agresividad Gestionada por


Agresividad al día a día El propietario
La agresividad patológica o Un especialista, un
fisiológica, es decir etológicamente veterinario u otra
normal, tal como la agresión persona formada en
competitiva por un hueso, pero que este ámbito ;
puede representar una fuente de
peligro para el medio ambiente
La genética de la agresividad El criador
las afecciones (psicológicas y tratadas
físicas) que se acompañan de mani- preferentemente por
festaciones de agresividad veterinarios comporta-
mentalistas

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La agresividad al dar la orden tratada por los adies-
tradores – y si es
posible por adiestra-
dores profesionales.

Elaborar un modelo
La agresividad es un tema complejo. La complejidad es
inaccesible a la comprensión. Sugiero de sustituir lo
complejo por lo complicado, organizado a partir de
elementos simples.
El acercamiento que propongo consiste en ir de lo simple
a lo complicado. Esta aproximación es una modelización, es
decir una representación esquemática de un proceso de
razonamiento.
Crearé una imagen de la realidad a veces caricaturesca, que
pero, siga siendo lógica y operacional. Esta aproximación
alcanza unos resultados que consisten en hacer posible la
comprensión y el tratamiento de la agresión canina.
El primer elemento a tomarse en consideración es estimar
si el perro es peligroso o no. Para saberlo, existen dos tipos
de métodos a utilizar :
! prospectivo : prever si un perro, sea el que sea, presenta
el riesgo de que un día muerda y qué daño puede causar
a su medio ambiente inmediato y a la sociedad ;
! retrospectivo : en el caso de que un perro ya haya
agredido y mordido, se trata de determinar su peligro-
sidad, el riesgo de que vuelva a morder, y de tomar una
decisión en cuanto a su futuro
Si el método de prospeción, es el más útil, el más
interesante a fin de evitar posibles accidentes, sin embargo
está destinado a la imprecisión. Actualmente, nadie puede
seleccionar un cachorro y afirmar sin equivocarse que
morderá o no morderá una vez adulto. La agresividad de un
ser depende de numerosos factores : la genética de los
padres, las repercusiones del crecimiento, la socialización
primaria antes de los 3 meses de edad, la socialización

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secundaria que sigue, la educación dada por la madre y los
demás perros adultos, el medio ambiente facilitado por el
criador y los propietarios, los accidentes y contingencias de
la vida cotidiana, los encuentros sociales positivos y
negativos, las enfermedades, etcétera.

Morder es indudablemente parte de la naturaleza


del perro
El perro es un predador capaz de matar presas más
grandes que él. Si se desea una garantía del 100 % de que el
can no muerda, entonces la decisión irrevocable a tomar es
elegir un… peluche. Todo perro en su vida tiene la
posibilidad de que muerda. No es posible afirmar –
asumiendo legalmente la responsabilidad – que un perro
nunca morderá. Todo lo que se puede afirmar,
científicamente, es que el riesgo de que un perro muerda
depende de su genética, su socialización, su educación, sus
circunstancias, etc. Por lo tanto es posible reducir los riesgos
de mordeduras. Esto tiene que estar extremamente claro en
el espíritu de cada lector, puesto que se trata de una noción
fundamental.

Mi acercamiento
En el contexto de este libro, os propongo :
! De evolucionar de la retrospectiva hacia la prospec-
tiva, es decir, mover desde un acercamiento retros-
pectivo (basado en la historia) a un acercamiento
fundado en la prospectiva (predictivo).
! De emplear un acercamiento práctico de resolución de
los problemas.

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La resolución de problemas

El acercamiento práctico
Cuando uno dice « mi perro me ha mordido », o « mi hijo
de tres años ha sido mordido por nuestro perro », eso
describe un problema : la agresividad del perro. Lo que los
propietarios (o los padres) se esperan, es comprender y
resolver ese problema.
Se considera un problema, todo aquello que causa
inconvenientes a las personas. Dentro de este punto de vista
centrado en el ser humano, un comportamiento agresivo
adaptado, normal, puede ser percibido como un problema.
Si hacemos daño a un perro, es normal que éste se defienda.
Sin embargo, los mordiscos son interpretados como un
problema de comportamiento.

Mi acercamiento es práctico. Uno puede pasar una hora,


tres horas o tres días analizando comportamientos agresivos
de un perro. Pero yo soy partidario de una decisión rápida,
dentro de un lapso de tiempo lo más corto posible.
Personalmente estimo que se puede obtener un máximo de
información en un mínimo de tiempo, por ejemplo en
menos de una hora. Pienso que una hora de concentración y
trabajo es suficientemente agotador tanto para el profesional
como para el perro y sus propietarios.

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Las diferentes etapas
La gestión comprende varias etapas :

! Evaluación de la peligrosidad
! Descripción de la agresión
o Las secuencias del comportamiento agresivo
o Las posturas y mímicas del perro
o El perro y sus componentes psicobiológicos
o Los contextos y circunstancias de la agresión
o Las consecuencias de las agresiones para perro y
el medio ambiente.
! Evaluación del tipo de agresión
! Diagnósticos
! Proposiciones de consejos, tratamientos y terapias.

Empezaré por analizar los diferentes elementos – que


componen la agresión -. Seguidamente combinaremos estos
elementos para reconstruir una imagen de la realidad de la
agresividad así como la vemos y especificamos. A partir de
entonces, podremos enfocar como gestionar la agresión, es
decir, cómo tratarla y, sobre todo, cómo prever los
mordiscos a fin de evitarlos.

24
El cálculo de la peligrosidad

Una evaluación simplificada


Propongo una evaluación simplificada de la peligrosidad
de un perro después de que haya mordido. No se trata de un
test de predicción destinado para (, por) perros que nunca
han (un perro que jamás ha) mordido, sino (se trata) de
poder evaluar fácilmente la peligrosidad global de un animal
después de un ataque con mordisco. Esta primera evaluación
puede seguidamente ser completada por el diagnóstico de un
experto.

Evaluaciones en las ciencias del comportamiento


Aquí la peligrosidad es tratada como un riesgo global y no
como un riesgo de contexto. Por esto se entiende que no se
tiene en cuenta el estado jerárquico del perro, las
circunstancias de la agresión, las responsabilidades de los
propietarios, etc. Una determinación global de la
peligrosidad, no puede desde luego, prevenir los incidentes y
accidentes relativos a mordiscos justamente situados en
zonas delicadas (vasos sanguíneos…).
No existe un cálculo objetivo (validado científicamente)
de la apreciación de la peligrosidad de un perro frente a un
ser humano. Actualmente, nada puede reemplazar el
diagnóstico realizado por un/una veterinario/a especialista
en comportamiento.
Las ciencias del comportamiento forman parte de las
ciencias de lo impreciso (Moles, 1995). Al lado de las
ciencias así dichas exactas (como las matemáticas, la
astronomía, la química, etc…) existen unas ciencias inexactas

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que estudian lo impreciso, lo vago, lo confuso, tales como :
la psicología, la sociología, la meteorología. La medicina
veterinaria del comportamiento, se engloba dentro de este
grupo.
Dentro de esta especialidad hay tres maneras de abordar la
problemática :
1. experimentación y tests
2. observaciones
3. ajuste de conducta o “modelización”

Experimentar y testar induce a fuertes interacciones entre


el experimentador (con sus procedimientos), el perro y su
sistema debido a la administración de medicamentos y
manipulaciones de la conducta, de cambios inducidos.
La observación comporta interacciones débiles las más
neutras posibles entre el observador (su aparato fotográfico,
su cámara de vídeo,…) y el animal observado dentro de su
ecosistema.
La modelización no conlleva ninguna interacción con la
realidad. “Modelizar” significa realizar una caricatura de la
realidad, construir un dispositivo que permitirá reproducir lo
que uno observa y experimenta. La modelización sigue unas
reglas ; una de ellas, el principio de parsimonia, nos propone
seleccionar el número mínimo de elementos que tienen el
valor más elevado.
La siguiente metodología se funda en los puntos 2 y 3, es
decir : observación y modelización.

Criterios
Veamos los criterios que he tomado en cuenta para la
evaluación de la peligrosidad :
1. el peso y la masa del perro ;
2. las categorías de personas a riesgo ;
3. la agresión ofensiva o defensiva ;
4. la agresión previsible o imprevisible ;
5. le control del mordisco ;
6. la eventualidad de mordiscos simples o múltiples.

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1. El peso y la masa
Demasiado a menudo se olvida que cuando se trata de un
perro cuyo peso ronda los 45 kg, no se habla de su peso,
sino de su masa. La fuerza muscular de un perro es tal, que
su aceleración lo lleva en cuestión de pocos metros a 20 y
hasta 40km/h. A 20 km/h, el peso del animal se multiplica
por 5,5 y a 40 km/h es multiplicado por 11.
Imaginemos a este perro llevado por una correa extensible
que vea a una víctima potencial y se lance al ataque. Al final
de la correa, después de un arranque de 5 metros de carrera,
su peso estimado será de entre 225kg y 495 kg. En estas
circunstancias es mejor ser forzudo, porque si uno pone la
correa bajo los pies,… uno no tarda en levantarse en vuelo.
Ahora se comprende mejor porque algunas personas
enrollan la correa alrededor de un árbol para controlar a sus
animales cuando prevén encuentros poco amistosos.
En ausencia de autoridad hacia el perro (autoridad ligada al
estatuto jerárquico de la persona con respecto al perro y a la
afirmación de sí mismo), estimo que un ser humano tendrá
dificultades físicas a la hora de controlar una seria
agresividad por parte de un perro que sea más de una quinta
a una cuarta parte de su propia masa.
Esta evaluación subjetiva está basada en mi experiencia
clínica relativamente a las armas del perro (sus caninos) y al
hecho de que el perro es un predador de presas más grandes
que él (un perro de 20 Kg. puede matar a una presa de 80 a
100 Kg.).
El criterio 8 es : 4 veces el peso del perro dividido por el
peso de la víctima : 4 x P (perro)/P (víctima)

2. Las categorías de personas a riesgo


Anteriormente he escrito « en ausencia de autoridad ». En
efecto, el estatus social de dominante de una persona, le
confiere la autoridad sobre el perro. Por otro lado, las
personas dominadas o miedosas, los ancianos o las personas
que sufren alguna minusvalía importante, así como los niños
menores de cinco años y la mayoría de mujeres, en presencia

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de un perro macho pueden ser consideradas como categorías
de riesgo. La peligrosidad debe entonces ser aumentada.
Las categorías de riesgo pueden ser clasificadas dentro del
orden creciente :
1. Hombres adultos
2. Mujeres adultas, personas con una minusvalía menor,
personas miedosas.
3. Niños de más de 6 años, personas mayores, personas
con una minusvalía mediana
4. Niños de 3 a 6 años, personas con una minusvalía
sustancial.
5. Niños de menos de 3 años, personas con una
minusvalía mayor.

Cuando hablo de minusvalía, me refiero a un handicap,


una incapacidad, debida a una discapacidad física o mental,
que puede ir hacia una enfermedad debilitante como una
fatiga crónica, una depresión, o una miastemia gravis o una
ceguera.

La clasificación de las categorías se ha hecho de acuerdo


con múltiples criterios, particularmente la fuerza física y la
capacidad de descifrar el lenguaje corporal del perro.
El cálculo de la peligrosidad, se debe hacer
individualmente para cada persona a riesgo.
El criterio está basado en la clasificación de 1 a 5 de la
víctima a riesgo.

3. Agresión ofensiva o defensiva


Si tuviéramos que simplificar a ultranza los comporta-
mientos agresivos en función de los respectivos movi-
mientos del perro y de la persona mordida, podríamos
seleccionar dos tipos :
1. La agresión defensiva : el perro reacciona cuando es la
persona que va hacia él ;
2. La agresión ofensiva : el perro va hacia la persona para
atacarla.

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La agresión defensiva es más fácil de tratar ; en efecto,
basta con no dirigirse hacia el animal. Si se le llama y el perro
acude, el riesgo de agresión se vuelve muy limitado.
No obstante, con los niños de menos de tres años no nos es
posible ser confiados, pues no pueden estar constantemente
controlados en estas circunstancias.
En el caso de una agresión ofensiva, el riesgo es fuerte-
mente incrementado.
El criterio es el tipo de agresión de 1 a 2.

4. Agresión previsible o imprevisible


Sea cual sea el factor desencadenante de la agresión, es
importante determinar si la persona a riesgo es capaz o no de
prever el ataque y el mordisco. Cuando el mordisco es poco
previsible, el especialista en comportamiento debe poder
determinar si la agresión es realmente imprevisible o si se
puede educar la persona sometida al riesgo a prevenir la
agresión.
Criterios :
1. Agresión previsible : el perro realiza una fase de
amenazas identificables y comprensibles : gruñe, ladra
y muestra los dientes, su postura corporal se vuelve
rígida, etc. Esta fase de amenazas, claramente anterior
a la fase de ataque y al mordisco, puede permitirle al
sujeto a riesgo, evitar la agresión ;
2. Agresión poco previsible : la fase de amenaza es mal
identificable, casi simultánea (por similitud) a la fase
de ataque.
3. Agresión imprevisible : el ataque es inmediato, sin
aviso alguno.

Por « persona a riesgo » se entiende el sujeto que se


encuentra en peligro de ser mordido. Puede ser el marido, la
esposa, un niño, un abuelo, un vecino, un visitante, alguien
que pase por la calle, un ciclista… ?
En lo que concierne a la previsión, depende de la persona
que se encuentra a riesgo. Por ejemplo, un niño de menos de

29
tres años tiene dificultades en comprender el lenguaje
corporal del perro. Una persona invidente o sorda, puede
perfectamente ser incapaz de comprender las amenazas del
perro.
Por consiguiente, pueden evidentemente existir más
personas a riesgo dentro de cada sistema familiar y un
cálculo de la peligrosidad se realizará para cada uno de ellos.
El criterio estriba en el grado de previsión del ataque, del
1 al 3.

5. El control y la intensidad del mordisco


Un perro dominante que tenga que (debe poner a) reducir
a otro can a (un congénere en) su lugar subordinado, puede
recurrir a un mordisco controlado, es decir, al “mouthing”
(pellizcar o golpear suavemente o tocar, empleando los
incisivos y hocico sin agarrar) o al pellizco.
El primer sistema no deja traza o señal mientras que el
pellizco deja un morado. En el caso de que el retador
rehusara someterse, el mordisco se tornaría en un agarre
fuerte, cuyo resultado entonces será un morado más intenso
e incluso una perforación de la piel. Si el perro pierde el
control de sus mordiscos, el efecto será ; desgarros en la piel.
En la eventualidad de miedo, impulsividad o de
comportamiento de caza, los mordiscos son generalmente
intensos.
Se pueden identificar diferentes grados de mordeduras :
1. mouthing (“mise en gueule”) ; no deja marcas ;
2. pellizco : produce un morado, un hematoma ;
3. mordisco controlado : produce un hematoma ;
4. mordisco controlado y mantenido : produce
perforación de la epidermis ;
5. mordisco fuerte : produce una perforación muscular ;
6. mordisco fuerte y mantenido : causa una laceración
muscular ;
7. mordisco de depredación : arranca porciones
musculares
El criterio es la intensidad del mordisco, de 1 a 7.

30
6. El mordisco simple o múltiple
Un perro que muerde a repetición es más peligroso que
uno que muerde una sola vez, se aparta y guarda las
distancias. Asimismo, un perro que mantiene el mordisco y
rehusa aflojar provocará heridas más importantes más
ruinosas y será por lo tanto más peligroso que aquel que
propina un solo mordisco y se aleja.
Veamos los diferentes grados considerados :
1. mordisco simple
2. mordisco simple y mantenido
3. mordiscos múltiples
4. mordiscos múltiples y mantenidos

El criterio estriba en la particularidad de la mordedura de


1 a 4.

El riesgo de peligrosidad para el hombre


El riesgo de peligrosidad es siempre relativo a una persona
en concreto y a unas circunstancias específicas. No existe un
valor absoluto.

! La peligrosidad es proporcional a la relación de la masa


del perro (multiplicada por 4) y a la de la persona a
riesgo ;
! al aspecto ofensivo de la agresión ;
! a la imprevisión de la agresión ;
! a la falta de control y a la intensidad del mordisco ;
! a la repetición y sujeción de las mordeduras.

Una fórmula simple


Es posible vislumbrar una fórmula matemática. Aunque
ésta no sea indispensable para la buena comprensión de los
criterios de peligrosidad, sin embargo puede resultar útil para
los estudios científicos.
El lector, si lo desea, puede pasar al capítulo siguiente.

31
En la primera fórmula matemática que propongo, todos
los criterios son multiplicables excepto los criterios E y F
que son adicionales.
[4x masa del perro/masa de la persona] x categoría a
riesgo x defensiva-ofensiva x previsible-imprevisible x
(control-intensidad del mordisco + mordisco simple-
múltiple).
En esta fórmula “x” significa multiplicar y “/” dividir.
En la segunda fórmula todos los criterios son adicionales.
El criterio “A” es igualmente ponderado de un factor de
multiplicación de 4.
[4x masa del perro/masa de la persona] + categoría a
riesgo + defensiva-ofensiva + previsible-
imprevisible + control-intensidad del mordisco + mordisco
simple-múltiple.

32
Tabla de recapitulación de los criterios de peligrosidad

Criterio Indices valor


A: Peso del perro =…
Peso y masa Peso de la víctima =…
Coeficiente perro/víctima =… …
B: 1 = hombres adultos …
Categoría de 2 = Mujeres adultas, personas con una
riesgo minusvalía menor, personas temerosas
3 = niños > 6 años, ancianos, personas con
una minusvalía mediana
4 = niños de 3 a 6 años, personas con una
minusvalía substancial
5 = niños de menos de 3 años, personas con
una minusvalía mayor
C: 1 = agresión defensiva : el perro reacciona …
Ofensivo o cuando es la persona que va hacia él.
defensivo 2 = agresión ofensiva : el perro va hacia la
persona para atacarla.
D: 1 = agresión previsible …
Previsible o 2 = agresión poco previsible
imprevisible 3 = agresión imprevisible
E: 1 = Mouthing (mise en gueule) sin marcas …
Control e 2 = Pinzamiento : moratón, hematoma
intensidad 3 = Mordisco controlado : hematoma
4 = Mordisco controlado y sostenido :
penetración o piercing de la epidermis
5 = Mordisco fuerte : perforaciones
musculares
6 = Mordisco fuerte y sostenido :
laceraciones musculares
7 = Mordisco de predación : desgarros
musculares
F: 1 = Mordisco simple …
Simple o 2 = Mordisco simple y mantenido
múltiple 3 = Mordiscos múltiples
4 = Mordiscos múltiples y mantenidos
Formula n°1 4A x B x C x D x [E + F] = …
Formula n°2 4A + B + C + D + E + F = …

33
Ejemplo
Un perro de 20 kg. pellizca un hombre de 80 kg para
defenderse tras haber mostrado claramente sus amenazas.
Fórmula nº 1 : (4x 20/80) x 1 x 1 x 1 x (1 + 1) = 2
Fórmula nº 2 : (4x 20/80) + 1 + 1 + 1 + 1 + 1 = 6
En las mismas circunstancias, si la víctima es un niño de 4
años y de 20 kg de peso, el pellizco causará fácilmente una
penetración de la epidermis.
Fórmula nº 1 : (4 x 20/20) x 4 x 1 x 2 x (4 + 1) = 160
Fórmula nº 2 : (4x 20/20) + 4 + 1 + 2 + 4 + 1 = 16

Validación
Los valores de estos tests han sido comparados con mi
juicio subjetivo de veterinario especialista en comporta-
miento, después de haber realizado una consulta de
comportamiento de una hora por cada perro agresivo, con
una cincuentena de canes. El juicio subjetivo consistía en
una cifra de 0 a 10 : 0 indicando la ausencia de peligrosidad y
10 mostrando un riesgo mortal.

! 0-2 : peligrosidad mínima


! 2-4 : débilmente peligroso
! 4-6 : medianamente peligroso
! 6-8 : peligro de serio a considerable
! 8-10 peligro mortal

La correlación entre mi evaluación como experto y el


cálculo de la peligrosidad es el siguiente :

! Fórmula 1 : R = 0,40
! Fórmula 1 (logaritmo decimal o neperiano del valor
dado por la fórmula nº 1) : R = 0,65
! Fórmula 2 : R = 0,73

34
Gráfica : Correlación entre la peligrosidad calculada para la
fórmula n°2 y la evaluación del experto después de la
consulta comportamental.

Estas correlaciones deben todavía ser validadas por otros


evaluadores que estimen a los mismos perros mordedores.
Este trabajo está en curso de realización.

Cálculo prospectivo
Es fácil imaginar lo que ocurriría en una situación de igual
agresión e igual mordisco, pero sobre otra persona u otra
víctima potencial. Si un perro causa un hematoma a un
hombre adulto, el mismo mordisco produce una perforación
en la epidermis a un niño. La aplicación de la fórmula con
sus nuevos datos, permite realizar un cálculo de prospección
del riesgo.
Este cálculo es muy útil especialmente en un hogar donde
se espera descendencia, puesto que posibilita estimar el
riesgo en el que incurre el niño que cohabita con un perro
agresivo.

35
Consejos para la decisión
Para simplificar la toma de decisión, propongo en esta
tabla adjunta, algunos consejos para cada valor del índice de
peligrosidad. No obstante, se debe tener en mente que
cuanto más se simplifica, más aumenta el grado de impre-
cisión sobre una decisión. La evaluación de la peligrosidad
no es más que una primera etapa que no substituirá el
recurso de una visita a un veterinario, un etólogo, un
adiestrador experto y, desde luego, un veterinario especialista
en comportamiento.

Consejos para los propietarios


en función del índice de peligrosidad
calculado para la fórmula 1 (multiplicativa, F1)
o 2 (adicional, F2).

Indice Indice Riesgo Proposiciones


F1 F2
Inferior Inferior menor Informarse debidamente
a10 a 10 sobre los riesgos
De 10 De 10 mediano Hacer un balance físico
a 50 a 14 con el veterinario, tomar
medidas de prevención,
de reeducación
De 50 De 14 considerable Tratamiento y terapia
a 150 à 15,5 con un especialista, debe
llevar bozal en un medio
donde existe riesgo
Superior Superior De muy serio Separar el perro y la
a 150 a 15,5 a mortal víctima, desarme del
can, eutanasia

36
Conclusiones
Saber apreciar el peligro es un primer paso, fácil de dar, en
cuanto a la valoración de una agresión. Algunos utensilios,
tales como estas fórmulas de peligrosidad o la consulta con
un especialista, permiten estimar el riesgo y, seguidamente,
prever las soluciones adecuadas.

37
La secuencia del acto de agresión

Las cuatro fases de un comportamiento


Todo comportamiento es activado por un estímulo, una
información desde el medio exterior o un cambio en el
medio interior de la fisiología del sujeto. Este estímulo es
como un detonador. Es percibido por los sentidos y genera
una emoción. La emoción está presente antes de cualquier
acción ; ésta activa los centros motores del cerebro análo-
gamente ocurre cuando precalentamos el motor del vehículo
antes de arrancar. La emoción es como un desequilibrio. El
individuo debe restablecer su equilibrio mediante el paso a la
acción, a través de la reacción. Este paso a la acción será,
pues, confirmado – o invalidado – por el cerebro y el sujeto
(animal o humano) producirá una serie de actos que
nombramos como comportamiento.
Todo comportamiento se divide en varios actos motores
diversos. Efectivamente, existen cuatro fases para cada
comportamiento :
1. Una fase de inicio : se trata de los primeros índices de la
puesta en acción ; esta fase atestigua las motivaciones
internas (del organismo) a la acción ; es activada por un
desequilibrio (metabólico, etc.) en el organismo.
2. Una fase de acción, también definida como fase
operativa, la cual permitirá actuar sobre sí mismo o sobre
el entorno con la finalidad de restablecer el equilibrio.
3. Una fase final, que indica la satisfacción (o la saciedad)
conectada con el comportamiento ; la vuelta al bienestar
y al equilibrio.
4. Una fase refractaria, durante la cual el comportamiento
no se expresará porque el organismo ha logrado volver al

39
equilibrio ; esta fase es definida como refractaria porque
el organismo se ha vuelto insensible a los factores de la
motivación e incapaz de reanudar una fase operativa. Es
esta una etapa de recuperación.

Las cuatro fases de una secuencia agresiva


Como todo comportamiento, el comportamiento de
agresión también presenta cuatro fases :
1. Fase de inicio, generalmente de amenazas, de
intimidación que advierte acerca de intenciones
agresivas o expresa emociones resentidas (miedo,
cólera, competitividad, etc.).
2. Una fase de acción, de ataque, la cual permite llevar a
cabo las intenciones y calmar las emociones.
3. Una fase final, que indica la terminación de las
hostilidades y muestra el apaciguamiento de las
emociones, la vuelta a la tranquilidad.
4. Una fase refractaria, en la que los actos agresivos no se
pueden expresar.

Para cada tipo de comportamiento agresivo, estas fases


pueden ser diferentes. Es esta una manera viable de
reconocerlas.

40
Tipo de agresión Intimidación Ataque
Atípica Ausente Directo
Competitiva Estructurada Controlado
Distanciamiento Estructurada Controlado
Hiperagresión Ausente Directo
Irritación (por) Breve Controlado
Miedo (por) Signos de miedo Casi directo
Predación - caza Ausente Secuencias típicas

Integridad de la secuencia
Sea cuál sea el tipo de agresión, es necesario que la
secuencia se presente como íntegra, y no modificada. La
integridad de la secuencia demuestra la normalidad del
comportamiento. Un comportamiento cuya secuencia está
íntegra es previsible tanto para los perros como para los
humanos, quienes se pueden adaptar. Si la secuencia está
corrompida, se debe considerar la existencia de una pato-
logía del comportamiento. En este caso, el comportamiento
ya no es previsible y pone en peligro la comunicación en el
interior del grupo.
Por ejemplo, cuando dos perros compiten por un hueso,
es necesario que haya amenazas (gruñir, enseñar los dientes,
mostrarse más corpulentos) antes del ataque ; es necesario
que el sujeto menos fuerte, menos seguro de sí, pueda
retraerse y alejarse sin daños. Los ataques pueden conllevar
heridas y menoscabos para los dos perros en lucha o por
uno de ellos. Dado que los cánidos cazan en grupo, la
invalidez de uno de los miembros puede comportar serias
consecuencias para todo el grupo y riesgos para la
supervivencia de toda la jauría. En el seno de un grupo, no
deberían darse heridas que impliquen invalidez.
Fuera del grupo la regla es diferente. Un depredador, así
como un presa, pueden ser atacados violentamente.

41
El análisis de cualquier comportamiento debe describir :
! Cada uno de los cuatro elementos de la secuencia de
agresión ;
! Las modificaciones de la secuencia con el tiempo.

En efecto, como se verá, la secuencia es alterada por sus


consecuencias positivas o negativas. De aquí la importancia
de conocer los efectos de dicha alteración en el tiempo para
cada fase.

El control del mordisco


A fin de que no conlleve invalidez de un congénere, el
mordisco debe estar perfectamente controlado. En el grupo,
para evitar heridas graves, las mordeduras deben estar
controladas. Fuera del grupo, ante un depredador o una
presa, los mordiscos pueden ser fuertes y reiterados.
Por la expresión mordiscos controlados, entiendo un
“mouthing”, (mise en gueule), es decir, un pellizco sin
apretar, sin compresión, que deja solamente un mínimo de
marca, ocasionalmente sólo algún morado (hematomas
ligeros).
Una mordedura fuerte perfora la piel y precisa de
tratamiento. La piel humana es mucho más frágil que la piel
de un can. Es por ello que es importante exigir de nuestros
perros de compañía que sean capaces de ejercer un óptimo
control de sus mordiscos.
Una mordedura poderosa, no controlada, se da cuando el
individuo :
! pierde el control de sus emociones, por ejemplo en el
caso de miedo,
! pierde el control de sus acciones (problemas
neurológicos, endocrinos,…),
! no ha adquirido el control del mordisco
(disocialización),
! ha aprendido la necesidad de morder con intensidad
(adiestramiento para morder),

42
! tiene la intención de herir gravemente a su adversario
o víctima (agresión de predación o predatoria).

Control del mordisco


en función del tipo de agresión

Agresión Mordiscos
Atípica Fuertes
Competitiva Controlados
Distanciamiento Controlados
Hiperagresión Fuertes
Irritación (por) Controlados
Miedo (por) Fuertes
Predación Fuertes

Una tabla de recapitulación


Las dos informaciones – integridad de la secuencia y
control del mordisco – se pueden incluir dentro de una sola
tabla recapitulatoria. Estos criterios nos dan indicaciones
para reconocer el tipo de agresión.

Secuencias de algunas agresiones


Agresión Intimidación Ataque Mordiscos
Atípica Ausente Directo Fuertes
Competitiva Estructurada Controlado Controlados
Distanciamiento Estructurada Controlado Controlados
Hiperagresión Ausente Directo Fuertes
Irritación (por) Breve Controlado Controlados
Miedo (por) Signos de Casi directo Fuertes,
Miedo repetidos
Predación Ausente Secuencias Fuertes,
típicas repetidas

43
Al finalizar un ataque
La fase final de un ataque es fundamental en un grupo.
Fuera del grupo el ataque puede ser llevado hasta la huida
del depredador o la muerte de la presa.
Dentro de un grupo, el ataque debe siempre pararse. Si no
se detiene más que por agotamiento de los contrincantes,
nos hallamos fuera de la normalidad, al observarse una
situación patológica.

Agresiones adaptadas o patológicas


Los comportamientos de agresiones pueden ser
fisiológicos o patológicos. La noción de patología es central
en la medicina del comportamiento.
La patología es la ciencia de las causas, de los síntomas y
de la evolución de las enfermedades. La enfermedad es
definida como una alteración de la salud, del equilibrio del
individuo ; la enfermedad define asimismo un
deterioramiento del estado del funcionamiento normal del
organismo, parcial o completamente.
La patología es la ciencia de las modificaciones de la
función del metabolismo o de la estructura de un sistema,
ya sea éste en el plano celular, orgánico o del organismo
en su totalidad, o bien de la construcción social formada
por varios individuos.

En las medicina del comportamiento nos ocupamos prin-


cipalmente de los elementos psicobiológicos, que he defi-
nido como “psychels”. Éstos son : el organismo, los humores,
las emociones, cogniciones, percepciones, los actos motores
y las actividades neurovegetativas.
Podemos definir como patológico al elemento psicobio-
lógico que ha perdido su capacidad de adaptación funcional.
Dicha pérdida de adaptación conlleva que el animal que
padece una patología comportamental, presente dificultades
a la hora de interactuar con su medio. Y el elemento psico-
biológico patológico interfiere con las actividades sociales

44
normales, así como con la eficacia del animal para su propia
conservación y la de su especie.

! Una agresión destaca una patología cuando :


! No permite el regreso al equilibrio emocional del
sujeto
! Su estructura en cuatro fases ya no es íntegra
! El mordisco no se adapta al contexto (dentro del
grupo o fuera de él)

En ciertos casos, un comportamiento puede ser juzgado


como adaptativo por el individuo y patológico para los fines
de la conservación de la especie. Todo dependerá del punto
de vista dominante. Por ejemplo, un perro que ha crecido
aislado de sus congéneres más allá de los tres meses, puede
volverse agresivo hacia ellos. Este comportamiento, aunque
adaptativo para la supervivencia individual del animal, sin
embargo le impedirá reproducirse, perdiéndose así su
genética para la especie.

Secuencia de la agresión y control del mordisco.


Tras el cálculo de la peligrosidad, indicaciones valiosas
para el diagnóstico y estrategias de gestión de un perro
agresivo serán proporcionadas por el análisis de las posturas
y mímicas, y luego por el análisis de la secuencia y del
control del mordisco.

45
Las posturas de la agresión

Al mismo tiempo que nos interesamos por la secuencia


agresiva y el control del mordisco, nos fijaremos en las
actitudes del animal, que pueden significar : :
! Seguridad en sí mismo sin amenazas
! Amenazas y seguridad en sí (y dominancia)
! Amenazas, seguridad en sí y ataque inminente
! Inseguridad, apaciguamiento (y sumisión)
! Temor (miedo) y huida
! Temor (miedo) e inhibición
! Temor (miedo) y agresividad
! Temor (miedo) y apaciguamiento y sumisión
! etc.

Los diferentes criterios en las posturas


¿Qué se debe observar en las posturas ?
A la hora de analizar las posturas, se deben descifrar
diferentes criterios : la altura y la posición del cuerpo, de las
orejas y de la cola, las variaciones intencionales en la mirada,
cabeza y cuerpo, etc. Estas posturas están asociadas con las
señales emocionales, que las confirman o contradicen.
De hecho, la postura es una combinación de diferentes
elementos :

! Altura del cuerpo


! Altura de las orejas
! Altura de la cola
! Dirección de la mirada
! Mímicas faciales

47
! Movimientos corporales
! Movimientos de la cola

Por ejemplo, un movimiento lento, el morro tendido hacia


la oreja del otro con una postura baja, orejas gachas, cara
llana, y ojos semi-cerrados, evidencia una postura de
apaciguamiento.
Un movimiento rápido, la cabeza alta, orejas tiesas y cola
erguida y rígida, postura alta, dientes descubiertos, cara
abierta y ojos grandes y abiertos indican una actitud de
ataque.

La altura de la postura
Una buena idea del significado de la actitud del perro,
mana de la altura de su postura, la cual puede consistir en
una :
! Postura alta : seguridad en sí mismo
! Postura baja : inseguridad
! Postura ambivalente : entre seguridad e inseguridad
! Postura incomprensible

La postura alta, enderezada, se asocia con cierta


autoconfianza :
enderezamiento y rigidez de la parte anterior del cuerpo,
cabeza alta y cuello bien estirado, orejas erguidas, cola
elevada y exposición de la región genital. La postura alta se
integra en los rituales de dominancia.
La postura baja se acompaña a una pérdida de
autoconfianza : acurrucamiento en las cuatro patas, cuello
flexionado como retraído entre los hombros, las orejas
estiradas hacia atrás y pegadas en la nuca, cola baja
señaladamente entre las piernas posteriores. La postura baja
es empleada en los rituales de apaciguamiento y sumisión. La
postura baja acompaña también los acercamientos a las
presas en los comportamientos de caza o al ganado en los
comportamientos de guarda. Estas dos posturas deben
diferenciarse mediante otros parámetros.

48
Postura alta

En la postura ambivalente se presentan fragmentos de


actitud de la postura alta y baja. Este efecto “mosaico”
puede darse en dos circunstancias :
# Cuando el perro no sabe lo que quiere
# Cuando el perro expresa una actitud adaptada a dos
individuos al mismo tiempo

Cuando el perro hesita, la totalidad de los elementos


posturales y mímicos no será armonioso : el perro podrá
asumir una postura baja con las orejas erguidas,… o asumir
una actitud elevada con las orejas gachas y la cola baja.
Cuando un perro expresa dos actitudes en el mismo
momento, es como si dividiera su cuerpo en dos partes : la
parte anterior se expresa cara a quien le está delante, la parte
posterior con atención a quien le está detrás. El perro puede
entonces mostrar un aspecto anterior erguido y la parte
posterior baja o viceversa.
La postura incomprensible se halla en aquellos perros que
padecen patologías del comportamiento o que no poseen,
por razones genéticas o debido a amputaciones, los órganos
necesarios para expresarse claramente.

49
Por selección artificial, el hombre ha originado canes con
aspecto singular y cuyos medios de comunicación son un
handicap. Pienso particularmente a aquellos perros con

Cara neutra en un bulldog francés donde el labio queda


pellizcado entre los dientes
(dando une falsa expresión de amenaza)

belfos y orejas extremadamente caídas, piel arrugada y


plegada, perros con pelo abundante enmascarando la cara,
también con la cola corta y poco visible, etc.

50
Expresión del mismo perro, un briard
antes y después de despejar el pelo de los ojos.

Este perro había sido presentado por agresión (amenaza) hacia


los niños de la familia. El hecho de « ver » le ha permitido anticipar
sus movimientos y de reducir la agresión.

Por amputación, el hombre ha suprimido la capacidad de


expresión de las orejas, de la cola. Por razones de higiene
algunos perros ya no pueden expresar ciertas actitudes.

Mímicas
Las mímicas son expresiones exageradas de determinados
movimientos corporales y se perciben como sustitutos de
dichos movimientos.
En la mordedura, los labios están retraídos, los colmillos
descubiertos y las comisuras de las labios llevadas hacia atrás.
La mímica de amenaza de mordedura utiliza estas mismas
acciones musculares.

51
Mímica de amenaza de mordedura
(perro de orejas erguidas)

Mímica de amenaza de mordedura


(perro de orejas caídas)

52
Mímica neutra en un lobo

En cambio, la mímica de apaciguamiento consiste en una


cara lisa (sin contracción muscular y con ocultamiento de los
dientes), con los ojos semicerrados y la mirada desviada.

La mirada
La mirada es significativa. Para percibir una imagen con
nitidez, la luz debe chocar contra la parte central de la retina
y, por lo tanto, la mirada debe mantenerse enfrentada al
estímulo. Para percibir un movimiento, la parte más sensible
de la retina es la periférica y la mirada se mantiene
ligeramente de lado.

53
Mímica neutra o de apaciguamiento en un perro
de orejas semicaídas

¿Cuál es la semántica de la mirada ?


! La mirada de frente es focalizada ; puede considerarse
amenazante ante un individuo clasificado como
peligroso o dominado, pero es simplemente un signo
de concentración de la atención ante un ser de apego.
! La mirada mantenida sobre la grupa es dominante.
! La mirada lateral o desviada (con los ojos
semicerrados) es temerosa, sumisa o apaciguadora.

Los movimientos intencionales y los rituales


Los movimientos intencionales son movimientos corpo-
rales que llegan a alcanzar el fin de su función.
Para morder, el hocico se proyecta hacia adelante para asir
la piel del adversario y cerrar las mandíbulas sobre ella. El
movimiento intencional se limita a proyectar la cabeza hacia
adelante y, ocasionalmente, a cerrar los dientes en el aire.

54
Para la monta, el cuerpo se alza y las patas anteriores se
apoyan sobre el oponente ; el movimiento intencional se
limita a posar una pata sobre el dorso o el cuello. Este
movimiento se ritualiza para significar dominancia en caso
de conflicto.
Los rituales son secuencias comportamentales que han
sido desviadas de su significado original y se han
“teatralizado” para convertirse en mensajes. Son secuencias
comportamentales completas, posturas en movimiento, y no
simplemente posturas fijas. Se realizan con una exageración
caricaturesca, a fin de transmitir mejor el mensaje.
Los rituales más expresivos se observan en los conflictos
jerárquicos, acompañados o no de agresión competitiva. Al
final del conflicto, la agresión se detiene con rituales de
dominancia y de sumisión. Estos rituales se estudian en el
capítulo dedicado a la agresión competitiva

Actitudes y posturas
Si retomamos las actitudes enumeradas al principio de este
capítulo, ¿cuáles son sus posturas típicas ?
! Seguridad en sí mismo (asertividad) : postura global-
mente alta y ágil ; mirada sobre la grupa del adversario,
cara lisa, cola entre semialta y alta.
! Amenaza y seguridad en sí mismo (y dominancia) :
postura globalmente alta y rígida, mirada a la cara del
adversario, cara lisa, cola alta y rígida.
! Amenaza, seguridad en sí mismo y ataque inminente :
postura alta, dientes descubiertos, boca entreabierta,
mirada sobre la cara del adversario, cola alta y rígida.
! Inseguridad, apaciguamiento : postura globalmente
baja, cara lisa, mirada desviada.
! Inseguridad, apaciguamiento y sumisión : postura
globalmente baja, cara lisa, mirada desviada, agachado
sobre las cuatro patas, ocasionalmente tumbado sobre
el vientre o sobre el dorso, inmóvil.

55
Mímica neutra en un husky

! Sumisión : postura de tumbado sobre el vientre (en


caso de conflicto solamente), armas ocultas (cara lisa),
partes vulnerables expuestas (cuello y vientre),
inmóvil.
! Temor (miedo) y huida : postura baja, cara lisa, mirada
sobre el oponente, cuerpo desviado, preparado para
huir y alejarse del adversario.
! Temor (miedo) e inhibición : postura globalmente
baja, de pie o tumbado, inmóvil y rígido, la mirada no
sigue al oponente.
! Temor (miedo) y agresión : postura baja, mirada sobre
el oponente, dientes descubiertos, boca abierta,
preparada para morder.

56
El análisis de las posturas es muy revelador de las
emociones que experimenta el animal y de sus intenciones
de acción y de agresión. La descodificación de estas actitudes
es muy importante para adoptar una prevención adecuada y
evitar mordeduras por parte de un perro que expresa una
emoción justificada.

57
El individuo y sus componentes

Los elementos psicobiológicos


El individuo -incluyendo sus comportamientos- es una
entidad compleja. Para comprender su funcionamiento, es
más fácil concebirlo como una composición de elementos
simples organizados mediante una estructura. Éste es el
proceso de modelización propuesto por el método
estructural (Moles, 1995).
Para reducir la complejidad, limitaré artificialmente el
individuo a sus elementos psicobiológicos, compuestos de
una mezcla de partes psicológicas y biológicas. Por analogía
con el pixel, neologismo basado en la expresión “picture
elements” y usado en el campo de la imagen informática, he
inventado el término psychel, basado en las voces inglesas
“psychobiological elements”.
Los elementos psicobiológicos, psychels, son las
diferentes variables básicas que influyen sobre el
comportamiento de un individuo (animal o humano). Son
los “átomos” comportamentales necesarios para construir mi
modelo. Son representativos para cada individuo. En mi
modelo, existen siete psychels :
1. el organismo con su genética, hormonas, inmunidad,
mecanismos neurológicos, etc. ;
2. los humores, es decir, el matiz de las emociones
fundamentales : irritable, depresivo, temeroso, inestable,
alternante… ;
3. las emociones, las reacciones emocionales puntuales en
cada circunstancia : irritación, cólera, temor, miedo,
apego (amor), alegría, deseo… ;

59
4. las cogniciones, es decir, los razonamientos y las
representaciones del mundo, los pensamientos, las
interpretaciones ;
5. las percepciones sensoriales : vista, oído, olfato, tacto,
sensación de dolor… ;
6. las reacciones neurovegetativas, como las eliminaciones
emocionales, la transpiración o el vómito asociados a
circunstancias psicológicas ;
7. los actos motores y su organización en cuatro fases, que
constituyen la secuencia comportamental.

Si bien, en aras de la simplicidad, he limitado el número de


psychels a siete, el lector es libre de añadir otros.
Todos estos psychels van a influir sobre los comporta-
mientos y, especialmente, sobre los comportamientos
agresivos, así como sobre los comportamientos que
permiten manejar la agresión (comportamientos agonísticos).
Todos los psychels se influyen mutuamente, aunque no
siempre de la misma manera.

La jerarquía de los psychels


Algunos psychels tienen más influencia que otros.
Podemos ordenarlos así :
1. el organismo
2. los humores
3. las emociones, las cogniciones, las percepciones
4. los actos motores, las reacciones neurovegetativas

¿Por qué es importante esta organización ?


La agresión es un acto motor. Como todo acto motor, la
agresión se sitúa en la parte baja de la escala y sufre la
influencia de todos los demás elementos psicobiológicos. La
agresión puede estar influida por :
! el organismo : una enfermedad endocrina (hormonas
sexuales, adrenales, tiroidea, etc.), inmunitaria, infecciosa,
tóxica, degenerativa, tumoral, etc.

60
! los humores : depresión, estado hiperactivo e
hiperreactivo, ansiedad, etc.
! las emociones : temor, miedo, cólera, frustración, alegría,
deseo sexual, etc.
! las cogniciones : representación de su situación en la
jerarquía, impresión de ser atacado por un tercero, etc.
! las percepciones : pérdida de visión (pelo delante de los
ojos, cataratas), dolor, etc.
! las reacciones neurovegetativas : dolores internos,
abdominales o de otro tipo, asociación de calambres
abdominales con emociones o circunstancias
particulares, etc.

Una verdadera evaluación de la agresión y de la


peligrosidad debe tener en cuenta al individuo que expresa el
acto agresivo y al entorno en el cual lo expresa. Es una labor
especializada que incumbe al veterinario comportamentalista,
el único capaz de juzgar el estado de un organismo y las
patologías que afectan a cada uno de los psychels.
Un perro puede ser considerado temporalmente peligroso,
por ejemplo, si tiene dolor, o continuamente peligroso e
imprevisible, por ejemplo cuando sufre de una inestabilidad
del humor, difícil de tratar (medicación necesaria).

La neurotransmisión
No existe ningún comportamiento que no dependa de una
red de neuronas y del funcionamiento de ésta
(neurotransmisión). Todos los psychels actúan también de
este modo. Este tema presenta una gran complejidad. Nadie
conoce la realidad del funcionamiento nervioso y los
científicos han propuesto varios modelos.
Igualmente, a través de la neurotransmisión actúan los
medicamentos, una de las formas más fáciles, más
específicas y más elegantes (refinadas y sofisticadas) de
reducir los comportamientos de agresión y de aportar
bienestar al animal y a su sistema familiar.

61
Contextos y circunstancias

Para analizar convenientemente un comportamiento de


agresión, nos ha sido necesario despiezar el comportamiento
y considerar hasta aquí la peligrosidad, la secuencia del
comportamiento agresivo, las posturas y las mímicas, y el
individuo y sus componentes (los psychels). Nos queda
ahora estudiar los contextos y las circunstancias de la
agresión por el perro y el entorno. Después de estos
capítulos, podremos analizar los tipos de agresión y elaborar
los diagnósticos.

Varios factores
Para evitar una simplificación abusiva, planteo la hipótesis
de que un comportamiento agresivo se desencadena por
varios factores, varios estímulos. Debemos siempre tener
presente esta hipótesis multifactorial.
El análisis de los factores desencadenantes es importante.
Si se repiten, se convierten en elementos predictivos de una
secuencia de agresión. Y una agresión es siempre más fácil
de manejar si puede preverse.

Descripción detallada
El análisis requiere detalles. Decir “mi perro me ha
atacado mientras comía” nos aporta muy poca información.
Cuando el enunciado del problema es demasiado vago,
carecemos de medios para comprenderlo y para aportar una
solución.

63
Aparte de la postura (alta, baja, ambivalente), las mímicas
y vocalizaciones y la secuencia de la agresión, es necesario
conocer :
! dónde se produjo la agresión : en el interior, en el exte-
rior, en la cocina, en el salón… Es conveniente trazar un
plano de estos lugares.
! cuándo se produjo la agresión : a qué hora, en relación
con qué situaciones (hambre, juegos…), qué
luminosidad hay en el lugar…
! quién estaba presente : espectadores, aliados…
! cuál era la distancia : dónde se encontraba la víctima con
relación al perro y dónde estaban las otras personas o
animales.
! cuál era la actividad del perro : qué estaba comiendo
(composición) ; con qué juguete estaba ocupado ; qué
estaba haciendo.
! cuáles fueron los movimientos que se produjeron : quién
se movió y en qué dirección ; ¿fue la persona hacia el
perro o el perro hacia la persona ?
! cuáles fueron los elementos desencadenantes : cuál o
cuáles fueron, según la víctima y los observadores, el o
los elementos desencadenantes de la amenaza o el
ataque.
! cómo era el ambiente en el grupo, por este orden :
apacible, de nerviosismo, colérico…
! cuál fue la emoción sentida por el perro y por la víctima
antes de la agresión : emoción neutra, excitación, cólera,
alegría…
! qué acontecimientos ocurrieron antes de la agresión :
paseo, comida, juegos, demanda de caricias…
! etc.

Un ejemplo
“Era por la noche, estabamos mirando la televisión,
sentados en el sofá, muy tranquilos, mi mujer y yo. Nuestro
perro (macho) se levantó de su cesto y se puso ante

64
nosotros, pidiendo caricias. Le acaricié. Se echó boca arriba a
mi lado. Le acaricié mientras miraba la televisión. Noté que
se había echado e inmediatamente después, me mordió la
mano.”
Esta situación es compatible con una agresión por irrita-
ción en un perro que posee un privilegio dominante, que
pide caricias y es obedecido por su propietario (masculino),
se crispa para pedir que cesen las caricias y muerde porque
su petición no ha sido obedecida.

Contextos y diagnóstico
Los contextos y las circunstancias permiten deducir en
parte qué tipo de agresión se ha producido. Para emitir un
diagnóstico definitivo, esta información debe combinarse
con la relativa a la secuencia y a las posturas.

Contextos y circunstancias de algunas agresiones


Agresión Contextos y circunstancias
Atípica e Contextos y circunstancias variables.
hiperagresión
Competitiva Preservación, cuestionamiento o tentativa de
adquisición de privilegios jerárquicos :
control del espacio, lugar de descanso (cama,
sofá, esquina de alfombra…), elección de
alimento, compañero social o sexual
(flirteo), etc.
Distancia- Agresión de tipo amenaza, con salto o ataque
miento (de) corto impresionante ante una persona (u otro
perro) que se acerca o le mira. La agresión se
detiene cuando el individuo amenazado se
queda a distancia, se aleja y desvía la mirada.
Irritación Agresión controlada en caso de frustración,
(por) dolor, hambre (defensa de un alimento),
estimulación táctil (cepillado, caricias)
repetida a pesar de una amenaza del perro

65
(pide que cese la interacción poniendo rígido
el cuerpo, gruñendo).
Maternal Defensa por parte de una perra lactante de su
progenie amenazada o de un sustituto del
cachorro, como un juguete (en la lactación de
pseudogestación).
Miedo (por) Agresión muy violenta, cuando el perro se
encuentra en una situación que considera
peligrosa y de la que no puede escapar (física
o mentalmente).
Persecución Persecución de un objeto en movimiento,
como un corredor, un ciclista, etc., con
intentos de morder.
Predación Persecución, captura, mordeduras intensas,
(caza) muerte y, en ocasiones, ingestión de una
presa.
Territorial Gestión de las intrusiones (entrada y salida)
en una parte del territorio de la manada o de
la familia.

Condicionamiento clásico
Cuando el comportamiento de agresión y todos sus demás
componentes, como las emociones, los pensamientos, etc.,
se asocia a un contexto preciso de forma repetitiva, puede
llegar a expresarse de forma refleja, automática. Es lo que se
denomina un condicionamiento clásico.
Pongamos un ejemplo. Un perro tiene una herida cutánea.
Necesita cuidados. La persona que mantiene la mejor
relación con el perro se propone curarlo. Las curas son
dolorosas. A la larga, el perro presenta irritabilidad, gruñe y
finalmente muerde. Son posibles dos consecuencias. En la
primera situación, el perro tiene reacciones ambivalentes con
la persona y alterna entre la búsqueda de afecto y la agresión.
En la segunda situación, el perro se vuelve agresivo ante el

66
menor dolor y ante la mínima tentativa de curarlo, ocurre
tanto frente a la persona amada que frente cualquier otro.
Después de cierto tiempo, no parece haber relación entre
la agresión y la situación que la ha provocado ; nos
encontramos ante automatismos agresivos, que se
desencadenan en circunstancias muy precisas. Puesto que es
imposible volver al pasado para corregir el condiciona-
miento, será necesario contentarse con elaborar estrategias
de tratamiento de los síntomas y de los elementos
desencadenantes de la agresividad presente.
El condicionamiento clásico se efectúa generalmente
sobre reacciones involuntarias e inconscientes (neurovege-
tativas) y sobre las emociones y las cogniciones (pensa-
mientos automáticos). Las emociones y las cogniciones son
psychels situados en una posición muy alta en la escala
biológica ; son de un nivel superior al de los actos motores, a
los que influyen en gran medida. De este modo, se explica
fácilmente el condicionamiento clásico de los comporta-
mientos de agresión.

67
Las consecuencias de la agresión

Las consecuencias de una agresión pueden considerarse a


corto y a largo plazo. A corto plazo, participan en la
secuencia completa de la agresión. A largo plazo, originan
modificaciones de los elementos psicobiológicos.

La actuación de los actores


Consideremos en primer lugar las consecuencias a corto
plazo, aquéllas que definen la secuencia del comportamiento
agresivo y su resolución.
Para que una agresión se produzca, son necesarios al
menos dos actores, y a veces más. Estos dos actores
interpretan sendos papeles y, en general, lo hacen bien. Sus
actuaciones son complementarias, simétricas (especulares) o
alternativas.
Veamos una interacción complementaria :
La persona vuelve a casa.
El perro está acostado en su cesto pero vigila el entorno.
La persona se dirige hacia el perro para acariciarlo.
El perro está de mal humor y prevé un contacto no
deseado.
La persona se inclina hacia el perro para acariciarlo.
El perro mira fijamente a la persona y gruñe (emite una
amenaza, pidiendo a la persona que mantenga las
distancias).
La persona se sorprende, se inmoviliza, mira al perro a los
ojos, se inclina hacia atrás y adelanta los brazos para
restablecer el equilibrio.
El perro hace presa en un brazo y muerde.

69
La persona grita y retira el brazo rápidamente.
El perro continúa apresando el brazo que se le escapa de
la boca.
La persona grita ; desequilibrada, cae hacia atrás con el
brazo ensangrentado.
El perro se levanta, adelanta la cabeza, gruñe sordamente.
La persona se aleja, agachada, sujetándose el brazo con la
otra mano.
El perro no se mueve.
La persona mira al perro a los ojos y le increpa.
El perro gruñe sordamente, con la cara lisa.
La persona tiende el brazo hacia el perro : “mira lo que
has hecho, sinvergüenza”.
El perro gruñe y después lame el brazo.
La persona va a curarse.

La interacción complementaria expresa un “baile”, con


posturas que se complementan ; un actor adopta una postura
alta (el perro) y el otro, una postura baja (la persona) ; uno
gana rápidamente el conflicto (el perro) y el otro, lo pierde
(la persona). La mordedura es, en este ejemplo, un
contratiempo.
Veamos una interacción simétrica :
La persona vuelve a casa.
El perro está acostado en su cesto pero vigila el entorno.
La persona se dirige hacia el perro para acariciarlo.
El perro está de mal humor y prevé un contacto no
deseado.
La persona se inclina hacia el perro para acariciarlo.
El perro mira fijamente a la persona y gruñe (emite una
amenaza, pidiendo a la persona que mantenga las
distancias).
La persona se pone rígida y mira al perro a los ojos.
El perro, amenazado por esa mirada, retrae los belfos (y
enseña los dientes).
La persona considera que el perro le ha desafiado, inclina
el pecho hacia delante e increpa al perro.

70
El perro responde abriendo el hocico y gruñe
sordamente, con los ojos muy abiertos.
La persona levanta el brazo para amenazar al perro y grita
más fuerte.
El perro repliega sus patas, listo para saltar, y mira a la
persona fijamente a los ojos, abre la boca, con los belfos
retraídos.
La persona intenta agarrar al perro por el cuello.
El perro muerde la mano que se aproxima.
La persona grita, maldice y golpea al perro.
El perro muerde otra vez la muñeca y mantiene la
mordida.
Etc.

En una interacción simétrica, hay una escalada hasta que


uno de los dos actores cede. Se constata que la resultante del
conflicto no tiene nada que ver con los elementos desenca-
denantes iniciales.

Interacciones intensas
Consideremos ahora las consecuencias a largo plazo de la
agresión.
Los comportamientos de agresión suponen fuertes
interacciones con el medio, es decir, las agresiones van a
inducir una reacción obligatoria, específica e identificable de
los individuos agredidos y de todo su entorno social :
! la víctima
! el entorno de la víctima
! los posibles observadores
! los propietarios del perro cuando éstos no son las
víctimas
y también :
! el perro en interacción con la víctima

71
y, además, las personas del mundo exterior :
! los expertos a quienes se solicita ayuda
! los servicios médicos
! las compañías de seguros
! los servicios jurídicos
! los medios de comunicación
! el mundo político
! la sociedad en su conjunto

Para cada individuo o categoría de individuo, encontra-


remos una modificación de al menos un elemento
psicobiológico y, generalmente, de varios de ellos.

Las consecuencias a largo plazo en el perro


Sea cual sea la motivación oculta tras la agresión de un
perro, existirán varias consecuencias posibles :
! el perro obtiene satisfacción : refuerzo positivo ;
! el perro no obtiene satisfacción : extinción ;
! el perro sufre consecuencias desagradables : castigo
positivo ;
! el perro evita consecuencias desagradables : refuerzo
negativo.

Cada una de estas consecuencias va a modificar el com-


portamiento :
! el refuerzo positivo y el refuerzo negativo aumentan la
frecuencia y la intensidad del comportamiento, sobre
todo de su parte operante (fase de acción) ;
! la extinción hace desaparecer el comportamiento, que
se utiliza cada vez menos ;
! el castigo (positivo) reduce el comportamiento en
intensidad y frecuencia, siempre que el perro tenga
otras alternativas.

Para determinar las consecuencias a largo plazo, basta con


aplicar el modelo de condicionamiento que opera sobre los
comportamientos agresivos. Este condicionamiento es el

72
mecanismo que transforma un comportamiento, lo refuerza
o lo debilita, según sus efectos y consecuencias. A
continuación, veremos algunos de estos efectos.
Es muy importante constatar que la secuencia del
comportamiento agresivo se modifica entre la primera
agresión y las siguientes. En caso de refuerzo positivo, por
ejemplo :
! la fase inicial, de amenaza, se reduce ;
! la fase de acción, operante -el ataque-, se intensifica y
se pierde en parte el control de la mordida (se hace
más fuerte) ;
! la fase final, la ritualización por posturas dominantes y
dominadas complementarias, se reduce ;
! la fase refractaria se reduce y la agresión se
reproducirá en el futuro más fácil y rápidamente.

Después de un cierto número de repeticiones, variables de


un perro a otro, la secuencia se modifica notablemente, y se
habla entonces de hiperagresión (secundaria) :
! la fase inicial, de amenaza, desaparece ;
! la fase de acción, operante, de ataque, es muy intensa y
la mordedura, muy fuerte ;
! la fase final, la ritualización de posturas
complementarias, desaparece ;
! la fase refractaria se reduce o desaparece y la agresión
se reproduce, con mordeduras repetidas.

La hiperagresión se llama secundaria porque es la


consecuencia de la reprogramación del comportamiento por
el proceso de condicionamiento operante.

Las consecuencias a largo plazo en la víctima


La víctima de una agresión -no hablo especialmente de
una mordedura sino incluso de una amenaza, y no
simplemente del individuo directamente amenazado, sino
también de los testigos de la agresión- sufre modificaciones
de alguno o de todos sus psychels :

73
! organismo : lesiones cutáneas, activación de la
adrenalina, de la cortisona, etc. ;
! humor : depresivo, irritable, temeroso,… ;
! emoción : temor, miedo, cólera, decepción,… ;
! cognición : (in) comprensión, sentimiento de injusticia,
(error de) interpretación de los comportamientos del
perro,… ;
! percepción : hipervigilancia de los signos de amenaza de
los perros,… ;
! reacciones autónomas : transpiración, dispepsia (náuseas,
vómitos), diarrea,… ;
! actos motores : escape, evitación, huida, agresión,
inhibición fija,…

Simplificando mucho, podemos describir algunas


reacciones típicas de las víctimas :
! « No tengo miedo de mi perro » y la agresión no cambia
en nada la situación.
! « Tengo miedo de mi perro » y la persona evita al
perro ; la relación de apego se rompe.
! « Tengo miedo por los niños » y la persona evitará el
contacto entre el perro y los niños.
! « Estoy completamente aterrorizada » y la persona se
deshará del perro o pedirá que le apliquen la eutanasia.
! « Estoy encolerizado » y la persona intentará romper las
veleidades de agresión del perro.
! « Estoy decepcionado » y la persona se preguntará sobre
el porqué del ataque, cuando quizá pensaba que el afecto
prevenía cualquier agresión.
! « Creo que quiere dominarme » y la persona intentará
recuperar su posición de dominante.
! « No entiendo » y la persona intentará comprender.
! « Yo no le he hecho nada », …
! « Se ha vuelto loco este perro », …

74
Estos pensamientos y emociones son muy comparables en
el entorno próximo de la víctima ; deben ser comprendidos
antes de iniciar cualquier tratamiento.

Las consecuencias en los propietarios del animal


cuando éstos no son las víctimas

Cuando los propietarios no son las víctimas, cuando el


perro ha mordido a alguien que no forma parte de su
entorno próximo, los propietarios no experimentan menos
repercusiones emocionales y cognitivas : reacciones de
negación, de temor, de angustia, de cólera…
Cuando predomina la negación, toda la responsabilidad se
achaca al comportamiento de la víctima ; es ella, sin duda,
quien ha provocado la agresión, y el perro es absuelto de
toda culpa. Cuando predomina el miedo o la conciencia
cívica, se acude con el perro a un experto o se le aplica la
eutanasia cuando aún no ha pasado el impacto de la
emoción.

Las consecuencias en el medio social externo


Si bien la mayoría de las agresiones, amenazas y
mordeduras leves pasan desapercibidas para la sociedad,
ciertos ataques implican una reacción en cadena.
En un primer nivel, es un experto (educador, terapeuta,
veterinario comportamentalista) quien interviene a solicitud
del propietario. Y si bien se le pide una intervención
esencialmente intelectual, no podrá impedirse a sí mismo
tener emociones de empatía o de antipatía, de miedo o de
desafío, ante el animal agresor, emociones que influyen en su
comportamiento.
En un segundo nivel, toda la sociedad reacciona frente a la
agresión : servicios médicos, aseguradoras, instituciones
jurídicas, medios de comunicación, políticos, etc. La
sociedad busca responsables. El perro, que no tiene derecho
a la palabra, será el chivo expiatorio.

75
Las interpretaciones limitantes
El hombre es un ser pensante, pero su pensamiento
adolece de aproximación. Si suceden dos acontecimientos
uno después del otro, el primero parece responsable del
segundo. Si dos acontecimientos son distantes en el tiempo,
parecen independientes. Y si más de tres comportamientos
se suceden, la situación parece convertirse en demasiado
compleja para que la mente la domine fácilmente. El
pensamiento humano emite entonces hipótesis que juzga
fundadas en tanto no sean refutadas.

76
Los tipos de agresión

Clasificación etológica
La etología, la ciencia del comportamiento, observa y
clasifica los comportamientos de agresión en varias
categorías. Los diversos autores tienen opiniones
divergentes, lo que no contribuye a simplificar nuestro
objetivo. La divergencia se basa, en parte, en un problema de
descripción y definición : los etólogos presentan
descripciones de :
! el contexto : competición, predación, defensa territo-
rial, persecución, interacción entre machos o entre
hembras
! la motivación interna emocional : irritación, miedo
! la motivación interna sensorial : dolor
! la motivación interna cognitiva : anticipación del dolor
! la motivación externa : defensa o posesión de un
objeto
! una motivación mixta, interna y externa : defensa de la
camada
! la consecuencia o el efecto : jerarquización (consecu-
tiva a competición), distanciamiento

La mezcla de estos “géneros” conlleva una incongruencia


en las clasificaciones, incongruencia que no resolveremos
aquí.

77
La clasificación más simple de las agresiones sería la
siguiente :
! ofensiva : el perro se dirige hacia la víctima ;
! defensiva : el perro responde al acercamiento de un
individuo ; se defiende (o defiende a un ser cercano)
de un peligro real o imaginario que se aproxima ;
! extraña, atípica : no es posible determinar si la
agresión es ofensiva o defensiva.

La agresión ofensiva podría clasificarse en agresión :


! por competición por recursos ;
! jerarquizante (agresión jerárquica) (consecutiva a
competición o a conflicto en el seno de un grupo
social) ;
! por frustración, en caso de ausencia, de inaccesibilidad
o de retraso de un acontecimiento positivo esperado ;
! de distanciamiento, cuando el efecto de la agresión
consiste en mantener a un individuo o individuos a
una distancia de seguridad ;
! redirigida, cuando el sujeto al que el perro desea
agredir es inaccesible y el perro se dirige a otra
víctima ;
! de predación, de caza (con o sin ingestión de la presa)
(sujeto de una especie o de un tipo específico con el
que el perro no se ha socializado) ;
! de persecución de un objeto en movimiento (objeto o
sujeto con el que el perro se ha socializado) ;
! instrumental (hiperagresión secundaria), cuando
resulta del efecto de un condicionamiento operante.

La agresión defensiva podría dividirse en agresión :


! por irritación y dolor, como anticipación o reacción ante
un dolor, una restricción, una manipulación no deseada
o inesperada, por intrusión en el espacio individual ;
! por miedo, en caso de invasión de la distancia crítica por
un individuo considerado como un peligro real o
imaginario, o por un predador

78
! por defensa territorial, en caso de amenaza de invasión
del territorio del grupo ;
! por defensa de la camada (maternal), en caso de aproxi-
mación a la camada de un individuo considerado como
un peligro real o imaginario.

Esta clasificación es didáctica pero presenta algunos


problemas. ¿Qué decir, por ejemplo, de un perro dominado
que defiende su trozo de carne frente a un dominante ? Esta
agresión no es ofensiva, sino competitiva. El perro domi-
nado no propone una competición, sino que defiende su
comida. El dominante propone la competición y es ofensivo.
El dominado es defensivo. Si el dominado no ha comido
desde hace varios días, está defendiendo su
supervivencia ; en ese caso, la agresión podría clasificarse
incluso como agresión por miedo.
Por otra parte, muchas formas de agresión presentan una
combinación de elementos ofensivos y defensivos.

Clasificación por el sujeto agredido


Se podrían clasificar las agresiones en función de la
víctima. Tendríamos así agresiones :
! hacia humanos
! entre perros
! hacia otro animal
! por persecución de un objeto en movimiento :
persona que corre, moto, bicicleta, coche…

Se admite generalmente que las agresiones de perros hacia


los humanos son comparables a las de los perros entre ellos.
Sin embargo, los perros desconocidos que se encuentran en
un terreno neutral (parque, bosque) se hacen proposiciones
agresivas con posturas altas y bajas como si entraran en
competición jerárquica y sin embargo no viven juntos, no
compiten por recursos (alimento, compañero sexual…) a no
ser por un espacio de paseo y juegos. Y los perros no hacen
las mismas proposiciones agresivas a los propietarios de esos

79
otros perros, distinguiendo muy bien entre perros y
humanos.
¿Cómo abordar esta forma de agresión que pone en
cuestión la hipótesis según la cual las reacciones agresivas de
los perros entre ellos son análogas a las producidas hacia
seres humanos ?
Hoy por hoy, no tengo la respuesta.

Las agresiones entre perros son diferentes :


! en el grupo social
! fuera del grupo social

Las diferentes formas de agresión pueden identificarse


estudiando las secuencias de los comportamientos de
agresión, las circunstancias (contextos) de su aparición y el
estado psicológico y emocional del perro.

80
Las agresiones de defensa
y de protección

Para defenderse, defender su territorio o proteger a sus


crías, el perro recurre a ciertas formas de agresión que
responden a emociones como el temor o el miedo, y a
situaciones particulares tales como el acercamiento de un
individuo considerado peligroso.

Temor, miedo, distancia crítica y de seguridad


Antes de avanzar en la descripción de las agresiones de
defensa, definamos algunos términos :
! El temor es la reacción comportamental moderada de un
individuo ante un estímulo desconocido -o conocido- y
considerado poco peligroso en un medio que permite la
huida o la exploración.
! El miedo es la reacción comportamental violenta de un
individuo ante un estímulo desconocido -o conocido- y
considerado muy peligroso en un medio que no permite
la huida o la exploración. El miedo se acompaña de
reacciones neurovegetativas como la transpiración, la
salivación, el jadeo, las eliminaciones (micción o
defecación) o incluso la evacuación de los sacos anales.

Estas emociones se vinculan generalmente a dos distan-


cias particulares : la distancia crítica y la distancia de
seguridad.
! La distancia de seguridad, también llamada distancia de
huida, es el límite a partir del cual el perro va a
experimentar temor, malestar, una amenaza hacia su

81
bienestar y va a considerar estrategias para mantener al
intruso fuera de dicho límite, a saber, maniobras de
evitación, de escape, de agresión a distancia, de
inhibición (inmovilidad) o, en presencia de un congénere
o de un individuo perteneciente a una especie de
impregnación, posturas apaciguantes. De forma mnemo-
técnica, en inglés se habla de las 4 F : freeze, flight, fight
y flirt.
! La distancia crítica, también llamada distancia individual,
es el límite a partir del cual el perro va a experimentar
miedo y utilizar estrategias de supervivencia y maniobras
extremas de defensa : recurrirá a agresiones explosivas o
violentas o intentará hacerse el muerto ; en presencia de
un congénere, el atacado puede utilizar una postura de
sumisión.

Entre la distancia crítica y la distancia de seguridad, el


perro puede elegir entre numerosas estrategias.

Distancia de seguridad

Distancia crítica

82
Diferentes tipos de agresión de defensa y de
protección

En el origen de las agresiones de defensa, encontramos las


situaciones siguientes :
! la intrusión en la distancia de seguridad del perro
mientras éste se desplaza (agresión de distancia-
miento) ;
! la intrusión en la distancia de seguridad del perro (o
del grupo exclusivo) y/o en sus sitios de descanso
(agresión territorial) ;
! la intrusión en la distancia de seguridad de la perra que
protege a su camada (agresión maternal) ;
! la injerencia de un individuo con el que el perro está
correctamente socializado : perro o humano (agresión
por irritación) ;
! la intrusión en la distancia individual (distancia crítica)
por parte de un individuo (considerado) no peligroso,
con signos de temor (pero no de miedo) (agresión por
irritación) ;
! la manipulación dolorosa (o su anticipación) y, por
asociación, la persona o el animal que se asocia a ese
dolor (que lo ocasiona, que está presente cuando se
siente, etc.) (agresión por irritación) ;
! la intrusión en la distancia individual (distancia crítica)
por parte de un individuo (considerado) peligroso en
una situación sin salida y acompañada de signos de
miedo (agresión por miedo) ;
! la presencia de un predador (o de un individuo con el
que el perro no está correctamente socializado y que, a
sus ojos, constituye un peligro potencialmente mortal).

He clasificado estas formas de agresión por orden


creciente de intensidad.

83
Continuidad de las agresiones de defensa y de
protección
Separar la agresión por dolor de la agresión territorial y de
la agresión por miedo es una idea didáctica. Existe una
continuidad entre todas las agresiones de defensa. Cuanto
mayor es el acercamiento a la distancia crítica, y cuanto más
peligroso se considera al intruso (el agresor potencial), mayor
es el miedo y más violenta es la agresión. La secuencia
agresiva se modifica así de la siguiente forma :
! la fase de amenaza es cada vez menos estructurada y
se compone en mayor medida de signos de miedo ;
! la fase de ataque pierde control y se hace cada vez más
violenta, para asegurar la supervivencia ;
! la fase de finalización (que existe en tanto que el
individuo se mantiene a la distancia de seguridad) es -
si es posible- sustituida por la huida (salida de
socorro) ;
! la fase refractaria desaparece cuando el animal intenta
asegurar su supervivencia ; en ese momento, puede
recurrir a agresiones repetidas.

84
La agresión de distanciamiento

Un ejemplo
Oscar es un pastor alemán macho. Se socializó muy bien
en su edad joven ; acudió a clases cuando era cachorro y
después siguió un curso de obediencia. Pero a la edad de 9
meses, todo cambió. Oscar empezó a ladrar a la gente en la
calle, aunque no a todo el mundo. Al principio, eran las
personas con bolsas y las personas con capuchas o paraguas.
Ladraba, adoptaba posturas altas, erizaba el pelo del lomo y
miraba fijamente a las personas. Un día, se abalanzó y su
dueño tuvo dificultades para retenerlo con la correa. Más
tarde, comenzó a amenazar a todo el mundo. Un día, tirando
de la correa, la rompió ; Oscar se abalanzó sobre una
persona y le mordió en el brazo.

Análisis
Para intentar identificar la agresión de distanciamiento,
estudiaremos sus diferentes elementos.

Contextos
La agresión se manifiesta contra humanos o perros que no
pertenecen al grupo familiar (o al grupo de individuos con el
que el perro se encuentra regularmente desde la infancia). Se
expresa a veces frente a humanos con características
inhabituales, aunque rara vez es posible para el observador
prever qué personas serán agredidas. Las agresiones se
generalizan rápidamente.

85
Individuo (psychels)
La agresión de distanciamiento parece estar asociada a la
visión del mundo por parte del perro. Bajo la influencia de la
genética y del entorno, esta visión del mundo sufre un
proceso de desocialización en el paso de la pubertad a la
edad adulta. El factor genético es importante, ya que se
constata que del 25 al 50 % de la camada, así como algunos
ascendientes y descendientes sufren el mismo problema. Es
como si el perro se sintiera amenazado por individuos que
penetran en su distancia de seguridad.
Esta visión del mundo del perro podría representarse en
una gráfica. El círculo grande representaría el mundo del
perro, el círculo pequeño de la parte superior, la familia-
manada. En blanco, estarían representados los elementos
apaciguantes y reconfortantes ; las áreas oscuras
representarían los elementos peligrosos, de los cuales el
perro debe desconfiar.
De izquierda a derecha, los gráficos representan visiones
del mundo cada vez más “negras” ; el perro parece
desconfiar cada vez más del mundo, y finalmente sólo confía
en su círculo de íntimos. Si nos encontramos en el gráfico de
la derecha, debemos saber que es imposible volver al de la
izquierda, sea cual sea el tratamiento ; sin embargo, es
posible volver a un nivel intermedio.
El perro que manifiesta agresión de distanciamiento es
hipervigilante fuera de su hábitat ; examina atentamente a los
intrusos, de los cuales desconfía.

Representación gráfica de la visión del mundo del perro

86
Postura y mímica
El perro manifiesta emociones de temor aunque el
individuo al que agrede se mantenga en el límite de su
distancia de seguridad. Por lo tanto, la postura es una mezcla
de posturas altas y bajas, con erizamiento del pelo del dorso
(cresta), ladridos y la mirada fija en el intruso. La postura se
vuelve rápidamente alta porque el perro, gracias a sus
amenazas y/o ataques, consigue mantener al individuo a la
distancia de seguridad (consecuencias favorables de esta
agresión).

Secuencia
La amenaza se compone de ladridos y de movimientos de
carga (generalmente impedidos por la correa retenida con
dificultad por el propietario).
Cuando el perro puede manifestarla, el ataque es una carga
destinada a hacer que el intruso se aleje.
El ataque se suspende cuando el intruso se mantiene a la
distancia de seguridad. Ésta puede variar de algunos a más
de cien metros.
El periodo refractario sólo existe si el intruso se mantiene
a la distancia de seguridad. Si se mantiene próximo, el perro
puede agredir de forma repetida.

Consecuencias
La agresión de distanciamiento conlleva varias
consecuencias favorables para el perro :
! el intruso se mantiene a la distancia de seguridad, por lo
tanto el comportamiento de agresión es recompensado y
se amplificará en el futuro ;
! el intruso amenazado dirige su mirada al perro que
amenaza, provocándole a su vez, lo que confirma al
perro en su desconfianza ;
! generalmente, el propietario se vuelve hipervigilante y
tira de la correa cuando cree que el perro va a agredir a

87
alguien ; al hacer esto, incita al perro a desconfiar de la
persona.

Al cabo de algunos meses, estas consecuencias hacen que


la agresión de distanciamiento evolucione hacia una hiper-
agresión secundaria.

Manejo – Patología
La agresión de distanciamiento es un síntoma de fobias
sociales. El perro presenta un temor o un miedo patológico -
es decir, una fobia- ante el contacto social con ciertas
personas o ciertos perros.
Corregir a estos perros mediante tirones con la correa,
castigos o posturas forzadas de sumisión no tiene efecto a
largo plazo. El perro coge miedo a su guía y deja de expresar
sus comportamientos en su presencia, pero no será menos
desconfiado por ello y su visión del mundo no cambiará. El
perro debe someterse a un proceso de resocialización y hay
que enseñarle nuevos comportamientos que estarán en
competición con la única cosa que sabe hacer, es decir,
agredir.
En la práctica, ¿qué podría aconsejar a los propietarios de
Oscar ? Yo propondría un contracondicionamiento (ver el
capítulo Tratar la agresión : las terapias comportamentales).
En primer lugar, hay que detener el comportamiento de
agresión lo antes posible, distrayendo al perro o
castigándolo. Después, hay que proponer inmediatamente al
perro que se concentre en su amo, que le mire. Cuando se ha
obtenido el contacto ocular, hay que recompensar, por
ejemplo con clic, producido por un clícker (asociado
anteriormente a una recompensa especial, generalmente de
tipo alimentario). A continuación, se puede proseguir
directamente pidiendo al perro que se siente y hay que
recompensarle inmediatamente (refuerzo positivo con una
recompensa extraordinaria, más motivante que el estímulo
que incita al perro a la agresión).

88
Este procedimiento debe repetirse numerosas veces, entre
500 y 1000, para crear un nuevo condicionamiento, un
nuevo reflejo, que estará en competición con la agresión de
distanciamiento. En ese momento, el perro tendrá dos
opciones de comportamiento. La elección entre una u otra
exige un esfuerzo de razonamiento, que requiere tiempo.
Este tiempo puede ser aprovechado por el educador para
orientar al perro hacia una elección que es más interesante
para la sociedad y para el propio perro, a saber, una
conducta controlada y más sociable.
La utilización de medicamentos reguladores favorece este
aprendizaje y acorta la duración del tratamiento.

89
La agresión territorial

Dos ejemplos
Jack es un Jack Russel macho de 3 años. Cuando un
humano o un perro se acerca a la verja del jardín, Jack ladra
y ataca. Como no puede morder al intruso, muerde el
enrejado que rodea el jardín. Cuando está dentro de casa,
muerde y araña la ventana por la que ve pasar a la gente.
Pero cuando alguien entra en la casa, él es el primero en
darle la bienvenida. Sin embargo, cuando ese alguien se va,
no duda en hundir sus colmillos en la pernera del
pantalón… o en la pantorrilla.
Jo es un cocker de 3 años. Cuando alguien llama a la
puerta, se excita, se abalanza hacia la puerta y luego salta
hacia su propietaria para morderla. Ella lo rechaza con
dificultad. Hay que decir que es una señora de edad, que va
en silla de ruedas y no oye bien. Necesita a Jo, el cocker, para
que la avise cuando alguien llama.

Análisis
El perro no tiene un territorio individual ; sin embargo,
tiene zonas de descanso y de aislamiento que puede
defender. La manada posee un territorio que se identifica
mediante agresiones territoriales y aullidos (en el lobo y en
algunas razas de perros, como las nórdicas).

Contextos
La agresión se desencadena ante una intrusión -de un
perro o de un humano- en los límites del territorio o en la
proximidad de los lugares de residencia del perro.

91
Rápidamente, el perro asocia los límites de la propiedad con
sus distancias de seguridad. Es como si los setos, puertas y
ventanas constituyeran una barrera tras la cual el perro
estuviese protegido y pudiese expresar un gran coraje ante
los intrusos potenciales. Si se abren la barrera o la puerta, o
si se crea alguna brecha en esta empalizada, la distancia de
seguridad parece desaparecer ; el perro podrá perder toda su
arrogancia y mostrar su coraje, su temeridad o su temor para
enfrentarse al intruso o al desconocido.

Individuo (psychels)
¿Quién defiende el territorio en la manada ? Entre los
perros salvajes, la tarea recae en aquéllos que se encuentran
en la periferia del grupo, es decir, los adolescentes y los
adultos jóvenes marginados. Son ellos quienes dan la alarma.
A continuación, si es necesario, el grupo se organiza e
intervienen los miembros dominantes. En nuestras familias,
cualquier perro puede expresar defensa territorial. En
general, encontramos las situaciones siguientes :
! el perro dominante, seguro de sí mismo, controlará las
entradas y las salidas ; sus agresiones territoriales son
muy controladas, poco exuberantes ;
! el perro juguetón, con tendencia hiperactiva,
presentará una defensa territorial confiada, alternada
con tentativas de juego con los desconocidos una vez
que éstos han sido aceptados en el hábitat ;
! el perro dominado también podrá defender su
territorio, pero se callará a la menor orden de sus
dueños ;
! el perro ansioso, impulsivo y desconfiado hacia los
desconocidos presentará una defensa territorial
bastante demostrativa. Este perro mostrará también
bastante a menudo una agresión de distanciamiento y
agresión por irritación y por miedo ;
! el perro ansioso pero poco impulsivo también podrá
defender su territorio, pero evitará el contacto con los

92
intrusos cuando éstos hayan franqueado la barrera
protectora.

La agresión territorial aparece normalmente entre la


pubertad y la edad adulta. Puede aparecer antes, por
irritación de un perro defensivo o por ansiedad.
Cualquier perro puede defender el territorio del grupo. El
análisis del conjunto de la secuencia, incluyendo el
comportamiento del perro cuando el intruso ha entrado en
el hábitat, permitirá eventualmente efectuar un diagnóstico
de los estados emocionales y de la situación jerárquica del
perro.

Postura y mímica
La postura variará según el nivel de confianza en sí mismo
del perro. generalmente, mientras el intruso se sitúa más allá
de las distancias de seguridad, más allá de los límites de la
propiedad, el perro mantiene una postura alta.
Después de la entrada del intruso, vemos el coraje real del
perro, o al menos su capacidad para enfrentarse a un intruso
que ha franqueado la distancia de seguridad. El perro tendrá
entonces la elección entre un ataque, una huida, posturas
apaciguadoras, inmovilidad, etc.

Secuencia
En la fase de amenaza, de intimidación, el perro residente
se acerca al intruso ladrando, con el pelo erizado, la cola y las
orejas erguidas y en una postura alta. Se detiene a algunos
metros, mira al intruso y gruñe.
Si el intruso hace frente, el residente, según la descripción
de P. Pageat, araña el suelo con las patas traseras, a veces
con las cuatro patas, y marca con orina la zona que ha
arañado. Continúa haciendo frente y gruñendo.
Si el intruso no se va, el residente repite esta última acción
varias veces.
Si el intruso continúa sin irse o atraviesa los límites del
perímetro del territorio, el perro residente pasa al ataque.

93
En la fase de ataque, el residente carga contra el intruso,
que generalmente retrocede algunos metros.
En la fase de parada, el perro residente -y ganador- ladra
con la cabeza alta y el cuello extendido, y agita la cola que
mantiene erguida.
Una vez cumplido este protocolo, los dos individuos
pueden entrar en contacto a condición de que el intruso -
perro o humano- se acerque con una posición baja, un
recorrido sinuoso y actitudes de apaciguamiento y de
sumisión.
Esta secuencia compleja puede limitarse a ladridos de
intimidación, a una carga con o sin mordedura y a una fase
de parada, que puede parecerse a la de amenaza hasta el
punto de confundirlas. En efecto, es raro que dentro de un
piso el perro arañe el suelo y marque con orina en estas
circunstancias. ¿Qué observamos en un perro que vive en un
piso ? Cuando el perro está detrás de la puerta al entrar un
visitante (intruso), la secuencia de amenaza puede estar
limitada a una postura alta, con la cola erguida y moviéndose
(sacudiéndose) lentamente de lado a lado y la mirada fija. El
ataque se produce rápidamente tras la entrada del visitante y
se acompaña de una mordida controlada. El visitante grita,
se da la vuelta, se repliega, y el propietario interviene para
apartar al perro.
La fase refractaria no aparece más que en ausencia del
intruso o cuando éste está más allá de la distancia de
seguridad, más allá del perímetro del territorio.

Consecuencias
La función de la agresión territorial parece ser la de
mantener al intruso a la distancia de seguridad. Si este fin se
consigue, ello implica una recompensa para el perro. Por lo
tanto -debido al condicionamiento operante- el perro ataca
cada vez más rápido, saltándose la fase de intimidación o
asociando al ataque una intimidación silenciosa. El perro
pasa a la acción, es decir, comienza a morder
inmediatamente.

94
Manejo
La defensa territorial es un comportamiento normal,
muchas veces deseado por los propietarios, que cuentan así
con una alarma en caso de intrusión. Como hemos visto, que
el perro de la alarma no quiere decir que vaya a actuar como
un buen guardián. Existen perros muy ladradores de día que
por la noche no ladran y dejan entrar a los ladrones
escondiéndose bajo una cama.
Corregir mediante castigos, forzando al perro a una
postura de sumisión (tumbado boca arriba, agarrado por el
cuello) no tiene efecto a largo plazo. El perro empezará a
desconfiar de su educador y dejará de expresar sus
comportamientos en su presencia. Pero no por ello se hará
menos desconfiado hacia los intrusos y su visión del mundo
no cambiará. Si se desea modificar la agresión territorial, hay
que someter al perro a un proceso de resocialización y
enseñarle nuevos comportamientos que entrarán en
competición con su disposición a atacar a los intrusos.

La agresión contra el cartero


El cartero se acerca a la casa ; el perro ladra.
El cartero deja el correo ; el perro ladra cada vez más.
El cartero se aleja ; el perro se calma.
De hecho, la agresión del perro está recompensada.
porque la amenaza y la carga tienen como finalidad que el
cartero salga del perímetro defendido, lo que desde luego es
el caso. Por lo tanto, la agresión aumentará en intensidad y
en frecuencia.
Si el cartero se encuentra ante un perro y atraviesa el límite
prohibido, el perro morderá. La mordedura es con toda
seguridad eficaz (y, por lo tanto, recompensada), y en lo
sucesivo aumentará en intensidad y frecuencia.
Desafortunadamente, esta situación es muy frecuente.
¿Qué hacer para reducir la agresión de perros que atacan
al cartero ? Sería ideal que éste dé sistemáticamente una
galleta u otra recompensa al perro que le agrede, para

95
ganárselo. Pero eso no es todo lo que se puede hacer. El
propietario debe intervenir y proponer un
contracondicionamiento. El propietario puede interrumpir el
ataque mediante una orden (si el perro obedece) o mediante
un estímulo disruptivo (por ejemplo, collar de chorro de aire
comprimido) y dar una orden de llamada y después de
sentado, que será recompensada calurosamente. Tras unas
decenas (o centenas) de repeticiones, el perro podría dudar
entre la agresión al cartero y la recompensa junto a su
propietario, y la situación podría inclinarse a favor de un
comportamiento interesante en lugar de a uno molesto.

96
La agresión maternal

Un ejemplo
Queen es una westy de 6 años. No es su primera camada.
Tiene cuatro cachorros magníficos, de 6 días. Queen está
con sus cachorros en una esquina del salón, que ella ha
preparado. Cuando he ido a filmarla, Queen me ha mirado
fijamente, luego ha saltado de su cuna, se ha abalanzado
contra mí y me ha mordido la pernera del pantalón, y ha
vuelto con sus cachorros, mirándome fijamente y gruñendo
sordamente.

Análisis
La agresión maternal es una agresión de defensa de
moderada a violenta. Su objetivo es repeler a cualquiera que
podría hacer daño a los cachorros, sin poner por ello a la
madre en peligro de resultar herida, lo que comprometería la
continuación de la lactancia. En presencia de un congénere o
de un humano conocido, el ataque es moderado. Ante un
predador, es directo y violento.

Contextos
La perra lactante protege a su camada contra el intruso.
Esta agresión tiene puntos en común con la agresión
territorial y la agresión de distanciamiento. La perra defiende
el lugar en que se ha aislado con sus crías. Como
generalmente este lugar no tiene salida, la agresión puede ser
violenta y englobar componentes de miedo.
La agresión maternal está favorecida por la presencia de
los cachorros y la proximidad del lugar del parto o de

97
descanso de la camada, pero también cuando no hay ningún
cachorro, por la presencia de sustitutos, de objetos de
reemplazo, en caso de pseudolactación (“embarazo
psicológico”).

Individuo (psychels)
La bajada de la leche (y los cambios hormonales que la
provocan), la percepción de los cachorros (o de sus
sustitutos), son situaciones que favorecen la agresión. Se
produce una modificación del organismo, que cambia toda la
cadena de elementos psicobiológicos hasta repercutir en los
comportamientos.
La agresión maternal, de defensa de los cachorros, es un
comportamiento altruista. Esto debe hacer reflexionar al
científico. En una concepción darwinista de la selección
natural de los individuos mejor adaptados, el comporta-
miento altruista plantea algunas cuestiones. Hay que recurrir
a la sociobiología para darse cuenta de que la madre que
defiende a sus crías -en edad de sobrevivir solos o en grupo-
contra un predador permite sobrevivir a un número mayor
de sus genes. Incluso si muere en la lucha, es probable que
algunos cachorros sobrevivan para perpetuar su genética.
Esta estimación de costes y beneficios de un comporta-
miento es totalmente artificial. La Naturaleza no recurre a
ello ; selecciona a los individuos más aptos y parece haber
elegido especies altruistas. El verdadero porqué aún se nos
escapa.

Postura y mímica
La postura de la perra es baja -y permanece silenciosa-
mientras el intruso se mantiene a la distancia de seguridad.
Cuando el individuo está cerca de la zona marcada por la
distancia crítica -y la distancia crítica ha aumentado debido a
la lactación- la perra carga con la postura más eficaz, es decir,
sin crecerse ni agacharse. Cuando el intruso se mantiene a
distancia, la perra se crece, fija la mirada y gruñe.

98
Secuencia
En la fase de amenaza, la perra permanece tumbada junto
a sus cachorros y gruñe mirando al intruso.
Esta breve intimidación va seguida de una carga
acompañada de múltiples mordeduras, a veces violentas,
hasta que el intruso se aleja.
En ese momento, la perra vuelve a su cama, mueve la cola
mirando a sus cachorros y comienza a lamerlos. El lamido
de la fase de detención es apaciguador para la perra y los
cachorros. No hay ritual de apaciguamiento expresado hacia
el intruso.

Consecuencias
El perro, en nuestros hogares, no tiene predadores. Las
agresiones maternales son siempre eficaces. Sin embargo, al
estar bajo la influencia de hormonas y de la presencia de los
cachorros, se atenúan cuando desaparecen éstos. También,
desde hace generaciones, las perras de cría se seleccionan en
función de un nivel de agresión maternal muy bajo y
pasajero.

Manejo
La agresión maternal es un comportamiento normal.
Puede aparecer más fácilmente en perras cuyo estatus
jerárquico está mal definido, más bien dominantes, que
tendrán tendencia a raptar un cachorro de otra perra o el
bebé de su propietaria e impedir el acceso a éste. En este
caso, debe revisarse y corregirse el conjunto de la jerarquía
(ver Dehasse J., Mon chien est-il dominant ? Le Jour, éditeur).
Es conveniente respetar a la perra y a su camada. Si la
agresión de la perra-madre interfiere con el proceso de
socialización primaria de los cachorros (entre la edad de 3 y
14 semanas), hay que separarla a ratos de la camada, para
poder dejar que los cachorros sean manipulados por
personas, niños, etc. Por otra parte, para evitar el aprendizaje
por imitación, y evitar por lo tanto que los cachorros

99
aprendan a desconfiar de las persona, se separará a la madre
cuando haya visitas.
Durante la lactación, se evitará cualquier medicamento
clásico que pueda eliminarse con la leche e influir en el
desarrollo de los cachorros. Si es necesario, se recurrirá a
tratamientos alternativos como la homeopatía. Se preferirán
las terapias de habituación y de desensibilización. En caso de
necesidad, se utilizarán técnicas mecánicas de control :
sujeción con correa, bozal.
¿Qué hacer en caso de una patología grave, que necesite
un tratamiento alopático ? Si el uso de un psicotropo que se
elimine por la leche es indispensable, hay que destetar a los
cachorros lo antes posible, administrarles leche maternizada
y confiarlos eventualmente a una perra nodriza o a un
macho buen educador.
La agresión maternal aparece también con sustitutos de
los cachorros (juguetes) en la pseudocyesis (lactación de
pseudogestación). Excepcionalmente, esta agresión aparece
en las mismas circunstancias pero sin que el observador
pueda descubrir sustitutos de los cachorros. Será necesario
tener cuidado de no hacer un tratamiento sólo sintomático.
En efecto, este comportamiento agresivo puede
acompañarse de cambios de humor, bien con un estado de
excitación, con hipervigilancia, hiperactividad e insomnio o
bien con depresión.
La lactación, la agresión y el cambio de humor pueden
tratarse médicamente.

100
La agresión por irritación

Un ejemplo
Max es un perro pastor de Beauce (beauceron) de 4 años.
Habitualmente, es un perro encantador. Pero un día, tenía
una herida en la región glútea. Cuando le toqué el lomo, Max
se volvió y me mordió el brazo. Fue más un pellizco que una
verdadera mordedura. Después, Max gruñía cada vez que le
miraba los cuartos traseros. Algunas semanas después, era
imposible acercarse a su parte posterior.

Análisis
La agresión por irritación es una agresión de defensa
bastante moderada. Por ello, permite al perro expresarse
claramente, sin demasiada impulsividad, mediante una
secuencia explícita.

Contextos
La agresión por irritación es bastante compleja,
probablemente porque es una mezcolanza de toda una serie
de situaciones de defensa. Propuesta por Moyer (1968) y
retomada por Heymer (1977), la mayoría de los etólogos
modernos no la aceptan, especialmente los sociobiólogos,
que prefieren separar la noción de agresión inducida por la
aversión (‘aversion-induced’) de la de agresión por frustra-
ción (Barrows, 2001). Establece una referencia semántica a
una motivación interna, la irritación, que nunca se ha
definido. Y su descripción (a continuación) hace referencia a
contextos y a motivaciones sensoriales, lo que aumenta aún
más el grado de confusión de esta terminología.

101
La agresión por irritación, en la clasificación de Moyer
(1968), retomada también por P. Pageat (1995), se desen-
cadena por :
! el ataque por un individuo con el que el perro está
correctamente socializado : perro o humano ;
! la intrusión en la distancia individual (distancia crítica)
por parte de un individuo (considerado) inofensivo,
con signos de temor (pero no de miedo) o de irritabi-
lidad. Puede citarse el ejemplo de contactos táctiles
repetidos, tales como caricias o cosquillas cuando el
perro ha efectuado una petición de cese del contacto
(poniendo rígido su cuerpo) ;
! el dolor (o la anticipación del dolor) o el acercamiento
de un individuo que inflige dolor, ya sea el dolor de un
castigo o el de una enfermedad como un absceso
dental, una otitis, una infección cutánea o una artrosis,
lo que explica que la agresión por irritación pueda
presentarse más fácilmente en perros viejos ;
! las privaciones, tales como el hambre o la sed, cuando
el animal es irritable y la comida o la bebida,
inaccesibles ;
! las frustraciones, tales como la visión de un juguete o
de un alimento que resultan inaccesibles ;
! las alteraciones sensoriales, tales como la disminución
de la visión (atrofia progresiva de la retina) o de la
audición (sordera). La reducción de la visión por un
flequillo de pelo es una causa frecuente de agresión
por irritación, sobre todo frente a niños a los que les
atrae un perro con aspecto de oso de peluche.

Cualquier persona puede encontrarse ante esta situación


en algún momento.

Individuo (psychels)
La agresión por irritación es la agresión típica del perro
irritable, nervioso, descontento, exasperado, maltratado,
contrariado, acosado, etc. El humor irritable o la emoción de

102
irritación y de cólera pueden deberse a numerosos factores
externos, como las manipulaciones, pero también a factores
internos, como la privación de bienestar (hambre, sed, deseo
de juego no satisfecho, deseo sexual no satisfecho…) o a un
humor depresivo o ansioso.
La agresión por irritación está favorecida por las hormo-
nas sexuales. Es decir, que puede aumentar en la pubertad y
en los periodos de celo en la perra, así como en el macho
que percibe las feromonas de las hembras en celo.

Postura y mímica
Según el estatuto jerárquico del perro con relación a su
víctima, e perro adoptará una postura globalmente alta
(dominante) o baja (dominado). Esta postura es un híbrido
entre el nivel de autoafirmación o de seguridad en sí mismo
y el de temor al contacto. Así pues, hay una mezcla de
posturas e incluso el perro dominante presentará elementos
bajos en una postura globalmente alta, como las orejas
caídas, la cola baja, o la parte trasera del cuerpo baja mientras
que la parte delantera está erguida.
El perro dominado estará acostado, con las patas
flexionadas y el cuerpo inclinado hacia un lado ; emitirá un
gruñido sordo, poco audible ; las orejas estarán caídas, los
ojos inyectados y la mirada será huidiza.

Secuencia
Las secuencias comportamentales varían en función de
dos parámetros :
! el nivel de anticipación del contacto ;
! el nivel jerárquico del perro.

Si el perro sufre una manipulación que le contraría o le


causa dolor por parte de un familiar o de un individuo
perteneciente a una especie de impregnación (al que nos
referiremos aquí como agresor), la fase de amenaza se acorta
o no existe, la fase de ataque se limita a una mordedura
parcialmente controlada y la fase de parada sólo se expresa

103
cuando el agresor se aleja. A veces es difícil diferenciar esta
agresión defensiva, calificada como irritación, de la agresión
por miedo, más violenta, menos controlada, y que responde
también a una intrusión en la distancia crítica.

Las secuencias siguientes, tal como las describe P. Pageat,


son sólo válidas cuando el perro puede anticipar la
manipulación o la frustración.
El perro presenta a menudo una dilatación de las pupilas,
lo que da a su mirada un reflejo extraño, y los ojos
enrojecidos o fluorescentes ; una mirada calificada como “de
loco”.
En la fase de amenaza, la cabeza está retrasada, las orejas
plegadas, el pelo erizado y los labios retraídos. El perro
gruñe.
La fase de ataque sigue inmediatamente -o acompaña- a la
de intimidación : la cabeza se proyecta hacia delante y la
mordida es breve, repetida, con la punta de los dientes ; las
heridas causadas son mínimas, salvo en el caso de regiones
frágiles (cara de un niño).
La agresión se detiene totalmente si el adversario se aleja.
Como en todas las agresiones de defensa, no hay ritual de
apaciguamiento del adversario. El perro se apacigua cuando
recupera su bienestar.
Si el adversario se queda en la proximidad, encontramos
una nueva fase de amenaza y, si es necesario, un nuevo
ataque, hasta que el adversario se aleje.
Después, el perro se queda en su lugar si ha ganado el
conflicto o aprovecha la ruptura de contacto debida a la
mordida para alejarse, en busca de un área de aislamiento
más tranquila. El perro se aleja lentamente, a la vez que
gruñe. El dominante presenta una postura alta, el dominado,
una postura baja, con el cuerpo hacia el suelo ; huye con el
dorso arqueado y la cola entre las patas, hacia un rincón en el
que busca refugio.
Existe otra situación, que no depende del estatus
jerárquico, y en la cual la agresión es redirigida. Imaginemos

104
un perro agresivo con sus congéneres, que desea atacarlos en
la calle y es retenido con la correa por su propietario. Si la
tracción de la correa se ejerce a tirones, puede inducir dolor
o frustración y el perro puede volverse y morder a la persona
que se encuentra más cerca de él, generalmente su guía. En
este momento, la mordida no va precedida de una fase de
amenaza ; puede ser única o repetida. Es mal controlada y
causa hematomas (moretones).
En todos los casos, el periodo refractario existe sólo si el
perro recupera su tranquilidad y no hay ninguna amenaza de
contacto.

Consecuencias
Cuando las consecuencias son positivas para el perro, es
decir, cuando obtiene la tranquilidad buscada, el recurso a
este tipo de agresión se hace más frecuente.
Cuando la persona agredida tiene un estatus dominante
con respecto al perro y corrige a éste, el perro puede
someterse y aquietarse o proponer una agresión por miedo,
más violenta.

Manejo
En ocasiones la agresión por irritación es debida a una
enfermedad dolorosa que necesita cuidados. La persona que
cura al perro es generalmente aquélla a la que el perro tolera
-o quiere- más. Esta persona puede ser la víctima de la
agresión y el vínculo de apego puede modificarse comple-
tamente. El perro presenta un doble vínculo, de amor y de
rechazo. Anticipa los contactos de la persona con ansiedad y
amenaza incluso antes de que le toque o se le acerque. Es lo
que P. Pageat llama el “síndrome de agresividad reaccional
de los estados álgicos”, es decir, el trastorno del perro
agresivo en las patologías dolorosas (ver Trastorno ansioso
inducido por el dolor). Puesto que se trata de un
condicionamiento clásico (emocional y álgico), la terapia
comportamental apropiada es el contracondicionamiento

105
(ver capítulo sobre la terapia). Es conveniente, una vez que
la enfermedad dolorosa se ha curado o con un buen trata-
miento antiálgico, asociar la persona (estímulo desenca-
denante de la agresión condicionada) con una situación
sistemáticamente positiva, como un juego o una comida
apetecible.
En muchos casos de agresión por irritación, la medicación
hará el grueso de la labor terapéutica. En efecto, la agresión
por irritación es generalmente un síntoma de un cuadro
clínico de ansiedad, de trastorno del humor, y la mejoría del
síntoma pasa por el tratamiento del trastorno subyacente.

106
La agresión por miedo

Un ejemplo
Rox es un teckel castaño de pelo largo. Está hospitalizado
en una jaula porque ha ingerido un cuerpo extraño y se
encuentra bajo vigilancia médica. Rox tiene dolor. El
asistente veterinario, que debe sacarlo de la jaula, se acerca,
abre la jaula, tiende la mano, y sufre una violenta mordedura
en la muñeca. El perro desprende de repente un olor
desagradable : se ha orinado y defecado. Mira fijamente al
asistente con los ojos desorbitados.

Análisis
Se dice a menudo que los perros “muerden por miedo”.
Existe aquí una gran confusión. En etología, la agresión por
miedo describe una situación excepcional : la de un perro
que tiene miedo, que está arrinconado, no puede huir y se
defiende contra una amenaza con una energía multiplicada,
sin ningún control de sí mismo, por su supervivencia. Esta
ausencia de control hace de la agresión por miedo una
agresión muy peligrosa que causa heridas considerables.
Cuando he dicho que se trata de una situación excepcional,
hay que señalar también que el 40 % de los perros con
miedo pueden morder. Por otra parte, pueden alternar huida
y agresión, dependiendo de las circunstancias.

Contextos
Los contextos y circunstancias de la agresión por miedo
son, desde luego, los del miedo, es decir, un ataque o la

107
anticipación de un ataque por un individuo que atraviesa la
distancia crítica, en una situación sin salida o que el perro
considera sin salida. En efecto, un perro criado en una jaula,
por ejemplo, no ha aprendido a huir ; la huida puede no
estar en su bagaje estratégico, que se limita a la inmovilidad y
a la agresión.
Un perro que adopta una postura de apaciguamiento o de
sumisión y a pasar de ello recibe un castigo (injustificado)
puede recurrir a la agresión por irritación o por miedo. Un
perro que agrede por irritación y es castigado violentamente
puede mostrar una agresión por miedo. Todas las situaciones
de autodefensa pueden llevar a la agresión por miedo cuando
el perro se encuentra en una situación sin salida. Incluso un
conflicto entre el perro y el propietario (por un sillón, por
ejemplo) puede evolucionar a una agresión por miedo si el
propietario pone a su animal en una situación sin salida.
El contexto, las circunstancias que han desencadenado el
miedo, pueden en gran medida automatizar la agresión por
condicionamiento clásico. Éste es un proceso de condicio-
namiento de las emociones y actos involuntarios, como el
miedo, por ejemplo, que surgirá de forma refleja en
presencia de las mismas situaciones. Se observan muy a
menudo automatismos de miedo y de agresión de auto-
defensa en perros que van al veterinario. Estos perros
pueden ser encantadores en cualquier circunstancia, excepto
en la consulta veterinaria.

Individuo (psychels)
Cualquier perro, cualquier individuo, puede sentir esa
emoción particular que es el miedo. En ese momento, las
conductas habituales de ese individuo dejan de
funcionar ; recurre a estrategias (inconscientes) extremas, a
actuaciones de supervivencia.
Un individuo (perro o humano) que sufre trastornos
hormonales (por ejemplo, hipotiroidismo), de humor
ansioso, de inestabilidad de humor, de fobias, etc. tiene
mayor tendencia a recurrir a la agresión por miedo.

108
Postura y mímica
La postura de miedo es una postura baja. Las mímicas son
las del miedo, con dilatación de las pupilas, ojos fijos (ojos
negros bordeados de blanco), signos neurovegetativos como
la transpiración, eliminaciones emocionales y vaciado de las
glándulas anales.

Secuencia
La agresión por miedo no presenta fases organizadas bien
definidas.
El perro emite mensajes de miedo, expresados por una
postura baja, señales emocionales (pupilas dilatadas, orejas
replegadas, cola entre las patas, temblores, eliminaciones
involuntarias, vaciado de las glándulas anales, jadeo,
salivación). Emite también amenazas como gruñidos muy
sordos, retracción de los belfos y colmillos descubiertos. A
veces, la postura baja y agachada se sustituye por una postura
de pie, aparentemente alta, pero también con los signos
emocionales del miedo.
Cuando la distancia crítica es atravesada, el perro ataca
con una energía desesperada ; las mordeduras carecen por
completo de control y causan heridas graves, con daños
considerables.
No existe fase de parada ni ritual de apaciguamiento.
Después de la mordedura, el perro huye o se echa, para
atacar de nuevo ante la menor intrusión en su zona de
aislamiento.

Consecuencias
El perro pelea por su supervivencia. Las agresiones por
miedo son generalmente eficaces. Sin embargo, no por ello
sufren un condicionamiento operante. En efecto, el miedo
se acompaña de manifestaciones emocionales y cognitivas
extremas, y podemos preguntarnos qué conserva el perro en
la memoria de toda la situación.

109
Manejo
La agresión por miedo es una situación normal. Cualquier
individuo, hombre o humano, puede encontrarse un día en
una situación sin salida y recurrir a una agresión por miedo.
El cálculo de la peligrosidad es muy importante. Sin embar-
go, el acontecimiento puede clasificarse como un accidente y
no como un hábito.
Debe señalarse que la agresión por miedo es un compo-
nente frecuente de la ansiedad. En tal caso, hay que tratar la
ansiedad para reducir la peligrosidad.

110
La agresión redirigida

Dos ejemplos
Loulou es un perro cruzado, de tipo fox, de 5 años. Su
dueña es de edad avanzada, discapacitada y no oye bien. Va
en silla de ruedas. Cuando alguien llama a la puerta, Loulou
ladra, muy excitado. Después de ladrar violentamente a la
puerta, salta a las rodillas de su dueña e intenta morderle la
garganta.
Rex es un doberman macho de 3 años. Es un perro fuerte
al que le gusta jalear a otros perros. Cuando ve a un perro,
ladra, gruñe y se precipita para agredirlo. Si su dueña lo
retiene con un tirón seco de la correa, Rex se vuelve y le
muerde el brazo.

Análisis
La agresión redirigida no es una agresión típica, ofensiva o
defensiva. Se basa en un tipo de agresión cualquiera y se
acompaña de una excitación considerable. Su particularidad
es que no se orienta hacia el desencadenante de la agresión
(generalmente inaccesible), sino hacia otro sujeto más cer-
cano y accesible.

Contextos
La agresión redirigida se basa en la asociación de varios
contextos :
1. el estado de excitación del perro, que aumenta su
motivación para agredir ;
2. la inaccesibilidad del sujeto que ha desencadenado la
respuesta agresiva ;

111
3. la accesibilidad de un sujeto neutro o que interfiere
con su libertad de acceder al sujeto desencadenante.

Si el perro se excita con el timbre de la puerta de entrada,


es decir, por la presencia de un visitante, su motivación para
la defensa territorial puede aumentar. Si el visitante
permanece siempre detrás de la puerta y es inaccesible, el
perro puede buscar una víctima para expresar su agresividad.
La víctima es generalmente un sujeto (un humano, un perro
u otro animal) que tiene la mala suerte de estar dentro de la
distancia de seguridad. El perro prefiere agredir a un sujeto
que se mueve o que interfiere con sus comportamientos más
que a un sujeto inmóvil. Para el perro, una tracción de la
correa, gestos con los brazos, una mirada fija, una interven-
ción vocal. pueden ser considerados como interferencias
dignas de una agresión redirigida.
¿Cuáles son los tipos de agresiones con los que la agresión
redirigida se asocia con más frecuencia ?
! la agresión por irritación
! la agresión territorial
! la agresión competitiva

Individuo (psychels)
La agresión redirigida se observa particularmente en
perros excitables e impulsivos :
! excitable : el perro es vigilante y reactivo, preparado
para responder a cualquier solicitación de juego o de
agresión ; pierde rápidamente el control de sus
movimientos y de la mordida ; sus juegos degeneran
en mordisqueos ; sus agresiones se degradan en
hiperagresiones ; el perro excitable no se apacigua
rápidamente ; su excitación dura mucho ;
! impulsivo : el perro impulsivo reacciona antes de
tiempo, como si no reflexionase ; su reacción es
refleja, automática, rápida ; su ataque es poco
previsible y poco controlado ; su excitación puede
desaparecer bruscamente.

112
Estos perros padecen un problema de la reactividad y del
autocontrol. Es frecuente encontrar en este grupo perros
hiperactivos.

Postura y mímica
No existen una postura y una mímica específicas de la
agresión redirigida. El perro adopta las posturas y mímicas
del tipo de agresión de base. Después, debido a la rapidez
del ataque, el perro no tiene tiempo de adoptar nuevas
posturas : ataca directamente.

Secuencia
El ataque es directo, sin amenaza.
Cuando el perro se da cuenta de que ha mordido a un
amigo (su dueño, por ejemplo), puede parar el ataque,
retomar el control de la mordida y adoptar posturas de
apaciguamiento. Generalmente, el perro se apacigua al
morder, es decir que su nivel de excitación regresa a un
umbral que le permite producir de nuevo reacciones
adaptadas. En ese momento, su comportamiento me hace
pensar que ha “olvidado” que ha mordido y el porqué del
ataque redirigido. Si la persona mordida se enfada o llora, el
perro adopta posturas complementarias adecuadas, es decir,
una postura de apaciguamiento en presencia de un individuo
encolerizado, o una postura grata (atenta) si el sujeto
mordido está angustiado.

Consecuencias
Cuando el perro lleva a cabo una agresión redirigida,
expresa sus emociones, las saca de su sistema y se apacigua.
La agresión redirigida es de tipo reflejo, impulsivo, y es poco
sensible a los efectos de las recompensas o los castigos.
Aunque se castigase al perro, si el sujeto mordido le
mordiese a su vez, le diera una sonora bofetada o lo tumbase
contra el suelo boca abajo o boca arriba, ello no cambiaría en
nada la mordida refleja.

113
Si presentase una fase de ataque más lenta que la de un
ataque reflejo con mordida de tipo automático, podría
someterse a una modificación por consecuencias negativas,
punitivas.

Manejo
La agresión redirigida pertenece a la clase de agresiones
automáticas. Se observa en perros que sufren una personali-
dad explosiva o impulsiva. Lo que debe tratarse es el trastor-
no general de la personalidad, más que el acto agresivo en sí
mismo. Los trastornos de la personalidad se curan más
fácilmente con medicaciones que con terapias comporta-
mentales. No obstante, todas las técnicas que aumenten el
control de sí mismo del sujeto serán favorables.
¿Qué haría yo para resolver el problema de los perros
mencionados en el ejemplo de este capítulo ?
Loulou, que agrede a su dueña discapacitada debe recibir
una medicación anti-impulsiva. Su dueña tendrá en todo
momento un pequeño paraguas plegable, de apertura auto-
mática, sobre sus rodillas o al alcance de la mano. Si alguien
llama a la puerta, podrá abrir el paraguas delante de Loulou
si él va a agredirla. Cuando el perro esté sorprendido, podrá
ordenarle que se siente y, a continuación, recompensarle
Rex, el doberman que muerde a su dueña cuando ésta le
impide agredir a otro perro tirando de la correa, también
recibirá una medicación anti-impulsiva, y la presencia de
otros perros será anticipada por la propietaria, que podrá
entonces modelar el comportamiento de Rex mediante
contracondicionamiento.

114
Las agresiones ofensivas

Los diferentes tipos de agresión ofensiva

En las agresiones ofensivas, es decir, aquéllas en las que el


perro se dirige hacia el individuo agredido, se distinguen los
comportamientos siguientes :
! acoso con mordisqueos y empujones en cachorros o
perros jóvenes hiperactivos.
! competición con un congénere por recursos o
privilegios.
! competición con un humano por recursos o
privilegios.
! provocación de un congénere en duelo.
! provocación de un humano en duelo.
! frustración, por ausencia, imposibilidad de acceso o
retraso de un acontecimiento positivo esperado.
! predación, caza (con o sin ingestión de la presa).
! persecución de un objeto en movimiento, de una
persona que corre, una bicicleta, un coche, etc.
! procedimiento automatizado y frecuente al ataque
inmediato, debido a un condicionamiento operante.
! recurso al ataque automático en caso de patología
somática.

Agresión ofensiva y control de la mordedura


En las agresiones ofensivas, pueden presentarse dos tipos
de situación, dependiendo de si hay presencia o ausencia del
control de la mordida.

115
En una manada, los perros cooperan para cazar. Las
heridas y la invalidez de uno de los miembros del grupo
pueden tener repercusiones fatales para todo el grupo. En un
grupo, no deberían producirse heridas invalidantes. Fuera del
grupo, la regla es completamente diferente. Un miembro de
otro grupo puede ser herido. Una presa será atacada y
muerta para comerla.
Sin embargo, dentro del grupo, el control de la mordida
no siempre está asegurado. Tal es el caso :
! de los perros hiperactivos
! de los perros disocializados (delincuentes)
! de los efectos del condicionamiento operante
! de los efectos de la intervención de los propietarios,
que impiden la resolución de conflictos

116
La agresión competitiva entre perros

Un ejemplo
“Max y Fred son dos golden retrievers. Generalmente, se
llevan bien. Max fue el primero. Fred llegó más tarde. Todo
fue bien hasta que Fred cumplió nueve meses. Entonces se
produjeron los primeros conflictos. Luego otros, cuando
Fred tenía un año y medio. Después, la situación se
estabilizó. Pero al cabo de algunos meses, después de que
Max estuvo enfermo, los perros han vuelto a pelearse otra
vez. No lo hacen nunca cuando están solos. Incluso
duermen juntos y juegan en el jardín. Pero, cuando Fred
ladra a alguien que pasa, Max le mordisquea en el cuello.
Nada grave. Sin embargo, cada cuatro semanas, las peleas
empiezan, cuando mi mujer tiene… la regla. Y entonces,
basta con que ella entre en la habitación en la que están para
que comiencen a pelearse.”

Análisis
La agresión competitiva es un comportamiento normal en
el perro. Se expresa :
! en caso de competición por un privilegio, por un
recurso que es insuficiente : agresión competitiva ;
! para hacer valer o para replantear su estatus -en
presencia de recursos suficientes : agresión jerárquica.

Contextos
La competición se ejerce por :
! el acceso a un alimento o su obtención,

117
! el dominio de un espacio,
! el control de un compañero social, la alianza,
! el control de un compañero sexual, el acoplamiento,
! el manejo de los cachorros. la maternidad (en las
perras).

La jerarquización -la agresión jerárquica- se ejerce sin


razón aparente o aprovechamiento de un recurso y se
manifiesta como una provocación al otro.

Individuo (psychels)
Las motivaciones ejercen una influencia importante en las
agresiones de competición. En efecto, en el periodo de celo
(estro), la motivación sexual predomina sobre la motivación
alimentaria y las competiciones se ejercerán entre perros
dominantes para poder cubrir a la hembra ; los perros
dominados pueden entonces comer a su antojo, sin
preocuparse de los privilegios de acceso al alimento. Fuera
de este periodo, los dominados serán reprendidos de forma
teatral sin no respetan el turno de espera.
En un mismo orden de ideas, cada perro, en función del
conjunto de sus elementos psicobiológicos del momento,
tendrá una prioridad en sus motivaciones.
El individuo evoluciona en el transcurso del tiempo, y
particularmente durante el crecimiento. Como ha demos
trado P. Pageat, alrededor de la edad de 4 meses se produce
un primer pico de agresividad. Da lugar a una estabilización
del grupo social, con establecimiento de los privilegios de
acceso a la comida. Un segundo brote de agresividad aparece
en la pubertad (de los 5 a los 9 meses) y persiste algunos
meses. Durante este periodo, el adolescente es inestable y se
opone frecuentemente a los adultos. Por último, un tercer
pico de agresividad se produce al llegar a la edad adulta (12 a
24 meses) y se termina con la estabilización de la jerarquía.
La siguiente tabla, permite catalogar algunos privilegios de
cada uno de los perros de un grupo social.

118
Evolución de la agresión competitiva durante el
crecimiento
El eje vertical describe la intensidad de la agresión
competitiva. El eje horizontal indica el transcurso del

La siguiente tabla, permite catalogar algunos privilegios de


cada uno de los perros de un grupo social.

Prerrogativas A B C D
Comer el primero, cuando quiere, a
su antojo, en presencia de
espectadores
Dormir donde quiere, en el
dormitorio, en los sofás, en el medio
de una habitación.
Controlar los pasos entre las
habitaciones y el desplazamiento de
las personas, colocándose en el
camino o en un lugar que permite
ver todos los desplazamientos.
Impedir a los individuos (humanos o
perros) entrar o salir del grupo o de
la habitación.
Acceder a la sexualidad delante de
todos.
No obedecer las órdenes no seguidas
de una gratificación.
Decidir cuándo salir de paseo, a
donde y durante cuanto tiempo.
Decidir cuando desea jugar e
imponer el juego (el tipo de juego y
su duración) a los demás.
Total

119
crecimiento, desde el nacimiento hasta la edad adulta.
Como observó P. Pageat, la curva de trazo continuo
muestra la evolución normal y esperada en un perro de
familia. La línea de trazo discontinuo muestra la evolución
de un perro que ha ganado estatus y victorias en la pubertad
y en la edad adulta. La curva punteada describe la evolución
de un perro que ha ganado victorias en cada brote de
agresividad.

Evolución del índice de agresividad en el curso del desarrollo


(adaptado de P. Pageat)

120
Postura y mímica
Las posturas y las mímicas van a depender del estatus
social de cada de perro y de su aplomo (autoconfianza y
audacia) en el momento. El dominante tendrá una postura
alta, el dominado, una postura baja. Aparte de estas posturas
claras, algunos perros intentan adoptar posturas altas,
superiores a su rango ; es teatro, una tentativa de manipular
la información. Y, desde luego, los dominantes no se dejan
engañar y desempeñan su papel teatral, aceptando el
conflicto y restableciendo el estatus a base de mordiscos.
En las mímicas faciales, encontramos :
! retracción de los belfos y fruncimiento de la nariz,
dejando mostrar los dientes, sobre todo los incisivos
superiores ; el significado es “voy a agredir”,
! fauces abiertas, con fruncimiento de la nariz que deja
enseñar los dientes (incisivos y caninos), la postura
significa “voy a morder”.

Secuencia
La intimidación (amenaza) consiste en gruñidos, eriza-
miento del pelo (cuello), cuerpo rígido y mirada fija en los
ojos.
En el ataque se aplican diferentes grados de mordedura,
desde asir con las fauces sin apretar, el pellizco breve, la
mordedura controlada y sostenida o el cierre de los dientes
en el aire (movimiento de intención), hasta la mordedura
fuerte y con tracción. Esta última es necesaria para hacer
caer al adversario.
La agresión competitiva se detiene en el momento en que
uno de los adversarios adopta una postura baja, emite un
ritual de apaciguamiento o de sumisión, mientras que el
vencedor adopta una postura alta. La postura más baja es la
posición de sumisión, inmóvil, tumbado boca arriba o de
lado, con las cuatro patas flexionadas en el aire y el cuello
extendido. La inmovilidad es indispensable. Esta postura
ritualizada debe detener la agresión del vencedor. El
dominante posa una o las dos patas delanteras sobre la cruz

121
de su adversario, lame la zona mordida, lame o mordisquea
la parte superior de la cabeza o toma el hocico del adversario
sumiso en sus fauces.

Mise en gueule o mouthing El hocico del sumiso (izquierda)


queda introducido en las fauces del dominante (derecha)

La agresión puede detenerse en la fase de intimidación. Es


lo que sucede más frecuentemente.
Si el ataque y la mordida son necesarios, el control de la
mordida dependerá de la diferencia de estatus entre los dos
individuos y de la impulsividad del perro mordedor. Cuanto
más dominante es el mordedor y dominado el adversario,
más controlada será la mordida ; es una simple reprimenda.
Pero si los adversarios son de estatus igual o indeterminado,
la mordida tendrá como objetivo hacer presa en la piel del
adversario y empujarlo con un movimiento del cuerpo para
hacerlo caer. El que cae pierde generalmente el combate. Por
ello, la mordida consiste en hacer presa de forma fuerte y
sostenida.
El perro vencido, sometido, tiene derecho a no reconocer
esta situación de pérdida de estatus y a alejarse gruñendo en
lugar de tumbarse inmóvil. El perro perdedor perseguido

122
por su adversario puede recurrir a una agresión de defensa.
El perro sometido y mordido de nuevo por el dominante
puede recurrir a una agresión por miedo, una agresión que
será violenta.
Tras el final del conflicto, el dominante se exhibe con una
postura alta, orgullosa. Se muestra a todos los miembros del
grupo. Puede montar al vencido, ponerle la pata en el
hombro y lamerle las heridas de mordedura. El dominante es
el que se acerca con una postura alta al dominado para
decirle que el conflicto ha terminado.

Consecuencias
El éxito en un combate no significa la victoria de la guerra
ni la obtención del título de dominante. El éxito significa
solamente que el perro vencedor ha ganado temporalmente
el acceso privilegiado al recurso. Hace falta más de un
combate ganado y, sobre todo, la obtención y la defensa de
privilegios, así como el reconocimiento de éstos por los
demás para obtener el estatus de dominante.
El éxito de una estrategia y de una técnica de combate
asegura su repetición. Generalmente, el proceso de condicio-
namiento operante ejerce sus efectos reduciendo la fase de
amenaza, intensificando la fase de ataque y reduciendo los
rituales de apaciguamiento. En tanto que la agresión sea
adaptada a las circunstancias, que no cause heridas invali-
dantes al adversario y se detenga al menor signo de sumisión
del perdedor, ésta es aceptable. Cuando hay heridas invali-
dantes y pérdida de la inhibición de mordedura ante los
signos de sumisión del adversario, nos encontramos frente a
una hiperagresión secundaria (patológica).

¿Más ruido que daño ?


Una agresión competitiva no debería degenerar nunca en
heridas graves. Es una coreografía en la que los dos
adversarios forman un dúo, y sus posturas son
complementarias. Si sus estatus no están claramente defini-

123
dos, cada uno de los perros puede intentar fanfarronear,
hincharse y crecerse para parecer más imponente, jugar a
atemorizar al otro ; cada uno de los adversarios puede
creerse superior. Y el ataque permite decidir quién tenía
razón y quién no.
Sí, pero, ¿los adversarios son del mismo tamaño ?
Si no lo son, entonces pueden producirse heridas serias.
La creación de centenares de razas que varían entre 1 y
100 kilos hace que las probabilidades no sean iguales para
todos. Todo iría bien si el perro tuviese una noción de su
tamaño, una conciencia de sí mismo, que le permitiese
calcular la masa y la potencia de su adversario, así como las
suyas, para prever el resultado del combate. Pero parece que
el perro no es capaz de ello. Es un fallo en sus capacidades
cognitivas, en su inteligencia. El perro se fía más de las
mímicas y las posturas de su adversario que de su tamaño. Y
un perro pequeño e impulsivo no tiene inconveniente en
atacar a un mastín.
Un perro cuyo peso sea la mitad del de su adversario
puede sufrir heridas graves. Cuando el peso equivale a la
quinta parte del que tiene el adversario, puede producirse la
muerte.
Pero si los adversarios son de peso similar, no deberían
producirse heridas graves. Si hay heridas, debe pensarse en
una patología comportamental subyacente.

Manejo
Un perro dominante debería recurrir a la agresión sólo
cuando no dispone de otra solución, por ejemplo, cuando :
! sus privilegios son sistemáticamente puestos en
cuestión
! sus posturas dominantes son insuficientes para
someter al adversario desafiante
! el perro está ansioso porque debe mantenerse
continuamente vigilante para preservar su estatus

124
Pero el problema es que no todos los perros son modelos
de equilibrio emocional y psíquico. Debemos tener en
cuenta
! al perro impulsivo y presto a atacar en cualquier
circunstancia ;
! al perro desafiante, hiperactivo o delincuente, que no
respeta el procedimiento ni las reglas ;
! al dominante ansioso o depresivo, que no regula
totalmente sus comportamientos.

Debido a esto, existen diferentes niveles de diagnóstico :


al diagnóstico de la jerarquía se asocia el diagnostico de una
hipotética patología comportamental o emocional de cada
perro.

125
La agresión competitiva entre perros y
humanos

Un ejemplo
Jim es un Labrador macho de 3 años.
“Adquirimos un Labrador, nos explica esta señora, porque
nos habían dicho que eran de muy buen carácter. Bien,
entonces Jim es la excepción que confirma la regla. No es
que no sea bueno ; es bueno cuando quiere. Es bueno
cuando desea caricias, pero gruñe si queremos acariciarlo
cuando está en su cesto. Nunca ha mordido. Per sí ha
marcado. A veces, me coge el brazo con el hocico, me
arrastra hasta la cocina y no me suelta hasta que le doy una
galleta. No gruñe cuando come, salvo cuando tiene una de
esas orejas de cerdo resecadas. En ese caso, se pone a comer
en el pasillo entre la cocina y el comedor y no deja pasar a
nadie. Es muy sencillo, ya no le damos orejas de cerdo ni
huesos. Roba la ropa, bueno…, la ropa interior, la mía. Es
molesto, porque corre al jardín, y cuando me estoy vistiendo
por la mañana, no voy a salir corriendo detrás de él. Además,
cuando queremos reñirle, retrae los labios. En un sentido,
gracias a esto, he aprendido a ser más ordenada…”

Análisis
¿El perro socializado e impregnado con los humanos se
comporta ante ellos como lo haría en presencia de otros
perros ? En aras de la simplicidad didáctica, responderíamos
afirmativamente. Pero sabemos en nuestro interior que eso
no es totalmente así. El perro sólo tiene a su disposición su

127
bagaje comportamental, aumentado con los préstamos
tomados del lenguaje humano y adaptaciones personales.
Por otra parte, el hombre no es un perro. No responderá
ni como un perro dominante, ni como uno desafiante, ni
como un dominado. El hombre no tiene sus armas en la
boca o, al menos éstas son mínimas. Puede poseer armas
(palo, correa, látigo) que actúan a distancia. Generalmente,
rehusa el combate cuerpo a cuerpo. Rara vez muerde al
perro (lo que en parte es una pena, porque ello es muy útil
antes de la edad de 3 meses, aunque puede ser peligroso más
tarde). No respeta la inhibición de la agresión ligada a la
sumisión del adversario y continúa maltratando al perro
sumiso (que sigue gruñendo) hasta que se calle.
El hombre es un ser frágil. Cuando se le muerde, sangra, y
pierde todo el dominio de sí mismo. Abandona la lucha sin
rituales de apaciguamiento o de sumisión. No se echa en el
suelo, ni se inmoviliza. Y a pesar de que ha perdido,
continúa amenazando.

Contextos
La competición se ejerce por :
! el acceso a un alimento,
! el dominio de un espacio,
! el control de un compañero social,
! el control de un compañero sexual potencial,
! el manejo de recién nacidos (en las perras),

Igual que como ocurre en los perros, la agresión se lleva a


cabo en dos situaciones :
! competición por un recurso insuficiente : agresión
competitiva ;
! verificación del estatus jerárquico (en presencia de
recursos suficientes) :

128
Individuo (psychels)
Las indicaciones y el cuadro de privilegios especificados
para las competiciones entre perros son válidos también para
las competiciones entre perros y humanos. Para más
información sobre la jerarquía, puede consultarse Mon chien
est-il dominant ?

Postura y mímica
Las posturas son compatibles con lo que se ha dicho
anteriormente.
Las posturas humanas son más complejas de analizar :
! postura afirmativa : erguido, mirada fija sobre el dorso
del perro, cara lisa, músculos relajados, gestos
tranquilos y controlados, paso seguro, emoción
neutra ;
! postura agresiva : inclinado hacia adelante, mirada fija
en los ojos del perro, ceño fruncido y dientes
descubiertos o boca abierta, músculos tensos, gestos
bruscos, marcha rígida, emoción de cólera ;
! postura sumisa : inclinado hacia atrás, mirada
desviada, cara lisa con los ojos abiertos, cuello
hundido entre los hombros, espalda arqueada, gestos
suaves, marcha incierta, emoción de temor o de duda.

El perro debe llegar a descodificar este lenguaje. Para él no


es evidente.

Secuencia
La secuencia es comparables a la que se produce en
agresiones entre perros.
Cuando el perro vencedor posa una o las dos patas
anteriores en la rodilla o el pecho de la persona, lame la zona
mordida, lame o mordisquea el pelo o las orejas, la persona
cree que el perro se arrepiente de sus culpas. Acaricia al
perro y acepta así su sumisión personal, pero es una mala
perdedora. Está en desafío permanente : reconoce privilegios

129
a su perro y luego, de forma repetida, los pone en cuestión.
Esto puede ser considerado por el perro como un acoso.
Cuando el perro es vencido, tiene derecho a no apreciar
esta situación de pérdida de estatus e inmovilizarse y gruñir.
Si el propietario continúa regañándole, o tocándole, el
vencido puede emitir una agresión por miedo,
extremadamente violenta. El perro vencido puede también
alejarse gruñendo en vez de tumbarse inmóvil. Perseguirlo
puede entrañar por su parte una agresión de defensa.
El control de la mordida en el perro puede ser insuficiente
debido a la fragilidad de la piel humana, sobre la que deja
marcas importantes o incluso desgarros. Un aprendizaje
correcto permite al perro controlar cuando agarra con el
hocico para marcar, sin dejar señales.

Consecuencias
Ante un humano que maneja mal la comunicación
ritualizada de las competiciones jerárquicas, el
condicionamiento operante actúa para reducir la amenaza,
reforzar el ataque en frecuencia e intensidad y reducir los
rituales de apaciguamiento. Se llega bastante fácilmente a la
hiperagresión secundaria.

¿Más ruido que daño ?


Una agresión competitiva no debería degenerar nunca en
heridas serias. Entre dos perros, es una coreografía. Pero los
humanos no pueden bailar como perros. Y la coreografía
termina en heridas.
El se humano no tiene la potencia atlética de un perro. A
igual masa, los adversarios no tienen igual fuerza. Como
hemos visto en el cálculo de peligrosidad, considero que un
humano sólo puede luchar en igualdad de condiciones con
un perro que no haga más que la cuarta o quinta parte de su
masa. Desde este punto de vista, la moda de los perros
gigantes es una locura. Afortunadamente, el hombre cuenta
con el poder del pensamiento, el de la creencia, que le hace

130
prejuzgar que él puede dominar a su perro, y se lo hace creer
realmente a su perro.

Manejo
Los perros dominantes y los dominados pueden recurrir a
la agresión competitiva por los recursos en cantidad limitada.
Dar la comida o un hueso suculento a un perro y reprenderle
antes de que se sacie puede ocasionar una agresión
competitiva, incluso por parte de un perro dominado.
En cambio, el perro dominante no debería recurrir a la
agresión más que cuando no hay otra solución a su
disposición, por ejemplo, cuando :
! las posturas y los comportamientos dominantes son
insuficientes para obtener un recurso ;
! el perro está ansioso porque se ve obligado a estar
continuamente vigilante para preservar su estatus o
porque los propietarios emiten mensajes ambivalentes
o contradictorios.

Las situaciones plantean problemas graves cuando :


! durante el paseo, el perro impide a la gente acercarse a
su dueña (y, recíprocamente, la perra a su dueño) ;
! la perra es dominante y rapta el bebé recién nacido de
su dueña ;
! el perro, macho o hembra, impide las entradas, las
salidas de la casa y los desplazamientos por la casa a
sus propietarios ;
! el perro se alía (pareja) con uno de los propietarios en
contra del otro ;
! el perro, aparte de sus comportamientos de agresión,
marca con orina dentro de casa ;
! el perro provoca a sus propietarios con
comportamientos de agresión ;
! el perro no inhibe sus agresiones jerárquicas en
presencia de individuos impúberes (niños) o sumisos ;
! etc.

131
Estos problemas deben resolverse mediante un análisis de
los psychels del perro y un estudio del funcionamiento de la
familia-manada.
He dedicado un libro entero al manejo del perro
dominante. El lector puede consultarlo si desea más
información : Mon chien est-il dominant ? (Le Jour, éditeur).

132
La agresión de posesión

Un ejemplo
Hooligan es un teckel de pelo duro de 3 años. Le encanta
robar los trapos de cocina y llevárselos a su cesto. Nadie
puede reprenderle. Gruñe y retrae los belfos, y hay que
dejarle tranquilo. También entra en el cuarto de baño y hurta
la ropa del cesto de la ropa sucia. Resulta bastante incómodo
cuando llena el jardín de ropa interior.

Análisis
La agresión de posesión se observa en perros que
defienden un objeto o un sujeto del que se han apropiado.
La escuela francesa de medicina comportamental clasifica
este comportamiento dentro de la agresión jerárquica,
mientras que la escuela norteamericana habla de agresión de
posesión. Manifiestamente, en algunos perros, el deseo de
posesión no se asocia a la búsqueda de un estatus
dominante.

Contextos
El perro acarrea un objeto o un alimento, o se coloca
delante de un objeto, un alimento, una persona, otro perro,
un gato o cualquier otro animal, e impide el acceso al objeto
o al individuo. A veces, el perro provoca la reacción de sus
dueños yendo hacia ellos y enseñándoles el objeto. En
ocasiones, sólo se muestra agresivo cuando los propietarios
quieren recuperar el objeto. ¿Cuál es la motivación del
perro ? Si el perro busca apropiarse de un objeto o asociarse
a un congénere o a un humano, se habla de agresión

133
competitiva o jerárquica. En el caso de la agresión de
posesión, defiende un objeto que es suyo o del que se ha
apropiado.
Después de la observación de cientos de perros, propongo
las hipótesis siguientes como origen de la agresión de
posesión :
! verificación del estatus jerárquico por provocación de
los dueños ;
! demanda de juego, como juego de persecución o tirar
de una cuerda ;
! investigación de feromonas (en ropas o ropa interior),
con lamido y mordisqueo de los tejidos ;
! compulsión, el perro busca sin cesar objetos para
guardarlos o transportarlos ;
! compulsión, el perro acapara todos los juguetes y los
amontona en su cesto o en un escondrijo ;
! defensa de un compañero social del que el perro se ha
apropiado, contra el conjunto o contra los otros
miembros de la familia ;
! defensa de un compañero sexual (en su imaginación)
contra el conjunto ;
! defensa de un niño contra los padres, que no pueden
acercarse ;
! defensa de un alimento, de un hueso o de
regurgitaciones (propias o de otro perro) ;
! defensa de un objeto cualquiera durante un episodio
“hiper” (patología unipolar, el perro alterna un humor
normal con un humor hiperactivo-agresivo, calificado
de maníaco o hipomaníaco en psiquiatría humana) ;
! oposición a la retirada del collar (que el propietario no
puede entonces quitar).

Existen probablemente muchas otras circunstancias que


desencadenan o favorecen el mismo tipo de comporta-
miento.

134
Individuo (psychels)
El perro presenta generalmente una preferencia por un
objeto o una tendencia compulsiva a buscar dicho objeto, a
codiciarlo en cuanto lo ve y a guardarlo cuando se apodera
de él.

Postura y mímica
En la agresión de posesión, el perro presenta bien una
postura de provocación, que es equivalente a una agresión
competitiva, o bien una agresión de defensa, que es
comparable a una agresión por irritación. Según su estatus
jerárquico, la posición será alta (dominante), baja (dominado)
o ambivalente (desafiante). Las mímicas de amenaza son
muy claras, y comparables a las de la agresión competitiva.

Secuencia
El comportamiento presenta las cuatro secuencias típicas,
comparables a las de la agresión competitiva.

Consecuencias
Generalmente, el perro consigue llevarse el objeto o
defenderlo, o defender el acceso al sujeto (humano o animal)
del que se ha apropiado. Por lo tanto, obtiene una
recompensa y su actividad de hurto o de defensa se
intensifica con el éxito y con el tiempo. A la larga, el perro
ataca directamente : se tratará entonces de una hiperagresión
secundaria.

Manejo
La forma más sencilla de manejar el hurto de objetos es
colocarlos en un lugar seguro, haciendo inaccesibles los
objetos codiciados. Pero a veces el perro cambia de objetos.
Llega un momento en que los propietarios no pueden
esconderlo todo.
Cuando el perro defiende a una persona, se propone a los
dueños aliarse contra el perro, colocarse juntos, cogidos del

135
brazo ante el perro, como si se tratase de un problema de
jerarquía.
Si el perro parece sufrir una compulsión comportamental
o un problema de variación del humor, conviene tratarlo
ante todo mediante medicaciones.
En todos los casos, se analizará la jerarquía de la familia-
manada y, si es necesario, se reestructurará.

136
La agresión entre perros fuera del grupo

Un ejemplo
Scott es un scottish macho de 4 años. Le encanta pasear.
Y sobre todo le gusta abalanzarse hacia los otros perros
machos. Los reconoce de lejos. Entonces adopta una
postura alta, se pavonea, se hace el macho. Los dos perros se
colocan cabeza contra trasero y se olisquean la parte
posterior, luego las orejas, y gruñen un poco. Scott da la
espalda a su congénere y levanta la pata contra un arbusto.
El otro hace lo mismo por encima. Scott vuelve y comienza
de nuevo. Generalmente, la cosa se termina aquí.
A veces, Scott pone una pata en el cuello de su congénere
y en ocasiones monta a perros más pequeños que él, aunque
son difíciles de encontrar.
Con las hembras, se estira y baja la cabeza, con la parte
trasera elevada, proponiendo juego. A los cachorros los
olisquea durante unos instantes y luego se aleja.

Análisis
¿Por qué los perros tienen que hacerse el macho con sus
congéneres, medirse con sus semejantes ? ¿Qué interés hay si
estos individuos no viven en el mismo grupo social, no
comparten los mismos recursos ni buscan privilegios
jerárquicos ?
Cuando dos humanos se encuentran en el bosque o en el
monte y se saludan, no se preguntan si son presidentes de
una empresa, mozo de cuadra o camionero. Se diría que los
perros sí tienen necesidad de comunicarse su identidad y su
papel social. Y como las posturas y las secuencias son

137
comparables a las que vemos en un grupo social, estamos
autorizados a pensar que los perros que se encuentran fuera
de su casa buscan establecer una posición jerárquica, cada
uno con respecto al otro. Es como si dos perros no pudieran
coexistir en el mismo espacio sin delimitar sus papeles
jerárquicos. Esto parece lógico cuando los perros están
llamados a pasar un tiempo juntos, a jugar juntos, a
compartir los recursos de espacio con otros. Pero, ¿cuál
puede ser la finalidad de este comportamiento cuando el
perro pasa de un congénere a otro, se identifica y, sin tardar,
pasa al siguiente ?
Esta agresión entre machos o entre hembras debe
diferenciarse de las agresiones de distanciamiento y de las
agresiones territoriales, que pueden expresarse ante otros
perros.

Contextos
Las circunstancias que favorecen estas agresiones son los
encuentros entre perros fuera del territorio de la familia-
manada. Estas agresiones pueden ser :
! competitivas : cuando hay un motivo de competición,
como un trozo de madera para jugar,…
! jerárquicas (o, mejor, jerarquizantes) : para situarse,
identificarse, uno con respecto al otro.

Individuo (psychels)
Una de las motivaciones principales para la agresión entre
perros del mismo sexo, particularmente entre machos, es la
sexualidad. Parece aumentar por las hormonas sexuales. Es
verdad que el perro domesticado, al contrario que sus
parientes salvajes, ha perdido la ciclicidad de la sexualidad.
Al estar bien nutrido y no tener que luchar por su
supervivencia, puede expresar su sexualidad todo el año y,
desde luego, más si hay perras en celo. Pero este tipo de
conflicto se convierte rápidamente en un placer o en un
hábito y pierde toda conexión con las hormonas sexuales.

138
Postura y mímica
Son comparables a las descritas en la agresión competitiva
entre perros.

Secuencia
Son comparables a las descritas en la agresión competitiva
entre perros.

Consecuencias
La agresión entre perros -entre machos o entre hembras-
sufre los efectos del condicionamiento operante, a saber, un
aumento de la frecuencia y de la intensidad de los ataques,
una reducción de la fase de amenaza y una reducción de los
rituales de apaciguamiento que dan fin al conflicto. Además,
hay una pérdida de control de la mordida y de la inhibición
de morder al adversario cuando está en postura de sumisión.
Por último, la agresión tiene tendencia a generalizarse a
perros del otro sexo e incluso a perros juveniles o cachorros.
Se trata entonces de hiperagresión secundaria.
La intervención de los propietarios no carece de defectos.
Todos los perros se pelean ; está en su naturaleza. Pero
pocos propietarios aceptan que su perro se pelee. Impiden el
conflicto, lo evitan, lo detienen, intervienen. El perro puede
pensar que su dueño se alía con él y redobla su coraje. O
bien, un conflicto que no termina con posturas ritualizadas
de dominancia y de sumisión es un conflicto… ganado.
Bajo la influencia de sus nuevas hormonas, mal reguladas,
muchos cachorros adolescentes adoptan posturas asertivas
ante otros perros, los amenazan, los atacan y acaban por dar
con un perro más grande que ellos, que los volteará como a
una tortilla. Es un episodio indispensable en el aprendizaje
de la vida en sociedad de los perros. Pero es también un
momento dramático para los dueños, que imaginan a su
amigo perro dañado, herido o muerto por un enorme perro
agresivo (a menudo negro, por otra parte, según su relato).
Intervienen, con gran riesgo de sí mismos, y facilitan así el

139
desarrollo agresivo de su propio perro. Defendido por un
dueño y protector, el perro “piensa” que no corre ningún
peligro en sus posteriores encuentros y no se inhibe de
importunar y amenazar (impunemente desde entonces) a los
otros perros.
Los propietarios no tienen toda la responsabilidad de la
evolución de una agresión intraespecífica normal hacia una
hiperagresión secundaria. El perro puede hacer este
aprendizaje espontáneamente y solo. Si un perro bien
socializado con su especie sufre un ataque del que sale
traumatizado (física o psicológicamente, o ambas cosas),
puede sensibilizarse hacia el perro que le ha atacado y
generaliza este aprendizaje a todos los perros que se le
parecen y, progresivamente, a todos los perros. Puede
desarrollar comportamientos anticipados como una agresión
de distanciamiento, indicadores de su fobia social
intraespecífica. La agresión de defensa, anticipada, es un
síntoma de su trastorno comportamental. No hablaremos ya
entonces de agresión (típica) entre perros, sino de agresión
de defensa de tipo distanciamiento, irritación, miedo o
incluso de hiperagresión secundaria limitada a los
congéneres.

Manejo
Los conflictos entre perros, cualquiera que sea el lugar en
el que se desarrollen, son de algún modo el pan nuestro de
cada día del mundo canino. Morder y pelearse son parte de
la vida de los perros. Es su manera de discutir. Como el
perro tiene que ser educado, ser un buen ciudadano y
respetar a sus vecinos, estas peleas se refrenan. El perro ya
no tiene ese derecho. ¿A qué tiene ya derecho ? ¿A mirar a
su amo beatíficamente ? ¿A concentrarse en su dueño, sin
ver nada de sus semejantes ?
Dejemos que los perros se socialicen, se peleen y
resuelvan sus fanfarronadas por ellos mismos. Son como
caballeros medievales que necesitan justas y torneos.
La agresión entre perros es problemática cuando :

140
! los perros son de un peso muy distinto, cuando uno
de los adversarios pesa más que el doble del otro ;
! la agresión ha perdido sus reglas de conducta y
evoluciona hacia la hiperagresión.

Véase a este respecto el manejo de la hiperagresión.

141
La predación

Un ejemplo
“Mi border collie ha matado tres de mis gatos. Tengo
nueve gatos en casa. Cuando llegó, el perro ya era adulto. Al
principio, todo fue bien con los gatos de la casa. Después,
seis semanas más tarde, encontré un gato muerto. El perro
tenía sangre en el hocico. No pasó nada más durante un mes
y entonces, encontré otro gato muerto cerca de la gatera. El
tercero lo encontré en la gatera. Los persigue cuando está en
el jardín, pero los gatos pueden huir. En la casa, no toca a los
gatos. Se queda echado, como inmóvil, y les sigue con la
mirada sin cesar. Al principio, los husmeaba, los seguía, pero
intervinimos, nos enfadamos y el dejó de hacerlo…”

Análisis
El perro es un predador ; puede cazar… todo lo que se
come. Si no tiene hambre, puede cazar lo que se mueve y no
se identifica como una especie amiga. Una presa es el
individuo -en movimiento- con el que el perro no se ha
impregnado ni socializado adecuadamente. Este aspecto es
muy importante, porque permite realizar una prevención
mediante la socialización del cachorro antes de la edad de
tres meses con una serie de tipos de individuos, tales como
niños de diferentes edades, gatos, aves de corral, etc.

Contextos
Los contextos que desencadenan la secuencia de los
comportamientos de caza -desde el acecho hasta el ataque-
son extremadamente variables y a veces poco previsibles. El

143
desencadenante externo es un individuo en movimiento. Si
no está en movimiento, el perro tendrá tendencia a
pellizcarlo, mordisquearlo, para hacer que se mueva. Cuando
se mueve, el perro puede perseguirlo y mordisquearlo de
nuevo. Cuando se mueve de forma errática, no coordinada,
se convierte en una verdadera presa.
Puede haber una especialización en un tipo de presa que al
perro le gusta cazar. Por ejemplo, algunos perros sólo cazan
gatos y otros, aves de corral.

Individuo (psychels)
La genética interviene sin duda. Si el cachorro pertenece a
una línea de caza, tendrá más probabilidades (riesgo) de
cazar. Esta motivación interna y la socialización se oponen
en un juego en el que el vencedor no puede conocerse de
antemano. Un braco de línea de caza puede haberse
socializado con gatos por cohabitación desde la edad de 7
semanas, ¿le impedirá esto obsesionarse con un gato hasta el
punto de pasar horas acechando sus desplazamientos por la
casa o perseguirlo aullando en el jardín ?
La genética interviene en otro aspecto. Algunos perros
grandes cazan perros pequeños, los atrapan por la piel del
cuello y los sacuden como harían si se tratase de un gato o
una rata. En el caso de estos perros, podemos preguntarnos
si la impregnación con el perro -con la especie- se ha
producido correctamente y si el perro reconoce bien a todos
los perros como sus semejantes. Me parece que en algunos
casos, no reconocen a los perros pequeños como perros sino
como presas. Esto es lo que denota el comportamiento de
agresión con sacudidas.
El hambre tiene también un papel activador. Pero este
papel está minimizado en nuestras sociedades evolucionadas,
en las que casi todos los perros pueden comer hasta saciarse.
Incluso el llenado del estómago sólo reduce parcialmente la
reactividad a los desencadenantes de la caza. Por otra parte,
no debemos olvidar que el perro caza para cazar y no para

144
comer. El movimiento de la presa es un desencadenante
suficiente para cazar.
El efecto del grupo es importante. Si uno de los perros
sigue a una presa, los otros perros van a imitarle y, con la
ayuda del contagio emocional, van a entrar en competición y
a intentar compartir la presa (viva).

Postura y mímica
No hay postura ni mímica de agresión. La cara está lisa, el
perro está inmerso en la emoción de la caza, que no tiene
nada que ver con otras formas de agresión.

Secuencia
Existen dos secuencias características, dependiendo del
tamaño de la presa.
Las presas de pequeño tamaño son atacadas mediante
saltos, con las patas juntas ; la cola está erguida, vertical, las
orejas erguidas y el pelo del dorso erizado. Son necesarios
varios saltos para inmovilizar -noquear- a la presa. Ésta es
tomada entre los dientes y sacudida hasta la rotura de la
columna vertebral.
Las presas de gran tamaño se cazan en grupo. Se trata de
una empresa altamente organizada entre los miembros de la
manada. Un perro aislado puede aventurarse a atacar a una
presa grande, pero sus posibilidades de éxito son limitadas.
Cuando un grupo de perros ataca a una presa, hay una
competición entre los perros y un mayor estímulo. El ataque
es siempre más violento. Los perros dan muerte a la presa,
se llama encarnar, todos están atacando y arrancando trozos
de carne al mismo tiempo. Cuando la presa es de pequeño
tamaño, es literalmente descuartizada viva.
En los ataques -predaciones- a humanos, se observan
diferentes mordeduras : mordeduras en las piernas, con
intentos de rotura de tendones para impedir la
huida ; mordeduras en el cuello, sin duda para desgarrar los
grandes vasos y debilitar a la presa ; mordeduras en la nuca y

145
arrancamiento de colgajos de cuero cabelludo (en la presa
viva).

Consecuencias
Cuanto más fructuosa es la caza, más recompensa obtiene
el perro. Las consecuencias para el perro son por lo tanto las
de un refuerzo positivo.
Las consecuencias pueden ser fatales para la presa.
La peligrosidad es máxima.

Manejo
Es muy difícil reducir los comportamientos de caza. Es
fácil favorecerlos, enseñar al perro a cazar mejor. Impedirle
cazar es complejo. Y, sin embargo, es una petición frecuente
por parte de los propietarios de perros que cazan aves de
corral, gatos, perros pequeños o… humanos.
Todos los años se produce un número de accidentes en
los que un perro (o un grupo de perros) ha infligido heridas
graves o incluso mortales a personas, generalmente niños o
ancianos. En el caso de los niños, se reconocen dos tipos de
secuencias :
1. el perro intenta saltar con las patas juntas sobre el
niño, el cochecito…, o mordisquearle las manos o
los brazos, que se agitan sin protección y al alcance
del hocico, como lo haría una presa de pequeño
tamaño, cuya nuca el perro atraparía entre sus fauces
para sacudirla y romperle las vértebras ;
2. en grupo, los perros pueden también atacar a
humanos cuyos gestos son bruscos o debilitados -y
los niños son presas fáciles para las manadas de
perros vagabundos.

Como no disponemos de ningún tratamiento para esta


forma de agresión, es necesario, cuando se diagnostica,
obligar a la separación total del niño y el perro.

146
Una de las únicas maneras de reducir los
comportamientos de caza consiste en provocar una
confrontación verdaderamente traumatizante para el perro
en presencia de la presa. Decir “no”, golpear, sacudir a un
perro por la piel del cuello… carece realmente de efecto a
largo plazo. Una experiencia traumatizante sería, por
ejemplo, un castigo brutal e intenso desde la primera
tentativa de caza y en cada tentativa posterior. Sin embargo,
el perro no debe asociar la experiencia traumatizante con su
educador, sino más bien con la presa.

147
La agresión de persecución

Un ejemplo
Julie es una bóxer a la que le encanta correr por el bosque
y a campo a través. Pero tiene la mala costumbre de
perseguir a las personas que hacen jogging y a las bicis, que
parecen mostrar el mismo entusiasmo por explorar la
naturaleza. Un día, Julie mordió en el pantalón a un hombre
que practicaba jogging y se lo desgarró. El hombre insultó a
su propietaria. Desde entonces, Julie ha paseado siempre con
correa y su libertad se ha visto limitada.

Análisis
Al parecer, la agresión de persecución no es más que una
agresión de caza sin muerte de la presa. El perro corre tras
un objeto o una persona en movimiento e intenta morderlo.
La diferencia deriva de la socialización : el perro está
socializado con el objeto -el sujeto- al que persigue, mientras
que éste no es el caso en la predación.

Contextos
Los contextos que desencadenan la secuencia de
comportamiento de persecución son extremadamente
variados, pero en general previsibles : el perro se especializa
en perseguir estímulos específicos tales como personas que
corren, bicis, etc.
El desencadenante externo es cualquier cosa en
movimiento ; esa cosa puede ser una persona : jogger,
ciclista, monopatín, patinador, patinete, moto, coche,
segadora de césped, etc.

149
Un caso particular el la agresión de persecución del perro
pastor o perro boyero. El trabajo de agrupar al ganado
deriva del comportamiento de caza. Se pueden observar
posturas bajas típicas, el cuerpo alargado paralelo al suelo, y
progresando lentamente hacia la víctima, seguido de una
carrera rápida y un mordisco controlado en las partes distales
de las extremidades posteriores.
El can -debería pero no llega siempre- a controlar sus
mordisqueos a las patas de las vacas, ovejas o… a los
humanos. Puede, por lo tanto morder a personas que corren,
ya sean propietarios u otras personas que encuentra en el
paseo.
Generalmente, se acerca a morder por detrás, es decir,
dará una vuelta para atacar a la víctima por la espalda,
mordiéndole en las piernas.

Individuo (psychels)
¿Interviene la genética ? Hoy por hoy, no es posible
responder a esta pregunta. Parece incluso que existen
familias de perros perseguidores. ¿Se trata de un aprendizaje
por imitación o es que la motivación está asociada a un
comportamiento de caza ?
Ambas respuestas son posibles. El habituamiento a los
diferentes estímulos móviles (bicis, patines, etc.) a una edad
temprana (periodo de socialización) reduce este
comportamiento de persecución. Si el propietario (u otro ser
de apego) practica el jogging o monta en bici, el
comportamiento de persecución generalmente se reduce
pero no siempre.

Postura y mímica
No hay postura ni mímica de agresión. La cara está
relajada, el perro se divierte, lo que no tienen nada que ver
con otras formas de agresión. El comportamiento puede
evolucionar hacia posturas altas, que indican que el perro
está seguro de sí mismo, convencido de poder hacer huir a
su víctima.

150
Secuencia
La secuencia es comparable a la caza de una presa de gran
tamaño : acecho, persecución y finalmente, si es posible,
mordedura en las piernas.
Las persecuciones en grupo son siempre más violentas,
debido a la competición entre individuos.

Consecuencias
Las consecuencias son de tipo refuerzo positivo para el
perro. El comportamiento rara vez es castigado por la
víctima, que tendría que detenerse y castigar físicamente al
animal. Las víctimas parecen sentir demasiado respeto hacia
los perros que les atacan y no los castigan, pero, en cambio,
se enfrentan más fácilmente con los dueños.
A veces, cuando el perro ataca los neumáticos de un
coche, las consecuencias pueden ser dramáticas. Aparte del
riesgo de atropello, he conocido casos de perros cuyos
dientes se han incrustado en la goma de los neumáticos y
que han sido arrastrados por el asfalto, con fracturas
múltiples e irreparables de las mandíbulas.

Manejo
Como he comentado anteriormente, una de las formas de
reducir los comportamientos de caza consiste en provocar
una experiencia realmente traumática para el perro en
presencia de su víctima tipo. Decir “no”, pegar, sacudir al
perro por la piel del cuello… carecen absolutamente de
efecto a largo plazo. Una forma más elegante de reducir los
comportamientos de persecución es el contracondiciona-
miento, es decir, enseñar al perro un comportamiento
alternativo, otra opción comportamental. Cuando el perro
está a distancia, sin correa, se debe poder interrumpir la
persecución. Para ello, se puede recurrir a artilugios tales
como un collar pulverizador de aire comprimido, accionado
mediante un mando a distancia. El perro se sorprende y se

151
detiene durante un instante : es el momento de llamarle y de
recompensarle de forma entusiasta.
Ésta es la estrategia que se propuso para Julie, la bóxer de
este ejemplo. Después del contracondicionamiento,
realizado con constancia por su dueña, Julie volvió a ser
libre. Ahora, cuando ve a una persona corriendo o
montando en bici, busca a su dueña, corre hasta ella y se
sienta.

152
La hiperagresión

Un ejemplo
“Mi perra pastora belga siempre ha sido nerviosa y un
poco agresiva. Pero hasta ahora se podían prever sus
agresiones. Gruñía, erizaba el pelo y retraía los belfos.
Entonces, evitábamos tocarla. Pero desde hace poco, podría
decirse que pasa directamente al ataque. Ya no marca ; ahora
muerde. Mire mis manos, las heridas son de hace una
semana ¿ve qué agujeros ? Estoy empezando a tenerle miedo
¡ Imagine que muerde a un niño ! Y mi hija va a tener un
niño dentro de unas semanas… Cuando vuelva a trabajar,
nosotros cuidaremos al bebé. Pero quiero a mi perra. ¿Que
puedo hacer ?”

Análisis
A lo largo del análisis de los diferentes tipos de agresión,
he señalado que éstas pueden evolucionar hacia una
hiperagresión secundaria. Existe otra forma de hiperagresión
denominada primaria. Ésta presenta de forma inmediata, sin
evolución, signos graves de ataque, mordedura incontrolada
y aberraciones en la secuencia. Existe también una tercera
forma de hiperagresión, que es la que ha sido enseñada al
perro por su adiestrador ; esta forma de agresión por
mandato será tratada en un capítulo posterior.

Contextos
Son posibles todos los contextos.

153
Individuo (psychels)
La hiperagresión primaria traduce una grave perturbación
en el funcionamiento del individuo. Hay que pensar en
enfermedades orgánicas (tumores cerebrales, trastornos
endocrinos) o en patologías del comportamiento como una
personalidad explosiva, un estado disociativo (tipo de
esquizofrenia), etc.
La hiperagresión secundaria indica una pérdida de las
capacidades de adaptación, una regresión del nivel de
inteligencia al estado de reflejo comportamental. Esto no
significa que estos perros sean menos inteligentes en general,
sino que, en el contexto preciso de la agresión, regresan
marcadamente hasta el punto de reaccionar de forma
impulsiva, sin reflexionar y sin adaptar su comportamiento a
la realidad de la situación.
La pérdida de las capacidades de adaptación de este
comportamiento implican una condición patológica.

Postura y mímica
En la hiperagresión primaria, no existe una postura
característica. En la hiperagresión secundaria, las posturas
son altas. A fuerza de ganar conflictos -o de no perderlos-, el
perro aumenta su confianza y la postura se hace alta.

Secuencia
La hiperagresión primaria y la hiperagresión secundaria
presentan una secuencia aberrante (sin lógica) y no
funcional. No existe fase de inicio propiamente dicha.
Existen varios casos posibles :
! el perro ataca sin intimidación, el ataque es directo e
imprevisible ;
! la intimidación es simultánea al ataque ;
! la intimidación es posterior al ataque.
La fase de ataque es directa, violenta y sin control del
mordisco. Esta fase puede repetirse varias veces antes de que
el perro se calme, de que su nivel de excitación se reduzca.

154
Tampoco hay fase de parada característica ; el perro
continua mordiendo repetidamente hasta que el adversario
se aleja. No hay parada
! en caso de sumisión del adversario ;
! en caso de competición con un individuo del otro
sexo ;
! en caso de conflicto con un cachorro o con un perro
impúber.

Mientras que un perro normal se detendría en estas


circunstancias.
Cuando el perro detiene el ataque, no existe ritual de
apaciguamiento ni ritual de dominancia por su parte. No
existe periodo refractario. El perro puede volver a atacar en
cualquier momento. El ataque no lo apacigua, no reduce su
motivación para atacar de nuevo.

Consecuencias
La hiperagresión no responde a la recompensa ni al
castigo, se vuelve automática. Se desencadena igual que si se
apretase un botón. El problema es que es imposible de
detener. Puesto que no responde al castigo, no se puede
reducir. Sin embargo, la hiperagresión puede atenuarse
mediante un tratamiento con medicamentos.

Manejo
Antes de todo, debe efectuarse un cálculo de la
peligrosidad y una estimación de las capacidades del sistema
familiar en el que vive el perro para tratar a este animal. No
debe dudarse en aplicar la eutanasia si es necesario. Si no se
elige esta solución, a menudo es necesario recurrir a un
tratamiento médico o a desarmar al animal. Esto consiste en
limar los colmillos.
En el ejemplo propuesto, al principio del capítulo,
recomendaría inmediatamente una medicación y una
terapia ; si no es suficiente, recurriría al desarme. Por último,
ante la llegada del niño, si el perro continúa siendo inestable

155
e imprevisible, mantendría separados al perro y al niño. Si el
animal representa un riesgo para los propietarios y los
tratamientos no reducen dicho riesgo, recomendaría la
eutanasia del perro.

156
La agresión por mandato

Un ejemplo
Cierto día, me invitaron a un debate televisado en calidad
de especialista en comportamiento canino. Entre los
invitados había también un guarda jurado, propietario de un
perro adiestrado por un profesional. Nos enseñaron un
vídeo de las proezas del animal. El perro era puesto en una
situación de juego de rol : un delincuente atacaba a una
joven a la salida de unos almacenes. El guardia ordenaba a su
perro que atacase y éste lo hacía sin tardar, mientras movía la
cola. El malhechor tenía un arma en la mano derecha. El
perro atacó a la mano izquierda. Pero el malhechor conocía
su papel y levantó las dos manos en alto, vencido por el
perro. El guarda llamó entonces al perro, que continuaba
mordiendo. Hicieron falta tres órdenes para que el perro
dejase de morder.
Durante el debate televisado, no hice, por cortesía, ningún
comentario. Conozco perros profesionales que hacen un
excelente trabajo. También conozco a otros muchos que no
han adquirido los elementos de sociabilidad, de control y de
discriminación indispensables para realizar su trabajo y que
utilizan en su provecho lo que han aprendido en su
adiestramiento. Muerden, y muerden fuerte, ante el menor
conflicto.

Análisis
No estoy a favor del aprendizaje de mordida para perros
aficionados. En mi opinión, es un trabajo que se debería

157
reservar a los profesionales. Dicho esto, explicaré el motivo
en el análisis de este comportamiento de agresión.

Contextos
El perro debería atacar por mandato. Se constata, sin
embargo, que el perro ataca sin mandato, en circunstancias
de la vida cotidiana.
El perro debería diferenciar amigo y enemigo. Para ello, el
perro debería estar hipersocializado para que quiera a todo el
mundo sin desconfiar, y debería después sufrir un
condicionamiento distintivo hacia gestos característicos de
individuos específicos. Este tipo de aprendizaje es
excepcionalmente raro y he observado que el perro está
generalmente mal socializado. Sus capacidades de
discriminación (y su inteligencia) son deficientes.
Así, aunque sean claros en el campo de entrenamiento, los
desencadenantes de la agresión pueden ser mucho menos
precisos en la vida cotidiana.

Individuo (psychels)
El perro profesional debe ante todo ser un perro
equilibrado, sano de cuerpo y espíritu, altamente inteligente,
estable en sus humores y sus emociones, capaces de
reflexión pero también de rapidez de acción. Se constata que
la mayoría de los perros profesionales adiestrados para
morder son inestables e impulsivos y que la mordida se les
inculca por condicionamiento, lo que mecaniza la agresión y
la hace evolucionar hacia una hiperagresión secundaria, una
patología del comportamiento como ya sabemos.

Postura y mímica
Las posturas son posturas altas. En ocasiones, se observan
posturas de juego, ya que el perro experimenta un gran
placer lúdico cuando muerde.

158
Secuencia
El perro debe responder a las órdenes de su entrenador.
Como la agresión adquirida -por mandato- no responde a
una necesidad biológica y es aprendida por condicio-
namiento operante, la secuencia es la de una hiperagresión :
no hay fase de amenaza, ni parada espontánea, ni fase
refractaria ; el ataque es directo, ante el mandato, con una
mordida fuerte en una parte corporal específica, según la
orden.
En el caso de aprendizaje de mordida a la orden, se facilita
la intensidad de la mordida desde una edad muy temprana,
todo lo contrario que la educación de los progenitores y la
de los propietarios que tiende a aumentar el control de la
mordida. Cuando este perro tenga que morder, por ejemplo
para defenderse, la mordida puede ser fuerte y, sobre todo,
no adaptada a las circunstancias.

Consecuencias
Con un perro equilibrado, que haya aprendido su oficio
con verdaderos profesionales (o aficionados competentes), el
ataque por mandato es un auténtico medio de defensa para
la sociedad. Con un perro de equilibrio precario, mal socia-
lizado, que haya aprendido a morder mediante un empirismo
educativo chapucero, se ha fabricado una máquina peligrosa.

Manejo
Puesto que he tenido que ocuparme a menudo de
trastornos de comportamiento consecutivos al adiestra-
miento para morder por mandato, no recomiendo este tipo
de adiestramiento para los perros de familia.
En cuanto a perros de deporte o profesionales que utilizan
en su provecho los “beneficios” de su aprendizaje, trato sus
problemas como hiperagresiones secundarias, lo que en
realidad son.

159
Genética de la agresión

La genética interviene de forma muy importante en el


desarrollo de comportamientos agresivos, por intermedio de
la excitabilidad, la impulsividad, la reactividad, el control de
la mordida, así como de la visión del mundo que tiene el
perro.
Por ejemplo, muchos perros viven una socialización
correcta y cambian completamente entre la adolescencia y la
edad adulta para parecerse más a uno u otro de sus
progenitores. Expresan muy a menudo la agresión de
distanciamiento y la agresión territorial, que son dos tipos de
agresividad con la misma predisposición. También es el caso
de los comportamientos de caza.
Los genetistas nos dicen que podrían, en algunos años
(disponiendo del presupuesto suficiente), descodificar los
genes responsables de las predisposiciones agresivas. Se trata
de la cinología del futuro, que permitirá seleccionar a los
progenitores basándose en pruebas genéticas fáciles de
realizar. Dicho esto, debo precisar que no hay un gen de la
agresión, ni siquiera un gen para cada tipo de agresión. Por el
contrario, existen numerosos genes, sin duda cientos de
ellos, que intervienen sobre las motivaciones de los
comportamientos agresivos.

¿Predisposición racial ?
Es evidente que ciertas razas están predispuestas, en
función de su historia y de su utilización, a presentar un
mayor número de individuos agresivos. Sin embargo, hasta
el momento, ningún ensayo científico ha podido

161
demostrarlo. Para ello, habría que elegir al azar, dentro de
cada raza, una muestra representativa de unos cien
individuos, que se someterían a una prueba de agresividad
validada científicamente. Este procedimiento tendría que
repetirse país por país, porque las razas son diferentes de un
país a otro. El procedimiento debería repetirse cada cinco
años, puesto que la raza tiende a modificarse según la moda
del momento.
Los estándares raciales especifican el comportamiento
ideal del perro de raza, pero esto rara vez se respeta, en aras
del estándar físico. Y, por el momento, no ha podido
establecerse ninguna correlación entre el tipo físico (el
fenotipo) y el comportamiento.
Actualmente, cualquier consideración antirracial es
arbitraria y tiene resonancias racistas.

Selección de los progenitores


¿Qué influencia relativa tienen la genética y el ambiente en
el desarrollo de los comportamientos agresivos ? Nadie tiene
la repuesta. Pero puede adelantarse una cifra de entre el 30 y
más del 50 % como media. Esta cifra indica la heredabilidad
de los comportamientos, es decir, la parte de la genética en la
expresión de un comportamiento en una población. La cifra
es más que suficiente para realizar una selección del carácter
no agresivo y no impulsivo (y no ansioso) del perro de
familia. Los perros de utilidad profesional deberían proceder
de criaderos especializados en los que se busque un
equilibrio armonioso entre las capacidades de socialización y
las habilidades combativas, para obtener buenos soldados
capaces de dominar sus armas.
El menor reparo en la selección de los progenitores
conlleva descendientes que no están compensados por una
selección natural implacable (que excluye del grupo a los
perros que no pueden comunicar ni manejar su agresividad).
Se llega a desarrollar individuos patológicos.
Del mismo modo, pueden seleccionarse familias o líneas
hiperagresivas ; esto ya se ha hecho para crear perros de

162
pelea. Al cabo de algunas generaciones de consanguinidad,
dentro de estas líneas, se desarrollan “clones” que tienen
todos más o menos el mismo comportamiento patológico.
La selección de un cachorro debería basarse, en parte, en
el análisis del comportamiento de sus padres. Si uno u otro
(o ambos) es agresivo, he constatado clínicamente que existe
un riesgo del 25 al 50 % de que el cachorro se convierta en
un adulto agresivo.

Genética y tratamiento
El hecho de que un comportamiento posea un
determinismo genético no significa que no se pueda
modificar. Es particularmente el caso de los tratamientos
farmacológicos. Sin embargo, cuanto más anclado está el
problema en la genética y en la estructura del ordenador
cerebral, más prolongado será el tratamiento.

163
Agresión y desarrollo

¿Posee el entorno donde crece el cachorro alguna


influencia sobre el desarrollo de comportamientos de
agresión ? La cuestión es interesante ya que si la respuesta es
afirmativa, se pueden elaborar técnicas de prevención.
Dado que el periodo de ontogénesis es fundamental, para
la identificación con la especie (impregnación), para la
adquisición de los rituales de comunicación intraespecífica y
del control sobre sí mismo, para la determinación de las
especies amigas (socialización) y establecimiento de los
referenciales de homeostasis (habituación), y debido a que
estos diferentes factores influyen en las emociones y las
cogniciones, entonces se producirá una repercusión nece-
saria sobre los comportamientos de agresión.

Identificación con la especie


El cachorro, que nace sin saber a que especie pertenece,
tiene la oportunidad de aprender que es un perro entre el
nacimiento y las 14 semanas. Mediante el contacto con otros
perros, se impregna e identifica con su especie canina. Este
aprendizaje tiende a ser muy individual y específico, es decir,
que el contacto con cualquier tipo de perro o raza, le permite
adquirir la noción simbólica de la especie “perro” y así
prevenir los comportamientos de predación dentro de la
misma especie. Este aprendizaje no es ni mucho menos
perfecto, ya que se pueden constatar comportamientos de
predación de perros de gran talla sobre perros de raza
pequeña. Por lo tanto, se puede formular la hipótesis de que

165
hay factores genéticos subyacentes la cual, sin embargo,
estará por verificar.

En todo caso, el perfeccionamiento de la identificación


con la especie, no se obtiene dentro de este aprendizaje
pudiendo ser mejorado mediante la impregnación del
cachorro a diferentes morfologías caninas, ya sea en el seno
del crecimiento mismo, o bien muy rápidamente en el
transcurso de las clases de cachorros.
Otro aprendizaje fundamental que permite orientar los

Decúbito dorsal del cachorro cuando es estimulado en su


región perineal para la eliminación refleja.

comportamientos sociales, lúdicos y sexuales adultos, en el


cual el cachorro debe asimilar la manera de comunicar
claramente con sus semejantes, es la adquisición de los
rituales sobre los cuales (no voy a repasar en detalle).
Un punto esencial para reducir la agresión en el seno del
grupo social dentro de una especie predadora (que posee
todas las armas para matar sus semejantes), es la adquisición
de la inhibición de la agresión, es decir el control de sí
mismo y de los comportamientos de normalización de la
agresión hacia terceros, es decir : los comportamientos de

166
apaciguamiento y de sumisión. Aunque todos los perros del
mundo, a priori, hablen el mismo lenguaje corporal, no por
ello ese idioma tiene que ser innato.
La primera interacción donde se observa una posición de
decúbito supino es la posición de eliminación del recién
nacido, cuando es estimulado en la zona perineal por el
lamido de la madre. Esta posición es utilizada dentro del
ritual de sumisión.
Cuando observamos a las madres con sus cachorros, o a
los perros adultos durante las clases de cachorros, es fácil
darse rápidamente cuenta que existen interacciones
educativas en las cuales el adulto controla las actividades del
cachorro, quien aprende a parar al adulto gracias a la
suspensión de su movimiento o tumbándose, estirándose y
revolviéndose.

Interacción educativa de la madre con uno de sus cachorros

La ausencia de estas interacciones educativas facilita las


patologías de ausencia de control tales como la
hiperactividad, así como patologías de la comunicación,
como la disocialización.

167
Determinación de especies amigas
(socialización)
Contrariamente a la impregnación intraespecífica, que es
especie-específica (específica de la especie), la impregnación
o socialización intraespecífica es infraepecífica, a saber, no se
generaliza a una especie amiga. Incluso con el ser humano,
con el cual el perro parece poder establecer una doble
impregnación, no se produce una generalización a toda la
humanidad como especie a partir de la socialización con
algunos tipos humanos. Es como si cada tipo humano
perteneciera a una especie diferente : blanco, negro, asiático,
viejo, joven, hombre mujer, bípedo, bebé yendo a gatas, etc.
Esto es lo que se deduce a partir de la observación de
comportamientos de predación de perros sobre ciertos tipos
humanos, cuando, en cambio, resultan socializados con
referencia a otros tipos de humanos.
Si en este libro se ha formulado la hipótesis de que el
perro se comporta hacia los humanos como con sus
congéneres, encontraremos ahora una nueva excepción a esa
proposición : el perro se puede comportar como un
predador con ciertos humanos aunque haya habido una
socialización parcial hacia ellos. Parece pues que, cuanto más
interacciones haya tenido el cachorro con diferentes tipos
humanos, más competente se vuelve a la hora de reconocer
a la especie humana en su totalidad. Esta adquisición
simbólica necesita, ella también, competencias cognitivas que
se hallan, parcialmente, bajo la influencia genética.
Entonces, será conveniente para la especie humana,
eliminar del “pool” reproductor a aquellos perros que
resultan actuar como predadores de humanos. En cambio,
sería interesante seleccionar a aquellos perros que
generalizan fácilmente la socialización con el ser humano a
partir de experiencias limitadas en edad joven.
Si insisto en la especie humana, es por motivos de
seguridad pública. El mismo razonamiento puede aplicarse a

168
la socialización de otras especies domésticas, como los gatos.
Ellos pagan un alto tributo causa de los comportamientos
predadores de los canes. Lo mismo dígase de los conejos, las
aves de corral, etc.
Ante individuos hacia los cuales el perro no está sociali-
zado, se pueden observar una serie de comportamientos de
agresión :
! Predación : en presencia de una presa de pequeña talla o,
en grupo, en presencia de una presa de gran talla,
pudiendo ésta ser un gato, una gallina, o un niño o un
anciano, etc.
! Agresión de persecución : persecución de objetos o
sujetos en movimiento.
! Agresión anti-predación : frente a un adversario de gran
talla o (cognitivamente) juzgado como peligroso, el perro
puede realizar los comportamientos de agresión de
distanciamiento, por irritación, por miedo, etc., tanto
más violentos cuanto más peligroso es juzgado el
adversario.

Establecimiento de los referenciales de


homeostasis
El referencial de homeostasis es la apostilla, el umbral de
estimulación (tasa de decibelios, nivel de movimiento, etc.)
que el perro ha establecido como límite (inferior o superior)
tolerable para mantener su equilibrio emocional, su homeo-
stasis. Si el perro vive su crecimiento en un medio pobre en
estímulos sensoriales, los umbrales de referencia que podrá
establecer serán bajos. El problema aparece cuando el perro
es insertado, ya con una edad superior, en un medio más
estimulante, más rico. En este momento de su vida, los
referenciales no corresponderán con la realidad de su medio
actual. Desde que el nivel de estimulación medioambiental
sobrepasa (en cantidad o calidad) lo que el perro se espera –
que está fijado por sus referenciales- el animal está siendo
sobre-estimulado, y por lo tanto, estresado. Lo que deno-

169
mino estrés es una reacción del organismo, una tentativa de
adaptación en presencia de un sufrimiento cognitivo y
emocional. Ello acarrea modificaciones a corto y a largo
plazo dentro de la neuroquímica, a saber dentro de todos los
psychels.
Un perro en estado de estrés produce emociones (temor,
miedo, ansiedad, irritabilidad, etc.) que facilitan las
reacciones comportamentales de autodefensa y por lo tanto,
por qué no, los comportamientos de agresión.

La pubertad
La pubertad es un periodo de revuelo hormonal, de
metamorfosis corporal y comportamental, de cambios de
humor y de inducción de nuevas comunicaciones. Es un
periodo sensible. El perro adquiere un rol dentro del grupo
social y tiende a distanciarse de los extraños. Esto resulta en :
! Dentro del grupo : un desapego a la madre, un apego
al grupo, una jerarquización obligatoria y unos
conflictos.
! Fuera del grupo : una defensa del grupo y de su
territorio.

La pubertad es, pues, un nuevo periodo sensible en :


! Desapego
! Jerarquización
! Desocialización
! Territorialización

Como ya se ha visto en el capítulo sobre la agresión de


distanciamiento, la visión del mundo de un perro se puede
modificar de manera considerable. Mi impresión es que
algunos genes se expresan de forma tardía, entre la pubertad
y la edad adulta. Cuando, la personalidad del perro va
cambiando, se contemplan aumentos de agresiones ofensivas
hacia individuos, perros o humanos, que no pertenecen al
grupo social, protagonizadas por perros anteriormente no
agresivos en el seno de dichos contextos.

170
Efectos dentro del grupo
Es muy probable –dejémoslo como una hipótesis- que la
producción hormonal y de feromonas sea parcialmente
responsable de los cambios del humor en el perro macho
adolescente, del aumento de las agresiones competitivas, de
los acosos agresivos hacia otros miembros del grupo, a pesar
de cosechar repetidas derrotas. Los perros adultos que se
confrontan con los adolescentes, son igualmente menos
tolerantes ; las patas en la cruz, las montas, etc., son tomadas
ya muy seriamente y castigadas severamente.
El proceso dura desde varias semanas a varios meses y
mengua generalmente por acumulación de derrotas del
adolescente. ¿Percibe el perro adolescente una castración
psíquica ? Esto no es cierto, pero aún así, sus
comportamientos se regulan y todo el sistema social se
apacigua. Por lo contrario, si el perro adolescente gana sus
conflictos, la normalización del individuo y del sistema no
aparecen. Sea como sea, el proceso se reanuda o recrudece
en la edad adulta.
Todas estas peripecias hacen partida del proceso de
jerarquización, es decir de la adopción de un rol social
jerarquizado. Para más información os remito a mi libro Mon
chien est-il dominant ?

Efectos fuera del grupo


El apego al grupo, la participación a las actividades comunes
y la adopción de un rol social dentro de la jerarquía,
conllevan un distanciamiento cara al exterior. Ahora el perro
adolescente inicia a diferenciar entre los miembros del grupo
y los otros. Los miembros del grupo son los individuos con
los cuales se comunica claramente mediante rituales
personales. Para los otros habrá otros rituales. La
comunicación con ellos es ambigua. La fiereza es rigurosa.
En el periodo puberal, el cachorro se integra dentro de su
grupo, participa en las actividades sociales y desconfía de los
extraños. Cada uno de estos elementos interviene en el
desarrollo de la defensa del grupo y del territorio. Los

171
ladridos en presencia de un intruso aparecen
espontáneamente o por imitación de adultos. La secuencia
de la agresión territorial se activa.
Por otra parte, el periodo puberal es un periodo sensible,
de hecho es un periodo de sensibilización, de impregnación
negativa y de reserva frente a lo desconocido. Las
experiencias negativas o traumáticas se imprimen fácilmente.
Algunos perros se vuelven desafiantes frente a situaciones
o a personas que no encuentran a menudo en su entorno.
Estas sensibilizaciones pueden conducir a fobias : fobias
sociales, y fobias a las informaciones que manan del entorno.
Es el periodo de desarrollo o aumento de la agresión de
distanciamiento.

Discusión y conclusiones
La ontogénesis tiene enormes influencias sobre el
desarrollo de los comportamientos agresivos. La cinética de
la evolución permite a veces vislumbrar un diagnóstico y de
elaborar un pronóstico.
! Principio precoz e intensificación progresivo : pensar
en una personalidad impulsiva, explosiva, en un
problema de hiperactividad, una disocialización, etc.
! Agresión dentro del medio familiar en el inicio del
periodo puberal, y evolución por oleadas : pensar en
un problema de jerarquía.
! Agresión (de distanciamiento, intraespecífica, territo-
rial, etc.) fuera del medio familiar, con principio
brusco entre la pubertad y la edad adulta : pensar en
un origen genético de expresión tardía.

Sea lo que fuere el origen de la agresión, es importante


tener en mente que raramente desaparece espontáneamente,
pues tiene tendencia a agravarse con el tiempo, a evolucionar
hacia la hiperagresión secundaria.

172
Diagnosticar la agresión

Llegado a este punto en la lectura, el lector debe ser capaz


de determinar el tipo de agresión en la mayoría de los casos a
los que se enfrente. Este capítulo pretende ir más lejos.
Intentemos una vez más sustituir el complejo por elementos
simples.
Existen varios niveles de diagnóstico y de evaluación :
1. ¿el comportamiento de agresión es adaptado (normal)
o patológico ?
2. ¿el perro que presenta el comportamiento de agresión
es adaptado (normal) o patológico ?
3. ¿el grupo en el que el perro presenta el
comportamiento de agresión es adaptado (normal) o
patológico ?
4. ¿puede evaluarse la peligrosidad del perro en el grupo
social ?
5. ¿puede evaluarse la peligrosidad del perro para la
sociedad ?
6. ¿puede considerarse un diagnóstico nosográfico ?

Adaptación o patología del comportamiento de


agresión
Se trata de todo el trabajo de análisis de los contextos, de
la secuencia, del control de la mordida y de las consecuencias
del comportamiento de agresión. No volveremos sobre este
tema.

173
Adaptación o patología del perro que presenta un
comportamiento de agresión
El análisis de los elementos psicobiológico, o psychels, es lo
que permitirá al veterinario comportamentalista o al experto
(etólogo, por ejemplo) determinar si el animal sufre una
enfermedad orgánica, comportamental o de otro tipo. El
nivel funcional del perro puede evaluarse mediante escalas.
Véase anexo.

Adaptación o patología del grupo en el que el


perro presenta un comportamiento de agresión
El experto que debe emitir un veredicto -como lo haría un
juez- sobre la agresividad de un perro no puede,
evidentemente, considerar que dicho perro vive por sí
mismo en un mundo sin humanos. El objetivo consiste en
determinar hasta qué punto el perro representa un riesgo en
un entorno particular y hasta qué punto ese entorno es co-
responsable del problema.
Las relaciones sociales y la organización jerárquica del
grupo se analizan para determinar :
! el respeto a las reglas,
! la obtención de privilegios,
! la concordancia de la comunicación en el seno del
grupo,
! la congruencia de la comunicación en cada individuo
del grupo, es decir la adecuación entre los mensajes
emitidos y las emociones expresadas por el lenguaje
corporal (ausencia o presencia de dobles mensajes
contrarios).

Estos diferentes parámetros podrían favorecer la aparición


o el aumento de la frecuencia y la intensidad de
comportamientos de agresión.

174
Evaluación de la peligrosidad del perro en el
interior del grupo social
Antes de iniciar un tratamiento. debe hacerse una
estimación de la peligrosidad del perro. Véase el capítulo
correspondiente.

Evaluación de la peligrosidad del perro para la


sociedad
No existen una fórmula ni un método de cálculo, ni una
receta mágica. Es necesario combinar todas las capacidades,
realizar todos los diagnósticos y componerlos con arreglo a
la ética personal y a las leyes vigentes, para establecer una
evaluación que siempre será subjetiva.

175
Diagnóstico nosográfico

El diagnóstico nosográfico, es decir, la clasificación o


etiquetaje de un problema o de un animal, presenta varias
ventajas. Facilita la comunicación entre expertos. En ciertos
casos, facilita el tratamiento, que es automatizado (lo que no
es nunca la mejor estrategia). Y facilita el trabajo de
investigación clínica.
Esta etapa, sin embargo, no es esencial para el manejo
clínico de un perro agresivo. El manejo se basa más bien en
la evaluación de los signos del animal y del sistema en el que
vive.
La puesta de etiquetas de una afección forma parte de la
estrategia terapéutica y las palabras que se utilizarán para
designar a la afección, tendrán una resonancia diferente para
el cliente y para el experto. Afirmar un diagnóstico confiere
al profesional una aureola de experto. Sabe de qué habla.
Usar una palabra particular, como ansiedad, sociopatía,
disocialización, etc., originará una representación para el
experto, pero ¿qué sentido le dará el cliente ? Si no conoce la
palabra, puede sentirse excluido de la ciencia del experto ; si
la conoce, puede darle un sentido diferente al del experto. El
diagnóstico es entonces una fuente de mala comunicación y
puede causar la ruptura de la relación terapéutica adquirida
en el curso de la investigación semiológica.
Existen diferentes modelos nosográficos. En los países
francófonos, el más difundido es el de P. Pageat. Tiene sus
ventajas y sus inconvenientes. Entre éstos, se cuenta
particularmente el de utilizar ciertas palabras con un sentido
diferente al de la psicología popular y al de la psiquiatría
humana, que considero a veces poco operativo.

177
Los modelos nosográficos tienen una gran parte de
arbitrariedad y de convención, incluso aunque se basen en el
análisis estadístico de una nube de síntomas. En una nube se
ve lo que se quiere ver. Y concentrarse en la nube facilita el
olvido de los puntos (síntomas) que están en la periferia o
fuera de la nube. Así pues, una entidad nosográfica es una
imagen, un cuadro, didáctico y separado de la realidad.
Sabiendo esto, la entidad nosográfica es digna de interés.
Queda clasificar las diferentes entidades nosográficas de
una forma didáctica. La clasificación del Manual Estadístico
y Diagnóstico de Trastornos Mentales (DSM) de la
Asociación Psiquiátrica Americana (APA) tiene sus ventajas,
aunque haya sido desarrollada para la psiquiatría humana. La
clasificación de P. Pageat presenta similitudes a la de la APA.

Clases nosográficas
Mi clasificación es la siguiente :
! Trastornos asociados al desarrollo
! Trastornos ansiosos
! Trastornos del humor
! Trastornos repetitivos
! Trastornos disociativos
! Trastornos comportamentales asociados a una
condición médica
! Trastornos asociados a la utilización de sustancias
! Trastornos falsos, artificiales o fingidos
! Trastornos de la organización social
! Trastornos de la organización territorial
! Trastornos cognitivos
! Trastornos sexuales no clasificados en otra parte
! Trastornos del comportamiento alimentario no
clasificados en otra parte
! Trastornos del sueño no clasificados en otra parte
! Trastornos de la personalidad
! Otros trastornos

178
En varias de estas clases, se incluyen trastornos en los que
el perro presenta conductas agresivas. No describiré cada
trastorno que presenta signos de agresión. Remito al lector a
los autores de estas descripciones, especialmente a P. Pageat.
Me propongo :
! mencionar estos trastornos y los tipos de agresión que
pueden observarse en los criterios diagnósticos ;
! aportar un repertorio de los signos y de los trastornos
a los cuales uno debe pensar.

Lista de trastornos y síntomas agresivos


asociados :

Trastornos asociados al desarrollo


Síndrome de hipersensibilidad-hiperactividad (HSHA)
! ausencia de control de la mordida
! agresión por irritación

Trastorno de hiperactividad
! agresión por irritación
! hiperactividad, hiperexcitabilidad, agresión en la
hiperexcitabilidad

Síndrome de privación sensorial


! agresiones de autodefensa, particularmente distancia-
miento, irritación y miedo.

Trastornos ansiosos
Ansiedad generalizada, fobia social, ansiedad de
desritualización, etc.
El conjunto de agresiones de defensa, particularmente :
! agresión de distanciamiento
! agresión por irritación
! agresión por miedo
! agresión territorial

179
Trastornos del humor
Depresión crónica, síndrome de hiperapego del adulto

! agresión por irritación

Trastornos unipolares y bipolares (también llamados


trastornos distímicos por P, Pageat).

! agresión de distanciamiento
! agresión por irritación
! agresión por miedo

Trastorno de descontrol episódico o síndrome de “rabia”


intermitente, o, según P. Pageat, distimia del cocker spaniel :

! agresión de posesión
! agresión de distanciamiento
! agresión por irritación
! agresión por miedo

Trastornos disociativos
! agresión de predación
! agresión por irritación
! agresión de posesión
! hiperagresión (primaria)

Trastornos comportamentales asociados a una


condición médica
Síndrome de agresividad reaccional de los estados álgicos
! agresión por irritación que evoluciona hacia
! hiperagresión

Eidolias alucinatorias por distrofia de los fotorreceptores


! agresión de predación

180
Trastornos asociados a la utilización de sustancias
Eidolias alucinatorias
! agresión de predación
! agresión por irritación

Utilización de sustancias como las fenotiazinas, las butiro-


fenonas, las benzamidas sustituidas, las benzodiazepinas y
otras sustancias a dosis desinhibidoras :
! agresiones competitivas
! agresiones por irritación
! agresiones de posesión
! agresión de persecución
! hiperagresión

Utilización de sustancias como las fenotiazinas, las


butirofenonas, las benzamidas sustituidas, las
benzodiazepinas y otras sustancias a dosis sedantes y
confusionales :
! agresiones por irritación
! agresiones por miedo

Trastornos de la organización social


Trastorno del ajuste a la organización jerárquica, también
llamado “sociopatía” por P. Pageat ; tanto en los grupos
hombres-perros como en los perros-perros.
! agresión competitiva
! agresión por irritación
! agresión territorial

Trastornos cognitivos
Hiperagresividad del perro viejo
! hiperagresión (primaria)
! desaparición de la inhibición de la agresión por la
sumisión o inmadurez del adversario

181
Síndrome confusional del perro viejo y depresión de
involución
! agresiones de autodefensa

Trastornos de la personalidad
Personalidad disocial, o disocialización (según P.
Pageat) :
! agresión por irritación
! agresión competitiva
! hiperagresión
! desaparición de la inhibición de la agresión por la
sumisión o inmadurez del adversario

Personalidad explosiva
! hiperagresión

Personalidad impulsiva
! agresión por irritación

182
Repertorio de síntomas agresivos y de trastornos
asociados
Esta lista no tiene otra pretensión que la de dar
indicaciones sobre los trastornos en los que debe pensarse
en caso de observación de una conducta agresiva.

Agresión, Peligrosidad Personalidad Disocial,


Personalidad Explosiva,
Personalidad Impulsiva,
Trastorno Disociativo, Agresión
de Predación, Trastorno
Unipolar
Agresión, defensiva Miedo, Ansiedad, Fobia, Fobia
Social,…
Agresión, diagnóstico Tumor cerebral, corticosteroides,
diferencial con una epilepsia, fucosidosis (English
enfermedad Springer Spaniel), meningo-
orgánica/somática encefalitis granulomatosa
(MEG), hidrocefalia,
hipotiroidismo, intoxicación por
plomo, lisencefalia, parasitosis,
infección protozoaria
(neosporosis, toxoplasmosis),
lupus eritematoso
Agresión, Fobia Social
Distanciamiento
Agresión : ausencia de Personalidad Disocial
inhibición en
presencia de un
adversario
inmaduro,
apaciguador o
sumiso

183
Agresión : perdida de Hiperagresividad del perro viejo
inhibición en
presencia de un
adversario
inmaduro,
apaciguador o
sumiso

Agresión : entre Normal, Trastorno de la jerarquía


hembras
Agresión : entre Normal, Trastorno de la jerarquía
machos
Agresión, Miedo Normal, Ansiedad, Miedo,…
Agresión, Alimento Normal, Trastorno de la jerarquía,
Trastornos de las conductas
alimentarias
Agresión, alimento, Ansiedad, miedo, hambre,
postura agachada sumisión
sobre la comida
Agresión, alimento, Dominante, trastorno de la
postura alta jerarquía, personalidad disocial
Agresión, alimento, si Normal, miedo, ansiedad,
se acerca alguien personalidad disocial, trastorno
(cualquier postura) de las conductas alimentarias,
hambre
Agresión, alimento, Dominante, trastorno de la
cuando se acerca el jerarquía
propietario (en
postura alta)
Agresión, Lesión cerebral, disendocrina,
hiperagresión, personalidad disocial…
primaria
Agresión, Todo trastorno acompañado de
hiperagresión, agresión
secundaria
Agresión, irritación Normal, ansiedad, HSHA, t. de
(manipulación, hiperactividad, personalidad
dolor,…) disocial trastorno de la
jerarquía,…

184
Agresión, maternal con Normal
los cachorros
Agresión, maternal, Disendocrinia, HSHA, t. de
pseudocyesis hiperactividad, personalidad
disocial trastorno de la jerarquía
(hembra)
Agresión, ofensiva Personalidad disocial trastorno de
la jerarquía, fobia social,
personalidad disociativa,
descontrol episódico, agresión
de predación
Agresión, posesión Normal, descontrol episódico
Agresión, predación Agresión de predación, síndrome
de privación,…
Agresión, persecución : Normal, síndrome de privación,
joggers, bicis, personalidad impulsiva, HSHA,
motos, coches,… t. de hiperactividad,…
Agresión, lugar de Normal, ansiedad, depresión,
reposo trastorno de la jerarquía…
Agresión, sexual Hipersexualidad, trastorno de la
jerarquía
Agresión, social : Trastorno de la jerarquía,
proximidad o personalidad disocial
alianza con
personas/perros
Agresión, territorial Normal, fobia social, trastorno de
la jerarquía…
Impulsividad, dificultad HSHA, t. de hiperactividad,
de atención al personalidad impulsiva
entorno personalidad explosiva

185
Impulsividad, incapaz de HSHA, t. de
controlar la excitación, se hiperactividad,
hiperexcita, lo que conduce a personalidad impulsiva
agresiones no controladas o personalidad explosiva
estereotipias
Humor, excitable, hiper HSHA, t. de
hiperactividad,
personalidad impulsiva
personalidad explosiva
trastorno unipolar,
trastorno bipolar
Postural comunicación, postura Normal (titubeo),
ambivalente Pubertad, Trastorno de
la jerarquía, Ansiedad
de desritualización
Postural, comunicación, postura Normal (apaciguamiento)
baja
Postural comunicación, postura Normal (asertividad)
alta
Postural, comunicación, postura Normal (asertividad),
alta, cuando es castigado dominante, trastorno de
la jerarquía,
personalidad disocial,…
Reactividad, hiperreactividad HSHA, t. de
(ver impulsividad) : hiperactividad,
reacciona a la menor personalidad impulsiva
estimulación personalidad explosiva

Breve descripción de algunos trastornos


mayores
Se presentan a continuación los criterios diagnósticos de
algunos trastornos mayores, en particular, los trastornos
observados con mayor frecuencia. Las descripciones no son
copias de los originales ; han sido adaptadas.

186
Trastorno de Hipersensibilidad-Hiperactividad
Esta descripción está adaptada de P. Pageat.
Criterios diagnósticos
A. Trastorno de cachorros de más de 8 semanas, de
perros en edad juvenil o de adultos jóvenes (el trastorno
debe haberse iniciado antes de la edad de 4 meses),
caracterizado por signos objetivos y obligatorios la mayor
parte del tiempo, casi todos los días :
1. Ausencia de control de la mordida o de los movimientos
(por ejemplo, jugando, los mordiscos son dolorosos ; se
lanza sobre los otros y los voltea).
2. Incapacidad para detener un comportamiento después
de la unidad operante, reaparición de la unidad de inicio
como si no hubiera periodo refractario (por ejemplo, se
mueve mucho, generalmente de forma rápida, parece
incapaz de parar de jugar, incluso cuando sus
compañeros están agotados).
3. Hipervigilancia y ausencia de acostumbramiento (por
ejemplo, esto conduce a dificultades en la educación).
4. Ausencia de saciedad alimentaria (hiperfagia, se abalanza
sobre el comedero y engulle la comida en pocos
segundos).
5. Reducción de la duración del sueño (por ejemplo, menos
de 8 horas al día), sin alteración del ciclo de sueño (sin
embargo, mala observación de los periodos de sueños).

B. Los comportamientos modificados no son consecuen-


cia de una falta de atención por parte de los propietarios
(trastorno por déficit de atención de los propietarios) ni de
una falta de ejercicio o de educación.
C. Los comportamientos modificados no son consecuen-
cia fisiológica directa de un problema médico general, ni son
mejor descritos por otro problema de comportamiento, ni
tampoco son los efectos directos de una sustancia.

187
D. Los comportamientos modificados interfieren signifi-
cativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus
actividades sociales.
E. Especificar el tipo :
! Nivel 1 : síntomas 1 a 3
! Nivel 2 : síntomas 1 a 5
Observaciones
Hay que señalar que el criterio 1, ausencia de control de la
mordida, es obligatorio según Pageat. Ahora bien, muchos
perros hiperactivos tiene un control parcial o intermitente, o
incluso total, de la mordida, salvo en los periodos de
excitación. Este criterio no permite, por lo tanto,
diagnosticar una HSHA, aunque los psicotropos y los
tratamientos eficaces son totalmente similares.

Trastorno de Hiperactividad
Está adaptado del TH con déficit de la atención del DSM-
IV R.
La adaptación siguiente se aplica a los perros jóvenes (y
gatos, con algunas adaptaciones).
Criterios de diagnóstico :
A. Trastorno de perros (gatos) jóvenes, que se inicia antes
de los 4 meses, caracterizado por signos objetivos de
nerviosismo e hiperactividad la mayor parte del tiempo, casi
todos los días :
! A menudo intenta moverse o escapar si se le obliga a
permanecer en un sitio determinado
! Corre a menudo, salta y trepa, de modo excesivo, en
situaciones en las que es inapropiado
! A menudo tiene dificultades para jugar tranquilo y de
forma controlada
! Siempre está “listo para la acción”,
! Vocaliza a menudo y en exceso (gemidos, ladridos,
aullidos…)
B. Signos objetivos de impulsividad la mayor parte del
tiempo, casi todos los días :

188
! Reacciona a menudo ante el menor estímulo, incluso
antes de haber podido adecuar la respuesta a la
situación (p. ej., vocaliza al menor ruido)
! A menudo tiene dificultades para esperar su turno (p.
ej., se precipita sobre el comedero antes de que esté
colocado en el suelo)
! Interrumpe a menudo a los demás o impone su
presencia (p. ej., irrumpe en los juegos de los otros)
! A menudo parece incapaz de controlar su excitación,
se sobreexcita, lo que conduce a agresiones no
controladas o a estereotipias
C. Signos objetivos de falta de atención y distracción la
mayor parte del tiempo, casi todos los días :
! A menudo tiene dificultades para mantener la atención
en la exploración y las actividades (p. ej., exploración
rápida, precipitada y superficial de los objetos de una
habitación desconocida, y vuelve a explorar los
mismos objetos)
! A menudo, no parece escuchar cuando se le habla o se
le llama
! A menudo, no sigue las instrucciones y no es capaz de
cumplir órdenes sencillas en el aprendizaje educativo
(sin que haya errores de técnica)
! Se distrae a menudo por estímulos externos
! A menudo parece no habituarse (déficit del aprendi-
zaje por acostumbramiento) y olvidar los conoci-
mientos adquiridos o el entorno que acaba de explorar
(actúa como si se comportase ante estímulos nuevos)
D. Los comportamientos modificados no son consecuen-
cia fisiológica directa de una falta de atención a los propie-
tarios (Trastorno del déficit de atención a los propietarios),
ni de una falta de ejercicio o de educación.
E. Los comportamientos modificados no son consecuen-
cia fisiológica directa de un problema médico general, ni son
mejor descritos por otro problema de comportamiento, ni
tampoco son los efectos directos de una sustancia.

189
F. Los comportamientos modificados interfieren signifi-
cativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus
actividades sociales.
G. Especificar el tipo :
! TH tipo combinado o mixto
! TH tipo inatento predominante
! TH tipo hiperactivo-impulsivo predominante
! TH tipo impulsivo predominante
! TH en remisión parcial
! TH sensible a las pruebas y al metilfenidato o a la
dextroanfetamina

Observaciones
Hay que señalar la gran imprecisión de los síntomas, lo
que implica una aplicación a veces excesiva de este
diagnóstico.

Fobia Social
La fobia social se caracteriza por reacciones de miedo
específicas ante una interacción social, sin alteración de las
demás interacciones sociales.
Criterios de diagnóstico :
A. Miedo marcado y persistente a alguna interacción social
o a una exposición a individuos con los que el animal no está
familiarizado (perros, personas…).
B. La exposición a la interacción fobógena provoca un
comportamiento de miedo inmediato, que puede adoptar
diferente formas, tales como sideración (inhibición), aferra-
miento a las figuras de apego, vocalización de estrés, intentos
frenéticos de escapar, agresión de distanciamiento, agresión
por miedo, o actividades de sustitución.
C. El miedo es excesivo y no adecuado al peligro del
estímulo (de la interacción).
D. La situación fóbica se evita o bien se soporta con un
estrés intenso.

190
E. Los comportamientos fóbicos interfieren signifi-
cativamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus
actividades sociales.
F. Estos comportamientos no pueden explicarse mejor
por otro trastorno, tal como una fobia simple o múltiple, etc.
G. Especificar el tipo :
! Tipo intraespecífico : hacia individuos de la misma
especie.
! Tipo interespecífico : hacia clases específicas de
individuos tales como niños, mujeres, hombres,
personas de edad, etc.
! Tipo interespecífico : hacia clases específicas de otras
especies con las que el animal está socializado.
! Tipo generalizado : el miedo incluye la mayor parte de
las situaciones sociales con la clase de individuo
específica.

Trastorno de Ansiedad Generalizada


Criterios de diagnóstico :
A. Comportamientos de miedo o análogos al miedo, o
anticipaciones temerosas, frecuentes y excesivos, no desen-
cadenados por estímulos objetivos específicos y repetitivos.
B. Presencia de varios de los síntomas siguientes :
! Comportamientos de autodefensa como la sideración
(inhibición), evitación, huida, agresión de distan-
ciamiento o agresión por irritación o por miedo.
! Signos de estrés tales como pegarse (aferrarse) a una
figura de apego (como el propietario), vocalizaciones
de estrés
! Hiperreactividad neurovegetativa aumentada
! Hipervigilancia, por ejemplo, mirar continuamente en
torno suyo, saltar sin motivo, etc.
! Anticipación y otras modificaciones emocionales y
cognitivas tales como prudencia excesiva, timidez…
C. Actividades sustitutorias, tales como lamerse el pelaje,
deambular, comer, beber, etc. Los comportamientos fóbicos

191
interfieren significativamente con las rutinas del animal, sus
ocupaciones y sus actividades sociales.
D. Estos comportamientos no pueden explicarse mejor
por otro trastorno, tal como una fobia simple o múltiple, etc.
E. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general (p.
ej., hipo o hipertiroidismo), y no pueden explicarse mejor
por otro trastorno comportamental ni son debidos a los
efectos directos de una sustancia (p. ej., una medicación).
Observaciones
En este diagnóstico se puede incluir lo que Pageat
describe como ansiedad intermitente y ansiedad permanente.
Este trastorno se denomina generalizado porque, en
psicología y en psiquiatría humana, se considera una ansie-
dad normal, que puede describirse como una anticipación
temerosa con miedos y preocupaciones del futuro.

Trastorno de Ansiedad de Desritualización


Este trastorno, descrito por Pageat (1998), se observa
cuando el animal pierde sus rituales sociales de apaci-
guamiento, por ejemplo cuando es desplazado del grupo
social.
Criterios de diagnóstico
A. Presencia de síntomas evidentes y objetivos de miedo
ansiedad como los especificados en el Trastorno de
Ansiedad Generalizada.
B. Los síntomas aparecen cuando el animal se ha
enfrentado a un cambio de sus rituales de apaciguamiento,
particularmente debido a una modificación de su grupo
social (desplazamiento de un grupo social a otro, adopción
en una perrera…).
C. Los comportamientos fóbicos interfieren significati-
vamente con la rutinas del animal, sus ocupaciones y sus
actividades sociales y son típicos de un aislamiento (o de una
evitación) social :

192
! el animal no inicia la interacción social
! el animal intenta permanecer solo, manteniéndose a
distancia de los demás individuos
D. Presencia de varios (dos) de los síntomas siguientes :
! agresión de distanciamiento, por irritación o por
miedo si alguien se le acerca o le toca
! estereotipias realizadas a partir de comportamientos
de apaciguamiento o de sustitución
! dermatitis por lamido
! signos neurovegetativos si alguien se le acerca o le toca
! señales de comunicación ambivalentes
E. Estos comportamientos no se explican mejor por otro
trastorno, como una fobia específica simple o múltiple, etc.
F. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general (p.
ej., hipo o hipertiroidismo), y no pueden explicarse mejor
por otro trastorno comportamental ni son debidos a los
efectos directos de una sustancia (p. ej., una medicación).

Trastorno Ansioso inducido por Dolor


Criterios de diagnóstico
A. los comportamientos modificados son consecuencia
directa de un dolor o una enfermedad dolorosa con o sin
manipulación del paciente.
B. Existen simpatías marcadas y objetivos de ansiedad,
desencadenados por la presencia de personas que se
encontraban junto al perro cuando sufrió un acceso dolo-
roso, o cuando se sometió a un tratamiento o manipulación
dolorosos, por ejemplo, uno o varios de los signos
siguientes :
! Reacciones de evitación o de fuga
! Agresión de autodefensa que puede llegar a hiper-
agresión
! Comportamientos ansiosos (como los especificados
en Trastorno de Ansiedad Generalizada), con anti-
cipación del acercamiento o el contacto
C. Especificar :

193
! La afección o la enfermedad que causa el dolor
! Si el trastorno es espontáneo o secundario a manipu-
laciones y tratamientos
! Si el trastorno se acompaña de inhibición o de agre-
sión de autodefensa
D. Los comportamientos fóbicos interfieren significati-
vamente con la rutinas del animal, sus ocupaciones y sus
actividades sociales.
E. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general ni
son debidos a los efectos directos de una sustancia (como
una medicación, p. ej., con antiinflamatorios o analgésicos) y
no pueden explicarse mejor por otro trastorno compor-
tamental.

Episodio Unipolar Hiper


Este trastorno está basado en el trastorno unipolar de tipo
I (DSM), en el episodio maníaco (DSM) y en la distimia
unipolar (Pageat).
Criterios de diagnóstico
A. Un periodo claro de humor anormal “hiper”,
expansivo o irritable, que dura al menos algunos días.
B. Este trastorno se caracteriza por signos objetivos la
mayor parte del día, casi todos los días durante al menos una
semana :
! Hiposomnia (reducción de la necesidad de dormir)
! Agitación psicomotriz
! Hipervigilancia
! Hiperexcitabilidad, ‘listo para la acción”,
hiperreactividad, reacciona fácilmente ante el menor
estímulo
! Distracciones
C. Pueden existir signos accesorios, tales como :
! Agresión de distanciamiento o por irritación desenca-
denados por el menor estímulo
! Comportamientos repetitivos, estereotipados, o
incluso estereotipias.

194
! Disminución de las respuestas de obediencia, o
repuestas aleatorias, a órdenes bien conocidas
! Periodos de inmovilidad o fijación ocular de más de
10 segundos
! El inicio de la fase hiper (productiva) puede
acompañarse de midriasis
D. Los comportamientos fóbicos interfieren significati-
vamente con la rutinas del animal, sus ocupaciones y sus
actividades sociales.
E. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general ni
son debidos a los efectos directos de una sustancia (como
una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro
trastorno comportamental.
F. Especificar el tipo :
! Tipo de desencadenamiento, como una pseudociesis
! Patrón estacional, como un desencadenamiento
primaveral
! Presencia o ausencia de recuperación entre los
episodios “hiper”
! Presencia o ausencia de trastorno análogo al trastorno
de hiperactividad o a un trastorno de la personalidad.
! Otro tipo.

Descontrol Episódico o Trastorno Furioso Intermi-


tente
Este trastorno se ha descrito como trastorno furioso (rage
disorder) del cocker spaniel o del springer spaniel en la
literatura anglosajona, o con el nombre de distimia del cocker
spaniel (Pageat, 1998), que lo asimila a un trastorno unipolar
“hiper”, o también con el nombre de descontrol episódico.
Clasifico este trastorno de forma separada debido al aspecto
explosivo de los episodios agresivos y a la versatilidad y la
inestabilidad del humor ; el animal es capaz de cambiar
rápidamente de un compañero bien educado a un estado
furioso, como un cambio de tipo “Dr Jekyll y Mr
Hyde”.(Pageat 1998)

195
Criterios de diagnóstico
A. Episodio claro de un humor anormalmente irritable y
agresivo que dura sólo de algunas horas a algunos días.
B. El trastorno se caracteriza por varios de los signos
objetivos siguientes :
! Agitación psicomotriz
! Hipervigilancia
! Hiperexcitabilidad, listo para actuar, hiperreactividad,
reacciona fácilmente a cualquier estímulo
! Agresión de posesión : el perro se adueña de un
objeto y ataca a cualquiera que se acerque o que lo
mire
! Agresión de autodefensa y de distanciamiento cuando
se le mira o alguien se le acerca o le toca
C. Pueden existir signos accesorios durante el episodio de
crisis, tales como :
! Comportamientos repetitivos, estereotipados, o
incluso estereotipias.
! Disminución de las respuestas de obediencia, o
repuestas aleatorias, a órdenes bien conocidas
! Periodos de inmovilidad o fijación ocular de más de
10 segundos
! El inicio de la fase hiper (productiva) puede
acompañarse de midriasis
D. Los comportamientos fóbicos interfieren significati-
vamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus
actividades sociales.
E. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general
(como una epilepsia del lóbulo temporal) ni son debidos a
los efectos directos de una sustancia (como una medicación
desinhibidora, por ejemplo) y no pueden explicarse mejor
por otro trastorno comportamental.

196
Síndrome Disociativo
La primera descripción de este trastorno se debe a P.
Pageat. Presenta varias similitudes con la esquizofrenia
humana.
Criterios de diagnóstico
A. Este trastorno, que aparece entre la pubertad y la edad
de 5 años, se caracteriza por una alteración progresiva de los
comportamientos adaptativos y un aumento de los
comportamientos patológicos.
B. El trastorno se caracteriza por síntomas objetivos, en
varias ocasiones cada día y casi todos los días, de :
! Disminución progresiva de la receptividad al entorno
! Alucinaciones con temas constantes (repetitivas)
! Estereotipias durante las fases de alucinación
! Fases de hebetismo con actividades somestésicas
! Personalidad evitadora o impulsiva premórbida
! Signos accesorios :
! Dilatación uni o bilateral de los ventrículos
cerebrales.
C. Los comportamientos patológicos interfieren significa-
tivamente con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus
actividades sociales.
D. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general ni
son debidos a los efectos directos de una sustancia (como
una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro
trastorno comportamental.
Observaciones
Este trastorno es raro. No debe confundirse con un
trastorno unipolar o un descontrol episódico. Las estereo-
tipias que presenta no deben confundirse con las de otras
afecciones, ansiosas o de otro tipo.

Trastorno del ajuste a la organización jerárquica


La mejor descripción de este trastorno es la realizada por
P. Pageat (1995-1998) con el nombre de ‘sociopatía’,
probablemente con el significado de “patología del sistema

197
social” y absolutamente sin relación con el significado
habitual en psiquiatría humana y en psicología popular de
“personalidad antisocial”. Este trastorno también se incluye,
de forma bastante parcial e imprecisa, en la denominación de
“agresión de dominancia”. En realidad, se trata de un
trastorno de ajuste, de adaptación ; el perro es incapaz de
adaptarse a la organización social que se le impone.
Criterios de diagnóstico
A. Accesos frecuentes y excesivos a privilegios domi-
nantes, tales como acceso o control del acceso a la comida o
al lugar de alimentación, a un espacio privilegiado (para
descansar, dormir…), a las atenciones, interacciones y
alianzas (coaliciones) sociales, a los divertimentos sociales e
individuales, a los contactos sexuales, al parentesco, etc.
B. Expresión (exhibición, display) frecuente y/o excesiva
de (al menos 3) posturas dominantes (como posturas altas)
y/o comportamientos dominantes (marcar con orina o heces
en presencia de otro y/o en lugares visibles, montar a
otro…) y exhibición infrecuente de posturas y
comportamientos de apaciguamiento y sumisión.
C. Los comportamientos interfieren significativamente
con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades
sociales.
D. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general ni
son debidos a los efectos directos de una sustancia (como
una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro
trastorno comportamental como un trastorno de ansiedad
generalizada, un trastorno de hiperactividad, un trastorno del
humor, etc.
E. Especificar el tipo :
! Tipo agresivo : exhibición frecuente y/o excesiva de
agresión competitiva (jerárquica) o de agresión por
irritación y/o territorial.
! Tipo hiperagresivo : exhibición frecuente y/o excesiva
de hiperagresión secundaria, definida como (1)
evolucionada a partir de una agresión adaptativa, (2)

198
con reducción o pérdida de la fase de amenaza y
aumento de la fase de ataque, (3) con ausencia de
control de la mordida, (4) con generalización de los
comportamientos agresivos en la realización de
interacciones, (5) con una tendencia de la secuencia
agresiva a transformarse en repetitiva y análoga a un
reflejo.
! Tipo agresión maternal : exhibición frecuente y/o
excesiva de agresión maternal en presencia de
sustitutos análogos a cachorros, secuestro (de
cachorros o niños) con agresión dirigida hacia la
madre. Precisar si el inicio se produce en fase de
pseudociesis.
! Tipo búsqueda de atención : exhibición frecuente y/o
excesiva de comportamientos de búsqueda de
atención, incluso a veces mediante comportamientos
fingidos.
! Tipo destructivo : exhibición frecuente y/o excesiva
de comportamientos de destrucción de muebles o de
objetos que rodean a las salidas por las que el perro ve
salir a los miembros del grupo social.
! Precisar si en una familia humana (interespecífica) o
en un grupo de perros (intraespecífica).
! Precisar si el perro sufre otro trastorno como un
Trastorno de Ansiedad Generalizada, etc.

Personalidad Disocial
Este trastorno fue descrito por primera vez por P. Pageat
(1995-1998) con el nombre de disocialización primaria.
Prefiero considerarlo como un trastorno de la personalidad.
Criterios de diagnóstico
A. Patrón infiltrante (invasivo) de incapacidad de
comunicar con rituales sociales de apaciguamiento y de
sumisión, en perros de más de 3 meses de edad, indicado
por varios de los síntomas siguientes :
! ausencia de posturas de apaciguamiento y de sumisión
! ausencia de jerarquización alimentaria

199
! irritabilidad y agresividad, con concomitancia de la
amenaza y del ataque en las secuencias de agresión
competitiva y por irritación.
! mordeduras no controladas
! reacciones impulsivas
B. La aparición del trastorno de personalidad disocial no
se produce sólo en el curso de otra afección, tal como un
episodio unipolar “hiper”.
C. Los comportamientos interfieren significativamente
con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades
sociales.
D. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general ni
son debidos a los efectos directos de una sustancia (como
una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro
trastorno comportamental como un trastorno de ajuste a la
organización jerárquica, un trastorno unipolar “hiper”, etc.

Personalidad Explosiva
Este trastorno está adaptado del DSM, con modifica-
ciones importantes.
Se caracteriza por la intensidad de las respuestas
comportamentales del animal.
Criterios de diagnóstico
A. Este trastorno se caracteriza por signos objetivos de
pérdida de control de sí mismo, varias veces al día, casi
todos los días :
! Impulsos agresivos inadecuados que conducen a
ataques o a destrucciones intensos o difíciles de
controlar (p. ej., manifestaciones frecuentes de mal
humor, peleas físicas recurrentes)
! A menudo es incapaz de controlar su excitación, se
hiperexcita y se vuelve agresivo o realiza estereotipias
(como deambulación rápida, torneo, persecución de la
cola, etc.)

200
B. El grado de agresividad expresado durante los episo-
dios no guarda en absoluto proporción con cualquier factor
de estrés psicológico desencadenante.
C. Los comportamientos interfieren significativamente
con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades
sociales.
D. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general ni
son debidos a los efectos directos de una sustancia (como
una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro
trastorno comportamental como una personalidad disocial,
un HSHA, un trastorno de hiperactividad, un trastorno
unipolar “hiper”, etc.

Personalidad Impulsiva
Este trastorno se caracteriza por las respuestas
comportamentales del animal.
Criterios de diagnóstico
A. Este trastorno se caracteriza por signos objetivos de
impulsividad, varias veces al día, casi todos los días :
! Muestra a menudo impulsos agresivos inadecuados
que conducen a ataques poco previsibles, sin fase de
amenaza o con una fase de amenaza mínima, y
mordeduras poco controladas.
! A menudo reacciona ante el menor estímulo, incluso
antes de ser capaz de adecuar la respuesta a la
situación (p. ej., ladra automáticamente ante el menor
ruido, etc.)
! A menudo tiene dificultades para esperar su turno (p.
ej., se lanza hacia el comedero antes de que esté en el
suelo)
! Interrumpe o invade las actividades de otros (p. ej., se
inmiscuye en los juegos)
! A menudo es incapaz de controlar su excitación, se
hiperexcita, y se vuelve agresivo o realiza estereotipias
(como deambulación rápida, torneo, persecución de la
cola, etc.)

201
B. La rapidez de la respuesta (agresiva) expresada durante
los episodios no guarda en absoluto proporción con
cualquier factor estresante desencadenante.
C. Los comportamientos interfieren significativamente
con las rutinas del animal, sus ocupaciones y sus actividades
sociales.
D. Los comportamientos modificados no son la conse-
cuencia fisiológica directa de un problema médico general ni
son debidos a los efectos directos de una sustancia (como
una medicación) y no pueden explicarse mejor por otro
trastorno comportamental como una personalidad disocial,
un HSHA, un trastorno de hiperactividad, un trastorno
unipolar “hiper”, etc.

202
Tratar la agresión

No se trata el comportamiento de agresión en sí, sino al


perro que presenta uno o varios comportamientos de
agresión y que vive en un entorno determinado. El trata-
miento no va encaminado a suprimir todo el riesgo para la
sociedad, sino a prevenirlo, a reducirlo hasta un nivel en el
que sea manejable y aceptable. Debe recordarse que los
únicos perros que no muerden nunca son los de peluche.

La decisión de tratar
Para la simplicidad de nuestro propósito, haremos como si
el sistema y el terapeuta hubieran decidido tratar de común
acuerdo. En efecto, en ciertos casos, el experto considera
que no puede cargar con la responsabilidad profesional y
legal de tratar un perro agresivo. Se trata de su honor y de su
respeto a la ética.
En ciertos casos, la decisión de no tratar es obligada por el
respeto a las leyes de protección de la población y especial-
mente a las leyes de protección de los niños contra el
maltrato (pasivo o activo).
El respeto a las leyes está por delante del deseo de tratar.

¿Cómo tratar ?
Mi enfoque es muy pragmático y se basa en los criterios
siguientes :
! la urgencia de reducir el peligro para los propietarios y
cualquier persona que entre en contacto con el perro ;

203
! la facilitación de la recuperación de las capacidades de
adaptación en el perro, gracias a la ayuda de
medicamentos ;
! el mantenimiento o la recuperación del bienestar del
perro (reducir la ansiedad) mediante medicamentos, si
es necesario ;
! la supresión de pseudosoluciones espontáneas que
agravan el problema ;
! el apoyo a soluciones espontáneas que mejoran la
solución del problema ;
! la evaluación del tiempo -la duración- que el sistema se
da para mejorar la situación.

Todos estos criterios hacen que la estrategia de trata-


miento varíe de un perro a otro y de una familia a otra.

Estrategias terapéuticas
Es terapéutico lo que permite devolver la adaptación al
animal y a su sistema. Las opciones terapéuticas pueden
dividirse en diferentes grupos :
! la etología, en cuanto a la necesidad de respetar los
límites de la naturaleza animal, es decir, su
organización social, sus necesidades de actividad y sus
formas de comunicar, incluidos sus comportamientos
agresivos adaptados.
! la utilización de medicamentos psicotropos (ver
capítulo siguiente).
! la terapia cognitiva : los cambios que actúan sobre la
forma en la que el perro se representa la situación
conflictual.
! la terapia sistémica : los cambios que inducen una
modificación del sistema social, de su organización.
! la terapia comportamental : los cambios que actúan
sobre las causas y las consecuencias de un compor-
tamiento.

204
! las técnicas mecánicas : pequeñas acciones o trucos
que permiten reducir la agresividad, con o sin virtudes
terapéuticas.
! la recolocación : un perro agresivo en un sistema
social no es obligatoriamente agresivo en otro grupo.
! la eutanasia : ¿por qué no, en caso de que la peligro-
sidad sea demasiado importante para que el sistema
social pueda asumirla ?

Analicemos brevemente estos principios.


Una estrategia terapéutica se basará en la elección de uno
o de una combinación de estos métodos. Como la tendencia
humana es resistir al cambio personal, el sistema terapéutico
-constituido por la familia, el o los perros, y el o los
veterinarios que se ocupan de la resolución del problema-
eligen habitualmente combinaciones que no necesitan
demasiada participación personal por parte del dueño. En el
curso del desarrollo del tratamiento, después de las primeras
mejoras, los propietarios piden muy a menudo más inversión
personal.

El respeto a la etología
Tres cuartas partes de este libro se dedican a la etología, al
análisis de los comportamientos de agresión, con el fin de
precisar cuando son adaptados y cuando no (patología). La
etología es una ciencia de análisis, no una terapia. Sin
embargo, nos describe las necesidades de actividad de los
perros que hemos acogido y modificado por selección
artificial desde hace quince mil años. La genética moderna
no ha creado aún perros vivos que sean… tan inactivos
como los de peluche. Los perros se mueven, y pueden
morder. Y lo peor que le puede pasar a un perro es :
! no hacer nada
! tener que estar solo,
! no tener una estructura jerárquica clara.
A esto es, sin embargo, a lo que están condenados
muchos de nuestros perros.

205
Si un perro es agresivo y causa molestias a su familia de
adopción, el problema no se va a resolver haciéndole correr
más (excepto en caso de hiperactividad), pero esto tampoco
va a hacerle daño. E incluso puede ser muy positivo si el
sistema deja por un momento de vivir en oposición para
vivir en colaboración. Reduciendo los conflictos mediante
otras estrategias y aumentando las actividades de grupo, las
actividades de juego orientadas al mismo objetivo, las
actividades deportivas como el agility no pueden sino
devolver la cohesión y el reconocimiento a la comunidad
familiar.

La terapia cognitiva
La terapia cognitiva actúa por intermedio de lo que el
perro comprende de una situación conflictual, sin actuar
directamente sobre los desencadenantes ni sobre las
consecuencias (terapia comportamental). Pero toda terapia
cognitiva contiene inevitablemente elementos de terapia
comportamental.

Cuando la solución aumenta el problema


En varias ocasiones, he propuesto situaciones en las que la
solución espontánea de los propietarios tienen el riesgo de
agravar el problema de agresividad. Es el caso de perros con
agresividad por irritación, con postura baja, que se interpreta
como una agresión jerárquica (postura alta) y se castiga hasta
una sumisión extrema. Hasta el riesgo de originar una
agresión por miedo explosivo.
En ese momento, la base de la terapia consiste en
reencuadrar, reinterpretar la situación, para permitir nuevas
adaptaciones de los propietarios. Para conseguirlo, es
necesario dejar de confundir agresión y dominancia.

Rechazar la agresión
No deseo que el propietario agreda a su perro, porque el
perro respondería sin duda a esta agresión con una agresión

206
más violenta (simetría) y porque no es -salvo excepciones-
un método eficaz. Pido al propietario que no se haga agredir.
No permito que el propietario se enfade porque la ira es un
signo de debilidad y no de dominancia o autoridad.
Quiero que el propietario no tenga miedo de su perro, lo
que es difícil, porque cuando éste viene a ver a un veterinario
comportamentalista, ya ha cedido a ese sentimiento. El
propietario puede rechazar la agresión. ¿Cómo ?
Reproduciendo la “ruptura de contacto” que algunos perros
utilizan entre ellos : un perro puede rechazar dejarse llevar a
un conflicto por otro perro. ¿Qué hace ese perro ? Desvía la
cabeza y el cuerpo, mira en otra dirección, mantiene la cara
relajada (esconde sus armas), mantiene una actitud de
seguridad en sí mismo (postura alta), niega que haya una
comunicación agresiva de su congénere.
Veamos un ejemplo de un perro que presenta una
agresión jerárquica ante su propietario. El perro propone un
guión de teatro.
El perro : “Voy a levantar la pata y mi dueño se va a
enfadar. Luego voy a gruñir y él va a huir”.
El propietario : “Mi perro ha levantado la pata contra el
sofá, estoy enfadado, voy a gritarle y a amenazarle con el
periódico…”.
En este teatro, el guión lo escribe el perro y el dueño
interpreta su papel, siguiendo perfectamente los deseos del
perro. El propietario no está obligado a seguir el guión
escrito por el perro. Puede escribir su propia obra.
El propietario : “Mi perro ha levantado la pata, lo cual me
irrita, pero eso es lo que él busca. Rechazo el conflicto, No
voy a mirar hacia él, voy a mirar hacia la ventana como si no
hubiera visto su comportamiento provocativo. El perro se
irá sin pasar al nivel de agresión, sin gruñir y sin morder.
Cuando se vaya, limpiaré. De este modo, su comportamiento
se limita a una comunicación de estatus social y no a una
agresión, que podría acabar en mordeduras”.
El propietario mantiene una actitud neutra y rechaza
entrar en la proposición de conflicto, aunque tampoco lo

207
gana. Sin embargo, sí gana en el plano cognitivo y emo-
cional, y aprende a manejar las interacciones en caso de
agresión : por lo tanto, gana en múltiples planos.
Para los lectores que aprecien la teorización, se trata de
una simple aplicación de la teoría de juegos, donde :
! la suma es cero
! la suma es diferente de cero

Cuando un conflicto es jerárquico, se acaba con un


ganador y un vencido. La suma es cero. Existen numerosos
conflictos que inducen una proposición agresiva para el
perro y no son jerárquicos para el dueño, aunque el piense
que está a punto de perder su estatus. El propietario piensa –
y es una idea falsa- que si no gana el conflicto, está
perdiendo su prestigio social, su estatus jerárquico. Mi
proposición es la de cambiar la regla “suma cero” por “no
suma cero”. Las situaciones descritas aquí abajo y las
siguientes son algunos ejemplos.

Desactivar las agresiones


Rechazar la agresión es una cosa, pero el propietario
puede ir más lejos. Si deseo que el propietario resista las
agresiones de su perro, oponiéndose a ellas, contrariándolas,
pero sin entrar sin embargo en un conflicto armado,
propongo descebar las agresiones.
En la misma situación de conflicto jerárquico presentada
antes, el propietario podría escribir el guión siguiente :
El propietario : “Mi perro ha levantado la pata, lo cual me
irrita, pero eso es lo que él busca. Rechazo el conflicto. Me
voy a reír y eso va a sorprenderle. Me voy a poner a jugar,
sin mirarle. Si se une a mí para jugar, habré ganado y él habrá
perdido. Si no juega, yo no habré perdido porque no he
entrado en el conflicto. En los dos casos, gano yo”.
Esto es lo que yo entiendo por desactivar las agresiones.
Es responder al deseo de conflicto del perro con una
alternativa sorprendente -extravagante y divertida- para
romper la simetría de las agresiones del perro y del dueño,

208
que terminan, ya lo sabemos, con el fracaso frecuente del
dueño y contribuyen a afirmar al perro -cada vez un poco
más- en su papel de vencedor, de dominante.

Técnicas de autoafirmación
La autoafirmación (asertividad) se ha definido en las
páginas anteriores. Recuerdo aquí que se trata de una
afirmación de los propios deseos, apetencias y opiniones sin
agredir a otros, sin expresión de sentimientos de cólera o de
temor, sin mostrar las armas (manteniendo la cara relajada),
sin enseñar los dientes. Perros y humanos pueden afirmarse
sin agredir. Este capítulo trata de la resolución de conflictos
por asertividad del educador.
Para que el propietario, el educador, se afirme, es
necesario que :
! se imagine, se represente, resolviendo diplomática-
mente un conflicto con el perro ;
! crea en sus capacidades frente al perro ;
! adopte espontáneamente una postura alta ;
! teatralice sus expresiones ; haga un reality show frente al
perro ;
! no esté enfadado en absoluto ;
! no agreda al perro ni enseñe sus armas ;
! gane las pequeñas etapas progresivas.

El objetivo consiste en decir al perro, por ejemplo : “¡eh,


comunico mi derecho a… !, de forma que el perro lo acepte
sin sentirse agredido.
Propongo al lector un juego de rol (tomado de Mon chien
est-il dominant ? y basado en la mirada dominante dirigida
hacia la región dorsolumbar del perro, según P. Pageat) :
! disponer de un cuarto de hora de tiempo libre ;
! sentarse cómodamente en un sillón ;
! atraer la atención del perro, pero sin hacerle venir (por
ejemplo, golpear con las manos, pero no enseñar la
galleta) ;

209
! mirar el dorso, el lomo o la nuca del perro, pero nunca
mirarlo directamente a los ojos ;
! mantener la mirada en dirección al perro -no debe ser
fija ni rígida, y se puede parpadear- hasta que el perro
desvíe la mirada o se aleje.

Es un conflicto con resolución diplomática. Y usted lo ha


resuelto afirmando su certeza y sin amenazar (sin mirar a los
ojos, sin movimientos, sin enfadarse). Repitiendo este
ejercicio, usted se sentirá cada vez más seguro frente a su
perro. Si teme una reacción agresiva del perro, coloque una
barrera física o ate al perro previamente Para terminar este
capítulo sobre la autoafirmación, no olvidemos que el perro
también tiene derecho a afirmarse y a comunicar sus emo-
ciones, motivaciones y derechos. Si el perro está acostado y
desea un momento de aislamiento, el hecho de acercarse a él
desencadenará una comunicación asertiva por su parte, tal
como una rigidez corporal o un gruñido, sin enseñar los
dientes. Este gruñido es asertivo y no agresivo. El perro
tiene derecho a que se respete su deseo de aislamiento y
usted debe respetarlo. Lo contrario sería considerado como
una intrusión y, por lo tanto, como una agresión.

La intervención sistémica
La intervención sistémica modifica (sin descomponer) el
funcionamiento del sistema familiar en el que vive un perro
agresivo. El experto intenta determinar los cambios menores
que tendrán efectos mayores. El objetivo no es
metamorfosear la familia, sino simplemente adaptarla el
mínimo suficiente para reducir los comportamientos
molestos.
Existen diferentes formas de intervención sistémica. La
más simple, la más accesible en medicina comportamental
veterinaria, es la reestructuración de la jerarquía en un grupo.
Pueden aplicarse otras terapias por parte de especialistas,
psicólogos o psiquiatras formados para este tipo de
intervención.

210
En el caso de una agresión jerárquica que concierna a una
persona sola y a su perro (un grupo de dos individuos),
puede ser suficiente la supresión de las prerrogativas.
Cuando el grupo es de más de dos individuos, interviene la
noción de alianzas y coaliciones, que confieren una
estructura al sistema. Estas técnicas se describen en Mon chien
est-il dominant ?

La terapia comportamental
Las intervenciones comportamentales actúan sobre los
desencadenantes de un comportamiento y las consecuencias
que produce ese comportamiento.

Trabajo sobre el estímulo desencadenante


El estímulo (contexto, circunstancias) desencadenante
puede manejarse de varias formas :
! manejo de la presencia o ausencia del estímulo
desencadenante ;
! modificación de la intensidad y la duración del
estímulo desencadenante.
El contexto de una agresión varía en función del tipo de
agresión.
¿Qué hacer si un perro es agresivo cuando se le va a
acariciar en su lugar de descanso ? Basta con no ir a
acariciarle, de dejar de molestarle. El estímulo de “ir hacia el
perro, molestarle, tocarle” se suprime o modifica y el
comportamiento agresivo se evita.
¿Qué hacer si el perro es agresivo cuando se le acaricia ?
Es más preciso determinar primero al cabo de cuánto
tiempo se desencadena la reacción agresiva y acariciar al
perro menos tiempo del necesario para desencadenar la
agresión. Progresivamente, se puede acariciar al perro
durante tiempos cada vez más largos para acostumbrarlo. Si
se sabe que el perro reacciona cuando se le acaricia el dorso
o las patas y no si se le acaricia el pecho o la cabeza, se

211
empieza acariciándole esas partes no sensibles, y luego se
progresa hacia las partes sensibles para acostumbrarlo.
¿Qué hacer si el perro es agresivo en el momento de la
comida de los dueños y quiere robar de los platos ? La
mayoría de los propietarios ponen al perro en otro sitio
mientras comen, lo que reduce el problema pero no resuelve
la dinámica de la comunicación. Es preferible que el perro
vea comer a sus dueños, atado, si es necesario, a una
distancia corta para que no les moleste.

Trabajo sobre las consecuencias


Como hemos visto en un capítulo anterior, las conse-
cuencias de un comportamiento pueden ser positivas, nega-
tivas o neutras.
! El perro tiene tendencia a repetir los
comportamientos seguidos de consecuencias positivas
(recompensa), a evitar los comportamientos seguidos
de consecuencias negativas (castigo) y a abandonar los
comportamientos seguidos de consecuencias neutras
(extinción).

Todas estas técnicas se desarrollan en Mon chien est bien élevé y


en L’éducation du chien (Le Jour Éditeur). No las desarrollaré
aquí. Son comparables para la educación, la reeducación y la
terapia. No olvidaremos, sin embargo, que el castigo, como
técnica única, necesita ser repetitivo y que nunca ha servido
para enseñar a nadie nuevos modos de comportamiento. No
genera equilibrio ni adaptación. Además, el castigo de un
perro agresivo puede ser peligroso. Hemos visto que el perro
puede reaccionar de forma simétrica y amplificar sus
agresiones. Por lo tanto, se debe ser prudente en la
utilización del castigo.
Veamos algunos ejemplos.
¿Qué hacer si el perro es agresivo cuando se le acaricia ?
Se puede acariciar al pero durante 1 segundo y luego
recompensarle. Si el perro es agresivo (gruñe, amenaza), no
recibe recompensa. Si se deja hacer, se le recompensa con

212
una galleta, un trozo de embutido, un juguete, etc. Cuando
responde 10 veces de forma positiva, sin agresión, se dobla
el tiempo de caricias. Y así sucesivamente. Se pasará de 1 a 2
segundos, de 2 a 4 segundos, de 4 a 8 segundos, de 8 a 15
segundos (no es el doble, pero es más fácil para continuar la
progresión), luego a 30 segundos, a 1 minuto, etc.
En el caso de un perro que emprende una agresión
jerárquica gruñendo desde un sillón del que se ha adueñado,
bastará con no prestarle la atención que espera o salir de la
habitación ; es muy importante, en caso de una agresión, no
fijar la vista en el perro, no marcar ninguna parada, hacer
como si no se hubiera visto ni oído nada. El
comportamiento desaparecerá puesto que no va seguido de
consecuencias positivas. Pero antes de desaparecer, puede
intensificarse durante una semana.
En el caso de un perro que corre a morderle las
pantorrillas cuando usted sale de casa, usted tiene derecho a
darle un cachete. La mayoría de los perros nunca son
corregidos físicamente, mientras que en un grupo de perros,
estos no dudan en morderse unos a otros. El correctivo debe
aplicarse en el momento, ser suficiente para detener
momentáneamente el comportamiento y, sobre todo, no ir
acompañado de ira. Es una regla fundamental de la
corrección (castigo) educativa : no debe ir acompañada de
emoción violenta como la ira, para no inducir reacciones de
miedo en el perro ni amplificar la agresión.

Trabajo sobre los desencadenantes y las conse-


cuencias
Se puede trabajar al mismo tiempo sobre el estímulo
desencadenante, el comportamiento del perro y las
consecuencias del comportamiento. Se trata del contracondi-
cionamiento. Consiste en enseñar al perro un compor-
tamiento que entre en competición con el que él produce
espontáneamente en presencia del estímulo. Es una técnica
muy interesante porque enseña al perro nuevos comporta-
mientos y lo convierte en más inteligente. Además, el perro

213
duda entre dos posibilidades, lo que requiere tiempo (en
microsegundos) y da al cerebro el tiempo para producir una
respuesta más adaptada.
Un ejemplo facilitará su comprensión.
¿Qué hacer si el perro es agresivo en el momento de la
comida de sus dueños e intenta robar de los platos ? Hay que
enseñarle el sentado, luego el sentado a distancia y luego el
sentado-quieto. Una vez que se ha establecido este
aprendizaje, se puede dibujar un círculo alrededor de la mesa
y pedir al perro que se siente fuera de ese círculo cuando los
propietarios estén comiendo. Si entra en el círculo, se le
corrige inmediatamente o bien todos se levantan y avanzan
hacia él para que salga del círculo.
Si el perro es muy agresivo, deberá reducirse primero su
peligrosidad mediante medicación. Si el perro agrede a los
transeúntes (perros o humanos) en la calle, por agresión de
distanciamiento, una técnica interesante será pedir al perro
un “sentado” y que mire al educador, y recompensar este
“sentado” con un premio extraordinario (por ejemplo, un
alimento que le guste mucho).
! El “sentado” debe ordenarse en cuanto el perro
muestre signos de tensión ; cuando ataca, es
demasiado tarde.
! El perro debe mirar al educador, a los ojos o al menos,
al principio, en su dirección.
! La recompensa debe darse cuando el perro se
sienta ; al principio, se dará inmediatamente ; tras una
centena de repeticiones, el dueño dejará pasar unos
segundos antes de recompensar.
! La recompensa debe estar a la altura de la dificultad de
la tarea a cumplir : si el perro está obnubilado por su
deseo de agredir a los transeúntes, la recompensa debe
ser más interesante que éstos.
! Este ejercicio debe realizarse al menos 1000 veces.
Este ejercicio permite :
! focalizar el perro hacia el dueño y no hacia los
transeúntes ;

214
! forzar al perro a una postura controlada (sentado), en
lugar de dejarle adoptar la postura de pie, preparado
para atacar ;
! activar una química de la digestión (colinérgica), que se
opone a la química de la excitación (adrenérgica).

Si es necesario, para aumentar la motivación de la recom-


pensa alimentaria, se lleva al perro en ayunas. Son precisas
muchas repeticiones para obtener nuevos hábitos. La cifra
de mil es indicativa ; puede ser inferior si el problema es
reciente, y superior si las agresiones se han producido
durante varios años.
Esta técnica, se puede asociar al “clicker training” el “clic”
del clicker se asocia a un alimento apetecible de manera
repetitiva. Una vez el condicionamiento queda asociado, el
clic deviene un refuerzo positivo simbólico. Desde ese
momento, el comportamiento del perro puede ser
comandado a distancia : el perro es “clicado” cuando ha
producido la acción requerida (a cierta distancia de su
educador), tan pronto llegue donde está su instructor,
recibirá una recompensa (alimentaria).

Técnicas mecánicas
Son trucos que permiten reducir la agresividad, con o sin
virtudes terapéuticas. Tienen efectos terapéuticos cuando
aportan al animal o al sistema más capacidades de
adaptación. Si un propietario se siente más seguro poniendo
un bozal a su perro agresivo, todo su lenguaje corporal se
modifica a consecuencia de su apaciguamiento ; estará mas
seguro de sí mismo, más asertivo. Aquí, la técnica mecánica
facilita una terapia cognitiva.
Cuando se habla de técnicas mecánicas, se piensa ante
todo en bozales, coreas, cadenas, collares, cierres, etc.
En el caso de una señora de edad en silla de ruedas,
atacada por su perro cada vez que suena el timbre de la
puerta, utilicé un paraguas que había que abrir cuando el
perro quería agredir a su dueña. El perro, perplejo, se

215
quedaba echado, dando ocasión a su dueña de decirle
“echado” y recompensarle. En el proceso educativo, se
condicionó al perro a sentarse inmediatamente al
ordenárselo.
El bozal (de tipo reja) es interesante no solamente por
reducir la peligrosidad del can, sino también por forzar al
perro, en parte desarmado, a adaptarse (y por lo tanto a
aprender) nuevos modos de comunicación. Un perro
agresivo con sus congéneres, puede de esa manera aprender
a utilizar posturas de apaciguamiento, de sumisión o de
juego con otros perros (previamente seleccionados como
perros jugadores).
Las técnicas quirúrgicas como el desarmado del perro por
limado de los colmillos (con tratamiento del canal
dental), etc. forman parte del arsenal de técnicas de
limitación mecánica de la peligrosidad. Recuerdo a una joven
madre que acababa de tener un niño. Era médico y su
experiencia le hacía recordar mordeduras graves e imaginar a
su niño desfigurado. La proposición de desarmado del perro
modificó su actitud ; se liberó de su preocupación ; volvió a
encontrar la esperanza de que el niño y el perro pudieran
convivir (bajo vigilancia). Hizo que un veterinario
ortodoncista desarmara al perro ; después, realizó también
una desensibilización del perro hacia los niños. El arreglo fue
casi perfecto ; no se produjo ningún incidente. Y el perro
respondió inmejorablemente, sin que el desarmado alterase
en absoluto su bienestar.
Estas técnicas deben considerarse en los casos en que se
pone en cuestión la supervivencia del animal en su
ecosistema.

La recolocación
Un perro agresivo en un sistema no es obligatoriamente
agresivo en otro grupo. Si la agresión depende de su estatus
jerárquico, de su estatus dominante, está asociada a un
sistema social concreto. La dominancia es relativa, no
absoluta. Por el contrario, en el curso de ciertas enferme-

216
dades comportamentales, la conducta agresiva no depende
del estatus. Es el caso, por ejemplo, de la ansiedad, la
depresión, la hiperactividad, la delincuencia (la incapacidad
de comunicar con las reglas sociales) y la hiperagresividad,
por citar sólo algunas. Si el perro no padece ninguna
enfermedad comportamental, la recolocación puede tener
mucho éxito.
Asimismo, en el caso de agresiones de defensa, puede ser
beneficioso otro entorno menos estresante. En ese caso,
igualmente, la recolocación puede salvar a un perro.

La recolocación del perro es una terapia si permite un


nuevo equilibrio del perro en su nuevo sistema social y de la
familia en ausencia del perro. Las esperanzas que ofrece una
recolocación para el equilibrio de un sistema o la
supervivencia del perro no son argumentos suficientes para
abandonar al perro en una sociedad protectora de animales.

La eutanasia
La eutanasia es una terapia cuando permite un equilibrio
del ecosistema, es decir, de la familia o, desde otro enfoque,
de la sociedad. Para ser una terapia, debe cumplir diversas
condiciones. Si el propietario tiene una relación superficial
con un animal-objeto, sería conveniente que no vuelva a
tener un animal de compañía en el futuro, ya que se
encontraría en situaciones similares de forma repetitiva. En
cambio, frente a un propietario muy unido a su perro, la
desculpabilización facilitará el proceso de duelo y de posible
establecimiento de una nueva relación. La eutanasia debe
considerarse cuando la peligrosidad es excesiva con respecto
a la capacidad del sistema social para manejarla.

217
La utilización de psicotropos

La utilización de medicamentos
Aconsejo el recurso a medicamentos psicotropos para
atenuar los comportamientos agresivos.

El buen uso de medicamentos


¿Para qué utilizar un medicamento ? Como todo
comportamiento, el comportamiento agresivo está asociado
a transmisiones químicas entre neuronas de una red
específica. La forma más fácil y la más estética de modificar
el comportamiento es actuar sobre esta red de neuronas. Los
medicamentos permiten hacerlo con una cierta precisión.
Esta justificado utilizar un medicamento cuando el perro
es :
! ansioso (dominante y ansioso),
! hiperagresivo,
! hipersexual (agresivo e hipersexuado)
! otros estados patológicos.

Pero, ¿es verdaderamente necesario cuando el perro es


normal y presenta comportamientos de agresión reaccional
normales en presencia de un sistema que, desde su punto de
vista, no funciona correctamente ?
La respuesta es sí cuando el cálculo de la peligrosidad
indica un riesgo real para los miembros de la familia, niños,
personas de edad o discapacitadas…
También es útil prescribir un psicotropo al perro agresivo
cuando el propietario está en un estado emocional (miedo,
ira) que le impide iniciar una terapia ; la mejoría es más

219
rápida y anima a que se comprometa en el proceso
terapéutico.

La elección de un medicamento eficaz


No pueden utilizarse medicamentos que tengan un poder
desinhibidor potencial, es decir, que pueden, a pequeñas
dosis generalmente, o a dosis demasiado fuertes, tener un
efecto inverso, contrario, y aumentar la agresión. Debe
desconfiarse del diazepam, la acepromacina, la
clorpromacina, las butirofenonas, los barbitúricos y
productos similares. Los medicamentos sedantes reducen la
capacidad de aprendizaje, por lo que son poco
recomendables.
La elección de un medicamento no es definitiva. Está
asociada a la estrategia del tratamiento. Ahora bien, esta
estrategia no es rígida, evoluciona con el curso del
tratamiento, la demanda y las necesidades. La estrategia se
adapta en el curso del tratamiento y con ella, la medicación
puede variar en dosis o en naturaleza.

Limitaciones
Me limitaré en esta obra al tratamiento de casos simples,
habituales y frecuentes (manejables por el veterinario
generalista) y dejaré los casos complejos y los de los perros
agresivos de gran tamaño para los especialistas. Si el lector
desea más información sobre el tema del manejo de perros
grandes agresivos, puede consultar el libro de P. Pageat (en
los capítulos sobre psicotropos, tratamientos hormonales y
hospitalización de perros agresivos de gran talla).

Modelos de prescripción
Existen varios modelos disponibles para la prescripción de
psicotropos :
! elección del psicotropo por sus efectos sobre la
neurotransmisión y la neuromodulación (neuroquí-
mica, neurofisiología).
! elección del psicotropo por los síntomas (semiología).

220
! elección del psicotropo por los trastornos (noso-
grafía).

He elegido la prescripción basada en la semiología. En


efecto, los modelos de prescripción por la neurofisiología me
parecen demasiado complejos y al mismo tiempo
insuficientes, puesto que justifican la elección basándose sólo
en unos cuantos de las decenas de neurotransmisores,
neuromoduladores y neurohormonas y, generalmente, en el
primer elemento de una larga cadena de reacciones. Un
inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (SSRI),
(en inglés serotonin-selective reuptake inhibitor) como la
fluoxetina o la fluvoxamina, aumenta la serotonina en la
brecha sináptica ; sin embargo, cada uno de estos
psicotropos actúa igualmente sobre otros receptores
serotoninérgicos, originando efectos diferentes sobre la
transmisión dopaminérgica. La acción final de estas dos
moléculas es divergente. Propongo al lector un análisis de la
descripción de los efectos de una y otra molécula en la
descripción de los psicotropos. Podéis ver que los SSRI
hacen mucho más que inhibir la recaptación de serotonina.
Este ejemplo no significa que los modelos neurofisio-
lógicos no sean interesantes, muy al contrario. Sin embargo,
encuentro que su uso es limitado a partir de un cierto nivel
de experiencia y prefiero la eficacia de un modelo de
prescripción polisintomático.

Número limitado de psicotropos utilizados en la


práctica habitual
Aunque existen decenas de psicotropos disponibles, con
una acción directa o indirecta sobre los comportamientos
agresivos, el número de los que realmente prescriben los
especialistas es bastante limitado. Por lo tanto, las claves de
la prescripción se ven facilitadas. ¿Cuáles son estos
psicotropos ?

! Alprazolam

221
! Amitriptilina
! Carbamazepina (+ Ciproterona)
! Clomipramina
! Clonidina
! Fluoxetina
! Fluvoxamina
! Pipamperona (en asociación)
! Propranolol
! Risperidona
! Selegilina

De este conjunto, sólo media docena representan el 80 %


de las prescripciones realizadas por los veterinarios
comportamentalistas de la escuela francesa. Las tres más
usadas son la carbamazepina, la fluvoxamina, y la
fluoxetina ; después vienen la selegilina, la clomipramina y la
ciproterona (en asociación con la carbamazepina).

Éstos son diferentes psicotropos agrupados por familias :

! SSRI : fluoxetina fluvoxamina


! Regulador del humor, anticonvulsivante :
carbamazepina, selegilina
! Tricíclico : clomipramina, amitriptilina
! Neuroléptico : pipamperona, siempre en asociación con
la clomipramina o la fluvoxamina
! Hormona : ciproterona (acetato) en asociación con la
carbamazepina
! Otros psicotropos : clonidina, propranolol, alprazolam,
risperidona

222
Descripción de los psicotropos
Las siguientes descripciones son muy sucintas.

Alprazolam
Clase : triazolodiazepina, análogo de las benzodiazepinas.
Modo de acción : potencia el GABA
Efectos : reduce los ataques de pánico, la agresión
defensiva ; analgésico.
Efectos secundarios : hiperexcitación, agresión por des
inhibición (pequeñas dosis), efecto hipnótico (dosis elevadas)
depresión, eneuresis, ataxia.
Precauciones : trastornos hepáticos, renales,
hipoproteinemia, obesidad. Efectos acumulativos
(repetición de
dosis).
Dosificación : 0,1-1 mg/kg en 2 a 4 tomas
Plazo de eficacia : algunos minutos.

Amitriptilina
Clase : antidepresivo tricíclico (relacionado químicamente
con las fenotiazinas).
Modo de acción : inhibidor no selectivo de la recaptación de
la noradrenalina y de la serotonina, anticolinérgico, alfa-1-
adrenérgico, antihistamínico H1 y H2.
Efectos : ansiedad, comportamientos repetitivos, analgésico.
Efectos secundarios : boca seca, estreñimiento, retención
urinaria, taquicardia, arritmia.
Precauciones : retención urinaria, arritmia cardíaca,
hiperplasia de próstata, glaucoma, convulsiones :
interfiere con una suplementación tiroidea.
Dosis : 2-6 mg/kg en dos tomas
Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos
“hiper”, 3 a 6 semanas en la ansiedad.

223
Carbamazepina
Clase : anticonvulsivante (derivado de la imipramina)
Modo de acción : la carbamazepina y su metabolito activo, la
carbamazepina-epoxina, potencian el GABA y los receptores
alfa-adrenérgicos, regulan el ARN mensajero de la
proteína CD151 (sin duda, importante en la regulación
del humor)
Efectos : estabilizador del humor, reducción ligera de la
agresividad y de la hiperactividad, neuralgia del nervio
trigémino.
Efectos secundarios : hepatotóxico, agranulocitosis, anemia
aplásica, hiponatremia (efecto antidiurético, intoxicación
por agua), ovarios poliquísticos y androgenia (en la
mujer), teratógeno, hipotiroidismo.
Efectos de sobredosis : sedación, confusión, ataxia.
Combinaciones posibles : ciproterona (recomendada por P.
Pageat).
Precauciones : trastornos hepáticos ; la carbamazepina activa
la enzima P450, que aumenta el clearance (o índice de
depuración renal) en un gran número de fármacos. La
carbamazepinemia aumenta con el antibiótico
eritromicina, la cimetidina, los IMAO y el valproato.
Dosis : 20-40 mg/kg en 2 tomas (forma galénica de larga
duración de acción).
Plazo de eficacia : algunos días en los comportamientos
“hiper”, 3 a 6 semanas en la ansiedad, 3 a 6 meses para la
regulación del humor.

Clomipramina
Clase : antidepresivo tricíclico (relacionado químicamente
con las fenotiazinas).
Modo de acción : inhibidor no selectivo de la recaptación de
serotonina y de noradrenalina, anticolinérgico, alfa-1-
adrenérgico, antihistamínico H1 y H2.
Efectos : ansiedad (de separación), comportamientos repeti-
tivos, granuloma por lamido, analgésico.

224
Efectos secundarios : boca seca, estreñimiento, retención
urinaria, taquicardia, arritmia.
Combinaciones posibles : pipamperona
Precauciones : retención urinaria, arritmia cardíaca, hiperpla-
sia de próstata, glaucoma, convulsiones, interfiere con la
suplementación tiroidea.
Dosis : 2-4 (a veces 6) mg/kg en dos tomas.
Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos
“hiper”, 3 a 6 semanas en la ansiedad.

Clonidina
Clase : alfa-2-agonista
Modo de acción : alfa-2-agonista, efecto sedante vía NO
(óxido nítrico)
Indicaciones : fobia, granuloma por lamido, trastorno pánico
(taquicardia).
Efectos secundarios : bradicardia
Precauciones : trastornos cardíacos
Dosis : 0,15-0,25 mg/kg en 2 tomas (forma galénica de larga
duración de acción)
Plazo de eficacia : algunos minutos para el trastorno pánico,
3 a 6 semanas para el granuloma por lamido.

Ciproterona (acetato)
Clase : antiandrógeno con efectos progestogénicos y
antigonadotropos.
Modo de acción :
Indicaciones : efectos antiandrogénicos, débil efecto
calmante y antiagresivo central no específico.
Efectos secundarios : hiperfagia, reducción (reversible) del
volumen testicular, hepatotoxicidad, aumento de peso.
Combinaciones posibles : carbamazepina especialmente,
cualquier psicotropo en general.
Dosis : 5 mg/kg en 2 tomas, durante dos semanas, después
reducir la dosis a la mitad.
Plazo de eficacia : algunos días en los comportamientos
sexuales “hiper”.

225
Fluoxetina
Clase : inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina
(SSRI).
Modo de acción : SSRI, agonista 5HT1a, antagonista 5HT2c
y 5HT3, antagonista nicotínico, GABA-a agonista por
estimulación de la ALLO (3-hidroxi-5-pregnano-20-ona),
activador (sin duda secundario) dopaminérgico y
noradrenérgico.
Indicaciones : agresiones ofensivas, defensivas, particular-
mente agresiones sociales, hiperactividad, comportamien-
tos repetitivos, trastorno de pánico, hiperfagia, disforia
(en humanos).
Efectos secundarios : insomnio, alucinaciones (en humanos),
inapetencia, pérdida de peso y nerviosismo.
Combinaciones posibles : clonidina
Precauciones : anorexia, temblores musculares
Dosis : 1-4 mg/kg en 1 toma.
Plazo de eficacia : algunos días en los comportamientos
“hiper”, 3 a 6 semanas para la ansiedad.

Fluvoxamina
Clase : inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina
(SSRI)
Modo de acción : SSRI, agonista 5HT2a, GABA-a agonista
por estimulación de la ALLO (3-hidroxi-5-pregnano-20-
ona), agonista (primario o secundario) de D1 y D2,
IMAO-b.
Indicaciones : agresiones ofensivas, defensivas, particular-
mente agresiones sociales, hiperactividad, comportamien-
tos repetitivos, trastorno de pánico, hiperfagia.
Efectos secundarios : sedación.
Combinaciones posibles : pipamperona.
Precauciones : trastornos hepáticos.
Dosis : 2-8 mg/kg en 2 tomas
Plazo de eficacia : algunos días en los comportamientos
“hiper”, 3 a 6 semanas para la ansiedad.

226
Pipamperona (en asociación)
Clase : butirofenona (neuroléptico).
Modo de acción : antagonista dopaminérgico y serotoninér-
gico.
Indicaciones : agresión, exceso de vocalización, destruc-
ciones.
Efectos secundarios : desinhibición y facilitación de conduc-
tas agresivas e hiperagresivas a dosis bajas, confusión y
agresión de defensa a dosis altas ; efectos tóxicos : ataxia,
temblores musculares, incoordinación (síntomas extra-
piramidales).
Combinaciones posibles : clomipramina, fluvoxamina.
Precauciones : la sensibilidad es individual ; para evitar los
efectos de una subdosificación, asociar con otro psico-
tropo serotoninérgico.
Dosis : 20 mg/m2 en asociación.
Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos
“hiper”.

Propranolol
Clase : betabloqueante.
Modo de acción : antagonista beta 1 y 2
Indicaciones : reducción ligera de las agresiones, trastorno de
pánico (con taquicardia).
Efectos secundarios : bradicardia, hipotensión.
Combinaciones posibles : -
Precauciones : cardiopatía, asma, diabetes.
Dosis : 1-10 mg/kg en 2 tomas (forma galénica de larga
duración de acción).
Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos
“hiper”, 3 a 6 semanas para la agresividad.

Risperidona
Clase : neuroléptico atípico, derivado de las butirofenonas.
Modo de acción : antagonista de la dopamina y serotonina,
antagonista 5HT2a.

227
Indicaciones : agresión social, trastornos repetitivos, alucina-
ciones, trastorno disociativo, estereotipias (torneo).
Efectos secundarios : desinhibición y agresión a dosis bajas.
Combinaciones posibles : -
Precauciones : no se conocen
Dosis : 0,5-1 mg/m2 en 1 toma.
Plazo de eficacia : algunas horas en los comportamientos
“hiper”, 3 a 6 semanas para la agresividad, los trastornos
repetitivos y las estereotipias.

Selegilina
Clase : IMAO-b
Modo de acción : inhibidor de la monoamino-oxidasa de
tipo B, inhibidor de la recaptación de noradrenalina y
dopamina.
Indicaciones : todos los trastornos del humor y de las
emociones, y signos comportamentales y actividades
neurovegetativas derivados (micción-defecación emocio-
nal, etc.), convulsiones, trastornos cognitivos (perro
viejo), hiperactividad, comportamientos repetitivos,
estereotipias.
Efectos secundarios : raros.
Combinaciones posibles : no recomendadas, sobre todo con
serotoninérgicos, aunque la experiencia clínica me ha
demostrado que la selegilina puede asociarse con la
fluvoxamina o la carbamazepina.
Precauciones : no tiene.
Dosis : 0,5 mg/kg en 1 toma.
Plazo de eficacia : 3 a 6 semanas para los trastornos de las
emociones y del humor.

228
Lógica de prescripción
Si se desea utilizar un modelo de prescripción sintomático,
siempre que se seleccionen al menos varios síntomas
característicos del paciente en función de la estrategia de
prescripción, puede resultar práctico el uso del siguiente
repertorio.
En este repertorio, se abreviarán los psicotropos como
sigue : Alprazolam : alpr, Amitriptilina : amit,
Carbamazepina : carb, Clomipramina : clom, Clonidina :
clon, Ciproterona : cypr, Fluoxetina : flxt, Fluvoxamina :
flvx, Pipamperona : pipa, Propranolol : prop, Risperidona :
risp, Selegilina : selg.

Repertorio de algunos síntomas :


Todos los psicotropos citados están indicados para
estados “hiper”, a saber, agresividad, producción de
molestias tales como vocalizaciones y destrucción, hipervigi-
lancia, hiperactividad, etc.
El breve repertorio que sigue propone algunos síntomas
accesorios -limitado a los psicotropos indicados con más
frecuencia- para individualizar una prescripción.

Actividad, repetitividad, estereotipia Clom, flxt, flvx, pipa,


risp, selg
Agresión, defensiva Clom, flxt, flvx, selg
Agresión, dolor (por) Alpr, amit
Agresión, jerárquica Carb, flxt, flvx
aria
Agresión, hiperagresión 1 Flxt, flvx
Agresión, ofensiva Carb, flxt, flvx
Agresión, sexual Cypr
Alimentaria, hiperfagia Flxt
Alimentaria, hipofagia Alpr, cypr, pipa, selg
Alimentaria, pica, coprofagia Flxt, flvx
Alucinaciones, alucinosis Flvx, pipa, risp
Ansiedad Alpr, carb, clom, flxt,

229
flvx, selg
Apego : hiperapego Clom, flxt, flvx, selg
Atención, defecto (de) Flxt, flvx, selg
Bebida : polidipsia Carb
Bebida : polaquidipsia Carb
Cognición, degradación (de la) Selg
Control, falta de Flxt, flvx, selg
Digestivo : dispepsia, bostezos, Clom, selg
diarrea, cólico
Disociado, estado Risp, selg
Estereotipia Risp, selg
Eliminaciones, emocionales Clom, selg
Episódico, pérdida de control Selg
Lamido, autolamido, excesivo (auto- Clom, clon, flxt, flvx,
traumático) risp, selg
Lamido, olores, orines Cypr
Lamido, suelo u objetos Flvx, selg
Marcaje urinario, excesivo, de Cypr
origen sexual
Marcaje urinario, excesivo, de Flxt, flvx
origen social
Obesidad Clom, flxt, flvx, selg
Miedos, fobias, simples o complejas
Alpr, carb, clom, clon,
prop, selg
Sexual comportamiento exacerbado Cypr, flvx
Sexual, masturbación exhibida Cypr, flxt, flvx
Sueño, hiposomnia Clom, flvx, selg
Taquicardia Prop
unipolar, trastorno Carb, selg

230
Dosis de los psicotropos
A continuación se muestran las dosis diarias aconsejadas
de psicotropos. Es conveniente individualizar las dosis, ya
que cada perro puede reaccionar de forma muy diferente e
individual.

Alprazolam 0,1-1 mg/kg/día en 2 a 4 dosis


Amitriptilina 2- 6 mg/kg/día en 2 dosis
Carbamazepina 20-40 mg/kg/día en 2 dosis (forma
larga duración)
Clomipramina 1-4 mg/kg/día en 2 dosis
Clonidina 0,15-0,25 mg/kg en 2 dosis
Ciproterona 5 mg/kg/día en 2 dosis, reducir la
dosis pasada 1 semana
Fluoxetina 1-4 mg/kg/día en 1 dosis
Fluvoxamina 2-8 mg/kg/día en 2 dosis
Pipamperona (en 20 mg/m2/día en asociación con un
asociación) tricíclico o un SSRI
Propranolol 1-10 mg/kg/día en 2 dosis (forma
larga duración)
Risperidona 0,5-1 mg/m2/día en 1 dosis
Selegilina 0,5 mg/kg/día en 1 dosis por la
mañana o mediodía

Consejos generales de prescripción


Cada veterinario tiene sus hábitos de prescripción,
dependiendo de aquello que le haya dado resultado. Esta
costumbre está ligada a la infralógica individual. Hay pocos
estudios científicos sobre el tema. Por ejemplo, yo prescribo
siempre dosis crecientes de fluvoxamina debido a sus efectos
sedantes potenciales. Pero otros prescriben de entrada una
dosis de 4 mg/kg, sin ningún problema.
La regla que propongo es utilizar la dosis mínima eficaz,
es decir, comenzar con la dosis mínima recomendada y

231
después aumentar la dosis cada 5 días hasta la obtención del
efecto terapéutico deseado. Esto sólo es válido para las
medicaciones que poseen efectos directos, pero no por las
medicaciones reguladoras como la selegilina y la carbama-
zepina, que se dan a dosis fijas. Si utiliza este método,
recuerde prevenir al cliente sobre la modificación posterior
de la dosis. Como excepción a esta regla, el acetato de
ciproterona se da a dosis decrecientes.
En caso de fin de tratamiento, es conveniente prever (y
prevenir al cliente) un periodo de reducción progresiva de
una a dos semanas por cada mes de tratamiento. La dosis se
disminuye de forma aritmética, a saber, 1/Xª por semana
para X semanas (por ejemplo, ¼ de la dosis por semana para
4 semanas). No hay reducción progresiva para la selegilina.
En caso de interrupción sin reducción progresiva, existe el
riesgo de un efecto de rebote, es decir, un aumento
espectacular de los comportamientos o problemas.
Algunos psicotropos tienen repercusiones sobre la
función hepática, renal o hematopoyética. Se recomienda
vigilar los parámetros sanguíneos de forma regular.

Limitaciones y duraciones del tratamiento con


psicotropos
Cada comportamiento está asociado a una cadena de
neurotransmisión. Modificando la neurotransmisión, se
modifican los comportamientos. Este procedimiento es muy
estético, pero también muy superficial. Teóricamente, al
suspender la medicación, el animal retoma sus comporta-
mientos programados genética y estructuralmente si no se le
han enseñado nuevas estrategias de acción. En la práctica,
éste no es siempre el caso, dado que existen diferentes
medios de aprendizaje que son eficaces sin una terapia
específica, como por ejemplo la habituación. Diría que
empíricamente hay tres duraciones de acción con efectos
diferentes :

232
! De 0 a 3 semanas : acción directa, poco reguladora
con recidiva inmediata al interrumpir la medicación en
ausencia de una terapia comportamental.
! De 3 semanas a 3-6 meses : acción reguladora con
estabilización de los efectos, recidiva o recaída
posibles al cabo de algunos días o semanas de
suspender la medicación.
! Más de 6 meses : acción sobre la transcripción génica
y sobre la estructura de las redes nerviosas ; recaídas
posibles por trastornos de base genética o estructural.

La duración del tratamiento ha de ser tanto más larga


cuanto más profunda sea la afectación patológica :
! Afección del humor : tratamiento largo, más de 6
meses
! Afección de las emociones, de la cognición, de la
percepción : tratamiento de 6 meses por término
medio
! Afección limitada a los comportamientos y las
actividades neurovegetativas : tratamiento de 3 a 6
meses.

Si los propietarios no realizan una terapia comporta-


mental, el tratamiento medicamentoso será prolongado. Mi
recomendación, siempre empírica, es continuar el trata-
miento un mes después de la estabilización y la mejoría, y a
continuación iniciar una reducción progresiva o cambiar de
medicación o considerar una asociación de medicamentos.

Mono y politerapia
El ideal terapéutico consiste en restablecer la salud, es
decir, las capacidades de adaptación, del paciente y del
sistema en el que está inmerso. Para ello, la primera regla que
debe respetarse es no perjudicar al paciente ni al sistema. La
segunda regla es ser eficaz de forma rápida.
El ideal científico consiste en poder controlar exactamente
el efecto de las prescripciones de medicamentos y terapias.

233
Por lo tanto, sería preferible prescribir terapia y medica-
mento de forma separada, para poder evaluar una y otro.
A menudo, el ideal científico no respeta el ideal
terapéutico. Para mejorar rápidamente -y no olvidemos que
hablamos de perros agresivos y de un peligro para la familia
o para la seguridad pública- se asocian generalmente
medicación y terapia.
En esta línea de ideas, también es posible asociar
diferentes psicotropos. No lo recomiendo, salvo para la
pipamperona, que no administraría nunca sola debido a los
riesgos de facilitación agresiva asociados a las dosis bajas y a
la individualidad de la respuesta de cada perro. La asociación
de dos psicotropos puede conllevar diferentes problemas
poco previsibles : el desplazamiento de una molécula de su
lugar de acción o de su unión con una proteína de unión,
una modificación de la biotransformación, inhibiciones o
inducciones enzimáticas, interacciones
farmacodinámicas, etc.
En resumen, la estrategia debe ir encaminada a garantizar
el ideal terapéutico, respetando siempre al máximo posible el
ideal científico.

Utilización de feromonas
La investigación actual en el campo de la comunicación
química ha permitido proponer nuevos tratamientos : la
feromonoterapia. P. Pageat ha analizado y sintetizado la
DAP (Dog Appeasing Pheromone, feromona de apaciguamiento
canina) y no se excluye que sean sintetizadas nuevas
feromonas caninas, particularmente las feromonas de acción
jerárquica. Actualmente, la DAP puede utilizarse en casos de
agresión en el seno del entorno familiar, ya se trate de
agresiones entre perros o entre perro y humanos.
Teóricamente, todas las agresiones de autodefensa deberían
poder mejorar.

234
Medicamentos que deben evitarse
Conviene evitar los medicamentos y sustancias químicas
que puedan aumentar la agresividad. Pueden clasificarse en
tres categorías :
1. reducen las inhibiciones sociales y los autocontroles ;
2. aumentan la vigilancia, la sensibilidad, la reactividad y
la actividad ;
3. causan confusión (mental) y reducen la regulación
comportamental.

Sustancias que reducen las inhibiciones sociales y los


autocontroles :
! Alcohol, cannabis, etc.
! Benzodiazepinas, tales como el diazepam ; menor
efecto desinhibidor con el alprazolam.
! Neurolépticos a bajas dosis, por ejemplo, las
fenotiazinas tales como la acepromazina, las butiro-
fenonas tales como la pipamperona, las benzamidas
sustituidas tales como el sulpirido, los antieméticos
dopaminérgicos tales como la metoclopramida, etc.
! Ciertos antidepresivos tricíclicos tales como la
clomipramina a pequeñas dosis, o ciertos inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina a pequeñas
dosis, tales como la fluoxetina, la sertralina, la
paroxetina, el citalopram, etc.
! Barbitúricos a pequeñas dosis, tales como el
fenobarbital.

Sustancias que aumentan la vigilancia, la sensibilidad, la


reactividad y la actividad :
! Ciertos antidepresivos cuadricíclicos adrenérgicos,
tales como la mianserina.
! Ciertos antidepresivos tricíclicos adrenérgicos, tales
como la amitriptilina, etc.
! Ansiolíticos atípicos adrenérgicos como la buspirona.
! Hormonas tales como los andrógenos, los estrógenos,
las hormonas tiroideas, etc.

235
Sustancias que causan confusión (mental) y reducen la
regulación comportamental :
! Neurolépticos a dosis elevadas (sedantes).
! Sustancias con acción anticolinérgica, sobre todo en
perros viejos, tales como la clomipramina.
! Barbitúricos a dosis altas.

Automedicación
Este párrafo está destinado a los lectores que no son
veterinarios o médicos. Es muy tentador administrar
medicamentos uno mismo. Las recomendaciones de este
capítulo permitirían hacerlo. Los debates en los foros de
comportamiento permiten también intercambiar “recetas”.
Sin embargo, hay que resistir a esa tentación. La prescripción
de un medicamento debe tener en cuenta no sólo al animal
(y a todos sus psychels, incluyendo todo el aspecto somático),
sino además al sistema en el que vive el animal, sistema en el
que también usted vive y del que le es imposible obtener un
punto de vista objetivo.
Por ética y por compromiso con la objetividad, debe
evitarse tratar a los seres cercanos, incluidos… los propios
animales.

236
Prevenir la agresión

Existen tres niveles de prevención :


1. primario : antes de una agresión o de un accidente
2. secundario : después de una agresión pero antes de un
accidente
3. terciario : después de un accidente, para evitar
recidivas y complicaciones

Prevención primaria
¿Qué hacer para evitar cualquier agresión ? Hay muchos
puntos sobre los que se puede actuar.
! La genética del perro : selección de progenitores no
agresivos ; esterilización de perros agresivos para
evitar su reproducción.
! La socialización del perro : hipersocialización del
cachorro por contacto con gran número de tipos
humanos, múltiples razas de perros y otros animales,
para favorecer una visión confiada del mundo y
reducir los comportamientos de caza. Mantenimiento
de esta socialización durante toda la vida.
! El respeto de la etología y de la ecología : respetar los
mecanismos de jerarquización en la familia-manada,
dejar que los perros resuelvan sus problemas mediante
posturas y rituales complementarios (dominante y
sumiso), dejar que el perro coma sin
interferencias, etc.
! Escuela de cachorros : socialización y aprendizaje de
los rituales de comunicación en una escuela de juegos
reservada a cachorros de 8 semanas a más de 4 meses.

237
! Educación del perro : trabajo día a día para permitir
que el perro se desarrolle en la armonía del hogar ; ver
L’éducation du chien y Mon chien est bien élevé.
! El adiestramiento de obediencia del perro : trabajo
cotidiano en el domicilio o regularmente en grupo
para enseñar obediencia al perro e inculcar a los
dueños la noción de autoridad, es decir, ser capaz de
hacerse obedecer por el perro sin recurrir a la fuerza
(o a la violencia).
! Adiestramiento profesional : para perros destinados a
un trabajo social o policial.
! Seguimiento médico general del perro : fundamental
para prevenir cualquier influencia de una afección del
organismo sobre el humor, las emociones y los
comportamientos.
! Educación de los niños : los niños (objeto importante
de agresiones) son la generación futura ; es esencial
educarlos para prevenir agresiones directas y para
hacer de ellos futuros padres conscientes.
! Educación de la población adulta : un punto esencial
en el que intervienen los medios de comunicación,
folletos en centros veterinarios y médicos, etc.
! El programa propietario responsable : un programa
propuesto en diferentes países, basado en la
responsabilidad moral y el saber vivir como buen
ciudadano.
! La formación de los veterinarios : importancia de la
formación en ciencias y medicina del comportamiento.
! La formación de los veterinarios
comportamentalistas : mayor necesidad de
especialistas para responder a una mayor demanda de
bienestar relacional en la familia-manada.
! La formación de otros profesionales no veterinarios :
los educadores y expertos deben poder descubrir los
comportamientos agresivos problemáticos y
patológicos.

238
Prevención secundaria
¿Qué hacer para evitar una mordedura grave si el perro ya
ha amenazado o marcado ? Añadir a la prevención primaria :
! un tratamiento de los problemas de agresividad. Ver
capítulo correspondiente.
! verificar que se cuenta con la cobertura adecuada de
un seguro de “responsabilidad canina”.
! información y formación de los médicos sobre la
evaluación de la peligrosidad del perro (de familia),
sobre la actuación clínica (cuidados) y administrativa
(declaración, evaluación de la incapacidad temporal).
! información a la víctima, por parte del médico, el
veterinario, el educador, etc. sobre la evaluación de la
peligrosidad, las actuaciones administrativas (decla-
ración), la forma de manejar el perro (tratamientos,
centros especializados).

Esperar a que ocurra el accidente es una mala política. Es


necesario realizar un diagnóstico ante la menor amenaza e
iniciar directamente un proceso de manejo (prevención
mecánica con bozal, cierres…) o de modificación
(tratamientos).

Prevención terciaria
Cuando un perro ha mordido gravemente, ¿qué hacer para
evitar el desarrollo de la hiperagresión y para proteger a la
familia y a la sociedad ? Añadir a la prevención primaria y
secundaria :
! decisiones políticas (legislación) en materia de sanidad
y seguridad públicas.

239
Los tests predictivos de agresividad

Sería interesante poder realizar un test a un cachorro y


prever si será o no agresivo y morderá en la edad adulta.
Esto permitiría elegir sin equivocarse un perro de familia no
agresivo o un perro de guardia, de deporte (de ring) o de
intervención (policial) con mordida.
Existen varias pruebas disponibles, que se realizan en :
! cachorros,
! perros adultos.

Pruebas realizadas en cachorros


Las pruebas realizadas en cachorros no son predictivas.
Ninguno de estos ensayos resiste a la prueba del tiempo y el
perro adulto se diferencia significativamente de las
previsiones efectuadas cuando se realizó la prueba a la edad
de 7 semanas o de 3 meses.
Es lógico y existen varias razones para ello. La agresividad
no es una entidad monolítica. Hemos visto que la
agresividad está compuesta por varias unidades
psicobiológicas, llamadas psychels. Los propios actos motores
se componen también de diferentes secuencias y se clasifican
en diferentes tipos de agresión. Es imposible prever a largo
plazo cuál será el estado de salud de un organismo, sus
reacciones emocionales, su inteligencia (cognición), sus actos
de agresión, etc. El entorno, las interacciones con los
dueños, el estatus jerárquico, etc. tienen un efecto muy
importante en el transcurso del tiempo. El comportamiento
es un ejemplo ideal de la ley del caos.

241
La ley del caos es la imprevisibilidad de un sistema someti-
do a efectos deterministas. Es decir que incluso si se cono-
ciese la personalidad del perro a la edad de 7 semanas y
todas las influencias que va a experimentar a lo largo de su
vida, nos sería imposible prever su comportamiento en un
plazo de unos días o unas semanas. En cambio, se puede
prever casi con certeza que los comportamientos del perro
tendrán una cierta tendencia, por ejemplo, a la impulsividad
o a la hiperactividad. En teoría del caos, se dice que estarán
centrados en torno a un atrayente.
El nivel reaccional general del perro, sus tendencias de
personalidad, su atrayente, es por lo tanto mucho más
previsible. Para identificar este atrayente en un perro,
podemos interesarnos en el comportamiento :
! del cachorro ;
! de sus progenitores, de aquéllos que tienen una
genética en común con él.

Análisis de la personalidad del cachorro


Se puede observar al cachorro en medio de sus hermanos
y padres, o aislarlo y testarlo, por ejemplo forzándole a
adoptar ciertas posturas. Sólo serán significativas las
reacciones comportamentales que el cachorro adopte de
forma sistemática. Si el perro se muestra alternativamente
calmado y agresivo, no se puede extraer ninguna conclusión.
En cambio, el cachorro que es sistemáticamente agresivo,
reactivo, impulsivo, intolerante a la inmovilización y que
rechaza ser manipulado, mantenido contra el suelo boca
abajo o boca arriba, conservará la misma personalidad
durante toda su vida.
Un perro tranquilo y que acepta la manipulación puede
volverse agresivo con el tiempo, o continuar siendo
tranquilo y tolerante. Refiero al lector al gráfico del capítulo
sobre la agresión competitiva, donde puede visualizar la
evolución agresiva de diferentes perros en el curso del
crecimiento.

242
Análisis de la personalidad de los progenitores
La agresividad depende de numerosos genes. El gen es el
elemento del código genético que codifica una proteína. Un
gen tiene numerosos efectos comportamentales y un
comportamiento está sometido a la influencia de numerosos
genes. Si los ascendientes del perro que se prueba son
agresivos, éste tiene una cierta probabilidad de volverse
agresivo. Esta probabilidad es máxima si los dos padres son
agresivos y mínima si ni los padres ni los abuelos son
agresivos.
Por ejemplo, esta probabilidad disminuirá según la escala
siguiente :
! dos padres y cuatro abuelos agresivos
! un padre y cuatro abuelos agresivos
! un padre y dos abuelos (por parte del padre no
agresivo) agresivos
! un padre y un abuelo (por parte del padre no agresivo)
! un padre agresivo (y ningún abuelo agresivo)
! ningún padre ni abuelo agresivos

Pruebas realizadas en perros adultos


Los tests de agresión sobre perros adultos son poco
numerosos. Algunas pruebas están validadas científicamente,
es decir, están estandarizadas, son repetibles, sus resultados
son fiables y no dependen de la persona que realiza la prueba
y se correlacionan con la historia del perro.
! La validez es la concordancia entre la realidad
biohistórica del animal y el resultado de la prueba. Es
decir que la prueba evalúa correctamente aquello que
está destinado a probar, a saber en este caso, la
agresividad del perro.
! La fiabilidad es la concordancia de los resultados de la
prueba realizada por diferentes personas y en
diferentes momentos.
! La estandarización se aplica sobre la ejecución, la
observación, la interpretación y la evaluación.

243
Una prueba de este tipo es la de W. Netto y D. Planta
(1997). Su validez está ligada a 43 subtests. La duración de
esta prueba es equivalente a la de una consulta de comporta-
miento con un veterinario especialista y, en mi opinión, sus
conclusiones no son superiores a las de un experto. Sin
embargo, Doreen Planta ha puesto a punto un nuevo test
más rápido y que necesita menos tecnicismo y material : el
MAG test, que comprende 16 subtests.
Actualmente, sea el que fuere el valor de la prueba para la
selección de los progenitores, ello no ayuda al comporta-
mentalista a tratar al animal con más eficacia.

244
Cuando un niño llega…!

“Doctor, voy a tener un niño dentro de un mes, y mi


perro mordió a una visita el otro día. Tengo miedo por mi
hijo…”
“Doctor, estoy embarazada de cinco meses ; mi perro me
ha gruñido…”
“Doctor, voy a adoptar a una niña de un año, dentro de
dos meses…”

Comportamiento del perro durante el embarazo


En muchos casos, el perro parece enterado del embarazo
de su dueña. Incluso, a veces, es el primero en enterarse, y su
comportamiento se modifica. Podría ser que esta comunica-
ción se base en vías olfativas, por olores (feromonas). El
perro parece a veces irritable, a veces excitable, a veces
alterado sexualmente. Su irritabilidad se manifiesta ante todo
el mundo, incluida la mujer embarazada.

Prever el comportamiento del perro ante un


nacimiento
¿Qué es un bebé para un perro ?
Hay varias respuestas :
! una “cosa” que pertenece a la pareja dominante
(normal) ;
! un intruso en la vida, una perturbación de las rutinas
(ansiedad) ;
! un competidor por la atención de los propietarios
(normal) ;

245
! el culpable de una pérdida de privilegios, que hay que
eliminar (dominante) ;
! un cachorrito de la manada para apropiarse de él
(perra dominante) ;
! un animalito para cazar (cazador, no socializado) ;
! una cosa desconocida que debe evitarse (fóbico,
ansioso) ;
! etc.

Para poder prever -ejercicio peligroso- el comportamiento


del perro en una situación desconocida, como un naci-
miento, hay que apreciar diferentes situaciones :
! El estatus jerárquico del perro en la familia
! El perro y sus elementos psicobiológicos
! Las reacciones del perro frente a niños de diferentes
edades
! El nivel de atención que se concede al perro

Estatus jerárquico del perro


Para analizar el estatus del perro en la familia, remito al
lector al capítulo dedicado a la agresión competitiva y
jerárquica y a mi libro Mon chien est-il dominant ?
Debe recordarse que, en una manada de perros, el macho
dominante es el único que tiene el privilegio de ser padre.
Podría considerar que el niño que acaba de llegar le
pertenece e impedir a todos los demás que se acerquen a él.

El perro y sus elementos psicobiológicos


Deben analizarse todos los psychels del perro para
determinar si es equilibrado y sano o si padece una
enfermedad que podría repercutir sobre sus relaciones
sociales, sus capacidades de adaptación a una nueva situación
y su estabilidad de humor y, por lo tanto, sobre la
previsibilidad de sus comportamientos.
En el análisis de los psychels, se presta especial atención a
los comportamientos agresivos y destructivos, cualquier cosa

246
que sea hacia la que vayan dirigidos, incluidos los animales
pequeños y los muñecos de peluche.

Reacciones del perro ante los niños


Intento determinar las reacciones ansiosas o agresivas (o
predadoras) del perro en presencia de niños de diferentes
categorías de edad : desde el nacimiento hasta los 6 meses,
desde los 6 meses hasta los 12-18 meses, desde 1,5 años
hasta 3 años y desde 3 años hasta 6 años. Para un perro, cada
una de estas categorías podría ser considerada como una
“especie” diferente. Las reacciones del perro frente a bebés o
a niños de edades diferentes pueden cambiar. Debe
analizarse la menor reacción de temor, de huida, de
evitación, de agresión, de juego no controlado, etc., así como
las posturas, secuencias, etc. de cada comportamiento.

El nivel de atención concedido al perro


Me refiero aquí al nivel de atención general, a las caricias,
a la dedicación de tiempo… La llegada de un niño requiere
casi todo el tiempo de los padres ; no queda tiempo para el
perro. Para atenuar la impresión de ruptura o de desapego
hacia el perro, propongo reducir progresivamente el nivel de
atención durante los últimos meses de embarazo, para llegar
a casi nada de tiempo, a la llegada del bebe.
Igualmente, una vez que el niño está en casa, propongo
mostrarse indiferente al perro cuando el bebé no está en la
habitación (cuando está en su dormitorio, en su cuna) y
prodigar atenciones al perro cuando el niño está en la misma
habitación. ¿Por qué ? El objetivo es que el perro asocie el
niño a un extra de atenciones y no a una reducción de
afecto.

Prever el comportamiento del niño


No soy pediatra ni psicólogo infantil. He dividido a los
niños en categorías, según lo que conozco de su desarrollo
psicomotor y según las observaciones clínicas. Cualquier

247
niño puede ser objeto de una agresión ofensiva (y de
comportamientos de caza) ; ésta es más rara que la agresión
defensiva. Analicemos el riesgo de una agresión defensiva
según la edad del niño :
! del nacimiento a los 6 meses : el niño no tiene capacidad
motriz voluntaria hacia el animal ; está poco sujeto a la
agresión defensiva de un perro ;
! de 6 meses a 12 -18 meses : el niño anda a gatas, se
mueve en un andador, y después anda de pie ; se
desplaza activamente hacia el perro ; está sujeto a
reacciones de defensa del animal ;
! de 18 meses – 2 años y medio – 3 años : el niño entra en
la edad del “no”, es decir, la autonomía de
decisión ; prueba a sus padres y se opone a sus
consejos ; es el momento en que se prohibe al niño tocar
a perro y, mientras mira a los padres directamente a los
ojos, agarra el pelo del perro, le mete los dedos en los
ojos, las orejas o el ano ; el niño está en el máximo de
riesgo.
! de 3 a 6 años : el riesgo disminuye notablemente porque
el niño, sobre todo si vive con un perro, comprende
mejor su lenguaje y lo respeta ; además, el niño va a la
escuela y no permanece junto al perro.

Perro y niño juntos


Existe una regla absoluta, sea cual sea el perro : No debe
dejarse a un niño de menos de tres años y a un perro juntos sin
vigilancia. Es decir, no se deja al niño para ir a atender el
teléfono a otra habitación o para abrir la puerta de la calle…
Se lleva al niño o al perro pero nunca se les deja juntos sin
vigilancia. Igualmente, no se deja que el niño juegue en el
suelo al lado del perro mientras se está viendo la televisión o
leyendo, sin vigilar a los dos compañeros. La velocidad de
acción y de aceleración de un perro es tal que se tiene poco
tiempo para intervenir cuando se está vigilando. Más de un
padre ha encontrado ha su hijo sangrando sin haber visto ni

248
oído nada hasta el momento de los lloros del niño ; y estos
padres son incapaces de describir lo que ha sucedido.

El regreso de la maternidad
A menudo se aconseja llevar los pañales y las ropas sucias
a la casa para que el perro se acostumbre al olor del niño
antes de que éste llegue. Es una buena idea. Sin embargo, no
es recomendable dar estos objetos al perro para que juegue
con ellos, los lama, los rompa… Las ropas y pañales del niño
son partes del niño, llevan su olor y deben ser intocables. El
objetivo de este aprendizaje no es indicar al perro que puede
lamer y comer al niño, sino acostumbrarle a su olor y a
respetarlo.

Los riesgos
Sin querer atemorizar a nadie, pero para aumentar la
prevención de riesgos de mordiscos a niños, hay que citar
algunas cifras. Un estudio ha estado dirigido en el 2001 por
el profesor Kahn, en la Bélgica francófona en los servicios
de urgencias de las grandes ciudades, y en él el profesor se
interesó por las edades de los chicos de menos de 16 años.
Otra encuesta ha sido dirigida por el veterinario Rudy De
Meester en la Bélgica neerlandófona sobre 5.095 niños de la
3ª primaria (8 años).

Algunas cifras
Algunas cifras del estudio del profesor Kahn :
! los mordiscos de perro representan el 0,24 % de casos
presentados en los servicios de urgencia,
aproximadamente 3,7 veces menos que los accidentes
de tráfico y 3,3 veces menos que las quemaduras.
! El 65 % de niños son mordidos en el hogar (en su
casa o la del perro, más de 8 casos sobre 10) y el 35 %
son mordidos en la vía pública (7 casos sobre 10 en la
calle)

249
! Los chicos son más a menudo mordidos que las
chicas, sobretodo en edad joven : sobre los 6 años, el
ratio es de 1,63 por encima es de 1,23.
! En el hogar, el 93,8 % de los casos, el niño conocía al
perro y el 84,6 % el perro pertenecía a la familia.
! En el hogar, el niño jugaba con el perro (34 %), o
cerca del perro (11 %), cuando se aproximó al perro
que estaba comiendo (14 %), cuando entraba en una
habitación ocupada por el perro (12 %), al
sorprenderlo mientras dormía (7 %), queriéndolo
acariciar (6 %), cuando le quitó un juguete (2 %).
Dentro del 14 % de los casos, no existía razón
objecionable. Los niños que molestan al perro en el
momento de su comida o cuando duerme, son más
jóvenes (tienen una media de 4 años) y los que son
mordidos durante las actividades de juego (8,5 años).
! Las regiones anatómicas mordidas con más frecuencia
son : la cara y la cabeza (46 %) y los antebrazos
(28 %). Los mordiscos a la cara y cabeza ocurrieron
por perros que comían en un 78 % y 67 % por perros
que jugaban. Cuanto más joven es el niño, el riesgo de
ser mordido en la cara y cabeza es mayor : 80 % en
menores de 4 años, 64 % de 4 a 8 años, 16 % entre 8 y
12 años y el 11 % entre 12 y 15 años.
! Dentro del 75 % de casos, los mordiscos son únicos,
un 25 % son múltiples. Los mordiscos múltiples son
más frecuentes en el hogar que en lugares públicos y
cuando el niño juega con el perro (29 %)
! El 8 % de los mordiscos requieren cirugía plástica.
! El 84 % de niños han seguido una revisión solo
médica y el 2 % también psicológica.
! El veterinario ha sido consultado… solo en un 28 %
de casos (más frecuente, es decir dentro del 50 % de
los casos de mordiscos a la cara), y 6 perros fueron
eutanasiados.

250
Niño mordido en la cara

Algunas cifras del estudio del Dr. Rudy De Meester :


! 4,9 % de niños de 8 años son mordidos por un perro.
! 25 % de mordiscos son causados por el perro de la
familia, 49 % por un perro conocido del niño (o de su
familia) y 26 % por un perro desconocido
! 9 % de niños son enviados al servicio de urgencia del
hospital.
! Una recidiva de mordiscos dentro del mismo año se
encuentra en una mediana del 16 % de casos, 29 % de
casos por el perro de la casa, 16 % de casos por un
perro conocido y 5 % de casos por un perro
desconocido.

Discusión y prevención
Un niño (de 8 años) sobre veinte es mordido por un
perro. Si el proceso se repite cada año, se puede calcular que
más del 50 % de niños serán mordidos por un perro entre el
nacimiento y la edad de 20 años, a veces en más de una
ocasión, y algunos severamente. Con este mismo caso
hipotético, habrá un niño por cada 10 que pasará por el
servicio de urgencias de un hospital por mordedura de perro.

251
La mayoría de casos ocurren cuando el niño se encuentra
solo con el perro. La prevención es simple : no dejar solos a
niños y perros sin vigilancia.
Situaciones de riesgo son aquellas donde los movimientos
del niño en dirección al perro invaden su espacio, las zonas
de seguridad cuando él duerme o está comiendo. Aquí aún,
la prevención es fácil : se le enseña al niño a llamar al perro
para que acuda y no se le deja ir hacia el perro.
Numerosos accidentes ocurren durante el juego con el
perro, hay que guardar en mente que los perros pierden una
parte de su control motor por excitación.
La mayoría de perros que muerden en el hogar son
mayores que los niños a los que muerden, lo que nos lleva a
pensar que el perro se adquirió antes del nacimiento del
niño. Es necesario advertir a los futuros padres que
preventivamente se dejen aconsejar por un veterinario
especialista en comportamiento, a fin de realizar una mejor
prevención de accidentes.
Como un 16 % de los niños son mordidos por segunda
vez durante el año, es por lo tanto urgente, ejecutar una
prevención secundaria, consultar un veterinario especialista
en comportamiento y tratar al animal.
Solamente 2 % de los niños han consultado un psicólogo.
Esta cifra es dramática, denota la poca conciencia de los
padres por las consecuencias psicológicas de un mordisco.
Éstas no deben ser minimizadas. Muchos niños sufren
problemas psicológicos post-traumáticos y deberían obtener
un seguimiento psicológico.

252
Referencias
De Meester R., H. Laevens et alii. Dog aggression : an
inquiry on the frequency of dog bites towards children in
Flanders. Proceedings of the 8th ESVCE Meeting on
Veterinary Behavioural Medicine, Granada 2nd of
October. 2002.
Kahn A., Bauche P. et alii. Children victims of dog bites
treated in emergency departments ; a prospective study.
Soumis à publication. 2002.

253
Las responsabilidades

Es legalmente responsable del perro y de sus comporta-


mientos su propietario, su guardián, su “responsable”, es
decir, la persona a cargo de la cual está el perro.
Los expertos contraen responsabilidades contractuales, es
decir que dependen del contrato realizado entre el propie-
tario y ellos mismos. Este contrato rara vez es escrito ; la ley
estipula una obligación de medios, es decir que el experto
debe aplicar los medios más adecuados para responder a las
necesidades. Debe también adoptar el máximo de seguridad
en estos medios.
Esto significa que ningún experto puede garantizar que un
perro no morderá. El contrato de tratamiento de un perro
agresivo se basa en una mayor previsibilidad de las
agresiones, una normalización de la secuencia, un control
aumentado de la mordedura, una reducción de la frecuencia
y de la intensidad de las agresiones, una reducción de la
peligrosidad.
Sin reducir el efecto de la responsabilidad, pero para
disminuir la presión económica que un riesgo de mordedura
supone para una familia, propongo a todos asegurar el riesgo
con una compañía de seguros adecuada.

Las competencias requeridas


Para manejar los comportamientos y los problemas de
agresión son necesarias ciertas competencias. El perro debe
tener la capacidad de controlar sus comportamientos y de
adaptarlos correctamente a las circunstancias. Su genética, su

255
socialización, su educación y el entorno contribuyen a
favorecer o a perturbar este proceso.
El objetivo de los tratamientos es devolver al perro
capacidades de adaptación. El sistema en el que vive el perro
agresivo, su familia, deben poder manejar estos comporta-
mientos. Pienso particularmente en los niños, en las
personas mayores, en las personas discapacitadas y en las
personas que tienen miedo del perro. Este criterio se tiene
en cuenta en el análisis de la peligrosidad.
El experto que se hace cargo de un perro agresivo, en la
educación o en la terapia, debe poseer la competencia
profesional requerida. Compromete su responsabilidad
profesional y moral. Los tratamientos y las terapias deben
adecuarse a cada perro agresivo, y no los perros a las
terapias. Utilizar las mismas terapias sin individualizarlas para
cada perro y su sistema de vida es una violación de la ética
profesional.
Por último, la sociedad debe ser competente para disponer
barreras de protección contra las agresiones, para juzgar y
para legislar. Para ser eficaz en el ámbito de la salud pública,
la ley debería dirigirse preferentemente al perro más
mordedor, es decir, al perro de familia. Las leyes relativas a la
seguridad pública deberían aplicarse a las agresiones en la vía
pública y a las agresiones por perros de malhechores.

256
Anexo 1 – Ayuda a las víctimas

La víctima de una agresión o su entorno próximo sufren


un estado de angustia aguda. No es fácil reflexionar y realizar
los actos adecuados a las circunstancias. Algunos consejos en
caso de mordedura de perro son los siguientes :
¿Qué es lo primero que hay que hacer ?
1. Cuando se ha sufrido una mordedura grave :
! ponerse en un lugar seguro (aislarse del perro) ;
! ocuparse de las propias heridas, realizar un vendaje
compresivo y, si es necesario, aplicar un
torniquete ;
! telefonear al servicio de ambulancias o acudir
rápidamente al servicio de urgencias de un
hospital ;
! contactar con la línea telefónica de ayuda de
emergencia de su área, si existe.

2. En caso de mordedura moderada :


! ponerse en un lugar seguro (aislarse del perro) ;
! ocuparse de las propias heridas, realizar un vendaje
compresivo en caso de hemorragia ;
! contactar con el médico y seguir escrupulosamente
sus prescripciones (toda mordedura puede tener
consecuencias graves : infección, necrosis,
tétanos…).

Una vez resuelta la urgencia y con los cuidados médicos


aplicados, ¿qué debe hacerse con relación al perro ?
1. Si el perro mordedor no pertenece a la familia :

257
! presentar una declaración ante los servicios de
policía ;
! presentar una declaración al seguro de salud y al
seguro de hospitalización (si es necesario) ;
! informar al propietario del perro (si se
conoce) ; verificar si el perro está vacunado contra la
rabia (en zonas infectadas).

2. Si el perro agresor (incluso en caso de simple amenaza)


pertenece a la familia :
! verificar si el perro está vacunado contra la rabia (en
zonas infectadas) ;
! contactar con el veterinario y solicitar un diagnóstico
físico y comportamental ;
! si es necesario, solicitar la referencia a un veterinario
comportamentalista y concertar una cita, para
comprender la dinámica de la relación entre el
perro, la víctima y los otros miembros de la familia ;
! iniciar un protocolo educativo o terapéutico para
prevenir un nuevo incidente o reducir los riesgos de
accidente (de mordedura) ;
! en caso de mordedura eventual, contactar con el
médico para conocer el procedimiento de los
cuidados y el tratamiento local de la lesión.

Toda amenaza debe considerarse como una agresión,


hasta la evaluación por parte de una persona competente.
Toda agresión debe evaluarse para comprender sus
dinámicas, sus causas y sus consecuencias y poder evitar los
accidentes.
Toda mordedura debe curarse inmediatamente. No hay
que esperar, ni siquiera unas horas. Debe evitarse el riesgo de
una infección, una cicatrización difícil, cicatrices residuales,
anquilosis por lesiones tendinosas, pérdida de sensibilidad o
motricidad por afectación de nervios, etc.
Solicite ayuda. No se enfrente solo o sola a las agresiones
de perros.

258
Anexo 2 – Colaboración con el médico

¿Qué consejos puedo dar a los médicos de familia de las


personas mordidas ?
! cálculo de peligrosidad : ver tabla.
! ¿que recomendar a la víctima y su familia ? El lector
puede referirse al anexo 1.
! ¿qué declaraciones debe -puede- hacer ? Este tercer
punto depende de las leyes vigentes en su país.

Si piensa que un niño está en riesgo de maltrato pasivo o


activo por mordedura o debido a la peligrosidad de un perro,
debe sin duda hacer una declaración a la policía, al juez de
menores o a una asociación de ayuda a los niños (SOS
niños,…), dado que ese riesgo anula el secreto médico y que,
en el caso contrario, existiría la posibilidad de “no asistencia
a persona en peligro”.
En algunos países, si usted es médico o médico de
urgencias, debe utilizar un código informático especial para
“mordedura de perro”.
Si sospecha la responsabilidad del perro de la familia y
desea obtener una información precisa, evite toda
culpabilización o responsabilización (de los allegados) de la
víctima.
El momento ideal para recabar datos es en la sala de
espera del servicio de urgencias o en la sala de consulta del
médico.

259
Éstas son algunas preguntas estándar :
¿Podría darme información sobre… :

el perro Raza :………………………


Peso :…… Sexo :……….
Vacunación contra la rabia : si/no
Las circunstancias ¿Cómo ha ocurrido ? ¿Qué hacía el
de la agresión perro en el momento de la agresión ?
¿Qué hacía la víctima ? ¿Quién se ha
acercado primero ?
Los ¿El perro ha gruñido, enseñado los
comportamientos dientes ? ¿Se ha puesto rígido ? ¿Tenía
del perro una postura alta o baja (agachado) ?
El mordisco ¿Ha consistido en pequeños mordiscos
repetidos o en una presa fuerte y
sostenida ?

Etc.

A partir de estas preguntas, se puede rellenar una


evaluación (un formulario) de peligrosidad. Para más
información, el lector puede remitirse al capítulo El cálculo de
la peligrosidad.

260
Árbol de decisión
Ejemplo de árbol de decisiones para médicos.

Mordisco de perro

Accidente Ataque sobre la


Doméstico via pública

Accidente Maltrato Llamar


símple o serio al 061

por su no por su Víctima Intervención


propio perro propio perro = niño de la policía

declaración Servicio
obligatoria de urgencias
a la policía
o al juez

Documentos
a entregar
al patiente

Certificado
médico

Compañías aseguradoras
Policía
Etc.

ficha
de información
ministerial

Control Veterinario Control y seguimiento


del perro psicológico del niño
Salud & (si trauma)
comportamiento

Contactar Salud (niño)


Compañias de seguros Riesgos
Policía infecciosos
Etc & handicap

Cirugía
estética
(niño)

261
Anexo 3 – Escala de evaluación

Escala de evaluación global de funcionamiento


(EGF).
Esta escala es la propuesta en el manual diagnóstico y
estadístico de trastornos mentales de la asociación psiquiá-
trica americana (DSM-IV). Esta Biblia de la nosografía
psiquiátrica humana contiene una descripción ateórica de los
trastornos psiquiátricos, es decir, que al DSM no plantea
ninguna hipótesis de la causalidad o de la patogénesis, ni
ofrece ninguna sugerencia para el tratamiento. En mi libro
Mon jeune chien a des problèmes, he preconizado adaptar al perro
la escala de evaluación presentada en el DSM.
Esta es la escala en cuestión y, en la parte derecha, se
muestran algunos ejemplos.

Signos en el humano Signos en el perro agresivo


81 Síntomas ausentes o Pequeños gruñidos de
a mínimos, buen asertividad, mímica de
90 funcionamiento, buenas amenaza con retracción de
iniciativas, sin más los belfos, muestra de los
problemas que las dientes, en caso de conflicto
pequeñas preocupa-ciones por un hueso, por
de la vida cotidiana. manipulación, por molestias
en el lugar de descanso, etc.
Posturas comprensibles.
Secuencia de agresión
limitada a la
fase de amenaza. etc.
71 Síntomas transitorios, Algunos días al mes
a reacciones previsibles por malhumorado, o más

263
80 factores de estrés, irritable al anochecer, pero
invalidez ligera del sólo con amenazas visibles
funcionamiento social o y por lo tanto
profesional. manejables. etc.
61 Algunos síntomas leves o Desconfianza hacia los
a pequeñas dificultades o extraños y ladridos de
70 incapa-cidad en la comuni- distanciamiento en
cación social o en la la calle, hacia personas de
actividad profesional. aspecto extraño.
Impulsividad en la reacción
agresiva, pero con control
de los ataques y de la
mordida. etc.
51 Síntomas de intensidad Ataques de pánico una o
a media o incapacidad dos veces al mes.
60 media en el Reacciones
funcionamiento social o de evitación y/o de
profesional. agresión
controlada frente a ciertas
personas o ciertos
perros. etc
41 Síntomas o incapacidad Agresión de controlada a
a importantes. fuerte,
50 que obliga al propietario a
mantener al perro bajo
control
(correa, bozal). etc.
31 Síntomas o invalidez Comunicación gravemente
a mayores. alterada (perro delincuente).
40 Recurso frecuente a
agresiones,
con pérdida de control
(mordeduras más fuertes).
Agresión
sistemática contra una
categoría de individuos
(perros o humanos). etc.

264
21 Síntomas o Agresión importante y mal
a incapacidad controlada contra quién sea,
30 graves. excepto algunos familiares.
Alucinaciones. Alucinaciones.
Depresión Movimientos repetitivos
aguda grave con (estereotipias) durante dos horas al
deterioro físico. día.
11 Peligrosidad Agresión violenta e imprevisible.
a marcada. Perro delincuente (disocializado)
20 Síndrome hiperagresivo. Hiperagresiones
disociativo. primaria y secundaria asociadas a
Incapacidad total contextos y circunstancias
para frecuentes, o que se vuelven
comunicarse con imprevisibles.
perros y humanos.
Depresión aguda
grave
con riesgo de
mortalidad.
1 à Hiperagresividad Perro hiperagresivo en todas las
10 sistematizada. circunstancias.

Notas :
Profesional : perro de trabajo, de policía, de búsqueda, etc.

Esta escala se realiza el día cero -día de la consulta, día de


la lectura de este capítulo- y permite seguir la evolución del
perro, tanto si mejora como si empeora :
! en el curso del tratamiento ;
! en el curso de la evolución de su problema, si es que
no recibe un tratamiento.

Los veterinarios comportamentalistas disponen también


de escalas cuantitativas de evaluación emocional o agresiva
del perro, elaboradas por P. Pageat, que serán de auténtica
ayuda para el seguimiento del tratamiento.

265
Anexo 4 – Cómo comportarse en
presencia de un perro agresivo

¿Cómo hay que comportarse en presencia de un perro


amenazante y, sobre todo, en caso de ataque ? Puesto que a
igual peso corporal, el perro es más fuerte y más rápido que
el hombre, es difícil dominarlo físicamente. Mi opinión es
que es más importante sobrevivir y salir indemne que ganar
el conflicto a toda costa.
La primera regla es válida frente a cualquier perro,
agresivo o no. Esta regla consiste en :
! No avanzar hacia un perro. Es mejor no avanzar hacia
un perro e imponerse a él ; es preferible llamarle para
que venga hacia uno. De esta forma, se evita toda
agresión defensiva. Si el perro no quiere venir -y está
en su derecho- comunica su desacuerdo ante vuestra
proposición.

Mis recomendaciones ante la presencia de un perro


agresivo (con libertad de movimientos) son :
! Quedarse de pie.
El perro tiene tendencia a respetar más al ser humano
que está en posición de pie que al que está tumbado o
agachado.
! Quedarse inmóvil.
El perro rara vez agrede sin motivo. Incluso en un
estado de sobreexcitación, agrede poco a una persona
inmóvil. En cambio, ataca más fácilmente a una
persona que se mueve, sobre todo si los gestos son
bruscos o caóticos.

267
! En posición de pie, mantener los brazos pegados al
cuerpo.
Si se está de pie, inmóvil, es preferible mantener los
brazos pegados al cuerpo, y no alzarlos.
! En posición agachada o tumbada, proteger la nuca.
Si nos hemos caído y el perro nos ataca, es preferible
inclinar la cabeza sobre el pecho, cruzar las manos
detrás de la nuca y colocar los codos delante de la
cara. Esta posición protege frente a las mordeduras
mortales en el cuello.
! No mirar al perro de frente.
Ante un perro amenazador, es mejor mirarlo de lado.
La mirada de frente es amenazante, la mirada de lado,
apaciguadora.
! En caso de ataque, dar patadas en el vientre.
Si la inmovilidad no evita el ataque del perro, tenemos
derecho a defendernos. Lo mejor es dar patadas en el
vientre del perro. Cuando el perro se sorprende y se
detiene, hay que buscar un lugar para ponerse a salvo.
Si es necesario, se puede trepar a un árbol, pedir
auxilio, unirse a otras personas, encerrarse en otra
habitación, etc.
Si el perro agresivo ha de ser manipulado, es mejor
ponerle un bozal y un collar estrangulador con correa. Así,
una persona puede controlar a un perro que pese la mitad
que ella. No hay que dudar en estrangular al perro para que
se calme por falta de oxígeno. La posición ideal es sujetar
muy en corto la correa, acabalgarse sobre el perro para
inmovilizarlo entre las rodillas, y tirar de la correa hacia
arriba para estrangularlo. Cuando el perro se calma, hay que
aflojar el collar para que pueda respirar. Debe permanecerse
atento, preparado para tirar de nuevo de la correa. Esta
manipulación puede durar varios minutos y es muy dura
tanto para el manipulador como para el perro.
Si el perro agresivo que debe ser manipulado está libre, si
está sin bozal, collar ni correa, es preferible solicitar la ayuda
de un experto o llamar a la policía.

268
Anexo 5 – El perro peligroso y la ley

Me ha parecido interesante pedir a los expertos sus


comentarios con respecto a las leyes que gobiernan la
peligrosidad del perro en sus respectivas naciones. Me he
limitado el discurso a los países francófonos y en esta
traducción española también he insertado la parte que
concierne a España.

Bélgica
Autor : Rudy De Meester
Doctor en medicina veterinaria
Traducción del holandés : Pascale Tant (9.04.2002)

A fecha de hoy (marzo 2002) Bélgica no dispone de


ninguna legislación particular concerniente a la agresividad
canina. Aunque un cierto número de propuestas de ley hayan
sido elaboradas, ninguna de ellas ha sido discutida en el
Parlamento.
Bélgica es un estado federal que delega importantes
competencias a sus comunidades. No obstante, materias
como la seguridad pública, justicia y bienestar de los
animales, están encomendadas a la competencia federal. Las
normas pertinentes son integradas en el Código Civil,
Código Penal, Ley sobre el ejercicio de las funciones
policiales, Ley Comunal, así como en la Ley sobre
protección y bienestar animal. Por otra parte, existen varios
reglamentos de policía local.

269
Código Civil
El artículo 1385 del código civil proclama lo siguiente :
“El propietario de un animal o quien se sirve de él, en el
tiempo en que éste está sometido a dicho uso, es
responsable del daño que el animal haya causado, ya sea que
el animal estuviera bao su control o que se hubiera perdido o
escapado.”
Esto indica que es suficiente que el animal sea el causante
del daño para activar el dictado de esta norma en contra de
su propietario o guardián. De ahí que no se precise que el
animal aya cometido el acto. Pero, el nexo causal entre el
animal y el daño bien puede ser interrumpido cuando el
animal, entre otras eventualidades, no ha actuado de manera
anormal e imprevisible, y el daño es el resultado de un error
de la víctima, en el cual caso el posible error del propietario
o del guardián como causa del daño, desaparece. El hecho
de que la víctima sea o no (co) responsable de la causa del
siniestro y, en caso afirmativo, en qué medida, es una
apreciación confiada a la interpretación del juez.
Existen numerosos precedentes judiciales en los cuales los
jueces se convencieron de que la víctima había cometido un
evidente error, y que los consecuentes perjuicios eran de
imputar a su acción. Errores de esta clase han sido
reconocidos, por ejemplo, en los siguientes casos :
# Un propietario se cae al tratar de separar a su caniche
de un labrador en ocasión de una pelea entre los dos
animales.
# Una persona que se entromete en una pelea entre
perros para separar a los combatientes, comete un
error que debe considerarse como única causa de los
daños padecidos.
# Un representante que penetra en un domicilio en
búsqueda de los propietarios y es mordido por el
perro ahí afincado.
# Una persona que accede a una vivienda sin haber sido
invitada.

270
# Una persona que acaricia a un perro desconocido en la
calle.
# Un niño de siete años que se sube en la espalda de un
pastor alemán, comete un error grave. En este caso, la
reacción del perro que muerde, no se puede
considerar anormal.
# Dos San Bernardos están de guardia en una finca
cerrada. Un niño de once años abre la puerta, los
perros se escapan y le muerden gravemente. El niño
era conocedor de que no debía acercarse a los perros,
pero lo hizo a pesar de todo. El propietario de los
animales fue absuelto.

Por otra parte, en los casos que siguen, no se ha llegado a


reconocer ningún error en la actuación de la víctima :
# Un niño de seis años que trata de impedir el acceso a
un teckel, normalmente dulce y dócil, que le muerde
repentinamente.
# Un niño que, para acariciar a un perro que había
llamado su atención, se introduce en el jardín del
vecino y es mordido.
# Un empleado que, a fin de repartir el correo, desliza su
mano en el buzón y es mordido.
# No comete ningún error el empleado de la compañía
de aguas que llama a la puerta para anotar los números
del contador y es mordido. El error se debe imputar al
jefe del propietario el cual, al dejar a un perro
peligroso suelto en la propiedad, debería haber
cerrado la puerta con llave o haber custodiado al
animal en un recinto adecuado.

La desvinculación de la responsabilidad puede ser


conseguida si el propietario logra abastecer la prueba de que
se trató claramente de un caso de fuerza mayor.
En principio, la responsabilidad reposa en el jefe del
propietario, excepto cuando se pueda probar que en el

271
momento del accidente otro sujeto de derecho se estaba
ocupando del animal.
Así, un transportador puede ser considerado también
como guardián. Análogamente, un veterinario, un educador
canino, un terapeuta del comportamiento que estén
trabajando con un perro, pueden considerarse como
guardianes.
En definitiva, el propietario puede liberarse de la
responsabilidad si puede demostrar claramente que un
tercero ha cometido el error que ha causado el daño, al
provocar el comportamiento del animal sin que este
propietario pudiera hacer nada.

Código Penal
A una mirada detenida, es posible vislumbrar que el
Código Penal prevé numerosas posibilidades de perseguir a
aquellos cuyos perros hayan causado un daño a una persona
u otro animal, provocándoles la muerte o heridas graves. En
la práctica, estas provisiones son empleadas raramente,
aunque su utilidad se pueda probar en base prácticamente
diaria, volviendo así totalmente superflua la exigencia de una
legislación específica y más estricta.
Para empezar, en el Código Penal se hallan unos artículos
en los que se mencionan las infracciones y las penas relativas
para la violencia hacia las personas. Éstos se sitúan en el
Libro II – Título VIII, bajo la definición de CRÍMENES Y
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS.
CAPÍTULO I – DEL HOMICIDIO Y DE LAS
LESIONES CORPORALES VOLUNTARIAS. Art. 392,
392bis
SECCIÓN I – DEL ASESINATO Y DE SUS
DIFERENTES ESPECIES. Art 393-397
SECCIÓN II – DEL HOMICIDIO VOLUNTARIO
NO CALIFICADO COMO ASESINATO Y DE LAS
LESIONES CORPORALES VOLUNTARIAS. Art. 398-
401, 401bis, 402-405, 405bis, 405ter, 406-410.

272
CAPÍTULO II – DEL HOMICIDIO Y DE LAS
LESIONES CORPORALES INVOLUNTARIAS. Art.
418-420, 420bis, 421-422.
DE ALGUNAS OMISIONES CULPABLES. Art.
422bis, 422ter.

El Título IX, sección VI retoma una serie de artículos


relativos a la matanza de animales de terceros.
Los artículos 538, 540 y 541 pueden aplicarse a quienes
emplean a sus perros para matar a otros animales, ya sea que
esto tome lugar o no, en la propiedad del dueño de los
animales. Así pues, el Art. 541 tipifica claramente a : “Aquel
que haya matado, sin necesidad, a un animal doméstico… o
le haya causado una lesión grave, en un lugar…” ; Y añade :
“Se aplicarán las mismas penas si los hechos han sido
cometidos con brutalidad en perjuicio de un animal
doméstico o mantenido en cautividad en los lugares en
donde los animales son tenidos, o bien en perjuicio de un
animal doméstico durante el desempeño del servicio al cual
está destinado, y en un lugar donde su amo tendría el
derecho de hallarse.”
En la sección VII, el artículo 543 establece que los hechos
anteriormente descritos cometidos contra un funcionario
público, ya sea durante el ejercicio de sus funciones o por la
noche, agravan la pena. El hecho de azuzar a un perro para
que ataque a un perro-policía o de guarda, así como las
heridas que se les causaran, recaen bajo las previsiones de
este artículo.
En el título X se recogen los diferentes tipos de
infracciones y relativas sanciones. El artículo 556 establece
que : “serán asimismo castigados con la multa (2) aquellos
que dejen merodear… o animales nocivos o feroces. (3)
Aquellos que exciten o no controlen a sus perros en el caso
de que ataquen o persigan a los transeúntes, incluso si de ello
no resulte ningún daño.”. En el párrafo (5) el artículo
sanciona a : “aquellos que… hubieran matado cruelmente o

273
herido de gravedad a un animal doméstico en perjuicio
ajeno…”.
El artículo 559 determina las sanciones infligidas a
“aquellos que hubiesen causado la muerte o heridas graves a
animales… a causa de su merodeo… o a animales nocivos o
feroces…”.
Finalmente, el artículo 559 determina las sanciones
conminadas para “quienes hubieran matado voluntariamente
y sin necesidad o causado heridas graves a un animal
doméstico… salvo que el hecho se hubiese producido en un
lugar del cual el amo del animal o el culpable fueran
propietarios o arrendatarios…”. En otras palabras, este
precepto se refiere a la vía pública

La Ley de protección y bienestar animal del 14 de


agosto de 1986.
La Ley sobre la protección y el bienestar de los animales
se funda en la conveniencia de los mismos. Por consiguiente,
la Ley incorpora una serie de artículos relativos a la cría y
tenencia de animales. Esta norma atiende al interés de los
animales. La relación con el control del comportamiento
agresivo en los perros debe, por lo tanto, ser considerada
también desde este punto de vista.

a. Combates de perros y adiestramiento.

Art. 1 : “Nadie puede dedicarse intencionalmente a actos


no previstos por la presente Ley cuyo objetivo sea el de dar
muerte inútilmente a un animal o causarle inútilmente una
mutilación, lesión o sufrimientos.”.
Art. 35.2 : “... será castigado… quien… organice peleas de
animales… y participe con sus animales, o como
espectador…”
Art. 36 : “será castigado… quien… (1) excite la ferocidad
de un animal adiestrándolo contra otro animal ; (9) emplee
un animal a fines de adiestramiento… en la medida en la que

274
sea evidente que de dicho empleo impropio resultan dolores,
sufrimientos o lesiones evitables”.

b. Identificación y censo

En obsequio al dictado de la Ley de protección y bienestar


animal, existe en Bélgica una obligación de identificar y
censar a todos los perros nacidos después del 1 de
septiembre de 1998 (A.R. 17.11. 1994, modificado el
19.08.1998). La identificación es igualmente obligatoria
cuando se trate del cambio de propietario de un perro
nacido anteriormente a dicha fecha. Los datos de la
identidad del perro y de la persona responsable son
insertados en un registro central que puede ser consultado
por cualquier persona y en cualquier momento. Aunque la
finalidad inicial del legislador consistía en la reducción del
número de animales perdidos o abandonados, se ha notado
prontamente que la base de datos resultante de la
identificación ofrecía también grandes posibilidades en el
control de la problemática de las agresiones caninas.
El 21 de octubre de 1998, el entonces ministro de
Agricultura decidía introducir la obligación de identificación,
censo e inscripción municipal para los perros pertenecientes
a 13 razas, a las que se atribuyen ciertas características
agresivas, prescindiendo de su edad. Aunque esta norma
haya sido sucesivamente anulada por el Consejo de Estado
(decreto 80.521 del 3 de mayo de 1999), todos los perros
pertenecientes a dichas razas deben, en teoría, ser
identificados y censados. En la exposición de los motivos de
la norma se menciona literalmente la necesidad de “tomar las
medidas para la responsabilización de los propietarios de
determinados perros que disponen de un potencial de
peligrosidad o que han mostrado signos de agresividad.”.
Nótese que, curiosamente, en la versión holandesa de esta
ley no se habla de “determinados perros”, sino de
“determinadas razas de perros”.

275
c. Cría, comercio y refugios

La norma que concierne a estos aspectos es el artículo 5,


junto con sus reglamentos de ejecución. Éstos prevén las
normas mínimas a las que los establecimientos deben
conformarse. En el contexto de estas cláusulas, actualmente
se otorga poca consideración a la prevención de las
agresiones.
19 de agosto de 1998.- Real Decreto concerniente la
modificación del real decreto de 17 de febrero de 1997
relativo a las condiciones de aprobación para los criaderos de
perros y gatos, los refugios, pensiones y establecimientos
comerciales para animales, así como sobre las condiciones de
comercialización de los animales.
Publicación : 1998-08-28 (Ed.1)

El futuro
Un grupo de trabajo del Consejo para el Bienestar de los
animales se ocupa actualmente de adaptar las condiciones de
explotación de los criaderos, establecimientos comerciales y
refugios para perros, con atención preponderante en la
prevención de los problemas comportamentales. El objetivo
de las autoridades es abordar de este modo la problemática
de las agresiones, mediante una legislación que no esté
vinculada a las razas.
Un plan de seguridad en cuyo marco se prevé un apartado
relativo a las agresiones realizadas en la vía pública por
medio de perros fue propuesto en el año 2000 por el actual
ministro de Justicia. En este contexto se prevé la posibilidad
de establecer. áreas de contacto en las municipalidades,
donde se puedan declarar y hacer un seguimiento acerca de
los actos (potencialmente) peligrosos realizados por perros.
(La posibilidad está prevista en este contexto, se trata de
crear áreas de contacto en las municipalidades donde hechos
(potencialmente) peligrosos actuados por perros se pueden
señalar y establecer un seguimiento.). El desarrollo de dicha
posibilidad está siendo actualmente examinado por un grupo

276
de trabajo interministerial que combina a los ministerios del
Interior y al ministerio competente en materia de bienestar
de los animales. Se está buscando una definición correcta de
perros peligrosos y potencialmente peligrosos a fin de poder
implantar una mayor seguridad jurídica.
Como se ha mencionado, actualmente están al examen del
Senado belga tres proyectos de ley que atañen al problema
de las agresiones caninas. Dos de ellos implican un
acercamiento preventivo vinculado con la raza, mientras que
el tercero se funda principalmente en la introducción de una
categoría de sanciones destinadas a aquellos propietarios
cuyos perros hayan herido o matado a personas.
Al estado actual es imposible pronunciarse acerca del
ulterior desarrollo de dichas proposiciones.

La Ley sobre el ejercicio de las funciones de policía


Según esta Ley, la policía posee todas las competencias
para (hacer) alejar de la vía pública a perros peligrosos o para
hacerlos eutanasiar en el marco de la seguridad pública.
Art. 24 : “Los servicios de policía toman todas las medidas
de seguridad necesarias con atención a los animales
peligrosos o abandonados para poner fin a su divagación”.
Art. 30 : “Los objetos y los animales que representan un
peligro para la vida y la integridad física de las personas y la
seguridad de los bienes, pueden, en los lugares abiertos al
público, ser sustraídos de la libre disposición del propietario,
poseedor o tenedor, por un funcionario de policía para
exigencias de tranquilidad pública y para el tiempo necesario
al mantenimiento de la tranquilidad pública…”
En este caso se trata de un decomiso administrativo que
puede durar al máximo seis meses, precisando, sin embargo,
que : “... salvo que necesidades imperativas de seguridad
pública justifiquen la destrucción inmediata.”.

277
Legislación local.
Por otra parte, un gran número de municipios posee
reglamentos de policía municipal que prohiben la tenencia de
perros de determinadas razas o la somete a ciertas
condiciones. En algunos ayuntamientos, unos reglamentos
municipales imponen el uso del bozal para los perros que
excedan un dado límite de peso o la obligación de llevarlos
con correa.
Cuando se indaga en qué periodo estas reglamentaciones
han sido elaboradas, se vislumbra que generalmente son el
efecto de un accidente alrededor del cual la prensa ha creado
cierta inquietud o del acercarse de las elecciones locales. Una
encuesta realizada por la VDWE y el GERC (1998) quiso
averiguar en qué medida esa legislación había sido aplicada.
El resultado fue que en la práctica, no había sido nunca
aplicada de ninguna manera. A raíz de una conversación del
autor de este trabajo con unos ediles se desprendió que el
reglamento municipal había sido promulgado únicamente
para ser empleado en la eventualidad de accidentes. La
inspiración ha sido captada por la legislación sobre los
municipios fronterizos. Existe el riesgo de que, en el marco
de la creación de zonas inter-policiales, cuya función es la
armonización de los reglamentos de policía entre los
ayuntamientos participantes, la cantidad de los municipios
que se decantan por la legislación vinculada con las razas,
aumente rápidamente.
Una encuesta realizada en marzo de 2002 por la sección
de Protección y Bienestar Animal del Ministerio de
Agricultura sobre 298 municipios belgas ha dado los
siguientes resultados :

278
Número Legislación Prohibición Obligación Obligación
de específica de cría de llevar a de llevar
munici- (vinculada a los perros bozal
pios la raza) con correa
sí 176 74 245 57
(vinculados
con
la raza)
no 122 224 53 241
(7
vinculados
con la
raza)

España
Autor : Marc E. Boillat de Corgemont,
Doctor en antropología criminal. Licenciado en Derecho
por la Universidad de Génova y de Edimburgo. Jurista y
consultor de Derecho comparado en protección y
bienestar animal.

España también ha seguido el ejemplo de otros países


promulgando una ley nacional de disciplina de animales
peligrosos. Señaladamente, el título de la norma en cuestión
es : “LEY 50/1999, DE 23 DE DICIEMBRE, SOBRE EL
RÉGIMEN JURÍDICO DE LA TENENCIA DE
ANIMALES POTENCIALMENTE PELIGROSOS”.
Aunque esta norma concierna a los animales
potencialmente peligrosos en general, su finalidad precipua
es la disciplina de la tenencia de determinados cánidos.
Los antecedentes de la Ley deben ser vistos, una vez más,
en la polémica alarmista creada por los mass-media ordinarios
alrededor y a raíz de una serie de ataques de perros entre los
años 97 y 99, algunos de los cuales con desenlace fatal. En

279
aquel tiempo los datos acerca de los ataques caninos eran
pocos y fragmentarios, además de ser manipulados
finalísticamente por los medios. No debe sorprender, pues,
que la consecuencia del sensacionalismo suscitado entre la
población fue una respuesta apresurada del Estado, que
asumió la forma de una ley.
Cabe evidenciar, sin embargo, que la Ley 50/99 no fue – o
al menos esto es lo que se creía – el típico instrumento
normativo visto hasta entonces y generalmente juzgado
como desacertado por los expertos. No fue una ley del tipo
“Dangerous Dogs Act 1991” ni parecida a la ley francesa del
6 de enero de 1999 sobre animales peligrosos. La ley
española fue el resultado de limitadas consultaciones con el
entorno especializado. No sólo ; el legislador aceptó –
aunque más tarde desvirtuó – determinadas sugerencias
relativamente a los puntos clave de la norma (ej., los
requisitos fundamentales para la legítima tenencia de perros
potencialmente peligrosos). No obstante, la parte más
innovadora de la Ley 50/99 con respecto a los antecedentes
británico y francés, así como al anteproyecto italiano,
radicaba en reconocer explícitamente que el problema de las
agresiones caninas no debía enmarcarse en un contexto
racial, sino que se consideró que “...la peligrosidad canina
depende tanto de factores ambientales como de factores genéticos, de la
selección que se haga de ciertos individuos, independientemente de la
raza o del mestizaje, y también de que sean específicamente
seleccionados y adiestrados para el ataque, la pelea y para inferir daños
a terceros.” Esta admisión de la multifactorialidad de las
agresiones caninas, así como del rechazo de la criticada
técnica de la lista de razas, sorprendió a los observadores y
situó al legislador español en un inusitado terreno
progresista.

La norma consta de 13 artículos, repartidos en tres capítu-


los, que van desde la definición de animal potencialmente
peligroso, hasta el régimen de las licencias, del adiestra-

280
miento o de las esterilizaciones. Cierran los preceptos, los
preceptos del capítulo III (infracciones y sanciones).
El artículo 2 de la Ley (“definición”) establece cuáles son
los animales a considerarse potencialmente peligrosos, a
saber : todos los de la fauna salvaje utilizados como animales
domésticos o de compañía, así como los mismos animales
domésticos o de compañía, y en especial modo los
pertenecientes a la especie canina, que tengan la capacidad de
causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales
o daño a las cosas. Para los perros se hace hincapié en su
tamaño y potencia de la mandíbula.
Ahora bien, este precepto demuestra la positiva voluntad
del legislador encaminada a alejarse del método “racial” ya
adoptado por franceses y británicos, pero la misma
definición delata también cierta inmadurez. De hecho, al
tipificar como potencialmente peligrosos a los perros que
por “carácter agresivo, tamaño o potencia de la mandíbula” tengan la
“capacidad” de infligir serios daños, la Ley por un lado rehusa
el método de la lista, al tiempo que se abstiene de
estigmatizar a priori a ningún animal en concreto. Sin
embargo, lo que desvirtúa las buenas intenciones es la falta
de un criterio objetivo que relacione dicha potencialidad con
un parámetro fijo. Por ejemplo, habla de la capacidad de
causar la muerte a personas, pero no dice de qué clase de
personas se trata. Causar la muerte de un anciano de frágil
salud o de un niño precisa una potencialidad menor de la
que se exige para dar muerte a un adulto de sana y robusta
constitución. Análogamente, al hablar de las lesiones, la Ley
se olvida establecer la gradación de las mismas, pues no se
puede juzgar de la misma manera la causa de una lesión leve
o de una grave. En cuanto a la inclusión de la “capacidad de
causar daños a las cosas”, la Ley nació como respuesta a la
inquietud social consecuencia de agresiones a personas, por
lo que la inclusión de los “daños a las cosas” parece cuanto
menos desacertada y ajena a la ratio legis.
En cuanto a las licencias necesarias para la legítima
tenencia de estos animales, se debe señalar que la norma

281
española no prohibe ningún perro, sino que solamente
regula y somete su tenencia a condiciones de seguridad cuya
función es la prevención de los accidentes. El artículo 3 de la
Ley se encarga de establecer los requisitos para la obtención
de la licencia : ser mayor de edad/no haber sido condenado
por una serie de delitos (homicidio, lesiones, torturas, delitos
sexuales, contra la libertad o contra la salud pública,
asociación con banda armada, narcotráfico) ni haber
reportado sanciones por infracciones en materia de tenencia
de animales potencialmente peligrosos/haber obtenido un
certificado de aptitud psicológica/haber contratado una
póliza de seguro.
Estos requisitos evidencian la intención del legislador de
prevenir los accidentes, aunque se hayan mezclado los casos
de empleo criminal de los perros con los accidentes, fuente
de mera responsabilidad civil. Efectivamente, al delincuente
que emplea a perros en la comisión de sus fechorías, poco le
importará la obligación de censar al animal o de dotarlo de
seguro de responsabilidad civil.
El primer requisito es bastante típico, aunque una edad de
18 años no es garantía de madurez y talante reflexivo,
especialmente en el tipo de jóvenes que propenden por
adquirir símbolos de estatus y fuerza física.
El segundo requisito resulta cuanto menos extraño por su
formulación. Es auspicioso que los sujetos conflictivos con
antecedentes no lleguen a poseer determinados animales,
pero quizás hubiera sido más racional prohibir la adquisición
de estos animales a quienes tuviesen antecedentes por delitos
y faltas violentas, pues es difícil vislumbrar un nexo directo
entre el empleo peligroso de perros y los delitos contra la
moralidad sexual o las torturas al no precisar, este tipo de
delitos, el auxilio de un perro.
El tercer requisito, miraba a averiguar el equilibrio
psicológico del futuro amo del animal, y visto que muchos
ejemplares acababan bajo la tenencia de peligrosos sujetos
conflictivos, esta condición trataba de garantizar cierta
prudencia en la selección de propietarios y poseedores.

282
El requisito relativo a la obligación de seguro de
responsabilidad civil, es sin duda de aplaudir.

El artículo 4 de la Ley prevé una serie de condiciones


adicionales para los comercios, así como disciplina la impor-
tación, cesión o venta de los animales.
La obligación de identificación (a realizarse por
microchip) es reglamentada por el art. 5. El art. 6 trata del
deber de inscripción de los animales en el nuevo Registro
creado por la Ley, que otorga al titular de la licencia 15 días
para proceder a la inscripción de su perro en el “Registro de
Animales Potencialmente Peligrosos”.
El artículo 7 disciplina el adiestramiento y la obtención del
certificado de “capacitación”. Los adiestradores deberán
satisfacer al menos las siguientes condiciones :
# Antecedentes y experiencia acreditada
# Finalidad de la tenencia de los animales
# Instalaciones y alojamientos adecuados
# Capacitación y titulaciones
# Ser mayor de edad y no estar incapacitado
# Falta de antecedentes penales (ver requisitos ex art. 3)
# Certificado de aptitud psicológica
# Compromiso de cumplimiento de normas de manejo y
de comunicación de datos.
Esta norma prohibe el adiestramiento dirigido
exclusivamente a acrecentar y reforzar la agresividad para
peleas y ataques.
El art. 8, trata de la esterilización de los animales, que
puede ser voluntaria u obligatoria. De la operación se debe
dar constancia en la hoja de registro del animal.
Los otros artículos son corolarios de los mencionados
(transporte, excepciones, clubes de razas, exposiciones) y no
revisten particular interés para los fines de este trabajo.
El artículo 13 trata de las infracciones y respectivas
sanciones. La Ley crea tres tipos de diferentes infracciones
de naturaleza administrativa que se dividen en leves, graves y
muy graves. Todas las infracciones que no son graves o muy

283
graves tendrán carácter de “leves”. Como ejemplo de
infracción grave se puede mencionar el dejar suelto a un
animal potencialmente peligroso o no identificarlo. Ejemplos
de infracción muy grave serán el abandono de uno de estos
animales, la tenencia sin licencia o el adiestramiento con
fines contrarios a la ley. Las sanciones van desde 150,25
euros hasta un máximo de 15.025,30 euros.
Se debe enfatizar que la disposición adicional primera
impone la obligación de cadena (o correa de menos de 2
metros y no extensible) y bozal para circular en público con
estos animales. No se entiende bien el porqué de los dos
medios restrictivos juntos, cuando la obligación alternativa
hubiera satisfecho plenamente la necesidad de control del
animal.

REAL DECRETO 287/2002, DE DESARROLLO DE


LA LEY 50/99
La ley 50/99 ha sido completada por un decreto con la
función de individuar a los animales objeto de la disciplina.
A fin de poner una “cara” a estos animales, el decreto 287 ha
creado un catálogo de razas. Sin embargo, no satisfecho con
este regreso al pasado, el legislador ha añadido otros y
nuevos criterios discriminados. Así que las finalidades del
decreto habrían quedado fijadas en :
1. determinar los animales potencialmente peligrosos ;
2. establecer los requisitos mínimos para la obtención de
la licencia (hasta la entrada en vigor del decreto no se
sabía dónde obtener los certificados de aptitud) ;
3. fijar las medidas mínimas de seguridad.

284
1. La determinación de los animales potencialmente
peligrosos se apoya en un método tripartido :
A. Una lista (Anexo 1)
B. Una serie de características (Anexo 2)
C. La posesión de un carácter marcadamente agresivo o
haber protagonizado agresiones a personas u otros
animales.

A- La lista de razas.
El Anexo 1 al decreto menciona las siguientes razas :
Pittbull terrier ; Staffordshire bull terrier ; American
Staffordshire terrier ; Rottweiler ; Dogo argentino ; Fila
brazileiro ; Tosa inu ; Akita inu.
Debe notarse que esta lista no incluye a ningún perro
español, incluidos, por lo contrario en los catálogos de otras
naciones. Esta singularidad constituye un misterio de las
negociaciones políticas que nadie ha logrado nunca dilucidar.

B- Las características (Anexo 2).


Se consideran también como “potencialmente peligrosos”
los perros que presentan todas o la mayoría de las siguientes
características :
! Fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto,
configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia.
! Marcado carácter y gran valor
! Pelo corto
! Perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 cm.,
altura a la cruz entre 50 y 70 cm., y peso superior a 20
kg.
! Cabeza voluminosa, cuboide, robusta, con cráneo
ancho y grande y mejillas musculosas y abombadas.
Mandíbulas grandes y fuertes, boca robusta, ancha y
profunda.
! Cuello ancho, musculoso y corto
! Pecho macizo, ancho, grande, profundo, costillas
arqueadas y lomo musculado y corto.

285
! Extremidades anteriores paralelas, rectas y robustas y
extremidades posteriores muy musculosas, con patas
relativamente largas formando un ángulo moderado.

Aquí es donde el legislador español ha lucido su confusión


sin ambigüedad. Este apartado no sólo está repleto de
errores, sino que se prodiga en emplear calificativos sin
sentido, extremadamente relativos y volátiles. Por ejemplo,
en tan sólo 8 puntos se menciona el adjetivo “robusto”
cuatro veces, “ancho” tres, y “grande” cuatro.
Además, se emplean términos evaluativos antropocén-
tricos, tales como las descripciones contenidas en los
primeros dos puntos (“aspecto poderoso,.. configuración atlética,..
agilidad, vigor y resistencia” o “marcado carácter y gran valor”).
El decreto 287/2002 denuncia una premura descomunal
en su redacción por dos razones irrefutables : a) el legislador
no consultó a ningún experto del sector veterinario y b)
resulta patente que recurrió a la adopción casi total del
decreto francés del 27 de abril de 1999. Las diferencias
radican en que los seis puntos del decreto francés trataban
de dar una apariencia de objetividad, mientras que en el
decreto español destaca la presencia de apartados
marcadamente subjetivos (valor, carácter, vigor, etc.) a los
que se añaden los requisitos absorbidos del decreto francés,
con la añadidura de unos errores macroscópicos autóctonos
tales como los requisitos de las “costillas arqueadas”,
“extremidades paralelas” o el “ángulo moderado”.

C- Historial agresivo
Este requisito, parece ser el más razonable de los tres,
siempre y cuando esclarezcan los límites del concepto de
“agresividad”.

286
2. Los requisitos mínimos para la obtención de la
licencia.
Estos requisitos han variado algo con respecto al
planteamiento inicial de la ley 50/99. En efecto, mientras
que con atención al requisito del certificado de aptitud
psicológica (artículo 3.c) la Ley ésta se había centrado en un
test psicotécnico para los potenciales adquirientes de estos
animales, el decreto ahora exige “la capacidad física y aptitud
psicológica para la tenencia de animales potencialmente
peligrosos” (art. 3.d decreto 287/2002). El certificado de
“capacitación física” deberá averiguar cosas como la
capacidad visual, auditiva, el sistema locomotor, el
neurológico, la ausencia de dificultades perceptivo-motoras
o de toma de decisiones. En cambio el certificado de aptitud
psicológica deberá averiguar la ausencia de trastornos
mentales o de dificultades psíquicas de evaluación,
percepción y toma de decisiones, y problemas de
personalidad. No se entiende porque el legislador no haya
previsto la incapacidad o incapacitación del solicitante como
obstáculos a la obtención de la licencia, análogamente a lo
que la misma ley 50/99 prevé con referencia a los
adiestradores (art. 7.4.e ; ver supra).
El seguro de responsabilidad civil por daños a terceros
deberá tener una cobertura no inferior a 120.000 euros.

3. Fijación de las medidas mínimas de seguridad


(artículo 8)
El decreto establece que la tenencia de los animales
reglamentados deberá responder a criterios de seguridad. Por
ello se prevé que quien conduce el animal deberá llevar
consigo la licencia ex artículo 3, deberá conducir al perro con
cadena o correa no extensible de menos de 2 m. de longitud
y bozal, y se admite solamente un perro por persona.
Es interesante notar el requisito exigido para la tenencia
de estos animales en fincas, chalets, parcelas, casas de
campo, etc : los animales deberán estar atados, salvo el caso

287
de encerrarlos en un “habitáculo” apto a proteger las
personas y animales que se acerquen (art 8.4). Este requisito
debe juzgarse como una infracción a los principios básicos
de protección animal, por dar vida a una auténtica crueldad.

Conclusiones
Los conceptos erróneos que salpican a la Ley 50/99 pero,
sobre todo, el Real Decreto 287/2202 son los de siempre,
vistos y trillados en este tipo de legislación : la confusión
entre las nociones de peligrosidad, peligrosidad potencial y
agresividad, así como entre delitos, negligencias y accidentes
involuntarios y fortuitos. La intervención del legislador ha
sido, se puede sin duda afirmar, desacertada. Los motivos
son varios, aunque el más evidente estriba en haber legislado
bajo la presión mediática sin considerar los hechos.
Por ejemplo, en España el tabaco mata anualmente a
46.000 personas (47 % : la segunda más elevada de Europa)
y los accidentes de tráfico a 6.000. Si se considera que las
agresiones caninas fatales no llegan a totalizar ni 5 casos
anuales (todavía no existen datos epidemiológicos), resultará
extraña la vehemencia con la que el legislador se ha
determinado a resolver el problema “perros peligrosos”.
Se debe concluir que no sólo este tipo de legislación es
inútil y sospechosa de por sí (por ejemplo, las razas de canes
peligrosos no coinciden nunca en la apreciación de los
diferentes legisladores), sino que la normativa española con
énfasis específico en el Real Decreto 287, cosecha
únicamente críticas por sus titánicos errores.
Cabe recordar que en España cada Comunidad Autónoma
es competente para promulgar su propia legislación de
animales peligrosos.
En Cataluña la norma que de esto se ocupa es la ley
10/1999, recientemente integrada por su reglamento, de
aplicación en junio de 2002.

288
La impugnación
Las múltiple equivocaciones que caracterizan al decreto
287/2002, han fundado los motivos de un recurso
contencioso administrativo por parte del Colegio de
Veterinarios de Barcelona. El colectivo veterinario ha
impugnado el decreto ante la Sala del Contencioso-
Administrativo de la Audiencia Nacional en la base de varias
argumentaciones.
El decreto afirma ser el resultado de la actividad
consultiva con los colegios y consejos veterinarios. Esto no
responde a la verdad, siendo que las mencionadas órdenes
profesionales no han sido interpeladas en absoluto en la
elaboración de la norma.
Además, la norma es totalmente falta de rigor técnico al
no poderse establecer científicamente la peligrosidad de un
animal únicamente por su pertenencia a una raza
determinada. Lo mismo dígase por los animales
caracterizados en el Anexo 2.
La impugnación estima también una infracción del
principio de jerarquía normativa. El método adoptado por el
decreto 287/2002 (lista de 8 razas caninas reglamentadas) no
coincide con el espíritu de la Ley 50/99, puesto que ésta
rehusa la atribución de peligrosidad a razas determinadas
apriorísticamente. Los criterios empleados por el decreto a
fin de individuar a los animales potencialmente peligrosos (la
lista y las características de los Anexos 1 y 2) vulneran, pues,
el principio de jerarquía normativa, siendo que la Ley estatal
es superior al Reglamento.
Además, el decreto vulnera también la ley autonómica
10/1999, de rango superior en Cataluña, cuyo objeto es la
reglamentación de la tenencia de perros considerados
potencialmente peligrosos en esta Comunidad Autónoma.
En efecto, la ley catalana concreta detalladamente a estos
animales en su artículo 1, definiéndolos como :
! perros que han protagonizado episodios agresivos
hacia personas u otros animales
! perros adiestrados para la defensa o ataque

289
! perros que pertenecen a una de las siguientes 11 razas
o a sus cruces : Bullmastiff, Doberman, Mastín
napolitano, Presa canario, Dogo de Burdeos,
Rottweiler, Dogo argentino, Fila brazileiro, Tosa
japonés, Pittbull, American Staffordshire terrier.
Estas razas son diferentes de las establecidas por el
decreto estatal 287/2002, el cual, pues, no sólo incorpora
nuevas razas, sino que deja fuera a otras.

Referencias :
! R. Butcher, R. De Meester, M. Radford, “Dangerous
Dogs – Are we getting it right ?”, The European Jour-
nal of Companion Animal Practice
! Ley 50/1999 de 23 de diciembre, sobre el régimen
jurídico de la tenencia de animales potencialmente
peligrosos
! Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo de desarrollo
de la Ley 50/99
! Ley Catalana 10/1999 sobre la tenencia de perros
considerados potencialmente peligrosos
! M. Boillat, Estudio realizado para el Colegio Oficial de
Veterinarios de Barcelona sobre los errores materiales
presentes en el Real Decreto 287/2002
! M. Boillat, en Academia de Ciencias Veterinarias de
Cataluña : “Mesa redonda sobre perros potencialmente
peligrosos” (19-06-2002)

Francia : La legislación sobre perros peligrosos.


Autor : Christian DIAZ,
Doctor en Veterinaria, comportamentalista cualificado por
las “Ecoles Vétérinaires” y jurista.

La actual legislación francesa sobre “perros peligrosos”


reposa esencialmente en la ley del 6 enero 1999. Aunque
anteriormente ya existieran disposiciones eficaces
(señaladamente, contenidas en el Nuevo Código Penal), éstas
no habían sido debidamente aplicadas. Es verdad que,

290
contrariamente a lo afirmado por los promotores de la
mencionada ley, los accidentes graves eran raros. Entre 1989
y 1998 se observó que quince personas habían fallecido a
causa de ataques de perros, la mayoría de ellos
protagonizados por ejemplares de raza “pastor alemán”.
Desde luego, se trató de quince muertes de más, pero la
resultante cifra de menos de dos fallecimientos al año, debe
ser puesta en relación con otras causas mortales, las cuales
no llegan a desatar la reacción de los poderes públicos, a
pesar de los millares de víctimas que causan.
Bajo la presión de los medios que propulsaron el
“fenómeno pit-bull”, los poderes públicos encargaron varios
informes, de entre los cuales destacan sobre todo el informe
“Michaux”, sobre los perros en la ciudad, y el informe
“Sarre”, que se sitúa en el origen de las principales
disposiciones del apartado “perros peligrosos” contenido en
la ley del 6 de enero de 1999.

Desdichadamente, en la redacción de su informe, el Sr.


Georges Sarre no se tomó la molestia de consultar a ningún
veterinario comportamentalista (una calificación que las
“Ecoles Vétérinaires Françaises” otorgan ya desde 1998). ¿Se
debe a tal carencia el hecho de que el mismo informe, que
tenía que proveer la base del proyecto de ley, está adornado
de numerosas “guindillas” que solamente harían sonreír, de
no ser por sus dramáticas consecuencias ? Así pues, allí
aprendemos que “el pastor alemán es un perro inofensivo”,
que aquella raza canina es “tierna”, etcétera.
A continuación trataremos de abordar el apartado de los
“perros peligrosos”, el cual, lo reiteramos, constituye
solamente una parte de la ley de 6 enero 1999, norma que
disciplina actualmente la cría y la protección de los animales
de compañía. Analizaremos también la noción de
responsabilidad de aquellas personas que jurídicamente
deben considerarse como a cargo de un perro agresivo.

291
I- La Ley 6 de enero de 1999

1. Refuerzo de los poderes de los alcaldes


Actualmente los alcaldes constituyen la piedra angular de
la construcción erigida a partir del 6 de enero de 1999.
Desde dicha fecha poseen poderes más amplios.
Anteriormente, ya les competía la toma de las medidas
necesarias relativamente a los animales errantes, pero ahora
dicha tarea ha sido ampliada hasta incluir la protección de los
animales, así como de las personas.
Por lo tanto, cuando un alcalde estima que un animal
representa un peligro – el término “animal” no precisa la
especie, por lo que se puede inferir que incluya
evidentemente a los perros, pero también a cualquier especie
susceptible de concretar un peligro – deberá advertir al
propietario, invitándole a tomar las medidas necesarias para
hacer cesar el estado de peligro. La Ley no ha previsto
ninguna medida en particular, dejando la especificación para
la discrecionalidad del alcalde en función de las
circunstancias concretas.
En la eventualidad de incumplimiento de las medidas
prescritas, el alcalde tiene el poder de ordenar el ingreso del
animal en una perrera. Si al vencimiento de un término de
acogida de ocho días laborables el propietario o el poseedor
del animal no ha presentado las garantías acerca del
cumplimiento de las medidas señaladas, el alcalde, tras haber
consultado un veterinario facultado por la Dirección de los
Servicios Veterinarios, autoriza al director de la perrera a
proceder a la eutanasia del animal o a su entrega a un refugio
para eventual adopción.
Se debe notar que, aunque el aviso del veterinario sea
necesario, éste no es nunca vinculante para el alcalde.
En el caso de grave e inmediato peligro para las personas
o los animales domésticos, el alcalde o en su falta el prefecto,
sin necesidad de previas formalidades, puede disponer el
ingreso del animal en un lugar adecuado. El mismo, puede
hacer proceder sin retraso a la eutanasia del animal tras haber

292
escuchado el aviso de un veterinario que, de no emitirse
dentro de 48 horas, se reputará conforme.
Estas medidas pueden concernir a cualquier animal que el
alcalde estime como peligroso ; no se refieren solamente a
los perros, y se aplican sin distinción a los animales de
especies no domésticas.

2. Perros peligrosos : definición legal


El informe Sarre insinuaba imprudentemente que la
agresividad de un perro – ergo su peligrosidad – dependía
esencialmente de la genética, afirmación sobre la cual los
especialistas en comportamiento – que no fueron
consultados – disienten y que, al día de hoy, los genetistas no
han podido confirmar.
Desde el genotipo al fenotipo el paso a sido breve, y los
perros “susceptibles de ser peligrosos” han sido clasificados
en categorías estrictamente morfológicas (decreto de 27 de
abril de 1999).
Dado que “la agresividad ha sido determinada
genéticamente con atención a la apariencia”, se ha
pretendido que los perros de raza, objeto de selección, no se
debían poner, a pesar de todo, en el mismo “saco” que los
perros que, aunque de la misma apariencia, no aparecen en
un libro genealógico (con la excepción del Rottweiler y canes
asimilados, sin que resulte ninguna explicación para esta
diferencia)
Por consiguiente, los “perros peligrosos” han sido
clasificados en dos categorías :
# la primera categoría, que define a los “perros de
ataque” ;
# la segunda categoría, que define a los “perros de
defensa”.
Los perros previstos en el decreto, ya sean que
pertenezcan a la primera o a la segunda categoría, son
molosos del tipo mastín, caracterizados por cuerpos macizos
y compactos, osamenta fuerte y cuello sólido.

293
Los perros pertenecientes a la primera categoría
Dentro de la primera categoría se incluyen :
# Los perros asimilables por características morfológicas
a los perros de raza Staffordshire Terrier (una raza
inexistente), así como a los de raza American
Staffordshire Terrier, sin que resulten inscritos en un
libro genealógico reconocido por el ministerio de
agricultura y pesca. Estos dos tipos de perros pueden
comúnmente definirse como “pit-bulls”.
# Los perros asimilables por características morfológicas
a los perros de raza “mastiff” sin resultar inscritos en
un libro genealógico reconocido por el ministerio de
agricultura y pesca. Estos perros pueden definirse
comúnmente como “boerbulls”.
# Los perros asimilables por características morfológicas
a los perros de raza Tosa sin resultar inscritos en un
libro genealógico reconocido por el ministerio de
agricultura y pesca.

Así pues, el legislador ha considerado que los perros de la


primera categoría se asemejan a unos perros de raza, con la
diferencia de no estar inscritos en un libro genealógico
oficial.
El decreto del 27 abril 1999 detalla las mencionadas
características morfológicas. Por consiguiente, el “pit-bull”
presenta un fuerte parecido con la siguiente definición :
# pequeño dogo de color variable con un perímetro
torácico de aproximadamente entre 60 cm
(correspondiente al tipo de aproximadamente 18
quilos de peso) y 80 cm (correspondiente al tipo de 40
quilos de peso) La altura a la cruz puede oscilar entre
35 y 50 cm.
# perro musculoso de pelo corto
# aspecto poderoso
# parte delantera maciza comparada con la parte trasera
que es relativamente ligera
# el stop o parada no es muy marcado (…)

294
# mandíbulas fuertes con los músculos de las mejillas
abombados

Asimismo, el decreto precisa las características


morfológicas de los perros comúnmente definidos como
“boerbulls”, así como de aquellos morfológicamente
equiparables a los perros de raza Tosa.
Destaca enseguida que esas descripciones pueden
comprender numerosos cruces. Por ejemplo el cruce de un
beagle con un bóxer o de un bóxer con un labrador puede
fácilmente corresponder a la descripción morfológica de un
pit-bull, quedando clasificado como perro de primera
categoría, con todas las limitaciones que de ello derivan.
Efectivamente, dichos perros son los destinatarios de
medidas muy restrictivas, siempre y cuando no moren en
áreas conflictivas, lugares donde proliferan. Examinaremos
dichas obligaciones más adelante.

Los perros pertenecientes a la segunda categoría


Estos animales son definidos indiferentemente como
“perros de defensa”. Aquí se hallarán American Stafford-
shire Terrier, “Staffordshire Terrier” y Tosa inscritos en un
libro genealógico.
Con respecto al Staffordshire Terrier, se pensaba que se
tratara del English Staffordshire Bull Terrier hasta que los
poderes públicos, bajo presión por parte de las autoridades
británicas, declararon que esta raza no está contemplada por
la Ley.
El legislador había, pues, clasificado como perros
peligrosos a los miembros de una raza que no existe.
Dentro de la segunda categoría aparecen también los
Rottweilers de raza, pero también – cosa que no deja de
sorprender, tenida por buena la “lógica de los redactores de
los textos” – los animales que pueden ser equiparados
morfológicamente a los Rottweilers.
En definitiva, mientras que los perros de tipo mastiff
(definidos como boerbulls) son clasificados dentro de la

295
primera categoría, los animales de raza mastiff no aparecen,
ni siquiera en la segunda categoría, pese a que presenten las
mismas características morfológicas.

3. Reglamentación aplicable a los perros peligrosos


El incumplimiento de las medidas obligatorias es castigado
mediante condenas extremamente severas, que pueden llegar
hasta 15.545 euros de multa y seis meses de prisión.
Poseer esos perros está vedado para los menores, las
personas bajo tutela y aquellas que hayan sido condenadas
penalmente por delitos que conllevan la mención en el
registro de los antecedentes penales. (boletín nº2).
Estos perros deben estar identificados, vacunados contra
la rabia y beneficiarse de una póliza de seguro de
responsabilidad civil específica. Sobre este último punto, se
debe mencionar que algunas aseguradoras simplemente han
rechazado la cobertura para estos animales, otras han
impuesto un suplemento de cuota y otras más aceptan sin
recargo de primas solamente a los perros de la segunda
categoría. Cabe notar que estos contratos son
paradójicamente muy interesantes para las compañías de
seguros, ya que los perros en regla con la ley son
responsables de muy pocos accidentes.
Una vez conseguido el certificado que da fe de la realizada
identificación y la contratación del seguro, los propietarios
de dichos perros deberán prestar una declaración en el
municipio donde tienen su residencia. El propietario deberá
presentar la prueba que ateste la realizada declaración cada
vez que así sea requerido por la autoridad.
Los perros en cuestión no pueden circular por la vía
pública excepto bajo la condición de ir atados con correa y
llevar bozal.
Mientras los perros de la segunda categoría pueden
acceder a los lugares públicos, así como a las partes comunes
de los inmuebles, estos lugares están vedados para los perros
de la primera categoría.

296
Un arrendador puede prohibir la tenencia de perros de la
primera categoría en las viviendas que alquile en ocasión de
nuevos contratos o de renovación de alquiler, una condición
ésta considerada como no introducida en el caso de otros
animales de compañía por ser contraria a la ley de 9 de julio
de 1970 (Ley que permite a los locatarios tener un animal de
compañía en el piso bajo la condición de que éste no cause
molestias : ley “Thome-Patenôtre”).

El legislador ha tomado medidas adicionales con el


declarado fin de lograr la desaparición de los perros de la
primera categoría. Éstas son :
# La prohibición de la cesión e importación de dichos
perros ;
# A partir de julio de 1999, todos los perros pertene-
cientes a la primera categoría deberán estar esteri-
lizados quirúrgica e irreversiblemente, además de tener
que darse constancia de la intervención en un
certificado veterinario. A este propósito, para las
perras se admiten los métodos de la ovarioectomía,
ovario-histerectomía e histerectomía (sin eliminación
de los ovarios), mientras para los machos se prevén la
castración y la vasectomía.
Después de la fecha mencionada, no podrá nacer en
territorio francés ningún cachorro perteneciente a la primera
categoría : ya se sabe qué sucederá. Es patente que, a raíz de
las escasas esterilizaciones efectuadas y de la proliferación de
los pitbulls en las zonas de “sin-ley”, estos perros siguen
teniendo posibilidades de reproducción.
No obstante, algunos perros de la primera categoría
pueden nacer de manera legal, sin que por ello se haya
producido una infracción a los textos normativos.
# Se trata, en primer lugar, de los cruces que dan lugar a
ejemplares que corresponden morfológicamente a los
animales de la primera categoría sin que los
progenitores pertenezcan a esa categoría. Un cruce de
bóxer con otra raza de pelo corto, tal como un beagle,

297
un labrador y – evidentemente – un American
Staffordshire terrier inscrito en el LOF (Livre des
origines français) y, por consiguiente, exento de la
obligación de esterilización, podrá coincidir
perfectamente con la definición de perro de tipo pit-
bull.
# Lo mismo vale para los jóvenes nacidos de dos
American Staffordshire terriers inscritos en el LOF,
confirmados o no. Efectivamente, incluso sin que
haya sido confirmado, un perro inscrito en el LOF
será considerado como perteneciente a aquélla raza, y
por tanto se sustraerá a la esterilización. Un cachorro
que sea el producto de dos “amstaff” inscritos en el
LOF, aun no confirmados, una vez adulto será
considerado como pit-bull si respondiera – como es
probable – a los criterios morfológicos del decreto de
27 de abril de 1999.
La genética es una ciencia maravillosa que permite obtener
un “perro de ataque” al cruzar dos “perros de defensa”.
En teoría, la cesión de estos perros está prohibida, pero el
dueño de la madre puede conservarlos todos si cumple con
las obligaciones legales. Por otra parte, si cede los cachorros
a la edad de dos meses, los mismos no corresponderán – por
lo menos, no aún – a las definiciones del decreto. En efecto,
otra de las dificultades en la aplicación del decreto del 27
abril 99 reside en que sus criterios morfológicos no pueden
más que concernir a los animales adultos. ¿Cómo se puede
establecer la pertenencia a la primera categoría de un
cachorro de dos meses del cual se desconocen los ascen-
dentes ? Los veterinarios pueden solamente certificar sobre
aquello que están seguros, y no se les podría reprochar
omitir la inscripción de la mención “cruce”, eventualmente
completada por la raza de los progenitores, si es conocida
(por ejemplo, si la madre es de raza bóxer), en los papeles
identificativos del cachorro.
Por lo contrario, el hecho de inscribir la definición “cruce
de bóxer” en la tarjeta de identificación de un cachorro de

298
dos meses bajo la presión más o menos amistosa de los
amos que desean sustraerse de tal guisa a la ley, no evitará
que el mismo cachorro sea catalogado, más tarde, como
perro de primera categoría si acaba por presentar una
marcada semejanza con un animal de tipo pit-bull. Ese
expediente, pues, no procura ninguna protección en lo
tocante al alcance de los preceptos normativos.

4. Reglamentación del adiestramiento a morder


Habiendo considerado que el adiestramiento para morder
podía constituir un peligro, pero admitiendo que dicho
riesgo estaba suficientemente controlado con respecto a los
animales de raza, ya de por sí seleccionados con referencia a
sus orientaciones, el legislador ha disciplinado este aspecto
del adiestramiento. Por consiguiente, este adiestramiento
queda sometido a una autorización dentro del marco de las
actividades de selección, encomendadas a personas que sean
titulares de un “certificado de capacidad para el adiestramiento al
mordisco”. A esta fecha, ya no es posible adiestrar para morder
a un perro que no sea de raza en el libre desarrollo de
actividades de ocio.
Desde luego, el adiestramiento para morder queda
permitido para los perros de trabajo (vigilancia, protección,
traslado de valores, policía, gendarmería, aduanas, servicios
de socorro.)

II- Responsabilidad
1. Responsabilidad de los veterinarios

El secreto profesional
En varias ocasiones, diferentes albéitares han sido reque-
ridos, fuera de todo procedimiento judicial, para que
comunicaran sus ficheros a las fuerzas de policía (nacional,
municipal o gendarmería) Esta práctica concreta una
instigación a que el veterinario viole el secreto profesional en
un caso que no está previsto por la ley (ver infra). Nada
justificaría una comunicación en tal sentido, y el profesional

299
que en tales supuestos aceptara revelar la identidad de
aquellos de entre sus clientes que poseen un perro de la
primera categoría, sería culpable de una violación del secreto
profesional. Asimismo, el nuevo código penal (art. 434.1)
desestima los pleitos por omisión de denuncia de delitos en
contra de personas obligadas a mantener el secreto
profesional, cada vez que la ley confíe la posibilidad de
derogar dicha obligación a la apreciación y conciencia del
mismo profesional.
¿Debería el profesional denunciar a aquel de sus clientes
que posee un perro de primera categoría o, más
generalmente, un perro peligroso ? Recordamos que la
noción de secreto profesional se halla delineada en el nuevo
código penal. Éste, en vigor desde 1994, no proporciona una
lista de oficios tenidos al secreto profesional, sino que
impone la prohibición de divulgar un secreto a “toda
persona que sea depositaria del mismo, ya sea a causa de su
estatus o por su profesión” (art 226.13) Resulta por lo tanto
evidente que los veterinarios están obligados por el secreto
profesional, cosa confirmada por otra parte por nuestro
Código Deontológico.
La violación del secreto profesional constituye una
infracción penal que puede ser sancionada mediante la pena
de prisión de hasta a un año y una multa de 15.545 euros.
Además de contingencias típicamente veterinarias (ej.,
enfermedades legalmente consideradas como contagiosas
que exigen una declaración), la ley prevé tres casos más en
los que autoriza la revocación del secreto profesional :
1. a fin de revelar sevicias o privaciones realizadas en
contra de menores o de personas incapaces de
defenderse ;
2. en el caso de transmisión al Procurador de la República
(Fiscalía), de acuerdo con la víctima, de elementos aptos
a hacer presumir la existencia de sevicias sexuales ;
3. en el caso de testimonio a favor de una persona
injustamente detenida (…).

300
En estos tres casos, la ruptura del secreto profesional es
posible, aunque no sea obligatoria, siendo dejada a la apre-
ciación del profesional de acuerdo con su propia conciencia.
Como se ve, los casos en los que el veterinario sea tenido
a contravenir el secreto profesional son limitados. Sin
embargo, las cosas no son tan sencillas, puesto que la ley ha
previsto un sistema de control “a posteriori” amparado en la
conminatoria establecida por la “omisión de asistencia a
personas en peligro”. El código penal dice que “ante malos
tratos a niños o a personas vulnerables, permanece en vigor
el derecho a guardar silencio, pero sin perjuicio de tener que
responder según el derecho común en el caso de que
descendiera menoscabo para la persona vulnerable”.
A la luz de lo que precede, si nada impone la comuni-
cación de los datos de las personas que poseen perros de la
primera categoría a la autoridad judicial, es evidente que el
secreto profesional no incapacitaría al profesional para que
tomara las medidas del caso, por ejemplo recurriendo a los
poderes del alcalde, cuando un perro presentase un compor-
tamiento predatorio sobre los niños, sea cual sea su raza o
tipo, o que pertenezca o no a una de las dos categorías de
perros peligrosos establecidas por la ley del 6 de enero de
1999. Según mi apreciación, un comportamentalista que se
decante por un diagnóstico de comportamiento predatorio
hacia niños (un caso este afortunadamente bastante raro) en
el caso de un perro que convive en una familia con un bebé,
debe absolutamente actuar para proteger al niño, aun cuando
esto estuviera en contra de la opinión de los padres.
Lo mismo se debe decir en la eventualidad de una persona
mayor y particularmente vulnerable que sea susceptible de
ser víctima de un perro peligroso que vive con la familia.
Acaso ¿no es esta responsabilidad moral tan importante
como la responsabilidad civil o penal ?

301
La obligación de tratamiento
¿Debe un veterinario negarse a curar un perro de la
primera categoría ?
Fuera de los casos previstos, tales como la negativa a
abonar los honorarios o las injurias graves (…) un
veterinario debe acudir a todo animal en peligro.
Por otra parte, como se ha visto, los veterinarios no
pertenecen a las personas obligadas a hacer respetar la ley del
6 enero 1999, limitándose su cometido únicamente a un
deber de información.
Por consiguiente, sería muy difícil justificar la negativa de
tratamiento en la sola base de la pertenencia del perro a la
primera categoría de la ley, incluyéndose en el concepto de
tratamiento también a las consultas de comportamiento.

El deber de información
Hace unos años que la jurisprudencia en temas médicos
ha introducido la noción de información como una obliga-
ción de resultado. Ninguna duda, pues, de que una tal
obligación concierna también a la profesión veterinaria.
El deber de información atañe en particular al estado del
enfermo y a su previsible evolución.
Es importante entregar al propietario, o en su falta al
encargado del animal, una información clara, fidedigna e
inteligible que formará la base de un consentimiento o de
una negativa coherentes. Si bien lo ideal sería la redacción de
un escrito firmado por las partes, la prueba del cumplimiento
de dicho deber puede ser abastecida por cualquier medio,
especialmente por presunciones.
Por consiguiente, se podría seguramente suponer que los
propietarios de un perro agresivo tenían un mínimo de
conciencia de la peligrosidad de su animal, si esta
característica fue lo que dio pábulo a la consulta con un
comportamentalista.

302
2. Responsabilidad de los propietarios o de los encargados ; noción de
custodia jurídica.
Como hemos visto, los poseedores de perros de la
primera y segunda categoría caen bajo responsabilidad penal
cuando violan las disposiciones legales que les conciernen.
No obstante, y de una manera más general, ¿cuál es la
responsabilidad de los encargados de animales susceptibles
de ser peligrosos ?
La responsabilidad por el hecho de un animal radica en el
artículo 1385 del Código Civil : “El propietario de un animal
o quien se sirve de ello y durante el tiempo que está en su
uso, es responsable de los daños causados por dicho animal,
tanto que se halle bajo su custodia como que se haya
extraviado o escapado”.
Esta noción de responsabilidad, fundada en un número
muy exiguo de textos, es el resultado de una construcción
esencialmente jurisprudencial. Según la jurisprudencia,
responsable es quien tiene la custodia jurídica del animal,
definiéndose ésta en la base de los poderes de dirección,
control y uso.
Se trata de una presunción de responsabilidad muy grave
que pesa sobre el guardián, y de la cual no podrá exonerarse
salvo proporcionando la prueba de una fuerza mayor o caso
fortuito, de la intervención de terceros o de la participación
de la víctima en el evento. Por ejemplo, la mera ausencia de
culpa del guardián no será suficiente para eximirle de
responsabilidad.
Como regla general, el encargado del animal – es decir, la
persona responsable – coincidirá con el propietario.
Pese a esto, existen casos particulares en los que la
custodia jurídica se transfiere a quien tiene el uso del perro, a
saber : la persona responsable de la pensión canina, el
educador o adiestrador y, por supuesto, el veterinario.
Así que, el veterinario será responsable de los daños
causados por el animal presente en la consulta, incluso
cuando el propietario esté presente. Sin embargo, sería
absurdo extender esta responsabilidad a los daños causados

303
fuera de los locales de la consulta veterinaria por un animal
agresivo bajo tratamiento, pues la naturaleza de esta relación
no es apta a transferir la custodia jurídica, siempre y cuando
se respeten los datos adquiridos por la ciencia.
En efecto, si el tratamiento es manifiestamente capaz de
agravar el peligro, el veterinario podrá ser perseguido por
faltar a un general deber de seguridad, así como lo podría ser
por haber faltado a la obligación de información
anteriormente descrita.
Cabe recordar que si el deber de tratar es una obligación
de medios, los deberes de seguridad y de información son
obligaciones de resultado.
No será de más insistir en la necesidad de que los
veterinarios dispongan de un sólido seguro de responsabi-
lidad civil, aunque, por sorprendente que parezca, esto no
sea todavía obligatorio.

Conclusiones
Como hemos podido ver, las disposiciones represivas
nacidas con la ley del 6 enero 1999, desafortunadamente no
son de naturaleza apta a limitar realmente el peligro – del
todo relativo – representado por los perros. La experiencia
británica nos hubiera podido servir de lección.
Parece que las intenciones no sean las
oportunas ; efectivamente, incluso mediatizándolas, las
agresiones de pit-bulls son raras (se ha citado la cifra de 400
sobre 100.000 mordiscos, o sea, un 0,4 %), mucho más raras
que los mordiscos de “perros de familia”, de canes parecidos
a los labradores o a los pastores alemanes, es decir, de razas
consideradas como “inofensivas”. Un estudio canadiense
sobre 1237 informes, afortunadamente sin desenlaces letales,
ha mostrado que en dos tercios de los casos la víctima había
sido mordida por un perro de la familia o de parientes, y que
un tercio de ellas estaban comprendidas en la franja de edad
de entre cinco y nueve años. Las razas más frecuentemente

304
incriminadas son : pastor alemán, cocker, rottweiler y golden
retriever.
Un estudio holandés, asimismo, ha confirmado la predo-
minancia de los incidentes por mordiscos de perros próximo
a la víctima. Aquí las razas más representativas han resultado
ser : rottweiler, golden retriever y labrador retriever.
Se notará que, con excepción del rottweiler, los perros
responsables de las agresiones son animales que pertenecen a
razas consideradas como no peligrosas, léase “inofensivas”,
por el legislador.
Sería auspicioso que los veterinarios comportamentalistas
fueran consultados en temas tales como éste a fin de que la
apreciación de la peligrosidad de un perro no se fundara
únicamente en criterios morfológicos, resultado de concep-
ciones erróneas, sino en la base de criterios comporta-
mentales objetivos, no constituyendo la morfología, y en
particular el tipo, más que un factor agravante. Asimismo,
esto permitiría activarse más eficaz y precozmente en el
terreno de la profilaxis, puesto que los mordiscos a niños
por perros de familia representan un problema objetivo más
serio que el fenómeno pit-bull, artificialmente inflado por los
medios de comunicación.
Christian DIAZ. Enero 2002

Quebec : Los aspectos jurídicos de la


agresividad canina en Quebec.
Autor : Frédéric Silvestre,
abogado Saint-Hyacinthe, Quebec, Canadá. Abogado
especializado en derecho animal. Presidente del Grupo de
Concertación sobre la Prevención de la Agresividad
Canina en Quebec.

Más allá de los innegables beneficios que manan de la


presencia de los perros en la sociedad, se debe comprender
que esta relación privilegiada conlleva a veces unos riesgos

305
inherentes, de entre los cuales uno de los más importantes es
la agresividad canina.
En Quebec, este aspecto no está muy considerado por el
legislador. En efecto, aparte de las normas del código penal
federal canadiense (que prohiben los actos crueles hacia los
animales), no hay más que dos fuentes adecuadas de
normalización de la problemática, es decir, el Código Civil de
Quebec relativo a la noción de responsabilidad por el hecho
de los animales, y los reglamentos municipales.
Analicemos estos dos aspectos separadamente.

La responsabilidad resultante del hecho de animales

¿Qué dice la ley ?


El artículo 1466 del Código Civil quebequés establece una
presunción de responsabilidad que grava pesadamente sobre
los propietarios o los encargados de un animal. Esta
presunción de responsabilidad con respecto a los daños que
un animal causara, es significativamente importante puesto
que solamente la prueba del caso fortuito, fuerza mayor,
culpa de la víctima o de un tercero, permiten que el
propietario o quien usa el animal sean exonerados de dicha
responsabilidad. De hecho, incluso la prueba de la total
ausencia de culpa o de que se hayan empleado todos los
medios necesarios para custodiar adecuadamente al animal
¡no son suficientes para liberarse de la responsabilidad ! En
suma, se atribuye al propietario o a quien utiliza el animal, un
grado más elevado de responsabilidad con respecto a los
actos que podría cometer su perro, que el que se exige
relativamente a los actos que podrían cometer esas mismas
personas (así que, cuando se atribuye una culpa a una
persona, esta última puede eximirse de toda responsabilidad
demostrando que una persona diligente y razonable hubiera
actuado de la misma manera que ella)
Se entiende, pues, la importancia que reviste para el
poseedor de un perro o para quien trabaja en el ámbito

306
canino, comprender las sutilezas de la responsabilidad que le
incumbe.
Esta realidad implica que la única manera para premunirse
eficazmente, consiste en contratar una póliza de seguro que
cubra dichas eventualidades. Salvo alguna rara excepción, la
gran mayoría de las compañías incluye a esta clase de
eventos en los seguros de hogar. Cabe notar, sin embargo,
que los inquilinos no son muy propensos a contratar tales
pólizas, exponiéndose en ocasiones sin saberlo, a riesgos
económicos conspicuos en cuanto sus queridas mascotas
actúen de manera inapropiada.

Noción de custodia.
El legislador quebequés prevé, en primer lugar, la
responsabilidad del propietario de un animal en dos circun-
stancias, es decir, cuando éste tiene la custodia del animal o
cuando el animal ya no se halle bajo su control.
El propietario tiene la obligación de controlar todos los
actos de los animales de los que tiene posesión. Debe tomar
las medidas para asegurarse de que no se les escapen y,
además, seguirá siendo responsable en el caso de que confíe
el animal a una persona que sabe ser inexperta, o si facilita la
custodia de sus animales a un empleado, o en cuanto confíe
el animal del cual conoce la peligrosidad a alguien que ignora
esta característica.
Finalmente, el propietario será responsable si no toma las
precauciones adecuadas para proteger la colectividad de un
animal que él sabe ser peligroso. Esto concreta el caso
específico de quien tiene un perro peligroso en su domicilio.
En esta eventualidad, la aposición de letreros que anuncian
la presencia del animal no sería suficiente para franquear la
responsabilidad del propietario.
En una sentencia controvertida (Haineault c. Poirier,
[1978] C.S. 1135) se decidió que el encargado de una
estación de servicio en donde se hallaba un perro
peligroso era responsable por un 33 % de los daños
causados a una persona, si bien ésta hubiera penetrado en

307
los locales sin permiso y a pesar de los letreros que
avisaban de la presencia del perro.
Quienes se sirven de los animales, tales como los usuarios
y sus guardianes, se consideran también rigurosamente
responsables de los hechos cometidos por ellos. Según la ley,
se deben considerar como guardianes o usuarios, las
personas que tienen el animal temporáneamente a razón de
su profesión, como podrían ser los veterinarios y los
adiestradores.

Naturaleza de la presunción de responsabilidad y sus


eximentes
De acuerdo con lo dicho, el propietario o el guardián de
un animal se presumen responsables de los daños causados
por éste. Esto exonera la víctima de probar que intervino
una culpa por parte del guardián o del propietario en la causa
de los hechos. Para liberarse de esta presunción, el guardián
o el propietario del animal deberán demostrar que tales
hechos se produjeron a raíz de una culpa de la víctima o de
una tercera persona o a causa de fuerza mayor. Analicemos
estos tres medios de exoneración de responsabilidad.
La culpa de la misma víctima puede eliminar la responsa-
bilidad del guardián o del propietario o mitigarla cuando
contribuyó a la intensidad del daño padecido. Así, se puede
considerar la acción de la víctima como concurrente cuando
ésta no hubiese observado la elemental prudencia al
provocar a animales, cuyas reacciones son a menudo
imprevisibles, inquietándoles voluntariamente o al no tomar
las precauciones razonables requeridas por la situación.
En muchos casos, por ejemplo, si la víctima fuera un
intruso o si hubiera sido advertida del peligro, los tribunales
tienden frecuentemente a decantarse por un concurso de
culpabilidad que reparta la responsabilidad, la cual varía
según el grado de temeridad ostentado por la víctima, así
como por la naturaleza de las precauciones tomadas a fin de
evitar accidentes por el propietario o guardián.

308
Otra causa de exención es la fuerza mayor o el caso
fortuito, situaciones éstas que exigen la difícil prueba de un
evento externo a la voluntad humana, imprevisible y
totalmente irresistible (por ejemplo, un huracán, un apagón
eléctrico o un incendio forestal, etc.)
Finalmente, el propietario o guardián demandado puede
tratar de liberarse de toda responsabilidad invocando el
hecho de terceros, a saber, la actuación de una tercera
persona que constituye la causa de las acciones perjudiciales
del animal. Por ejemplo, ha sido decidido que el propietario
de un perro no es responsable del acto desacertado del
animal si no se debe a una naturaleza revoltosa o a un mal
adiestramiento del animal, sino que el hecho ha sido causado
por el un tercero que había perseguido y agobiado al animal,
el cual, en su tentativa de huida, había causado la ruptura de
unos cristales (Gamache c. Grondin [1938] 76 C.S. 257).

La regulación municipal en Quebec.


A diferencia de otras regiones o naciones, el legislador de
Quebec ha optado por delegar su función en materia de
control de la agresividad canina. Tanto en virtud del Código
municipal como de la Ley sobre Metrópolis y Ciudades, es
competencia de los municipios promulgar las normas que
disciplinan el ámbito canino. Un inventario exhaustivo de las
regulaciones en vigor en los diferentes municipios
quebequeses, permite constatar que en Quebec coexisten
tres diversas corrientes de legislación municipal.
Un primer plano de regulación ha sido el efecto del
asesoramiento proveído por los organismos profesionales,
que ha permitido desarrollar un cuadro normativo en el cual
se trata de minimizar los riesgos inherentes a los perros
(medidas de contención, número de animales, licencias,
medidas a adoptarse en el caso de mordeduras, etc.), sin por
otra parte caer en el intervencionismo arbitrario con
respecto a determinadas razas caninas. Reglamentos de estas
características se hallan en numerosos municipios, tales
como la ciudad de Quebec y de Saint-Hyacinthe.

309
Al otro lado existen numerosos ayuntamientos que han
propendido por una actitud de prohibición simplista de
determinadas razas de perros, sin profundizar acerca de la
prevención de la agresividad canina.
Y finalmente, hay varios ayuntamientos pequeños que aún
no han tomado cartas en el asunto anunciando una casi
ausencia de normas en la materia. Ni que decir tiene que el
escribiente no puede más que criticar vigorosamente tal
laxitud en la normalización de una materia tan importante.
Es, pues, necesario trazar un breve retrato de esta
problemática.
Para iniciar, se impone una primera reflexión. En un
contexto de monotonía general, en donde los ciudadanos se
hallan a la merced de las vicisitudes de la vida y del albedrío
gubernamental, ¿qué hay más fácil que condenar presta-
mente a una raza perruna, exponiéndola al suplicio y juzgán-
dola sin posibilidad de apelación por ser la odiosa y única
fuente de mordeduras en perjuicio de nuestra bella
población quebequesa ? Se trata de una actitud tosca, pare-
cida a la de la Inquisición, cuando se quemaba en la hoguera
primero, y luego, a veces, ex post facto, se preguntaba. No
obstante, tras bastantes años hay acuerdo generalizado : hay
que regular para minimizar la ocurrencia de mordeduras
caninas, pero siempre y cuando eso se realice de una manera
unificadora e inteligente. En efecto, un reglamento no tiene
por qué ser el fruto de un acercamiento hostil e intempestivo
o funcionar como medio para tranquilizar a los ciudadanos
exacerbados por angustias a menudo poco objetivas,
mediante un culpable anunciado. Esta clase de actitud es
siempre algo inquietante por ser el síntoma de una intole-
rancia embrional, incompatible con el ideal democrático.
Sea como sea, ahora el daño ya parece estar hecho, esa
semilla de arbitrariedad ha sido sembrada, de una manera
que muchos municipios en Quebec a menudo no logran
resistirse a la tan fácil tentación de prohibir simplemente una
raza canina, y de lavarse seguidamente las manos. Sin
embargo, al actuar como Poncio Pilatus, hacen exactamente

310
el contrario de lo que quisieran, es decir, proteger la
comunidad.
A este propósito, y pese a las noticias sensacionalistas que
propagan a viva voz que perros de tipo pit-bull acostumbran
a desfigurar a niños indefensos e inocentes o se dan a todo
tipo de atrocidades parecidas, no hace falta precisar que esos
canes no representan de ninguna manera el problema, sino
sólo una faceta. A priori, el aspecto patibulario del pit-bull
parece jugar un papel decididamente perjudicial al suscitar
muy poca simpatía por parte de la población. Por
consiguiente, creer que la pura y simple prohibición de una
raza canina pueda proteger la comunidad, es un espejismo de
los más perniciosos, que pervierte el auténtico propósito de
proteger de verdad a la sociedad. La desaparición de los pit-
bulls no cambiará nada, y proporcionará un falso sentido de
seguridad en la gente, la cual albergaría la idea de que ya no
existe peligro a la hora de mimar a todos los canes del
mundo siempre y cuando su raza no estuviese condenada.
¡Esto es aún más peligroso !
No obstante, más allá de las reflexiones de este género, se
debe vislumbrar un acercamiento constructivo y estimulador.
Efectivamente, ¿qué podemos hacer para sensibilizar
coherentemente a la población y a los administradores acerca
de la necesidad de regular adecuadamente y minimizar lo que
todo el mundo ve como necesario, a saber, los casos de
mordeduras caninas ? Aquí, en total humildad y sin querer
apreciar todos los aspectos del problema en un texto tan
breve, parece sin embargo brotar alguna indicación.
Antes de todo, existe la necesidad de ponderar estadís-
ticamente la dimensión real del problema, a fin de colocarlo
dentro de su correcta perspectiva y evitar una exuberancia en
el plano de las prohibiciones normativas.
Secundariamente, es importante evitar que cada municipio
tenga que realizar un trabajo deliberativo a veces laborioso.
Esto facilitaría la tarea a los administradores, garantizando la
presencia de un tejido normativo coherente entre los
municipios. Lo dicho presentaría la doble ventaja de permitir

311
a la gente conocer la normativa relativamente al conjunto de
los municipios con un mínimo de certeza y, sobre todo,
prevenir el caso en que, a la hora de emprender un largo
viaje en coche por el territorio nacional con el perro, uno
tenga que enfrentarse a una treintena de reglamentos munici-
pales diferentes que podrían resultar en decenas de infrac-
ciones… Una intervención de este tipo exige la concien-
ciación de la gente comprometida, en todo pueblo o ciudad
de Quebec.
En el marco de esta perspectiva, y para que sea posible
auxiliar a los municipios en el ejercicio de su ponderación, es
imperativo facilitar asimismo la tarea de la gente, proporcio-
nando un reglamento-tipo que sea generalmente satisfac-
torio, tales como las ordenanzas de las ciudades de Saint-
Hyacinthe y de Quebec o como los modelos de reglamento
de la Academia de medicina veterinaria.
De todos modos, cualquier reglamentación en este ámbito
debería acoger las siguientes premisas :
# No se trata de prohibir una raza en particular, sino de
controlar objetivamente los riesgos para la población.
# Ante situaciones de riesgo, se deberían prever medidas
individualizadas de control. Así, en los lugares
públicos, en el transporte público o en las relaciones
de vecindario, se debería prever unas pautas particu-
lares de contención para cada situación. En depen-
dencia del caso, dichas medidas de prevención podrían
oscilar desde la prohibición de la presencia de perros
en determinados lugares (solución que deberían
excluirse en cuanto un perro llevado con bozal y
correa no puede en absoluto ser dañino, sea cual sea el
lugar en que se encuentre), a la obligación de bozal, de
correa, de un medio de identificación, de instalación
de vallas, etcétera.
# Un aspecto importante en este acercamiento consiste
en el fomento de la prevención y de la educación de la
colectividad. No sólo una reglamentación de este tipo
debería patrocinar la esterilización a fin de evitar la

312
superpoblación canina, sino que debería garantizar que
los propietarios alimenten adecuadamente a sus
animales y les doten de cobijos apropiados (de
acuerdo con el espíritu de las disposiciones – todavía
no entradas en vigor – de la Ley quebequesa de
protección animal) Asimismo, podría ofrecerse a los
propietarios la oportunidad de beneficiarse de reglas
menos estrictas cada vez que prueben ante la
administración municipal el carácter no peligroso de
sus animales mediante el informe de un etólogo y/o
de un veterinario.
# En el caso de que se hayan producido mordeduras
significativas por parte de un perro, se debería evitar
normas que previesen la inmediata supresión del
animal sin más. Al contrario, salvo excepciones se
debería recomendar el examen del animal por parte de
un especialista (permitiendo la posibilidad de un
contra-peritaje, y de un arbitraje en la eventualidad de
desacuerdo), así como de la contención cerrada
(permanentemente en espacio vallado) en la
eventualidad de que el animal hubiera sido calificado
como agresivo.

Es asimismo importante abastecer los argumentos para


que los interesados en la temática puedan combatir toda
reglamentación municipal que no se ajuste a los preceptos
descritos. En el plano estrictamente jurídico existen algunos
elementos de los que se debería estar al corriente.
Para empezar, en el caso Madronéro c. Ville de Lachine,
del 28 febrero de 1990, el Tribunal Superior decidió
mantener la validez de una ordenanza que prácticamente
prohibía a cualquiera tener cualquier perro que se pareciese,
de lejos o de cerca, a un pit-bull. Sin embargo, cabe notar
que esta sentencia no examinaba todos los argumentos que
se hubiesen podido esgrimir en la impugnación de una tal
ordenanza. Con todo el respeto, la legitimidad de la decisión
podría cuanto menos cuestionarse, especialmente al proveer

313
la prueba de que, aunque la ordenanza en cuestión pudiera
ser a grosso modo válida (sin por otra parte estar
moralmente justificada), no debería ser aplicada tan a ciegas,
marcadamente prohibiendo unas cosas consideradas como
nocivas cuando no tienen nada de pernicioso en sí, como
demuestra el hecho de que los veterinarios pueden tratar a
animales de estas razas.
Por consiguiente, en el caso Anctil c. Cour municipale de
la Pocatière [1973] C.S. 239, el juez Gendron sostuvo que :
“La primera característica de un peligro es de producir serios
inconvenientes. Una corporación municipal excede sus
poderes en cuanto legisle acerca de materias no incluidas en
sus competencias delegadas, o decrete arbitrariamente la
prohibición de algo como peligroso cuando, de hecho, la
cosa no tiene nada de peligroso en sí.”
Por lo tanto, dado que los municipios podrían prohibir
una raza canina solamente cuando ésta represente un
peligro, cabe cuestionar la aplicación de una ordenanza
que prohibe pura y simplemente la presencia de
determinados animales en su territorio, pese a que las
medidas de contención hubieran podido ser extremas.
Para parodiar la situación se podría imaginar la
prohibición de la presencia de un pit-bull desdentado, con
las extremidades amputadas, castrado y en coma en una
clínica veterinaria. ¿Acaso se podría considerar que,
provisto de bozal, tal animal dejaría de representar un
peligro ? Poner este tipo de pregunta es abastecer la
respuesta.
Como ulterior argumento de naturaleza jurídica, se debe
notar que el caso Madronero no ha enarbolado, en este
suceso, la aplicación de las Cartas quebequesas y
canadienses de los derechos y libertades. Esto hace en
modo que la sentencia del Tribunal Superior no posea
aquél carácter inflexible que se le podría atribuir. Así pues,
y lejos de querer sintetizar la totalidad de los parámetros
sobre derechos y libertades, cabe notar que los derechos
podrían ser invocados, especialmente por un veterinario o

314
por el propietario de un perro prohibido, en lo que se
refiere a la libertad de la persona, a su seguridad y derecho
a gozar pacíficamente de sus bienes, al carácter inviolable
del domicilio, al derecho a la seguridad y a una relación
zooterapéutica, etcétera. A esta clase de argumentaciones,
por otra parte, se ha recurrido con cierto éxito ante los
tribunales de Quebec en otros ámbitos relacionados con el
mundo animal.
Me Frédéric Sylvestre, febrero de 2002.

Suiza
Oficina federal ; Sector de Comunicación, Dra Colette
Pillonel,
Veterinaria Comportamentalista Diplomada ENVF,
01.05.02 [htpp ://www.bvet.admin.ch/Grands sujets du
moments/autres sujets/Chiens/Situation Suisse]

Los datos
Suiza es una confederación de 26 cantones y semi-
cantones con una población de 7 millones de habitantes y 4
idiomas oficiales. La población canina es de 390.000
ejemplares (Effems, en nota 4). Un estudio publicado en
1998 enumera 192 accidentes debidos a mordiscos de perros
o excoriaciones que exigieron ser atendidos por el médico de
cabecera5.

Estudio sobre los accidentes por mordeduras de


perros.
Para mejor atajar el problema y contener la cuestión
acerca de la incidencia de los accidentes por mordiscos de
perros, de la tipicidad de los perros mordedores y de las
situaciones de riesgo, un estudio ha sido iniciado por un
grupo4 de trabajo privado (Groupe de Travail Chiens
Dangereux, GTCD/Arbeitsgruppe Gefährliche Hunde,
AGGH, rama de la Association Vétérinaire Suisse pour la

315
Médecine du Comportement, AVSMC). Esta investigación
permite individuar en particular los grupos de riesgo (niños y
propietarios de perros), así como las situaciones de riesgo
(las interacciones con el can) Los resultados de dicho estudio
se harán públicos en septiembre de 2002.

El manejo del problema


Los accidentes por mordedura de perro, mientras afectan
a la seguridad pública, son materia de competencia cantonal
y no de la Confederación. Sin embargo, estos sucesos son de
considerar como un problema cuya génesis es multifactorial.
La problemática de los perros peligrosos, considerada bajo
todos sus aspectos, depende de una copiosa legislación,
tanto cantonal como federal y también municipal. Varios
elementos son apreciados como factores clave, cada uno de
ellos conectado con una legislación específica. Esmero
particular debe concederse a la revisión de dichas
normativas, a fin de poderlas adecuar a la situación actual,
abarcando todos los planos. Además, dichos factores pueden
constituir el objetivo de instituciones no gubernamentales
(aquí los más importantes)
Una explicación sobre las diferentes legislaciones puede
hallarse en los capítulos « Législations fédérales » y
« Législations cantonales » y los diferentes artículos pueden
leerse en : htpp ://www.bvet.admin.ch/protection des
animaux/législation.

Los medios de intervención


Las intervenciones consisten tanto en la prevención como
en la represión. Una importancia particular debe darse a la
prevención. Una represión orientada hacia el perro
problemático es patrocinada en el plano de los cantones.

Las legislaciones
El problema de los perros peligrosos analizado bajo todos
los aspectos, depende de numerosas normas federales,
cantonales y municipales. Los diferentes aspectos son

316
expuestos a continuación, en el capítulo relativo a la
legislación. En cuanto a los accidentes por mordeduras,
éstos conciernen a la seguridad pública que es materia de
competencia cantonal y no federal.

317
Tabla de la repartición de las actividades y competencias en Suiza

Factor Objeto Legislación Competencia Organizaciones no gubernamentales


clave
El Tenencia Ley/ordenanza de Confederación PSA (Protección Suiza de los Animales)
perro protección animal
Ley sobre los perros Cantones
Reglamento sobre Cantones,
los perros Municipios
Identificación, Censo Ley/ordenanza sobre Confederación PSA, SVS (Sociedad de los Veterinarios
epizootias Cantones Suizos), SCS (Sociedad Canina Suiza)
Ley o reglamento sobre
los perros
Potencialmente peligrosos, Ley o reglamento sobre Cantones
peligrosos, mordedores los perros

El Cría Ley/ordenanza de Confederación PSA, SCS


criador protección animal
Factor Objeto Legislación Competencias Organizaciones no
clave gubernamentales
El Genética Proyecto de modificación de la Confederación PSA, SCS, SVS
criador ley de protección animal
El Control del perro Código de las obligaciones Confederación
Posee- Conocimientos Ley o reglamento sobre perros Cantones
dor cynológicos
Lesiones físicas por Código penal Confederación
negligencia Cantones
La Lesiones corporales Código penal Confederación
víctima intencionales Cantones
Conocimientos, Ley o reglamento sobre perros Cantones SVC
actitud
La acción de la Confederación
La situación suiza permite el establecimiento de nume-
rosas leyes relativamente a los perros, las cuales pueden
divergir considerablemente entre los varios cantones. Este
aspecto, positivo en cuanto permite a los cantones adaptar
sus leyes a condiciones peculiares (por ejemplo, un cantón
metropolitano con respecto a uno rural), puede demostrarse
poco profícuo en contextos emotivos tal como lo es la
temática de los accidentes por agresiones caninas.
Por tal razón, la Oficina Veterinaria Federal ha sido
encargada por el Consejo Federal de crear un grupo de
trabajo a fin de elaborar unas recomendaciones destinadas
para el legislador cantonal. Estas indicaciones representan las
directrices aconsejadas por el grupo de trabajo de la
Confederación que, no obstante, deja un margen de
maniobra suficiente para los cantones. Dichas indicaciones
incluyen un comentario con los argumentos en los que se
fundan (6) A continuación se reproduce el contenido.

Recomendación del Grupo de Trabajo “Legislación


sobre perros peligrosos” de la Oficina veterinaria
federal.
(Al 21 de diciembre de 2000, extraído de las
Recomendaciones a los cantones, 21.12.2000 [http://www.bvet.ad-
min.
ch/tierschutz/f/berichte_publikationen/heimtiere/kampfhunde/
rechtlich. html]

A. Notas preliminares
a. Las siguientes recomendaciones ponen de manifiesto
qué medidas pueden ser tomadas dentro del ámbito de la
legislación cantonal con el fin de proteger a las personas.
b. Vista la desigualdad estructural de la legislación cantonal,
el grupo de trabajo ha renunciado a la posibilidad de
recurrir al modelo de la formulación de una ordenanza
c. El grupo de trabajo desaconseja :

320
- exigir autorizaciones para la tenencia de los perros en
general
- establecer una obligación general de llevar a los perros
con bozal en determinados lugares.
d. Las reflexiones del grupo de trabajo se hallan resumidas
en el comentario anexo.
e. La Confederación preparará los proyectos :
- de Ley sobre epizootias, relativamente al tema del
registro uniforme de los perros y protección de los datos
- de Ley de protección animal, con respecto a las
restricciones relativas a la cría de perros y la obligación
de autorización para la actividad profesional de cría y
comercio de perros.
El grupo de trabajo considera que estos temas deban ser
tratados con prioridad.
f. Análogamente, la Confederación apoyará las
investigaciones pertinentes a este tema y tomará parte en
las medidas preventivas más importantes, así como en la
información y formación.

B. Directrices recomendadas para su incorporación en las legislaciones


cantonales o municipales.

Directriz Recomendada Notas


1. Los propietarios deben Corolario del contenido del
tener a sus perros bajo art. 56 del código de las
constante control. obligaciones.
2. En los casos de sospecha, Permite identificar a los
los poseedores están criadores y comerciantes que
obligados a proporcionar a abastecen perros peligrosos
las autoridades las informa- así como tomar las medidas
ciones relativas al origen de pertinentes hacia ellos
los perros que se hallan o se
hallaban en su posesión.
3. Los municipios pueden Tener en debida cuenta y de
determinar zonas prohibidas manera justa las necesidades
para los perros y zonas de la población y de los

321
libres, así como zonas en las perros. Pese a esto, obligar a
cuales se impone la llevar a los perros con correa
obligación de la correa. puede favorecer comporta-
mientos agresivos.
4. La autorización cantonal Cuando se cometen infrac-
es necesaria para los cria- ciones en el plano de los
dores y comerciantes criaderos y comercios, se
profesionales de perros. produce un efecto
expansivo. La obligación de
la autorización permite
reforzar los medios de
control a disposición de la
autoridad.
5. Los cantones regulan las El punto de contacto debe,
competencias y crean un en primer lugar, recoger los
punto de contacto a dispo- informes relativos a compor-
sición de los poseedores de tamientos de perros que
perros, de las víctimas suponen un peligro, particu-
potenciales y de los órganos larmente tras un accidente de
ejecutivos. agresión, y asegurar el segui-
miento de los casos según un
esquema determinado (“flow
chart”).
6. Las autoridades compe- Conocimientos particulares y
tentes examinan, a través de especializados son necesarios
especialistas, los perros cuyo para la evaluación de
comportamiento representan aquellos perros cuyo
un problema, y toman las comportamiento constituye
medidas del caso según su un problema.
gravedad : disposiciones para
la seguridad pública, como la Se precisarán las medidas ya
obligación de bozal ; previstas por los artículos de
La puesta del perro en otro los reglamentos de policía.
hogar ; Deberán prescribirse según
La puesta bajo observación las circunstancias y tras el
del animal, o la asignación a estudio de los casos parti-
una terapia comportamental ; culares.

322
La obligación de asistir a un
curso ; La prohibición de tenencia
La obligación de contratar puede ser indicada cuando
un seguro de responsabilidad una persona tiene habi-
civil ; tualmente perros agresivos o
La prohibición de tener un si normalmente permite que
perro, si el responsable es éstos merodeen.
incapaz de garantizar la
seguridad ; Los cursos prescritos deben
Medidas contra el vendedor ser reconocidos oficialmente
o el criador ;
La supresión del perro. Los costes son a cargo de los
poseedores.
7. Prever disposiciones Determinar unas normas
penales relativamente a las generales de policía con
normas establecidas en el respecto a la seguridad
cantón. pública.

C. Indicaciones generales para las autoridades cantonales

8. Obligación de póliza de No impide los accidentes


seguro de responsabilidad por mordeduras pero
civil para los poseedores de contribuye a una reducción
perros. de los perjuicios económi-
cos. Un sistema bonus-malus
puede ejercer un efecto
preventivo.
9. Obligación de declarar los Se debe tener en cuenta el
accidentes por mordedura de secreto profesional. Se
perros. recomienda codificar los
accidentes por mordiscos
caninos a través de las
estadísticas clínicas.
10. Las instalaciones para Los perros de instalaciones
animales deberán observar el pueden resultar problemá-
comportamiento de los ticos porque frecuentemente
perros ofrecidos y comunicar su anterior historial no es

323
esta información a todo conocido.
potencial adquiriente. Las
observaciones e informacio-
nes sobre el origen del perro
y su potencial adquiriente
serán registradas de manera
estandarizada.

11. Impuesto sobre los La regulación es delegada a


perros a destinarse en parte a los municipios.
fines determinados (informa-
ción, financiación de la
formación) ; reducción del
impuesto tras presentación
de la prueba de participación
a un curso.
12. Promover las clases de Permiten prevenir los errores
cachorros y los cursos de en la educación y de
educación para perros. reconocer rápidamente los
comportamientos agresivos.
Se precisa un control de
calidad sobre los cursos.
13. Informar a los grupos de A este propósito es necesaria
riesgo y la población en una coordinación entre las
general acerca de : organizaciones caninas, de
signos de comportamiento protección animal, así como
agresivo en el perro ; de las oficinas federales.
conducta a seguir en caso de Se debe asimismo ofrecer
agresión ; ayuda a las personas que
prevención de los ataques. muestran un marcado miedo
a los perros.
14. Impulsar una formación Diferenciación con respecto
uniforme y conforme a la a los perros al servicio de la
Ordenanza sobre protección policía, guardias fronterizas y
de los animales relativamente ejército.
a los perros de defensa
empleados en deportes.

324
Las leyes federales
El Código de las obligaciones (CO, derecho civil)
Art. 56 CO : Responsabilidad del poseedor de animales
§1. En el caso de daños causados por un animal, la
persona que lo tiene es responsable si no prueba que lo ha
tenido y controlado con la total atención exigida por las
circunstancias o que la diligencia empleada no habría
impedido la producción del daño.

El deber de vigilancia al cual todo propietario de perro


está sometido, debe articularse con el artículo 56 CO.
Solamente el estricto respeto del deber de vigilancia evita el
procedimiento de responsabilidad civil en contra del
poseedor al amparo del art. 56 CO si su perro es causa de un
daño o de un accidente. En otros términos, únicamente el
respeto del deber de vigilancia provee la prueba de que el
poseedor ha actuado con la atención adecuada a las
circunstancias.

Código Penal (CP derecho penal)


En el plano penal, el animal se considera como el « medio
empleado para cometer el delito », de manera que el
poseedor será responsable de los delitos de lesiones
personales, amenazas, etcétera de las cuales el animal sea el
origen (art. 111 y siguientes CP) Los delitos perseguidos por
querella de la víctima (lesiones corporales por negligencia) se
diferencian de los delitos perseguidos de oficio (lesiones
corporales intencionales).

La ley y la ordenanza de protección animal (LPA, OPAn)


No se debe olvidar que el objetivo de la ley de protección
animal es la reglamentación de los comportamientos del
hombre con atención a los animales, ¡ y no lo contrario !
En el contexto de los accidentes por mordeduras de
perros, destacan, en primer lugar, las acciones del hombre
cara al animal que hubieran podido provocar el

325
comportamiento agresivo del perro, y que serían
reprochables bajo el punto de vista de la protección animal.
El texto en vigor a menudo resulta poco útil en la práctica
(4), particularmente en lo que atañe a la tenencia y cría de
perros. Actualmente existe al estudio un proyecto de revisión
de la Ley cuya finalidad es el refuerzo o la especificación de
la legislación en vigor. Este texto está en la fase de la
consultación pública y próximamente formará la orden del
día en el Parlamento (Proyecto de revisión de la Ley de
protección animal, Oficina veterinaria federal, Berna). En
particular, el proyecto contiene un artículo dedicado a las
finalidades de la cría, así como otro sobre la formación de
los educadores y adiestradores de animales.

En los párrafos que siguen, se hace referencia tanto al


texto vigente como al proyecto de ley.
! Tenencia
La Ley de protección animal regula la tenencia de animales
en general (art. 3 LPA) ; la Ordenanza disciplina la
tenencia de perros (art. 31 OPAn) así como el trato que
les es debido (art. 34 OPAn)
! Cría
En la Ley en vigor no existe ningún texto relativo a la cría.
Sin embargo, el proyecto de revisión de la Ley prevé un
artículo relativo a la cría insertado dentro del marco de la
regulación de la ingeniería genética, que se aplicará sin
distinciones a los perros (art. 9 del Proyecto de revisión
LPA) ; dicho artículo se propone prohibir la cría de
animales con características determinadas, por ejemplo en
el plan morfológico o comportamental. En cambio, no
hay prescripciones particulares con respecto a la cría de
los animales jóvenes, que podrían servir como base
legislativa para establecer la obligación a socializar. Esto
podría ser una laguna (2)
! Pensiones y criadores profesionales
Las pensiones, refugios y criaderos profesionales son
obligados a declararse en el plano cantonal (art. 34 OPAn)

326
Dichas instalaciones deben garantizar que los animales
están cuidados por cuidadores de animales debidamente
formados (art. 11 OPAn)
La noción “profesional” es ambigua y permite ocuparse
solamente de los grandes criaderos. No obstante, la
formación de los guardianes de animales hoy en día
todavía no prevé más que pocas nociones de
comportamiento y aún menos de prevención de los
accidentes por mordeduras.
! Comercios de animales
El comercio profesional de animales está supeditado a
una autorización (art. 45 y 46 OPAn) Estas instalaciones
deben garantir que los animales estén cuidados por unos
guardianes debidamente formados (art. 11 OPAn)
Análogamente al caso de los criaderos, la noción
“profesional” es imprecisa y consiente en ocuparse
solamente de los grandes comercios
! Combates de animales
Las peleas de animales están explícitamente prohibidas
por la Ley (art. 22 y 27 LPA)
! Formación de los educadores y adiestradores de animales
El proyecto de revisión de la Ley de protección animal
prevé reglamentar la formación de los educadores y
adiestradores de animales (art. 6 del Proyecto de revisión
LPA)

La ley y la ordenanza sobre epizootias (LFE, OFE).

! Identificación y registro
La ley y la ordenanza sobre las epizootias regulan el
control de los perros. Los cantones ejercen un control sobre los
perros. Si existiera peligro de propagación de epizootias por perros,
gatos y otros animales, el Consejo federal deberá ordenar las medidas
preventivas adecuadas (art. 30 LFE) A partir del quinto mes, los
perros deberán llevar una identificación de control oficial o estar
identificados de otra manera que no engendre confusión (art. 11.2

327
OFE) La finalidad de esta medida es la gestión de las
epizootias, en especial modo de la rabia.
El Consejo federal propone la siguiente modificación del
artículo 30 LFE (comunicación al Parlamento de mayo de
2002) : “Los perros deben estar identificados y registrados en un banco
de datos. El Consejo federal disciplina la identificación ; los Cantones
regulan el registro”. Esta propuesta de modificación formará la
orden del día en la sesión parlamentaria de otoño de 2002.
El nuevo artículo no prevé un banco de datos central, sino
que delega la responsabilidad a los cantones, teniendo en
cuenta que existen ya unos bancos de datos, lo que es
criticado por el Grupo de Trabajo sobre Perros Peligrosos7
Un banco de datos central y privado existe a pesar de
todo ; se trata de ANIS, gestionado por la Protección Suiza
de los Animales, la Sociedad de Veterinarios Suizos y la
Sociedad Canina Suiza. La identificación y el registro de los
perros permiten realizar encuestas en el caso de epizootias,
de accidentes por mordiscos o cuando los perros se hayan
fugado, perdido o hayan sido maltratados o abandonados.
Diferentes opciones de identificación están siendo
examinadas, por ejemplo, el microchip y el tatuaje. La
responsabilidad de la identificación y de la declaración recae
en el poseedor del perro. La declaración se realizará
solamente una vez, a saber, en el momento de la
identificación.
Debe notarse que el método del tatuaje es considerado
como doloroso por la Ley (art. 65 OPAn) y puede realizarse
solamente con el animal bajo anestesia local o general.

La legislación cantonal4
Atañen a los perros las leyes de 26 Cantones y semi-
cantones. Como se ha dicho anteriormente, los cantones
tienen competencia en lo tocante a la seguridad pública. En
materia canina, algunos cantones han delegado su
competencia en todo o en parte a los ayuntamientos. Como
consecuencia a una agresión canina que provocó la muerte
de un niño en Alemania en el año 2000 y a la alarma que se

328
produjo en el colectivo, varios cantones han propendido por
crear grupos de trabajos con la finalidad de revisar su
legislación o reglamentación (por ejemplo, los cantones de
Appenzell R.E., Berna, Ginebra, San Gall, Tesino, Vaud,
Zurich)
Cabe notar que la comparación de los textos legislativos
cantonales entre ellos no es posible ya que el marco dentro
del cual recae esta normativa en cada uno de ellos varía. Es
más viable remarcar ciertas particularidades cantonales (aquí
en orden alfabético ; no han sido citados todos los cantones
que han tomado medidas en la problemática) Por
consiguiente, entre los cantones se pueden vislumbrar
diferencias de principio con referencia a :
# Las competencias en la aplicación de las leyes y
reglamentos sobre la definición dada a los “perros
peligrosos”
# La obligación de la declaración por parte del médico
en el caso de mordeduras de perros
La presencia o ausencia de una legislación específica
relativa a los perros (“Ley de policía de perros” o “Ley sobre
los perros”)

Appenzell Rhodes-Extérieures, AR
Este cantón posee una legislación sobre los perros. La
correspondiente ordenanza ha sido modificada en el 2001
(29.05.2001) Los ayuntamientos tienen la competencia para
evaluar la peligrosidad de un perro que ha constituido un
problema, pudiendo tomar medidas en contra del perro y/o
el propietario en la base de dicha evaluación (cursos de
educación, colocación del animal en otro hogar, bozal,
eutanasia, prohibición de tenencia, etc). No existen
restricciones conectadas con una lista de razas de perros.
Un grupo de trabajo ha elaborado un opúsculo que
contiene las diferentes obligaciones de los propietarios de
perros, pero también consejos útiles así como la lista de los
puntos de asistencia en el caso de tener problemas con
perros (Achtung Kampfhund ? Sicherheitsdirektion des

329
Kantons Appenzell Ausserrhoden, Trogen, 2001). También
se ha editado un aviso que se expone en las oficinas de los
ayuntamientos y en las dependencias de la policía y que
recoge el tema desarrollado por el opúsculo.
Los responsables de los expedientes relativos a los perros
en los ayuntamientos han sido formados específicamente
para que puedan evaluar la situación cuando se presenta un
problema afín de que tomen las medidas adecuadas
(mediación, peritajes, sanciones, etc).

Basilea Ciudad, BS
El cantón dispone de una ley sobre los perros. Esta norma
ha sido modificada en 2001 mediante la añadidura de un
artículo sobre la tenencia de perros potencialmente
peligrosos. La tenencia de estos animales está condicionada a
la obtención de una licencia cantonal que se otorga tras la
presentación de una solicitud escrita y motivada a la cual
sigue un examen. El solicitante debe dar prueba de poseer
suficientes conocimientos caninos, tener al menos 20 años,
no haber sido condenado por delitos de violencia o en
relación con la droga o la prostitución. Los cachorros deben
ser identificados mediante microchip, tener un certificado de
origen, y su cría debe responder a criterios de protección y
bienestar animal. Deberá participar en clases de juego para
cachorros así como cursos de educación junto con su
propietario. Estas restricciones conectadas con los perros
potencialmente peligrosos son más bien medidas preventivas
que conciernen al poseedor, al criador y a la educación del
perro.
La definición de “perro potencialmente peligroso” es dada
por la ordenanza relativa a esta ley. Establece una lista de
razas que comprende igualmente a los cruces, que se
consideran como asimilados. La lista puede ser aumentada
tras aviso del Servicio Veterinario Cantonal. Actualmente
comprende a : American Staffordshire Terrier, Bullterrier,
Dobermann, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Pitbull Terrier,
Rottweiler, Staffordshire Bullterrier.

330
Las personas que poseían un perro incluido en esta lista en
el momento de la entrada en vigor de la ley y ordenanza
(aproximadamente 190 ejemplares) tuvieron que declararlo al
Servicio Veterinario Cantonal y pasar un test junto con sus
mascotas ; a partir de dicha prueba, una parte de los animales
(30) y sus amos tuvieron que atender los cursos de
educación, otros individuos han sido asignados el bozal (6) y
dos ejemplares tuvieron que ser eutanasiados.

Ginebra, GE
Ginebra no tiene ley sobre los perros, sino de un
reglamento. Un grupo de trabajo multidisciplinario está
actualmente elaborando una ley bajo la égida de la Oficina
Veterinaria Cantonal. Análogamente a Basilea Ciudad,
Ginebra es un cantón fronterizo y metropolitano.
Análogamente a Basilea Ciudad ha definido a los perros
potencialmente peligrosos fundándose en una lista de 3
grupos de canes :
1. Perros de raza definida como de ataque en la base de
la clasificación canina, es decir : “Amstaff, Boerbull,
Cane Corso, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Mastiff,
Mastín español, Mastín napolitano, Pitbull, Presa
canario, Rottweiler, Tosa”.
2. Los perros adiestrados al ataque, salvo los de los
servicios de seguridad (públicos y privados, tras
examen)
3. Los perros con antecedentes ciertos

Los perros de estos tres grupos deben ser llevados con


correa en todo el territorio del cantón. La Oficina
Veterinaria cantonal tiene un registro de dichos perros, en el
cual los poseedores deben declararse. Igualmente deben ser
declaradas : el nacimiento, venta, cesión, donación, pérdida,
sustracción y muerte de los perros pertenecientes a uno de
estos tres grupos. Los cachorros del grupo 1 y 2 pueden
solamente proceder de criaderos afiliados a un club canino o

331
a una protectora reconocidos. La adquisición de estos perros
en el extranjero está sometida a una autorización.
Los ayuntamientos, los cuerpos médicos y veterinarios
deben denunciar los casos de mordeduras.
En este caso, la Oficina Veterinaria cantonal evaluará la
situación y, según el caso, pedirá un peritaje sobre la
peligrosidad y tomará las medidas necesarias hacia el perro
y/o su propietario.
Adicionalmente, todos los perros deberán estar
identificados mediante microchip a partir de enero de 2001.
Los perros, así registrados, son incluidos en una base de
datos privada ANIS (Animal Identity Service) gestionada por
la Sociedad Canina Suiza (SCS), la Sociedad Veterinarios
Suizos (SVS) y a la Protección Suiza de los Animales (PSA).
Diferentes departamentos cantonales se encargan de la
aplicación de este reglamento. Para los perros del grupo 1 y
2 se trata esencialmente de medidas de control. No obstante,
es interesante notar que tanto el Boerbull como el Pitbull no
son reconocidos por la Sociedad Canina Suiza, ni por la
Federación Canina Internacional (FCI) El estatuto relativo a
la cría de estos perros en territorio ginebrino, por
consiguiente, no está claro.

Neuchâtel, NE
En este cantón existe, desde 1997, una ley que prevé la
obligación de identificar (microchip o tatuaje) y censar a los
perros en una base de datos cantonal. Una modificación de
esta ley, en 2001, otorga la competencia a la Oficina
Veterinaria cantonal, a la policía y a los ayuntamientos para
que puedan intervenir inmediatamente en el caso de que una
persona haya sido agredida por un perro. La Oficina
Veterinaria cantonal es competente para solicitar los peritajes
de los perros problemáticos, así como de proceder a
eutanasia cuando las circunstancias lo exijan. Asimismo, a
ella le compete decretar la interdicción relativamente a la
tenencia de perros.

332
La particularidad del cantón de Neuchâtel estriba en el
deber de los médicos de declarar los casos de accidentes por
mordeduras (sin nombrar la identidad del paciente) a la
Oficina Veterinaria cantonal ; el objetivo de esta medida es
de identificar al perro mordedor y de aconsejar a los
propietarios, así como tomar las medidas relativas al perro
y/o a los dueños. La introducción de esta medida es reciente
(septiembre de 2001) y la Oficina Veterinaria aún no ha
podido pronunciarse sobre su aplicación.
Otra peculiaridad del cantón de Neuchâtel es la intención
del Gran Consejo de promover la prevención de los
accidentes, particularmente en las escuelas. Este proyecto se
halla delineado en el trabajo de un veterinario
comportamentalista.
No existen restricciones relativas a una lista de razas
caninas.

San Gall, SG
En el año 2000 un grupo de trabajo fue encargado por el
Departamento de Justicia y Policía a fin de que evaluara la
necesidad de una revisión de la legislación en vigor (1985), y
avanzara propuestas. Un concepto de medidas fue sometido
a consultación en 2001.
Cabe notar que el grupo de trabajo ha propuesto
explícitamente la introducción en la legislación de medidas
preventivas :
sesiones informativas sobre la tenencia de perros ;
incentivos económicos para quienes participan en cursos
de educación canina.

Vaud, VD
En el cantón de Vaud la tenencia de perros se funda en un
reglamento. Un nuevo reglamento entró en vigor en abril de
2002, el cual ha instituido la obligación de identificación
mediante microchip y el censo de todos los perros cuyos
poseedores residan en el cantón. Los perros anteriormente
identificados por tatuaje no están sometidos a la obligación

333
de microchip, siempre y cuando el tatuaje sea claramente
legible. Pese a esto, todos los perros de nueva adquisición
deben llevar microchip.
El censo de los perros identificados se realiza en un banco
de datos central, el ANIS, así como en cada ayuntamiento.
El censo en el ayuntamiento sirve a la función de
recaudación del impuesto sobre los perros.
El cantón Vaud ha instituido un grupo de trabajo
encargado de elaborar una ley sobre la policía de los perros.

Tesino, TI
Como efecto de los sucesos del 2000 y de las
recomendaciones de la Confederación, el cantón Tesino ha
nombrado rápidamente un grupo de trabajo multidisciplinar
encargado de evaluar la situación y proponer soluciones.
Dicho grupo de trabajo ha sometido sus conclusiones al
Consejo del Estado en octubre de 2001. No se trata
solamente de mediadas concernientes a los perros
peligrosos, sino de medidas generales relativas a la gestión de
los canes en el cantón.
Análogamente a otros cantones, también en Tesino el
grupo de trabajo ha pedido medidas preventivas, y la
implantación de la obligación de identificación para los
perros.

Zurich ZH
Según la legislación de este cantón (1971), el control de los
perros pertenece a los ayuntamientos. Bajo determinadas
circunstancias, el veterinario oficial del distrito puede pedir la
eutanasia de un animal cuando lo estime peligroso.
El cantón Zurich también ha instituido un grupo de
trabajo interdisciplinario bajo la égida de la Oficina
Veterinaria cantonal para aclarar las lagunas de la vigente
legislación.
La Oficina Veterinaria cantonal se ha esmerado
particularmente en formar a veterinarios y ayuntamientos en
lo que atiene a la realización de sus respectivas tareas,

334
permitiendo así un tratamiento uniforme, con seguimiento
de los casos. Asimismo, ha sido entregada a los municipios
una documentación que delinea las acciones a tomar en el
caso de perros problemáticos. Panfletos destinados a quienes
hayan experimentado problemas con los perros, así como a
sus poseedores, también han sido anunciados mediante un
aviso y distribuido en todas las oficinas municipales.
Gracias al apoyo del grupo de trabajo se ha podido
recoger datos relativos a las mordeduras caninas y a su
demografía en el territorio cantonal. Desdichadamente, unos
recortes presupuestarios realizados por el mismo Consejo
del Estado que encargó el proyecto, han obligado a
abandonarlo.

Conclusión
Suiza ha sido uno de los últimos países en “reaccionar”
normativamente a los accidentes por mordeduras caninas. A
pesar de esto, la Confederación ha apoyado económica y
científicamente el estudio de dichos accidentes, iniciado
privadamente por el “Grupo de Trabajo Perros Peligrosos”,
y ha emitido unas recomendaciones (21-12-2000)
Si el mensaje de la Confederación es claro en lo que
concierne a las indicaciones (negación de las listas de razas,
represión limitada al ejemplar problemático, actividad
preventiva entre poseedores, criadores y víctimas), sus
efectos en el plano cantonal queda limitado. Ciertos
cantones muestran aún mucha reticencia a la hora de revisar
sus leyes o reglamentos en este ámbito, así como en apoyar
el acercamiento de la Confederación relativamente a la
obligación de la identificación y censo ; 12 cantones se han
pronunciado en contra del artículo relativo al proyecto de
revisión de la ley de epizootias.
No obstante, algunas Oficinas Veterinarias cantonales han
actuado rápida y eficazmente, a pesar de sus limitadas
competencias en lo atinente a las medidas de policía.
Dos cantones confinantes con Francia y Alemania,
naciones dotadas de leyes “raciales” en materia de perros, y

335
por otra parte unos cantones metropolitanos, han definido a
los perros peligrosos empleando, entre otros criterios, el
sistema de la lista de razas.
Un efecto interesante de este tipo de legislación se ha
podido observar en Basilea : el aumento de perros
(declarados) listados ha disminuido netamente ; sin embargo,
el número de accidentes por mordeduras denunciadas a la
Oficina tras la entrada en vigor de la nueva legislación ha
decrecido con respecto al año 2000, y es comparable con los
índices de los años 97, 98 y 99.
Es interesante remarcar que, en la mayoría de las veces,
esta problemática ha sido gestionada por los servicios
veterinarios (federales y cantonales) en colaboración con
otras oficinas. Los servicios veterinarios, encargados de la
aplicación de la ley de protección animal y de epizootias,
pueden hallarse en crisis ante situaciones en las cuales los
perros son eutanasiados solamente porque sus propietarios
son incapaces de gestionarlos o han cometidos graves
errores en lo atinente a la tenencia o la educación de sus
animales o han querido perros presentando una agresividad
exacerbada.
Así que, considérese el problema bajo un ángulo u otro, el
ser humano sigue siendo el botón que hay apretar, ya que
“..., incluso la aplicación de la mejor de entre las leyes, no
mostrará más que una eficacia decepcionante si el poseedor
del perro no toma conciencia del problema y no se siente
responsable de lo que hace su perro” 6.

Bibliografía
1. Groupe de Travail Chiens Dangereux, GTCD/AGGH,
Chiens Dangereux ; des mesures ciblées et efficaces ; une prise de
position avec propositions du Groupe de Travail Chiens
Dangereux, 2001 (Secrétariat GTCD : Horisberger U.,
vétérinaire, Küssnacht a. R.)
2. Groupe de Travail Chiens Dangereux, GTCD/AGGH,
Commentaires sur le projet de loi sur la protection des animaux,

336
2002 (Secrétariat GTCD : Horisberger U., vétérinaire,
Bergweg 2, Küssnacht a. R.)
3. Groupe de Travail Chiens Dangereux, GTCD/AGGH,
Commentaires sur le projet de loi sur les épizooties, 2002
(Secrétariat GTCD : Horisberger U., vétérinaire,
Bergweg 2, Küssnacht a. R.)
4. Horisberger U., Accidents par morsure de chien nécessitant une
intervention médicale, Thèse de Médecine Vétérinaire pour
l’obtention du doctorat, Université de Berne, Faculté de
Médecine Vétérinaire : en curso.
5. Matter H. C., The epidemiology of bite and scratch injuries by
vertebrate animals in Switzerland, European Journal of
Epidemiology, 14 : 483-490, 1998.
6. Pillonel C. & Groupe de Travail Fédéral « Législation en
matière de chiens dangereux », Argumentaire, 21.12.2000
[http://www.bvet.admin.ch/Grands sujets du
moment/Chiens dangereux/situation légale. html].

337
Resoluciones

He preferido el vocablo resolución a conclusión. Creo que


la agresividad canina es algo demasiado frecuente como para
ser tolerado. He analizado los múltiples factores respon-
sables de esta inadmisible situación, tanto que sus víctimas
sean niños como adultos mordidos o la sociedad. La
sociedad ha elegido : “perro admitido”, “perro querido”,
“perro miembro de la familia”. Y por ello paga unas
consecuencias desmedidas. Todo el mundo tiene el derecho
a tener un perro, esto es indiscutible. Todo el mundo tiene el
derecho a saber cómo convivir con ese perro en el respeto
tanto del can, así como de los humanos. Insisto, pues, sobre
la prevención a través de la información y del conocimiento.
Espero que esta guía constituya una gota más en la
edificación de una mejor prevención de los accidentes por
mordeduras, así como en la armonización de nuestra vida
con los perros.
Bruselas, 28 de mayo de 2002
Dr Joël Dehasse.

339
Referencias

Además de veinte años de experiencia en comportamiento


y de centenares o millares de artículos y libros que he leído,
que han definido mi percepción del perro y de sus
problemas comportamentales, reitero algunas conclusiones
en las siguientes obras :

American Psychiatric Association (1994). Diagnostic Criteria


from DSM-IV. Washington.
Dehasse J. (1998). L’éducation du chien. Le Jour Éditeur,
Montréal, Québec.
Dehasse J. (2000). Mon chien est bien élevé, Le Jour Éditeur,
Montréal, Québec.
Dehasse J. (2000). Mon jeune chien a des problèmes, Le Jour
Éditeur, Montréal, Québec.
Dehasse J. (2000). Mon chien est-il dominant ?, Le Jour
Éditeur, Montréal, Québec.
Eibl-Eibesfeldt I. (1984). Ethologie, biologie du
comportement, Ophrys (Paris) Ed. scientif. Naturalia et
Biologica.
Heymer A. (1977). Vocabulaire éthologique, Presses
Universitaires de France, Paris.
Moles A. (1995) Les sciences de l’imprécis. Éditions du
Seuil, Paris.
Moyer K. E. (1968). Internal impulses to aggression. Trans.
Of the New York Academy of Sciences, Ser. II 31, 104-
114.
Netto WJ., Planta D. Behavioural testing for aggression in
the domestic dog. Applied Animal Behaviour Science 52

341
(1997) 243-263.
Pageat P. (1998). Pathologie du comportement du chien.
Collection Médecine Vétérinaire, Editions Le Point
Vétérinaire, Maisons-Alfort, France.
Planta D. (2001) Testing Dogs for aggressive biting
behaviour ;
The MAG- test (sociable acceptable behaviour test) as an
alternative for the Aggression test. ESVCE & CABTSG
Meeting, Birmingham U.K.
Wilson E. O. (1975, 2000). Sociobiology, the new synthesis.
Belknap Press of Harvard University Press.

Pido la venia a aquellos autores que he omitido. Esto se ha


debido a la necesidad de evitar tener que escribir decenas de
páginas de referencias suplementarias.
Hoy en día las publicaciones científicas son tan
referenciadas que los autores ya no se comprometen en su
propia responsabilidad e inventiva. Los autores citan a otros
autores que a su vez citan a otros, y la primera afirmación ya
no se juzga sino que se toma como una verdad. Todo se ha
dicho por lo menos una vez. La personalidad del trabajo es
la creación de un modelo original, es decir inédito, pero
también posible, útil y pragmático.

342
Acerca del autor

Joël Dehasse es veterinario comportamentalista en Bruselas.


Es diplomado por las Ecoles Nationales Vétérinaires
Françaises (1998), y acreditado en intervenciones
terapéuticas en el ámbito doméstico familiar, en instituciones
y comunidades (Centre Chapelle-aux-Champs, Bruxelles). El
trabajo del autor se desarrolla exclusivamente en la práctica
especializada de la medicina comportamental en casos
referidos.
Joël Dehasse es :
! Fundador y presidente del Grupo de estudios e
investigaciones sobre comportamiento de Bélgica
(GERC)
! Fundador y presidente (1998-2002) de la European
Society of Veterinary Clinical Ethology (ESVCE).
! Fundador y miembro del comité de organización del
European College of Veterinary Behavioural Medi-
cine and Applied Ethology (ECVBM & AE).

Joël Dehasse asimismo es :


! Autor de célebres libros en el tema del compor-
tamiento
! Co-fundador y editor de la revista científica on-line
VetPsy
! Consultor y conferenciante internacional

343
344
Tabla de contenidos

Prefacio .................................................................................... 7
Introducción............................................................................ 9
En la Consulta : « mi perro ha mordido »......................... 11
Sam ha mordido.......................................................................... 11
Zoé ha mordido .......................................................................... 12
Tex ha mordido........................................................................... 12
Definir la agresión ................................................................ 13
Una fórmula precisa ................................................................... 13
¿Agresión o caza ?....................................................................... 17
¿Un grupo social de perros y de humanos ? ........................... 17
El marco de reflexión .......................................................... 19
La medicina del comportamiento............................................. 19
El acercamiento : teórico o práctico ........................................ 20
Elaborar un modelo.................................................................... 21
Morder es indudablemente parte de la naturaleza del perro 22
Mi acercamiento.......................................................................... 22
La resolución de problemas ................................................ 23
El acercamiento práctico ........................................................... 23
Las diferentes etapas................................................................... 24
El cálculo de la peligrosidad................................................ 25
Una evaluación simplificada...................................................... 25
Evaluaciones en las ciencias del comportamiento........................25
Criterios ........................................................................................ 26
1. El peso y la masa...........................................................................27
2. Las categorías de personas a riesgo ............................................27
3. Agresión ofensiva o defensiva ....................................................28
4. Agresión previsible o imprevisible .............................................29
5. El control y la intensidad del mordisco .....................................30
6. El mordisco simple o múltiple....................................................31
El riesgo de peligrosidad para el hombre................................ 31
Una fórmula simple ..........................................................................31
Ejemplo..............................................................................................34

345
Validación ..........................................................................................34
Cálculo prospectivo.................................................................... 35
Consejos para la decisión........................................................... 36
Conclusiones ............................................................................... 37
La secuencia del acto de agresión ...................................... 39
Las cuatro fases de un comportamiento ................................. 39
Las cuatro fases de una secuencia agresiva............................. 40
Integridad de la secuencia.......................................................... 41
El control del mordisco ............................................................. 42
Una tabla de recapitulación ....................................................... 43
Al finalizar un ataque ................................................................. 44
Agresiones adaptadas o patológicas......................................... 44
Secuencia de la agresión y control del mordisco. .................. 45
Las posturas de la agresión ................................................. 47
Los diferentes criterios en las posturas ................................... 47
La altura de la postura................................................................ 48
Mímicas ........................................................................................ 51
La mirada ..................................................................................... 53
Los movimientos intencionales y los rituales......................... 54
Actitudes y posturas ................................................................... 55
El individuo y sus componentes ........................................ 59
Los elementos psicobiológicos................................................. 59
La jerarquía de los psychels....................................................... 60
La neurotransmisión................................................................... 61
Contextos y circunstancias.................................................. 63
Varios factores............................................................................. 63
Descripción detallada ................................................................. 63
Un ejemplo .................................................................................. 64
Contextos y diagnóstico............................................................. 65
Condicionamiento clásico ......................................................... 66
Las consecuencias de la agresión ....................................... 69
La actuación de los actores........................................................ 69
Interacciones intensas ................................................................ 71
Las consecuencias a largo plazo en el perro........................... 72
Las consecuencias a largo plazo en la víctima........................ 73
Las consecuencias en los propietarios del animal cuando
éstos no son las víctimas ........................................................ 75
Las consecuencias en el medio social externo ....................... 75
Las interpretaciones limitantes ................................................. 76

346
Los tipos de agresión ........................................................... 77
Clasificación etológica ................................................................ 77
Clasificación por el sujeto agredido ......................................... 79
Las agresiones de defensa y de protección ...................... 81
Temor, miedo, distancia crítica y de seguridad ...................... 81
Diferentes tipos de agresión de defensa y de protección ..... 82
Diferentes tipos de agresión de defensa y de protección ..... 83
Continuidad de las agresiones de defensa y de protección .. 84
La agresión de distanciamiento .......................................... 85
Un ejemplo................................................................................... 85
Análisis.......................................................................................... 85
Contextos...........................................................................................85
Individuo (psychels)..........................................................................86
Postura y mímica...............................................................................87
Secuencia............................................................................................87
Consecuencias ...................................................................................87
Manejo – Patología ..................................................................... 88
La agresión territorial........................................................... 91
Dos ejemplos............................................................................... 91
Análisis.......................................................................................... 91
Contextos...........................................................................................91
Individuo (psychels)..........................................................................92
Postura y mímica...............................................................................93
Secuencia............................................................................................93
Consecuencias ...................................................................................94
Manejo .......................................................................................... 95
La agresión contra el cartero..................................................... 95
La agresión maternal ............................................................ 97
Un ejemplo................................................................................... 97
Análisis.......................................................................................... 97
Contextos...........................................................................................97
Individuo (psychels)..........................................................................98
Postura y mímica...............................................................................98
Secuencia............................................................................................99
Consecuencias ...................................................................................99
Manejo .......................................................................................... 99
La agresión por irritación .................................................. 101
Un ejemplo.................................................................................101
Análisis........................................................................................101
Contextos........................................................................................ 101
Individuo (psychels)....................................................................... 102
Postura y mímica............................................................................ 103

347
Secuencia..........................................................................................103
Consecuencias .................................................................................105
Manejo........................................................................................ 105
La agresión por miedo....................................................... 107
Un ejemplo ................................................................................ 107
Análisis ....................................................................................... 107
Contextos.........................................................................................107
Individuo (psychels) .......................................................................108
Postura y mímica.............................................................................109
Secuencia..........................................................................................109
Consecuencias .................................................................................109
Manejo........................................................................................ 110
La agresión redirigida......................................................... 111
Dos ejemplos............................................................................. 111
Análisis ....................................................................................... 111
Contextos.........................................................................................111
Individuo (psychels) .......................................................................112
Postura y mímica.............................................................................113
Secuencia..........................................................................................113
Consecuencias .................................................................................113
Manejo........................................................................................ 114
Las agresiones ofensivas.................................................... 115
Los diferentes tipos de agresión ofensiva ............................. 115
Agresión ofensiva y control de la mordedura ...................... 115
La agresión competitiva entre perros .............................. 117
Un ejemplo ................................................................................ 117
Análisis ....................................................................................... 117
Contextos.........................................................................................117
Individuo (psychels) .......................................................................118
Evolución de la agresión competitiva durante el crecimiento ..119
Postura y mímica.............................................................................121
Secuencia..........................................................................................121
Consecuencias .................................................................................123
¿Más ruido que daño ? ............................................................. 123
Manejo........................................................................................ 124
La agresión competitiva entre perros y humanos.......... 127
Un ejemplo ................................................................................ 127
Análisis ....................................................................................... 127
Contextos.........................................................................................128
Individuo (psychels) .......................................................................129
Postura y mímica.............................................................................129
Secuencia..........................................................................................129

348
Consecuencias ................................................................................ 130
¿Más ruido que daño ? .............................................................130
Manejo ........................................................................................131
La agresión de posesión .................................................... 133
Un ejemplo.................................................................................133
Análisis........................................................................................133
Contextos........................................................................................ 133
Individuo (psychels)....................................................................... 135
Postura y mímica............................................................................ 135
Secuencia......................................................................................... 135
Consecuencias ................................................................................ 135
Manejo ........................................................................................135
La agresión entre perros fuera del grupo ........................ 137
Un ejemplo.................................................................................137
Análisis........................................................................................137
Contextos........................................................................................ 138
Individuo (psychels)....................................................................... 138
Postura y mímica............................................................................ 139
Secuencia......................................................................................... 139
Consecuencias ...........................................................................139
Manejo ........................................................................................140
La predación........................................................................ 143
Un ejemplo.................................................................................143
Análisis........................................................................................143
Contextos........................................................................................ 143
Individuo (psychels)....................................................................... 144
Postura y mímica............................................................................ 145
Secuencia......................................................................................... 145
Consecuencias ................................................................................ 146
Manejo ........................................................................................146
La agresión de persecución ............................................... 149
Un ejemplo.................................................................................149
Análisis........................................................................................149
Contextos........................................................................................ 149
Individuo (psychels)....................................................................... 150
Postura y mímica............................................................................ 150
Secuencia......................................................................................... 151
Consecuencias ................................................................................ 151
Manejo ........................................................................................151
La hiperagresión ................................................................. 153
Un ejemplo.................................................................................153
Análisis........................................................................................153

349
Contextos.........................................................................................153
Individuo (psychels) .......................................................................154
Postura y mímica.............................................................................154
Secuencia..........................................................................................154
Consecuencias .................................................................................155
Manejo..............................................................................................155
La agresión por mandato .................................................. 157
Un ejemplo ................................................................................ 157
Análisis ....................................................................................... 157
Contextos.........................................................................................158
Individuo (psychels) .......................................................................158
Postura y mímica.............................................................................158
Secuencia..........................................................................................159
Consecuencias .................................................................................159
Manejo........................................................................................ 159
Genética de la agresión...................................................... 161
¿Predisposición racial ? ............................................................ 161
Selección de los progenitores.................................................. 162
Genética y tratamiento............................................................. 163
Agresión y desarrollo......................................................... 165
Identificación con la especie ................................................... 165
Determinación de especies amigas (socialización) .............. 168
Establecimiento de los referenciales de homeostasis.......... 169
La pubertad................................................................................ 170
Efectos dentro del grupo...............................................................171
Efectos fuera del grupo..................................................................171
Discusión y conclusiones ........................................................ 172
Diagnosticar la agresión .................................................... 173
Adaptación o patología del comportamiento de agresión . 173
Adaptación o patología del perro que presenta un
comportamiento de agresión............................................... 174
Adaptación o patología del grupo en el que el perro presenta
un comportamiento de agresión ......................................... 174
Evaluación de la peligrosidad del perro en el interior del
grupo social ............................................................................ 175
Evaluación de la peligrosidad del perro para la sociedad ... 175
Diagnóstico nosográfico ................................................... 177
Clases nosográficas................................................................... 178
Lista de trastornos y síntomas agresivos asociados :........... 179
Trastornos asociados al desarrollo ...............................................179
Trastornos ansiosos........................................................................179
Trastornos del humor ....................................................................180

350
Trastornos disociativos ................................................................. 180
Trastornos comportamentales asociados a una condición médica180
Trastornos asociados a la utilización de sustancias ................... 181
Trastornos de la organización social ........................................... 181
Trastornos cognitivos.................................................................... 181
Trastornos de la personalidad ...................................................... 182
Repertorio de síntomas agresivos y de trastornos asociados183
Breve descripción de algunos trastornos mayores...............186
Trastorno de Hipersensibilidad-Hiperactividad......................... 187
Trastorno de Hiperactividad ........................................................ 188
Fobia Social..................................................................................... 190
Trastorno de Ansiedad Generalizada.......................................... 191
Trastorno de Ansiedad de Desritualización ............................... 192
Trastorno Ansioso inducido por Dolor...................................... 193
Episodio Unipolar Hiper .............................................................. 194
Descontrol Episódico o Trastorno Furioso Intermitente........ 195
Síndrome Disociativo.................................................................... 197
Trastorno del ajuste a la organización jerárquica....................... 197
Personalidad Disocial .................................................................... 199
Personalidad Explosiva ................................................................. 200
Personalidad Impulsiva ................................................................. 201
Tratar la agresión ................................................................ 203
La decisión de tratar .................................................................203
¿Cómo tratar ? ................................................................................ 203
Estrategias terapéuticas ............................................................204
El respeto a la etología .............................................................205
La terapia cognitiva...................................................................206
Cuando la solución aumenta el problema................................... 206
Rechazar la agresión ...................................................................... 206
Desactivar las agresiones............................................................... 208
Técnicas de autoafirmación .......................................................... 209
La intervención sistémica ........................................................210
La terapia comportamental......................................................211
Trabajo sobre el estímulo desencadenante ................................. 211
Trabajo sobre las consecuencias .................................................. 212
Trabajo sobre los desencadenantes y las consecuencias........... 213
Técnicas mecánicas...................................................................215
La recolocación .........................................................................216
La eutanasia................................................................................217
La utilización de psicotropos............................................ 219
La utilización de medicamentos .............................................219
El buen uso de medicamentos ..................................................... 219
La elección de un medicamento eficaz........................................ 220

351
Limitaciones ....................................................................................220
Modelos de prescripción................................................................220
Número limitado de psicotropos utilizados en la práctica
habitual .........................................................................................221
Descripción de los psicotropos .............................................. 223
Alprazolam ......................................................................................223
Amitriptilina ....................................................................................223
Carbamazepina................................................................................224
Clomipramina..................................................................................224
Clonidina..........................................................................................225
Ciproterona (acetato)......................................................................225
Fluoxetina ........................................................................................226
Fluvoxamina ....................................................................................226
Pipamperona (en asociación) ........................................................227
Propranolol......................................................................................227
Risperidona......................................................................................227
Selegilina...........................................................................................228
Lógica de prescripción ............................................................. 229
Repertorio de algunos síntomas : .................................................229
Dosis de los psicotropos ......................................................... 231
Consejos generales de prescripción ....................................... 231
Limitaciones y duraciones del tratamiento con psicotropos232
Mono y politerapia.................................................................... 233
Utilización de feromonas......................................................... 234
Medicamentos que deben evitarse ......................................... 235
Automedicación ........................................................................ 236
Prevenir la agresión............................................................ 237
Prevención primaria ................................................................. 237
Prevención secundaria ............................................................. 239
Prevención terciaria .................................................................. 239
Los tests predictivos de agresividad ................................ 241
Pruebas realizadas en cachorros ............................................. 241
Análisis de la personalidad del cachorro ............................... 242
Análisis de la personalidad de los progenitores ................... 243
Pruebas realizadas en perros adultos ..................................... 243
Cuando un niño llega…! ................................................... 245
Comportamiento del perro durante el embarazo ................ 245
Prever el comportamiento del perro ante un nacimiento .. 245
Estatus jerárquico del perro ..........................................................246
El perro y sus elementos psicobiológicos....................................246
Reacciones del perro ante los niños .............................................247
El nivel de atención concedido al perro ......................................247

352
Prever el comportamiento del niño .......................................247
Perro y niño juntos ...................................................................248
El regreso de la maternidad.....................................................249
Los riesgos .................................................................................249
Algunas cifras ................................................................................. 249
Discusión y prevención................................................................. 251
Referencias...................................................................................... 253
Las responsabilidades ........................................................ 255
Las competencias requeridas...................................................255
Anexo 1 – Ayuda a las víctimas........................................ 257
Anexo 2 – Colaboración con el médico.......................... 259
Árbol de decisión ......................................................................261
Anexo 3 – Escala de evaluación....................................... 263
Anexo 4 – Cómo comportarse en presencia de un perro
agresivo............................................................................. 267
Anexo 5 – El perro peligroso y la ley .............................. 269
Bélgica.........................................................................................269
Código Civil.................................................................................... 270
España ........................................................................................279
1. La determinación de los animales potencialmente peligrosos se
apoya en un método tripartido :............................................... 285
2. Los requisitos mínimos para la obtención de la licencia. ..... 287
3. Fijación de las medidas mínimas de seguridad (artículo 8) .. 287
Conclusiones................................................................................... 288
La impugnación.............................................................................. 289
Francia : La legislación sobre perros peligrosos...................290
I- La Ley 6 de enero de 1999........................................................ 292
II- Responsabilidad........................................................................ 299
El secreto profesional.................................................................... 299
La obligación de tratamiento........................................................ 302
El deber de información ............................................................... 302
Conclusiones................................................................................... 304
Quebec : Los aspectos jurídicos de la agresividad canina en
Quebec. ...................................................................................305
La responsabilidad resultante del hecho de animales................ 306
¿Qué dice la ley ?............................................................................ 306
Noción de custodia........................................................................ 307
Naturaleza de la presunción de responsabilidad y sus eximentes308
La regulación municipal en Quebec. ........................................... 309
Suiza ............................................................................................315
Los datos......................................................................................... 315
Estudio sobre los accidentes por mordeduras de perros.......... 315

353
El manejo del problema.................................................................316
Los medios de intervención ..........................................................316
Las legislaciones ..............................................................................316
La acción de la Confederación......................................................320
Recomendación del Grupo de Trabajo “Legislación sobre perros
peligrosos” de la Oficina veterinaria federal............................320
Las leyes federales...........................................................................325
La legislación cantonal4 ..................................................................328
Conclusión.......................................................................................335
Resoluciones ....................................................................... 339
Referencias .......................................................................... 341
Acerca del autor.................................................................. 343
Tabla de contenidos........................................................... 345

354

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