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su tesis de licenciatura y con varios pre-

mios a cuestas, la obra sale a la luz des-


pués de siete años de haber obtenido los
reconocimientos y, aunque tarde, final-
mente trasciende las barreras del desti-
no de muchas investigaciones inéditas,
que duermen el sueño de los justos en
los estantes de los acervos de la univer-
sidad, para ofrecer al lector interesado
en el tema y la región la posibilidad de
conocer este trabajo, elaborado con se-
riedad, paciencia y disciplina.
El tema del libro trata un espacio
cada vez más atendido por la historio-
grafía mexicana: los movimientos indí-
genas y las causas que los motivaron.
Es un trabajo que analiza los diferentes
actores que convivieron en la sierra de
Tutotepec —de la que hoy se conoce
más la sección denominada sierra de
Tenango— y la forma en que los indíge-
nas construyeron un modelo de religio-
Raquel E. Güereca Durán, sidad y prácticas de convivencia a lo
Un dios y un reino para los largo de tres siglos. En la obra nos si-
indios. La rebelión indígena tuamos en el tiempo y espacio visto
por los diferentes contingentes de la so-
de Tutotepec, 1769,
ciedad serrana a la luz de los cambios
México, Instituto de Investigacio-
gestados en el orden interno y la re­
nes Históricas-unam / Bonilla
percusión de las transformaciones ge-
Artigas Editores, 2014, 246 pp.,
nerales impulsadas por las autoridades
mapas.
virreinales.
Para entender la dinámica regio-
El trabajo de Raquel Güereca titulado nal, la autora centra su atención en dos
Un dios y un reino para los indios es un problemas: primero, el conocimiento
ejemplo del buen quehacer de investi- del territorio mediante un estudio mi-
gación de los historiadores mexicanos nucioso de los procesos principales y la
jóvenes; es resultado de una paciente efervescencia social que se generó en
labor de consulta de archivos y fuentes, la segunda mitad del siglo xviii a raíz
combinada con una acuciosa reflexión de las reformas borbónicas, la cual cul-
acerca de un problema nodal para minó en la rebelión de 1769. El segundo
entender la dinámica de los pueblos in- se centra en el análisis del movimien-
dígenas y la respuesta que dieron al to, sus características y los principales
proceso de aculturación. Producto de actores que faculta la comprensión del

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proceso de religiosidad construido en des­cubierto el modo en que los indí­
el ámbito indígena. En su trabajo con- genas serranos habían hecho suya la
vergen el enfoque histórico, etnohistó- religión cristiana”. Para comprenderla,
rico y antropológico, enriqueciendo la apunta que es indispensable hacer una
argumentación con esta perspectiva in- reconstrucción de la historia colonial de
terdisciplinaria. esa región, labor que hasta ahora no se
Sustenta su investigación en una había realizado.
revisión historiográfica de los movi- Dividida en seis capítulos, Un dios y
mientos y su tipificación. Señala que un reino para los indios… pasa revista a las
buena parte de éstos fueron estudiados transformaciones del territorio, los cam­
por los etnohistoriadores, enfatizando bios socioeconómicos, las políticas apli-
el sustrato religioso que los motivaba, cadas por las diferentes instituciones
así como el papel del nativismo, el así como el origen y desarrollo del
sincretismo y la concepción cíclica del movimiento indígena. En el primer ca-
tiempo que compartían muchos pueblos pítulo, “La sierra de Tutotepec y sus
indígenas. Una revisión historiográfica habitantes”, describe las características
de los estudios sobre las rebeliones y del territorio y la composición social.
aquéllos dedicados a la sierra le permi- Señala que la orografía condi­cio­nó en
ten destacar la pertinencia de retomar cierta medida el tipo de co­lonización
el tema y abordar nuevos aspectos. Güe­ que se dio desde la época prehispánica
reca toma como punto de partida el tra- y la forma en que se interrelacionaron
bajo de Carlos Rubén Ruiz Medrano, los grupos otomíes, te­pehuas, totona-
titulado Orden y resistencia indígena en cos y nahuas. Llama la atención acerca
las comunidades de la sierra de Tututepeque del carácter pluricultural del espacio y
en la segunda mitad del siglo xviii y mues- el papel de la sierra como eje articula-
tra la necesidad de retomar el tema y dor de los diferentes asentamientos y
analizar el proceso considerando los su función como espacio de contacto
aspectos intrínsecos. Para Ruiz Me­ entre el golfo y el altiplano.
drano, los orígenes del movimiento en El segundo, “La sierra de Tutote-
Tutotepec están ligados con la seculari- pec de los tiempos prehispánicos al
zación, que propuso sustituir a los frai- siglo xviii”, hace una revisión de la his-
les representantes de una vieja tradición toria de la sierra desde los tiempos pre-
por jóvenes sacerdotes seculares proce- hispánicos y los cambios ocurridos en
dentes de regiones novohispanas más la época colonial. Entre los procesos
evolucionadas, donde se hablaba espa- que llaman la atención se encuentra la
ñol y un poco de náhuatl; sin embargo, permanente reconstrucción espacial,
Güereca señala que existe un elemento motivada por las diferentes fases de co-
que quedó fuera del interés del trabajo lonización tanto de grupos indígenas
de Ruiz Medrano: la reacción indígena en la época prehispánica como de co­
y su manera de concebir la religión, el lonos españoles en los tres siglos. Las
cual sirve de punto de partida para pro- sucesivas penetraciones y conquistas
poner su investigación, ya que consi­ reordenaron el espacio, generando una
dera que “la rebelión de 1769 puso al gran heterogeneidad étnica y lingüísti-

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ca; también modificaron el sentido de panorama prevaleciente en la sierra
ocupación y funcionamiento de la sie- durante los siglos xvi y xvii. En las
rra. Si bien en la época prehispánica la crónicas del siglo xvii se destacan
sierra desempeñó un papel activo en los cambios en la política de evangeli-
los procesos de comunicación, debido a zación. Un ejemplo es la crónica de fray
que era una zona estratégica en la me- Esteban García donde es posible notar
dida que posibilitaba la comunicación un enfriamiento del espíritu evangeli-
entre los grupos costeños del golfo y los zador derivado del drástico descenso
del altiplano, en la época colonial fue de la población indígena, la progresiva
perdiendo esa dinámica, pues la llega- desintegración del orden social al inte-
da de los españoles y la consolidación rior de los pueblos y sobre todo, la des-
del altiplano como centro dominante ilusión de los frailes de su feligresía
en términos políticos, culturales y eco- indígena debido a la continua aparición
nómicos, se tradujo en la marginación de idolatrías y la recurrencia de vicios
del territorio, que carecía de condicio- tales como la embriaguez y la poliga-
nes favorables para el desarrollo de las mia. La autora señala que los frailes
actividades productivas prioritarias de destacaron que los otomíes seguían or-
los colonos. Este aspecto es sumamente ganizando su vida de acuerdo al año
importante para entender los otros pro- prehispánico que iniciaba el 2 de febre-
cesos de la heterogeneidad cultural y ro, muestra la persistencia de su cosmo-
lingüística, así como la desaparición visión. Por otro lado se encuentran los
de toda una red de caminos, la cual informes oficiales de los visitadores
determinó la forma en que se dio la que dan otra visión de la sierra. Si bien
evangelización y la implantación de las los cronistas de la orden vieron con ojos
instituciones de gobierno colonial. optimistas el triunfo de la fe, las visitas
El capítulo tercero, “Las rutas del pastorales mostraron la otra cara de la
cristianismo serrano”, analiza el proce- moneda, la cruda realidad donde veían
so de evangelización durante los siglos la continuación de prácticas idolátricas.
xvi y xvii; se expone que el trabajo de El capítulo cuarto “Tutotepec en la
los agustinos fue lento y difícil. En este segunda mitad del siglo xviii”, analiza
lapso hubo pocas fundaciones, situa- la situación de la sierra en la segunda
ción que refleja, de una u otra forma, las mitad del siglo xviii destacando entre
dificultades a las que se enfrentó la or- otras cosas la marginación de la sierra,
den para entrar en contacto con los na- la presencia de una población indíge-
turales. La heterogeneidad lingüística, na predominante, caracterizada por un
así como el carácter disperso de las uni- mosaico cultural, la escasa presencia de
dades habitacionales creó una barrera frailes y colonos españoles y el desarro-
entre los frailes y los feligreses. A ello se llo de un catolicismo popular. Centra su
agregó la reacción de los indígenas, que atención a partir de la implantación de
mantuvieron sus creencias y construye- las reformas borbónicas y los nuevos
ron estrategias de convivencia. enfoques acerca de las prácticas popu-
Al pasar revista a las crónicas y los lares. Destaca la política real y eclesiás-
informes oficiales, la autora muestra el tica que imbuida por el pensamiento

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ilustrado hicieron frente a las prácticas me detallado de la situación de la sierra
populares con otros enfoques. Para y después de su visita propuso implan-
comprender los cambios utiliza la in- tar el español como lengua franca. La
formación oficial de funcionarios públi- autora centra también su interés en la
cos y eclesiásticos que visitaron la sierra reacción de los indígenas pues apro­
en el transcurso de los siglos xvii y xviii. vechando la visita, estos denunciaron
Pasa revista a las visitas pastorales rea- los abusos del alcalde y los excesos a los
lizadas durante el siglo xvii para com- que eran sometidos. Francisco Fabián y
prender la situación de la sierra, en Fuero formado en las ideas de la ilus-
particular la visita de Palafox (1609- tración pugnaban por una reforma inte-
1624), quien en su informe para algu- gral de la Iglesia. Güereca menciona
nos sitios señaló la persistencia de que en la diócesis de Puebla promovió
idolatrías pues “no oyen misa sino una la reforma de los conventos femeninos,
vez al año.” La visita de Francisco Lina- una mejor educación y conducta de los
res Urdanivia, enviado por el obispo párrocos y buscó que en todos los cura-
Diego Osorio de Escobar (1659), expuso tos de la diócesis se guardara el arancel
los mismos problemas pero además la de obvenciones y derechos parroquia-
forma en que los frailes administraban les. Además exhortó a los curas a pro-
a sus feligreses. Durante su recorrido mover la enseñanza del castellano en
los naturales se quejaron de los abusos los pueblos de indios y dictó una serie
de que eran objeto por parte de los agus­ de providencias tendientes a reglamen-
tinos y afloraron muchas quejas (p. 106). tar las procesiones y las fiestas, el culto
El último recorrido lo hizo el obispo a los santos y reliquias, y la conducta
Manuel Fernández de Santa Cruz quien que se debía guardar en los templos
llegó a la sierra en 1680 y señaló la nece- (p. 125). En su visita pastoral a la sierra
sidad de dividir la doctrina para una encontró prácticas idolátricas y se dio a
mejor atención. Indicó además que los la tarea de quemar adoratorios. En el
doctrineros no tenían conocimiento de caso de las misiones promovidas por
la lengua que se hablaba en la región. Fabián y Fuero en la sierra, su objetivo
Las visitas de los funcionarios públicos final era reeducar, o mejor dicho, en-
y eclesiásticos mostraron por un lado la cauzar el fervor religioso de los indios
necesidad de ejercer un mayor control para que abandonaran la creencia en
en la sierra y por el otro la importancia sus falsos dioses y dejar de adorar ído-
de una nueva fase de “evangelización” los, abrazando la verdadera fe. Este ob-
con otros métodos para lograr sus obje- jetivo resultaba acorde con el cambio
tivos, entre ellos la creación de escuelas operado en los prelados influidos por
y la implantación del español como len- la ilustración en el modo de concebir la
gua oficial. idolatría, cambio que se reflejó poste-
Para el siglo xviii dos informes sir- riormente en el Cuarto Concilio Provin-
ven para exponer la situación de la sie- cial Mexicano.
rra: el del alcalde mayor Pedro José de Las visitas pastorales son infor-
Leoz y la visita del obispo Francisco mes sumamente importantes para com-
Fabián y Fuero. Leoz escribió un infor- prender los cambios en los diferentes

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territorios novohispanos. No sólo dan y controlar a las poblaciones, pero tam-
cuenta del número de feligreses, las bién educarlas (p. 124). Llama la aten-
condiciones de los templos sino que ción que a pesar de todas estas medidas
ofrecen instantáneas que permiten con- la sierra mostró a lo largo del siglo xviii
frontar diferentes realidades. Como un clima de incertidumbre en el que los
acer­tadamente lo anota la autora: “las indígenas cuestionaron la autoridad
visitas episcopales dan la posibilidad tanto real como de los religiosos. Güe-
de conocer diversos aspectos de la vida reca señala que “Si bien los informes
religiosa en las comunidades serranas.” pretendieron mostrar la evangelización
En la visita a la sierra destaca, la escasa como un proceso concluido, las visitas
preparación de los frailes en materia de llevadas a cabo por los obispos a la Sie-
lenguas, y permite pensar en la poca rra de Tutotepec a lo largo del siglo xvii
injerencia que pudieron tener estos desmintieron el optimismo de los cro-
hombres en la vida religiosa de los pue- nistas agustinos” (p. 97).
blos. Asimismo eran frecuentes las de- El capítulo quinto “La rebelión in-
nuncias sobre la escasa atención que dígena” se centra en el movimiento
recibían los numerosos feligreses por popular, los principales actores y las
las distancias entre una visita y otra, y características del movimiento. En un
sobre todo la irregularidad con que se esfuerzo por esclarecer los hilos que
administraban los servicios religiosos, movieron esta rebelión la autora con es-
situación que derivaba de un adoctri- píritu detectivesco se introduce al espa-
namiento superficial, pero también en cio serrano y analiza los mecanismos
una mayor autonomía religiosa de las de difusión de las prácticas populares.
comunidades serranas. Eso explica que Centra su atención en el líder del movi-
fueran comunes las menciones de ido- miento, Diego Agustín y la forma en
latría y la actitud apática de los agusti- que logró la aceptación de la población.
nos. Estas fuentes también nos permiten En su análisis convergen dos enfoques:
ver la pugna entre el clero regular y secu­ el histórico y el antropológico. Merced
lar por el control de los pueblos indios. a los testimonios a su alcance pudo re-
En este contexto se explican las me­ construir las fases del movimiento, des-
didas promovidas por la Corona que, de su creación hasta su fin. La forma en
apoyada por obispos regalistas, im­ que estaba organizado y el alcance que
pulsó una serie de medidas tendien- logró. Como lo señala la autora, gracias
tes a reformar la religiosidad popular al apoyo con que contaba Diego Agus-
e imponer un estricto control sobre tín pudo erigirse un templo en el sitio
las ór­denes religiosas al tiempo que las sagrado del Cerro Azul y dotarlo de los
doctrinas, que aún eran administradas objetos principales de culto en el que
por los regulares pasaran a manos del convergían imágenes católicas y obje-
clero secular. Asimismo se intentó sus- tos de culto ancestral como piezas pre-
tituir el catolicismo barroco suprimien- hispánicas, un cuchillo de obsidiana y
do las danzas, el teatro indígena y la figuras de papel. Poco a poco va abrién-
literatura devota de origen popular. dose el camino para entender el desa-
Con el propósito de moralizar, civilizar rrollo del movimiento, los partícipes en

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la difusión y el apoyo que tuvo de la tra la figura del líder en su carácter
población hasta la fase de hostigamien- sacro donde convergen una serie de
to que culminó en su captura y muerte. atributos típicos de los sacerdotes pre-
Señala el papel que cumplían los sacer- hispánicos analizados por Johana Bro-
dotes indígenas desde la época prehis- da y Alfredo López Austin en sus obras
pánica y el poder que ejercían y seguían clásicas.
teniendo en la Colonia, pues no sólo Finalmente el capítulo sexto “La
actuaban como directores del culto de­ apropiación del cristianismo por los oto­
signando la fecha de las reuniones en míes serranos” es una reflexión acerca
virtud de su conocimiento del calenda- de la forma en que los naturales cons-
rio ritual, sino que además se ocupaban truyeron una religiosidad peculiar, in-
de recolectar las contribuciones y asig- cluyente que abría las puertas a una de
nar un determinado papel a cada parti- las rutas de los tantos caminos del cato-
cipante; más aún, se valían del prestigio licismo popular, construido desde la
social resultado de la comunicación que óptica de los pueblos indígenas. Desta-
establecían con las fuerzas sobrenatura- ca la autora que los otomíes serranos se
les para presionar a los indios, amena- apropiaron a tal grado del cristianismo,
zándolos con desastres que ocurrirían que llegaron a asumirse ellos mismos
en caso de no continuar el culto de los como los verdaderos cristianos y esgri-
antiguos dioses. La autora apunta que mieron la religión como arma en contra
en los primeros años los sacerdotes in- de sus dominadores. De tal manera que
dígenas fueron quienes se opusieron los discursos y las propagandas de los
rotundamente al cristianismo, sin em- sacerdotes, alimentadas por elementos
bargo, ochenta años después los sacer- redencionistas y la atracción de la po-
dotes que habían crecido en contacto blación, manipulada por el miedo y las
con el cristianismo, y eran al mismo expectativas de un mundo mejor que se
tiempo depositarios del saber indígena, tradujo en la inversión del orden cul­
posiblemente comenzaban a buscar el tural. En este sentido considera que
modo de compaginar ambas realidades merced a estas confrontaciones “los in-
(p. 96). En este contexto señala que: El dios, tachados por las autoridades de
problema del análisis del cristianismo ser idólatras y malos cristianos, se asu-
indígena es que se confrontan dos ideo- men como los poseedores de la verda-
logías que se presentan como aparatos dera fe; mientras que los sacerdotes
estructurados que son incompartibles, católicos se convierten en los verdade-
pues el cristianismo se presenta como ros diablos de los que había que huir.
una religión ortodoxa sin considerar Son ahora los indios los que someten a
todos los elementos mágico-religiosos juicio la conducta de los curas, los que
que también traían los colonos, mien- se encuentran en condiciones de mos-
tras que la religión indígena se presenta trar el camino a seguir para obtener la
como un conjunto de deidades asocia- salvación.”
das a las manifestaciones naturales. El análisis de la rebelión y la situa-
Como puede apreciarse a lo largo de la ción que se vivía en la sierra en el siglo
lectura, el enfoque antropológico mues- xviii muestra que uno de los ejes funda-

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mentales del discurso indígena fue el la heterodoxia y limitar las interpre­
apropiarse del status de cristianos ver- taciones indias del cristianismo, éstas
daderos, por oposición a los españoles, continuaron floreciendo, haciéndose pa­
los malos cristianos. Esta inversión de tentes cada tanto en el descubrimiento
roles justificaba, que en el nuevo mun- de cuevas con ídolos, o en actos tan
do, los indios serían los señores y los simples como la colocación detrás de la
españoles sus vasallos y tributarios. Asi­ imagen de un santo o de una deidad
mismo, el análisis del discurso, de los recortada en papel amate.” Si bien el
símbolos y de la ritualidad de los rebel- estudio se detiene en el momento co-
des permite acceder al pensamiento re- yuntural de la captura y ejecución del
ligioso de los indios de Tutotepec, al líder, el movimiento muestra el panora-
tiempo que muestra el tipo de cristia- ma del catolicismo po­pular visto hacia
nismo forjado durante más de dos si- adelante, en el que la religiosidad popu-
glos de dominio colonial, producto de lar posterior y hasta la actualidad ha
un largo proceso que implicó adapta- sido una lucha per­manente entre la reli-
ciones, cambios, préstamos, pérdidas, gión institucionalizada y las prácticas
reelaboraciones y apropiaciones. Esto cotidianas.
lle­va a poner la mirada en la religio­
sidad actual y considerar las palabras Tomás Jalpa Flores
de la autora quien señala que, “A pe- Biblioteca Nacional
sar de la represión de la religiosidad in- de Antropología e Historia, inah
dígena, de los intentos por acabar con

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