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INDICE

DEDICATORIA ...................................................................................................................................... 2
INTRODUCCION ................................................................................................................................... 3
CARACTERIZACION DE LA PROBLEMÁTICA ..................................................................................... 5
MARCO TEORICO ................................................................................................................................. 6
MENOR INFRACTOR ........................................................................................................................ 6
REGULACION DE LA FIGURA DEL MENOR INFRACTOR EN LA LEGISLACION PERUANA .............. 7
EL CÓDIGO DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES DEL 2000 .............................................................. 9
EL DECRETO LEGISLATIVO 990 .................................................................................................... 9
MARCO JURIDICO PENAL DEL MENOR INFRACTOR .................................................................. 10
EL MENOR INFRACTOR EN EL PROCESO PENAL ........................................................................ 11
CÓDIGO DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES PROCEDIMIENTO .................................................... 13
LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR ............................................................................................... 13
EL PROCESO JUDICIAL................................................................................................................ 15
MEDIOS IMPUGNATORIOS ........................................................................................................ 16
EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS SOCIOEDUCATIVAS .................................................................... 17
Tipos de delito: Marco legal ...................................................................................................... 18
DECRETO SUPREMO Nº 011-2016-JUS ...................................................................................... 20
Módulo especializado de atención a adolescentes infractores o sección especial de la
comisaría. .................................................................................................................................. 20
ANALISIS .................................................................................................................................... 22
PANDILLAJE PERNICIOSO............................................................................................................... 25
OPINIÓN SOBRE LA APLICACIÓN EN EL CAMPO JURÍDICO ....................................................... 25
PANDILLAJE PERNICIOSO........................................................................................................... 26
DECRETO LEGISLATIVO 1348 ......................................................................................................... 42
CONCLUSIONES ................................................................................................................................. 49
RECOMENDACIONES ......................................................................................................................... 50
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................... 51
DEDICATORIA

Dedico este humilde trabajo a nuestro


asesor, en agradecimiento a su paciencia,
dedicación e insistencia por nuestro
aprendizaje, sin el cual no hubiera sido
posible culminar con responsabilidad el
presente trabajo monográfico.
INTRODUCCION

Hace muy poco tiempo, pudimos dejar atrás casi un siglo de patronato en políticas de infancia y
comenzamos constituir una nueva institucionalidad: un Sistema de Protección Integral de Derechos
de Niñas, Niños y Adolescentes. Hace pocos días también, a través de la Secretaría Nacional de Niñez,
Adolescencia y Familia, hemos podido suscribir, junto con UNICEF, un convenio de cooperación para
poner en práctica el Plan Nacional de Acción por los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, en
lo que consideramos como un paso necesario en la consolidación del profundo proceso de cambio
normativo, institucional, político y cultural que el Gobierno viene ejerciendo desde el momento
mismo en que se hizo cargo del Estado y sus políticas sociales. El Gobierno ha definido como prioridad
mejorar la calidad de vida de niñas, niños y adolescentes, construyendo un país con respeto social,
económico y cultural, basado en la promoción y protección de sus derechos. Estábamos
acostumbrados a políticas sociales homogéneas, originadas en conceptos abstractos, de escritorio,
destinadas a tranquilizar conciencias e intelectos de quienes tienen mucho más de entrenamiento en
el discurso que en revertir una realidad social afectada por décadas de crisis y abandonos. Con mucho
esfuerzo y convicción, hemos edificado un Estado reparador de desigualdades sociales, en un
permanente trabajo de inclusión, creando oportunidades para el acceso igualitario a la educación, a
la salud, la vivienda, promoviendo el progreso social en el esfuerzo y el trabajo de todos los peruanos.
Dicho proceso de readecuación de las políticas sociales se llevó a cabo a través de los siguientes
pilares: la concepción de un Estado promotor, presente, activo, que se reubique en un lugar
protagónico en la toma de decisiones; una mirada territorial; una concepción integral, en la que las
personas, la familia y las comunidades son portadoras de derechos y no beneficiarios pasivos. En
síntesis, queremos que sean protagonistas del cambio. Buscando trascender la fragmentación de las
miradas e intervenciones, en el Plan Nacional de Acción por los Derechos de las Niñas, Niños y
Adolescentes, se consolida la política interministerial, como una herramienta común de planificación
que plantea líneas estratégicas de desarrollo. Creemos importante destacar, que todas las provincias
han aprobado las pautas para edificar una política integral para los adolescentes infractores a la ley
penal. Es un proceso de construcción respetuoso de los derechos humanos, nos permitirá dejar atrás
prácticas retrógradas, que no generan ningún resultado y adecuarnos a nuestra Constitución
Nacional como así también a los estándares internacionales en la materia. Queremos dejar asentado
una vez más que, este trascendental proceso de cambio normativo, institucional y cultural tiene en
nuestro Gobierno y en su Ministerio de Desarrollo Social, un actor comprometido y consistente,
dispuesto a liderar la transformación. En el día a día trabajamos convencidos de que sólo en un país
justo e inclusivo, las niñas y los niños podrán gozar efectivamente de sus derechos. Ésta es nuestra
mejor apuesta de cara al futuro. Es así que toda acción policial en que forme parte una persona menor
de edad en conflicto con la ley penal, se debe proteger al máximo su integridad física y su dignidad,
así como su imagen, identidad, y aquellos datos que faciliten su individualización e identificación por
terceros ajenos al proceso o procedimiento correspondiente. Queda estrictamente prohibido que al
amparo de una actuación policial, un personal de policía permanezca a solas, en un lugar aislado, con
una persona menor de edad. En caso de imposibilidad objetiva para cumplir con esta última
disposición, el personal para fundamentar su actuación, deberá buscar a una persona mayor de edad
ajena a la investigación, que sea testigo del procedimiento, y que pueda dar fe del respeto a los
derechos fundamentales y al interés superior de la persona menor de edad. No se conoce país
civilizado en que no se haya establecido normas legales de protección y de sanción al menor. Esa
protección en los pueblos primitivos la realizaron y la realizan en forma rudimentaria, empezamos
diciendo que el Niño, Niña y Adolescente está revestido de muchos derechos que están consagrados
en nuestra legislación. Si bien la infracción penal de un adolescente se asume como una transgresión
normativa cuyo administrador titular será un sistema de justicia, no puede olvidarse que en realidad
se trata de un fenómeno de violencia cuyo origen, desarrollo y tratamiento escapan a los tribunales,
y deben ser abordados por estrategias mucho más complejas. La estrategia de control obedece a
modelos integrales de intervención con agencias especializadas capaces de abordar la problemática
en todas sus etapas de progresión. La infracción penal no es más que el desenlace de un cúmulo de
factores de riesgo que no fueron atendidos en el tiempo debido, y que se manifiesta en la desviación
conductual de un adolescente. Una vez cometida, deberá construirse un modelo de gestión que
responda a las particularidades del individuo, incluyendo alternativas orientadoras, restaurativas y
capaces de reparar el tejido social perjudicado. De este modo, la etapa de asesoramiento y
reinserción del adolescente, deberá responder a sus requerimientos como ser humano en desarrollo
con mayores posibilidades de acatar nuevas oportunidades sociales. En general, desde antes de la
comisión de una infracción penal, es necesario mitigar los factores de riesgo capaces de alimentar la
desviación. Asimismo, el modelo de administración de justicia deberá ajustar sus instancias y
lineamientos de operación a efectos de garantizar una salida adecuada al conflicto que gestiona. No
será distinta la necesidad en el sistema de reinserción social, la etapa de orientación y guía personal
deberá realizarse en un contexto adecuado y con pautas que aborden integralmente la problemática
conductual. En la presente investigación de procedimiento policial, se realizará una aproximación a
la violencia juvenil y la respuesta integral del Estado peruano frente a la problemática de las
infracciones penales realizadas por los menores infractores a la Ley Penal.

CARACTERIZACION DE LA PROBLEMÁTICA
Para poder determinar primero el problema en general y especifico haremos una reseña de todo lo
que antecede a todo lo relacionado a la infracción penal de menores y la ayuda que debe tener la
PNP para poder realizar una adecuada intervención policial a menores de edad que incurren en algún
delito, así como a la ciudadanía ya que será una herramienta útil de consulta, de esta misma manera
serán beneficiadas las víctimas, cuyos derechos son vulnerados por la insuficiente rigurosidad que
existente en las medidas socioeducativas que se las impone a los adolescentes infractores.

También se evitará en cierta forma, la existencia de posibles reincidencias o sometimiento de


infracciones más graves por parte de los adolescentes infractores, forjando así seres útiles para la
sociedad del mañana Este trabajo de investigación permitirá de una forma guiar al personal de la
PNP, en la intervención a seguir en procesos que tengan que incluir a los menores infractores a la Ley
Penal.

Este tema contiene antecedentes históricos y de actualidad para su ejecución, como posibles
soluciones a los inconvenientes que existen con las resoluciones dictadas a los adolescentes
infractores, las mismas que son con poca rigurosidad.
MARCO TEORICO
MENOR INFRACTOR
Se acepta que “hablar de menores significa hablar de hombres que atraviesan etapas
prematuras de su vida; hablar de “derecho de menores” importa hablar de aquello que
comienza o se adecua al ser humano en la minoridad, la tendencia moderna es que no
pueden someterse al ámbito que rige para los adultos. Sea, como se afirma de manera
tradicional en la doctrina, porque son inimputables; o bien, porque se reconoce que su
personalidad apenas se encuentra en formación, pudiendo contar con cierta madurez, más
no completa.

Nuestro vigente Código Penal establece en su artículo 20 que los menores de edad están
exentos de responsabilidad penal. Ante lo dispuesto por el citado artículo, el Código de los
Niños y el Adolescentes, aprobado mediante Ley N° 27337, materializa un proceso de
administración de justicia para niños y adolescentes.

En este sentido, la influencia de la dogmática doctrinal del Derecho Penal mínimo y/o de un
ordenamiento jurídico garantista del interés superior del niño, se muestra desde la
denominación al acto delictual cometido por un adolescente, denominado “Adolescente
Infractor Penal”. Según el Código del Niño y del Adolescente: “Se considera adolescente
infractor a aquel cuya responsabilidad ha sido determinada como autor o partícipe de un
hecho punible tipificado como delito o falta en la ley penal”. Por otro lado, en cuanto a la
sanción por comisión de infracciones, en lugar de denominarla pena, se le denomina medida
socio-educativa, siendo la más grave la medida socio-educativa de internación.

En líneas generales, si en el Perú, expresamente no existe una Ley de Justicia Penal para
adolescentes, nuestra legislación ha reservado un sistema especial de administración de
justicia para ellos. Esta concepción considera que el joven o adolescente está sujeto a una
regulación especial, en todos los ámbitos de su desarrollo, y que como consecuencia de este
trato especial, a nuestro criterio, se ha adoptado una concepción punitivo garantista, debido
a que se le atribuye al menor de edad una mayor responsabilidad, pero a su vez, le son
reconocidas una serie de garantías sustantivas y procesales que no eran siquiera pensadas
dentro de una concepción tutelar, que tal como hemos manifestado, considera al menor de
edad como sujeto pasivo de la intervención jurídica, objeto y no sujeto de Derecho.
Comprendemos que lo que se ha querido hacer es un Derecho Penal de Menores que
pretenda ser humano, moderno, justo, moralizador, eficaz y realista, pero se ha olvidado la
realidad nacional. El mal es viejo y generalizado. Como que también ha sido denunciado una
y otra vez (ante un sistema tutelar propio de la doctrina de la irregularidad social, no
existieron los medios para ejecutar las medidas tuitivas. Ahí estuvo el fracaso del Código de
Menores de 1962).

REGULACION DE LA FIGURA DEL MENOR INFRACTOR EN LA LEGISLACION PERUANA


El menor fue tratado a través de normas administrativas y en los diferentes códigos que se
iban dando, así tenemos:

a) En el Código Civil de 1852: Se dio mayor realce al adulto que al menor de edad. Se legislo
la discriminación de los hijos por razón de nacimiento clasificándolos como legítimos e
ilegítimos, los primeros con derechos y los segundo sin derecho alguno.

b) En el Código Civil de 1936: Mejora la situación del menor con respecto al código anterior,
a pesar que seguía clasificando a los hijos, estableció derechos para ambos pero en forma
desigual, así por ejemplo en el aspecto sucesorio el ilegitimo tenía derecho al 50% de un
legítimo.

c) En el Código Civil de 1984 (actual): Este se aplica en forma supletoria al Código de los Niños
y Adolescente, en especial el Libro III referido al Derecho de Familia. Este código considera la
igualdad de los hijos, pero los seguía clasificando, esta vez como matrimoniales y extra
matrimoniales.

d) En el Código de Procedimientos Civiles de 1912: Contenía los aspectos sustanciales para


procedimientos referentes a menores de edad, por ejemplo emancipación, adopción,
alimentos etc. Luego se expide el decreto del 13 de noviembre de 1821, por el ministro
Hipólito Unánue

e) En el Código Procesal Civil de 1993 (actual): A pesar de que entro en vigencia un mes
después del Código de los Niños y Adolescentes, se aplicó en forma supletoria a éste y se
sigue aplicando en el aspecto adjetivo, en lo que corresponde.
f) En el Código Penal de 1924: En el Libro I, Titulo XVIII, Arts. 137 a 147 se señalaban las
medidas de seguridad social, o educativas a favor del menor que realizaba un acto reprimido
por la ley como delito. Dichas medidas debían de dictarse previa investigación que permita
el examen al niño y su entorno, y, variaba de acuerdo a su situación (abandono, en peligro,
pervertido, etc.). En el Libro IV, Titulo V se estableció la Jurisdicción de Menores, disponiendo
que en la capital funcionaría un Juzgado de Menores compuesto de un juez, un médico y un
secretario, mientras en las provincias dicha labor la realizaría el Juez Civil, mencionando
además a los Jueces de Paz como instructores en los distritos. Se especifica los requisitos para
ser Juez de menores, nombramiento, la designación de inspectores de menores, la forma de
realizarse la investigación en casos de adolescentes de 13 a 18 años que cometían actos
reprimidos con prisión.

g) En el Código Penal de 1991(vigente): Se aplica de manera supletoria al Código de los Niños


y Adolescentes, agrava la pena cuando la víctima es un menor de edad.

En el Código de Procedimientos Penales, reemplazado por el actual Código Procesal Penal


vigente en nuestra ciudad de Arequipa desde el 01 de octubre del 2008. Se aplica de manera
supletoria al Código de los Niños y Adolescentes, en cuanto al aspecto adjetivo se refiere.

El Derecho Penal moderno, puede legítimamente considerarse como antecesor y casi


generador del Derecho de Menores, porque en las crisis del ánimo colectivo- al igual que en
la desgracia privada y personal – aguzada la inteligencia en la angustia producida por la
trasgresión violenta del Derecho - que es la materia privativa del hasta hoy llamado Derecho
Penal- al buscar con vehemencia el remedio de los conflictos, se ha llegado a procurar su
solución dentro de los principios de la defensa social del Derecho; a la vez que con un
consciente sentimiento de solidaridad, se trata de asegurar la regeneración y readaptación
del culpable, para bien suyo y para provecho general, fines ambos sólo posibles mediante
recursos médico-sociales y dentro positivamente de los modernos y humanitarios principios
de la asistencia social, creadores también de la condena y liberación condicional, la
individualización de la pena, su indeterminación y flexibilidad, del nuevo régimen de las
prisiones y otras tantas conquistas de la ciencia penal, que cooperan a las fines indicados,
lejos de los conceptos simplistas de la reacción vengativa, del castigo, de la represión y hasta
de la pura responsabilidad psicológica clásica, y completamente al margen del anticuado
derecho individualista.
En líneas generales, si en el Perú, expresamente no existe una Ley de Justicia Penal para
adolescentes, nuestra legislación ha reservado un sistema especial de administración de
justicia para ellos. Esta concepción considera que el joven o adolescente está sujeto a una
regulación especial, en todos los ámbitos de su desarrollo, y que como consecuencia de este
trato especial, a nuestro criterio, se ha adoptado una concepción punitivo garantista, debido
a que se le atribuye al menor de edad una mayor responsabilidad, pero a su vez, le son
reconocidas una serie de garantías sustantivas y procesales que no eran siquiera pensadas
dentro de una concepción tutelar, que tal como hemos manifestado, considera al menor de
edad como sujeto pasivo de la intervención jurídica, objeto y no sujeto de Derecho.

EL CÓDIGO DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES DEL 2000


Por Ley 27337 publicada en El Peruano el 07 de agosto del 2000 se promulgó el actual Código
de los Niños y Adolescentes. Este código también ha sufrido modificaciones y en la actualidad
existe una comisión oficial multisectorial encargada de elaborar un nuevo código, en nuestro
país, la promulgación del Código de los Niños, significo un cambio de paradigma en el
tratamiento legal frente a los adolescentes, por la superación en el plano legal de la llamada
doctrina de la situación irregular en nuestro país.

Se propugna un proceso judicial en el marco de una justicia especializada que tiene en cuenta
el conflicto jurídico como un problema humano. (Art. IX Título preliminar), lo que se condice
con el hecho de que el adolescente tenga derecho a expresar su opinión libremente en el
proceso por ser un asunto que le afecta y además que tenga el derecho a que se tenga en
cuenta sus opiniones (Art. 9 CNA). Reconociéndose el respeto de sus derechos individuales
(Art. 185- 138 CNA) y de las garantías del proceso y Administración de Justicia consagradas
en la Constitución, Convención de los Derechos del Niño y en las leyes de la materia (Art 192
CNA), recurriendo en caso de vacío a la aplicación supletoria de las normas sustantivas y
adjetivas penales (Art. VII, Título Preliminar)

EL DECRETO LEGISLATIVO 990


Modifica la Ley 27337 - Código de los Niños y Adolescentes - referente al Pandillaje
Pernicioso.

El Decreto Legislativo 990, modifica diversos artículos del Código de los Niños y Adolescentes,
relativos a su capacidad y responsabilidad penal: Asimismo, regula de modo particular el
concepto de pandilla perniciosa, define normativamente la infracción a la ley penal,
diferenciando una forma de comisión leve y otra agravada, señala las medidas
socioeducativas aplicables para los líderes y miembros de una Pandilla Perniciosa,
otorgándole posibilidades de archivo al Fiscal de Familia frente al resarcimiento del daño y
perdón del ofendido, dando facultades a los gobiernos locales y regionales para atender el
gasto de implementación y ejecución de las medidas socioeducativas y de protección.

MARCO JURIDICO PENAL DEL MENOR INFRACTOR


Como sabemos, en el Perú, ante denuncia sobre presunta infracción a la ley penal, contra
adolescente (de 12 años a menos de 18), luego que se ha acreditado la edad y elementos
probatorios que evidencien participación en los hechos investigados, el Fiscal de Familia al
concluir la investigación, al amparo de los artículos IV del T.P., 144.c, 204.a y 207 del Código
de los Niños y Adolescentes, puede solicitar al Juez de Familia “dictar medida de protección”
cuando la edad del intervenido es menor de 14 años, o puede solicitar “Promover acción
judicial el acto infractor contra la ley penal”, si la edad del investigado es de 14 a menos de
18 años), en ambos casos existe la tendencia del Ministerio Público de peticionar la apertura
del proceso judicial. En pocos casos se opta por el Archivo por Remisión. Pero, si no existen
elementos incriminatorios en la comisión u omisión del acto infractor denunciado, se
procede al Archivo de la denuncia.

El Código Penal, en su artículo 20.2, establece que los menores de dieciocho años de edad se
encuentran exentos de responsabilidad penal. Este tratamiento diferenciado
(inimputabilidad) se sustenta sobre la base de la ausencia de dos factores en el menor
(inimputable): a) facultad para comprender la naturaleza delictuosa del acto y, b) capacidad
de determinación de su comportamiento según esa comprensión.

La ley penal construye pues una presunción respecto de la defectuosidad o ausencia de los
factores anteriormente mencionados, lo que ciertamente no implica que en la generalidad
de los casos ello sea de ese modo, por lo que es posible que aun cuando un sujeto no haya
rebasado el límite etéreo que hace presumir su inimputabilidad (legal) comprenda que el
hecho que va a realizar es delictuoso, y que además de ello es perfectamente posible que
pueda motivarse según esa comprensión para inhibir su ejecución.
De allí que el tratamiento de los supuestos de autoría mediata en la que el hombre de atrás
(autor mediato) posee el dominio de la voluntad de un ejecutor inimputable no debe admitir
un tratamiento igualitario, sobre todo frente a aquellos supuestos en los que aquel no
presenta las mencionadas deficiencias que hacen presumir legalmente su condición de tal.
En casos como estos, en los que exista la comprensión y la capacidad de motivación según
ella, el dominio sobre la voluntad del menor no puede afirmarse, con lo que decae la
posibilidad de un supuesto de autoría mediata.

No debemos olvidar que el artículo 40.3 de la Convención sobre los Derechos del Niño,
establece que los Estados partes deben adoptar las medidas apropiadas para promover el
establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e instituciones específicas para los
niños en conflicto con las leyes penales, y en particular el establecimiento de una edad
mínima antes de la cual se presumirá que los niños no tienen capacidad para infringir las leyes
penales; y siempre que sea apropiado y aceptable, la adopción de medidas para tratar a esos
niños sin recurrir a procedimientos judiciales, en el entendimiento de que se respetarán
plenamente los derechos humanos y las garantías legales. Al respecto, cada Estado es
competente para determinar la forma como concreta el desarrollo de este sistema
específico, a través de leyes especiales o de reformas a las leyes generales en materia penal
y procesal.

EL MENOR INFRACTOR EN EL PROCESO PENAL

Alberto Binder señala algunas características de la hipocresía con la que se ha tratado el


problema del adolescente cuyo planteamiento trataré de resumir:

a. La primera de las hipocresías es que mientras se dice que el problema del menor es
integral la política pública se caracteriza por el fraccionamiento en sus acciones.
b. El uso de un lenguaje nuevo en el Proceso Penal con el que se pretende encubrir la
vieja cultura inquisitiva.
c. Se huye de los estudios de campo para ver los resultados prefiriéndose por el
contrario reformularse las leyes en base a buenas intenciones.
d. Resistencia a escuchar lo que el adolescente quiere decir, porque todo lo que se tiene
que hacer a su favor ya está establecido.
Las consecuencias que tiene el problema abarca como vemos distintos aspectos: ausencia de
Políticas Públicas en prevención frente al adolescente en conflicto con la Ley Penal, el uso de
un Derecho Penal simbólico efectista, etc. Siendo el proceso seguido de implementación
normativa de la doctrina de la protección integral en nuestro país de arriba hacia abajo, la
primera manifestación de este problema se encuentra en la creación del marco de
intervención penal frente a los adolescentes.

En este aspecto el problema central es la no consideración de la Delincuencia Juvenil como


un Problema de Política Criminal, que necesita un estudio de campo previo a fin de formular
Leyes y Políticas Públicas, se pone de manifiesto en las marchas y contramarchas en nuestra
legislación, la misma que se construye con pegotes, parches sobre legislaciones extranjeras,
sin la participación delos operadores involucrados en la problemática y menos aún sin
escuchar a los adolescentes. Leyes que son implementadas sin la suficiente reflexión y
debate.

Por ello, el Proceso Penal seguido al adolescente es el lugar donde se ponen de manifiesto
todos los problemas y debilidades de nuestra legislación de control penal forma
preponderante y dinámica, pues es donde los derechos sino se descuelgan de sus marcos
normativos y son efectivizados dejan de ser derechos. Es en el Proceso de Juzgamiento de
los adolescentes, donde se pone de manifiesto la ausencia total de las Políticas Públicas en
prevención, des judicialización e implementación de medidas alternativas, donde una
equivocada imagen de aparente bondad estatal legitima la violencia y la represión del estado
contra los adolescentes desprovistos de sus garantías constitucionales y específicas.

Uno de estos aspectos centrales es la hipocresía en la intervención penal y procesal del


adolescente, la cual se perpetra por medio del re-etiquetamiento de las actuaciones
policiales, fiscales y judiciales, pone de manifiesto la hipocresía en la intervención donde se
esconde el carácter penal dentro de un manto de aparente protección; Así, en la intervención
a nivel policial, al ser detenidos no se les anota en el libro correspondiente de la comisaría
por decirse que no se encuentran detenidos sino; "retenidos". Llega el Fiscal y no le reciben
una declaración sino una “referencial”. La Investigación culmina con un “informe” y no con
un atestado. Más adelante, cuando se determina su condición procesal se llama
“internamiento preventivo” y no “detención” y cuando no se presentan al proceso no se
ordena su captura; sino su “búsqueda, mediante Ley 27324, el cual nunca fue implementado
por no ser incluido en el Nuevo Código de los Niños y Adolescentes, el cual señala que nadie
puede ser sancionado por una medida que no se haya previsto.

Postulamos entonces como GARCIA PABLOS la necesidad de la autonomía del sistema de


responsabilidad de los adolescentes en conflicto con la Ley Penal. En este sentido la Justicia
Penal Juvenil no puede convertirse en reflejo de la de adultos, sino de construir un modelo
propio, un marco de intervención penal distinto, en el que tenga un nuevo rol el procesado,
la víctima y la sociedad a partir de la mejor comunicación entre el orden social y las
instituciones. Sin embargo, No concordamos en cuanto considera que el marco de
intervención se encuentra fuera del Derecho Penal, nosotros consideramos que la
intervención puede tener una lógica propia dentro del mismo marco penal e incluso
alimentar el cambio y la readaptación del Sistema Penal en su conjunto a las necesidades
sociales.

Consideramos que de hecho dentro del Sistema Penal la Justicia Penal Juvenil se ha
convertido siempre en una vanguardia del modelo de intervención que marca la pauta hacia
dónde camina el Derecho Penal

CÓDIGO DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES PROCEDIMIENTO


Se propugna un proceso judicial en el marco de una justicia especializada que tiene en
cuenta el conflicto jurídico como un .problema humano. (Art. IX Título preliminar), lo que se
condice con el hecho de que el adolescente tenga derecho a expresar su opinión libremente
en el proceso por ser un asunto que le afecta y además que tenga el derecho a que se tenga
en cuenta sus opiniones (Art. 9 CNA). Reconociéndose el respeto de sus derechos individuales
Art. 185- 138 CNA) y de las garantías del proceso y Administración de Justicia consagradas en
la Constitución, Convención de los Derechos del Niño y en las leyes de la materia (Art 192
CNA), recurriendo en caso de vacío a la aplicación supletoria de las normas sustantivas y
adjetivas penales (Art. VII, Título preliminar).Existen distintos niveles de intervención estatal
frente a la adolescente normados en el Código, regulándose normas específicas de
observancia al debido proceso y determinando los alcances de su contenido

LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR
Dentro del Modelo de Intervención propuesto por el Código frente al adolescente en
conflicto con la Ley Penal, la Policía luego de la aprehensión, puede confiar la custodia del
adolescente a sus adres o responsables cuando los hechos no revistan gravedad, se haya
verificado su domicilio y sus padres o responsables se comprometan a conducirlo ante el
Fiscal cuando sean notificados(Art. 201 CNA), estableciendo la Conducción ante el Fiscal, en
el término de veinticuatro horas, acompañando el Informe Policial, únicamente si ha mediado
violencia o grave amenaza a la persona agraviada en la comisión de la infracción o no
hubieran sido habidos los padres (Art. 202 CNA), procediendo el Fiscal a recibir su
declaración, en presencia de sus padres o responsables, si son habidos, y del Defensor (Art.
203 CNA).

No obstante, siendo el Fiscal el titular de la acción penal y quien debe dirigir la Investigación
Policial, participa en todas las diligencias(entendemos a nivel policial), por lo que deja de
tener sentido la regulación en la que se señala que los adolescentes deben ser conducidos a
su presencia, pues por el contrario es el Fiscal quien en la práctica, se constituye a la comisaría
a recibir la declaración del adolescente y de ser posible en la declaración del agraviado y de
los testigos, pues le corresponde intervenir, de oficio y desde la etapa inicial, en toda clase
de procedimientos policiales en resguardo y protección de los derechos del adolescente e
investigar su participación en los hechos denunciados como titular de la acción penal. (Art.
144 CNA).

El Fiscal puede solicitar la apertura del proceso, por medio de la formalización de una
Denuncia Penal, la que debe contener un breve resumen de los hechos, acompañando las
pruebas reveladoras de la existencia de la infracción por parte del adolescente y los
fundamentos de derecho. Asimismo, solicitar las diligencias que deban actuarse. En caso
contrario, archivará la investigación. Puede además disponer la remisión como forma de
exclusión del proceso, cuando se trate de infracción a la Ley Penal que no revista gravedad y
el adolescente y sus padres o responsables se comprometan a seguir programas de
orientación. (Art. 204, 206CNA).

Asimismo, el denunciante o agraviado puede apelar para que el Fiscal Superior revise la
Resolución del Fiscal que dispone la Remisión o el archivamiento, dentro del término de tres
días. Sise declara fundada se ordenará la formulación de la denuncia. No procede otro
recurso impugnatorio. (Art. 205 CNA).
EL PROCESO JUDICIAL
Recibida la denuncia, el Juez, la califica y de no dictar un auto de no ha lugar a la apertura de
un Proceso Penal, por aplicación del Artículo 77 del Código de Procedimientos Penales,
declara en resolución motivada promovida la acción penal, disponiendo que se tome la
declaración del adolescente en presencia de su abogado y del Fiscal. Asimismo, determina su
condición procesal, que puede ser: la entrega a sus padres o responsables o el internamiento
preventivo. (Art. 208 CNA)

En este último caso, sólo puede decretarse cuando existen: a) Suficientes elementos
probatorios que vinculen al adolescente como autor o partícipe dela comisión del acto
infractor; b) Riesgo razonable de que el adolescente eludirá el proceso; y c) Temor fundado
de destrucción u obstaculización de pruebas. (Art. 209 CNA).

La orden será comunicada a la Sala Superior. Mandato que puede ser apelado, el cuaderno
correspondiente debe ser elevado dentro de las veinticuatro horas. La Sala se pronunciará
en el mismo término, sin necesidad de Vista Fiscal. (Art. 210 CNA). Ordena además la
realización dentro de treinta días, de la Diligencia Única de Esclarecimiento de los Hechos, a
cargo de un Juez que se constituye en el instructor a quien le corresponde la conducción,
organización y desarrollo del proceso (Art. 136 CNA). Además, el Código regula la remisión a
nivel judicial a cargo del mismo Juez e incluso de la Sala Superior como un mecanismo de
separación del Proceso Judicial, con el objeto de eliminar sus efectos negativos, no siendo
necesario el reconocimiento de la infracción.

No obstante, al aplicarse con una medida socio-educativa, (excepto la internación) se


convierte también en una sanción sin culpabilidad. (Art. 223 y ss.) En la Diligencia Única con
presencia del Fiscal y el abogado defensor, se toma la declaración del agraviado, se actúan
las pruebas admitidas (lasque fueron presentadas hasta cinco días antes de la audiencia) y
las que surgen en la diligencia, el alegato del abogado de la parte agraviada, el alegato del
abogado defensor y la autodefensa del adolescente. (Art. 212 del CNA). Si el adolescente,
luego de haber sido debidamente notificado, no comparece a la diligencia sin justificación, el
Juez establece nueva fecha dentro del término de cinco días. De no concurrir por segunda
vez, el Juez ordenará la conducción del adolescente por la Policía Nacional. (Art. 213CNA). De
ser contumaz o ausente está sujeto a las normas contenidas en el ordenamiento Procesal
Penal de adultos.
Terminada, la diligencia, el Juez remite al Fiscal por dos días el expediente para que emita
dictamen y solicite la medida socio- educativa necesaria, expidiendo la sentencia el Juez en
igual término. (Art. 214 CNA), donde deberá tener en cuenta, la existencia del daño causado,
la gravedad de los hechos, el grado de responsabilidad del adolescente y el informe social del
Equipo Multidisciplinario formado por médicos, psicólogos y asistentes sociales, (Art. 215
CNA), conteniendo además de los fundamentos de hecho y derecho, la medida socio-
educativa y la reparación civil. (Art. 216 CNA).

La medida se inscribe con carácter confidencial en el Registro del Adolescente Infractor de la


Corte Superior, sede del Juzgado, donde obra copia de la sentencia.(Art.159 CNA).El Fiscal de
Familia debe estar presente en todas las diligencias bajo sanción de nulidad, la que debe ser
declarada de oficio o a petición de parte. (Art.142 CNA). El plazo máximo e improrrogable
para la conclusión del procedimiento, estando el adolescente interno, es de cincuenta días y,
en calidad de citado, de setenta días. (Art. 221 CNA) vencido éste puede solicitarse el
externamiento por exceso de internamiento o detención sin sentencia. La acción judicial
prescribe a los dos años de cometido el acto infractor y en seis meses en caso de faltas. La
medida socio-educativa prescribe a los dos años, contados desde el día en que la sentencia
quedó firme. (Art. 222 CNA).

MEDIOS IMPUGNATORIOS
El Código de los niños y Adolescentes establece que la sentencia sea notificada al
adolescente, a sus padres o responsables, al abogado, a la parte agraviada y al Fiscal, quienes
pueden apelar en el término de tres días, salvo que se imponga al adolescente la medida
socio-educativa de internación, la cual le será leída. (Art.219 CNA), con lo que se atenta
contra la prohibición constitucional de ser condenado en ausencia.

En el caso de ser impugnada, la Sentencia no puede ser reformada en perjuicio del apelante,
pudiendo la parte agraviada apelar únicamente en el extremo de la reparación civil o la
absolución. Una vez concedido el recurso el expediente debe ser elevado a la Sala Superior
de Familia en Lima, a la Salas Mixtas en Provincias, dentro de las veinticuatro horas de
recibido debe remitir a la Fiscalía Superior que tiene 48 horas para emitir Dictamen.
Devueltos los autos, dentro del término de cinco días debe realizarse la vista de la causa en
audiencia reservada, donde podrá informar el abogado que lo solicite por escrito con el sólo
mérito de su solicitud, la resolución debe emitirse dentro de los dos días siguientes.

EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS SOCIOEDUCATIVAS


El Código de los Niños y Adolescentes señala que el Sistema de Justicia del adolescente
infractor se orienta a su rehabilitación y a encaminarlo a su bienestar. Por esta razón la
medida tomada al respecto no sólo deberá basarse en el examen de la gravedad del hecho,
sino también en las circunstancias personales que lo rodean. (Art. 191 CNA).

En este sentido se propugnan en forma obligatoria las actividades pedagógicas y las


evaluaciones periódicas por el Equipo Multidisciplinario, durante la internación, incluso la
preventiva. (Art. 238 CNA). Mediante Decreto Legislativo 866, Ley de Organización y
Funciones del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Humano de fecha

27. 25 de octubre de 1996, se transfiere al Poder Judicial las funciones relacionadas con la re
aserción social de los adolescentes que cumplen medidas socioeducativas por haber
infringido la Ley Penal. Creándose dentro del Poder Judicial, la Gerencia Central de Centros
Juveniles del Poder Judicial, diseñándose el Sistema de Reinserción Social mediante
Resolución Administrativa N 539- CME-PJ- de 25 de noviembre de1997, modificada mediante
Resolución Administrativa N 075-SE-TP-CMEPJ del 03 de febrero del 2000, mediante el cual
se reconocen se crean diversos programas dirigidos a la resocialización tales como los
programas educativos en medio cerrado: donde se incluyen: Recepción e inducción,
Acercamiento y persuasión, Formación personal y laboral, así como los programas en medio
abierto para la ejecución de la Libertad Asistida, restringida, semi libertad y prestación de
servicios a la comunidad.

Así como, los programas complementarios tales como el Programa de Atención Intensiva
(PAI) para los adolescentes con problemas de comportamiento, el cual ha devenido en un
instrumento de castigo y represión sistemático como lo hemos comprobado en el trabajo de
campo realizado. El programa Madre María, dirigido a las adolescentes que se encuentran
privadas de libertad y se encuentran en gestación, el cual al menos en el papel comprende
estimulación temprana y atención integral madre-hijo y Huellas en la Arena, dirigido a los
adolescentes externados a fin de promocionarlos y apoyarlos en la reinserción en el núcleo
familiar a través de actividades integradoras. En la práctica, la mayoría de estos programas
no funciona de la manera como está establecido en los documentos de creación y en los dos
últimos casos, simplemente no operan.

El Código de los Niños y Adolescentes establece que el Equipo Multidisciplinario tanto dentro
del ámbito cerrado como del abierto debe de hacer el seguimiento de las medidas. (Art. 150
CNA). Sin embargo, pese que el Poder Judicial tiene a su cargo la rehabilitación de los
adolescentes, al no haberse establecido la infraestructura, ni contarse con el personal
necesario para poder realizar el seguimiento de las medidas en medio abierto, además de no
establecerse en nuestra legislación un sistema de conversión de las sanciones no privativas
de la libertad, frente al incumplimiento, convierte en simbólicas las sanciones penales.

TIPOS DE DELITO: MARCO LEGAL


Como hemos visto, el consumo de sustancias puede llevar a la delincuencia producto de un
proceso de psicopatización secundaria y una estructura psicopática puede llevar a la
delincuencia y/o al consumo. Cuando se perpetúan actos antisociales que atentan contra las
normas o principios de convivencia y equidad social, la comunidad se protege mediante leyes
que sancionan estas desviaciones. Así, el individuo se ve confrontado con un sistema legal y,
de acuerdo a su edad, estado mental, gravedad del hecho, circunstancias, etc., será sujeto a
un proceso judicial que determinará su inocencia o culpabilidad y de ser el caso, se impondrá
una pena o medida privativa de la libertad o en libertad, bajo ciertas condiciones.

En el caso de menores de edad, el Código de los Niños y Adolescentes establecen diversas


medidas socioeducativas, cuya finalidad es lograr la rehabilitación:

• Protección, para aquellos niños hasta los 11 años de edad, que han cometido alguna
infracción. Esto incluye el cuidado en el propio hogar, participación en un programa
educativo de la comunidad o atención integral en un establecimiento de protección (casa
hogar).

• Amonestación, para los adolescentes a partir de los 12 a 17 años de edad y consiste en una
llamada de atención por su comportamiento por parte del Juez de Familia. La familia también
es recriminada con el fin de que presten mayor atención a la conducta de su hijo.
• Prestación de Servicios a la Comunidad, mediante el cual el adolescente se compromete a
cumplir una serie de actividades en favor de su comunidad por un plazo máximo de seis
meses.

• Libertad Asistida, en donde el adolescente estará bajo la supervisión de un tutor por un


máximo de ocho meses, quien deberá brindarle promoción y orientación en su propio medio
sociofamiliar.

• Libertad Restringida, la cual consiste en que el adolescente debe cumplir diariamente con
asistir a un centro juvenil abierto, con el fin de recibir orientación y capacitación ocupacional,
por un plazo máximo de doce meses.

• Internación, medida privativa de la libertad para aquellos adolescentes que hayan cometido
actos graves (robo agravado, tráfico ilícito de drogas, violación, homicidio, pandillaje
pernicioso), por un plazo máximo de tres años, a excepción de seis años para pandillaje
pernicioso.

El sistema penal juvenil en el Perú, está orientado a lograr una rehabilitación que facilite la
incorporación social productiva del adolescente y no simplemente en la aplicación de una
sanción. Aunque se ha avanzado mucho en este aspecto, aún queda un largo camino que
recorrer para lograr la paz social, puesto que el problema es multifactorial y su solución
requiere del compromiso e intervención de todos los actores sociales.

En la actualidad existen un promedio de 1000 pandillas juveniles solo en la ciudad de Lima y


el 70% de actos delictivos en la capital son ejecutados por éstas (Diario El Comercio). Estos
actos van desde arrebatos o hurto simple hasta asaltos con arma blanca o de fuego, violación
y homicidio.

En los 10 Centros Juveniles que administra el Poder Judicial en todo el país, 09 son para
adolescentes con medida socioeducativa de internación, es decir, han cometido una
infracción considerada grave. Entre las infracciones o delitos más comunes están el robo
agravado (42.3%), la violación (19.3%), pandillaje pernicioso (08.6%), etc. (ver anexos).
Muchos de los cuales afirman haber estado bajo la influencia de alguna SPA al momento de
cometer el delito.
Si bien los datos obtenidos pueden no representar enteramente la realidad (tendencia a
falsear), una gran cantidad de adolescentes refiere consumir o haber consumido alcohol
(77.6%). En menor proporción reconocen haber consumido marihuana, terokal y PBC.

Es interesante observar que un 11.3% de adolescentes presentó síntomas clínicos de


dependencia a una SPA.

DECRETO SUPREMO Nº 011-2016-JUS


MÓDULO ESPECIALIZADO DE ATENCIÓN A ADOLESCENTES INFRACTORES O SECCIÓN
ESPECIAL DE LA COMISARÍA.
Bajo esta denominación se conoce a la infraestructura que opera en el distrito judicial en el
ámbito de las Comisarías para la atención especializada a adolescentes en conflicto con la Ley
Penal y/o los espacios diferenciados para estos fines. Se ubican preferentemente en la
comisaría sectorial o establecimiento policial que cuenta con la infraestructura adecuada
para estos fines.

El servicio se brinda en el marco de la Iniciativa Estratégica Nº 09, referido a la Justicia Juvenil


Restaurativa del Plan Nacional de Tratamiento y Prevención de los Adolescentes en Conflicto
con la Ley Penal (PUEDO). Desde esa perspectiva se promueve que en los módulos
especializados o en las secciones especiales de las comisarías, el adolescente en conflicto con
la ley penal sea tratado en condiciones de seguridad y dignidad, respetando sus derechos y
favoreciendo desde un inicio la reflexión y toma de responsabilidad sobre los hechos
cometidos.

Además de lo antes señalado, la implementación progresiva del módulo permitirá la atención


adecuada de la víctima, en condiciones de seguridad y dignidad, tal como se propone para el
adolescente.

Caracterizándose por contar con lo siguiente:

- Personal especializado (Policía, Defensa Pública, Fiscal de Familia y equipo del Programa de
Justicia Juvenil Restaurativa). - Infraestructura básica, diferenciados para adolescentes.

- Un Protocolo para la atención de los adolescentes. El módulo es parte de un concepto de


seguridad integral del adolescente, que en el marco de la justicia juvenil restaurativa persigue
los siguientes fines:
- Prevenir y evitar autoagresiones del adolescente detenido

- Resguardar al adolescente de presiones y agresiones por parte de otros adolescentes o


adultos detenidos. - Brindar seguridad a todo el personal técnico y profesional encargado de
la custodia y atención de los adolescentes.

- Prevenir y evitar evasiones.

- Brindar seguridad a las víctimas y a los testigos del caso.

LA REMISIÓN
El Código de los Niños y Adolescentes (Ley 27337), señala que la Remisión “es una medida
que puede disponer el Fiscal cuando se trata de una infracción a la ley penal que no revista
gravedad y el adolescente y sus padres y/o adultos responsables se comprometan a seguir
programas de orientación supervisados por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables25 o las instituciones autorizadas por éste y, si fuera el caso, procurará el
resarcimiento del daño a quien hubiere sido perjudicado”.

Por lo tanto la Remisión es una alternativa legal, educativa y social, que prioriza frente al
proceso judicial sancionador, el desarrollo integral del adolescente. De acuerdo al Código de
los Niños y Adolescentes, “antes de iniciarse el procedimiento judicial, el Fiscal podrá
conceder la Remisión como forma de exclusión del proceso. Iniciado el procedimiento y en
cualquier etapa, el Juez o la Sala podrán conceder la Remisión, importando en este caso la
extinción del proceso (Artículo 228)”. En ambos casos los requisitos son los mismos y evita la
estigmatización del adolescente.

Bajo una perspectiva de derechos y desarrollo integral, busca que el adolescente tome
conciencia del hecho cometido, asuma la responsabilidad del mismo y repare el daño.
Restablece relaciones de confianza y previene la reincidencia por parte del adolescente. En
ese sentido, evalúa para su implementación los determinantes familiares y sociales que
permiten optar por esta alternativa, en el entendido que el adolescente requiere de una red
social de servicios que contribuya a garantizar este proceso.

La víctima
La Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y
del abuso de poder de la Organización de las Naciones Unidas26, la define como tal a las
“personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o
mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos
fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal
vigente en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder”.

En ese sentido, le corresponde el acceso a los mecanismos de la justicia y la pronta reparación


del daño, mediante procedimientos “oficiales u oficiosos que sean expeditos, justos, poco
costosos y accesibles”, incluidos “la mediación, el arbitraje y las prácticas de justicia
consuetudinaria o autóctonas, a fin de facilitar la conciliación y la reparación”.

Tienen derecho a ser informadas sobre los mecanismos de resarcimiento y sus posibilidades
de obtener una reparación, así como ser escuchada y absueltas sus preocupaciones e
informada sobre el estado de las actuaciones en este campo.

El resarcimiento a cargo del autor del hecho punible, comprenderá cuando menos, la
reparación integral del daño, tanto en los aspectos materiales como la devolución de los
bienes o el pago por los daños o pérdidas sufridas, el reembolso de los gastos realizados como
consecuencia de la victimización, la prestación de servicios y la restitución de derechos, así
como los emocionales (disculpa). La víctima no puede quedar desamparada ante el daño
causado, por ello, se prevé que reciban contención emocional “la asistencia material, médica,
psicológica y social que sea necesaria”, así como la disponibilidad de servicios sanitarios y
sociales debidamente capacitados y receptivos a las necesidades de las víctimas, quienes
requieren una ayuda rápida y eficaz.

ANALISIS
• Sin lugar a dudas, la delincuencia juvenil es un fenómeno muy representativo desde el siglo
pasado, la delincuencia juvenil es uno de los problemas criminológicos que crece cada día
más, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero; es una de las acciones
socialmente negativas que va a lo contrario fijado por la ley y a las buenas costumbres
creadas y aceptadas por la sociedad.

• Definir lo que constituye delincuencia juvenil resulta ciertamente problemático. Mientras


en algunos países la delincuencia juvenil es una calificación que se obtiene de aplicar
definiciones del Código Penal cuando esas infracciones son cometidas por menores de edad,
en otros, la delincuencia juvenil incluye una gran variedad de actos en adición a los que se
encuentran enumerados en sus leyes de fondo. De tal suerte, las figuras estadísticas de
ciertos países se encuentran artificialmente abultadas en lo que respecta a la delincuencia
juvenil, mientras que en otros no reflejan esas figuras, sino un limitado número de conductas
desviadas

• El Perú confronta desde hace varios años, problemas económicos y sociales que afectan a
los estratos más vulnerables de la población, en especial la madre y el niño. Así podemos
señalar el incremento acelerado y desorganizado de la población frente a servicios básicos
deficitarios, un aumento en el costo de vida en desmedro del poder adquisitivo, el
incremento de la tasa de desempleo y subempleo, la desintegración familiar y el terrorismo;
problemática que se ve reflejada en los llamados por la UNICEF como "Menores en
circunstancias Especialmente Difíciles", como son los niños de la calle, víctimas de violencia
armada, niños trabajadores, maltratados, infractores, etc.

• Las deficientes condiciones de vida agravada por la existencia de familias con prole
numerosa y abandonados por el padre, impulsan a muchos niños a trabajar.

• Los adolescentes infractores poseen una personalidad marcada por la marginación, el


abandono afectivo, las carencias económicas y culturales y el maltrato en general, lo cual lo
convierte en una persona impulsiva, rebelde, resentida, influenciable e insegura, siendo
vulnerable a los múltiples estímulos que la calle ofrece, lo que le permitirá "integrarse" y
cubrir necesidades afectivas insatisfechas. Es así que comienzan a probar licor y otras drogas
como marihuana y terokal, para luego probar drogas más fuertes como PBC, consumiéndolas
muchas veces para "darse valor" en la comisión del delito, y la falta de la misma, con la
ansiedad que esto les causa, será una de las causas para agenciarse de dinero rápidamente,
a través del delito. Ante este preámbulo se dice que la PNP en su función de investigación
debe, inclusive por propia iniciativa, tomar conocimiento de las presuntas infracciones y dar
cuenta inmediata al Fiscal, sin perjuicio de realizar las diligencias de urgencia e
imprescindibles para impedir sus consecuencias, individualizar a sus autores y partícipes,
reunir y asegurar los elementos de prueba que puedan servir para la aplicación de la ley
penal. Similar función se desarrolla cuando se trata de infracciones sujetas al ejercicio privado
de la acción. El personal policial que realice funciones de investigación está obligado a apoyar
al Ministerio Público para llevar a cabo la Investigación Preparatoria. Ante la captura del
adolescente, la Policía deberá tomar las siguientes medidas: Debe dar aviso inmediato a sus
padres, tutores o responsables, según sea el caso; seguidamente al Fiscal y al abogado
defensor, indicándoles el motivo de la captura, el lugar donde se encuentra el adolescente y
la dependencia policial o módulo especializado donde es conducido, en caso de no haberlo
llevado directamente a dicho lugar. Una vez ubicados en el módulo especializado o el que
haga sus veces, debe asignar un efectivo especializado en adolescentes para las labores de
custodia, redacción del acta policial y reconocimiento médico legal El personal policial no
puede informar a los medios de comunicación acerca de la identidad de los adolescentes
imputados o de cualquier menor de edad involucrado en la presunta infracción. En ningún
caso el adolescente puede ser identificado o expuesto en los medios de comunicación u otras
personas ajenas al proceso. Para estos fines se considera información referida a la identidad:
el nombre, apodo, filiación, parentesco, residencia y cualquier otra forma por la que se le
pueda individualizar. La obligación de reservar la identidad del adolescente es de
cumplimiento para todo servidor civil, así como para los medios de comunicación durante el
desarrollo del proceso o el cumplimiento de algunas de las medidas socioeducativas. La
misma reserva se debe guardar respecto a los menores de edad que fueren testigos o
víctimas del hecho investigado. Asimismo, las obligaciones de jueces, fiscales y policías deben
informar sobre los derechos del adolescente En resumen la Policía Nacional del Perú es un
órgano especializado que también interviene exclusivamente en aquellas causas en las que
el imputado es un adolescente, para ello debe de estar debidamente capacitada para el
tratamiento de adolescentes, en base a los principios de la protección integral de derechos y
el enfoque de género, (en cuanto a documentos y plazos).

• Por lo que deberá remitir a la sede fiscal el informe policial del adolescente que contiene
las investigaciones cuando el fiscal decida formalizar denuncia, en un plazo máximo de 18
horas de producida la retención del adolescente, siempre que así hubiere sido previamente
dispuesto por el Fiscal.

• Remitirá a la sede fiscal, el informe policial del adolescente que tienen la calidad de citado,
en un plazo máximo de 15 días.

• Procederá a trasladar al adolescente a sede fiscal, cuando el Fiscal de Familia o Mixto


formalice la denuncia del adolescente y previa coordinación.

• Concluirá la intervención policial con la presentación del informe y el traslado del


adolescente a la sede fiscal dentro del plazo de ley.
PANDILLAJE PERNICIOSO

El pandillaje pernicioso en nuestro país es un gran problema con el cual convivimos en la


actualidad; día a día crece el número de pandilleros. Este problema se ha convertido aún más
crítico desde que niños y adolescentes están expuestos a la infinidad de riesgos que existen
en las calles, problema que ya está teniendo consecuencias en nuestra sociedad.

La niñez y la Adolescencia son el futuro de un país. Los principales indicadores en materia de


niñez y adolescencia son referentes básicos del progreso logrado por un país y de sus
posibilidades futuras.

La Constitución Política del Perú de 1993 establece en su Artículo 4° que "La comunidad y el
Estado protegen especialmente al niño y al adolescente". Contamos también con un Código
de los Niños y Adolescentes varias veces modificado en un intento de lograr eficacia en la
mejora de su situación, así como con un marco legal extenso.

Pese a la existencia de estas leyes, así como algunos importantes esfuerzos realizados por las
instituciones estatales y de la sociedad civil, la realidad actual nos devuelve una imagen
preocupante sobre la situación de la niñez y adolescencia de nuestro país y nos recuerda que
tenemos con ellos una importante tarea social.

Es indudable que se requiere de un trabajo sostenido y articulado, así como una inversión
consistente y suficiente para modificar los indicadores sobre la situación de la niñez y
adolescencia en el Perú.

OPINIÓN SOBRE LA APLICACIÓN EN EL CAMPO JURÍDICO

En los últimos años, los avances tecnológicos han sido de gran importancia para el hombre y
la sociedad, siendo una realidad en la actualidad.
La aplicación de la Informática en el campo jurídico es de esencial importancia ya que su
influencia es directa y de total uso para el ejercicio del Derecho, sin textos sistemáticos,
racionales, críticos y verídicos no habría un original y legítimo derecho en la sociedad.

Si no nos encontramos al nivel del mundo tecnológico, no tendríamos un efectivo desarrollo


humano y avance científico, concurriendo esto también en la vida educacional e instructiva
de las personas.

Las tecnologías de la información, actualmente son elementos fundamentales para el


desarrollo de un país, por ello, la ventaja competitiva se puede lograr con el uso más eficiente
de ésta, teniendo cuidado de no traspasar las fronteras de la realidad social de la comunidad
que el Derecho regulara y saber cuál es su alcance global en nuestro país.

PANDILLAJE PERNICIOSO
I. DEFINICIÓN:
Se considera pandilla perniciosa al grupo de adolescentes mayores de 12 (doce) años y menores
de 18 (dieciocho) años de edad que se reúnen y actúan en forma conjunta para lesionar la
integridad física o atentar contra la vida, el patrimonio y la libertad sexual de las personas, dañar
bienes públicos o privados u ocasionar desmanes que alteren el orden público. (Código de los
Niños y Adolescentes)

A. INFRACCIÓN:
Al adolescente que, integrando una pandilla perniciosa, lesione la integridad física de las
personas, atente contra el patrimonio, cometa violación contra la libertad sexual o dañe los
bienes públicos o privados, utilizando armas de fuego, armas blancas, material inflamable,
explosivos u objetos contundentes, cuya edad se encuentre comprendida entre doce (12) y
catorce (14) años de edad se le aplicará las medidas de protección previstas en el presente
Código. Tratándose de adolescentes cuya edad se encuentre comprendida entre más de
catorce (14) y dieciséis (16) años se aplicará la medida socio-educativa de internación no
mayor de cuatro (4) años; y, en el caso de adolescentes cuya edad se encuentre comprendida
entre más de dieciséis (16) años y dieciocho (18) años, se aplicará la medida socio-educativa
de internación no mayor de seis (6) años”.
B. INFRACCIÓN LEVE:
Al adolescente mayor de catorce (14) años que, integrando una pandilla perniciosa, atenta
contra el patrimonio de terceros u ocasiona daños a bienes públicos y privados, se le aplicará
las medidas socio-educativas de prestación de servicios a la comunidad por un período
máximo de seis (6) meses.”

C. INFRACCIÓN AGRAVADA:
Si como consecuencia de las acciones a que se refiere el artículo 194, se causara la muerte o
se infringieran lesiones graves a terceros o si la víctima de violación contra la libertad sexual
fuese menor de edad o discapacitada, y la edad del adolescente infractor se encuentra
comprendida entre doce (12) y catorce (14) años se aplicarán las medidas de protección
previstas en el presente Código.

Tratándose de adolescentes cuya edad se encuentre comprendida entre más de catorce (14)
y dieciséis (16) años se aplicará la medida socio- educativa de internación no menor de tres
ni mayor de cinco años; y, en el caso de adolescentes cuya edad esté comprendida entre más
de dieciséis (16) años y dieciocho (18) años, se aplicará la medida socio-educativa de
internación no menor de cuatro ni mayor de seis años.”

D. MEDIDAS PARA LOS CABECILLAS:


Si el adolescente mayor de catorce (14) años pertenece a una pandilla perniciosa en
condición de cabecilla, líder o jefe, se le aplicará la medida socio-educativa de internación no
menor de tres años ni mayor de cinco años.”

E. CUMPLIMIENTO DE MEDIDAS:
El adolescente que durante el cumplimiento de la medida socio-educativa de internación
alcance la mayoría de edad será trasladado a ambientes especiales de un establecimiento
penitenciario primario a cargo del Instituto Nacional Penitenciario para culminar el
tratamiento.

F. RESPONSABILIDAD DE PADRES O TUTORES:


Los padres, tutores, apoderados o quienes ejerzan la custodia de los adolescentes que sean
pasibles de las medidas a que se refieren los artículos anteriores serán responsables
solidarios por los daños y perjuicios ocasionados.
G. BENEFICIOS:
El adolescente que se encuentre sujeto a investigación judicial, o que se hallare cumpliendo
una medida socio-educativa de internación, que proporcione al Juez información veraz y
oportuna que conduzca o permita la identificación y ubicación de cabecillas de pandillas
perniciosas, tendrá derecho a acogerse al beneficio de reducción de hasta un cincuenta por
ciento de la medida socio-educativa que le corresponda.

H. CÓDIGO PENAL:
Al Delito de Pandillaje Pernicioso, nuestro ordenamiento penal lo define: El que participa en
pandillas perniciosas, instiga, induce a menores de edad a participar en ellas, para cometer las
infracciones previstas en el Capítulo IV del Título II del Libro IV del Código de los Niños y
Adolescentes, así como para agredir a terceras personas, lesionar la integridad física o atentar
contra la vida de las personas, dañar bienes públicos o privados, obstaculizar vías de
comunicación u ocasionar cualquier tipo de desmanes que alteren el orden interno, será
reprimido con pena privativa de la libertad no menor de diez ni mayor de veinte años. La pena
será no menor de 20 años cuando el agente:

a. Actúa como cabecilla, líder, dirigente o jefe.


b. Es docente en un centro privado o público.
c. Es funcionario o servidor público.
d. Induzca a menores a actuar bajo los efectos de bebidas alcohólicas o drogas.
e. Suministre a los menores, armas de fuego, armas blancas, material inflamable, explosivos
u objetos contundentes.

Definición según el Art. 148-A-Instigación o participación en pandillaje pernicioso, del Código


Penal, modificado por el Decreto Legislativo Nº 982 del 22 de julio del 2007, así como por del
Decreto Legislativo 990 que modifica la Ley Nº 27337 - Código de los Niños y Adolescentes,
referente al pandillaje pernicioso, cuando hay intervención de adolescentes; como se puede ver
el presente tipo penal sanciona drásticamente el delito de pandillaje pernicioso, pero en los
últimos años la realidad es adversa, casos de pandillaje pernicioso se han incrementado.

II. CAUSAS:
Las causas principales que llevan a que un joven se integre a una pandilla son el abandono
familiar y el desempleo. Por un lado, la familia, al dejar de lado al joven, hace que su
autoestima disminuya y por esto, se resienta con la sociedad, pues ve como principal culpable
de su situación. Por otro lado, la poca estabilidad laboral provoca que el joven busque los
recursos económicos de una manera ilícita. Por esta razón, se integra a las pandillas donde
todos comparten problemas similares.

En este problema, las principales causas sociales que provocan el pandillaje son las siguientes:

1. La Familia y la Educación:
En primer lugar, la familia juega un rol muy importante, pues los integrantes de una
pandilla suelen proceder de hogares en crisis o destruidos totalmente o parcialmente
por parte de los padres, donde sus necesidades materiales o afectivas no son
atendidas para un adecuado desarrollo personal. En segundo lugar, la educación
brinda al joven los valores necesarios para contribuir al buen camino y así, no caer
en el pandillaje.

En el plano familiar, porque son excluidos de ser parte de una familia integrada en la
que la unidad familiar esta fraccionada y la comunicación entre sus miembros,
mutilada, completando una disfuncional dinámica familiar desde antes del
nacimiento de algunos de ellos(as) por ser hijos(as) no deseados de sus padres.

Están excluidos del sistema educativo, algunos nunca han asistido, otros han
desertado y muchos de ellos han terminado la secundaria sin ver en ello ninguna
utilidad para su futuro.

No tienen acceso al mercado laboral por encontrarse en una situación de desventaja


e incompetencia, carentes de capacitación, experiencia y formación técnico
profesional.

Desconocimiento de sus deberes y derechos como persona, el ejercicio de la


ciudadanía y su participación en el desarrollo local.

Desinformación de sus derechos sexuales y reproductivos, el ejercicio sexual


responsable, la prevención frente a las enfermedades de transmisión sexual y SIDA.

2. Económicas:
Por otro lado, existen también causas económicas que provocan el pandillaje que son
las siguientes: la pobreza y el desempleo
a. La Pobreza

En primer lugar, la pobreza causa que los jóvenes tengan carencia de bienes
es por esta razón que en las pandillas encuentran dinero fácil por medio de
robos, distribución y venta de drogas.

b. El Desempleo

En segundo lugar, el desempleo, complementa la pobreza, pues al trabajar


ilícitamente en las pandillas se gana mucho dinero con la venta de drogas.

Se Considera que la "pandilla juvenil" debido a todos los elementos que ínter
lazados producen el caldo de cultivo que alimentan el espiral de violencia.

Si bien la pobreza no es justificación para la existencia de las pandillas, esta


situación si contribuye con ello.

El 60% de las pandillas registradas por la policía proceden de hogares que carecen de
condiciones mínimas de vivienda y en un alto porcentaje han abandonado sus
estudios por la falta de recursos económicos o la desintegración familiar.

Esta población pertenece a los grupos socio-económicos C, D y E. Además, los padres


de familia, en un buen porcentaje tienen un bajísimo nivel educativo y la tasa de
crecimiento supera el 3.0 %.

3. El Ambiente Social:
Aunque todos, o gran parte de los problemas sociales, tienen origen en la familia por
ser esta la base de la sociedad o incluso siendo más radical con esta posición se puede
desprender la hipótesis de que el origen de los problemas sociales está en sus propios
protagonistas que al no saber conducir bien sus vidas se convierten en un problema
no solo para ellos mismos sino también para la sociedad que tiene que cargar, con lo
que, siendo coherentes con esta hipótesis, serian inútiles sociales.

El individuo existe en tanto como ser social y producto también de la sociedad, ni de


la responsabilidad familiar (la familia, con sus roles y costumbres es un productos
cultural, social y político) al referimos a un problema social ya no estamos haciendo
referencia a la situación de un hogar en particular sino a la relación de estos con el
conjunto de hogares dentro de un marco Político, Cultural y Económico. La
desintegración familiar y una de sus consecuencias, las "Pandillas", deben ser
tratados como problemas sociales porque cuando los problemas entre esposos y/o
hijos son cotidianos y comunes al conjunto de hogares se transforman en problemas
sociales no solo porque pongan en peligro la integridad de la sociedad sino porque la
solución escapa del ámbito exclusivamente de la familia. "La violencia con todas sus
variantes y sus implicancias o impactos sociales, políticos, económicos y educativos,
como uno de los problemas de Salud Pública, Psicológica y Psicosocial más críticos
del momento actual". Se debe declarar el problema de las "pandillas Juveniles" como
un Problema de Salud Pública. (Trasciende a sus eventuales protagonistas: los
adolescentes que se convierten en una suerte de víctimas y victimarios). Intentar
poner solo acento en la familia o en el individuo es como si intentáramos dividir el
cuerpo del alma. (Individuo + familia + sociedad esta trilogía con historia, cultura,
costumbres, valores, temores y sueños conforman al ser humano) Por ello son un
conjunto de elementos que ínter lazados producen el caldo de cultivo para que
existan las "Pandillas" y si es que desde la sociedad y el estado no se da un conjunto
oportunidades (como combatir el machismo, controlar la venta ilícita de drogas y
reglamentar controlar la venta de drogas licitas como el alcohol, hacer cumplir las 8
horas de trabajo, mejorar los contenidos curriculares y las metodologías de las
escuelas públicas, Etc.) que pueden ser aprovechadas por los familiares e individuos
para generar un ambiente propicio para la solución armónica de sus problemas solo
se hará un reducido porcentaje de hogares que se salven de la tormenta. Allí estarán
los liberales junto a ellos para anunciar que lo hicieron por si solos, sin la ayuda del
Estado y de la Sociedad y que por lo tanto tienen la razón cuando afirman. "El
Problema está en la Familia y en los propios individuos". En el contexto actual el tener
una familia saludable es un reto y es hasta anormal pues la norma siempre la
imponen las mayorías y lo que es habitual.

Para las mayorías y lo que es habitual es la violencia, la falta de dialogo y la infidelidad,


en el que hacer familiar, este es el modelo real de familias, lo otro es ir a contra
corriente, por ello para muchos empresarios la familia es vista como el principal
distractor.
Excluidos de la recreación, el deporte y la cultura. Esta marginalidad social tiene
consecuencias funestas. Un joven excluido socialmente es un joven marginado de
oportunidades para su desarrollo personal y familiar.

Un marginado social es un resentido social, potencial futuro infractor de las leyes,


normas y reglamentos de la buena convivencia que a la postre afecta la seguridad
ciudadana y cultura de paz en nuestra localidad.

Esta múltiple exclusión social contribuye a crear una sub-cultura juvenil con sus
propias normas, valores, conductas y expresiones de vida en la que se impone como
practica el ejercicio de la violencia.

Por lo general estos adolescentes y jóvenes sienten que la sociedad poco o nada
puede ofrecerles para solucionar sus necesidades o aspiraciones; y lo peor; es que
muchos de ellos no se sienten parte de ella. Por ello, la sociedad entendida esta con
sus instituciones y ciudadanos, tiene la obligación de incorporar, resocializar y
reorientar estas conductas para afirmar los derechos y la participación de todos y
todos en la construcción de una cultura de paz en nuestra comunidad.

4. La Necesidad de Pertenencia:
Uno de los elementos de las "pandillas" es este sentido de pertenencia, que se
desarrolla en su interior, esto cubre una necesidad muy importante en el adolescente
porque como hemos visto provienen principalmente de familias donde por la
desintegración ellos sienten o son excluidos de este espacio. Por tanto, necesitan
mucho más que otros adolescentes un espacio del cual se sienten apoyados.

"Las Pandillas Juveniles, por ejemplo, existen porque ofrecen un sentido de


pertenencia y de identidad a los jóvenes y permite el afecto y la comunicación entre
ellos".

Es importante señalar que para muchos adolescentes y jóvenes la Pandilla aparece


como único espacio en la cual pueden estar y ser aceptados, al parecer no hay mucho
en que optar o no conocen esas otras opciones.
La "pandilla" aparece entonces como la única opción para estos adolescentes, en su
interior no encontrara más "criticas" ni "señalamientos" se sentirá aceptado y su un
día quiere salir la presión del grupo se dejará sentir, pero no más fuerte que la presión
de la sociedad que por temor y prejuicios lo identificara como aquel cruel pandillero.
Por un lado, le dicen: "salte de las pandillas" pero en la práctica cuando intenta salir
de las pandillas y acudir a los espacios socialmente aceptados la sociedad les grita:
"Que haces tú acá... vuelve a tu lugar".

5. La Desintegración Familiar y Malas Amistades:


Entendiendo a esta no como la separación y/o el divorcio de los padres sino a la
descomposición de las relaciones entre los miembros de una familia originando un

conjunto de disputas y conflictos irresueltos y/o mal resueltos en su interior,


produciendo la carencia de proyectos comunes entre los integrantes de una familia.

Los "integrantes de las pandillas" son los más sensibles y afectados por la
desintegración familiar; esto es porque ellos admiran a sus padres, principalmente a
la madre, recordemos a aquellas frases que pintan en las paredes de las Av. "Dios, mi
madre... y (el equipo preferido) son lo más grande que hay". Aunque es
contradictorio con su comportamiento la pérdida de autoridad de los padres con
estos adolescentes y jóvenes es evidente y en que las broncas se suelen mentar la
madre parece contradictorio con admirar y despreciar al mismo tiempo, pero a veces
se ataca donde más duele.

Es necesario profundizar más en esto, tener la seguridad si admiran a sus padres


reales o ideales, es decir a aquellos padres que desean pero que quizás nunca
tuvieron o dejaron de tener en algún momento transformándose en lo que son en la
actualidad esas personas que están a su "cargo" que llevan sus mismos apellidos y
sangre pero que han priorizado otras "cosas" olvidándose de repente que tienen
hijos, observemos lo que sucede con los equipos favoritos, los insultos a los jugadores
del equipo hincha son comunes a pesar de que se dicen seguidores del equipo, de
esta misma forma insultan a sus padres aunque dicen amarlos.
Es la principal causa para que los adolescentes y jóvenes se integren a las pandillas.
La familia como institución básica de la sociedad está en crisis; hay un alto porcentaje
de separaciones y abandono familiar. Por otro lado, la ausencia de los padres,
empujados por la crisis a dedicar más tiempo a la obtención del ingreso familiar,
genera un vacío que la sustitución de la crianza de los hijos por otros familiares o
conocidos no pueden llenar.

Las presiones económicas obligan a ampliar los horarios de trabajo y a eliminar los
momentos dedicados a la integración familiar, la afectividad y la recreación entre
padres e hijos, elementos importantes en su formación. Este estado de abandono
familiar y moral en diferentes grados y formas, algunos de ellos violentos y
traumáticos, contribuyen a que los jóvenes padres y adolescentes que proceden de
estos hogares sean fácilmente captados por la pandilla, en las que encuentran el
apoyo, la afectividad, identificación y referencia grupal que no encuentran en su
propio entorno familiar.

Una encuesta realizada a escolares de secundaria (INEI) es ilustrativa y coincidente


con esta opinión.

Prácticamente todas las respuestas ubican al hogar como el espacio clave para la
formación de los hijos. Los adolescentes consideran primordial el aspecto formativo
que se da dentro del hogar, que exista un entorno cálido, de comprensión entre los
miembros; cuando esto no existe el adolescente comienza a sentirse marginado, no
siente la seguridad que es básica a su edad. Por ello, se refugia en grupos que, aunque
destructivas, lo hace sentirse miembro de algo, como un paliativo a su soledad.

La referencia a malas amistades seria consecuencia de una formación familiar que no


tiene los valores apropiados que le permitan diferenciar lo bueno de lo malo, lo
correcto de lo incorrecto, es decir, cuando la formación del hogar es inapropiada, el
joven se vuelve vulnerable a agentes externos que no lo benefician en nada.

En el Perú la población desempleada comprendida entre los 14 a 24 años de edad de


13,1% mientras que la subempleada llega al 49.9% (INEI, proyección 1999). Es decir
63% de nuestros jóvenes están desempleados o subempleados.
Si para el común de los jóvenes es difícil conseguir un empleo, para quienes están
involucrados en pandillas, esas resultan mucho más complicado, pues están en
desventaja frente a los demás, debido a su menor nivel educativo y menores
capacidades y habilidades; esto sin considerar la carencia de recomendaciones
"imagen personal" y los prejuicios y desconfianza que generan en sus potenciales
empleadores. Por otro lado, debido a su aislamiento social, no tienen acceso a
participar en programas de empleo juvenil, como "PROJOVEN". Esta situación es
percibida por los jóvenes integrantes de pandillas cuya demanda principal es la
necesidad de un empleo. Cuando se les pregunta a ellos, a sus familiares o a la gente
de su barrio por que realizan actos violentos, la respuesta más común atribuye a la
"ociosidad" como la motivación principal.

Es evidente, entonces, que un tratamiento integral al pandillaje tiene que contemplar


alternativas orientadas a promover el empleo y la formación técnico laboral de estos
jóvenes para incorporarlos adecuadamente a la sociedad.

6. La Desocupación y El Empleo:
Después de más de diez años de violencia social en nuestro país, las nuevas
generaciones han crecido en una sociedad que ha convivido con la muerte y
destrucción y principalmente, con la pérdida del respeto a la vida; el desprecio a la
autoridad y las leyes; al derecho de los demás, ideas y actitudes que promovieron
tanto los grupos subversivos como la guerra sucia desde el estado.

En las familias, la violencia contra la mujer y los hijos, se han incrementado


dramáticamente. El maltrato y abuso sexual infantil y adolescente tiene como sus
principales abusadores a los propios miembros de la familia.

Las DEMUNAS tienen entre sus principales casos de atención, la demanda de


alimentos y el maltrato físico y psicológico. Estas situaciones marcan la vida de
nuestros niños y adolescentes, predisponiéndoles para soportar o descargar
violentamente los traumas que llevan dentro en quienes consideran más débiles o
vulnerables.
7. La Pérdida de Valores y Habilidades Sociales:
El amor, el respeto, la veracidad y la honradez son valores que tienen cada vez menos
vigencia al interior de las familias y la comunidad. Por otro lado, no se promueve
habilidades sociales como la autoestima, la toma de decisiones y el asertividad. Esto
explica porque los jóvenes integrantes de pandillas tienen poca valoración de su
persona y expresan sentimientos de destrucción recogidos casi siempre de su ámbito
familiar: no tiene sentido de responsabilidad y generalmente, el desacierto y
desatino caracterizan sus decisiones, pues carecen de espacios de dialogo y
comunicación para discutir sobre sus necesidades o intereses y afrontar sus
problemas personales o las situaciones que se presentan dentro del hogar.

8. La Emoción por la Violencia


Desde el punto de vista del factor psicológico, se considera a la adrenalina;
composición psicobioquimica que impulsa a los jóvenes integrantes de pandillas a la
búsqueda de nuevas sensaciones y emociones placenteras en sus aventuras y
"guerras" callejeras.

Un pandillero explica "sentimos temor a que nos pueda suceder algo grave y al
mismo tiempo un gusto y placer de querer atrapar a alguien de otro bando y
convertirlo en nuestro trofeo de guerra (banderas, polos, zapatillas, meterle cuchillo,
etc.). Explicación que desnuda la motivación por afrontar los peligros, las conductas
temerarias, jugar con la muerte; una verdadera catarsis que permite liberación
emocional de sus tensiones y frustraciones, se tiene sentimientos de pena y dolor
cuando hay víctimas o heridos entre sus miembros.

Los investigadores de las conductas humanas siempre han unido la violencia, con el
sexo y alcohol para explicar los fenómenos juveniles.

A diferencia de otros fenómenos, en la "pandilla" cambien se conjugan esos


elementos. Pero, para el caso especificó del "guerreo" principalmente se consume
alcohol, estimulante poderosa y eufórico que les llena de valor.
III. TIPOS:

a. Las de Barrio:
Son agrupaciones que actúan en un determinado espacio territorial o barrio.
Estas pandillas pueden ser:

b. Las Guerreras. - Sus miembros se dedican exclusivamente al "guerreo" al


enfrentamiento con las pandillas rivales de la zona para dirimir superioridad y
control del espacio territorial.
c. Infractoras y Delincuenciales. - Cuando, además del "guerreo", una parte de sus
integrantes o todos adoptan conductas infractoras o delictivas, específicamente,
el robo y asalto callejero.

d. Las Barras Bravas:


Aparecen violentamente en los clásicos U – Alianza o en los partidos
trascendentales del campeonato profesional. A su interior se confunden jóvenes
integrantes de pandillas de diferentes lugares que dejan de lado la identidad
territorial o de grupo para adoptar una identidad común en los colores del club
que los identifica. Aquí se produce un fenómeno que se conoce como de "doble
o triple identidad" pues los integrantes de una pandilla de barrio pueden
pertenecer al mismo tiempo a una barra brava y a la mancha escolar de su
colegio. Sin embargo, en el barrio se da un fenómeno inverso, ahí lo que manda
es el territorio, el barrio y jóvenes que son hinchas de Alianza o la U,
principalmente se adhieren "militantemente" a lo que su pandilla decide,
dándose el hecho curioso de muchachos que actúan en la barra contraria al club
de su simpatía.

e. Las Manchas Escolares:


Son agrupaciones conformadas por los alumnos de los principales colegios que
se enfrentan, ocasionalmente, en las principales avenidas de su distrito.

El liderazgo de las manchas escolares ejercido por los líderes de pandilla de barrio
y aunque los enfrentamientos entre estos grupos han disminuido, su presencia
en los colegios es aun fuerte.
Esto se puede observar en las pintas de paredes y servicios higiénicos de
prácticamente todos los centros educativos estatales de nivel secundario del
distrito.

f. Las Pandillas Femeninas:


La presencia femenina en el pandillaje es cada vez más notoria, tanto en el
interior de la pandilla como en los espacios y actos en que estas actúan. Su
participación es múltiple: "guerrean" junto con los varones; auxilian a los heridos
en los enfrentamientos a modo de "socorristas"; o actúan como "soplonas"; las
que llevan y traen amenazas de mensaje, desafíos o burlas de grupo enfrentados;
alertan de posibles ataques o "mandan al desvió".

Muchos de ellos están involucrados sentimentalmente con integrantes de


pandillas formando parejas, mientras que otros se relacionan con ellos en los
espacios de encuentros de los grupos afirmando así amistades o identificaciones
con el grupo. Finalmente, los más independientes han formado sus propias
agrupaciones actuando autónomamente en grupos conformados solo por
mujeres.

IV. PANDILLAJE PERNICIOSO EN EL PERÚ:

En el Perú el pandillaje es uno de los principales problemas. Se inició hace más de 10


años a raíz de problemas familiares, que causa la rebeldía en los adolescentes jóvenes
(pandilleros); problemas económicos, lo que los lleva a la delincuencia (robo, asalto
a mano armada, agresión física, daños a bienes públicos y privados, violación, etc.).
Los integrantes de las pandillas presentan diversos problemas en su salud y, a la vez
causan diversos problemas en nuestra sociedad.

A decir de Villegas Alarcón Francisco, 1990, páginas 19-20; en su Artículo “Principales


Consecuencias del Pandillaje” publicado en la página web de la Pontificia Universidad
Católica del Perú – PUCP en el año 2006. Las pandillas están conformadas por
adolescentes y jóvenes que buscan experimentar diferentes comportamientos
sociales, pero no son delincuentes; las agresiones físicas que cometen son contra
otras pandillas que comparten su misma mentalidad, más casi nunca a terceras
personas. Por otro lado los pandilleros pueden llegar a formar las tan temibles
“BARRAS BRAVAS”, los cuales son aficionados a algún equipo de fútbol, (hinchas,
partidario entusiasta de un equipo deportivo, simpatizantes de clubes como
Universitario de Deportes, Alianza Lima, Sport Boys, Sportin Cristal, etc.) cuya
ceremonia es vestida de violencia; la realidad de la problemática del Pandillaje
pernicioso en Lima, y conos constituye una situación crítica por la presencia de este
fenómeno social, que sus integrantes transgreden el ordenamiento penal, afectando
gravemente el bien jurídico protegido como la vida, bienes públicos o privados,
obstaculización de vías de comunicación, ocasionan cualquier tipo de desmanes, que
alteran el orden interno, es así hace pocos tiempo ha ocurrido la muerte de un hincha
de Universitario de Deportes, el Pandillaje Pernicioso que se desarrolla en Lima son
porque existen organizaciones de pandillas definidas con cabecillas, líderes o jefes y,
barras bravas que lesionan el bien jurídico protegido y; hay enfrentamientos entre
pandillas los fines de semana, sábados y domingos con ocasión de fiestas chicha, en
polladas (en diferentes locales situados en la Carretera Central y otros centros de
diversión de Lima), antes y después de los partidos de futbol profesional que se
protagonizan en el estadio Monumental del Club Universitario de Deportes, ubicado
en la parte final de la Prolongación Javier Prado del Distrito de Ate Vitarte, entre los
límites de la Urb. Mayorazgo del distrito de La Molina, el Estadio de Alianza Lima
ubicado en la Victoria y en otros. Estas personas generan violencia, antes, durante y
después del partido en las afueras de los estadios, asaltando a los transeúntes y
creando destrozos en todo tipo de propiedades; sin embargo, en la realidad también
agreden a terceras personas como a bienes públicos y privados, infringiendo la ley
penal, que en derecho penal se denomina menores infractores de la ley penal, dado
la menoría de edad son sujetos inimputables.

Como menciona Gabriel Prado, en su artículo “Definición y Causas del Pandillaje”


publicado en la página web de la Pontificia Universidad Católica del Perú – PUCP, año
2006: “Las pandillas no son exclusivas de los sectores C y D. Puede que tenga maneras
diferentes de expresar violencia, pero ocurre en todos los lados”. Otra causa que otro
joven o niño pertenezca a una pandilla tiene que estar relacionado con la crianza que
le dan los padres desde pequeños, ya que los que pertenecen a estos grupos,
generalmente son personas que no han recibido afecto, cariño físico ni han sentido
la pertenencia de una familia. Además, han crecido en un hogar donde,
frecuentemente, había violencia en donde el padre, seguramente consumía alcohol,
usaba un lenguaje vulgar, no trataba con normas de cortesía y utilizaba la violencia
contra su hijo como castigo por haber hecho algo malo. En síntesis mientras haya
violencia en la familia, en la sociedad, padres que no quieren expresar sentimientos
de cariño hacia sus hijos ni afecto mutuo, creo que el niño va a crecer con
resentimiento de rebeldía, que con el tiempo se va ir integrando a pandillas y luego
participar en pandillas perniciosas instigando o induciendo a menores de edad a
participar en ellas, que si es sujeto activo del delito de pandillaje pernicioso por ser
mayor de 18 años de edad.

La sociedad muestra en toda su crudeza frente al joven pandillero: La pobreza,


precariedad y muchas veces desintegración de la familia generan una socialización
de sufrimiento, violencia y aislamiento. La situación de pobreza generalizada del país
repercute en las familias como causante de comportamientos violentos, por la
incapacidad para satisfacer necesidades, servicios y oportunidades de trabajo. La
pobreza extrema es causante de tensión y permanente, las familias no pueden cubrir
ni siquiera sus necesidades de alimentación y la pobreza crítica no permite que las
familias puedan acceder a todos los consumos básicos creando frustración y angustia
(Gonzales de Olarte y Gonzales, 1988: 11) Las pautas de comportamiento en el seno
familiar no pueden ser coherentes y la vida cotidiana se impregna de violencia. La
agresión resultante de la tensión y frustración se transforma en conductas agresivas
contra sí mismo; alcoholismo, drogadicción, suicidio, etc. contra los hijos y la mujer.

V. CONCLUSIONES Y POSIBLES SOLUCIONES:

En conclusión, los integrantes de las pandillas, mayormente, son jóvenes con pocos
valores y maltratados provenientes de hogares destruidos, sin educación, etc. Las
pandillas están conformadas, generalmente, para una ayuda mutua entre miembros,
defender su territorio y otras más radicales para hacer actos delictivos. En nuestra
opinión, la educación y la familia, así seas pobre, son las que más influyen en la
decisión del joven para integrarse a una pandilla o seguir con una vida normal. “El
pandillaje no es solo un problema social" El Estado debe apoyar a los colegios para
que estos otorguen mejor educación en valores y así los jóvenes puedan tener mayor
autoestima y no integrarse a las pandillas tan fácilmente.

Se podría apoyar a estos jóvenes dándole trabajo comunitario en las municipalidades


para que puedan ganar dinero de formal legal y no buscarlo de una manera ilegal.

Si no se toman las medidas adecuadas para su pronta solución, este problema


causará que se incremente la violencia y delincuencia en nuestro país. Por ello,
Nuestras autoridades deben tomar las medidas pertinentes para que nuestros
jóvenes sean hombres de bien y de progreso para nuestro país.

Se debe promocionar la práctica del deporte a través de semilleros que permitan el


surgimiento de nuevos talentos.

En el ámbito social, una de las posibles soluciones está en asesorar psicológicamente


a la familia en relación con los cambios emocionales de los hijos y el rol que la
educación tiene en ellos. Esta es, principalmente importante en el desarrollo moral
e intelectual de la juventud. La educación está intrínsecamente ligada con el
desarrollo moral ya que esta prevé una mala conducta que pueda estar relacionada
con un infante o un adolescente.

Por otro lado, puede brindarse apoyo institucional a través de centros de


rehabilitación estatales y ONG’s que apliquen un reglamento basado normas de
conducta, control de sus actos y motivación. De igual manera, el trabajo comunitario
brindaría apoyo social y económico a los jóvenes que más lo necesitan, ya que,
muchas veces, la necesidad es un factor de la delincuencia

No obstante, una manera saludable de rehabilitación es el deporte, ya que brinda un


desarrollo físico y emocional. Por ejemplo, el fútbol puede brindar apoyo a través de
la creación de semillero y participación de jóvenes con problemas de conducta que
puedan desarrollar una vocación y que encuentren, en este deporte, una manera de
subsistencia, naturalmente, fomentando un nacionalismo deportivo que ayude a
prevenir situaciones conflictivas futuras.
La sociedad está en la capacidad de ayudar a estos jóvenes, solo nos falta ganas de
intentarlo, si logramos formar una unicidad entre sociedad y conducta moral, la
juventud estará orientada en buen camino.

DECRETO LEGISLATIVO 1348

El presente artículo tiene como objetivo compartir con la comunidad jurídica y sociedad en
general, algunas consideraciones generales en torno al Código de Responsabilidad Penal de
Adolescentes (en adelante CRPA), norma que marca la pauta hacia la construcción de un
Sistema de Justicia Penal Juvenil en nuestro país, con principios y enfoques que se acogen a
los estándares internacionales sobre la materia y que promueve, además, el respeto por las
garantías y derechos de los adolescentes y víctimas.

Antes de desarrollar el contenido al que se avoca este artículo, es menester advertir que el
presente constituye tan solo un documento básico que permitirá hacer un pequeño recorrido
en torno a los albores de la elaboración del CRPA, el contexto en el cual se gestó, además de
comprender algunas de sus más resaltantes características y aspectos.

Como es sabido, antes de la entrada en vigencia del Decreto Legislativo N° 1348, la regulación
del tema concerniente al adolescente infractor estaba contemplada en cerca de 30 artículos
del Código de Niños y Adolescentes (Ley N° 27337), que años más tarde fue modificada por
el Decreto Legislativo N° 1204, norma que trajo consigo cambios sustanciales en la regulación
de las medidas socioeducativas (llamadas sanciones por este Decreto). Así, las pocas
especificidades en torno al proceso a seguir frente a una presunta infracción, así como los
tipos de sanciones a imponer que contenía el Código de Niños y Adolescentes, se
encontraban reguladas junto con otro tipo de materias, tales como instituciones familiares,
adopciones, derechos y libertades de los niños y adolescentes; de modo que la temática del
adolescente infractor perdía particularidad y especialidad.

Más allá de la poca independencia -a nivel normativo- que se confería a la temática, en los
últimos años se hacía patente la falta de congruencia entre los lineamientos de la Convención
sobre los Derechos del Niño y demás estándares internacionales en materia de adolescentes
en conflicto con la ley penal con el desarrollo del procedimiento inquisitivo mixto previsto
para nuestros adolescentes infractores; así, se apreciaban sentencias de procesos judiciales
seguidos contra adolescentes infractores, en muchos casos carentes de motivación o
sustento fundados en criterios especializados, en los que muchas veces el tan mentado
principio de interés superior del niño era invocado sin desarrollar justificación alguna
respecto de la medida socioeducativa impuesta; se apreciaba además un sistema judicial que
iba optando de manera más recurrente por la internación como primera opción; así como un
carente modelo de tratamiento especializado y diferenciado para los adolescentes que se
encuentran ejecutando medidas socioeducativas.

Frente a esta situación, se desarrollaron algunas iniciativas en pro de una adecuada


intervención con los adolescentes en conflicto con la ley penal; corresponde hacer mención
a una de las más resaltantes, el proyecto para la implementación de la Justicia Juvenil
restaurativa (JJR), desarrollada desde el año 2005, por el Ministerio Público, contando con la
asistencia técnica de la Fundación Terre des Hommes Loussane y Encuentros (Casa de la
Juventud). Así, el proyecto JJR, considerando los problemas críticos del sistema de justicia
juvenil, como las detenciones arbitrarias, el maltrato y la corrupción en las comisarías, la
ausencia de defensores públicos en la detención policial, el alto número de casos
judicializados, el abuso de la detención preventiva y las medidas de internamiento, así como
la débil atención a la víctima, diseñó una estrategia de intervención con dos objetivos
importantes y complementarios: por un lado, dinamizar el funcionamiento del sistema de
justicia juvenil de acuerdo a los principios y normas establecidas a nivel nacional e
internacional; por otro lado, introducir enfoques y procesos restaurativos que tengan en
cuenta los derechos e intereses de los adolescentes, las víctimas y la comunidad.

Diez años más tarde, la Dirección General de Política Criminal y Penitenciaria del Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos, tuvo la iniciativa de impulsar un proyecto normativo
denominado “Proyecto de Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes”, iniciativa que
desde su concepción tenía visos de ambiciosa, para pasar luego a ser considerada incluso de
utópica concreción por parte de los propios participantes en su elaboración. Y es que,
teniendo en cuenta los diversos antecedentes de proyectos normativos que año tras año
eran elaborados en mesas de trabajo organizadas y/o impulsadas por diferentes instituciones
tales como el Congreso de la República, que contaron incluso con mayores condiciones para
su desarrollo, así como tiempo y dedicación exclusiva de destacados participantes, pero que,
lamentablemente, nunca vieron la luz.

Teniendo como máxima de actuación que, para todo proyecto normativo impulsado desde
la Dirección General de Política Criminal y Penitenciaria, se tenían en cuenta las fases de
elaboración, aprobación, validación final, gestión de su publicación en el diario oficial y final
seguimiento y monitoreo de su implementación; contando además con la clara y firme
convicción de que resultaba necesario impulsar este proyecto, en noviembre del 2015, se dio
inicio a la elaboración del proyecto de Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes,
labor que se desarrolló a lo largo de diversas y enriquecedoras mesas de trabajo durante el
año 2016 y culminó con su publicación, en el diario oficial, el 07 de enero de 2017, a través
del Decreto Legislativo N° 1348.

El Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes es el resultado de la labor de un grupo


de trabajo multisectorial, organizado bajo la coordinación y asistencia técnica de la Dirección
General de Política Criminal y Penitenciaria del MINJUSDH, conformado por representantes
del Poder Judicial, Ministerio Público, Defensa Pública, Policía Nacional del Perú, Centros
Juveniles de Diagnóstico y Rehabilitación, validado por representantes de sectores del
Ejecutivo vinculados a la temática, tales como el Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables, Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Ministerio de Educación y
Ministerio de Salud; así como por representantes de UNICEF en el Perú e instituciones de
sociedad civil como Terre des Hommes Loussane.

En este apartado corresponde hacer referencia al contexto en que esta norma fue gestada;
de modo que, haciendo una analogía, el CRPA tendría una partida de nacimiento en la que
figuran como padres, dos componentes determinantes, uno de gestión (política pública) y
otro legislativo-político (delegación de facultades al Ejecutivo).La primera se trata de la
Política Nacional de Prevención y Tratamiento del Adolescente en Conflicto con la Ley Penal
-PNAPTA, aprobada mediante Decreto Supremo N° 014-2013-JUS, la misma que se basa en
un trabajo articulado entre los diferentes sectores y tiene como finalidad la disminución del
involucramiento de las y los adolescentes en conflicto con la ley penal a través de la reducción
de conductas antisociales, lograr una administración de justicia eficaz con enfoque garantista,
y garantizar la resocialización del adolescente en conflicto con la ley penal y la reparación a
la víctima. Estos tres ejes mencionados, traducen las problemáticas identificadas por el
Consejo Nacional de Política Criminal-CONAPOC en materia de justicia juvenil en nuestro país.

Precisamente, dentro del eje estratégico 2: “Administración de Justicia”, de la Política


Nacional de Prevención y Tratamiento del Adolescente en Conflicto con la Ley Penal-PNAPTA-
, se ubica el tercer objetivo de impacto “OI3: Lograr una administración de justicia eficaz y
con enfoque garantista”. Con ello, la elaboración del proyecto de CRPA, se direccionó en
torno al cumplimiento de dicho objetivo de impacto.

Por otro lado, la culminación del proceso de elaboración, aprobación y validación final por
quienes participaron del grupo de trabajo para la elaboración del CRPA, coincidió con la
delegación de facultades otorgadas al Ejecutivo por el Congreso de la República, en el año
2016, a través de la Ley N° 30506, Ley que delegó en el Poder Ejecutivo la facultad de legislar
en materia de reactivación económica y formalización, seguridad ciudadana, lucha contra la
corrupción, agua y saneamiento y reorganización de Petroperú S.A. Así, el literal b) del inciso
2 del artículo 2 del citado dispositivo legal estableció la facultad de legislar a efectos de
reestructurar la política penitenciaria, optimizar los procedimientos de extradición y traslado
de condenados; y modificar las normas sobre tratamiento del adolescente en conflicto con
la ley penal y mecanismos alternativos para el cumplimiento de penas en general.

El concierto de estos componentes determinó la pronta publicación de este proyecto,


convirtiéndolo en norma; evidentemente, estuvo incluido en la agenda política del Gobierno,
lo que propició su publicación a través de un Decreto Legislativo.

El Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes constituye la primera norma sobre


justicia penal juvenil en nuestro país, y se caracteriza por ser un cuerpo normativo integral,
autónomo sistemático y especializado en materia de adolescentes en conflicto con la ley
penal, que va en consonancia con las exigencias del modelo de protección integral y las
recomendaciones de los organismos supranacionales, tratados, reglas y directrices
orientadoras. El CRPA, implica una reforma del sistema de justicia penal juvenil, no solo a
nivel de principios, derechos, garantías y enfoques que han sido priorizados en su regulación
sino también en lo que respecta al nuevo modelo procesal que se ha establecido (modelo
acusatorio) en contraposición con el modelo inquisitivo mixto de la norma anterior (Código
de Niños y Adolescentes).
Así, podemos afirmar que esta norma tiene por principales objetivos, establecer un sistema
de justicia penal juvenil independiente, especializado y diferenciado al de las personas
adultas; asimismo, se orienta a procurar una intervención oportuna con los adolescentes,
que propenda a la aplicación de salidas alternativas al proceso y así evitar que la mayoría de
casos sean sometidos a un proceso de responsabilidad. Cuando no resulte posible la
aplicación de una salida alternativa, esta norma busca asegurar a todos los adolescentes que
infrinjan la ley penal, un proceso que cumpla con las garantías internacionalmente
reconocidas para ser considerado un debido proceso. Finalmente, un objetivo concomitante
está referido a la eliminación o bien a la reducción de la impunidad que no es beneficiosa
para la sociedad, ni para la víctima, mucho menos para el adolescente que cometió la
infracción.

Para el cumplimiento de los objetivos antes mencionados se han establecido en el título


preliminar del CRPA principios y enfoques fundamentales, tales como el principio de justicia
especializada, el principio de interés superior del adolescente, el principio de
desjudicialización e intervención mínima, el enfoque restaurativo, entre otros. Tal como lo
señala Carlos Tiffer, al comentar la Ley de Justicia Penal Juvenil de Costa Rica -de la que
nuestro CRPA recibió influencia-, una característica básica del Derecho Penal Juvenil es su
especialidad frente al Derecho Penal de Adultos. La especialización debe reflejarse de
diferentes formas. En primer lugar, con el diseño de un procedimiento diferente al
juzgamiento de las personas adultas . En segundo lugar, con el establecimiento y uso de
sanciones diferentes en cuanto a su contenido y su finalidad, en comparación con las penas
establecidas para los adultos. Y, en tercer lugar, esta especialización debe reflejarse en
mayores atenuantes y ventajas que los adolescentes deben de tener, en comparación con
los adultos .

Asimismo, es de destacar la orientación a la desjudicialización o diversificación de la reacción


penal, a la que apunta el CRPA, al contrario del Derecho Penal de Adultos, el CRPA se
caracteriza por la acentuación en resolver el menor número de conflictos en sede judicial. La
diversificación de la reacción penal, es el fundamento para la utilización de las salidas
alternativas tales como la remisión, el acuerdo reparatorio, mediación, mecanismo
restaurativo. Para que esta desjudicialización funcione, el proceso debe de ser diseñado y
sobre todo aplicado, pensando siempre en la intervención mínima, tanto en la iniciación del
proceso, como en la imposición de una sanción.

En el CRPA, las manifestaciones del principio de des judicialización coexisten de manera


armónica y organizada con las del principio de justicia especializada, de modo las unas no
actúan en detrimento de las otras. Así, en tanto no resulte posible aplicar salidas alternativas
al proceso, para determinado caso, se hace patente un proceso de responsabilidad penal
garantista, en el que no solo se invocan, sino que se respetan y aplican realmente los
derechos y garantías procesales y sustantivas, tales como la presunción de inocencia, el
derecho de defensa, el derecho a ser procesado dentro un plazo razonable, a ofrecer
pruebas, al respeto del principio de legalidad, entre otros.

Retomando el relato sobre los albores del CRPA, cabe mencionar que la aplicación de esta
norma contó con una vacatio legis sujeta a la publicación de su Reglamento, el mismo que
también pasó por un proceso de elaboración a cargo de un grupo de trabajo
interinstitucional, conformado por representantes de diversas instituciones del Sistema de
Justicia, así como de sectores del Ejecutivo y sociedad civil: Poder Judicial, Ministerio Público,
Policía Nacional del Perú, Defensa Pública, Gerencia de Centros Juveniles del Poder Judicial,
Ministerio de Educación, Ministerio de Salud, Ministerio de Economía, Ministerio de la Mujer
y Poblaciones Vulnerables, Terre des Hommes Lousanne y UNICEF; dicho grupo de trabajo
también desarrolló sus funciones bajo la coordinación y asistencia técnica de la Dirección
General de Política Criminal y Penitenciaria, a lo largo de diversas mesas de trabajo durante
el año 2017.

El referido reglamento, fue aprobado mediante Decreto Supremo N° 004-2018-JUS, de fecha


24 de marzo del 2018, con ello se inicia la aplicación del CRPA a nivel nacional, en dos de sus
componentes, conforme se aprecia del gráfico siguiente, quedando pendiente la aplicación
del componente procesal de la norma.
Gráfico N° 01

ESTRUCTURA DEL CÓDIGO DE RESPONSABILIDAD PENAL DE ADOLESCENTES

Al respecto, corresponde precisar que, conforme a lo dispuesto por el Decreto Legislativo N° 1348,
queda pendiente la aplicación del CRPA en el componente procesal, lo cual se dará de manera
progresiva conforme a un calendario de implementación que será aprobado mediante Decreto
Supremo; ello sucederá en cuanto la Comisión Multisectorial Permanente de Implementación del
Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes organice el referido calendario atendiendo a un
diagnóstico que permita determinar el distrito judicial en el que debería darse inicio a la
implementación integral del CRPA, lo cual además será establecido en el Plan Nacional de
Implementación de la norma. Hasta entonces, las normas que rigen el procedimiento para judicializar
a un adolescente, de quien se presume haber infringido la ley penal, son las del Código de Niños y
Adolescentes, esto es, se dispuso la ultraactividad de dicha norma.
CONCLUSIONES

1. Se ha llegado a la conclusión que las causas que conllevan a que los menores cometan infracciones
a la ley penal, son las siguientes: Los menores infractores a la ley Penal son el resultado de la
combinación de diversos factores de riesgo y respuesta social. Se presenta en toda sociedad, en
donde los antivalores de violencia, agresividad, competencia salvaje, consumo, se imponen a los
valores supremos de la sociedad, como la tolerancia, la solidaridad y la justicia.

2. Creemos que los procedimientos adecuados de la PNP para intervenciones en menores infractores
a la Ley Penal, es basada netamente con el respeto a los derechos humanos y sin descuidar la
integridad física del personal PNP interviniente.
RECOMENDACIONES
La prevención antes que la represión: Esta parece ser la regla básica en materia de menores, a la que
debiéramos dedicarle mayores esfuerzos institucionales. La mejor manera de prevenirse contra la
delincuencia juvenil es la de impedir que surjan delincuentes juveniles, para lo cual se requieren
adecuados programas de asistencia social, económica, educacional y laboral.
BIBLIOGRAFÍA

- Código de los niños y Adolescentes, Jurista Editores E.I.R.L, Lima, Editorial Nº 31501010600178,
Hecho en el depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 2006, Edición Abril 2010.

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