colaborador del Grupo Éxito, ha notado irregularidades en el manejo de residuos en el almacén donde labora.
Se percató de que, por
ejemplo, los residuos se encontraban totalmente mezclados: los residuos ordinarios tenían cáscaras y desperdicios de comidas y, al contrario, en los residuos orgánicos habían servilletas, envolturas de alimentos y hasta cartón y papel reciclable.
Situaciones similares a esas había encontrado y ya
empezaba a preocuparle el hecho que esto podría significar. Sin embargo, siempre se consolaba pesando: “Esa no es mi labor aquí”. Y con ello se desligaba, según él, de todo tipo de responsabilidad.
La situación siguió; durante un
mes, Héctor encontró todos los días algo que se estaba haciendo indebidamente pero no tomó acciones porque se creía ajeno a todo eso. Él mismo se decía: “Tengo la conciencia tranquila porque yo sí separo los residuos como debe ser, reciclo cuando se debe y deposito todo en su lugar”.
Al parecer no tenía la mente tan
tranquila cuando supo que en el almacén se encontraba un funcionario de la entidad de control realizando inspección a toda la gestión de residuos en el almacén.
Héctor muy preocupado, acudió
al gerente de la dependencia para ponerse a disposición y ayudar a mejorar la gestión de los residuos.
Allí mismo, se enteró que en
todas las dependencias existe un Comité Operativo Ambiental COA que sirve de puente de comunicación entre las dependencias y el Departamento de Gestión Ambiental con el que cuenta la compañía y que se encuentra en la Dirección de Servicios de Gestión de Activos.
El COA se reúne mensualmente,
pero dadas las circunstancias y a las no conformidades encontradas por el ente de control, se tuvo que convocar a una reunión urgente. Héctor estuvo allí en primera fila, se sentía de alguna manera implicado, pues nunca pensó que esto podría traer consecuencias al almacén, las mismas que él había podido ayudar a mitigar y resolver en el momento oportuno.
En la reunión del COA, se llegó a la conclusión de que era
necesario y primordial hacer cuanto antes una campaña con actividades de formación en materia de la gestión ambiental a todos los colaboradores, ya que, como fue el caso de Héctor, descubrieron que estos no se sentían implicados ni responsables en la correcta gestión ambiental.
Cuando realizaron la campaña,
los colaboradores se dieron cuenta de que ellos también pueden influir a los demás para trabajar juntos en la gestión ambiental de la compañía, entendiendo que todos son veedores de esto incluso en su vida cotidiana.
Adicionalmente, evidenciaron que
con una buena gestión y segregación de los residuos, el almacén aumentó la cantidad de material reciclable que entrega a la Fundación Éxito, disminuyó la tasa de aseo, separó de manera correcta los residuos orgánicos, los cuales son utilizados para la elaboración de abono orgánico, y sobre todo, se realizó una correcta disposición de residuos peligrosos con el gestor autorizado contando con los certificados de disposición final.
Héctor, por su nuevo entusiasmo, fue seleccionado como
Delegado Ambiental, su misión de ahora en adelante es estar siempre pendiente de los temas ambientales en el almacén, haciendo una correcta disposición de los residuos, velando por cumplir los estándares legales y tener los documentos ambientales al día, y siendo siempre una inspiración para que todos trabajen juntos por la sostenibilidad en el Grupo Éxito.