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Universidad Autónoma del Estado de México.

Unidad Académica Profesional Huehuetoca.


Historia de la Comunicación Mundial.
No. De Cuenta 1826541
Tarea 6
Daniela Vianey Garcia Salas.
Reporte “La guerra cristera”
La guerra Cristera o Cristiada, fue un conflicto posrevolucionario acontecido entre los años

1926 y 1929, en el cual una gran cantidad de ciudadanos mexicanos tomaron parte, siendo así una

de las conflagraciones armadas en México de mayor importancia por el número de personas civiles

combatientes y por el aparato militar que movilizó el gobierno de Plutarco Elías Calles para

combatirles.

Desde la época en la que con las Leyes de Reforma se buscaba que la Iglesia católica

perdiera el gran poder monetario y político que tenía, gobierno e Iglesia vivieron enfrentados. Este

conflicto se agravó para 1926 al implementar el gobierno los artículos de la constitución de 1917,

específicamente el 3 y el 130, de forma radical, para controlar totalmente a la Iglesia, reforzando

estos principios con la llamada Ley Calles.

Así, el gobierno de Plutarco Elías Calles decidía cuantos sacerdotes debían de servir en

cada templo, tenían que registrarse en una especie de censo y debían de ser mexicanos por

nacimiento para poder así realizar sus actividades de culto religioso. Todos los sacerdotes

extranjeros fueron expulsados del país, por ningún motivo podía la Iglesia involucrarse en asuntos

políticos, además de tener prohibido sostener o abrir colegios, ya que, en el artículo tercero

constitucional, se enfatizaba el carácter laico de la educación, y que además sólo al Estado le

correspondía su impartición y control.

Con estas medidas, claramente anticlericales y anti eclesiásticas, se desencadenaría la

llamada guerra Cristera.


La Ley Calles fue la causa de este conflicto civil, además de las prohibiciones, el gobierno

intentó la creación de una Iglesia que nada tuviera que ver con el Vaticano, para así socavar

totalmente la influencia de la Iglesia fiel al jerarca católico en la población.

La reacción de la Santa Sede a la Ley Calles fue de rechazo total, las actividades religiosas

en todo México fueron suspendidas en protesta a las medidas tomadas contra la Iglesia y la

población se manifestó para intentar lograr que las medidas tomadas dieran marcha atrás, pero nada

de esto sirvió, ni siquiera el boicot económico contra el gobierno de Plutarco Elías Calles logró

echar atrás las medidas adoptadas contra la “Libertad religiosa”.

Las primeras acciones armadas importantes al inicio de la Cristiada tuvieron lugar en los

estados de Zacatecas, Jalisco, Nayarit, Guanajuato y Michoacán, la lucha fue en su mayor parte en

zonas rurales de México.

El ejército cristero, muy a pesar de las limitantes de su origen, hasta cierto punto

improvisado, logró reclutar y armar gente que al grito de ¡Viva Cristo Rey y Santa María de

Guadalupe! , provocó un gran problema al gobierno durante los tres años que duró el conflicto.

Algunos de los principales líderes cristeros fueron Pedro Quintanar, Enrique Gorostieta

Velarde, Jesús Degollado Guízar y Victoriano Ramírez López, a quien apodaban el catorce.

El número de muertos fue elevado, algunos historiadores hablan de 50,000, otros de más de

200,000 vidas perdidas, lo cierto es que la represión al movimiento armado durante la guerra

Cristera por parte del gobierno fue muy dura; persiguió a todo aquel que osara desafiar lo

establecido en la Ley Calles, al grado de fusilar sacerdotes por oficiar misa.

El 21 de junio de 1929, ya finalizado el mandato de Plutarco Elías Calles, la Iglesia católica

y el gobierno interino de Emilio Portes Gil, quien tomó el cargo presidencial a la muerte de Álvaro

Obregón, víctima de un atentado, llegaron a acuerdos que finalmente pusieron fin al respaldo

armado de la Iglesia a los cristeros.


El gobierno, sin modificar ningún párrafo de las leyes que controlaban a la Iglesia, permitió

que éstas continuaran su labor espiritual sin tratar de intervenir en la vida política de México. Para

el 27 de junio de 1929 los servicios religiosos en las iglesias se reanudaron.

Conclusión
La guerra Cristera al igual que muchos de los levantamientos armados que se han hecho en

el país, han estado cubiertos de una serie de intereses partidistas y religiosos ambas esferas

persiguen tintes de dominio por las masas, lo cual siempre ha traído como resultado perjuicios a los

más desprotegidos tanto en situación económica como intelectual, desde nuestro punto de vista al

gobierno de Calles como a muchos otros en esa época no les interesaba la religiosidad que se

inculcara a los campesinos, obreros etc. ,les preocupaba la ilustración, el conocimiento que estos

pudieran obtener a través de los libros ya que no debemos perder de vista que los mejores

ilustrados, por tener acceso a libros y acontecimientos del mundo eran los religiosos , lo cual

indudablemente sería perjudicial para los sometimientos que el gobierno tenía sobre el pueblo;

posteriormente la iglesia se inclina por educar al pueblo haciéndole ver sus derechos y fomentando

su participación en la política del país, pero siempre con el tiente de sus ideales cristianos.

Bibliografía
Quintanar,B, (2011) “La guerra cristera”, “México desconocido”
https://www.mexicodesconocido.com.mx/guerra-cristera-mexico.html

Aguilar,M, (2011) “La guerra cristera o cristiada”, “Historia de México breve”

https://www.historiademexicobreve.com/2015/05/la-guerra-cristera.html

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