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EL DÍA QUE LO CONOCÍ

Eran las siete de la mañana en Míchigan, California. El clima había cambiado


rotundamente a lo largo de los últimos meses. Yo y mi familia vivíamos en Detroid la
zona central de Michigan. Me gustaba mucho esa zona ya que tenía muchos amigos
con quienes salía a jugar básquetbol. También me gustaba el parque que estaba a la
vuelta de mi casa, el cual era muy hermoso tenia animales, diferentes tipos de plantas y
nunca me cansaba de ir a jugar ahí. A mi padre le gustaba mucho viajar por todo el
mundo, lo contrario de mi madre a quien le gustaba mas quedarse en casa y descansar.
Mi hermano mayor Noah se había ido hace tres años a Italia para poder estudiar la
carrera de gastronomía.

La tarde del día viernes Sandra mi mejor amiga me invito a su casa para hacer una
pijamada, me encantaba la idea ya que ella era como una hermana para mi, nos
conocíamos desde que tenemos memoria pues nuestras madrees igual había sido
grandes amigas. El veintitrés de agosto la mamá de Sandra falleció a causa de cáncer de
ovario, fue un golpe muy duro para ella ya que amaba mucho a su madre. Mis padres no
tenían problema en dejarme dormir en casa de Sandra ya que no era la primera vez y ya
le habían tomado mucho cariño.

Me aliste rápido y salí corriendo decidiéndome de mis padres quienes con una sonrisa
me decían:

- Que te diviertas

Eso causo en mí una sonrisa aun más grande, pues me gustaba mucho que me dieran su
total confianza. La casa de Sandra estaba a cinco casas de la mía, así que siempre iba a
caminando hasta ella y ese día no fue la excepción. Mientras caminaba pensaba en la
carrera que estudiaría cuando salga del colegio, pues faltaba solo un año para que lo
hiciera. Desde pequeñas Sandra y yo siempre quisimos ser doctoras pero ahora que
estamos en plena adolescencia creo que cada uno piensa diferente.

Ya había llegado a la casa de Sandra me aproxime a la puerta y toque el timbre. Grande


fue sorpresa cuando un chico de estatura alta, ojos claros y cabello rizado abrió la
puerta. Por un momento pensé que me había equivocado de casa, pero luego salió
Sandra y me dijo:

- Valeria al fin llegas, te presento a mi primo Carlos, quien acaba de llegar de


Boston.
- Mucho gusto -me dijo el apuesto chico.
- El gusto es mío-le dije.
Fue raro ya que Sandra nunca había mencionado a ningún primo que viviera en Boston,
talves para ella igual fue sorpresa. Algo de ese chico me había llamado la atención, pues
es la primera vez que me sorprendo al mirar a alguien, no digo que fue amor a primera
vista o algo así, porque ni siquiera nos conocíamos pero fue algo como una conexión
entre si.

Cuando entramos al cuarto de Sandra le pregunte por su supuesto primo de Boston el


cual me había llamado mucho la atención. Me dijo que su padre le había informado
recientemente que su primo de Boston del cual o tenia conocimiento, iba a visitarlos por
todo el verano. Lamentablemente Sandra me conocía demasiado bien, y se dio cuento
de que su primo me había llamado la atención.

- Vaya que te gusta mucho eh.


- Estas loca como puede gustarme tu primo
- Pero no tiene nada de malo, te cuento que esta soltero- me dijo Sandra con una
sonrisa en el rostro. Ella sabia muy bien que nunca me habían llamado la
atención otros chicos que no fueran artistas o actores de cine, si que al final le
admití que si me había llamado la atención un poco.
- Ves lo sabia me dijo feliz.

Llamo a su primo Carlos a su habitación.

- Que haces estas loca -le dije asustada.


- Claro que no pero quiero que lo conozcas mejor -me dijo con una sonrisa pícara
en el rostro.

Cuando pronto Carlos entro en la habitación, con una bolsa a de patatas, Sandra le había
invitado a pasar ya que planeaba que miremos una película. Mientras Sandra alistaba
todo para ver una peli yo y Carlos estábamos sentados en la cama, en teoría estaba
demasiado asustada por que me llegara a hablar y yo me trabara con mis propias
palabras o algo así. Carlos se había echado en la cama de Sandra a chatear con su
celular, pues estaba tranquila ya que parecía que no me iba a hablar

Sandra había ido al baño y eso me desespero mas ya que nos había dejado solo a los dos
en una habitación, algo de mi decía que le hable pues nada perdía haciéndolo, pero por
otro lado tenia mucho miedo

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