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Prof. Baltasar Pérez Argos S.J.

, VISIÓN FILOSÓFICA
Biblioteca Católica Digital, www.mercaba.org/Filosofia/Argos/teodicea_02.htm

TEODICEA
EL ORDEN DINÁMICO Y EL AZAR.

a) Se parecen (materialmente) en que producen un efecto por la concurrencia o cooperación de varias


causas, que se encuentran localmente; pero b) se distinguen (formalmente): - en el orden dinámico la
concurrencia de las causas se hace con una finalidad, que implica, 1) una concurrencia y cooperación
estable; y la consecución de un efecto bueno determinado, que es su finalidad: finalidad intrínseca del
orden, y extrínseca respecto de cada una de las causas que lo forman y concurren.

- En el azar la concurrencia de las causas se hace sin ningún plan o razón de unidad o convergencia:
esa concurrencia ni es prevista, ni pretendida por nadie, ni por la tendencia innata de cada una de las
causas concurrentes, por la tendencia elícita de ningún agente volitivo. De ahí que ni sea estable, ni que
de ordinario resulte de ella un efecto bueno para las causas concurrentes. De resultar un efecto bueno
es con una probabilidad mínima, que disminuye a medida que es mayor, el número de causas
concurrentes.

En el azar porque se da la concurrencia de causas se produce el efecto, que es imprevisto y no


pretendido. En el orden se da la concurrencia de causas para que se produzca el efecto, que es previsto
y pretendido.

La concurrencia causal y fortuita de causas, no tiene una causa que la produzca y la pretenda, ni innata,
y menos intencionalmente. Cada elemento o serie de esa concurrencia, tiene su causa y su efecto
propio, v.g. La caída de la teja y el paso del peatón. Pero la caída de la teja y el paso del peatón no tiene
causa. Es una concurrencia imprevista y no pretendida.

La concurrencia de causas- estable y apta entre innumerables para la producción de un determinado


efecto, cual es el orden dinámico, tiene una causa y esta es necesariamente inteligente.

a) Tiene una causa. Porque una concurrencia estable de causas apta entre innumerables
combinaciones para que resulte un determinado efecto bueno, tiene que tener su razón suficiente. A. No
en el azar, concurrencia pasajera y no estable de causas. E. En una causa per se.

b) Esta causa no son los diversos elementos que forman el orden, porque estos elementos son la
materia ex qua, no la causa eficiente del orden. Los diversos elementos son causa de sus efectos
particulares, pero no de la concurrencia estable y apta de ellos para la consecución de un efecto común,
fin ulterior extrínseco a cada uno de ellos; al que no alcanzan cada uno de esos elementos según su
naturaleza particular, y es efecto de la concurrencia estable de todos. Concurrencia estable porque no
es un efecto pasajero, sino constante, efecto de una concurrencia de causa uniforme y estable.

c) Esta causa que determina la concurrencia estable de causas, apta entre innumerables otras para la
consecución y producción de un determinado efecto, es una causa inteligible. Porque la causa que
determina y da el ser a una concurrencia estable de causas, apta para la producción de un determinado
efecto, debe ser una causa que contenga la razón o principio de unidad, que organice formalmente esa
concurrencia apta y estable de causas. Es así que sólo una causa inteligible, puede contener esa razón
o principio de unidad. Porque esa razón o principio de unidad, según el cual se han de coordinar
formalmente las diversas causas concurrentes, no existe en la realidad, sino como objeto de
conocimiento. Luego sólo una causa inteligible, capaz de contemplar ese objeto y coordinar según él las
diversas causas concurrentes, pueda dar origen a un orden dinámico de causas.

d) Que ese principio de unidad sólo puede existir como objeto de conocimiento, es evidente. Ese
principio o razón de unidad y coordinación, según el cual se han de coordinar las diversas causas para
que con ellas para que con ellas resulte un orden dinámico, es decir, estable y apto para la consecución
de un determinado efecto, no existe en la realidad, es un efecto futuro; y ese efecto futuro, que
actualmente no existe, sólo puede influir como causa ejemplar, a través del conocimiento.

A esta misma conclusión se llega por este otro camino.

El fin del orden - fin intrínseco al orden - es un fin extrínseco respecto de cada uno de los elementos o
causas que forman el orden. Ahora bien, todo fin extrínseco es un fin pretendido e impuesto por un
agente volitivo al ente del que se dice, y es fin extrínseco. Luego...
Mayor. EL fin intrínseco y propio del orden –que es bien determinado al que por su propia estructura y
naturaleza está llamado a conseguir ese orden- es distinto y ulterior al fin intrínseco propio de los
elementos y causas que forman el orden; es decir, es un fin extrínseco respecto de cada uno de esos
elementos o causas que forman el orden.

Menor. El fin extrínseco de un ente es un fin al que se ordena el ente, más allá de su propia naturaleza;
y por consiguiente es un fin pretendido e impuesto por un agente, que utiliza ese ente como medio para
conseguir un fin ulterior, extrínseco al ente.

Para la mejor inteligencia de este argumento, recordemos los conceptos de fin.

1. “Omne ens appetit bonum suum secundum modum essentiae suae”. “Omne agens tendit ad aliquen
determinaturn effectum, quod dicitur finis eius”. (III CG. “).

Todo tiene a su bien, o lo que es lo mismo, rodó ser tiene 8na finalidad, una tendencia, un apetito a su
bien. Pero secundum modum essentiae suae, de ahí que esta tendencia, finalidad o apetito pueda ser:

a) Apetito innato: consiste en cierta connaturalidad o disposición del ser a lo que le conviene, según su
naturaleza. La tendencia al bien es esa connaturalidad, disposición o acomodación del ser a su bien.
Este bien puede ser una perfección, una acomodación o un término del ente del que se dice tiene
apetito innato hacia ese bien. Así el accidente tiene apetito innato a la sustancia, y viceversa; la acción
apetece al efecto; el existente apetece la ubicación; la sustancia apetece la supositalidad; la causa
apetece la acción. El ser que tiene apetito innato o tendencia natural, es un ser que está “estructurado
para”. En esa relación trascendental consiste este apetito innato.

b) Apetito elícito: consiste en una tendencia vital hacia un bien conocido. Esta tendencia vital es una
acción o acto que se llama amor, que es el apetito propiamente dicho. PONDUS ANIMAE. “Amor meus,
pondus meum, eo feror quocumque feror”.

2. El apetito o tendencia innata o finalidad natural es universal, se encuentra en todos los seres. Todos
los seres tienen una finalidad natural, iuntrínseca a su bien. De modo especial se observa esta
tendencia en los seres en cuanto activos, dotados de capacidad de hacer. Toda causa tiene como
finalidad intrínseca y natural a su acción y efecto propio. Es una relación trascendental.

El apetito elícito es sólo de los seres cognoscitivos.

3. El bien, término de a tendencia, se denomina fin, ya sea de la tendencia natural o apetito innato, ya
sea de la tendencia vital o apetito elícito.

El fin del apetito elícito, por ser objeto conocido y actuar como término de la tendencia en cuanto
conocido, realiza una triple función: de término, de motivo y de especificativo.

El fin, término de la tendencia natural, sólo realiza respecto de esta la función de término de la misma,
no de motivo o desencadenante de la tendencia. También la función especificativa. El fin sólo es motivo
del apetito elícito.

4. El fin, término de la tendencia puede ser:

a) Finis operis.- Es el término del apetito innato, propio de cualquier ser al que tiene propio de su
naturaleza, por consiguiente de un modo natural; no es motivo sino sólo terminativo.

b) Fiinis operantis.- Es el término del apetito elícito, al que tiene por consiguiente, el ser cognoscitivo. Es
un fin no sólo terminativo, sino motivo.

EL finis operis puede ser: a) intrínseco o per se: al que tiende el ser por su propia naturaleza. Es
terminativo y especificativo, no motivo.

b) extrínseco: (o per accidens) : el fin al que tiende el ser no por su propia índole y naturaleza, sino por
imposición de un agente volitivo, que lo dirige y ordena hacia ese fin.

El fin se dice extrínseco o intrínseco respecto del apetito innato, respecto de un ente (opus); pero no
respecto del apetito elícito, propio del ser cognoscitivo-volitivo.
Respecto del apertito elícito, o ser cognoscitivo-volitivo, el fin puede ser próximo o remoto, pero no tiene
sentido el hablar de extrínseco o intrínseco. El fin se dice extrínseco o intrínseco, respecto de los
medios, remoto o próximo, respecto del agente volitivo.
El fin intrínseco del último medio(extrínseco para los medios más próximos) coincide con el fin remoto
pretendido por el agente volitivo, para quienes son fines próximos los diversos finbes intrínsecos de los
medios próximos, colocados en cadena hasta tocar el fin último o más remoto.

6. En todo orden o concurrencia de causas, además del intrínseco, al que por su naturaleza tiende cada
uno de los elementos o causas que lo forman, existe un fin extrínseco respecto de todos y cada un de
los elementos, que es justamente el fin intrínseco del orden.

Ahora bien, donde quiera que se da un fin extrínseco respecto de un ser- y mucho más cuando se da un
fin extrínseco, el mismo, respecto de innumerables otros, como ocurre en el orden dinámico- hay que
aformar la existencia de un orden volitivo, que ha pretendido ese fin extrínseco y lo ha impuesto al ser
del que es fin extrínseco. Se entiende de un fin extrínseco, al que se ordena de un modo constante y
uniforme al ser. Porque si es un fin que se obtiene casualmente, como la herida en la cabeza producida
por una teja al caer sobre un transeúnte, ese efecto no es fin, sino azar.

7. La ordenación constante y uniforme de un ser hacia sus fines intrínsecos, y mucho más extrínsecos,
establecidos estos en la naturaleza o cosmos, constituyen las leyes naturales. La ley natural o física es
la tendencia del ser hacia sus fines naturales. La ley natural se identifica con esa tendencia o apetito
natural. Cumplir la ley es alcanzar sus fines naturales.

Cuando no se cumple la ley natural física, se cumple el milagro. Si es la ley natural moral, se cumple el
pecado. Por eso la ley moral es más defectible.

TESIS. Dios es absolutamente (simpliciter) infinito, no sólo en cuantio que carece de límites, sino
en cuanto que es de una perfección inagotable en cualquier línea del ser.

Infinito. Lo que no tiene límites, ilimitado. Límite es falta derencia de la ulterior perfección. Por
consiguiente, lo infinito es lo que no carece de ninguna realidad posible, no le falñta ninguna realidad
posible en la línea en que es infinito.

Puede ser 1) absolutamente (simpliciter) infinito: no carece de ninguna realidad en la línea del ser; 2)
relativamente (secundum quid) infinito: carece de límite en alguna línea del ser. Vg. En la sabiduría, en
la cantidad, etc.

El infinito en sentido absoluto, a) se entiende solamente en el sentido de que carece de límite en


cualquier línea del ser, y por consiguiente posee toda perfección posible; pero esta perfección posible
puede ser en sí misma limitada. Infinito equivaldría entonces a omniperfecto.

b) Se puede entender además esta en sentido de inagotable: (¿ pág 28). Posee toda la imperfección
posible, pues esta es inagotable; es decir no puede ser igualada por ningún ser, de naturaleza distinta,
por más que este ser aumente indefinidamente. Su perfección es tan sin límites, que supera toda
medida de perfección pòr grande que esta sea,” id quo nihil maius cogitari potest”. Inagotable: siempre
hay más y más perfección por mucho que “se saque”.

ESTADO DE LA CUESTIÓN. Afirmamos que Dios es infinito, no sólo en el sentido de omniperfecto, lo


cual ya está probado y es evidente, supuesto que Dios es la causa adecuada de todo ser, sino en el
sentido de inagotable: tiene una perfección tal que no puede ser igualada por ningún ser, por perfecto
que a este se le suponga.

Prueba. 1) Dios es infinito, absolutamente infinito en sentido de inagotable, si es omniperfecto; 2) y no


puede ser igualado por ninguna imperfección por grande que esta sea, aunque aumente
indefinidamente; 3) y sea posible este aumento indefinido. A. La perfección de Dios es así. E. Dios en
absolute infinito.

Menor. 1) es omniperfeccto, posee toda perfección posible. 2) No puede ser igualada por ninguna
perfección de determinada medida, por grande que esta sea. Porque por grande que sea una perfección
fuera de Dios, en Dios se la encuentra necesariamente en mayor plenitud y grandeza siempre, es decir,
en un grado superior. Luego nunca podrá ser igualada la perfección de Dios por ningún grado o medida
de perfección, por mucho que esta sea, o aumente indefinidamente. Se prueba el antecedente. Porque
Dios es causa suficientísima de cualquier perfección posible: (¿pág 29.)

3) Las perfecciones fuera de Dios no pueden aumentar indefinidamente sin contradicción. Porque dado
cualquier grado de perfección en la criatura, en Dios se encuentra con mayor plenitud y nobleza, ie. En
un grado superior como acabamos de decir. A. Esta mayor plenitud y nobleza superioridad como se
encuentra en Dios puede ser imitada ad extra; E. Aquel grado de perfección que había fuera de Dios no
era el último posible, sino que dado cualquier grado de perfección fuera de Dios, es posible siempre otro
más perfecto, y así indefinidamente.

ESCOLIO. La razón de la infinitud inagotable de Dios está en su aseidad, en ser el es por esencia, del
que todo ser participa; ser la fuente de donde toda perfección se deriva en un sentido analógico, con
analogía de atribución intrínseca. En esta razón frontal, que Dios es, hemos descubierto su infinitud
inagotable. Aquí se apoya nuestro argumento.

Objeciones. 1. Si Dios fuese infinito en la razón de ser, contendría toda realidad posible, y no podría
existir ningún ser fuera de él. A. Existen muchos seres fuera de Dios. E.

R.D. No podría existir ninguna otra realidad no dependiente totalmente de Dios, C. Dependiente, mera
participación e imitación de Dios, N.

2. Dios y la criatura es más que sólo Dios. A. Si Dios fuese infinito, la suma de Dios y las criaturas no
sería mayor que Dios, porque nada puede ser mayor que el infinito. E. Dios no es infinito.

R.D.M. es más perfección, N. Más entes, C. Como la ciencia del maestro y de los discípulos, que es
mera participación de la ciencia del profesor no es más ciencia, aunque haya más escientes. (pág 30 ¿).

TESIS. Dios es esencialmente eterno y la misma eternidad.

Eternidad. Es una duración esencialmente carente e principio y fin, y de toda real sucesión y mutación
intrínseca. La eternidad es pues un tipo especial de duración.

Duración. Es la permanencia de una cosa en su ser o existir. Se identifica realmente con su propia
existencia y se distinguen conceptualmente en cuanto que la existencia dice formal posición de la cosa
fuera de sus causas.; y la duración implica una connotación a una existencia antecedente.

La duración puede ser: A) Increada: Propia de Dios, necesariamente infinita e inmutable. Se llama
eternidad.

B) Creada: Propia de la criatura, aunque se la suponga creada desde toda la eternidad y permanente
por toda la eternidad; porque esta permanencia sin principio ni fin, no se le debería esencialmente.

La duración creada puede ser: A) permanente o inmóvil: propia de las cosas que no tienen partes, y si
las tienen no las tienen unas tras otras.

B) Sucesiva: Propia del tiempo y de las cosas temporales, ie. De las cosas que tienen partes y las
tienen unas tras otras.

A) La duración permanente creada (que se parece a la eternidad en no tener partes o tenerlas todas
simul) puede ser: a) Evo: duración de seres que no tienen partes y las tienen unas tras otras.

El evo puede ser: a´) Espiritual, es propio de los seres espirituales. Ypuede ser sustancial (el alma
humana y los ángeles) y accidental (facultades espirituales, la visión beatífica, la intelección con que el
angel se comprende a sí mismo). b´) Material, es propio de los seres compuestos incorruptibles (la
materia prima).

B´) Instante permanente o tiempo discreto: duración de seres que tienen partes y son corruptibles.
Puede ser: a) Sustancial: propio de la sustancia corporal, mientras dura y no se corrompe. Duran sin
sucesión de partes.

b) accidental. Propio de accidentes que aunque no tienen partes sucesivas, son corruptibles, vg. Los
actos del entendimiento y la voluntad

Este instante permanente accidental, puede ser: a) espiritual, la duración de los actos espirituales del
entendimiento y la voluntad. Estos instantes pueden coexistir con largo tiempo o duración sucesiva, y se
llaman instantes angélicos.

b) material. Es la duración propia de accidentes materiales permanentes, vg. El color.


B) La duración sucesiva creada es propia del continuo sucesivo, cuyas partes no están
simultáneamente, sino una después de otra, tal es el tiempo y el movimiento, ie. Los seres temporales y
el movimiento local.

La duración sucesiva creada puede ser: a) Espiritual; propia de los seres espirituales, y así el ángel
puede trasladarse de un lugar a otro con movimiento sucesivo; b) material, es propia de los seres
corpóreos , como son el movimiento local de los cuerpos, el movimiento de alteración, el crecimiento y
decrecimiento. La duración del movimiento local, es el tiempo real.

TESIS. Dios es inmenso y está en todas partes.

Inmensidad. Es aquella aptitud, índole o modo de ser de la divina esencia para estar íntimamente
presente, sin mudanza alguna suya, en todos los cuerpos creados y en los que se pueden crear,
aunque se multipliquen indefinidamente. O así: Aquella perfección intrínseca de la divina esencia, por la
que Dios está necesariamente presente donde quiere que exista, o pueda existir, un ser fuera de él.

La ubicuidad. Es la real y actual presencia o indistancia de Dios respecto de las cosas creadas.

La inmensidad es un atributo eterno, necesario, infinito, obsoluto, i.e. independiente de toda acción
divina y de la existencia de las criaturas. Aunque no hubiera cosa alguna creada, Dios sería inmenso,
porque aun en ese caso tendría aptitud y exigencia para estar presente en las cosas que fueren
creadas.

La ubicuidad o presencia actual de Dios en las cosas, es un atributo temporal, porque las cosas
comenzaron con el tiempo; libre y contingente, porque Dios pudiera no haber creado cosa alguna, y
entonces no estaría actualmente presente a nada; dependiente de la acción divina; finito; porque
realmente Dios está presente en un espacio real finito; mudable, porque si Dios añadiese mayor
magnitud a este mundo o lo disminuyese, crease nuevo, o aniquílese todo lo creado, se mudaría la
presencia de Dios; pero no por mudanza intrínseca de Dios, sino por mudanza de las cosas, que
comienzan a existir, o cesan de existir. Puesta la existencia de las cosas creadas, este atributo es
necesario, ie. Hipotéticamente necesario.

De tres maneras puede estar Dios presente a las cosas: 1) pro esencia, ie. Por indistancia de su ser
respecto de las cosas; 2) por potencia, ie. Por la acción de Dios sobre las cosas; 3) por presencia, ie.
Por su conocimiento intuitivo de las cosas, las cosas están patentes a sus divinos ojos.

La presencia de un ser en lugar, puede ser: 1) circunscriptiva o extensiva, cuando la cosa está en todo
el lugar, y cada parte en parte del mismo; 2) no circunscriptiva o espiritual, cuando toda la cosa está en
todo el lugar, y toda en cada parte. Así está el alma en el cuerpo y Dios en el mundo.

La presencia puede ser también: 1) definitiva; si la cosa está restringida a un determinado lugar, como el
alma en el cuerpo, y en general los cuerpos. 2) no definitiva; si de tal manera está en un lugar que
pueda estar también connaturalmente en otros.

La no definitiva puede ser: 1) repletiva; si está connaturalmente, y necesariamente presente en todos


los demás lugares. 2) sacramental; la que tiene Cxto. en la eucaristía, que de tal manera está en una
hostia que esta presencia no impide que está también en otros lugares donde haya hostias
consagradas. (¿pag 34)

Dios está presente en todas partes con presencia no definitiva, repletiva.

Ubicación. Ubi intrínseco. Es una disposición intrínseca del ser, que es el fundamento suficiente para
que el ser, si se crea cualquier otro cuerpo, esté distante o indistante de él. No es la relación de
distancia o indistancia, sino el fundamento de donde resulta esa relación. Es el estar aquí o allí.

La ubicación intrínseca es una cosa completamente distinta del lugar. El lugar (locus) es una cosa
extrínseca a la cosa ubicada. Aristóteles: “superficies corporis ambientis inmobilis, prima”. La superficie
externa e inmóvil del cuerpo envolvente. Cuando este cuerpo o cosa extrínseca no existe, la cosa no
está en ningún lugar. El lugar envuelve extrínsecamente a la cosa y la ubicación es algo intrínseco, una
realidad intrínseca (en las criaturas un modo de ser), anterior a la relación de distancia o indistancia al
lugar, y fundamento de esta relación local. Tal es el lugar extrínseco. El lugar intrínseco, es la parte del
lugar contenida entre las superficies del cuerpo localizado.

Así si n cuerpo no está aquí, y una causa eficiente lo mueve, lo empuja, con ese movimiento, que es
una acción o producción de algo positivo, se le hace finalmente el estar aquí; que es el fundamento de
la indistancia y de la relación de presencia a otra cosa que ya estaba aquí. Esta nueva relación de
presencia, ha surgido por haberse dado un fundamento nuevo, y ese fundamento nuevo es el uboi
intrínseco, por lo que una cosa es formalmente aquí, o allí, independientemente de toda relación o
dominación local, anterior a ella y fundamento de ella. El ubi, o ubicación intrínseca se define:”ultima et
formalis determinacion qua aliquid est hic aut illic absolute et independenter ab omni relatione vel
dominatione extrinseca”.

PRUEBA. Dios tiene su ubicación intrínseca, que es su inmensidad, identificada realmente con su
esencia, infinita y omniperfecta.

En efecto, Dios tiene formalmente y actualmente, toda perfección que no implique en su concepto
imperfección alguna. A. El ubi intrínseco o ubicación es una perfección real, (¿pág 35), que no implica
imperfección ninguna. Luego Dios tiene formal y actualmente su ubicación. Y como todo lo que hay en
Dios es absolutamente infinito, luego la ubicación divina, es absolutamente infinita en acto. Esto quiere
decir que actualmente Dios está, no solamente donde hay cuerpos, sino también donde puede haberlos,
aunque ellos se multipliquen indefinidamente, y que del mismo modo estuvo antes de la existencia del
mundo. En lo que consiste la inmensidad divina, aquella perfección por la que Dios está necesariamente
presente, sin mudanza alguna suya, a todos los seres que existen o puedan existir.

Menor: La ubicación en las criaturas es una perfección real positiva, por ser efecto de una acción
positiva por la que el cuerpo se coloca aquí o allí. Es algo absoluto e intrínseco, independiente de toda
relación local. Porque si dos cuerpos distan ahora, y Dios aniquila todo cuerpo circundante, sin
mudanza o cambio alguno en ellos, seguirían distando, aunque no haya ningún cuerpo interpuesto,
puesto que no se han movido, luego están ubicados donde estaban. Señal que la ubicación que tienen
es algo intrínseco y absoluto, que no depende de ningún cuerpo circundante. La ubicación de su
concepto, no dice imperfección, si la dice, en las criaturas es por razón del sujeto en que está.

ESCOLIO 1. Dios puede crear un espíritu al que convenga estar naturalmente presente en todo el
mundo creado, pero no que exigía estar presente dondequiera que exista una cosa fuera de él. Esto
sólo es atributo de la ubicación divina por razón de su infinitud. Es el atributo de la inmensidad.

La inmensidad de Dios y la ubicuidad o presencia actual de Dios, consecuencia natural de su


inmensidad, no se pueden aprehender ni con la imaginación, ni con un concepto representativo, como
son los conceptos que abstraemos de la experiencia. Por la experiencia jamás podremos conocer un
ser que esté, o exija estar todo, en todas partes, y toda en cada una de las partes. No se puede
concebir la inmensidad a manera de difusión de la sustancia, que se extienda por todas partes en
infinito; ni como infinitas ubicaciones de la misma sustancia, que estén entre sí muy próximas. Es decir
ni como un continuo, ni como un discontinuo de partes contiguas. La inmensidad es una realidad
simplicísima, por la que Dios es sin ninguna difusión o división de sí mismo, que es simplicísimo, en
todas partes, y exige estar actualmente e indistintamente de cualquier cosa que pueda existir.(Cfr.
Hellín, Est. Ecc. 22, 1948, 237).

Objeciones 1. Si Dios está presente en todas partes, está como difuso y extendido por todas partes. A.
Dios es simplicísimo. E. No puede estar en todas partes.

R.D.M. si está presente a manera de cuerpo, C. Si lo está como espíritu y espíritu infinito, es decir, con
presencia no definitiva y repletiva, N. C.m. D cs. No está corporalmente C.; no está repletiva N.

2. Dios está en los cielos, luego no está en todas partes.

R. D.ant. exclusive, N. Con mayor esplendor por razón de su obra del cielo C.

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