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Mario Barbosa - Segregación Espacial en Las Ciudades Modernas.
Mario Barbosa - Segregación Espacial en Las Ciudades Modernas.
Descripción Resumen
Áreas de estudio relacionadas Hacer historia, escribir historia o pensar históricamente requiere de una ubicación
espacial y temporal del problema elegido. Si bien todas las investigaciones
Historia urbana, cartografía histórica, históricas están ubicadas en un espacio definido, la historia urbana es quizás
sociología urbana, antropología urba- una de las áreas que más hace referencia a esta dimensión. Por su mismo
na. carácter y por el objeto de estudio, esta área ha mantenido un diálogo
permanente con disciplinas como la geografía, la planeación, la antropología
Conocimientos previos o la sociología urbana. En este capítulo hemos elegido un problema abordado
en muchos estudios de la historia urbana durante el último siglo. Abordaremos
Conocimiento general sobre la historia la segregación social en el espacio, la forma como se establece explícitamente
mexicana y europea del siglo XX. una cierta disposición y organización espacial que diferencia los lugares
vividos por ciertos sectores sociales que tienen una característica particular: una
Recursos necesarios cierta ubicación en la escala socioeconómica, una posición marginal por ser
poblaciones rechazadas debido a su origen étnico, religioso, cultural, político o
Tiempo estimado; tres horas social. Para comprender más ampliamente las formas de segregación espacial en
teóricas y seis horas prácticas. las ciudades, haremos referencia general a dos casos: la zona de la Merced en la
ciudad de México durante el siglo XX y la partición de Berlín entre 1961 y 1989.
El ejercicio práctico requiere de
conocimiento básico de metodología
básica de investigación en
ciencias sociales y humanidades.
Dirigido a
Conceptos
Desarrollo de conceptos
La segregación urbana
Desarrollo de conceptos
7
Con la modernización urbana a partir del siglo XIX fueron más evidentes las
barreras físicas o simbólicas entre sectores de la ciudad para separar grupos hu-
manos. Un caso evidente —y a veces radical— de segregación social es el gueto,
entendido como un territorio cuyos habitantes, de forma manifiesta o no, están
en conflicto con otras áreas circundantes de un sistema urbano. Por lo tanto, todo
movimiento o actividad de los habitantes de un gueto se percibe como indeseable
por parte de la población que los discrimina.3 Los guetos de población afroameri-
cana en Estados Unidos durante el siglo XX o los guetos judíos en Berlín antes de
2 Chapman (1979). People, pattern and process: An introduction to hu-
man geography. London: Edward Arnold.
3 Sobre guetos hay una bibliografía bastante amplia. La definición citada
es de Harold M. Rose, “The development of an urban subsystem: The Case of the
Negro Ghetto”, 1970.
8 Segregación espacial en las ciudades modernas.
El espacio en la construcción de la historia
Pero aparte de los guetos, hay otras formas de segregación que pueden percibir-
se en las ciudades en proceso de modernización. Así se ha podido establecer en
los trabajos de investigación histórica que han concentrado su atención —desde
hace varias décadas— en los procesos de poblamiento, las formas diversas de
apropiación del espacio, el impacto de la ampliación de la traza urbana, el uso
de nuevas tecnologías para la movilidad intraurbana, así como los procesos de
consolidación de identidades barriales, entre otros temas.
Desarrollo de conceptos
9
Métodos
Además del diálogo con teóricos de las ciencias sociales y las humani-
dades, la historia urbana discute sus argumentos a partir de la recolección de
información de diversas fuentes. La consulta de documentos oficiales que perma-
necen en los acervos de los archivos y bibliotecas es quizás una de las fuentes
más utilizadas; sin embargo, los historiadores también consultan otras fuentes
para estudiar los procesos históricos en el espacio, tales como planos y mapas
históricos, fotografías, diarios de viaje, memorias y textos literarios. Los planos,
los mapas históricos y la fotografía de las ciudades (obras públicas, arquitectura,
tipos sociales, eventos, vida cotidiana y celebraciones públicas) permiten obser-
var los cambios en la disposición urbana, la presencia o ausencia de diversos
elementos, las dinámicas de crecimiento de la traza, los cambios en los nombres
de las calles, la ampliación de calles y avenidas, la urbanización sobre zonas
agrícolas, entre otros. Los diarios de viaje y los textos literarios, por su parte, pue-
den brindar información sobre la vida cotidiana, el uso de espacios públicos, las
relaciones sociales, la infraestructura urbana, entre otros; además, los primeros
tienen la posibilidad de contar con descripciones, valoraciones y opiniones de
agudos observadores. Pero además de esta amplia gama de fuentes, quien hace
historia urbana también requiere de un conocimiento del espacio que está inves-
tigando. Este conocimiento le permitirá establecer ciertas dinámicas y algunos de
los rasgos que permanecen en las ciudades y le dan características particulares.
De la misma manera, le permiten evaluar desde el presente el impacto de los
esfuerzos de planeación urbana.
Casos
11
Casos
Por su cercanía a los puertos más importantes de los canales que venían del sur
a la ciudad, la zona que hoy conocemos como La Merced se constituyó en un im-
portante sector comercial de la capital mexicana desde tiempos coloniales. Desde
esos años, las calles aledañas al convento de La Merced fueron testigos del paso
diario de cargadores de alimentos, frutas, verduras o de otras mercancías pro-
venientes del sur del Valle. Las desembocaduras de los canales y de las trajineras
traían desde el sur, en especial de Xochimilco, gran parte del abasto de la ciudad.
Testimonios coloniales en documentos, pinturas y referencias literarias refieren la
importante actividad comercial de las calles aledañas al Puente de Roldán en los
siglos XVIII y XIX. En la segunda mitad de esta centuria, el principal mercado de la
ciudad se trasladó hacia este sector ubicado a unas cuadras del Zócalo. La zona
se consolidó como el lugar central del comercio de la ciudad. Este proceso corrió
de forma paralela a la migración paulatina de sectores acomodados que vivieron
durante siglos en estas manzanas. Según uno de los estudios más importantes so-
bre La Merced escrito por Enrique Valencia, este proceso de desplazamiento de la
zona comercial fue simultáneo al abandono gradual de los habitantes de sectores
medios y de las elites.1 Valencia señala que en estos años se inició un proceso
de pauperización del rumbo; muchas de las edificaciones se convirtieron en ve-
cindades y en sus alrededores se ubicó una variedad de lugares de sociabilidad
popular: pulquerías, lugares de juego y sitios de prostitución, entre otros.
Casos
13
Como puede observarse en el plano, este rumbo cubría entre 1915 y 1918 una
zona que iba desde los alrededores del mercado, siguiendo la calle Puente de
Roldán hasta las orillas de los canales, en particular de La Viga, convertido en un
muelle donde se compraban al por mayor las mercancías provenientes del sur de
la Merced. La zona incluso comprendía otros mercados más pequeños ubicados
en las cercanías, como el de San Lucas, inaugurado en pleno Porfiriato, el 18
de septiembre de 1889.8 La Merced limitaba con el costado oriental del Zócalo,
tradicional sector comercial de la ciudad. Cubría gran parte de la zona central
de la 2ª Demarcación, una de las divisiones administrativas de la ciudad que se
mantuvo desde finales del siglo XIX hasta 1929, fecha en que las antiguas muni-
cipalidades pasaron a ser parte del Departamento del Distrito Federal.
Para quien recorra hoy en día el sector, seguramente la ubicación de diversos gé-
neros comerciales por calles no sería nada raro, pero la especialización espacial
7 Comerciantes de ropa ubicados en el lado norte de La Merced al go-
bierno de la ciudad, 17 de julio de 1918, AHDF, sección Licencias Vía Pública,
vol. 3229, exp. 195.
8 López Rosado, Los mercados de la ciudad de México, 1982, p. 194.
14 Segregación espacial en las ciudades modernas.
El espacio en la construcción de la historia
resultaba ser toda una novedad en esta época. Dicha especialización, según los
testimonios que brindan las fuentes, es contemporánea a la descentralización de
los mercados ocurrida en las últimas décadas del siglo XIX, cuando se construye-
ron edificios ex profeso para esta actividad, tales como los de San Lucas, Santa
Catarina, 2 de abril o Martínez de la Torre.
Para terminar, es importante señalar que este caso nos muestra la segregación
interna de uno de los rumbos comerciales más importantes de la ciudad de Méxi-
co en el siglo XX, así como una especialización espacial de la venta de diversos
productos. A pesar de la importancia de este rumbo, se observa una pauperiza-
ción paulatina de la zona durante el siglo pasado, así como un desplazamiento
de los sectores medios y de las élites que habitaban estos sectores. Al interior del
rumbo, puede observarse también una segregación entre el comercio en locales y
accesorias de edificios, de una parte, y la venta callejera de diversos productos,
de otra. Aunque no será objeto de este texto, los comerciantes ubicados dentro
de los mercados, los propietarios de tiendas del sector, así como un buen número
de periodistas y analistas sociales manifestaron permanentes críticas a la venta
callejera por considerar que era una actividad que iba en contra de los ideales
de la modernización. En particular, se referían a que no permitía la circulación,
era una actividad antihigiénica y quienes ejercían estas labores tenían un com-
portamiento inmoral. Aunque era una actividad permitida, se concedían licencias
para ejercerla y se cobraba un impuesto por cada puesto, estos permisos eran
retirados sin previo aviso por las autoridades. Espacialmente, estas licencias eran
concedidas para ciertos lugares alejados de los principales símbolos de la mo-
dernización urbana desde tiempos del Porfiriato. Es decir, había prohibiciones
expresas de quedarse en zonas de comercio de lujo ubicadas en las calles de
5 de mayo o Madero, o en los alrededores de tiendas como el Puerto de Liver-
pool, El Palacio de Hierro o El Puerto de Veracruz al sur del Zócalo capitalino. El
comercio en las calles es, sin duda, uno de los ámbitos en los que se hace más
visible la segregación social en las ciudades en crecimiento. En la primera mitad
del siglo XX, este rumbo de la Merced es un laboratorio que posibilita conocer la
especialización espacial y las prácticas de segregación social en una de las zonas
de mayor concentración de actividades en la ciudad.
Casos
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Al analizar el nacimiento del Gran Berlín, Wofgang Ribbe brinda pistas impor-
tantes sobre el modelo de crecimiento de la ciudad. A diferencia de otras ciuda-
des, como París, cuyo crecimiento se irradió desde un centro claramente estable-
cido, Berlín creció a partir de varios lugares centrales existentes en un área que
cubría, desde tiempos preindustriales, a por lo menos tres ciudades más y unos
cincuenta pequeños municipios.10 Si bien el viejo Berlín (Mitte) continuó siendo
un símbolo para el imperio y la república (además de concentrar las funciones
principales de la metrópoli), las ciudades aledañas cobraron importancia por
la ubicación de núcleos industriales o por albergar residencias de la élite (tanto
industrial como imperial), así como centros financieros y comerciales importantes.
Es el caso de Charlottenburg, al oeste de Berlín, que al final del Segundo Imperio
era una de las ciudades más importantes de Alemania por su importante activi-
dad financiera y así se plasmó en la disposición de los elementos urbanos en el
proceso de modernización de Berlín. Dos de las principales vías construidas en la
época del Imperio siguieron el modelo de las trazadas por Haussmann en París.
Kufürtendam y Berlinerstrasse comunicaban al viejo Berlín con el centro de esta
ciudad. De otra parte, municipios como Rixdorf-Neukölln, se habían convertido
en ciudades dormitorio y contaban con la más alta densidad de población de la
región: unas 270 mil personas vivían en sólo dos kilómetros cuadrados. Entre
1900 y 1910 se calculaba el aumento poblacional en unos 15 mil habitantes por
año.11 Por su parte, otros municipios como Tegel habían crecido también en la
misma época por la ubicación de la industria Borsig, reconocida por la calidad
de sus locomotoras.12
los centros financieros y comerciales, así como con la periferia de los distritos
mayoritariamente habitados por obreros. Dentro de la compleja diversidad de la
geografía del Gran Berlín durante la República de Weimar cabe señalar que los
distritos al oeste y al centro tenían mayor jerarquía que los del este y sureste.
Esta centralidad del Mitte fue remarcada con la construcción de una serie de
plazas y monumentos a finales del siglo XIX que buscaban reflejar la grandeza
del imperio y la calidad de Weltstadt, capital del imperio. Sin embargo, es impor-
tante señalar que el Mitte tenía una estructura compleja. La otra cara del apogeo
económico y cultural de la ciudad antes de la Segunda Guerra Mundial era el
submundo que también habitaba el centro de Berlín. Me refiero a los vendedores
ambulantes, los delincuentes y los inmigrantes judíos para algunos de los cuales
esta ciudad era sólo una estación en su viaje hacia Estados Unidos. Como sím-
bolo de la ciudad moderna, Berlín era muestra de una profunda fragmentación
que tenía expresión espacial en unas territorialidades bien definidas. Siguiendo
a Bernardo García Martínez, podemos señalar algunas razones del por qué, a
pesar de la existencia de otros centros en ascenso como el barrio de Charlont-
tenburg, el Viejo Berlín conservó su importancia como lugar central de la ciudad
unificada. Según este autor, "la jerarquía de cada lugar central está determinada
por la complejidad de las funciones que desempeña, y por el grado de variedad y
sofisticación de sus actividades o servicios".13 Si bien otras áreas habían cobrado
vital importancia por cumplir funciones de habitación de la burguesía industrial
y desplazar parte de la actividad financiera, el Mitte conservaba funciones de
vital importancia de Berlín, como centro político, cultural, cientítico y de la vida
financiera.
Aunque entre 1952 y 1960, Berlín occidental creció hasta alcanzar unos 2,2 mi-
llones a causa del paso de refugiados que provenían de Alemania oriental, entre
1965 y 1985 la población disminuyó su población en unos 400,000 habitantes y
13 García Martínez, “Tiempo y espacio en México”, 1993, p. 172.
14 Retomo el concepto de espacio desplazado de García Martínez, Ibíd.
15 Merrit, “Infrastructural Changes in Berlin”, 1973, p. 59.
003-09
Casos
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Por su parte, en Alemania oriental se conservó la mayor parte del antiguo Mitte
y alrededor de la Alexanderplatz se establecieron los órganos principales del
Partido Comunista. En el área central de Berlín Oriental se encontraba la Univer-
sidad Libre de Berlín, y luego de 1950 se construyeron vías subterráneas, hoteles
y bloques de apartamentos.
Los énfasis en el diseño y planeación de los lugares centrales a cada lado del
muro incluyeron planes de reconstrucción de edificaciones históricas o demolición
de otras que no concordaban con las ideologías de cada gobierno. Por ejemplo,
el palacio real, ubicado en el Mitte a orillas del río Spree, fue demolido para
construir la Plaza Marx-Engels, nodo importante de los desfiles del Primero de
Mayo en Berlín Oriental.17 En el mapa es posible ubicar los lugares centrales a
cada lado del "telón". Es importante señalar que ninguna de las dos ciudades
mantuvo las funciones de centralización política, económica y cultural de antes
de la Segunda Guerra Mundial, ni el Berlín occidental, el cual ya hemos caracte-
rizado, ni el oriental que estaba bajo la égida de la Unión Soviética.
Este caso de partición tajante de una gran ciudad permite apreciar cla-
ramente la necesidad de incorporar el componente espacial en cualquier análisis
de historia de las ciudades, ya que evidencia el peso de la centralidad y de la
movilización en un espacio funcional consolidado históricamente. Además, po-
sibilita establecer los cambios en la jerarquización de los elementos urbanos no
sólo con base en la planeación y en las percepciones y apropiaciones colectivas
de sus habitantes, las cuales brindan otro sentido a la estructura espacial.
Ejercicios
19
Ejercicios
Luego de esta pesquisa sobre nuestro presente, vamos a buscar fuentes sobre el
pasado. Para indagar información sobre otros tiempos, sobre los orígenes, el
proceso de urbanización, la construcción de sitios importantes en la colonia o ba-
rrio podemos acudir a entrevistas con algunos de los vecinos más viejos, podemos
preguntar a nuestros familiares o podemos buscar información en nuestro propios
archivos familiares, en documentos y testimonios del pasado: escrituras públicas,
fotografías o cartas. Estas fuentes nos permitirán indagar acerca de los cambios
en el espacio elegido (colonia, barrio, cuadra, calle).
3. Recorrer el lugar elegido y establecer los diferentes puntos con usos so-
ciales del espacio (lugar central, puntos comerciales, espacios de sociabilidad).
4. Consultar cómo han cambiado estos usos sociales del espacio en fuentes
a la mano (conversaciones informales, entrevistas a vecinos, consulta de docu-
mentos, folletos, fotografías familiares).
Bibliografía
Bibliografía citada
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22 Segregación espacial en las ciudades modernas.
El espacio en la construcción de la historia
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UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA - CUAJIMALPA
DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES