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Si los arcanos mayores representan un

ciclo en la vida del ser humano, la


carta de El loco representa el inicio y
el final de cada ciclo. Representa la
situación de búsqueda que se da al
inicio de un ciclo y tras su conclusión.
Ése puede ser uno de los motivos por los
que no tenga número, y por eso también
algunos lo sitúan al inicio del grupo de
los arcanos mayores, y otros al final.

El loco representa un ser que vaga


despreocupado y sin rumbo, con
indiferencia, indolente. Toda su dejadez
viene representada por el precipicio que
se suele dibujar junto a sus pasos y el
perro que le muerde y le desgarra la
ropa.

No entiende de convencionalismos, ni de formas, ni de


costumbres. Anda en libertad, desapegado de lo convencional,
como refleja su vestimenta despreocupada y el que su equipaje
sean tan solo su pequeña bolsa y sus ideas. A los ojos de
todos anda sin rumbo, perdido, sin ideas. Pero él es
consciente de eso, y por ello va dibujando su propio rumbo
sobre la marcha, abriendo nuevos caminos, en la dirección que
marca su intuición, al margen de lo establecido. Está
perdido, y esa falta de orientación es al mismo tiempo su
obstáculo y su guía. Se le puede considerar un loco por
atreverse a acometer su aventura él sólo, una aventura que se
sale de convencionalismos, sin ayuda de nadie, al margen de
todo.

Es la carta de los que están empezando una nueva etapa,


sumidos en la incertidumbre por lo que el futuro les pueda
deparar. Pueden tener claro qué desean alcanzar, aunque no
sean capaces siquiera de describirlo.
Puede representar una persona que constantemente pare nuevos
proyectos, o que ahora mismo está sumida en uno. Es la carta
del inicio: una nueva actividad, una nueva relación, una
asociación... Aunque también podría ser alguien demasiado
soñador, sumido en una ilusión. Podría referirse a alguien
con muchas ideas pero que no concreta nada, que no se termina
de definir, que no tiene objetivos claros. Una persona con
energías, metida en un proceso de cambio profundo, de
relanzamiento, de recomienzo, de evolución. Una persona
extravagante, un creador, un artista, alguien que rompe
continuamente con los convencionalismos. Un genio, alguien
brillante.

Muestra libertad, espíritu


intenso. Alguien impulsivo e
imprevisible, impetuoso, volátil.
También inocencia, candidez,
pureza, el ser no contaminado por
el mundo real, el niño que
llevamos dentro, alguien auténtico
y sano. Además, en lo que respecta
a las situaciones del consultante,
podría anunciar una mejoría
general, la superación de las
dificultades, un crecimiento,
curación, progreso, la superación
de una situación y el reinicio de
la marcha, buenas perspectivas.
Por otra parte, esa búsqueda al
margen de todo puede también
indicar despreocupación (quizás
excesiva), irresponsabilidad. Una
actitud poco conveniente. El loco
puede representar una vida
desordenada y sumida en el caos;
una vida depresiva o totalmente
pasiva, abandonada a su suerte,
indiferente y vacía. Una persona
irracional, incoherente, que obra
de forma totalmente irresponsable.
La falta de miedo al peligro puede reflejar una actitud
temeraria, con un excentricismo excesivo y hasta peligroso.
Podría hablar de una persona incluso abandonada a los vicios
y malas costumbres, a actitudes que ponen en peligro su vida
constantemente, a los riesgos innecesarios. Quizás anuncia
una crisis existencial profunda, la necesidad de ayuda
urgente, problemas serios. Sobre todo si va acompañada de
cartas como el diablo.

En lo referente a proyectos, pudiera anunciar la necesidad de


recapacitar profundamente los planes actuales, pues pueden
estar siendo llevados a cabo con una carencia total de
sentido común, o simplemente ser demasiado arriesgados o
temerarios, insensatos, una locura por la que no vale la pena
arriesgarse, pues sólo nos traerá disgustos si sigue igual de
encaminada.

Canal Cartomancia (un canal hacia el futuro)


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