EN NORUEGA Una manera muy particular de vivir la naturaleza Uno de los tópicos sobre los norue- gos es que toda la nación ha nacido con los esquies puestos. Por cierto, no es verdad, pero sigue siendo cierto que la mayoría de los nomegos saben esquiar y practican deportes de invierno. Otro tema que surge del mismo cults de los noruegos a la naturaleza es la cabaña de madera - la «Hytte». Más de la mitad de los habitantes de Noruega poseen una «hytte» o tienen fácil acceso a una. Muchas empresas compran o alquilan cabañas para que sus empleados puedan disfrutar de ellas gratuitamente, y son escasas las personas que no tienen amigos o familia que les pueden dejar su «hytte» para algunos días. Y por último, hay un gran número de cabañas de alquiler. Así que muchísi- ma gente pasa sus vacac,ones y fines de semana en una cabaiia. Cada año hay aproximadamente 14 millones de pernoctaciones en cabañas privadas en Noruega, lo que casi equivale a las pemoctaciones en hoteles. ideal es que tampoco cispongan de dote a las cabañas del confort moder- En un artículo titulado Los noruegos y electricidad, si bien hoy en día más de no.» la naturaleza, el sociólogo - la mitad de ellas la tienen. La típica O sea, cue por encima del confort se antropólogo Thomas Hylland Eriksen «hytte» noruega está hecha de valora mucho mis el contacto con la destaca como valor esencial de las troncos encajados en barbilla y se naturaleza. Aquí cabe mencionar qLe cabafias, su proximidad a la naturaleza compone de sala de estar, más el mis conocido de los filósofos así como la sencillez de vida: dormitorios, inodoro ecológico, noruegos, Ame Nzss. fundador del «Ideamente ( la cabaña ) debe estar carbonera y cocina.» movimiento ecologista «deep por completo aislada del mundo y Este tipo de cabañas se caldean con ecologp, vive gran parte del tiempo rodeada por la naturaleza de la leña, o bien con paratina. Pan alum- en una sencilla «hytte», en la montaña. montana notuega, salvaje y virgen. brarse en las oscuras tardes de aislada geográficamente y situada a Generalmente no se puede llegar en invierno se utilizan lámparas de aceite mitad de camino entre Oslo y Bergen. coche hasta allí, sino que hay que y velas. Como bien puntualiza Hylland Sin embargo, hay un considerable hacerlo a pie - en esqui en la mitad Enksen, esta simplicidad no obedece al número de cabañas que están invernal del año - como mínimo dos deseo de ahorrar dinero: «De hecho, las confortablemente equipadas. Tradicio- kilómetros. En la «hytte» no debe cabañas atractivamente situadas en la nalmente, las cabañas que se encuen- haber agua corriente. Hay que irla a montaña son caros objetos de invenión, tran junto al mar, en zonas mis buscar a un lago cercano o traérsela a pesar de estar equipadas con sencillez. templaoas, están mis bien caracteriza- de la ciudad en garrafas. Las cabañas Son razones detipo ideológico y moral y das por un deseo de gozar de una de montaña nunca tienen ducha. Lo no económico las que hacen que no se vida sencilla cerca de la naturaleza. AITIM JULIO-AGOSTO DE 200.3 Pero con instalaciones menos primiti- vas. y más prácticas. Suelen tener agua corriente y electricidad e incluso algunos electrodomésticos. Son m% bien cabañas de verano dando prioridad a la cercanía del mar donde bañarse, pescar, bucear etc. hasta muy entradas las noches blancis de verano. En los últimos años ha habido un gran interés en invertir en este tipo de propiedades ya que son escasas y en muchas zonas del litoral esta prohibi- do construir Otro tema muy impor- tante es una antigua ley llamada «allemannsretten» lo que quiere decir que no puedes impedir a los demás pasar por tu propiedad si esta se extiende hasta el mar (o en cualquier sitio donde pasa un sendero y todo lugar que se encuentra en plena naturaleza). Toda persona tiene el derecho de moverse por estas zonas (sin abusar de la privacidad de los demás, haciendo uso del sentido común) y queda estrictamente prohibido impedir el paso mediante rejas o levantar señales del tipo «privado» o «paso prohibido)). Esta ley protege el derecho de todos de poder gozar de la naturaleza indepen- dientemente de su clase o estatus social. Ya que los noruegos consideran que la naturaleza es un bien común mantendrá al nivel muy alto de los por encima de la de la privacidad. últimos años, y los metros cuadrados por cabaña esia en aumento: el URBANIZACIONES promedio en 2001 h e de 78,7 Durante los últimos tiempos ha metros cuadrados contra 65,7 en surgido un nuevo tipo de cabañas en 1995. Noruega. Son tan grandes y lujosas Quiere decir que hay una diversifica- que habría que llamarlas chalet o ción en la manera de vivir este culto a segunda residencia. (Aunque sus a cabaña de madera en Noruega. propietarios prefieren llamarlas Podemos decir que lo esencial sigue «hytte»). Suelen levantarse en solares siendo un deseo de acercarse a la destinados i este uso cerca de las naturaleza practicar deportes y instalaciones alpinas. En realidad son tomarse una pausa en la vida modema pequeñas uhanizaciones, con carrete- de la ciudad. Arquitectónicamente ra hasta la puerta y el vecino a poca hablando hay m& divemidad que distancia. nunca. Desde la mas humilde de una Este nuevo fenómeno ha puesto en sola habitsción sin agua ni luz, hasta las alerta a los ecoogistas cuyas priorida- mas lujosas obras de famosos arqui- des no coinciden siempre con los tectos, valoradas en millones de intereses de los constructores e coronas. La mayoría quiere una inversores de este nuevo mercado. «hyttex de estilo iradicional mientras Pero a pesar de las advertencias es un otros optan por una arquitectura mercado creciente y gran parte de los modema, mas o menos enraizada en cerca de -4800 metros cuadrados de 1i-i: .* o i E sian - . . i ~ r o oe r-e.3: cabanas que se construyeron durante p..? C.5: c les r c ~c $.a, . ~ 3 5 el año 2002 son de esta categoría. imre e remi «n,ric,, i ;i- ¡esta 2 Según los pronósticos, la construcción 3 x i r C ~ C c s r o r . z p S W O - :oi de cabañas de madera en Noruega se ,.c;:.ara ce Yacera