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MEMORIAS  

 
 
 
 
PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE TERAPIA NEURAL, ODONTOLOGIA 
NEUROFOCAL Y PENSAMIENTO COMPLEJO.  
 
BOGOTA ‐ 2007. 
ORGANISMO CRISTALINO LÍQUIDO Y TERAPIA NEURAL
Hacia una termodinámica de la complejidad organizada.
Dr. Jorge Kaczewer (médico) – con la colaboración del Dr. Roberto Castro
(médico de animales) – Argentina

“Estas son las medicinas de una ciencia que todavía nos falta descubrir”.
Richard Grossinger, 1980.
(Medicina Planetaria)

“Enfrentamos el reto de buscar conductores de memoria que transporten


información según el lugar en que se encuentren y según su propia estructura
cuántica molecular. Esos sistemas de transporte son los cristales líquidos. La
pregunta a hacernos es el papel que juegan los cristales de procaína en este
proceso sistémico de memoria fluyente. Hay pocos estudios al respecto pero
allí tenemos un gran campo de investigación”.
Julio César Payan de la Roche, 2003.
(Terapia Neural: el futuro - Encuentro Mundial de Terapia Neural y Odontología
Neurofocal)

Comenzé este trabajo tras escuchar al doctor Payan mencionar por primera
vez en el congreso mundial del 2003 en Bogotá (1) el vínculo entre cristales
líquidos y TN. Llevaba un año conduciendo en la Universidad Maimónides de
Buenos Aires la Unidad de Terapia Neural del Departamento de Medicinas
Complementarias e Integrativas fundado por el recientemente fallecido doctor
Ignacio Fojgel, a quien muchos de los presentes conocieron. Trabajábamos
bajo la constante presión del establishment médico que consideraba que la TN
carecía de fundamento científico. Para colmo, mi bagaje curricular era
políticamente insuficiente. Nunca me preocupé por juntar diplomas. Pero ahora
estaba haciendo TN en un hospital universitario y me exigían explicar “la
ciencia detrás de esta medicina”. No les importaba que en nuestro consultorio
externo los pacientes mejoraran.
Poco después de aquel congreso, conozco en Montevideo, Uruguay, a Mae-
Wan Ho, genetista y bióloga molecular china que dirige en Inglaterra el Instituto
de Ciencia en Sociedad, institución independiente dedicada a denunciar los
peligros del uso irresponsable de la tecnología transgénica. Ella llevaba varios
años estudiando la naturaleza cristalino-líquida de los seres vivos y acababa de
publicar su libro “El arco iris y el gusano” (2), un replanteo actualizador de la
biofísica. Cuando apenas hojeé el ejemplar que la Dra. Ho en persona me
obsequió, supe que volvería a casa pertrechado de mejores preguntas para
continuar mi investigación.

¿Dónde estaba almacenada la memoria del traumático pasaje por 14 días de


terapia intensiva que atravesó Alicia, a consecuencia de la sepsis posterior a
una histerectomía por grandes fibromas? Me consultaba a sus 49 años, tras
cuatro años de depresión, trastornos menopáusicos e hipotiroidismo detonados
luego de esa cirugía. Su Fannenstil era una profunda grieta fibrosada de dos
cm de profundidad, dos de altura y más de 20 cm de ancho. A la inyección de
su tiroides y esta impresionante cicatriz, esta mujer respondió cayendo en
cama durante tres días con altísima fiebre, y un sopor durante el cual revivió no
sólo el proceso atravesado entonces sino que también “recordó” vívidamente
las conversaciones, las oraciones y el contacto de las manos de su médico,
que durante los 14 días se pasó varias horas diarias sentado a su lado en la
terapia intensiva.
Tras una semana me visita maravillada por su mejoría. No más sofocos,
cansancio, angustia ni llanto. Tuvimos tres encuentros más en los que
sucesivamente fue recordando viejos eventos traumáticos o quirúrgicos luego
de cada correspondiente tratamiento: al tratar un dolor en una várice en pierna
izquierda, recordó un severo traumatismo cefálico. Y tras una corona de cuero
cabelludo y supra e infraorbitario, cedió totalmente una conjuntivitis crónica y
revivió su cirugía de adenoides. Dos meses después de la última consulta, me
llamó para compartir su bienestar, parte del cual respondía “a que pudo
separarse tras 14 años de una pésima relación matrimonial”.

Mejores preguntas... Hay 200 billones de células en nuestro cuerpo,


conformadas por cantidades astronómicas de moléculas diferentes. ¿Cómo
puede este enorme conglomerado de células y moléculas dispares funcionar
tan perfectamente como un todo coherente? ¿Cómo pudo Alicia acceder a la
energía con la que cambió el rumbo de su vida? ¿Dónde quedaron archivadas
sus irritaciones? ¿En el SNC, en el SNA o acaso fuera del ámbito neural?
La visión del organismo como red de canales de información propuesta por
Payán en “Información, Entropía y Terapia Neural” (3) sugiere mecanismos de
memoria adicionales a la engramabilidad del sistema nervioso autónomo y la
participación del SNC. Este trabajo surge de la invitación que Payán nos hace
también en “Ciencia y TN” (4) a investigar la permanencia de irritaciones y nos
conduce a un excitante planteo: la posibilidad de que el “campo interferente”
sea un fenómeno que combine una fuerte participación extra-neural. Entonces,
el SN podría no estar siendo nuestro principal interlocutor en el diálogo que con
la Terapia Neural intentamos establecer con esa red de canales de información
que es nuestro paciente, sino solamente un socio al 50%.
Esta investigación sugiere que el otro socio podría ser el sistema conformado
por todas las proteínas del organismo que se comportan como cristales
líquidos. De hecho, existe una continuidad dinámica y cristalino-líquida de
tejidos conectivos (piel, huesos, tendones, ligamentos, cartílago y diversas
membranas que cubren órganos principales y delimitan espacios internos) y la
matriz extracelular en conexión directa con el igualmente cristalino líquido
citoplasma en el interior de cada simple célula del cuerpo. Los tipos de
sustancias y tejidos que conforman este continuo cristalino líquido incluyen
todos los principales componentes del organismo: los lípidos anfifílicos, las
glicoproteínas, las integrinas y otras proteínas integrales de las fronteras
celulares, el ADN de los cromosomas, todas las proteínas, especialmente las
cito esqueléticas, las musculares, los colágenos y los proteoglicanos de los
tejidos conectivos.
Trataremos de ver la forma en que la cristalinidad líquida confiere a los
organismos su flexibilidad característica, su sensibilidad y capacidad de
respuesta exquisitas, optimizando por ende la rápida y silenciosa
intercomunicación que le permite al organismo funcionar como un todo
coherente y coordinado. Precisamente, veremos que el continuo cristalino
líquido provee interconexiones eléctricas sutiles que son sensibles a cambios
en la presión, el pH y otras condiciones físico-químicas; en otras palabras,
también es capaz de registrar (memoria tisular). Y que posee todas las
cualidades de una conciencia corporal conformando un sistema de
comunicación que podría quizás ser tan o más sensible a los efectos de la
terapia neural que el sistema nervioso (5).

Antes de adentrarnos de lleno en este “nuevo mundo” del organismo


cristalino líquido, les advierto que todo vestigio de nuestro apego a las bio-
visiones mecanicistas que heredamos del industrialismo cartesiano atravesará
una especie de terremoto. Veremos que la célula no esta ensamblada como un
juego de nano-Mecano, y tampoco como interminables piezas de nano-Rasti o
nano-Lego, lo cual depende así de muchas acciones mecánicas fragmentadas
del tipo empujar-tirar, conducir-ser conducido y bloquear-desbloquear. Gerald
Pollack, en su libro “Células, geles y las maquinarias de la vida: un enfoque
nuevo y unificador sobre la función celular” (2001), propone que el hardware
molecular en verdad existe, pero los mecanismos explicativos podrían estar
totalmente errados. Especialmente si hacemos Terapia Neural, sentiremos el
peso de la concepción de los biólogos moleculares que nos ha metido en un
verdadero embrollo de innumerables engranajes y ruedas, puentes colgantes,
receptores de membrana, canales, interruptores, transductores de señales,
tornillos y tuercas moleculares engullendo energía como nuestros propios
aparatos mecánicos, mientras todavía nos seguimos preguntando de dónde
sale toda esa energía.
Pero sobre todo, la visión del organismo cristalino-líquido nos brindará
herramientas nuevas para entender mejor la exquisita sensibilidad de los seres
vivos ante señales débiles, es decir, para imaginar más floridamente cómo se
universaliza en el paciente el influjo de nuestra pequeña inyección de procaína,
presentándose curaciones inexplicables. Esta amplificación de impulsos poco
intensos hacia resultados macroscópicos tan sorprendentes justamente plantea
la necesidad de renovar nuestra concepción termodinámica de la vida. Hoy ya
sabemos que la mayoría de hallazgos de Prigogine son sólo aplicables a un
grupo de sistemas sumamente restringido, y que, en realidad, todavía no existe
una termodinámica general de sistemas alejados del equilibrio y tampoco una
teoría de la auto-organización (6).
Según Mae-Wan Ho, ninguna parte del sistema tiene que ser empujada o
dirigida hacia la acción, ni sujeta a regulación mecánica y control. En vez de
ello, la acción coordinada de todas las partes depende de la veloz
intercomunicación a través de todo el sistema. Para Goodwin, el organismo es
un sistema de “medios excitables” (7), o células y tejidos excitables capacitados
para responder específica y desproporcionadamente (no linealmente) a señales
débiles gracias a la gran cantidad de energía almacenada, la cual puede
entonces amplificar la señal débil hacia una acción macroscópica.

CRISTALES LÍQUIDOS: HISTORIA Y BIOQUÍMICA


Los cristales líquidos fueron descubiertos hace más de cien años (1888) por
el botánico y químico austriaco Friedrich Richard Reinitzer (1857-1927), quien
encontró que algunos compuestos orgánicos derivados del colesterol parecían
tener dos puntos de fusión. Más específicamente, observó que al calentar los
cristales de estas sustancias a 145° C, el sólido se transformaba en un líquido
turbio; pero éste a su vez, se convertía en un líquido totalmente claro y
transparente precisamente a 179° C. Reinitzer también realizó el proceso
inverso y enfrió el líquido transparente observando que exactamente a las
mismas temperaturas anteriores ocurrían las transformaciones opuestas. Vio
además que los cambios observados iban acompañados de absorción o
emisión de calor, dependiendo de si la temperatura aumentaba o disminuía y,
asimismo, cómo el volumen del sistema cambiaba en forma abrupta (8).
Al poco tiempo de estas primeras observaciones (1889), el cristalógrafo
alemán F. Lehmann descubrió que el líquido turbio intermedio entre los
cristales y el líquido transparente poseía propiedades ópticas y una estructura
molecular muy parecida a la de un cristal sólido, y acuñó el nombre de cristal
líquido (9). Aun sin darse plena cuenta, lo que en realidad habían descubierto
era un nuevo estado de la materia: las fases intermedias o mesofases, término
acuñado por DeGennes en 1974 (10).
El químico Georges Gray, quien estudió los cristales líquidos por muchos
años, se refiere a éstos como “sistemas sensitivos afinables”, y como tales,
resultan ideales para construir organismos (11). Ya se ha reconocido que todos
los constituyentes principales de los organismos vivos pueden llegar a ser
cristalino-líquidos. Estas distintas especies moleculares pueden constituir una
multiplicidad de mesofases fundamentales para la estructura y el
funcionamiento biológicos en todos los niveles de la organización, desde
procesar metabolitos en la célula hasta la determinación de los patrones
durante el desarrollo, y el funcionamiento coordinado de organismos enteros.
Pero fue Joseph Needham (12) quien, ya en 1936, propuso que todas las
propiedades del protoplasma pueden explicarse en términos de cristales
líquidos. Decía textualmente que “...Los cristales líquidos, debe destacarse,
resultan importantes para la biología y la embriología porque manifiestan
ciertas propiedades que pueden ser consideradas como análogas a aquellas
que manifiestan los sistemas vivos, pero fundamentalmente porque los
sistemas vivos en realidad son cristales líquidos...”

Propiedades de las mesofases


Las mesofases tienen propiedades de anisotropía óptica, eléctricas y
magnéticas, además de propiedades mecánicas (13). Un cristal líquido fluye,
se escurre y toma la forma del recipiente que lo contiene, de la misma manera
que un líquido ordinario como, por ejemplo, el agua. Pero a diferencia de ésta,
cuyas moléculas son relativamente simples y prácticamente esféricas, las
moléculas de un cristal líquido son, por lo general, muy alargadas en forma de
barra o aplanadas en forma de disco. Esta asimetría molecular tiene una
consecuencia muy importante: los átomos dentro de la molécula se sitúan
preferentemente a lo largo del eje de la molécula o bien en el plano definido por
la molécula misma, dando lugar a una estructura molecular complicada.

Características electromagnéticas
Cuando dos moléculas se acercan entre sí, sus nubes electrónicas son las
primeras en entrar en contacto y se repelen por tener cargas del mismo signo,
de modo que a distancias comparables con las dimensiones moleculares
mismas, las fuerzas intermoleculares son repulsivas y tienden a alejar a las
nubes electrónicas y en consecuencia a las moléculas. Pero esta repulsión
también produce el desplazamiento relativo de las nubes electrónicas con
respecto a sus núcleos.
Como esto ocurre en cada átomo, en las moléculas alargadas el efecto neto
podemos describirlo imaginando que la presencia de una molécula de cristal
líquido produce una distorsión en la distribución de carga eléctrica de la otra
molécula, de modo que la carga positiva neta de los núcleos queda separada
una cierta distancia de una carga negativa de igual magnitud. Como es sabido,
esta configuración de carga se denomina dipolo eléctrico, y a la línea que une
ambas cargas se le llama eje del dipolo, que coincide entonces con el eje largo
de la molécula. Así que podemos concluir que una molécula de cristal líquido
induce la formación de dipolos eléctricos en las moléculas vecinas.
Sin embargo, es más fácil que la nube electrónica se desplace con respecto
al núcleo positivo a lo largo del eje de la molécula que transversalmente a él —
a lo largo del eje corto— aunque esto último también es posible, dependiendo
de la estructura molecular. Ahora veremos a qué conduce esta formación de
dipolos en todo el cristal líquido.

Formación de dipolos
Sabemos que cada configuración de cargas eléctricas crea un campo
eléctrico E en el espacio que la rodea. La estructura espacial específica de
cada campo (posición y dirección), es una propiedad de cada configuración de
cargas, pero es precisamente a través de este campo como cada configuración
ejerce fuerzas sobre otras cargas eléctricas.
En el caso del dipolo eléctrico, la estructura de este campo está representada
por líneas de fuerza y sus propiedades son tales que, si en la región ocupada
por este campo se coloca otro dipolo, las fuerzas que produce el campo del
primero obliga a que los dipolos se orienten contiguamente. Es decir, la mayor
parte de los átomos de una molécula trata de situarse al lado de los átomos de
otra, de modo que las cargas del mismo signo se sitúen lo más cerca unas de
otras. El resultado neto es que así se genera una fuerza de atracción entre los
dipolos.
Debido a la estructura de sus moléculas y, en especial, debido a la asimetría
de las mismas, un cristal líquido adopta configuraciones altamente ordenadas.
Aunque el mecanismo de interacción molecular descrito es básicamente el
mismo que genera el orden en los cristales sólidos, no debe olvidarse una
diferencia esencial entre ambos sistemas: en todo momento los cristales
líquidos permanecen en estado líquido, lo cual implica que los centros de masa
de sus moléculas no forman una red periódica sino que fluyen manteniendo el
orden en la orientación común de sus ejes moleculares.

Propiedades ópticas de las mesofases


Hemos visto cómo la arquitectura molecular de los cristales líquidos favorece,
a temperaturas y densidades moderadas, la aparición de una dirección especial
a lo largo de la cual se orientan las moléculas alargadas y perpendicularmente
a ella en las moléculas en forma de disco. La peculiaridad de este tipo de
materiales es que la existencia de una dirección preferida afecta el
comportamiento de los rayos luminosos en el material cambiando su
intensidad, color y dirección de propagación. Por esta razón a esta dirección
especial se le llama el eje óptico del material y es la causa de muchos
fenómenos ópticos importantes.
Es necesario subrayar aquí que la existencia del eje óptico es un fenómeno
colectivo que se da en forma espontánea en los cristales líquidos. Así, por
ejemplo, si un rayo de luz blanca incide sobre el cristal líquido formando un
ángulo con el eje óptico puede transformarse en luz de color al transmitirse a
través del líquido pues la velocidad de la luz en el fluido depende de la
dirección de propagación respecto al eje óptico. Pero, además de este cambio
en el color, también puede ocurrir que el rayo saliente se divida en dos rayos
luminosos cuyas intensidades relativas varíen dependiendo de la dirección del
rayo incidente con el eje óptico. A este fenómeno se le llama birrefringencia.
Además los cristales líquidos tienen propiedades polarizantes de la luz y
además su eje óptico cambia con facilidad frente a fuerzas externas
básicamente electromagnéticas.

Clasificación de las mesofases


De acuerdo con el tipo de arreglos moleculares que pueden formar, el
científico francés Georges Friedel (1922) clasificó los cristales líquidos en tres
grandes clases: nemáticos, esmécticos y colestéricos:
a. Nemáticos
La fase nemática exhibe orden en la orientación de sus moléculas y al mismo
tiempo desorden en la posición de sus centros de masa. Las moléculas pueden
moverse lateralmente, girar alrededor del eje común o deslizarse paralelamente
a él.
b. Esmécticos
En contraste con los nemáticos, que son la fase más desordenada de los
cristales líquidos, los esmécticos constituyen la fase más ordenada. Tienden a
organizarse en capas planas paralelas entre sí, como las hojas de un libro pero
con sus ejes moleculares perpendiculares a estos planos y paralelos entre sí.
Éste es, por ejemplo, el arreglo de las moléculas en las capas superficiales de
una pompa de jabón y es el que le proporciona la cohesión necesaria para
formarse. De hecho, esméctico deriva del vocablo griego que designa una
sustancia de propiedades similares al jabón.
Las moléculas de esméctico también pueden girar alrededor de la dirección
común, pero no pueden hacerlo fuera de la capa en que se encuentran. En
cada plano las moléculas pueden acomodarse en filas con diferentes grados de
orden de posición de sus centros de masa. En el caso más ordenado se
produce un arreglo regular muy parecido al de la red de un sólido, en el que
hay orden y repetición en cada dirección.
c. Colestéricos
Poseen una estructura molecular característica de muchos compuestos que
contienen colesterol. Como en los esmécticos, las moléculas de colestérico
también pueden acomodarse en capas superpuestas, pero con una diferencia
crucial: los ejes moleculares se orientan en una dirección paralela al plano
mismo de las capas. Más aún, esta dirección cambia ligeramente de capa a
capa en virtud de la peculiar estructura molecular. Como consecuencia, el eje
de orientación, al pasar de un plano a otro, describe una trayectoria helicoidal.

LOS CRISTALES LIQUIDOS COMO CANAL DE INFORMACIÓN

Roberto atiende tiempo atrás un canino macho pastor francés de 16 años de


edad. El motivo de la consulta era ataxia de tren posterior, incoordinación y
paresia, amen de un gran decaimiento y anorexia. Venía con tratamientos
antiinflamatorios y diagnóstico de lesión de Haz de Gold y Bulrrach (conducción
propioceptiva a nivel medular), y llevaba dos meses de tratamientos sin
resultado.
En la anamnesis la dueña dice que nunca había tenido nada anteriormente y
que la aparición del problema fue gradual. Se revisa la boca sin encontrar
problemas. Roberto inyecta en zonas de Head lumbosacra y toracolumbar, y le
indica que retire toda medicación. A la semana siguiente, el perro entra a la
veterinaria subiendo las escaleras sin problemas y sin síntomas de
incoordinación. La dueña, asombrada, dice que aumentó el apetito y mejoró el
ánimo. Roberto le contesta que ya está bien y no habría que hacer nada más
por ahora. La dueña del pastor francés insiste en que le repita las aplicaciones
ya que se iban de vacaciones. Y al repetirlas (craso y asumido error), al otro dia
el animal no puede caminar y cuando lo hace es sólo en círculos, dejó de
comer y sacude la cabeza, ademas de presentar nistagmo.
En el consultorio, Roberto profundiza la historia de vida del can y se entera
que de chico tuvo muchas otitis, lo cual no se había mencionado en la primer
consulta. Realiza segmento de ambos oidos, y aplica también en las alas del
atlas tocando periostio. Siete dias después el perro vuelve a la normalidad,
camina bien, buen apetito, pero presenta otitis ceruminosas que son tratadas
únicamente con alcohol boricado durante 15 dias. Hoy, pasados 6 meses, el
pastor no presenta ninguna sintomatologia mas allá de la de llevar la carga de
16 años de vida.
Teniendo en cuenta que Roberto no inyectó procaína en ningún ganglio del
vegetativo tanto en la primera como en la segunda consulta, nuevamente nos
preguntamos dónde estaría almacenada la memoria irritativa de esas otitis a
repetición.

El rol del colágeno


La clave para la función de intercomunicación de los tejidos conectivos yace
en las propiedades del colágeno, que constituye hasta un 70% o más de todas
las proteínas de los tejidos conectivos. Asimismo, los tejidos conectivos
conforman la mayor parte del cuerpo de la mayoría de animales multicelulares.
El colágeno es, por lo tanto, la proteína más abundante en el reino animal.
Existen muchos tipos de colágenos, compartiendo todos una secuencia
repetitiva general del tripéptido X-Y-glicina, donde X e Y usualmente son
prolina o hidroxiprolina (14). También comparten una estructura molecular en la
cual tres cadenas polipeptídicas se hallan entreveradas en forma de triple
hélice con el aminoácido compacto glicina en el eje central de la hélice,
mientras que los aminoácidos voluminosos prolina e hidroxiprolina están cerca
de la superficie externa.
En las formas fibrosas, las moléculas triple-helicoidales se agregan cola con
cabeza y lado a lado conformando fibrillas largas, y manojos de fibrillas se
ensamblan a su vez formando fibras más gruesas y otras estructuras
tridimensionales cristalino líquidas más complejas. Algunos colágenos se
estructuran formando membranas conformadas por una abierta malla cristalino
líquida de moléculas.
Pero los colágenos no son simples fibras y compuestos de función mecánica.
Poseen propiedades eléctricas y conductivas que los hacen sensitivos a
presiones mecánicas, pH, composición iónica y a campos electromagnéticos
(15).

Agua asociada a proteínas


Las propiedades eléctricas dependen, en un alto grado, de las moléculas de
agua ligadas dentro y alrededor de la triple hélice de colágeno. Estudios de
difracción de rayos X revelan rodeando la triple hélice un cilindro de agua que
se halla ligada a las cadenas laterales de hidroxiprolina mediante uniones de
hidrógeno. Estudios de resonancia magnética nuclear y de espectroscopia
infrarroja Fourier modificada (FTIR) han evidenciado ambos tres poblaciones
de moléculas de agua asociadas al colágeno:
a. agua intersticial: Ligada de forma muy firme en el interior de la triple hélice
de la molécula de colágeno, e interactuando fuertemente con las uniones
peptídicas de las cadenas polipeptídicas.
b. agua ligada: correspondiente al cilindro acuoso más sueltamente
estructurado sobre la superficie de la triple hélice.
c. agua libre: llena los espacios entre fibrillas y entre fibras.
Típicamente, existe una capa de agua de alrededor de 4 a 5 moléculas de
espesor separando las triples hélices vecinas. Esta agua biológica es integral a
la cristalinidad líquida de los colágenos (16) y otros componentes de la matrix
extracelular, la “frontera” y el citoplasma celulares.

Conducción por salto de protones


La existencia de una red ordenada de moléculas de agua, conectada por
uniones de hidrógeno, y entreverada con la matriz fibrilar proteica de los
colágenos es capaz de apoyar una rápida conducción por salto de protones
(por ejemplo: átomos de hidrógeno sin su electrón), los cuales constituyen
cargas eléctricas positivas.
¿En qué consiste esta conducción por salto de protones? Si las moléculas de
agua se hallan alineadas en una cadena paralela a las moléculas cristalino
líquidas, con sus cargas positivas y negativas alternadas, o sea, si las
moléculas de agua adyacentes están unidas por puentes de hidrógeno,
entonces, puede ocurrir una conducción “por salto” de electricidad positiva.
Esto involucra que la carga positiva del núcleo del hidrógeno - un protón –
descienda rápidamente por la cadena como en una especie de cadena de
margaritas, sin que el protón se mueva realmente. El protón libre asume el
control vinculándose con el oxígeno de la primera molécula de agua en la
cadena, creando un segundo protón libre que desplaza a su vecino por la
cadena hasta que el último protón sale por el otro extremo (17).
El mecanismo usual de la movilidad protónica se denomina, en honor a quien
“intuitivamente” lo describiera por primera vez en 1806, “mecanismo de
Grotthus”, en el cual los protones van de una molécula de agua a la otra vía
ligadura de hidrógeno. Este es un mecanismo similar al de la auto ionización, el
mecanismo que hace que los iones (H+, OH+) se separen inicialmente (18).
La conducción por salto de protones en el colágeno ha sido confirmada por
mediciones dieléctricas. La conductividad del colágeno aumenta fuertemente
con la cantidad de agua absorbida (de 0,1 a 0,3 g /g de colágeno), relación
estudiada mediante ecuaciones constantes cuyas variables son el contenido de
agua y una función de la estructura fibrilar del colágeno (19), teniendo en
cuenta que el nivel de hidratación normal del tendón es de alrededor del 65%.
Estos resultados sugieren que las cadenas continuas de moléculas de agua
ordenadas reúnen sitios vecinos generadores de iones permitiendo así que
ocurran saltos de protones. El alto valor de la exponencial muestra que estarían
involucrados en la conducción por salto hasta 5 o 6 sitios vecinos. Sobre la
base de estos hallazgos, se estima que la conductividad a lo largo de la fibra
de colágeno es 100 veces más rápida que en la fibra nerviosa.
Estamos hablando de una forma de semi conducción en la materia
condensada mucho más rápida que la conducción de señales eléctricas por los
nervios. Y que, por ende, la sustancia básica de todo el cuerpo puede proveer
un sistema de intercomunicación mucho más rápido y eficaz que el sistema
nervioso. Inclusive, según la Dra. Ho, es posible que una de las funciones del
sistema nervioso sea enlentecer la intercomunicación a través de esta
matrix de sustancia básica.
La conducción por salto es más rápida que la electricidad ordinaria que
atraviesa un cable de metal, lo cual implica que los electrones se muevan
realmente, y mucho, muchísimo más rápidamente que la conducción a través
de iones cargados que difunden por el agua. Pero necesita tener cadenas de
agua en un estado suficientemente ordenado y ciertamente las superficies de
proteínas y membranas pueden imponerle al agua este tipo de orden. ¿Será
que la influencia del campo electromagnético de los cristales de procaína tiene
un efecto de ordenamiento de la red de proteínas cristalino-líquidas? Y, por
ende, ¿será este desorden en las interacciones agua-proteína cristalino-líquida
el asiento físico de las memorias irritativas?
En los últimos años, una legión de científicos se abocó a estudiar a fondo la
relación entre el agua biológica y las superficies con las que interactúa, al punto
de que hoy ya hablamos directamente de “agua interfacial” (20).
¿Qué rol juega el agua interfacial en la vida de un organismo? Todos, tal
como parece. El agua interfacial constituye alrededor de un 70 por ciento del
peso de la mayoría de los organismos incluyendo los seres humanos, y se la
denomina así porque, excepto la de grandes reservorios y conductos tales
como la vejiga, el intestino, el estómago y vacuolas dentro de algunas células,
raramente se halla lejos de la superficie de una membrana o de
macromoléculas, tales como proteínas, ácidos nucleicos y polisacáridos como
el almidón o el glucógeno.
Dentro de la célula, la concentración citoplasmática de proteínas es de 170 a
300 mg / ml, lo cual sugiere que entre 7 y 9 capas de agua (cubiertas de
hidratación) cubren las superficies disponibles, correspondiendo a una
distancia de 4 a 5 nm (nanómetro, 10-9 m) entre las superficies. Una fracción
sustancial del agua se halla bastante cercanamente asociada (a una distancia
de 0,5 nm) a las proteínas, ácidos nucleicos, polisacáridos y ensambles de
moléculas más pequeñas que conforman un organismo, y es esencial para su
buen funcionamiento.
Hasta hace poco tiempo atrás, se pensaba que consistía en una a como
máximo varias capas de moléculas de agua de grosor. Pero varios informes
publicados en la década de los 90’ sugieren que las superficies hidrófilas
podrían extender su influencia hasta distancias mucho mayores desde la
interfase. Según Zheng y Pollack (21), la influencia alcanzaría hasta 106 capas
de agua.
Al mismo tiempo, la microscopía electrónica de alto voltaje y otras técnicas de
medición físicas revelan que la célula es más un “estado sólido” que la “bolsa
de enzimas disueltas” que generaciones de bioquímicos habían supuesto
previamente (22). No sólo casi todas las enzimas se hallan ligadas a una
intrincada “grilla microtrabecular” (GMT) , sino que también una gran proporción
de metabolitos así como moléculas de agua están estructurados sobre las
enormes superficies disponibles. Hoy se piensa que la GMT, además de
cumplir variadas funciones vitales, podría constituir el verdadero “cerebro”
celular. Incluso Stuart Hameroff ha propuesto un modelo de procesamiento
informacional en el cual la GMT atravesaría “excitaciones coherentes”, lo cual
generaría en conjunto con el agua interfacial y los iones presentes (en especial
el calcio) un comportamiento holográfico, un verdadero “infoplasma”. Y si
analizamos los componentes de la GMT, veremos que todas estas proteínas
presentan un comportamiento “cristalino líquido”.
El componente arquitectónico básico de la GMT es la actina. Las células no
musculares contienen actina en una cantidad del 5 al 10% de la proteína total,
mientras que las células musculares contienen alrededor del 20%. La actina es
convertida por el ATP de una molécula monomérica de libre rotación (G-actina;
cerca de 4 - 6 nm de diámetro) a un filamento proteico polimérico helicoidal
doble, estático y derecho (F-actina; de hasta varias micras de largo). Pero
muchas de sus propiedades surgen al combinarse la actina con una variedad
de otras proteinas de la GMT: fimbrina (soporte estructural), miosina
(contractilidad), talina, espectrina, vinculina, anquirina y fodrina (conexión con
proteínas de membrana), calmodulina (mediación de efectos del calcio sobre la
GMT), proteína cobertora de actina (promueve estado “gel”) y profilina
(mantiene estado “sol”).
¿
La “red neuro-protónica”
A esta altura ya podemos ver que la naturaleza estructurada y orientada de
las fibras cristalino líquidas de colágeno constituye un importante factor
contribuyente a la eficacia de la intercomunicación. Cada tejido conectivo
posee su característica orientación de estructuras fibrosas, las cuales se hallan
claramente ligadas a los estreses y tensiones a los que está sujeto el tejido.
Esta misma orientación podría también ser crucial para la intercomunicación,
y el tema merece una aclaración porque desde que las intervenciones
electromagnéticas se utilizan para estimular la regeneración o la curación,
existe una gran controversia respecto de los resultados. Parte del problema
puede haber radicado en que las potencias de los campos electromagnéticos
utilizadas fueron por lejos mayores que las de los campos endógenos. Otro
factor importante que ha recibido poca atención podría ser la orientación del
campo electromagnético aplicado respecto a la alineación de las fibras de
colágeno en el sitio de la injuria. Si la orientación del campo es inapropiada,
entonces la aplicación del campo externo probablemente no será efectiva, y
podría aún retardar la recuperación.
En síntesis, cada fibra de la matriz viviente, tanto adentro como afuera de las
células y su núcleo, se halla rodeada por una capa de agua ordenada que
puede servir como un medio independiente de comunicación y flujo
energéticos. Si bien los electrones fluyen por las fibras (electricidad), los
protones pueden hacerlo por las capas de agua ordenada que las rodean. El
fenómeno fue denominado “proticidad” por Mitchel en 1976 (24).
¿Acaso será esta proticidad la que permite que cada molécula esté informada
del estado general del organismo entero, como plantea Lorenz Fischer en su
extrapolación de los principios de termodinámica de Prigogine al ámbito de
sistemas energéticamente abiertos no lineales como los organismos complejos
(25)? Fischer sostiene en ese trabajo que la “autoorganización informativa
básica se comporta como fractales a diferentes niveles pero auto-similares:
circuitos de regulación entretejidos, auto organizándose en el organismo, en
sistemas orgánicos, en la célula, en organelos celulares, etc... No existen
sistemas aislados, todos los circuitos de regulación están interconectados”.
Tomando en cuenta que el sistema nervioso no llega al interior de la célula, y
más allá de las sendas bioquímicas de regulación que transducen impulsos
neurales a cambios intracelulares, ¿será posible que una red de “cables
protónicos” constituya el equivalente fractal intracelular, trans-membrana y
extracelular del sistema nervioso?
En los últimos años, la evidencia sobre la conducción por salto de protones
a través de cadenas de moléculas de agua ordenadas surgió de diversas
fuentes. Ahora revisemos algunos hallazgos recientes que confirman la
existencia de proticidad no sólo a través del agua adosada al colágeno
extracelular, sino también a través de la frontera celular y dentro de la célula,
llegando incluso al ámbito intranuclear.
Según los textos de bioquímica, los protones son transportados a través de
las membranas biológicas por proteínas especiales de la membrana llamadas
"bombas protónicas". Los protones bombeados cuesta arriba (hacia un estado
de energía más alta), merced a una fuente de energía externa, tal como la
oxidación de sustancias alimenticias, o la absorción de la luz del sol, vuelven
cuesta abajo vía otra enzima también incluida en la membrana, la ATP-
sintetasa, la cual utiliza la energía para fabricar ATP, intermediario universal
energético que impulsa todas las actividades vivientes. Esta hipótesis “quimio-
osmótica” le brindo un premio Nóbel al bioquímico británico Peter Mitchel, el
primero en proponerla.
Se supone que los protones existen en solución a granel a ambos lados de la
membrana, y que la diferencia en la concentración entre los dos
compartimientos separados por la membrana es lo que impulsa la síntesis de
ATP. Estudios estructurales sobre estas bombas protónicas realizados durante
los últimos diez años demuestran que forman un canal a través de la
membrana celular que es atravesado desde un lado de la membrana hacia el
otro por una cadena de moléculas de agua vinculadas mediante puentes de
hidrógeno (26).

Nanotubos, transporte de agua y cable protónico  
El modelo de cadena de agua conductora de protones o "cable protónico"
surgió a partir de una fuente adicional inesperada: estudios sobre nanotubos de
carbono. Un nanotubo de carbono es una nueva forma de carbono descubierta
en 1991 en la cual los átomos de carbono se ensamblan conformando un largo
tubo fino. Tales tubos son típicamente de un diámetro de magnitud
nanométrica, y su longitud podría ser de unos pocos micrones. Científicos de
los Institutos Nacionales de Salud de Maryland, y de la Universidad de Maine
en los Estados Unidos simularon resultados experimentales en la computadora
(27). Demostraron que un nanotubo conformado por una única pared de 1,34
nm de largo y 0,81 nm de diámetro se llenó rápidamente de agua del reservorio
circundante, y permaneció ocupado por una cadena de cerca de 5 moléculas
de agua en promedio durante todo el transcurso de la simulación que fue de 66
nanosegundos (un nanosegundo es 10-9s, lo cual constituye un extenso
período en la vida de una molécula).
Este resultado fue sorprendente, porque el carbono no tiene una alta afinidad
por el agua. Pero parece que al ingresar las moléculas de agua en espacios
estrechos se restringe su distribución de energías, quedando por ende con una
energía media más baja que la que tendrían en agua a granel, y por esto para
el agua se torna energéticamente favorable el ingresar en los nanotubos. Los
enlaces del hidrógeno entre las moléculas de agua dentro del nanotubo se
encuentran protegidos de fluctuaciones en el ambiente, y son mucho más
estables. Las moléculas de agua no solamente penetran en los nanotubos, sino
que también son conducidas a través de ellos.
¿Conducen protones estos canales llenos de agua? La respuesta es que sí.
Si hay un exceso de protones en un extremo del canal, una corriente de
electricidad positiva fluirá rápidamente hacia el otro, en menos de un pico
segundo, una velocidad de alrededor de 40 veces mayor que la de la similar
conducción protónica en el agua a granel, según Gerhard Hummer, el líder del
equipo que realizó los estudios de simulación sobre nanotubos (28).

“Cables protónicos” a través de la frontera celular


La trama de agua ligada por enlaces de hidrógeno en los tejidos conectivos
se halla realmente conectada con el agua ligada por puentes de hidrógeno en
los canales iónicos de la “frontera celular” que permiten a los iones inorgánicos
entrar y salir de la célula (35). Existe, por lo tanto, un relacionamiento eléctrico
entre las señales distantes y la matriz intracelular de cada una de las células
del cuerpo, que conduce a cambios fisiológicos dentro de éstas, incluyendo a
todas las células nerviosas. Este canal eléctrico de intercomunicación se suma
y está acoplado a las interacciones de tensegridad mecánica de cada célula,
como un continuum que siempre cambia como un todo. Cualquier deformación
mecánica de la red de agua ligada a proteínas, automáticamente resultará en
disturbios eléctricos y, a su vez, los trastornos eléctricos resultarán en cambios
mecánicos.
Ejemplos de estas proteínas son la bacteriorodopsina, el pigmento
cosechador de luz de la membrana púrpura perteneciente a una bacteria, y la
citocromo-oxidasa que cataliza la última etapa de la oxidación de sustancias
alimenticias en la membrana de las mitocondrias, en las cuales el oxígeno es
reducido a agua por combinación con protones y electrones.
Y desde que la hipótesis quimio-osmótica fuese propuesta por primera vez, el
químico R. J. P. Williams de la Universidad de Oxford (29) y otros
posteriormente, sugirieron que los protones, más que acumularse en solución
en el grueso del compartimiento celular, en realidad difunden a lo largo de la
superficie de la membrana, más específicamente, en las capas de agua
inmediatamente cercanas a la superficie de la membrana; quizás directamente
desde las bombas protónicas como la enzima citocromo-C-oxidasa hacia la
ATP-sintetasa incluida en la misma membrana.

LA “MEMORIA CRISTALINO-LÍQUIDA”
Wedensky replanteado
Si tomamos en cuenta los componentes de la unidad fundamental del SBP,
entonces, ¿cómo podemos rever a la luz de lo expuesto hasta aquí el
fenómeno de parabiosis? Podríamos tomar como ejemplo una úlcera cutánea
de evolución tórpida. Al inyectar procaína en el extracelular de los bordes
sanos de dicha herida, no sólo estamos obrando una influencia sobre las
terminales del autónomo. También podríamos estar trabajando en forma directa
sobre la red cristalino líquida de la matrix, o sea, sobre los colágenos,
aminoglicanos y proteoglicanos presentes, y sobre el componente cristalino
líquido intracelular. ¿Tendrá la frecuencia probable de la procaína, de 50 Hz.
(30), un efecto ordenador de las mesofases mencionadas? Ya sabemos que
los anestésicos totales tienen un efecto disrruptor del salto protónico a través
de cadenas de agua ordenadas alrededor de la red protéica cristalino-líquida,
hecho confirmado por evidencias recientes de que los anestésicos actúan
reemplazando y liberando agua ligada de proteínas e interfases de membrana,
destruyendo por ende la red de enlaces de hidrógeno que puede apoyar la
conducción por salto de protones (31). ¿Tendrá la procaína, como anestésico
local, un efecto inverso?
¿Dispondrá entonces el organismo de mecanismos extraneurales para registrar focos
de excitación? ¿Cómo funcionarían estos mecanismos no neurales de memoria?
Las proteínas en los cristales líquidos tienen movimientos coherentes porque, en
primer lugar, las moléculas están alineadas, de modo tal que no todos los niveles de
libertad de movimiento que las moléculas individuales presentan estarán a disposición
en la mesofase de cristal líquido (32). Los movimientos proteicos involucran
deformaciones vibracionales de ligaduras peptídicas, las cuales generarán ondas de
polarización a lo largo de las proteínas, acompañadas por la conducción de protones en
la cubierta de agua estructurada. Fröhlich (33) predijo que las vibraciones (o
excitaciones) coherentes serían el resultado del bombeo metabólico en sistemas
dieléctricos como los organismos, donde se presume interactuarán fuerzas
electromagnéticas y electromecánicas. La cristalinidad líquida hace aún más probable
que las excitaciones coherentes puedan ocurrir. Señales débiles de presión mecánica,
calor o electricidad, podrían entonces ser fácilmente amplificadas y propagadas
mediante una modulación de corrientes protónicas u ondas de polarización coherentes
(34).

Memoria cristalino-líquida
Muchos estudios sobre la conformación tridimensional de la triple hélice de colágeno
han mostrado que sus ínfimos detalles están correlacionados con actividades biológicas
específicas (36). Las células son guiadas en su crecimiento y movimiento por el
contacto con colágenos, y sitios específicos son reconocidos por numerosas proteínas
de la membrana celular. Las mutaciones que alteran las secuencias de aminoácidos del
colágeno producen cambios sutiles en la conformación (37), los cuales se hallan
asociados con enfermedades hereditarias, tales como la osteogénesis imperfecta, las
condrodisplasias y el síndrome de Ehler-Danlos.
Los cambios en la conformación de la matrix cristalino-líquida producidos por trauma
físico, dolor y otros trastornos van a alterar el agua ligada, y la enfermedad surgirá
justamente en las porciones de la continuidad vibratoria en las cuales los flujos de
información se ven restringidos. La matrix CL retiene así un registro de las influencias
ejercidas sobre ella. Y cuando una virtual “sinfonía” de vibraciones atraviesa los tejidos,
éstas son, a su vez, alteradas por la impronta de la información almacenada. Ya existe
un cúmulo de evidencia que sugiere mecanismos concretos que avalan la hipótesis de la
memoria cristalino-líquida.
Las conformaciones proteicas no son para nada estáticas. Todas las proteínas sufren
una jerarquía de cambios conformacionales a lo largo de un rango de escalas
temporales, y los colágenos parecen no ser una excepción. Las conformaciones son
amontonadas en grupos de contenido energético casi idéntico, con barreras de muy baja
energía entre miembros individuales del grupo, pero separados de otros grupos por
barreras de alta energía (38). Cambios colectivos en la conformación (o transiciones de
fase) pueden dispararse fácilmente, alterando a su vez la estructura cristalino líquida y la
red de agua ligada, tal como lo documentaron estudios dieléctricos sobre cristales
líquidos sintéticos (39). Como el agua ligada conforma conjuntamente con el colágeno
un sistema global, tendrá un cierto grado de estabilidad, o resistencia al cambio. Esto
constituye una memoria, la cual puede ser estabilizada ulteriormente por enlaces
cruzados y otras modificaciones químicas de los colágenos. La red conservará una
memoria tisular respecto de experiencias previas, pero también tendrá la capacidad de
registrar nuevas experiencias, ya que todos los tejidos conectivos, incluso los huesos, no
solo están intercomunicándose y respondientes constantemente, sino que también sufren
un recambio metabólico al igual que el resto del cuerpo. La memoria se halla
dinámicamente distribuida por este sistema estructurado y los circuitos auto-reforzados
de corrientes de protones a éste asociados, cuya suma total constituiría el campo
corporal de corriente contínua .
Una posibilidad todavía más interesante es que el continuo cristalino líquido pudiese
funcionar como un medio cuántico holográfico, grabando los patrones de interferencia
que surgen de interacciones entre actividades locales y un campo globalmente
coherente. Esto es exactamente análogo a la sugerencia de Laszlo (40) respecto de que
el “campo punto-cero” del universo funciona como un medio universal holográfico,
grabando las experiencias de todas las partículas, cada una de las cuales se halla sujeta a
influencias desde el resto del universo así como también ocurre una retroalimentación
desde las propias actividades de cada partícula sobre el medio universal. Dada la
coherencia del organismo, entonces están dadas las condiciones para un
almacenamiento cuántico holográfico de memoria en el continuo cristalino líquido
corporal por sí mismo. La memoria holográfica es única por el hecho de que se halla
distribuida globalmente y, sin embargo, puede accederse a ella y ser recuperada
localmente. Ello captura un aspecto de la totalidad orgánica en biología del desarrollo
que ha eludido completamente la comprensión mecanicista. Se trata de aquello que
puede dar surgimiento al “sí mismo” subjetivo, o psique, que guía y regula todas las
actividades vitales hacia un fin específico. Es posible que el desarrollo biológico esté
basado en la misma memoria holográfica, de modo tal que la totalidad del organismo
pueda ser engendrada localmente a partir de una célula germinal, a partir de la cual el
organismo es a su vez recuperable.

En suma, las propiedades de este “sistema tisular tensegral matricial” que es una red
de elementos tensionales (ligamentos, tendones, fascias y microfilamentos celulares)
con elementos compresionantes discontinuos (huesos y microtubulos celulares) y que es
capaz de generar y conducir vibraciones tales como ondas mecánicas o sonidos,
llamados fonones, señales eléctricas, campos magnéticos, campos electromagnéticos,
calor y luz (fotones), son:
SEMICONDUCCIÓN
PIEZOELECTRICIDAD
CRISTALINIDAD LIQUIDA
COHERENCIA
HIDRATACIÓN ORDENADA
CONTINUIDAD
MEMORIA

LA TERMODINÁMICA DE LA COMPLEJIDAD ORGANIZADA

Prigogine ampliado 
Sabemos que los organismos son sistemas abiertos dependientes del flujo de
energía. La energía fluye hacia el interior junto con la materia, y los productos
de desecho son exportados, conjuntamente con la energía disipada que va a
conformar la entropía. Y esa es la forma en la cual, en principio, los sistemas
vivientes pueden escapar a la segunda ley de la termodinámica. La segunda
ley, como recordarán, encapsula la monótona y común experiencia de la vida
cotidiana: de que todos los sistemas físicos se consumen, decayendo en última
instancia hacia una homogénea desorganización cuando toda energía útil es
consumida, siendo convertida en entropía. Entonces los organismos son anti-
entrópicos, siempre y cuando estén vivos. No sólo mantienen su organización
intacta, sino que también se las arreglan para disponer de gran cantidad de
energía para sus actividades. Pero, ¿cómo hacen en realidad para lograr esta
existencia antientrópica? ¿Cómo sería una descripción termodinámica de los
organismos? Y también, ¿qué tiene que ver la termodinámica del sistema
viviente con su cristalinidad líquida?
Para que la organización viviente pueda beneficiarse del flujo de energía,
debe poseer algún medio que le posibilite capturar y almacenar la energía, para
elevarla por sobre el equilibrio termodinámico. La Tierra puede capturar la
energía solar a través de la clorofila de los vegetales. Y las plantas tienen una
impresionante red metabólica que les permite almacenar la energía no sólo
para la propia utilización, sino también para pasarla a los otros organismos en
la cadena alimenticia. El ecosistema completo de nuestro planeta es un gran
depósito de energía mantenido lejanamente al equilibrio termodinámico.
Ya hace varias décadas que Schrödinger (41) se hacía estas preguntas, al
plantear su “neguentropía”. Pero esta no es entropía con signo negativo, tal
como a veces hoy se considera, sino “energía libre”. No sólo describe la
capacidad del organismo de evadir los efectos de la producción de entropía
(Segunda Ley), sino justamente lo opuesto, su capacidad para aumentar la
organización.
Pero la clave para comprender la termodinámica de los organismos no es el
flujo de energía ni su disipación, sino el almacenamiento de energía bajo
condiciones de flujo de energía (42). El flujo de energía es inconsecuente a
menos que la energía sea atrapada dentro del sistema donde circula, para
conformar estructuras para el almacenamiento de energía, y para realizar un
trabajo antes de ser disipada. Un organismo surge cuando el loop de energía
circulante de algún modo se cierra sobre sí mismo para dar un ciclo vital que se
reproduce y regenera, dentro del cual la energía es movilizada, permaneciendo
almacenada mientras es movilizada. La energía es introducida hacia complejas
cascadas de procesos cíclicos acoplados dentro del sistema antes de que le
sea permitido disiparse hacia el exterior. Estas cascadas de ciclos abarcan la
totalidad de la gama espacio-temporal de lento a rápido, desde local hasta
global, lo cual, todo en conjunto, conforma el ciclo vital.
Cada ciclo es simplemente un dominio de almacenamiento de energía
coherente. La energía coherente es energía que puede realizar un trabajo
porque toda ella va y viene junta. Los ciclos dentro del ciclo vital están todos
interrelacionados de un modo muy especial, de manera tal que alimenten el
flujo energético uni-direccional. El tiempo de residencia promedio para la
energía es, por lo tanto, una medida de la complejidad organizada del sistema.
Que los procesos vivientes se hallan organizados en ciclos es intuitivamente
obvio ante una revisión de los diagramas metabólicos. Además de los ciclos
prominentes tales como el del ácido tricarboxílico y el de la ínter conversión
cíclica de ATP/ADP, NADH/NAD y otros intermediarios redox, muchos ciclos y
epiciclos más se hallan entrelazados en la red metabólica.
Los organismos pueden aprovechar dos diferentes maneras para la
movilización de energía con máxima eficiencia: la transferencia de no-equilibrio,
en la cual la energía almacenada es transferida antes de ser termalizada, y la
transferencia de casi-equilibrio, que es suficientemente lenta como para
permitir que todas las energías termalizadas, incluso otras en intercambio, se
equilibren, para lo cual el cambio de energía libre se aproxima a cero, en
concordancia con las consideraciones termodinámicas convencionales.
En virtud de que todas las modalidades de actividad están emparejadas
conjuntamente, el ingreso de energía hacia cualquier modo puede ser
fácilmente compartido o deslocalizado por todos los modos, e inversamente, la
energía proveniente de todos los modos puede ser concentrada en cualquiera
de estos. Otra forma de expresar lo mismo, sería que la energía de cualquier
punto puede esparcirse a través de todo el sistema, o tornarse concentrada en
cualquier punto desde la totalidad del sistema. En términos técnicos, el
emparejamiento de energía en el sistema viviente es simétrico.
El emparejamiento simétrico de energía y los flujos cíclicos son ambos
predichos a partir de la termodinámica del estado estable, en la forma,
respectivamente, de la relación de reciprocidad de Onsager (RRO) y el teorema
de Morowitz.
La RRO es una constatación sobre la simetría en un sistema de múltiples
flujos lineales acoplados bajo fuerzas conjugadas. El teorema de Morowitz
afirma que el flujo de energía a través del sistema desde una fuente hacia una
pileta conducirá hacia al menos un ciclo en el sistema a estado estable –el
estado al cual se mantendrá un equilibrio global- siempre que la energía sea
atrapada y almacenada dentro del sistema. Este teorema constituye el único
intento de evidenciar ciclos en el sistema viviente, implicando que el estado
estable debe abrigar procesos no lineales. También implica que el estado
estable necesariamente viola el principio de la reversibilidad microscópica, el
cual, tal como originalmente discutiese Onsager, es un principio extraordinario
aún para el equilibrio termodinámico.
La RRO ha sido extendida para el régimen lejano al equilibrio para sistemas
conteniendo muchas enzimas trabajando conjuntamente por Rothschild y col.
en 1980 (43), y, más recientemente, por Sewell en 1991 para sistemas
cuánticos “infinitos” (o suficientemente grandes) (44). Sin embargo, la validez y
el basamento teórico para extender la RRO a los sistemas biológicos todavía
están en debate en el seno de la comunidad de bioquímicos.
Mae-Wan Ho cree que alguna forma de la RRO de hecho se da en los
sistemas vivientes si se trata de justificar por un lado la rápida movilización de
energía –el hecho de que podamos disponer de ella a voluntad- y, por otro
lado, para las relaciones lineales entre flujos de estado estable y fuerzas
termodinámicas por fuera del rango de equilibrio, lo cual en realidad es
observado en muchos sistemas biológicos (45).
De acuerdo con el bioquímico Rothschild y sus colaboradores, la linealidad
en procesos biológicos puede darse en enzimas operando cerca de un “punto
multidimensional de inflexión” (por ejemplo, un mínimo o máximo local) muy
lejos del equilibrio termodinámico, si algunas de las constantes de tasa de
diferentes reacciones están vinculadas. Eso sucede en la práctica en sistemas
vivientes de los cuales hoy se sabe que poseen flujos altamente organizados
en la matriz citoplasmática debido a su compartimentación y
microcompartimentación. El físico teórico Geoffrey Sewell (44), por otro lado,
muestra como la RRO es aplicable a combinaciones de fuerzas y flujos
linealizados localmente, las cuales aún así se comportan globalmente de forma
no lineal. Nuevamente, eso es relevante para el sistema viviente, donde los
compartimientos y microcompartimientos aseguran que muchos procesos
puedan operar localmente a un equilibrio termodinámico a pesar de que el
sistema o el subsistema como un todo se halla alejado del equilibrio
termodinámico (46).
Como todos los procesos se hallan interconectados en la red metabólica a
través de concatenaciones de espacio y tiempo, los efectos serán compartidos,
o deslocalizados a través de todo el sistema, de modo tal que la simetría
aplicara a combinaciones apropiadas de fuerzas y flujos en una escala espacio-
temporal suficientemente macroscópica. Si no no cerraría la RRO.
Entonces vemos que el organismo no es más que heterogeneidad
organizada, con estructuras dinámicas anidadas a través de todas las escalas
espacio-temporales. No hay homogeneidad alguna, ninguna fase estática
mantenida a ningún nivel. Incluso una única célula tiene su forma y su
anatomía característica, como ya vimos, y todas sus partes están en constante
actividad. De forma similar, sus potenciales eléctricos y propiedades mecánicas
están sujetos a cambios cíclicos y no-cíclicos a medida que ella responde a e
interactúa con las fluctuaciones medioambientales. Espacialmente, la célula
está particionada en numerosos compartimentos por infinidad de membranas y
organelos, cada uno con sus propios “estados estables” de procesos que
pueden responder directamente a estímulos externos y señales de relevo de
otros compartimentos celulares. Dentro de cada compartimento, algunos
microdominios pueden ser separadamente energizados para dar circuitos
locales, y proteínas enzimáticas solas, o complejos de dos o más proteínas
funcionar como “máquinas moleculares” que pueden realizar ciclos
autónomamente sin una referencia inmediata respecto de su derredor.
Los procesos están también catenados respecto de ambos tiempo y espacio:
los flujos transitorios extremadamente rápidos, o sea, pulsos fugaces de
sustancias químicas o de energía, gatillados al recibir señales específicas, son
propagados a dominios de tiempo más y más extensos de minutos, horas, días,
etc., a través de procesos de enganche los cuales en última instancia cabalgan
transgeneracionalmente.
Los procesos, más que constituir la “memoria” del sistema como podríamos
pensar, son realmente proyecciones hacia el futuro en cada etapa. Determinan
la forma en que el sistema responderá y se desarrollará en los tiempos por
venir.
Típicamente, series de múltiples actividades son iniciadas a partir del foco de
excitación. Mientras el ensamble de cambios en la dirección positiva se está
propagando, una serie de procesos de feedback negativo también se está
esparciendo, lo cual tiene el efecto de apagar los cambios. Es necesario pensar
en todos estos procesos cayendo en cascada en paralelo en muchas
dimensiones de espacio y tiempo. En el caso de perturbaciones poco
significativas para el cuerpo, tarde o temprano se restaura la homeostasis al
pasar el transtorno. Por otro lado, si la señal es suficientemente significativa,
una serie de eventos irreversibles llevan al organismo a un nuevo “estado
estable” mediante el desarrollo o la diferenciación de nuevos tejidos. Aquí juega
otro mecanismo de “memoria” conocido como lo es el depósito de colágeno a
lo largo de líneas de tensión. Incluso el organismo podría actuar para alterar su
ambiente apropiadamente. El secreto de la “neguentropía” yace
indudablemente en esta intrincada organización espacio-temporal. Pero,
¿cómo podemos describirlo en términos de la segunda ley?
Denbigh (47) define el estado estable como uno en el cual “los parámetros
macroscópicos, tales como temperatura, presión y composición, tienen valores
independientes del tiempo en cualquier punto del sistema, pese a la ocurrencia
de procesos disipativos”. Eso es muy restrictivo como para poder ser aplicado
al sistema viviente, el cual, como ya mencionamos, posee procesos
emparejados abarcando toda la gama de tiempos y volúmenes de relajación.
Una formulación menos restrictiva –consistente con una “termodinámica de la
complejidad organizada”- sería definir al sistema viviente como “un equilibrio
dinámico en el cual los parámetros macroscópicos, tales como temperatura,
presión y composición, tienen valores tiempo-independientes pese a la
ocurrencia de procesos disipativos” (48). La definición de Ho omite
significativamente la frase “en cualquier punto del sistema” basada en el hecho
de que la homogeneidad microscópica no es crucial para la formulación de
cualquier estado termodinámico, ya que los parámetros termodinámicos son
parámetros macroscópicos bastante independientes de la interpretación
microscópica.
Ho propone considerar al sistema viviente como una superposición de
procesos cíclicos no-disipativos y procesos disipativos irreversibles, de modo
tal que la RRO sólo es aplicable para los primeros. En otras palabras, es
aplicable a procesos emparejados para los cuales la producción neta de
entropía es equivalente a cero.
Esto incluirá la mayoría de procesos vivientes sobre la base de la ubicuidad
de los ciclos emparejados, para los cuales la producción neta de energía puede
en verdad llegar a cero. Los ciclos son estados de retorno perpetuo, por lo que
la entropía no se acumula, y tampoco se precisa generar entropía neta.
El principio de balance de entropía neta se refiere a la unidad de ciclo más
pequeña en el sistema viviente –la catálisis enzimática- de la cual depende
absolutamente toda la transducción energética orgánica. Durante los últimos
treinta años, el especialista en química enzimática Rufus Lumry y sus
colaboradores (49) han demostrado convincentemente cómo la flexible
molécula enzimática equilibra la entropía con entalpía para conservar la
energía libre (energía coherente o almacenada, en el presente contexto)
durante la catálisis, en concordancia con la relación para procesos isotérmicos.
También es posible equilibrar la entropía positiva directamente con entropía
negativa, como veremos enseguida.
En efecto, ya mencionamos que el organismo puede ser considerado como
un dominio energético autosuficiente cerrado de procesos cíclicos no-
disipativos acoplados a procesos disipativos irreversibles. En el formalismo de
la termodinámica convencional, el ciclo vital, o más precisamente, el sistema
viviente en equilibrio dinámico, consiste en todos los procesos cíclicos para los
cuales el cambio de entropía neta es cero, acoplados a procesos disipativos
necesarios para mantenerlo en marcha, para los cuales el cambio de entropía
neta es mayor que cero (decimos “cambio de entropía” porque estamos
midiendo la diferencia en la distribución de energía “después” de algún evento
versus el “antes”).
En otras palabras, hay una compensación entrópica interna como asimismo
conservación de energía coherente debido a la predominancia de procesos
cíclicos emparejados y a la anidada organización espacio-temporal de los
procesos. O sea que el sistema mantiene su organización (o estado de
entropía negativa) mientras está metabolizando y transformando la energía. O
mejor aún, somos sistemas cerrados llenos de energía almacenada,
alimentados por un circuito abierto.

El principio de compensación entrópica interna


Según el teorema de producción mínima de entropía de Prigogine (50), la
entropía exportada desde un sistema alcanza un mínimo, o se torna cero, a
equilibrio termodinámico y a estados estables cercanos al equilibrio
termodinámico. El teorema de Prigogine es consecuencia directa de la RRO,
válida en estados estables cercanos al equilibrio termodinámico. De hecho,
Prigogine lo acuñó estudiando sistemas homogeneos donde todos los
elementos de volumen son uniformes y se hallan localmente en equilibrio.
Contrariamente, la compensación entrópica interna es aplicable a sistemas con
heterogeneidad organizada –tales como organismos- de modo tal que la
producción de entropía positiva en algunos elementos espacio-temporales
puede ser compensada por flujos de entropía negativa en otros elementos.
Alternativamente, flujos de entropía positiva en alguna dirección pueden ser
compensados por flujos de entropía negativa en otras direcciones. Otra
posibilidad es alguna forma de compensación de entalpía-entropía, como
mencionamos antes en conexión con la catálisis enzimática, de modo tal que la
energía coherente es conservada, sin que se genere entropía alguna. El
sistema podría estar arbitrariamente muy lejos del equilibrio, siempre y cuando,
en algun espacio-tiempo de interés suficientemente macroscópico, el equilibrio
general es alcanzado, y la producción de entropía neta del sistema o bien
desaparece o llega a un mínimo. El balance interno de producción de entropía
significa que el sistema mantiene su heterogeneidad organizada u orden
dinámico. Pero, en cambio, depende de que el flujo de energía sea
simétricamente emparejado y cíclicamente cerrado sobre el sistema como un
todo. En otras palabras, depende de la validez de la RRO en sistemas alejados
del equilibrio termodinámico.
Mientras la mayoría de análisis termodinámicos corrientes ignoran la
estructura espacio-tiempo, la “termodinámica de la complejidad organizada”
aplicada a sistemas vivientes depende de la heterogeneidad espacio-temporal,
la cual permite una “libre” variación de estados microscópicos dentro de
limitaciones macroscópicas. Por ende, los criterios de estabilidad que se
apliquen para el sistema como un todo no necesitan ser satisfechos por
elementos espacio-temporales individuales.
Volviendo al tema de la neguentropía de Schrödinger, un concepto clave para
comprenderla es el de la “criticalidad auto-organizada” exhibida por grandes
sistemas interactivos y dinámicos (51) que se organizan en un estado “critico”
globalmente correlacionado y lejano al equilibrio. Este estado crítico es
altamente sensible, de modo que un pequeño evento local puede conducir a
grandes “avalanchas” de actividad esparciéndose por todo el sistema, cuando
la autosimilaridad en las actividades ocurre a lo largo y ancho de todo el
espectro de escalas espacio-temporales.
Esta teoría afirma proveer una explicación natural para una cantidad de
fenómenos intermitentes geofísicos, incluyendo terremotos, erupciones
volcánicas, llamaradas solares, ruido en circuitos electrónicos, económicos y
patrones de extinción de especies en la evolución. El paralelismo con el
panorama del sistema viviente que estamos describiendo es sorprendente. Y lo
es mucho más con las “milagrosas” reacciones de nuestros pacientes al recibir
nuestras “pinceladas” neuralterapeuticas. Este mismo estado también puede
ser descripto en términos del “estado de coherencia cuántica” o estado “púro”
en el cual todas las posibilidades están superimpuestas e inmediatamente
accesibles (52).
En palabras de Mae-Wan Ho, la “neguentropía”, como energía movilizable
almacenada en un sistema estructurado espacio-temporalmente, puede
comprenderse intuitivamente de la siguiente forma: En un sistema en equilibrio,
la energía es fijada, lo cual a su vez fija la población de niveles de energía
característica de la temperatura del sistema. En un sistema alejado del
equilibrio como el organismo, la energía es almacenada en todos los dominios
espacio-tiempo. Para una temperatura dada, la energía almacenada ya no es
fijada, sino que a traves del emparejamiento eficiente, es transferida a dominios
espacio-temporales aún mayores (comenzando a partir del fotón atrapado en la
fotosíntesis, o la energía en la comida) hasta que todos los dominios
característicos son igualmente poblados. Esto implica que el organismo en sí
mismo no tiene niveles preferidos, atravesando sus actividades desde lo
“cuántico” a lo “clásico”, desde lo “microscópico pasando por lo “mesoscópico”
hasta lo “macroscópico” en un cuasi-continuum de patrones auto-similares.
Esta formulación termodinámica del organismo propuesta por Ho es
coincidente formalmente con otras representaciones de la organización viviente
como las del concepto de la vida como “autopoiesis” de los biólogos teóricos
Maturana y Varela, de los químicos teóricos Eigen y Schuster y su hiperciclo de
síntesis protéica dirigida por ARN que dirige a su vez la polimerización del ARN
y la del cierre catalítico de la formación polipeptídica en el origen de la vida del
biólogo teórico Kauffman. Sin embargo ninguna de estas representaciones se
basa en principios físicos, termodinámicos, como la de Ho. La visión de esta
bióloga molecular y genetista ofrece insights físicos importantes que
trascienden lo meramente biológico siendo relevantes también para
ecosistemas y para sistemas económicos sustentables. Provee imágenes
acerca de la naturaleza anti-mecanicista de los organismos. Los sistemas
mecánicos funcionan merced a una jerarquía de controladores y controlados
que restaura el sistema a puntos de partida. Uno puede reconocer semejantes
sistemas mecánicos en las instituciones predominantes en nuestra sociedad.
Son antidemocráticos y no participativos. Los patrones toman decisiones y los
obreros trabajan, y entre los extremos están los directores de “linea”
retransmitiendo a la “cadena de mando” unidireccional.
Los sistemas orgánicos, en contraste, son verdaderamente democráticos, y
trabajan mediante la intercomunicación y una total participación. Todos trabajan
y prestan atención a cada uno de los demás. Cada uno es simultáneamente
patrón y obrero, coreógrafo y bailarín. Todos controlamos y somos sensibles y
respondientes al control de los demás. No hay puntos de partida a los cuales el
sistema debe retornar. En lugar de ello, los organismos viven y se desarrollan
momento a momento, libre y espontáneamente. Y todo esto es consecuencia
de la energía almacenada, ayudada y asistida por las especiales propiedades
cristalino-líquidas de la materia viviente.
Yo me siento parte de un sistema así, al pertenecer a la familia
neuralterapéutica... ¿Ustedes también?

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Scientific, Singapore (in press).
La consulta médica como excusa para la
ampliación de la conciencia

"Mira cada camino de cerca y con intención. Pruébalo tantas veces


como consideres necesario, ¿Tiene corazón este camino? Si tiene, el
camino es bueno; si no, de nada sirve, si sientes que no deberías
seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición, y no hay
afrenta, ni para ti ni para otros, en dejarlo si eso es lo que tu corazón
te dice. Un camino con corazón hace gozoso el viaje; mientras lo
sigas, eres uno con él. Un camino con corazón te hace fuerte".

Don Juan.

Hoy hablo desde mi experiencia, al encontrar que está naciendo una nueva
forma de ver la salud y la enfermedad.

Para empezar, quiero dedicar este escrito a todos mis maestros. Las ideas aquí
consignadas nacen de una convicción profunda que debemos avanzar en
nuestro entendimiento de la medicina.

Un paciente, al acercarse a nuestro consultorio, busca respuestas, certezas,


soluciones y muchas veces en nuestro afán de ayudar creemos que somos los
que curamos o sanamos y no nos damos cuenta que es el propio paciente el
que hace todo el trabajo. Perdemos de vista que sólo somos instrumentos en el
encuentro con el paciente y que estamos para acompañar este proceso de
transformación y de ampliación de la conciencia en el contexto del
encuentro del paciente con su enfermedad.

En este punto, quiero hablar un poco de la conciencia y de cómo entra a jugar


un papel importante en el desarrollo de nuestro trabajo cotidiano.

Empecemos diciendo que, en términos filosóficos, la conciencia es la facultad


de decidir y hacerse sujeto. Es decir, actor de sus actos y responsable de las
consecuencias que de ellos se siguen, según la percepción del bien y del mal
individual.

En este contexto, nuestro quehacer terapéutico debe estar dirigido a generar


responsabilidad en los pacientes, ya que son ellos los que tienen las
herramientas para mejorarse de sus dolencias.

Nuestra cultura nos ha mal enseñado y nos ha dicho que los pacientes no
tienen la capacidad de mejorarse y es por ello que todos dejan su destino en
manos de otros, ya sean médicos, familiares, terapeutas, etc.
Hay que llevar al paciente a la comprensión que todas las enfermedades son un
regalo del universo. Lo que pasa es que nunca lo destapamos, no nos damos
cuenta de los mensajes que trae, de lo que nos quiere enseñar.

Aquí no se trata de culpar al paciente de su enfermedad ni que cargue con la


culpa por llevarla consigo. Se trata, mejor, de mostrar que todo sucede por una
razón y que la enfermedad siempre trae enseñanzas y crecimiento. Que
después que lo superamos nos sentimos y percibimos como mejores seres
humanos que antes, con un poco mas de humildad ante la vida y de sabiduría
en el corazón.

Aunque también debemos inclinarnos ante la vida, y caer en la cuenta que la


consulta no se soluciona en el consultorio. El paciente se mejora afuera, y es
allí donde la humildad es la virtud más importante que debe despertar el
terapeuta.

No somos los que curamos, sólo somos testigos de los milagros que ocurren a
diario cuando nos entregamos desde el amor a nuestros pacientes, cuando nos
convertimos en velas que iluminamos y calentamos el corazón del otro.

Por lo anterior, propongo que la consulta debe ser un espacio para la


ampliación de la conciencia, en donde el paciente perciba dentro de sí todo el
potencial sanador que tiene. Donde el terapeuta perciba que la sanación se
produce en la relación que se establece, que lo que sana es el amor, esa fuerza
universal que está en todas partes. Que podemos canalizar como queramos,
pero que es la que se mezcla en la procaína, para generar ese impulso sabio y
sanador.

Pero para generar un encuentro real de ampliación de la conciencia, debemos


tener en cuenta que nuestra consulta debe tener ciertas características
especiales, muchas de ellas, como lo mencionaré, no se cumplen en nuestra
práctica cotidiana.

Para todos es muy claro que las medicinas complementarias comparten su


cosmovisión que es holística, ecológica y sistémica. En el Holismo se ve al ser
humano compuesto por diferentes niveles: cuerpo físico, mental, emocional y
espiritual. Se parte de una nueva mirada en la que la dicotomía mente cuerpo
ya no existe, y pasan a ser partes de una misma realidad.

Esta forma holista de enfocar el proceso salud enfermedad no se lleva a cabo


lamentablemente, no hay una real integración del concepto mente-emociones-
cuerpo, ya que desde la teoría se trata de abordar todos los aspectos pero en la
práctica, son pocas las herramientas con las que cuenta el médico para hacer
un impacto a nivel emocional o mental del paciente y la consulta en este nivel
se limita a recomendaciones y consejos.

Los términos ecológico y sistémico, se aplican al abordaje de la enfermedad


desde una mirada biológica; se supone se tienen en cuenta el medio ambiente,
la familia, sus relaciones sociales, su economía, etc. Muchas veces se obvia
talvés no en la fase del diagnóstico, pero si en la fase de tratamiento.

Además hemos dejado de lado la comprensión del síntoma o la enfermedad


como una dificultad manifiesta dentro del ámbito familiar nuclear o social.

Los puntos expuestos me llevan a proponer este método de acompañamiento,


donde observamos la biografía del paciente desde tres ángulos diferentes:

1. El aspecto orgánico: depende de nuestro enfoque (Terapia Neural,


Medicina Tradicional China, Homeopatía, Homotoxicología, sintergética).
Podemos observar como se comporta el proceso salud enfermedad en el
consultante.
2. El aspecto emocional y mental: encontramos todos los factores que
en el pasado o en el presente están afectando las diferentes
enfermedades. Aquí es importante preguntar por su estado de ánimo, lo
que piensa y siente hacia la enfermedad.
3. El aspecto relacional: observamos todas las relaciones familiares y
sociales que tenga el paciente en el presente y en el pasado.

De esta manera tenemos un acercamiento multifactorial, holístico e integral del


proceso que está viviendo el paciente. No hacemos diagnósticos, no
catalogamos, no encasillamos, simplemente realizamos observaciones que nos
permitan proponer una forma de actuar, un tratamiento que no deje de lado
ningún aspecto, que los integre, y realizar un real acompañamiento en el
proceso de toma de conciencia y sanación por parte del paciente.

En este acompañamiento nuestro trabajo debería tener como objetivo principal


ayudar al consultante en su proceso de autoorganización para que pueda
reconocer todos los aspectos que colaboran en el desarrollo de sus dificultades;
a partir de allí, iniciar un camino de transformación y desarrollo individual.

En este proceso de autoecoorganización el impacto que tengamos a nivel


emocional y mental en el paciente puede generar movimientos sanadores.
Recordemos que según los últimos hallazgos en física y neurobiología se
demuestra cómo la realidad externa que percibe nuestro cerebro no se puede
separar de la realidad interna en cuanto el pensamiento y el discurso que
tenemos acerca de la realidad es lo que verdaderamente se convierte en
realidad “objetiva”; de esta manera, un estímulo exterior (una inyección, una
aguja, una palabra, una caricia, un abrazo), puede generar una serie de
mecanismos internos que generen la producción de neurotransmisores que
actúan directamente sobre los diferentes órganos y tejidos para producir
cualquier clase de reacción.

Es por medio de los pensamientos y de las emociones que estos


neurotransmisores se producen; sí son adecuados en cantidad y fuerza cuántica
y durante un tiempo determinado para que se produzcan nuevas sinapsis que
reemplacen las antiguas que habían generado la patología; los pensamientos y
sentimientos podrán generar cambios importantes en la fisiología y bioquímica
del cuerpo, y así producir lo que podríamos catalogar como sanación.

Mas allá de este objetivo primario, planteo objetivos específicos para cada uno
de los aspectos:

El aspecto orgánico

™ Reconocer las diferentes irritaciones que ocasionan o mantienen la


enfermedad o las enfermedades por las cuales consulta el paciente.
™ Buscar y reorganizar los diferentes campos interferentes.
™ Buscar el primer y segundo golpe.
™ Reconocer los diferentes aspectos en la dieta y estilo de vida que estén
coadyuvando al proceso agresivo en el paciente que llamamos
enfermedad.

El aspecto emocional y mental

™ Ayudar al paciente a descubrir las virtudes propias del Ser interior.


™ Devolverle al paciente la confianza en si mismo para que se de cuenta
que el mismo puede cambiar y sanarse de su enfermedad.
™ Mejorar la relación del paciente con su entorno.
™ Hacer caer en cuenta de los daños psicológicos y emocionales que el
mismo paciente se auto inflinge por sus distorsiones cognitivas.
™ Ayudar al paciente a cambiar los aspectos negativos de sus conductas
que lo someten a una vida llena de desasosiegos y temores.
™ Concientizar al paciente de la necesidad de vivir en el aquí y el ahora,
para dejar de vivir en el pasado o en el futuro.

El aspecto relacional
™ Es importante saber como son las relaciones con los padres, hijos y
pareja.
™ Que traumas emocionales tiene de su infancia.
™ Si ha tenido enfermedades psiquiátricas.
™ Si ha tenido pérdidas de seres queridos.
™ Catalogar el carácter de la persona para determinar las distorsiones
cognitivas y emocionales del paciente.
™ Realizar Genograma y Psicogenealogía para determinar patrones
emocionales repetitivos.

Para llevar a cabo estos objetivos hay numerosas herramientas, nombraré solo
algunas de ellas con las que me he familiarizado, no significa que sean las
únicas ni las más eficaces, pero en mi trabajo me han servido mucho y estoy
seguro que si alguien las conoce y las usa, le servirán igual que a mi:

1. Terapia Gestalt

Se basa en:

• El aquí y ahora: vivir y sentir el presente. Vivir y sentir la realidad.


• El darse cuenta ("awareness" en inglés): es el cliente quien ha de darse
cuenta de lo que le pasa. Sólo se necesita ser consciente para cambiar
(si se quiere) una conducta.
• Aceptar lo que uno es: no buscar ídolos, no aceptar los "deberías", ser
responsable de los propios actos.
• Enfatizar en el cómo o en el para qué más que en el porqué: ¿Cómo me
siento?, ¿Cómo me siento con esta enfermedad?, ¿Cómo me siento
ahora?, ¿Para qué tengo esta enfermedad?,.

También es importante el uso de la primera persona, puesto que una de las


fortalezas de la terapia Gestalt es, como se ha mencionado, el asumir la
responsabilidad de nuestros propios pensamientos, sentimientos y acciones: el
cliente no tiene que ocultarse usando un sujeto colectivo. Por ejemplo, al decir
"los jóvenes bebemos mucho" en vez de "yo bebo mucho" se hace uso del
plural, y por lo tanto se desvía la responsabilidad personal.

El terapeuta gestáltico tiene la función de guiar al paciente para que se haga


consciente de su situación (el darse cuenta). Hay una interacción de yo, tú,
nosotros; se rompe la dicotomía médico-paciente. El cliente se expresa tanto
verbalmente como con gestos y movimientos.

Con la Gestalt, podemos llevar al paciente a que relacione su enfermedad o su


síntoma con un sentimiento y de esta manera retroceder en el tiempo y
conectar la primera vez que ancló el sentimiento con el síntoma y de esta
manera resolver el conflicto primario que generó el cuadro, o lo que en Terapia
Neural se llama Primer golpe.

2. Terapia Sistémica y Fenomenológica.

Todos somos miembros de una familia en un lugar y en una dignidad y respeto


y estamos ligados a través de los profundos lazos del amor y la pertenencia, en
muchos casos este amor se queda oculto y a cambio de felicidad se convierte
en enfermedad y desdicha.

A partir de las observaciones que se hacen, se interviene sobre el sistema con


el objetivo de encontrar los medios para el restablecimiento del orden, del flujo
de sus relaciones y en muchos casos la restitución de vínculos perdidos.
Los principales temas que se trabajan en relación a enfermedades son:

™ Disfunciones y cargas en nuestra familia de orígen.


™ Dinámicas ocultas en las familias.
™ Salud y enfermedad.
™ Formas sanas de recuperar la compasión y el amor en la familia.
™ Búsqueda de la reconciliación con el propio destino.
™ Herencia y enfermedad
™ Dolor, amor y rabia.
™ Psicogenealogía.
™ Genograma.
™ Actitud frente a la muerte
™ El alma enferma, el cuerpo deprimido.
™ Destinos trágicos.

Como último punto, quiero referirme al terapeuta como ser humano. Cada vez
estoy mas convencido que un verdadero terapeuta parte de la coherencia, no
es sólo aprendernos la técnica mas sofisticada, o crearnos un arsenal de
conocimientos teóricos que nos hacen mejores profesionales, sino que debemos
tener en claro que para ser un buen terapeuta es necesario, primero, ser un
buen ser humano.

Veo la necesidad de que los médicos y terapeutas inicien espacios de reflexión,


de autoobservación y de crecimiento interior, que nos hagan personas más
coherentes con los planteamientos que se proponen desde la mirada de las
medicinas complementarias.

Estos espacios deben permitir que descubramos y reconozcamos nuestro


potencial, pero que también nos permita observar nuestras falencias, miedos,
vacíos emocionales, lo que Jung ha llamado sombra y mascara.

Y así, desde esta posición cambiar nuestra relación médico paciente, vivenciarla
desde una perspectiva diferente, transformarla en los momentos donde dos
individuos se encuentran el uno buscando ayuda, y el otro dispuesto a
brindarla, sin mayores pretensiones que ser un coadyuvante en el proceso de
autocuración de ese ser humano que llamamos paciente.

Andrés Felipe Insuasty


Médico Cirujano
Terapeuta neural
Psicoterapeuta integrativo
CONFERENCIA PARA EL COLOQUIO DE 1997
BOGOTA - COLOMBIA
Dr. Ricardo Véjar Vacas.

HOLOVERSO Y HOLOSALUD.

HOLOVERSO

En una semilla cualquiera se encuentra todo el conocimiento para reproducirse


así misma, de igual manera se encuentran inscritos en los códigos genéticos
del espermatozoide y del óvulo toda la información
necesaria para reconstruir al todo.

Nuestro cuerpo es un objeto que ocupa un lugar en un espacio determinado,


espacio que no podrá ser ocupado por ningún otro cuerpo. Está formado por
partículas de átomos que se juntan para en algún momento cobrar vida.

Estos cuerpos permanecen en el espacio por un tiempo determinado. Aunque


su estructura desaparezca, su materia permanecerá para siempre.
Recordemos que nada se crea, todo se transforma.

En estos cuerpos se pueden suceder momentos como el nacimiento y la


muerte, los cuales constituyen procesos que nunca más volverán a repetirse.
Igualmente forman parte de estos procesos la enfermedad, que constituye un
mal funcionamiento del cuerpo físico a nivel molecular y se presenta en forma
individual para cada cuerpo, siendo delimitada en tiempo y espacio.

Vivimos sin darnos cuenta bajo diversas formas de captación del tiempo, por
ejemplo es diferente el tiempo cuando estamos enfermos de cuando estamos
sanos, es diferente el tiempo entre un campesino y un citadino, podemos medir
el tiempo tomando en cuenta lo que tarda en cocinarse una porción de arroz o
el tiempo relatado en los quipus.

Einstein decía acerca de la percepción del tiempo que dos horas con una mujer
hermosa parecen dos minutos y dos minutos sentado sobre una plancha
hirviente parecen dos horas.

La concepción actual del universo se entiende como un proceso de


interrelación permanente entre la parte y el todo, ambas trabajan como una
unidad. Sin embargo nosotros lo percibimos en partes separadas, y por tanto
desconectadas unas de otras, es decir distorsionamos la propia percepción de
las cosas, destruyendo así a la unidad y unicidad cualitativamente intrínsecas
del universo.

La unidad y el orden universal está presente en todas sus partes, incluidos los
seres humanos, los lagos, los edificios, etc., y forman de un todo indivisible,
que es parte del orden implicado, de una manera que es imperceptible para los
sentidos.
Lo más importante de la concepción del holoverso es que la parte contiene al
todo.

Holograma:

Los físicos actuales, manifiestan que en cada parte del universo se encuentra
toda la información presente en todo el cosmos. Este concepto puede ser
fácilmente entendible con el holograma.

Holograma: “holo" = total; "grama" = imagen o mensaje.


El premio Nobel Denis Gabor, fue el primero en describir el holograma en
1947, sirviéndose del cálculo diferencial e integral de Leibniz, pero sólo pudo
demostrarlo matemáticamente debido a que no se descubría el láser en su
época. En 1.965 Emmeth Keith y Juris Upatnicks pudieron recién demostrarlo
usando el láser en el holograma. El procedimiento es el de una fotografía
tridimensional en el que no se usa lente por tanto no existe la focalización.

El proceso es el siguiente: una placa fotográfica es iluminada por dos rayos de


luz láser al mismo tiempo, pero el un rayo llega en forma directa y el otro llega
a través de un objeto al que lo ilumina y difracta. Lo que se obtiene es un
patrón de interferencia creado por los dos haces láser.

Lo que se obtiene es un patrón microscópico tridimensional, de interferencia


del objeto sobre la placa emulsionada. Si a esta, la iluminamos con un láser
nos encontramos con una imagen flotante del objeto, a la que se le puede
inspeccionar desde cualquier ángulo. Si tomamos un fragmento por pequeño
que sea de esta placa, podremos reproducir la imagen total del objeto. Si bien
es cierto, debemos considerar que mientras más pequeña es la imagen que
proyectamos más borrosa es y mientras más grande más nítida, pero en todo
caso y sin importar el tamaño, cada representación del holograma contiene una
representación total del objeto original. Esto nos lleva a concluir que el todo
esta presente en la parte.

Bohm nos dice que el universo se encuentra sustentado sobre las mismas
bases que rigen al holograma y que este se produce permanentemente en la
naturaleza, en base a la luz y a las formas ondulatorias. Todo el universo está
conformado por partículas, tanto electrones como seres humanos y en general
por todos los componentes universales. Esto produce un universo caótico, del
que formamos parte, somos por tanto partes del mismo y formamos parte del
caos. ¿En donde radica nuestra dificultad para entender a los conceptos de
este universo?........... Nuestro problema en que percibimos al mundo en partes
separadas, desconectadas las unas de la otras y sin ninguna relación entre sí.
Nos expresamos en un idioma dimensional sobre algo que se presenta en un
estado tridimensional y que sin embargo está presente como una unidad.

El orden implicado y el orden explicado.

Para que podamos entender estos conceptos, Bohm nos presenta una
alegoría. Pensemos por un momento en dos cilindros concéntricos de cristal,
uno dentro de otro, con un fluido viscoso como la glicerina que se encuentra en
el espacio entre ellos. Si colocamos una gota de tinta negra insoluble y
comenzamos a girar lentamente, esta gota se comienza a estirar formando un
hilo cada vez más fino, hasta que llegaría a desaparecer; si en ese momento
giramos el cilindro hacia el lado contrario el hilo poco a poco volvería a ser
visible y se iría engrosando hasta que reaparecería la gota. La gota al ser
desenrollada se hizo invisible a simple vista, no formaba parte del orden
desplegado que se encuentra presente y sin embargo allí estaba en forma
implicada, el movimiento en sentido contrario la hacía aparecer en forma
explicada, es decir apreciable a nuestros sentidos.

Para Bohm el orden y la unidad se encuentra por todas partes en el universo,


de una manera que escapa a nuestros sentidos. Forman parte del orden
implicado y aunque se encuentren ocultos a nuestros sentidos son parte de la
realidad. De igual manera que en el holograma se encuentran esparcidos el
orden y la organización por toda su superficie, en el universo entero, cada una
de sus partes contiene la información total, como para que sobre ella se
reconstruya al todo.

Debemos entender que al decir universo entero, estamos incluyendo todo lo


que se encuentra en él, esto es seres humanos, animales, plantas, minerales,
edificios, ciudades, naciones, continentes, etc. y que constituyen un orden
indivisible, cuyo análisis por partes carece de fundamento.

Una vez que ya tenemos el conocimiento de que formamos parte implicada de


este universo, con las mismas características holográficas que en el se
encuentran, nuestro problema radica en entender como
biológicofisicocuanticamente podríamos dar una respuesta que satisfaga el
concepto del orden implicado y el explicado y que nos incluya en esa unidad
que se encuentra enrollada en el universo

Pribram el famoso neurofisiólogo, coincide con Bohm en sus conceptos y


además asevera que el cerebro ejecuta sus funcioners, en forma similar a los
hologramas. Por tanto, manifiesta su inconformidad con la visión fisiológica
general que asigna un centro específico en el cerebro para cada una de las
funciones humanas, tales como el habla, el apetito, el sueño, el encuentra que
por lo menos en el caso de la memoria, estas reglas no tienen una explicación
muy clara, aseveración que proviene de los resultados obtenidos por otro
neurofisiólogo, Kart Lashley quien llega a la conclusión de que aún en el caso
de extirpaciones de la mayor parte de la corteza cerebral seguía presente la
memoria necesaria para realizar tareas específicas previamente aprendidas.
Con frecuencia disminuye la rapidez y la precisión, pero permanece el
conocimiento aprendido. De esta forma queda en entredicho la idea de que el
normal funcionamiento de la mente requiere de una corteza cerebral intacta.

Según Pribram la memoria se encuentra contenida en cada una de las partes


del cerebro, punto de vista, que nos recuerda al holograma y al holoverso. Con
mucho respeto a lo expuesto por Pribram, yo creo que el cerebro y la memoria
comprenden todo el sistema nervioso, esta última porción no es más que una
extensión del primero, basándome en esto, creo que la memoria se encuentra
repartida por todo el cuerpo, es decir el cerebro se encuentra repartido en
todas partes.

Otro investigador Lober, descubrió mediante escaneo cerebral en personas que


sufrían de hidrocefalia, en donde el aumento del líquido cerebral implica la
disminución del grosor de la corteza cerebral y por tanto de sus funciones y que
normalmente es de cuatro centímetros y medio, descubrió decía, que el
funcionamiento cerebral se mantenía normal.

Pero, ¿cómo es que el cerebro codifica holográficamente la información?...Una


vez más, Pribram nos explica que en la hendidura sináptica se produce una
incesante actividad electroquímica sobre unas veinte mil millones de neuronas.
Muchas de ellas con la capacidad de activarse unas veinte veces por segundo,
esa actividad llevaría a generar formas ondulatorias complejas, con matrices de
interferencia incorporadas, exigencias que se necesita para la producción de
información codificablemente holográfica y que se estaría produciendo en la
corteza, en forma de un almacenamiento difuso de información.

HOLOSALUD

¿Cómo definir salud?. Basémonos en conceptos ya preestablecidos.

La OMS, la define como un bienestar total, tanto físico como mental así como
sicológico. En Terapia Neural, la definición de salud es mucho más amplia y
abarca aspectos que no se toman en cuenta en la definición anterior: “Salud es
un proceso dialéctico, biológico, social, singular e interdependiente, dado por
las relaciones del ser vital con el cosmos, en un proceso de adaptación y
aceptación en una sociedad con sus relacionas culturales, políticas,
económicas, de producción, vitales e históricas propias, que finalmente
aparece como una sensación de bienestar en la vida, no definido únicamente
por normas o modelos prefijados, masivos o estadísticos”.

Pienso que tratando de definir la salud, uno siempre se quedará corto. Es


probable que los actores que viven la enfermedad, o sea los enfermos, se
encuentren más capacitados y más acertados para darnos su opinión, ya que
se encuentran viviendo esa alteración. Pero en este fluir de pensamientos, de
pronto los más señalados para darnos un concepto, son los que siempre han
sido saludables ya que ellos nunca han enfermado. En todo caso lo que si está
claro es que en el proceso de tener salud no existen límites con tal de
garantizarnos la ausencia de enfermedades.

Sin embargo cualquier concepto sobre enfermedad emitido al respecto, de


pronto se queda corto, cuando analizamos las bases de lo que constituyen las
estructuras disipativas y las teorías de Prigogine, el eminente neurofisiólogo,
que nos dice que para entender a la enfermedad, debemos comprender en
primer lugar que formamos una unidad con el universo y que esta es tan sólo
una perturbación, que permite que un sistema salte a un orden más elevado de
complejidad. Es decir las enfermedades introducen en nosotros una
perturbación, que no garantiza en ningún momento que con ella logremos
salud, pero en el organismo se ha creado un conocimiento total, para superar
determinado proceso. Este científico nos explica que mientras más compleja
sea la estructura, mayor cantidad de energía vital necesita para sobrevivir y es
por lo tanto mayor la probabilidad que tiene de padecer una alteración. No cabe
evolución sin fragilidad dice Prigogine.

Los biólogos estudian la vida y todo proceso vital presupone una tendencia a
apartarse del equilibrio. Con esta óptica entendemos que es necesario ser
perturbados por una enfermedad, para tener el conocimiento de cómo
curarnos. La teoría de las estructuras disipativas y el funcionamiento del
sistema inmunitario nos muestra como estos procesos se encuentran
entrelazados entre sí. El objetivo básico de la salud visto de una manera
rápida, sería realizar todo lo posible para que el cuerpo se adapte con éxito a
las perturbaciones, pero lo que hacemos es todo lo contrario. No
acompañamos a la perturbación sino que nos blindamos contra ella.

Larry Doosey, en su libro, Tiempo, espacio y medicina, cita algo por demás
interesante, afín con lo que estamos analizando.

El nos dice que somos impotentes hasta para determinar con claridad, incluso
lo que entendemos por enfermedad. La patología que se conoce como
deficiencia de la G-6-PD, está dada por una deficiencia genética que produce
un nivel inadecuado de una hormona indispensable para el correcto
funcionamiento de los glóbulos rojos y su alteración puede producir una
hemólisis.

En determinados sitios de África, esta enfermedad se da asociada a otra


conocida con el nombre de debilidad muscular, las personas que la han sufrido,
resisten con gran éxito la deficiencia de glucosa 6 fosfato dehidrogenasa G-6-
PF. La pregunta en cuestión es, ¿cómo es posible, como en este caso, que una
enfermedad pueda ser fuente de salud?. De allí la dificultad de definir a ambos
términos, salud, enfermedad, y sobre lo que recalca Prigogine.

Bohm afirma que el universo es una unidad inseparable, de hecho los seres
humanos al formar parte integral del mismo, están conectados de una forma no
causal y no local, de manera que los procesos de salud enfermedad participan
por igual de esta cosmovisión universal. Bajo la perspectiva de que el universo
no admite una disociación entre tiempo y espacio, es difícil comprender como
podemos dividir en el cuerpo, salud y enfermedad. Esta dificultad esta dada
porque tratamos de expresarnos en un idioma bidimensional, sin tiempo, sin
espacio de una manera no causal y no local.

Estructuras Disipativas.

Todas las formas vivas, de múltiples y misteriosas maneras, combinan la


estabilidad de la estructura con la fluidez del cambio. A estas estructuras
Ludwing von Bertalanfyy llamó sistemas abiertos, con el objeto de remarcar la
dependencia de flujos continuos de energía y recursos. Como sistemas
abiertos todos los organismos de un ecosistema producen residuos, pero lo
que es desperdicio para una especie, es alimento para otra. De manera que los
residuos son continua y permanentemente reciclados y el ecosistema como un
todo no produce generalmente desperdicios.

La clave para entender a las estructuras disipativas es comprender que los


seres vivos se mantienen lejos del equilibrio. El equilibrio químico y térmico,
sólo se hace presente cuando los procesos vitales se detienen, es decir un
organismo en equilibrio, es un organismo muerto.

Prigogine demuestra que el comportamiento de una estructura disipativa no


guarda relación con ninguna ley universal, sino que es exclusiva de ese
organismo en ese momento.
PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE
TERAPIA NEURAL, ODONTOLOGIA NEUROFOCAL
Y PENSAMIENTO COMPLEJO
– BOGOTA 2007 –

ODONTOLOGIA NEUROFOCAL:
UN NUEVO ACTO ODONTOLOGICO

El asombro diario:
ƒ Hilda. Dolor en su dedo luego de ajustar la ortodoncia.
ƒ Gladis: Va a tener un bebe luego de retirar una amalgama.
ƒ Paulina: Se le mueve un diente luego de TN en la cicatriz del hombro
ƒ Pedro: Le duele su rodilla luego de reemplazar amalgama por resina.

¿Será que la cuestión dental se puede relacionar con el pensamiento


complejo?

Todos los días me pregunto si esto será posible. ¿Será posible que los
dientes tengan una relación tan estrecha con todo el cuerpo? Mi formación,
mis enseñanzas académicas y mis recuerdos siempre me hacen dudar; pero
inmediatamente vuelvo y miro al paciente que me está relatando los
cambios y solo me queda entregarme a lo que él me dice, a lo que él está
sintiendo a pesar que lo enseñado no me de la respuesta, a pesar que esto
raye con la lógica, con lo normal o con lo anormal. Tengo que creerle al
paciente y eso hace renacer el asombro; el asombro perdido por estar
sometidos a un aprendizaje mecánico y a unas respuestas mecánicas,
predecibles y certeras. Estamos día a día observando en los pacientes el
milagro de la Vida, no por que se curan, sino por que también no se curan.
El paciente se cura o no a pesar de nosotros, esto también nos asombra,
pues si lo entendemos como un ser que depende y que es manipulado por
nosotros y por la ciencia hegemónica de la salud y del sistema imperante, él
tendrá que curarse gracias a que nosotros estamos “haciendo”, es decir
pensamos que tenemos el control. Pero se nos olvida algo importante:
nosotros no controlamos la Vida, nosotros somos Vida, hacemos parte de
ella, bailamos al ritmo que ella nos impone y por lo tanto el paciente saldrá
adelante o no si él quiere, si la Vida quiere, no por que nosotros lo
logramos. Por eso el asombro, porque después del último encuentro, ese
paciente va a contarnos como se siente, que le ha pasado, como la Vida y
su propósito de Vida han jugado para que él siga su camino, su proceso, y
uno allí, observando y escuchando y a veces haciendo lo que toca hacer:
Impulsar con una aguja y procaína, con una dieta o con algún tratamiento
odontológico.

Luego de esto vuelvo y me pregunto, pero ya con los ojos brillantes de


emoción: ¿Será posible? Y desde adentro emerge una respuesta Vital y
universal que me dice: ¡SI ES POSIBLE!!!

¿Tiene esto algo que ver con el motivo de este encuentro? ¿Por qué se
incluyó la ONF en estas presentaciones?

Eventos como los de Hilda, Paulina, Pedro o Gladis, es que lo que sucede
como cuando uno toca sutilmente la superficie de una piscina con su dedo;
observamos que ese pequeño roce con el agua causa una vibración, una
onda, que genera un movimiento en el resto de la piscina, es decir que la
afecta toda, cada movimiento repercute en el todo de ese sistema. Un acto
odontológico, no es solo ver y reducir el evento al toque con el dedo,
olvidándose del resto de la piscina. Lo interesante de este acto es que
nosotros impulsamos el movimiento, pero no controlamos lo que se origino
luego de ese impulso, no controlamos el movimiento que se origino en cada
partícula de esa piscina. Así mismo la vida es movimiento constante y
movimiento en espiral. Estos espirales que son patrones de caos, tienen
numerosos ejemplos que provienen de la naturaleza, de la cultura y la
imaginación de un artista o de un matemático. Vemos espirales en la
escritura Thai, en tatuajes faciales de los Maoríes de Nueva Zelanda, en las
gárgolas góticas , los diseños victorianos, en las configuraciones percibidas
luego de la ingestión o aspiración de alucinógenos, en algunos signos
Celtas, en las pinturas de Miró, en las series de Fibionacci, en diversas
culturas del África (Aka y los Tabwe del Congo) y en los diseños de
nuestras culturas Muisca, Quimbaya, Tairona, San Agustín, Sinú, casi
siempre representando una simbología con la vida, con la muerte y el
tiempo. Cada espiral representa como un centro generador de expansiones
y contracciones, de vida y de muerte, de un inicio y de un fin como lo es la
vida misma. Estos centros generadores nos invitan a pensar que hay una
trama que mantiene unidas a todas las partes y nos hacen recordar nuestra
esencia, como seres parte de la vida, que cada parte se reconoce como igual
a pesar que sus formas sean diferentes, pues provenimos de un mismo
origen y que por lo tanto estamos conectados a la esencia y que cambiando
sus formas, sus patrones de forma, el sistema podrá cumplir sus propósitos
no solamente individuales, sino propósitos colectivos, para poder volver a
la esencia que le dio origen.
Pero ni la anatomía dental, ni la fisiología dental, ni la histología dental y
mucho menos la patología oral me dan respuesta a lo vivido y relatado por
Gladis, Pedro, Hilda o Paulina. Tengo que recurrir a algo más profundo, a
aquello que nos permita ver lo que no estamos viendo o lo que no nos están
dejando ver y creo que por eso la ONF (0dontología Neurofocal) tiene que
volver sus ojos al pensamiento complejo, razón por la cual estamos en esta
ocasión reunidos.

En los últimos tiempos se está extendiendo el uso del término Ciencias de


la Complejidad para referirse a todas las disciplinas que hacen uso del
enfoque de sistemas. La aparición del enfoque de sistemas tiene su origen
en la incapacidad manifiesta de la ciencia para tratar problemas complejos.
El método científico, basado en reduccionismo, repetitividad y refutación,
fracasa ante fenómenos muy complejos por varios motivos:

ƒ El número de variables interactuantes es mayor del que el científico


puede controlar, por lo que no es posible realizar verdaderos
experimentos. Es imposible crear “condiciones ideales”.
ƒ La posibilidad de que factores desconocidos influyan en las
observaciones es mucho mayor.
ƒ Como consecuencia, los modelos cuantitativos son muy vulnerables.

Por tal razón la ONF no puede segur el ritmo que impone la ciencia
reduccionista, pues estaremos cayendo en el mismo error. La ONF no se
podrá explicar mediante esta lógica científica puesto que ella en si misma
debe ser entendida como una emergencia ante la necesidad de pensarnos
diferente. Como orden emergente nos da derecho a pensar, a caminar por
un camino no transitado, a crear, ya que si le apostamos a un pensamiento
sistémico, tenemos que pensar en que existen redes y cuando pensamos en
redes creemos que la vida misma es un continuo crear y recrear, un espiral,
que nos da derecho a sentirnos parte de la Vida, del universo, y por su
puesto a ser coherentes con lo propuesto por ella. Por eso es tan importante
sumergirnos en el mundo de la complejidad, para poder entender la ONF
como un proceso emergente.
Cuando tratamos de explicar lo dicho por medio del pensamiento
mecánico, cuando tratamos de explicar los fenómenos que suceden en
nuestra consulta desde la parte y no desde el todo, nos damos cuenta de la
incompletud de nuestros conocimientos fragmentados. Por esto hemos
propuesto una y otra vez que la ciencia de Newton hay que revisarla, no
excluirla, y que el rumbo de la nueva ciencia, de poder acceder a otras
realidades y a otras posibilidades, tiende hacia el razonamiento complejo y
transdisciplinario. Felizmente aparece el enfoque de sistemas para
abordar el problema de la complejidad a través de una forma de
pensamiento basada en la totalidad y sus propiedades que complementa el
reduccionismo científico, tal como lo estamos proponiendo, no solo en esta
oportunidad, sino ya desde hace algún tiempo.

Las Ciencias de la Complejidad comparten bastantes de las siguientes


características:

• Han sido establecidas por grupos interdisciplinares y


transdiciplinares de investigadores interesados en explorar los
aspectos invariantes de la complejidad y la sistemicidad fuera de las
fronteras establecidas entre los distintos campos del saber.
• Hacen hincapié en el estudio de la estructura (interrelación entre
componentes) y su importancia en el comportamiento de los
sistemas. Esta estructura puede conllevar aspectos de paralelismo o
circularidad (realimentación).
• Destacan el carácter de totalidad o unidad global de los sistemas
objeto de estudio.
• Manejan aspectos no materiales de los sistemas, en particular
aquellos que tiene que ver con información, comunicación u
organización. Los conceptos de complejidad e incertidumbre suelen
ser básicos.
• Suelen tratar con sistemas abiertos, aquellos que intercambian
materia, energía o información con el entorno. En este contexto son
especialmente importantes la interacción con el observador y la toma
de decisiones.

El odontólogo francés Pierre Fauchard, considerado el fundador de la


odontología moderna, con la publicación de su libro El Cirujano Dentista
(1728), sentenciaba prácticamente que la odontología quedaba considerada
como una rama científica independiente de la medicina, iniciándose así una
historia de desconexión total de la odontología con relación a la medicina y
lógicamente de los dientes en relación con el cuerpo. Sin saberse, los
dientes empiezan a ser tratados como parias del cuerpo. ¿Por qué lo digo de
esta manera tan despectiva?. Si buscamos el significado de esta palabra
encontraremos lo siguiente: Paria. Habitante de la India, de ínfima
condición social, fuera del sistema de las castas y/o persona excluida de las
ventajas de que gozan las demás, e incluso de su trato, por ser considerada
inferior. Sin un pensamiento sistémico, los dientes pareciera que no
gozaran de las mismas ventajas que tienen otros órganos del cuerpo y esto
sucede por que los odontólogos sacamos a los dientes del contexto
sistémico, están afuera del cuerpo sin ninguna relación. Esto nos llevo a
pensar la odontología como una disciplina, y como tal, todo su desarrollo
tecnológico se ha basado en la premisa de que los dientes son una entidad
aparte de todo el organismo, ignorando algo tan elemental como es que son
parte y que como tal se desarrollan con el resto del organismo y con su
entorno. De esta manera conceptos fundamentales del pensamiento
complejo como son: la interacción, organización y emergencia, no se han
tenido en cuenta dando como resultado una cantidad de alteraciones
importantes en la salud del individuo, por decir lo menos, porque no
alcanzamos a medir las consecuencias de lo que puede suceder a nivel
cuántico en lugares alejados de nuestro cuerpo; vaya responsabilidad la que
tenemos.

Ahora, lógicamente esto no sucede solo en odontología, ni sucede solo en


la medicina, esta sucediendo a todo nivel, en toda profesión y ocupación y
esto nos demuestra que estamos ante una crisis disciplinar: las disciplinas
se instituyen mediante la demarcación, división y especialización del
trabajo, olvidándose cada vez mas de la interacción entra las partes como es
la propuesta sistémica. Los paradigmas emergentes nos hacen revisar
frecuentemente los conceptos de las relaciones entre las partes ya que
cuando hablamos de relaciones estamos hablando de cooperación entre
ellas, de solidaridad, de interdependencia, de intercambio; cuando
hablamos este lenguaje, que es el lenguaje de la Vida, estamos hablando de
trasndiciplinariedad. En las actividades de transdiciplinariedad hay
relaciones reciprocas que sugieren transformación o emergencias. Si
nosotros como odontólogos queremos saber como funciona un sistema o si
queremos mejorar su diseño o repararlo debemos conjeturar o exhibir su
composición y estructura así como explorar el entorno con el que él
interactúa.

Por transdisciplinariedad se entiende: entre las disciplinas, a través de las


diferentes disciplinas y más allá de toda disciplina. En ellas hay unidad de
conocimiento, es decir que bajo el esquema transdisciplinario un sistema
articula, construye, reorganiza, transmite, y comunica conocimientos. Me
pregunto si cuando el Odontólogo esta haciendo un implante, un diseño de
sonrisa, reemplazando una amalgama por una resina, etc, esta teniendo esto
en cuenta. Pareciera entonces que en lo que nos ha tocado hacer a nosotros
en este momento de nuestras vidas, que es ser odontólogos, los conceptos
de transdiciplinariedad y los conceptos del pensamiento sistémico y
complejo, tienen un punto de encuentro con el cual debemos trabajar para
así pensar en otro acto odontológico diferente al que Pierre Fauchard nos
indico hace mas de 300 años. Muy complicado será que la ciencia entienda
esta posición, pero creo yo que es una posición no para que la entienda la
ciencia, sino que es una posición ética frente a la Vida y para mi eso es lo
fundamental y a lo que obedece mi accionar. Incluir la Complejidad como
una nueva ciencia es recuperar al mundo empírico, la incertidumbre, la
incapacidad de lograr las certezas, la recuperación del asombro diario y la
alegría de darle gracias a la Vida por que ella puede funcionar mejor a
pesar de nosotros.

La complejidad (complexus) nos produce rescatar nuestro estado espiritual


escondido bajo los viejos libros den la ciencia ortodoxa, pero este estado no
es solo la perplejidad (perplexus) del espíritu humano, hay otro estado que
emerge a este despertar y es lo que Paul Valéry denomina es estado
implexo y es aquella capacidad de volver a sentir, a reaccionar, a rehacer, a
comprender, y a volverse trasgresor de ciertas normas a las que ya ve
inviables. Este nuevo estado intenta recomponer sus habilidades y
maniobrar sus pensamientos en búsqueda de nuevas estrategias frente a lo
que él considera real. Nos reenvía a una especie de vivificación de la
situación a través de un repensar y un reaprender provocado por la
perplejidad de la complejidad. Esto es lo que nos pasa cuando empezamos
a caminar por esta TN y esta ONF, es partir de ceros, es renacer y
pensarnos la posibilidad, no de nuevas técnicas y materiales odontológicos,
es una posibilidad a pensar en unas condiciones de vida dignas y
coherentes para nosotros los seres humanos como parte de este ecosistema
al que pertenecemos, es pensar en la posibilidad de un mundo mejor.

Entendida nuestra posición frente a la Vida, podemos entender entonces


que la ONF hace parte de ese tejido de eventos, acciones, interacciones,
retroacciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico.
Características también del pensamiento complejo, que se suman cuando
este habla de que “el todo es más que la suma de las partes”, condición
especial para pensar en la concepción holística. Un sistema, según Ludwig
Von Bertalanffy, el fundador de la teoría general de sistemas, es «un
conjunto de elementos interdependientes, es decir ligados entre sí por
relaciones tales que si una es modificada, las otras también lo son y que, en
consecuencia, todo el conjunto es modificado». Como ya se ha dicho, la
información contenida en el sistema (entorno, organismo) es superior a la
suma de la información de cada parte analizada individualmente (dientes).
Y no podemos dejar olvidada otra de las características fundamentales de
este pensamiento: el comportamiento del sistema es difícilmente
predecible. Pedro, Paulina, Hilda y Gladis, siempre preguntaron: ¿Y que
me va a suceder? La respuesta fue: “no se, esperemos a ver que pasa”. Es la
respuesta más ética debido a la enorme complejidad que caracterizan a
sistemas como nuestro cuerpo, su comportamiento hacia el futuro es
completamente impredecible, y esto, es muy difícil de aceptar tanto para el
paciente, como para uno mismo, pero es la realidad y es aquí cuando
aparece la incertidumbre, pero no la incertidumbre del miedo a que vaya a
suceder algo malo, no, es la confianza hacia que lo que vaya a suceder esta
bien, pues es el mismo sistema el que se va auto-eco-organizando para
encontrar su propio orden, no el que nosotros queremos imponer con la TN
o la ONF, sino el que él necesite para a sí cumplir con sus propósitos de
vida. Sólo somos capaces de prever su evolución futura hasta ciertos
límites, siempre suponiendo un margen de error muy creciente con el
tiempo.

Esto, claro, nos lleva a pensar en las emergencias como una característica
muy especial del pensamiento complejo. Este concepto es el que relaciona
el todo con las partes. Se llama complejidad emergente cuando el
comportamiento colectivo de un conjunto de elementos (mis átomos, mis
moléculas, mis células, mis dientes, etc) da como resultado de sus
interacciones un sistema complejo (mi cuerpo, mi entorno).

¿Que se necesita para que este sistema pueda mantenerse vivo?: Que esté
alejado del equilibrio, son sistemas fuera del equilibrio: ello implica que
tal sistema no puede automantenerse si no recibe un aporte constante de
energía, es decir que son sistemas termodinámicamente abiertos. Lejos del
equilibrio la materia adquiere nuevas propiedades, típicas de situaciones de
no equilibrio, situaciones en que un sistema, lejos de estar aislado, es
sometido a fuertes condicionamientos externos (flujos de energía,
sustancias reactivas).

Nuestros dientes necesitan permanentemente el intercambio de materia y


energía con su entorno para poder automantenerse. Y de aquí me surgen
muchas preguntas: ¿Como podemos entonces decir, que una información
de la parte (implante, ortodoncia, amalgamas, coronas en metal - porcelana)
no tiene la posibilidad de afectar al todo? ¿Cómo podemos asegurar que los
materiales y técnicas odontológicas que estamos utilizando hoy en día los
odontólogos neurofocales (resinas de fotocurado, coronas sin metal, etc)
son sanas para el sistema? Me pregunto: ¿estamos frente a materiales
biológicos en su totalidad? ¿El cuerpo esta recibiendo la información
indicada ya sea en un caso o en el otro? De la misma manera es justo
preguntarse si estas posibilidades se dan solo en una vía, o si es posible que
los dientes y sus estructuras vecinas se vean afectadas por una mala
información en otra parte del cuerpo. Pienso que sí, es posible que un
diente se vea afectado por otra alteración a distancia, ya que al ser también
un sistema complejo, tiene la misma capacidad de ser parte de ese
intercambio de materia y energía y además de poder auto-eco- organizarse,
otra de las características de los sistemas complejos.

La Auto-eco-organización: Todo sistema complejo emerge a partir de sus


partes y fluctúa hasta quedar fuertemente estabilizado en un atractor
(fenómenos que organizan los sistemas). Esto lo logra con la aparición de
toda una serie de retroalimentaciones positivas y negativas que atenúan
cualquier modificación provocada por un accidente externo. <<Se puede
afirmar que el sistema reacciona ante agresiones externas que pretendan
modificar su estructura>>. Tal capacidad sólo es posible mantenerla sin
ayuda externa mediante un aporte constante de energía. Los sistemas
complejos son sistemas abiertos y disipativos: energía y materia fluyen a
través suyo.

Aparece la expresión estructura disipativa y encuadra estas nuevas


propiedades: sensibilidad y por lo tanto movimientos coherentes de gran
alcance; posibilidad de estados múltiples y por consecuencia historicidad
de las elecciones adoptadas por los sistemas. Son propiedades, estudiadas
por la física matemática no lineal en este nuevo estado de la materia, que
caracterizan a los sistemas sometidos a condiciones de no equilibrio.

En condiciones de equilibrio, cada molécula ve solo lo mas próximo que le


rodea; pero en situaciones de no equilibrio, como las corrientes
hidrodinámicas, tiene que haber señales que recorran todo el sistema, tiene
que suceder que los elementos de la materia empiecen a ver mas allá y que
la materia se vuelva sensible. Por supuesto que tenemos que pensar sin
lugar a dudar ni un minuto más que los dientes y sus tejidos de soporte son
también estructuras alejadas del equilibrio. Cuando nos apartamos mucho
de las de las condiciones de no equilibrio, se originan nuevos estados de la
materia. Estas son las llamadas estructuras disipativas por que presentan
estructura y coherencia y su mantenimiento implica una disipación de
energía.

En 1977 fue concedido el Premio Nóbel al Dr. Ilya Prigogine,


fundamentalmente por su trabajo que denominó estructuras disipativas y
por sus contribuciones al desequilibrio termodinámico, particularmente la
teoría de los procesos irreversibles. Estas investigaciones nos tienen que
estimular a nosotros los odontólogos neurofocales y en general a todo el
personal de salud, al igual que sucedió con muchos científicos en el mundo
entero, ya que pueden tener consecuencias profundas para nuestra
comprensión de los sistemas biológicos.

La formación de sistemas disipativos ordenados demuestra que es posible


crear orden del desorden, nos demuestra que es posible pensar que la
caries, pulpitis o enfermedad periodontal (por citar las patologías orales
más comunes), sean la respuesta del organismo para crear su orden propio
y no necesariamente una enfermedad a la que tenemos que combatir. En el
caso de los estados estacionarios fuera del equilibrio, el sistema se va
apartando gradualmente del mismo y llega un momento en que el estado
estacionario correspondiente deja de ser estable. El sistema se reordena y
aparece una "mutación" estructural (caries, pulpitis o enfermedad
periodontal, por ejemplo). Para mantener el sistema en esa nueva
configuración es necesario un suministro continuo de energía, ya que se
trata de un estado fuera del equilibrio. Si el sistema se acerca al equilibrio
la estructuración desaparece.
Las estructuras disipativas tienen enorme importancia en biología, ya que
permiten explicar cómo los cuerpos vivos se pueden estructurar en el
tiempo y en el espacio. Los seres vivos combinan la estabilidad de la
estructura con la fluidez del cambio, lo cual permite su desarrollo,
reproducción y evolución.

F. Capra resume así la teoría de las estructuras disipativas planteada por


Ilya Prigogine (1993): "La comprensión de las estructuras como sistemas
abiertos proporcionó una importante nueva perspectiva, pero no solucionó
el rompecabezas de la coexistencia de estructura y cambio, de orden y
disipación, hasta que Ilya Prigogine formuló su teoría de estructuras
disipativas... La clave para entender las estructuras disipativas es
comprender que se mantienen en un estado estable lejos del equilibrio...
(Nota: aquí se refiere al equilibrio físico (termodinámico), no al equilibrio
dinámico y funcional, homeostásico, de los organismos vivos). Un
organismo vivo se caracteriza por un flujo y un cambio continuos en su
metabolismo, comprendiendo miles de reacciones químicas. El equilibrio
químico y térmico se da únicamente cuando estos procesos se detienen. En
otras palabras, un organismo en equilibrio es un organismo muerto. Los
organismos vivos se mantienen constantemente en un estado alejado del
equilibrio, en el estado de vida. Siendo muy distinto del equilibrio, este
estado es sin embargo estable a lo largo de períodos prolongados de
tiempo, lo que significa que, como un remolino, se mantiene la misma
estructura general a pesar del incesante flujo y cambio de componentes...
Más lejos del equilibrio los flujos son más fuertes, la producción de
entropía aumenta y el sistema ya no tiende al equilibrio. Bien al contrario,
podrá encontrarse con inestabilidades que le conduzcan a nuevas formas
de orden que alejarán al sistema más y más del estado de equilibrio. En
otras palabras, lejos del equilibrio las estructuras disipativas pueden
desarrollarse hacia formas de complejidad creciente... Prigogine enfatiza
que las características de una estructura disipativa no pueden deducirse de
las propiedades de sus partes, sino que son consecuencia de su
«organización supramolecular». Aparecen correlaciones de largo alcance
en el mismo punto de trancisión de equilibrio a no equilibrio, y a partir de
este punto, el sistema se comporta como un todo... Cuanto más alejado del
equilibrio está un sistema, mayor es su complejidad y más alto el grado de
no-linealidad de las ecuaciones matemáticas que lo describen. La teoría de
Prigogine demuestra que el comportamiento de una estructura disipativa
alejada del equilibrio no sigue ninguna ley universal, sino que es exclusivo
del sistema específico. Cerca del equilibrio, podemos encontrar fenómenos
repetitivos y leyes universales. A medida que nos alejamos de él, nos
desplazamos de lo universal a lo único, hacia la riqueza y la variedad.
Esta, sin duda, es una característica bien conocida de la vida" (Capra
1996, Cap. 8).

Todas estas características que nos plantea el pensamiento sistémico y la


teoría de las Estructuras Disipativas de Prigogine se suman a dos conceptos
muy importantes que se manejan dentro del pensamiento sistémico y que
nos van a ayudar a entender definitivamente por que creemos que podemos
hablar de otro acto odontológico. Estos dos aspectos cruciales son: los
Patrones de Organización y las Redes. Son estos dos conceptos los que
nos van a ayudar a recordar que los dientes también hacen parte del
cuerpo.

Los cibernéticos distinguieron entre el patrón de organización de un


sistema y su estructura física. En este sentido, consideraron que la
comunicación y el control eran suficientes para explicar la organización de
los sistemas.
El Patrón de Organización de un Sistema Vivo nos da a entender la
configuración de las relaciones entre los componentes o elementos del
sistema, las cuales determinan sus características esenciales. Esto nos esta
indicando que a pesar de los cambios físicos que pueda tener un sistema el
Patrón de Organización va a permanecer invariable. Lo que si pueden
cambiar son los Patrones de Forma o de Estructura, que son las
emergencias físicas del Patrón de Organización. Estos patrones irán a
cambiar con el tiempo y varían su forma para poder mantener el Patrón de
Organización. Lógicamente estos cambios se hacen gracias a un Proceso
Vital, que es el proceso continuo de esa emergencia física. Maturana y
Varela utilizan el termino de Autopoiesis para indicar que todos estos
procesos se hacen así mismos, es decir que el sistema tiene la propiedad de
auto – eco – organizarse. La ciencia clásica se centra en el estudio de los
elementos que componen la realidad. La perspectiva sistémica es
contextual y, por consiguiente, no sólo busca el análisis de la estructura
sino también la cualidad del sistema estudiado.

El otro concepto importante de tener en cuenta es el de las Redes. Es


fundamental para el planteamiento sistémico comprender que la red es un
patrón común a todo lo vivo. Donde hay vida hay redes, donde hay redes
hay conexiones y donde hay conexiones hay emergencias. Las redes vivas
se crean y se recrean a si mismas sin cesar mediante la transformación y
sustitución de sus componentes; es decir que son autopoiésicas y que de
sus relaciones y conexiones pueden emerger cambios en los patrones de
forma para mantener el patrón de organización del sistema. Recordemos
que el cuerpo humano es un sistema de alta complejidad por la cantidad de
relaciones que tiene, por lo tanto en este sistema de alta complejidad a lo
largo de la vida irán emergiendo cambios en su forma física, sin implicar
que esto sea un cambio en su esencia, en su patrón de organización.

Si estamos hablando de biología, estamos hablando de vida, y donde hay


vida hay redes y donde hay redes hay patrones de organización y en un
sistema de alta complejidad, como es el cuerpo humano, suceden
permanentemente emergencias para mantener ese patrón de organización.
Esta descripción la considero crucial para la comprensión de la emergencia
de las formas y las funciones biológicas. Una Estructura Disipativa tal
como la concibe el profesor Ilya Prigogine, es un sistema abierto que
permanece en estado alejado del equilibrio pero que al mismo tiempo
conserva la estabilidad: se mantiene la misma estructura general a pesar del
flujo incesante y cambio continuo de sus componentes. Desde la
perspectiva de la materia, la estructura física de un sistema vivo es una
Estructura Disipativa. Es decir que la dinámica de estas Estructuras
Disipativas incluye específicamente la emergencia espontánea de nuevas
formas de orden. Esto me anima a pensar nuevamente en Hilda y por qué
de su dolor en su dedo luego de ajustar la ortodoncia; en Gladis que va
tener a su bebe luego de retirar una amalgama; en Paulina, ya empiezo a
entender por qué se le movió un diente luego de TN en la cicatriz del
hombro; en Pedro y por qué le dolió su rodilla luego de reemplazar una
amalgama por una resina. Prigogine insiste en la íntima interacción entre la
estructura por un lado y el cambio o disipación por el otro. Estas
emergencias de orden en puntos críticos de inestabilidad (puntos de
bifurcación) constituyen uno de los fenómenos más importantes para la
nueva comprensión de la vida

La capacidad para generar nuevas formas es lo que se conoce con el


nombre de Creatividad. El sistema crea a cada instante gracias a los
procesos de auto – eco – organización. La Vida avanza constantemente
hacia la novedad gracias a estos procesos y esto constituye una propiedad
clave de todo ser vivo, ya que gracias a estos cambios creativos el sistema
mantiene su esencia, su patrón de organización. Si esto puede suceder en
cualquier sitio de este sistema de alta complejidad, entonces las patologías
orales tampoco escaparían a este nuevo concepto y estaríamos viendo en
ellas una continua novedad o un acto de creatividad del cuerpo hacia su
aprendizaje y evolución, es decir su búsqueda teleológica; por lo tanto
desde los dientes, y los procesos que en él suceden, el individuo también
puede llegar a buscar sus propósitos de Vida.

Y según estos comentarios vuelven las preguntas: ¿Según Prigogine y su


teoría sobre las Estructuras Disipativas, se podrán explicar la caries, la
enfermedad periodontal y otras patologías más, solo como simples
enfermedades orales? o los podemos empezar a explicar también como
cambios en los patrones de forma? Y desde el punto de vista sistémico cabe
la pregunta: ¿Se tiene caries en el diente o en el todo?

Cada vez nos llenamos de más argumentos para pensar que no solo la teoría
bacteriana es la única verdad acerca de los cambios físicos que se pueden
generar en los dientes y sus estructuras aledañas. El día que la ortodoxia
acepte las teorías del pensamiento complejo, los procesos emergentes y los
procesos de auto – eco – organización, ese día, estaremos iniciando
posiblemente un nuevo acto odontológico, y estaremos presenciando el
posible derrumbe de una certeza que ha querido ser absoluta durante más
de 300 años.

¿Que nos queda? Debemos hacer que esta ONF sea una odontología
transdisciplinaria, sistémica, compleja. Quedarnos como odontólogos, es
seguir en la fragmentación. Le debemos a Pedro, Hilda, Gladis y Paulina
seguir en la observación, esperar y ver en cada singularidad el milagro de
la Vida. Entender nuestra esencia, entender que somos parte de la Vida, que
pertenecemos a un ritmo que trasciende nuestro querer hacer, nuestro
querer controlar; creer que somos inmortales y que nuestra función como
personal de salud en evitar la enfermedad y la muerte. Evitarlas es querer
evitar volver a nuestra esencia al verdadero patrón de organización que nos
rige y que es ser nuevamente polvo cósmico, ser nuevamente parte del
universo.

“La esperanza no es una convicción de que algo va a salir bien, sino de


que tiene sentido, sea cual fuere el resultado final”.
F. Kapra

Gracias

Jorge Humberto Petta Victoria


Odontólogo Neurofocal y Neuralterapeuta
BIBLIOGRAFÍA

” Basarab Nicolescu. La Transdisciplinariedad, Manifiesto


” Begoña Gross. De la Cibernética a la Cibercultura.
” Carlos Garbisu, Ibone Amézaga, Isabel Albizu e Itziar Alkorta. La
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” Victorio Silvestrini. Que es entropía
MEMORIAS
EXPERIENCIA CON TERAPIA NEURAL EN CIRUGÍA PLÁSTICA,
RECONSTRUCTIVA, MAXILOFACIAL Y CIRUGÍA DE MANO

JORGE JOSE ECHEVERRY OTALVAREZ


MEDICO CIRUJANO
CIRUJANO PLASTICO
TERAPEUTA NEURAL

El objetivo de la charla es compartir la experiencia que he tenido, empleando la terapia


neural en pacientes que consultan por presentar alguna patología o evento que requiere
de algún tipo de procedimiento de la especialidad médica de cirugía plástica. Pacientes
que fueron vistos por otro tipo de sintomatología o eventos que no se relacionan con
cirugía plástica no fueron presentados en la charla porque si bien es cierto corresponden
seguramente con la mayoría de los pacientes atendidos por los demás colegas, no
tendría razón de ser, exponer casos semejantes y de conocimiento de todos,
precisamente la intención era observar y compartir la experiencia en un tipo especial de
pacientes en este caso aquellos que requerían de un procedimiento de cirugía plástica.

De las diferentes áreas de la cirugía plástica como son: cirugía plástica reconstructiva,
maxilofacial, cirugía de mano, cirugía estética, microcirugía, quemados, congénitas y
craneofacial, se expusieron casos relacionados con las tres primeras áreas mencionadas,
a manera de casos clínicos soportados con registro fotográfico y sus controles con
consentimiento previo por parte de los pacientes.

Respecto al área de cirugía plástica reconstructiva presentamos unos casos de pacientes


que consultan por presentar cicatrices queloides, heridas múltiples en cara secundarias
a accidentes de tránsito o traumas de diversa índole, en los cuales se les realizo el
manejo quirúrgico correspondiente al tipo de herida, y asociado a esto, se empleo
terapia neural. En algunos pacientes se aplico en consulta externa en el primer control
postoperatorio el cual se realizó por lo general una semana después del procedimiento,
en algunos casos de manera exclusiva, encontrando como hallazgos o resultados, una
disminución
Del edema y del dolor de manera importante, un incremento en la cicatrización con
resultados estéticos de las cicatrices muy favorables, además no se registraron casos de
infecciones del sitio operatorio. Hay que anotar que los resultados parten de una
evaluación cualitativa y subjetiva, debido a que las condiciones tan disimiles de los
pacientes y de los eventos no permiten realizar un registro objetivo o cuantitativo de los
resultados. Sin embargo los hallazgos observados son positivos o favorables para todos
los casos presentados. En algunos pacientes se realizo manejo intraoperatorio con
terapia neural y luego en los controles por consulta externa por lo general una vez al
mes y en pocos casos según la circunstancias más seguido.

En otros pacientes dadas las características y evidentes procesos emocionales implícitos


en medio de su patología o mejor, la forma como cada uno de ellos sintetiza una serie de
conflictos en diversas áreas y a través de la endocausalidad manifiestan de una u otra
manera, generando traumas, heridas, perdida de tejidos, o fracturas faciales. En estos
pacientes se empleo esencias florales, las cuales no actúan inicialmente en plano físico,
por lo tanto considero que no alteren o interfieren con la terapia neural, considero que
serian dos tipos de estímulos diferentes en campos de acción diferentes.

De igual manera se presentaron pacientes que tenían múltiples fracturas faciales que
requirieron reducción abierta mas osteosintesis con material de titanio, el disponible en
la actualidad y considerado como manejo idóneo para fracturas faciales. Pero
conociendo los efectos que los materiales de osteosíntesis y metales puros o mezclas
pueden generar, o comportarse como focos de interferencia dada la interrelación del
organismo y su capacidad de sintetizar lo que tiene que sintetizar según sus
circunstancias, por lo tanto se decidió realizar manejo con terapia neural, encontrando
como hallazgos disminución de los síntomas que los pacientes refieren luego de la
colocación de material de osteosíntesis y que parece ser común denominador en gran
parte de estos pacientes. Algunos de ellos refieren estos síntomas relacionados con la
exposición al frio y otros inclusive aparecen en relación con alguna de las fases de la
luna, según lo referido por los pacientes. La mayoría de estas molestias se redujeron en
los pacientes a quienes se les realizo terapia neural, asociado a esto una disminución en
la incapacidad y aceleración de la recuperación con menor edema, dolor e induración en
las zonas de fracturas y cicatrices.

Casos semejantes ocurrieron con pacientes que requirieron cirugía de mano, por
fracturas o avulsión de tejidos, la sintomatología cedió de manera .importante,
superando las expectativas que se logran o alcanzan con el empleo de mediación
alopática convencional.

En términos generales, la propuesta planteada y que vengo realizando es ejercer la


práctica de una especialidad (cirugía plástica) integral, incluyente, con una visión
holística aprendida y clara cuando realice mis estudios de terapia neural.

Hay mucho más que cuerpo, como lo contempla el mundo de hoy y de manera
particular a lo que se ha enfatizado la cirugía plástica, por diversas razones.

La terapia neural, así como otras disciplinas de la medicina alternativa, contemplan al


ser humano como un ser integral, en el cual confluyen cuerpo, mente, espíritu y alma
interrelacionados entre sí, consigo mismo, con los demás, con el universo, con el
cosmos, con andromeda. Bajo esta concepción, poder ofrecer a los pacientes la
posibilidad de poder tocarlos y darle ese estimulo aprendido en la terapia neural para
que el, en medio de sus circunstancias a través de un proceso de autoecoorganizacion,
sintetice y por endocausalidad, y teniéndolo en cuenta como un sistema abierto, haga lo
que tenga que hacer, lo que le corresponde, independiente de lo que nosotros queramos
que haga, partiendo de ese libre albedrio que tiene cada ser, libertad para cometer
errores y de ellos aprender lo que vinimos a aprender o mejor, comprender, asumiendo
que estamos en medio de un trascender de la conciencia, o mejor consciencia, con s,
conocimiento con sabiduría.

Gracias, a todos los compañeros y guías de viaje, en especial al Dr. Payan y a la Dra.
Yosette.

JORGE JOSE ECHEVERRY OTALVAREZ


TERAPIA NEURAL . UN ENTRAMADO VITAL
CASOS CLINICOS

Día a día aprendo cada vez más de la teoría y la practica de la terapia neural. Me auto
pienso constantemente, trato de anteponer mi razón frente a cada paciente que acude a
mi consulta, sin embargo termina mezclándose con mi sentir. Eso es para mi la terapia
neural; Otra forma de conocer, es integrar sin excluir, un desaprender mas para retomar
lo grandioso que puede llegar a ser el cuerpo humano. Me sorprendo con cada aguja
puesta, con la reacción de cada paciente, intento que mis consultas sean transpersonales
donde no existe el limite de la piel, ni de las ideas ni del tiempo, intento que mis
historias no sean clínicas sino historias de vida, teniendo en cuenta incluso la esfera
social que rodea a la persona, su diario vivir y por supuesto sus enfermedades
anteriores. Después de la historia de vida, en el examen físico toco al paciente,
encontrando aún mas información como cicatrices o zonas frías, cambios en el aspecto
de la piel y así poner mi aguja donde en ese momento sienta conveniente o donde el
mismo paciente sienta algo diferente cuando lo toco. Así nos con-fundimos y nos
dejamos sorprender por el sinnúmero de respuestas que se desencadenan a partir de las
inyecciones. Siempre recuerdo las palabras de mi gran maestro: “es un impulso
inespecífico en un sitio especifico del cuerpo”. Y esperar y acompañar al paciente en su
proceso. Estando muy atentos a cualquier cambio, a apariciones de dolores o molestias
en otras partes del cuerpo etc.

La terapia Neural realmente no es ni una terapia ni tampoco solo neural, pues ese
nombre la reduce; es realmente una terapéutica emocional, espiritual, anatómica,
fisiológica y claro neural…

Sin embargo hay veces que se siente un poco de frustración por no tener la suficiente
amplitud de mente para entender la “fractalidad” de las reacciones. Y tener la claridad y
la coherencia del modo en que actúan los cristales de procaína en el cuerpo, en la mente,
en el espíritu, que al fin de cuentas son uno mismo. O en muchas otras ocasiones
cuando no hay reacciones palpables, o visibles , llega la frustración, el que “nada” pase,
porque en esos momentos sin quererlo nos convertimos sin darnos cuenta en los
responsables de la mejoría de aquellos que acuden a nosotros siendo esto una gran
mentira, y carga que no es nuestra. Ese es el medicocentrismo, el sentirnos con el poder
de curar o mejorar al otro solo para demostrar poder. Y cuando la terapia neural nos
muestra que no es asi, nos damos unos revolcones en nuestro orgullo. Y aprendemos a
soltar mientras se acompaña sin esperar, y saber que siempre algún cambio se da, que lo
mas importante es la cooperación con los demás, y sentirnos parte de una sociedad
donde nos interesemos realmente por el otro y por nosotros mismos.

Alguien me dijo alguna vez… “chica: la derrota no es realmente una derrota, pues no
está en sus manos, depende del dios vida.. solamente”; Se debe hacer lo mejor y con
mucha responsabilidad, pero sin tener que llevar a cuestas a nadie. Pero es difícil
mantener esa posición constantemente, es fácil caer en la trampa y dejarse montar en
ese tren de la ORTODOXIA en el cual solo lo medible y lo tangible sirve. Pues muchas
veces hasta el mismo paciente lo exige. Ver resultados en los paraclínicos por ejemplo.
Y es difícil también hacerlo responsable de si mismo, hacerle ver que él es parte de su
enfermedad, de sus dolores y al mismo tiempo de sus mejorías. Y que lo mas importante
es su clínica no sus paraclínicos. El saber cómo se siente, y no cómo demostramos que
debe sentirse al encasillarlo dentro de los supuestos límites normales.
Pero nos han enseñado a desintegrar y que el todo es sólo la suma de las partes por
separado. Asi como nos dan la idea de mente cuerpo, desarticulada, se pierde la noción
de lo holístico; porque para nosotros es mas sencillo saber que 1+1 si son 2 y no que
1+1 es y seguirá siendo1+1 con resultados tan variados para cada quien.. Todo
conocimiento quiere evitar el misterio, quiere evitar el no control para mantener el
poder. Negando y haciendo de lado lo que no se puede demostrar alejándonos de lo que
sentimos y creemos cuando estamos frente al otro y culpándonos de no haber seguido
patrones de tratamiento al pie de la letra según las estadísticas.

Pero aquí seguimos en la lucha entre lo cuántico y lo cuantificable, entre los


paraclínicos y la clínica de los “enfermos”. Pienso que la terapia neural es una de las
“medicinas” mas complejas pues es difícil el acompañar sin juzgar, el tratar sin esperar
una mejoría inmediata, el darse cuenta que una de las causas mas comunes de las
enfermedades en la gente es la falta de amor, de solidaridad y de fé en sus convicciones,
la soledad y el miedo al rechazo de los demás, entre otras tantas.

En este momento recuerdo que llegó a mi consulta hace un par de meses un paciente de
64 años con cólicos abdominales y diarreas muy frecuentes desde los 28 años de edad,
los cuales se habían incrementado en el último mes, como antecedentes de importancia
en su infancia presentó amigdalitis a repetición, amigdalectomía a los 24 años,
colecistectomía a los 27 años. Y por último dos infartos al miocardio hace 3 y 2 años
con un par de stents. Además presentó dos tromboembolismos pulmonares. Su
diagnóstico clínico era una colitis ulcerativa crónica en tratamiento con corticoide,
anticoagulación por sus antecedentes cardiacos. En la primera consulta inicie la terapia
correspondiente a su historia de vida, inyecté procaina en cicatriz de amigdalectomía y
en la cicatriz de la colecistectomía, luego charlamos un poco. A la siguiente cita retome
la historia queriendo saber mas de él, llegamos al punto que mas lo había afectado y fue
su jubilación obligada; comenzó a hablar y hablar, y tomó la decisión de empezar a
estudiar astronomía, y el idioma chino, algo que siempre le había apasionado pero que
por falta de tiempo no había podido hacer. Los dolores abdominales habían mejorado
aunque se seguían presentando, las diarreas estaban aún presentes. Así que en esa
ocasión hicimos un troncal simpático abdominal. Recuerdo que refirió mucha
odinofagia entre las dos citas siguientes , entonces nuevamente intervine con una aguja
y desde entonces la sintomatología le disminuyó en un 70% según el mismo. Inicié
además con una dieta casi vegetariana la cual nunca quiso seguir, porque asi se sintiera
mejor, algo debía siempre dolerle. Después de vernos unas 4 veces mas, decide tomarse
una colonoscopia la cual mostró pólipos pero de resto todo estaba normal. Pero él insitía
que ese dolor era debido a un cancer que los médicos no habían aún encontrado. Pero
estaba mas tranquilo y comía mejor. Luego desistío de continuar con la terapia neural y
se entregó de lleno a la ortodoxia. Continuando con sus colonoscopias hasta que los
cirujanos deciden quitar todo el intestino grueso por la sintomatología y dejarle la
colostomía por unos meses. Por supuesto se retiró de sus estudios y tuvo varias
hospitalizaciones durante los siguientes meses. Y comenzó a presentar múltiples
complicaciones. Estuvo en la unidad de cuidado intensivo hasta que le dieron salida ; se
sintió mejor pero de nuevo negó su mejoría y siguió buscando otra enfermedad y le
descubren osteoporosis, luego presenta ictericia y encuentran un colangiocarcinoma en
vías biliares y muere en casa después de 3 semanas.
Me pregunto si fué la primera aguja que lo llevo a tomar la decisión de estudiar y tratar
de asumirse , o si fue la segunda que lo mejoró o seria mas bien la charla y su estudio lo
que lo tenia mejor. En fin no lo sé. Lo cierto es que todo es terapia neural.. eso si
definitivamente la aguja de verdad fue la excusa para intentar acercarme a él, y para que
él se comprendiera un poco mas. Fue y es una maravillosa excusa para hacer sentir al
otro por un momento lo que llamamos AMOR, amor a si mismo, a los otros, amor
simplemente, amor a la vida. Aunque los síntomas muchas veces persistan ya no serán
los mismos. Este paciente se sintió mucho mejor, y al no creer que podría estarlo
realmente comenzó con una busqueda frenética de la causa que explicara claramente sus
diarreas. Aunque en una de las consultas, de pronto él mismo reconoció que su
enfermedad la usaba como pretexto para poder demostrar su incapacidad de creer que
sería capaz de salir adelante en su proceso y al saber que ya no la tenia se negó y dejo de
un lado esta terapéutica y se dedicó a paraclínicos invasivos hasta que le encontraron
unas células no diferenciadas en mucosa intestinal, se sometió a una resección total de
colon y colostomía. Para luego tratar cada complicación que se iba presentando por
separado. Siempre trataron sus enfermedades pero no lo trataron a él. Al comienzo al
ser tratado con la TN él no acepto el sentirse mejor y ver mejoría de pronto en sus
exámenes. Y como estamos en un juego permanente de interrelaciones él decidió
abandonarlo y continuar con sus “muletas”. Quiso talvez ese proceso llamado cáncer
para que lo continuara incapacitando para no enfrentarse a si mismo, a su camino vital y
así enfermarse para poder morirse.
Igual para decidir que camino tomar, la persona ya no será la misma pues puede
relacionarse con su “enfermedad” diferentemente, sin tratarla como al enemigo que hay
que matar sino mas bien como un proceso del cual algo debe aprender. Así que poco a
poco la vida va dando sus vueltas espiraloides y conduciéndola por su propio camino
que será el más adecuado sin aterrorizarnos por los diagnósticos.

Es también claro que es muy difícil rotular con un nombre o diagnóstico el estado de un
paciente pues este puede tener cifras paraclínicas patológicas en algún momento de su
vida sin que esto sea constante; es decir un paciente puede tener tensiones altas en un
momento que su cuerpo necesitaba mas fuerza en su sangre para cierta actividad o por
alguna vivencia, pero a la semana lo resuelve per se y las cifras pueden llegar a ser
normales de nuevo. Lo importante es darse cuenta que no todo es la verdad absoluta ni
es completamente falso. Así pues todos los paraclínicos como las fotos son
momentáneas y en el momento que se tomaron será distinto al día siguiente o al
segundo siguiente; al ver una fotografía de alguien no podemos decir que eso es la
persona, eso fué en ese preciso momento mas no es así definitivamente. Estamos
cambiando constante e indefinidamente. Y que las explicaciones y las supuestas causas
de las enfermedades tan solo nos encierran en celdas donde no podemos ver con el
corazón y donde definitivamente la vida no tiene cabida.

Otro caso muy interesante que quisiera compartir es el de una paciente de 27 años quien
asiste a mi consulta junto con su madre y su hermana pues ella no podía dar ningún
dato, no hablaba hacía 8 meses por parálisis en la lengua. Le diagnosticaron cáncer de
lengua escamo celular muy avanzado (T4). No podía comer ni dormir por el dolor que
sentía. Al interrogatorio de su historia de vida la hermana cuenta que hace 3 años
mataron a su padre y al recibir la noticia no pudo volver a hablar por 8 meses y tenia
unas depresiones intensas, además me contaron que todo le había comenzado con un
dolor muy fuerte en el oído que se irradiaba hacia el maxilar inferior. En esa primera
cita, le bañe con procaína al 0.5% el ganglio cervical superior (supremo). Con el paso
de lo días dejo de tomar analgésicos, comenzó a mover la lengua y a hablar. La segunda
consulta me refiere que comenzó a doler el otro lado con menos intensidad pero que le
estaba molestando igual. Así que hice el mismo procedimiento pero del otro lado. Y
además le di un frasco en spray con procaína para que lo usara en la mucosa oral. Eso le
mejoro muchísimo su sintomatología. Y le quitó el dolor 100%. Pero lo mas importante
según ella es que pudo volver a besar a su novio! Volvió a vivir su vida casi
normalmente. En la actualidad esta asintomática y volvió de nuevo al oncólogo que
hacia 2 meses le sugirió una glosectomía total con injerto de su muslo dejándola sin
habla. Así que volvió de nuevo al mismo médico quien esta vez le recomendó
radioterapia y quimioterapia para lo cual debía someterse a una gastrostomía y tener un
catéter subclavio, además le advirtió que igual no podría hablar por las quemaduras en
la lengua y garganta y tampoco alimentarse por lo menos durante el tratamiento. Y que
no le garantizaba que no volviera a aparecer de nuevo el cáncer.
Ella decidió continuar con la terapia neural y con una alimentación vegetariana. El
tamaño del tumor ha disminuido en un 50%.
Pienso que en su vida había acumulado su rabia, su impotencia sin poderla verbalizar y
el dolor de la muerte de su padre lo manifiesto con su silencio por meses. Y con el paso
del tiempo se desarrolló ese cáncer en su lengua. Y me asombran todos los cambios
bioquímicos, biocibernéticos y cambios en su organización para poder hacer tan visible
su mejoría y sobre todo para poder hablar de nuevo. Lo mas sorprendente es su cambio
de actitud, su forma de ver la vida y asumir su enfermedad. Creo que de algún modo
regresó a ella la alegría de vivir, aumento lo que llamamos según Sandra Payan la
alegremia. Su esperanza en el camino de lo universal, del amor.
La procaína aplicada en ese lugar y en ese momento, fué como una apertura de puertas
para permitir que dejara tanto dolor físico y emocional. La terapia neural la ayudó en la
conexión con la vida. Aunque al igual tampoco podemos ser tan altivos para garantizar
y afirmar que se “curó” por siempre… Pues este no es nuestro objetivo. Tan solo
dejamos y creemos que todo debe tener su momento y su justo lugar. Pues la vida tiene
su tiempo exacto, ella misma es exacta, solo que a veces los que queremos adelantarla o
atrasarla somos nosotros.

He notado también con otros pacientes que después de la primera consulta y aplicación
de procaína, se asumen mejor a sí mismos y entienden mejor los cambios y mejorías
que suceden en su interior, se vuelve diferente la visión de su propia enfermedad o
proceso y llegan recuerdos que antes no estaban concientes y casi terminan mostrando
donde debe ir el siguiente pinchazo.

Recuerdo otra paciente también que acude por dolor en sus manos con perdida de
movilidad de los dedos diagnosticada con artritis reumatoidea. La primera cita comencé
por el segmento pues por su historia no tenía más datos de importancia. A la semana
siguiente llega con dolor precordial y dificultad para respirar y recordó que esa
sensación la había tenido en su adolescencia cuando casi se ahoga en una piscina y
además en ese momento las manos se le paralizaron. Le realice pápulas en chaleco y
que sorpresa para ambas cuando el dolor se le quitó y comenzó a moverlas de nuevo.

Esto me enseñó que cualquier enfermedad tiene la carga de todos los recuerdos y
vivencias de cada uno. No podemos desconocer y desmembrar para tratar una
enfermedad dejando de lado al ser en su totalidad. Es necesario ir integrando y
articulando cada síntoma para poder acompañar al otro en su proceso vital con el
corazón y los oídos dispuestos para escuchar sin juicios y así permitirnos fluir mas,
comprender mas y por supuesto dar cabida al asombro. Permitir también que la persona
reviva algunos de sus recuerdos para poderlos concluir y finalizar talvez un ciclo que
por alguna causa lo dejó abierto creando una irritación permanente.

Entendí que lo verdaderamente importante es conocerse a si mismo para poder conocer


mas al otro. No se trata de convencer a los demás para que nos crean sino crecer
nosotros mismos a través de esta forma de vivir la terapia neural. Y dejar que el
sentimiento, la intuición y el conocimiento en nosotros vayan juntos de la mano sin
tratar de seguir un patrón preestablecido, respetando el orden de cada quien y el nuestro
propio.

Sin embargo me pregunto hasta donde se debe intervenir en alguien con su enfermedad.
Es decir, si ésta le está enseñando algo a una persona , hasta donde tengo luz verde para
intervenir en ella con la procaína.

La terapia neural ha fracturado mi piso egocéntrico para formar nuevos espacios donde
intento ser libre y entregarme al devenir de la vida, pasando por muchos procesos,
ganando experiencia, conocimiento y sabiduría, trascendiendo y siendo un mejor ser
humano. A esto es a lo que yo llamo un entramado vital.

Por ultimo considero que la terapia neural de alguna manera hace una apertura en el
interior de uno mismo y le permite reconocerse de una manera mas placentera y libre de
ciertos temores, es por eso que se puede lograr llegar al fondo o mejor al comienzo de
una enfermedad, por que al comprender lo que el cuerpo nos quiere decir , se unifica el
complejo cosmos, cuerpo alma y espíritu y se logra encontrar un nuevo camino que
ayude a reconocer y talvez abrir las fuentes que están bloqueando la fluidez normal de
la “energía” por nuestro cuerpo. Algunas veces la mente esta muy blindada de
conceptos sociales aprendidos, de temores infundados y es mas complejo llegar a esa
verdad de uno mismo, y saber que si no se logra eso también enferma ; no obstante
considero que ahí está el valor de la aguja bendita que llega hasta donde se aloja ese
padecimiento que quiere permanecer allí anunciándonos que algo no anda bien y nos
esta enfermando.

Por esto considero que así como la TN por si sola no es significativa, al mezclarla con
el entramado del terapeuta, paciente , aguja, tiempo y espacio, se logra hacer una
conexión extraordinaria con lo divino y es ahí cuando esas cosas se funden que
realmente viene el proceso de la sanación interior. Así es que difícilmente es
adjudicable dicha experiencia a solo uno de los factores componentes de la misma.
Con la terapia neural, se abre una puerta para mostrarnos las posibilidades ilimitadas de
alcanzar la libertad y la felicidad aceptándonos como somos. Es decir, aprendemos de
ella que la perfección es inherente a nuestra propia naturaleza, nos enseña el crecimiento
más profundo del que un ser humano es capaz de lograr.

JOHANNA DE JONGE. M.D.


SEPTIEMBRE 2007

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