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PUNTUALIDAD: La puntualidad es una actitud que se adquiere desde los primeros años de vida
mediante la formación de hábitos en la familia, donde las normas y costumbres establecen horarios
para cada una de nuestras actividades.
También es un reflejo de respeto al tiempo de los demás, ya que en la escuela y en la vida social,
llegar a tiempo es un signo de buena educación. Al ingresar a la escuela, se desarrollan todas las
actividades de acuerdo a un horario que se establece en los reglamentos internos. Estos horarios
permiten tener un orden, además que ayudan a la coordinación de las clases, recreaciones,
alimentación y descansos; todo esto consolida la actitud aprendida en el hogar. Sin embargo, en
algunos casos hay personas que constantemente llegan tarde y, generalmente presentan excusas,
por ejemplo, no sonó el despertador, se le hizo tarde a mi mamá, no paso a tiempo el camión , etc., y
esto ocasiona un retraso para todos o distracciones que rompen con el orden de las actividades. La
puntualidad en general, es una regla que exige de la persona ejecutar satisfactoriamente,
desequilibra el balance de tiempo de todas las demás. Ya sea en el trabajo, en la escuela o en una
cita a cualquier grupo social o evento al que se asista, la puntualidad es algo que debemos de
cumplir, pues todas las personas merecen respeto.
CONSTANCIA: La constancia es la virtud que nos conduce a llevar a cabo lo necesario para
alcanzar las metas que nos hemos propuesto, pese a dificultades externas o internas, o a la
disminución de la motivación personal por el tiempo transcurrido. La constancia sustenta el trabajo en
una fuerza de voluntad sólida y en un esfuerzo continuado para llegar a la meta propuesta venciendo
las dificultades e incluso venciéndonos a nosotros mismos.
VOLUNTAD: La voluntad es la capacidad consciente que posee el ser humano para realizar algo con
intención. Y realizarlo a pesar de las adversidades que vienen con la vida, de las dificultades
presentes a diario, de los contratiempos muy personales y los oscilantes estados de ánimo.
La voluntad se pone a prueba cada vez que debemos esforzarnos a realizar ciertas tareas que a la
final no son tan apetentes, como terminar un trabajo a pesar del cansancio, estudiar una materia que
se nos hace difícil, arreglar la casa, levantarnos temprano, etc.
Con mucha facilidad y a menudo nos dejamos llevar por el gusto, la pereza o la frivolidad y dejamos
de hacer cosas importantes y significativas. Hay jóvenes, por ejemplo, que dedican horas y horas a
juegos electrónicos abandonando sus estudios; hay casas en las que todo es un desorden porque el
dueño no se a propuesto un plan de arreglo y limpieza; hay oficinas en las que uno entra y provoca
desesperación ver tanto reguero que hace mucho más difícil desenpeñar un buen trabajo. Notarán -
entonces- que en todos estos ejemplos está presente la falta de voluntad para llevar una vida
organizada y disciplinada.
La voluntad es como un músculo del cuerpo. Los músculos se hacen más débiles en la medida que
dejan de moverse, de utilizarse y de ejercitarse. Lo mismo ocurre con la voluntad, cada situación que
requiere esfuerzo es una oportunidad para fortificarla, tonificarla y robustecerla, porque si no se lo
hace la voluntad pierde cuerpo, forma, consistencia y fuerza.
La vida es una lucha para todos y cada uno de nosotros debemos asumir responsabilidades, cumplir
con nuestras tareas, perfeccionar nuestros talentos. Nunca olvides que estamos capacitados física y
mentalmente para realizar grandes conquistas, alcanzar el éxito y lograr metas.
DEDICACION: Es la actitud de ser firme en alcanzar un objetivo, en momentos que uno se propone
llegar a un final definido por el mismo, es ese ante logro en el que se basa el hombre para formar
parte de una vida con perseverancia en su mismo cuestionamiento, es querer algo que uno se auto
propone, motivando así esta virtud conocida como la perseverancia y llevándola a una satisfacción o
algo ya alcanzado. Comienza con una decisión que se gesta en el intelecto que en el mundo solo el
ser humano lo tiene más desarrollado o completo y a partir del conocimiento que posee (este),
realiza una elección que si perdura en el tiempo hasta alcanzarla se puede hablar de perseverancia
teniendo claro que una decisión no siempre va de la mano de las ganas o el sentimiento que la
persona tenga, por eso aunque no sienta placer o bien o aunque no tenga ganas si persevera sigue
ya que en su intelecto ha optado previo estudio que si lo hizo bien es el camino a seguir o el mejor, y
así llegará al éxito ya que es la única forma; conectado con la filosofía que es el amor/amistad con la
sabiduría llegamos a conocer que lo mejor para uno es actuar de manera moral (y/o ética), es decir,
hacer lo mejor para todo el mundo y no solo para uno mismo.
FORTALEZA: Es vencer los obstáculos con la ayuda de la inteligencia y la voluntad, ser capaces de
derrotar los miedos que nos impiden dar a nuestra vida su verdadero sentido. Si tenemos fortaleza
podemos conseguir lo que nos proponemos por difícil que esto sea, nos da tranquilidad frente a las
situaciones o presiones que nos inquietan, es necesaria para que la voluntad sea firme. Cuando
tenemos una voluntad fuerte es más fácil decir “no” a todo aquello que puede influir negativamente
en nuestra persona, y somos capaces de reflexionar para superar cualquier conflicto en la vida.
Todos podemos superar dificultades o adversidades, lo que se debe hacer es sumar pequeños
esfuerzos para que puedan llegar a ser grandes y exitosos en todos los proyectos de vida que
tengan. Cada persona puede ser capaz de superarse para trabajar y mejorar sin que sea egoísta.
Podemos decir que el valor de la fortaleza es indispensable en el desarrollo humano, para resistir las
influencias de aquellas personas que quieren dañar nuestra integridad o de aquellas que nos
presionan a realizar algo que no queremos hacer, contraponiéndose a los valores que nos enseñan
en casa o en la escuela.
Decálogo de la fortaleza
1. Todo lo que vale exige esfuerzo, disciplina, dedicación. Decídase a emprender ese camino cada
día.
3. Practicar la paciencia es una manera de fortalecer la voluntad: paciencia para escuchar a los
inoportunos, para controlar los impulsos, para no contestar mal, etc.
4. Establezca un horario para su vida y ajústese a él con flexibilidad, pero con exigencia. No lo
cambie por cualquier excusa.
5. Lo que hay que hacer, se hace: ¡ahora! sin aplazarlo. Si algo le supone esfuerzo, esa es una
buena razón para hacerlo. Ahí radica la clave de la superación personal.
6. Hable claro, aunque pase un mal rato. Pero hágalo como le gustaría que lo hicieran con usted.
7. ¡Atrévase! Corra riesgos, sin dejar de ser prudente. No se asuste por el miedo a fracasar o por las
dificultades que encontrará. Sea audaz.
8. Ejercite la voluntad cuidando los detalles pequeños: organizar el escritorio, recoger un papel del
piso, sonreír a alguien, contestar bien el teléfono, cumplir con un plazo, etc.
9. Otra manera de fortalecer la voluntad es perseverar en lo que se comienza: una dieta, un plan de
ejercicios, la lectura de un libro, etc.