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Había una vez, un caminante sediento y cansado, que observa a la distancia

un naranjal colmado de naranjas maduras, además, ve que en el camino que


conduce al naranjal, hay una portada donde está un vigilante. Sin pensarlo, se
acerca y le pide que por favor, le regale sólo una naranja para calmar su sed.
El vigilante le dice: “no hay ningún problema en eso” y agrega que desde allí
hasta el naranjal, hay otra dos portadas y en cada una de ellas, va a encontrar
un vigilante, por lo cual, deberás recoger tantas naranjas, como las que le
permitan y entregar al primer vigilante, la mitad más media naranja, luego
llegar al segundo vigilante y hacer lo mismo, con las naranjas que le quedan y
al llegar a la salida deberá repetir la acción con el vigilante que está
hablando, de modo que sólo le quede una naranja y con la condición de que
las naranjas no se pueden partir.
¿Cuántas naranjas deberá recoger para alcanzar su propósito?

Había una vez, un caminante sediento y cansado, que observa a la distancia


un naranjal colmado de naranjas maduras, además, ve que en el camino que
conduce al naranjal, hay una portada donde está un vigilante. Sin pensarlo, se
acerca y le pide que por favor, le regale sólo una naranja para calmar su sed.
El vigilante le dice: “no hay ningún problema en eso” y agrega que desde allí
hasta el naranjal, hay otra dos portadas y en cada una de ellas, va a encontrar
un vigilante, por lo cual, deberás recoger tantas naranjas, como las que le
permitan y entregar al primer vigilante, la mitad más media naranja, luego
llegar al segundo vigilante y hacer lo mismo, con las naranjas que le quedan y
al llegar a la salida deberá repetir la acción con el vigilante que está
hablando, de modo que sólo le quede una naranja y con la condición de que
las naranjas no se pueden partir.
¿Cuántas naranjas deberá recoger para alcanzar su propósito?

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