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01 NuevaAntropología83-BAJA PDF
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83
El poder de la etnografía
Dirección
Silvia Gómez Tagle
Consejo de Redacción
Raúl Nieto, Mechthild Rutsch, Héctor Tejera
Consejo Editorial
Jorge Alonso, Lourdes Arizpe, Steffan Igor Ayora Díaz, Carmen Bueno,
Edith Calderón, Alicia Castellanos, Rodrigo Díaz Cruz, Carles Feixa Pámpols,
Anna Fernández Poncela, Carlos Garma, Turid Hagene, Esteban Krotz,
Gilberto López y Rivas, Eduardo Nivón, Marisol Pérez Lizaur, Xóchitl
Ramírez, Patricia Ravelo, Emanuel Rodríguez, María Teresa Romero Tovar,
Mauricio Sánchez Álvarez, Sergio G. Sánchez Díaz, María Josefa Santos,
Pablo Semán, Karine Tinat, Gabriela Vargas Cetina, Claudia Ytuarte-Núñez
Consejeros honorarios
Luis H. Barjau, Silvia Gómez Tagle, Erwin Stephan Otto, Adrián García
Asociación Nueva Antropología, A. C., publica Nueva Antropología
Instituciones que apoyan la edición de Nueva Antropología
Instituto Nacional de Antropología e Historia; Centro de Investigaciones
y Estudios Superiores en Antropología Social, El Colegio de México, A. C.;
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; Universidad Autónoma
Metropolitana
Coordinador del número:
Emanuel Rodríguez
Secretaría técnica
Celia Tapia Alto
Brenda Perea Estrada
Producción y cuidado editorial
Dirección de Publicaciones de la Coordinación Nacional de Difusión-inah
Cuidado de la edición
Felipe Sierra y Arcelia Rayón
Ilustración de portada
Miguel de la Torre
Publicación semestral.
Certificado de licitud de título y contenidos números 2059 y 1291
Reserva de título número. 37286
Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de los autores
Impresa y hecha en México
Tiro: 1 000 ejemplares
Talleres gráficos del Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Av. Tláhuac 3428, Col. Los Reyes Culhuacán, C.P. 09800, México, D.F.
vol. XXVIiI, núm. 83 México, julio-diciembre de 2015
Sumario
Editorial 5
H
ace cuatro décadas la revista Nueva Antropología irrumpió en
la escena editorial de publicaciones científicas, como un espacio
abierto a las nuevas temáticas de estudio que emergieron a
partir de la crisis teórico-política experimentada por la antropología
mexicana en la década de los setenta. Desde entonces Nueva
Antropología se ha mantenido como una tribuna de debate e
intercambio de ideas en torno a investigaciones sociales comprometidas
con la aplicación de innovadores enfoques teóricos y metodológicos.
Siguiendo esta tradición, en el marco del festejo de su 40 aniversario se
preparó el presente número temático con el propósito de discutir el
poder de la etnografía en el estudio de los procesos sociopolíticos
contemporáneos. Por esta razón, los trabajos que a continuación se
exponen contienen reflexiones que buscan abrir nuevas aristas de
investigación socio-antropológica, las cuales desbordan la visión
clásica del trabajo de campo para incursionar en la posibilidad de
realizar una etnografía experimental, reflexiva y en diálogo
interdisciplinario.
6 Editorial
aplicado por otros científicos sociales, entre los que destacan sociólogos
y politólogos, para analizar diversos escenarios políticos en donde
confluyen agentes estatales, el mercado y la sociedad. Para Montes de
Oca, hoy el proceder etnográfico tradicional basado en el paradigma
malinowskiano se ha reconfigurado en la construcción social y teórica
del campo (field), así como en la producción de textos etnográficos,
generando una etnografía política enfocada cuyas características
principales son: a) las visitas cortas a los escenarios de interrelación de
los actores sociales, ya sea de manera física, simbólico-discursiva o
virtual; b) una multiplicidad de técnicas para orientar la mirada a
ciertos procesos o situaciones sociales que acontecen en el campo, y c) la
intención de comprender el detalle microscópico de las relaciones
sociopolíticas desde la perspectiva de los sujetos (emic), pero en
constante interlocución con las categorías teóricas preexistentes (etic).
Conjuntando todos estos elementos, Montes de Oca muestra la utilidad
de la etnografía enfocada para cuestionar la normalización de los
escenarios de confrontación e interlocución entre la ciudadanía,
los agentes que representan al Estado y los empresarios, pues sus
hallazgos etnográficos en la elaboración de la legislación mexicana
sobre bioseguridad y la norma oficial mexicana de emisiones de bióxido
de carbono difieren mucho de los elementos que teóricamente definen la
gobernanza y las innovaciones democráticas. No obstante, para esta
autora el desfase entre la evidencia empírica y el referente teórico no
es un problema, sino que representa una ventana de oportunidad para
demostrar el poder epistemológico que tiene la etnografía para conocer
el punto de vista de los actores y repensar las categorías con las que
abordamos la realidad social.
Siguiendo una línea de reflexión similar, Turid Hagene, en su trabajo
“Debatiendo conceptos con metodología etnográfica: el caso del
‘clientelismo político’ y la ‘compra de votos’ ”, muestra la utilidad de la
observación participante para refutar conceptos teóricos y dotar de más
contenido explicativo a las categorías que orientan el análisis del
clientelismo político a partir del punto de vista de los actores
involucrados en este tipo de transacciones. Recuperando los datos
obtenidos durante sus estancias de trabajo de campo en un pueblo
originario del poniente de la ciudad de México, Hagene demuestra que
en este lugar las prácticas clientelares están vinculadas a narrativas
8 Editorial
Rodolfo Stavenhagen*
Abstract: This article presents the ethnographic experience and methodological problems that
the author faced as un special rapporteur for the human rights of indigenous peoples. The objec-
tive of this mandate was to study the human rights violations of these peoples through field visits
in various countries, select interviews with government officials and experts, the use of docu-
ments, all of which had to be summarized and presented before the various specialized bodies of
the United Nations with recommendations to governments and other actors.
Keywords: ethnography, United Nations, human rights, indigenous peoples.
M
e formé como antropólogo en “estudio de comunidad”, sino al servi-
la Escuela Nacional de Antro- cio del gobierno federal en un proyecto
pología e Historia en los años en el que se “actuaba” sobre el objeto
cincuenta, cuando estaba de moda que de estudio y se trataba del “desalojo” de
el buen investigador tenía que guardar varias comunidades indígenas estable-
su distancia con respecto al “objeto de cidas en los márgenes del río Tonto, un
estudio”, es decir, generalmente en afluente del majestuoso río Papaloa-
aquellos años y en este país, una comu- pan, ante el avance en la construcción
nidad indígena del México rural. de una presa en el sureste del país. Los
Sin embargo, mi primera experien- funcionarios encargados de esta gran
cia de campo no fue precisamente un obra —que sería única en América La-
tina—, con visión progresista pensa-
*Profesor investigador del Centro de Estu- ban que los antropólogos eran los más
dios Sociológicos de El Colegio de México. Línea indicados para “convencer” a los pobla-
principal de investigación: Derechos humanos,
pueblos indígenas, relaciones interétnicas, con-
dores de la necesidad de su desplaza-
flictos étnicos, sociología agraria, movimientos miento en bien del progreso nacional.
sociales. Correo electrónico: staven@colmex.mx. Así fue como me integré a unas “briga-
13
14 Rodolfo Stavenhagen
La primera visita que realicé fue en La segunda misión oficial fue a Fili-
septiembre de 2002, y fue una misión pinas a finales del mismo año. Si bien
oficial a Guatemala,1 en donde la po- la invitación fue del gobierno filipino,
blación se divide más o menos en par- como lo establecía el protocolo, la pe
tes iguales entre ladinos e indígenas. tición de que yo fuera a ese país pro
Después de más de treinta años de venía de las organizaciones civiles
guerra civil y brutales genocidios de in- indígenas que habían presionado des-
dígenas fue firmado un acuerdo de paz de hacía tiempo a sus autoridades
sobre derechos y cultura indígena en para que extendiera dicha invitación,
1995. El ambiente de posguerra civil muy a pesar de la renuencia de las
seguía siendo dramático y numerosos mismas a realizarla. Esta situación re-
actores sociales me informaban que la flejaba un conflicto latente entre el go-
situación general de la población indí- bierno y los pueblos indígenas en aquel
gena no había mejorado en los siete país, el cual se hizo presente desde el
años transcurridos. Visité varias re principio en la organización de la visi-
giones del país, tuve reuniones con ta. Después de varios meses de nego-
asociaciones civiles y comunitarias in- ciaciones sobre la agenda, las fechas,
dígenas, así como con funcionarios del los lugares por visitar, llegué a Manila
gobierno y de la comunidad internacio- para una primera ronda de conversa-
nal. Todos coincidían en que no existía ciones con autoridades del gobierno,
“voluntad política” para implementar incluyendo al ministro de Defensa.
los acuerdos de paz. Al terminar mi Después, con la hospitalidad de una
misión rendí un breve informe prelimi- importante organización de derechos
nar en una sesión del gabinete político humanos, visité diversas regiones en
del país. Le pregunté al vicepresidente, las que se habían organizado reuniones
quien presidía la reunión, qué pensaba con miembros de distintos grupos étni-
del consenso que había recogido acerca cos que me presentaron exposiciones
de una supuesta falta de voluntad po orales y documentación varia sobre las
lítica relacionada con los derechos diversas violaciones a sus derechos hu-
humanos de los indígenas. Este funcio- manos que, consideraban, merecían la
nario me contestó, con toda calma y atención del relator especial.
seriedad, que así era efectivamente, En la cordillera norte de la isla de
con lo cual terminó la reunión. Cuando Luzón me recibieron varias centenas
presenté mi informe ante la onu, algu- de personas en un pequeño pueblo ad-
nos meses más tarde, la representa- herido a una escarpada ladera de la
ción diplomática de Guatemala me montaña a donde habíamos llegado
felicitó. El tema de la voluntad política después de varias horas de recorrer
no se discutió en el recinto de la onu. una peligrosa brecha. Mi primera im-
presión me vino de golpe, cuando al sa-
1
E/CN.4/2003/90/Add.2. http://rodostaven-
lir de la última curva a la entrada del
hagen.info/wp-content/uploads/2013/07/Misi% pueblo vi estirada de lado a lado del ca-
C3%B3n-a-Guatemala.pdf. mino entre dos árboles al lado del cami-
Etnografía activista: mi experiencia en la onu 17
circularon entre los lectores más inte- indígena y el espacio de estas organiza-
resados. Sirvieron para apoyar y sos- ciones. Algunos observadores acusan a
tener los reclamos indígenas ante sus las osc de dictar y manipular las agen-
respectivos gobiernos, y a lo largo de das de las organizaciones indígenas.
los años he recibido numerosos testi- Algunos gobiernos les imponen límites
monios de su utilidad en manos de los a su acción, o incluso los han expulsado
defensores de los derechos humanos.5 de su país. Hay líderes y representan-
Desde que asumí el mandato de tes indígenas que tienen contratos de
relator especial entendí que mi pos empleo con las osc, porque no siempre
tura no sería la de un “observador pueden encontrar empleo en el merca-
neutro” sino la de un “observador acti- do de trabajo local que les permita
vista” en apoyo de los derechos huma- al mismo tiempo atender los intereses
nos de los pueblos indígenas. Creo de sus organizaciones. Los indígenas
haber cumplido con este propósito. responden que utilizan la ayuda que
e) Un actor social muy importante que les proporcionan las osc para impulsar
ocupa un espacio clave en el entra- su propia agenda en pro de los derechos
mado de los derechos humanos in humanos. El debate sigue abierto.
dígenas son las organizaciones no En la medida en que estas organi-
gubernamentales (ong ) u Organi zaciones reciben fondos públicos en sus
zaciones de la Sociedad Civil (osc), respectivos países, su compromiso con
especialmente las que se dedican a los derechos humanos de los pueblos
proteger y promover la defensa de los indígenas estará siempre limitado por
derechos humanos de los indígenas. la correlación de fuerzas políticas entre
Gracias al apoyo de estas organizacio- las cuales obtienen su apoyo, sobre todo
nes fue posible la participación de los en los países del “Norte” que más recur-
indígenas en los trabajos de Naciones sos han aportado a lo largo de los años.
Unidas desde hace más de treinta Con el resurgimiento político de las de-
años. En muchos países realizan acti- rechas en los primeros años del siglo
vidades en el mismo sentido. En algu- xxi, este apoyo ha disminuido causando
nos casos, fueron instrumentales en serios problemas a las organizaciones
organizar la participación indígena de base en los países receptores. En Ca-
durante mi visita a un país. En térmi- nadá, por ejemplo, varias instituciones
nos más generales su apoyo ha sido que durante años apoyaban a los dere-
clave para canalizar información ne- chos humanos en diversos países del
cesaria al relator especial. mundo, han sido cerradas arbitraria-
mente por el gobierno canadiense.
Al correr de los años se fue establecien- Aunque el activismo y la etnografía
do una estrecha relación de coopera- parecen ser dos perspectivas distintas,
ción e interdependencia entre el mundo en el caso del relator especial no con-
dujeron a contradicciones o ambigüe-
5
Se pueden consultar en: http://rodostaven- dades en su quehacer profesional. Me
hagen.info/?page_id=19 percaté desde el principio que en mi
24 Rodolfo Stavenhagen
caso la práctica etnográfica tendría _____ (2010), “Cómo hacer que la declara-
que ser multisituada, multitemporal y ción de los derechos indígenas sea efec-
multiespacial, y hasta el momento no tiva”, IIDH, núm. 52, julio-diciembre de
me puedo quejar de los resultados. 2010, San José, Costa Rica, Instituto
Sin embargo, me han acompañado Interamericano de Derechos Humanos,
dos frustraciones en esta experiencia. pp. 141-169.
La primera, que los informes prepara- _____ (2009a), “Consideraciones generales
dos por el relator no se transforman sobre la situación de los derechos hu-
ipso facto en mejora visible de la situa- manos y las libertades fundamentales
ción de los derechos humanos de los de los pueblos indígenas en Asia”, Estu-
pueblos indígenas y que sus recomen- dios de Asia y África, núm. 139, vol.
daciones no sean implementadas de XLIV, núm. 2, mayo-agosto de 2009,
manera puntual por los gobiernos y el México, El Colegio de México, pp. 317-
sistema internacional. El seguimiento 343, en línea [http://rodostavenhagen.
de las recomendaciones está fuera del info/wp-content/uploads/2013/07/Infor-
alcance de la relatoría y su esfuerzo me-2003-DPI.pdf].
queda simplemente como un testimonio _____ (2009b), “Los derechos humanos de
más en los archivos respectivos. Con los pueblos indígenas en Filipinas”, Es-
todo, para numerosos pueblos indígenas tudios de Asia y África, vol. XLIV, núm.
los informes del relator constituyen un 3, septiembre-diciembre de 2009, Méxi-
aliciente en la continua lucha por sus co, El Colegio de México, pp. 609-648.
derechos humanos, y para los gobiernos _____ (2007), “Los pueblos indígenas y sus
un referente contra el cual pueden ser derechos. Informes temáticos del rela-
evaluadas las acciones emprendidas en tor especial sobre la situación de los
el marco de las políticas públicas. derechos humanos y las libertades fun-
En segundo lugar, constituye tam- damentales de los pueblos indígenas
bién motivo de frustración que los del Consejo de Derechos Humanos de
resultados obtenidos durante esta ex- la Organización de las Naciones Uni-
periencia aún se encuentran en su das”, México, unesco.
mayoría archivados y no me haya sido _____(2002-2009), Informes a la onu sobre
posible todavía publicarlos como in- misiones a distintos países, en línea
vestigación académicas que son. [https://www.dropbox.com/sh/
ydknbak0r5m9tw7/AAAAVLzT2HULz
BIBLIOGRAFÍA r8dquuSRnJSa?dl=0].
Stavenhagen, Rodolfo y Claire Charters (co-
Stavenhagen, Rodolfo (2015), The United ords.) (2010), El desafío de la declaración.
Nations Special Rapporteur on the Historia y futuro de la Declaración de la
Rights of Indigenous Peoples, Londres, onu sobre Pueblos Indígenas, Copenha-
Routledge Handbook on Indigenous gue, Grupo Internacional de Trabajo so-
Rights. bre Asuntos Indígenas (iwgia).
ENTRE ACTIVISTAS, FUNCIONARIOS E INDUSTRIALES.
APLICACIÓN DE LA ETNOGRAFÍA —ENFOCADA Y POLÍTICA—
EN ESCENARIOS DE GOBERNANZA
Resumen: este artículo presenta una reflexión sobre el poder de la etnografía en la investigación
social, enfatizando la recientemente reconocida utilidad para la investigación sociológica a través
de la etnografía enfocada. Para ello se profundiza en su aplicación epistemológica y metodológica
en los estudios que, desde la sociología política, se desarrollan para analizar escenarios y procesos
gubernamentales y de decisión pública, caracterizados por diferenciales de poder entre los sujetos
que interactúan. Se presentan hallazgos etnográficos sobre dos escenarios desde los cuales se
proponen algunas pistas para reconceptualizar lo que en teoría política se denomina “gobernan-
za”. La intención es mostrar que la etnografía es un método innovador que permite captar el de-
talle “microscópico” de la realidad estudiada, conjugando las perspectivas emic y etic, lo cual le
brinda un potencial importante para reducir el desfase entre el concepto y “la realidad” y, contri-
buir con ello, a la confirmación y refutación de teorías.
Palabras clave: etnografía enfocada, metodología, investigación sociológica, gobernanza.
Abstract: This paper presents a reflection on the power of ethnography in social research, empha-
sizing the recently recognized utility for sociological research through focused ethnography. To do
so, it is emphasized the epistemological and methodological application of ethnography in studies
developed in Political Sociology to analyze governmental and public decision scenarios and pro-
cesses, where the actors involved has different power resources. Ethnographic findings on two sce-
narios provide clues to re-conceptualize what is called in political theory “governance”. The intention
is to show ethnography as an innovative method to capture the detail “microscopic” of the reality
studied, combining emic and etic perspectives that offers significant potential to reduce the gap be-
tween concept and “reality”, and thus contribute to the confirmation and refutation of theories.
Keywords: focused ethnography, methodology, sociological investigation, governance.
INTRODUCCIÓN
25
26 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera
E
l objetivo de este artículo es pre- trales en el proceder etnográfico: la cons-
sentar una reflexión en torno al trucción social y teórica del campo
poder de la etnografía en la in- (field), así como la producción de textos
vestigación sociopolítica, enfatizando etnográficos. En la segunda parte se ex-
su recientemente reconocida utilidad pone la forma en que se ha aplicado este
para la investigación sociológica y poli- proceder en la investigación propia, ana-
tológica. En específico, se profundiza lizando dos tipos de escenarios de gober-
en la aplicación epistemológica y meto- nanza; es decir, aquellos donde confluyen
dológica de la etnografía —enfocada y agentes del Estado, el mercado y la so-
política— en los estudios que, desde la ciedad en procesos gubernamentales y
sociología y la ciencia política, se desa- decisorios. Ahí se reflexiona sobre el
rrollan para analizar escenarios y pro- poder de la etnografía política como un
cesos gubernamentales y de decisión método útil para mejorar la concep
pública. En estos contextos, caracteri- tualización sociológica o politológica.
zados por las relaciones de poder que En esta parte se distinguen dos tipos
los surcan —fundamento ontológico—, de escenarios, ambos marcados por el
la etnografía aparece como un método conflicto, pero uno caracterizado por
innovador para enfocar la mirada ana- la confrontación y otro por la interlo
lítica en la interacción de agentes con cución. Con esta distinción, se presenta
diversos intereses (políticos, económi- cómo estos escenarios constituyen aque-
cos y sociales), así como para proponer llos campos de relación en los que (inter)
reconceptualizaciones sobre teorías y actúan —a través del conflicto, la nego-
categorías analíticas que no logran ciación y colaboración— activistas socia-
comprender la riqueza y complejidad les, funcionarios e industriales, a la vez
de tal interacción. que se proponen algunas pistas para la
El artículo se compone de dos seccio- reconfiguración teórica que los analiza.
nes que plasman la aplicación, por una
parte, de la etnografía enfocada, y por DE LA ETNOGRAFÍA
la otra, de la etnografía política. La pri- ANTROPOLÓGICA TRADICIONAL
mera concentra la discusión en torno al A LA ETNOGRAFÍA ENFOCADA
proceder etnográfico para analizar pro- O SOCIOLÓGICA
cesos sociopolíticos contemporáneos, lo
cual ha implicado su adaptación meto- Un trabajo etnográfico riguroso exige, sin
dológica y articulación epistemológica dudas, tratar con la totalidad de los aspec-
para otras disciplinas sociales, en par tos sociales, culturales y psicológicos de la
ticular para la sociología y la ciencia po- comunidad, pues hasta tal punto están en-
trelazados que es imposible comprender
lítica. Ahí se muestra cómo es que este
uno de ellos sin tener consideración de to-
método ha sido adaptado al análisis so- dos los demás.
ciopolitológico mediante la etnografía Bronislaw Malinowski
enfocada, para lo cual se enfoca la mira-
da en los cambios y las permanencias, El método propuesto por Malinowski
específicamente sobre dos aspectos cen- dejó impresa una huella duradera en
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 27
estudio y nuevas miradas etnográficas. como los objetos de estudio, sin embar-
En este proceso, la etnografía comenzó a go, comparten un diseño metodológico
ser utilizada por estudiosos de diversos básico, el cual retoma algunos puntos
campos científicos. Dejó, como otros tan- del paradigma malinowskiano y modi-
tos métodos, de ser “propiedad” exclusi- fica otros. En los siguientes apartados
va de una disciplina para entrar en el se observarán algunas de estas conti-
ámbito integral de las ciencias sociales. nuidades y modificaciones. Aquí baste
Es así como en la actualidad, parti- sólo mencionar, de manera esquemáti-
cularmente desde finales del siglo pa- ca —y, por tanto, simplificada— (cua-
sado y principios de éste, podemos dro 1), la distinción entre el proceder
hablar de una “etnografía sociológica” o tradicional y el adaptado a la sociolo-
“enfocada” —cabe mencionar que ya ha- gía, mediante una mirada enfocada
bía habido incursiones etnográficas en (Knoblauch, 2005).
los primeros estudios sociológicos de la En el cuadro 1 podemos apreciar
Escuela de Chicago (de los años veinte las transformaciones relacionadas con
a los sesenta) sobre las subculturas y las visitas a campo; la intensidad tem-
los grupos “desviados” (Nadai y Mae- poral y de la información construida; el
der, 2005); empero, esta mirada fue re- énfasis en las notas o en la combina-
emplazada posteriormente por métodos ción de notas y grabación; la mirada
“duros” frente al auge de la metodolo- holística o enfocada; el estudio de so-
gía cuantitativa. La adaptación del ciedades ajenas o en la propia; además
método etnográfico a estos nuevos con- de la necesidad compartida de apren-
textos y a las exigencias de las otras der el lenguaje nativo, ya sea un idio-
disciplinas sociales es tan diversa ma o un sociolecto. Teniendo en mente
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 29
diversas ansiedades del proceso de in- ción sobre gobernanza —el cual remite
vestigación— no hay un remedio certe- a un desfase entre el concepto y “la
ro o definitivo. Frente a esto no queda realidad”— para después ilustrar el
más que aprender sobre la marcha; proceder etnográfico en la investiga-
tanto para construir textos ágiles que ción particular. A partir de ello, en un
trasladen al lector a la situación etno- apartado final se delinean algunas pis-
gráfica, como a la propia construcción tas para la reconceptualización de este
del campo en la interacción del inves- término.
tigador y los sujetos de estudio. A con
tinuación se exponen algunos apuntes Críticas al concepto
sobre la investigación propia, lo cual de gobernanza
—sin duda— muestra el reto men
cionado. […] the political ethnography undertaken
here is designed to critically evaluate the
PROCEDER ETNOGRÁFICO strengths and limitations of central socio-
EN UN ESCENARIO DE logical concepts such as power, legitimacy,
clientelism.
GOBERNANZA: ETNOGRAFÍA
Javier Auyero y Lauren Joseph, 2007
POLÍTICA Y RECONCEPTUALIZACIÓN
Si se retoma la propuesta de Auyero y
A partir de lo presentado en la sección Joseph al considerar la etnografía polí-
anterior, en los siguientes apartados se tica como un medio para criticar los
muestra el camino seguido en un pro- conceptos sociológicos —en particu-
ceso de investigación en el que ha inte- lar— y de las diversas disciplinas socia-
resado problematizar la relación entre les —en general— es posible encontrar
agentes del Estado, el mercado y la so- en este proceder metodológico una veta
ciedad, tanto en procesos gubernamen- para cuestionar la forma en que desde
tales como en episodios de decisión la Ciencia Política, la Administración
pública. Esta exposición tiene dos obje- Pública y la Cooperación Internacional
tivos. El primero es ilustrar las trans- se define la “gobernanza”. Es decir la
formaciones y continuidades que ha coordinación que de manera armónica
seguido la adopción y adaptación del se establece entre agentes del Estado,
método etnográfico en un estudio so- el Mercado y la Sociedad para conducir
ciológico, considerando la construcción las decisiones públicas y el proceder gu-
social y teórica del campo (field). El se- bernamental.
gundo implica retomar la propuesta de La genealogía de este concepto per-
la etnografía política (Auyero y Joseph, mite ubicar que desde la década de los
2007) para criticar categorías teóricas ochenta del siglo pasado se comenzó a
y, en su caso, proponer su reconceptua- hablar de gobernanza como una nueva
lización, articulando el análisis etic con forma de relación entre gobernantes y
la evidencia emic. gobernados (Mayntz, 1998). Siguiendo
Para ello, se aborda, en primer lu- lo que Michel Foucault anticipara
gar, el problema principal en la defini- como un proceso de “gubernamentali-
34 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera
ahí que, considerando la evidencia em- marcada por el conflicto, sigue dos lógi-
pírica construida, se propongan algu- cas: la confrontación y la interlocución.
nas pistas para su reconceptualización. El primer campo remite a los esce-
narios de confrontación en torno a la
Etnografía en escenarios regulación de tres ámbitos económicos
de gobernanza: específicos: a) el control o liberalización
La construcción del campo de cultivos con semillas genéticamente
modificadas o transgénicas; b) el con-
Como parte de un proceso de investiga- trol o prohibición de publicidad y venta
ción aún en curso —iniciado en 2006 en escuelas de alimentos procesados con
y conformado por cuatro estudios parti- bajo contenido nutricional y alto conte-
culares—,6 ha interesado analizar, en nido calórico (la llamada comida “cha-
distintos contextos decisorios y guber- tarra”); c) así como la legislación en
namentales, la relación entre agentes telecomunicaciones y radiodifusión.
del Estado, el mercado y la sociedad. El El segundo refiere a la interacción de
objetivo general es problematizar agentes económicos, sociales y políticos
(Schwartzman, 1993, véase supra) la en estructuras institucionalizadas de
interacción física, simbólica y virtual gobernanza, también llamadas inno-
entre estos agentes a fin de “poner a vaciones democráticas. Lo que confor-
prueba” conceptos como el de gober- ma los escenarios de interlocución; es
nanza y el de innovaciones democráti- decir, los consejos o comités consultivos
cas. Para ello, se han construido dos creados por las instancias guberna-
campos (fields) específicos para obser- mentales federales para integrar la
var esa interacción durante un trabajo opinión de agentes externos en proce-
de campo enfocado. Interacción que, sos gubernamentales y decisorios re
lacionados con los tres ámbitos de
6
El primero fue parte de una investigación regulación antes mencionados (Orga-
formativa realizada en El Colegio de México,
con apoyo de la beca doctoral del Consejo Nacio-
nismos Genéticamente Modificados u
nal de Ciencia y Tecnología (2006-2010); el se- ogm, comida “chatarra” y telecomuni-
gundo fue realizado en una estancia posdoctoral caciones), así como con la construcción
en el Instituto de Investigaciones Sociales de de Normas Oficiales Mexicanas (nom).
la Universidad Nacional Autónoma de México
(iis-unam) con apoyo de la beca posdoctoral de la
Por cuestiones de espacio, en este ar
unam (2011-2013); el tercero, refiere al estudio tículo se presenta la “fotografía” de dos
en curso como investigadora asociada del mis- episodios de conflicto e interlocución
mo instituto (desde 2013), con el cual se obtuvo de los escenarios de gobernanza mencio-
la beca 2014 para las Mujeres en las Ciencias
Sociales, conferida por la Academia Mexicana
nados: la legislación sobre ogm y la cons-
de Ciencias; finalmente, el cuarto remite a una trucción de una nom sobre eficiencia
ampliación del proyecto desarrollado en el iis energética.
—a realizar entre 2015 y 2017— como parte del El trabajo de campo realizado im-
programa de verano en ciencias sociales del Ins-
tituto de Estudios Avanzados de Princeton, en
plicó la triangulación de diversas téc-
colaboración con la Escuela de Altos Estudios de nicas de investigación: observación
París y la Universidad de Upsala. directa, participante y no participante;
36 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera
2013, con la nueva administración fe- las reuniones de trabajo del comité,
deral. Particularmente en 2012 se llevó pero también observación indirecta
a cabo la discusión de la nom-163 con la mediante la documentación del con-
colaboración de estas organizaciones. flicto y la negociación con lo referido en
En el episodio analizado se constató la prensa, así como con lo publicado
que la participación de activistas se difi- por los propios agentes involucrados
cultaba debido a la especialización téc- en sus portales de internet, además de
nica de la discusión.11 Si bien una de las lo narrado por informantes clave en
organizaciones participantes tenía no- entrevistas semiestructuradas. La
ciones sobre la eficiencia energética y la triangulación de técnicas fue relevan-
emisión de bióxido de carbono, no conta- te, sobre todo si pensamos que algunos
ban con información técnica de primera de estos espacios son de difícil acceso,
mano; elemento que sí tenía el sector pero también si consideramos que de
industrial. Ante ello, la estrategia fue no haber estado ahí, no se habría lo-
conformar redes con otras organizacio- grado obtener información útil para
nes que no estaban interesadas en par- armar el rompecabezas y presentar un
ticipar directamente en el proceso de relato etnográfico útil para cuestionar
normalización (específicamente con un las categorías etic antes mencionadas:
centro de investigación independiente gobernanza e innovaciones democráti-
sobre cambio climático). El resultado cas. Los casos analizados, siguiendo la
de la negociación fue la publicación, en pauta metodológica de la etnografía
2013, de la nom-163 (Semarnat-ener- enfocada y las premisas epistemológi-
scfi-2013), la cual recogió algunos de los cas de la etnografía política, muestran
comentarios de activistas pero, a decir elementos relevantes para criticar los
de uno de ellos, prevaleció el interés del dos conceptos. Pero, como un ejercicio
sector industrial (automotriz). de reconceptualización implica una
Seguir el conflicto en torno al proce- amplia discusión teórica —imposible
so legislativo de la lbogm, así como la de presentar en las páginas de este ar-
negociación sobre la nom-163 implicó tículo—, a continuación sólo se presen-
—en términos metodológicos— reali- tan algunas pistas para ello.
zar observación directa en las calles y
Gobernanza e innovaciones
11
Cabe señalar que esta dificultad repercu- democráticas: pistas para
tió también en la investigación y en el trabajo una reconceptualización
de campo. Al igual que en el escenario sobre bio-
seguridad y ogm la interacción con los informan-
tes generó la necesidad de familiarizarse con el
El análisis de los escenarios descritos
lenguaje técnico, el sociolecto de campos de co- —así como de otros que, por cuestio-
nocimiento que eran totalmente extraños. No nes de espacio, no se incluyen en este
obstante, conforme avanzó el trabajo sobre el artículo—12 nos indica que las estructu-
terreno —con la lectura de documentos especia-
lizados y la interacción en los escenarios de go-
bernanza— se favoreció la familiarización con 12
Tales como el escenario de conflicto en tor-
los términos y tecnicismos. no a la regulación en telecomunicaciones, donde
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 41
ras basadas en una lógica de go tración pública local, estatal y fede-
bernanza, es decir, aquellas donde ral— no implica que en su operación se
interactúan agentes del gobierno, el sigan las premisas básicas de la go
mercado y la sociedad en procesos de- bernanza. Es decir, que las relaciones
cisorios y gubernamentales, distan entre activistas, funcionarios e indus-
mucho de tener relaciones armónicas y triales sean armónicas y equilibradas.
equilibradas. Tanto la legislación sobre La negociación sobre la nom-163 mos-
ogm, como la discusión de la nom-163 tró las desventajas de información de
muestran que si bien se puede identifi- activistas, así como el acceso privile-
car una tendencia hacia la apertura de giado de los industriales en estos pro-
la agenda pública —con la integración cesos decisorios. Asimismo, la apertura
de agentes externos en procesos legis- de estos espacios no implica que el go-
lativos y de políticas públicas—, esta bierno ceda el control monopólico so-
apertura suele ser parcial, además de bre la toma de decisión pública. En
que la integración está marcada por todo caso, pareciera que estos espacios
importantes diferenciales de poder se abren para ir a tono con la tenden-
(Elias, 1982 [1970]). cia internacional de la apertura, pero
Como se indicó, una de las condicio- en la práctica las decisiones públicas
nes fundamentales de la gobernanza y siguen siendo tomadas a puertas ce-
las innovaciones democráticas es que rradas, siendo unos cuantos los que
los gobiernos se abran a los ciudada- pueden tener acceso. Es por ello que los
nos. Que se promueva la participación propios actores, los activistas, no du-
y colaboración de agentes externos en dan en calificar estos espacios como
el quehacer público. Esto es observable una “simulación”.
en la apertura de espacios de partici- La posición expuesta genera que se
pación y de innovación institucional multipliquen las protestas sociales.
(los consejos consultivos y las oficinas Como lo vimos con el conflicto en torno
de contraloría social son un ejemplo). a la legislación mexicana en bioseguri-
Empero, el establecimiento formal de dad, las puertas institucionales no se
espacios como los consejos y comités abrieron para, si quiera, escuchar el
consultivos —como el comité de nor- sentir de las organizaciones críticas.
malización presentado, así como otros Esto generó una amplia movilización
tantos consejos que las dos últimas dé- de activistas que intentaban, por la vía
cadas han impregnado la lógica y el no formal —es decir, la de las protestas
discurso institucional de la adminis- sociales— incidir en el proceso. No obs-
tante, prevaleció la voz de la industria,
se discutió la regulación sobre la venta de comi- aquella que, con acceso directo a los le-
da “chatarra” en escuelas, así como el escenario gisladores, logró como en otros tantos
de negociación para formular la norma mexica- casos —telecomunicaciones o hidro-
na y la norma internacional iso 26000, ambas
sobre responsabilidad social (para el primero
carburos— plasmar sus intereses.
véase Montes de Oca, 2014; los otros dos temas Estos hallazgos etnográficos difie-
se analizan en Montes de Oca, 2011). ren mucho de los elementos que teóri-
42 Laura Beatriz Montes de Oca Barrera
camente definen la gobernanza y las der o control social del mismo y acceso
innovaciones democráticas. En lugar abierto a los procesos decisorios). Pero
de vinculaciones equilibradas y armó- esta denominación conduce a pensar
nicas, manifiestan relaciones marca- en una mala gobernanza o una no de-
das por el conflicto y los diferenciales mocrática, lo cual lógicamente nos lle-
de poder; asimismo, en vez de apertura va a pensar en una no gobernanza.
plena de los procesos gubernamentales, En este sentido habrá que cues
los hallazgos etnográficos denotan in- tionar si es más viable hablar de go-
tentos sólo parciales por abrir las insti- bernanza, sin calificativos (positivos o
tuciones. Entonces, ¿qué se debe hacer negativos), como una apertura (no ne-
ante esta distancia entre la teoría y la cesariamente total o incluyente) de los
práctica (entre las categorías etic y las procesos gubernamentales y deciso-
emic)? ¿Es preciso, como lo hacen algu- rios, en la que interactúan mediante
nos activistas críticos, hablar de simu- una lógica de negociación, pero tam-
lación y de maquillaje institucional; o bién de conflicto, agentes del mercado,
más bien, hay que modificar la concep- el gobierno y la sociedad, los cuales no
tualización? La propuesta de este artí- comparten los mismos recursos de po-
culo es que, desde la academia, se debe der. Lo mismo se puede decir del con-
optar por lo segundo. cepto innovación democrática. Más
Si interesa que la reflexión en cien- que buscar calificativos sería conve-
cias sociales sea de utilidad para ex niente ampliar —no estirar (Sartori,
plicar la realidad, es preciso adecuar 1999)— las definiciones para explicar
los conceptos a ella. Si bien se puede realidades que, en general, suelen ope-
partir de categorías etic para intentar rar de manera más compleja que como
explicar los procesos sociales y políti- lo plantean las teorías. Es así como pa-
cos, esto no implica la posibilidad de rece más apropiado hablar de inno
incidir en ellos para cambiarlos confor- vaciones institucionales, como el
me a lo establecido normativamente, establecimiento, dentro de la estructu-
sobre todo porque esto depende de ra gubernamental, de espacios orienta-
otros factores no-académicos. Enton- dos a incluir la participación de agentes
ces, es preciso adecuar los conceptos a externos; espacios que pueden o no ope-
lo que realmente ocurre. De hecho, esta rar democráticamente y que se pueden
premisa —fundamentada en el para- o no traducir en una toma de decisión
digma malinowskiano— ya está pre- igualmente democrática.
sente en la discusión actual sobre la
gobernanza. Desde esta óptica es que CONCLUSIÓN
las discusiones sobre la gobernanza ya
proponen hablar de una “buena gober- La redacción de este artículo estuvo
nanza” (cce, 2001) o una “gobernanza marcada por un objetivo general: evi-
democrática” (Dingwerth, 2004) para denciar el poder de la etnografía para,
referirse al ideal esbozado líneas arri- por una parte, analizar objetos de estu-
ba (inclusión plural, equilibrios de po- dio propios de la sociología y de la cien-
Entre activistas, funcionarios e industriales. Aplicación de la etnografía… 43
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DEBATIENDO CONCEPTOS CON METODOLOGÍA
ETNOGRÁFICA: EL CASO DEL “CLIENTELISMO POLÍTICO”
Y LA “COMPRA DE VOTOS”
Turid Hagene*
Abstract: The author explores y argues how ethnographic methodology –principally participant
observation– produces invaluable data for the construction of concepts. She uses as an illustra-
tion the case of a debate concerning the separation or not into two different concepts of “political
clientelism” and “vote-buying”, taken from a study realized in a native village in Mexico, Distrito
Federal. The principal research question of the article is the methodology she used to gather the
ethnographic data. She details on one hand which data had enabled her to demonstrate the dif-
ference between the two practices, and therefore two concepts, and on the other, which fieldwork
practices she carried out to obtain those data. The author argues that the concepts we build
should not disregard the notions of the people we study, since otherwise our research cannot help
us understand the actions of those we study.
Keywords: ethnographic methodology, participant observation, political clientelism, vote-
buying, concept-building.
E
ste texto explora la utilidad de (2015). Ellos alegaron que el clientelis-
la metodología etnográfica para mo político y la compra de votos caben
los estudios de política y la cons-
trucción de conceptos; el trabajo tiene *Profesora titular del Colegio Universitario
de Oslo y Akershus, Facultad de Educación y
dos inspiraciones principales: Estudios Internacionales. Línea principal de in-
Primero, una controversia que sos- vestigación: Etnografía política. Correo electró-
tuve con los dictaminadores de mi ar- nico: turidhagene@hioa.no
47
48 Turid Hagene
bajo el mismo concepto, que son igua- 160), quienes coinciden con Sartori en la
les. Mi material etnográfico demostró idea de formar conceptos en diferentes
claramente que para los habitantes niveles de abstracción, pero insisten en
del pueblo que estudiaba no era así. que todo concepto, independientemente
Tal conflación es bastante común en la del nivel, tiene que formarse a partir de
literatura sobre el clientelismo político los datos. Voy a argumentar por mi par-
(véase, por ejemplo, Schedler, 2004: 6; te que los conceptos que formamos no
Stokes, 2005; Kitchelt y Wilkinson, deben hacer caso omiso de las nociones
2007: 2; Magaloni et al., 2007: 182; Au- de los actores que estudiamos, para que
yero et al., 2009: 3; Díaz-Cayeros et al., la investigación pueda iluminar los
2009; González-Ocantos et al., 2012: comportamientos que estudiamos; se
202; Lawson y Greene, 2012: 2; Nichter inserta la tensión entre conceptos émi-
y Palmer-Rubin, 2015). Además, no soy cos y éticos (o sea, percibido desde aden-
la primera en argumentar tal sepa tro o desde afuera) (Lett, 1990: 130).
ración. Por ejemplo, Adler Lomnitz Nos enfrentamos, pues, a la si-
(1994: 41-46) aporta etnografía que ex- guiente pregunta: ¿las prácticas de
pone la diferencia entre lo que sucede clientelismo político y de compra de
en redes y el intercambio de mercado, votos caben en un mismo concepto, o
y Hilgers (2011: 567) arguye clara- requieren de dos conceptos diferentes?
mente por la importancia de distinguir He realizado trabajo de campo etno-
entre los conceptos de clientelismo po- gráfico durante quince meses en un
lítico y compra de votos. pueblo de México llamado Acopilco; el
Segundo, algunos textos teóricos so- material, el conocimiento y la expe-
bre la formación de conceptos en gene- riencia que reuní en este tiempo me
ral, como por ejemplo Hilgers (2011: han abastecido de la información nece-
572), quien señala que los conceptos de- saria para esclarecer este debate.
masiado flexibles o “estirados” pierden El principal tema de investigación
su poder analítico y explicativo. Esta de este artículo es la metodología etno-
autora ofrece como ejemplo justamente gráfica que utilicé para conseguir los
los conceptos de clientelismo político y datos que me indujeron a elaborar mis
compra de votos, y remite, entre otros, al conceptos de determinada manera. En
texto seminal de Sartori (1970) sobre la este contexto destaca sobre todo la ob-
formación de conceptos. Sartori sostiene servación participante. Como ilustra-
que son por una parte elementos de un ción de la metodología voy a exponer
sistema teórico, pero a la vez son instru- mi estudio sobre el clientelismo políti-
mentos para recolectar datos. Los con- co. Voy a detallar en concreto:
ceptos se pueden formar en diferentes 1. Los datos que me permitieron de-
niveles de abstracción, y hay que buscar mostrar la diferencia entre las dos
el nivel adecuado en cada caso (Sartori, prácticas, clientelismo político y com-
2009: 21-29). Igualmente me inspiro en pra de votos.
estudiosos del campo de la teoría funda- 2. Las prácticas de campo que reali-
mentada, como Corbin y Strauss (2008: cé para obtener tales datos.
Debatiendo conceptos con metodología etnográfica: el caso del “clientelismo político”… 49
rante 2009-2012. Por otra parte, en monetaria, pero de la versión que em-
2012 ganó el Partido Revolucionario plea bienes no monetarios sí tengo
Institucional (pri) en alianza con el etnografía de un caso, misma que in-
Partido Verde. cluyo en este texto.
Sin embargo, como se va a demos- Las dos prácticas pretenden obte-
trar en este artículo la etnografía, la ner votos a cambio de incentivos mate-
victoria del pri nada tenía que ver con riales, pero el procedimiento de una y
preferencias ideológicas en el electora- otra es totalmente diferente. Una prác-
do ni con programas o promesas de los tica se considera legítima, la otra no, lo
partidos, sino que se produjo a raíz de cual difícilmente percibe la investiga-
las exitosas prácticas clientelares del dora sin antes realizar trabajo de cam-
candidato ganador, quien se había po etnográfico. A fin de brindar una
cambiado de partido, del prd al pri. visión condensada de las similitudes y
diferencias entre las dos prácticas, to-
¿UN CONCEPTO O DOS? dos los elementos que he acopiado al
respecto pueden verse en el cuadro 2.
En el artículo sobre el clientelismo polí- Este ejercicio me hizo notar que es
tico en Acopilco (Hagene, 2015) mi et- de suma importancia la perspectiva
nografía demostró que lo que llamamos desde la cual se contempla el proceso de
clientelismo político, entre la gente no intercambio de bienes por votos: una es
tenía ningún término específico, sino la perspectiva de quien quiere obtener
que suele llamarse “labor social” o “ayu- votos, otra es la del votante. ¿Cuál será
da”, lo cual resulta totalmente legítimo la perspectiva de la investigadora?
y abierto. Las actividades clientelares Jackson (1996) sugiere que hay inves-
se desarrollaban en redes sociales para tigadores que adoptan “the godlike
resolver problemas, en interacción con perspective of science”, o sea, el objetivo
el candidato. En cambio, la compra de visto desde ningún lugar. Obviamente
votos sí era motivo de comentarios en- es imposible contemplar desde ningún
tre la población, que emplea ese tér lugar, pues incluso el investigador ha
mino con un significado claramente de colocarse en algún punto, o mejor, en
peyorativo. Se considera una práctica varios puntos, lo que llamamos inter-
ilegítima, que incluso merma la digni- subjetividad (Jackson 1996: 23).
dad de las personas: “Qué barato se En mis discusiones sobre estas
vende la dignidad de un pueblo”.2 Sin prácticas me he encontrado con la po-
embargo, nunca llegué a presenciar tal sición de que “no es válido elaborar un
compra, ya que nadie admite haber in- concepto a partir de una distinción he-
currido en ella ni se llevaba a cabo en cha por los propios sujetos”, tal como se
público. De hecho, no me consta que se hace con los conceptos émicos. Los
practique en el pueblo en su versión conceptos éticos, por su parte, operan
desde “ningún lugar” sin explicitar la
2
Entrevista con operadora política, 1 de ju- perspectiva desde donde analizan su
lio, 2012. temática. Mi posición es que los con-
Debatiendo conceptos con metodología etnográfica: el caso del “clientelismo político”… 51
forma parte integral de mis prácticas mayor procedente del norte de Europa,
de campo. Por tanto, no afirmo haber no tengo familia en la localidad de es-
llegado inocente y sin conocimientos tudio, domino el idioma relativamente
previos al pueblo; sobre todo fue un bien, y he adquirido una diversidad de
proceso interactivo entre lo que apren- rasgos culturales al cabo de dos déca-
dí de las lecturas, el reconocimiento en das de experiencia de campo en México
la vida cotidiana de lo que había leído, y Centroamérica. De formación soy
las observaciones que incorporaba en historiadora y he podido cumplir una
mis notas de campo, y los conceptos y amplia gama de experiencias laborales
las narrativas que luego se producen a en varias partes del mundo. Asimismo,
lo largo de varios periodos investigati- es preciso rendir cuenta de los datos
vos de esta índole. concretos que dieron lugar a las inter-
La serendipia (Rivoal y Salazar, pretaciones que se presentan en este
2013) tal vez no es tan casual, sino más texto.
bien producto del encuentro de todos Según Bryman (2004: 291) la obser-
estos insumos en el cuerpo de la inves- vación participante concierne a “el
tigadora, que es quien los ingiere y di- involucramiento extendido del investi-
giere. La investigación de esta manera gador en la vida social de las personas a
implica encuentros con los sujetos “en quienes estudia”. Esto constituye una
su realidad corporal, en su existencia inmersión que, según Schatz (2009:
concreta, en sus tiempos y espacios” 14), genera conocimiento y compren-
(Burawoy, 1991: 291, trad. autora) y se sión. En mis periodos de trabajo de
realiza como un proceso a la vez men- campo hice observación participante
tal y corporal, una experiencia de ín en combinación con conversación in-
dole personal por la que es posible formal, entrevistas semiestructuradas,
percibir en alguna medida las expe- relatos de vida, escrutinio de datos
riencias de los sujetos de la investiga- electorales y revisión de archivos pú-
ción. Las percepciones son las de la blicos y privados, combinación que ha
investigadora, a través de cuya expe- probado ser un acercamiento fértil al
riencia, conocimiento y enfoques socio- tema.
culturales se procesa la información. En la literatura sobre el clientelis-
Por consiguiente, si bien este ejercicio mo político en México tenemos varios
no es de la misma índole que registrar ejemplos de estudios basados en méto-
la temperatura en un termómetro, dos etnográficos, como por ejemplo,
tampoco es ficción; más bien se trata Adler Lomnitz (1994), González de
de un conocimiento fenomenológico. la Fuente (2007) y Tosoni (2007). De
Si bien el texto de la investigación la misma forma, en los estudios de esta
no versa sobre la investigadora, es un práctica ha sido más común usar mé-
reto dar a conocer lo necesario para todos como encuestas (Stokes et al.,
que el lector pueda evaluar el resulta- 2013), entrevistas estructuradas
do de tal procesamiento. Cabe mencio- (Schedler, 2004), análisis de gastos pú-
nar aquí que soy una mujer bastante blicos (Magaloni et al., 2007), análisis
Debatiendo conceptos con metodología etnográfica: el caso del “clientelismo político”… 53
que privilegia “el conocimiento por se usa. En el caso del clientelismo polí-
el que la gente vive, más que por el que tico, una de las preguntas intrigantes
los intelectuales de Occidente le dan que surge actualmente en la literatura
sentido a la vida” (Jackson, 1996: 4, (véase, p. ej., Fox, 2012: 208) es la ra-
trad. autora). La fenomenología, o sea, zón por la cual tal práctica persiste en
el estudio científico de la experiencia, muchos países a pesar de la competen-
coloca las dos formas de conocimiento cia electoral y el voto secreto, y, tal vez,
en el mismo nivel, y en este estudio añadiendo, a pesar de cierta elevación
hago uso de las dos tradiciones. Mi in- en el nivel de vida. Contestar la pre-
volucramiento a largo plazo en la vida gunta requiere contemplarla desde la
de los pobladores contribuyó a mi com- perspectiva de los clientes, enfatizando
prensión de sus experiencias y de su lo que para ellos da sentido. Esto im-
forma de darles sentido. Mis conceptos plica conceptos émicos, formulados a
y hallazgos son el resultado de que los partir de los datos recogidos entre los
pobladores me permitieron participar clientes (teoría fundamentada). Co-
en muchas de sus actividades, conocer mento de paso que no significa que
sus evaluaciones y entablar conversa- toda investigación tiene que usar
ciones, lo que significa colaborar en los metodología etnográfica, sino que por
términos de Marcus (2008) y Burawoy lo menos la definición de los conceptos
(1991: 291). debe servirse de este abordaje.
Hilgers (2011: 572), por su parte, se
ALGUNOS APUNTES TEÓRICOS preocupa por el “estiramiento” o la fle-
xibilidad excesiva del concepto “clien-
En este apartado voy a explorar la du- telismo político” en buena parte de la
pla de conceptos émico/ético, el asunto literatura sobre el fenómeno. Esta au-
de los niveles de abstracción de un con- tora mantiene que así se produce una
cepto y la pregunta de qué viene pri- pérdida de significado y fuerza analíti-
mero, el concepto o la investigación. ca del concepto. Remite a Sartori y su
Una posición en la politología no recomendación de utilizar una catego-
acepta que las percepciones de los su- ría primaria para los niveles altos de
jetos estudiados influyan en la forma- abstracción, con categorías secunda-
ción de conceptos; para esa posición, rias que añaden más elementos que
los conceptos ante todo precisan tener están presentes en casos particulares.
sentido en la comunidad de científicos, Sartori plantea que los conceptos en
más que en la comunidad de los suje- el nivel más alto son universales, a ni-
tos investigados. Conforme a la tradi- vel mediano son generales, mientras
ción estadounidense en ciencia política en el nivel más bajo se sacrifica la ex-
(Schatz, 2009: 20n1), el ideal es el con- tensión por la precisión de la connota-
cepto ético (Lett, 1990: 130). Este punto ción, de los sentidos y de los atributos
de vista puede también tener méritos, que definen la categoría (1970: 1039-
dependiendo de la investigación que se 1041). Encuentro que el clientelismo
lleva acabo y de la metodología que político pertenece al nivel de abstrac-
Debatiendo conceptos con metodología etnográfica: el caso del “clientelismo político”… 55
ción baja, que se caracteriza por tér sofisticación computarizada”. Eso indi-
minos observables, muchas veces ca que el concepto tiene que preceder a
contextuales, que se prestan a prueba los datos. En cambio, según la teoría
empírica. Retomando los datos de mi fundamentada, los conceptos deben
propia investigación sobre clientelismo crearse desde los datos. Siguiendo a
político, me parece evidente que el con- Glaser (2002: 4), formular “un concepto
cepto pierde en connotación, y por lo quiere decir nombrar un patrón social
tanto en poder analítico, si incluimos que está emergiendo de los datos de la
aquello que no es legítimo, no es afecti- investigación”.
vo, no es abierto, no es de larga dura- ¿Qué hacer ante semejante dilema?
ción, no es personal, no opera con En las investigaciones cuantitativas
obligación moral y tampoco se aplica no se puede cambiar de preguntas o de
en redes (esto es, la compra de votos, conceptos a lo largo del proceso de in-
véase cuadro 2). vestigación, mientras que con la me
Estudiosos del campo de la teoría todología etnográfica eso no sólo es
fundamentada, como por ejemplo Cor- permisible, sino aconsejable. Si uno
bin y Strauss, coinciden con Sartori se percata durante el proceso de inves-
sobre la importancia de operar con tigación de que el clientelismo político
conceptos de diferentes niveles de abs- y la compra de votos, lejos de tratarse
tracción (2008: 160). Sin embargo, de lo mismo son, desde la perspectiva de
mantienen que “todo concepto, inde- los votantes, dos procesos diferentes,
pendientemente del nivel, tiene que ese aprendizaje hay que aplicarlo y
emanar de los datos”. Observo que los tratarlo como uno de los hallazgos de
datos concretos y detallados produci- la investigación. En mi caso, son preci-
dos en un trabajo de campo etnográfico samente mis datos etnográficos los que
hacen posible las categorizaciones que me exigen insistir en la separación de
he utilizado en el cuadro 2, las que for- los conceptos “clientelismo político” y
man parte del ejercicio de construir el “compra de votos”.
concepto de clientelismo político fun- Notamos que las diferencias en ma-
damentado en categorías observables teria de disciplinas, nociones del cono-
en niveles de abstracción bajos. cimiento y acercamientos teóricos y
¿Qué viene primero, la gallina o el metodológicos son el núcleo de la con-
huevo, el concepto o la investigación? troversia sobre estos conceptos.
Según Sartori (1970: 1033, trad. auto-
ra), los conceptos tienen la doble fun- ETNOGRAFÍA DEL CASO
ción de ser parte de un sistema teórico
y ser instrumentos para la recolección En esta sección voy a presentar etno-
de datos. La formación de conceptos grafía de una red clientelar en Acopilco
tiene que anteceder a la cuantificación, 2006-2012, y de un incidente de com-
un problema que no se resuelve cam- pra de votos con bienes no monetarios
biando de “preguntas del tipo ¿qué es? en la campaña electoral de 2006 en el
a ¿qué tanto es?”, ni con “estadística y mismo pueblo originario.
56 Turid Hagene
el candidato del pri para jefe delegacio- parece probable que su popularidad
nal al parecer logró comprar alrededor obedeciese a las donaciones generosas
de 1 000 votos. La práctica difería de la del candidato anterior. La compra exi-
red clientelar: no involucraba relacio- tosa de votos, por otra parte, no implicó
nes personales ni redes funcionando a ganar la elección. Los 2 172 votos obte-
lo largo del tiempo. Aun así, esta prácti- nidos sólo representaban 23% de los
ca tampoco es exactamente idéntica a votos, comparados con 43% del ganador
la compra de votos monetaria, ya que Partido de la Revolución Democrática.
incluye algunos pasos que personalizan Pareciera entonces que muchas
la transacción y van más allá de un personas en el pueblo se sienten obli-
único evento (véase el cuadro 2). gadas a reciprocar con su voto este tipo
Durante mis caminatas por el pue- de dádivas, por lo menos cuando la dá-
blo noté que a la entrada de muchas diva es sustancial, incluso cuando se
casas había sobre la acera cúmulos de trata de una transacción momentánea
materiales de construcción (grava y en la que no median las relaciones per-
cemento). Pregunté a varias personas sonales ni el calor de una red dedicada
qué significaba eso y me dijeron que a resolver problemas. Sin embargo, las
eran dádivas de parte del candidato personas no admiten que esa transac-
del pri a jefe delegacional. Él los repar- ción haya ocurrido, y si no hay más
tía a petición; la gente podía acudir a remedio (habida cuenta de que los ma-
su oficina y solicitar los materiales, lle- teriales de construcción se ven acumu-
nando un formato con su nombre y di- lados justo a la entrada de sus casas),
rección. Ese candidato obtuvo 2 172 todavía pueden refugiarse en el argu-
votos, lo cual representa 1 558 votos mento de que el voto es secreto: “Toma
más que los 614 obtenidos por su pre- todos los beneficios que puedas, luego
decesor en 2003. Si comparamos los vota por quien tú quieras”, según reza
votos obtenidos por el pri en Acopilco el dicho popular. Aun así, mi lectura de
en las elecciones para jefe delegacional las estadísticas electorales indica que
en 2006 (2 172) con el número de votos mucha gente reciprocó las dádivas con
para el candidato presidencial el mis- su voto. Para algunos, la razón pudo
mo año (1 078), encontramos 1 094 vo- haber sido que sospechaban que esta-
tos más para el jefe delegacional ban siendo monitoreados; algunos ex-
(véase cuadro 1). No puedo comprobar presaron directamente desconfiar del
que el reparto de materiales de cons- carácter secreto del voto: “No sé cómo,
trucción realmente haya comprado pero creo que sí lo pueden descubrir”,
más de 1 000 votos para la alianza pri/ refiriéndose a su votación.6 Para otros,
Verde, pero los resultados son compati- sus motivos podían tener un sentido de
bles con un alegato de esa índole. obligación moral. Me refiero aquí a los
Por supuesto, los candidatos del pri regalos sustanciales no monetarios,
en 2003 y 2006 no eran las mismas
personas, así que podía tratarse de la 6
Entrevista con ama de casa de la localidad,
aceptación del candidato; sin embargo, 18 de julio, 2012.
60 Turid Hagene
Meta Bienes por votos Bienes por votos Bienes por votos
Relación asimétrica Sí Sí Sí
Duración Plazo largo (1 año Pocos días o Una sola vez
4 meses) semanas
Temporización Más de 1 año antes Pocas semanas Pocos días antes
relativa a elecciones antes
Red Para resolver problemas No No
Incrustada en prácticas
comunitarias
Actividades sociales, Sí No No
convivios
Existe término local No Sí Sí
Objeto de rumores No Poco Sí
Afectivo Sí No No
Colectivo/individual Colectivo Individual Individual
Abierto/encubierto Abierto Semiabierto Encubierto
Visible Negado
Personal/impersonal Personal Semipersonal Impersonal
Grado de legitimidad Alto Bajo Ninguno
Tipo de obligación Moral Mercantil Mercantil
Forma de monitoreo Convivio de carnitas Desconocido Desconocido
Fuente: Elaboración propia basada en material etnográfico propio.
otro texto (Hagene, 2015: 151) exploro tiene similitud con ningún aspecto de-
más a fondo algunos ejemplos de prác- mocrático. Esa reflexión nos lleva de
ticas que sería necesario erradicar, por nuevo a la formación de conceptos.
ejemplo, la de distribuir empleos públi- Veamos entonces lo que sucede con
cos como recompensa por lealtad polí- la construcción de conceptos. Realizar
tica o por servicios prestados como observación participante en una comu-
operador político. nidad permite el acceso a las minucias
El hecho de estudiar un fenómeno de las prácticas, como están plasma-
con metodología etnográfica permite co das en el cuadro 2. Con esta informa-
nocer la visión que los sujetos tienen ción es posible construir conceptos que
de la práctica en cuestión. En el caso del toman en cuenta este conocimiento vi-
clientelismo político, como investigado- vencial, fenomenológico. Si bien un
ra noruega que soy, mi mundo y expe- concepto se puede construir al azar.
riencia de clientelismo difieren Pero, regresando a donde empezamos,
enormemente de las que observo en la recordemos las advertencias de Sarto-
comunidad que estudio. La metodolo- ri (1970: 1033), de que los conceptos
gía que he usado me permite percibir mal construidos inevitablemente lle-
tales diferencias, reflexionar sobre las van a recolección errónea de datos, lo
diferentes perspectivas, y así evitar la cual no se puede corregir ni con los más
conflación entre la visión local y mi avanzados sistemas y recursos de la
propia perspectiva. La metodología me estadística y la computarización. Ba-
permite asimismo percatarme de la sándome en lo que aquí expongo, quie-
diferencia entre la práctica clientelar y ro subrayar la enorme importancia de
las normas del ideal democrático. La que los conceptos reflejen las nociones
observación participante ofrece la de los actores estudiados. De no ser así,
ventaja de descubrir y describir estas los datos recolectados no nos pueden
diferencias, las que muchas veces sola- ayudar a comprender sus prácticas.
mente están implícitas (si no es que Mi contribución con este texto, pues,
negadas) en los textos sobre prácticas concierne a dos aspectos, el de la meto-
políticas. Comúnmente, en los estudios dología etnográfica en términos genera-
sobre la democracia se toma por un he- les y el del caso presentado, mi estudio
cho asentado cuáles son las prácticas sobre clientelismo político y compra de
democráticas y cuáles no. En el caso votos. Veamos primero el caso utilizado
aquí estudiado, se podría decir que la en este texto. He aportado una exposi-
práctica de la red clientelar tiene un ción detallada de cómo y por qué el
resultado intencionado por la demo- clientelismo político y la compra de vo-
cracia —la distribución de los benefi- tos son diferentes, y por qué esa distin-
cios públicos a quienes califican para ción es importante. Así se abre una
ello—, mientras que el pagar el benefi- nueva forma de ver las prácticas aquí
cio con el voto obviamente no constitu- estudiadas. Sería de gran interés que se
ye un comportamiento democrático. realizaran estudios etnográficos de es-
De esta manera, la compra de votos no tos fenómenos en otras localidades para
68 Turid Hagene
explorar, por ejemplo, cuáles son los va”, Perfiles Latinoamericanos, núm.
parámetros que producen similitudes 20, pp. 33-52.
y diferencias respecto de mi caso. En Auyero, Javier, Pablo Lapegna y Fernanda
este contexto, una investigación cierta- Page Poma (2009), “Patronage Politics
mente debería abordar también la for- and Contentious Collective Action: A
ma en que el Estado funciona y se Recursive Relationship”, Latin Ameri-
relaciona con los ciudadanos en el ám- can Politics and Society, vol. 51, núm. 3,
bito local. pp. 1-31.
En cuanto a la contribución meto- Auyero, Javier (2011), “Relaciones, cada
dológica, quisiera destacar las aporta- día”, Desacatos, núm. 36, pp. 107-110.
ciones concretas de acciones realizadas _____ (2014), “Lessons Learned While Stu-
para conseguir un entendimiento que dying Clientelist Politics in the Gray
permita interpretar lo observado, y el Zone”, en Diego Abente Brun y Larry
aspecto fenomenológico, la experiencia Diamond (eds.), Clientelism, Social Poli-
vivida, que es un prerrequisito de tal cy, and the Quality of Democracy, Balti-
comprensión. Espero de esta manera more, Johns Hopkins University Press,
abrir un debate acerca de las diferen- pp. 114-129.
tes formas de concebir y hacer ciencia, Bolton, Sharon C. (2011), “The Idea of Mo-
y el poder que reside en la etnografía ral Economy”, en línea [http://www.wor-
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Debatiendo conceptos con metodología etnográfica: el caso del “clientelismo político”… 71
Resumen: con este artículo se intenta contribuir a los debates que han comenzado a descentrar el
estudio del Estado y sus procesos políticos, con el objetivo de establecer una propuesta metodoló-
gica que describa con mayor densidad las prácticas políticas de los actores en su interacción con
las estructuras gubernamentales y partidarias, se plantea repensar las estrategias de investi
gación de los procesos políticos contemporáneos, con el propósito de poder delimitar con mayor
precisión los ámbitos de condensación de las relaciones políticas en donde se desarrolla el trabajo
de campo. En el texto se destaca el potencial de algunas técnicas cuantitativas para delimitar al-
gunos divisaderos de observación etnográfica que me han permitido profundizar en el estudio de
los procesos políticos contemporáneos de la ciudad de México.
Palabras clave: metodologías mixtas, etnografía política, procesos políticos contemporáneos,
antropología del Estado.
Abstract: This article is an attempt at contributing to debates which have begun about the study of
the State and its political processes, with the objective of establishing a methodological proposal to
make more in-depth descriptions of the political practices of the actors in their interaction with
government structures and parties. It ponders rethinking research strategies of contemporary
political processes in order to delineate with greater precision the spheres of condensation of po-
litical relations in which fieldwork takes place. The text highlights the potential of quantitative
techniques for delineating some points of view for ethnographic observation which have allowed
me to carry out more in-depth studies of the contemporary political processes in Mexico City.
Keywords: mixed methodologies, political ethnography, contemporary political processes, an-
thropology of the State.
INTRODUCCIÓN
E
*Posdoctorante en el Centro de Estudios So-
l presente artículo intenta con- ciológicos de El Colegio de México. Profesor in-
tribuir a los debates realizados vestigador de la Universidad de Guanajuato.
Línea principal de investigación: El análisis de
por antropólogos, sociólogos e la cultura política, Gobernabilidad urbana, La
historiadores que han comenzado a lucha por el derecho a la ciudadanía. Correo elec-
descentrar el estudio del Estado (Shar- trónico: emanuelrodriguezdominguez@gmail.
ma y Gupta, 2007; Trouillot, 2001; Nuij com. Agradezco a la doctora Liliana Rivera inves-
tigadora del ces-Colmex, como a los dictaminado-
ten, 2003; Joshep y Nugent, 2002), con res anónimos, sus comentarios a la primera
el objetivo de establecer una propuesta versión de este texto, que enriquecieron las re-
metodológica que permita describir con flexiones de esta versión final.
73
74 Emanuel Rodríguez Domínguez
mayor densidad las prácticas políticas de los sujetos. Para lograr este fin no
de los actores en su interacción con las basta con subrayar el potencial que
estructuras gubernamentales y parti- puede tener la descripción etnográfica
darias, sin omitir la influencia de los densa de las relaciones políticas entre
constreñimientos estructurales que im- diversos actores, al ser un enfoque de
pone el andamiaje institucional estatal investigación que nos permite “com-
al instrumentarse en la vida cotidiana prender los fenómenos sociales desde
de los sujetos sociales. Un enfoque de la perspectiva de sus miembros (enten-
este tipo intenta complementar la he- didos como ‘actores’, ‘agentes’, o ‘sujetos
rencia weberiana que pondera el análi- sociales’)” (Guber, 2011:16). También
sis institucional del Estado, mediante conviene destacar la imperiosa necesi-
la revaloración del estudio etnográfico dad de cruzar fronteras disciplinarias a
de las prácticas políticas vinculadas a nivel metodológico (y desde luego teóri-
los mecanismos de dominación, autori- co) para trascender los límites que se-
dad y gobierno. En otras palabras, se paran lo cualitativo de lo cuantitativo.
propone un estudio integral de lo po Precisamente, en las siguientes líneas
lítico que abarque: a) los efectos de utilizaré algunas técnicas cuantitati-
rivados de la constitución de campos vas para delimitar algunos divisaderos
significativos —la cultura—; b) las ca- de observación etnográfica que permi-
racterísticas particulares de las dispu- tan profundizar en el estudio cotidiano
tas, conflictos y negociaciones —la de la instrumentalización del Estado
acción—; c) los beneficios que adquie- en los espacios delegacionales de la ciu-
ren los actores políticos al implementar dad de México.
determinadas prácticas —la intencio-
nalidad–, y d) la porosidad de un sis DESCENTRANDO EL ESTUDIO
tema político o estructura de poder ANTROPOLÓGICO DEL ESTADO:
particular —el contexto. ANÁLISIS MULTIESCALAR
El replanteamiento del estudio del MEDIANTE TÉCNICAS
Estado en sus formas cotidianas, el tri- CUANTITATIVAS Y CUALITATIVAS
nomio cultura/contexto/acción, implica
repensar las estrategias de investiga- Actualmente, en un entorno caracteri-
ción de los procesos sociopolíticos con- zado por la globalización, los escena-
temporáneos, con el propósito de poder rios sociopolíticos muestran una gran
delimitar con mayor precisión los ám- fragmentación, pues ya no se encuen-
bitos de condensación de las relaciones tran delimitados a la continuidad sis-
políticas en donde se desarrollará el témica de un régimen nacional que
trabajo de campo; es decir, de aquellos acaparaba el poder estatal, sino que se
espacios de interacción entre gober- hallan interferidos por los múltiples
nantes y gobernados que permitan ha- sentidos que pueden tomar las prácti-
cer una antropología en los lugares de cas cotidianas de los actores sociales en
lo político, para entender las dinámi- su cotidiano cuestionamiento o repro-
cas microsociales que explican la vida ducción de los sentidos impuestos por
La delimitación cuantitativa de divisaderos de observación etnográfica… 75
medir las múltiples escalas de desplaza- logía como ciencia social, pues figuras
miento de los procesos sociopolíticos como Mauss, Tylor, Rivers, Boas, Rad-
contemporáneos. Sin embargo, todavía cliffe-Brown y Malinowsky mantuvie-
siguen presentado algunos claroscuros ron una estrecha comunicación entre
al momento de buscar un análisis inte- su práctica antropológica y los recursos
gral que logre enmarcar los datos obte- teórico-metodológicos que podían obte-
nidos mediante el trabajo de campo en ner de disciplinas como la filosofía, las
un contexto estadístico mayor. En otras matemáticas, la sociología, la geografía,
palabras, el trabajo etnográfico de la la ecología, entre otras (Mora, 2010).
instrumentalización del Estado no ha Fue a mediados del siglo xx cuando
logrado oscilar en un continuum entre se exacerbó la visión dicotómica entre
el “adentro” y “afuera” de los sucesos po- los enfoques cualitativos (vinculados
líticos emergentes, al atrapar empática- con la fenomenología y los modelos
mente el sentido de los eventos y gestos simbólico-interpretativos) y los enfo-
específicos de los actores, al mismo ques cuantitativos (asociados a la vi-
tiempo que sitúa esos significados en sión neopositivista-normativa del
contextos más amplios (Clifford, 1992: método científico). De forma tal que la
152). Ello se debe en parte al bajo nivel investigación en ciencias sociales se
de colaboración y diálogo metodológico vio polarizada entre dos enfoques de
que ha promovido la antropología con aproximación a los sucesos sociopolí
otras disciplinas sociales, pues es más ticos considerados no sólo incompati-
común que sociólogos, politólogos, geó- bles, sino en confrontación irresoluble.
grafos y otros profesionales afines al es- En esta pugna, como apunta Apud
tudio de lo social hagan trabajo de (2013), las críticas de los cuantitativos
campo; a que los antropólogos utilice- hacia sus contrapartes versaban sobre
mos las inferencias estadísticas en falta de rigurosidad científica, su inca-
nuestras investigaciones. pacidad de establecer metodologías
Los límites analíticos anteriormente confiables y válidas, y el reclamo de
expuestos nos invitan a repensar el tra- sus imposturas “pseudocientíficas”.
bajo etnográfico en el marco de los pro- Todo ello relegó a los enfoques cuan
cesos sociopolíticos contemporáneos, titativos en el diseño de una investi
con miras a escapar de algunas cons- gación etnográfica, pues los datos
tricciones metodológicas propias de in- estadísticos (regularmente tomados
vestigaciones ancladas en escenarios del último censo de población) sólo
unilocales, para incursionar en la po eran usados para contextualizar de-
sibilidad de realizar una etnografía mográficamente el lugar de estudio,
multiescalar, reflexiva y en diálogo in- sin profundizar más en su relación con
terdisciplinario. Paradójicamente, la la recopilación y descripción de las ob-
pluralidad de técnicas y la interdis servaciones del investigador durante
ciplinariedad en el trabajo de campo el trabajo de campo (Savage, 2009).
fueron características presentes en los Si bien la pertinencia del método de-
orígenes y consolidación de la antropo- pende de los objetivos particulares de
La delimitación cuantitativa de divisaderos de observación etnográfica… 77
Fuente: Mapa elaborado en el Centro de Geografía Digital de El Colegio de México con base en información
de Evalua-DF para el año 2010.
La delimitación cuantitativa de divisaderos de observación etnográfica… 81
Fuente: Mapa elaborado en el Centro de Geografía Digital de El Colegio de México con base en información
del iedf para las elecciones de 2003 a 2012 y de Evalúa-DF para políticas sociales delegacionales.
82 Emanuel Rodríguez Domínguez
15-014-1 Cuauhtémoc 80 13 93
15-019-1 Hipódromo 31 7 38
15-020-1 Hipódromo Condesa 10 0 10
15-021-1 Juárez 268 45 313
15-028-1 Roma Norte Oriente 452 64 516
15-028-2 Roma Norte Poniente 177 17 194
15-029-1 Roma Sur 408 38 446
ciarios de los programas sociales que el objetivo de tener una idea de la densi-
otorgó la delegación en el año 2010 (véa- dad de las redes políticas construidas
se la tabla 1), marcados en círculos rojos mediante los usos electorales del gasto
de diversos tamaños, entre los que des- social y las acciones de gobierno focali-
tacan la presencia de personas de la zadas en ciertas poblaciones antes de
tercera edad y madres de familia,6 con realizar el trabajo de campo.
El ensamblaje cuantitativo de las
áreas socioeconómicas, las tendencias
Los programas sociales que atienden a es-
6
bleas informativas, pues en esta zona mas como indica la ley”.11 No obstante,
residen pocos beneficiarios de los pro- la presión ejercida es poco eficaz, pues
gramas sociales por estar habitada generalmente los funcionarios delega-
principalmente por sectores de clase cionales esquivan o condicionan las
media alta. De ahí que en colonias exigencias de gestión a las limitacio-
como Condesa (con 69 beneficiarios) y nes financieras y administrativas de
Cuauhtémoc (con 93) sólo se realiza los gobiernos locales. En consecuen
una asamblea informativa. Asimismo, cia, las demandas ciudadanas de los
en lugares donde el padrón de benefi- habitantes de esta franja se subordi-
ciarios es mínimo, como las colonias nan tanto a la lógica burocrática de las
Hipódromo (con 38) e Hipódromo Con- oficinas gubernamentales, al indicar-
desa (con 10) no se efectúan este tipo les que “una vez que presenten su trá-
de reuniones. Las escasas asambleas mite en las instancias adecuadas, éste
efectuadas en la franja surponiente podrá ser resuelto”, como a la carencia
muestran que las prácticas políticas de de recursos en la administración dele-
los habitantes de dicha zona están ma- gacional, como afirmar que “no tene-
tizadas por valoraciones individuales, mos el presupuesto que habíamos
que no cruzan necesariamente por los solicitado y éste nos fue proporcionado
canales de la intermediación política o hasta hace poco, por eso empezamos
por la integración de redes político-te- tarde los programas. Además no tene-
rritoriales vinculadas a las facciones mos las facultades de un municipio”.12
partidarias que se disputan la dele Las trabas burocrático-administrati-
gación. vas que complican una gestión guber-
En la dinámica de las reuniones in- namental fomentan un imaginario que
formativas del corredor Roma-Conde- desalienta la participación en la esfera
sa es común encontrar momentos de pública, al buscar que las deficiencias
ruptura ya que, a diferencia de las en los servicios y obras delegacionales
asambleas realizadas con beneficiarios sean resueltas por la propia ciudada-
en otras zonas de la demarcación, en nía (Redko, Rapp y Carlson, 2006).
estos performances los funcionarios Las asambleas informativas obser-
han sido cuestionados por los asisten- vadas en los divisaderos etnográficos
tes. Los reclamos vecinales tienen donde el prd tiene una preferencia
como propósito exponer públicamente electoral alta (regularmente asenta-
sus demandas y necesidades de ges- das en el corredor central y en la franja
tión: “Ustedes [las autoridades] están
para servir a la comunidad, y propor- 11
Testimonios recopilados en trabajo de
cionarnos obras y servicios es su obli- campo durante las asambleas de participación
gación”; en otros casos los vecinos ciudadana realizadas en los meses de mayo y
increparon a las autoridades cuando junio del 2010.
12
Testimonios recopilados en trabajo de
les indican: “No les venimos a pedir campo durante las asambleas de participación
ningún favor, nada más venimos a exi- ciudadana realizadas en los meses de mayo y
gir que se apliquen las leyes y las nor- junio del 2010.
La delimitación cuantitativa de divisaderos de observación etnográfica… 89
grupo clientelar. Por medio de estas ticos delegacionales: los escapistas po-
prácticas políticas los integrantes de las líticos, quienes se caracterizan por
redes procuran negociar o intercambiar establecer relaciones políticas en las
la atención gubernamental por apoyo cuales es muy difícil saber quién enga-
de manera directa con los funcionarios ña a quién con el fin de sacar una ven-
públicos o los burócratas delegaciona- taja oportunista de la situación. Estos
les, sin que esto les impida buscar a nuevos actores principalmente se han
otros grupos político para cabildear al- manifestado en los divisaderos de ob-
gún otro recurso o apoyo, pues su inten- servación etnográfica en donde existe
ción es sacar ventaja y obtener mayores una fuerte disputa partidaria entre el
beneficios materiales y económicos de pri y el prd (véase el mapa 2), ubicadas
las oportunidades que surgen ante los en las colonias Morelos, Centro y Gue-
crecientes niveles de competencia polí- rrero. El comportamiento de los esca-
tica en la zona. Lo expuesto se expresa pistas políticos visibilizan un mayor
en el siguiente testimonio: grado de agencia ciudadana en las are-
nas políticas locales, pero ello no signi-
La gente no es tonta en esta colonia, fica que este tipo de actitudes sirvan de
ya hemos aprendido que, aunque ten- base para democratizar la gestión pú-
gamos los beneficios de los programas blica o los espacios participativos, pues
sociales, la forma de reclamarles a los entre estos actores prevalecen formas
políticos cuando andan fallando es ir de organización individualizadas y
a buscar a otro líder y ver qué nos fragmentadas que no llegan a consoli-
ofrece para votar por su partido. Por dar proyectos colectivos.
eso [en las pasadas elecciones] no ga-
naron en esta colonia, porque no A MANERA DE CIERRE: HACIA UN
atendieron nuestras demandas y ya ENSAMBLAJE DE LA ETNOGRAFÍA
no vamos a perder el tiempo en ir a MULTIESCALAR
reclamar y meter oficios a la delega-
ción, para esperar y al final no nos re- En el presente documento se han en-
suelvan nada. La cosa es fácil, ellos samblado elementos metodológicos
[las autoridades delegacionales] sa- cuantitativos y cualitativos, con el ob-
ben que si nos cumplen, nosotros los jetivo de obtener una explicación inte-
apoyamos, sino nos vamos con otro, gral de las relaciones políticas
así hasta en una de esas agarramos derivadas de la instrumentalización
los apoyos de todos lados.19 del Estado en un enclave local de la
ciudad de México. El trabajo etnográfi-
Este testimonio visibiliza la emergencia co se basó en una estrategia de investi-
de nuevos actores en los arreglos polí- gación multilocal (Marcus, 2001) y
multiescalar (Besserer y Oliver, 2014)
19
Testimonio recopilado en plática con ciu-
para abordar la dinámica política de
dadano en reunión vecinal realizada en marzo un espacio delegacional. En estos enfo-
de 2010. ques el trabajo antropológico sobre te-
La delimitación cuantitativa de divisaderos de observación etnográfica… 93
rreno está definido por el rastreo y del ámbito local y b) entrevistas a pro-
mapeo de las múltiples expresiones de fundidad a funcionarios públicos, líde-
un problema de investigación, que re- res políticos y vecinos solicitantes de
sulta ser contingente y fragmentado al bienes o servicios, entre otros, así como
momento de abordarlo. Por ello duran- diálogos casuales con participantes en
te el trabajo de campo en los divisade- los diferentes procesos estudiados. En
ros de observación etnográfica se cuanto a las estrategias cuantitativas,
estudiaron diversos procesos relacio- presentamos un análisis histórico-es-
nados con la cultura, la ciudadanía y el tadístico por conglomerados (clusters)
poder, en momentos, espacios geográfi- de resultados electorales para las elec-
cos y tiempos distintos, con el propósi- ciones locales de 2003 a 2012, vincu
to de obtener un panorama general de lando la información georreferenciada
la dinámica política de los enclaves lo- por secciones electorales y niveles de
cales de la ciudad de México. El asumir desarrollo socioeconómico, así como los
una estrategia de etnografía móvil en indicadores numéricos de la influencia
términos de espacio-tiempo, podría de las redes políticas en las distintas
suponer la pérdida de profundidad áreas político-culturales de la dele
asociada al análisis etnográfico con- gación.
vencional o unilocal. No obstante, para Asimismo, se asoció el análisis
otorgarle certeza a los procesos políti- cuantitativo con la información etno-
cos analizados, se empleó la saturación gráfica sobre ubicación, funcionamien-
etnográfica; esto es, que los datos obte- to y negociación entre redes políticas,
nidos mediante las técnicas y estra representantes gubernamentales y lí-
tegias de investigación de campo deres de facciones partidarias para
estuvieron confirmados por la redun- explicar tanto las prácticas políticas de
dancia, o mediante ejemplos discrimi- los actores en su interacción con las
nantes al confrontar información de estructuras gubernamentales y parti-
situaciones similares (Creswell, 2007). darias, como los constreñimientos es-
Para la construcción de los divisa- tructurales que impone el andamiaje
deros de observación etnográfica se institucional estatal al instrumentarse
ensamblaron técnicas cualitativas y en la vida cotidiana de los sujetos socia-
cuantitativas, seleccionándolas con les. Por la estrategia de investigación
base en su pertinencia para profundi- multilocal asumida, los resultados pre-
zar en los procesos políticos estudia- sentados no se basaron en un trabajo
dos. Entre las cualitativas pueden de campo de largo aliento sobre un solo
mencionarse: a) la observación sis proceso. Más bien, son la síntesis de
temática de zonas grises y del com una serie de “viñetas” obtenidas en pe-
portamiento político de los actores riodos de trabajo de campo escalona-
claves que en ellas se desenvuelven, dos en distintos espacios sociopolíticos
como es el caso de los funcionarios gu- y sobre diversos procesos, así como de
bernamentales, líderes partidarios e fuentes secundarias, que exploraron
integrantes de una organización social las múltiples conexiones entre ciu
94 Emanuel Rodríguez Domínguez
Abstract: A description of theoretical-methodological strategies which have been used to carry out
the ethnographic study of electoral processes as expressions of political-territorial dynamics ex-
pressed in Mexico City is presented. The article examines how clientelistic networks have been
organized and their relation to the representatives of party factions, especially of the prd. It shows
how the results of elections can be explained, especially in areas of the greatest poverty, based on
negotiations entered into by the leaders of urban organizations with intermediaries associated
with the predominant political party (prd) up to the year 2015 in the capital of the country.
Keywords: political networks, elections, alliances, Mexico City.
E
ste artículo presenta tanto la sultados obtenidos mediante la misma.
estrategia teórico-metodológica Particularmente sobre cómo una estra-
con base en la cual se ha reali- tegia etnográfica combinada con el aná-
zado investigación etnográfica para lisis cuantitativo ha permitido explicar
profundizar en la dinámica político- algunos mecanismos de dominación
gubernamental existente en la ciudad político-territorial mediante los cuales
de México, así como algunos de los re- el Partido de la Revolución Democrática
(prd) ha adquirido carácter predomi-
*Profesor investigador titular nivel “C” del nante a nivel subnacional. Se muestra
Departamento de Antropología de la Universi- cómo el análisis georreferenciado, com-
dad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapa- binado con el estudio de campo etno-
lapa. Línea principal de investigación:
Antropología política y urbana, Teoría antropo-
gráfico, es una estrategia poderosa
lógica y Procesos político-electorales. Correo para explicar la dinámica político-elec-
electrónico: htejera@gmail.com. toral en la capital del país, cuestión
99
100 Héctor Tejera Gaona
Transformaciones en la Cultura
Difusas y
aproblemáticas
Convicciones Delinean las
de fondo definiciones
generales de las Transformación o fortalecimiento de las relaciones políticas
situaciones en las
Interacción entre los planos
de la cultura que generan
cuales se ubican
percepciones
Cambios en
cambios en ella
políticas
frente al mundo
las
Valores
CULTURA significativos Establecen el campo
de acción de los
individuos
Se utiliza con el Discursos
propósito de
Asignación alcanzar objetivos
de Prácticas
significados Se expresa en el político-culturales
campo de las Representaciones o
relaciones políticas Performances
Objetivación
Prácticas político-culturales
• Enfatizan elementos
de la identidad
Discursos • Exageran los
sucesos históricos
• Producen metáforas
y metonimias
Intencionalidad Objetivación Transformación o Cambios en las
política cultural creación de los percepciones
significados políticas
Performances y • Actúan
representaciones • Representan
• Teatralizan
• Ritualizan
ciudadanas
1999 a 2003 y ciudadana en 2010 y 2011.
de 2010 a 2012. • Organización y realización de consultas
Representación y participación
y comités ciudadanos, y apoyo proselitista
de sus integrantes en las elecciones de
2012.
Ejercicio de –Políticas públicas en la • Disputas faccionales por controlar la Azcapotzalco,
gobierno ciudad de México población objetivo de programas sociales. Benito Juárez
(Gobierno del asociadas al gasto social. • Pugnas intragubernamentales entre Cuajimalpa
Distrito Federal –Gestión de demandas facciones para cooptar grupos vecinales y Cuauhtémoc
y delegaciones) ciudadanas por interme- organizaciones urbano-populares median- Gustavo A. Madero
2003 a 2006 y diarios partidarios o te la oferta de obras y servicios. Iztapalapa
de 2009 a 2012. gubernamentales. • Influencia gubernamental sobre las Venustiano Carran-
Manejo político del pre- votaciones en el presupuesto partici- za
107
Ejercicio de gobierno
supuesto participativo. pativo.
Tabla 1. Estructura metodológico-temática de la etnografía sobre los procesos político-culturales en la ciudad
108
de México (continuación)
Dimen- Temas Ámbitos de Procesos políticos Lugares de
siones del condensación investigación
ejercicio etnográfica
político
Formas de –Asambleas informati- • Performances de atención delegacional a Benito Juárez
“domesticación” vas, audiencias públicas, las demandas ciudadanas. Cuauhtémoc
y control de la jornadas de gestión • Contenido de la interacción entre Iztacalco
demanda ciuda- gubernamental y ciudadanos y funcionarios cuando se Iztapalapa
dana 2009- recorridos de jefes atienden demandas ciudadanas.
Ejercicio
2012. delegaciones por colonias • Contenido de la interacción entre
de gobierno
de su demarcación. funcionarios y beneficiarios de programas
sociales.
Procesos electorales
Proselitismo –Prácticas políticas y per- • Interacción entre ciudadanos, candidatos Benito Juárez
político duran- formances proselitistas y gobierno y sus efectos político-culturales Coyoacán
te las campa- empleados durante las durante las campañas a diputados locales, Cuajimalpa
ñas electorales campañas electorales. federales y jefes delegacionales. Cuauhtémoc
1997, 2000, Iztacalco
2006, 2009 y Iztapalapa
2012 Tláhuac
Héctor Tejera Gaona
Tlalpan
Tabla 1. Estructura metodológico-temática de la etnografía sobre los procesos político-culturales en la ciudad
de México (continuación)
Dimen- Temas Ámbitos de Procesos políticos Lugares de
siones del condensación investigación
ejercicio etnográfica
político
Comportamien- –Funcionamiento de las • Participación de redes en mítines y Cuajimalpa
to electoral y redes políticas durante proselitismo político en 2012. Cuauhtémoc
distribución los procesos electorales. • Intermediación de líderes políticos en la Iztapalapa
geográfica del formación y consolidación de clientelas Tlalpan
poder local en electorales en 2012.
2012. • Comportamiento electoral de los inte-
Procesos electorales
•
Campos de dominación y ámbitos de condensación…
popular. partidarias.
Fuente: Elaboración propia.
109
110 Héctor Tejera Gaona
con base en propuestas de diversos au- tal (fotos, panfletos, encuestas, pro
tores. Se han buscado estructuras, paganda de muy diversa índole) y
ideas y conflictos en lugares distintos, o realizado consulta hemerográfica y de
acompañado a diversos actores po portales de internet (blogs y redes so-
líticos y reflexionado con ellos ante si- ciales virtuales). Incluso, en 2009 se ha
tuaciones diferentes; se ha comparado seguido por internet a un candidato pa-
el funcionamiento de estructuras y el nista a jefe delegacional que hacía gra-
comportamiento de personas en con- bar sus recorridos proselitistas en la
textos diferentes; confrontando ideas delegación Miguel Hidalgo —el deno-
generales en situaciones particulares, minado “Big Sodi”—, y se ha comproba-
pero sustancialmente se han buscado do que esta especie de video-etnografía
ámbitos de condensación política, ya proporciona resultados poco útiles para
que en ellos el conflicto se hace evidente. el estudio etnográfico, aun cuando no
Cabe precisar que no realizamos etno- deja de ser un intento interesante y no-
grafía multisituada en o sobre el Siste- vedoso de un candidato por trascender
ma Mundo (Marcus, 2001), sino sobre los límites electorales que implican los
procesos de carácter político los cuales, tradicionales recorridos a pie, el toque
por su naturaleza, son multidimensio- de puertas y las reuniones con vecinos.
nales, se suscitan en diferentes campos, Se ha buscado la saturación etno-
se expresan en ámbitos de condensa- gráfica para determinar procesos es-
ción diferentes, se encuentran interre- tructurales, y diferenciarlos de lo
lacionados unos con otros, y pocas veces contingente. Con ese propósito, los da-
presentan una ubicación geográfica tos obtenidos mediante alguna de las
determinada, sino que se expanden y técnicas mencionadas se han confir-
contraen como resultado de las con- mado por la redundancia, o mediante
frontaciones y acuerdos sociales. ejemplos discriminantes al confrontar
3. La estrategia para el estudio de la información de situaciones similares
política en la ciudad de México. Se han (Creswell, 2007).
combinado técnicas cualitativas y En cuanto a las estrategias cuanti-
cuantitativas a partir de las preguntas tativas, en los últimos análisis realiza-
a responder, y porque los resultados de dos (Tejera y Rodríguez, 2014) se han
unas y otras invitan a nuevas pregun- combinado la etnografía sobre ubica-
tas. Entre las cualitativas pueden men- ción, funcionamiento y negociación
cionarse algunas tradicionales, como la entre redes políticas,6 representantes
observación sistemática del comporta-
miento político de actores clave y las
entrevistas a profundidad a funcio 6
Siguiendo a Auyero (2001: 100), las defi
narios públicos, legisladores y líderes nimos como aquellas en donde individuos o gru-
políticos, acompañados de diálogos ca- pos mantienen contactos o conexiones regulares
entre ellos y en los cuales, al menos alguno per-
suales con participantes de los dife tenece a un partido político o es funcionario pú-
rentes procesos estudiados. Se ha blico. En este sentido, nuestra perspectiva es
analizado material gráfico y documen- distinta a la que concibe a las redes como siste-
Campos de dominación y ámbitos de condensación… 111
Mapa 1. Iztapalapa. Votación 2009 para jefe delegacional por sección electoral
FNS, IRM, …)
Líder transterritorial o
funcionarios de gobierno
(Delegacional o Central)
C
Alianzas políticas
Líder territorial
Líder territorial delegacional o
delegacional o distrital
distrital Líder territorial
delegacional o
distrital
Organización
corporativa
Organización
corporativa
local
Líder transterritorial o
local
A Alianzas Colonia, delegación política o Organización
B funcionarios de gobierno
políticas distrito electoral corporativa
local (Delegacional o Central)
Organización
corporativa
local Organización
corporativa
local
C
Alianzas políticas
Líder territorial
Líder territorial delegacional o
delegacional o Líder territorial
delegacional o distrital
distrital
distrital
Líder transterritorial o
funcionarios de gobierno
(Delegacional o Central)
Organización
Organización corporativa
corporativa local
local
Alianzas Colonia, delegación política o Organización
C
A distrito electoral corporativa B
políticas
local
Organización
corporativa Organización
local corporativa
Alianzas políticas local
Organización
Organización corporativa
corporativa local
local Organización
Colonia, delegación política o
A Alianzas
distrito electoral corporativa B
políticas local
Organización Organización
corporativa corporativa
local local
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LA VIDA SOCIAL DE LOS DOCUMENTOS
DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
Abstract: Drawing on the ethnography of development programs and the analysis of public policy,
the paper delves into some relatively unexplored aspects of policy formation: namely, the evolu-
tion of certain key concepts and their social work in a continuous process of persuasion and dis-
cussion. The resulting policy texts encode the negotiations and social relations that produced
them while seeking to limit future contests over meaning and call forth consensus on the feasibil-
ity of public action. The author draws on both written sources and an analysis of his experience as
an anthropologist-consultant on the Oportunidades program’s impact assessments to illustrate
the interests, arguments and divergent points of view that produce policy documents.
Keywords: co-responsibility, ethnography, impact evaluation, Progresa Oportunidades program.
R
aymond Apthorpe (1997) inicia bras precisas: claras, prácticas, superio-
su artículo sobre el lenguaje de res. Con su torpe vocabulario, ella
la política pública con la siguien- jamás se atrevería a replicarle”. Al leer
te cita, extraída de la novela Auto de fe este extracto, recordé de inmediato la
de Elías Canetti: “Él juntó las puntas de reunión de discusión de resultados de
sus dedos. Había encontrado las pala- una de las evaluaciones cualitativas del
Programa de Desarrollo Humano Opor-
*Profesor investigador del Departamento tunidades de México (Oportunidades),
de Ciencias Sociales y Políticas de la Universi- en las que participé como consultor an-
dad Iberoamericana. Línea principal de investi-
gación: Redes de poder y sistemas de justicia. tropólogo entre 2005 y 2008. Cuando
Correo electrónico: alejandro.agudo@ibero.mx. llegó mi turno expuse lo más sucinta-
123
124 Alejandro Agudo Sanchíz
mente que pude las relaciones comuni- más que informar (ibidem: 54-55). El
tarias de poder, complicidad, simulación poder persuasivo se ejerce a través de
y aquiescencia que, de forma insospe- un particular género de escritura: un
chada y mediante lógicas propias, da- enfoque, una mirada selectiva que, me-
ban forma social al programa en diante la movilización del significado y
diversas comunidades rurales de Chia- la producción y difusión de formas sim-
pas. Sin inmutarse, un asesor de la eva- bólicas, sostiene determinadas repre-
luación, perteneciente al Consejo sentaciones de la realidad y enfatiza
Nacional de Evaluación de la Política de unos aspectos a expensas de otros. Ha-
Desarrollo Social (Coneval), me inte- blar de género de escritura —más que
rrumpió: “Microgestión. Eso es de lo que de estilo literario— evita restringir el
estás hablando. Tradúcela a cuatro o análisis a un ejercicio puramente técni-
cinco variables en forma de recomenda- co o lingüístico (ibidem: 43). No me inte-
ciones en el informe para el programa”. resa tanto el texto como simple
El experto del Coneval había traducido abstracción de la dimensión verbal de
mi desmañado lenguaje descriptivo de un acontecimiento comunicativo, sino
etnógrafo al nítido lenguaje prescriptivo más bien dicho acontecimiento: los ac-
de la política pública; ésta no necesita tores e intereses que intervinieron en
largos informes que hablen de algo circunstancias y lugares específicos. De
“como realmente es”, sino diagnósticos hecho, los textos han de ser interpreta-
que digan claramente “qué es lo que se dos “hacia atrás” para descubrir las re-
necesita” (Apthorpe, 1997: 47-49). laciones sociales que los produjeron y
El ejemplo anterior nos recuerda las futuras disputas sobre significados
que “la política pública está hecha de que anticipan: la “sociología del docu-
palabras”, como dice Giandomenico mento” evita así reducir el discurso
Majone (1997: 35) al destacar el impor- al producto escrito del acto comunicati-
tante papel que la argumentación, en vo (Mosse, 2005a: 15; Apthorpe, 1996:
forma escrita u oral, desempeña en las 16-17).
diversas etapas del proceso de formula- En este trabajo presento un análisis
ción de políticas. Más aún, la racionali- de las relaciones detrás de los modelos
dad comunicativa pública, basada en y programas de política, como están ex-
la persuasión, se impone a la racionali- presados en algunos de sus textos cla-
dad técnica, estratégica o productiva: ve; textos que, a su vez, buscan influir
el debate y la argumentación se em- en la selección de problemas a solucio-
plean para atraer a más simpatizantes nar y guiar las percepciones sobre los
hacia una determinada posición res- mismos. En un primer momento, sobre
pecto de un problema (ibidem, 1997: todo con base en fuentes escritas, in-
36). Aunque más interesado en cuestio- tentaré dar una idea de los procesos de
nes de poder, influencia y distribución negociación y discusión de los que re-
desigual del conocimiento, Apthorpe sultaron los documentos normativos
sostiene de manera similar que el dis- del Programa Oportunidades y sus es-
curso de las políticas intenta persuadir quemas precursores, sin olvidar las
La vida social de los documentos de las políticas públicas 125
mentos, instituciones y fuentes (ibi- tés y Rubalcava, 2012: 37, 39, 45). Para
dem, 2012: 38). Un mecanismo ser marginadas, las localidades ten-
adicional para facilitar la conjunción drían que contar con servicios públicos.
entre las dependencias participantes Este aspecto del proceso de discu-
en el programa fue la creación de una sión del pase Progresa ilustra uno de
Coordinación Nacional —cuyo primer los rasgos que Majone encuentra en la
responsable sería, precisamente, José argumentación, cuyas diferentes pers-
Gómez de León, antes secretario gene- pectivas, actitudes y reglas entran en
ral del Conapo—. Esta coordinación grave conflicto “cuando se intersectan
mantendría el control técnico y opera- la ciencia, la tecnología y la política”
tivo de la selección, incorporación y (1997: 38). Los problemas discutidos
permanencia de los hogares benefi nunca son puramente técnicos sino
ciarios del Progresa Oportunidades. también políticos o, de manera más
Junto con el desarrollo de sistemas na- precisa, “transcientíficos” (Majone,
cionales y regionales de información y 1997: 37-38; citando a Weinberg, 1972):
monitoreo, este régimen de política so- enunciados en el lenguaje de la ciencia
cial implicó la relativa novedad de la pero resueltos sólo en parte por ella
pobreza como relación directa e insti- conforme los criterios de verificación
tucionalizada entre el Estado y la ciu- son sustituidos por valoraciones sobre lo
dadanía (Roberts, 2012: 345). que constituye una base factible para
Si la focalización territorial del pase la acción, donde la credibilidad de los
se había hecho en municipios —uni- expertos se vuelve tan importante co
dad demasiado extensa para sus ob mo su capacidad técnica. En este senti-
jetivos—, la selección posterior de do, los especialistas del Conapo se
localidades rurales de alta margina- erigieron en árbitros y actores de peso
ción según el índice del Conapo no bas- dentro del gabinete técnico del pase, y
tó para evitar una de las mayores no sólo por concentrar y coordinar las
controversias en el seno del abigarrado funciones e información de los otros
grupo técnico del programa. Mientras organismos públicos. Las localidades
que los representantes de la Sedesol más pequeñas y remotas quedaron
preferían que el Progresa cubriera a exluidas del programa, en parte porque
todas las comunidades marginadas la estrategia de condicionar sus apoyos
para evitar conflictos y desacuerdos, al uso de servicios estaba orientada a
los funcionarios de la shcp determina- combatir la dispersión poblacional que
ron que sólo serían elegibles aquéllas tan ampliamente había documentado
con un mínimo de 2 500 habitantes el Conapo. Atraer a la población hacia
y con escuelas y centros de salud, o si- las áreas de influencia de localidades
tuadas a una distancia “razonable” de mayores y con presencia de dichos ser-
los mismos —distancia medida de for- vicios, por otra parte, era consecuente
ma muy poco consistente en línea rec- con el objetivo del presidente Zedillo y
ta, sin considerar obstáculos naturales los funcionarios de la shcp de hacer más
u otras condiciones geográficas— (Cor- eficiente el gasto público y “dinamizar
La vida social de los documentos de las políticas públicas 129
“estatistas” del grupo técnico del pro- de manera simple y directa los recur-
grama. Otras reformas culminadas sos, impactos y resultados del pro
durante la presidencia de Zedillo ilus- grama. Esto en sí requiere de un arduo
traron el activo papel desempeñado trabajo conceptual y social previo,
por las estructuras domésticas en la como sugiere el testimonio anterior de
mediación del paradigma neoliberal, la etapa piloto del pase. Según los pri-
como Tara Schwegler (2003) demues- meros lineamientos del Progresa, “la
tra en su etnografía de la privatización pobreza se convierte… en un círculo de
del sistema de pensiones: ésta tampoco carencias y falta de oportunidades
fue una conclusión predeterminada, y para salir de la marginación mediante
su “inevitabilidad” confluyó con la na- el desarrollo individual y el esfuerzo
rrativa rival de la “contingencia polí productivo” (Secretaría de Desarrollo
tica” en hábiles negociaciones entre Social, 1998: 28). En la teoría causal
políticos nacionales, tecnócratas y re- del programa, el problema preseleccio-
presentantes del Banco Mundial que nado fue entonces el ciclo intergenera-
contendían por reivindicar la autoría cional de transmisión de la pobreza en
de la reforma. Al comentar el trabajo de los hogares: niveles bajos de rendi-
Schwegler, Mosse (2005b: 28) conclu miento laboral, alta fecundidad, aban-
ye que la “coherencia” con la política dono prematuro del sistema educativo
global es algo establecido a posteriori: y creación temprana de nuevos hoga-
la autoridad de instituciones, como el res con el mismo perfil. Como se expli-
Banco Mundial, ha de ser negociada en ca en un libro coescrito por Santiago
función de los mismos determinantes Levy, subsecretario de la shcp entre
políticos y económicos locales que di- 1994 y 2000 —considerado uno de los
chas instituciones buscan negar de principales actores en la concepción
forma explícita. del Progresa—, el objetivo explícito del
programa desde sus inicios fue romper
LA TRAYECTORIA DE LOS este círculo vicioso mediante la mejora
CONCEPTOS DE LA POLÍTICA en tres ámbitos que ayudarían a las
nuevas generaciones a no “replicar” el
Si la política pública está hecha de pa- patrón de vida de sus mayores: nutri-
labras, y si éstas se orientan a la mo ción, educación y salud (Levy y Rodrí-
vilización de intereses mutuos y el guez, 2005: 53-62). Conforme al modelo
reclutamiento de actores favorables, simple de la teoría del capital humano,
entonces un programa social no puede con su énfasis en la educación como
hacerse realidad sin una persuasiva forma de inversión que afecta positiva-
teoría causal. Para convertirse en mente a variables de ingreso y empleo
fuente de legitimidad y apoyos, dicha (véase Becker, 1964), las transferen-
teoría ha de ser fiel al género de escri- cias del programa consistieron sobre
tura de la política; esto es, identificar todo en becas condicionadas a la asis-
claramente el problema a resolver y, tencia escolar —un componente intro-
con respecto al mismo, correlacionar ducido asimismo durante la etapa de
La vida social de los documentos de las políticas públicas 131
rediseño del pase , a sugerencia del los hechos evidentes. El que éstos es-
Conapo, para desincentivar la fecundi- tén exentos de contextualización, ig
dad entre los jóvenes (Cortés y Rubal- norando otras consideraciones del
cava, 2012: 39). análisis de la pobreza, ilustra la mira-
La narrativa causal de la transmi- da selectiva que Apthorpe encuentra
sión cíclica de la pobreza se mantuvo en el género de escritura de las políti-
después de 2002, cuando el programa cas públicas, más orientado a la pro-
adquirió el nombre de Oportunidades. ducción de argumentos persuasivos
En sus reglas de operación, la “familia” que de pruebas formales. Este es preci-
—término empleado indistintamente samente el efecto de la dialéctica, la
con el de “hogar”— aparece así no sólo cual Majone (1997: 41) destaca en su
como objetivo, sino además como pro- concepción del análisis de políticas.
blema: También es notable que el concep
to de la corresponsabilidad haya tenido
El programa reconoce que la familia parte de sus raíces en la cooptación de
es el espacio privilegiado para hacer las demandas de “participación”, de
frente a las adversidades económicas rivadas en principio de corrientes críti-
y sociales y que, al mismo tiempo, es el cas con el eurocentrismo y verticalismo
lugar donde residen los factores que de la ortodoxia clásica del desarrollo
tienden a perpetuar las condiciones (Agudo Sanchíz, 2015: 56-57). El énfa-
de pobreza extrema de generación en sis en la acción de los individuos, no
generación. Mediante sus acciones, constreñidos del todo por “superestruc-
el programa propicia la ruptura del turas explotadoras”, fue retomado de
círculo de transmisión intergeneracio- forma entusiasta por instituciones fi-
nal de la pobreza; asimismo, contribu- nancieras internacionales desde la dé-
ye al fortalecimiento del tejido social cada de los ochenta. La trayectoria de
necesario para que los ciudadanos lle- nociones afines como la autosuficien-
ven a cabo acciones conjuntas en favor cia y la autorregulación es aún más
de la superación de su condición de larga, pues retoma enfoques de los mo-
pobreza extrema (Secretaría de Desa- vimientos de “higiene social” de la pri-
rrollo Social, 2007: 3). mera mitad del siglo xx, destinados a
“modernizar y civilizar” a la población
La noción contractual de la correspon- pobre, así como de esquemas que re
sabilidad se vincula, así, a una teoría forzaban el papel “maternal” de las
causal que refuerza la idea de la po mujeres como un medio para lograr
breza como resultado de las propias objetivos de desarrollo sin atender las
prácticas de los pobres. Este problema- causas subyacentes de la desigualdad
solución es “transcientífico” en el sentido de género (Molyneux, 2006: 432).
de Majone, esto es, más político —in- En este marco de continuidad, sin
cluso ideológico— que técnico, aunque embargo, las reglas de operación de
haya de ser enunciado en el lenguaje Oportunidades se actualizaron cada
formal de los principios económicos y año, recogiendo hasta cierto punto la in-
132 Alejandro Agudo Sanchíz
2
A pesar del impulso de la corriente cívica nentes, esas organizaciones desaprovecharon la
durante el sexenio de Fox, las organizaciones coyuntura en medio de la euforia ante la transi-
civiles mexicanas no se constituyeron en lo ción política que supuso la pérdida del poder fe-
esencial en sujetos de contraloría ni en actores deral por parte del pri (Hevia, 2009: 11-12).
capaces de presionar para aumentar los espa- 3
Sobre los —no siempre previstos— efectos
cios de participación de Oportunidades. Confia- de género de Progresa Oportunidades, véanse
das en que el programa sería “vigilado desde Adato et al. (2000), López y Salles (2006) y Agu-
dentro” por algunas de sus figuras más promi- do Sanchíz (2015: 159-202).
134 Alejandro Agudo Sanchíz
rechazar mi afirmación acerca del “ho- mayores. Hay asimismo otras implica-
gar ideal” de Oportunidades, otra fun- ciones para el examen de la producción
cionaria dejó escrito lo siguiente al del conocimiento en las comunidades
margen de una de las cuartillas de mi profesionales de la política, de las cua-
manuscrito: “No entiendo. ¿No sería les me ocupo en el siguiente apartado.
éste más bien el tipo de hogar en el que
la gente aprovecharía mejor las ayu- SOCIALIZACIÓN A TRAVÉS
das del programa?” El volumen salió DEL TEXTO: LA EVALUACIÓN
publicado sin el nombre ni el logotipo DE IMPACTO DE LOS PROGRAMAS
del programa, según se nos dijo, para
no comprometer nuestra independen- Aunque son sólo una parte del comple-
cia como académicos.4 jo proceso de la política pública, las
La experiencia de 2006 permite evaluaciones de programas específicos
ilustrar los desplazamientos de signifi- pueden cobrar gran relevancia por su
cado que se producen en varios ám carácter de medios para corroborar las
bitos de disputa sobre los conceptos o correlaciones entre componentes y re-
palabras clave de la política. En tanto sultados de la política. Por la enorme
eje de un conjunto de tales palabras, cantidad de recursos y experiencia pro-
cuyo sentido se extiende y desplaza al fesional invertidos en la escritura de los
tiempo que se abandonan o marginan informes de las evaluaciones, éstos tam-
anteriores asociaciones con otros voca- bién pueden leerse en clave de “los argu-
blos, podría verse aquí a la familia como mentos, intereses y puntos de vista
una “metáfora movilizadora” (Shore y divergentes que codifican y a los que alu-
Wright, 1997: 20). Ésta resulta inhe- den” (Mosse, 2005a: 15). No obstante, en
rente a la formulación de una determi- este caso no se trata sólo de las relacio-
nada estrategia de política social nes sociales que producen el texto, sino
mediante el intento por acotar signifi- que el texto mismo —su construcción y
cados y, por ende, disminuir los des- negociación— se convierte en medio pri-
acuerdos en torno a los mismos. En este vilegiado para dichas relaciones, como
caso se privilegia una configuración discutiré al final de este apartado.
particular de hogar y se difuminan sus Los representantes de un programa
vínculos con las nociones de familia ex- social nunca tienen el control absoluto
tensa, red social o sociedad, o bien, se sobre las interpretaciones externas. La
excluyen otras formas de grupo domés- factibilidad y el éxito del programa no
tico como el monoparental o el com- están garantizados. Han de producirse
puesto exclusivamente por adultos constantemente mediante un intenso
trabajo de “contextualización” orienta-
4
Los distintivos del Programa Oportunida- do al reclutamiento de actores favora-
des y de Vivir Mejor, la estrategia integral para bles que “decidirán conectar el destino
la política social del gobierno federal, sí apare-
cieron en cambio en una primera reimpresión
de un proyecto con la suerte de las pe-
del libro, en 2009 y ya con una nueva adminis- queñas o grandes ambiciones que
tración. aquellos representan” (Latour, 1996:
136 Alejandro Agudo Sanchíz
y el análisis que correlaciona de mane- permite predecir qué ocurre cuando al-
ra directa Fortalezas y Oportunidades, guno de ellos es modificado. Este princi-
Debilidades y Amenazas (foda). Esta pio de causalidad simple, clave del
última técnica permite filtrar las múlti- poder persuasivo de las narrativas de
ples experiencias de los consultores en la política, puede emplearse para lidiar
el programa para extraer una historia con la polifonía y la negociación inter-
de impacto del mismo en forma sinté subjetiva del conocimiento. Las formas
tica, produciendo un modelo de retroali- de expresión del género de escritura ha-
mentación universal y uniforme. bitual en la academia (debate, interpre-
El resumen ejecutivo y el análisis tación, duda, opinión personal) deben
foda constituyen lo único que, si acaso, excluirse de los informes finales en aras
leerán funcionarios, políticos y exper- de las exigencias de las evaluaciones,
tos. En realidad, el texto puede resultar orientadas al establecimiento de auto-
menos importante que el proceso social ridad sobre los resultados e impactos de
de su producción. Entre las herramien- un programa.
tas más significativas empleadas en Tanto desde la sociología (Latour,
este proceso se encuentran las matrices 2000) como desde la ciencia política
de marco lógico de los programas. La (Majone, 1997: 88-89), se han señalado
“matriz de indicadores para resultados” los perversos efectos secundarios que
de Oportunidades establecía en forma conlleva la imitación del viejo positi-
tabulada sus objetivos, efectos espera- vismo lógico. Uno de ellos es el de las
dos y las relaciones anticipadas entre “trampas” que menciona Majone para
sus componentes, actividades y conse- ilustrar los “aspectos artesanales” de
cuencias. En el recuadro superior de su modelo argumentativo del análisis
ese diagrama podía leerse claramente de las políticas: equivalente a la falacia
el fin del programa: “Contribuir a la lógica del razonamiento deductivo, la
ruptura del ciclo intergeneracional de trampa es “un error conceptual en que
la pobreza extrema, favoreciendo el de- caen los individuos con frecuencia y
sarrollo de las capacidades en educa- facilidad a causa de su razonabilidad
ción, salud y nutrición de las familias engañosa” (ibidem: 90), como cuando
beneficiarias de Oportunidades” (Agu- se afirma que una cosa es la causa de
do Sanchíz, 2015: 218). Llamadas a otra simplemente porque la precede o
guiar la selección de información consi- acompaña. De hecho, conforme los fi-
derada relevante en el proceso de la nes de las políticas se vuelven más am-
evaluación, estas “plantillas” para cono- biguos, los funcionarios y evaluadores
cer la realidad sintetizan a su vez una tienden a centrar su atención en su
visión particular de la misma (Stirrat, rendimiento o sus consecuencias inme-
2000: 36-37): la causación y determina- diatas —objetos materiales, incremen-
ción complejas y la aleatoriedad de la to del ingreso de los beneficiarios por
naturaleza social son sustituidas por transferencias monetarias, personal
relaciones sistemáticas entre los com- de campo capacitado—, en lugar de los
ponentes del mundo objetivo, lo cual efectos que dichas consecuencias ha-
La vida social de los documentos de las políticas públicas 139
dad, México, ciesas (Publicaciones de la _____ (2011), “Reglas de operación del Pro-
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MÁS ALLÁ DE LA EMPATÍA: LA ESCRITURA ETNOGRÁFICA
DE LO DESAGRADABLE
Nitzan Shoshan*
Resumen: en el presente artículo se presenta la reflexión sobre la poca atención que los antropó-
logos han prestado a temas desagradables. Las explicaciones existentes de dicha laguna, se argu-
menta, son válidas pero insuficientes. Con base en experiencias de trabajo de campo etnográfico
con jóvenes neonazis en Berlín, el artículo sugiere que la evasión de temas difíciles en la antropo-
logía es resultado de tres fuerzas interrelacionadas: en primer lugar, las normas éticas y académi-
cas que han dominado la disciplina; en segundo, su ubicación en la economía de producción del
conocimiento académico, en gran medida externa a la antropología, y por último, las contradiccio-
nes e impases del campo etnográfico.
Palabras clave: empatía, etnografía, metodología, antropología.
Abstract: The present article ponders the lack of attention anthropologists have paid to unpleas-
ant matters. Existing explanations of this lacuna, it argues, are valid but insufficient. Based on
ethnographic fieldwork with young neo-Nazis in Berlin, suggests the evasion of difficult issues in
anthropology is the result of three interrelated forces: in the first place, the ethnic and academic
norms which have dominated the discipline; second, its location in the economy of production of
academic knowledge, to a great extent external to anthropology; and finally, contradictions and
impasses in the field of ethnography.
Keywords: Empathy, ethnography, methodology, anthropology.
E
n el verano de 2003 me reuní de campo preliminar en preparación
con un joven estudiante de doc- para mi proyecto de tesis doctoral, y se
torado en Ciencia Política en un me estaba dificultando identificar una
lindo café en una de las colonias de estrategia factible que me permitiera
Berlín oriental que se encontraba en llevar a cabo una investigación etno-
un veloz proceso de gentrificación. Ha- gráfica con grupos de jóvenes de extre-
bía pasado el verano haciendo trabajo ma derecha. Mis esfuerzos resultaban
poco fructíferos, y me sentía cada vez
*Profesor investigador y coordinador aca más pesimista acerca de la factibilidad
démico del Centro de Estudios Sociológicos de El de mis planes. El alumno —llamémos-
Colegio de México. Línea principal de investiga- le Hans— había estudiado a la dere-
ción: Estado-nación, Nacionalismo y neoliberalis-
mo, Memoria y temporalidad después de la guerra
cha extrema alemana con la asesoría
fría, Espacio urbano y violencia, Teoría semióti- de uno de los investigadores más des-
ca. Correo electrónico: shoshan@colmex.mx. tacados del país en ese campo. Hans
147
148 Nitzan Shoshan
claramente sabía bien de lo que estaba tas en Italia o los activistas de derecha
hablando: manejaba las complejas ge- en Japón. A pesar de esta variedad,
nealogías de los varios partidos políti- todos los panelistas estuvimos de
cos y grupos extraparlamentarios de la acuerdo en que la atención etnográfica
derecha extrema; estaba versado en a la derecha extrema ha sido insu
sus periódicos, en sus publicaciones ficiente. A comienzos de mi investiga-
electrónicas y en sus plataformas po ción, el hecho de que ni siquiera un
líticas; ubicaba perfectamente sus experto erudito como Hans pudiera
diversas posturas ideológicas y los orí- mencionar un estudio etnográfico so-
genes históricos de cada una; podía bre el tema, y esto a pesar de que hay
describir a sus líderes carismáticos, a una verdadera industria de investiga-
sus intelectuales eminentes, a sus es- ción y escritura sobre la extrema dere-
trellas de rock, y a sus patrocinadores; cha en Alemania,1 no sólo me resultaba
había estudiado sus estrategias electo- difícil de comprender sino que tam-
rales y las conductas de votación de bién, y de manera más general, hacía
sus bases de apoyo; hasta había entre- que surgieran varias preguntas intere-
vistado a algunos de sus dirigentes. santes.
Hans se mostró muy entusiasmado No cabe duda de que, a fin de cuen-
con mi idea de un estudio antropológi- tas, los grupos con quienes quería
co de estos grupos. Ya es tiempo, opinó, trabajar representan un fenómeno mi-
de que alguien examine etnográfica- núsculo, aberrante, extremo; así lo su-
mente sus sistemas simbólicos, sus gieren tanto el sentido común como el
prácticas rituales, y sus identidades discurso académico dominante. Pero
culturales. Sin embargo, no me pudo los antropólogos no son particular-
aconsejar sobre cómo proceder en mi mente conocidos por su interés en
investigación ni sobre algún antece- lo normal, lo ordinario o lo banal.
dente bibliográfico que pudiera consul- Todo lo contrario, el corpus antropoló-
tar para contar con pistas al respecto. gico está repleto —demasiado repleto,
La escasez de trabajos etnográficos dirían algunos— de estudios de lo exó-
con grupos de neonazis en Alemania y, tico, lo oculto y lo raro. Esto no se limi-
ciertamente, con poblaciones semejan- ta a la fascinación eurocéntrica que los
tes de extremistas de derecha en el pioneros coloniales de la disciplina
continente Europeo y más allá de mostraron hacia la magia, la hechicería
él fue el tema central de un panel en el
que participé durante la reunión anual 1
La industria de investigación sobre la ex-
trema derecha en Alemania incluye no sólo una
de la Asociación Americana de Antro- abundante producción académica, sino que
pología en 2014. Los ponentes habla- abarca la producida por las instituciones del Es-
ron de sus trabajos de investigación, tado, de grupos antifascistas, de organizaciones
que abarcaban temas tan diversos no gubernamentales, de autoridades locales y
asociaciones vecinales, de periodistas, etc.
como los evangelistas en California, Anualmente se publican varios libros sobre el
los perpetradores de crímenes de gue- tema, principalmente por politólogos, pedagogos
rra en el Congo oriental, los neofascis- y sociólogos.
Más allá de la empatía: la escritura etnográfica de lo desagradable 149
consolidar relaciones con mis infor- tonces no ponen más etnógrafos sus
mantes? ¿Cómo explicar los motivos de talentos y fuerzas metodológicas a tra-
mi interés por sus actividades y cómo bajar sobre este tema?
evitar que sospecharan mis verdade- En tercera y última instancia hay
ros motivos? ¿Cómo generar las condi- una consideración que resulta particu-
ciones que me permitieran acceder a larmente relevante para el tipo de in-
sus espacios privados, a sus conversa- vestigación que planeaba realizar —y
ciones íntimas y a sus redes sociales? que eventualmente llevé a cabo— con
En otras palabras, ¿cómo acceder a las grupos de extremistas de derecha, jó-
dimensiones cotidianas y profanas de venes y socialmente marginados, entre
los márgenes políticos, sociales, y urba- quienes la violencia, el alcoholismo y la
nos en Berlín? delincuencia son prevalecientes. Como
Estas inquietudes son probable- etnógrafos nos insertamos plenamente
mente compartidas por muchos inves- en el campo con nuestros informantes y,
tigadores que buscan estudiar a grupos más aún, generalmente lo hacemos so-
extremistas. Sin embargo, los etnógra- los. Tenemos por lo tanto razones para
fos se han mostrado bastante capaces preocuparnos por nuestra integridad y
de vencer enormes obstáculos prácti- seguridad física, y por los riesgos que
cos, de ganar acceso y a conseguir la tanto el campo como escenario y nues-
confianza de una gama de contextos tros informantes mismos pudieran
sociales supuestamente impenetra- implicar. Todo esto queda claro, sin em-
bles, y de realizar trabajos excelentes bargo, y tal vez sin pensarlo demasiado,
de investigación en circunstancias ad- varios etnógrafos se ponen en situacio-
versas. Basta con considerar, por ejem- nes más o menos peligrosas como parte
plo, cómo Phillipe Bourgois (2013) logró de su trabajo de investigación (para nu-
establecerse como un insider de una meros ejemplos véase Nordstrom y Ro-
tienda de crack en Spanish Harlem, bben, 1995). Por ejemplo, actualmente
cómo Allen Feldman (1991) realizó en- dirijo las tesis doctorales de dos alum-
trevistas a profundidad y altamente nas que han realizado trabajo etno
reveladoras a veteranos del Ejército Re- gráfico en Camino Verde, Tijuana, y en
publicano Irlandés (eri) en Irlanda del Atoyac, Guerrero —dos lugares que,
Norte, o cómo, más recientemente, Su- por diferentes razones, en los últimos
dhir Venkatesh (2000) se integró a las años son considerados peligrosos y
estructuras pandilleras del gueto del violentos—, lo cual dice algo sobre la
sur de Chicago. De igual forma, la esca- proclividad de algunos etnógrafos a me
sez de estudios etnográficos sobre la terse en terrenos difíciles.
derecha extrema resulta sorprendente Pero si ninguna de esas explicacio-
si consideramos cómo, por lo menos nes parece suficiente, ¿entonces por
para el caso europeo, la etnografía ofre- qué hay tan poco trabajo etnográfico
ce un marco metodológico muy adecua- sobre un tema de tanta importancia
do para este objeto de estudio dado su social y política? Esta pregunta, evi-
carácter altamente local. ¿Por qué en- dentemente, ha interesado a algunos
Más allá de la empatía: la escritura etnográfica de lo desagradable 151
tenían todo que ver con la falta de in- Asesoramiento Móvil Contra el Extre-
vestigaciones similares sobre las po- mismo de Derecha o mbr por sus siglas
blaciones sin duda desagradables a en alemán. El mbr asesoraba a las au-
quienes prestaban sus servicios, un va- toridades y actores locales sobre cómo
cío del cual estaban exasperadamente enfrentar los problemas del extremis-
conscientes. mo de derecha y de la violencia racista,
Otro año había pasado, durante el y desde hacía varios años era muy acti-
cual me había hecho amigo cercano de vo en el distrito donde yo trabajaba.
los trabajadores sociales y había es La ponencia que presenté buscaba
tablecido sólidas relaciones persona- resumir las reflexiones y los hallazgos
les con varios miembros de los grupos tentativos sobre un vecindario que ha
que atendían. Me había familiarizado sufrido especialmente de marginaliza-
con los lugares que frecuentaban, los ción, tanto espacial como social. Cono-
acompañaba a partidos de futbol, los vi cido entre mis informantes como el
sitaba en sus departamentos para “gueto”, la colonia consistía en docenas
tomar unas cervezas, charlaba con de torres prefabricadas de departa-
ellos en los parques, o los acompañaba mentos (en alemán, Plattenbauten)
a los bares que solían frecuentar. A lo que rodeaban amplias áreas verdes de
largo de mi estancia en Berlín continué uso común y una modesta zona de con-
acompañando a los trabajadores socia- sumo. El proyecto de vivienda (Groß-
les, conociendo gente y ayudando con siedlung en alemán) fue el último en
lo que podía. Al mismo tiempo orienté su tipo que se construyó en Berlín du-
mi atención al enorme aparato que go- rante la época de la República De
bernaba a los grupos que estudiaba. mocrática de Alemania ( rda ). Su
Cuando me quedaban tan sólo unos construcción se concluyó de hecho des-
pocos meses más en el campo, organicé pués de la caída del muro. De manera
un pequeño coloquio de un día en la similar a otras colonias parecidas, sus
universidad de Humboldt, junto con edificios ofrecieron a los nuevos resi-
un colega geógrafo que en ese tiempo dentes espacios domésticos mayores,
investigaba la violencia xenofóbica en instalaciones modernas y proximidad
contra de vendedores de comida y pe- a lugares de trabajo. El diseño refleja-
queños comerciantes inmigrantes en ba ideas utópicas sobre la arquitectura
Alemania oriental. Llamamos al even- socialista. Después de la reunificación,
to “Analizando los espacios derechis- la crisis económica, el declive social y
tas” y buscamos ofrecer nuestras el aislamiento espacial todos impacta-
reflexiones sobre las dimensiones es- ron al gueto de manera dura. La co
paciales del extremismo de derecha y lonia se ha ganado la fama de ser
de la violencia racista. Aparte de unos popular entre los extremistas de dere-
pocos alumnos y ponentes, el público cha. En mi ponencia examiné la trans-
estaba conformado por los trabajado- formación del gueto en un sitio
res sociales con quienes colaboraba, así prototípico del espacio neonazi en el
como miembros de una ong llamada imaginario urbano de Berlín, una es-
158 Nitzan Shoshan
pecie de agujero negro social y político pacio urbano como un proceso político
que se volvió un tanto geográfico meta- e ideológico inseparable de sus modos
fórico, sobre el cual podían proyectarse de representación, mis reflexiones so-
todas las pesadillas de la sociedad ale- bre Certeau y sobre los sentidos de lu-
mana. Sin minimizar la presencia real gar cotidianos y fenomenológicos que
de corrientes de derecha extrema en el conceden a las colonias su carácter y
vecindario, mi objetivo era explorar los mis ideas sobre la semiótica del espa-
procesos sociales y urbanos que lo pro- cio urbano y los modos en que las re-
dujeron en su forma actual: las mane- presentaciones mediáticas y su
ras en las que un espacio residencial circulación operan para estereotipar a
—y en cierto sentido utópico— de clase lugares particulares y para conformar
media durante la República Democrá- imaginarios espaciales —todo esto les
tica Alemana se convirtió después de importó poco. El mismo título de mi
la reunificación en un gueto de la peri- ponencia, “The Neighborhood’s gone
feria urbana; el impacto del colapso Nazi”, que al parafrasear una ex
total de la económica oriental posreu presión estadounidense claramente
nificación y de las nuevas políticas de racista, yo suponía que comunicaba
bienestar social que atrajeron a mu- inequívocamente una intención iróni-
chos hombres jóvenes y desempleados ca, desde su perspectiva de entrada
con poca educación y con problemas de reducía la compleja situación social en
alcoholismo y de delincuencia al vecin- la cual trabajaban, definida por la po-
dario; la huida de familias acomodadas breza, el alcoholismo, la drogadicción,
que se sintieron inseguras y buscaron la violencia, la criminalidad, la negli-
viviendas alternativas en otras partes gencia y el abandono por las autorida-
de la ciudad y, desde luego, las repre- des municipales, a un mero problema
sentaciones mediáticas que le dieron político. Es decir, la reducía a un espa-
al vecindario una hípervisibilidad ne- cio cuyo problema es preeminen
gativa y la presentaron como un hervi- temente de carácter político —en el
dero de “hitleritos”. Titulé la ponencia sentido literal del carácter político de
“The Neighborhood’s gone Nazi”, en sus habitantes—. Para los trabajado-
referencia irónica a la forma proble- res sociales yo había reproducido más
mática en la cual en Estados Unidos se que cuestionado las representaciones y
ha hablado de los procesos de desegre- percepciones comunes de las zonas en
gación espacial urbana que provocaron donde trabajaban. Recuerdo visceral-
el llamado white flight, y con ellos nue- mente la sensación de haberles fallado,
vos procesos de resegregación. de tal vez haber perdido su amistad y
Los miembros del público escucha- sin duda de no poder esperar de ellos
ron cortésmente mis ideas durante la cualquier apoyo adicional hacia mi
exposición, pero cuando terminó el proyecto.
evento los trabajadores sociales esta- Un par de días después me reuní en
ban furiosos. Mi exégesis teórica sobre sus oficinas con la más joven de los tra-
Lefebvre y la producción social del es- bajadores sociales, Daniela, que no ha-
Más allá de la empatía: la escritura etnográfica de lo desagradable 159
quio que organicé, representa esta pos- cercana con sus clientes podría hacer
tura dominante, casi diametralmente posible (el tipo de proximidad que nor-
opuesta a la de los trabajadores socia- malmente asociamos con y esperamos
les. Sus dirigentes han buscado cues- encontrar en el trabajo de campo etno-
tionar las explicaciones sobre la gráfico). En este punto, la división en-
derecha extrema como un fenómeno tre investigación y praxis se vuelve
social complejo, describiendo dichas bastante borrosa. Los trabajadores so-
explicaciones como si minimizaran, ciales enfrentaban en su trabajo pro
disculparan o ignoraran al carácter blemas éticos semejantes a los que
esencialmente político del problema. nosotros, etnógrafos de lo desagrada-
Han argumentado que los rápidamen- ble, a menudo enfrentamos en el cam-
te decrecientes recursos públicos y pre- po. Como nosotros, ellos también se
supuestos municipales deberían encuentran aislados frecuentemente.
apoyar y cultivar a grupos políticos y Tanto ellos como nosotros ocupamos
culturales alternativos que promovie- posiciones marginales al interior de los
ran los valores democráticos, que los campos en los que practicamos nues-
movilizaran en contra del nacionalis- tra profesión. La soledad que sentí
mo y del racismo, y que ofrecieran a los como antropólogo trabajando etnográ-
jóvenes en el distrito opciones más ficamente con y sobre los jóvenes de la
normativas de identificación y perte- derecha extrema era de cierta manera
nencia. Por tanto se oponen a cual- significativa la misma soledad que
quier colaboración con, apoyo a, o ellos han experimentado como trabaja-
políticas de inclusión de los grupos que dores sociales que atienden a la misma
los trabajadores sociales atienden. población.
Vale la pena mencionar que ellos tam- En este sentido, la ponencia que pre-
bién trabajaban bajo contratos preca- senté en aquel coloquio los desilusionó
rios y periódicamente renovables de la profundamente. Por lo menos ante sus
municipalidad. ojos había fracasado rotundamente en
A lo largo de mi investigación fui cumplir con sus expectativas. Aún más,
entendiendo gradualmente que el ais- había proveído municiones a sus ad-
lamiento de los trabajadores sociales, versarios. Ahí estaba yo, un antropó
su marginalidad y los ataques públicos logo, profundamente incorporado al
en contra del tipo de trabajo que reali- mundo local de los extremistas de de-
zaban y de cuya importancia estaban recha, íntimamente familiarizado con
convencidos fueron una razón funda- ellos, una autoridad etnográfica res-
mental para su entusiasmo inicial con paldada por una universidad de presti-
mi proyecto. Necesitaban que alguien gio, reproduciendo y confirmando los
contara su historia, representara las estereotipos y prejuicios de todos aque-
realidades complejas que enfrentaban llos que opinaban sobre el asunto sin
diariamente, recuperara y posterior- nunca haber hablado con un extremis-
mente comunicara públicamente las ta de derecha, sin nunca haber com-
perspectivas que sólo una intimidad partido cervezas con ellos, sin haber
Más allá de la empatía: la escritura etnográfica de lo desagradable 161
ido al pub,3 haber asistido a un partido muchos casos. Tanto Bilu como Venka-
de futbol o haber pasado el tiempo con tesh (2002), por mencionar otro ejem-
ellos en sus departamentos. plo, en sus reflexiones sobre su trabajo
Lo que me interesa destacar de mi etnográfico en viviendas de interés so-
predicamento, en conclusión, es que, cial en el sur de Chicago, afirman que
como antropólogos, nos enfrentamos no esta dialéctica del (re)conocimiento no
sólo con los límites internos de nuestra sólo es inevitable, sino que se puede
disciplina o con las limitaciones exter- emplear como un recurso y una fuente
nas que nos impone una economía ge- para la investigación misma.
neral del conocimiento, sino también Sin embargo, participamos en, y
con los campos discursivos disputados con demasiada frecuencia reproduci-
de los cuales nos hacemos cómplices mos una política de la representación
durante nuestro trabajo etnográfico, aun cuando creemos que la estamos
ya sea voluntariamente o no, conscien- cuestionando. Los artefactos textuales
temente o no. Estamos constantemen- que producimos se interpretan y se
te convocados a posicionarnos y, si movilizan dentro del mismo campo y
rechazamos o ignoramos esa llamada, en los mismos sitios donde llevamos a
las personas con quienes trabajamos cabo nuestras investigaciones y por la
se encargaran de posicionarnos. Consi- misma gente con quien colaboramos.
deremos, por ejemplo, el caso de Yoram Nunca son meramente descripciones o
Bilu (1997), quien en los años ochenta análisis. Como he afirmado a lo largo
estudió a un “santo” de la religión po- de este texto, ya sabemos todo esto. Y
pular judía en Israel, que gestionó su mucho de lo que he argumentado es
propia hagiografía de manera empre- igualmente válido para otras formas
sarial. Bilu cuenta que tuvo que re de producir el conocimiento académico.
visar su interés de investigar y Pero la naturaleza de la práctica etno-
documentar al hombre santo cuando gráfica es borrar las fronteras entre la
éste llegó a la presentación de su libro. simpatía y la empatía, desestabilizar
Grabó todo el evento con una cámara las distinciones entre análisis y narra-
de video (una herramienta todavía ción, y forzarnos a entrar en relaciones
poco común en ese tiempo) y compró el afectivas —que no necesariamente son
libro para subsecuentemente presen- positivas— con aquellas personas,
tarlo como aval académico de gran im- nuestros informantes, quienes a la vez
portancia. La inseparabilidad entre el son nuestros objetos de investigación y
trabajo de campo etnográfico y la pro- a veces también los consumidores del
ducción antropológica del conocimien- conocimiento que producimos. En este
to es evidente y explicita en otros sentido, nuestra escritura etnográfica
nos posiciona en campos discursivos y
de conocimientos locales en los cuales
3
Pub (abreviación de public house, “casa pú-
blica”) es un establecimiento típico del Reino
tenemos fuertes compromisos afecti-
Unido principalmente en donde se sirven bebi- vos, personales y éticos. Esto también,
das alcohólicas, no alcohólicas y refrigerios. en mi opinión, impacta nuestra volun-
162 Nitzan Shoshan
Resumen: la antropología es una de las pocas disciplinas académicas, si no la única, que se basa
en una intersubjetividad utópica, siempre a la búsqueda de una relación horizontal. En este tra-
bajo reflexiono, a través de mis experiencias de investigación y escritura etnográfica, sobre los
retos y problemas de la investigación intersubjetiva horizontal y la etnografía, en el contexto de
algunos tipos de relaciones desiguales que hoy caracterizan a todo contexto cultural. Me centro en
cómo en mi trabajo de campo he encontrado que la desigualdad lingüística incide en la desigual-
dad musical. Muestro cómo estas desigualdades, a su vez, están incidiendo en la inequidad digital
en la ciudad de Mérida, Yucatán, un estado de la República mexicana en el que existen programas
para extender bienestar digital a todos los sectores de la población.
Palabras clave: etnografía, intersubjetividad, desigualdad.
Abstract: Anthropology is one of the few disciplines, if not the only one, based on a utopian ideal of
inter-subjectivity, always in search of horizontal relationships between researcher and local peo-
ple. Here I reflect, through my own ethnographic experiences, on the challenges represented by
these demands, given the contexts of actual, manifold inequality everywhere. I have found that
inequality among local languages and linguistic groups relate to inequality among types of music
and music performers. I then show how in the city of Merida, Yucatan, linguistic and musical in-
equality also relate to inequalities in musicians’ access to digital and other resources, even if the
municipal and state governments have launched a program of digital well-being expected to
bring access to the digital world to all sectors of the regional population.
Keywords: Ethnography, inter-subjectivity, inequality.
H
asta alrededor de 1980, a pesar logía era practicada como el estudio de
de las muchas voces que ya en la otredad. Las colecciones Reinven-
ese entonces clamaban por ting Anthropology (1972) de Dell Hy-
mes, y Anthropology and the Colonial
*Profesora investigadora titular C de tiempo Encounter, de Talal Assad (1973), así
completo en la Facultad de Ciencias Antropológi- como Orientalism (1978), de Edward
cas de la Universidad Autónoma de Yucatán. Lí- Said; La escritura y la diferencia, de
nea principal de investigación: Organizaciones y Jacques Derrida (1989, originalmente
cultura expresiva, Ciberespacio, Redes de infor-
mación, Sociabilidad en línea. Correo electrónico: de 1979); The Interpretation of Cultu-
gabrielavargas@uady.mx. res, de Clifford Geertz (1973), y Time
163
164 Gabriela Vargas Cetina
idiomas locales (véase, por ejemplo, los gente local, de una solución intermedia
periódicos Alberta Native News y The que no es la mejor pero me permite
Windspeaker). En Alberta existen más una entrada inicial más o menos rápi-
de 60 estaciones comunitarias en las da a la vida cotidiana. Incluso estos
reservas indígenas, transmitiendo en dialectos, sin embargo, son para mí fá-
inglés indígena, métis y los idiomas ciles de olvidar, y regresar después de
indígenas locales, pero su ámbito de varios años de no hablarlos es tener
escucha es muy reducido y práctica- que admitir la desaparición de cual-
mente sólo pueden ser sintonizadas quier viso de comunicación intersubje-
localmente (Aboriginal Multimedia tiva horizontal con la gente local, más
Society, s.f.). El tzeltal, que es el primer allá de las relaciones afectivas con
o segundo idioma de miles de personas amigos y amigas cercanos. No me que-
en Chiapas, tanto en las montañas da ninguna duda de que olvido los idio-
como en las llanuras y la selva, ha ga- mas locales, así como los dialectos
nado espacios en medios impresos y en regionales de los idiomas hegemónicos,
transmisiones de los medios locales, porque puedo hacerlo y seguir funcio-
pero todavía no tiene la misma difu- nando como si esto no importara preci-
sión que el español. El sitio que enlista samente porque vivimos en un mundo
los idiomas en los que existen artículos desigual. Así, aun a mi pesar, alejarme
en Wikipedia es un buen índice de esta de esa gran diversidad lingüística me
desigualdad lingüística: la mayor par- convierte en agente de esa misma he-
te de los artículos están en inglés y ale- gemonía cultural que ignora los idio-
mán, y les siguen en números los mas locales porque puede funcionar
artículos escritos en ruso, francés, es- sin ellos o sólo tomarlos en cuenta en lo
pañol, italiano, polaco, portugués, chi- mínimo. Las inequidades lingüísticas,
no y japonés. a su vez, se imbrican con las inequida-
Mi trabajo de campo siempre está des musicales, como veremos a conti-
mediado por todas estas desigualda- nuación.
des lingüísticas. Cada vez trato de
aprender, entender y decir cosas bási- LA DESIGUALDAD MUSICAL
cas en alguno o algunos de los idiomas
locales durante la investigación de Parte de mis colegas en la Universidad
campo, pero nunca he logrado dominar Autónoma de Yucatán y en la antropo-
ninguno de ellos, y generalmente olvi- logía mexicana en general se pregun-
do lo que aprendí en cuanto cambio de tan por qué me dedico a estudiar la
región de investigación. La existencia música, y qué importancia puedan te-
de los dialectos regionales de las len- ner investigaciones como las mías.
guas hegemónicas ciertamente me Una colega, quien me tiene gran afec-
ayuda mucho durante los primeros to, me preguntó un día: “¿Cómo te atre-
meses. Considero que me acerca un ves? ¿No te parece que hay cosas más
poco a las y los hablantes de las otras importantes que la música y muchísi-
lenguas mientras me provee, como a la mo más urgentes? ¿Cómo alguien tan
170 Gabriela Vargas Cetina
mostrado que en los campos de concen- paso de una etapa de la vida a otra; en
tración nazis (Gilbert, 2005), en las algunas culturas incluso señala el
crisis más severas (Library of Con- paso de la vida a la muerte, pues la
gress, s.f.), en las revoluciones popula- música está presente durante entie-
res (Gómez Maganda, 1998) y en los rros o cremaciones.
momentos en los que todo parece per- Un programa de arqueología antro-
dido, como durante la esclavitud en pofísica de la British Broadcasting
Estados Unidos (entrada Spirituals en Corporation (bbc), The Incredible Hu-
McNeil, 2013: 366-369), o el hundi- man Journey (Roberts, 2009) propuso
miento del Titanic (Turner, 2011), la que la música puede haber jugado un
música ha sido lo último en morir. En papel fundamental en la sobrevivencia
estas condiciones, los músicos se han de la especie Homo sapiens. Según
unido para tocar y, cuando ha sido po- esta serie, a diferencia de lo que suce-
sible, enseñar a otras personas a hacer dió con la especie Neandertal, que no
música o a interpretar los significados parece haber tenido música ni un arte
que ésta pudiera encerrar. Estos signi- pictórico simbólico, la especie Sapiens
ficados han incluido desde burlarse de habría desarrollado gran creatividad
guardias de los campos de concentra- para la adaptación por medio del arte,
ción durante el nazismo (Gilbert, 2005) y por eso no sucumbió ante los rigores
hasta prepararse y mantenerse ecuá- del cambio climático. Aunque me gus-
nimes, y seguir pistas codificadas en taría creer esto, pienso que tiene que
las canciones para alcanzar la libertad, ser tomado como una exageración y
entre esclavos prófugos en EU (entra- como algo difícil, si no es que imposible
da Spirituals en McNeil, 2013.). Perso- de comprobar. Claro, no cabe duda que
nas sobrevivientes del Titanic han la música, en tanto proceso creativo,
narrado cómo el grupo de músicos que tiene que haber ayudado a nuestros
no dejó de tocar les dio valor y esperan- ancestros a adaptarse y encontrar so-
za. En todos los movimientos sociales luciones prácticas a los problemas que
de los que existen pruebas documenta- enfrentaban, y también a serenarse
les, el ritmo y la música no sólo han para llevar a cabo lo más eficientemen-
estado presentes entre los manifestan- te posible las tareas que les demanda-
tes, así como entre las tropas, sino que ban los rigores de la vida cotidiana en
ha provisto de banderas sónicas de nuestro planeta.
identificación a los distintos grupos en Existen también otro tipo de co-
conflicto. La música ha sido un recurso mentarios. Escuché en la ciudad de
importante para la readaptación social Cuernavaca un anuncio publicitario
de quienes han sobrevivido a calami- en el radio que decía algo como: “Joven
dades y conflictos, o quienes se encuen- campesino, no creas que la música te
tran en centros de rehabilitación va a llevar a una vida fácil. Dedícate a
social. Además, en muchas culturas la trabajar y a labrar un verdadero futu-
música necesariamente acompaña ro para tu familia”. Habiendo crecido
cada momento importante y marca el en Yucatán, nunca me hubiera imagi-
172 Gabriela Vargas Cetina
nado que la música podía ser culpada sica que aman, el de compartir ese
de los males sociales. Éste también me gusto con otras personas, y poder
parece un acercamiento basado en transmitir a sus hijos e hijas la emo-
otra preconcepción equivocada: lo que ción que esta música les produce. Un
puede ser socialmente considerado trovador me explicaba en octubre de
como “mala música” va a llevar a quie- 2014 que la trova cada vez da para me-
nes se dediquen a ella a una mala vida, nos, especialmente ahora que niñas y
si no es que a una vida de crimen y niños quieren “tenis Nike para la es-
destrucción. Al menos de lo que pode- cuela, tabletas computarizadas, ropa
mos encontrar en el registro etnográ de marca”. A esta escalada en el consu-
fico, la música se relaciona con las mismo atribuía el problema de que
condiciones cotidianas de vida, y no al “la trova se está muriendo”. Si antes la
revés. Cierto, la música puede propo- música de trova podía “poner comida
ner modelos alternativos, como cuando en la mesa”, ahora cada vez más esto
el rock en los setenta facilitó la convi- ha dejado de ser así. Sin embargo, la tro
vencia entre jóvenes que de otra ma va continúa: los trovadores siguen to-
nera se hubieran visto como “de color cando y cantando, y las escuelas de trova
blanco”, “de color negro” o de algún yucateca en Mérida y otras partes de
otro “color”, fomentando lo que se ha Yucatán siguen teniendo estudiantes.
dado en llamar la aceptación interra- ¿Cuál es la situación de otros músicos
cial, pero hasta ahora no tenemos que se dedican a otros estilos musica-
ejemplos en los que haya sido la músi- les? El hip hop, por ejemplo, es un esti-
ca la que haya desencadenado alguna lo musical en amplia expansión en el
transformación social radical; la “revo- estado de Yucatán y en la península en
lución cantante” de Estonia, Lituania general. El español yucateco y el maya
y Letonia entre 1987 y 1991, que po- yucateco han encontrado a través del
dría pensarse como una excepción, en hip hop un vehículo de reafirmación y
efecto se basó en la expresión cantada renacimiento cultural. ¿Y podría ca-
de la inconformidad social, y no en la racterizarse la vida de quienes hacen
inconformidad social creada a través hip hop como lujosa? Todo lo contrario;
de canciones (Steves, 2010). al menos en Yucatán hasta ahora el
Es muy difícil explicar a quienes no hip hop es la música de los jóvenes con
aman la música lo que ésta puede sig- menos oportunidades económicas en la
nificar para quienes le dedican su vida. sociedad local.
No puede decirse, sin embargo, que los En mi experiencia etnográfica, la
músicos en Yucatán vivan vidas de lujo desigualdad musical siempre ha ido de
ni mucho menos. Las casas de la ma- la mano con la desigualdad lingüística:
yor parte de los integrantes de la trova las minorías lingüísticas siempre tie-
yucateca, por ejemplo, están muy lejos nen música propia, cantada en sus
de cualquier concepción de una vida de idiomas, y la mayor parte de esta mú-
“lujo”. El disfrute al que estas perso- sica nunca llega a los canales de dis
nas aspiran es escuchar y tocar la mú- tribución masiva, y ni siquiera a los
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 173
canales de “música del mundo”. Gene- Neil Young, Robbie Robertson, Dave
ralmente se requiere que la música lo- Matthews y Nelly Furtado han inclui-
cal cumpla con un cierto estándar de do canciones, ritmos y percusiones in-
calidad, juzgado desde las industrias dígenas en sus grabaciones. En 2012
musicales hegemónicas, para que Furtado, quien es originaria de Colum-
las melodías conocidas y amadas local- bia Británica, en Canadá, incluyó no
mente se conviertan en melodías que solamente sonidos sino también a ar-
circulen en circuitos comerciales nacio- tistas indígenas en sus videos, por lo
nales e internacionales. He encontrado que fue reconocida por la Asociación
que siempre existe un mercado local y Americana de Música Nativa con el
regional, en el que circulan artistas y premio anual Leyenda Viviente en
música que solamente es posible cono- 2013. Felipe Rose, hijo de un lakota
cer si se vive por un tiempo largo con sioux y una mujer puertorriqueña, se
una minoría lingüística, o al menos en hizo famoso como “el indio” en el grupo
algún lugar en el que haya una o más The Village People, pero fuera de usar
minorías lingüísticas. Por ejemplo, la los cascabeles de tobillo y a veces los
mayor parte de la música escuchada cascabeles de brazo en algunos de sus
por los indígenas en Alberta durante videos, contribuyó cantando y bailando
los powwows, incluyendo la música sin aportar sonoridades sioux o de
para bailar, la música para juegos de otras minorías lingüísticas indígenas.
manos y la música de la iglesia nativa, El conocido dúo Kashtin, cuyos inte-
circulan por medio de grabaciones ca- grantes eran innu, incorporaba, ade-
seras e incluso de grabaciones hechas más de los tambores de mano, violines
por pequeñas casas comerciales. Esta y guitarras que se usan en la música
música tiene sus propios canales de popular autóctona del norte de Que-
distribución, en los que a su vez se des- bec, sonoridades e imágenes de otros
taca una minoría de artistas y grupos grupos indígenas de Canadá, incluyen-
locales. Sin embargo, raramente llegan do elementos de la música de las pra-
a los canales de distribución comercial deras. La canción Akua Tuta, en
nacional y mucho menos internacional. particular, del álbum del mismo nom-
Pocos ejemplos existen de la forma bre, de 1994, está inspirada en la músi-
en la que la música de powwow, que ca de las praderas, y el video con el que
tiene su propio mercado en las reser- se dio a conocer incorporaba fotos de
vas indígenas, ha tocado la música po- artistas de powwow y de las montañas
pular y el jazz, pero sí los hay. Los Rocallosas en Alberta y Columbia Bri-
poemas y la música de la poeta y saxo- tánica.
fonista indígena Joy Harjo, los discos En Cerdeña, la música cantada en
del trío Walela y últimamente las gra- los distintos idiomas sardos tiene gran
baciones y conciertos de A Tribe Called circulación en la isla. Los artistas re-
Red están entre los pocos ejemplos de gionales se presentan en fiestas y con-
música indígena de las praderas que ciertos alrededor de la isla, siguiendo
ha llegado al mercado mainstream. el calendario santoral católico y el ca-
174 Gabriela Vargas Cetina
culturas hegemónicas en las que, junto las pioneras a nivel mundial en co-
con muchas personas del planeta, me menzar a ofrecer internet gratis en es-
desenvuelvo. Encuentro, en este punto, pacios públicos. El ayuntamiento de
que las desigualdades lingüísticas y ese entonces lanzó una consulta públi-
musicales están relacionadas con la ca para que las y los ciudadanos vota-
desigualdad digital, y que mi propia ran por los tres primeros parques en
participación en la hegemonía lingüís- contar con ese servicio. Ante la deman-
tica, y en la hegemonía musical basada da popular, se comenzó con 10 parques.
en tocar música en escalas mayores y Pronto se instalaron dos módulos con
menores con métricas europeas, se computadoras de acceso gratuito en el
acompañan también de mi práctica Parque de la Paz, que resultaron insu-
electrónica dentro de la hegemonía di- ficientes. En 2010 el programa Ciber-
gital de software propietario. móvil comenzó a extenderse ya no sólo
a los parques de la ciudad, sino tam-
LA DESIGUALDAD DIGITAL bién a las comisarías de Mérida. El
programa ofrecía 10 laptops en présta-
Por cuestiones de extensión y tiempo, mo cada semana, en forma rotativa en
en este último apartado me circunscri- diferentes parques de la ciudad, para
biré al caso de Yucatán. En parte por- que quienes no tuvieran una propia pu
que el proceso de digitalización dieran hacer uso de internet. El siste-
yucateco ha sido muy particular, y en ma de módulos de conexión con el que se
parte porque tiene que ver con mi tra- inició el programa en cada parque con-
bajo actual. Lo expondré en manera sistía en una mesa de metal al interior
más o menos extensa, dejando para de una caseta con un teléfono y un bo-
otro momento la discusión sobre digi- tón: si la o el usuario tenía problemas
talización de la isla de Cerdeña, otro para conectarse, levantaba el auricu-
proceso interesante a nivel mundial, lar y apretaba el botón, y un operador
pero muy largo de contar. u operadora le ayudaba. El programa
En Yucatán se ha estado promo- fue creciendo, de tal forma que en octu-
viendo, de diversas maneras y con bre de 2014, 125 parques meridanos ya
grandes inversiones económicas, la ofrecían conexión inalámbrica gratuita
igualdad en el acceso a las tecnologías y enchufes con conexión para laptops y
digitales. Este estado mexicano está dispositivos móviles (Ayuntamiento de
considerado actualmente una de las Mérida, 2012-2015, 2014). Al mismo
zonas más digitalizadas de América tiempo comenzaron a extenderse los
Latina, pues los servicios municipales módulos digitales de atención ciuda-
y estatales funcionan a lo largo y an- dana (cabinas en las que se procesan
cho de la entidad con apoyo significati- trámites de diversos tipos). Muchos de
vo de plataformas digitales, y el los trámites cotidianos comenzaron a
público accede fácilmente a internet y ser digitalizados, permitiendo que las
a servicios públicos de todo tipo. En solicitudes de servicio y los pagos de
2007 la ciudad de Mérida fue una de luz, agua, recoja de basura, tenencias
178 Gabriela Vargas Cetina
sino que cada vez está ensanchándola: El uso de software en licencias co
está creciendo la diferencia entre quie- pyleft requiere de muchas horas más
nes pueden hacer música por medios de trabajo y de una mayor inversión de
únicamente digitales y quienes pueden tiempo que los programas similares en
hacerla por medios variados, inclusive sus versiones propietarias. Si bien es
los digitales. cierto que las computadoras se han
De 2012 en adelante he estado apren- hecho accesibles en el estado y en la
diendo a usar software de tratamiento ciudad, incluso las versiones “piratas”
de sonido y de producción y conociendo del software propietario para la pro-
el mundo de las tornamesas y los ins- ducción musical son difíciles o imposi-
trumentos programables, pues me inte- bles de usar en equipos como los que
resa el campo general de la producción ahora tiene la mayor parte de los jóve-
musical en Yucatán tanto en vivo como nes de Yucatán. El software libre se
en estudio. El lenguaje idiomático de presenta muchas veces como la única
la edición y producción sonoras en opción para los jóvenes de escasos re-
Yucatán es una especie de spanglish cursos que quieren dedicarse a la mú-
yucateco. Tengo gran ayuda de mis es- sica o cualquier otra ocupación. Si bien
tudiantes, quienes trabajan en temas en los noventa se pensó que el copyleft
relacionados con mi propia investiga- y la “piratería” llevaría a una democra-
ción, y de vez en cuando me apoyo en tización cultural “desde abajo” (véase
ayudantes de investigación por medio Vargas-Cetina, 2010), la etnografía de la
de contratos, sin embargo, todo está música en Mérida nos muestra que esto
implicando para mí un nuevo aprendi- no es exactamente así: ni todas las
zaje lingüístico a la par de un reapren- computadoras ni todo el software son
dizaje tecnológico. Estoy encontrando iguales, por lo que las batallas por el
que, a diferencia de los programas que acceso a los recursos culturales ana
yo aprendo a usar en cursos en nues- lógicos ahora se han sumado a las
tra Facultad de Ciencias Antropológi- batallas por el acceso a los estratos he-
cas y en cursos virtuales a los que la gemónicos del mundo digital.
facultad me ha dado acceso, son los En Yucatán, la mayor parte de las
programas gratuitos en copyleft y ver- canciones y la mayoría del software
siones “piratas” de cierto software pro- están en español, pero muchos progra-
pietario los de mayor difusión entre las
y los músicos de las colonias pobres de chos de uso a quien compra el producto. En el
Mérida.6 otro extremo está el software de acceso y uso li-
bre, que generalmente está dentro de algún tipo
de licencia copyleft. Existen varios tipos de licen-
6
Existen dos polos en las licencias de soft- cias copyleft. La más abierta es aquella en la que
ware (programas para computadoras y para la o el autor permite tanto la apropiación del
otros aparatos electrónicos); por una parte está el núcleo del programa u obra para modificarlos,
software propietario, que pertenece a una per- así como su distribución libre, gratuita y sin con-
sona o compañía y cuyo uso está regulado por la diciones para el usuario final (para mayor infor-
legislación Copyright, que concede derechos de mación al respecto véase el sitio de la Fundación
exclusividad a quien detenta la patente y dere- Copyleft en http://fundacioncopyleft.org).
180 Gabriela Vargas Cetina
acústicos, como rock, rock pop, música aquéllos colectivos que logran estable-
romántica, música electrónica y elec- cerse con su propia razón social, reco-
troacústica. Estos tipos de música ge- nocimiento del público y, muchas
neralmente requieren de una gran veces, apoyos del gobierno, general-
infraestructura en términos de instru- mente invierten en equipos más profe-
mentos musicales, aparatos y progra- sionales de grabación. Aun así, los
mas de efectos, preamplificadores, recursos para mantener el hardware y
amplificadores y ecualizadores, y con- el software actualizados no les son fá-
solas de múltiples entradas y salidas ciles de encontrar.
de señal. Estos estudios entran a com- En este momento, mis actividades
petencias internacionales por medio de investigación informan mi práctica
de sus producciones para la televisión, docente. Trato de transmitir a mis es-
el cine e internet, y sus operadores es- tudiantes los conocimientos que voy
tán certificados como técnicos por las adquiriendo adaptándolos a lo que
casas que producen el hardware (las considero formas más útiles y más ac-
computadoras, sintetizadores y conso- cesibles. Por ejemplo, ProTools de Avid
las) y el software que en esos estudios es el software estándar de edición de
se manejan. En los estudios más pre- audio en la industria musical, y el soft-
carios generalmente se producen beats ware que yo primero aprendí a utilizar
y tracks de hip hop, con la ayuda de al- tomando cursos en nuestra propia
gunos micrófonos, una o más torname- facultad, pero quiero que mis estu-
sas, con una o más computadoras para diantes aprendan a usar programas de
la grabación y producción de los otros tipos, como Audacity y Mixxx,
tracks.8 Los concursos en los que parti- ampliamente utilizados por los jóvenes
cipan las producciones de estos estu- de escasos recursos en la ciudad. Estos
dios son los de culturas populares, los programas son gratuitos y están basa-
de la ciudad de Mérida y los concursos dos en software libre. Me interesa que
regionales de “batallas” de hip hop y los programas que veamos en clase
break dance. El deseo de contar con es- sean multiplataforma, de tal manera
tudios de ensayo y grabación profesio- que funcionen al menos en Windows,
nales y la adquisición de mejores Mac y Linux. Esto implica dificultades
instalaciones y equipos es constante, y operativas en la edición, las cuales se
acentúan por las idiosincrasias de la
traducción. Me doy cuenta, sin embar-
8
Se le llama tracks a los canales en los que go, de que en cuanto dejo de dar clases
se graban las distintas melodías y segmentos de
percusión que forman cada pieza musical; tam-
relacionadas con el sonido, regreso casi
bién se llama tracks a las piezas que son graba- inmediatamente al software comercial
das en multitrack y pueden ser almacenadas en propietario, y que cuando salga de la
algún tipo de soporte material portable, como investigación en campo sobre produc-
cintas, discos de vinil, cd, memorias flash o tar-
jetas. Generalmente track se refiere a un seg-
ción musical entre jóvenes de Yucatán
mento de música grabada, sea una de las líneas seguramente se reducirá mi contacto
melódicas o una pieza entera. con el software alternativo.
182 Gabriela Vargas Cetina
Las inequidades lingüísticas y mu- hace unos 20 años, los que caracteriza-
sicales se extienden al mundo digital, y ban a las músicas locales que ahora se
es muy fácil dejar de ser “multilingüe” registran e interpretan en forma digi-
en software alternativo por cuestiones tal. Más allá de los discursos políticos y
de comodidad y acceso diferencial. Una programáticos de las instancias guber-
vez más, mi competencia en idiomas namentales, educativas, comerciales y
musicales digitales low-tech quedará de apoyo institucional, la etnografía
atrás en cuanto comience a dedicarme nos muestra que no es posible pensar
a un nuevo proyecto. Por tanto, mi co- en los programas de “desarrollo” o de
municación con los músicos y producto- “ecualización de oportunidades ante la
res de las áreas socioeconómicamente brecha digital” como las opciones para
marginadas de Yucatán volverá a ser remontar totalmente la desigualdad.
profundamente asimétrica, en términos La etnografía es el único método que
de las diferencias de uso de hardware nos puede revelar por qué estos pro-
y de software para el procesamiento di- gramas se quedan en buenas intencio-
gital del sonido y de la música. nes, y cuáles serían las posibilidades
reales de transformación local: el mejo-
CONCLUSIÓN ramiento de las condiciones de vida y
la ecualización del ingreso, que sola-
A lo largo de este artículo he estado mente podrían resultar de la transfor-
mostrando, a través de mi experiencia mación radical del sistema económico
de investigación, la relación de des- actual. Y es que aún quienes hacemos
igualdad estructural que se extiende etnografía reflexiva tratando de de-
desde las diferencias lingüísticas hasta sarrollar relaciones intersubjetivas
las diferencias culturales y en el acceso nos vemos, al final de cada proyecto,
a la infraestructura digital. Éste, me regresando a nuestras posiciones ha
parece, es uno de los grandes poderes bituales en las estructuras de la des-
de la etnografía: encontrar y poner en igualdad.
relieve, incluso en aquellos lugares in- Un segundo gran poder de la etno-
sospechados, los efectos de la desigual- grafía es el de mostrar, con nuestros
dad socioeconómica y cultural. Esta datos, que las personas en situaciones
desigualdad, como hemos visto, se ex- desventajosas no están allá porque se
tiende necesariamente a la desigual- lo hubieren propuesto o porque deci-
dad en acceso a recursos y productos dieron conscientemente no cambiar de
culturales, y en la poca proyección de lugar social. Nosotros mostramos cómo
los productos culturales regionales y esas personas están tan dedicadas
locales minoritarios hacia los merca- como nosotros a su trabajo, a sus fami-
dos hegemónicos. Más aún, la cultura lias o relaciones equivalentes, al arte, y a
y el mercado hegemónicos moldean ne- los proyectos colectivos en su localidad,
cesariamente la cultura local, pues el y mostramos también cómo las estruc-
software impone ahora ritmos y afina- turas homohegemónicas les afectan y
ciones que no necesariamente eran, limitan el impacto de sus producciones
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 183
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Isaac García Venegas
en una época en la que, como resultado
de una supuesta catástrofe nuclear, al-
E
l desarrollo tecnológico en el gunos sobrevivientes ya no viven sino
que vivimos inmersos ha provo- se sientan frente a las imágenes que un
cado cambios radicales, particu- misterioso aparato proyecta; imágenes
larmente en lo que se refiere a la imagen. de sueños y recuerdos que lejos de ayu-
No cabe duda que actualmente presen- dar a volver a tener presente la civiliza-
ciamos —y somos partícipes— de una ción ida, evitan el fastidio mismo de
realidad novedosa: el mundo de las vivir incluso la propia vida.
imágenes ha dejado de ser tal (es decir, En pocas palabras, las imágenes ya
un mundo limitado por lo menos en cuan- no son sobre el mundo sino del mundo:
to a su “producción”, no tanto en cuanto lo que se ha perdido es la distancia ne-
a su “percepción”) para convertirse en cesaria entre el mundo y la imagen.
un inconmensurable arsenal de imá- Hoy el mundo es la imagen que de él se
genes del mundo. Las imágenes fijas y capta y difunde. Mientras la distancia
en movimiento, editadas y sin editar, nos permitía saber que el mundo era
pueblan nuestra vida cotidiana. Los algo más que la imagen (a fin de cuen-
megapixeles en dispositivos móviles, tas un instante fijado en un flujo conti-
las funciones automáticas que “facili- nuo del tiempo), hoy pareciese ser que
tan” y sustituyen cierto saber sobre la el mundo es lo que el cúmulo de imáge-
generación y producción de imágenes, nes nos dice que es. Las imágenes pues
los programas y aplicaciones que vuel- son del mundo: no sólo le pertenecen
ven “artística” o “estética” cualquier sino que son el mundo mismo: vivimos
imagen (incluso los autorretratos, lla- en un gran selfie del mundo. Para algu-
mados selfies, en los baños antes o des- nos, esta pérdida de distancia es en
pués de la ducha), nos aproximan realidad una ganancia; para otros, es
vertiginosamente a esa realidad virtual una tragedia.
187
188 Reseñas
C
sencia, como en el documental Trabajo laudia Zamorano es profesora
de campo en tiempos violentos. investigadora del Centro de In-
Es difícil concebir que en un trabajo vestigaciones y Estudios Supe-
de 12 años esta perspectiva implícita riores en Antropología Social, D.F.
192 Reseñas
(el espacio de los habitantes), compuesto ticas corporales: hábitus), así como mo-
por un sistema de signos producidos, dificaciones en las fachadas que revelan,
designados y ordenados, y la práctica, sobre todo, el imaginario del miedo.
donde el espacio es producido y reprodu En el primer capítulo construye su
cido por los usuarios. objeto de estudio. Expone la elección
Su metodología incluye la interac- del lugar de estudio, así como el inicio
ción de viviendas y familias, indagando y redefinición de su investigación. Ex-
los procesos de adaptación, apropiación plica la manera en que la arquitectura
e interpretación de la arquitectura mo- y la antropología se vinculan, lo cual
derna del siglo xx. Mediante 71 entre- permite plantear las tres preguntas de
vistas obtiene historias de vida, de las investigación iniciales apoyadas en el
casas y la colonia; transformaciones y concepto de producción del espacio de
apropiaciones de espacios urbanos; Henri Lefebvre (1991).
eventos de sociabilidad y vida cotidiana. En el capítulo dos (inicio de la pri-
Sus fuentes incluyeron archivos históri- mera parte) explica cómo, a partir de
cos de la ciudad de México, documentos la modernidad de inicios del siglo xx, se
hemerográficos (revistas, folletos, ten- alistan transformaciones en el mundo
dencias urbanistas y arquitectónicas); en las que la arquitectura y el urbanis-
datos censales (1930-2000); fotografías mo no fueron la excepción. Surgirá el
aéreas históricas de la zona, álbumes estilo funcionalista, que derivó en va-
fotográficos de familias entrevistadas, rias escuelas, entre ellas la Bauhaus.
y una carpeta fotográfica creada por Zamorano considera el funcionalismo
ella misma. como un caleidoscopio de la moderni-
La estructura del libro —además dad que fue interpretado por los agen-
de introducción y conclusiones genera- tes que lo apoyaron o rechazaron
les— se integra por tres partes, con dos según sus intereses estéticos, políticos
capítulos cada una. La primera trata y financieros. La Bauhaus hizo sus
sobre los arquitectos radicales y el fun- propias interpretaciones.
cionalismo internacional que fue im- En el capítulo tres expone las simi-
portado, interpretado y apropiado por litudes entre la escuela funcionalista
los arquitectos mexicanos. La segunda internacional y la practicada en Méxi-
identifica a los actores políticos de la co. Zamorano argumenta que las in-
Revolución, denotando el surgimiento fluencias en México procedían de ideas
de la vivienda como problema social y de Le Corbusier y de los congresos
el nacimiento de la planificación como internacionales de arquitectura mo-
paradigma del desarrollo urbano. La derna; estaban impregnadas de las
tercera analiza la apropiación de los contradicciones políticas que impera-
beneficiarios desde una dimensión ma- ban en el país después de la Revolu-
terial (cambios materiales), económica ción. Así, junto con el funcionalismo,
(instalación de comercios, negocios) y los arquitectos importaron también
cultural: transformaciones en la cocina contradicciones, disputas ideológicas e
(adaptación a cultura material y prác- intereses políticos y materiales. Entre
194 Reseñas
modos de producción, los espacios Place and Back again”, en Justice, Na-
construidos y los códigos establecidos. ture and the Geography Difference,
Después de la Revolución, la agenda Reino Unido, Blackwell. 1996). Sin em-
de los políticos contenía códigos que no bargo, en este libro la parte global se
coincidieron con los de los vecinos. Un queda en la propuesta de la Bauhaus,
ejemplo es el monumento a la Madre concentrándose posteriormente en la
Petrolera, que muestra los códigos que política nacional, de manera que pue-
el Estado deseaba imponer a los habi- de hacerse la pregunta, ¿qué pasó con
tantes del lugar, pero la destrucción y otros procesos internacionales que pu-
descuido para la obra fue la respuesta dieron influir en la construcción de la
de los vecinos ante el símbolo impues- colonia Michoacana?
to. La autora concluye que construir el Vivienda mínima obrera en el Méxi-
espacio habitable es muy complejo co posrevolucionario es una investiga-
para dejarlo sólo en manos de arqui- ción novedosa, un estudio completo
tectos; asimismo, argumenta que no sobre la producción de los espacios ur-
todo acto de apropiación y simboliza- banos como resultado de la interacción
ción es un acto de resistencia. —un diálogo entrecortado— entre pla-
Definitivamente, la metodología nificadores, urbanistas, artistas y tec-
permite responder a la problemática de nócratas con los habitantes del espacio
la investigación. Zamorano muestra urbano de un momento histórico espe-
cómo, a partir de Lefebvre, se puede cífico.
hablar de producción del espacio des
de la historia, desde una geografía par-
ticular que posee una historia espacial Fernando Barrientos del Monte, Buscando
donde convergen infinidad de agentes una identidad. Breve historia de la ciencia
política en América Latina, México, Fonta-
sociales y políticos. Vale esto para ha-
mara/Universidad de Guanajuato, 2014.
blar de la manera de obtener informa-
ción cuando no se limita sólo a la Joel Trujillo Pérez
etnografía que, dicho sea de paso, tiene
L
su complejidad. La autora sale de ella, as ciencias sociales, como campo
acude a los archivos históricos y utiliza de conocimiento específico, se
fotografías aéreas para revelarnos las han desarrollado de manera
limitaciones de la memoria como única desigual. Esto es más claro cuando nos
fuente de conocimiento. encontramos insertos dentro de algu-
El manejo de escalas, que van de lo na de las disciplinas que abarca, sobre
global al cuerpo, es un tema fascinante todo si se piensa que cada una puede
para los estudiosos de las ciudades y el coadyuvar a resolver problemas reales
espacio urbano. Una escala surge de y cotidianos de la vida en sociedad.
diversas perspectivas espaciales, don- Probablemente esto ya se ha señalado
de el regreso a la formación dimensio- para el caso de la antropología que,
nal es un intenso diálogo de lo local a lo desde sus inicios y profesionalización
global (David Harvey, “From Space to en México, a principios del siglo pa
196 Reseñas
EXCELENCIA Y ORIGINALIDAD
Nueva Antropología ha sido aceptada en el Índice de Revistas Mexicanas de Investi-
gación Científica y Tecnológica del Conacyt, por lo que los trabajos publicados tienen
un peso curricular significativo. Es una revista que recibe con gran interés las colabo-
raciones de investigadores en ciencias sociales, tanto nacionales como extranjeros.
COMPROMISO
Los trabajos deben ser originales en español, de preferencia resultado de investiga-
ción teórica o empírica y abordar temas de ciencias sociales, en particular de antropo-
logía. El autor(a) debe comprometerse con la revista Nueva Antropología a no someter
simultáneamente su artículo a la consideración de otras publicaciones en español.
DICTAMEN
Todos los trabajos serán revisados por dos dictaminadores anónimos y evaluados
por el Consejo Editorial. Los autores conocerán el resultado del arbitraje por la vía
más rápida.
PROYECTOS TEMÁTICOS
La revista también acepta proyectos para números temáticos. La propuesta deberá
contener un texto relativo al tema del proyecto de 500 palabras aproximadamente y
un listado de los artículos con los datos de los autores, así como un resumen de cien
palabras de cada artículo. Los proyectos serán evaluados por el Consejo Editorial.
ENVÍO DE MATERIALES
Los textos y otros materiales para publicación deberán ser enviados a:
revistanuevaantropologia@gmail.com
revista_na@yahoo.com.mx
Facebook: REVISTA NUEVA ANTROPOLOGÍA
Silvia Gómez Tagle, directora
Celia Tapia, Brenda Perea, secretarias
NORMAS EDITORIALES
d) TÍTULOS
Se pide que sean breves y hagan referencia al contenido del texto.
NORMAS PARA CITAS “MODELO HARVARD”
e) CITAS EN EL TEXTO
El apellido del autor y el año de publicación de la obra, dos puntos, las páginas corres-
pondientes:
…en sus aspectos teóricos y metodológicos (Giddens, 1995: 143-152), o bien:
…en estos aspectos seguimos a Giddens (1995: 143-152).
BIBLIOGRAFÍA AL FINAL DEL TEXTO
Se dispondrá en orden alfabético por apellido del autor, editor o coordinador del libro
o artículo.
CITA DE LIBRO
Autor (Apellido, Nombre) (año de edición), Título de la obra, número de edición, Lu-
gar, Editorial, número de la página o de las páginas citadas.
Ejemplo:
Giddens, Anthony (1995), La constitución de la sociedad: bases para la teoría de la es-
tructuración, Buenos Aires, Amorrortu, pp. 25-38.
1. Si se desea destacar el año de la primera edición del libro, independientemente
de la edición citada, se deberá emplear el siguiente formato:
Evans-Pritchard, Edward E. (1976) [1937], Brujería, magia y oráculos entre los
azande, Barcelona, Anagrama.
CITA DE ARTÍCULO EN LIBRO
Autor (Apellido, Nombre) (año de edición), “Título del artículo”, editor o coordinador
del libro, Título de la obra, Lugar, Editorial, número de páginas del artículo o páginas
citadas.
Ejemplo:
Zepeda Patterson, Jorge (1989), “Limites et possibilités de l’identité territoriale au
Mexique”, en J. Revel-Mouroz (coord.), Pouvoir local, régionalismes, décentralisation:
enjeux territoriaux et territorialité en Amérique Latine, París, iheal, pp. 95-104.
2. Más de dos autores en un texto:
A partir del segundo autor se escribe primero el nombre o inicial y después
el apellido. En el texto, cuando son más de tres autores se escriben sólo el
primer apellido del primer autor y después las palabras “et al.” En minúscu-
las con punto y cursivas.
3. Dos o más referencias a un mismo autor:
Se repite el nombre del autor. El orden será cronológico descendiente (del más
reciente al más antiguo)
4. En un mismo texto se citan dos o más obras de un autor publicadas el mismo año
Verificar en el texto que la referencia a cada año coincida con la obra de que se
trate y, se deberá diferenciar entre un texto y otro con la secuencia del abeceda-
rio después del año.
5. Textos que aún no son publicados:
Los datos institucionales seguidos de la palabra “(mimeo)” indican que es un
texto que aunque está respaldado por una institución aún es inédito.
CITA DE ARTÍCULO EN REVISTA
Autor (apellido, Nombre) (año de edición), “Título del artículo”, Nombre de la
Revista en cursivas, volumen, número, número de páginas del artículo o páginas
citadas.
No lleva nombre de la editorial ni lugar de edición; cuando indica el año o la época, se
incluyen. Las páginas en las que se encuentra el artículo se anotan al final de la ficha.
Se puede escribir el periodo al que corresponde la publicación de la revista (p.e. sep-
tiembre-diciembre, verano) antes de las páginas.
CITA DE DOCUMENTOS EN O DE INTERNET
Nombre del autor (individual o corporativo) del documento, año de elaboración del
mismo entre paréntesis y su título, en letras redondas y entre comillas. Se puede
agregar alguna frase que describa el documento (boletín de prensa, tablas, carta
abierta…) y si está completo, si es de acceso libre o restringido, etc., y la fecha precisa
(día y/o mes). Enseguida, se describirá completa la dirección electrónica o url (Uni-
form Resource Locator), tal como aparece en la página, sin omitir ninguno de los ca-
racteres. La fecha de última consulta (la cual no es la misma que la fecha de la elabo-
ración del documento, aunque pueden coincidir). Todo irá separado por comas.