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INTRODUCCION

DEDICATORIA
I. ANTECEDENTES
La doctrina considera que la evolución de este contrato ha tenido su origen en la figura
del censo. Esta institución surgió en la Edad Media, como alternativa al préstamo con
interés, entonces duramente condenado y calificado de usurario.

En efecto, el censo consistía básicamente en el gravamen impuesto sobre un bien


inmueble, que quedaba afecto al pago de una pensión o rédito, a cambio de recibir un
capital o dicho inmueble. Sin entrar a detallar las diversas modalidades de censos que
aún conservan legislaciones contemporáneas, es fácil apreciar que esta figura jurídica
guarda una gran semejanza con la renta vitalicia a título oneroso: se recibe un capital (o
un bien), a cambio del cual existe el compromiso de pagar una renta, que a su vez grava
el propio inmueble recibido. La ventaja radica en que brinda al rentista la seguridad de
contar con una pensión y, por otra parte, proporciona un capital a quien carece de él.

La renta vitalicia ha recibido nombres de censo de por vida y "fondo de muerto o


perdida". Para unos autores es muy antigua, pudiéndose hallar sus antecedentes
en Roma en la idea del seguro propiamente dicho. La razón de esta antigüedad reside
posiblemente en el temor del hombre a los acontecimientos futuros y el deseo de
asegurarse tal vez la tranquilidad de sus últimos días. Por eso, -dice Aria Shreibert resulta
difícil precisar con exactitud su origen historiado. Otros autores han encontrado
vestigios de ella en el Digesto y a partir de este, en numerosas legislaciones posteriores.

La doctrina considera que la evolución del contrato ha tenido su origen en el censo. Esta
institución surgió en la edad media como alternativa al préstamo con interés, entonces
duramente condenado y calificado de usuario. En efecto, el censo consistía básicamente
en un gravamen sobre un bien inmueble, que quedaba a efecto al pago de una pensión
o rédito a cambio de recibir un capital o el referido inmueble. Sin entrar a detallar las
diversas modalidades del censo, es fácil apreciar que esta figura jurídica guarda una gran
semejanza con la renta vitalicia a título oneroso: se recibe un capital (o un bien), a
cambio del cual existe el compromiso de pagar una renta, que a su vez grava el propio
inmueble recibido. La ventaja radica en que brinda al rentista la seguridad de contar con
una pensión y, por otra parte proporciona un capital a quien carece de él.
Ya en el Derecho moderno, particularmente, en el siglo XVIII, la aparición de las
primeras empresas que aplicaron esta idea con criterio comercial, permitieron la
estructuración orgánica de cobertura. Se aseguró que la renta vitalicia era una venta en
la cual la cosa vendida es el capital, la cosa mueble o inmueble y, el precio, la renta.
Otros, la consideraron como una permuta cuando el pago de la renta pida estipularse
en especie. La doctrina francesa considera que cuando la renta vitalicia se constituyó
mediante la enajenación de un capital, no hay venta si no préstamo, pero esa afirmación
se funda todavía en las disposiciones del Código napoleónico.

En el Derecho Contemporáneo, los contratos de renta tuvieron rápida difusión por una
serié de motivos, siendo el principal la seguridad y fijeza de la renta derivada del seguro,
que contrasta con la fluctuación periódica de las rentas provenientes de cualquier otra
fuente (inversión de capitales, inmuebles, etc.) y por su alto rendimiento (en función de
la seguridad) que se logra mediante: el contralor de las inversiones de las compañías por
organismos oficiales y la forma en que las compañías permiten brindar a cada rentado
la garantía de los mejores valores ofrecidos por el mercado

La difusión de este contrato se ha visto sin embargo frenada en los últimos tiempos,
especialmente en países como el nuestro, donde una legislación social integral asegura
a todos los habitantes de una renta jubilatoria mediante planes de jubilación y retiro
de naturaleza publica. La renta vitalicia llevada al campo de la previsión social, lo
constituyen las pensiones de jubilación que tienen el carácter jurídico de rentas
vitalicias. Así, la renta contractual ha pasado a ocupar un puesto secundario, dado que
su objeto fundamental es suplementar la jubilación oficial, que ahora se viene
desprestigiando debido a los malos manejos y actos de corrupción, Estas, actualmente
se encuentran en desuso debido a que han sido reemplazadas por los seguros de vida

En el derecho positivo nacional, la renta vitalicia estuvo regulado por el Código Civil de
1936, la que ha sido reproducida casi íntegramente por el Código de 1984, lo que se
evidencia por su escasa contribución, ya que solo se han introducido algunas
innovaciones con relación a la muerte del deudor, el reajuste de valor de la renta y la
constituida por testamento.
II. DEFINICIÓN
Carlos Cuadros Villena la define de esta manera: La renta vitalicia es un contrato
por el cual, una de las partes entrega a la otra una cantidad de dinero o bienes
fungibles para que anualmente, o mensualmente, o en otros períodos, pague
durante la vida de una persona, renta o pensión.

Ennecerus la define de este modo: Llámese obligación de renta vitalicia, a la


obligación con sustantividad propia de hacer a otro, por el tiempo de la vida de
un hombre, prestaciones determinadas periódicamente, de dinero u otras cosas
fungibles.

Blaz Pérez González y José Alguer definen por el texto del artículo 1802 del
Código Civil español de este modo:” El contrato aleatorio de renta vitalicia dice
el artículo 1802 de nuestro EC. Obliga al deudor a pagar una pensión o crédito
anual durante la vida a una o más personas determinadas, por un capital en
bienes muebles o inmuebles, cuyo dominio se le transfiere, desde luego con la
carga de pensión.

Cabanellas define la renta vitalicia: Contrato aleatorio en que una de las partes
entrega a la otra un capítulo o ciertos bienes con la obligación de pagar al
cedente o a un tercero una pensión o renta durante su vida o la de aquel a cuyo
beneficio se impone la surja o cosa.

El Código de Vélez Sarsfield en su artículo 2070 da la siguiente definición:


“Cuando alguien por una suma de dinero o por una cosa apreciable en dinero,
mueble o inmueble que otro le da se obliga hacia una o muchas personas a
pagarles una renta anual durante la vida de uno o muchos individuos designados
en el contrato”.

El Código Peruano de 1852 define a la renta vitalicia del siguiente modo: “Renta
vitalicia es la que se constituye para que sea pagada anualmente o al mes, o en
otros períodos durante la vida natural de una o muchas personas y mediante
cierto precio o por efecto de liberalidad”

El Código Peruano de 1936, define la renta vitalicia: “por el contrato de renta


vitalicia se constituye una pensión para que sea pagada anualmente, al mes, o
en otros períodos de tiempo, durante la vida natural de una o muchas personas,
a título oneroso o por efecto de liberalidad” (Art. 1749).

El Código Peruano de 1984, dice: “Por la renta vitalicia se conviene la entrega


de una suma de dinero u otro bien fungible, para que sean pagados en los
períodos estipulados”.

III: CARACTERES JURÍDICOS


Podemos enumerar como caracteres jurídicos más saltantes de la renta vitalicia,
los siguientes:

 Su autonomía como contrato, al no ser dependiente de otro. No obstante,


nada impide, nada impide que se le unan en ciertos casos contratos
accesorios de garantía.

A decir de Castán, son contratos principales o autónomos, “los que


cumplen por sí mismos un fin contractual propio o subsistente, sin relación
necesaria con ningún otro contrato’’ Este carácter se contrapone al de
accesoriedad.

 Su duración temporal, establecida sobre la base de la vida de una o más


personas.

Es evidente que la renta vitalicia es un contrato de tracto sucesivo, cuya


ejecución es periódica, y cuya duración es indeterminada. Podría
sostenerse que la duración ha sido determinada, desde el momento en
que se ha fijado la vida de una persona como parámetro. El grupo
discrepamos de esta postura, pues a nuestro entender, lo que califica a
un contrato de duración indeterminada viene dado por la imposibilidad de
que las partes conozcan de antemano cuándo concluirá la relación
obligatoria entre ellas.

Por ejemplo: Si “A” transfiere a “B” la propiedad de un automóvil, y a


cambio “B” se compromete a pagarle una renta mensual mientras viva a
favor de “A”, existen indudablemente dos prestaciones distintas: una, la
transferencia de la propiedad del vehículo, cuya ejecución es inmediata;
y otra, el pago de la renta, cuya ejecución de tracto sucesivo no tiene una
duración que las partes puedan conocer de antemano.

 Tiene efectos traslativos de dominio pues el deudor de la renta se obliga


a pagar una suma de dinero o entregar bienes consumibles, que pasan a
propiedad del rentista. si se constituye a titulo oneroso, la
contraprestación que asume el beneficiario de la renta consiste también,
generalmente, en la transferencia del dominio de un bien.

El contrato de renta vitalicia tiene como efecto transferir la propiedad, y no


simplemente el goce, uso o disfrute de un bien.

En efecto, el deudor se obliga a entregar dinero o bienes fungibles. Tanto


el dinero como los bienes fungibles son muebles, de ahí que su entrega
produzca la traslación de la propiedad. El rentista adquiere, en
consecuencia, la pensión o los bienes fungibles que periódicamente le
son entregados por el deudor de la renta. No existe, de su parte, una
obligación de restituir nada al deudor.

Esto se aplica tanto en el caso de la renta vitalicia constituida a título


gratuito, como a título oneroso. En esta última variante, generalmente la
obligación que asume el beneficiario de la renta es también traslativa de
dominio, pues lo usual es que se trate de la transferencia de un bien
(mueble o inmueble) a favor del deudor de la renta.

 Puede ser un contrato a título gratuito, o a título oneroso.

Será a título gratuito la renta vitalicia en la cual no media contraprestación


alguna de parte del beneficiario de la pensión. Por ejemplo, si “D” se
compromete frente a “X” a pagarle una renta de 5,000 nuevos soles
mensuales mientras viva. No ha existido en “X” ningún desembolso, y
adquiere el derecho gratuitamente, por una liberalidad de “D”.

La renta vitalicia a título oneroso es aquella en la cual el beneficiario de la


pensión ha entregado algo a cambio, de manera que las dos partes han
satisfecho una prestación. Existe, en consecuencia, un sacrificio en cada
una de las partes contratantes, que se compensa con una ventaja.
En efecto, la renta vitalicia a titulo oneroso no se convierte por este último
carácter en un contrato conmutativo, puesto que no hay un equilibrio entre
las ventajas que cada parte obtiene con su celebración. Bien puede ocurrir
que la prestación de una de las partes resulte muy superior a la que a su
vez recibe de la otra, dado el elemento de riesgo que comporta fijar la
duración sobre la base de la vida de una persona.

 Puede tratarse de un contrato de prestaciones reciprocas, o de una sola


prestación, según el carácter oneroso o gratuito con que se establezca.

La renta vitalicia puede dar lugar a una sola prestación, y en ese sentido
ser un contrato unilateral. De otro lado, el contrato será de prestaciones
recíprocas, siempre que exista una contraprestación a cargo del
beneficiario de la renta. Es el caso de la que se constituye a título oneroso.

 Es un contrato aleatorio, ya que las ventajas o desventajas que puede


brindar a cada una de las partes no son apreciables desde su inicio, al
depender su duración de un hecho incierto, como es la muerte.

Es uno de los caracteres mas saltantes del contrato de renta vitalicia. La


aleatoriedad se presenta como elemento particularmente cuando estamos
frente a la renta constituida a título oneroso. Respecto a la que se celebra
a título gratuito, algunos autores estiman que no puede hablarse de riesgo
o “alea” en contrato de una sola prestación, pero otros tratadistas como
LaCruz Berdejo, considera que la aleatoriedad puede también estar
presente en ellos. De hecho, es innegable que el constituyente de la renta
vitalicia, aun cuando no reciba nada a cambio, se arriesga a tener que
pagarla durante un período mayor o menor de tiempo dependiendo de la
vida de aquel en cuya cabeza se establezca.

La aleatoriedad en la renta vitalicia se presenta por el hecho de que su


duración esté basada en la vida de una persona. Existe un hecho incierto,
como la muerte, que ninguna de las partes puede prever o anticipar con
exactitud. El que paga la renta se arriesga a tener que hacerlo durante un
plazo más o menos prolongado, y el que entrega algo a cambio se
arriesga a recibir rentas por un valor inferior.
En efecto, tratándose de un contrato aleatorio de ejecución periódica, las
reglas sobre excesiva onerosidad de la prestación le serán aplicables
siempre que el desequilibrio se produzca por causas ajenas al riesgo
propio del contrato.

Por ejemplo: “A” transfiere a “B” la propiedad de una embarcación


valorizada en 2 millones de soles. A cambio “B” se obliga a pagarle
durante toda su vida una renta anual expresada en el equivalente de 100
gramos de oro, al precio de mercado vigente en el momento de cada
pago.

Supongamos, que, al celebrarse el contrato, el precio de 100 gramos de


oro era de 80,000 soles. Supongamos que, al cabo de tres años, y por
razones motivadas por el mercado internacional que nadie podía prever,
el precio de dichos 100 gramos de oro se vea aumentada a 500,000 soles.
Es evidente que la prestación a cargo de “B” se vería enormemente
aumentada, y no en razón de la duración del contrato (pues éste fue un
riesgo asumido), sino de un elemento totalmente imprevisible y
extraordinario, cual es el aumento de precio de oro en más de un 500 %
en solo tres años.

 Se trata de un contrato solemne, pues requiere la formalidad de la


escritura pública, bajo sanción de nulidad.

IV: ELEMENTOS
Sujetos:

La renta vitalicia es un contrato donde intervienen dos partes: el constituyente


(deudor de la renta), y el beneficiario o rentista (acreedor de la pensión). También
puede ocurrir que la renta se constituya sobre la base de la duración de la vida
de un tercero. Este último, no obstante, no es parte en el contrato, y el mismo
aún puede celebrarse sin su conocimiento.

Dado el diferente carácter con que intervienen ambas partes, en especial en la


renta vitalicia a título gratuito, la capacidad que deben reunir ambas tienen
exigencias distintas. Así:
 El constituyente

El deudor de la renta realiza siempre un acto de disposición patrimonial, y de ahí


que como regla general se le exija la capacidad plena que establece el artículo
42 del Código Civil. Los incapaces absolutos no podrán pues celebrar este
contrato como constituyentes; ni – en principio- los incapaces relativos.

Respecto a estos últimos, debemos tener presente la excepción que establece


el artículo 456 del Código, que admite la posibilidad de que los menores de edad
mayores de 16 años asuman obligaciones, siempre que sus representantes
legales autoricen o ratifiquen tales actos.

Lo que respecta a los representantes legales de incapaces, y la posibilidad de


que celebren este contrato en nombre de sus representados, como
constituyentes de la renta, habrá que distinguir si se trata de un contrato a título
gratuito o a título oneroso. En el primer caso, al no mediar contraprestación de
parte del beneficiario, existe la prohibición expresa del inc. 3 del art. 538,
tratándose de los tutores. Esta norma se aplica también a los curadores en virtud
del art. 568.

Respecto a los padres que ejercen la patria potestad, se tendrá en cuenta el


principio establecido en el numeral 447, relativo a la autorización judicial
preceptiva para todo acto de disposición patrimonial. Ello rige tanto para la renta
a título gratuito como para la que se establece con carácter oneroso.

 El beneficiario

La ley establece distintos requerimientos de capacidad para el beneficiario,


según se trate de una renta vitalicia a título gratuito o a titulo oneroso

En el supuesto de renta vitalicia a título gratuito, es evidente que las normas


relativas a la capacidad del beneficiario serán menos exigentes, pues su
intervención se limitara aceptar la pensión constituida a su favor. Sin embargo,
debemos tener presente que la renta vitalicia constituye un contrato y por ende
es un negocio jurídico. Entonces, incluso cuando se otorga a título gratuito.

No podrán actuar como beneficiarios ni siquiera a título gratuito, quienes sean


absolutamente incapaces conforme al artículo 43 del Código Civil: los menores
de dieciséis años (con su debida excepción: ser casado, tener un título
profesional o ser emancipado), los privados de discernimiento y los sordomudos,
ciegosordos y ciegomudos que no puedan expresarse indubitablemente.

En el caso de menores de dieciséis años, cabe tener en cuenta que el numeral


455 del Código admite que contraten por sí mismos para aceptar donaciones,
legados y herencias, siempre que sean capaces de discernimiento. Esta norma
debe considerarse aplicable a la renta vitalicia a título gratuito, que en buena
cuenta no es más que una liberalidad estipulada a favor del beneficiario, y puede
por ello equipararse a la donación.

Los padres, tutores y curadores naturalmente podrán también aceptar rentas


vitalicias constituidas a título gratuito a favor de sus representados, dado que en
nada pueden perjudicarles. En el caso de los padres, nótese que el inciso 4 del
artículo 448 les obliga a recabar autorización del juez para renunciar donaciones,
precepto consideramos aplicable al contrato de renta vitalicia, cuando se
celebrar gratuitamente.

Asimismo, las personas capaces pueden celebrar contrato de renta vitalicia


mediante un representante. En principio no existe inconveniente para que
cualquiera de ellos pueda hacerlo. Habrá que tener en cuenta, sin embargo, que
tratándose del constituyente se requerirá que el poder sea otorgado conforme al
artículo 156 del Código Civil, pues aquel realiza un acto de disposición tanto en
la renta a título gratuito como oneroso. El encargo deberá ser específico y por
escritura pública, de lo contrario no tendrá plena validez.

V: RENTA VITALICIA EN CABEZA DE UN TERCERO:


Por lo general La renta vitalicia es un contrato donde intervienen dos partes: el
contribuyente y el rentista sin embargo puede ocurrir que la renta se constituya
sobre la cabeza de la duración de vida de un tercero no significando que este
último sea parte en el contrato, pues no lo es, es más el contrato en mención
puede celebrarse sin su consentimiento y aun contra su voluntad, puesto que en
nada le afectai.

En cuanto al tiempo de pago de la pensión, es conforme a la voluntad


contractual, que puede ser diario, mensual, semestral o anualmente. Asimismo
es esencial el señalamiento de una persona cuya vida es contemplada
como plazo de duración de la obligación de pago, por eso el Código le dedica
algunas reglas tales como; Duración de la renta vitalicia; Nulidad de la renta
vitalicia; Muerte del acreedor en la renta constituida en cabeza de un tercero;
Muerte del deudor constituida en cabeza de tercero, ocupando nosotros de
estas dos últimas reglas.

 Muerte del Acreedor en la Renta constituida en cabeza de un


TERCERO.- Según el artículo 1928, contempla un caso de un derecho de
crédito trasmitido a los herederos, es decir, que los herederos del
acreedor fallecido tendrían el derecho de cobrar la renta vitalicia que está
obligado a pagar el constituyente de la misma es decir estamos ante el
caso de muerte del acreedor beneficiario de la renta vitalicia, frente a la
supervivencia de aquel(tercero) cuya vida determina la duración de dicha
rentaii . Por tanto, como bien nos lo hace notar Arias Schreiber, se trata
de un supuesto en el cual, la duración de la renta vitalicia se encuentra
determinada por la vida de un tercero.

Este precepto, como bien lo manifiesta Arias Schreiber, consagra el


carácter hereditario de la renta vitalicia, desde el punto de vista del
beneficiario de la misma. El referido autor nos explica que la naturaleza
peculiar del contrato de renta vitalicia determina que mientras viva la
persona en cuya cabeza se constituyó, el pago de la obligación subsiste
y se transmite a los herederos del acreedor, si este falleciera. En efecto,
si este último fallece, sus herederos continuarán percibiendo la pensión,
hasta que se extinga el contrato por muerte de aquel en cuya cabeza se
fijó la duración de la renta.

 Muerte del Deudor constituida en cabeza de TERCERO.- Regulado en


el artículo 1928 del código civil , como bien lo manifiesta Arias Schreiber,
en este numeral encontramos nuevamente consagrado el carácter
hereditario de las obligaciones y derechos que emanan del contrato de
renta vitalicia, pero esta vez desde el punto de vista del constituyente de
la misma, vale decir, del deudoriii, puesto que los derechos y obligaciones
pasan a los herederos en tanto subsista al contrato por sobrevivir la
persona en cuya cabeza se estableció la duración, lo cual constituye un
aporte significativo .
Arias Schreiber comenta que este numeral constituye una novedad
respecto al derogado Código Civil de 1936, que solo contenía una
disposición similar a la del ARTÍCULO 1928 en lo que se refiere a la
muerte de acreedor de la renta vitalicia, pero presentaba un vacío
normativo en lo relativo a las obligaciones a cargo del deudor de la renta,
vale decir, no regulaba lo relativo a lo que acontecía con la obligación del
deudor de la renta en caso de muerte de este.

VI. DIFERENCIAS CON OTRAS FIGURAS

A) Con la donación:

Se constituye a título gratuito, supone un acto de liberalidad de partes


del constituyente, fácilmente asimilables al contrato de donación.de hay
que muchos hayan considerado a la primera como una mera variante del
segundo.
En efecto, el contrato de renta vitalicia a titulo participa de tres elementos
que lo configuran: empobrecimiento en el constituyente, así mismo, un
enriquecimiento en el beneficiario. Y por ultimo un espíritu de liberalidad
consistente en el ánimo de procurar una ventaja a otro, sin tener la
obligación de hacerlo. Todos estos extremos están presentes, sin lugar a
dudas, en la renta vitalicia constituida gratuitamente.
A pesar de la semejanza aludidas, consideramos que el contrato de renta
vitalicia constituida gratuitamente.
Una diferencia más notoria, está, la donación en la duración temporal y
de prestaciones periódicas que es consustancial la renta vitalicia. En
efecto, la donación normalmente es un contrato de ejecución única .Que
si bien puede ocurrir que esta sea fraccionada en el tiempo, en ningún
caso puede revestir la forma temporal de la renta vitalicia. Ello porque en
la donación, el total objeto de la prestación se conoce perfectamente
de antemano; lo que no ocurre en la renta vitalicia, pues es imposible
saber desde un comienzo cuantas pensiones habrá que satisfacer.
Otro elemento importante y ausente en la donación, es la posibilidad de
constituir la renta vitalicia como contrato de prestaciones reciprocas, sin
por ello desnaturalizarlas .en efecto , es plenamente admitido que el
beneficiario de la renta e obligue a una contraprestación, lo cual es
impensable tratándose de la donación.

B) Con la compraventa:

La renta vitalicia puede tener gran similitud con la compraventa, cuándo


se constituye a titulo oneroso y el beneficiario se obliga a transferir la
propiedad de un bien a cambio de la pensión que recibe. A pesar de ello,
encontramos figuras jurídicas que los distinguen.
 En la compraventa hablamos de un precio cierto, pero en la
Renta vitalicia se puede basaren hecho impredecible. No pues
manera de establecer el importe total de la contraprestación a
cargo del beneficiario.
 Otra diferencia radica en la esencial aleatoriedad de la renta
vitalicia, elemento que no es inherente al contrato de compraventa.
Por otra parte, es preciso tener encuentra que la venta de
esperanza constituye una excepción, pues a tenor de la doctrina,
la compraventa es un contrato esencialmente conmutativo. Y es
consustancial que el bien a ser transferido tenga su correlato en
el precio a ser pagado. En la renta vitalicia; puede existir que una
de las prestaciones sea mayor que la otra.
 Respecto a la formalidad exigida para la renta vitalicia siempre
tendrá que constituirse pro Escritura Pública, mientras que la
compraventa puede ser incluso verbal.
 Renta vitalicia puede ser onerosa o gratuita, mientras que, la
compraventa es onerosa exclusivamente.

C) Con el seguro:
La aleatoriedad configura cierta semejanza entre el contrato de seguro y
el de renta vitalicia ,en ambos , sobre todo en la renta vitalicia titulo
oneroso , las partes ignoran la magnitud de ventajas o desventajas que
obtendrán de su celebración , debido a que el resultado se encuentra
condicionado a un hecho incierto.
Cabe advertir que, ambos tienen carácter aleatorio, siendo, sin embargo
distintos en su naturaleza y efectos.
El contrato de seguro tiene la finalidad indemnizatoria. Mientras que, la
renta vitalicia se constituye pro un ánimo de liberalidad o bien respecto
aun contraprestación que ha recibido o recibirá del beneficiario
Un aspecto diferente también lo encontramos en la ejecución del
contrato, pues , el asegurador no satisface ninguna prestación a menos
que se produzca el acontecimiento incierto, por el contrario en la renta
vitalicia onerosa, ambas partes satisfacen prestaciones desde el
comienzo. Y su ejecución no está sujeta un acontecimiento incierto; lo
está en la duración del contrato.

VII: DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES


OBLIGACIONES Y DERECHOS DEL CONSTITUYENTE

La obligación principal del deudor es pagar la renta en el momento y lugar


convenido en el contrato. Si el contrato no prevé la periodicidad de la renta, debe
entenderse que puede ser diario, quincenal, mensual, trimestral, semestral,
anual, etc. El Código le dedica algunas reglas:

1) Prueba de la supervivencia.- El artículo 1933 establece que, el acreedor no


puede pedir el pago de la renta si no justifica que vive la persona en cuya cabeza
se constituyo, a no ser que la vida del acreedor fue la señalada para la duración
del contrato. Si el contrato se constituye en cabeza del propio beneficiario, este
no tendría nada que justificar ya que su supervivencia se demuestra con el solo
ejercicio del derecho a reclamar la pensión, entonces, es evidente que la norma
se refiere a la renta constituida en cabeza de un tercero.
2) Falta de pago de las pensiones vencidas.- La falta de pago de las pensiones
vencidas da al acreedor el derecho a reclamar solo el pago de ellas y el
aseguramiento de las futuras. El artículo 1934 confiere solo la facultad de exigir
el pago de las pensiones adeudadas y el aseguramiento de las futuras, pero no
podrá aplicar a plenitud el artículo 1928 por ser un contrato de naturaleza
aleatoria incompatible con la resolución del contrato.

3) Resolución del contrato por falta de garantía.- Según el artículo 1935, el


beneficiario para quien se constituyo la renta vitalicia a titulo oneroso puede
solicitar la resolución del contrato si el que recibió el bien y se obligo a pagar la
pensión, no da las garantías estipuladas. Se aplica la norma solo cuando se trata
de contratos constituidos a titulo oneroso, siempre que se haya estipulado
garantías para el pago de la renta.

4) Pago por plazo adelantado.- El numeral 1936 prevé varias situaciones: a) Si


se pacto que el pago se haría por plazos adelantaos, se tiene por vencido el
transcurso desde la muerte de la persona sobre cuya vida se pacto la renta. b)
Si el acreedor muere mientras transcurre la próxima prestación a pagar, se
abonara la renta en proporción a los días en que ha vivido el sujeto en cuya
cabeza se pacto. c) Si la prestación se paga con anticipación, la renta es debida
en su integridad.

5) Extinción de la renta.- Por disposición del artículo 1937, si muere la persona


cuya vida se designo para el pago de la renta, se extingue esta sin que exista
obligación de devolver los bienes que sirvieron de contraprestación. El precepto
admite pacto en contrario, siempre que no se desnaturalice el contrato. De ese
modo, podrá acordarse la restitución de los bienes, mas no la pensión se siga
pagándose después del fallecimiento de la persona en cuya vida se fijo para el
pago de la renta.

OBLIGACIONES Y DERECHOS DEL BENEFICIARIO

Tratándose de la constitución de renta vitalicia a titulo oneroso no existe en


nuestro ordenamiento jurídico una norma sobre las obligaciones y derechos del
beneficiario o acreedor de la renta, sin embargo la doctrina enseña que son las
siguientes:

1) Entrega del capital.- En el mismo momento de celebrar el contrato el acreedor


de la renta debe hacer la entrega del capital o bienes muebles o inmuebles, cuya
entrega constituye su obligación principal, a tal punto que es esencial su
cumplimiento, que el contrato no se reputa cumplido en tanto no haya tradición.

2) Obligaciones de garantía.- Por cierto con la entrega del capital no se agota las
obligaciones del acreedor de la renta o beneficiario, puesto que debe al
constituyente la garantía por vicios de evicción y por vicios redhibitorios de los
bienes entregados. En cambio, tratándose de la constitución de renta vitalicia a
título gratuito, el beneficiario no tiene obligaciones que cumplir, salvo derechos
de los cuales ya nos hemos ocupado.

VIII: DERECHO DE ACRECER Y REAJUSTE DE LA RENTA VITALICIA

El Código Civil de 1984 establece que:”En caso de establecerse la renta en favor


y en cabeza de dos o más personas o solo a favor de estas, excepto entre
cónyuges, la muerte de cualquiera de ellas no acrece la parte de quienes
sobrevivan, salvo pacto distinto.

Instituyéndose, como norma general, que ante la pluralidad de acreedores o


beneficiarios de la renta, no hay derecho de acrecer.

Sin embargo, la norma sería de aplicación supletoria, si las partes estipulan en


el contrato algo distinto.

Un ejemplo puede ser de la utilidad: Ana se compromete a pagar a Betty y


Carmen , que son hermanos ,una pensión de 500.000 soles, mientras vivan
ambos hasta que muera el último de ellos .conforme al artículo 1931, se
entenderá que al renta se distribuirá por mitades entre ambos hermanos.
Transcurridos cinco años muere. Entonces en aplicación de la norma la porción
que corresponda a C no acrece la de B y, por tanto, este continuara cobrando
únicamente 250.000 soles anuales hasta su fallecimiento.

Un caso distinto seria en la pensión otorgada favor de los cónyuges: en esta


hipótesis el sobreviviente continuara recibiendo la pensión integra.
IX: EXTINCIÓN

Si muere la persona cuya vida se designó para el pago de la renta, se


extingue esta sin que exista obligación de devolver los bienes que sirvieron
de contraprestación

Reitera el carácter aleatorio del contrato de renta vitalicia, que es un contrato


cuya duración está condicionada a la vida de la persona en cuya cabeza ha
quedado establecida. El fallecimiento de la misma produce, en consecuencia, su
extinción. La renta es vitalicia porque existe una vida que es contemplada para
determinar el contrato. Se entiende que admite pacto en contrario siempre y
cuando no desnaturalice el contrato de renta vitalicia. Por ejemplo, en tal
situación podría pactarse la devolución de los bienes dados en contraprestación,
en un supuesto de renta vitalicia onerosa, pero nunca que la pensión continúe
pagándose después del fallecimiento, pues este ultimo iría contra la esencia
misma de esta figura contractual.

Extinción de la renta por suicidio del obligado: Si se constituye la renta en


cabeza de quien la paga y este pierde la vida por suicidio, el acreedor tiene
derecho a que se devuelvan los bienes con sus frutos, deducidas las
cantidades que hubiese recibido por renta.

Se produce la extinción por causas provocadas por una de las partes. Si quien
paga la renta se suicida, es decir, se quita la vida, evidentemente el beneficiario
de esta sufriría el perjuicio de dejar de cobrar la misma por causas ajenas al alea
y riesgo propio que tanto el beneficiario como el constituyente asumieron al
celebrar el contrato de renta vitalicia. Nuestro Código Civil sanciona los actos
que vayan en contra de la aleatoriedad natural propia de este contrato. Si
además, en un supuesto de renta vitalicia celebrada a titulo oneroso, el
beneficiario hubiese entregado una contraprestación a cambio, el perjuicio sería
aún mayor, ya que se entiende que en tal supuesto, el contrato de renta vitalicia
celebrado a titulo oneroso perdería el equilibrio y la equidad propia de todo
contrato con prestaciones reciprocas.

Caso de muerte causada intencionalmente por el obligado:

EL obligado a pagar la renta vitalicia que causa intencionalmente la muerte de la


persona cuya vida la constituyó, restituirá los bienes recibidos como
contraprestación de sus frutos, sin que pueda exigir la devolución de la renta que
antes hubiese satisfecho.

Contiene una sanción civil para el deudor de la renta vitalicia ante el acto e causar
la muerte de la persona cuya vida ha sido establecida para determinar la
duración de dicha renta. Es necesario que exista dolo en el deudor de la renta,
y no simple culpa o negligencia en el actuar del deudor de la renta. Se requiere
que la muerte haya sido causada con dolo, es decir con conciencia y voluntad
de realizar dicha conducta.

CONTRATO DE RENTA VITALICIA A TÍTULO ONEROSO

Señor Notario:

Sírvase inscribir en su Registro de Escrituras Públicas una en la que conste el


Contrato de Renta Vitalicia que celebran de una parte la Empresa de Transportes
Chavin S.A.C, identificada con R.U.C. Nº 20468903747, inscrita en la partida
electrónica Nº 123456789 del Registro de Personas Jurídicas de Trujillo,
representada por su Gerente General Don Sigifredo Venegas Olortegui, con
poderes inscritos en el asiento Nº 2627 de la referida partida electrónica, y con
domicilio en Las Magnolias 213 Urb. Santa Edelmira, a quien en lo sucesivo se
denominará LA EMPRESA; y de otra parte don Manuel Gonzales Sánchez,
identificado con D.N.I. Nº 19056840, de estado civil casado y con domicilio en
Los Rubíes 456. Urb. Huerta Grande, y doña Mariela Betzabe Juárez
Santisteban, identificada con DNI. Nº 19057311, de estado civil casada y con
domicilio en el mismo lugar, a quienes en lo sucesivo se les denominará LOS
RENTISTAS; en los términos contenidos en las cláusulas siguientes:

ANTECEDENTES:

PRIMERA.- LA EMPRESA es una persona jurídica de Derecho Privado,


constituida bajo el régimen de la sociedad anónima cerrada, cuyo objeto social
principal es dedicarse al transporte de pasajeros teniendo como destinos Trujillo-
Lima y Lima -Trujillo, con una presencia en el mercado de 10 años.

SEGUNDA.- Los RENTISTAS son personas naturales, ambos cónyuges, cuyo


matrimonio civil se acredita mediante partida Nº 7582.

OBJETO DEL CONTRATO:

TERCERA.- Por el presente contrato, LA EMPRESA se obliga a pagar en favor


de EL RENTISTA, la suma de S/. 300 (trescientos y 00/100 nuevos soles)
mensuales, a título de renta vitalicia, la misma que cancelará en los términos y
condiciones pactados en este contrato.

ONEROSIDAD DE LA RENTA:

CUARTA.- Las partes convienen en que el presente contrato de renta vitalicia


se celebra a título oneroso, en consecuencia EL RENTISTA está obligado a
cumplir como contraprestación con entregar un OMNIBUS MERCEDEZ BENZ,
DEL AÑO 2000 DE 42 PASAJEROS, DE CARROCERÍA MORILLAS, DE
COLOR BLANCO Y DE PLACA SD 0123 valorizado en S/10 000 (diez mil y
00/100 nuevos soles) en favor de LA EMPRESA a cambio de la renta que
recibe.

FORMA, OPORTUNIDAD Y LUGAR DE PAGO:


QUINTA.- La renta vitalicia que constituye la prestación a cargo de LA EMPRESA
deberá ser pagada a LOS RENTISTAS, totalmente en dinero, al contado y en
forma íntegra, los días 25 de cada mes, en el domicilio de aquellos, durante todo
el plazo de duración del presente contrato a que se refiere la cláusula siguiente.

DURACIÓN DEL CONTRATO:

SEXTA.- Para efectos de la duración de la renta vitalicia materia de este contrato,


es indefinida, comprometiéndose ambas cuya duración será para la vida del
RENTISTA Manuel Gonzales Sánchez.

DERECHO DE ACRECER

SETIMA.- En caso de fallecimiento del RENTISTA Sr. Manuel Gonzáles


Sánchez, las partes acuerdan que la obligación será transmitida a su cónyuge la
Sra. Mariela Betzabe Juárez Santisteban, en su totalidad, hasta su fallecimiento.

CARÁCTER PERSONAL DE LA RENTA:

OCTAVA.- Las partes dejan establecido que la presente renta vitalicia tiene
carácter estrictamente personal e intransmisible, a excepción de lo establecido
en la cláusula sétima; en consecuencia LOS RENTISTAS no podrán ceder a
favor de terceros, bajo ningún título, el derecho a la renta que se constituye en
virtud de este contrato, ni se trasmite a favor de los herederos.

REAJUSTE DE LA RENTA:

NOVENA.- La renta será reajustada anualmente sobre la base de S/. 50.00


(Cincuenta y 00/100 Nuevos Soles), sobre el monto de renta pagado mensual,
que las partes consideran como variación anual del costo del vida.

EXTINCIÓN DE LA RENTA

DECIMA.-En caso de fallecimiento de los RENTISTAS, personas cuyas vidas se


designaron para el pago de la renta, se extingue ésta sin que exista obligación
de devolver los bienes que sirvieron de contraprestación.
GASTOS DEL CONTRATO:

DECIMA PRIMERA.- Las partes acuerdan que todos los gastos que originen la
celebración, formalización y ejecución de este contrato serán asumidos por LA
EMPRESA.

COMPETENCIA TERRITORIAL:

DECIMA SEGUNDA.- Para efectos de cualquier controversia que se genere con


motivo de la celebración y ejecución de este contrato, las partes se someten a la
competencia territorial de los Jueces y Tribunales de Trujillo.

DOMICILIO:

DÉCIMA TERCERA.- Para la validez de todas las comunicaciones y


notificaciones a las partes, con motivo de la ejecución de este contrato, ambas
señalan como sus respectivos domicilios los indicados en la introducción de este
documento. El cambio de domicilio de cualquiera de las partes surtirá efecto
desde la fecha de comunicación de dicho cambio a la otra parte, por cualquier
medio escrito.

APLICACIÓN SUPLETORIA DE LA LEY:

DÉCIMO CUARTA.- En lo no previsto por las partes en el presente contrato,


ambas se someten a lo establecido por las normas del Código Civil y demás del
sistema jurídico que resulten aplicables.

Sírvase usted, señor notario, agregar la introducción y conclusión de ley, y


formalizar en escritura pública el presente instrumento.

pucallpa, 030 de junio de 2018


LA EMPRESA LOS RENTISTAS

NORMAS APLICABLES:

CÓDIGO CIVIL:

Art. 1923 (Definición de renta vitalicia) y ss.

BIBLIOGRAFÍA

 CABANELLAS, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual.


Editorial Hestiasta, 1981. 16 ava edición. Buenos Aires, Argentina. pp.
1224.

 CASTAN TOBEÑAS, José. Derecho Civil Español Común y Foral, Tomo


II, España. pp. 645.

 CUADROS VILLENA, Carlos Ferdinand. Derecho de Contratos. Editora


FECAT. Lima, 1997. pp. 428.

 SCHREIBER PEZET, Max Arias. Exégesis del Código Civil Peruano de


1984. Tomo I. Gaceta Jurídica. Lima, Perú. 2006. pp.991.
ÍNDICE

I. Antecedentes…….….….….….….….….….….….….….….….….….……
3

II. Definición…….….….….….….….….….….….….….….….….….….….…
3

III. Caracteres
Jurídicos….….….….….….….….….….….….….….….….…..5

IV. Elementos….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….
…9

V. Renta Vitalicia en cabeza de un


Tercero….….….….….….….….….….…11

VI. Diferencias con otras


figuras….….….….….….….….….….….….….….14

VII. Derechos y Obligaciones de las Partes….….….….….….….….….….16


VIII. Derecho de Arecer y Reajuste de la Renta….….….….….….….….….18

IX. Extinción….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….
….19

CASO PRÁCTICO: MODELO DE CONTRATO DE RENTA


VITALICIA….….….21

BIBLIOGRAFÍA….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….26

i
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max. Exégesis del Código Civil Peruano de 1984.Tomo I. Gaceta Jurídica.
Primera Edición . Mayo del 2006.Perú, Lima. Pg. 913

ii
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max. 'Exégesis del Código Civil Peruano de 1984". Tomo 111. Gaceta Jurídica.

iii
ARIAS SCHREIBER PEZET. Max. "Exégesis del Código Civil peruano de 1984", Tomo 111. Gaceta Jurídica.
Lima. 2000, p. 354.

ÍNDICE

PRESENTACIÓN…….….….….….….….….….….….….….….….….….….……2

I. Antecedentes…….….….….….….….….….….….….….….….….….……
3

II. Definición…….….….….….….….….….….….….….….….….….….….…
3
III. Caracteres
Jurídicos….….….….….….….….….….….….….….….….…..5

IV. Elementos….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….
…9

V. Renta Vitalicia en cabeza de un


Tercero….….….….….….….….….….…11

VI. Diferencias con otras


figuras….….….….….….….….….….….….….….14

VII. Derechos y Obligaciones de las Partes….….….….….….….….….….16

VIII. Derecho de Arecer y Reajuste de la Renta….….….….….….….….….18

IX. Extinción….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….
….19

CASO PRÁCTICO: MODELO DE CONTRATO DE RENTA


VITALICIA….….….21

BIBLIOGRAFÍA….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….….26

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