Está en la página 1de 2

Diagnóstico de la infección por Helicobacter pylori

Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria gram negativa, microaerófila, usualmente espiralada cuyo
nicho ecológico es el estómago humano.
Se la asocia etiológicamente con úlceras pépticas de estómago o duodeno, carcinomas gástricos y linfomas
gástricos. El descubrimiento incidental de esta bacteria en 1983, que valió en 2005 el Premio Nobel de
Medicina para sus descubridores, cambió el entendimiento sobre las enfermedades ácido-pépticas.
La prevalencia global de la infección por H. pylori es más del 50%. La misma es altamente variable en
relación a la geografía, etnia, edad, género y condiciones socioeconómicas (alta en países en desarrollo
y baja en países industrializados)
H. pylori se encuentra casi exclusivamente en humanos y algunos primates no humanos, raramente se
ha aislado de otros animales. Si bien se desconoce el mecanismo exacto, H. pylori se transmite
mayoritariamente por vía oral-oral o fecal-oral .
H. pylori está altamente adaptada al nicho gástrico, con características únicas que permiten su entrada
al mucus, acoplamiento a las células epiteliales y evasión de la respuesta inmune, resultando en una
colonización persistente
H. pylori se adquiere habitualmente en la infancia. La colonización de la mucosa gástrica resulta
primariamente en la inducción de una respuesta inflamatoria. La gastritis aguda inicial es seguida de
una gastritis crónica que se desarrollará en casi todas las personas colonizadas persistentemente y que
puede durar toda la vida si la infección no es tratada. Sin embargo, el 80-90% no presentará síntomas. El
posterior curso clínico de la infección por H. pylori es altamente variable, influenciado tanto por factores
microbianos como del hospedador (3). La permanencia de H. pylori causa una respuesta proinflamatoria
prolongada que acoplada a un daño celular inicia la cascada histológica que en raros casos puede
terminar en cáncer gástrico
La colonización por H. pylori no es una enfermedad en si misma pero es una condición que afecta el riesgo
relativo de desarrollar varios desórdenes clínicos del tracto gastrointestinal superior y posiblemente el
tracto hepatobiliar. La búsqueda de H. pylori no tiene relevancia por si sola sino que debe desarrollarse
para encontrar la causa de una condición subyacente, como una úlcera péptica o con el propósito de
prevención de enfermedad, como en los sujetos con cáncer gástrico familiar. En estos casos, un
resultado positivo justifica el tratamiento y uno negativo podría indicar la necesidad de búsqueda de
otros factores etiológicos o medidas preventivas
El tratamiento busca la completa eliminación de la bacteria. Luego, la tasa de reinfección es baja por lo
que los efectos de tratamientos son duraderos. Para favorecer la efectividad de los antimicrobianos
generalmente las terapias son combinadas con dos antibióticos y algún agente antisecretorio, con una
extensión del tratamiento de entre 7 a 14 días
MÉTODOS PARA DIAGNOSTICAR LA INFECCIÓN POR H. pylori:
La infección por H. pylori puede ser diagnosticada por métodos no invasivos (no requieren endoscopía) o
por biopsia endoscópica de la mucosa gástrica. Cada test tiene su utilidad y sus limitaciones en diferentes
situaciones clínicas (4). En la elección de la metodología apropiada se debe tener en cuenta el objetivo
del diagnóstico (epidemiológico, diagnóstico o de seguimiento) y contexto clínico del paciente.
Mientras que todos los métodos pueden servir para diagnosticar la infección por H. pylori (con diferentes
porcentajes de sensibilidad y especificidad), la endoscopía con toma de biopsia para estudio histológico
permite además diagnosticar el tipo de enfermedad.
Los métodos no invasivos incluyen el test del aliento, pruebas serológicas y la detección de antígenos en
materia fecal:
 La prueba del aliento se basa en la abundancia de la actividad ureasa de H. pylori en el estómago. Esta
pruebas tiene una buena sensibilidad y especificidad para el diagnóstico y seguimiento del tratamiento
realizado 4 a 6 semanas después de finalizado, con la salvedad de que pueden existir otras bacterias
productoras de ureasa en el estómago. Durante el examen, usted traga una sustancia especial que contiene
urea. La urea es un producto de desecho que el cuerpo produce a medida que descompone la proteína. La urea
utilizada en este examen ha sido convertida en radiactiva, pero es inocua.

 Si la H. pylori está presente, las bacterias convierten la urea en dióxido de carbono, el cual se detecta y se registra
en su respiración exhalada después de 10 minutos.
 Este examen puede identificar a casi todas las personas que tienen H. pylori. También se puede emplear para
confirmar que la infección haya sido tratada por completo.

La determinación serólogica de anticuerpos anti-Helicobacter pylori se puede utilizar como un rápido


screening para grandes poblaciones de pacientes y es un gran indicador de diagnóstico temprano de
infección por Helicobacter ya que la respuesta inmune puede generalmente preceder a las
manifestaciones clínicas de la enfermedad. Altos títulos de IgM e IgA indican infección inicial o activa,
mientras que altos niveles de IgG pueden indicar infección activa o resuelta. Su determinación resulta
muy útil también para monitorizar el tratamiento de pacientes dispépsicos.
La detección de antígeno en heces es un método directo que permite la detección de antígeno de H.
pylori en muestras de heces, está asociado a baja sensibilidad a pesar de ser específica. Se ha descrito
como válida para establecer el diagnóstico inicial, verificar la eficacia del tratamiento en las 4 a 6
semanas posteriores a su realización y comprobar la reaparición de una infección.
El estudio histológico de la biopsia endoscópica permite conocer las lesiones de la mucosa además de
detectar la infección por H. pylori. Sin embargo esta metodología es dependiente del operador. Sobre las
biopsias también puede realizarse el test rápido de la ureasa para detectar la actividad enzimática, pero
es de baja sensibilidad especialmente cuando hay baja carga bacteriana.
El aislamiento mediante cultivo de H. pylori a partir de la biopsia es sin duda el método más específico en
el diagnóstico del microorganismo. No obstante su sensibilidad varía notablemente en relación con
diferentes variables como la recolección, transporte y almacenamiento de la muestra, los medios de
cultivo utilizados y las condiciones de incubación. Se puede considerar como un método tedioso e
incluso de difícil realización
En los últimos años se han desarrollado técnicas que permiten detectar la presencia del ADN de H.
pylori mediante PCRdirectamente en la biopsia gástrica pero también en otras muestras como heces.
Mediante la detección de genes conservados específicos de H. pylori, la PCR provee excelente
sensibilidad y especificidad en comparación con otros métodos convencionales. Entre otras ventajas se
encuentran la falta de condiciones especiales para la recolección y el transporte de la muestra y la
rapidez en la obtención del resultado.
Esta metodología puede aplicarse para el diagnóstico de la infección como así también para verificar la
erradicación después del tratamiento. Además, permite la detección de algunas mutaciones que llevan a
resistencia a antibióticos y a la detección de factores de virulencia (4).

También podría gustarte