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La economía

Las personas que formamos una sociedad llevamos a cabo actividades


que tienen la intención de satisfacer nuestras necesidades más
apremiantes, que básicamente pueden resumirse
en alimento y protección. Para satisfacerlas, al menos requerimos de
un lugar donde vivir y protegernos del medio ambiente, ropa para
abrigarnos, alimentos, medicamentos y remedios para aliviar nuestras
enfermedades. La falta de estos bienes y la falta de los medios que nos
permiten conseguirlos, como el dinero o un empleo, se convierten en
nuestros principales problemas económicos.

Llamamos economía al conjunto de actividades que llevamos a cabo las


personas en sociedad para producir los bienes que necesitamos.
También se llama así a la acción de administrar la riqueza(*) que
tenemos y la que somos capaces de crear.

(*) En lenguaje común entendemos por “riqueza” la “abundancia” de


bienes, por eso la relacionamos más con los ricos que con los pobres.
Pero en economía, “riqueza” es el conjunto de todos los bienes que
posee una sociedad, tanto los cuantiosos del rico, como los pocos del
pobre; “riqueza” es todo aquello que es capaz de generar nueva riqueza,
por ejemplo: la tierra, los bosques, las fábricas, los transportes y el ser
humano, entre otros.

Así, cuando nos referimos a la economía de México, hablamos de la


manera como está organizado nuestro país para hacer frente a las
necesidades de la población mexicana, a través de la industria, del
comercio, del mercado y del empleo, entre otras actividades. A lo largo
de la historia han existido distintas “economías” en el mundo, aunque
actualmente hay una tendencia a generalizar un solo tipo de
administración de la riqueza.

La economía se compone de tres grandes etapas o


fases: producción, distribución o reparto y consumo, que forman una
especie de secuencia en círculo: una de ellas da lugar a la siguiente.

La producción de bienes. Las cosas que necesitamos para vivir tienen


que ser elaboradas; en la elaboración intervienen tres factores
fundamentales: la naturaleza con todos sus recursos (vegetales,
animales, minerales, tipo de suelo, agua, aire, clima); el trabajo
humano, es decir, el esfuerzo que hacen las personas al transformar la
naturaleza; y el capital, que no sólo es dinero en efectivo, sino también
los instrumentos, las máquinas, los objetos y todo aquello que sirve para
transformar las materias primas en productos listos para el consumo.
Estos tres factores se relacionan y se necesitan unos a otros para
producir mercancías.

La producción de bienes.

La distribución y el reparto de los ingresos. Una vez que se han


producido bienes es necesario distribuirlos o hacerlos circular entre la
población, para que podamos comprarlos; esto se hace a través del
comercio. Los bienes o mercancías que se venden generan ganancias; el
reparto de las ganancias tiene que ver con decisiones acerca de cómo
dividirlas entre quienes participaron en la producción. Por ejemplo,
cuánto debe recibir el dueño de las tierras por haberlas rentado; cuánto
el dueño de la fábrica por arriesgar su capital; cuánto el campesino, el
obrero, el capataz, el oficinista y el director de la empresa por el trabajo
que realizó cada uno. También el Estado obtiene una parte de las
ganancias a través de los impuestos que cobra a los ciudadanos; los
impuestos deben ser usados para hacer obras públicas, como construir
escuelas, hospitales, viviendas, calles, drenajes, jardines, mercados y
otros servicios que necesita la población.
La distribución y el reparto de los ingresos.

El consumo de los bienes. Una vez que hemos obtenido nuestra parte
de las ganancias, podemos usarla de diferente manera, pero
generalmente la consumimos, es decir, la gastamos al adquirir
diferentes tipos de bienes. El destino de nuestros ingresos también
puede ser el ahorro, que es guardar para enfrentar necesidades futuras.
Al consumir generamos más necesidades de producción y el ciclo vuelve
a empezar.

Actualmente existen graves problemas en el mundo a causa de la


desigual distribución de la riqueza. Los problemas más agudos no son de
producción, ya que en el mundo se producen bienes suficientes para
alimentar a la humanidad. Sin embargo, los medios para producir, y las
ganancias, tienden a concentrarse en muy pocos países y en muy pocas
personas, y ésa es una de las causas de que la mayoría no tengamos los
medios para comprar, consumir y satisfacer nuestras necesidades
básicas.

¿Qué indica la economía?

Es importante conocer y comprender cómo es la economía de nuestro


país, ya que nos indica hechos importantes que a todos nos afectan, por
ejemplo: cómo estamos obteniendo de la naturaleza sus productos; cómo
usamos la tierra y sus recursos; cómo está repartida la propiedad de la
tierra entre la población; cómo organizamos el trabajo humano; cómo
generamos los empleos; quién es dueño del capital y quién no; cómo
producimos la riqueza y cómo la repartimos entre todos los que la
generamos.

También podemos entender por qué no todos ganamos el mismo salario;


cómo usa el Estado los impuestos que cobra a los trabajadores; cómo
ganamos el dinero, cómo lo gastamos y qué obtenemos con él; qué
calidad tienen las mercancías que consumimos; qué hábitos de consumo
y de ahorro tenemos los mexicanos.
El desequilibrio entre la producción, la distribución y el consumo genera
diversos fenómenos que afectan a la economía; algunos de ellos son el
desempleo, la escasez, la sobreproducción, la devaluación, la inflación,
el endeudamiento y los daños al medio ambiente. Un país en cualquiera
de esas circunstancias enfrenta problemas económicos.

Aunque es frecuente que identifiquemos los problemas económicos con


falta de dinero para comprar cosas, no siempre estamos en lo cierto;
para resolver algunos problemas económicos no basta tener más dinero.
Por ejemplo: si lo tenemos, pero no llegan las mercancías al lugar donde
nos encontramos, tendremos un problema de distribución o
abastecimiento de productos. Si tenemos dinero suficiente para abrir una
industria, pero escasea la materia prima por los daños causados a la
naturaleza, tendremos un problema de producción de bienes. Si abundan
el dinero y los productos, pero se concentran en unas pocas personas,
tendremos un problema de distribución de la riqueza. Para tener una
economía “sana” es necesario lograr el equilibrio de todos los factores de
la economía. La pérdida de este equilibrio genera los problemas
económicos que actualmente sufre una gran parte de la población del
mundo. La pérdida de equilibrio económico se debe a las decisiones que
se toman en unos pocos países del planeta.

Algunos efectos de la economía en el mundo

Cada país tiene una economía interna o nacional, relacionada más


directamente con su población; también tiene una economía externa o
internacional, que se relaciona con los intercambios y el comercio que
efectúa con otros países.

En la actualidad es necesario lograr el equilibrio de la economía de


nuestro país con la economía de aquellos países con los que realizamos
negocios, ya que hoy los problemas económicos no se generan
solamente por las condiciones internas de un país, sino también por la
relación que hay entre varios países del mundo.

Una importante característica de la economía es que una de sus


actividades puede producir efectos en cadena en otras actividades. Así
por ejemplo, cuando suben los precios en un producto que se considera
básico para la población, enseguida suben los precios de otros productos
y servicios relacionados con aquél.

El caso más claro es el del petróleo: cuando éste cuesta más, casi toda
la vida se encarece, porque del petróleo y sus derivados (por ejemplo la
gasolina) dependen muchas actividades de nuestra vida diaria. Esto
también explica que haya problemas económicos que afectan a varios
países a la vez, como el desempleo, la inflación, la escasez o el
endeudamiento.
El efecto en cadena de los problemas económicos hace que toda la
actividad económica se altere. Un ejemplo, a nivel internacional, lo
constituye la gran crisis mexicana de 1994 y 1995: sus efectos
económicos no se detuvieron en México; algunas empresas en lugares
tan alejados como Seúl y Hong Kong resintieron esta crisis mexicana.
También algunos países latinoamericanos, Argentina entre ellos, se
vieron involucrados en ajustes económicos por lo que se llamó el Efecto
Tequila.

Nombres como el de Efecto Tequila de México, Efecto Samba de Brasil


y Efecto Tango de Argentina, se han usado para hacer evidente la
manera como una economía afecta a varios países. También es una
muestra de la forma como están interrelacionados muchos países
actualmente, de que ninguno puede permanecer al margen de los
grandes movimientos económicos del mundo y de que es difícil que un
país tome decisiones propias sin tomar en cuenta lo que les sucede a los
otros.

Esta fuerte interrelación ha hecho necesario buscar acuerdos y


establecer tratos para que los efectos no causen estragos irreparables.
Esto significa, supuestamente, que cualquier país puede mejorar su
economía, pero sin llegar a los extremos de afectar severamente al resto
del mundo. Los acuerdos mundiales parecen formas positivas de regular
el comercio internacional y de impedir el abuso de unas naciones sobre
otras, pero las regulaciones y las sanciones no se aplican por igual a
todos los países.

Los efectos en cadena que produce la economía actual en casi todo el


mundo, provocan mayores desajustes en los países que tienen una
economía débil, sobre todo cuando el dinero que hay en el país no
pertenece al gobierno ni a la nación, sino a inversiones oportunistas,
nacionales o extranjeras. Pero aun en los países con economías fuertes
no se han podido evitar los efectos de las crisis padecidas en otras
partes del planeta; éste es el resultado de que la mayoría de los países
se estén reuniendo en torno a una economía mundial, y a un solo tipo de
economía, que no favorece por igual a todos los países asociados.

El Efecto Tequila

Todos participamos de alguna manera en la economía cada vez que


realizamos actividades y establecemos relaciones que tienen como
finalidad satisfacer nuestras necesidades básicas de vida. La economía,
con sus aciertos y desaciertos, es algo que hacemos las personas; por
eso mismo, todos deberíamos poder participar para mejorarla, corregirla
o cambiarla.

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