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PERSONA ÉTICA Y ORGANIZACIÓN:


Hacia un nuevo paradigma organizacional*

Alfredo Rodríguez
UNIVERSIDAD DE NAVARRA (ESPAÑA)
arsedano@unav.es

Juan Carlos Aguilera


UNIVERSIDAD ADOLFO IBÁÑEZ (CHILE)
juan.aguilera@uai.cl

Resumen
La importancia de la ética en la empresa muchas veces no pasa de las buenas intenciones. El
filósofo Josef Pieper alertó sobre esta situación al escribir acerca de la prudencia, virtud que está
en la base del trabajo directivo y, por consiguiente, de la ética en la empresa y la llamada
responsabilidad social corporativa o empresarial, que no está exenta del problema pues existen
diferentes formas de entender su significado. Sin embargo, antes de cualquier consideración sobre
la importancia de la relación empresa-sociedad, o los valores y la acción moral en las organizaciones,
conviene tener en cuenta que el tipo de organización depende de la idea de persona que se tenga.
Sin una visión antropológica no es posible acercarse al cómo actúan las personas en las
organizaciones y los fines de la misma. Nuestro trabajo intenta contribuir con una propuesta en la
que la organización se explica desde la persona y se ordena a partir de ella.
Palabras clave: ética empresarial, teoría de la organización, cultura organizacional,
comportamiento organizacional, enfoque antropológico.

Abstract
In many corporations, the importance of ethics does not go further than just good intentions.
Philosopher Josef Pieper warned about this situation when he wrote about prudence, a virtue that
is at the basis of outstanding management and thus, also of company ethics and corporate social
responsibility, an issue included in the problem as there are many ways to understand its
significance. However, before any consideration on the importance of company–social relation-
ships or on the values and moral actions of organizations, we must bear in mind that the type of
corporation depends on the type of individual we represent in our minds. Without an anthropological
vision it is not possible to ascertain the actions of people in the corporation or their attitudes
towards its goals. Our work will try to contribute a proposal in which the corporation is ex-
plained and organized from the point of view of the people.
Key words: corporate ethics, corporate theory, corporate culture, corporate behaviour,
anthropolical approach.

* Este trabajo es una versión revisada del publicado en los Anales del VIII Congreso de la Asociación
Latinoamericana de Ética, Negocios y Economía (Alene), llevado a cabo el 11 y 12 de agosto de 2005 en
Valparaíso, Chile.

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E n estos tiempos, es difícil dejar de re-


conocer que la persona ha ido adqui-
riendo mayor importancia en las orga-
propuestos y la necesidad de plantear uno
nuevo que ayude a comprender mejor su
constitución y la actividad que llevan a
nizaciones dentro del contexto de la cabo las personas en ella. El hilo conduc-
llamada sociedad del conocimiento. La tor de este análisis es el concepto de ética,
aparición de diversos conceptos como y la reflexión clave es cómo se le percibe
capital social, gestión del talento, lideraz- espiritualmente en la organización.
go estratégico, trabajador del conocimien-
to y responsabilidad social corporativa, La razón que fundamenta esta pregun-
entre otros, es una expresión cabal de esa ta es que si el objeto material de la cien-
importancia. Sin embargo, frente a la va- cia ética reside en la acción humana, es
lorización teórica de la persona, aparecen fácilmente comprensible que toda pro-
de modo preocupante mayores índices de puesta ética debe tener como sustento un
insatisfacción laboral, estrés, ausentismo modelo básico de hombre y, sobre todo,
laboral, dificultades para armonizar tra- de su forma de comportarse y tomar deci-
bajo y familia, etcétera. Todos estos as- siones. Por eso, analizada la acción hu-
pectos son manifestaciones que, en cierto mana en los diversos enfoques, se su-
sentido, contradicen la preocupación acer- giere uno nuevo cuya característica
ca de la persona en la organización. fundamental es no ser restrictivo en el
modo de abordar la acción y, consecuen-
La llamada gerencia de personas, que temente, la ética. Dicho de otro modo, una
reemplaza a la gerencia de recursos hu- organización que pueda dar respuesta a
manos, constituye un gran avance, al tantas interrogantes a las que la teoría ge-
menos nominalmente. Aunque, como nos neral de sistemas, a pesar de sus grandes
recordaba Alejandro Llano, fue el gran logros, se ve impedida de hacerlo.
Homero quien muchos siglos atrás afir-
maba que el hombre es un ser fértil en Para desarrollar este trabajo nos basa-
recursos (o en términos de un economista remos en el esquema propuesto por Pérez
ya clásico, el hombre es la verdadera ri- López (1994) que nos permite establecer
queza de las naciones). Es decir, autor un modelo alternativo en la teoría de la
y protagonista de sus acciones al interior organización, el cual se fundamenta en
de las organizaciones que en el último la estructura psíquica de la persona huma-
siglo han sido decisivas en la configura- na. Esto supondrá introducir unas varia-
ción de nuevas realidades, como señaló bles nuevas –concretamente aristotélicas–
Peter Drücker. Una de esas nuevas reali- respecto a los postulados neokantianos
dades son las organizaciones empresaria- que se encuentran en las otras alternati-
les que, por haber sido fundadas y estar vas que presentaremos. Por la amplitud del
formadas por personas, pueden ser deno- trabajo, no nos será posible una plena
minadas justamente organizaciones inteli- justificación de estas nuevas variables,
gentes. Por tanto, es relevante, desde una aunque permitirán dejar abiertas las puer-
determinada perspectiva, intentar hacer tas para futuras investigaciones en esta
notar el progreso que se ha dado a lo largo dirección.
del tiempo en el modo de enfocar la orga-
nización, pero al mismo tiempo advertir En este contexto general, se presentan
la insuficiencia de los diversos estudios claramente dos alternativas en el proce-

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dimiento que debemos seguir: superar los que es mucho, está clamando por ser co-
planteamientos actuales de la teoría de la rrectamente explicado.
organización desde ellos mismos, o bien,
una vez mostrada su insuficiencia, plan- Esto es, en definitiva, lo que se pre-
tear opciones que induzcan a una nueva tende con la propuesta del enfoque antro-
dirección en la búsqueda de un paradig- pológico que tratamos de llevar a cabo.
ma básico que interprete adecuadamente
la organización y las exigencias del in- Para afrontar el análisis, siguiendo un
dividuo en ella. esquema paralelo al desarrollado por Pé-
rez López, vamos a partir de la conside-
De acuerdo con Maclntyre (1992: ración de tres grandes grupos de teorías
151-152), la superación de un paradigma o modelos –paradigmas– que permiten
no se puede hacer desde dentro, si se trata explicar el funcionamiento de las organi-
de abandonar algunos supuestos básicos zaciones. El primero explica la organiza-
del paradigma. Hace falta, pues, «alguien ción y su comportamiento asimilándola a
que viva en ambos esquemas conceptua- una gran maquinaria; la interpreta, pues,
les alternativos, que conozca y sea capaz como un gran sistema técnico. A quienes
de hablar el lenguaje de cada uno desde han entendido así el comportamiento de
dentro, que haya llegado a ser, por decir- las empresas los incluiremos dentro de los
lo así, un hablante nativo con dos lenguas enfoques mecanicistas. En segundo lugar,
primeras». Por esta razón el presente tra- nos referiremos a aquellos para quienes
bajo tiene una perspectiva interdisciplina- la organización es comparable a un orga-
ria. Somos conscientes, y ese es nuestro nismo vivo, en constante movimiento y
propósito, de que establecer un diálogo en continua interacción con su entorno.
entre las ciencias permite una mejor Hablaremos entonces de los enfoques or-
comprensión de los fenómenos que se es- ganicistas o psico-sociológicos, por cuan-
tudian, bien sean económicos, sociales u to insertan variables no estrictamente téc-
organizacionales. nicas. Para terminar, centraremos la aten-
ción en aquellos enfoques que consideran
En este sentido, la tarea que nos pro- la organización como algo más que un
ponemos se orienta en la línea de lo que sistema técnico o sociopolítico. En estos
Pérez López señaló en un acto académico puntos de vista se incluyen todas aque-
en la Universidad de Navarra, de España: llas teorías que entienden la organización
como una institución de personas, como
Lo que hay de valioso en la ciencia actual una comunidad que comparte unos obje-
ha de ser subsumido, como tal caso parti- tivos: son los enfoques antropológicos.
cular que es, en la nueva ciencia. No olvi-
demos que el gran error de todas las me- Este modo de clasificar las distintas
todologías en boga es su reduccionismo interpretaciones de la organización y su
–las abstracciones incompletas en las que funcionamiento nos parece muy útil por
se fundan–, pero que todos los reduccio- su poder explicativo, contando con las
nismos son verdaderos en lo que afirman inevitables limitaciones propias de toda
–de ahí su vigencia práctica– y falsos en analogía. El esquema permite recoger
lo que niegan. Todo lo que hemos apren- de modo muy simplificado los rasgos
dido acerca de los fenómenos empíricos, básicos que subyacen en gran parte de las

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interpretaciones teóricas, por lo cual es de los demás, en aras de un mejor logro


evidente que los matices de las diversas de los beneficios (Taylor, 1911; Fayol,
concepciones no podrán ser analizados en 1949). Lo verdaderamente importante es
el presente estudio. La finalidad de este la maximización de la relación produc-
trabajo es sugerir un nuevo enfoque orga- ción-consumo, bien sea optimizando la
nizacional basado en la reflexión acerca producción o minimizando los recursos en
del papel que cumple la ética en la direc- orden a una producción, o simplemente
ción de empresas a través de la conducta maximizando la diferencia entre la rela-
de la persona en la organización. Un aná- ción propuesta.
lisis de los fundamentos que sustentan los
principales enfoques organizativos nos La deficiencia de este enfoque hay que
permitirá obtener conclusiones relaciona- verla en la parcialidad con que trata el tra-
das con la dimensión ética y su cabida en bajo. Ciertamente, hay una dimensión
las teorías de la organización y, por con- objetiva del trabajo que hace referencia a
siguiente, reconocer la teoría de la acción lo que la persona produce y, en este senti-
que existe en esos enfoques. do, es correcto hablar del trabajo como fac-
tor de producción y es lícito valorar este
factor de acuerdo con las reglas de merca-
1. Los enfoques mecanicistas do. Pero no hay que olvidar la dimensión
subjetiva que el trabajo conlleva, deriva-
Estas teorías contemplan la organización da del hecho de que quien lo ejecuta es
«como una simple coordinación de accio- una persona, señalando que las fuentes
nes humanas cuya finalidad es la de pro- de la dignidad del trabajo deben buscar-
ducir y distribuir una serie de objetos y/o se principalmente no en su dimensión
servicios» (Pérez López, 1994: 22). Se objetiva, sino en su dimensión subjeti-
centran en la vertiente objetiva de la va, porque el primer fundamento del va-
actuación empresarial ignorando la sub- lor del trabajo es el hombre mismo. En
jetiva, es decir, el impacto que este obrar estos enfoques no hay finalidad compar-
tiene sobre el sujeto que las realiza. Se tra- tida, los motivos de las personas quedan
ta, pues, de organizar los procesos y el in- ignorados, la libertad y participación es-
tercambio de productos. No hay especial tán en la penumbra.
interés por considerar que los implicados
en esos procesos son personas; estas son No obstante, gracias a las abstraccio-
un elemento más de la compleja maqui- nes que implica este modelo se han logra-
naria. En este sentido, «no quedan reco- do grandes avances en el desarrollo de téc-
gidos ni los motivos de las personas, ni nicas para mejorar la productividad y la
sus necesidades, ni las interacciones que rentabilidad en las empresas. El propósi-
no estén incluidas en el sistema producti- to de la organización, entendido en senti-
vo-distributivo» (Pérez López, 1994: 22). do estrictamente económico, ha podido es-
pecificarse mediante la denominada pla-
Para quienes inicialmente entendieron nificación estratégica, que conjuga las ca-
así la organización, el hombre de empre- pacidades del sistema con la situación del
sa se distinguía por su dureza y su estilo entorno empresarial. Se trata, pues, de
de dirección. Se apoyaba en pasar por conseguir los mayores resultados posibles
encima de sus sentimientos personales y al menor costo.

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La parcialidad de estos enfoques se paradigma. De modo especialmente claro


encuentra en el modo de concebir el tra- pueden apreciarse los frutos que hemos
bajo como ajeno a la dignidad de la per- resaltado en las primeras propuestas del
sona que lo realiza. Así, el modelo de per- management científico, así como en los
sona con el que elaboran estos enfoques comienzos de la planificación estratégica.
es, en realidad, bastante reducido, al que- Cualquier directivo es consciente de que
darse en la dimensión objetiva del traba- estos enfoques pueden ser útiles en su sen-
jo. La preocupación medular no son las tido técnico, pero sería aventurado afirmar
personas concretas, sino los papeles y fun- que las decisiones directivas son exclusi-
ciones que estas interpretan, así como las vamente técnicas. Son muchos los que a
relaciones de comunicación que entre ellas diario intentan realizar cambios técnicos
se establecen. La organización informal y se enfrentan, sin embargo, a la resisten-
suele quedar fuera de su campo de análi- cia de las personas en la organización. In-
sis. La racionalidad de los que toman de- tentar reducir todo a este plano es, cuan-
cisiones en la organización, por reducir do menos, poco realista.
sus propósitos a la maximización del be-
neficio, puede ser calificada como racio- Las preguntas que surgen, y que nos
nalidad instrumental: todo es interpreta- llevaron a plantear este análisis, son: ¿Qué
do en clave de medio o instrumento para lugar puede ocupar la ética en estas con-
el logro de resultados. Los bienes útiles cepciones de la organización? ¿Tiene sen-
pierden su carácter de medio y se convier- tido hablar de ética bajo estos parámetros
ten en fines de la acción humana. Para de interpretación de la realidad empresa-
entender cabalmente la organización y el rial? Como se ha visto, el individuo es
trabajo en estos enfoques, quizás sería reducido a una pieza del sistema, sus
oportuno recordar las consecuencias que motivaciones son exclusivamente extrín-
Schumpeter (1971) y Weber (1995) extra- secas, los valores por los que se mueve
jeron del análisis del espíritu capitalista han sido reducidos al plano económico o
en la racionalidad del empresario (Rodrí- instrumental, y las normas que rigen su
guez, 1999a y 1999b). comportamiento vienen marcadas por la
función que desempeña en la organiza-
Tomando en cuenta las causas que ori- ción. Por consiguiente, las relaciones per-
ginan este modo de actuar, las motivacio- sonales quedan reducidas al cumplimien-
nes de los individuos sólo se consideran to de roles o funciones con el propósito
al hablar de los sistemas retributivos, que de alcanzar la máxima eficacia. Para ello
son medios para la distribución de los in- la organización tiene como mecanismo
centivos. En el fondo las motivaciones de motivador un sistema de premios y casti-
la persona quedan reducidas a la búsque- gos. Una ética utilitarista (Bentham, 1973;
da de recompensas externas (aumento sa- Sen, 1979), de mero cálculo, preocupada
larial, comisión, mejora del estatus), que exclusivamente por el beneficio, o una
Pérez López (1997: 18) denomina necesi- ética pragmática que toma en cuenta sólo
dades extrínsecas. los resultados, parecen ser los únicos en-
foques morales que cabría considerar en
En realidad, la mayor parte de los este modo de interpretar las organizacio-
textos especializados en dirección de em- nes. Es pertinente hablar de una ética in-
presas ha estado enmarcada dentro de este dividualista coincidente con la ética que

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Weber (1944 y 1995) descubre en el capi- El modelo de hombre egoísta, en bus-


talismo. Un desarrollo más exhaustivo de ca de su exclusivo beneficio particular,
estas dos cuestiones, en las que se lleva a propugna una forma de entender la ética
cabo un análisis pormenorizado de las di- en la organización cuyos juicios se redu-
versas formas de entender la ética y la cen a la obtención de la mayor utilidad
acción de la ética en la teoría de la orga- individual posible. En un sistema en el que
nización, puede verse en Fontrodona, la prioridad es la maximización de los
Guillén y Rodríguez (1998). beneficios, dejando a un lado la posible
mejora personal de quienes los producen,
Con estos supuestos el planteamiento la formulación ética es tremendamente li-
mecanicista requiere, entonces, un tipo de mitada, carente de fundamento y poco ri-
individuo que cumpla al pie de la letra las gurosa. Viene a coincidir, sustancialmen-
tareas que se le encomiendan; que se li- te, con el ethos que expresan las máximas
mite a obedecer ciegamente lo que se le ético-económicas.
manda, generando una actitud reactiva
ante el trabajo, cuya máxima podría ser: Con tal perspectiva la organización ca-
«debo hacer lo que me digan y cuando me rece de la capacidad de anticiparse a los
lo digan». Su incapacidad para tomar de- cambios del entorno; y desaprovecha el
cisiones y asumir riesgos lo conduce a talento de sus miembros al exigir el mero
cumplir con lo mínimo requerido, para que cumplimiento de normas, bajo la mirada
no le puedan decir nada. La negatividad y atenta del directivo que busca resultados
el centrarse exclusivamente en los erro- a corto plazo, sin importarle muchas ve-
res generan una dependencia que busca ces los medios que se utilicen para conse-
seguridad a costa de la capacidad creati- guir el objetivo. De este modo, la organi-
va, característica singular de la persona zación expone su viabilidad y proyección.
como expresión de la libertad. La desmo- En este escenario la creatividad y el apor-
ralización del sujeto convertido en funcio- te de la persona, un mero objeto, no son
nario origina la idea de que el trabajo es necesarios.
una carga insoportable, al igual que quie-
nes pertenecen a la organización.

Enfoques mecanicistas
Modelo de organización Máquina Económico
Propósito
Concepto de persona Objeto
Racionalidad Instrumental
Motivaciones Extrínsecas
Valores Económicos
Normas Funcionales
Enfoque ético Enfoques unilaterales Normativismo
Utilitarismo
Pragmatismo

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2. Los enfoques psico-sociológicos centralización (McGregor, 1960; Likert,


1961 y 1967; Hax and Majluf, 1984) como
Frente a la orientación hacia los resulta- base para una mayor optimización de los
dos –el trabajo en sentido objetivo– que recursos disponibles. Se introducen una
reivindican las ciencias económicas y de serie de conceptos que adquieren fuerza
la empresa en sus orígenes, surgen otros en el ámbito empresarial: cooperación,
modelos a partir del estudio del compor- participación... Estos conceptos son nece-
tamiento de quien es el sujeto de la pro- sarios y básicos para que la descentrali-
ducción. Intuyen estos enfoques la dimen- zación se lleve a cabo sin merma de la
sión subjetiva del trabajo pero no acaban productividad. Las decisiones se implan-
de formularla. De este modo, no abando- tan en todos los niveles posibles (March
nan el supuesto de la maximización rela- y Simon, 1958; Simon, 1979; Cyert and
ción-producción, pero abogan por hacer March, 1963), necesitando de estos con-
más hincapié en el sujeto productor; así ceptos para no perder de vista el fin prio-
será posible lograr una mayor y mejor pro- ritario de la empresa. A partir de los años
ducción, al tiempo que se satisfacen unas setenta, la participación se convierte en
necesidades que contribuyen a optimizar el leitmotiv de buena parte de organiza-
los resultados. La aparición de las rela- ciones empresariales. El estudio de las
ciones humanas (Mayo, 1946; Roeth- motivaciones, que ya venía siendo objeto
lisberger y Dickson, 1939), un nuevo de investigación (Maslow, 1954; Herz-
fenómeno social en la empresa, presenta berg, 1966; Herzberg, Mausner and
ahora a un empresario de rasgos menos Snydennan, 1959; McGregor, 1966), ocu-
autoritarios. El concepto de hombre-má- pa un lugar prioritario.
quina-recurso se suaviza, y se trata de bus-
car una mayor satisfacción del hombre en En este enfoque las motivaciones hu-
el trabajo, enriquecer su tarea, mejorar las manas no se interpretan exclusivamente
condiciones laborales, respeto en el trato, en clave externa (búsqueda de recompen-
etcétera. sas), se admite ahora que son mucho más
complejas y que, por tanto, no basta con
La analogía más adecuada para enten- ofrecer incentivos. Se reconoce que exis-
der este nuevo paradigma es la de un or- ten motivaciones procedentes del propio
ganismo vivo. Todo aquello que dijeron actor, satisfacciones que este logra por
los enfoques anteriores es ahora asumido realizar determinadas acciones y que no
por el nuevo paradigma. A él se incorpo- provienen de fuera. Son las denominadas
ran nuevas dimensiones y un nuevo modo motivaciones intrínsecas. Así, el aprendi-
de entender las relaciones entre los ele- zaje del propio decisor o su realización
mentos del sistema. Quizá lo más carac- personal se convierten en elementos cla-
terístico de este enfoque es su actitud pro- ve para explicar los comportamientos en
activa ante el entorno y el carácter fun- las organizaciones. Una explicación que
cional (Weber, 1947) que se trata de ins- permite entender «la coordinación de
cribir en la empresa: las organizaciones acciones para la satisfacción de motivacio-
solicitan especialistas. nes actuales, es decir, de las motivaciones
que actualmente sienten las personas que
Apoyándose en el carácter funcional, componen la organización» (Pérez López,
la empresa promueve un giro hacia la des- 1997: 24). Las motivaciones actuales se

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refieren, en terminología aristotélica, a racionalidad no es exclusivamente instru-


los bienes deleitables, pero no aseguran mental, optimizadora de resultados. Ca-
que, a su vez, estos remitan a bienes ho- bría hablar ahora de una racionalidad
nestos y, por tanto, se quedan en el plano expresiva, que reconoce al individuo
de la mera satisfacción sensible. El análi- como dotado de libertad y voluntad. Los
sis de la motivación se efectúa en el pla- juicios de valor comienzan a ser conside-
no subjetivo del obrar. rados en la toma de decisiones, y los fi-
nes del decisor no son exclusivamente
La inclusión en este nuevo paradigma económicos. Los valores que comienzan
de otras satisfacciones actuales reivindi- a ser considerados hacen referencia a sa-
ca todo un nuevo modo de hacer empre- tisfacciones actuales no estrictamente eco-
sarial. Se descubren una serie de aspectos nómicas. Las normas no vienen marcadas
que no son ajenos a la organización en exclusivamente por la posición, sino que
la medida en que lo son a las personas y se interpretan en términos conductuales
que se deben tener presentes. En una con- y han sido influenciadas por elementos
cepción de la empresa entendida como sociales y culturales. Este modo de pro-
organismo social, las variables psico-so- ceder es coherente con la forma como
ciológicas pasan a ocupar un papel rele- Weber (1944) entiende la ciencia econó-
vante, y la dimensión económica pierde mica. Ciertamente en los enfoques psico-
su exclusividad. La mayor parte de las teo- sociológicos se recalca el carácter de
rías que han pretendido superar el mode- la ciencia. Esto se puede observar bien
lo clásico mecanicista se ha movido en una cuando es la decisión la que en última ins-
concepción organicista de la persona y de tancia impide el conflicto que puede ori-
las organizaciones. ginarse entre lo que es y lo que debe ha-
cerse. El conflicto se resuelve en la inter-
En este nuevo paso que suponen los pretación valorativa que dé el sujeto. De
enfoques psico-sociológicos la persona ya aquí que la valoración –los juicios de va-
no es sólo una pieza de la maquinaria pro- lor– sea esencialmente decisional. Las
ductiva. Sus motivaciones van más allá de elecciones últimas no se apoyan en los re-
la espera de recompensas o castigos. Su sultados que la ciencia pueda proporcio-

Enfoques psico-sociológicos
Modelo de organización Organismo social
Propósito Económico
Social
Concepto de persona Sujeto-individuo
Racionalidad Expresiva
Motivaciones Extrínsecas e intrínsecas
Valores De satisfacción actual
Normas Conductas y culturales
Enfoque ético Posturas intermedias Dialógica
De justicia social
Consecuencialista
Comunitarista

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nar: proceden de la propia decisión del in- teoría de la evolución, representada por
dividuo orientada por los intereses, ele- Nelson y Winter (1982); la escuela ecolo-
mentos sociales y culturales. gista sustentada por Hannan y Freeman
(1989), las configuraciones de organiza-
La cuestión de la responsabilidad so- ciones de Mintzberg (1979) y los trabajos
cial adquiere un fuerte protagonismo en de Miller y Friesen (1984) y Miller (1990).
una concepción de la organización que Un estudio acerca de la naturaleza de la
busca dar respuesta al entorno en que se responsabilidad social de las empresas,
desarrolla (Lawrence y Lorsch, 1967; que merece especial interés, ha sido de-
Lorsch y Allen, 1973; Galbraith, 1973; sarrollado por Robertson y Nicholson
Chandler, 1962). Con este concepto se (1996).
pretende, a su vez, eliminar las injustas
pretensiones de una economía basada en El surgimiento de la responsabilidad
el exclusivo interés personal. Frente a una social hace pensar que la ética no puede
concepción de las acciones de los indivi- considerarse como algo ajeno al ser em-
duos en términos de elección individual, presarial, sino que, por el contrario, las
que tiene su raíz en la teoría moral kan- empresas necesitan directivos con una
tiana trasladada a la empresa por el indi- adecuada formación ética. Sin embargo,
vidualismo metodológico, French aboga en no pocas ocasiones se reduce la ética a
por un tratamiento en el ámbito de la em- un medio para eliminar las injustas agre-
presa de lo que Durkheim (1984) ha siones a las que se ve sometido el indivi-
venido a llamar «hechos sociales». Sin duo en el entorno social.
embargo, los orígenes de esta responsa-
bilidad, situada entre los años cincuenta La ética de la justicia de Rawls (1971)
y sesenta y que se prolonga hasta nues- tiene especial cabida en un planteamiento
tros días, se encuentran en realidad, como empresarial en el que lo moral es enten-
señala Mele (1997), en que muchos direc- dido como restricción externa al logro de
tivos están convencidos de que esas res- objetivos económicos. Pero tanto en la éti-
ponsabilidades sociales son una cuestión ca de la justicia como en la de las éticas
de egoísmo ilustrado porque, a largo pla- dialógica (Cortina, 1994 y 1995 ) y con-
zo, son ventajosas para quienes las tienen secuencialista (Anscombe, 1958 y 1981)
en cuenta. Su punto de referencia son los se corre el riesgo de caer en un minima-
objetivos y valores de la sociedad. Las lismo ético que fácilmente acaba confun-
demandas que reciben las empresas les diéndose con la mera legalidad. No es
exigen una responsabilidad en su cumpli- extraño que en estas situaciones los direc-
miento. No obstante, la preocupación por tivos crean que la ética es la redacción de
la responsabilidad social de la empresa un código de conducta de la empresa, en
remite a una cuestión, aún no cerrada, que el que se describe el comportamiento mo-
ha dado origen a numerosas interpretacio- ral de las personas de la organización.
nes acerca de si la responsabilidad es cor-
porativa o más bien de los directivos. Frente a estas posturas, el comunita-
rismo (Etzioni, 1995) podría presentarse
Otros trabajos han añadido distintos como una alternativa. Aunque se trata de
matices que enriquecen el modelo básico un enfoque crítico al liberalismo, en el que
de la responsabilidad social. Destacan la se subraya que no somos individuos

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independientes que acuerdan convivir es- aunque la persona lo haya hecho muy
tableciendo pactos políticos y económicos bien, si los demás lo han hecho mejor, sig-
basados en el interés, las soluciones que nifica que lo ha hecho mal. Es decir, se
aporta no proceden propiamente de ins- genera un ambiente de mediocridad, en
tancias éticas, como ya quedara de mani- virtud de que el objetivo es más fácilmente
fiesto, sino que se trata más bien de un alcanzable si se consigue que los demás
lenguaje moral, con una fuerte carga emo- lo hagan peor, con las consecuencias que
tiva. Esto hace que tampoco pueda ser te- ello implica. Y aunque los directivos de
nido como alternativa válida. la organización, si bien confían en la ca-
pacidad profesional de los especialistas
Tanto el modelo técnico como el or- dándoles mayor libertad de movimiento,
gánico, en sus diversas manifestaciones, ante el primer endurecimiento del entor-
no suponen una alternativa respecto de la no, la política de tomar en cuenta a los
cuestión de la primacía del ser individual individuos se echa por la borda, y queda
sobre el ser social o viceversa (Koslowski, la impresión de que en realidad nunca se
1983). Esta disyuntiva no parece que pue- creyó en la gente y sus capacidades. El
da ser resuelta acudiendo a procedimien- asunto no pasa de ser una mera manipu-
tos técnicos o analizando sistemas socia- lación con el propósito de lograr los re-
les. Mientras no se recupere el estudio sultados esperados.
de lo que la persona es, y su papel en la
sociedad y en las organizaciones, parece
difícil que lleguemos a encontrar respues- 3. Los enfoques antropológicos
tas adecuadas a la pregunta por el lugar
de la ética. La verdadera solución pasa por El estudio de lo que la persona representa
advertir que toda técnica socioeconómica en las organizaciones y lo que estas re-
tiene, en el fondo, una doctrina antropo- presentan para las personas abre las puer-
lógica: «la respuesta al ¿qué hacemos? tas a un nuevo paradigma. Al hablar de
ha de darse con el ¿qué somos?» (Llano, enfoques antropológicos nos referimos a
1991: 44). aquellos que conciben la organización
como una institución que lleva a cabo «la
No se puede dejar de reconocer que el coordinación de acciones de personas
modelo organicista nos sitúa ante una vi- para la satisfacción de necesidades rea-
sión más completa de la realidad. Sin em- les de los miembros de la organización»
bargo, uno de los peligros que encierra di- (Pérez López, 1994: 28). Es decir, de
cho modelo, no mencionado hasta ahora, aquellas necesidades que contribuyen a
consiste en el fomento de la competencia la perfección del ser humano, y hacen
interna hasta niveles que pueden derivar referencia, por tanto, a los bienes hones-
en un individualismo exacerbado de los tos, en terminología aristotélica. Este
miembros de la organización: centrados nuevo enfoque de la organización integra
únicamente en alcanzar logros y satisfac- los otros dos modelos previamente des-
ciones individuales. Resulta paradójico critos –mecánico y orgánico–, pero con
advertir que la competencia interna no una diferencia esencial: la técnica es en-
es condición necesaria ni suficiente para tendida como ciencia subordinada al fin
alcanzar mejores estándares individuales de la persona, sin que por ello pierda el
de productividad en la empresa, porque protagonismo que le es esencial en orden

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Persona ética y organización: hacia un nuevo paradigma organizacional 71

al logro de los objetivos. Como afirma jetivo y autónomo que las sustenta. Se
Polo (1993: 135): desarrolla un nuevo concepto de necesi-
dad, basado en el bien honesto, y se in-
... si la acción humana se impone sobre el
corporan criterios objetivos de satisfac-
objeto técnico, puede alcanzar su finali-
ción de necesidades reales en orden a la
dad; pero si el objeto técnico, por su mag-
perfección del bien humano. Este punto
nitud, se impone sobre la acción humana,
supone entender de modo distinto la utili-
el hombre no puede asumir su finalidad y
dad y el servicio como actividad primaria
queda subordinado a la manera de ser de
de la empresa y el empresario, encau-
la técnica.
zados ambos a la satisfacción de necesi-
dades humanas (Rodríguez y López de
Dicho de otro modo, si la organización
Pedro, 1998).
empresarial es de personas, entonces la or-
ganización ha de ser el cauce a través del
Coherente con este enfoque, si los ob-
cual el individuo alcance su propio fin
jetivos de la empresa son iluminados por
y no sólo la satisfacción de unas necesi-
los principios que sustentan a la organi-
dades actuales. El enfoque antropológico
zación, se establece una conexión entre el
especifica, respecto a los planteamientos
fin propio de la empresa y de la persona,
anteriores, la dimensión subjetiva del en el que ambos necesariamente han de
trabajo, sin obviar su dimensión objetiva. armonizarse. La característica que se re-
De esta forma se logra integrar en un es- conoce en este nuevo modelo es la inte-
quema más completo de la acción huma- gración. Se trata de enfocar el fin de la
na los valiosos aportes que se han venido empresa –los objetivos– de acuerdo con
haciendo de la organización. los valores y principios que la sustentan.
En este enfoque la ética está presente de
Si el enfoque técnico se centraba en modo natural, pues en ella precisamente
«qué» cosas se hacen en la organización, se integran ambas finalidades –la organi-
y el enfoque orgánico se centraba no sólo zativa y la personal–, y hace plausible la
en el «qué» sino también en el «cómo», armonización de ambas pretensiones, pues
la nueva propuesta que entiende la orga- es imposible, o al menos no es fácil, hacer
nización como institución incorpora a es- el bien cuando se carece de recursos.
tos dos planos la cuestión del «para qué»
se hacen las cosas. Se preocupa también Al analizar el modelo de persona que
por dar sentido a las acciones que coordi- subyace bajo el nuevo paradigma entran
na, de ahí que lo característico de la insti- en escena dimensiones de la realidad que
tución sea la consideración de los valo- antes no habían sido consideradas. Los
res, los principios y los fines que la mue- conceptos de racionalidad instrumental y
ven. La centralidad de la acción humana, expresiva referidos anteriormente ya no
la búsqueda de un sentido a las acciones son suficientes. Estos modos de entender
y la asunción del carácter incondicional y la racionalidad olvidan las repercusiones
objetivo de los valores, está en la base de que las decisiones tienen sobre aquellos
este nuevo enfoque. Se supera así el dua- que las toman. El concepto mismo de «de-
lismo imperante a lo largo de este siglo y cisión» parece haber llevado a olvidar
se asumen las valiosas contribuciones que la repercusión práctica, real, que toda de-
se han hecho, eliminando el carácter sub- cisión tiene sobre el que actúa. Al actuar,

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72 Alfredo Rodríguez y Juan Carlos Aguilera

el directivo no sólo decide sino que «se facción de las necesidades. Por ejemplo,
decide», se ve implicado en las consecuen- Maslow (1991: 147) señala una jerarquía
cias del juicio que ha emitido. Surge así de necesidades, pero considera que hasta
la necesidad de considerar la responsabi- que las necesidades inferiores no están
lidad personal de toda decisión libre como satisfechas no se puede ascender hacia las
un elemento eminentemente ético. necesidades superiores, las cuales tienen
«menor habilidad para dominar, organi-
Otro elemento que incorpora el nuevo zar y someter a su servicio las reacciones
paradigma es la consideración de motiva- automáticas de la persona». El modelo
ciones que van más allá de las estricta- antropológico, en cambio, presenta una
mente actuales. En este sentido, existen visión opuesta a la ofrecida por Maslow.
motivaciones que no han sido considera- Por una parte, corresponde a las faculta-
das ni explicadas por los enfoques anali- des superiores una función rectora respec-
zados: es el caso de las motivaciones que to a las inferiores; por otra, se presta una
se dirigen a satisfacer necesidades de per- mayor atención al dominio de las necesi-
sonas distintas a las que realizan la acción. dades que a su satisfacción, de modo que,
El espíritu de servicio o el de cooperación aunque es necesario que se dé un mínimo
desinteresada estarían incluidos entre es- de satisfacción de todas ellas, la persona
tas motivaciones. No hemos encontrado puede sacrificar las necesidades inferio-
referencia alguna a ellas en los textos so- res por las superiores. Este dinamismo es
bre dirección de empresas. impensable en la teoría de Maslow, pues-
to que requiere, para ser entendido, una
El objetivo de este nuevo enfoque es correcta comprensión de las facultades del
superar el tinte individualista, así como las hombre, y del papel que juegan las virtu-
tesis deterministas que encierra la teoría des en la acción humana.
organicista. El modelo antropológico hace
notar la distinción clásica y no separación En cuanto a los valores, pasan ahora a
entre las realidades materiales y las reali- ser considerados no sólo los referidos a
dades espirituales, así como la superiori- las satisfacciones actuales, sino también
dad de estas últimas sobre aquellas, sin todos aquellos que contribuyen al desa-
que por ello se vea alterada la unidad del rrollo personal, así como los que tienen
ser humano. Es importante este matiz para relación con la apertura a los demás. Esta
entender que las satisfacciones reales que última pone de relieve una muy acertada
propugna el modelo antropológico van distinción entre dos tendencias existentes
más allá de las tendencias sensibles ex- en el hombre, ya clásicamente advertidas:
presadas por los bienes deleitables, y re- el deseo de tener y la capacidad de com-
miten a los bienes honestos, de modo que partir. El deseo de tener hace referencia
su «deber-ser» no viene impuesto por la al «ganar», mientras que la capacidad de
inmediatez que caracteriza las facultades compartir hace referencia al «servir». Si
inferiores del hombre, sino por los fines se incide sólo en el deseo de tener y se
de las facultades superiores. acalla la segunda tendencia, se olvida en-
tonces que el compartir tiene tanta fuerza
Las teorías de la motivación que se como el egoísmo y es capaz de aportar a
encuadran en los modelos psico-socioló- las organizaciones una potencialidad in-
gicos ponen un mayor énfasis en la satis- sospechada.

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Persona ética y organización: hacia un nuevo paradigma organizacional 73

Enfoques antropológicos
Modelo de organización Institución
Propósito De servicio
Concepto de persona Ser personal Instrumental, expresiva y práctica
Racionalidad
Motivaciones Extrínsecas e intrínsecas y trascendentes
Valores De desarrollo personal y alteridad
Normas Principios
Enfoque ético Integral Realista
(Bienes, normas
y virtudes)

Por otra parte, el enfoque antropoló- El discernimiento de esta condición hu-


gico ya no entiende las normas como unos mana:
mínimos restrictivos a la actuación, de ori-
... conlleva el descubrimiento de la tarea
gen subjetivo, o aceptadas socialmente,
que el hombre debe cumplir como ser es-
sino que estas adquieren el sentido de
pecíficamente dotado. Sin naturaleza hu-
principios que rigen y orientan el obrar hu-
mana, aparece sólo el concepto de tenden-
mano, favoreciendo con su presencia la
cia y desaparece el concepto de deber para
libertad del individuo. Es preciso en este
quedar sustituido insuficientemente por
punto advertir sobre:
una ambigua sensación de plenitud, y no
… la tendencia del manager a establecer por un objetivo cumplimiento» (Llano,
principios con un procedimiento análogo 1990: 46).
al que se sigue para el establecimiento de
objetivos. Los objetivos pueden estable- La felicidad no se alcanza en la cosa
cerse; en cambio, los principios, los ver- sino en la acción, en el obrar bien, porque
daderos principios, están ya naturalmente el hacer bien las cosas es un fin en sí mis-
establecidos. La función del director es, mo y, de este modo, objeto de deseo por
en el mejor caso, el descubrirlos, explici- parte de la voluntad.
tarlos y ponerlos en vigencia [...]. El acep-
tar cuáles son esos principios es el punto En el fondo el enfoque antropológico
de partida de toda estrategia concebida en o humanista, sin desechar lo positivo de
sus más elementales dimensiones éticas los modelos anteriormente explicados, in-
(Llano, 1990: 18-24). tenta superarlos al tener una visión más
completa de la persona y entiende a la or-
El modelo antropológico sustituye la ganización como una institución cuya fi-
satisfacción de las necesidades por la elec- nalidad es conseguir la unidad e identifi-
ción en razón de los fines, y de este modo cación de sus miembros con ella y sus
pone de relieve la existencia de una con- objetivos. Así, los valores adquieren un
dición humana, de una «naturaleza» pro- sentido práctico y operativo. En un con-
pia y distinta a la de aquellos seres que texto como el descrito, no basta con la
se mueven exclusivamente por impulsos. capacidad proactiva, propia del modelo

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74 Alfredo Rodríguez y Juan Carlos Aguilera

organicista; el cumplimiento de las metas te del individuo que lo realiza. Precisa-


para todo evento no es lo principal, se trata mente el carácter de dominio era lo que
de ocuparse en el cómo y para qué se lo- se señalaba como aporte del modelo an-
gran, de modo que los valores declarados tropológico al hablar de las satisfacciones
se desarrollen y vivan en la práctica: im- reales, frente a los modelos anteriores.
porta conseguir que los colaboradores asu- Mediante el dominio, el hombre transfor-
man su trabajo como una misión compar- ma el mundo que lo rodea, no se queda en
tida y no como un mero reto individual. una mera adaptación al entorno, como re-
Por consiguiente, la persona pasa a for- saltan algunos modelos de los enfoques
mar parte de un equipo y del comporta- psico-sociológicos, y lo hace servir a fi-
miento que tenga dependerá el resultado nalidades que él mismo persigue. Además,
de la organización. Esta nueva competen- en el modelo antropológico se destacaba
cia, la capacidad de cooperación, es algo la capacidad ilimitada del hombre para
más que la capacidad proactiva, porque adquirir nuevos aprendizajes, positivos o
ahora el individuo no se queda encerrado negativos; dicha capacidad da origen a un
en sus propios objetivos: no sólo se trata proceso acumulativo, en virtud del cual
de hacerlo bien para sobresalir, sino que el dominio sobre la naturaleza es crecien-
se debe tener en cuenta a los demás. te y la perfección que el hombre puede
adquirir es ilimitada. De este modo, el
Los tres modelos presentados no hay «trabajo en sentido objetivo» no se inde-
que entenderlos como excluyentes entre pendiza del hombre, sino que es depen-
sí, sino cada uno como integrado y supe- diente de él, en la medida en que se obje-
rado del anterior: el modelo psico-socio- tiva en realizaciones concretas llevadas a
lógico asume el modelo mecanicista; y el cabo por el empresario. El hombre se si-
modelo antropológico, a su vez, integra túa al principio y al final de ese trabajo.
los otros dos, en una visión más completa El enfoque antropológico resalta, como
de la organización y de la persona. Se ha superación del dualismo presente en los
visto cómo cada uno de ellos reclama una otros dos enfoques, que el «trabajo en sen-
presencia distinta de la ética, desde los en- tido objetivo» se ordena al «trabajo en
foques unilaterales que tienen cabida en sentido subjetivo», perfeccionando al em-
el modelo mecanicista hasta la visión in- presario que lleva a cabo esa labor.
tegral de la ética que requiere el modelo
antropológico. Sin embargo, la ordenación no se lle-
va a cabo de modo inmediato. Habrá que
tener en cuenta cómo el hombre se com-
Conclusión prende a sí mismo y cómo actúa. A lo lar-
go del trabajo se ha visto que puede haber
La distinción que hemos utilizado entre tensión entre ambos, e incluso ruptura.
«trabajo en sentido objetivo» y «trabajo Pero esta situación no plantea problemas
en sentido subjetivo», para entender pri- irresolubles; todo dependerá del modo
mariamente la emergencia de estos enfo- cómo el hombre se comprenda a sí mis-
ques de la organización y posteriormente mo y entienda su acción. En la distinción
el carácter integrador del enfoque antro- entre trabajo objetivo y subjetivo puede
pológico, es crucial. El trabajo, constitu- verse que «técnica y ética se nos presen-
tivamente, es acción dominativa por par- tan como dos realidades –más exactamen-

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Persona ética y organización: hacia un nuevo paradigma organizacional 75

te, como dos dimensiones de una misma ... la ciencia no da una respuesta a la cues-
realidad– distintas entre sí, pero no opues- tión básica de qué debemos hacer y cómo
tas ni heterogéneas; antes al contrario lla- debemos organizar nuestra vida; esto se-
madas a una íntima compenetración» (Illa- ría función de un profeta o de un Mesías,
nes, 1994: 597). no del científico, no del profesor.

En el trabajo que lleva a cabo el em- El enfoque antropológico otorga una


presario se percibe claramente esa única visión unitaria y comprensiva de la reali-
realidad, en la medida en que los proble- dad. La postura antiética –bien sea ante-
mas sociales de las organizaciones son cedente o consecuente– en la que se en-
siempre, en última instancia, problemas cuentra situado el empresario moderno se
del empresario. La técnica versa sobre los supera a través de un enfoque antropoló-
medios, mientras que la ética versa sobre gico. Es más, sin este enfoque el trabajo
los bienes y los fines, por lo que ha de ser se quedaría en un mero sentido objetivo,
la ética la que tenga en última instancia la perdiendo su sentido subjetivo y carecien-
palabra, evitando de este modo el posible do de ese aspecto que lo dignifica: el ser
conflicto que pudiera surgir entre ambas. medio de perfección para quien lo lleva a
Esta visión se contrapone a la posición de cabo.
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