Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DEFINICIÓN PREVALENCIA
Los trastornos por déficit de atención e hipe- A medida que ha pasado el tiempo se han ido
ractividad (TDAH) vienen definidos por la incrementando los porcentajes de personas
presencia de tres síntomas fundamentales: 1. que padecen este cuadro, a la vez que ha ido
Disminución de la atención. 2. Impulsividad. disminuyendo la edad a la que puede ser diag-
3. Hiperactividad. nosticado. Si bien hace unos años se estima-
En realidad es mucho más que un trastorno. ba la prevalencia del TDAH en el 4%-6%,
Es un síndrome de dimensiones enormes, que los últimos estudios epidemiológicos dan ci-
alcanza una gran cantidad de facetas y se de- fras que rondan el 20% y hasta los más pru-
bería denominar “Síndrome de Déficit de dentes sitúan la prevalencia por encima del
10%. Es posible que las diferentes pruebas va-
Atención e Hiperactividad (SDAHA) con
lorativas jueguen un papel importantísimo
mucha más propiedad que TDAH.
en los porcentajes de prevalencia. Así, las eu-
En los últimos años van cobrando importan- ropeas son muy restrictivas y dan porcentajes
cia creciente una serie de trastornos comórbi- mucho más bajos que las americanas, que son
dos, expuestos más adelante, cuya presencia o más generosas en valorar positivamente he-
no va a jugar un papel mucho más decisivo chos no reconocidos por las europeas, y por
sobre el tratamiento y consecuencias pronós- ello dan prevalencias más altas. Es verdad
ticas para los individuos que los tres signos que todavía no se ha establecido una fronte-
fundamentales. ra entre personalidad y patología en las mani-
Aunque el cuadro se conoce desde siempre a festaciones externas de los sujetos con
lo largo de la historia de la humanidad, las TDAH y ello puede elevar las cifras de preva-
bases científicas del conocimiento de sus pe- lencia. Tal vez ello llegue a través de los tras-
culiaridades clínicas se establecieron a prin- tornos comórbidos.
cipios del siglo XX. Antes de llegar a la deno- El TDAH ha sido considerado como un cua-
minación actual de “síndrome de déficit de dro que predominaba ampliamente en los va-
atención e hiperactividad”, casi unánime- rones respecto a las mujeres, pero esta teoría
mente aceptado, recibió diversos nombres va perdiendo fuerza a medida que pasa el
científicos tales como “daño cerebral míni- tiempo y actualmente se estima que su preva-
mo” y “disfunción cerebral mínima”.No obs- lencia es muy similar en ambos sexos, si bien
tante a nivel del lenguaje de la calle, las per- parece que en los varones puede predominar
sonas que padecían el cuadro eran conocidos la hiperactividad y en las mujeres el déficit de
como “culos de mal asiento”, “veletas”, “ca- atención. Asimismo se consideraba tradicio-
bezas ligeras” , “ovejas descarriadas”.”cabezas nalmente que este trastorno era exclusivo de
locas” y denominaciones similares. la infancia y adolescencia. La realidad no es
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
141 Protocolos Diagnóstico Terapeúticos de la AEP: Neurología Pediátrica
esa. El cuadro persiste en la edad adulta y sus niños prematuros y de peso muy bajo, a veces
manifestaciones más graves para la familia y provenientes de partos múltiples, que salen
la sociedad, y las dificultades para controlar- adelante gracias a los sofisticados cuidados
las suelen ocurrir a esta edad. intensivos neonatales, predominando en sus
secuelas la inquietud, la falta de atención y la
La importancia alcanzada por este síndrome a impulsividad. En los niños adoptados la etio-
nivel familiar, social y sanitario está fuera de logía puede ser combinada – constitucional o
duda. El hecho de haberlo considerado hasta genética y adquirida – y, además, contar con
ahora como una “patología menor”, con el la probabilidad de heredar mucha patología
erróneo argumento emitido por muchos (con comórbida (violencia, conflictividad perso-
escasos conocimientos sobre la repercusión nal, tendencia al consumo de alcohol y dro-
de este síndrome) de que está “sobredimen- gas, etc.). Existe mucha probabilidad de ello
sionado” ha llevado acarreado, si no un des- en los niños provenientes de cualquier parte,
interés total por su estudio, al menos un inte- exceptuando las niñas provenientes de Chi-
rés inferior al de su auténtica importancia. na, rechazadas por sus padres por el solo he-
Hoy constituye, junto con la alergia, la pato- cho de ser niñas. Hay patologías de otra na-
logía más frecuente en el niño, y, junto con turaleza en las que hay un porcentaje alto de
otros trastornos psiquiátricos de identifica- personas que, además de la sintomatología
ción mejor definida, una de las patologías de propia de ellas, también presentan TDAH
mayor prevalencia y un desafío para el futuro (ej: neurofibromatosis tipo 1, X-frágil, etc).
en la investigación psiquiátrica y neurológica
en los adultos.
PATOGENIA
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
Trastornos por déficit de atención e hiperactividad TDAH) 142
primer año, los niños suelen dormir mal y es- zar o continuar los grandes problemas, tales
tar con los ojos muy abiertos y algunos co- como fracaso escolar y laboral, drogadicción
mienzan a andar excesivamente pronto (en- – es probable que más del 70% de los droga-
tre los 6-10 meses), aunque la mayoría dictos provengan de personas con este sín-
marcha sin ayuda algo tarde. Posteriormente drome – conflictos de convivencia en casa,
estos niños muestran hipotonía, pies plano- en el trabajo y en la sociedad, formación de
valgos y miedo a dormir solos por lo que no colectivos de apoyo mutuo (formación de
permiten que se apague la luz – a veces du- pandillas), exacerbación del machismo y del
rante toda la noche – y quieren acostarse con aspecto estrafalario en los hombres y de los
los padres. Durante los seis primeros años de signos de inmadurez en las mujeres, corres-
vida la característica que mejor define a estos pondiéndose estos signos principalmente con
niños es su concepto vital – el mundo se cir- una excesiva preocupación por su apariencia
cunscribe a ellos, y los demás son el entorno externa, que en muchas ocasiones las llevan
que les tiene que servir – mostrándose torpes a ponerse muchos aros en las orejas así como
para la motricidad fina, inquietos, capricho- colgantes, piercings, tatuajes y otros tipos de
sos, entrometidos, acaparadores, egoístas y adornos por cualquier parte del cuerpo, teñi-
con poca capacidad de frustración. Durante dos del cabello en diferentes colores, o fumar
la edad escolar se muestran dispersos, infanti- desaforadamente. Desgraciadamente aquello
les, inmaduros, mienten y pueden sustraer di- de “genio y figura....” suele cumplirse en ellos,
nero en casa, se levantan del pupitre muchas por lo que las alteraciones tienen muchas po-
veces, interrumpen a otros niños y a profeso- sibilidades de perpetuarse y los problemas
res, les cuesta aprender a leer y escribir, tie- van a continuar en las diferentes etapas de la
nen dificultades especialmente para las Ma- edad adulta, aunque con diferencias de ex-
temáticas y la Lengua, presentan fracaso presión clínica y/o familiar y social debido a
escolar con mucha frecuencia, muestran su que pasan del papel de hijos al de padres.
falta de habilidad motriz tanto en el manejo Aunque la expresión del cuadro clínico es
del lápiz y cuchara como en los deportes de básicamente la misma en varones y en muje-
habilidad (ej: el fútbol). En épocas prepube- res, hecho que se va poniendo más en evi-
rales siguen presentando las mismas altera- dencia a medida que las mujeres se van libe-
ciones descritas y, además, muestran sus ten- rando de cualidades que siempre se
dencias al machismo, exhibicionismo y consideraron como consustanciales con la fe-
ausencia de sentido del ridículo (ej: se dejan minidad, sin embargo, todavía parece predo-
cabello excesivamente largo o corto, o bien minar la hiperactividad, conflictividad esco-
se lo tiñen, se ponen pendientes en el caso de lar, familiar, laboral y social, en el varón
los varones, que pueden ser varios pares en el mientras que en la mujer suele predominar el
caso de las chicas, se dejan coleta y se esfuer- déficit de atención, la excesiva preocupación
zan por mostrar apariencia de “progres”; pue- por su apariencia externa, con gran coquete-
den comenzar a fumar desde muy temprano ría y la necesidad de ser admiradas – les inte-
no sólo cigarrillos sino también probar los resa más ser envidiadas y deseadas que queri-
porros. Comienzan pronto a ser expulsados das – mostrándose tímidas fuera de casa y
de los colegios por su bajo rendimiento y por muy impositivas y poco colaboradoras dentro
su comportamiento conflictivo. Durante la de ella. Es verdad que en los últimos años, la
pubertad y vida adulta joven pueden comen- actitud oposicional desafiante, uno de los
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
143 Protocolos Diagnóstico Terapeúticos de la AEP: Neurología Pediátrica
trastornos comórbidos que conlleva peores au- logía psicopatológica concreta, aunque los
gurios, emerge con más fuerza en las mujeres. sujetos, especialmente adultos, que mostra-
ban algunas de estas características recibían
Hay algunos subtipos dentro de este síndro- una denominación específica (ej: los indivi-
me. 1) Uno en el que predomina la hiperac- duos inquietos e irresponsables recibían el
tividad. 2) Otro en el que predomina el défi- nombre de “psicópatas inestables”).
cit de atención. 3) Otro, el más numeroso, en
el que hay combinación de déficit de aten- Estas alteraciones, consideradas durante mu-
ción y de hiperactividad. chos años como patología no asociada al
TDAH, pero con la que debía hacerse el
diagnóstico diferencial, se denomina actual-
DIAGNÓSTICO mente trastornos comórbidos. Estos trastor-
nos no tienen todos la misma importancia
sino que constituyen signos de muy diversa
En muchos casos puede diagnosticarse el sín-
trascendencia para el comportamiento y el
drome en menos de dos minutos, solamente
porvenir de las personas que los presentan. El
con dejar al niño que se mueva “a sus anchas”
hecho de denominarse “comórbidos” ya indi-
por el recinto de la consulta y a veces incluso
ca el añadir factores desfavorables a los tres
antes, ya que la enfermera nos anuncia la in-
signos fundamentales del TDAH.
minente entrada de un niño con este cuadro
por la forma en que se ha comportado en la Los trastornos comórbidos con el TDAH re-
sala de espera. Ello ocurre fundamentalmen- conocidos actualmente (aunque podrían
te en los hiperactivos. Cuando existe predo- añadirse algunos más) quedan expuestos en
minio de déficit de atención, el trastorno la Tabla II.
vendrá referido por la historia clínica y por el
“oficio” del médico para detectarlo. Sin em-
bargo, la Asociación Americana de Psiquia- DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
tría (1994) establecía unos criterios diagnós-
El TDAH sólo se parece a él mismo. No es
ticos, expresados en la tabla I. Los criterios
posible confundirlo con otro síndrome. No
establecidos en Europa son más exigentes y,
obstante, hay que reconocer que existen ma-
por ello, las cifras de prevalencia del TDAH tizaciones que conviene tener en cuenta ya
son mucho más bajas en Europa que en cual- que no están bien establecidos los límites de
quier otra parte del mundo. este cuadro y entre qué márgenes se mueve, y
tampoco se conoce cuándo se puede conside-
rar que un sujeto presenta TDAH asociado
TRASTORNOS COMÓRBIDOS con algún trastorno comórbido severo (ej:
obsesión, agresividad, conflictividad social,
Existe una serie de características que suelen actitud oposicional desafiante) que los con-
acompañar en mayor o menor número y con vierte en personas irresponsables y peligrosas,
carácter más o menos severo a los tres crite- pero conscientes de lo que hacen, y cuándo
rios diagnósticos del TDAH. Durante algu- pueden considerarse que padecen una de-
nos años se consideraron como expresiones mencia y sus actos carecen de responsabili-
de carácter físico-psicológico-comportamen- dad consciente. Por un lado, no se ha estable-
tal que no entraban dentro de la normalidad, cido el límite o frontera entre personalidad
pero que tampoco correspondían a una pato- hiperactiva- impulsiva y patología hiperacti-
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
Trastornos por déficit de atención e hiperactividad TDAH) 144
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
145 Protocolos Diagnóstico Terapeúticos de la AEP: Neurología Pediátrica
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
Trastornos por déficit de atención e hiperactividad TDAH) 146
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
147 Protocolos Diagnóstico Terapeúticos de la AEP: Neurología Pediátrica
4. Familia de clase muy alta o muy baja. 14. Mal encauzamiento profesional.
5. Nivel cultural y social muy bajos con de- 15. Abandono temprano del hogar fami-
lincuencia y desarraigo familiar. liar (en este grupo se incluyen muchos
niños adoptados).
6. Habitar en barrios marginales (por el
ambiente de agresividad en el que pre- 16. Mala elección de pareja.
domina “la ley del más fuerte” y el razo- 17. Mal control de la impulsividad.
namiento es interpretado como signo de
debilidad). 18. Muchos trastornos comórbidos.
7. Problemas familiares (de varios tipos, 19. Falta de aceptación de que todas las
especialmente la mala relación entre los personas tienen los mismos derechos y
padres). deberes sea cual fuere su sexo, tenden-
cia sexual, edad, raza, religión, nacio-
8. Crianza mal orientada (excesivamente nalidad, etc., y que todos deben ser es
permisiva o represiva, escaso diálogo y cuchados, respetados y comprendidos
poco realismo). de igual manera.
9. Rotación por muchos colegios (por di- 20. Incapacidad para escuchar y respetar a
versas causas). los demás.
10. Falta de control (echándole mucha 21. Insensibilidad ante el sufrimiento de
comprensión y paciencia). los demás (incluidos los animales)
11. Consumo de tabaco, alcohol y drogas 22. Estar a nivel de incompetencia en la
(tanto más peligroso como precoz es el función que desempeñe.
inicio).
entorno de los pacientes para facilitar el sa- comprensión, la ayuda y la firmeza de crite-
carlos adelante. b) Hacer llegar a los padres y rio, pero sin renunciar al chantaje (ellos lo
a los profesores el conocimiento de que ni los hacen por sistema y no queda más remedio
unos ni los otros son culpables de nada. El que responderles con la misma moneda). e)
problema está en el niño, que lleva el cuadro
No mostrar debilidad con ellos nunca (admi-
en su constitución y que tampoco es culpable
ran y obedecen al fuerte), pero sin utilizar la
de su cuadro. c) Que este síndrome persiste
siempre, pero que ello no es óbice para que la fuerza física, excepto si hay que defenderse. f)
inmensa mayoría de los sujetos que lo presen- Intentar motivarlos para realizar actividades
tan sean personas normales. d) Que las mejo- físicas preferible deportes de equipo y contac-
res medicinas para ellos son la paciencia, la to con otros niños. g) Medicarlos con fárma-
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
Trastornos por déficit de atención e hiperactividad TDAH) 148
cos que puedan ayudarles a estar más tranqui- mienda, en cambio, la administración de bar-
los, más clarividentes y menos obsesivos. En bitúricos, diacepóxidos, valproato sódico y si-
la actualidad los productos farmacológicos milares porque aumentan la inquietud. El
están muy estandarizados y, aunque muchos fármaco estimulante de elección es el metilfe-
de ellos resultan excesivamente costosos, el nidato en cualquiera de sus presentaciones,
hecho de que entren en la protección de la aunque la de liberación lenta se ha impuesto
Seguridad Social, los hace más asequibles. h) definitivamente entre los niños que ya pue-
Qué no debe desdeñarse cualquier apoyo de den tragar la pequeña cápsula, los adolescen-
tipo psicológico – muchas veces más necesa- tes y los adultos debido a la comodidad de
rio para las madres que para los propios pa- una toma al día (por la mañana con el des-
cientes – ya que, aunque no tan efectivo ayuno), ya que se mantienen los niveles de la
como los fármacos específicos, también ayu- medicación en sangre sin altibajos a lo largo
da en algunos casos. i) La ayuda con clases de del día, mientras que la presentación en libe-
apoyo en las materias en que fallan estos ni- ración rápida tiene una vida corta en sangre,
ños, especialmente en las de tipo razonado se requieren 2-3 tomas al día y presenta fases
(Matemáticas, Lengua, etc.) cuando ya no en que, debido a su bajo nivel en sangre, su
pueden memorizarlas y tampoco compren- eficacia disminuye. Las dosis, en una y otra
derlas (a partir de 5º-6º de Primaria). presentación, están entre 0,3 y 1 mg/Kg/día.
Se puede administrar todos los días o bien
Tratamiento farmacológico: descansar las fechas en las que no hay activi-
Desde el punto de vista farmacológico hay dad escolar.
que saber que las sustancias estimulantes sue-
len calmar a estos sujetos y las tranquilizantes Los efectos colaterales del metilfenidato son
los ponen más nerviosos. No hay inconve- mínimos y el único requisito imprescindible
niente, por tanto, en recomendar bebidas de para su administración es el del control mé-
cola con cafeína o bien café, además de los dico periódico. Otra sustancia eficaz puede
fármacos estimulantes principalmente metil- ser la dextro-anfetamina en dosis de 0.15 a
fenidato de liberación rápida o de liberación 0.40 mg/Kg/día, repartida también en dos to-
lenta, anfetaminas de liberación rápida y de mas, de forma análoga a la aplicación del me-
liberación lenta (no disponibles en España) y tilfenidato.
atomoxetina (de aparición reciente en el
mercado farmacológico español). También La atomoxetina es aparentemente la única
resultan muy eficaces las sustancias antiobse- sustancia que puede competir con el metilfe-
sivas, tipo risperidona. Todas estas sustancias nidato de liberación lenta. Las dosis de ato-
pueden tener su utilidad y todas pueden pre- moxetina están alrededor de 1,2 mg/Kg/día
sentar algún efecto colateral y desencadenar en una sola toma por la mañana. Los resulta-
exacerbación en patología casi siempre ya dos parecen buenos, pero aún es pronto para
existente (hepatopatía y glaucoma por parte poder equipararlos con los del metilfenidato
de la atomoxetina, crisis epilépticas, tics y de liberación lenta, especialmente por la cor-
glaucoma en el caso del metilfenidato, etc.). ta experiencia que tenemos todavía con este
Por ello, conviene comenzar siempre por do- fármaco en España. La risperidona es un an-
sis pequeñas para comprobar tolerancia, in- tipsicótico que funciona muy bien como tra-
crementándola poco a poco hasta la que se da tamiento coadyuvante sobre el TDAH, espe-
como óptima terapéuticamente. No se reco- cialmente asociado con el metilfenidato. Se
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
149 Protocolos Diagnóstico Terapeúticos de la AEP: Neurología Pediátrica
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
Trastornos por déficit de atención e hiperactividad TDAH) 150
3. Cook EHJ, Stein MA, Krasowski MD, Cox NJ, 8. Stewart AL, Rifkin L, Amess PN, Kirkbride V,
Townsenf JP, Miller DH, et al. Brain structure
Olkon DM, Kieffer JE. Leventhal BI. Associa-
and neurocognitive and behavioural function
tion of attention-deficit disorder and dopami- in adolescents who were born very preterm.
ne transporter gene. Am J Hum Genet 1995; Lancet 1999; 353:1653-1657.
56: 993-998.
9. Still GF. Some abnormal psychical conditions
4. Elia J, Ambrosini PJ, Rapoport JL. Treatment in children. Lancet 1902; 1: 1008-1012; 1077-
of attention-deficit-hyperactivity disorder. 1082; 1163-1168.
New Engl J Med 1999: 340: 780-788. 10. Wang J, Jiang T, Cao Q, Wang Y. Characteri-
5. Gainetdinov RR, Westsel WC, Jones SR, Le- zing anatomic differences in boys with atten-
tion-deficit/hyperactivity disorder with the
vin ED, Jaber M, Caron MG. Role of serotonin
use of deformation-based morphometry. Am J
in the paradoxical calming effect of psychosti- Neuroradiol 2007; 28: 543-547.
mulants on hyperactivity. Science 1999; 283:
397-401. 11. Wilens TE. Drug therapy for adults with at-
tention-deficit hyperactivity disorder. Drugs
6. Pascual-Castroviejo I. Síndrome de déficit de 2003; 63: 2395-2411.
atención con hiperactividad. 3ª edición. Bar- 12. Woeller KKS. Attention-deficit hyperactivity di-
celona. Viguera Editores, 2004. sorder (ADHD). J Child Neurol 2004; 19: 798-814.
NOTAS
© Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
Protocolos actualizados al año 2008. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/